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Gobierno

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El gobierno (del griego κυβερνάω kubernáo "pilotar un barco") es normalmente la


autoridad que dirige, controla y administra las instituciones del Estado, el cual consiste en
la conducción política general o ejercicio del poder del Estado. En ese sentido,
habitualmente se entiende por tal órgano (que puede estar formado por un presidente o
primer ministro y un número variable de ministros) al que la Constitución o la norma
fundamental de un Estado atribuye la función o poder ejecutivo, y que ejerce el poder
político sobre una sociedad. También puede ser el órgano que dirige cualquier comunidad
política.1

En términos amplios, el gobierno es aquella estructura que ejerce las diversas actividades
estatales, denominadas comúnmente poderes del Estado (funciones del Estado). El
gobierno, en sentido propio, tiende a identificarse con la actividad política.

El gobierno no es lo mismo que el Estado, está vinculado a este por el elemento poder. El
gobierno pasa, cambia y se transforma, mientras que el Estado permanece idéntico. En ese
sentido, el gobierno es el conjunto de los órganos directores de un Estado a través del cual
se expresa el poder estatal, por medio del orden jurídico. Puede ser analizado desde tres
puntos de vista: según sus actores, como un conjunto de funciones, o por sus instituciones.

La misión del gobierno es crear un sistema de auto-protección social para y con todas las
personas que viven en el Estado, que sea seguro al largo plazo, autofinanciable, de muy
buena calidad y sin corrupción. Prioritariamente asegurar el futuro de la salud, educación,
trabajo, sustento y vivienda.

A diferencias de las ONG, la estrategia del gobierno es recaudar aportes obligatorios de


todos los miembros del Estado, hechos en dinero, para construir infraestructura y empresas
de servicios públicos.

Los expertos en ciencias políticas clasifican las diferentes clases de gobierno de diversas
maneras. A este respecto, la Encyclopædia Britannica explica: “Existe la distinción clásica
entre gobiernos según la cantidad de gobernantes: el que es ejercido por un solo hombre
(monarquía o tiranía), por una minoría (aristocracia u oligarquía), o por la mayoría
(democracia)”.[cita requerida]

A veces los gobiernos se clasifican según sus instituciones más importantes


(parlamentarismo, gobierno de un gabinete), según sus principios básicos de autoridad
política (tradicional, carismático), según su estructura económica, o según su uso o abuso
del poder. “Aunque ninguno de estos principios de análisis abarca todo aspecto —comenta
esta obra de referencia—, cada uno tiene cierta validez.”[cita requerida]

Históricamente, el primer gobierno se forma en la tribu, como una forma de coordinar el


pleno aprovechamiento de los recursos humanos, naturales, instalaciones y herramientas, de
la misma, para generar el máximo de beneficios que satisfagan las necesidades de la tribu,
en alimentación, seguridad, vestido, alojamiento, educación.

Después, se ha establecido el "Ejecutivo" como ente coordinador, el "Legislativo" como


generador de leyes y el "Judicial" como encargado de hacer que las leyes se cumplan.

Actualmente hay un grupo de investigadores y empresas seriamente preocupados por el


hecho de que el gobierno es una organización de autoprotección social poco segura al largo
plazo, que tal vez no sea capaz de asegurar los servicios de protección social a futuro,
cuando la especie alargue su esperanza de vida por encima de los 100 años. Estos
investigadores están desarrollando ONG alternativas.

Índice
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 1 Órganos de gobiernos
o 1.1 Democracia y totalitarismo
 1.1.1 Totalitarismo
o 1.2 Otras clasificaciones modernas
 1.2.1 Democracia clásica u occidental
 1.2.2 Democracia directa, representativa y semi directa
 2 Véase también
 3 Referencias
 4 Enlaces externos

Órganos de gobiernos[editar]
Suele aludirse que el gobierno se divide en poderes, pero en realidad se divide en órganos
con distintos tipos de funciones:

Democracia y totalitarismo[editar]
Los criterios de clasificación actuales se atienen más al contenido que a la forma, se trata de
separar los gobiernos no por el número de gobernantes, sino por la forma cómo se ejerce el
poder o según la distribución de las competencias entre el individuo y el Estado, según el
modo como se toman en consideración los gobernantes los derechos individuales (libertad
de opinión, de prensa, de reunión, de pensamiento, de creación, de partidos políticos, de
enseñanza). Lo más correcto es separar los gobiernos en democráticos y totalitarios, según
se reconozca la libertad de intervenir en el gobierno a los individuos o no, según se admitan
los derechos fundamentales.

Totalitarismo[editar]

Artículo principal: Totalitarismo

La base de esta concepción es el transpersonalismo; todo lo abarca el Estado y por eso


puede imponer sus ideas, su enseñanza. En esta forma de gobierno todas las competencias
residen en el Estado; éste orienta los individuos de tal manera que se hace necesario que
sean suprimidos los derechos individuales. El Estado totalitario no se caracteriza porque en
él no se votó o porque no se cuente con el apoyo de la mayoría; se caracteriza porque en él
no hay auténtica libertad de opinión. Las libertades individuales son absorbidas por el
estado y se ejercitan según el interés y el fin estatal. Exteriormente la organización
gubernativa es muy similar a la democrática, pero es sólo aparente.

La vida política y la económica no tendrán la posibilidad de florecer fuera de las doctrinas y


directivas que dominan en el gobierno.

El poder judicial estará sometido a una misma concepción y el juez tendrá un campo de
acción mucho más amplio que en la Democracia, puesto que no hay derechos individuales
que salvaguardar y la justicia debe ejercerse imponiendo concepciones vagas, en función de
los fines del Estado, interpretada por el Gobierno o el partido gubernativo.

El totalitarismo como bien se dice abarca todo, es un tipo de gobierno aspiradora, absorbe
al individuo por completo y no acepta a las religiones por ningún motivo.

Otras clasificaciones modernas[editar]

Democracia clásica u occidental[editar]

De acuerdo con el reconocido filósofo catedrático Ismael Iván Santaella Solorio y en


conjunto con catedráticos. La base es el reconocimiento a la eminente dignidad humana,
basando la organización estatal en el objeto de fomentar las múltiples posibilidades que
derivan de dicha persona. La forma de gobierno se basa en el predominio de la mayoría,
pero con respeto a las minorías. Lo que conduce al pluripartidismo. En cuanto al
funcionamiento se señala:

 Pluralidad de órganos constitucionales y la aceptación de la teoría de separación de


poderes.
 Constitución rígida y un control de constitucionalidad de las leyes ordinarias.
 Parlamento electivo.
 Una amplia tutela jurisdiccional de los derechos públicos subjetivos y
particularmente los derechos de la libertad civil.
 Descentralización amplia.
 Ideas parlamentadas.

Democracia directa, representativa y semi directa[editar]

Artículos principales: Democracia directa y Democracia representativa.

El gobierno directo es aquel en el cual el pueblo ejerce directamente las funciones de


gobierno, actúa realizando actos de gobierno sin representantes. Este régimen no existe
actualmente y puede afirmarse que nunca se realizó, en Estado alguno. Sólo ha sido posible
en pequeñas circunscripciones (Municipios, Cantones suizos.).

Se ha dicho que en Grecia se practicó Democracia directa; lo que no es exacto, pues si bien
el pueblo se reunía en el Ágora para discutir y resolver las cuestiones de gobierno, era en
realidad una aristocracia ya que estaban excluidos los extranjeros, esclavos y mujeres. En la
época moderna todos los autores citan como ejemplo de gobierno directo los cantones
suizos. Pero en realidad esas reuniones eran esporádicas y en ellas se limitaban a votar por
sí o por no a los proyectos sometidos a su consideración. El gobierno directo es una forma
teórica y actualmente imposible de practicar, por el aumento de población de los Estados y
la complejidad de la tarea gubernativa, cada vez más técnica.

El gobierno representativo es aquel en el cual las funciones de gobierno son realizadas por
los representantes del pueblo. Actualmente la casi totalidad de los regímenes de gobierno
son representativos. Los gobernantes son considerados “representantes” de la ciudadanía y
son ungidos en su calidad de tales mediante el sufragio. Este es el único contrato del
elegido con el elector; el pueblo solamente tiene derecho de elección, la relación de
representación se desarrolla a través del partido político. El representante no puede ser
revocado, porque sus electores no tienen ningún contrato después del voto, salvo a través
del partido político. Teóricamente el votante se inclina por un partido político por adhesión
al programa de gobierno que éste propugna y vota por los candidatos de ese partido. Por esa
razón el representante debiera cumplir con el programa y las autoridades del partido
controlar su actuación. El régimen semi-representativo es aquel que participa de ambos
sistemas; el gobierno se realiza indirectamente por medio de representantes, pero el pueblo
realiza directamente algunos actos de gobierno, es decir que no limita su intervención al
sufragio, sino que a veces utiliza formas de gobierno directo: plebiscitos, referendos,
iniciativa popular..

Estado
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Para otros usos de este término, véase Estado (desambiguación).
No debe confundirse con país.

Estado1 es un concepto político que se refiere a una forma de organización social,


económica, política soberana y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones no
voluntarias, que tiene el poder de regular la vida comunitaria nacional generalmente en un
territorio áunque no necesariamente. Usualmente, suele adherirse a la definición del Estado,
el reconocimiento por parte de la comunidad internacional como sujeto de Derecho
internacional.

Maquiavelo introdujo la palabra Estado en su obra El Príncipe.

Índice
[ocultar]

 1 Definiciones de Estado
o 1.1 Definiciones de los clásicos
o 1.2 Definiciones de tratadistas modernos
 2 Origen y evolución del concepto de Estado
o 2.1 Estado, Nación y Gobierno
 3 Formación de los Estados y estatidad
 4 Atributos del Estado que lo distinguen de otras instituciones
 5 Tipos y formas de Estado
 6 Reconocimiento de Estados
 7 Crítica al Estado
o 7.1 Anarquismo
o 7.2 Marxismo
o 7.3 Liberalismo
o 7.4 Integrismo
 8 La "Razón de Estado"
 9 Referencias
 10 Enlaces externos

Definiciones de Estado[editar]
El concepto de Estado difiere según los autores,2 pero algunos de ellos definen el Estado
como el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las
normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio
determinado. Max Weber, en 1919, define el Estado moderno como una "asociación de
dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de
un territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, a este fin, ha
reunido todos los medios materiales en manos de su dirigente y ha expropiado a todos los
funcionarios estamentales que antes disponían de ellos por derecho propio,sustituyéndolos
con sus propias jerarquías supremas”.3 Por ello se hallan dentro del Estado instituciones
tales como las fuerzas armadas, la administración pública, los tribunales y la policía,
asumiendo pues el Estado las funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad y otras
como las relaciones exteriores.

