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Cuentan, que la noche anterior a su muerte, pidió como última gracia un trozo de carbón, unas velas
y unas rosas blancas. Con estas tres cosas hizo en la celda una especie de altar donde realizó una
hechicería. Con el carbón pintó en la pared una gran barca mientras recitaba conjuros, y se dice que
se presentó ante ella el mismo demonio. El demonio le sacó de la celda montada en la barca que
había pintado en la pared, y se dice que todavía se la puede ver en los días que llueve grandes
aguaceros.
Se cree que los antecedentes de esta leyenda provienen de la mitología maya, y más
concretamente de la leyenda de Chimalmat (Diosa que se vuelve invisible por causa de un
encantamiento).
Muchos afirmaban que "ellas" recorrían los poblados convertidas en enormes bolas de fuego o en
cualquier animal que ellas deseaban. Esta transformación les daba una fuerza física sobrenatural,
chillidos desagradables imposibles de soportar, largas y negras uñas como la noche. Debido a estos
sucesos, ellas eran condenadas y se les quemaba en la hoguera. Se dice que en una ocasión, una
de estas mujeres logró ser perdonada, pero como sus verdugos no podían retractarse ante el público
que esperaban la ejecución, tomaron un Gato y lo pusieron en su lugar (el color del Gato fue solo
coincidencia).
Curiosamente, el Gato logro huir en medio de la gente que de paso, esta ya estaba convencida de
que la Bruja, se había transformado en un Gato. Desde entonces, los Gatos Negros son
considerados portadores de la brujería y mal agüero, y como eran "preferidos" de las Brujas,
iniciaron su caza y erradicación. Una vez cazados, todos los Gatos eran quemados en la hoguera en
cuaresma y día de san juan. Ya erradicado, tomaban sus cenizas en puñados y luego las esparcían
en sus casas para poder librarse del mal de ojo y de las posibles plagas.
La leyenda del origen del lago de Atitlán
Cuentan que esto sucedió hace mucho tiempo, cuando los Cakchiqueles dieron muerte a saetazos a
Tolgom. Este suceso permitió que la punta del cerro del lanzamiento de Tolgom se volviera muy
famosa. Los Cakchiqueles arrojaron a la laguna los pedazos de Tolgom y se marcharon más allá de
Qakbatzulú. Luego de esto, se sumergieron dentro de la laguna.Cada uno pasó ordenadamente y
sentían mucho miedo pues la superficie del agua se agitaba fuertemente.
De allá se dirigieron a Panpatí y Payán Chocol, practicando sus dones de hechicería. Estando en
Chitululse toparon con nueve zapotes. Posteriormente los guerreros, entre ellos Gagavitz y su
hermana llamada Chetehauh. Decidieron parar y construir sus casas en la punta llamada
actualmente QabouilAbah. Sin razón alguna, un día Gagavitz decidió arrojarse al agua
convirtiéndose en la serpiente emplumada. Al instante se obscureció el agua, se levantó un viento y
se formó un remolino que acabó de agitar la superficie del lago.
En la orilla del agua estaban las siete tribus, quienes al ver lo ocurrido dijeron a los descendientes de
los Atziquinahay:”Acaba de agitarse la superficie de nuestra laguna, nuestro mar ¡oh hermano
nuestro! Que sea para ti la mitad del lago y para ti una parte de sus frutos, los patos, cangrejos,
pescados.”
La leyenda de la Llorona
En su versión guatemalteca, la Llorona es el alma en pena de una mujer de origen criollo
(descendiente de españoles) o mestiza, pero en ambos casos de un estrato socioeconómico alto.
Cuenta la leyenda que la mujer se llamaba María y que, mientras su esposo andaba de viaje, tuvo un
amorío con un mozo de su hacienda. Pero María resultó embarazada a causa de esta relación.
Angustiada, terminó ahogando a su hijo (en otras versiones son dos o tres) en un río una vez que
nació. Se dice que el niño se llamaba Juan de la Cruz. Por este crimen la mujer fue condenada a
repetir hasta el fin de los tiempos su grito «¡Ay, mi hijo!», que en ocasiones se transforma en «¡Ay!
¡Dónde está mi hijo! ¡Juan de la Cruz!».
