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El Gran Imperio napoleónico se extendió a lo largo de diez años por toda Europa y
alcanzó su máximo esplendor entre 1809 y 1812. A pesar de la contradicción, el
Imperio se constituyó como heredero de la Revolución de 1789, y los objetivos básicos
de este Imperio recién creado se toparon con los de las grandes potencias europeas, lo
que le hará rivalizar con Gran Bretaña en esa lucha por la hegemonía europea y
también con Rusia y Austria. Las sucesivas coaliciones (1805,1806 y 1809) tendrán a
Inglaterra como eje, y cada guerra supondrá una victoria para Francia y la expansión
del Imperio. Sin embargo, a partir de la desastrosa guerra contra Rusia y de las
resistencias contra Francia que habían comenzado a desarrollarse ya desde 1808, se
producirá el hundimiento de este Imperio, entre 1812 y 1814.
Talleyrand se encargará de negociar la paz con los aliados: el Primer Tratado o Paz de
París, firmado el 30 de mayo de 1814. Este será benevolente con Francia, la cual
volverá a sus fronteras de 1792 pero no será ocupada, ni desarmada, ni se le exigirá la
devolución de tesoros o indemnización alguna. A Napoleón le fue concedido el
principado de Elba y una pensión importante para él y su familia. Sin embargo, el 1 de
marzo de 1815, mientras estaba reunido el Congreso de Viena, Napoleón desembarca
en Cannes, donde, confiando en un apoyo del pueblo francés dada la creciente
impopularidad de Luis XVIII, restablece el gobierno imperial y promete reformas
liberales. Los aliados organizan en Viena lo que sería la batalla decisiva contra
Napoleón: Waterloo, en Bélgica, el 18 de junio de 1815. Napoleón es derrotado y
abdica, finalizando así el conocido como “Imperio de los 100 días” y deportado a Santa
Elena, donde muere el 5 de mayo de 1821. Tras esto se firma un Segundo Tratado o
Segunda Paz de París el 20 de noviembre, más duro para Francia que el primero.
Las dos realidades políticas del momento eran, la Santa Alianza (1815) y la Cuádruple
Alianza (Quíntuple posteriormente).
La Santa Alianza llevará a cabo una política bajo los preceptos de la religión cristiana y
será creada por Rusia y firmada por Austria y Prusia, quedando Gran Bretaña fuera de
este pacto. Esta Alianza suscitó recelos entre los liberales europeos y despertó las
suspicacias contra todo el Sistema de Congresos.
A partir de 1826 se evidencia que las potencias anteponen sus intereses particulares a
los generales de Europa y el sistema se descompone y termina sucumbiendo en última
instancia ante los movimientos revolucionarios.
2. Las Revoluciones liberales de 1820, 1830 y 1848
El duque Luis Felipe de Orleans fue proclamado rey de Francia al ser considerado como
mejor opción para liderar la Revolución que sería moderada, lejos del “Terror” de 1789
y la cual no buscaba la extensión por Europa, sino que fue concebida como un asunto
francés. Así se elabora la Constitución de 1830 y nace una nueva Francia moderada.
Rusia reúne tropas para sofocar la revolución, y Prusia parecía dispuesta a intervenir
también. Sin embargo, ambas se abstuvieron al no contar con el apoyo de las demás
potencias, entre ellas Austria, más preocupada por la situación italiana. Así, Gran
Bretaña acuerda con las demás potencias el reconocimiento de la independencia belga
a cambio de la neutralidad para mantenerla como estado tapón frente a Francia, y
Leopoldo de Sajonia-Coburgo es nombrado rey. Los holandeses volverán a intentar
recuperar Bélgica, pero serán derrotados de nuevo en agosto de 1831.
En esta época, Rusia sigue fortaleciendo su poder centralizador sobre Polonia, pero el
21 de noviembre de 1830, los soldados polacos destinados a reprimir la revuelta belga
se levantaron contra el zar. El 3 de diciembre reclaman el establecimiento de una
Polonia autónoma, y en enero el gobierno provisional proclamó la independencia de
Polonia. Sin embargo, las clases poderosas no buscaban una ruptura de relaciones con
Rusia de modo que Polonia precisaba ayuda exterior. No obstante, ninguna potencia
ayudó a Polonia contra Rusia, ya que las propias Prusia y Austria poseían parte del
territorio polaco y, por tanto, no querían ver triunfar la revolución en Polonia, y Gran
Bretaña y Francia no tenían entre sus intereses una revolución en Polonia. De este
modo, el 7 de septiembre de 1831, la Guardia Imperial Rusa recupera Varsovia. Desde
este momento, Polonia se convertirá en un “horno” de revoluciones en las siguientes
décadas.
La aceleración de la historia conocida por Occidente desde mediados del siglo XVIII
había ahondado el desfase otomano respecto al resto de Europa. A Turquía no llegó la
Revolución Industrial ni el liberalismo, pero si sufrió los efectos de una y otra. El
problema básico de este Imperio fue su incapacidad para abordar con éxito la
modernización mediante reformas estructurales en el contexto de un Estado laico.
Además de este problema fundamental, otros dos marcaron la decadencia de este
Imperio. La llegada a los Balcanes de los nacionalismos inspirados por las revoluciones
liberales de Europa y las apetencias territoriales de las grandes potencias sobre el
Estado turco.
