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Energía

El término energía (del griego ἐνέργεια/energeia, actividad, operación; ἐνεργóς/energos=fuerza de acción o fuerza
trabajando) tiene diversas acepciones y definiciones, relacionadas con la idea de una capacidad para obrar,
transformar o poner en movimiento. En física, «energía» se define como la capacidad para realizar un trabajo. En
tecnología y economía, «energía» se refiere a un recurso natural (incluyendo a su tecnología asociada) para
extraerla, transformarla, y luego darle un uso industrial o económico.

Un rayo es una forma de transmisión de energía.


El concepto de energía en física
En la física, la ley universal de conservación de la energía, que es la base para el primer principio de la
termodinámica, indica que la energía ligada a un sistema aislado permanece en el tiempo. No obstante, la teoría de
la relatividad especial establece una equivalencia entre masa y energía por la cual todos los cuerpos, por el hecho
de estar formados de materia, contienen energía; además, pueden poseer energía adicional que se divide
conceptualmente en varios tipos según las propiedades del sistema que se consideren. Por ejemplo, la energía
cinética se cuantifica según el movimiento de la materia, la energía química según la composición química, la
energía potencial según propiedades como el estado de deformación o a la posición de la materia en relación con
las fuerzas que actúan sobre ella y la energía térmica según el estado termodinámico.
La energía no es un estado físico real, ni una "sustancia intangible" sino sólo una magnitud escalar que se le asigna
al estado del sistema físico, es decir, la energía es una herramienta o abstracción matemática de una propiedad de
los sistemas físicos. Por ejemplo, se puede decir que un sistema con energía cinética nula está en reposo.
Se utiliza como una abstracción de los sistemas físicos por la facilidad para trabajar con magnitudes escalares, en
comparación con las magnitudes vectoriales como la velocidad o la posición. Por ejemplo, en mecánica, se puede
describir completamente la dinámica de un sistema en función de las energías cinética, potencial, que componen la
energía mecánica, que en la mecánica newtoniana tiene la propiedad de conservarse, es decir, ser invariante en el
tiempo.
Matemáticamente, la conservación de la energía para un sistema es una consecuencia directa de que las
ecuaciones de evolución de ese sistema sean independientes del instante de tiempo considerado, de acuerdo con
el teorema de Noether.

Energía en diversos tipos de sistemas físicos La energía también es una magnitud física que se presenta bajo
diversas formas, está involucrada en todos los procesos de cambio de Estado físico, se transforma y se transmite,
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depende del sistema de referencia y fijado éste se conserva. Por lo tanto todo cuerpo es capaz de poseer energía,
esto gracias a su movimiento, a su composición química, a su posición, a su temperatura, a su masa y a algunas
otras propiedades. En las diversas disciplinas de la física y la ciencia, se dan varias definiciones de energía, por
supuesto todas coherentes y complementarias entre sí, todas ellas siempre relacionadas con el concepto de trabajo.

Física clásica
En la mecánica se encuentran:
Energía mecánica, que es la combinación o suma de los siguientes tipos:
o Energía cinética: relativa al movimiento.
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o Energía potencial: la asociada a la posición dentro de un campo de fuerzas conservativo. Por
ejemplo, está la Energía potencial gravitatoria y la Energía potencial elástica (o energía de
deformación, llamada así debido a las deformaciones elásticas). Una onda también es capaz de
transmitir energía al desplazarse por un medio elástico.
En electromagnetismo se tiene a la:
Energía electromagnética, que se compone de:
o Energía radiante: la energía que poseen las ondas electromagnéticas.
o Energía calórica: la cantidad de energía que la unidad de masa de materia puede desprender al
producirse una reacción química de oxidación.
o Energía potencial eléctrica (véase potencial eléctrico)
o Energía eléctrica: resultado de la existencia de una diferencia de potencial entre dos puntos.
En la termodinámica están:
Energía interna, que es la suma de la energía mecánica de las partículas constituyentes de un sistema.
Energía térmica, que es la energía liberada en forma de calor, obtenida de la naturaleza (energía
geotérmica) mediante la combustión.
Física relativista
En la relatividad están:
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Energía en reposo, que es la energía debida a la masa según la conocida fórmula de Einstein, E=mc , que
establece la equivalencia entre masa y energía.
Energía de desintegración, que es la diferencia de energía en reposo entre las partículas iniciales y finales
de una desintegración.
Al redefinir el concepto de masa, también se modifica el de energía cinética (véase relación de energía-momento).
Física cuántica
En física cuántica, la energía es una magnitud ligada al operador hamiltoniano. La energía total de un sistema no
aislado de hecho puede no estar definida: en un instante dado la medida de la energía puede arrojar diferentes
valores con probabilidades definidas. En cambio, para los sistemas aislados en los que el hamiltoniano no depende
explícitamente del tiempo, los estados estacionarios sí tienen una energía bien definida. Además de la energía
asociadas a la materia ordinaria o campos de materia, en física cuántica aparece la:
Energía del vacío: un tipo de energía existente en el espacio, incluso en ausencia de materia.
Química
En química aparecen algunas formas específicas no mencionadas anteriormente:
Energía de ionización, una forma de energía potencial, es la energía que hace falta para ionizar una
molécula o átomo.
Energía de enlace, es la energía potencial almacenada en los enlaces químicos de un compuesto.
Las reacciones químicas liberan o absorben esta clase de energía, en función de la entalpía y
energía calórica.
Si estas formas de energía son consecuencia de interacciones biológicas, la energía resultante es
bioquímica, pues necesita de las mismas leyes físicas que aplican a la química, pero los procesos por los
cuales se obtienen son biológicos, como norma general resultante del metabolismo celular (véase Ruta
metabólica).
Energía potencial

Es la energía que se le puede asociar a un cuerpo o sistema conservativo en virtud de su posición o de su


configuración. Si en una región del espacio existe un campo de fuerzas conservativo, la energía potencial del campo
en el punto (A) se define como el trabajo requerido para mover una masa desde un punto de referencia (nivel de
tierra) hasta el punto (A). Por definición el nivel de tierra tiene energía potencial nula. Algunos tipos de energía
potencial que aparecen en diversos contextos de la física son:

La energía potencial gravitatoria asociada a la posición de un cuerpo en el campo gravitatorio (en el


contexto de la mecánica clásica). La energía potencial gravitatoria de un cuerpo de masa m en un campo
gravitatorio constante viene dada por: donde h es la altura del centro de masas respecto al
cero convencional de energía potencial.
La energía potencial electrostática V de un sistema se relaciona con el campo eléctrico mediante la
relación:

siendo E el valor del campo eléctrico.

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La energía potencial elástica asociada al campo de tensiones de un cuerpo deformable.

La energía potencial puede definirse solamente cuando existe un campo de fuerzas que es conservativa, es decir,
que cumpla con alguna de las siguientes propiedades:

1. El trabajo realizado por la fuerza entre dos puntos es independiente del camino recorrido.
2. El trabajo realizado por la fuerza para cualquier camino cerrado es nulo.
3. Cuando el rotor de F es cero (sobre cualquier dominio simplemente conexo).

Se puede demostrar que todas las propiedades son equivalentes (es decir que cualquiera de ellas implica la otra).
En estas condiciones, la energía potencial en un punto arbitrario se define como la diferencia de energía que tiene
una partícula en el punto arbitrario y otro punto fijo llamado "potencial cero".

Energía cinética de una masa puntual

La energía cinética es un concepto fundamental de la física que aparece tanto en mecánica clásica, como mecánica
relativista y mecánica cuántica. La energía cinética es una magnitud escalar asociada al movimiento de cada una de
las partículas del sistema. Su expresión varía ligeramente de una teoría física a otra. Esta energía se suele designar
como K, T o Ec.

El límite clásico de la energía cinética de un cuerpo rígido que se desplaza a una velocidad v viene dada por la
expresión:

Una propiedad interesante es que esta magnitud es extensiva por lo que la energía de un sistema puede expresarse
como "suma" de las energía de partes disjuntas del sistema. Así por ejemplo puesto que los cuerpos están
formados de partículas, se puede conocer su energía sumando las energías individuales de cada partícula del
cuerpo.