Según la tradición, la Llorona pasea por las calles solitarias y frecuenta los lugares donde hay agua,
como piletas, ríos, fuentes o tanques. Sus lastimeros gritos asustan al más valiente y paralizan al
pavoroso. Muchos dicen haberla visto y escuchado. Se cuenta que, cuando se la escucha cerca, en
realidad está muy lejos, y viceversa. Se dice que no puede ganarse a una persona (es decir, quitarle
la vida) si esta usa la ropa interior al revés. Se les presenta a los hombres mujeriegos como una
mujer para engañarlos. Se dice que quien le habla pierde la vida y que un hombre acechado por la
Llorona se salva únicamente si una mujer le toma la mano, pues el espectro ataca únicamente a
hombres solitarios.
También se cuenta que, si uno escucha el grito, debe tratar de moverse y no quedarse congelado
por el pavor. La persona tiene que huir antes de escuchar el tercer grito o la Llorona se la ganará.
Para evitar encontrarse con ella o ahuyentarla, la persona hará bien en rezar al santo de su devoción
o repetir las oraciones tradicionales católicas.
Unos imaginan a la Llorona como una mujer vestida de luto riguroso, mientras que otros la ven
ataviada de blanco. También se dice que el pelo suele taparle la cara y que esta es como la de un
caballo (rasgo que comparte con la Siguanaba). Otro aspecto propio del espectro, según otras
leyendas guatemaltecas, es que su grito viene acompañado de un viento frío que hiela la sangre.
También se cuenta que si alguien ve a la Llorona a los ojos pierde la vida.
Se cuenta también que este espanto a parte de enamorar a muchachas jóvenes, gusta por cabalgar
mulas y caballos de los establos de las fincas en las noches agotándolos. Por ello, las bestias
durante el día no cumplen las tareas sumado a que se vuelven hostiles con las personas, los
campesinos y finqueros al ver este comportamiento buscan si el Sombrerón no les ha hecho trenzas
en la greñas. Si es así, el animal ya no sirve para tareas... Una forma de saber si el Sombrerón está
haciendo de las suyas en fincas y casas, es colocar ya sea cerca de un balcón de casa o cerca de
los establos una silla y mesa de pino recién elaboradas, junto a aguardiente y una guitarra en noche
de luna y deben guardar silencio todas las personas, sólo así se escuchará la guitarra y los cantos
del Sombrerón. Al Sombrerón le atraen las muchachas de pelo largo y ojos grandes, por ello, cuando
se sospecha que está tras una joven se le debe cortar el pelo a esta para que el Sombrerón no se
gane el alma de la joven.
Fabulas
Fabula del adivino
Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un vecino,
anunciándole que las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que había en
su interior.
El adivino levantose de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando, para ver
lo que había sucedido.
Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo:
-Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto lo
que te sucedería a ti?
El adivino no supo qué responder.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los demás. Tan
sólo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.
La cigarra era feliz disfrutando del verano: El sol brillaba, las flores desprendían su aroma...y la
cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su amiga y vecina, una pequeña hormiga, pasaba el día
entero trabajando, recogiendo alimentos.
- ¡Amiga hormiga! ¿No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo mientras canto algo
para ti. – Le decía la cigarra a la hormiga.
- Mejor harías en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta holgazanería – le respondía
la hormiga, mientras transportaba el grano, atareada.
La cigarra se reía y seguía cantando sin hacer caso a su amiga.
Hasta que un día, al despertarse, sintió el frío intenso del invierno. Los árboles se habían quedado
sin hojas y del cielo caían copos de nieve, mientras la cigarra vagaba por campo, helada y
hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la hormiga, y se acercó a pedirle ayuda.
- Amiga hormiga, tengo frío y hambre, ¿no me darías algo de comer? Tú tienes mucha comida y una
casa caliente, mientras que yo no tengo nada.
La hormiga entreabrió la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.
- Dime amiga cigarra, ¿qué hacías tú mientras yo madrugaba para trabajar? ¿Qué hacías mientras
yo cargaba con granos de trigo de acá para allá?
- Cantaba y cantaba bajo el sol- contestó la cigarra.
- ¿Eso hacías? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el invierno-
Y le cerró la puerta, dejando fuera a la cigarra, que había aprendido la lección.
