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No se pretende que con estas características se de fin a un trabajo que está, por su propia
naturaleza, en constante evolución. Por el contrario, se pretende que sean utilizadas como
punto de partida que siempre llevarán a otras muchas consideraciones.
Las primeras preguntas que yo le haría a cualquier persona que lea estas características son
las siguientes:
¿Te parece familiar lo que aquí se dice? ¿Son verdaderos estos puntos en base a tu
experiencia en la catequesis? ¿Reconoces en estos puntos los aspectos principales de la
Catequesis del Buen Pastor?
2. Fidelidad a la simplicidad del mensaje, una simplicidad que se manifiesta como sabiduría
profunda.
3. Auténtico interés y respeto por la relación que Dios tiene con el niño desde que éste tiene
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una edad muy temprana, lo cual nos permite aprender a ponernos al servicio de esta relación y
entender las lecciones que el niño, como maestro, nos ofrece en su modo indirecto e
inconciente.
Lo que se requiere del adulto, si este tercer punto ha de realizarse, es una observación
constante y una atención, que es respetuosa y amorosa, ante el Misterio de Dios que se revela
en los niños de mas corta edad.
Con estas caracteresticas y las preguntas que he formulado, se invita a cada catequista a
profundizar en estos puntos y a compartir sus reflexiones, para que podamos, juntos, ir
aclarando lo que todavía no ha sido desarrollado del todo.
Sofía Cavalletti
1. El niño, particularmente la vida religiosa del niño, es el centro del interés y el compromiso de
la catequista del Buen Pastor.
- * La catequista observa y estudia las necesidades vitales del niño y las manifestaciones *
de esas necesidades vitales de acuerdo al estado de desarrollo del niño.
- * La catequista vive con el niño una experiencia espiritual compartida de acuerdo a las
enseñanzas del Evangelio: “A menos de que ustedes se conviertan en niños pequeños, no
podrán entrar en el reino de Dios.” (San Mateo 18:3)
- * La catequista pone especial atención a las condiciones que son necesarias para que
esta vida pueda experimentarse y florecer.
2. Con este fin en mente, la catequista acoge la visión de María Montessori del ser humano y
con ella la actitud del adulto en lo que concierne al niño, y prepara un ambiente llamado atrio, q
ue ayuda al desarrollo de la vida religiosa.
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3. El atrio es una comunidad en la que tanto niños como adultos viven una experiencia
religiosa que facilita la participación en comunidad en el mas amplio sentido de la palabra de la
familia, la iglesia y otras esferas sociales.
- * La catequista no es una maestra, ya que sabe que el único Maestro es el mismo Cristo.
5. Los temas que se presentan en el atrio son aquellos ante los cuales los niños han
respondido con profundidad y gozo. Estos temas se toman de la Biblia y la liturgia (oraciones y
sacramentos) como fuentes fundamentales para crear y sostener la vida Cristiana de manera
particular en cada fase de desarrollo del niño, para iluminar y nutrir sus necesidades mas
vitales.
6. Se hace una proclamación del mundo de la manera mas objetiva posible, para que las
palabras del adulto no impidan la comunicación entre Dios que habla y la criatura de Dios que
escucha. El único objetivo de las palabras del adulto es el servir con discreción para que la
palabra de Dios sea escuchada, de acuerdo con lo que el propio Jesús dijo en el Evangelio
“Mis enseñanzas no son mías sino del que me envió.” (San Juan 7:16).
7. La catequista del Buen Pastor no incorpora en la catequesis otros temas que no hayan
emergido de lo esencial y especifico con respecto a las necesidades de los niños y nuestro
trabajo con ellos.
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8. Lo ideal es que las reuniones semanales en el atrio durn al menos dos horas, de las cuales
una pequeña parte se dedica a la presentación de la catequista, y la mayor parte del tiempo se
reserva para el trabajo personal del niño.
9. En armonía con la Iglesia Universal, la vida del atrio sigue el año litúrgico; así que, períodos
de particular intensidad son la Navidad/Epifania y Pascua/Pentecostés.
13. El retiro de la primera comunión dura al menos cuatro días (desde la mañana hasta la
tarde). Los elementos escenciales del retiro incluyen:
14. La celebración de la primera reconciliación esta ligada de manera solemne a los signos
bautismales del hábito blanco y la luz, y en el caso de los catecúmenos, a la celebración del
bautismo.