Magnitudes relacionadas

La energía se define como la capacidad de realizar un trabajo. Energía y trabajo son equivalentes y, por tanto, se
expresan en las mismas unidades. El calor es una forma de energía, por lo que también hay una equivalencia entre
unidades de energía y de calor. La capacidad de realizar un trabajo en una determinada cantidad de tiempo es la
potencia.

Transformación de la energía

Para la optimización de recursos y la adaptación a nuestros usos, necesitamos transformar unas formas de energía
en otras. Todas ellas se pueden transformar en otra cumpliendo los siguientes principios termodinámicos:

“La energía no se crea ni se destruye; sólo se transforma”. De este modo, la cantidad de energía inicial es
igual a la final.

“La energía se degrada continuamente hacia una forma de energía de menor calidad (energía térmica)”.
Dicho de otro modo, ninguna transformación se realiza con un 100% de rendimiento, ya que siempre se
producen unas pérdidas de energía térmica no recuperable. El rendimiento de un sistema energético es la
relación entre la energía obtenida y la que suministramos al sistema.

Unidades de medida de energía

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La unidad de energía definida por el Sistema Internacional de Unidades es el julio, que se define como el trabajo
realizado por una fuerza de un newton en un desplazamiento de un metro en la dirección de la fuerza, es decir,
equivale a multiplicar un Newton por un metro. Existen muchas otras unidades de energía, algunas de ellas en
desuso.

Nombre Abreviatura Equivalencia en julios

Caloría cal 4,1855

Frigoría Fg 4.185,5

Termia Th 4.185.500

Kilovatio hora kWh 3.600.000

Caloría grande Cal 4.185,5

Tonelada equivalente de petróleo Tep 41.840.000.000

Tonelada equivalente de carbón Tec 29.300.000.000

Tonelada de refrigeración TR 3,517/h

Electronvoltio eV 1.602176462 × 10-19

British Thermal Unit BTU o BTu 1.055,05585

Caballo de vapor por hora2 CVh 3,777154675 × 10-7

Ergio erg 1 × 10-7

Pie por libra (Foot pound) ft × lb 1,35581795

Foot-poundal3 ft × pdl 4,214011001 × 10-11

La energía como recurso natural

En tecnología y economía, una fuente de energía es un recurso natural, así como la tecnología asociada para
explotarla y hacer un uso industrial y económico del mismo. La energía en sí misma nunca es un bien para el
consumo final sino un bien intermedio para satisfacer otras necesidades en la producción de bienes y servicios. Al
ser un bien escaso, la energía es fuente de conflictos para el control de los recursos energéticos.

Es común clasificar las fuentes de energía según incluyan el uso irreversible o no ciertas materias primas, como
combustibles o minerales radioactivos. Según este criterio se habla de dos grandes grupos de fuentes de energía
explotables tecnológicamente:

FOTOSÍNTESIS
La fotosíntesis (del griego antiguo υώτο [foto], "luz", y σύνθεσις [síntesis], "unión") es la conversión de energía
luminosa en energía química estable, siendo el adenosín trifosfato (ATP) la primera molécula en la que queda
almacenada esa energía química. Con posterioridad, el ATP se usa para sintetizar moléculas orgánicas de mayor
estabilidad. Además, se debe de tener en cuenta que la vida en nuestro planeta se mantiene fundamentalmente
gracias a la fotosíntesis que realizan las algas, en el medio acuático, y las plantas, en el medio terrestre, que tienen
la capacidad de sintetizar materia orgánica (imprescindible para la constitución de los seres vivos) partiendo de la
luz y la materia inorgánica. De hecho, cada año los organismos fotosintetizadores fijan en forma de materia orgánica
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en torno a 100.000 millones de toneladas de carbono.

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Los orgánulos citoplasmáticos encargados de la realización de la fotosíntesis son los cloroplastos, unas estructuras
polimorfas y de color verde (esta coloración es debida a la presencia del pigmento clorofila) propias de las células
vegetales. En el interior de estos orgánulos se halla una cámara que contiene un medio interno llamado estroma,
que alberga diversos componentes, entre los que cabe destacar enzimas encargadas de la transformación del
dióxido de carbono en materia orgánica y unos sáculos aplastados denominados tilacoides o lamelas, cuya
membrana contiene pigmentos fotosintéticos. En términos medios, una célula foliar tiene entre cincuenta y sesenta
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cloroplastos en su interior.

Los organismos que tienen la capacidad de llevar a cabo la fotosíntesis son llamados fotoautótrofos (otra
nomenclatura posible es la de autótrofos, pero se debe tener en cuenta que bajo esta denominación también se
engloban aquellas bacterias que realizan la quimiosíntesis) y fijan el CO2 atmosférico. En la actualidad se
diferencian dos tipos de procesos fotosintéticos, que son la fotosíntesis oxigénica y la fotosíntesis anoxigénica. La
primera de las modalidades es la propia de las plantas superiores, las algas y las cianobacterias, donde el dador de
electrones es el agua y, como consecuencia, se desprende oxígeno. Mientras que la segunda, también conocida
con el nombre de fotosíntesis bacteriana, la realizan las bacterias purpúreas y verdes del azufre, en las que en
dador de electrones es el sulfuro de hidrógeno, y consecuentemente, el elemento químico liberado no será oxígeno
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sino azufre, que puede ser acumulado en el interior de la bacteria, o en su defecto, expulsado al agua.

El cloroplasto

De todas las células eucariotas, únicamente las fotosintéticas presentan cloroplastos, unos orgánulos que
usan la energía solar para impulsar la formación de ATP y NADH, compuestos utilizados con posterioridad
para el ensamblaje de azúcares y otros compuestos orgánicos. Al igual que las mitocondrias, cuentan con
su propio ADN y posiblemente se hayan originado como bacterias simbióticas intracelulares.

Desarrollo

Esquema ilustrativo de las clases de plastos.

En las células meristemáticas se encuentran proplastos, que no tienen ni membrana interna, ni clorofila, ni ciertos
enzimas requeridos para llevar a cabo la fotosíntesis. En angiospermas y gimnospermas el desarrollo de los
cloroplastos es desencadenado por la luz, puesto que bajo iluminación se generan los enzimas en el interior del
proplasto o se extraen del citosol, aparecen los pigmentos encargados de la absorción lumínica y se producen con
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gran rapidez las membranas, dando lugar a los grana y las lamelas del estroma.

A pesar de que las semillas suelen germinar en el suelo sin luz, los cloroplastos son una clase de orgánulos que
exclusivamente se desarrollan cuando el vástago queda expuesto a la luz. Si la semilla germina en ausencia de luz,
los proplastos se diferencian en etioplastos, que albergan una agrupación tubular semicristalina de membrana

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llamada cuerpo prolamelar. En vez de clorofila, estos etioplastos tienen un pigmento de color verde-amarillento que
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constituye el precursor de la misma: es la denominada protoclorofila.

Después de estar por un pequeño intervalo de tiempo expuestos a la luz, los etioplastos se diferencian
transformándose los cuerpos prolamelares en tilacoides y lamelas del estroma, y la protoclorofila, en clorofila. El
mantenimiento de la estructura de los cloroplastos está directamente vinculada a la luz, de modo que si en algún
momento éstos pasan a estar en penumbra continuada puede desencadenarse que los cloroplastos vuelvan a
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convertirse en etioplastos.

Además, los cloroplastos pueden convertirse en cromoplastos, como sucede en las hojas durante el otoño o a lo
largo del proceso de maduración de los frutos (proceso reversible en determinadas ocasiones). Asimismo, los
amiloplastos (contenedores de almidón) pueden transformarse en cloroplastos, hecho que explica el fenómeno por
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el cual las raíces adquieren tonos verdosos al estar en contacto con la luz solar.

Estructura y abundancia

Células vegetales, en cuyo interior se vislumbran los cloroplastos.

