Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
I
1
I
;
Cultura infantil
y multinacionales
La construcción de la identidad en la infancia
Por
SHIRLEY R. STEINBERG
Traducción de
Tomás del Amo
"'
CAPíTULO 11
© Ediciones Morala, S. L.
'r
I
I
!
!
66 Cultura infantil y multinacionales
ver en su anotación de beneficios y su alcance cultural corporativo en constante expansión . Por ejem
plo, la Compañ ía Disney ingresó en 1994 casi 5.000 millones de dólares en taquilla , 3.500 millones de
dólares de los parques temáticos de Disney y casi 2.000 millones de dólares de los productos Disney.
Además, en el verano de 1995, la Compañía Walt Disney llegó al acuerdo más importante de la indus
tria de los medios de comunicación norteamericanos invirtiendo 19.000 millones de dólares para
adquirir Capital Citíes/ABC. Véase, por ejemplo, Bruce Hovovrrz , "Company Has Cradle-to-Grave
Sway", USA Taday (7 de septiembre de 1995), pág. B1. Sobre las propiedades específicas implica
das en la fusión entre Disney y Capital Cities/ABC , véase Jack THOMAS , "For Viewers, Changes Not
Expected to Be Big Deal", Bastan Glabe (1 de agosto de 1995), págs. 33, 45, especialmente la tabla
de la página 45.
* Dan QUAYLE fue Vicepresidente republicano de EE.UU. a finales de los ochenta (1989-1993),
bajo el mandato de George Bush, defensor de los valores de la familia tradicional. Nació en Indiana
polis en 1947. Es autor de un libro titulado: The American Family: Discavering The Values That Make
Us Strong. (N. del T.)
© Ediciones Morat a, S. L.
¿Son las películas de Disney buenas para sus hijos? 67
2 Citado en Mark WALSH , "Disney Holds Up School as Model for Next Century", Education Week
13(39) (22 de junio, 1994), pág. 1.
3 Citado en Tom V ANDERBILT, "Mickey Goes to Town(s)" , Nation 261(6) (28 de agosto/4 de sep
tiembre, 1995), pág. 197.
4 Ibid., pág. 199.
© Ediciones Morata, S. L.
~- "
r .
1
Cultura infantil y multinacio nales
¡¡
68
- - - - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
riana de la Cal le Principal de EE.UU. de Disneylandia. Parece que los artífices de
las políticas reales no son los que residen en Washington, D.C., sino los que en
California se llaman a sí mismos ingenieros de la imaginación de Disney. Los lími
tes entre entretenimiento, educación y comercialización se vienen abajo por la
omnipotencia absoluta de la penetración de Disney en diversas esferas de la vida
cotidiana. El ámbito del imperio Disney revela tanto sus perspicaces prácticas
empresariales como su aguzada vista para proporcionar sueños y productos a
través de las formas de la cultura popular en las que los niños realizan de buena
gana inversiones mater iales y emocionales.
El público general tiende a rechazar cualquier relación entre la ideología y el
prolífico mundo de entretenimiento de Disney. Y sin embargo, su apariencia de
inocencia les parece a algunos críticos como poco más que una máscara promo
cional que disimula sus técnicas comerciales agresivas y su influencia al educar
a los niños en las virtudes de convertirse en consumidores activos. Eric SMOODIN,
compilador de Oisney Oiscourse, un libro que critica el papel de esta compañía en
la cultura norteamericana, indica que "Disney construye la infancia para hacerla
completamente compatible con el consum ismo" 5 . Más perturbadora aún es la
extendida creencia de que su inocencia de marca le libra de tener que rendir
cuentas sobre las diversas maneras en que determina el sentido de realidad que
suministra a los niños cuando éstos adoptan nociones particulares y a menudo
higienizadas de la identidad, la cultura y la historia en el universo cultural aparen
temente apolítico del "reino mágico". Por ejemplo, Jan WIENER, profesor de histo
ria en la Universidad de California en Irvine , indica que "la versión de Disneylan
día de la Calle Principal de Norteamérica recuerda una imagen de pequeñas
ciudades caracterizadas por la animación de los comercios, con cuartetos de bar
bería, helados de fruta y nueces y desfiles gloriosos". Para WIENER esta visión no
sólo convierte en ficción y trivializa la historia de las calles principales reales a
finales del siglo XIX, también representa una apropiación del pasado para legiti
mar un presente que pinta un mundo "sin casas de vecindad modestas, pobreza
o conflictos de clase urbanos ... Es el sueño de un protestante blanco nativo de un
mundo sin negros o ínrniqrantes'" .
