deja LOCO AFAN después alcance. Su proyección, de su lectura. Lemebel más que en el estilo después de la "Esquina substrato temático, se es mi corazón", pero asienta en el lenguaje. sobre todo, después de Este se transforma en un sus crónicas urbanas en delicado paño que horada la hoy necesaria revista el fundamento de la pala- PAGINA ABIERTA, nos bra. Es un manejo hábil y pone hueros. Crónica, un viscoso sobre la cancha género acabronado por semántica. Logra como Lafourcade, estropeado nadie, en la actual prosa por Hunneus e intentado chilena, ampliar el dic- por varios innombrables, cionario manido que se toma con Lemebel una insiste en transitar. No le potencia inencontrable. teme al coloquialismo, ni Desde una atalaya inden- a la seña particular de su titario completamente tribu, se larga complejos afirmado, el autor rastrea a hilvanar paso a paso su pliegues muy poco crista- nuevo silabario y a ense- lizados en la expresión ñarlo. El resultado es que cultural de este chilito en pocas páginas, el lec- pacato. Son zonas imagi- tor está sembrado de nadas al ritmo de voyeur, sutiles alquimias verba- que aquí se radiografían les y preparado para con una lucidez y riqueza interpretar, ya realfabe- inigualables, en una tizado, ciertos y variados batería de metáforas y pliegues sociales ( i n ) tropos gay desbordantes. visibles. Lemebel, emerge con una Y A N K O GONZALEZ obra impecable tanto en CANGAS