Se distinguen por ser unas estructuras polimorfas de color verde, siendo la coloración que presentan consecuencia
directa de la presencia del pigmento clorofila en su interior. Además, presentan una envoltura formada por una
doble membrana que carece de clorofila y colesterol: una membrana plastidial externa y una membrana plastidial
interna.

En las plantas superiores, la forma que con mayor frecuencia presentan los cloroplastos es la de disco lenticular,
aunque también existen algunos de aspecto ovoidal o esférico. Con respecto a su número, se puede decir que en
torno a cuarenta y cincuenta cloroplastos coexisten, de media, en una célula de una hoja; y existen unos 500.000
cloroplastos por milímetro cuadrado de superficie foliar. No sucede lo mismo entre las algas, pues los cloroplastos
de éstas no se encuentran tan determinados ni en número ni en forma. Por ejemplo, en el alga Spirogyra
únicamente existen dos cloroplastos con forma de cinta en espiral, y en el alga Chlamydomonas, sólo hay uno de
grandes dimensiones.

En el interior y delimitado por una membrana plastidial interna, se ubica una cámara que alberga un medio interno
con un elevado número de componentes (ADN plastidial, circular y de doble hélice, plastorribosomas, enzimas e
inclusiones de granos de almidón y las inclusiones lipídicas); es lo que se conoce por el nombre de estroma.
Inmerso en el se encuentran una gran cantidad de sáculos denominados tilacoides, que contienen pigmentos
fotosintéticos en su membrana tilacoidal (cuya cavidad interior se llama lumen o espacio tilacoidal). Los tilacoides
pueden encontrarse repartidos por todo el estroma (tilacoides del estroma), o bien, pueden ser pequeños, tener
forma discoidal y encontrarse apilados originando unos montones, denominados grana (tilacoides de grana). Es en
la membrana de los grana donde se ubican los sistemas enzimáticos encargados de captar la energía luminosa,
llevar a cabo el transporte de electrones y sintetizar ATP.

Función

La más importante función realizada por los cloroplastos es la fotosíntesis, proceso en la que la materia inorgánica
es transformada en materia orgánica (fase oscura) empleando la energía bioquímica (ATP) obtenida por medio de la
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energía solar, a través de los pigmentos fotosintéticos y la cadena transportadora de electrones de los tilacoides
(fase luminosa). Otras vías metabólicas de vital importancia que se realizan en el estroma, son la biosíntesis de
proteínas y la replicación del ADN.

Fase luminosa o fotoquímica

La energía luminosa que absorbe la clorofila se transmite a los electrones externos de la molécula, los cuales
escapan de la misma y producen una especie de corriente eléctrica en el interior del cloroplasto al incorporarse a la
cadena de transporte de electrones. Esta energía puede ser empleada en la síntesis de ATP mediante la
fotofosforilación, y en la síntesis de NADPH. Ambos compuestos son necesarios para la siguiente fase o Ciclo de
Calvin, donde se sintetizarán los primeros azúcares que servirán para la producción de sacarosa y almidón. Los
electrones que ceden las clorofilas son repuestos mediante la oxidación del H2O, proceso en el cual se genera el O 2
que las plantas liberan a la atmósfera.

Fase luminosa cíclica

En la fase luminosa o fotoquímica cíclica interviene de forma exclusiva el fotosistema I, generándose un flujo o ciclo
de electrones que en cada vuelta da lugar a síntesis de ATP. Al no intervenir el fotosistema II, no hay fotólisis del
+
agua y, por ende, no se produce la reducción del NADP ni se desprende oxígeno. Únicamente se obtiene ATP.

El objetivo que tiene la fase cíclica tratada es el de subsanar el déficit de ATP obtenido en la fase acíclica para
poder afrontar la fase oscura posterior.

Cuando se ilumina con luz de longitud de onda superior a 680 nm (lo que se llama rojo lejano) sólo se produce el
proceso cíclico. Al incidir los fotones sobre el fotosistema I, la clorofila P700 libera los electrones que llegan a la
ferredoxina, la cual los cede a un citocromo bf y éste a la plastoquinona (PQ), que capta dos protones y pasa a
(PQH2). La plastoquinona reducida cede los dos electrones al citocromo bf, seguidamente a la plastocianina y de
vuelta al fotosistema I. Este flujo de electrones produce una diferencia de potencial en el tilacoide que hace que
entren protones al interior. Posteriormente saldrán al estroma por la ATP-sintetasa fosforilando ADP en ATP. De
forma que únicamente se producirá ATP en esta fase.

Sirve para compensar el hecho de que en la fotofosforilación acíclica no se genera suficiente ATP para la fase
oscura.

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ESTRUCTURA ATÓMICA
1. MODELO CIENTÍFICO.-

Supongamos que nos dan una caja cerrada que no nos está permitido abrir y que contiene algo en su interior. Como
no la podemos abrir, tendremos que recurrir a hacer una serie de pruebas o ensayos para averiguar lo que contiene:
agitarla, pesarla, ... Con los datos obtenidos podremos forjar una idea, una imagen mental, sobre el contenido de la
caja. Por otra parte, la idea o modelo que imaginamos nos permitirá formular predicciones: si, por ejemplo,
concluimos que se trata de un líquido, podremos predecir que al hacerle un agujero, tal líquido se derramará.

Una idea o teoría sobre la naturaleza de un fenómeno para explicar hechos experimentales constituye lo que en
ciencias se denomina modelo científico.

Un ejemplo de modelo científico es el modelo atómico. Nadie ha visto nunca un átomo. Es más, la propia ciencia
predice que nunca se podrá ver. Sin embargo, observando una serie de fenómenos en el comportamiento de la
materia es posible desarrollar una serie de ideas de como será la estructura de la materia.

2. EVOLUCIÓN DE LOS MODELOS ATÓMICOS.-

Demócrito, filosofo griego, fueron probablemente los primeros en creer que la materia estaba constituida por
partículas que denominaron átomos, palabra que significa "sin división", ya que consideraban el átomo como
único e indivisible. Se basaba, no en pruebas experimentales, sino en un razonamiento que puede sintetizarse así:
un trozo de metal puede cortarse en 2 pedazos y cada uno de éstos en dos pedazos más...; estos pueden dividirse
sucesivamente hasta llegar a un momento en que se obtenga una partícula que ya no sea posible dividirla: el
átomo. Pensaba que los átomos tendrían formas y tamaños distintos: esféricos ,cilíndricos, irregulares...

Empédocles, otro filósofo griego, no creía en tal teoría y postulaba la idea de que la materia estaba constituida por 4
elementos que se combinaban entre sí. Según él, la vida sólo era posible donde había humedad: una flor sin agua
se muere; luego el primer elemento era el agua. Pero el agua no es sólida, se escapa de las manos. Una montaña
no puede estar formada de agua y necesita, por tanto, otro elemento que le dé consistencia, solidez. La tierra fue el
segundo elemento de que habló Empédocles, pues, a su juicio, daba consistencia al agua. Sin embargo, el barro
que resultaba de esta mezcla era muy blando. Creyó entonces que quien le daba dureza era un tercer elemento, el
aire, pues seca o evapora el agua que contienen las cosas. Por último, Empédocles consideró el fuego como 4º
elemento.

Modelo atómico de Rutherford

Posteriormente otro físico inglés, Ernest Rutherford, realizó una serie de experimentos. Hizo incidir sobre una
lámina finísima de oro un delgado haz de partículas cargadas positivamente de masa mucho mayor que el electrón
y dotadas de energía cinética alta. En el choque observó distintos comportamientos:

la mayoría atravesaban la lámina sin desviarse


algunas se desviaban
muy pocas retrocedían

Esta experiencia implicaba:

que los átomos estaban casi vacíos, pues la mayoría de las partículas las atravesaban

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que hay una zona cargada positivamente, ya que algunas partículas retrocedían o se desviaban. Esta zona
debe estar muy concentrada ya que es mayor el número de desviaciones que de choques.