Probablemente la definición más clásica de Estado, fue la citada por el jurista alemán
Hermann Heller que define al Estado como una "unidad de dominación, independiente en
lo exterior e interior, que actúa de modo continuo, con medios de poder propios, y
claramente delimitado en lo personal y territorial". Además, el autor define que solo se
puede hablar de Estado como una construcción propia de las monarquías absolutas (ver
monarquía absoluta) del siglo xv, de la Edad Moderna. "No hay Estado en la Edad
Antigua", señala el autor.4 Asimismo, como evolución del concepto se ha desarrollado el
"Estado de Derecho" por el que se incluyen dentro de la organización estatal aquellas
resultantes del imperio de la ley y la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y
otras funciones más sutiles, pero propias del Estado, como la emisión de moneda propia.

Definiciones de los clásicos[editar]

1. Cicerón: Es una multitud de hombres ligados por la comunidad del derecho y de la


utilidad para un bienestar común y apoyo a la comunidad.

1. San Agustín: Es una reunión de hombres dotados de razón y enlazados en virtud de


la común participación de las cosas que aman.
2. J. Bodino: Es un conjunto de familias y sus posesiones comunes gobernadas por un
poder de mando según la razón.
3. F. C. von Savigny: Es la representación material de un pueblo.
4. I. Kant: Es una variedad de hombres bajo leyes jurídicas.
5. F. Oppenheimer: Es la institución social impuesta por el grupo victorioso al
derrotado, con el propósito de regular su dominio y de agruparse contra la rebelión
interna y los ataques del exterior.
6. F. Lasalle: El Estado es la gran asociación de las clases pobres.
7. T. Hobbes: Una persona de cuyos actos una gran multitud, por pactos mutuos
realizados entre sí, ha sido instituida por cada uno como autor, al objeto de que
pueda utilizar la fortaleza y medios de todos, como la juzgue oportuno, para
asegurar la paz y la defensa común.
8. L. Duguit: Es una corporación de servicios públicos controlada y dirigida por los
gobernantes.
9. G. W. F. Hegel: El Estado es la conciencia de un pueblo.
10. Hegel, 1986: El Estado es la realidad de la idea ética; es el espíritu ético en cuanto
voluntad patente, clara por sí misma, sustancial, que se piensa y se conoce, y que se
cumple lo que él sabe y cómo lo sabe. En lo ético el Estado tiene su existencia
inmediata; y en la conciencia de sí del individuo, en su conocer y actividad tienen su
existencia mediata, y esta conciencia de sí, por medio de los sentimientos, tiene su
libertad sustancial en él, como su esencia, fin y producto de su actividad.
11. H. Grocio:La asociación perfecta de hombres libres unidos para gozar de sus
derechos y para la utilidad común. Es la asociación política soberana que dispone de
un territorio propio, con una organización específica y un supremo poder facultado
para crear el derecho positivo.
12. Karl Marx: El Estado no es el reino de la razón, sino de la fuerza; no es el reino del
bien común, sino del interés parcial; no tiene como fin el bienestar de todos, sino de
los que detentan el poder; no es la salida del estado de naturaleza, sino su
continuación bajo otra forma. Antes al contrario, la salida del estado de naturaleza
coincidirá con el fin del Estado. De aquí la tendencia a considerar todo Estado una
dictadura y a calificar como relevante sólo el problema de quién gobierna
(burguesía o proletariado) y no el cómo.

Definiciones de tratadistas modernos[editar]

1. Jellinek: Es una asociación de hombres sedentarios dotada de un poder organizado


de mando originario.
2. Bluntschli: Es la personificación de un pueblo.
3. Spengler: El estado es la historia considerada sin movimiento. La historia es el
Estado pensado en el movimiento de influencia.
4. Kelsen: El Estado es el ámbito de aplicación del derecho.

El Estado es el derecho como actividad normativa.


El derecho es el Estado como una actividad normada.
"En el Estado alcanza su personalidad jurídica."

5. Carré de Malberg: Es la comunidad política con un territorio propio y que dispone


de una organización.

Es la comunidad de hombres sobre un territorio propio y organizados en una


potestad superior de acción y coerción.

6. Adolfo Posada: Son los grupos sociales territoriales con poder suficiente para
mantenerse independientes.
7. Herman Heller: El Estado es la conexión de los quehaceres sociales. El poder del
Estado es la unidad de acción organizada en el interior y el exterior. La soberanía es
el poder de ordenación territorial exclusiva y suprema.
8. Herman Heller: El Estado es la organización política soberana de dominación
territorial. Es la conexión de los poderes sociales.
9. Groppali: Es la agrupación de un pueblo que vive permanentemente en un territorio
con un poder de mando supremo representado éste en el gobierno.
10. Max Weber: El Estado es la coacción legítima y específica. Es la fuerza bruta
legitimada como "última ratio", que mantiene el monopolio de la violencia.
11. Definición ahistórica: Estado es la forma política suprema de un pueblo.

Origen y evolución del concepto de Estado[editar]


En los Diálogos de Platón, se narra la estructura del Estado ideal, pero es Maquiavelo quien
introdujo la palabra Estado en su célebre obra El Príncipe: usando el término de la lengua
italiana «Stato», evolución de la palabra «Status» del idioma latín.

Los Estados y soberanías que han tenido y tienen autoridad sobre los hombres, fueron y son, o
repúblicas o principados.

Maquiavelo, El Príncipe.

Si bien puede considerarse que el deseo de mandar es innato, el ser humano ha civilizado el
instinto de dominación, transformándolo en la autoridad. Y ha creado el Estado para
legitimarla.

Las sociedades humanas, desde que se tiene noticia, se han organizado políticamente. Tal
organización puede llamarse Estado, en tanto y en cuanto corresponde a la agregación de
personas y territorio en torno a una autoridad, no siendo, sin embargo, acertado entender la
noción de estado como única y permanente a través de la historia.

De una manera general, entonces, puede definírsele como la organización en la que


confluyen tres elementos, la autoridad, la población y el territorio. Pero, esta noción
ambigua obliga a dejar constancia de que si bien el Estado ha existido desde la antigüedad,
sólo puede ser definido con precisión teniendo en cuenta el momento histórico.

Del estado de la Antigüedad no es predicable la noción de legitimidad, por cuanto surgía


del hecho de que un determinado jefe (rey, tirano, príncipe) se apoderase de cierto
territorio, muchas veces mal determinado, sin importar el sentimiento de vinculación de la
población, generalmente invocando una investidura divina y contando con la lealtad de
jefes y jefezuelos regionales. Así fueron los imperios de la antigüedad, el egipcio y el persa,
entre ellos.

La civilización griega aportó una nueva noción de estado. Dado que la forma de
organización política que la caracterizó correspondía a la ciudad, la polis, se acordaba a la
población una participación vinculante, más allá del sentimiento religioso y sin poderes
señoriales intermedios. Además, estando cada ciudad dotada de un pequeño territorio, su
defensa concernía a todos los ciudadanos, que se ocupaban de lo que hoy se llama el interés
nacional.

En el régimen feudal prevalecieron los vínculos de orden personal, desapareciendo tanto la


delimitación estricta del territorio como la noción de interés general. El poder central era
legítimo pero débil y los jefes locales fuertes, al punto que éstos ejercían atributos propios
del príncipe, como administrar justicia, recaudar impuestos, acuñar moneda y reclutar
ejércitos.

Y, finalmente, el estado moderno incorpora a la legitimidad, heredada del feudal, la noción


de soberanía, un concepto revolucionario, tal como señala Jacques Huntzinger,5 quien
atribuye el paso histórico de una sociedad desagregada y desmigajada, pero cimentada en la
religión, a una sociedad de estados organizados e independientes unos de otros.

Pero, este estado moderno, surgido de la aspiración de los reyes a desembarazarse de los
lazos feudales y de la jerarquía eclesiástica, el estado – nación, la unión de un poder central,
un territorio y una población alrededor del concepto revolucionario de la soberanía, habría
de conocer dos formas, dos definiciones diferentes, la primera, el estado principesco y la
segunda, el estado democrático.

El estado principesco, se caracterizó por el poder personal ejercido uniformemente sobre un


territorio estrictamente delimitado. El príncipe era el soberano, con atribuciones internas y
externas. Dentro de su territorio, cobraba impuestos y producía leyes de carácter general,
aplicadas coercitivamente, mediante el monopolio de la fuerza pública. Internacionalmente,
representaba y obligaba a su Estado.

Y el estado democrático, surgido de las revoluciones inglesa, norteamericana y francesa,


trasladó la soberanía del príncipe a la nación. Sus poderes fueron asumidos por organismos
surgidos de consultas a la población, mediante reglas de juego previa y claramente
definidas. Y al igual que en las polis griegas, el sentimiento patriótico se desarrolló y con él
los de pertenencia, civismo e interés nacional.

Sea que se practique la democracia o sólo se adhiera verbalmente a ella, el proceso


histórico descrito ha llevado a la extensión del estado - nación como forma política. Los
principios desarrollados en Europa y Norteamérica se propagaron con la descolonización
producida durante el siglo XX y así, tal como afirma Huntzinger, se “ha llegado a
universalizar el modelo de estado – nación de tal modo que el planeta, ahora, se encuentra
poblado de estados.”

Estado, Nación y Gobierno[editar]

 No debe confundirse con el concepto de gobierno, que sería sólo la parte


generalmente encargada de llevar a cabo las funciones del Estado delegando en
otras instituciones sus capacidades. El Gobierno también puede ser considerado
como el conjunto de gobernantes que, temporalmente, ejercen cargos durante un
período limitado dentro del conjunto del Estado.

 Tampoco equivale totalmente al concepto, de carácter más ideológico, de "Nación",


puesto que se considera posible la existencia de naciones sin Estado y la posibilidad
de que diferentes naciones o nacionalidades se agrupen en torno a un solo Estado.
Comúnmente los Estados forman entes denominados "Estado Nación" que aún en
ambos conceptos, siendo habitual que cada nación posea o reivindique su propio
Estado.

Existen distintas formas de organización de un Estado, pudiendo abarcar desde


concepciones "centralistas" a las "federalistas" o las "autonomistas", en las que el Estado
permite a las federaciones, regiones o a otras organizaciones menores al Estado, el ejercicio
de competencias que le son propias pero formando un único Estado, lo que sucede por
ejemplo en Suiza, Alemania, EE. UU.)

Formación de los Estados y estatidad[editar]


(Nota: "estatidad" se utiliza aquí como equivalente a "estatalidad" o "estatalismo")

El Capitolio de los Estados Unidos.

No todos los Estados actuales surgieron de la misma manera; tampoco siguieron de una
evolución, un camino inexorable y único. Esto es así porque los Estados son construcciones
históricas de cada sociedad. En algunos casos surgieron tempranamente, como por ejemplo
el Estado Nacional inglés. En otros casos, lo hicieron más tardíamente, como el Estado
Nacional alemán.