En la guerra griega jugó un papel muy importante Mehmet Ali, gobernador de Egipto.
El sultán del Imperio le había pedido ayuda para sofocar la revuelta griega, a lo que
este accedió a cambio de Creta. Sin embargo, después se volvió contra el sultán
reclamando más territorios, de los que se apoderó, como Siria o Palestina. Su
verdadero objetivo era sustituir al sultán para crear así un nuevo Estado independiente
y moderno. No obstante, Turquía se salvó al concertar una alianza con Rusia. Esta
presencia rusa en el territorio otomano alarmó a las potencias europeas, por lo que
impusieron el Tratado ruso-turco que otorgaba ventajas a Rusia pero también la
obligaba a retirar sus tropas a su base en Crimea. Gran Bretaña y Francia, por otro
lado, no estaban interesadas en un Egipto independiente, por lo que tras la muerte de
Mehmet Ali, en 1882, Egipto pasó a ser un protectorado británico.
La liquidación final del Imperio turco en Europa vino dada por varios hitos: la Guerra de
Crimea y la Paz de París de 1856, el Congreso de Berlín en 1878, y el ciclo de conflictos
balcánicos que precederán a la Primera Guerra Mundial.
[Tratado de Berlín-Tema 5: Así, los rusos se lanzan a una guerra con el Imperio
otomano en 1878 para imponer su control político sobre el área balcánica. Tras su
victoria, firma el Tratado de San Stéfano, que alerta a todas las potencias europeas,
pues la idea de este Tratado era la creación de una Gran Bulgaria, independiente del
Imperio otomano pero bajo control ruso. No obstante, Bismarck propuso la reunión de
un Congreso en Berlín para discutir el futuro de los Balcanes, y eliminará los principios
de San Stéfano. Así, destruye la posibilidad de una Gran Bulgaria, que es dividida en
dos partes, Austria-Hungría obtuvo el derecho de ocupar y administrar Bosnia-
Herzegovina, Inglaterra recibe la administración de Chipre y se reconoce la
independencia de Rumanía, Serbia y Montenegro.] + Una vez conseguida la
independencia, a finales del siglo XIX, los pueblos balcánicos se enfrentarán entre ellos
en devastadoras luchas irredentistas en un intento de conseguir hacer coincidir
territorio y población homogéneos, con la consiguiente eliminación de las minorías.
Los acontecimientos no tardaron en rectificar los acuerdos estabilizadores del Tratado
de Berlín al comprobarse que la situación de Turquía en Europa era insostenible, y esto
llevó a una sucesión de conflictos que culminarían en la I Guerra Mundial en el 1914.
En los ducados daneses se produce una crisis en la que surge un movimiento a favor de
la pertenencia a Alemania, por lo que Prusia se decide a “liberar” los ducados con la
ayuda de Austria. Prusia se queda con Schleswig y Austria con Holstein, fronterizo con
Prusia, quien le entrega “libertad de paso”. No obstante pronto Prusia comenzó a
generar problemas y aislará a Austria. En un intento de provocar a Austria, Prusia
propone reformar los estatutos de la Confederación, a lo que Austria responde
proponiendo un plebiscito en los ducados daneses para determinar sus estatutos
definitivos, culminando en la ocupación de Holstein por parte de Prusia. Austria se
asegurará de la neutralidad de Francia comprometiéndose a renunciar al Véneto, que
es invadido por Italia y una vez garantizada la neutralidad francesa pedirá a la Dieta la
movilización de las fuerzas federales contra Prusia. Esto desemboca en una declaración
de guerra hacia Austria. La mayoría de los Estados del norte se agruparán en torno a
Prusia, mientras que casi la totalidad de los Estados del sur se alinearán con Austria.
En 1868 estalla en España “la Gloriosa” e Isabel II es destronada, por lo que España
necesitará un nuevo rey. En este momento, existen dos casas reales con candidatos
aceptables: los Saboya (liberales) y la rama católica de los Hohenzollern, de la familia
real prusiana. Napoleón III intentará evitar que un prusiano lidere España y exige a los
prusianos que Leopoldo de Hohenzollern se retire que Prusia se comprometa a no
volver a presentar candidatos al trono español. De nuevo, Francia es vista como
demasiado exigente y Prusia provoca al Emperador haciendo ver que Guillermo I había
desairado al embajador francés, por lo que Francia le declara la guerra en 1870.
El Imperio francés será derrotado y en la Batalla de Sedán, Napoleón III será capturado
por los prusianos. En París estalla otra revolución y caerá de nuevo el Imperio, siendo
sustituido por la III República. Esta caída permitió también la unificación definitiva de
Italia al desligar los compromisos de Austria con Francia, que como potencia católica se
había comprometido a la protección de los Estados Pontificios. Estos se anexionaron al
Reino de Italia y la capital se traslada a Roma.
Entre 1871 y 1890, la vida internacional estuvo dominada por las políticas de un
conjunto de grandes potencias europeas que se estaban fortaleciendo con la
industrialización mientras iban extendiendo sus dominios y antagonismos a escala
mundial. La rivalidad entre Estados y la desconfianza ante la preponderancia de
Alemania llevaron a las diferentes potencias a mantener de manera permanente
ejércitos y flotas cada vez más nutridos y mejor armados.