Quiero aventurarme en el contradictorio mundo de Disney por medio de un
análisis de sus películas de dibujos animados más recientes . Estas películas, pro
ducidas desde 1989, son importantes porque han recibido enormes elogios y han
alcanzado la categoría de grandes éxitos. Para muchos niños representan su pri
mera introducción en el mundo de Disney. Además, su éxito y popularidad, que
rivalizan con muchos largometrajes de adultos, no da lugar a los análisis críticos
que a menudo se hacen sobre éstos. En resumen , el público general está más
dispuesto a suspender el juicio crítico sobre estas películas infantiles. La fantasía
de dibujos animados y el entretenimiento parecen plegarse uno sobre otro y que
dar fuera, en cuanto tales, del mundo de los valores, el significado y el conoci
miento asociados a menudo con formas educativas más pronunciadas como
los documentales, las películas de arte o incluso las películas adultas de amplia
S Erie SMOODIN, "How to Read Walt Disney", en SMOODIN, ed., Disney Discourse: Producing the
Magic Kingdom. Nueva York , Routledge, 1994, pág . 18.
6 Jan WIENER, "Tall Tales and True", Nation (31 de enero, 1994) , pág . 134.
© Ediciones Morala, S. L.
·Son las películas de Disney buenas para sus hijos? 69
~
circulación. Dada la influencia que la ideología de Disney tiene sobre los niños, es
imprescindible que los padres,. ,,os profesores y otros adultos comprendan cómo
estas películas atraen la atención y dan forma a los valores de los niños que las
ven y las corn Pr,an: . . ,
Más adelame indico que es Importante tratar las películas de dibujos anima-
dos de Disnp,/, sin condenar a Disney, como una compañía de ideología reaccio
naria que píOmueve con engaños una visión del mundo conservadora so pretex
to del entretenImiento, ni celebrarla simplemente como la versión de Hollywood
J
de Mr. Rogers Neíghborhood, que no hace más que proporcionar fuentes de
alegría Y felicidad para los niños en todo el mundo. En parte, hace ambas cosas.
Pero, al moldear las identidades individuales y controlar los campos de significa
do social por medio de los cuales los niños se mueven en el mundo, desempeña
un papel de;nasiado complejo para reducirlo a cualquiera de las dos posiciones.
Disney se inscribe de manera dominan te en la vida de los niños e influye podero
samente en la forma de imaginar el paisaje cultural de Norteamérica. La domi
nante autoridad cultural de Disney es demasiado poderosa y trascendental para
ser simplem ente objeto de reverencia. Lo que Disney se merece es crítica respe
tuosa, y una medida de este respeto es incluir el enfoque de la infancia y la socie
dad reflejado en sus obras en un diálogo crítico sobre los significados que pro
duce, los roles que legitima y las narraciones que utiliza para definir la vida
norteamericana.
