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Emile Durkheim

“Las reglas del método sociológico”


(1895)

ERIC
SMIDT
Las reglas del método sociológico (1895)
“Nuestros mitos pueden ser erróneos, pero
ellos nos conducen, si bien temblorosamente a
verdaderos puertos, mientras que el “progreso”
materialista lleva a un abismo inquietante; al
de la corona de Hierro del poder del mal.”
J.R.R. Tolkien
Reseña del libro
Emile Durkheim sostiene que, para entender mejor a las sociedades, podemos extrapolar lo que
entendemos de las relaciones biológicas de las células con respecto a las demás y al órgano al que pertenecen,
y a su vez comparar a los hombres y mujeres individuales con respecto a su grupo, con respecto a la sociedad,
y a las distintas sociedades históricas. Durkheim entendió, sin embargo, la sociología como el estudio
científico de una realidad, un grupo de fenómenos definidos, diferentes de los estudiados por todas las demás
ciencias, biología y psicología incluidas. Fue por estos fenómenos que Durkheim reservó el término hechos
sociales, es decir, "una categoría de hechos que presentan características muy específicas, o sea consisten en
maneras de actuar, pensar y sentir externas al individuo, que están investidas con un poder coercitivo virtud
de la cual ejercen control sobre él ". 1 Dado que estos hechos consisten en acciones, pensamientos y
sentimientos, no podían confundirse con fenómenos biológicos; pero tampoco eran objeto de la psicología,
porque existían fuera de la conciencia individual.

Durkheim estaba particularmente preocupado por distinguir los hechos sociales, que a veces describió
como estados de la mente colectiva, de las formas que estos estados asumieron cuando se manifestaron a
través de mentes privadas e individuales. Recomendó el uso de estadísticas, que cancelan la influencia de las
condiciones individuales al subsumir todos los casos individuales en el agregado estadístico.

El poder externo y coercitivo de los hechos sociales deriva de que sean considerados en común por la
mayoría de los miembros individuales de una sociedad; y que, en este sentido, las características del todo son
el producto de las características de las partes. Pero Durkheim no piensa así. La naturaleza obligatoria y
coercitiva de los hechos sociales, sostiene, se manifiesta en los individuos porque se les impone, en particular
a través de la educación; las partes se derivan así del todo y no el todo de las partes.2 Pero ya sea directa o
indirectamente, la característica definitoria esencial de los hechos sociales sigue siendo su poder coercitivo
externo, como se manifiesta a través de la restricción que ejercen sobre el individuo.

La segunda clase de hechos estructurales, sostenía Durkheim, exhibe las mismas características de
externalidad y coacción que la primera: una organización política restringe nuestro comportamiento no menos
que una ideología política. Las características estructurales de una sociedad son las funciones sociales que se
consolidaron a través del tiempo.

Durkheim menciona que Bacon entendió que, uno de los defectos del aprendizaje actual, tenía que
ser corregido para que avance el conocimiento científico. La tendencia humana de juzgar nuestras ideas o
prenociones en vez de a la cosa misma, y luego construir nuestro saber de modo inductivo da lugar a
conclusiones no siempre veraces, y tras superar tales nociones falsas, restauraríamos la maestría perdida del
hombre sobre el mundo. Dominar la naturaleza es el Summum Bonum, el supremo bien para Bacon, la máxima
aspiración del hombre. Durkheim se refirió al trabajo de Bacon, ya que concibió su propio proyecto en
términos similares. Para evitar todo tipo de subjetivismo debemos seguir la regla más básica de todo método
sociológico, concluyó Durkheim, que es tratar los hechos sociales como cosas. Durkheim agregó el método
de la duda cartesiana a las advertencias de Bacon respecto a las prenociones, argumentando que el sociólogo
debe negarse a sí mismo el uso de los conceptos formados fuera de la ciencia y para
necesidades extracientíficas:

"Debe liberarse de esas nociones falaces que dominan la mente de la persona común,
sacudiendo, de una vez por todas, el yugo de esas categorías empíricas que el hábito las hace
a menudo tiránicas ". 3

Durkheim insiste en que la función de la definición no es explicar el fenómeno en cuestión ni expresar


su esencia, sino establecer contacto con las cosas, lo cual solo puede hacerse a través de
externalidades. Cuando el sociólogo se compromete a investigar cualquier orden de hechos sociales, debe
esforzarse por considerarlos desde un punto de vista donde se presentan aislados de sus manifestaciones
individuales. La ciencia, como hemos visto, debe descartar aquellas prenociones formadas a través de la
experiencia común, y crear sus conceptos de nuevo sobre la base de datos sistemáticamente observables.