Moraleja: Quien quiere pasar bien el invierno, mientras es joven debe aprovechar el tiempo.
Creencias
Abrir el paraguas dentro de casa
Ningún supersticioso tendría jamás la osadía de abrir un paraguas dentro de una casa. El origen de
este temor se remonta a la época en que los reyes orientales y africanos lo usaban sólo a modo de
sombrilla para protegerse de los rayos solares. Debido a su conexión con el astro rey y porque
también su forma simboliza el disco solar, abrirlo en un lugar sombreado, fuera de los dominios del
Sol, era considerado un sacrilegio.
Es probable que la superstición se reforzara cuando los paraguas llegaron a Europa y empezaron a
ser empleados casi exclusivamente por los sacerdotes en los oficios de los difuntos, sin otro fin que
protegerse de las inclemencias del tiempo.
Los remedios caseros
Desde que nació la medicina, el hombre viene acudiendo al uso de las plantas como "medicina
cruda", aunque algunas plantas tienen sus bondades, y unas que otras veces, si no curan del todo,
logran aliviar los males. Las personas le atribuyen tanto poder curativo a las plantas que le restan el
verdadero valor que tienen los preparados de laboratorios. En padecimientos como el asma
bronquial, la creencia popular le atribuía más poder a estos que ha lo indicado por los facultativos.
Muchas son las recetas caseras que se escuchan a diario, "superando" en conocimientos, al
parecer, a los médicos, los especialistas y a destacados investigadores.
"Para el asma, nada mejor que la tizana de bejuco de Ubí todas las mañanas en ayuna. Eso lo
cura para siempre."
"Coger tres clavos nuevos que midan dos pulgadas y media, ponerlos a hervir en baño de María,
dejar luego que se refresque y darle a tomar el agua al niño."
"La tizana de Tuatúa, pero tiene que ser en las lunas nuevas."
"Si tu niño padece de asma llevaselo a Chicho el cojo, que vive en Arroyo Seco y verás que te lo
cura"
"No cuentes las estrellas, que por cada una que cuentes, te sale un ojo de pesca´o"
"Si vez una estrella fugaz pides un deseo y verás "
La tradición dice que, para que el día no se tuerza, hay que apoyar en primer lugar el pie derecho. La
respuesta a esta costumbre podría hallarse en el mundo de los pescadores. Durante el siglo XIX,
ningún pescador en su sano juicio subía a bordo por babor, es decir, el costado izquierdo del barco,
aunque resultara incómodo
hacerlo por estribor. Parece ser que la superstición nace de la noción de que cualquier cosa zurda
era antinatural una idea que se basa en que la mayoría de los seres humanos son diestros.
Por regla general, todo k que se refiere a la derecha es calificado de favorable por los supersticiosos,
quizás alentados por la tradición bíblica, que dice que la derecha conesponde al camine del Paraíso
y es la posición en la que están sentados los elegidos por Dios.
La izquierda representa el reverso de la moneda. Los romanos, por ejemplo, hacían presagios
observando el vuelo de los pájaros: los que lo hacían hacia este lado eran de mal agüero. De hecho,
en latín, izquierda se dice sinester, que dio origen al adjetivo siniestro.
Tocar madera
Durante muchos siglo antes del cristianismo, lo pueblos célticos de Europa rendían culto a los
árboles por considerarlos los templo de la santidad y la principal presentación de los dioses era la
Tierra. El árbol servía com medio para enviar la dolencia, o el mal a la tierra. También se recurría a
este vegetal s la mala suerte visitaba a m hombre bajo la forma de demonios o si iba a librarse una
batalla. En estos y otros casos el sacerdote druida celebraba una serie de ritos y ensalmos en las
llamadas enramadas sagradas, lugares que equivalía a las modernas iglesias.
Hay, además, quien dice que las supersticiones referentes a la madera también nacen del material
con el que está hecha la cruz de Jesús Resultado de estas creencias es nuestra costumbre de tocar
madera como signo di la buena suerte, ya que ésta atrapa al espíritu maligno lo hace caer a tierra.