La pregunta de si las películas de dibujos animados de Disney son buenas
para los niños no tiene respuestas sencillas pero, al mismo tiempo, requiere exa
minar estas películas fuera del registro tradicional de la diversión y el entreteni
miento. Las producciones más recientes, que incluyen La síreníta (The Líttle Mer
maíd), Aladdín, La bella y la bestia (Beauty and Beast) y El rey león (The Líon
King), proporcionan amplias oportunidades para analizar cómo construye una
cultura de la alegría y la inocencia para los niños en la intersección del entreteni
miento, la defensa, el placer y el consumismo. Todas estas películas han sido
estrenos de perfil alto que alimentan a públicos masivos. Además, su éxito comer
cial no se limita a los beneficios de la taquilla. Uniendo con éxito los rituales del
consumo y la asistencia al cine, las películas de dibujos animados de Disney pro
porcionan un "mercado de la cultura", una plataforma de lanzamiento para un
número inacabable de productos y mercancías que incluyen cintas de vídeo, ban
das sonoras, ropa infantil, armarios, muñecos de peluche y nuevas entradas en
los parques temáticos 7.
En una nota más positiva, la amplia distribución y el atractivo popular de estas
películas proporcionan a los diversos públicos y espectadores la oportunidad de
poner en duda los supuestos que permiten a la gente suspender el juicio respec
to a la responsabilidad de Disney de definir un entretenimiento infantil apropiado.
El análisis crítico de cómo las películas de Disney surten efecto construyendo sig
nificados, induciendo placeres y reproduciendo fantasías cargadas ideológica
mente no pretende ser un ejercicio de descrédito. Al contrario, la influencia social
© Ediciones Morata, S. L.
70 Cultura infantil y multinacionales
© Ediciones Morala, S. L.
¿Son las películas de Disney buenas para sus hijos? 71
a primera vista en una lucha contra el control paterno, motivada por el deseo de
explorar el mundo humano y dispuesta a correr un riesgo al definir el sujeto y el
objeto de sus deseos . Pero al final la lucha para conseguir la independencia de su
padre, Tritón, y el sentido de enfrentamiento desesperado que motiva a Ariel se
disipa cuando hace un pacto mefistofélico con Ursula: Arielle entrega su voz para
obtener un par de piernas de manera que pueda seguir al apuesto príncipe Eric.
Aunque los niños pueden estar encantados con la rebelión adolescente de Ariel,
son llevados a creer al final que el deseo, la elección y el poder están estrecha
mente relacionados con atrapar y amar a hombres apuestos. En La sirenita, Ariel
se convierte en una metáfora para la narración tradicional del proceso de conver
tirse en ama de casa. El mensaje cuando Ursula le dice que llevarse su voz no es
tan malo porque a los hombres no les gustan las mujeres que hablan se dramat i
za al intentar el príncipe dar a Ariel el beso de verdadero amor aun cuando ella
nunca le ha dirigido la palab ra. Dentro de esta narración rígidamente definida, la
condición de mujer ofrece a Ariel la recompensa de casarse con el hombre ade
cuado y renunciar a su vida anterior bajo el mar, un revelador modelo cultural para
la naturaleza de la elección y la toma de decisiones femenina en la visión del
mundo de Disney. Es difícil ver que una película como ésta haga más que refor
zar los estereotipos negativos sobre las mujeres y las muchachas. Por desgracia,
este tipo de estereotipos se reproduce, en diversos grados, en todas las películas
de dibujos animados de Disney.
En Aladdin, la cuestión de la acción y el poder se centra estrictamente en el
papel del joven vagabundo callejero Aladdin. Jasmine, la princesa de la que él se
enamora, es simplemente un objeto de su deseo inmediato, así como un peldaño
a la movilidad social. La vida de Jasmine está definida casi por completo por los
hombres, y al fir.al su f~licidad la asegura Aladdin , 8. quien finalmente se da per
miso para desposarla.
