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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN

AGUSTIN

Ingeniería Química

QUIMICA INORGANICA APLICADA

METALES TRAZA DE VIDA

Integrantes:

- Condori Velásquez Abigail


- Olivera Marrón Jimmy Oliver
- Maqquera Cahuana Kevin
- Quispe Sandra
2017
METALES TRAZA DE VIDA
1. MARCO TEÓRICO

1.1. QUE SON LOS METALES TRAZA

- El elemento traza o micronutriente; en bioquímica, compuesto químico que es


necesario en cantidades ínfimas para el crecimiento, desarrollo y fisiología de
un organismo.

- Los minerales o elementos traza, también denominados microminerales, se


necesitan en menor cantidad, aunque son igualmente imprescindibles.

Entran en este grupo, hierro, flúor, cinc, cobre, selenio, manganeso, yodo,
molibdeno, cromo y cobalto. Existen otros minerales traza en nuestro
organismo como son arsénico, boro, cadmio, níquel, titanio y vanadio, aunque
se desconoce si son esenciales para el ser humano.

- Los elementos trazas son en su mayoría metales y se encuentran disueltos en


el agua de mar, tales como el hierro y el aluminio que forman parte de la
corteza terrestre.

- Algunos de estos metales trazas pueden ser clasificados como


micronutrientes, ya que suelen ser componentes de sistemas enzimáticos, los
cuales catalizan reacciones bioquímicas importantes como son glicólisis,
fotosíntesis, formación de proteínas y metabolismo. Los organismos marinos
suelen concentrar metales en sus tejidos, estructuras esqueléticas y
caparazones depositándose en éstos. Por ejemplo, las espículas de protozoos,
tienen un gran enriquecimiento de estroncio.

- El cuerpo necesita minerales, compuestos inorgánicos comúnmente llamados


elementos, para apoyar funciones esenciales como la transmisión nerviosa,
contracción muscular y la producción de hormonas. El término
macrominerales es utilizado para describir los minerales que el cuerpo
necesita en grandes cantidades, tal como el sodio, potasio y magnesio. Los
minerales que necesitamos en cantidades diminutas por el cuerpo son
llamados minerales traza.

Aunque necesarios sólo en cantidades diminutas, los minerales traza son


esenciales para muchos procesos bioquímicos y para poder sostener la vida. A
menudo se trata de un solo átomo de un oligoelemento (elemento químico
que se halla en cantidades muy pequeñas en las células de los seres vivos y es
indispensable para el desarrollo normal del metabolismo.), que se incorpora
en una proteína compleja, que da al compuesto su característica específica —
el hierro como parte de la molécula de hemoglobina, por ejemplo, o mineral
traza como el componente distintivo de una enzima específica.
- Los elementos traza u oligoelementos son aquellos elementos que, aunque
presentes en cantidades muy pequeñas, en los tejidos corporales, son
nutrientes esenciales por desempeñar una serie de funciones indispensables
para mantener la vida. Sus ingresos inadecuados deterioran las funciones
tisulares, y por lo general, producen la enfermedad. Otros elementos
presentes a muy bajas concentraciones pueden interferir con las funciones
vitales del organismo (2). La presencia de estos elementos en los tejidos pasó
inadvertida durante mucho tiempo y aún después de haber sido descubiertos,
la falta de métodos adecuados para su análisis y valoración, conjuntamente
con el descuido para reconocer su importancia determinó que fuesen
reportados como presentes en trazas y condujo a su designación como
elementos traza. Esta se ha mantenido en el lenguaje popular, a pesar de que
virtualmente en la actualidad todos ellos se pueden cuantificar en los diversos
órganos y fluidos biológicos con gran exactitud y precisión (2), mediante la
espectroscopia de absorción atómica acoplada con diversos métodos como la
inyección en flujo continuo (3,4), la digestión ácida de las muestras asistida por
microondas (5), horno de grafito y otras técnicas analíticas (6). En este
momento está bien establecido que los elementos trazas pueden ser
sustancias limitantes del crecimiento y el desarrollo, no sólo a causa de
deficiencias ambientales sino por la ingesta de dietas desequilibradas que en
el pasado fueron aceptadas como adecuadas.

