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El documento contrasta el trabajo informal y formal. El trabajo informal se da al margen de la ley y deja desprotegido al trabajador, mientras que el trabajo formal tiene protección legal y acceso a beneficios de seguridad social como jubilación y cobertura de salud. El empleo informal representa entre el 50-75% del empleo en países en desarrollo.
El documento contrasta el trabajo informal y formal. El trabajo informal se da al margen de la ley y deja desprotegido al trabajador, mientras que el trabajo formal tiene protección legal y acceso a beneficios de seguridad social como jubilación y cobertura de salud. El empleo informal representa entre el 50-75% del empleo en países en desarrollo.
El documento contrasta el trabajo informal y formal. El trabajo informal se da al margen de la ley y deja desprotegido al trabajador, mientras que el trabajo formal tiene protección legal y acceso a beneficios de seguridad social como jubilación y cobertura de salud. El empleo informal representa entre el 50-75% del empleo en países en desarrollo.
Como empleo informal se denomina la actividad laboral de
quienes trabajan y perciben ingresos al margen del control tributario del Estado y de las disposiciones legales en materia laboral. En este sentido, el empleo informal se refiere a la actividad laboral de los trabajadores independientes, los vendedores ambulantes, las trabajadoras de servicio doméstico, los limpiavidrios, entre otros.
Este tipo de empleos, por lo general, son mal remunerados y
ofrecen condiciones laborales deficientes. Además, debido a que no cuentan con la debida protección legal para las relaciones laborales, son empleos sin protección social, que no brindan estabilidad económica para los trabajadores. De allí que en un empleo informal situaciones como el impago del salario, los despidos sin compensaciones ni periodos de aviso, la exigencia de trabajar horas extra o turnos extraordinarios, así como el incumplimiento de los beneficios sociales, como pensiones, reposos por enfermedad o seguro de salud, sean situaciones ante las cuales los trabajadores se encuentran vulnerables y desprotegidos.
Asimismo, los empleos informales pueden formar parte
TRABAJO INFORMAL de actividades económicas delictivas, como la piratería, la prostitución, la facturación falsa, el blanqueo de capitales, el tráfico de drogas y de armas, entre otras. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el empleo informal representa entre 50% y 75% del empleo en sectores no agrícolas en los países en desarrollo. No obstante, el empleo informal no solo causa grandes pérdidas a la economía de un país en materia tributaria, sino que también perjudica a todos aquellas personas que se ven obligadas a aceptar empleos informales, donde sus derechos laborales no son respetados.
Se denomina al trabajo cuyas condiciones no están regidas por la ley. Esta
particularidad deja en una situación de desprotección al trabajador.
El empleo informal también se conoce como empleo en negro o empleo
irregular. El trabajador, en este marco, no se encuentra registrado ante el Estado. Esto le permite al empleador ahorrar dinero ya que no paga las cargas correspondientes a la obra social y a la jubilación, por ejemplo. El empleado, por su parte, no abona los impuestos correspondientes a sus ingresos. El empleo formal no sólo goza de protección legal con un contrato registrado -lo que marca una diferencia sustantiva con el trabajo informal- sino que, tan importante como ello, hace acreedor al asalariado de las prestaciones de la seguridad social, como las jubilaciones, la cobertura de salud extensiva a la familia nuclear, las asignaciones familiares, el seguro de desempleo, la protección contra riesgos del trabajo, entre otras.
Estas prestaciones se financian con contribuciones patronales y
aportes personales sobre el salario bruto, dice un estudio preparado por la consultora SEL. En el segundo trimestre de 2011, para una remuneración bruta promedio del sector privado de algo más de $5.500, el costo no salarial (incluidos los aportes personales) fue de $2.000; esto es cerca del 30% del costo laboral total y algo más del 40% del salario neto. En este trimestre, además, el costo no salarial fue casi 10% más alto que el salario mínimo vital.
El costo laboral total incluye la remuneración bruta y las
contribuciones patronales. El salario neto es igual a la remuneración bruta menos los aportes personales. Disparidades Al reflejar las disparidades sectoriales en la remuneración bruta, TRABAJO FORMAL hay diferencias importantes en el costo no salarial, desde más de $ 5.000 en minas y canteras, a menos de $ 1.200 en hoteles y restaurantes. En 13 sectores, en su mayoría transables, el costo no salarial es más elevado que el promedio. Esto ayuda a explicar - ciertamente no a justificar- la alta incidencia de la informalidad en los establecimientos de muy pequeña escala y baja productividad. Crecimiento
Lo significativo -agrega el trabajo de SEL- es que en el último
quinquenio la proporción del costo no salarial ha crecido más de 4 puntos con relación al costo laboral total, y 7 puntos respecto del salario neto. En 2006, en efecto, representaba el 25% del costo laboral total y equivalía al 34% del salario neto. La contrapartida obvia es que el salario neto ha reducido su participación en el costo laboral: en 2006 era el 75% y ahora no llega a 71%.
Comparado con el salario mínimo vital -un valor de referencia- en
este período el costo no salarial promedio aumentó 20 puntos. En el primer semestre, alcanzó un valor equivalente a un salario mínimo.
Medida en términos reales, la brecha es sensiblemente mayor. En
este quinquenio, el salario neto deflactado por el IPC Provincias, acumuló un aumento del 19%. El costo laboral no salarial ajustado por los precios implícitos del PIB, por su parte, creció 78%. Lo llamativo es que de los 4 puntos de caída del salario neto en el costo laboral total, casi 3 puntos corresponden a los aportes personales de los asalariados.