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APRENDE A HABLARLE AL

UNIVERSO PARA QUE


COMPRENDA TU PEDIDO
POR PABLO · PUBLICADA ENERO 24, 2018 · ACTUALIZADO FEBRERO 27, 2018

La manera en que te comunicas con el Universo es demasiado


importante para poder sentirte a gusto en tu vida. De la misma manera
en que te comunicas contigo mismo y con las demás personas, la
comunicación con el Universo es vital para disfrutar de armonía, paz
y plenitud en tu existencia.
Cuando no nos comunicamos con fraternidad con otras personas se
generan conflictos, mal entendidos, discusiones, peleas y guerras. Cuando
no nos comunicamos amorosamente con el Universo este no se siente
ofendido ni nada de eso, simplemente no logra comprender lo que
estamos tratando de decirle. Muchas veces te responde entregándote lo
mismo de siempre o lo contrario a tu pedido.
Esta es una de las grandes razones de por qué no nos funciona la Ley de
la atracción cuando pedimos algo que queremos manifestar en nuestra
vida. Comúnmente no expresamos nuestra intención en un idioma
comprensible para Universo.
La forma en que nos comunicamos se encuentra en pleno desarrollo y
perfección. Aún tenemos mucha influencia del ego y seguiremos con esta
influencia hasta que demos paso al amor incondicional. Y cuando digo
expresar, no solo me refiero en términos de palabras, sino que a la
expresión completa que incluye las intenciones, las emociones y los
sentimientos que se encuentran envolviendo nuestras palabras.

Cuando nos encontramos con otra persona puede que le digamos “que
bueno verte” sin que eso sea verdad en nuestro interior. Si esa persona es
sensible e intuitiva podrá darse cuenta de que estamos fingiendo, pero si
no lo es, creerá que realmente nos alegramos de verla. Sin embargo
el Universo es muy sensitivo y tiene la capacidad de leer siempre lo que
hay detrás de nuestras palabras. Nunca es posible engañarlo.
Necesitamos ser completamente coherentes para que el Universo nos
escuche y comprenda claramente.

Todos pedimos cosas al Universo, pedimos trabajo, pedimos salud, una


buena pareja y muchas cosas más y la mayoría de las veces sentimos que
el Universo no nos escucha. En algunas ocasiones tenemos largas listas de
pedidos o pedidos muy antiguos que parecen estar olvidados esperando
que algún día se produzca el milagro de ser concedidos.
Quizá nunca te hayas puesto a pensar en esto, quizá no te has dado cuenta
de que tus pedidos están siendo analizados y mas allá de lo que a simple
vista pueden serlo. Recuerda que todos los pedidos son escuchados y
concedidos, y si aún no llega lo que tú has pedido, puede ser porque no
estás siendo coherente entre tus palabras y tus intenciones o porque tus
sentimientos no están acorde a él.

En realidad, tu pedido no tiene que ser un pedido. Más bien se trata


de una conversación donde expresas tu preferencia, donde dices lo
que eliges del amplio abanico de posibilidades que tienes por
delante. No existe enojo, ni desespero, ni angustia, ni exigencia, ni
llanto, ni nada parecido. Más bien te acompaña una suave sensación
de gratitud por tener la posibilidad de ser atendido.
El idioma que utilizamos para comunicarnos con el Universo es el mismo
que aprendimos cuando éramos niños al relacionarnos con nuestros
padres. Ellos fueron las únicas y más cercanas personas que influyeron en
aquellos años de infancia cuando desarrollamos la habilidad de
comunicarnos. Cerciórate de que no estés repitiendo los vicios que tenían
al comunicarse entre ellos o al hacerlo contigo.
Si tu madre, por ejemplo, tenía que discutir con tu padre para obtener
alguna cosa como el dinero para ir de compras, es posible que estés
utilizando esa misma estrategia para pedirle al Universo en concordancia
a esa estructura mental.

Otro ejemplo es lo que sucedía cuando tenías que pedirles algo a tus
padres y la forma en que ellos te respondían. ¿Atendían tu pedido o ni
siquiera te escuchaban? O ¿quizás no te atrevías a pedirles algo?. Todo
esto se relaciona con tu auto valor y con tu nivel de merecimiento.

Para que tu pedido sea atendido correctamente, revisa los detalles que he
mencionado aquí y observa si lo estás haciendo de manera amorosa y
confiada, así como le pedirías a tu mejor amigo que te acompañe a alguna
parte.

Cuando te sientes en confianza puedes pedir libremente, sintiéndote


soberano de tu propia existencia. Te haces dueño de decidir por
dónde quieres caminar sabiendo que los demás también tienen
derecho a lo mismo. Te vuelves responsable de ti mismo, creces,
maduras, te conviertes en un ser independiente y auto-gobernado.
Sabrás corregir el rumbo cuando adviertas que te has equivocado.

Si sientes que tienes que mejorar tu manera de pedir, comienza por


revisar la comunicación que aprendiste con tus padres y luego aplica lo
aprendido para practicar con el Universo. Para que te ayudes en este
proceso, recuerda alguna oportunidad en que pediste algo y lo obtuviste
rápidamente. Observa la limpieza de tu pedido, la claridad y la confianza
que existió en el momento en que lo planteaste.
Todos somos creadores de nuestra realidad y no necesitas ser una
persona con poderes especiales para poder elegir y obtener lo que deseas
en tu vida.

El Universo es generoso, pero nosotros somos los que oponemos


resistencia para que se manifiesten aquellas cosas que
deseamos. Que tengas excelentes resultados.
Patricia González

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