A pesar de la crisis oriental de 1875, Bismarck, canciller alemán, con la seguridad que
le proporcionó su alianza con Austria-Hungría, aisló a Francia y fue capaz de mantener
acuerdos diplomáticos con Italia y Rusia, garantizando así la estabilidad internacional a
pesar del deterioro de las relaciones anglo-rusas y franco-británicas. En este momento
Francia decide aumentar el número de oficiales, poniendo en alerta a Alemania, que se
llega a plantear una guerra preventiva para evitar el desarrollo militar de Francia y
anular su amenaza.
Bismarck creó la conocida como Liga de los Tres Emperadores, una alianza entre las
tres grandes potencias monárquicas: Rusia, Austria-Hungría y Alemania. A pesar de
acabar de salir de una guerra contra Prusia, Gyula Andrássy, Ministro de Asuntos
Exteriores de Austria defiende un intento de buena relación con Alemania, pues están
“solos en Europa” y al considerarse como aliados naturales, por lo que aceptará la
entrada en esta Liga. No obstante, en este momento, la tensión franco-alemana se
disparó, a raíz de la decisión de Francia de aumentar su número de oficiales, que llevó
a algunos periódicos alemanes, bajo inspiración directa de Bismarck que simplemente
buscaba provocar a Francia, a hablar de una guerra preventiva para evitar el rearme
francés. Esto llevó a Francia a pedir apoyo a Gran Bretaña y Rusia, que declararon que
no admitirían una mayor expansión de la Alemania unificada en el continente.
Además, existía también un conflicto de intereses entre Rusia y Austria por los
territorios de los Balcanes. Austria, Imperio en decadencia, habiendo fracasado en
Italia y Alemania ve en la desintegración otomana su oportunidad en el Este, y Rusia
considera que debe recuperar la zona y los territorios eslavos como heredera del
Imperio romano y busca también llegar al Mediterráneo para operar navalmente, dada
la dificultad de la navegación en los mares congelados de su costa norte.
Así, los rusos se lanzan a una guerra con el Imperio otomano en 1878 para imponer su
control político sobre el área balcánica. Tras su victoria, firma el Tratado de San
Stéfano, que alerta a todas las potencias europeas, pues la idea de este Tratado era la
creación de una Gran Bulgaria, independiente del Imperio otomano pero bajo control
ruso. No obstante, Bismarck propuso la reunión de un Congreso en Berlín para discutir
el futuro de los Balcanes, y eliminará los principios de San Stéfano. Así, destruye la
posibilidad de una Gran Bulgaria, que es dividida en dos partes, Austria-Hungría
obtuvo el derecho de ocupar y administrar Bosnia-Herzegovina, Inglaterra recibe la
administración de Chipre y se reconoce la independencia de Rumanía, Serbia y
Montenegro. El proyecto de Rusia en los Balcanes es frustrado y su descontento se
hace aparente para todos. En el 79, la Liga de los Tres Emperadores se convierte en la
de los Dos, con la salida de Rusia, pero en el 82, Italia entrará a formar parte de esta
Alianza.
El sistema Bismarckiano fracasará cuando llegue al poder Guillermo II, que chocará con
el canciller. La coalición será imposible y en 1890, el Emperador se deshace de
Bismarck. Tras él, los cancilleres, excepto Bülow, estarán unidos por su absoluta
dependencia del Emperador.
De este modo, Rusia se encuentra sola y frustrada por sus malas relaciones con Austria
y Gran Bretaña y necesita una financiación que no encuentra en los bancos alemanes
para su proceso industrializador y militar, por lo que empieza a colaborar con Francia,
que le proporciona fondos, y en 1892 se firma la Alianza Franco-Rusa.
6. Colonialismo e Imperialismo:
Gran Bretaña ejercerá el dominio sobre el continente africano para construir un eje
Norte-Sur, mientras que Francia buscará la creación de un eje Este-Oeste en el Norte
de África. Sin embargo, el avance hacia el este de Francia fue frenado por los británicos
en el Sudán en la batalla de Fashoda (1898). Además, los belgas se decidieron a crear
en el Congo una colonia para explotar el rico territorio, y España y Portugal estarán
también presentes, aunque en menor medida, en este reparto colonial (Guinea,
Mozambique, Angola, Ceuta, Melilla...).
En el siglo XIX, además, el Primer Ministro de la India ofrece a la Reina Victoria el título
de Emperatriz de la India, por lo que ya no solo será reina, y se conforma la India como
espacio imperial inglés. Tras su expansión por Oceanía, India, África y Canadá, el
Imperio británico alcanza su mayor esplendor y un tamaño descomunal.
En el siglo XIX, China, gobernada por una dinastía extranjera, la Dinastía Manchú, que
se ha hecho con el poder mediante dominación política, entra en la esfera
internacional, sobre todo para Gran Bretaña, por el opio. A través de las guerras del
opio, Inglaterra forzará a China a la apertura del mercado del opio, con una
consiguiente presión sobre la producción, que hará de la miserable población china
adicta a esta droga. Los emperadores encontrarán resistencia en la defensa de su país
y fracasarán, pues todas las potencias europeas, además de un nuevo Japón, empiezan
a buscar la explotación política y económica del territorio chino. De este modo, China
será un Estado soberano solo en el papel, pues en la realidad estará dividida en áreas
de influencia.