2. CLASIFICACION DE LOS ELEMENTOS TRAZA


Los elementos traza se dividen de acuerdo a la frecuencia y a su significación biológica.
Los elementos traza incluyen tres metales muy activos: hierro (Fe), cinc (Zn) y cobre
(Cu), cuyas concentraciones promedio para un hombre adulto sano de 70 kg son de 4,5
g, 1,4-2,3 g, y de 80 mg, respectivamente. Todos los elementos restantes se consideran
como ultratrazas, porque ellos se encuentran en concentraciones menores de 20 mg
en un adulto sano. Por ejemplo, el cuerpo de un adulto normal de 70 kg contiene un
total de 1,1 mg y de 12-20 mg de cobalto (Co) y de manganeso (Mn), respectivamente.
De acuerdo con su significación biológica, los elementos traza se dividen en:
a) esenciales para los animales superiores
b) los posibles esenciales
c) los no esenciales o contaminantes. A lo cual debemos añadir un cuarto grupo, los
elementos tóxicos para los seres vivos.

2.1. ESENCIALIDAD DE LOS ELEMENTOS TRAZA


La esencialidad de un elemento traza se ha definido de muchas maneras. Según la
definición más simple: un elemento esencial es aquel necesario para mantener la
vida; su ausencia o carencia determina la muerte del organismo. Sin embargo, las
carencias severas de un elemento que determinan la muerte son muy difíciles de
producir, especialmente si éste se requiere en concentraciones muy pequeñas.
Experimentalmente, este criterio riguroso no se puede satisfacer siempre y esto
ha conducido a una definición más amplia de esencialidad . Mertz (8) propuso una
definición más general, y más ampliamente aceptada, según la cual: un elemento
es esencial cuando su ingreso deficiente determina invariablemente la
disminución de una función de óptima a subóptima y cuando su administración (y
no la de otros elementos) en cantidades fisiológicas y/o adecuadas previene o
cura esta alteración.
Un elemento traza puede ser considerado esencial si cumple los siguientes
criterios:
i) estar presente en todos los tejidos sanos de todos los organismos vivos.
ii) su concentración en estos tejidos debe ser relativamente constante.
iii) su carencia debe producir alteraciones estructurales y fisiológicas similares en
las diferentes especies; es decir, que las alteraciones determinadas por la carencia
del metal son independientes de la especie estudiada.
iv) su administración, en cantidades adecuadas, debe curar y/o prevenir estas
alteraciones
v) las alteraciones inducidas por su carencia siempre se acompañan de cambios
bioquímicos pertinentes y específicos.
vi) estos cambios bioquímicos se deben prevenir o curar, cuando la carencia se
previene o se trata. al feto y al recién nacido.

