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1. El cuerpo de Cristo.

Efesios 1:23

La iglesia es el cuerpo de Cristo, porque Cristo mismo es la cabeza de la iglesia (1:22). Aquí Pablo no se
refiere literalmente al cuerpo físico de Cristo, sino que se refiere de manera figurativa a su cuerpo
místico o espiritual. Cristo siendo la cabeza de la iglesia, es quien la controla a través de su eterno
poder. Tómese en cuenta que la iglesia es el cuerpo pero Cristo es la cabeza de ese cuerpo. Permite
que el sea quien tenga el control de tu vida.
2. Un solo pueblo. 2:14-16.
Las Escrituras hablan de la iglesia del Señor como un solo pueblo. Se nos dice que no hay división
entre judíos o gentiles, sino que Cristo murió, para hacer de los dos pueblos uno solo. Había una
pared de piedra que separaba el patio de los gentiles del lugar santo (en el templo de Jerusalén), y si
un gentil la cruzaba, sufría la pena de muerte. Pero esta pared, a la cual se refiere el apóstol
incidentalmente, no era sino un símbolo de la separación misma, es decir, de “la enemistad” entre
“ambos” y Dios (v. 15). Jesús derribó esta pared y convirtió a la iglesia en un solo pueblo.
3. Miembros de la familia de Dios. Efesios 2:19.
Cuando una persona pasa a ser creyente en el Señor Jesucristo automáticamente se convierte en hijo
de Dios, por lo tal la iglesia es la familia de Dios. Así que ya no sois extranjeros. “transeúntes”, término
contrario a “miembros de familia”; así como la palabra “extranjeros” está opuesta a “conciudadanos”.
Los creyentes ya no son “transeúntes” sino que se han convertido en la familia de Dios, aquí descrita
como la iglesia.
4 . Edificio santo. 2:21.
La iglesia es descrita por el apóstol Pablo como un edificio que contiene vida. Aquí se agrega a la
figura un pensamiento adicional: la iglesia crece como un organismo vivo, y no como un mero edificio.
La iglesia del Señor no es meramente una edificación como la imaginamos, sino que es una edificación
que día a día va creciendo y que seguirá creciendo hasta que él regrese.

5. Gloriosa Y Santa. 5:27.


La iglesia de la que habla esta epístola a los Efesios, es una iglesia “gloriosa”. La santidad y la gloria
son inseparables. La “limpieza” es el acto preliminar necesario para ambas. La santidad es la gloria
interior; la gloria es la santidad que brilla hacia el exterior. Esta iglesia es gloriosa porque ha sido
purificada. La gloria que caracteriza a esta iglesia es su santidad y pureza.
SEÑALES O CUALIDADES DE UNA IGLESIA VERDADERA