Entre 1900 y 1901, en este proceso de explotación por parte de los occidentales, tiene
lugar una rebelión nacionalista y religiosa en China, la “Rebelión de los bóxers”,
apoyada por la dinastía imperial. Esta acabará con el Asedio del Barrio de las
Legaciones (Embajadas). Este resistirá y será liberado por una intervención
internacional que forzará al gobierno chino a incrementar su dependencia de los
occidentales y supondrá el ocaso definitivo de China como potencia imperial.
A partir del auge del imperialismo en la década de los 60, se incrementará la presión
en China y distintas potencias obtendrán concesiones permanentes en el territorio
chino.
Hasta 1808, España sería una Gran Potencia, pero tras la pérdida de la mayoría de sus
colonias quedará reducida a potencia de segundo orden, sin medios económicos y
lastrada por una inestabilidad interior. Desde mediados de siglo se producen en Cuba y
Filipinas movimientos independentistas, controlados a través de una política militar
que tendrá éxito hasta 1890 cuando se recrudecen estos movimientos.
Al mismo tiempo, Estados Unidos se presenta como gran potencia liberadora de los
cubanos frente a la atrasada potencia colonizadora de las américas, y propone
opciones de compra a España, a lo que este se niega. La opinión pública mundial y los
costes de la guerra harán que España sea vista como una potencia inquisitorial y
atrasada que ejerce una terrible dominación sobre el pueblo cubano.
En este momento, EEUU envió uno de sus buques a Cuba sin objetivos ofensivos pero
con una enorme significación. El “Maine” estallará a su llegada, causando gran
cantidad de muertes, y los medios de EEUU agitarán la opinión pública culpando a
España para dar una respuesta bélica. Ya en el primer enfrentamiento, tras la fatiga de
recorrer el Atlántico, y su inferioridad, España es derrotada de forma total y absoluta.
En la Batalla de Santiago, antes de que sus barcos pudieran ser capturados, se planea
una retirada concentrando todo el fuego en el buque insignia para que los otros
pudieran huir de los norteamericanos que bloqueaban el puerto. No obstante, la
potencia de fuego de EEUU y su disposición de batalla hundirá todo buque español. A
pesar de todo este proceso, Cuba y Filipinas no se emanciparán, sino que caerán en un
estado de semidependencia ante Estados Unidos.
La Europa imperialista seguirá siendo, no obstante, una Europa agrícola con muchas
diferencias regionales entre el Norte, con una agricultura modernizada y crecimiento
económico, y el sur atrasado y latifundista (España, Italia, etc…)
Con la entrada en el nuevo siglo, al mundo colonial le quedan catorce años de vida,
tras los cuales la realidad internacional cambiará radicalmente. El comienzo del fin de
la preponderancia europea se inicia en este principio del siglo XX.
En esta época, Reino Unido mantiene una política aislacionista, sin interés en una
alianza que sí es buscada por Alemania, que al mismo tiempo ha evolucionado tras el
sistema Bismarckiano a otro más inestable. Tras la Alianza Franco-Rusa, Alemania
comienza a preocuparse por la posibilidad de una guerra con Francia en la que
intervendría Rusia dando lugar a una lucha en dos frentes, y se teme lo que podría
ocurrir si Rusia avanzara contra Prusia oriental hacia el corazón alemán.
Sin embargo, Alemania confía en que Inglaterra, de aliarse con alguna potencia
europea sería con ella, y también confía en Italia y Austria-Hungría, sus aliados.
Reino Unido comienza a ver en Alemania a su aliado, siendo el káiser nieto de la reina
Victoria y compartiendo ambos la oposición a Francia. Guillermo II, no obstante, envía
a los afrikáans un telegrama congratulándoles por su rechazo y victoria sobre Reino
Unido, al que denomina “bandas armadas invasoras”, lo que supuso un gran error ante
la posibilidad de una alianza con Reino Unido, cuya formación resultará difícil por el
tempestuoso carácter de Guillermo II.
A partir de aquí, se firma en 1904 la Entente Cordiale entre Francia y Gran Bretaña, lo
que supone establecer un acuerdo sobre los principales puntos de fricción política y
llegar a un entendimiento para así progresar en las relaciones diplomáticas de
creciente amistad.
Entre 1904 y 1905 tiene lugar la Guerra Ruso-japonesa por el espacio de Manchuria en
China y Korea, y sorprendentemente para todos, Rusia es derrotada. Tras enviar sus
barcos de guerra a través del Canal de la Mancha hasta Asia su flota es destruida en la
Batalla de Tsushima.
En este momento Guillermo II intenta dar un giro a la política europea aliándose con
Rusia y desligando a Francia de Rusia. En el Báltico se firma el tratado de Björkö en
julio de 1905. Sin embargo, ambos gobiernos rechazan la actuación de los monarcas y
amenazan con la dimisión, por lo que el Tratado fracasa al quedar excluidas las alianzas
de ambas partes de una alianza entre ellas.
El descontento social ruso por las condiciones de vida lamentables llevan a pedir al
Palacio del Zar una Duma y mejoras, pero los manifestantes son asesinados frente al
palacio dando nombre al “Domingo Sangriento”. A partir de este momento, Rusia se ve
obligada a ceder y se convierte en un régimen pseudodemocrático.
