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Sección: V7007
Tegucigalpa D.C, 29 de marzo del 2018
1. Resumen
El Sistema Financiero Internacional ha sido la mejor expresión de
cambio económico en los últimos años. La crisis que desató la segunda
guerra mundial trajo consigo mismo organizaciones y entidades
internacionales que no solo empezaron a regular la economía global
pero que asimismo trajo cambios importantes para el comercio
internacional. Para que pueda amanecer, primero debe anochecer; y
esto fue exactamente lo que ocurrió con la guerra mundial. La
economía global está viendo cambios exponenciales como nunca antes
y en esta investigación veremos sus definiciones, razones y
aplicabilidad a Honduras.
Un sistema financiero hondureño solido y liderado por los bancos de
capital nacional reflejan los resultados del primer trimestre del
presente año de la banca privada, cuyos activos superan
los 393,356 millones de lempiras.
Las primera tres instituciones que figuran en el ranking bancario a
nivel de activos son de capital hondureño. Estos en
conjunto, representan el 51,2% de los activos del sistema financiero
general, conforme a informes de la banca.
El primer lugar lo ocupa Banco Atlántida con L. 73,015 millones de
lempiras seguido de ficohsa con L. 72,398 millones occidente con
L. 55,956 millones
BAC, Banpais, Davivienda, Banrural, Lafise, Promerica, Ficensa, Banco
de los Trabajadores, Banhcafe, Azteca, Honduras y Popular.
Según la distribución de los activos, los bancos de capital hondureño
representan el 56% y los extranjeros el 44%.
En la cartera de créditos colocados la cual asciende a 252,915 millones
de lempiras, el que muestra mayor movimiento es banco ficohsa, con
un valor de préstamos concedidos de 51,319 millones de lempiras
equivalentes al 20.3% de participación del mercado. Le siguen banco
Atlántida con L.46, 560 millones, BAC con L.3,5477 millones, Banpais
con L.30,189 millones, Occidente L. 26,195 millones,
Davivienda L. 17,765 millones, Banrural L.10,793 millones, Lafise
L.8726 millones, Promerica L.8320 millones, Fincensa
L.6,763 millones, Banco de los trabajadores L.5380 millones, Banhcafe
l.2,355 millones, Azteca L. 1,498 millones, Popular L.1,161 millones y
Honduras con L.435 millones según cifras a marzo de 2017.
El portafolio de préstamo de Davivienda a febrero de 2017 equivale
aproximadamente al 15% del total de la cartera de créditos; en este
segmento Ficohsa es el banco con la mayor cartera.
Al cierre del primer trimestre de 2017 el segmento de depósitos registra
un total de 282,833 millones el 58% representando por los bancos de
capital hondureño.
La crisis económica de 2009 afectó negativamente a la mayoría de los
indicadores macroeconómicos y fiscales. El sistema financiero no fue la
excepción: a consecuencia de la crisis, las instituciones financieras
sacrificaron el otorgamiento de créditos por las disponibilidades, y
mantuvieron más bien posiciones muy líquidas. El sistema financiero
sufrió el impacto de los resultados económicos desfavorables, con un
deterioro de los indicadores de calidad de activos y de rentabilidad. En
2010 se observó una recuperación de estos indicadores, pero sujeta a que
la economía no enfrentase una contracción en el corto plazo.
El tamaño del sistema financiero de Honduras es mediano dentro de los
estándares regionales. En 2010 la cartera del sistema representó un
47,8% del producto interno bruto (PIB) y los depósitos un 48,5% del PIB.
No obstante, el nivel de acceso de la población a los servicios financieros
es relativamente bajo, lo que en parte se explica por la falta de
transparencia para la divulgación de información y los débiles
mecanismos de protección de los usuarios de dichos servicios. Para
maximizar las externalidades positivas de un sólido sistema financiero
en la economía, es necesario mejorar los niveles de acceso de la
población.
A noviembre de 2010 el sistema bancario hondureño registraba un
patrimonio total de US$1.196,8 millones, pasivos por US$9.563 millones,
y un total de activos y activos contingentes de US$12.143,5 millones. Del
total de activos, un 55,2% pertenecía a la cartera de créditos y un 27% a
inversiones y disponibilidades. Los depósitos del sistema ascendían a
US$7.226,2 millones y representaban el 75,6% del pasivo, el cual –como
ya se ha mencionado– alcanzaba un total de US$9.563 millones. Se ha
podido observar una preferencia de los agentes por los depósitos a la
vista (65,4% del total de depósitos) antes que por los depósitos a plazo
(33,8% del total de depósitos). Esta preferencia por el corto plazo se
observa desde 2009 y obedece a la volatilidad del sistema relacionada
con la crisis de ese año. Finalmente, las utilidades del sistema
ascendieron a US$113 millones en 2009 y a US$116,2 millones hasta
noviembre de 2010, lo cual evidencia una recuperación posterior a la
crisis económica y política de 2009.