Anecdotas
Anécdota 1
Estaba escuchando tranquilamente a la guía como nos describía la Casa Natal de Mozar, de
repente, me da por coger la mano de mi novio que en “teoría” estaba detrás de mí y oigo una
vocecilla como salida de ultratumba diciendo: “perdona, pero creo que mi mano no es la que quieres
coger” me giro y TIERRA, TRÁGAME!!!! Allá estaba una adorable viejecilla plantada y mi mano
estaba enlazada a la suya así que podéis imaginar: yo roja como un tomate y salí de allí lo más
rápido que pude!!!!
Anécdota 2: Para volver del Silk Market y cómo íbamos un grupillo de 6 decidimos coger un
taxi de estos piratillas que te llevan en una furgoneta con los cristales tintados al estilo Jack Bauer de
24. El caso es que durante el camino la mujer del conductor nos empieza a sacar calcetines y
gallumbos de una bolsa de basura diciendo que los vendía muy baratos así que ni cortos ni
perezosos y como somos muy consumistas allá que cargamos con un arsenal de ropa interior. Acto
seguido nos fuimos a cenar al Hard Rock Pekín. Cuando llega la cuenta, pagamos y nos marchamos
y detrás nuestro, una de las camareras persiguiéndonos, gritando en chino cosas que no lográbamos
descifrar, parecía la niña del exorcista. El caso es que la furgoneta pirata nos había endiñado billetes
falsos y nosotros, pardillos todavía en la moneda del país no nos habíamos dado cuenta y se lo
dimos a la camarera para pagar la cena. Consecuencia: Nos tuvimos que tragar una moneda que
para mí la usaban para jugar al monopoli en algún país extraño porque fuimos a cambiarla y no
quisieron….
Anécdota 3: En uno de mis múltiples puntazos que me dan decidí apuntarme a una excursión
en bicicleta por las Salinas de Maras en el Valle Sagrado (Perú). Para poneros en antecedentes: el
deporte y yo no nos llevamos bien, digamos que mi actividad deportiva se limita a ir al gimnasio
como máximo un mes y medio al año y a jugar al Wii Sports en casa, así que imaginaros!!!!
En la primera cuesta ya estaba que no podía con mi alma y para postre el camino estaba todo
empedrado y peligroso así que ni corta ni perezosa agarré la bicicleta a cuestas y en la primera
carretera que vi paré a una furgonetilla que iba atestada de gente y animalitos, endiñé la bici en la
baca y me quedé esperando en el pueblo tumbada a la bartola hasta que el resto de la expedición
aparecieron hechos polvo, eso sí, no me libré de las agujetas ya que al día siguiente tenía los brazos
que no los podía ni mover!!!!
Biografias
Manuel Galich
Manuel Francisco Galich López (Ciudad de Guatemala, 30 de noviembre de 1913 - La Habana, 31
de agosto de1984) fue un reconocido escritor, dramaturgo y político guatemalteco. Participó en
la Revolución de Octubre de 1944 que terminó con el gobierno del general Federico Ponce Vaides y
luego ocupó puestos en el gobierno de Guatemala desde 1944 hasta 1954, entre ellos Ministro de
Educación y embajador de Guatemala en varios países de América del Sur. En 1977 recibió el
premio Ollantay de Bogotá, por parte de la Federación de Festivales de Teatro de América.
los padres de Manuel Galich fueron María Isabel López Santa Cruz y Luis Dionisio Galich Urquía.
Tuvo tres hermanos y en 1928, gracias a una beca que le fue concedida en la Escuela Normal para
Varones, comenzó sus estudios secundarios, pero debido a una huelga en la Escuela Normal fue
trasladado al Instituto Nacional Central para Varones, establecimiento donde obtuvo en 1932 el título
de Maestro de Educación Primaria y el grado de Bachiller en Ciencias y Letras. Sus dotes artísticos
fueron confirmados en este año;
también conocido como Pepe Milla, sus padres fueron: el general José Justo Milla Pineda, jefe de
estado de Honduras en 1827, y la señora Mercedes Vidaurre Molina. José Milla, firmó algunos de
sus libros con el anagrama Salomé Jil. Nació en una familia bien establecida, probablemente
propietaria desde la época colonial de heredades en el actual departamento de Jutiapa. Su padre,
nacido en Honduras (entonces parte de la Capitanía General de Guatemala), ejerció las armas.
Durante su juventud, vio los múltiples conflictos que la recién independiente Guatemala debería
afrontar por las pugnas entre liberales y conservadores;