La segunda crisis marroquí tuvo lugar en 1911 cuando el káiser envió el Panther a
Agadir, confirmando las capacidades militares alemanas también en el mar y con lo
que se hacía un test al futuro de la Weltpolitik, la política expansiva alemana posterior
a 1890. Los débiles argumentos sobre la protección de los intereses alemanes en el
territorio marroquí no consiguieron sino volver a poner a prueba a la entente anglo-
francesa.
En el transcurso de 1912-1914 tendrán lugar dos guerras balcánicas. En un primer
momento, Serbia, Bulgaria y Grecia librarán una batalla contra el Imperio otomano
para expulsarlo del continente europeo y se establece el condominio entre las
potencias vencedoras, que desembocará en una guerra entre ellas para repartirse lo
conquistado.
El asesinato del Archiduque Francisco Fernando por el grupo Serbio “La Mano Negra”
fue un ataque directo al corazón del Imperio austro-húngaro, eliminando a su único
heredero. Esto reclamó una respuesta contundente de Austria, que planteó a Serbia
un ultimátum, del cual esta aceptó ciertas condiciones pero rechazó otras como la
cesión de su soberanía. Alemania lo consideró un triunfo austríaco y concedió a Austria
un “cheque en blanco”, su apoyo incondicional. Austria, al contrario que Alemania, no
se sintió satisfecha con el resultado y se sintió espoleada por el apoyo alemán. Desde
este momento Austria inicia la invasión de Serbia, y Rusia comienza la movilización de
sus tropas para ayudar al pueblo eslavo. En un primer momento esta movilización es
de carácter defensivo, pero el 30 de julio pasa a ser total, lo que lleva a su vez a la
movilización de Alemania.
Alemania se enfrentaba a una guerra en dos frentes, para la cual el Ejército Imperial
desarrolló el Plan Schlieffen.
Teniendo en cuenta el atraso económico ruso, a estos les costaría más movilizar sus
tropas, por lo que el plan consistiría en una eliminación rápida de Francia antes de que
los rusos se movilizaran, para después centrar toda su fuerza en el Este. Para ello era
necesario entrar a Francia a través de las planicies de Bélgica, Estado neutral, y será el
4 de Agosto cuando Alemania invade Bélgica, lo que se denominó como “La Violación”.
Hasta este momento, Inglaterra se mantuvo en la Triple Entente pero sin involucrarse,
pero tras la invasión de Bélgica, de quien era garante de independencia y neutralidad,
envía un ultimátum al Imperio alemán, y poco después, el Imperio británico declara la
guerra sobre el II Imperio Alemán.
Todos los participantes esperaban una guerra corta, finalizada antes de las Navidades,
pero durará cuatro años, llevándose las vidas de millones, civiles y militares, además
de una destrucción material masiva. Dará lugar también a una generación perdida.
Antes de su ejecución, el Plan Schlieffen es modificado por Helmut von Moltke, que
decide enviar parte de las tropas a la contención de Rusia en el Este, debilitando sus
fuerzas en Francia. En Septiembre de 1914 ocurre el “Milagro del Marne”, y los
alemanes son frenados a 70km de París, donde el ejército alemán comienza a cavar
trincheras. Comienza entonces la Carrera al Mar de Alemanes, buscando entrar por el
flanco a través del mar, y los franceses, que se percatan del plan y los siguen.
A lo largo de la guerra se llevó a cabo una guerra de trincheras, siempre acosadas por
fuego enemigo, con el consiguiente agotamiento físico y fatiga por la vida en constante
tensión. Sería, sin embargo, una guerra en la que los oficiales dirigirán a sus tropas a
salvo desde la comodidad de los “chateaux” franceses, grandes casas ocupadas.
En esta época, el zar nombra Comandante del Ejército a su tío Nicolás Nikolayevich, y
se lanza a la invasión de Prusia oriental. Ante la necesidad de nuevos mandos para
dirigir la resistencia, Alemania buscará a un viejo general ya retirado, Paul von
Hindenburg, que dominará la política alemana durante 30 años. Este derrotará a los
rusos en Tannenberg y en los Lagos Masurianos, expulsándolos del territorio, y junto
con Ludendorff, este personaje será esencial para comprender la marcha de Alemania
a partir de este momento.
Se esperaba que buena parte de esta guerra se librase en el mar, pero no ocurrió salvo
por determinados episodios, y el mar será un frente secundario. El 1 de noviembre de
1914, el escuadrón alemán en Asia Oriental derrotará a Craddock. Por otro lado, en las
Falklands, Sturdee destruirá el escuadrón del lejano oriente del general Graf Spee.
En 1916 tiene lugar la Batalla de Verdún, que frena el avance alemán, de donde
emerge como héroe de la resistencia el General Petain. Los ingleses y franceses
responderán a la ofensiva alemana en la Batalla del Somme, con ofensiva de la
entente.
En este año, Douglas Haig se convertirá en comandante de las Fuerzas Británicas y Von
Hindenburg iniciará en Alemania una dictadura militar de facto.
Las tácticas militares de Haig, a pesar de que llevaron a la victoria, tuvieron tal coste
humano que lo han hecho pasar a la historia como, cuando menos, un personaje
polémico.
Rusia no obstante lleva a cabo la “Ofensiva Brusilov contra Austria-Hungría con un gran
éxito, forzando a alemanes a abandonar la ofensiva de Verdún.