Por otro lado, los niveles de morosidad se han incrementado
ligeramente, pues pasaron del 4,3% en diciembre de 2008 al 4,7% en
diciembre de 2009, con tasas que superaron el 6% a lo largo de 2009.
Durante 2010 la morosidad ha continuado teniendo un ajuste a la baja,
producto de un incremento de las operaciones totales de crédito y una
reducción de las operaciones vencidas. A noviembre de 2010 el sistema
presentaba una tasa de morosidad del 4,5%, la cual –pese a las mejoras
observadas– sigue siendo la tasa más alta de Centroamérica. Las
estimaciones econométricas sugieren que, a nivel de sistema, el
crecimiento de la morosidad en 2009 se debió principalmente a la
contracción económica de ese año. Sin embargo, las diferentes
instituciones financieras tienen una sensibilidad diversa frente a la
volatilidad macroeconómica, y el sistema mantiene índices de
concentración relativamente elevados en cuanto a activos, cartera y
depósitos. En este sentido, una nueva contracción de la economía podría
repercutir sobre la solvencia de algunos bancos del sistema, lo que a su
vez podría generar un efecto de contagio.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su Financial Sector
Assesment Program (FSAP) de enero de 2009, el sector bancario
hondureño ha mejorado significativamente su cumplimento de los
principios de Basilea desde la evaluación de 2003. El FMI resalta los
progresos en cuanto a los requerimientos de capital fortalecidos, como
una forma de controlar riesgos asociados a la dolarización de activos y
pasivos, y al establecimiento de requisitos mínimos de liquidez y límites
para los desfases en plazos de activos y pasivos. Honduras cumple
plenamente con tres principios (responsabilidades y objetivos, marco
legal y abuso de servicios financieros), y presenta un alto cumplimiento
de 11 principios, un alto incumplimiento de 13 principios y falta de
cumplimiento de tres principios (transferencia de propiedad, riesgo país
y riesgo de tasa de interés).
La liquidación del Banco de los Trabajadores efectuada en noviembre
de 2010 fue el primer caso de aplicación de los nuevos procedimientos
de resolución bancaria de la Red de Seguridad Financiera (RSF), con la
acogida de las mejores prácticas internacionales. El proceso de
resolución permitió la participación de un nuevo capitalista privado (la
Federación de Cooperativas de Ahorro y Crédito de Honduras, Facach),
que aportará más de US$15 millones a la institución, lo que minimizó el
costo para el Fondo de Seguro de Depósitos (Fosede), evito cualquier
perjuicio a los depositantes y aseguró la continuidad de las operaciones
del banco sin interrupción.
2. Marco Teorico
Sistema Financiero Internacional
El sistema financiero internacional es el conjunto de organismos e
instituciones publicas (estado y particulares) que regulan, supervisan y
controlan el sistema crediticio, finanzas y garantías así como la
definición y ejecución de la política monetaria, bancaria, valores y
seguros en general del mercado mundial.
Esta institución realiza una función de intermediación entre las
unidades de ahorro y las de gasto, movilizando los recursos de las
primeras hacia las segundas con el fin de lograr una mas eficiente
utilización de los recursos.
Entre sus principales funciones se podrán enumerar:
• 1. Actuar como reguladores, supervisores y controladores del sistema
crediticio, fianza y garantías.
• 2. Definir y ejecutar la política monetaria extranjera.
• 3. Definir y ejecutar la política bancaria extranjera.
• 4. Definir y ejecutar las políticas de valores y seguros.
Entre los principales organismos financieros se encuentran:
• Banco Mundial (BM)
• Fondo Monetario Internacionl (FMI)
• Banco de gastos internacionales (BPI)
El Sistema Financiero ha sido la expresión más cabal de los cambios en
la organización económica de los últimos años, en donde esta parte
quizá sea la menos regulada de la vida económica. Por ello no es de
extrañar que las crisis más importantes de esta época sean
financieras. Economías y empresas que parecían totalmente sólidas
pueden derrumbarse prácticamente de la noche a la mañana y otras que
parecían ajenas a ellas pueden contaminarse rápidamente, en lo que ha
dado en llamarse el efecto “contagio”. Todo esto dentro de un contexto
globalizado en el que el tránsito de economías nacionales a economía
internacional global ha resultado traumático y errado debido a la
ausencia de reglas claras e instituciones incapaces de imponerlas y
hacerlas cumplir.