Esto le condujo a proponer en 1911 un nuevo modelo atómico en el que se afirmaba que los átomos estaban
constituidos por 2 zonas bien diferenciadas:

Una de carga positiva con el 99,9% de la masa muy concentrada y por


tanto de gran densidad a la que llamó núcleo.
Otra rodeando al núcleo a la que llamó corteza donde estaban los
electrones con carga negativa girando alrededor del núcleo.

Sin embargo, el modelo de Rutherford presentaba fallos:

Según la teoría clásica de electromagnetismo, una partícula eléctrica


acelerada emite energía. Y el electrón girando el torno al núcleo está sometido a
una aceleración centrípeta por lo que irradiaría energía, perdería velocidad y, por
fin, caería al núcleo desestabilizando el átomo. Pero como el átomo de hecho es estable, las cosas no pueden
ocurrir según el modelo de Rutherford.
No explicaba los espectros

Radioactividad

Radioactividad es la propiedad que presentan los núcleos atómicos de ciertos isótopos de modificar
espontáneamente su constitución, emitiendo simultáneamente una radiación característica.

La radioactividad puede ser:

Radioactividad natural: Es la que manifiestan los isótopos que se encuentran en la naturaleza.


Radiactividad artificial o inducida: Es la que ha sido provocada por transformaciones nucleares artificiales.

Radiactividad natural

En 1896 Becquerel descubrió que ciertas sales de uranio emitían radiaciones espontáneamente, al observar que
velaban las placas fotográficas envueltas en papel negro.

Hizo ensayos con el mineral en caliente, en frío, pulverizado, disuelto en ácidos y la intensidad de la misteriosa
radiación era siempre la misma. Por tanto, esta nueva propiedad de la materia, que recibió el nombre de
radiactividad, no dependía de la forma física o química en la que se encontraban los átomos del cuerpo radiactivo,
sino que era una propiedad que radicaba en el interior mismo del átomo.

El estudio del nuevo fenómeno y su desarrollo posterior se debe casi


exclusivamente a los esposos Curie, quienes encontraron otras sustancias
radiactivas como el torio, polonio y radio. La intensidad de la radiación emitida
era proporcional a la cantidad de uranio presente, por lo que dedujo Marie
Curie que la radiactividad era una propiedad atómica

El fenómeno de la radiactividad se origina exclusivamente en el núcleo de los


átomos radiactivos. Y la causa que lo origina se cree que es debida a la
interacción neutrón-protón del mismo.

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Al estudiar la radiación emitida por el radio se comprobó que era compleja, pues al aplicarle un campo magnético
parte de ella se desviaba de su trayectoria y otra parte no.

Se comprobó que dicha radiación consta de 3 partes:

Radiación a : Identificada con núcleos de Helio ( ), constituidos por dos protones y dos neutrones. Por
tanto, poseen dos cargas positivas y son desviadas por campos eléctricos y magnéticos. Es poco penetrante
aunque muy ionizante.
Radiación b : Son electrones resultantes de la desintegración de los neutrones del núcleo:

Neutrón=protón + electrón + neutrino

Debido a su carga es desviada por campos eléctricos y magnéticos. Es más penetrante, aunque su poder de
ionización no es tan elevado como el de la radiación a .

Radiación g : No es corpuscular como las 2 anteriores, sino de naturaleza electromagnética. Al no tener carga,
los campos eléctricos y magnéticos no la afectan. Es la más penetrante, y muy peligrosa.

Las leyes de desintegración radiactiva, descritas por Soddy y Fajans, son:

Cuando un átomo radiactivo emite una partícula a , la masa del átomo resultante disminuye en 4 unidades y el
número atómico en 2.
Cuando un átomo radiactivo emite una partícula b , la masa del átomo resultante no varía y su número atómico
aumenta en una unidad.
Cuando un núcleo exitado emite una radiación g no varía ni su masa ni su número atómico, solo pierde una
cantidad de energía hv.

Las dos primeras leyes nos indican que cuando un átomo emite una radiación a o b se transforma en otro átomo de
un elemento diferente. Este nuevo elemento puede ser radiactivo, transformándose en otro, y así sucesivamente,
dando lugar a las llamadas series radiactivas.

Radiactividad artificial.

Se produce la radiactividad inducida cuando se bombardean ciertos núcleos estables con partículas apropiadas.

Si la energía de estas partículas tiene un valor adecuado penetran dentro del núcleo bombardeado y forman un
nuevo núcleo que, en caso de ser inestable, se desintegra después radiactivamente.

Fue descubierta por los esposos Curie, bombardeando núcleos de boro y aluminio con partículas a . Observaron
que las sustancias bombardeadas emitían radiaciones después de retirar el cuerpo radiactivo emisor de las
partículas a de bombardeo.

El estudio de la radiactividad permitió un mayor conocimiento de la estructura del núcleo atómico y de las partículas
subatómicas. Se abre la posibilidad de convertir unos elementos en otros. Incluso el sueño de los alquimistas de
transformar otros elementos en oro se hace realidad, aunque no resulte rentable.

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ESPECTROS ÓPTICOS.-

Cuando se hace pasar la radiación emitida por


un cuerpo caliente a través de un prisma óptico,
se descompone en distintas radiaciones
electromagnéticas dependiendo de su distinta
longitud de onda (los distintos colores de la luz
visible, radiaciones infrarrojas y ultravioleta)
dando lugar a un espectro óptico. Todas las
radiaciones obtenidas impresionan las películas
fotográficas y así pueden ser registradas.

Cada cuerpo caliente da origen a un espectro diferente ya que esta depende de la propia naturaleza del foco.

Los espectros pueden ser de emisión y absorción. A su vez ambos se clasifican en continuos y discontinuos:

ESPECTROS DE ABSORCIÓN: Son los espectros resultantes de intercalar una determinada sustancia entre
una fuente de luz y un prisma

- Los espectros de absorción continuos se obtienen al intercalar el sólido entre el foco de radiación y el prisma.
Así, por ejemplo, si intercalamos un vidrio de color azul quedan absorbidas todas las radiaciones menos el azul.

- Los espectros de absorción discontinuos se producen al intercalar vapor o gas entre la fuente de radiación y el
prisma. Se observan bandas o rayas situadas a la misma longitud de onda que los espectros de emisión de esos
vapores o gases.

Espectro de absorción de vapores de Li

Se cumple así la llamada ley de Kirchhoff, que dice:

Todo cuerpo absorbe las mismas radiaciones que es capaz de emitir.

Corrección de Somerfield.-

Al perfeccionarse los espectroscopios (aparatos que muestran los


espectros) se observó que las líneas del espectro del hidrógeno eran en
realidad varias líneas muy juntas. Y lo que Bohr Creyó que eran estados
únicos de energía eran varios estados muy próximos entre sí.

Sommerfield lo interpretó diciendo que las órbitas podían ser elípticas. Para
ello introdujo un nuevo número cuántico l, también llamado número
azimutal, que puede valer:

l=0,1,...,(n-1)

Este número nombra a cada uno de los niveles de energía posibles para

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cada valor de n. Con Sommerfield, para determinar la posición del electrón en el átomo de hidrógeno hay que dar 2
números cuánticos l y m.

Efecto Zeeman.-

Cuando se obtiene el espectro del átomo de hidrógeno mientras el gas está dentro de un campo magnético se
observa un desdoblamiento de las líneas que analizó Sommerfield. Cada una de estas líneas se desdoblaba en
varias. Este fenómeno desaparecía al desaparecer el campo magnético por lo que no se debe a que existan nuevos
estados distintos de energía del electrón, sino que está provocado por la interacción del campo magnético externo y
el campo magnético que crea el electrón al girar en su órbita.

Este problema se solucionó pensando que para algunas de las órbitas de Sommerfield existen varias orientaciones
posibles en el espacio que interaccionan de forma distinta con el campo magnético externo. Para ello se creo un
nuevo número cuántico magnético, que vale para cada valor de l:

m=-l,...,-1,0,1,...,+l

Para determinar pues la posición del electrón en el átomo de hidrógeno hay que dar 3 números cuánticos: n, l, m.

PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE

Principio enunciado en 1927 por el alemán Werner Heisenberg según el cual no puede ser conocida con
exactitud y simultáneamente la posición y la cantidad de movimiento de un electrón..

Este principio tiene su origen en la mecánica cuántica según la cual el mismo hecho de medir la velocidad o la
posición de un electrón implica una imprecisión en la medida

Por ejemplo, en el caso de que pudiéramos "ver" un electrón u otra partícula subatómica, para poder medir la
velocidad habría que iluminarlo. Pues bien, el fotón que ilumina a ese electrón modifica la cantidad de movimiento
del mismo. Por tanto, modificaría su velocidad original que es lo que queríamos medir.

DUALIDAD ONDA-CORPÚSCULO

Al igual que el átomo, la luz ha sido motivo de estudio del hombre desde hace mucho tiempo, debido a su afán de
comprender mejor las cosas que le rodean.

Ya 500 años antes de Jesucristo, Pitágoras afirmaba que la luz está formada por partículas que fluyen en línea recta
y a gran velocidad del propio cuerpo luminoso que captan nuestros ojos.

Más tarde, Aristóteles sostuvo que la luz se propaga desde el cuerpo hasta el ojo, análogamente a como el sonido
parte del cuerpo y llega al oído por vibraciones del aire.

Newton (1642-1727), se opuso tenazmente a esta teoría ondulatoria y fue partidario de la teoría corpuscular, cuya
idea coincidía con la de Pitágoras. Esta teoría explica bien la reflexión (la luz se refleja en un espejo de modo
análogo como una bola de billar rebota en la banda de la mesa). La refracción de la luz, aunque con más
dificultades es también explicada, pero otros fenómenos como la polarización y la difracción no encuentran
respuestas.

Se permaneció así, con un doble carácter corpuscular y ondulatorio, que prevalecía uno sobre otro según qué
fenómeno se tratase, hasta que en 1923 Luis de Broigle acabó con las discrepancias y estableció la dualidad onda-
corpúsculo. Según Broigle, el fotón puede ser considerado como un corpúsculo que parte del cuerpo luminoso y que
en su rápido movimiento origina una onda electromagnética (cuya longitud de onda dedujo: l =h/mv), convertiendose

12
así en un corpúsculo-onda, del mismo modo que al avanzar rápido un proyectil origina un movimiento periódico que
nosotros percibimos como sonido. Del mismo modo que electrón transporta su campo eléctrico, cada cuanto de
radiación transporta consigo un fenómeno periódico que se extiende por el espacio circundante. Por consiguiente, la
aparente contradicción sobre la doble naturaleza de la luz cesa desde el momento en que la energía radiante
constituida a la vez por ondas y corpúsculos, indisolublemente asociados. Porque entonces se concibe sin
dificultad que el carácter ondulatorio se manifiesta más especialmente en ciertos fenómenos, mientras que en otros
prevalece el carácter corpuscular.

Modelo mecanocuántico del átomo.-

Una de las consecuencias deducidas del Principio de Indeterminación de Heisenberg es que la interacción entre los
aparatos de medida y los objetos de la medición hace imposible determinar simultáneamente y con precisión la
posición y la velocidad del electrón. De aquí se sigue la imposibilidad de hablar de trayectorias: una trayectoria
significa el conocimiento de la posición de una partícula en cada instante, y de la velocidad correspondiente a cada
posición. Con este punto de vista, los modelos de Bohr y Sommerfield, muy intuitivos, han de parecer forzosamente
limitados. En 1924 el francés Luis de Broigle amplía al electrón (y a otras partículas) la noción de dualidad onda-
corpúsculo, según la cual el electrón lleva asociada una onda electromagnética de longitud l =h/mv. La hipótesis
ondulatoria de la materia y el principio de indeterminación, alteraron los conceptos de posición, velocidad y orbital
electrónico. Nació así un nuevo dominio de la física, la mecánica cuántica, que explica coherentemente los
fenómenos del microcosmos.

En 1926 el austríaco Schrödiger basándose en la hipótesis de De Broigle y la idea de órbitas permitidas de Bohr,
supone que esas órbitas debían de contener un número entero de longitudes de onda lo que daría origen a una
onda estacionaria. Considerar una onda asociada al electrón explicaría la razón de ser de los orbitales posibles que
Bohr estableció como postulado, cuya circunferencia sería un múltiplo de la longitud de onda de los electrones.

El estado de un electrón de obtendría mediante la ecuación que Shröringer postula en 1926. Teniendo en cuenta el
principio de incertidumbre dichas ecuaciones no se pueden resolver, pero se obtienen la llamada función de onda (Y
), aproximación de carácter estadístico que nos permite deducir para cada nivel de energía la probabilidad de que
los electrones estén en una u otra situación. Las órbitas electrónicas quedan sustituidas por zonas del espacio en la
que existe el 99% de encontrar al electrón, a la que llamamos orbitales.

3. ESTRUCTURA DEL ÁTOMO.-

a) Núcleo atómico.

Tiene un tamaño diminuto respecto al volumen del átomo.

P. ej., para el átomo de Al :

Con Rutherford sólo se sabía que tiene carga eléctrica positiva. Hoy en día se sabe que, con el excepción que el
átomo de hidrógeno (que sólo tiene un protón), los núcleos atómicos contienen una mezcla de protones y
neutrones, colectivamente llamados como nucleones. El protón tiene la misma carga que el electrón pero positiva.
El electrón es de tamaño similar, pero eléctricamente neutro. Ambos tienen una masa de 1 UMA. Los protones y los
neutrones en el núcleo atómico se mantienen unidos por la acción de la fuerza nuclear fuerte, que supera a la
fuerza de repulsión electromagnética mucho más débil que actúa entre los protones de carga positiva.

13
La corteza del átomo está formada por unas partículas llamadas electrones y de masa 1/1836 UMA, por lo que al
ser tan pequeña se desprecia. Como el átomo es neutro debe haber el mismo número de electrones que de
protones.

Al número de protones se le llama Z o número atómico, y se corresponde con el número de orden en el sistema
periódico.

Como el átomo es eléctricamente neutro debe haber el mismo número de protones que de electrones.

Al número de neutrones se llama N

La masa atómica (A) de un átomo será la suma de los protones y de los neutrones (ya que la del electrón por ser
muy pequeña se desprecia).

A=N+Z

Los átomos se representan así: (puede que nos encontremos el número atómico y la masa cambiada, pero
siempre sabremos cual es uno y cual es otro porque la masa atómica siempre será mayor que el número atómico).
Ej.:

Para un mismo elemento químico, el número de protones que tienen sus átomos en sus núcleos es el mismo, pero
no el de neutrones, el cual puede variar. Se llaman Isótopos de un elemento químico a los átomos deun mismo
elemento químico que tienen el mismo número atómico pero distinto número de electrones. Ej.:

Isótopos del Hidrógeno: (protón), (deuterio), (titrio)

Esto es opuesto a lo que afirmaba Dalton, ya que creía que lo característico de los átomos de un mismo elemento
químico era su masa atómica . Pero no, lo característico es su número atómico, es decir, todos los átomos de un
mismo elemento químico siempre tienen igual número de protones en sus núcleos, pero pueden tener distinto
número de neutrones, y por tanto diferentes masas atómicas.

Los isótopos son los responsables de que la masa de los elementos químicos en el sistema periódico no sea un
número entero, ya que la masa que presentan las tablas periódicas es una masa resultante de promediar las masas
de los diferentes isótopos existentes de un mismo elemento.

Los átomos son neutros, pues el número de cargas positivas es igual al número de cargas, es decir, el número de
electrones es igual al número de protones.

Puede ocurrir que el átomo pierda o gane electrones (nunca que pierda o gane protones pues esto acarrearía la
transformación de ese átomo en otro átomo de un elemento químico diferente), adquiriendo carga eléctrica neta y
dando lugar a un ión:

Si pierde electrones, adquiere carga eléctrica positiva y el ión se llama catión.


Si gana electrones, adquiere carga eléctrica negativa y el ión se llama anión.

b) Corteza atómica.-

NÚMEROS CUÁNTICOS

14
La situación de los electrones, su nivel de energía y otras características se expresan mediante los números
cuánticos. Estos números cuánticos, que se fueron introducinedo como postulados a partir de las modificaciones
introducidas en el modelo de Böhr para explicar los fenómenos experimentales, se pueden deducir teóricamente al
resolver la ecuación de onda Shrödinger.

Cada electrón dentro de un átomo viene identificado por 4 números cuánticos:

Número cuántico principal. Se reperesenta por la letra n.

Nos da idea del nivel de energía y el volumen real del orbital. Puede tomar los valores:

n=1, 2, 3, 4, ...

(K, L, M, N,...)

Número cuántico secundario o azimutal. Se representa por la letra l.

Determina la forma del orbital. Puede tomar los valores:

Aspectos espaciales de los orbitales atómicos.-

Los orbitales s (l=0) son esféricos. Su volumen depende del valor de n.

Los orbitales p son 3, tienen


forma de 2 lóbulos unidos por los
extremos y orientados en la
dirección de los 3 ejes del espacio.

Los orbitales d son 5, cuya disposición y orientación


dependen de los valores de m.

CONFIG
URACIÓN ELECTRÓNICA

Se entiende por configuración electrónica la


distribución más estable, y por tanto, más probable de los electrones en torno al
núcleo.

Para distribuir los

15
electrones en los distintos niveles de energía tenemos en cuenta los siguientes pricipios y reglas:

Principio de relleno o Aufbau. Los electrones entran en el átomo en los distintos orbitales de energía
ocupando primero los de menor energía.

Para saber el orden de energía de los orbitales se usa el diagrama de Mouller.

O Bien se sigue esta regla: "Los orbitales menos energéticos son los de menor valor de n+l. Si
los orbitales tienen el mismo valor de n+l, tandrá menos energía los de menor valor de n".

De acuerdo con estas reglas el orden es el siguiente:

1s, 2s, 2p, 3s, 3p, 4s, 3d, 4p, 5s, 4d, 5p, 6s, 4f, 5d, 6p, 7s

Sin embargo, este orden teórico presenta algunas excepciones. Por ejemplo, en las
configuraciones de los lantánidos, aunque en teoría los orbitales 4f son más energéticos que
los 5d, en realidad el átomo coloca primero un electrón en el 5d que entonces se vuelve más
energético, y empieza a rellenar los 4f.

El número de electrones que caben en cada sunivel se puede tambien facilmente mediante la fórmula 2(2l+1) y el
de cada nivel mediante la fórmula 2n2.

Principio de exclusión de Pauli. No pueden existir dentro de un átomo dos electrones con sus 4 números
cuánticos iguales. La consecuencia de esto es que en un orbital sólo puede haber 2 electrones con spines
diferentes.
Principio de Hund o de máxima multiplicidad. Un segundo electrón no entra en un orbital que esté ocupado
por otro mientras que haya otro orbital desocupado de la misma energía (o sea, igual los valores de n y l)

MATERIA
es todo aquello que ocupa un lugar en el espacio. En física y filosofía, materia es el término para referirse a los
constituyentes de la realidad material objetiva, entendiendo por objetiva que pueda ser percibida de la misma forma
por diversos sujetos. Se considera que es lo que forma la parte sensible de los objetos perceptibles o detectables
por medios físicos. Es decir es todo aquello que ocupa un sitio en el espacio, se puede tocar, se puede sentir, se
puede medir, etc.

También se usa el término para designar al tema que compone una obra literaria, científica, política, etc. Esta
distinción da lugar a la oposición "materia-forma", considerando que una misma materia, como contenido o tema,
puede ser tratado, expuesto, considerado, etc. de diversas formas: de estilo, de expresión, de enfoque o punto de
vista. Se usa también para hablar de una asignatura o disciplina en la enseñanza.

Concepto físico

En física, se llama materia a cualquier tipo de entidad física que es parte del universo observable, tiene energía
asociada, es capaz de interaccionar, es decir, es medible y tiene una localización espaciotemporal compatible con
las leyes de la física.

Clásicamente se consideraba que la materia tiene tres propiedades que juntas la caracterizan: que ocupa un lugar
en el espacio y que tiene masa y duración en el tiempo.

En el contexto de la física moderna se entiende por materia cualquier campo, entidad, o discontinuidad traducible a
fenómeno perceptible que se propaga a través del espacio-tiempo a una velocidad igual o inferior a la de la luz y a

16
la que se pueda asociar energía. Así todas las formas de materia tienen asociadas una cierta energía pero sólo
algunas formas de materia tienen masa.

Materia másica

La materia másica está jerárquicamente organizada en varios niveles y subniveles. La materia másica puede ser
estudiada desde los puntos de vista macroscópico y microscópico. Según el nivel de descripción adoptado debemos
adoptar descripciones clásicas o descripciones cuánticas. Una parte de la materia másica, concretamente la que
compone los astros subenfriados y las estrellas, está constituida por moléculas, átomos, e iones. Cuando las
condiciones de temperatura lo permite la materia se encuentra condensada.

Nivel microscópico

El nivel microscópico de la materia másica puede entenderse como un agregado de moléculas. Éstas a su
vez son agrupaciones de átomos que forman parte del nivel microscópico. A su vez existen niveles
microscópicos que permiten descomponer los átomos en constituyentes aún más elementales, que sería el
siguiente nivel son:

Electrones: partículas leptónicas con carga eléctrica negativa.


Protones: partículas bariónicas con carga eléctrica positiva.
Neutrones: partículas bariónicas sin carga eléctrica (pero con momento magnético).

A partir de aquí hay todo un conjunto de partículas subatómicas que acaban finalmente en los constituyentes
últimos de la materia. Así por ejemplo virtualmente los bariones del núcleo (protones y neutrones) se mantienen
unidos gracias a un campo escalar formado por piones (bosones de espín cero). E igualmente los protones y
neutrones, sabemos que no son partículas elementales, sino que tienen constituyentes de menor nivel que
llamamos quarks (que a su vez se mantienen unidos mediante el intercambio de gluones virtuales).

Nivel macroscópico

Macroscópicamente, la materia másica se presenta en las condiciones imperantes en el sistema solar, en uno de
cuatro estados de agregación molecular: sólido, líquido, gaseoso y plasma. De acuerdo con la teoría cinética
molecular la materia se encuentra formada por moléculas y éstas se encuentran animadas de movimiento, el cual
cambia constantemente de dirección y velocidad cuando chocan o bajo el influjo de otras interacciones físicas.
Debido a este movimiento presentan energía cinética que tiende a separarlas, pero también tienen una energía
potencial que tiende a juntarlas. Por lo tanto el estado físico de una sustancia puede ser:

Sólido: si la energía cinética es menor que la potencial.


Líquido: si la energía cinética y potencial son aproximadamente iguales.
Gaseoso: si la energía cinética es mayor que la potencial.
Plasma: si la energía cinética es tal que los electrones tienen una energía total positiva.

Bajo ciertas condiciones puede encontrarse materia másica en otros estados físicos, como el condensado de Bose-
Einstein o el condensado fermiónico.

La manera más adecuada de definir materia másica es describiendo sus cualidades:

Presenta dimensiones, es decir, ocupa un lugar en un espacio-tiempo determinado.


Presenta inercia: la inercia se define como la resistencia que opone la materia a modificar su estado de
reposo o movimiento.
La materia es la causa de la gravedad o gravitación, que consiste en la atracción que actúa siempre entre
objetos materiales aunque estén separados por grandes distancias.

Materia no-másica

17
Una gran parte de la energía del universo corresponde a formas de materia formada por partículas o campos que no
presentan masa, como la luz y la radiación electromagnética, las dos formada por fotones sin masa.