En invierno, en 1916 y 1917, se establecerá una tregua y una lucha común entre
ambos bandos contra los lobos, cuya población había aumentado con el aumento de
comida (cadáveres).
Alemania intentará en este momento buscar en mar abierto un encuentro que les lleve
a obtener una paridad con la British Navy, que en 1915 lleva a cabo un bloqueo a larga
distancia de Alemania por mar. El encuentro entre ambos tuvo finalmente lugar en la
Batalla de Jutlandia /Skagerak (31 Mayo-1 Junio). Cuando en un primer momento el
Almirante Sheer vio la Armada británica ordenó el regreso a puerto, pero se replanteó
una retirada cobarde y regresó para luchar contra los ingleses. No obstante, tras
entender el aspecto suicida de la operación, volvió a retirarse. El resultado fue una
victoria de propaganda para Alemania, pero estratégica para Inglaterra.
Al mismo tiempo, en 1916 tiene lugar la Revuelta Árabe propulsada por ingleses para
propiciar la revuelta contra el Imperio otomano. En ella cobra importancia Lawrence
de Arabia.
En Febrero de 1918, se firma la Paz de Brest Litovsk con los Imperios centrales. Esta
salida rusa de la guerra permite a Alemania lanzar todo su poderío militar a una
ofensiva destinada a romper el frente, ocupar París y obtener la victoria. Al principio es
un éxito, pero entre Julio y Septiembre se produce una contraofensiva masiva con un
rol esencial de las recién llegadas tropas americanas. En Octubre, el príncipe Max de
Baden se convierte en Canciller y se produce la caída del Imperio Austro-Húngaro y en
Noviembre se firma el armisticio. El káiser abdica huyendo a los Países Bajos y nace
entonces la “Leyenda de la Puñalada en la espalda”.
Tras la abdicación del káiser, se producirá una revolución en Alemania que otorgará
predominancia al Partido Socialista, y en 1919, Ebert será nombrado Canciller. Nacen
en este momento los Freikorps, que domesticarán o calmarán la revolución, y se
proclama la República alemana. El 11 de agosto de 1919 se proclamará la Constitución
de Weimar y Ebert será nombrado Presidente
Entre sus obligaciones, Alemania tenía que entregar su armada a los aliados, pero
antes de entregarlos, los alemanes optan por hundirlos cerca de Escocia, en Scapa
Flow.
Durante los años posteriores al fin de la guerra se produjo una inflación totalmente
descontrolada, que retiró todo el valor monetario de los marcos, pero la economía
volvió a cambiar a partir del 23.
Wilson había establecido sus catorce puntos para fijar las bases para la paz, la
autodeterminación, etc, y en el 25 de enero de 1919, las potencias aceptan la Sociedad
de Naciones, que se verá superada no obstante con el auge del fascismo y nazismo.
Paradójicamente, EEUU no participó en su propia iniciativa y regresó a políticas
aislacionistas.
Tras la guerra, se sucedieron varios tratados de paz con las distintas potencias además
de Versalles. En Saint-Germain-en-Laye Austria tuvo que aceptar la disolución de su
Imperio, la prohibición de la unión con Alemania, la eliminación de su ejército, que no
podía superar las treinta mil unidades y unas compensaciones económicas que
finalmente fueron perdonadas.
Por otro lado, Adolf Hitler nació en 1889, y luchó en la Primera Guerra Mundial. Este
fue rechazado en la academia de arte de Viena y en 1919 se une al DAP (Partido de los
Trabajadores Alemanes, miembro 55º), con una ideología “Völkisch”, que es
renombrado como NSDAP (Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores), con
influencia de los Ferikorps en su estructura paramilitar. Hitler comenzará en este
momento a desarrollar el arte de la oratoria y se convertirá en el alma de este partido.
Entre 1925 y 1929, la fama del partido, su peso social, se reduce, pues está teniendo
lugar la recuperación de la economía y sociedad alemana que, aunque limitadamente
regresa a la esfera internacional. En 1925 Hindenburg se convierte en Presidente
República de Weimar (Presidente Imperial o Reich President).
Entre 1930 y 1932, las medidas de austeridad ante la Crisis de la Bolsa llevadas a cabo
por el gobierno aumentan la crispación de la población y aumenta el éxito electoral del
NSDAP. Hitler será quien consiga electrizar a la población y captar a las masas con su
brillante oratoria.
Entre julio y noviembre de 1932 las elecciones no concluirán con un claro ganador, por
lo que Hindenburg decide, presionado por conservadores e industriales, ofrecer el
puesto de canciller a Hitler. En este momento, Ludendorff envía un telegrama a
Hindenburg advirtiéndole de lo grave de su decisión, afirmando que Hitler es el más
grande demagogo que llevaría Alemania al abismo. Sin embargo, Hindenburg confiaba
en que Hitler sería quien traería de nuevo a la monarquía.
En febrero de 1933 se produce el incendio del Reichstag, y los nazis culpan a los
comunistas, a pesar de que hoy todo indica que ellos mismos lo incendiaron para
inculpar a los comunistas.
Tras esto, sería necesario que el canciller eliminara la amenaza comunista, y con este
mensaje, en marzo de 1933 se producen nuevas elecciones nacionales y Hitler
consigue mejores resultados. Tras esto promulga la Ley de Plenos Poderes, que serían
concentrados en su persona durante cuatro años para suprimir toda oposición política
organizadora. En julio, el NSDAP se convirtió en el único partido legal.