Para ver el impacto del sistema financiero internacional sobre América
Latina obligatoriamente hay que hablar de deuda externa. Se hace
necesario distinguir entre la deuda acumulada y la nueva deuda; la
deuda acumulada si alcanza montos excesivos dificulta el
funcionamiento de la economía, pues su servicio distrae recursos que
pudieran usarse para fines más productivos. Además un
endeudamiento acumulado alto dificulta y hace más caro o impide el
acceso a los nuevos créditos que necesita la economía. El peor de los
mundos posibles es cuando la deuda acumulada es de tal magnitud que
la nueva que se contrae solo puede servir para pagar la vieja.
¿Qué motiva a hablar acerca del Sistema Financiero Internacional?
La actual situación caracterizada por la inestabilidad financiera, la
brutal caída de los precios de las materias primas procedentes de los
países en vías de desarrollo, la creciente profundización de la brecha
entre países ricos y países pobres por una parte y los poderosos y la
mayoría de la población en el seno de los países, por otra parte, es el
resultado de las orientaciones establecidas desde hace mucho tiempo y
reconfirmadas en los últimos decenios.
Como toda actividad comercial, el comercio internacional necesita de un
buen sistema de financiamiento. Aparte de los tradicionales créditos
comerciales que otorga el sistema financiero internacional privado, el
sistema económico internacional surgido a partir del año 1945, cuando
finaliza la guerra, se apoya básicamente en tres instituciones: el Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Internacional de
Reconstrucción y Fomento (Banco Mundial) y el Acuerdo de Aranceles
y Comercio (GATT). En junio del año 1944, las Naciones Unidas
promueven una conferencia en Bretón Woods, New Hampshire,
Estados Unidos. Los representantes de 45 países acuden al llamado y
acuerdan crear una organización económica que permitiera la
colaboración internacional y pudiera evitar que se repitiera las
equivocadas medidas de política económica que conllevaron a la gran
depresión de los años 30. El organismo creado, El Fondo Monetario
Internacional (FMI), tiene como objetivo principal evitar las crisis en los
sistemas monetarios, alentando a los países a adoptar medidas de
política económica bien fundadas. Como su nombre
indica, la institución es también un fondo al que los países miembros
que necesiten financiamiento temporal pueden recurrir para superar los
problemas de balanza de pagos. Otro objetivo es promover la
cooperación internacional en temas monetarios internacionales y
facilitar el movimiento del comercio a través de la capacidad
productiva.
Desde su fundación el FMI promueve la estabilidad cambiaria y
regímenes de cambio ordenados a fin de evitar depreciaciones
cambiarias competitivas, facilita un sistema multilateral de pagos y de
transferencias para las transacciones, tratando de eliminar las
restricciones que dificultan la expansión del comercio mundial.
Asimismo, asesora a los gobiernos y a los bancos centrales en el
desarrollo de sistemas de contabilidad pública.
El precio de una moneda en términos de otra o tipo de cambio se
determina por la oferta y demanda global de esa moneda, es decir por
la oferta y demanda tanto pública como privada. La determinación del
tipo de cambio es flexible si lo determina la oferta y demanda privada
en un mercado libre de compra y venta de divisas y es fijo si lo
determina una autoridad de gobierno como el banco central. Diferentes
sistemas de tipo de cambio han estado asociados con diferentes
mecanismos de ajuste. El mecanismo de corrección automática del
déficit o del superávit en la balanza de pagos de un país, tiene lugar a
través de un proceso de ajuste de la oferta monetaria nacional u oferta
de moneda nacional, de los precios internos, del ingreso nacional y de
las tasas internas de interés. Dicho mecanismo funciona de manera
diferente según los tipos de cambio se determinen en un mercado libre
de divisas o mediante la intervención del banco central.
El sistema financiero internacional es el conjunto de mercados y de
instituciones financieras internacionales, cuya principal función es
canalizar los recursos de quienes desean prestarlos o invertirlos
(prestamistas e inversionistas) a quienes necesitan financiamiento
(prestatarios). Los prestatarios pueden obtener fondos directamente de
los prestamistas en los mercados financieros a través de la venta de
instrumentos financieros. La transferencia de recursos entre
ahorradores o prestamistas a prestatarios puede también realizarse de
manera indirecta a través de los llamados intermediarios financieros. El
sistema financiero internacional es un factor fundamental para el buen
funcionamiento de la economía mundial, al proporcionar el marco para
el intercambio de bienes, servicios y capitales. Precisamente una de las
características más importantes del actual panorama económico
mundial es la creciente importancia de los mercados financieros a nivel
mundial, en los cuales los residentes de distintos países comercian
activos, esto es, acciones, bonos e instrumentos derivados de diferentes
países, así como depósitos bancarios denominados en distintas
monedas. Compradores y vendedores se ponen en contacto por medio
de instituciones especializadas: bancos comerciales, bancos centrales y
otras instituciones públicas.