Otro tipo de partículas de las que no sabemos con seguridad si es másica son los neutrinos que inundan todo el
universo y son responsables de una parte importante de toda la energía del universo. Junto con estas partículas no
másicas, se postula la existencia de otras partículas como el gravitón, el fotino y el gravitino, que serían todas ellas
partículas sin masa aunque contribuyen a la energía total del universo.

Distribución de materia en el universo

Según estimaciones recientes, resumidas en este gráfico de la NASA, alrededor del 70% del contenido energético
del Universo consiste en energía oscura, cuya presencia se infiere en su efecto sobre la expansión del Universo
pero sobre cuya naturaleza última no se sabe casi nada.

Según los modelos físicos actuales, sólo aproximadamente el 5% de nuestro universo está formado por materia
másica ordinaria. Se supone que una parte importante de esta masa sería materia bariónica formada por bariones y
electrones, que sólo supondrían alrededor de 1/1850 de la masa de la materia bariónica. El resto de nuestro
universo se compondría de materia oscura (23%) y energía oscura (72%).

A pesar que la materia bariónica representa un porcentaje tan pequeño, la mitad de ella todavía no se ha
encontrado. Todas las estrellas, galaxias y gas observable forman menos de la mitad de los bariones que debería
haber. La hipótesis principal sobre el resto de materia bariónica no encontrada es que, como consecuencia del
proceso de formación de estructuras posterior al big bang, está distribuida en filamentos gaseosos de baja densidad
que forman una red por todo el universo y en cuyos nodos se encuentran los diversos cúmulos de galaxias.
Recientemente (mayo de 2008) el telescopio XMM-Newton de la agencia espacial europea ha encontrado pruebas
1
de la existencia de dicha red de filamentos.

Propiedades de la materia ordinaria

Propiedades generales

Las presentan los cuerpos sin distinción y por tal motivo no permiten diferenciar una sustancia de otra. Algunas de
las propiedades generales se les da el nombre de extensivas, pues su valor depende de la cantidad de materia,
tales el caso de la masa, peso, volumen, la inercia, la energía, impenetrabilidad, porosidad, divisibilidad, elasticidad,
maleabilidad, tenacidad y dureza entre otras.

Propiedades características

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Permiten distinguir una sustancia de otra. También reciben el nombre de propiedades intensivas porque su valor es
independiente de la cantidad de materia. Las propiedades características se clasifican en:

Físicas

Es el caso de la densidad, el punto de fusión, el punto de ebullición, el coeficiente de solubilidad, el índice de


refracción, el módulo de Young y las propiedades organolépticas.

Químicas

Están contituidas por el comportamiento de las sustancias al combinarse con otras, y los cambios con su estructura
íntima como consecuencia de los efectos de diferentes clases de energía.

Ejemplos:

corrosividad de ácidos
poder calorífico
acidez
reactividad

Ley de la conservación de la materia

Como hecho científico la idea de que la masa se conserva se remonta al químico Lavoisier, el científico francés
considerado padre de la Química moderna que midió cuidadosamente la masa de las sustancias antes y después
de intervenir en una reacción química, y llegó a la conclusión de que la materia, medida por la masa, no se crea ni
destruye, sino que sólo se transforma en el curso de las reacciones. Sus conclusiones se resumen en el siguiente
enunciado: En una reacción química, la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma. El mismo principio fue
descubierto antes por Mijaíl Lomonosov, de manera que es a veces citado como ley de Lomonosov-Lavoisier, más o
menos en los siguientes términos: La masa de un sistema de sustancias es constante, con independencia de los
procesos internos que puedan afectarle, es decir, "La suma de los productos, es igual a la suma de los reactivos,
manteniéndose constante la masa". Sin embargo, tanto las telas modernas como el mejoramiento de la precisión de
las medidas han permitido establecer que la ley de Lomonosov-Lavoisier, se cumple sólo aproximadamente.

La equivalencia entre masa y energía descubierta por Einstein obliga a rechazar la afirmación de que la masa
convencional se conserva, porque masa y energía son mutuamente convertibles. De esta manera se puede afirmar
que la masa relativista equivalente (el total de masa material y energía) se conserva, pero la masa en reposo puede
cambiar, como ocurre en aquellos procesos relativísticos en que una parte de la materia se convierte en fotones. La
conversión en reacciones nucleares de una parte de la materia en energía radiante, con disminución de la masa en
reposo; se observa por ejemplo en procesos de fisión como la explosión de una bomba atómica, o en procesos de
fusión como la emisión constante de energía que realizan las estrellas.

Concepto filosófico

Desde el comienzo de la filosofía, y en casi todas las culturas, se encuentra este concepto vagamente formulado
como lo que permanece por debajo de las apariencias cambiantes de las cosas de la naturaleza. Según esa idea,
todo lo observable está dado en sus diversas y cambiantes apariencias en un soporte o entidad en la que radica el
movimiento y cambio de las cosas: la materia.

Principio único o diversos

Una cuestión filosófica importante fue si toda la materia o sustrato material tenía un principio único o tenía diversas
fuentes. Que dicho sustrato sea uno sólo, o varios principios materiales, (aire, fuego, tierra y agua), fue cuestión
planteada por los filósofos milesios; los eleatas, en cambio, cuestionaron la realidad del movimiento y, junto con los
pitagóricos, fundamentaron el ser en un principio formal del pensamiento, dejando a la materia meramente como
algo indeterminado e inconsistente, un no-ser.

19
El atomismo

Mayor trascendencia histórica ha tenido la teoría atomista de la antigüedad, puesta de nuevo en vigor por el
mecanicismo racionalista en el siglo XVII y XVIII, que supuso el soporte teórico básico para el nacimiento de la
ciencia física moderna.

Hilemorfismo

Platón y sobre todo Aristóteles elaboraron el concepto de forma, correlativo y en contraposición a la materia,
dándole a ésta el carácter metafísico y problemático que ha tenido a lo largo de la historia del pensamiento, al
mismo tiempo que ha servido como concepto que se aplica en otros contextos.

Es Aristóteles quien elaboró el concepto de materia de manera más completa, si bien el aspecto metafísico quedó
relegado a la escolástica.

Para Aristóteles, siguiendo la tradición de los milesios y de Platón, la característica fundamental de la materia es la
receptividad de la forma. La materia puede ser todo aquello capaz de recibir una forma. Por eso ante todo la materia
es potencia de ser algo, siendo el algo lo determinado por la forma.

En función de este concepto hay tantas clases de materias como clases de formas capaces de determinar a un ser.
Puesto que el movimiento consiste en un cambio de forma de la sustancia, el movimiento se explica en función de la
materia como potencia y el acto como forma de determinación de la sustancia.

La materia, en tanto que sustancia y sujeto, es la posibilidad misma del movimiento. Hay tantas clases de materia
cuantas posibles determinaciones de la sustancia en sus predicados.

Cuando las determinaciones son accidentales la materia viene dada por la situación de la sustancia en potencia
respecto a recepción de una nueva forma. Así el estar sentando en acto es materia en potencia para estar de pie; el
movimiento consiste en pasar de estar de pie en potencia, a estar de pie en acto.

El problema es la explicación del cambio sustancial que se produce en la generación y corrupción de la sustancia.
Aparece aquí el concepto metafísico de materia prima, pura potencia de ser que no es nada, puesto que no tiene
ninguna forma de determinación.

La tradicional fórmula escolástica por la que se suele definir la materia prima da idea de que realmente es difícil
concebir una realidad que se corresponda con dicho concepto: No es un qué (sustancia), ni una cualidad, ni una
cantidad ni ninguna otra cosa por las cuales se determina el ser. Una definición meramente negativa que incumple
las leyes mismas de la definición. Pura posibilidad de ser que no es nada.

Sin embargo el concepto aristotélico de materia ha tenido aplicaciones en diversos sentidos.