En junio de 1934, Hitler llevó a cabo el asesinato de los miembros de las SA por
constituir una amenaza interna y se alzaron las SS en la conocida como “Noche de los
Cuchillos Largos”. Hitler será celebrado por el ejército y la población por restablecer el
orden.
Como el Führer, Hitler adopta una nueva cara como hombre de Estado impenetrable y
Alemania abandona la bandera tradicional y adopta los símbolos nazis como la
esvástica. El NSDAP se consolidará como el “salvador de la Patria”.
El nazismo puede ser definido como una unión de fascismo, racismo radical y una
supresión total de estructuras políticas previas, es decir, lo que podría denominarse un
feudalismo industrial.
11. El aumento de la tensión y el appeasement
Por otro lado, el Saar, que había sido entregado a Francia en Versalles, realiza un
referéndum aprobado por la comunidad internacional para reintegrarse en Alemania y
tuvo éxito, lo cual implicó también un éxito de Hitler, que presentó resultados a los
alemanes.
En marzo de 1936 se remilitarizó la Renania y pasó a formar parte plena del territorio
alemán.
En esta época coincide también la Guerra Civil Española, que comienza en julio de
1936 con un golpe de Estado que no resultará en un efectivo cambio de gobierno, sino
en una cruenta guerra civil. Las potencias se posicionaron en torno a los
contendientes, siendo Franco apoyado por alemanes, italianos y portugueses, y los
sublevados apoyados por los soviéticos. Las potencias democráticas, por su parte,
mantuvieron una política de no intervención. En la guerra tuvo lugar la operación
“Fuego Mágico”, con el uso de la fuerza aérea alemana sobre territorio español. Esa
Guerra fue la cristalización y lucha de las ideas en liza en el mundo durante esta época.
La Guerra Civil Española supuso también un oscuro prólogo de la II Guerra Mundial.
Otro elemento preocupante para los nazis son los Sudetes, territorio checoslovaco
fronterizo con Alemania. Hitler busca la destrucción de Checoslovaquia creando una
disputa con dicho Estado por los Sudetes y aprovechando este conflicto para así
eliminarla. En abril de 1938, el Partido Alemán de los Sudetes publica sus 8 Puntos, que
suponen el inicio de una agresión a Checoslovaquia para anexionar los Sudetes al III
Reich.
Este fue el primer elemento de preparación ante una II Guerra Mundial que algunos
consideran ya había empezado en el 1931 con el Incidente Mukden, proceso que inició
la extremadamente agresiva intervención militar de la zona de Manchuria por parte de
Japón.
En abril de 1940 Hitler invade Noruega en una operación exitosa y rápida que
sorprende a los aliados, a través de la cual obtiene una salida estratégica al mar y
hierro. En este momento Churchill era Primer Lord del Almirantazgo y el éxito alemán
en Noruega supondrá el fracaso de su Armada.
Hasta pocas semanas antes, Alemania buscaba ejecutar de nuevo el plan Schlieffen,
pero el General Manstein con la ejecución de Guderian proponen un plan
tremendamente sofisticado que consistía en invadir Bélgica y Holanda, pero enviar
parte de las acorazados a través del Bosque de las Ardenas, rodeando por detrás al
enemigo que estaría concentrado en la zona belga.
Para octubre se había demostrado que la operación alemana era un fracaso y en otoño
de este año Hitler toma la decisión de llevar a cabo la Operación Félix, cortando
suministros británicos a través del control de Gibraltar y el Mediterráneo. Para ello
tiene una entrevista con Franco en Hendaya, que fue un fracaso y finalizó sin acuerdo,
en la que España rechazó la ocupación de Gibraltar.
En estos momentos, tras la invasión de Polonia, hay una creciente tensión entre Rusia
y Alemania por conflictos fronterizos y antes de verse atrapado en una lucha en dos
frentes, la lógica de Hitler no es distinta de la de Napoleón: eliminar a Rusia para evitar
una posible alianza con Inglaterra, privando así a Gran Bretaña de un posible futuro
aliado y obligándola así a buscar términos de paz.
Frente a la guerra occidental, llevada a cabo con un cierto respeto a las normas bélicas,
en Rusia se produce una guerra brutal, sin límites. Detrás de los alemanes, las SS irán
purgando la población judía en Rusia, hasta que el coste de esta operación es tan
elevado que Hitler comienza a plantearse la “Solución Final”.
El 7 de diciembre de 1941 tiene lugar el ataque japonés a Pearl Harbor. En los últimos
años se había ido incrementando la tensión entre Japón y EEUU. La expansión de
Japón en Asia suponía un desafío a los intereses norteamericanos en la zona y EEUU
impone un embargo de petróleo a Japón, quien se propone entonces el inicio de una
guerra. El Almirante Yamamoto afirma que podría mantener un esfuerzo de guerra
sostenido contra Estados Unidos durante seis meses, pero no podía asegurar más. Para
vencer esta limitación, Japón se decide por un ataque sorpresa que reduzca su
capacidad naval. El bombardeo de Pearl Harbor supone el hundimiento de sus flotas
en puerto.