El Banco Mundial es la institución financiera internacional de mayor
importancia. Originalmente tenía entre sus funciones la de contribuir
con asistencia crediticia a la reconstrucción de los países devastados por
la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad El Banco Mundial es una
fuente vital de asistencia financiera y técnica para los países en
desarrollo de todo el mundo. No es un banco en el sentido corriente.
Esta organización internacional es propiedad de 185 países miembros y
está integrada por instituciones de desarrollo singulares: el Banco
Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF),la Asociación
Internacional de Fomento (AIF),Corporación Financiera Internacional
(CFI), Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones (OMGI
),Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a inversiones
(CIADI ) . Cada institución tiene una función diferente pero
fundamental para alcanzar la misión de reducir la pobreza en el mundo
y mejorar los niveles de vida de la gente. El BIRF centra sus actividades
en los países de ingreso mediano y los países pobres con capacidad
crediticia, mientras que la AIF ayuda a los países más pobres del
mundo.
El GATT, acrónimo de General Agreement on Tariffs and Trade
(Acuerdo general sobre comercio y aranceles) fue creado por los
acuerdos de Bretón Woods y está considerado como el precursor de la
Organización Mundial de Comercio. El GATT era parte del plan de
regulación de la economía mundial tras la Segunda Guerra Mundial,
que incluía la reducción de aranceles y otras barreras al comercio
internacional.
Cuando cumple adecuadamente sus funciones, un sistema financiero
contribuye a generar un mayor volumen de ahorro y a que los recursos
así captados puedan dedicarse a la financiacón de actividades
productivas, de acuerdo con los deseos diferentes de los potenciales
inversores.
La evolución del financiamiento externo de América Latina y el Caribe
muestra distintas etapas. Desde 1950 hasta 1973, el movimiento neto de
capitales extranjeros fue escaso; desde 1974 creció aceleradamente
hasta 1981, sobre la base de los créditos de la banca internacional; y
desde 1982 hasta 1990 se interrumpió el flujo voluntario de
capitales. Así, la década de 1980 fue “perdida”, con una fuerte
transferencia de ingresos hacia los países desarrollados. Por último, a
partir de 1990 existió un importante aumento de los flujos anuales de
capitales, que pasaron de casi 22.000 millones de dólares
en 1990 a 116.000 millones en 1997; en 1998 se produjo una
disminución. (Marichal., 1998)
Dentro de esta corriente de capitales, un rasgo importante es que a partir
de 1994 predominan las inversiones directas, que en 1998 llegaron a
los 57.900 millones de dólares (recuérdese que en 1990 eran
de 8.200 millones). Si bien disminuyeron levemente con respecto al año
anterior, constituyen el 70% de los flujos de capitales netos que
ingresaron a América Latina y el Caribe (en 1990 sólo llegaban al 37% y
en 1993 al 20%). En 1998 aumentó la deuda pública con garantía
pública, y cayó la deuda privada no garantizada. (SELA., 1999)
Al tiempo que los países de la región se fueron desarrollando,
aumentaron sus necesidades de financiamiento. Después de la Segunda
Guerra Mundial buena parte del financiamiento lo proveían los
mecanismos multilaterales creados después de esta, como el Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BIRF) o el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), o bien a través de las agencias de
financiamiento a las exportaciones de los países desarrollados. Pero
estos se hicieron insuficientes y encontraron dificultades para crecer al
ritmo que crecía la demanda de fondos, en especial, porque existían
resistencias políticas internas para incrementar la base de capital de
tales instituciones en los países que aportaban el grueso del
mismo. Adicionalmente, porque sus convenios constitutivos les
imponían restricciones que obligaban a un manejo extremadamente
conservador de sus recursos.
A medida que escasearon los fondos externos, se hizo necesario apelar
a otras fuentes financieras. En estas circunstancias, comenzó a cobrar
cada vez mayor importancia el acceso a los mercados privados de
capital de los países en desarrollo, incluyendo a los de América Latina.