1. Escucha la palabra del Señor. Efesios 1:13.


Una iglesia verdadera presta atención a la palabra del Señor, el instrumento de la santificación, y del
nuevo nacimiento donde también, como aquí, “la palabra de verdad” se une con “esperanza”. Si
queremos saber si una iglesia es verdadera o no, solo tenemos que evaluar si escucha la palabra del
Señor, pues este es uno de los principales indicios de una iglesia verdadera.
2. Cree en la palabra del Señor. 1:13.
No solamente se necesita escuchar la palabra del Señor, sino que también la iglesia debe creer en
esta palabra que le es anunciada, la cual contienen las Escrituras. No sirve de nada que la iglesia
escuche la palabra del Señor si no cree en esta. Una iglesia verdadera se caracteriza por creer en la
palabra del Señor.
3. Tienen fe en Jesucristo. 1:15. 6:16.
Una iglesia verdadera se caracteriza por la fe que tiene en Jesucristo. Cabe destacar que el significado
de este verso está claro. Dice: “la fe que tienen muchos” Más bien, como el griego, “la fe que hay
entre vosotros”, la que tienen muchos (no todos) de ustedes. La iglesia se caracteriza por tener fe en
el Señor, pero esto no implica que dentro de ella no hayan algunos que no tengan fe en él. No hay
iglesia de Jesucristo si esta no tiene fe en él.
4. Se aman entre sí. 1:15.
Jesús dijo que una de las cosas que identificaría a sus seguidores es que se iban a amar mutuamente.
El amor entre los integrantes de la iglesia del Señor es algo esencial. No se le puede llamar iglesia a un
lugar que no siga este mandato del Señor. No importando su nombre, sólo por el mismo hecho de
que son santos, deben amarse unos a otros. Una característica distintiva del verdadero cristianismo
(6:24). “La fe y el amor son unidos por Pablo frecuentemente. ¡Qué pareja tan maravillosa!”. A éstos
se agrega la esperanza, v. 18. Esta es otra cualidad de una iglesia verdadera.
5. Está viva. 1:23.
La iglesia del Señor cuenta con vida, porque como antes dijimos, no es el edificio físico, sino las
personas que ocupan esos edificios de reunión en todo el mundo. Esta es la iglesia de Cristo, todo
aquel que haya confiado y creído en él. Se mueve, hace cosas y sigue los pasos de su Señor. Esta es la
iglesia viva del Señor Jesucristo.
6. Es hacedora de buenas obras. 2:10.
La iglesia del Señor está comprometida con efectuar buenas obras. La sociedad y el estado está
esperando que la iglesia actué. “Las buenas obras” no pueden ser hechas, mientras no seamos
“creados de nuevo para buenas obras”. Pablo nunca llama “buenas obras” a las obras de la ley. No
somos salvos por, sino creados para, buenas obras. La iglesia debe tener esto siempre presente. No
debe olvidar los propósitos por los cuales existe, siendo uno de ellos, efectuar buenas obras.
7. Está edificada sobre los fundamentos de los apóstoles y los
profetas, siendo la principal pierda Cristo. 2:20.
La iglesia del Señor se sostiene primeramente de Cristo, quien es el cimiento y luego en los apóstoles
y profetas, los cuales tenían la encomienda de seguir edificando sobre el cimiento que es Cristo. Ellos
fueron encomendados a que siguieran enseñando las doctrinas que Cristo había predicado y ellos
habían escuchado. La iglesia descansa sobre el cimiento que es Cristo y sobre la doctrina de los
apóstoles y profetas enviando por él.
8. Es la morada del Espíritu del Señor. 2:22.
La iglesia del Señor, los cuales son sus hijos, son habitados en su interior por el Santo Espíritu de Dios.
Dios, por medio de su Espíritu habita en los creyentes. Esto les otorga la capacidad de ser dirigidos por
el Espíritu de Dios, el cual es la garantía para la iglesia.
9. Está arraigada y cimentada en el amor de Cristo. 3:17.
Una iglesia verdadera se caracteriza porque está cimentada y arraiga en el amor de Cristo. Jesús es la
vid verdadera, nosotros solo somos los pámpanos. Él es el motor que mueve todo el vehículo.
“Arraigados” es una figura tomada de un árbol; “fundados” (“teniendo vuestros fundamentos
apoyados sobre”), es tomada de un edificio. El “amor”, que es el primer fruto del Espíritu el cual fluye
del amor de Cristo realizado en el alma, había de ser la base sobre la cual debería apoyarse su ulterior
comprensión de toda la inmensidad del amor de Cristo. Estar cimentada en amor es una de las
exigencias para una iglesia verdadera.
10. Habla la verdad. 4:25. 6:14.
Miremos la historia de Ananías y Safira y nos daremos cuenta que una de las características esenciales
de la iglesia primitiva era el hablar verdad. Dios quiso dar un ejemplo vivo con estos dos personajes
que habían mentido. “Habiendo quitado de vosotros la mentira”, participio de la voz media, del
tiempo aoristo, que indica acción pasada, hecha una vez y no más. “Mentira” significa “falsedad”; en
lo abstracto. “Hablad verdad cada uno con su prójimo”, “con” significa como “miembros unos con
otros”. No meramente como miembros de un cuerpo, sino en unión mutua en Cristo, la cual,
instintivamente, y no meramente como un mandato externo, lleva a los creyentes a cumplir sus
deberes mutuos. Un miembro no puede dañar o engañar a otro sin dañarse a sí mismo, pues todos
tienen un interés común y mutuo. La iglesia tiene que y debe hablar la verdad siempre, aun cuando
esta le cueste perder algunas cosas.
11. Es benigna, misericordiosa y perdonadora. 4:32.
Dios se ha mostrado “benigno, misericordioso y perdonador para con nosotros”; no es sino justo que
nosotros a su vez lo seamos para con nuestros semejantes, quienes no han pecado contra nosotros en
tal grado como nosotros hemos errado contra Dios. El perdón dentro de la iglesia, manifestado en los
hermanos, viene a ser otro de los mandatos del Señor Jesucristo. Recordar las enseñanzas de Cristo
sin recordar el perdón es casi imposible. Él desde la cruz mientras moría, exclamó: “Padre perdónalos
porque no saben lo que hacen”. La iglesia verdadera es caracterizada por perdonarse entre sí y por
perdonar a otros.
12. Aprovecha bien el tiempo. 5:16.
Hay tiempo para hacer muchas cosas, pero esto no implica que la iglesia tenga que perder el tiempo
haciendo cosas que en verdad no tienen ninguna contribución para el avance del evangelio. En un
sentido más limitado, se refiere a ocasiones especialmente favorables para bien, que se presentan de
tiempo en tiempo, de las cuales deben valerse con diligencia los creyentes. Esto constituye verdadera
“sabiduría” (v. 15). En un sentido más amplio, todo el espacio de tiempo desde que uno despierta
espiritualmente, ha de ser “redimido” de la vanidad para Dios. Una iglesia verdadera aprovechará de
tal modo el tiempo, que lo usará para glorificar el nombre del Dios vivo.
13. Está firme. 6:14.
La iglesia de Éfeso se caracterizaba por estar firme, por no moverse de lo que Pablo les había
enseñado. Esta es una señal contundente de que una iglesia es verdadera. Así como está iglesia de
Éfeso permaneció firme, las demás iglesias necesitan permanecer firmes. Permanecer firme implica
no moverse de las enseñanzas del Señor. La repetición de esta expresión que se halla también en los
vv. 11 y 14, demuestra que estar o mantenerse firmes, sin ceder terreno ni huir, es el gran blanco del
soldado cristiano que compone a la iglesia del Señor.
14. Ora en todo tiempo. 6:18.
La oración, dentro de la iglesia del Señor es algo que no puede faltar. Es la comunicación de la iglesia
con su salvador. Es como si el capitán de un batallón se comunica con sus superiores usando la radio,
la cual puede emplear para pedir ayuda o informar de la situación actual. Esta frase se refiere en
“toda estación”; dando a entender cuando se presente la oportunidad y cuando haya exigencia. Pablo
emplea las mismas palabras de Jesús en el Evangelio de (Lucas 21:36) (Evangelio que él cita en otras
partes, en consonancia natural con el hecho de que Lucas era su compañero de viaje. Una iglesia
verdadera se mantendrá siempre en contacto a través de la oración con el Señor.
PELIGROS PARA LA IGLESIA
1. Ser engañados con doctrinas falsas. 4:14.