El tema del qénero se complica algo más en La bella y la bestia. Bella, la heroí
na de la película , es representada como una mujer independiente atrapada en una
ciudad provinciana en la Francia del siglo XVIII. Considerada extraña debido a su
profunda afición a la lectura , es perseguida por Gastón , un machista presumido
típico de las películas de Hollywood durante los años ochenta. Bella, dicho sea en
su honor, lo rechaza , pero al final concede su amor a la bestia, que la tiene cauti
va con la esperanza de que se enamore de él y rompa el malvado sortilegio que le
arrojaron cuando era joven . Bella no sólo se enamora de la bestia, la "civiliza"
enseñándole a comer adecuadamente, a controlar su genio y a bailar. Bella se
vuelve un modelo de etiqueta y estilo mientras convierte a este tirano narcisista de
músculos agarrotados en un modelo del hombre "nuevo", que es sensible , atento
y cariñoso. Algunos críticos han calificado a Bella de feminista de Disney, porque
rechaza y denigra a Gastón, el machista elemental. De manera menos obvia, La
bella y la bestia se puede interpretar también como un rechazo de la hipermascu
linidad y una lucha entre la susceptibilidad machista de Gastón y el sexista refor
mado, la bestia . En esta interpretación, Bella no es tanto el centro de la película
como un accesorio o "mecanismo para resolver el dilema de la bestia" 8.
8 Susan JEFFORD de sarrolla esta interpretación de La belfa y fa bestia en Susan JEFFORD: Hard
Bodies: Hollywood Mascufinity in the Reagan Era. New Brunswick, N.J., Rutgers University Press,
1994 , pág . 150.
© Ediciones Morata, S. L.
- - -'._ -
T.r
i l
I
í
Cultura infantil y multinacionales I
72
I
!i
Cualesquiera que sean las cualidades subversivas que Bella personifica en la
película, parecen desvanecerse cuando se centran en humillar la vanidad del
varón. Al final, Bella se convierte simplemente en una mujer más cuya vida se
valora por resolver los problemas de un hombre.
La cuestión de la subordinación femenina vuelve en grado extremo en El rey
león. Todos los gobernantes del reino son hombres, lo que refuerza el supuesto
de que la independencia y el liderazgo están vinculados al derecho reconocido
patriarcal mente y la elevada posición social. La dependencia que el amado Mufa
sa suscita de las mujeres de la Roca del Orgullo no camb ia después de su muer
te, cuando el malvado Scar asume el control del reino. Carentes de todo sentido
de agravio , resistencia o independencia, las mujeres felinas se retrasan en el
cumplimiento de sus órdenes. Dada la pretendida obses ión de Disney con los
valores familiares, especialmente como una unidad de consumo, es curioso que
no haya madres en estas películas. La sirenita tiene un padre dominante; el padre
de Jasmine es superado en inteligencia por sus ayudantes, y Bella tiene un cabe
za hueca por padre. ¡Se acabaron las madres fuertes y las mujeres que oponen
resistencia!
Jack ZIPES, profesor de alemán en la Universidad de Minnesota y destacado
experto en cuentos de hadas, afirma que las películas de dibujos animados de
Disney exaltan un poder de tipo masculino. Lo que es más importante, ZIPES cree
que reproducen "un tipo de estereotipo de género... que , a diferencia de lo que los
padres piensan, tiene un efecto adverso sobre los niños ... Los padres piensan
que son esencialmente inofensivas, y no lo son" 9 . Las películas de Disney se pro
yectan a cantidades enormes de niños en los Estados Unidos y en el extranjero.
Respecto a la cuestión del género, la visión de Disney de la relación entre la
acción femenina y la obtención de poder no es sólo nostálgica , linda con lo abier
tamente reaccionario.
Los estereotipos raciales son otra cuestión importante que emerge en
muchas películas de dibujos animados de Disney. Pero el legado de racismo no
comienza con las películas producidas desde 1989; al contrario, se puede ras
trear una larga historia de racismo asociada con el trabajo de Disney hasta las
imágenes denigrantes de personas de color en películas como La canción del Sur
(Song of the South), estrenada en 1946, y El libro de la selva (The Jungle Books),
que apareció en 1967 10 . Además, en los años cincuenta aparecieron en Frontier
land representaciones racistas de los nativos americanos como "pieles rojas" vio
lentos. Asimismo, el restaurante principal en Frontierland presentaba una figura
de tamaño natural de una antigua esclava, la tía Jemima, que firmaba autógrafos
a los turistas en el exterior de su "Casa de las Tortitas". Con el tiempo, las exhibi
ciones de nativos norteamericanos guiando a los turistas fueron eliminadas por
los ejecutivos de la compañía porque los guías de canoa "indios" deseaban sindi
carse . Fueron sustituidos por robots de osos bailarines. Las quejas de los grupos
de derechos civiles eliminaron el degradante espectáculo de la tía Jemima 11.