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15. La atención que se le da a las reuniones con las familias se intensifica durante el periodo
que precede a la primera comunión.
17. Cada material se coloca a la disposición del niño, y es a través del trabajo personal del
mismo niño con el material como se va apoyando el proceso de absorción y meditación con
respecto al tema que se ha presentado.
18. El material debe ser a la vez atractivo y “sobrio” y debe adherirse estrictamente al tema
que se presenta. Al hacer el material, la catequista evita agregar adornos superficiales que
pudieran distraer al niño de los puntos esenciales del tema que se presenta. Dicho de otra
manera, el material debe ser simple, esencial y “pobre” para permitir que la riqueza del
contenido temático brille.
19. Esta misma pauta (como en el punto #18) se aplica al ambiente del atrio. Habiendo dicho
esto, la Catequesis del Buen Pastor se puede realizar en cualquier entorno sociocultural.
20. Los materiales que preparan las catequistas para el atrio son copias fieles de los modelos
experimentales de la Catequesis del Buen Pastor. Los diseños de estos modelos son el
resultado de un trabajo de colaboración, observación, y experimentación de muchos años y se
han desarrollado de acuerdo a las necesidades del niño en cada estadio de desarrollo.
21. El material hace posible que la catequista asuma el “lugar” que le corresponde como
“servidor inútil” (San Lucas 17:10). Esta expresión indica que la catequista tiene una tarea que
llevar a cabo, un papel que jugar, cuyos resultados, sin embargo, van mucho mas allá de lo que
ella/el haga, porque el único Maestro es Cristo.
22. Las catequistas trabajan en unidad y armonía, así como en sincronía con el plan de Dios
para la comunión en la historia de la salvación y en línea con el tema de unidad que se expresa
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de manera tan determinante en las parábolas del Buen Pastor (San Juan 10:1) y la Vid
Verdadera (San Juan 15:1). Las catequistas ofrecen de manera generosa sus talentos y
experiencia para el bien de todos.
23. La actitud del adulto debe estar marcada por la humildad ante las capacidades del niño,
estableciendo una rela-ción con el niño, o sea, respetando su personalidad niño y esperando a
que el niño se revele a si mismo.
25. Las razones por las cuales se requiere que la catequista haga el material con sus propias
manos son:
26. El compromiso principal de la catequista es trabajar con los niños en el atrio; sin embargo,
este compromiso también lleva a la catequista a estar abierta a las necesidades de la
catequesis en general y a ponerse a disposición de otras formas de servicio que pudieran ser
necesarias.
27. La Catequesis del Buen Pastor también esta interesada en ayudar a los adultos a abrir sus
ojos a las riquezas ocultas del niño, especialmente a la abundancia espiritual en el niño, para
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que los adultos sean llamados a aprender del nino y a servirlo. Los principios que nos guían en
esta tarea.
28. La Catequesis del Buen Pastor honra de manera especial los valores espirituales de la
niñez y espera nutrir la formación de la conciencia que esta orientada a la construcción de la
historia de la salvación en la justicia y solidaridad.
29. La Catequesis del buen Pastor esta abierta a todos los Cristianos de diversas
denominaciones y con diversos compromisos dentro de la iglesia.
30. La Catequesis del Buen Pastor ofrece sus servicios a la diócesis y de tal manera trabaja en
comunión con el obispo.
31. Cada atrio se hace de la ayuda de un sacerdote que esta pendiente de los niños,
particularmente de sus capacidades religiosas, celebra la Eucaristía y el sacramento de la
reconciliación con ellos y trabaja en armonía con el espíritu de las Catequistas del Buen Pastor.
32. La Catequesis del Buen Pastor es de carácter experimental y está abierta a siempre
profundizar mas hacia el misterio infinito de Dios y la alianza cósmica de Dios con las criaturas
de Dios.
(El primer borrador de estos puntos fue elaborado por la Asociación Romana, en mayo de
1993. Fueron expuestos para revisión en el primer Simposio Internacional en octubre de 1993
en Roma. Las actualizaciones fueron propuestas en una reunión en Roma en marzo de 1995.
Los puntos se revisaron por el Consejo Internacional en octubre de 1996.)
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