En el tiempo en que Pablo les está escribiendo esta carta a los hermanos de Éfeso, abundaban

los falsos maestros que querían engañar a la iglesia del Señor, imponiendo dentro de ellas sus

falsas enseñanzas. Este era un peligro constante, no había descanso, había que estar velando

todo el tiempo para que estos falsos maestros no entraran a corromper a la iglesia. Las

diferentes enseñanzas son los “vientos” que los llevan de un lugar a otro en un mar de dudas.

“Por” Griego, “en”. Es decir “la atmósfera malvada en la cual las diferentes corrientes de doctrina

ejercen su fuerza”. Dejarse mover por estos falsos maestros y no estar firmes como antes

dijimos es un peligro mortal para la iglesia.


2. Participar en los pecados de los no creyentes. 5:7.

Aquí se prohíbe el compañerismo con los malos obreros: en el v. 11, con sus obras malas. La

iglesia no debe estar de acuerdo con estos pecados y tampoco con estas personas. La iglesia

está llamada a denunciar el pecado y no a ocultarlo v. 11.

3. Las asechanzas de satanás. 6:11.

Literalmente “artificios estudiados” para engañar. El diablo el jefe gobernante de los enemigos (v.
12) organizados en el reino de las tinieblas, opuesto al reino de la luz. Satanás siempre estará al

asecho para atacar a la iglesia del Señor. No descansará, puesto que no existe nada más

importante para él mismo, que destruir a la iglesia del Señor. Este es un peligro latente para la

iglesia.

RELACIONES HUMANAS DENTRO DE LA IGLESIA


1. Se soportaban en paciencia los unos a los otros. 4:2.

Aquel espíritu en el cual aceptamos las disposiciones de Dios con respecto a nosotros, sin

disputar y sin resistirnos, y en el cual aceptamos pacientemente los males que nos hacen los

hombres, pensando que son permitidos por Dios para el castigo y la purificación de su pueblo.

Sólo el corazón humilde y sumiso puede ser también manso. Así como la “humildad y la

mansedumbre” corresponden a la idea de “soportarnos los unos a los otros en amor”. Esto debe

ser evidente dentro de la iglesia del Señor.

2. Había paz entre ellos. 4:3.

Unidos en el “vínculo de la paz” (el “vínculo” por el cual la “paz” es mantenida, es decir, el “amor”,

o, puede ser que la paz misma sea el “vínculo” indicado aquí, que une los miembros de la iglesia.

Definitivamente que dentro de la iglesia había una unión de paz, los hermanos vivían en paz los

unos con los otros. Era su estilo de vida.


3. Hablaban verdad unos con otros. 4:25.

“Habiendo quitado de vosotros la mentira”, participio de la voz media, del tiempo aoristo, que

indica acción pasada, hecha una vez y no más. “Mentira” significa “falsedad”; en lo abstracto.