9 Citado en June CASAGRANDE, 'T he Disney Agenda ", Creative Loafing (17-23 de marzo, 1994) ,
páginas 6-7.
10 Tras su estreno en 1946, La canción del sur fue condenada por la NAACP (Asociación Nacio
nal para el Avance de las Personas de Color) por sus representaciones racistas .
11 Estos episodios racistas se resaltan en WIENER, "Tall Tales and True", págs. 133-135.
© Ediciones Morata, S. L.
_ _o • •
¿Son las películas de Disney buenas para sus hijos? 73
* En el videocasete en castellano, la canción empieza así: "Vengo yo del lugar / donde el dátil se
da / y los nómadas beben té. Y si allí les caes mal/encomiéndate a Alá. Es muy duro, lo sé, ¿y qué?"
(N. del T.)
12 Yousef SALEM, citado en Richard SCHEININ, "Angry Over 'Aladdin"', Washington Post (10 de
enero, 1993), pág. G5.
** Casey Kasem es un famoso y clásico presentador americano de radio, que entre otros tiene
un programa de gran audiencia, "TOP 40", en el que da a conocer los principales éxitos de la música
americana. Algo semejante a los cuarenta principales en España. (N. del R.)
13 Howard GREEN , un portavoz de Disney, rechazó las acusaciones de racismo como irrelevan
tes, afirmando que estas críticas procedían de una pequeña minoría y que a "la mayoría de las per
sonas les parecía bien [la película]". Washington Post (1 O de enero, 1993).
© Ediciones Morata, S. L.
-- - - - - - - - - - o_o. _ _
- - - - --- - -
' "I
Citado en Rene GRAHAM, "Can Disney Do It Again?" Bastan Glabe (11 de junio, 1995), pág. 57.
14
Véase Susan MILLER y Greg RODE, que hacen un análisis retórico de El libro de la selva y La
15
canción del suren su capítulo: "The Movie You See, the Movie You Don't: How Disney Does That Old
Time Derision", en Elizabeth BELL, Lynda HAAS y Laura SELLS, eds., From Mause to Mermaid. Bloc
mington, Indiana University Press, 1995.
© Ediciones Morata, S. L. ,i
i
I
I
l.
· 1,
hay nada inocente en lo que los niños aprenden sobre la raza tal como se repre
senta en el "mundo mágico" de Disney. La carta de la raza ha sido siempre cen
tral para la visión de Disney de la identidad cultural y nacional y, sin embargo, la
cuestión racial sólo parece justificar un debate público cuando se manifiesta pre
tendidamente en el discurso de los derechos civiles para beneficiar a los negros
bien por medio de una acción afirmativa, bien en la protesta por el reciente vere
dicto de O. J. Simpson. La verdad es que cuando la carta de la raza se utiliza para
denigra r a los afroamericanos y a otras personas de color, la cuestión racial como
acto de racismo parece desaparecer del discurso público.
Otro rasgo central común a todas las últimas películas de dibujos animados
de Disney es la celebración de relaciones sociales profundamente antidemocrá
ticas. La naturaleza y el reino animal proporcionan el mecanismo para presentar
y legit imar la jerarquía social, la realeza y la desigualdad estructural como parte
del orden natural. La presentación aparentemente benigna de los dramas de
celuloide en los que los hombres gobiernan, se impone disciplina estricta por
medio de jerarquías sociales y el liderazgo está en función de la propia posición
social hace pensar en un anhelo por una vuelta a una sociedad estratificada más
rígidamente, construida a semejanza de la monarquía británica de los siglos XVIII
Y XIX. Para los niños, los mensajes ofrecidos en las películas de dibujos anima
dos de Disney indican que problemas sociales como la historia del racismo, el
genocidio de los nativos norteamericanos, el sexismo predominante y la crisis de
la vida pública democrática simplemente están dispuestos por las leyes de la
naturaleza. Con toda evidencia, ésta es una peligrosa lección de impotencia y
una visión muy conservadora del orden social y las relaciones sociales del mun
do contemporáneo.
