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10 CLAVES PARA TRATAR A LOS NIÑOS Y NIÑAS INQUIETOS

1. Favorece el hábito de estar quietos y tranquilos un rato.


Busca actividades tranquilas y agradables e interesantes para el niño o niña, puede ser la
lectura de un cuento, un juego de mesa, etc. Trata de habituarlo diariamente a realizar esta
actividad durante un rato. Comienza por intervalos cortos de tiempo y a medida que adquiera
el hábito, podemos ir subiendo los tiempos.

2. Haz de ejemplo y No pierdas los nervios, entiende que no pueden evitarlo.


Se comprensivo con ellos y actúa como modelo. Cuando el pequeño está inquieto es habitual
que las personas que le rodean se pongan nerviosas también y respondan con poca calma,
debemos mantener la calma en todo momento. Los niños y niñas aprenden mucho de lo que
ven.

3. Ayúdale a que canalice su energía de forma positiva.


Busca alguna actividad con la que pueda descargar su tensión. Si pretendemos que el pequeño
este en casa toda la tarde viendo la tele, no descargará esa tensión y se mostrará inquieto.
Practica algún deporte con él, llévale a montar en bici, al parque, o cualquier deporte que le
interese.

4. Practica técnicas de relajación.


Es bueno emplear en determinados momentos en los que no se pueda descargar la tensión
con otra actividad, técnicas de relajación. Le enseñamos de esta forma una conducta
alternativa que le ayuda a relajarse y descargar los nervios.

5. Ayúdale a relajarse con un clima tranquilo y relajado en casa.


Si el clima familiar es tenso, el pequeño vivirá en un ambiente de tensión y estará nervioso,
al igual que él nos contagia los nervios a nosotros, las situaciones de tensión hacen que este
nervioso.

6. Refuerza al pequeño cuando este calmado.


Cuando el niño o niña este calmado, reforzaremos esta conducta prestándole atención,
verbalizando lo contentos que estamos hoy que podemos hacer determinadas cosas, como
trabajar, leer, etc.

7. No le etiquetes como inquieto o malo por ello.


Entiende que no puede evitarlo, enséñale a canalizarlo de otra manera, pero no hagas que se
sienta mal por algo que va en su forma de ser. Hazle saber que lo que te molesta es su
comportamiento, y porque te molesta, no el pequeño en cuestión.

8. No refuerces su conducta cuando esta está demasiado nervioso.


En muchas ocasiones cuando el niño o niña está nervioso le prestamos más atención, de esta
manera estamos reforzando su comportamiento. Debemos intentar no prestarle mucha
atención cuando este muy inquieto.

9. Fomenta su atención con diferentes actividades tranquilas, puzles, cuentos, juegos de


mesa, busca las diferencias, etc.
10. Anímale a que termine las actividades que realiza.
El juego del silencio de Montessori para los niños
Para qué se utiliza el juego del silencio en la infancia

Estefanía Esteban

Responsable Multimedia

Sin duda, la concentración es una de las cosas que más les cuesta a los niños. Mantener la
atención de un niño a menudo se presenta como todo un desafío.

Existe un juego, creado por la filosofía Montessori, que pretende ayudar a los niños a mejorar la
concentración, la paciencia y la empatía. Se llama Juego del silencio. ¿Lo conoces?

Cómo es el juego del silencio para los niños

El juego del silencio para niños por montessori

Para jugar no se necesita ningún material. Sí es recomendable usar un instrumento musical (una
campanita o un cuenco tibetano, por ejemplo), para marcar el comienzo y el final del momento de
silencio. O bien se puede utilizar un reloj de arena. Y pueden participar niños desde los 2 años.
Pero... ¿cómo se juega?

1. Pide a los niños que van a participar que se sienten en el suelo en círculo. Si es un único niño,
bastará con que te sientes con él.

2. Explícales que van a jugar al Juego del silencio y que tienen que quedarse tan quietos y
silenciosos como una flor o una roca.

3. Pide a los niños que cierren los ojos. No pueden dejar de ser flor ni roca. No pueden hablar.

4. Deja pasar 30 segundos. Para empezar, es suficiente. Cada día que jueguen, intenta que
permanezcan un poco más de tiempo en silencio.

5. Toca el instrumento musical que utilizaste para marcar el final del tiempo de silencio. También
puedes terminar llamando a cada niño por su nombre para que se levanten.
6. Pide a cada niño que explique delante del resto qué ha sentido o escuchado en su tiempo de
silencio.

Beneficios del juego del silencio de Montessori para los niños

El juego del silencio no sirve como castigo. No se utiliza para que el niño reflexione sobre lo que
hizo mal. Es sólo un método de relajación que aporta todos estos beneficios a los niños:

1. Ayuda al niño a mejorar la concentración.

2. Desarrolla la disciplina interna.

3. Mejora el autocontrol.

4. Ejercita la paciencia.

5. Hace que los niños aprendan a ser tolerantes y respetuosos.

6. Ayuda a relajarse a los niños y les hace meditar y pensar, como el mindfulness. Esto es bueno
para que aprendan a desarrollar el pensamiento crítico.

7. Es un ejercicio fantástico para aumentar la agudeza auditiva. Los niños mejoran su percepción
auditiva.

8. Cuando participan varios niños, sirve para practicar el trabajo en equipo.


La técnica de la tortuga para evitar rabietas en los niños
Una táctica para enseñar a los niños impulsivos autocontrol

Existe una técnica utilizada por muchísimos psicólogos para enseñar a los niños más pequeños a
controlar sus emociones e impulsos. Está especialmente indicada para niños más nerviosos, niños
propensos a tener rabietas porque no saben dominar su enojo y su ira.