Durkheim considera que los hechos sociales exhiben formas normales y patológicas y que la sociología
debe poder distinguirlas. Las ciencias sociales, deben reducirse sólo a diagnosticar para ofrecer los medios
para producir causas buenas a voluntad. Los fines resultantes de estas causas podrían seguirse y alcanzarse
por razones que van más allá de las de la ciencia misma. La ciencia, en resumen, debe guiarnos en la
determinación de nuestras metas más altas. El problema es encontrar un criterio objetivo, externamente
comprobable pero inherente a los hechos sociales mismos, que nos permita distinguir científicamente entre
salud social y enfermedad social.

Los hechos sociales que son normales, serían simplemente los que se encuentran en la mayoría, si no
en todos, los individuos, dentro de límites estrechos de variación. Los hechos sociales que son "patológicos",
por el contrario, serían aquellos que se encuentran solo en una minoría de casos, y solo por breves períodos
en la vida del individuo incluso donde ocurren.4 La primera regla de Durkheim para la distinción de lo normal
de lo patológico, un hecho social es normal para un tipo social dado, visto en una fase determinada de su
desarrollo, cuando ocurre en la sociedad promedio de esa especie, considerada en la correspondiente fase de
su evolución.

Durkheim observa, que el crimen existe en todas las sociedades, y a pesar del esfuerzo en su
aniquilación, ha aumentado con el crecimiento de la civilización; por lo tanto, "no hay ningún fenómeno que
represente más incontrovertiblemente todos los síntomas de la normalidad, ya que parece estar estrechamente
relacionado con las condiciones de toda la vida colectiva".5 Pero para Durkheim aún el crimen era útil, "un
factor en la salud pública, un elemento integrador en cualquier sociedad saludable".6 Para que la conciencia
moral evolucione, se debe permitir la creatividad individual. El criminal se convierte así en el precio que
pagamos por el idealista. Más directamente, como en el caso de Sócrates, el criminal y el idealista son a veces
lo mismo, y el crimen demuestra ser la anticipación de esa moralidad que aún está por venir, pero en esta
observación Durkheim sin quererlo acepta que la moralidad venidera es hija del pensamiento de una persona
en este caso, o sea de los rasgos internos que se vuelven sociales, y que trascienden las fuerzas coercitivas
externas, o sea que sin terminar de escribir el libro se está auto refutando a sí mismo.

Durkheim sostiene que las necesidades y los deseos pueden intervenir para acelerar o retrasar el
desarrollo social, pero no pueden crear ningún hecho social; e incluso su intervención es el efecto de causas
sociales más fundamentales.7 Cuando uno se compromete a explicar un fenómeno social, la causa eficiente
que lo produce y la función8 que cumple debe investigarse por separado.

Si la sociedad es solo un sistema de medios establecido para lograr ciertos fines, entonces estos fines
seguramente deben ser individuales, ya que antes de la sociedad solo podían existir individuos. Durkheim
consideraba tales explicaciones como inadecuadas a lo que se debía explicar, un grupo de hechos externos al
individuo que ejerce un poder coercitivo sobre él: "No es desde dentro de sí mismo que se sufre la presión
externa, por tanto, no es lo que está sucediendo dentro de sí mismo lo que puede explicarlo".9 Durkheim quita
valor al individuo por al análogo biológico, pues las moléculas de la célula viva son materia cruda, pero la
asociación de ellas produce vida. La asociación de los seres humanos individuales crea una realidad social de
un nuevo tipo, y es en los hechos de esa asociación donde se encuentra la explicación de esta nueva
realidad. Pero Robinson Crusoe estaba vivo; aislado pero vivo.