Los expertos de la Organización Mundial de la Salud, de la Organización para la


Agricultura y la Alimentación y del Organismo Internacional de Energía Atómica
definen la esencialidad de un elemento de la siguiente manera: “un elemento se
considera esencial para un organismo cuando la disminución de su ingreso, por
debajo de cierto límite, determina consistentemente el menoscabo de una
función fisiológica importante, o cuando el elemento es una parte integrante de
una estructura orgánica (como una enzima) que desempeña una función vital en
el organismo” . Sin embargo, Mertz ha señalado que esta definición omite un
postulado previo de que el mecanismo de acción de un elemento traza esencial
debe estar bien definido; también sustituye a otro criterio, que una vez se sugirió
para la esencialidad, que las concentraciones tisulares de un elemento muestran
una distribución normal, más que una distribución asimétrica. La consulta de
expertos no ofrece criterios de aplicación general para la importancia fisiológica
de las funciones, y esa determinación se deja a los grupos de expertos nacionales
encargados de establecerla y a las recomendaciones nutricionales. El uso del
término “fisiológica” en lugar de “bioquímica” implica que ni los cambios en la
concentración de un elemento, ni las alteraciones de la función específica de una
enzima, por sí solas son pruebas de esencialidad. Por último, el término
“consistente” establece la necesidad de una confirmación independiente de los
datos originales, antes de que un elemento pueda ser reconocido como esencial.
Por consiguiente, la denominación de esencial para un elemento generalmente se
reconoce cuando ha sido demostrada por más de un investigador independiente y
en más de una especie animal. Los elementos traza que cumplen estos requisitos
y que en la actualidad se consideran esenciales para el hombre y las diversas
especies son: cromo (Cr), Cu, Co, flúor (F), yodo (I), Fe, Mn, molibdeno (Mo),
selenio (Se), vanadio (V), Zn, níquel (Ni), silicio (Si), arsénico (As) y estaño (Sn).
Otros elementos considerados candidatos para obtener esta distinción son el
bario (Ba), el boro (B), el bromo (Br) y el estroncio (Sr) (2). Ciertos elementos traza
que no cumplen los criterios señalados están presentes en los tejidos vivos en
concentraciones variables. Entre estos cabe mencionar a: aluminio (Al), antimonio
(Sb), germanio (Ge), rubidio (Rb), plata (Ag), oro (Au), plomo (Pb), bismuto (Bi),
titanio (Ti), circonio (Zr) y otros. Estos elementos se adquieren como
contaminantes ambientales y reflejan el contacto del organismo con su medio
ambiente. Liebscher y Smith han propuesto que la forma de la curva de
distribución de las concentraciones de un elemento traza en los tejidos, puede ser
utilizada como un método para determinar si el elemento es esencial.
3. IMPORTANCIA DE LOS ELEMENTOS TRAZA
3.1. Boro

Este mineral traza es necesario para mantener nuestros huesos sanos y fuertes, lo
podemos encontrar en frutas, especialmente las manzanas, verduras de hojas
verdes, nueces y granos. Además apoya el metabolismo, combate la artritis y
promueve la pérdida de peso.

El boro mantiene los huesos jóvenes y previene la osteoporosis. El boro participa


activamente en el aprovechamiento del organismo de la vitamina D, del calcio y
del fósforo para la construcción de los huesos. Evita que los huesos pierdan calcio
y otros minerales. Ayuda a disminuir el dolor menstrual aumentando el nivel del
oestradiol, un tipo muy activo de estrógeno. Ayuda a prevenir anormalidades
durante el crecimiento.
Lo encontramos en : Las pasas, La miel, Uvas, Peras, Las habas.

Una deficiencia de boro pudo afectar el equilibrio del calcio, del magnesio y del
fósforo dando por resultado la pérdida del hueso, Aumento del riesgo de padecer
artritis y Presión arterial alta.

3.2. Cromo

El cromo es esencial para el metabolismo de la glucosa, se necesita cromo para la


regulación del azúcar en la sangre, así como para la síntesis de colesterol, grasa y
proteínas. Este mineral es muy bueno para las personas que sufren de diabetes y
problemas de colesterol; ayuda a tener una mejor noche de sueño y alivia los
síntomas causados por el estrés.

Ayuda a regular los niveles de azúcar y colesterol en sangre.

- Favorece la acción de la insulina.

- Participa en el metabolismo de los hidratos de carbono y lípidos.

Son una fuente de cromo los frutos cítricos, aceitunas, vísceras, hortalizas de hoja
verde, setas y levadura de cerveza.

Están recomendadas cifras en 50 a 200 mg de cromo al día.


Su carencia desencadena diabetes, hipoglucemia, fatiga y aumento en las cifras de
colesterol plasmático, porque produce alteraciones en el metabolismo de la
glucosa y lípidos. Además se producen desórdenes nerviosos.

3.3. Cobalto

Este mineral trabaja junto con el cobre para promover la asimilación del hierro.
Un átomo de cobalto reside en el centro de la molécula de la vitamina B12. Como
las mejores fuentes son los productos animales, la deficiencia de cobalto se
presenta con mayor frecuencia en los vegetarianos.

Aparece en los vegetales de hojas verdes y en las vísceras de los animales. Es


necesario para que la vitamina B12 pueda efectuar su trabajo. Contribuye en la
formación de glóbulos rojos.

Estas son algunas de las enfermedades que puede causar su deficiencia:


Alteraciones en las células rojas de la sangre, Trastornos hepáticos, Anemias, Falta
de crecimiento, Problemas neurológicos, La carencia de cobalto en la dieta
produce déficit de vitamina B12 que provocará anemia perniciosa.