¿Significa esto que las películas infantiles de Disney se deberían ignorar o
censurar? Creo que deben aprenderse varias lecciones del reconocimiento de
mensajes profundamente ideológ icos detrás de la visión del mundo de Disney. En
primer lugar, es crucial que el terreno de la cultura popular que Disney utiliza cada
vez más para enseñar valores y vender mercancías se considere seriamente
como un sitio de aprendizaje, especialmente para los niños. Esto significa, como
mínimo, que se debe incorporar en las escuelas como un objeto serio de conoci
miento social y análisis crítico. En segundo lugar, los padres , los grupos comuni
tarios, los educadores y otros individuos interesados deben estar atentos a los
mensajes implícitos en estas películas para criticarlas cuando sea necesario y a
la vez (y esto es más importante) recuperarlas para fines más productivos. Los
roles asignados a las mujeres y las personas de color, junto con las ideas refe
rentes a una visión rígida de los valores familiares, la historia y la identidad nacio
nal deben cuestionarse y transformarse. Es decir, es preciso reescribir estas imá
genes y su afirmación a la memoria pública como parte del guión de adquisición
de poder, en lugar de rechazarlas simplemente porque sirven para debilitar la
acción humana y las posibilidades democráticas.
En tercer lugar, la penetración global de la compañía en las esferas de la eco
nomía, el consumo y la cultura aconseja analizar a Disney dentro de una variedad
de relaciones de poder. Eric SMOODIN indica con razón que el público norteameri
cano necesita "adquirir un nuevo sentido de la importancia de Disney, debido a la
manera en que su trabajo en el cine y la televisión se relaciona con otros proyec
tos de planificación urbana, política ecológica, comercialización de productos, tor
© Ediciones Morara, S. L.
.~
.
.,
. I
© Ediciones Morala, S. L.
- _ .-._... _ -
. r:
19 Inderpal GREW AL y Caren KAPLAN, "Introducti on: Tr ansn ational Feminist Practices and Ques
tions 01 Postmodernity", en Inderpal GREWAL y Caren KAPLAN, eds., Scattered Hegemon ies. Minnea
polis, University of Minnesota Press, 1994.
© Edicione s Morata , S. L.
' ~ 1&P-"';'''';;~::::~-=-=='===--- -- - -- -- - - - - - - - ------~~:_;_
Disney debe verse como una empresa pedagógica y un artífice de políticas com
prometido activamente en la formación del paisaje cultural de la identidad nacio
nal y la "escolarización" de la mente de los niños pequeños. Esto no qu iere tanto
insinuar que existe algo siniestro detrás de lo que Disney realiza como señalar la
necesidad de tratar el papel de la fantasía, el deseo y la inocencia en el asegura
miento de intereses ideológicos particulares, la legitimación de relaciones socia
les específicas y la realización de una afirmación clara sobre el significado de la
memoría pública. Es preciso hacer responsable a Disney no sólo en la taquilla,
sino también desde el punto de vista polít ico y ético. Y para que esta rendición de
cuentas se inculque en el "reino rn áqicor.Jos padres , los trabajadores culturales
y otros tendrán que cuestionar y desbaratar las imágenes, las representaciones y
los valores ofrecidos por la máquina de enseñar de Disney. Las apuestas son
demasiado altas para ignorar un reto y una lucha como éstos, aunque signifique
interpretar críticamente las películas de dibujos animados de Disney.
© Ediciones Morata , S. L.