El punto de inflexión entre el predominio del financiamiento público al
predominio del financiamiento privado probablemente pueda situarse
en la crisis petrolera de 1974. Inmensas cantidades de recursos pasaron
a manos de países exportadores de petróleo que no tenían suficiente
capacidad de absorción para invertirlos en sus economías domésticas y
terminaron depositados en bancos internacionales que se encontraron
con depósitos multimillonarios que estaban en la obligación de colocar
para evitar pérdidas y cumplir con su función de intermediación. Para
los países en desarrollo con posibilidades de acceso a los mercados
financieros internacionales se les abría un mundo en el cual podían
obtener recursos sin los condicionamientos políticos tradicionales de las
agencias financieras públicas, mientras que para los bancos privados se
abría un nuevo universo de clientes de grandes posibilidades y pocos
riesgos. Porque, como rezaba el lugar común de la época: “los países no
quiebran”. El llamado “riesgo soberano”, aunque hoy parezca
increíble, era un territorio prácticamente sin explorar. Con la oferta y la
demanda florecientes no tardó en producirse un crecimiento acelerado
del crédito a los países en desarrollo.
Los finales de los setenta fueron una suerte de paraíso para el
endeudamiento; existía, además, el incentivo adicional de que las tasas
de interés eran negativas en términos reales, por lo que para los países
prestatarios el endeudamiento parecía un buen negocio. En el caso de
los países petroleros, los pronósticos generalizados de que los precios
del petróleo seguirían aumentado indefinidamente se alegaban como
razón para endeudarse y emprender proyectos ambiciosos de
desarrollo. El Banco Mundial, entre otros, había previsto un precio de
cien dólares por barril de petróleo para 1985. Obviamente, esta
perspectiva representaba una tentación difícil de resistir tanto para
prestatarios como prestamistas.
Pero el aumento de las tasas de interés norteamericanas (realizado por
razones ajenas al problema de la deuda latinoamericana) condujo, entre
otras razones, a que un nivel de endeudamiento que de por sí era
exagerado se hiciera insoportable. Esto a su vez llevó a que el gobierno
de México anunciara en Agosto de 1982 que no estaba en condiciones
de honrar sus obligaciones, con lo que se inició formalmente la crisis de
la deuda. Otro aumento de las tasas de interés en los Estados Unidos
durante 1984 y la recesión que vivió por esos años la economía
norteamericana, llevaron a otros países de la región al borde de la
bancarrota.
DEUDA EXTERNA
La deuda externa es un mecanismo muy efectivo, generalmente
utilizado por países en vía de desarrollo, para obtener los recursos
necesarios para la implementación de planes de desarrollo económico y
aumento de su capacidad productiva. En esta medida, los países
adquieren una deuda externa para obtener recursos para llevar a cabo
obras de infraestructura (escuelas, hospitales, carreteras, puentes,
acueductos, telecomunicaciones) o para otro suplir los recursos
necesarios para el funcionamiento de su administración pública (déficit
fiscal). En el caso de los privados, generalmente las empresas, la
búsqueda de la deuda se da para la introducción de una nueva
tecnología que permita ampliar su capacidad de producción, o el
mejoramiento de sus canales de distribución, entre otros.
Sin embargo, desde la década de 1980 se ha dado un fenómeno de sobre-
endeudamiento (Debt Overhang) por parte de estas economías que
afecta el desarrollo social y económico, creando un grupo de países
altamente endeudados.
DEUDA EXTERNA TOTAL
Honduras ha venido teniendo una mejora significativa en materia económica y la
Secretaría de Finanzas continúa siendo un actor principal de dichas mejoras a través
de la implementación de distintas iniciativas en la administración financiera del
Estado que han permitido consolidar los avances logrados hasta ahora, una de estas
iniciativas ha sido el fiel cumplimiento de la Política de Endeudamiento Público 2016-
2019, la aprobación de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) y su Reglamento, la cual
incluye los principios de rendición de cuentas, transparencia y estabilidad, además
establece un límite sobre el déficit del sector público y restricciones a la tasa de
crecimiento del gasto corriente; así mismo, existe de parte de las autoridades la
voluntad de modernizar y reformar la Ley Orgánica del Presupuesto, misma que fue
ampliamente discutida durante el año 2016. En este contexto, la Dirección General de
Crédito Público ha venido implementando cambios en su estrategia de gestión y
administración de deuda pública.
BONO SOBERANO
El bono soberano es un bono emitido por un gobierno, cuyo propósito
es dar financiamiento. Los gobiernos dan bonos para asi obtener
financiamiento, cuya tasa de interés va a depender de factores como el
riesgo del país que lo emita. Los bonos soberanos y los bonos del tesoro
están directamente relacionados ya que estos ultimos son un tipo de
bono soberano que fija el plazo de la deuda en un período superior a
diez años. En Estados Unidos, los bonos soberanos también son
conocidos como "Treasury Bills". (Gerencie.com)
Este tipo de bonos son los escogidos por los inversores, porque son
seguros y de alta calidad. El apoyo del gobierno juega un papel
importante para que estos bonos sean de buena calidad, por el escaso
riesgo de impago que suponen. La inversión en bonos parece tener más
ventajas que desventajas, sobre todo si tenemos en cuenta que el
gobierno central del país respondería al pago. El tener el respaldo
económico de un país, le da seguridad al inversionista de poder brindar
de su apoyo financiero para dicha actividad o proyecto.