Fuentes: Carnes, pescados, lácteos, remolacha roja, cebolla, lentejas e higos.

3.4. Cobre

Es necesario para la formación de los huesos, la hemoglobina y los glóbulos rojos,


también promueve la salud de los nervios, la formación de colágeno y un sistema
inmune saludable. El cobre trabaja en equilibrio con el zinc y la vitamina C. Junto
con el manganeso, magnesio y yodo, el cobre juega un papel importante en la
memoria y la función cerebral.

Los frutos secos, la melaza y la avena contienen cobre, pero la mejor fuente de
este mineral es el hígado, en el cual se encuentra de forma fácilmente absorbible
por el cuerpo. La deficiencia de cobre combinado con un consumo alto de
fructosa, tiene efectos particularmente nocivos en los lactantes y niños en
crecimiento.

La insuficiencia de cobre está asociada a la imposibilidad de utilizar el hierro para


la formación de la hemoglobina, debilidad de los huesos y rotura de los tejidos
blandos.

Fuentes: Cacao, cereales integrales, legumbres y pimienta.

3.5. Germanio

Un recién llegado a la lista de los minerales traza, el germanio ahora se considera


que es esencial para la salud óptima. Alimentos ricos en germanio ayudan a
combatir la artritis reumatoide, alergias a los alimentos, el crecimiento excesivo
de hongos, infecciones virales y hasta el cáncer.
Ciertos alimentos que se encuentran en los suelos, concentran cantidades
significativas de germanio, por ejemplo: el ajo, ginseng, hongos medicinales,
cebollas, aloe vera, consuelda y suma.

Su déficit puede ocasionar una serie de trastornos, estos son algunos de ellos:
Puede incrementar la tendencia a las infecciones víricas, Disminución del
contenido de oxígeno en los órganos, Alteraciones en la respuesta del sistema
inmunitario, Falta de oxígeno en el cerebro.

3.6. Yodo

Aunque es necesario sólo en cantidades diminutas, el yodo es esencial para


numerosos procesos bioquímicos, tales como el metabolismo de la grasa, la
función de la tiroides y la producción de hormonas sexuales. Los calambres
musculares son un signo de deficiencia, de igual manera son las manos y los pies
fríos, la propensión al aumento de peso, mala memoria, estreñimiento, depresión
y dolores de cabeza. Al parecer es esencial para el desarrollo mental ya que su
deficiencia se ha relacionado con retraso mental, enfermedad cardíaca coronaria,
susceptibilidad al polio y al cáncer de mama.

Las fuentes de obtención de este mineral incluyen la mayoría de los alimentos que
provienen del mar, sal marina sin refinar, kelp (quelpo) y otras algas
marinas, caldo de pescado, mantequilla, piña, alcachofas, espárragos y verduras
de color verde oscuro. Algunas verduras, como la col y la espinaca, pueden
bloquear la absorción de yodo cuando se comen crudas o sin fermentar.

Los requisitos de yodo varían ampliamente. En general, aquellos cuyos ancestros


provienen de áreas costeras requieren más yodo que aquellos cuyos antepasados
provienen del interior. La utilización adecuada de yodo requiere niveles
suficientes de vitaminas A, suministrados por las grasas animales. En exceso, el
yodo puede ser tóxico. El consumo de altas cantidades de yodo inorgánico (como
en la sal yodada o el pan enriquecido con yodo), así como de yodo orgánico (como
en algas) puede causar problemas de tiroides similares a los de la deficiencia de
yodo, incluyendo bocio.

Fuentes: Sal marina, pescados, mariscos, algas y vegetales cultivados en suelos


ricos en yodo.