Insiste en que las causas originales de la asociación en sí eran de naturaleza psicológica. Todas las
sociedades nacen de otras sociedades, concluyó Durkheim. Asegura además que “la causa determinante de
un hecho social debe buscarse entre los hechos sociales antecedentes y no entre los estados de la conciencia
individual (…) La función de un hecho social siempre debe buscarse en la relación que tiene con algún fin
social.”10 Se puede medir el valor utilitario de un hecho social; porque entre los cambios causados por ese
entorno, solo aquellos son útiles que corresponden de alguna manera con las condiciones más esenciales de la
sociedad misma. Porque la restricción de la sociedad es la consecuencia de su superioridad natural, no hay
necesidad de recurrir al contrato social para explicar la sumisión del individuo. Es esa superioridad de la que
la religión proporcionó la representación simbólica más temprana y la ciencia la explicación posterior más
exacta.11

En resumen, la única condición de los hechos sociales es que son explicables por causas naturales.
En segundo lugar, el método sociológico es objetivo, en el sentido de que los hechos sociales son cosas y
deben ser tratados como tales. Esto significa que ya no podemos soñar con explicarlos por su "utilidad" o
razonamiento consciente, los hechos sociales son externamente fuerzas coercitivas, que pueden ser
engendrados únicamente por otras fuerzas, "Por lo tanto, para dar cuenta de los hechos sociales,
investigamos las fuerzas capaces de producirlos."12 Un hecho social no puede explicarse sino por otro hecho
social, eso significa que el "entorno social interno" es la fuerza motriz primaria subyacente a toda la evolución
social. De hecho, el sentido de esta "naturaleza específica de la realidad social" es muy importante para el
sociólogo. Durkheim dice, que se debe desarollar la sociología como ciencia autónoma para poder desarrollar
una cultura saludable.