Los Estados pueden ser examinados dinámicamente usando el concepto de estatidad,


aportado por Oscar Oszlak. Desde este punto de vista, ellos van adquiriendo con el paso del
tiempo ciertos atributos hasta convertirse en organizaciones que cumplen la definición de
Estado.

Estas características de estatidad enunciadas en un orden arbitrario, en el sentido de que


cada Estado puede adquirir estas características no necesariamente en la secuencia indicada,
son las siguientes:
 Capacidad de externalizar su poder: es decir, obtener el reconocimiento de otros
Estados.
 Capacidad de institucionalizar su autoridad: significa la creación de organismos
para imponer la coerción, como por ejemplo, las fuerzas armadas, escuelas y
tribunales.
 Capacidad de diferenciar su control: esto es, contar con un conjunto de instituciones
profesionalizadas para aplicaciones específicas, entre las que son importantes
aquellas que permiten la recaudación de impuestos y otros recursos de forma
controlada.
 Capacidad de internalizar una identidad colectiva: creando símbolos generadores de
pertenencia e identificación común, diferenciándola de aquella de otro Estado, por
ejemplo, teniendo himno y bandera propia.

Así, todos los territorios atraviesan un largo proceso hasta alcanzar esa calidad de Estado
pleno. Que solo será tal en la medida que ese Estado haya logrado con éxito todos estos
requisitos. Requisitos que son mínimos y necesarios para hablar de un verdadero Estado
Nacional.

Todo esto hace que el Estado sea una de las más importantes formas de organización social
en el mundo. Ya que en cada país y en gran parte de las sociedades se postula la existencia
real o ficticia de un Estado, aunque la creación de entes supra-estatales como la Unión
Europea, ha modificado el concepto tradicional de Estado, pues éste delega gran parte de
sus competencias esenciales en las superiores instancias europeas (económicas, fiscales,
legislativas, defensa, diplomacia, ...) mermándose así la soberanía original de los Estados.

Otros grupos sociales que se consideran en la actualidad como Estados no son tales por
tener tan mermadas sus capacidades y funciones en favor de otras formas de organización
social.

Atributos del Estado que lo distinguen de otras


instituciones[editar]
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 Funcionarios estables y Burocracia : vital para su funcionamiento administrativo


y manejo eficaz de su Nación. Es necesario que exista un cuerpo de funcionarios
que esté abocado de lleno a la tarea.

 Monopolio fiscal: es necesario que posea el completo control de las rentas,


impuestos y demás ingresos, para su sustento. Utiliza su Burocracia para este fin.
 Ejército permanente: precisa de una institución armada que lo proteja ante
amenaza extranjera, interna y se dedique a formar defensa para él.

 Monopolio de la fuerza legal: para poder ser un estado es necesario que estados
modernos y contemporáneos desarrollen el uso exclusivo y legítimo de la fuerza
para poder asegurar el orden interno. Es por esto que el Poder Legislativo crea leyes
que son obligatorias, el Poder Ejecutivo controla con el uso de mecanismos
coactivos su cumplimiento y Poder Judicial las aplica y ejecuta con el uso de la
fuerza, que es legítimo.

El Poder muestra dos facetas distintas aquí en sentido estricto y legitimo en la otra cara. En
el primero es conocido como Poder estricto cuando es aludido en el sentido de fuerza
coactiva, o sea aplicación pura de la fuerza. Mientras que en el segundo se lo concibe
cuando es fruto del reconocimiento de los dominados. De este modo el pueblo reconoce
como autoridad a una institución por excelencia y le delega su poder.

 Soberanía: facultad de ser reconocido como la institución de mayor prestigio y


poder en un territorio determinado. Hoy en día también se habla de soberanía en el
ámbito externo, es decir internacional, quedando esta limitada al Derecho
Internacional, organismos internacionales y al reconocimiento de los Estados del
mundo

 Territorio: Determina el límite geográfico sobre el cual se desenvuelve el Estado.


Es uno de los factores que lo distingue de Nación. Este debe estar delimitado
claramente. Actualmente el concepto no engloba una porción de tierra, sino que
alcanza a mares, ríos, lagos, espacios aéreos, etc.

 Población: es la sociedad sobre el cual se ejerce dicho poder compuesto de


instituciones, que no son otra cosa que el mismo estado que está presente en muchos
aspectos de la vida social.

Tipos y formas de Estado[editar]


Una primera y clásica clasificación de los Estados hace referencia a la centralización y
descentralización del Poder, diferenciándose entre Estados unitarios y Estados de
estructura compleja, siendo estos últimos, generalmente, las federaciones y las
confederaciones, así como otros tipos intermedios.

El Derecho Internacional da también otra clasificación de los Estados según su capacidad


de obrar en las relaciones internacionales:

1. Por un lado están los Estados con plena capacidad de obrar, es decir, que puede
ejercer todas sus capacidades como Estado soberano e independiente. En este caso
se encuentran casi todos los Estados del Mundo.
2. Por otro lado se encuentran aquellos Estados con limitaciones en su capacidad de
obrar por distintas cuestiones. Así, dentro de esta tipología se puede observar, a su
vez, una segunda clasificación de éstos:
1. Estados neutrales. Aquellos que se abstienen en participar en conflictos
internacionales. Esta neutralidad se ha ido adaptando en función de:
1. Si posee neutralidad absoluta por disposición constitucional. Es el
caso de la Suiza. También Suecia entre 1807 hasta 1993 mantuvo
una neutralidad absoluta en asuntos internacionales.
2. Si es un país neutralizado. Son Estados neutrales respecto de alguien
y de algo concreto. Es una neutralidad impuesta por un tratado
internacional, una disposición constitucional o por sanción
internacional. Fue el caso de Austria, que en 1956, tras la retirada de
las fuerzas ocupantes de Francia, Reino Unido, Estados Unidos y la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, éstas redactaron una
constitución donde se dispuso que Austria debía ser neutral respecto
a las cuatro fuerzas firmantes.
2. Estado soberano que renuncia a ejercer sus competencias internacionales.
Son Estados dependientes en materias de relaciones internacionales. Suele
ser el caso de microestados que dejan o ceden las relaciones internacionales
a un tercer Estado, bien circundante, bien con las que mantenga buenas
relaciones. Es el caso de San Marino, que encomienda las relaciones
internacionales a Italia; de Liechtenstein, que se la cede a Suiza, o Mónaco a
Francia.
3. Estado en Libre Asociación con otro. Es un Estado independiente pero en el
que un tercer Estado asume una parte de sus competencias exteriores, así
como otras materias tales como la defensa, la economía o la representación
diplomática y consular. Es el caso de Palau respecto a Estados Unidos de
América.
4. Estados bajo administración fiduciaria. Son una especie de Estado tutelado
de una forma parecida a lo que fueron los Estados bajo mandato, no posibles
actualmente, y bajo protectorado. La Sociedad Internacional protege o
asume la tutela de ese Estado como medida cautelar o transitoria en tiempos
de crisis. Fue el caso de Namibia hasta 1998.
5. Estados soberanos no reconocidos internacionalmente. Son Estados
soberanos e independientes pero al no ser reconocidos por ningún otro
tienen muy limitada su capacidad de obrar. Puede no ser reconocido bien por
una sanción internacional, bien por presiones de un tercer país (caso de la
República de China, no reconocido por evitar enfrentamientos con la
República Popular China, aunque mantiene una gran actividad
internacional), bien por desinterés (caso de Somalilandia). Otro caso
referente a esto fueron los bantustanes, únicamente reconocidos por la
República de Sudáfrica y rechazados por el resto de la Comunidad
Internacional.

Reconocimiento de Estados[editar]
El reconocimiento es un acto discrecional que emana de la predisposición de los sujetos
preexistentes. Este acto tiene efectos jurídicos, siendo considerados ambos sujetos
internacionales, el reconocedor y el reconocido, de igual a igual puesto que se crea un
vínculo entre los dos.

Hoy en día la doctrina aceptada para el reconocimiento de los Estados es la doctrina


Estrada, pragmática en tanto en cuanto un sujeto no sea molesto para la sociedad
internacional no va a tener dificultad para ser reconocido. Se entiende que si un sujeto
reconoce a otro se va a producir contactos entre ambos, por lo que en el momento que se
inician los trámites para el establecimiento de relaciones diplomáticas se supone que existe
un reconocimiento internacional mutuo. Sin embargo, la ruptura de estas relaciones
diplomáticas no supone la pérdida del reconocimiento. Igualmente, una simple declaración
formal también es válida para reconocer a otro Estado pese a no iniciar relaciones
diplomáticas.

Crítica al Estado[editar]
Artículo principal: Antiestatismo

Alegoría de la Paz y la felicidad del Estado. Los cásicos consideraban la paz de un Estado
como la consecuencia lógica de la justícia y el buen gobierno. Obra conservada en la
Biblioteca Museo Víctor Balaguer

El Estado es una de las instituciones que perdura sin una evolución importante en su
estructura y funcionamiento, con excepción de su crecimiento. El Estado moderno fue
creado con la revolución industrial, pero el mundo y la dinámica de la sociedad ha
cambiado mucho desde del siglo XIX. Por ejemplo, mientras las empresas modernas, que
fueron creadas durante la revolución industrial, cambian ágilmente su dinámica cada vez
que el mercado lo demanda, los Estados no cambian sus leyes de la misma forma como la
sociedad lo demande (véase: cálculo económico).

El enfoque crítico difiere además entre el institucionalismo y el clasismo como factor


determinante de la naturaleza del Estado. Algunas concepciones como el anarquismo
consideran conveniente la total desaparición de los Estados, en favor del ejercicio soberano
de la libertad individual a través de asociaciones y organizaciones libres. Otras
concepciones aceptan la existencia del Estado, con mayor o menor autoridad o potestad,
pero difieren en cuanto cual debiera ser su forma de organización y el alcance de sus
facultades:

Anarquismo[editar]

El anarquismo sostiene que el Estado es la estructura de poder que pretende tener el


monopolio del uso de la fuerza sobre un territorio y su población, y que es reconocido
como tal por los estados vecinos. Los elementos más aparentes que señalan el poder del
estado son:

 el control de fronteras,
 la recaudación de impuestos,
 la emisión de moneda,
 un cuerpo de policía y un ejército,
 un sistema burocrático administrado por trabajadores funcionarios.

