Sei sulla pagina 1di 1

MÓDU

LO

8
ESTUDIO BÍBLICO DE LA CARTA A LOS
ROMANOS
Solamente por la fe: declaración inicial (Romanos 3:27-31)
INTRODUCCIÓN

“¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino
por la ley de la fe.”
(Romanos 3:27)

Lo que Pablo hace en 3:27–31 es, pues, tocar rápidamente los puntos esenciales que quiere
enseñar sobre la fe antes de desarrollarlos en mayor extensión en relación con Abraham.

Expuesta y concluida la tesis sobre la justicia de Dios, retoma el diálogo con el supuesto
interlocutor para formularle algunas preguntas: ¿Dónde, pues, está la jactancia? Pablo
probablemente formula esta pregunta pensando particularmente en los judíos. Tal como señala
en otras partes, los judíos tenían una tendencia a descansar en sus obras como el fundamento de
su relación con Dios.
JACTANCIA (v.27)

No es necesario definir esta “jactancia» como un jactarse en sus propias obras en una forma
desafiante, sino que es principalmente un enorgullecerse en la posesión de la ley como pueblo de
Dios.

Si la salvación procede de Dios y la fe es el instrumento que Él genera en el hombre para


alcanzarla, si toda la obra salvífica descansa en la gracia, si el hombre es pecador destituido de la
gloria divina, si sus obras son inútiles para salvarse, entonces cualquier jactancia personal queda
excluida.

Aquí es donde reside el verdadero contraste. Pues gloriarse en la ley y apoyarse en ella significa
prácticamente jactarse en las obras de la ley (Efesios 2:9), es decir, confiar en la obra del hombre,
confiar en la carne (Filipenses3:3), significa establecer una “justicia propia” (Romanos 10:3).

TEMA ESPECIAL: OBRAS DE LEY

(ergon nomou) La predicación apostólica es diametralmente opuesta a la doctrina de salvación de


la sinagoga judía, y sin este trasfondo no se puede comprender el gran pensamiento paulino «por
fe, sin la ley» (Romanos 3:28; Gálatas. 2:16; 3:2-5). Pablo emplea aquí una expresión que tiene
su equivalente en “obras de mandamientos” rabínico o, lo que era aún más común, simplemente
“mandamientos”. Esto indica específicamente las obras que resultan del cumplimiento de los
mismos. Porque el cumplimiento del mandamiento no se debe entender como algo abstracto, sino
en el sentido concreto de la obra que resulta del mismo, el cumplimiento individual de la ley como
un acto.

Estudio desarrollado por el departamento de Formación Cristiana


Iglesia Cristiana Casa de Amor
contacto@iglesiacda.cl
www.iglesiacda.cl

Potrebbero piacerti anche