3. Desarrollo
4. Conclusiones
Ningún país puede progresar si no existe una estructura financiera
adecuada, que regule sus actividades y que imponga las normas por las
cuales deberán encaminar sus operaciones. La participación del Banco
Central de Honduras ha sido clave para el crecimiento económico del
país. Quizás pueda sentirse como que su trabajo es más de obstaculizar,
pero en realidad lo único que hacen es progresar la economía hacia una
mayor eficiencia y una esctuctura financiera adecuada.
Cuando cumple adecuadamente sus funciones, un sistema financiero
contribuye a generar un mayor volumen de ahorro y a que los recursos
así captados puedan dedicarse a la financiacón de actividades
productivas, de acuerdo con los deseos diferentes de los potenciales
inversores.
La banca nacional ha evolucionado durante los últimos 100 años que
tiene desde que surgió el primer banco comercial y ha progresado
ofreciendo nuevos productos y servicios bancarios que los han puesto
dentro de los primeros lugares a nivel de ranking
Centroamericano. Honduras, como antes lo mencionamos, tiene uno de
los mas altos índices de crecimiento bancario en la región
centroamericana. En el reporte del SECMCA en el 2015, Los Sistemas
Bancarios en Centroamerica, Honduras aparece como líder con el
mayor porcentaje de participación del sistema bancario en la
economía. La participación bancaria en el país ha creado mejoras
económicas no solo a nivel macroeconómico como el PIB sino que
también a nivel de otros sectores de servicios.
- A pesar de los diversos acontecimientos catastróficos de cualquier
índoles que han ocurrido en el país se ha observado a través del tiempo
que existe una mejor reacción y protección bancaria ante tales
eventualidades así mismo la instalación de instituciones reguladoras y
políticas de contención del riesgo.
- El desarrollo económico no solo ha sido producto del surgimiento de
las grandes instituciones bancarias y financieras, también ha tenido una
gran influencia las microfinancieras que han impulsado al pequeño
productor del país, siendo un sector descuidado de la economía
nacional y considerado el más grande.
El sistema Financiero Internacional es un conjunto de organismos e
instituciones públicas y privadas, que regulan y supervisan el sistema
crediticio, finanzas, la ejecución política, monetaria, bancaria en el
mercado mundial. El sistema Financiero actúa como reguladores,
supervisores y controladores, que definen y ejecutan la política
monetaria extranjera. Es decir los principales organismos financieros se
encuentra el Banco Mundial, Fondo monetario internacional y el banco
de pagos internacionales.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) promueve los recursos
generales temporalmente a la disposición de los miembros que sufren
dificultades en su balanza de pagos, bajo salvaguardas indicadas.
La comisión nacional bancaria recibe estados financieros de todas las
instituciones de crédito, las cuales tienen un catálogo de cuentas, donde
permite el análisis de información, rentabilidad y estabilidad en su
respectiva función.
El sistema financiero tiene un impacto general sobre la deuda externa,
deuda acumulada y la nueva deuda en este caso de Honduras. El
sistema financiero genera un mayor volumen de ahorro, oferta y
demanda de recursos, mecanismo de ajuste y mercado libre. Según la
investigación realizada la deuda externa de Honduras oscila en los
factores públicos y privados por lo que es mediano y largo plazo, donde
cada millón de lempiras es indicado para la sostenibilidad del país, en
proyectos de ejecución y diversos programas en lazados a los diversos
recursos que cuenta nuestro país, sin embargo estos proyectos no han
sido de sostenibilidad y rentabilidad, por lo que ha sufrido un nuevo
endeudamiento.
A nivel de nuestro país existe una deuda externa y a la vez una interna
donde es utilizado a cubrir el déficit fiscal relacionado con el gasto
corriente del gobierno. Esta significa liquidez inmediata ya que los
mecanismos de contratación están definidos en el sistema financiero o
no financiero local. El manejo apropiado y estratégico del
endeudamiento puede ser una herramienta fundamental, para la
promoción del desarrollo económico y social del país. Honduras ha venido
teniendo una mejora significativa en materia económica gernerando un mejor
control y transparencia de los datos que se obtiene de las diferentes entidades
reguladoras generando informacion mas veraz y concluyente para crear planes de
mejora de desarrollo economico. La creación de entes reguladores y nuevas leyes o
reformas que permiten la adecuada gestion de los fondos externos que son dirigidos
para Honduras.