Se le critica la falsa ostentación de la seguridad, defensa, protección social y justicia de la


población; ejerciendo en realidad un gobierno obligatorio y violentando la soberanía
individual y la no coacción. Los anarquistas señalan que el Estado es una institución
represora para mantener un orden económico y de poder concreto vinculado al poder
público. Le atribuyen al Estado buena parte de los males que aquejan a la humanidad
contemporánea como la pobreza, crisis económicas, las guerras, la injusticia social, etc.6 7

Unas palabras que identifican plenamente lo que es para los anarquistas el Estado desde la
perspectiva de Bakunin, uno de los teóricos del anarquismo moderno:

“Quien dice ‘Estado’, dice necesariamente ‘Guerra’. El Estado procura (y debe procurar)
ser fuerte, más fuerte que sus vecinos; de lo contrario, será un juguete en manos de ellos. Se
ve obligado a debilitar, a empobrecer a los otros Estados para imponerles su ley, su política,
sus tratados comerciales, con objeto de enriquecerse a su costa. La lucha por la supremacía,
que está en la base de la organización económica burguesa, es también la base de su
organización política”.

Marxismo[editar]

Artículo principal: Concepción marxista del Estado

Por su parte los marxistas afirman que cualquier Estado tiene un carácter de clase, y que no
es más que el aparato armado y administrativo que ejerce los intereses de la clase social
dominante.8 Por tanto aspiran a la conquista del poder político por parte de la clase
trabajadora, la destrucción del Estado burgués y la construcción de un necesario Estado
obrero como paso de transición hacia el socialismo y el comunismo, una sociedad donde a
largo plazo no habrá Estado por haberse superado las contradicciones y luchas entre las
clases sociales.9 Se discute sobre la viabilidad de la eliminación de las condiciones de la
existencia burguesa, supuesto para el paso de la sociedad enajenada a la comunista.10
Liberalismo[editar]

Desde el liberalismo se aboga por la reducción del papel del Estado al mínimo necesario
(Estado mínimo), desde un sentido civil para el respeto de las libertades básicas, es decir el
Estado debería encargarse de la seguridad (ejército y policía para garantizar las libertades
ciudadanas) y de la justicia (poder judicial independiente del poder político). En ningún
caso el Estado debe servir para ejercer la coacción de quitar a unos individuos para dar a
otros, y deben ser los agentes privados los que regulen el mercado a través del sistema de
precios, asignando a cada cosa el valor que realmente tiene.11

Bastiat expuso dos formas posibles de entender el Estado: Un estado que hace mucho pero
debe tomar mucho, o bien un estado que hace poco pero también toma poco de sus
ciudadanos. La tercera posibilidad de un estado que hace mucho por sus ciudadanos pero
les pide poco a cambio (tercera vía) es, según Bastiat, una invención de algunos políticos
irresponsables.

Integrismo[editar]

Las ideologías integristas defienden la concepción del Estado supeditada a la religión que
profesan.

La "Razón de Estado"[editar]
En defensa del bien común de la totalidad de la población que engloba el Estado o de la
pervivencia del mismo, se utiliza frecuentemente la llamada "Razón de Estado", término
acuñado por Nicolás Maquiavelo, por la que dicho Estado, perjudica o afecta de una u otra
forma a personas o grupos de personas, en pro del resto de individuos que lo conforman,
generalmente obviando las propias normas legales o morales que lo rigen. Tal es el
argumento esgrimido, por ejemplo, en ciertos asesinatos selectivos o en ciertos casos de
"Terrorismo de Estado".

Estado del Perú


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El Estado Peruano, que conceptualmente es la Nación Peruana jurídicamente organizada,


es la entidad que ejerce el gobierno en la República del Perú. La estructura del Estado está
definida en la Constitución Política del Perú aprobada en mediante el referéndum y
promulgada a finales de 1993 y vigente desde el 1 de enero de 1994.

Artículo Nro. 43 La República del Perú es democrática, social, independiente y soberana.


El Estado es uno e indivisible. Su gobierno es unitario, representativo y descentralizado, y
se organiza según el principio de la separación de poderes. Constitución Política del Perú
En la Carta Magna está establecido que la República del Perú es democrática, social,1
independiente y soberana. Su gobierno es unitario,2 representativo y organizado según el
principio de separación de poderes es ejercido por un Estado unitario.

Índice
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 1 Estructura
o 1.1 Gobierno Central o Nacional
 1.1.1 Poder Ejecutivo
 1.1.2 Poder Legislativo: Congreso Nacional
 1.1.3 Poder Judicial
 1.1.4 Organismos constitucionales autónomos
o 1.2 Gobiernos regionales
o 1.3 Gobiernos locales
 2 Notas
 3 Véase también
 4 Enlaces externos

Estructura[editar]
Ollanta Humala, Presidente del Perú.

Palacio de Gobierno del Perú, sede del Poder Ejecutivo.

Palacio Legislativo de Lima.

Palacio de Justicia de Lima, sede de la Corte Suprema de la República.

Gobierno Central o Nacional[editar]

Está conformado por el Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y los organismos


constitucionales autónomos.

Poder Ejecutivo[editar]

Artículo principal: Poder Ejecutivo del Perú


El Poder ejecutivo es el encargado de ejercer el gobierno, hacer cumplir las leyes e
impulsar a la sociedad las políticas de Estado. Lo conforman:

 La Presidencia de la República: integrada por el Presidente de la República (quien


es a su vez Jefe del Estado y Jefe de Gobierno, y personifica a la Nación), el
Despacho Presidencial y los Vicepresidentes de la República.
 El Consejo de Ministros del Perú: integrado por los Ministros de Estado y
encabezado por el Presidente del Consejo de Ministros. Además lo complementan el
Secretario General de la Presidencia del Consejo de Ministros y las Comisiones
Intersectoriales, entre las cuales, destacan las comisiones permanentes: La Comisión
Interministerial de Asuntos Económicos y Financieros (CIAEF) y La Comisión
Interministerial de Asuntos Sociales (CIAS).
 La Presidencia del Consejo de Ministros:: responsable de la coordinación de las
políticas nacionales y sectoriales del Poder Ejecutivo. Coordina las relaciones con
los demás Poderes del Estado, los organismos constitucionales, gobiernos
regionales, gobiernos locales y la sociedad civil.
 Los Ministerios: organismos del Poder Ejecutivo que comprenden uno o varios
sectores considerando su homogeneidad y finalidad. Son los siguientes:
o Ministerio de Agricultura
o Ministerio de Comercio Exterior y Turismo
o Ministerio de Defensa
o Ministerio de Economía y Finanzas
o Ministerio de Educación
o Ministerio de Energía y Minas
o Ministerio del Interior
o Ministerio de Justicia
o Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables
o Ministerio de la Producción
o Ministerio de Relaciones Exteriores
o Ministerio de Salud
o Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo
o Ministerio de Transportes y Comunicaciones
o Ministerio de Vivienda, Saneamiento y Construcción
o Ministerio del Ambiente
o Ministerio de Cultura
o Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social

 Las entidades públicas del Poder Ejecutivo: entidades desconcertadas del Poder
Ejecutivo, con personería jurídica de Derecho Público. Están adscritas a un
ministerio y son de dos tipos:
o Organismos públicos ejecutores: Entidades públicas autónomas del Poder
Ejecutivo, con funciones específicas dentro de su ramo.
 Academia Mayor de la Lengua Quechua
 Agencia de Promoción de la Inversión Privada
 Agencia Peruana de Cooperación Internacional
 Archivo General de la Nación
 Biblioteca Nacional del Perú
 Centro de Formación en Turismo
 Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo
 Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas
 Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial
 Consejo Nacional de Ciencias, Tecnología e Innovación Tecnológica
 Consejo Nacional de Integración de la Persona con Discapacidad
 Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado
 Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú
 Dirección Nacional de Inteligencia
 Escuela Superior de Administración Pública
 Escuela Nacional de Marina Mercante
 Fondo de Desarrollo Pesquero
 Instituto de investigación de la Amazonía Peruana
 Instituto del Mar del Perú
 Instituto Geofísico del Perú
 Instituto Geográfico Nacional
 Instituto Nacional de Defensa Civil
 Instituto Nacional de Desarrollo
 Instituto Nacional de Desarrollo de los Pueblos Andinos,
Amazónicos y Afroamericanos
 Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas
 Instituto Nacional de Innovación Agraria
 Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú
 Instituto Nacional de Salud
 Instituto Nacional Penitenciario
 Instituto Peruano de Energía Nuclear
 Instituto Peruano del Deporte
 Organismo de Formalización de la Propiedad Informal
 Servicio Aerofotográfico Nacional
 Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú
 Servicio Nacional de Sanidad Agraria
 Superintendencia Nacional de Bienes Estatales
o Organismos públicos especializados: Tienen independencia para ejercer
sus funciones con arreglo a su Ley de Creación. Están adscritas a un
ministerio.
 Autoridad Nacional del Agua
 Autoridad Portuaria Nacional
 Centro Nacional de Planeamiento Estratégico
 Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores
 Consejo Nacional del Ambiente
 Consejo Superior del Empleo Público
 Instituto del Mar del Perú
 Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico
 Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección
de la Propiedad Intelectual
 Instituto Nacional de Estadística e Informática
 Instituto Nacional de Recursos Naturales
 Oficina de Normalización Previsional
 Superintendencia de Entidades Prestadoras de Salud
 Superintendencia Nacional de los Registros Públicos
 Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración
Tributaria
o Organismos supervisores: Son organismos encargados de regular y
supervisar los mercados o garantizar el adecuado de los mismos. Están
adscritos a la Presidencia del Consejo de Ministros:
 Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de
Transporte de Uso Público
 Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería
 Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones
 Superintendencia Nacional de Servicios y Saneamiento

El Poder Ejecutivo ha sido, por lo general, el promotor de las políticas nacionales más
importantes en las áreas como macroeconomía, políticas sociales, de seguridad nacional y
de reforma del Estado. Es el poder del Estado quien tiende a tener la iniciativa para
reformas.

Poder Legislativo: Congreso Nacional[editar]

Artículo principal: Congreso de la República del Perú

El Poder Legislativo reside en el Congreso de la República, formado por una sola cámara
de 130 miembros elegidos por sufragio directo y en distrito múltiple proporcionalmente a la
población de cada Región. El Congreso de la República se renueva en su integridad cada
cinco años. Las fechas de inicio y término de un periodo constitucional son las mismas que
rigen para el periodo constitucional presidencial.

Poder Judicial[editar]

Artículo principal: Poder Judicial del Perú


Véase también: Corte Suprema del Perú

La función judicial es realizada por el Poder Judicial, encabezado por la Corte Suprema de
la República que tiene competencia en todo el territorio.

Es el órgano encargado de administrar justicia. El segundo nivel jerárquico lo forman las


Cortes Superiores con competencia en todo un Distrito Judicial.

El tercer nivel es formado por los Juzgados de Primera Instancia cuya competencia es,
aproximadamente, provincial.

Finalmente, se encuentran los Juzgados de Paz, con competencia distrital.

