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Marzo-2018
El disciplinamiento indígena en la época colonial en Santiago Del Estero:
El caso de la india Lorenza
Esta “nueva composición étnica” produjo una rica y compleja mezcla racial,
étnica y de castas, manifestadas en la vida socio-política y cultural (Moreno,
2004).
Esta estratificación se hizo “invisible” tanto por las condiciones económicas así
como por el crecimiento de la población mixta.
Muchas mujeres de los sectores pobres llegaron a crear parejas casi de modo
contractual en su afán de obtener ciertas garantías en el orden de lo material.
Este fenómeno tuvo sus implicancias en el tipo de vínculos entre ambos sexos,
tanto para los hombres que se iban, como para las mujeres que quedaban en
el hogar. De dicho cuadro de situación se puede afirmarse la presencia de una
gran cantidad de hijos “ilegítimos” fruto de la movilidad social, así como de la
emancipación sexual extramatrimonial.
Juicios por Hechicería: Las indias Lorenza y Pancha- Santiago del Estero
Siglo XVIII
La imposición del credo que se llevó a cabo por los españoles, tuvo un carácter
represor de aquellas prácticas opuestas a las reglas marcadas por Roma o
Madrid.
La vida religiosa de Santiago del Estero fue, durante el periodo colonial, una de
las de mayor arraigo y entusiasmo, en especial por los religiosos establecidos
en estas tierras: dominicos, mercedarios, jesuitas, franciscanos (Alen Lascano
1992: 70-76), a tal punto que en 1591 era la única gobernación que contaba
con todas las doctrinas y sacerdotes dedicados a las prácticas religiosas
aceptadas.
Toda esta religiosidad se vio aumentada con la copia del Santo Sudario, que
llegó primero a manos de jesuitas y luego quedó a cargo de los dominicos en
dicha ciudad, y con la veneración popular de las imágenes de Jesús Nazareno,
el Señor de los Milagros de Mailín, Nuestra Señora del Loreto y la Virgen del
Carmen, cuyas apariciones nuclearon poblaciones a su alrededor, mostrando
una marcada religiosidad popular (Alen Lascano, 1992: 150-153).
Prosiguen los martirios y es así como, bajo el rigor de las torturas, Lorenza
reconoce haber dañado a María Antonia través de la hechicería, arte aprendido
en una salamanca. De este modo, en su segunda confesión, Lorenza describe
detalladamente las salamancas, una ubicada en Brea Pampa y la otra en
Ambargasta. Lorenza mencionó a Pancha como compañera de estas
salamancas, siendo esta quien describe una tercera salamanca situada en Los
Sauces, provincia de Tucumán.
Con ello finaliza el juicio de las indias Lorenza y Pancha, sin sentencia ante el
fallecimiento de las dos acusadas.
Bibliografía: