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Líínea Recta: Son todas aquellas lííneas en que todos sus puntos van en una misma
direccioí n.
Líínea Curva: Son las lííneas que estaí n constituidas en forma curva; pero a su vez sus
puntos van en direcciones diferentes.
Líínea Quebrada: Esta líínea estaí formada por diferentes rectas a su vez que se cortan
entre síí y llevan direcciones diferentes.
Líínea Mixta: Estaí formada por lííneas rectas y curvas que a su vez llevan direcciones
diferentes.
Líínea Horizontal: Es la líínea que corresponde al nivel del agua cuando esta se
encuentra en reposo.
Líínea Inclinada: Es la líínea que desiste de su posicioí n vertical y horizontal y presenta
un extremo inclinado hacia uno de sus lados.
Líínea Oblicua: Es la líínea que se encuentra con la horizontal formando un aí ngulo que
no es recto.
Lííneas Convergentes: Son lííneas que partiendo de puntos diferentes se unen en otro
al proyectar sus extremos.
Lííneas Divergentes: Son las lííneas que parten de un mismo punto y al proyectar sus
extremos se separan en direcciones diferentes.
Líínea Perpendicular: Es la líínea que se encuentra con la horizontal formando un
aí ngulo recto.
Lenguaje de la literatura
El lenguaje literario es, baí sicamente, la lengua escrita estaí ndar en la que se introducen
palabras poco usuales (cultismos, voces inusitadas, extranjerismos, arcaíísmos, etc.) y
que se somete normalmente a una voluntad de forma. Por una parte, tiene muchos
rasgos que lo acercan a la lengua escrita culta; pero por otra, es frecuente que
aparezcan en eí l giros coloquiales y hasta vulgares, para producir ciertos efectos
expresivos.
FUNCIÓN POÉTICA: Cuando el lenguaje se utiliza para producir belleza, para llamar la
atencioí n sobre síí mismo, actuí a en eí l la funcioí n poeí tica. Lo importante no es tanto lo
que se dice sino coí mo se dice. El escritor pretende suscitar en el receptor una serie de
sensaciones de belleza, creatividad e influencia a traveí s de la forma de su mensaje. Son
vaí lidos todos los recursos expresivos. Esta funcioí n aparece tambieí n en el lenguaje
coloquial; cualquier persona, al construir su mensaje, selecciona de manera consciente
o inconsciente las palabras, las inflexiones de la voz o los tipos de oraciones para
conseguir una transmisioí n maí s eficaz de aquello que se pretende comunicar. El texto
literario como acto de comunicacioí n
El texto literario funciona como un acto de comunicacioí n que posee las siguientes
caracteríísticas:
*Es resultado de una creación que el autor destina a que perdure y se conserve
exactamente con la misma forma original.
*La comunicación que la obra literaria establece con el lector y oyente es unilateral,
porque el mensaje no puede recibir respuesta inmediata del receptor.
*La obra no se dirige a un destinatario concreto, sino a receptores desconocidos, muchos
o pocos, actuales o futuros (receptor universal).
*El lector u oyente no establece relación directa con el autor, sino sólo con el mensaje,
con su obra (comunicación diferida). Y ello, cuando él lo desea. De esa manera, la
iniciativa del contacto comunicativo corresponde al receptor.
*La comunicación literaria es desinteresada, no tiene una finalidad práctica inmediata.
Por el contrario, posee una naturaleza estética, es decir, pretende producir las reacciones
que en el ánimo suscita lo bello. Sin dejar de ser cierto lo anterior, no lo es menos que
muchos autores escriben literatura para favorecer una determinada causa, para
promover un cambio en la sociedad, para denunciar una situación.
"En el arroyo grande que la lluvia habíía dilatado hasta la vinñ a, nos encontramos,
atascada, una vieja carretilla, perdida toda bajo su carga de yerba y de naranjas. Una
ninñ a, rota y sucia, lloraba sobre una rueda, queriendo ayudar con el empuje de su
pechillo en flor al borricuelo, maí s pequenñ o, ¡ay!, y maí s flaco que Platero. Y el
borriquillo se despachaba contra el viento, intentando, inuí tilmente, arrancar del fango
la carreta, al grito sollozante de la chiquilla. Era vano su esfuerzo, como el de los ninñ os
valientes, como el vuelo de esas brisas cansadas del verano que se caen, en un
desmayo, entre las flores.Acaricieí a Platero y, como pude, lo engancheí a la carretilla,
delante del borrico miserable. Lo obligueí , entonces, con un carinñ oso imperio, y
Platero, de un tiroí n, sacoí carretilla y rucio del atolladero y les subioí la cuesta."
Rima VII
16.500 a. C.: en la cueva Cosquer, en Cap Margiou (Francia) uno o varios artesanos
realizan pinturas.
14.000 a. C.: en el techo de la cueva de Altamira (Espanñ a), un artesano pinta bisontes,
que seraí n descubiertos en 1879 y aceptados como auteí nticos en 1902.
11500 a. C.: se comienzan a producir las puntas clovis en Ameí rica del Norte,
consideradas como la evidencia maí s antigua de la presencia humana en el continente
de acuerdo con la teoríía del poblamiento tardíío.
11.500-10.000 a. C.: en Japoí n, un artesano hace las primeras vasijas de ceraí mica
conocidas en ese paíís.
11000 a. C.: en la Cueva de las Manos (Patagonia argentina) varios pobladores dejan
pruebas de su asentamiento.
11000 a. C.: en la isla de Santa Rosa (frente a las costas de California) muere el
Hombre de Arlington Springs.
11000 a. C.: frente a las costas de Yucataí n (Meí xico), los pobladores depositan los
cadaí veres de sus familiares en cuevas.
10.000 a 9000 a. C.: se extinguen los mastodontes. 9600 a. C. aprox.: fin del perííodo de
glaciacioí n Dryas Reciente, el líímite entre el Pleistoceno y el Holoceno (y
tradicionalmente el líímite entre el Paleolíítico y Mesolíítico).
9500 a. C.: en Goü bekli Tepe (entre Turquíía y Siria) se construyen varios templos de
piedra. En la actualidad son los maí s antiguos conocidos en todo el mundo.
Un gran numero de las representaciones de animales que grabadas en relieve
sobresalen de las rocas con forma de T representan las constelaciones.
El Antiguo Egipto fue una civilización que surgioí al agruparse los asentamientos
situados en las riberas del cauce medio y bajo del ríío Nilo. Tuvo tres eí pocas de
esplendor en los periodos denominados por los historiadores Imperio Antiguo,
Imperio Medio e Imperio Nuevo.
Historia de China
La historia de China, como cronologíía de una de las civilizaciones maí s antiguas del
mundo con continuidad hasta la actualidad, tiene sus oríígenes en la cuenca del ríío
Amarillo, donde surgieron las primeras dinastíías Xia, Shang y Zhou. La existencia de
documentos escritos hace cerca de 3500 anñ os ha permitido el desarrollo en China de
una tradicioí n historiograí fica muy precisa, que ofrece una narracioí n continua desde las
primeras dinastíías hasta la edad contemporaí nea. La cultura china, seguí n el mito, se
inaugura con los tres emperadores originarios: Fuxi, Shennong y finalmente el
Emperador Amarillo Huang, este uí ltimo considerado como el verdadero creador de la
cultura. Sin embargo, no existen registros histoí ricos que demuestren la existencia real
de estas personalidades, las que de acuerdo con la transmisioí n oral de generacioí n en
generacioí n, habríían vivido hace unos 5000 a 6000 anñ os.
Antigua Grecia
El teí rmino Antigua Grecia se refiere al periodo de la historia de Grecia que abarca
desde la Edad oscura de Grecia, comenzando en el 1200 a. C. y la invasioí n doí rica, hasta
el anñ o 146 a. C. y la conquista romana de Grecia tras la batalla de Corinto. Se considera
generalmente como la cultura seminal que sirvioí de base a la civilizacioí n occidental.
La cultura de Grecia tuvo una poderosa influencia sobre el Imperio romano, el cual la
difundioí a traveí s de muchos de sus territorios en Europa. La civilizacioí n de los
antiguos griegos ha sido enormemente influyente para la lengua, la políítica, los
sistemas educativos, la filosofíía, la ciencia y las artes, dando origen a la corriente
renacentista de los siglos XV y XVI en Europa Occidental, y resurgiendo tambieí n
durante los movimientos neoclaí sicos de los siglos XVIII y XIX en Europa y Ameí rica.
Fenicia
Fenicia es el nombre de una antigua regioí n del cercano oriente, cuna de la civilizacioí n
fenicio-puí nica, que se extendíía a lo largo del Levante mediterraí neo, en la costa
oriental del mar Mediterraí neo. Su territorio abarcaba desde la desembocadura del ríío
Orontes al norte, hasta la bahíía de Haifa al sur, comprendiendo aí reas de los actuales
Israel, Siria y Lííbano, una regioí n denominada antiguamente Canaaí n, con cuya
denominacioí n se engloba muy a menudo en las fuentes.
Mesopotamia
Mesopotamia (del griego: Μεσοποταμίία Meso-potamía ‘entre rííos’, aí rabe الرافدينbilād
al-rāfidayn, traduccioí n del persa antiguo Miyanrudan ‘la tierra entre rííos’, o del sirííaco
ܒܝܬ ܢܗܪܝܢbeth nahrin ‘entre dos rííos’) es el nombre por el cual se conoce a la zona del
Oriente Proí ximo ubicada entre los rííos Tigris y EÁ ufrates, si bien se extiende a las zonas
feí rtiles contiguas a la franja entre ambos rííos, y que coincide aproximadamente con
las aí reas no deseí rticas del actual Irak y la zona limíítrofe del noreste de Siria.
Cultura de India
La cultura de la India comprende las creencias religiosas, costumbres, comidas,
tradiciones, idiomas, ceremonias, expresiones artíísticas, valores y modos de vida de
las personas que conforman maí s de un centenar de grupos eí tnicos que viven en la
India. Los idiomas, danzas, muí sica, arquitectura, gastronomíía, y costumbres son muy
diversos y varíían seguí n la regioí n de que se trate. Su cultura puede ser comprendida
como una amalgama de muchas diversas subculturas diseminadas sobre todo el
subcontinente indio y tradiciones que se remontan a varios milenios.
Antigua Roma
Antigua Roma (en latíín, Antiqua Roō ma) designa la entidad políítica unitaria surgida de
la expansioí n de la ciudad de Roma, que en su eí poca de apogeo llegoí a abarcar desde
Gran Bretanñ a al desierto del Sahara y desde la peníínsula ibeí rica al EÁ ufrates. En un
principio, tras su fundacioí n (seguí n la tradicioí n en 753 a. C.), Roma fue una monarquíía;
maí s tarde (509 a. C.) fue una repuí blica; y en 27 a. C. se convirtioí en un imperio. Al
perííodo de mayor esplendor se le conoce como Pax Romana, debido al relativo estado
de armoníía que prevalecioí en las regiones que estaban bajo el dominio romano, un
perííodo de orden y prosperidad que conocioí el Imperio bajo la dinastíía de los
Antoninos (96-192) y, en menor medida, bajo la de los Severos (193-235). Constituye
un elemento crucial del desarrollo de Occidente y maí s tarde tambieí n de Oriente.