Los bonos soberanos cubre el déficit de necesidades financieras, reduce la deuda
flotante, por lo que apoya y gestiona la inversión y la comercialización. Existe una
variación donde los bonos soberanos son tomados como el
amortiguador del capital que se necesita, por lo que no se ejecuta de
manera operaria, tomando como un riesgo de inversión financiera y
administrativa, es decir es el amortiguador a todas las necesidades que
nuestro país necesita; logrando una menor inversión de producción ya
que se necesita para solventar algunas deudas económicas de los nuevos
endeudamientos.
A pesar de ser un país en vias de desarrollo, Honduras ha afrontado con ´éxito los
retos, dificultades, y desastres naturales; esto ha llevado a generar nuevas medidas
para cultivar una economía sana y poder cumplir con la deuda externa. Muchos
países e inversionistas internacionales siguen poniendo su confianza en Honduras,
a pesar del déficit y crisis que tuvimos en el 2011, y esto beneficia en gran manera
toda la economía del pais porque no solo se ven los cambios a nivel de
infraestructura o estética pero también a nivel educativo, social, y sobre
todo, económico.
En síntesis, es posible señalar que las perturbaciones externas sufridas por el país a finales de la década de los
años ochenta y principios de los años noventa, definitivamente afectaron el desarrollo del sistema financiero
hondureño y pusieron de manifiesto su fragilidad ante los factores externos. Como consecuencia de ello, en
la última década (1995-2005) se ha desarrollado una serie de reformas orientadas a promover y obtener un
sistema financiero más sólido y estable.
Las reformas emprendidas por el país en materia de regulación bancaria
durante los últimos 10 años, son una muestra clara de la voluntad
política no partidaria encaminada a fortalecer la regulación prudencial
y el sistema financiero en general, al convertirse (con algunas
limitaciones) prácticamente en una política de Estado, por su carácter
técnico y especializado, como debería suceder en otros sectores, como
telecomunicaciones y energía.
En cuanto a la regulación bancaria, si bien es cierto que existe una
aceptación general sobre los beneficios que conlleva el contar con
requisitos más estrictos en materia de capitalización del sistema
bancario a fin de minimizar el riesgo y vulnerabilidad ante las crisis,
especialmente ante lo sucedido en el país a finales de los años noventa
y principios de esta década, también es necesario que la regulación
busque un equilibrio entre tres elementos: los incentivos que genera el
mercado, la rigidez del marco regulatorio y la adecuada supervisión
preventiva.
El sistema financiero en Honduras es dominado mayoritariamente por
el sector bancario, que representa en promedio 95% del volumen de sus
operaciones. Debido a la considerable bancarización de la economía, ya
que la influencia y desarrollo del mercado de valores es mínima y
prácticamente imperceptible, ya que la poca actividad existente se
orienta principalmente al mercado de los títulos de deuda pública, que
representa más de 99,7% del total de las transacciones bursátiles en el
país. Este limitado desarrollo de la actividad bursátil no contribuye en
nada a la mejora de los costos del financiamiento, ni a la ampliación de
su oferta, ni tampoco al incremento de los rendimientos que pueden
obtener los ahorradores e inversionistas por sus depósitos, lo que limita
la competencia en este sentido.
En lo que a la estructura de mercado se refiere, se observa que el
mercado bancario es, en términos generales, un mercado relativamente
concentrado, donde las dos terceras partes de la actividad bancaria está
concentrada en los cinco bancos más grandes del país. En este mismo
sentido, al efectuar un análisis de los equivalentes del mismo tamaño
que pueden operar en el mercado, se encuentra que mientras los bancos
más pequeños no desarrollen una estrategia de especialización, la
tendencia será a que el número de participantes se reduzca,
principalmente por mecanismos de absorción o fusión, ya que el tamaño
del mercado requiere únicamente de los 10 bancos que en estos
momentos manejan 90% del volumen del negocio bancario.
Aun cuando el análisis de la concentración y estructura del mercado se
considera como un análisis de la competencia, se requiere de un estudio
más detallado, como el enfoque de organización industrial basado en el
análisis de Rosse y Panzar (1977), que permite medir la estructura
competitiva del mercado y contar con elementos más concretos sobre lo
que pasa en el sector bancario y las variables que explican este
comportamiento.
En materia de especialización, aunque no se presenta un análisis
detallado en el estudio, se encuentra que, al 31 de diciembre del año
2005, 88,58% del total de la cartera crediticia se encontraba concentrado
en seis sectores de la economía: industria, propiedad raíz, comercio,
consumo, servicios y financiamiento de exportación, en ese orden. Los
tres primeros sectores representan, cada uno, cerca de 20% del total de
créditos otorgados por el sistema bancario, y los tres mantienen un
comportamiento expansivo a partir del año 2001.