Organismos constitucionales autónomos[editar]


Véase también: Administración pública del Perú

La Constitución política, para la salvaguardia del estado de derecho y la mayor eficiencia


en la ejecución de algunas labores, ha constituido algunos organismos autónomos, que no
dependen de ninguno de los poderes del Estado:

 Jurado Nacional de Elecciones


 Oficina Nacional de Procesos Electorales
 Registro Nacional de Identificación y Estado Civil
 Tribunal Constitucional
 Ministerio Público
 Consejo Nacional de la Magistratura
 Banco Central de Reserva del Perú
 Contraloría General de la República
 Defensoría del Pueblo
 Superintendencia de Banca y Seguros del Perú

Gobiernos regionales[editar]

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Artículo principal: Gobiernos Regionales del Perú

El nivel regional, como consta en la constitución, corresponde a las regiones y


departamentos. Actualmente, el país no cuenta con regiones y se espera que cada
departamento se una a algún (os) otro(s) para formar regiones.

La administración de cada región es dirigida por un organismo llamado Gobierno Regional,


integrada de un Consejo regional, una Presidencia regional y un Consejo de coordinación
regional. Aunque actualmente no existe ninguna región, se han conformado GRs de ámbito
departamental para liderar el proceso de regionalización.

Perú es un país fuertemente centralizado. Así, en el 2003 el gobierno central concentraba el


86% de los ingresos frente un 65% de los países de la región y un 54% de los países
desarrollados; el gasto público de los gobiernos subnacionales fue del 12% frente al gasto
total, mientras en los países de Latinoamérica es de 35%, y en los países más desarrollados
es de 43%. Lima representa un 86% de la recaudación fiscal. PAGINA 24:
http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=917346 Los primeros esfuerzos
de descentralización se iniciaron en 1 985, cuando se crearon 12 regiones: este proceso no
tuvo éxito debido a las pugnas por la influencia política y el reparto del presupuesto, el
traspaso desorganizado de las competencias, la incoherencia con el régimen fiscal, y el
sistema de elección que era por asambleas regionales. En 1 992 suspendió el proceso y los
sustituyó por una administración descentralizada del gobierno central llamada CTAR-
Consejos Transitorios de Administración Regional- en cada departamento, y se acentuó el
centralismo. En el 2 001, se revitaliza el proceso descentralizador con un amplio consenso.
Los principios ordenadores de la ley son: se crea los gobiernos regionales sobre la base de
los departamentos históricos, se establecen incentivos para la fusión voluntaria, se define
claramente las competencias, hay una neutralidad y responsabilidad fiscal, se transfiere
gradualmente los servicios, hay transparencia en el proceso.

Gobiernos locales[editar]

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Artículo principal: Gobiernos Locales del Perú
Artículo principal: Municipalidades del Perú

El nivel local, como consta en la constitución, corresponde a las provincias, los distritos y
los centros poblados. Estas circunscripciones son administradas por municipalidades,
compuestas de un Concejo Municipal y una Alcaldía, la que a su vez dirige las empresas
municipales.

Gobierno de facto
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Un gobierno de facto (de hecho o non de iure) es aquel que, si bien en la práctica ejerce
como tal, no está reconocido oficialmente por ninguna norma jurídica. Puede haber
diversos motivos para que exista un gobierno de facto:

 El gobierno que se forma tras haber tomado el poder tras un golpe de Estado. En
este caso, durante un tiempo, y hasta que se aprueba una nueva constitución, el
gobierno que se forma es en funciones, y no es oficial.

 Por ocupar un vacío de poder. En este caso, el gobierno oficial no es operativo por
algún motivo (exilio forzado, incompetencia, etcétera) y, por necesidades prácticas,
surge algún sistema de gobierno no oficial que toma las riendas.
Otro sentido del término sería aquel que designa a una persona que ejerce el mando
efectivo del poder aunque oficialmente no tenga un título de gobierno formal.

GOBIERNO DE FACTO

I. Concepto

El vocablo gobierno de facto o gobierno de hecho se utiliza para designar aquellos gobiernos,
en contraposición a los gobiernos de jure, que no tienen fundamento constitucional expreso. Es
decir, los gobiernos que surgen como consecuencia de una ruptura del ordenamiento
constitucional, ya sea por golpe de Estado, revolución o cualquier otro procedimiento de hecho, al
margen del ordenamiento jurídico.

Los gobiernos de facto se subdividen en generales y locales. Los primeros son los que controlan
totalmente el territorio estatal. Los segundos, en cambio, aunque aspiran al mismo objetivo, por la
oposición de determinados grupos sólo logran controlarlo parcialmente. En esta segunda hipótesis
se produce una coexistencia de un gobierno de derecho y de un gobierno de facto, cada uno de ellos
tratando de imponerse sobre el otro.

Podemos citar los ejemplos de España durante la Guerra Civil de l936 y la lucha por la
independencia de Argelia. En ambos casos, durante algún tiempo coexistieron sobre el mismo
territorio una gobierno de iure y otro de facto, cada uno dominando una parte determinada del
territorio. Al final de las respectivas luchas armadas, los gobiernos de facto terminaron
imponiéndose y posteriormente se transformaron en gobiernos de iure.

II. Características

Las características principales del gobierno de facto son las siguientes: a) quebranto total y algunas
veces parcial del ordenamiento constitucional; b) surgimiento de una forma innovadora de
creación de normas jurídicas; c) absorción en sus manos de todos los Poderes del Estado, tanto del
Constituyente como de los constituidos; d) el imperio que tal autoridad ejerce de hecho impone
obediencia a los habitantes, no sólo como necesidad sino como un deber, en interés del orden; e)
capacidad jurídica para comprometer al Estado en relaciones dentro y fuera de su territorio; f) su
reconocimiento internacional se basa en el cumplimiento del principio de efectividad; es decir,
que sea real y efectivamente obedecido como poder estatal dentro de su territorio, ya sea por
aceptación expresa o tácita de los gobernados. Veamos esas características en detalle.
A. Quebranto total o parcial del ordenamiento jurídico

Todo gobierno de facto, al surgir de un hecho extrajurídico, implica necesariamente la ruptura total
o parcial del ordenamiento jurídico existente. La ruptura total se da siempre en los casos de
revolución. En las demás hipótesis de instauración de gobiernos de facto, como golpes de Estado,
desconocimiento del ordenamiento constitucional por el Poder Ejecutivo, etc., normalmente se
produce sólo una ruptura parcial del ordenamiento, por lo que la mayoría de las normas jurídicas
continúa vigente.

En las revoluciones el rompimiento es total, porque los triunfadores desean cambiar radicalmente
los fundamentos políticos, económicos y sociales del régimen.

En cambio, en los demás casos, la ruptura no suele ser radical, sino que tan sólo se dejan sin
efecto aquellas disposiciones relativas al funcionamiento del aparato político del Estado, de
manera tal que el nuevo gobierno pueda asumir plenamente el ejercicio de aquellas funciones
estatales que requiere para el cumplimiento de sus fines.

Normalmente, en tales hipótesis los tribunales de justicia siguen funcionando conforme al


ordenamiento derogado, por lo que la derogatoria se circunscribe, por lo general, a las normas
que regulan la organización y funcionamiento de los órganos legislativo y ejecutivo.

B. Surgimiento de una forma innovadora de creación de normas jurídicas

El surgimiento de un gobierno de facto crea una instancia autónoma y novedosa de creación de


normas jurídicas, pues al reunir en sus manos el Poder Constituyente, queda legitimado para
dictar normas jurídicas de cualquier rango: constitucionales, legales, reglamentarias, etcétera.

Forma novedosa de creación de normas jurídicas debe entenderse en el sentido que el gobierno de
facto crea nuevas normas, las cuales no son necesariamente revolucionarias ni radicalmente
distintas del ordenamiento jurídico. Por lo general, sólo los gobiernos de facto que son producto
de una revolución producen Derecho que transforma radicalmente el ordenamiento anterior. Por
ejemplo, la Revolución Bolchevique de l9l7; la Revolución de los Ayatolas en Irán; los Talibanes en
Afganistán; Fidel Castro en Cuba, para sólo citar algunos ejemplos bien conocidos.

C. Absorción en sus manos del Poder Constituyente y de los Poderes constituidos


El gobierno de facto reúne en sus manos tanto el poder originario (Poder Constituyente), como los
Poderes Constituidos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). Normalmente delega el ejercicio de los
Poderes constituidos en otros órganos, especialmente el Judicial, por obvias razones de carácter
técnico, pero jurídicamente mantiene la potestad de reasumirlo en cualquier momento. Como
Poder Constituyente está legitimado para dictar normas de rango constitucional, inclusive con
carácter retroactivo. Generalmente, los decretos de facto tienen rango de ley, pues como sabemos
la ley constituye el acto jurídico más importante dentro del Estado moderno.

D. Sus mandatos deben ser obedecidos por todos los habitantes

Ningún gobierno puede legitimarse si no cuenta con la obediencia de sus gobernados. Esta
obediencia puede ser voluntaria o bien impuesta por el temor o el uso de la fuerza. Ejercer el
poder, por definición, es ser obedecido por sus destinatarios. Por tanto, el gobierno de facto debe ser
obedecido por sus gobernados. Esta característica ofrece algunas dificultades, pues históricamente
han ocurrido casos en que parte importante del territorio no es dominado por el gobierno de facto y,
a pesar de ello, se le reconoce internacionalmente como tal.

E. Capacidad jurídica para comprometer al Estado interna


y externamente

Todo gobierno de facto, al asumir el poder, se convierte en un sujeto de Derecho, pues adquiere
simultáneamente la capacidad de actuar como Administración Pública, sea como sujeto de
imputación de poderes y deberes en el plano del Derecho interno, y como sujeto del Derecho
Internacional.

Si el gobierno de facto gobierna pacíficamente sobre el territorio, es lógico concluir que tendrá
legitimidad para ejercer las potestades que ordinariamente competen a los órganos estatales
regulares, entre ellas, las de comprometer con sus actos al Estado. En el ámbito internacional la
jurisprudencia de los tribunales internacionales ha reiteradamente sostenido que los actos de los
gobiernos de facto obligan internacionalmente al Estado.

F. Su reconocimiento internacional se basa en el cumplimiento del principio de


efectividad

Todo gobierno de facto, como lo indicamos líneas arriba, requiere que sus mandatos sean
obedecidos, voluntariamente o mediante la coacción, por los habitantes del Estado. En el plano
del Derecho Internacional se reconoce a un gobierno de facto cuando cumple con el llamado
principio de efectividad, o sea cuando es la autoridad que efectivamente manda dentro de su
territorio, por ser el poder político supremo e irresistible dentro de él.
Vocablos de referencia:

Democracia
Autoritarismo

Bibliografía:

Biscaretti Di Ruffia: Contributo alla teoria della formazione degli Stati, Giuffre. Milano, 1938.

Cattaneo, Mario: El concepto de revolución en la Ciencia del Derecho. De Palma. Buenos Aires,
1968.

Giuliano Amato: “Governo di fatto” en Enciclopedia del Diritto Romano. Giuffre. Milano, 1970.