“Hablad verdad cada uno con su prójimo”, “con” significa como “miembros unos con otros”. No

meramente como miembros de un cuerpo, sino en unión mutua en Cristo, la cual,

instintivamente, y no meramente como un mandato externo, lleva a los creyentes a cumplir sus

deberes mutuos. Un miembro no puede dañar o engañar a otro sin dañarse a sí mismo, pues

todos tienen un interés común y mutuo.


4. No se mantenían airados por mucho tiempo con sus hermanos. 4:26.

Nuestros sentimientos naturales no son incorrectos cuando son para alcanzar objetivos

legítimos, y no exceden a los límites propios. Así como en la resurrección literal futura, así en la

actual resurrección espiritual no se aniquila ningún elemento esencial nuestro, sino sólo aquello

que sea una perversión del modelo original. De modo que la indignación motivada por alguna

deshonra hecha a Dios, o algún mal hecho al hombre, es ira justificable. No se habla de la ira

meramente como pecado, pero sí de los resultados de esta cuando es mal usada.

5. Compartían con los que tenían necesidades. 4:28.

Los creyentes de Éfeso así como los creyentes que son mencionados en el libro de los Hechos,

compartían entre sí todo lo que tenían, de modo que nadie tuviera que pasar por necesidad, si

estaba en las manos de otro hermano suplir esas necesidades. Los cristianos en general no

deben hacer de la ganancia egoísta el objetivo de su empresa honrada, sino la adquisición de los

bienes que sean de mayor utilidad para sus semejantes, y el estar independientes de la caridad

de otros. Pablo les pide a estos hermanos de Éfeso que no hurten, sino que trabajen con sus

manos y ayuden a los necesitados, dentro y fuera de la iglesia.


1. Deben ser hombres que claman por la iglesia. 1:16.

Pablo nos muestra cuán importante es que oremos al Padre y creador de todas las cosas. Él

como líder de esta iglesia clamaba por sus miembros para que fueran fortalecidos y dirigidos por

el Espíritu del Señor. Pablo era un líder de oración y lo demostró a lo largo de todo su ministerio.

Aquí deja un ejemplo a los que son llamados como él, a dirigir. Los líderes necesitan tener

tiempos de oración y más que eso, que su vida sea una oración continúa.
2. Deben ser hombres que preparan a los santos para la obra del ministerio. 4:12.

Este llamado a los líderes es algo que sigue en pie en nuestros días. La función del ministerio se

presenta en este versículo. El bien propuesto respecto a la iglesia (v. 13). La manera de

crecimiento (vv. 14, 15, 16). Para edificación del cuerpo, como el templo del Espíritu Santo. Es

una función que los líderes deben desarrollar.

3. Deben ser hombres que cuidan su manera de hablar. 4:29.

Aun las palabras buenas en sí deben ser presentadas oportunamente, para que no resulten por

nuestra falta dañinas en lugar de útiles. “No generalidades vagas”, que convendrían igualmente

bien a miles de casos, y probablemente, igualmente mal: nuestras palabras deben ser como

clavos metidos en lugar seguro, palabras convenientes en el tiempo presente y a la persona

indicada, y que sean “para edificación según la ocasión”. Los líderes están llamados a usar sus

palabras de esta manera.


4. Deben ser hombres fieles. 6:21.

Los líderes de la iglesia deben ser hombres fieles. En este caso vemos a Pablo llamar a Tiquico

fiel. No es opcional para un líder ser fiel, este es un requisito obligatorio para un líder de la iglesia

del Señor.

5. Aplicaciones para la vida de la iglesia hoy.

La iglesia del Señor en nuestros días tiene mucho que aprender de las iglesias primitivas, siendo

una de ellas la iglesia de Éfeso. Necesitamos mirar en las escrituras las cualidades de iglesias

como estas, y también los peligros que amenazaron con destruir la iglesia. Debemos mirar con
atención como se manejaban sus líderes e imitar las cosas que hicieron. No se necesita innovar,

podemos caer en el error haciéndolo, es mejor seguir las huellas de esos hombres que ya nos

mostraron el camino.

Debemos amarnos los unos a los otros y suplir nuestras necesidades, sin esperar que nos

ayuden, sino trabajando con nuestras propias manos para ayudar a los que necesitan en verdad

ser ayudados. Debemos ser diligentes en la oración por todos nuestros hermanos. Necesitamos

con urgencia volver a ser esa iglesia que se ocupaba de buenas obras, trabajando en hospitales

y lugares de necesidades. Necesitamos regresar, necesitamos volver a ser esa iglesia que atraía

a multitudes por el simple hecho del amor que se manifestaba dentro de ella. Regresemos. Que

cada uno de nosotros nos ocupemos en mostrar estas actitudes antes mencionadas y

volveremos a ver la gloria de Dios manifestada.

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