También es importante destacar la especialización presentada en la
banca de consumo o personas, donde 60% de la cartera está concentrada
en tres bancos: BAC Honduras (25,21%), Banco Uno (20,95%) y Banco
FICOHSA (14,15%), bancos que han desarrollado una estrategia muy
fuerte a través de la tarjeta de crédito. Si se analiza individualmente este
mercado, aparece su carácter altamente monopólico debido a la
concentración antes mencionada. Adicionalmente, y en materia de
especialización, es oportuno destacar la participación de Banco de
Honduras, que está especializado en banca corporativa orientada a los
sectores de industria, comercio y servicios, y por lo tanto su
participación en el mercado es reducida (2% en promedio), aun cuando
reporta los mejores índices de solvencia, calidad en los activos,
rentabilidad, gestión y eficiencia.
En cuanto a la localización geográfica de la actividad bancaria,
especialmente asociada con el otorgamiento de créditos como una
herramienta para promover el desarrollo de las comunidades, se
encuentra que 94,20% del total de créditos está concentrado en los tres
departamentos más importantes del país (Francisco Morazán 51,62%,
Cortés 36,75% y Atlántida 5,83%), lo que evidencia la poca presencia de
las instituciones bancarias en las zonas más pobres y menos
desarrolladas del país. Los bancos han orientado sus operaciones a los
mercados más relevantes y lucrativos bajo el argumento de
minimización del riesgo crediticio.
En lo que a la participación de la banca extranjera se refiere, se encuentra
que ésta maneja la tercera parte de la actividad bancaria, y su ingreso en
forma general no ha traído consigo un claro mejoramiento de la
productividad y eficiencia del sistema bancario, principalmente si ello
se evalúa en términos de del margen de intermediación financiera, aun
y cuando el banco con los mejores indicadores es un banco extranjero.
Sin embargo, el ingreso de la banca extranjera sí ha contribuido
positivamente al fortalecimiento del sistema bancario tal y como lo
reflejan los índices de solvencia, en especial el Índice de Adecuación de
Capital. La internacionalización de la banca hondureña es limitada y
únicamente se registra la participación de Banco FICOHSA, con sus
nueve oficinas de FICOHSA Express en Estados Unidos, orientadas
principalmente a los productos y servicios asociados con el mercado de
remesas familiares.
De igual manera podemos concluir que a pesar de ser un país en vías de
desarrollo Honduras ha pasado por una crisis y deserción económica difícil, por lo
que es necesario equilibrar dicho sistema teniendo al estado como ente regulador
tanto de la banca privada como de la pública y loes ingresos tanto internos como
externos del país para así poder regular la deuda externa y las repercusiones que
esta tiene en el capital hondureño.
Por lo cual Honduras ha venido teniendo una mejora significativa en materia
económica generando un mejor control y transparencia de los datos que se obtiene
de las diferentes entidades reguladoras mediante la creación de entes reguladores
y nuevas leyes o reformas que permiten la adecuada gestión de los fondos externos
que son dirigidos generando información más veraz y concluyente para crear planes
de mejora de desarrollo económico.
Es importante que los participantes del mercado interno y externo de
bonos no perciban riesgos de solvencia de la Administración Central,
debido a prácticas que puedan ser superadascomo ser:
· Mejorar la profundidad, liquidez y confianza en el mercado interno de títulos
públicos. Evitando prácticas que distorsionan el mercado,
· Alargamiento de los plazos en los bonos de deuda interna. Considerando el riesgo
de refinanciamiento que aun esta inherente a los vencimientos de títulos públicos
interna, es necesario continuar con la colocación de instrumentos de plazo
extendidos.
. · Continuar con una exposición reducida al riesgo de tasa de interés, sin embargo,
cabe señalar que la contratación de endeudamiento a tasa fija no necesariamente se
traduce en una reducción en los costos del servicio de la deuda, por lo que es
necesario consideraciones de costo y riesgo.
· Denominación del financiamiento. Los recursos externos preferentemente
deberían ser contratados en dólares americanos, toda vez que ésta es la divisa
predominante en la composición de las reservas internacionales y en los flujos
provenientes del comercio exterior y las remesas. Por su parte, se debería evitar el
endeudamiento interno en dólares, en línea con el propósito de reducir la
dolarización financiera interna.
· Mantener políticas de apoyo al desarrollo del mercado interno primario y
secundario. El desarrollo del mercado interno requiere prácticas transparentes y
competitivas, así como mejoras en la liquidez de los instrumentos.