La técnica se llama 'La tortuga Manolita', y tú también puedes aprender a utilizarla. Te decimos
cómo hacerlo.

Cómo usar la técnica de la Tortuga Manolita para enseñar autocontrol a los niños

Técnica de la tortuga contra las rabietas

Esta es la historia que debes contar a tu hijo. La historia de la tortuga Manolita:

'Conozco a una tortuga que se llama Manolita, que se mete en muchos problemas. Cuando está en
el colegio y ve que no le salen bien los ejercicios, los rompe. Cuando la profesora le riñe, se enfada.
Y si en el patio alguien la empuja sin querer, le pega.

Pero Manolita no se siente bien haciendo todo esto. Se siente muy triste. Sabe que no debería
haber hecho eso, pero es que en ese momento siente mucha rabia y no puede pensar.

Un día en el que Manolita estaba muy triste porque su profesora le había castigado, se encontró
con una tortuga mucho más mayor y con mucha experiencia. La tortuga le dijo:

- Manolita, ¿no te das cuenta de que la solución de tus problemas está en el caparazón? Cuando
sientas esa rabia, tienes que meterte en el caparazón y contar hasta 10.

Manolita decidió probar. Cuando alguien le empujaba sin querer, se metía en su caparazón y
contaba hasta 10. Y también cuando le salían mal las cosas o le regañaban... ¡Y funcionaba! Al salir
del caparazón, ya no se sentía enfadada y se encontraba mucho mejor'.

Esta técnica es muy útil para niños nerviosos, con problemas de conducta e incluso para niños con
TDAH. Para que funcione, debes recordarle la historia y también que debe contar hasta 10 cada
vez que sienta el impulso de gritar, romper algo o pegar.

Vídeo de la técnica de la tortuga para enseñar autocontrol a los niños


Así es la técnica del semáforo para mejorar el comportamiento de los niños

Gracias a esta técnica del semáforo el niño va a poder ir tomando conciencia de las señales de
activación fisiológica que aparecen cuando se enfada como: agitación en la respiración, sudor en
las manos, se ponen tensos los músculos, se seca la boca, etc. Gracias a este conocimiento el niño
podrá poner en marcha estrategias para poder evitar su manifestación.

Para utilizar esta técnica, se aplica el funcionamiento de un semáforo para enseñar al niño a
gestionar esas conductas y emociones negativas de las que los pequeños son víctimas. Los niños
conocen perfectamente cómo funcionan los semáforos, entendiendo que la luz roja significa no
pasar, el ámbar significa se podrá pasar, y el verde significa que puedes pasar. Así:

- El color rojo. El niño ha de parar y comenzar a detectar las señales que hacen que se den sus
emociones negativas. Es el primer paso que dar para determinar si propio estado de ánimo.

- El ámbar. Es el momento en el que el niño piensa y toma conciencia de lo que está sintiendo y
puede determinar la causa de lo que le está pasando.

- El verde. Dar tiempo a pensar sobre lo que ocurre implica que puedan surgir alternativas o
soluciones al conflicto o a los problemas. Es la hora de elegir cuál es la mejor forma de salir de la
emoción negativa para volver al estado normal.

Más allá del manejo de la situación emocional del niño esta técnica del semáforo también se
enfoca a lograr una mejora del comportamiento del niño como respuesta a las circunstancias que
le rodean.
La caja de la ira, una excelente herramienta contra las rabietas infantiles
Para un niño, la rabia es como un monstruo que se apodera de todo de encuentra a su paso, un
monstruo incontrolable y muy dañino. ¿Cómo hacer para que un niño sea capaz de enfrentarse a
este gran monstruo? La psicóloga Marina Martín creó un juego que ayuda a los más pequeños a
canalizar su ira: 'La caja de la rabia'

Una caja para atrapar la rabia y frenar las rabietas infantiles

Monstruo de la ira

Para ellos, esta actividad no es más que un juego, y sin embargo puede suponer una fantástica
herramienta para enseñarles a lidiar con una de las emociones más complejas e incontrolables: la
ira.

La 'Caja de la rabia' sirve para que el niño aprenda a controlar su momento de enfado y consiga
tranquilizarse antes de actuar de forma incontrolada. ¿Quieres saber cómo se juega?

1. El cuento: Primero debes contarle la historia de Roberto (o el nombre que prefieras), un niño
que un día tuvo un mal día en el colegio, y también en casa, porque no conseguía lo que deseaba y
todo le salía al revés... Roberto tiene tan mal día, que al llegar la noche estalla en pataletas y
llantos incontrolados. En ese momento, al sentir Roberto tanta rabia, un enorme monstruo salió
de él y comenzó a romper todo lo que encontraba a su paso. Roberto, al ver el destrozo que 'su
monstruo' había ocasionado, intentó reparar todo, y a la vez que arreglaba lo que el monstruo
había roto, el monstruo se hacía más y más pequeño, hasta desaparecer. Esta historia, por cierto,
está basada en un famoso cuento: 'Vaya rabieta', de la escritora Mireille d'Allancé.

2. El dibujo: Di a tu hijo que cada vez que sienta mucho enfado, como Roberto, debe hacer un
dibujo de la rabia que siente, que haga un garabato del color que desee... Para ello, ofrécele una
hoja en blanco y lapiceros de colores. Y cuando haya terminado, le dices que le dibuje ojos, manos,
pies... Hasta definir su particular monstruo de la rabia.

3. La caja: Busca una caja vacía (o un tarro) y encierra el dibujo en la caja. Explica al niño que el
monstruo de la rabia ya no podrá salir.

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