Para evitar que se le reclamara el inicio de una guerra sin declaración, Japón se
propone entregar la declaración de forma simultánea al ataque de Pearl Harbor, para
mantener la sorpresa, pero cuando el Embajador Nomura la presenta en Washington,
el ataque ya había sido ejecutado, por lo que fue visto como un ataque sin declaración
de guerra previa.
Esta batalla naval se libró a través de los aviones de los portaaviones, y con la
superioridad en inteligencia militar de EEUU y su fuerza consiguieron derribar 4
portaaviones japoneses en pocas horas. Esta batalla colocará al Imperio japonés a la
defensiva hasta el fin de la guerra.
En esta misma época se sucede una nueva oleada de acciones en el Norte de África. La
percepción de que los alemanes están cerca del éxito lleva a los ingleses a dar el
mando del VIII Ejército británico en el Norte de Italia al general Montgomery, el más
brillante militar británico de la Guerra.
En El Alamein obtuvo una victoria aplastante sobre italianos y alemanes, pero también
muy criticada por su coste humano.
Dos días después se produjo la ocupación de la Francia de Vichy por parte de Alemania
en la llamada “Operación Anton”. No será hasta el 16 de noviembre cuando Franco
recibe garantías sobre las divisiones alemanas en los Pirineos. Sin embargo, movilizó
sus tropas de forma sutil contra los aliados, que estaban haciendo uso del estrecho
para la Operación Antorcha, pero preparado también ante un posible avance alemán.
En julio se procede con la operación Husky que supondrá la invasión aliada de Sicilia,
en la que jugó un papel importante la mafia, y el 25 de julio se percibe el fin de Italia y
cae Mussolini, que es depuesto por el Gran Consejo Fascista y sustituido por el General
Badoglio, pero Mussolini será liberado de su prisión en Sassó el 12 de septiembre por
Otto Skorzeny, y Hitler lo nombrará Presidente de la República de Saló, Estado
fantasma en el Norte de Italia dependiente de Hitler.
La Batalla de Kusk (julio 1943) supondrá la caída de los nazis en el Este. Fue la última
gran jugada ofensiva en el frente Este. Los alemanes perciben la existencia de un
saliente en las fuerzas rusas y llevan a cabo un plan que consistía en la utilización de
tanques para llevar a cabo un ataque tenaza y envolver a los rusos. En Kusk, tiene lugar
la mayor batalla de tanques de la historia, en la que los tanques rusos prevalecerán,
favorecidos por problemas mecánicos en los Panzer que no habían sido testados.
En estos meses los alemanes son también derrotados en la Batalla del Atlántico y su
flota submarina se ve reducida. Alemania pasará a una estrategia defensiva.
En el lado alemán Hitler se había hecho con el mando directo de las tropas, que no
podían movilizarse sin su permiso. En este momento hubo unas horas de demora hasta
que se contactó con Hitler y ordenó el uso de los tanques, pero el tiempo había
favorecido a los aliados. El 25 de agosto París será liberado. Hitler había dado orden de
arrasar la ciudad en caso de ser derrotados pero un general alemán se negó.
Alemania había desarrollado los misiles V1 como venganza contra los aliados, pero
solo podían ser lanzados contra Gran Bretaña desde las costas francesas o belga-
holandesas, que fueron ocupadas por los aliados, y después desarrollaron los V2,
capaces de operar desde Alemania y cuyos científicos serán posteriormente
encargados del desarrollo de la carrera armamentística de la Guerra Fría.
Tiene lugar en febrero de este año el Infierno de Dresde, que llevará a Churchill a
limitar los bombardeos sobre ciudades y a cuestionarse la moralidad de la guerra
aliada.
La Batalla de Berlín (abril) se librará calle a calle y se iniciará con la penetración rusa en
la ciudad. El horror de los nazis se hizo todavía más presente con la movilización de los
niños animados por Hitler para luchar y morir en el frente por una causa ya perdida.
Este será el día del cumpleaños de Hitler en el que se suicidará junto con Eva Braun
tras casarse. Himmler y Göring intentaron inútilmente establecer una relación con los
aliados, pero sin éxito.
La guerra había terminado en Europa, pero todavía se prolongará unos meses más en
el Pacífico. El 6 y el 9 de agosto de 1945 EEUU lanzará las bombas atómicas de
Hiroshima y Nagasaki, tras las cuales los japoneses oirán por primera vez la voz del
Emperador por la radio, reconociendo la derrota y el fracaso político-militar japonés.
Esto llevará a muchos militares nipones al harakiri.
La Guerra finaliza ya, por fin, con Francia liberada, Alemania dividida en zonas
administradas por EEUU, Francia, Gran Bretaña y la URSS y con una Europa del Este
subsumida en la órbita soviética. La Guerra se recordará no solo por el hecho bélico en
sí, sino por las atrocidades y amoralidades del nazismo, sin olvidar tampoco, el
comunismo. Será el germen que en pocos años dará inicio a la Guerra Fría, la pugna
por el poder entre el capitalismo y el comunismo, encabezados por EEUU y la URSS
mantendrán tensas relaciones a lo largo de las próximas décadas, muy próximas al
conflicto abierto.
La Europa orgullosa y dominadora del mundo que parecía incontestable en el siglo XIX
está en el 1945 arrasada. Las atrocidades de la guerra la despertarán de su
aturdimiento y cambiarán el rumbo de la historia desde este momento.