Errores comunes al estudiar la materia

Diferencia nominativa de magnitudes cuantificables

Sabemos que dentro de la clasificación de propiedades y magnitudes cuantificables existe el criterio: propiedades
físicas y químicas. En el caso de las propiedades físicas, estas se subdividen en escalares, vectoriales y
tensoriales. Dentro de las propiedades físicas tenemos la masa y dentro de las propiedades vectoriales está el
peso. Ahora bien, por la tergiversación de los conceptos mismos y por el mal uso cotidiano de las propiedades de la
materia, se nomina la masa como peso, siendo estas dos propiedades diametralmente opuestas. Una es la cantidad
de materia que hay en un sistema que ocupe algún volumen en el espacio y la segunda es la medida de la fuerza
que ejerce la gravedad sobre la masa misma.

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Otro error muy común es la asignación de nombre a señaléticas (los cuales en muchos casos no corresponde).
Cuando en una carretera se asigna un letrero que dice: "Disminuir la velocidad al entrar a la ciudad" o "Velocidad
máxima: 120 km/h"; todos estos son erróneos, puesto que la velocidad es una magnitud vectorial y contempla en
ella no solo el valor (módulo) al que se desplace el móvil, sino que a la dirección, sentido, punto de aplicación y
punto de origen de este. En esos casos, deberíaa decir: Rapidez máxima. Y por esto mismo, el instrumento de
medición de los vehículos se llama en realidad rapidímetro u oggmetro, pero jamás Velocímetro (esto es una
nominación y uso incorrecto del concepto en su correcta acepción). Si vemos como un todo en el universo se puede
comprender este concepto.

ANTIMATERIA
En física de partículas, la antimateria es la extensión del concepto de antipartícula a la materia. Así, la antimateria
está compuesta de antipartículas, mientras que la materia ordinaria está compuesta de partículas. Por ejemplo, un
antielectrón (un electrón con carga positiva, también llamado positrón) y un antiprotón (un protón con carga
negativa) podrían formar un átomo de antimateria, de la misma manera que un electrón y un protón forman un
átomo de hidrógeno. El contacto de materia y antimateria llevaría a la aniquilación de ambas, dando lugar a fotones
de alta energía (rayos gamma) y otros pares partícula-antipartícula.

Notación

La partículas subatómicas de la antimateria tienen cargas opuestas a las partículas de la materia, en la imagen,
protón, electrón y neutrón en ambas.

En física se usa una barra horizontal o macrón para diferenciar las partículas de las antipartículas: por ejemplo
protón p y antiprotón p. Para los átomos de antimateria se emplea la misma notación: por ejemplo, si el hidrógeno
se escribe H, el antihidrógeno será H.

− +
También se utiliza la diferencia de carga eléctrica entre ambas partículas: por ejemplo electrón e y positrón e .

Dónde está la antimateria

Las teorías científicas aceptadas afirman que en el origen del universo existían materia y antimateria en iguales
proporciones. Pero la materia y la antimateria se aniquilan mutuamente, dando como resultado energía pura, y sin
embargo, el universo que observamos está compuesto únicamente por materia. Se desconocen los motivos por los
que no se han encontrado grandes estructuras de antimateria en el universo. En física, el proceso por el que la
cantidad de materia superó a la de antimateria se denomina bariogénesis, y baraja tres posibilidades:

1. Pequeño exceso de materia tras el Big Bang: Especula con que la materia que forma actualmente el
universo podría ser el resultado de una ligera asimetría en las proporciones iniciales de ambas. Se ha
calculado que la diferencia inicial entre materia y antimateria debió ser tan insignificante como de una
partícula más de materia por cada diez mil millones de parejas partícula-antipartícula.

21
2. Asimetría CP: En 1967, Andréi Sájarov postuló por primera vez que las partículas y las antipartículas no
1
tenían propiedades exactamente iguales o simétricas; una discusión denominada la Violación CP. Un
reciente experimento en el acelerador KEK de Japón sugiere que esto quizás sea cierto, y que por tanto no
es necesario un exceso de materia en el Big Bang: simplemente las leyes físicas que rigen el universo
2
favorecen la supervivencia de la materia frente a la antimateria. En este mismo sentido, también se ha
sugerido que quizás la materia oscura sea la causante de la bariogénesis al interactuar de distinta forma
3
con la materia que con la antimateria.
3. Existencia de galaxias de antimateria ligada por antigravedad: Muy pocos científicos confían en esta
posibilidad, pero todavía no ha podido ser completamente descartada. Esta tercera opción plantea la
hipótesis de que pueda haber regiones del universo compuestas de antimateria. Hasta la fecha no existe
forma de distinguir entre materia y antimateria a largas distancias, pues su comportamiento y propiedades
son indistinguibles. Existen argumentos para creer que esta tercera opción es muy improbable: la
antimateria en forma de antipartículas se crea constantemente en el universo en las colisiones de partículas
de alta energía, como por ejemplo con los rayos cósmicos. Sin embargo, éstos son sucesos demasiado
aislados como para que estas antipartículas puedan llegar a encontrarse y combinarse. La NASA ha
4
enviado la sonda AMS (Alpha Magnetic Spectrometer) para buscar rastros de antimateria más compleja,
que pudiesen indicar que todavía existe antimateria en el universo. Sin embargo los experimentos no han
detectado nada hasta la fecha.

Producción y costo de la antimateria

La antimateria es la sustancia más cara del mundo, con un costo estimado de unos 60.000 millones de USD el
8 9
miligramo. La producción de antimateria, además de consumir enormes cantidades de energía, es muy poco
eficiente, al igual que la capacidad de almacenamiento, que ronda sólo el 1% de las partículas creadas. Además,
debido a que la antimateria se aniquila al contacto con la materia, las condiciones de almacenamiento —
confinamiento mediante campos electromagnéticos—, tienen igualmente un costo elevado.
Otra estimación de su costo la dio el CERN, cuando dijo que había costado algunos cientos de millones de francos
10
suizos la producción de una milmillonésima de gramo.
Debido a esto, algunos estudios de la NASA plantean recolectar mediante campos magnéticos la antimateria que se
genera de forma natural en los Cinturones de Van Allen de la Tierra, o incluso en los cinturones de los grandes
11
planetas gaseosos como Júpiter.
También se trabaja en mejorar la tecnología de almacenaje de antimateria. El Dr. Masaki Hori ha anunciado un
método de confinamiento de antiprotones por radiofrecuencia, lo que según sus palabras podría reducir el
12
contenedor al tamaño de una papelera.
En noviembre de 2008 la doctora Hui Chen, del Lawrence Livermore National Laboratory de Estados Unidos,
anunció que ella y su equipo habrían creado positrones al hacer incidir un breve, aunque intenso, pulso láser a
través de una lámina de oro blanco de pocos milímetros de espesor, esto habría ionizado al material y acelerado
sus electrones. Los electrones acelerados emitieron cuantos de energía, que al decaer dieron lugar a partículas
13
materiales, dando también como resultado positrones.
Usos de la antimateria

Si bien la antimateria está lejos de ser considerada una opción por su abrumador costo y las dificultades
tecnológicas inherentes a su manipulación, las antipartículas sí están encontrando usos prácticos: la Tomografía por
emisión de positrones es ya una realidad. También se investiga su uso en terapias contra el cáncer, ya que un
estudio del CERN ha descubierto que los antiprotones son cuatro veces más efectivos que los protones en la
14
destrucción de tejido canceroso, y se especula incluso con la idea de diseñar microscopios de antimateria,
15
supuestamente más sensibles que los de materia ordinaria. Pero el mayor interés por la antimateria se centra en
sus aplicaciones como combustible, pues la aniquilación de una partícula con una antipartícula genera energía pura
16
según la ecuación de Einstein E=mc² La energía generada por kilo (9×10 J/kg), es unas diez mil millones de veces
16
mayor que la generada por reacciones químicas y diez mil veces mayor que la energía nuclear de fisión.

17
Por ejemplo, se estima que sólo serían necesarios 10 miligramos de antimateria para propulsar una nave a Marte

No obstante, hay que indicar que estas cifras no tienen en cuenta que aproximadamente el 50% de la energía se
18
disipa en forma de emisión de neutrinos, por lo que en la práctica habría que reducir las cifras a la mitad.

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