ANÁLISIS DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO

ANALISIS DEL CAPÍTULO III

DE LA ACUMULACIÓN DEL CAPITAL, O DEL TRABAJO PRODUCTIVO E IMPRODUCTIVO

Adam Smith, autor del libro, “Riquezas de las naciones”, menciona que el trabajo puede ser
productivo o improductivo. Donde por trabajo productivo se entiende a aquel que va a generar un
valor adicional a la mercancía en el cual se incorpora el trabajo, es decir, va a aumentar su valor
inicial del objeto, mientras que el trabajo improductivo no incrementa valor alguno.

El trabajo productivo lo podemos encontrar, por ejemplo; en el trabajo de un artesano

manufacturero, como lo menciona Smith, también en un obrero industrial, los cuales tanto el
artesano como el obrero agregan valor a los materiales que realizan y que van a incluir el valor
para su manutención y el beneficio que obtiene para la persona que trabajan. Por otro lado el
trabajo improductivo se puede observar en los servicios domésticos pues este no aumenta el valor
a ni un objeto en particular.

Generalizando, para Smith, el trabajo productivo se concreta en un objeto en particular que será
vendible aumentando el valor de dicho objeto, el cual puede durar un largo periodo después de
haber finalizado el trabajo; de esta manera, generando un aumento en su valor, un excedente,
otorga beneficios al maestro; mientras que el trabajo improductivo, normalmente sus servicios
desaparecen el mismo momento de realizarlo y no se concreta en ningún objeto especial.

Según este criterio el trabajo productivo es el que da lugar a; un bien material, un bien perdurable
y tales bienes deben ser vendibles. Y como al ser vendidos, se reciben otros bienes, dinero, en
cambio, de hecho el trabajo incorporado en el bien que se vende sirve para comprar trabajo.

Así, comparando contemporáneamente, podemos decir que son trabajos productivos los trabajos
que se ejercen en el sector primario; tales como la agricultura, minería; los del sector secundario;
como la manufactura, la construcción o la energía. Y por otro lado son trabajos improductivos los
trabajos que pertenecen al sector terciario, que están representados por los servicios.

De acuerdo con lo anterior podría esperarse que para Smith todo trabajo dedicado a los servicios
fuese improductivo, pero no es cierto. Smith se refiere como improductivo a las personas que
produzcan para el consumo tales como los burócratas, los médicos, abogados, hombres de letras y
a los artistas en general. Esta distinción se puede apreciar en la lectura, “…una persona puede
empobrecerse ocupando gentes que produzcan “artículos particulares y vendibles”, para su
consumo, mientras que un hostelero puede hacerse rico ocupando sirvientes”. Entonces se debería
distinguir entre de servicios con carácter de inversión y las de carácter de consumo.

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 ANÁLISIS DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO

Sabemos que la gran mayoría de las prestaciones de servicios son consumativos, pero este sector
tiene una importancia enorme. En EE.UU casi 70 por ciento del PIB es generado en este sector. Es
un poco fuerte decir que este sector es improductivo, porque de esto vive la gente.

Por ejemplo en la estructura económica de EE.UU los principales ingresos del PBI provienen del
sector “servicio”, y ¿Por qué para Adam Smith los servicios eran improductivos? Los productos del
sector de servicios son consumidos en el momento de ser producidos y la mayoría de estos
servicios son personales, una acumulación de capital no tiene mucho sentido. Lo que sí se acumula
en el sector de servicios es el conjunto de conocimientos técnicos y administrativos que son
imprescindibles para llevar a cabo un proceso comercial.

En la estructura productiva de la economía de Estados Unidos tanto para el año de 1950 como
para el 2017 el sector que brinda mayores ingresos es el sector terciario (servicios), el cual se ha
incrementado en un 40% hasta el 2017; trayendo consigo una reducción en el sector de trabajo
“productivo”, como denominaría Smith, ¿Por qué ocurre esto? El sector de servicios, es el
conjunto de actividades económicas en donde el acto y el conocimiento del individuo constituyen
la fuente principal de valor agregado de la actividad, tales como servicios de salud, educación,
empresariales, financieros, de ingeniería y arquitectura. Dichas actividades comparten
propiedades en común, por ejemplo, la producción de los servicios se da al mismo tiempo que se
consume, dicha producción no es posible acumularla porque los servicios son intangibles y,
además, se dan en una relación uno a uno con el cliente. No obstante, el sector terciario es el que
más empleo ha generado en los últimos anos, sobre todo el sector comercio, hoteles y
restaurantes. Este sector es generador de empleo, el sector servicios es el que más mano de obra
requiere y contribuye al 70% del PIB (como se observa en el cuadro).

El comercio de servicios que se presenta en este sector, contribuye tanto al por mayor como al por
menor siendo entre ambos uno de principales aportantes a los ingresos del sector terciario, la
inversión extranjera, las fusiones, adquisición de empresa, las finanzas en inmobiliarias, son los
contribuyentes con mayor aportación al crecimiento del PIB ; los cuales, ambos grupos suman el
45% del sector terciario.

En conclusión Smith analizó al trabajo del sector de servicios como un trabajo, principalmente,
para el consumo propio y no tanto como una manera de “inversión” como lo podría ser el
comercio, el transporte, el turismos, entre otros servicios; he ahí su manera de pensar y
mencionar a los servicios como un trabajo improductivo cuando realmente el sector terciario no
solo es consumo propio, sino también una manera de inversión en servicios.