ESTAMOS CIEGOS AUNQUE

PODAMOS VER
La conceptualización de las interacciones humanas es
compleja, entre ellas las que más destacan y las más
complicadas de entender son las emociones y
sentimientos que, son tan complejas que muchas veces
tendemos a equivocarnos al momento de reconocerlos,
por el mal concepto que tenemos de cada una de ellas.
Los temas como el amor y el odio han sido tema de
discusión por cada persona en algún momento de su
vida, esto se debe a que no existe una definición exacta
de los términos y lo que ello implica. La mayor parte de
las personas concibe al amor como un sentimiento que se
tiene por algún individuo y, el odio como un sentimiento
maligno.
Es claro que nadie tiene la verdad, pero a la vez se hace
necesario diferenciar estos conceptos, con el fin de tener
ideas claras y no equivocarse al momento de sentirlas.
Desde ahora puedo adelantar que no todo lo bueno es
bueno, ni todo lo malo es malo, muchas veces tenemos
que tomarnos un tiempo y analizar las circunstancias en
las que se dan las cosas, solo así podremos distinguir lo
que realmente es bueno y malo. La mayoría de personas
creemos que, porque ciertas cosas y acciones nos hacen
sentir bien o mal, las relacionamos como buenas o malas,
sin embargo, todo en exceso o defecto es dañino, desde
lo que ingerimos hasta los sentimientos deben de tener
un tratamiento muy importante en nuestras vidas, con la
finalidad de encontrar un equilibrio emocional y material,
con el que podamos sentirnos bien.
“El hombre no solo vive de amor”, es una frase muy
trillada, pero que su vigencia ahora es más impórtate que
nunca, quizá algunos religiosos se sientan ofendidos con
las siguientes líneas de este texto, pero hay que ser claros
en nuestras acciones y pensamientos. El hombre como
individuo no solo puede vivir rezando a un ser superior
para que las cosas se den por obra y gracia divina, sino
que debe de ser artífice de su propio desarrollo, el
hombre debe de tener la iniciativa de querer vivir bien y
hacer todo lo posible para que eso suceda, y para ello
debemos de ser conscientes y críticos con nosotros
mismos, ver nuestras debilidades y fortalezas, diferenciar
nuestras aptitudes y actitudes. No podemos seguir
dependiendo solo de la fe, sino que debemos de
aprovecharla para lograr nuestros objetivos. Atrás
quedaron muchos pasajes de a biblia, y tienen que ser
actualizadas, para que un pueblo progrese debe de
adecuar las buenas costumbres a su realidad, no todo el
tiempo se puede creer que la tierra es plana y que el
universo gira alrededor de nuestro rocoso planeta.
El amor es un simpe concepto para muchos y que en la
realidad no existe, para otros es el regalo divino más
preciado que se obtuvo de un ser superior, pero de nada
vale si nuestros propósitos en la vida son distintos a los
que profesamos, el “te amo” no es un sentimiento, es
solo una palabra que dependiendo del carácter y
propósito de la persona tendrá validez positiva o
negativa. Durante toda la historia del hombre en la tierra
como ser racional, se ha visto que los sentimientos, las
emociones y los instintos han llevado a cometer grandes
proezas o por lo contrario grandes calamidades. Lo más
curioso de todo es que no siempre se ha conseguido
cosas buenas por amor, recordemos que el amor no es
solo de uno, sino es un proceso dinámico que contempla
la presencia de más de un individuo y como dice el dicho
“la cadena es tan fuerte como el eslabón más débil”, esto
quiere decir que cada parte influye en el todo, incluso en
la sociedad más perfecta, no todos son iguales, hay
diferencias por el simple hecho de que cada individuo
posee voluntad propia (libre albedrio), y eso es lo que le
permite ser como quiere ser.
La realidad es abrumadora, te dará las glorias más
extasiantes y a la vez las derrotas más devastadoras,
dodo depende de uno mismo, si queremos ver la
oscuridad en cada anochecer o queremos ver la luz en
cada amanecer.