Fundamentación
“La razón por sí misma es materia
de Fe. Es un acto de fe pretender que
nuestros pensamientos guardan
relación alguna con la realidad”
G.K.
Chesterton, Ortodoxia
El resultado del Proyecto de Durkheim para establecer a la sociología como una ciencia social positiva
(de hechos objetivos). Durkheim busca distinguir la sociología de otras ciencias justificando su racionalidad.
Lo novedoso del presente trabajo consiste en tratar a las ciencias sociales con la misma rigurosidad metódica
utilizada por las ciencias naturales. Sustancialmente, Durkheim estaba interesado en las razones por las cuales
una sociedad se sostenía a través del tiempo, y escribió su tesis en respuesta a dos argumentos con los que
estaba en desacuerdo.
Busca refutar en este trabajo a los contratistas sociales como Hobbes y Rousseau, que concebían a la
vida social como fruto de contratos explícitos como implícitos. Para ellos los individuos eran restringidos por
la sociedad, pero de un modo deliberado; la misma gente diseñaba esas restricciones para guiar a la sociedad
a través de la represión de la voluntad individual mediante un Estado fuerte. Los teóricos contratistas creen en
un acuerdo inicial entre los miembros de la sociedad necesario para su cohesión; por lo tanto, la vida social
surge de decisiones personales consensuadas. Durkheim busca, sin éxito, anular la influencia individual en lo
social.
También argumenta contra Spencer que ve a la sociedad en términos funcionalistas, que sostenían que
el fin social es el que justifica el hecho social. El pensamiento de Durkheim pretende ser atemporal, logrando
exactamente el resultado opuesto. Este trabajo es hijo de su tiempo, reflejando la idea del progreso en el
darwinismo evolutivo social. Mientras que Durkheim no se adhiere estrictamente al progresismo
contemporáneo etnocentrista del hombre “salvaje” a “bárbaro” hasta llegar al “hombre civilizado”, se
aproxima con asunciones acerca de “gente “menos desarrollada” y distingue las sociedades en géneros y
especies basados en arbitrarias fases de desarrollo.
La causa para la aplicación de las ciencias naturales al campo de las ciencias sociales surge producto
del trabajo de los economistas, que sentían incertidumbre ante la vertiginosidad de los cambios ocurridos
durante la modernidad y de la pretensión de prevenir una “enfermedad social”. Este cientificismo es la
asunción de pretender poseer una justificación epistemológica, y pasar al campo de las conclusiones, pero sin
probar los postulados teóricos buscando falsearlos a modo de Popper. Los positivistas defendieron el monismo
metodológico (utilizar el mismo método en uno u otro campo), mientras que el que demuestra mayor riqueza
comprensiva es el dualismo metodológico.
Los positivistas critican los axiomas, y esto tiene origen en los escépticos como Descartes y Kant para
quienes no existe la verdad por fuera del hombre, sino que las verdades son interpretaciones lógicas cuyo
tiempo determina su autoridad.
Para el positivismo la física era el sinónimo de la ciencia por antonomasia debido al dominio de la
naturaleza que ésta facilitaba en la Belle Époque en que las potencias imperiales se dividían el mundo en busca
de nuevas fronteras con la justificación ética de una superioridad étnica y la racionalidad de la liberación de
los pueblos inferiores de la tiranía oscurantista mediante la ilustración. La educación entonces perseguía fines
utilitaristas para aceitar los engranajes de este imperialismo ultramarino, que tuvo su trágica conclusión en la
Gran Guerra de 1914.
La modernidad pretendía librarnos del yugo de las creencias dogmáticas mediante la ilustración, pero
su resultado irónicamente fue el levantamiento de las banderas ideológicas que razonan circularmente sin
llegar a conclusiones veraces, debido a la premisa cartesiana que es el hombre quien proyecta el criterio de
Verdad sobre la cosa observada, y no la verdad la que reside ontológicamente por fuera del individuo, y el
escepticismo de Kant, quién duda de la capacidad de la razón para llegar a conclusiones lógicas de modo
especulativo. Los positivistas califican al pensamiento axiomático como acientífico, o sea como externo al
campo de las ciencias. Esto lleva al positivismo a ser determinista y materialista. Buscan en la observación de
la parte constitutiva del todo, las razones explicativas del todo complejo.
El determinismo de Durkheim anula la capacidad del ser para auto posicionarse en relación con su
porvenir individual y lo resume en causas supra-individuales preexistentes explicativas de los hechos y su
materialismo también resume complejidad de los hechos sociales, como meras cosas interpretables por su
externalidad objetiva, más que por la infinidad de motivaciones que tanto un individuo como un grupo pueden
concebir como impulsoras de su actividad.
Crítica Personal
”Así dice el SEÑOR: `Practicad el
derecho y la justicia, y librad al
despojado de manos de su opresor.
Tampoco maltratéis ni hagáis violencia al
extranjero, al huérfano o a la viuda, ni
derraméis sangre inocente en este lugar.”
Jeremías 23:3
Las reglas del método sociológico era al mismo tiempo un tratado sobre la filosofía de las ciencias
sociales, y manifiesto de la Escuela emergente y es importante sopesar sus fracasos a la luz de múltiples
intenciones. El concepto del "hecho social" en sí, por ejemplo, debe ser descrito como amplio, que incorpora
toda la gama de fenómenos explicativos de lo social de la infraestructura material a la superestructural de la
cultura.

Por supuesto, estas ambigüedades son atenuadas por Durkheim que insiste que los hechos sociales
pueden distinguirse de los biológicos y psicológicos por su externalidad, pero las dificultades persisten. La
sugerencia de que los hechos sociales son externos a cualquier individuo en particular, plantea algunas
objeciones, se puede añadir que también son internos a individuos particulares; pero la sugerencia de que los
hechos sociales son externos a todos los individuos sólo puede justificarse en el sentido limitado que tienen
una existencia temporal previa.