3.7. Hierro
Como forma parte de la molécula de hemoglobina, el hierro es vital para una
sangre sana; el hierro también forma una parte esencial de muchas enzimas. La
deficiencia de hierro se asocia con un mal desarrollo mental y problemas con el
sistema inmune. Se encuentra en los huevos, el hígado de pescado, carnes y
verduras de hoja verde. El hierro proveniente de proteína animal se absorbe más
fácil que el hierro proveniente de los vegetales.
La adición de las vitaminas solubles en grasa que se encuentran en el aceite de
hígado de bacalao y en la mantequilla a la dieta, a menudo resultan en una mejora
en los niveles de hierro en el cuerpo. Recientemente, los investigadores han
advertido contra el hierro inorgánico utilizado para complementar la harina
blanca. En esta forma, el hierro no puede ser utilizado por el cuerpo y su
acumulación en la sangre y en los tejidos es esencialmente una acumulación de
toxinas. Cantidades elevadas de hierro inorgánico se han relacionado con
enfermedades del corazón y cáncer.

3.8. Manganeso
Es necesario para la salud de los nervios, un sistema inmune sano y para la
regulación del azúcar en la sangre, el manganeso también juega un papel en la
formación de la leche materna y en el crecimiento de los huesos sanos. La
deficiencia puede conducir a manos temblorosas, convulsiones y falta de
coordinación. El consumo excesivo de leche puede causar deficiencia de
manganeso, ya que el calcio puede interferir con la absorción de manganeso. El
fósforo antagoniza el manganeso también.
Las mejores fuentes son las nueces (especialmente las pecanas), semillas, granos
enteros y grasa de mantequilla.

3.9. Molibdeno
Este mineral es necesario en pequeñas cantidades para el metabolismo de
nitrógeno, la absorción de hierro, la oxidación de las grasas y la función celular
normal. Las mejores fuentes son las lentejas, el hígado, los granos, las legumbres y
las verduras de hoja verde.

3.10. Selenio
Un antioxidante de vital importancia, el selenio actúa con la vitamina E para
proteger el sistema inmune y mantener sana la función del corazón. Es necesario
para la función pancreática y la elasticidad de los tejidos y se ha demostrado que
protege contra la radiación y los minerales tóxicos. Los altos niveles de
enfermedades del corazón se asocian con el suelo deficiente en selenio en
Finlandia y una tendencia a lesiones fibróticas del corazón está asociada con la
deficiencia de selenio en partes de China.
Las mejores fuentes son la mantequilla, nueces de Brasil, los mariscos y los
cereales cultivados en suelos ricos en selenio.

3.11. Silicio
Se necesita este elemento muy olvidado por muchos para huesos fuerte y flexibles
y cartílagos sanos, el tejido conjuntivo, la piel, el cabello y las uñas. En los vasos
sanguíneos, la presencia adecuada de silicio ayuda a prevenir la aterosclerosis. El
silicio también protege contra el aluminio tóxico.
Buenas fuentes son los cereales con superficies brillantes como el mijo, maíz y lino,
los tallos verdes de verduras y caldo de hueso hecho en casa en la que se han
incluido patas de pollo o de ternera.

3.12. Vanadio
Es necesario para el metabolismo celular y la formación de huesos y dientes, el
vanadio también juega un papel en el crecimiento y la reproducción y ayuda a
controlar los niveles de colesterol en la sangre. Su deficiencia se ha relacionado
con enfermedad cardiovascular y renal.
Las mejores fuentes para su obtención son el alforfón (buckwheat), aceites
vegetales no refinados, cereales y aceitunas. El vanadio es difícil de absorber.

3.13. Zinc
El llamado mineral de la inteligencia, se requiere de zinc para el desarrollo mental,
para los órganos reproductivos sanos (especialmente la glándula prostática), para
la síntesis de proteínas y la formación de colágeno. El zinc también está
involucrado en el mecanismo de control de azúcar en la sangre y por lo tanto,
protege contra la diabetes. El zinc es necesario para mantener los niveles
adecuados de vitamina E en la sangre.
La incapacidad para saborear u olfatear y la pérdida de apetito son signos de
deficiencia de zinc. Altos niveles de ácido fítico en los cereales y las legumbres
bloquean la absorción de zinc. La deficiencia de zinc durante el embarazo puede
causar defectos de nacimiento. Como los anticonceptivos orales disminuyen los
niveles de zinc, es importante que las mujeres esperen por lo menos seis meses
después de suspender la píldora antes de quedar embarazada. Las mejores fuentes
son las carnes rojas, ostras, pescado, nueces, semillas y jengibre.

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