Kelsen: La naissance de l’Etat et la formation de sa nationalité, Revue de Droit International. LGD.


París, 1929.

Piovani: “Il principio d’ effetivitá” en Enciclopedia del Diritto. Giuffre Volume XIX. Milano, 1965.

Sánchez Viamonte: El constitucionalismo: sus problemas. De Palma. Buenos Aires, 1946.

Santi Romano: Scritti Minori, Volume I. Giuffre. Milano, 1950.

Schaumann: De facto Regierung en Worterbubh des Volkerrechts, I. Berlín, 1960.

Forma de gobierno
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Para los modelos en base al territorio, la población y el poder, véase forma de Estado.

Sistemas de gobierno
Repúblicas:
Presidencialismo pleno Presidencialismo con gobierno vinculado al
Parlamento Semipresidencialismo Parlamentarismo Unipartidismo

Monarquías:

Monarquía parlamentaria o monarquía constitucional en la que el rey no


ejerce el poder Monarquía constitucional o semiconstitucional en la que
el rey ejerce personalmente el poder Monarquía absoluta

Dictaduras:

Dictadura militar

Forma de gobierno, forma política, forma política del Estado, régimen político,
régimen de gobierno, sistema de gobierno, modelo de gobierno o modelo político son
algunas de las diversas maneras de nombrar un concepto esencial de la ciencia política y la
teoría del estado o derecho constitucional. Hace referencia al modelo de organización del
poder constitucional que adopta un Estado en función de la relación existente entre los
distintos poderes. Es la manera en la que se estructura el poder político para ejercer su
autoridad en el Estado, coordinando todas las instituciones que lo forman, hace que cada
forma de gobierno precise de unos mecanismos de regulación que le son característicos.
Estos modelos políticos varían de un estado a otro y de una época histórica a otra. Su
formulación se suele justificar aludiendo a muy diferentes causas: estructurales o
idiosincráticas (imperativos territoriales, históricos, culturales, religiosos, etc.) o
coyunturales (períodos de crisis económica, catástrofes, guerras, peligros o "emergencias"
de muy distinta naturaleza, vacíos de poder, falta de consenso o de liderazgo, etc.); pero
siempre como plasmación política de un proyecto ideológico.

La denominación correspondiente a la forma o modelo de gobierno (además de referencias


a la forma de Estado, que indica la estructura territorial) suele incluso incorporarse al
nombre o denominación oficial del estado, con términos de gran diversidad y que, aunque
proporcionan cierta información sobre lo que proclaman, no responden a criterios comunes
que permitan definir por sí solos su régimen político. Por ejemplo: Estados Unidos
Mexicanos, República Bolivariana de Venezuela, Reino de España, Principado de Andorra,
Gran Ducado de Luxemburgo, Federación Rusa, República Popular Democrática de Corea,
Emiratos Árabes Unidos o República Islámica de Irán. Entre los casi doscientos estados,
sólo hay dieciocho que no añaden ninguna palabra más a su nombre oficial, como por
ejemplo: Jamaica; mientras que once sólo indican que son "estados". La forma más común
es república, seguida de la monarquía.

Hay muy distintas nomenclaturas para denominar las distintas formas de gobierno, desde
los teóricos de la Antigüedad hasta la Edad Contemporánea; en la actualidad suelen
utilizarse de forma habitual tres tipos de clasificaciones: El carácter electivo o no de la
jefatura de Estado define una clasificación, entre repúblicas (electiva) y monarquías (no
electiva). El grado de libertad, pluralismo y participación política define otra clasificación,
entre sistemas democráticos, autoritarios, y totalitarios, según permitan en mayor o menor
grado el ejercicio de la discrepancia y la oposición política o bien niegan más o menos
radicalmente la posibilidad de disidencia (estableciendo un régimen de partido único, o
distintos tipos de regímenes excepcionales, como las dictaduras o las juntas militares); a su
vez el sistema electoral por el que en los sistemas participativos se expresa la voluntad
popular ha tenido muy diversas conformaciones históricas (democracia directa o
asamblearia, democracia indirecta o representativa, sufragio censitario o restringido,
sufragio universal masculino o de ambos sexos, diferentes determinaciones de la mayoría
de edad, segregación racial, inclusión o no de los inmigrantes, y otros), así como muy
distintas maneras de alterarlo o desvirtuarlo (burgo podrido, gerrymandering, fraude
electoral, pucherazo). La relación existente entre la jefatura del estado, el gobierno y el
parlamento define otra clasificación más, entre presidencialismos y parlamentarismos (con
muchos grados o formas mixtas entre uno y otro). Estas tres clasificaciones no son
excluyentes, sino que se complementan, de modo que una república puede ser democrática
(Estados Unidos o Sudáfrica) o no democrática (China o Corea del Norte); una democracia
republicana puede ser parlamentaria (Alemania o India) o presidencialista (Francia o
Argentina); y una monarquía puede ser democrática y parlamentaria (España, Reino Unido
o Japón), no democrática (Arabia Saudí o Ciudad del Vaticano) o situarse en posiciones
intermedias (Marruecos), muy habitualmente calificadas de forma más o menos anacrónica
con términos propios de las formas históricas de la monarquía (monarquía feudal,
monarquía autoritaria, monarquía absoluta).

Índice
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 1 Forma de gobierno, forma de Estado y sistema político


 2 Religión y forma de gobierno
 3 Clasificaciones clásicas de las formas de gobierno
 4 Clasificación de las formas de gobierno actuales
o 4.1 Repúblicas
 4.1.1 Repúblicas presidencialistas
 4.1.2 Repúblicas semipresidencialistas
 4.1.3 Repúblicas parlamentarias
 4.1.4 Repúblicas unipartidistas
o 4.2 Monarquías
 4.2.1 Monarquías constitucionales o parlamentarias
 4.2.1.1 Reinos de la Mancomunidad Británica de Naciones
 4.2.2 Monarquías constitucionales con monarcas activos
 4.2.3 Monarquías absolutas
o 4.3 Teocracias
o 4.4 Estados gobernados por juntas militares
 4.4.1 Estados con gobiernos de transición
 5 Véase también
 6 Notas
Forma de gobierno, forma de Estado y sistema
político[editar]
Los términos forma de gobierno y modelo de gobierno son empleados usualmente, aunque
de forma impropia, para referirse al concepto de forma de Estado o modelo de Estado:
propiamente este último no sólo comprende el poder, sino además el territorio y la
población. Las distintas formas clásicas de clasificar las formas de Estado (federal,
confederal, regional) también se suelen denominar formas de gobierno en los textos
políticos y filosóficos por la contracción lingüística "forma de gobierno del Estado" y
"forma política del Estado" en "forma del Estado".

Por su parte, la expresión Forma Política del Estado se utiliza incluso en textos
constitucionales para designar la forma de gobierno.1

También se utilizan con ambigüedad estos términos frente al de sistema político que alude
también a la estructura y funcionamiento de los poderes públicos. No obstante, mientras
que una forma de gobierno (o sistema de gobierno o régimen político) es una manera de
ejercitar los distintos tipos de poder por parte del gobierno, y una estructura de gobierno es
la forma en la que se organiza dicho poder; un sistema político es el sistema en el que se
encuentra inmerso dicho poder y en el cual ha de desenvolverse para conseguir su objetivo.
Entendido así, el concepto forma de gobierno posee una connotación más estática y simple
pues se refiere aisladamente a las instituciones de gobierno o al resto de actores políticos
que inciden sobre ellas, y no a la interdependencia del conjunto (sistema político) y al
proceso de toma de decisiones de gobierno, por su propia naturaleza más dinámico y
cambiante.

Religión y forma de gobierno[editar]


Una particularidad especial en la organización política de los estados, y que puede
determinar de forma trascendental su régimen político es la relación que se determine entre
el poder político y lo que se llega a denominar poder religioso. Según se establezca tal
relación, habrá un total laicismo (Estado laico o separación Iglesia-Estado); una total
confesionalidad del Estado (Estado confesional que define una religión oficial con mayor o
menor tolerancia religiosa hacia las demás confesiones o hacia las posturas no religiosas),
que a su vez puede llegar a un control total de las autoridades religiosas sobre las políticas
(la teocracia) o su inverso, un control total de las autoridades políticas sobre las religiosas
(el cesaropapismo); o diversos grados de colaboración y reconocimiento de una, varias o
todas las confesiones religiosas desde la aconfesionalidad de un Estado aconfesional. La
imposición como política religiosa de un ateísmo oficial o de una forma particular de
pseudo-religión pública se produjo durante algunas fases de las revoluciones francesa (que
estableció el culto a la Diosa Razón), soviética (que establecía la libertad de culto y de
propaganda antirreligiosa) y la china (especialmente durante la Revolución Cultural).

Clasificaciones clásicas de las formas de gobierno[editar]


No ha habido históricamente acuerdo en la determinación de las diferentes formas de
gobierno o de Estado, desde la antigüedad clásica hasta la Edad Contemporánea:2

 Platón
o la forma perfecta: aristocracia (gobierno de "los mejores" -aristoi-, que para
Platón han de ser los filósofos);
o las formas degeneradas: timocracia (donde gobiernan los que tienen "honor"
-timé-), plutocracia (donde gobiernan los que tienen "riqueza" -ploutos-),
oclocracia (donde gobierna la "muchedumbre" -oclos-) y tiranía (donde
gobierna un "usurpador" -tyrannos-).

Véase también: República (Platón)

 Aristóteles, que utiliza un doble criterio, numérico (atendiendo al número de


personas que ejercen el poder) y cualitativo (atendiendo al bien público)
o formas puras o perfectas: monarquía, aristocracia y democracia;
o formas impuras o corruptas: respectivamente degeneradas de las perfectas:
tiranía, oligarquía y demagogia.

Véanse también: Política (Aristóteles) y Politeia (Aristóteles).

 Polibio define la forma de gobierno mixto o gobierno constitucional que combina


las tres formas puras aristotélicas en un sistema de equilibrio de poderes, y que
estarían representadas en las instituciones romanas: los cónsules, el Senado y los
comicios. La ruptura del equilibrio hace caer en la sedición o la tiranía. Esta
definición sería seguida por el pensamiento político medieval y de comienzos de la
Edad Moderna (Tomás de Aquino, Dante, Padre Suárez)
 Maquiavelo, en El Príncipe (1513), sólo reconoce dos formas: todos los Estados o
son Repúblicas o son Principados; pero también utilizó la historia de la Roma
antigua para recomendar un gobierno mixto de las tres formas políticas clásicas en
su Discurso sobre la Primera Década de Tito Livio3
 Montesquieu (Del Espíritu de las Leyes, 1748) modifica la clasificación aristotélica
con la distinción entre monarquía, despotismo y república; y dentro de ésta entre
democracia y aristocracia.