El término "restricción" parece haber sido usado laxamente, para Durkheim que usa diversas maneras
para referirse a la autoridad de las leyes que se manifiestan a través de sanciones represivas. Lejos de ser casos
de " restricción" o 'coacción', describen cómo los hombres son llevados a pensar y sentir de una manera
determinada, conocer y valorar ciertas cosas, y actuar en consecuencia. Esto no tiene tanto que ver con la
educación como desarrollo de las potencias innatas, sino como condicionamiento externo.

Las reglas de Durkheim representan un esfuerzo válido para establecer la sociología como ciencia
independiente de la psicología. En cada caso, Durkheim nota deficiencias lógicas o empíricas; pero si los
hechos sociales no pueden ser completamente explicados por los hechos psicológicos, al menos las
explicaciones sociológicas se basan en suposiciones, acerca de cómo los individuos piensan, sienten y actúan
en circunstancias particulares. La insistencia de Durkheim en que los hechos sociales sólo pueden explicarse
por otros hechos sociales es ingenua.

El Esfuerzo de Durkheim para encontrar criterios objetivos por los cuales lo "normal" puede ser
distinguido de lo "patológico" fue un intento bastante transparente para otorgar la condición de científico a
esas preferencias sociales. Durkheim, en definitiva, tiende a idealizar las sociedades del futuro, mientras que
desprecia a la realidad actual, y por lo tanto parece haber ignorado la contingencia de los acuerdos sociales
consensuados.

Filosóficamente, Durkheim creía que la sociedad es una realidad independiente de la mente individual,
y que la eliminación de nuestras ideas preconcebidas subjetivas nos permitiría saber cómo es la sociedad. Los
hechos sociales se transmiten culturalmente de una generación a otra, y las personas aprenden y son formadas
por ellos, pero no es menos cierto que los hechos sociales están a su vez constituidos por los significados
atribuidos a ellos por agentes cuyos actos, pensamientos y sentimientos conforman hechos subjetivos y tales
interpretaciones subjetivas son, pues, una parte de la realidad a ser conocida.
La afirmación de que el crimen es funcional para la integración social podría ser utilizada para
justificar cualquier conjunto de creencias y prácticas, y cualquier tipo de castigo, bajo el argumento de que la
falta de castigo sería seguida por la desintegración social. Aclara Durkheim que el crimen es funcional para
el cambio social al sostener que la ley es el reflejo directo de la conciencia colectiva. Pero señala que no
hay conexión necesaria entre la violación de las leyes con la moral y lo social. Esto es escandaloso cuanto
menos.

Sin ánimo de cometer falacias ad hominem, se argumenta que esta clase de argumentos probablemente
sea fruto del estudio del Talmud por parte de Émile Durkheim quién según la Enciclopedia Británica13 pudo
haber estudiado para rabino en su juventud. El Talmud es un libro de interpretación exegética judía. La serie
de argumentos propuesta en el Talmud fue denunciada por Cristo en sus reiteradas condenaciones a los
escribas y fariseos, que desdoblaban la Ley mosaica aplicando lo que se llama como Ética situacional14. En
esta interpretación, se justifica el robo, el asesinato15, la mentira si la situación lo amerita. Durkheim ve a la
moral como producto de una época16, en contraposición a la tradición occidental que la considera una realidad
metafísica externa al individuo, constante eternamente y necesaria para la cohesión y la superación de las
pasiones y para la elevación de las potencias del cuerpo y el alma que para nosotros es íntima al concepto de
educación que pretendemos defender.

Referencias
Obra citada: Durkheim, Emile (1895) Las reglas del método Sociológico, Buenos Aires,
Argentina: Editorial Prometeo
1- Op cit. 1895: 52
2- 1895: 57
3- 1895: 73
4- 1895: 91
5- 1895: 98.
6- 1895: 110-111
7- Observa que los hechos sociales serían infinitamente diversas como las emociones humanas y sus propósitos.
8- 1895: 173
9- 1895: 128.
10- 1895: 134-135
11- 1895: 143-144
12- 1895: 161.
13- https://www.britannica.com/biography/Emile-Durkheim
14- http://www.bbc.co.uk/ethics/introduction/situation_1.shtml
15- https://www.youtube.com/watch?v=cA6OVjj5kLE
16- 1895:43.

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