El gobierno republicano es aquel en que el pueblo, en cuerpo o solo parte de él, ejerce la potestad
soberana[...]

el monárquico es aquel en que gobierna uno solo, pero con arreglo a leyes fijas y establecidas[...]

el despótico es aquel en que uno solo, sin ley ni regla, lo dirige todo a voluntad y capricho`[...]

la república en donde[...] el poder soberano está en manos de parte del pueblo[...] tiene una
aristocracia[...]

En los Estados populares, es decir, en las repúblicas democráticas, se necesita el resorte de la virtud.
La moderación es el alma de los gobiernos aristocráticos; mas entiéndase que me refiero a la que
está fundada en la virtud, no a la que nace de la cobardía o pereza del alma[...] En cambio en las
monarquías la política produce las mayores cosas con la menor virtud posible.

 Rousseau distingue democracia, aristocracia y monarquía, como Aristóteles, pero


sentencia que se confunden en su ejercicio.
 Kant distingue más bien entre formas de soberanía, ya en el contexto histórico de la
Revolución francesa.
 El pensamiento político marxista se centra en el componente de la clase social del
Estado como superestructura jurídico política que justifica y asegura la posición de
las clases dominantes y las relaciones sociales de cada modo de producción
(esclavista, feudal, capitalista). En la época contemporánea habría formas de estado
democrático-burgués y distintas formas de estado autoritario o dictatorial, como las
dictaduras fascistas. Como forma de transición hacia una teórica sociedad
comunista (sin clases) se postula la existencia de la dictadura del proletariado.
 Hannah Arendt introdujo la oposición entre totalitarismo y pluralismo.
 Juan José Linz distinguió, dentro de las formas de gobierno dictatoriales o no
democráticas, entre autoritarismo y totalitarismo.4

Clasificación de las formas de gobierno actuales[editar]


Repúblicas[editar]

Artículo principal: República

Una república es la forma de gobierno en la que el jefe del estado no es un monarca, sino
un cargo público cuyo ocupante no tiene derecho por sí mismo a ejercerlo, sino que lo ha
obtenido mediante un procedimiento de elección pública y está sometido al escrutinio
público –ambas cosas en teoría–, y su denominación es compatible con sistemas
unipartidistas, dictatoriales y totalitarios. Aunque el republicanismo identifica como valores
republicanos los de la Revolución francesa (libertad, igualdad y fraternidad), no es posible
identificar históricamente república con democracia o igualdad ante la ley o con la elección
de todos los cargos de forma democrática. Desde el propio nacimiento del concepto en la
Edad Antigua, con la República romana.

Las listas siguientes incluyen a todas las repúblicas según su régimen interno constitucional
independientemente de que se hayan elegido democráticamente o no.

Repúblicas presidencialistas[editar]

Artículo principal: Presidencialismo

Se trata de sistemas en los que un presidente es la cabeza activa de la rama ejecutiva del
gobierno y es elegido y se mantiene en el cargo independientemente de la legislatura. El
presidente es a la vez jefe de Estado y jefe de gobierno. Los siguientes estados son
repúblicas presidencialistas:
África

 Angola
 Benín
 Burundi
 Camerún
 República Centroafricana
 Chad
 Comoras
 República del Congo
 Costa de Marfil
 Gabón
 Gambia
 Ghana
 Guinea
 Guinea Ecuatorial
 Kenia
 Liberia
 Malaui
 Mozambique
 Namibia
 Nigeria
 Ruanda
 Seychelles
 Sierra Leona
 Sudán
 Sudán del Sur
 Tanzania
 Togo
 Uganda
 Zambia
 Zimbabue

América

 Argentina
 Bolivia
 Brasil
 Chile
 Colombia
 Costa Rica
 República Dominicana
 Ecuador
 El Salvador
 Estados Unidos
 Guatemala
 Honduras
 México
 Nicaragua
 Panamá
 Paraguay
 Perú
 Surinam
 Uruguay
 Venezuela

Asia

 Afganistán
 Azerbaiyán
 Birmania (Myanmar)
 Corea del Sur
 Filipinas
 Indonesia
 Irán5
 Kazajistán
 Maldivas
 Turkmenistán
 Uzbekistán
 Yemen

Europa

 Bielorrusia
 Chipre

Oceanía

 Palaos

Repúblicas semipresidencialistas[editar]

Artículo principal: Semipresidencialismo

En sistemas semipresidenciales, hay por lo general tanto presidente como un primer


ministro. En tales sistemas, el presidente tiene la autoridad genuina ejecutiva, a diferencia
de en una república parlamentaria, pero parte del papel del jefe del gobierno es ejercido por
el primer ministro. Los siguientes estados son repúblicas semipresidencialistas:

África

 Argelia
 Burkina Faso
 República Democrática del Congo
 Guinea-Bisáu
 Egipto6
 Madagascar
 Malí
 Mauritania
 Níger
 Sahara Occidental (RASD)7
 Santo Tomé y Príncipe
 Senegal
 Túnez
 Yibuti

América

 Guyana
 Haití

Asia

 Armenia
 Georgia
 Palestina
 Siria
 Sri Lanka
 República de China (Taiwán)
 Tayikistán

Europa

 Francia
 Portugal
 Rumania
 Rusia
 Ucrania

Repúblicas parlamentarias[editar]

Artículo principal: Parlamentarismo


Artículo principal: República parlamentaria

Una república parlamentaria es un sistema en el cual un primer ministro es el jefe activo del
poder ejecutivo de gobierno y también el líder de la legislatura. Los siguientes estados son
repúblicas parlamentarias:

África
 Botsuana8
 Cabo Verde
 Mauricio
 Etiopía
 Libia
 Somalia
 Sudáfrica9

América

 Dominica
 Trinidad y Tobago

Asia

 Bangladés10
 India
 Irak
 Israel
 Kirguistán
 Líbano
 Mongolia
 Nepal
 Pakistán
 Singapur
 Timor Oriental
 Turquía

Europa

 Albania
 Alemania
 Austria
 Bosnia y Herzegovina11
 Bulgaria
 Croacia
 Eslovaquia
 Eslovenia
 Estonia
 Finlandia
 Grecia
 Hungría
 Islandia
 Italia
 Irlanda
 Letonia
 Lituania
 Macedonia
 Malta
 Moldavia
 Montenegro
 Polonia
 República Checa
 San Marino
 Serbia
 Suiza12

Oceanía

 Fiyi13
 Islas Marshall
 Estados Federados de Micronesia
 Nauru
 Samoa
 Vanuatu

Repúblicas unipartidistas[editar]

Artículo principal: Unipartidismo


Artículo principal: Democracia sin partidos

Las repúblicas unipartidistas son estados en los que un partido único tiene todo el poder en
el gobierno o estados en que la estructura del partido es a la vez la estructura del gobierno y
que no permiten la creación de otros partidos (o si existen otros partidos, tienen una
representación muy limitada). En los estados apartidistas no se permite la creación de
ningún partido político. Las siguientes son repúblicas unipartidistas:

América

 Cuba (Partido Comunista de Cuba)

África

 Eritrea (Frente Popular por la Democracia y la Justicia)

Asia

 Corea del Norte (Frente Democrático para la Reunificación de la Patria)


 Laos (Partido Popular Revolucionario de Laos)
 República Popular China (Partido Comunista de China)
 Vietnam (Partido Comunista de Vietnam)

Monarquías[editar]
Artículo principal: Monarquía

Las monarquías son sistemas de gobierno en que la jefatura del estado es personal, vitalicia
y designada según un orden hereditario (monarquía hereditaria), aunque en algunos casos
se elige, bien por cooptación del propio monarca, bien por un grupo selecto (monarquía
electiva -las monarquías de los pueblos germánicos o la primitiva monarquía romana-).

Las formas de monarquía, tal como se sucedieron históricamente en Europa Occidental


entre la Edad Media y la Edad Moderna, fueron la monarquía feudal (durante la Plena Edad
Media), la monarquía autoritaria (desde la crisis bajomedieval) y la monarquía absoluta
(desde el siglo XVII). La crisis del Antiguo Régimen significó, en su aspecto político, su
sustitución por repúblicas o por formas de monarquía con poderes limitados: la monarquía
parlamentaria que se desarrolló con la Revolución inglesa y las monarquías
constitucionales que se desarrollaron en el continente europeo. La diferencia inicial
consistía en que mientras la monarquía parlamentaria inglesa –cuya tradición
consuetudinaria determinó que no hubiera un único documento que pudiera denominarse
constitución escrita– ponía el poder esencial en manos del parlamento, en la monarquía
constitucional los textos constitucionales determinaban más o menos explícitamente la
cuestión de la soberanía, pudiendo atribuirla sin más a la nación (soberanía nacional) o al
pueblo (soberanía popular) o establecer un cierto grado de soberanía compartida entre el
rey y el parlamento. En cuanto a la institución parlamentaria, tanto en las monarquías
parlamentarias como en las constitucionales, era elegida inicialmente mediante sufragio
censitario por un cuerpo electoral de definición cada vez más amplia, hasta llegar al
sufragio universal masculino a finales del siglo XX. El fortalecimiento del control
parlamentario de la actividad del gobierno e incluso de su mismo nombramiento fue
haciéndose indistinguible en ambas monarquías, de modo que desde el siglo XX no hay
diferencias significativas entre ellas; al tiempo que se han reducido en importancia las
diferencias existentes con los sistemas republicanos democráticos.

Monarquías constitucionales o parlamentarias[editar]

Tanto en las monarquías constitucionales como en las monarquías parlamentarias actuales,


el monarca, aun manteniendo su posición como el jefe de estado, tiene poderes muy
limitados o meramente simbólicos o ceremoniales. El poder ejecutivo es ejercido en su
nombre por el gobierno, dirigido por un jefe de gobierno, primer ministro o presidente del
gobierno. Éste es nombrado a través de procedimientos fijados por la ley o la costumbre,
que en la práctica significan el nombramiento del líder del partido o coalición con mayor
representación en un parlamento o cuerpo legislativo elegido democráticamente.

Las siguientes son monarquías constitucionales o parlamentarias:

África

 Lesoto

Asia
 Camboya
 Japón
 Malasia
 Tailandia

Europa

 Andorra14
 Bélgica
 Dinamarca
 España
 Luxemburgo
 Noruega
 Países Bajos
 Suecia

Reinos de la Mancomunidad Británica de Naciones[editar]

Artículo principal: Reinos de la Mancomunidad Británica de Naciones

Los reinos de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth of Nations) son


aquellos de este grupo de estados que reconocen como jefe de estado al rey de Inglaterra,
actualmente la reina Isabel II, que toma en esos países el título correspondiente (p. ej. reina
de Australia, reina de Canadá, etc.). La reina designa un Gobernador-General como
representante suyo con poderes ejecutivos limitados y ceremoniales para cada uno de esos
estados (excepto para el Reino Unido). El primer ministro es el jefe de gobierno de la rama
ejecutiva de cada uno de los estados del Reino de la Mancomunidad Británica de Naciones,
el cual proviene del cuerpo legislativo como líder del partido o coalición con más
representación, y son monarquías constitucionales y sistemas parlamentarios. Esta
mancomunidad está formada por:

América

 Antigua y Barbuda
 Bahamas
 Barbados
 Belice
 Canadá
 Granada
 Jamaica
 San Cristóbal y Nieves
 Santa Lucía
 San Vicente y las Granadinas

Europa

 Reino Unido
Oceanía

 Australia
 Nueva Zelanda
 Papúa Nueva Guinea
 Islas Salomón
 Tuvalu

Monarquías constitucionales con monarcas activos[editar]

También llamadas monarquías semiconstitucionales porque, a pesar de regirse por un texto


constitucional y poseer instituciones legislativas elegidas, judiciales con mayor o menor
independencia y un ejecutivo dirigido por un primer ministro; el monarca conserva poderes
significativos, que puede utilizar a discreción, y control sobre todos los poderes, de forma
en cierto modo similar a como se ejercía el poder monárquico con una carta otorgada.

Son monarquías semiconstitucionales o constitucionales con fuerte poder regio:

África

 Marruecos

Asia

 Baréin
 Bután
 Emiratos Árabes Unidos15
 Jordania
 Kuwait

Europa

 Mónaco
 Liechtenstein

Oceanía

 Tonga

Monarquías absolutas[editar]

Artículo principal: Monarquía absoluta

Las monarquías absolutas son regímenes monárquicos en los que el monarca tiene el poder
absoluto del gobierno. Las siguientes son monarquías absolutas:
África

 Suazilandia

Asia

 Arabia Saudita
 Brunéi
 Catar
 Omán

Europa

 Ciudad del Vaticano16

Teocracias[editar]

Artículo principal: Teocracia

Son gobiernos sin separación de poderes entre la autoridad política y la religiosa. Su cuerpo
legislativo está supeditado a la legislación interna de la religión dominante, la sharia en el
mundo islámico, o el derecho canónico para la Iglesia católica.

 Irán17
 Ciudad del Vaticano18

Estados gobernados por juntas militares[editar]

Artículo principal: Junta militar

Gobiernos formados exclusivamente por altos mandos de las fuerzas armadas de su Estado:

 Egipto (república semipresidencialista)


 Fiyi (república parlamentaria)

Estados con gobiernos de transición[editar]

 Eritrea (república unipartidista)


 Libia (república parlamentaria)
 República Centroafricana (república presidencialista)
 Somalia (república parlamentaria)

Véase también[editar]
 Forma de Estado
 Sistema político
 Gobierno
 Separación de poderes
 Sistema de gobierno mixto
 Clase política
 Político

Notas[editar]
1. Volver arriba ↑ Constitución Española de 1978, Artículo 1.3: La forma política del Estado
español es la Monarquía parlamentaria. La identificación de esa expresión con la de
"forma de gobierno" se hace incluso en la presentación del texto consitiucional en el
Boletín Oficial del Estado: adopta como forma de gobierno la Monarquía Parlamentaria
(web oficial del B.O.E.)
2. Volver arriba ↑ Formas de gobierno y de Estado
3. Volver arriba ↑ Ferrán Sánchez Maquiavelo y la Historia de Roma: Un modelo para
Florencia, en Historia de National Geographic, agosto de 2008.
4. Volver arriba ↑ Linz Juan J. y Alfred Stepan (1978) The Breakdown of Democratic
Regimes. Baltimore: Johns Hopkins University Press. Hay traducción española (1987) La
quiebra de las democracias Madrid: Alianza Editorial ISBN 84-206-2497-7
5. Volver arriba ↑ Irán combina las formas de una república presidencial, con un presidente
elegido por el sufragio universal; y una teocracia, con un Líder Supremo que es en última
instancia responsable de la política estatal, escogido por la Asamblea de los Expertos electa.
Los candidatos tanto para la Asamblea de los Expertos como para la presidencia son
examinados por el Consejo de Guardianes designado.
6. Volver arriba ↑ Bajo control de una junta militar
7. Volver arriba ↑ La República Árabe Saharaui Democrática (RASD) es un gobierno en el
exilio, localizado a Tindouf, Argelia. La mayor parte del territorio del Sahara Occidental
está ocupado militarmente por Marruecos, el resto es administrado por la RASD.
8. Volver arriba ↑ Combina los aspectos de un sistema presidencial con los aspectos de un
sistema parlamentario. El presidente es elegido por el parlamento y mantiene un asiento
parlamentario, como un primer ministro, pero es inmune de un voto de ninguna confianza, a
diferencia de un primer ministro.
9. Volver arriba ↑ Combina los aspectos de un sistema presidencial con los aspectos de un
sistema parlamentario. El presidente es elegido por el parlamento y mantiene un asiento
parlamentario, como un primer ministro, pero es inmune de un voto de ninguna confianza, a
diferencia de un primer ministro.
10. Volver arriba ↑ En Bangladés, un gobierno provisional ejerce el gobierno durante los tres
meses en que se realizan las campañas previas a las elecciones parlamentarias. El gobierno
provisional es encabezado por un Consejero Principal y un grupo de consejeros neutros,
independientes escogidos de la sociedad civil. Durante este periodo el presidente tiene
jurisdicción sobre el Ministerio de Defensa y del de Asuntos Exteriores.
11. Volver arriba ↑ Presidencia colectiva que consiste en tres miembros; un para cada grupo
étnico principal.
12. Volver arriba ↑ No existe el cargo de primer ministro ni el de presidente en Suiza. El
Presidente de la Confederación Suiza es meramente un primus inter pares del Consejo
Federal Suizo, un consejo ejecutivo de siete miembros que constituyen el gobierno y la
prefectura de Estado de Suiza.
13. Volver arriba ↑ Bajo control de una junta militar
14. Volver arriba ↑ El Obispo de Urgel y el presidente de Francia son copríncipes ex-officio.
15. Volver arriba ↑ Los Emiratos Árabes Unidos son una federación de monarquías absolutas;
el presidente federal se elige entre los emires hereditarios, pero cada emirato a funciona
como una monarquía absoluta
16. Volver arriba ↑ El Vaticano es una monarquía absoluta electiva y una teocracia católica; su
monarca, el Papa, es el jefe de la Iglesia católica global. Su poder dentro del Estado de la
Ciudad del Vaticano es ilimitado según cualquier constitución, pero todo persona residente
en el Vaticano ha consentido para obedecer el Papa, en virtud de ordenamiento de clero
Católico o los miembros de la Guardia Suiza.
17. Volver arriba ↑ Irán combina las formas de una república presidencial, con un presidente
elegido por el sufragio universal; y una teocracia, con un Líder Supremo que es en última
instancia responsable de la política estatal, escogido por la Asamblea de los Expertos electa.
Los candidatos tanto para la Asamblea de los Expertos como para la presidencia son
examinados por el Consejo de Guardianes designado.
18. Volver arriba ↑ El Vaticano es una monarquía absoluta electiva y una teocracia católica; su
monarca, el Papa, es el jefe de la Iglesia católica global. Su poder dentro del Estado de la
Ciudad del Vaticano es ilimitado según cualquier constitución, pero todo persona residente
en el Vaticano ha consentido para obedecer el Papa, en virtud de ordenamiento de clero
Católico o los miembros de la Guardia Suiza.

2.
3. Presentación
4. Introducción
5. I. Sistema parlamentario
6. 1. Elementos teóricos
7. 2. Origen y estructura
8. 3. Interacción
9. II. Sistema presidencial
10. 1. Elementos teóricos
11. 2. Origen y estructura
12. 3. Interacción
13. III. Sistema semipresidencial
14. 1. Elementos teóricos
15. 2. Origen y estructura
16. 3. Interacción
17. IV. A manera de conclusión
18. Bibliografía
19. Sobre el autor
20.
21.
22. Presentación
23. En este cuaderno de divulgación el doctor Ricardo Espinoza realiza una descripción
de los tres sistemas de organización política más importantes entre las democracias
contemporáneas: el presidencialismo, el parlamentarismo y el semipresidencialismo,
a partir del concepto de división de poderes, y presenta los tres casos nacionales
más típicos correspondientes a cada uno de tales sistemas, a fin de exponer con
detalle sus elementos constitutivos.
24. La característica fundamental del sistema parlamentario, afirma el autor, es que la
soberanía se deposita en el Parlamento y, por tanto, no existe una separación rígida
entre éste y el gobierno. El Ejecutivo, en cambio, se divide en un jefe de Estado y
uno de gobierno. Espinoza describe el desarrollo histórico del parlamentarismo
inglés y la forma en que se fueron conformando los mecanismos de equilibrio y
control mutuo entre los distintos poderes, como la moción de censura, la cuestión
de confianza y el "gabinete en la sombra". Más adelante, hace una rápida
descripción comparativa con otros países en los que rige este sistema. Apunta,
además, que básicamente "la integración del Parlamento define la estructura del
sistema de partidos", si bien deben considerarse algunas variaciones que el sistema
electoral puede introducir en cada caso.
25. Enseguida, estudia el sistema presidencialista y describe el caso estadounidense,
del cual destaca como características fundamentales la separación en tres poderes:
el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Es distintivo de este sistema concentrar en
una sola figura al jefe de Estado y al jefe de gobierno; sin embargo, destaca
Espinoza, el control de cada uno de los poderes está dado por el propio diseño
constitucional, más que por el uso de mecanismos de contrapesos, aunque éstos
existan (por ejemplo, el veto y el juicio político). Es decir, en la legislación están
determinadas las atribuciones de cada uno de los poderes. Con todo, en caso de
controversias constitucionales o extralimitación de funciones, el Poder Judicial
cuenta con un órgano, la Suprema Corte de Justicia, que funge como garante de la
legalidad.
26. En su exposición sobre el sistema semipresidencial, el autor subraya que "la
división de poderes conoce un grado mayor de complejidad que en los anteriores
porque, en éste, el órgano Ejecutivo y el Legislativo están al mismo tiempo
separados y unidos". Es decir, el jefe de Estado es electo popularmente y comparte
el Poder Ejecutivo con un jefe de gobierno designado por la mayoría del Poder
Legislativo. El autor hace un breve recuento de las circunstancias históricas del
nacimiento de la Quinta República francesa, en su necesidad de superar la
ingobernabilidad derivada de la "partidocracia", y de cómo, en ese proceso, se
desembocó en un sistema de Ejecutivo dual que puede ser supervisado pero no
obstruido en sus funciones por el Parlamento. En un rápido análisis comparativo,
señala los elementos que comparte con el sistema parlamentario y con el sistema
presidencial, y aquellos que le son propios y originales. Se detiene brevemente en la
importancia que tienen los partidos políticos en este sistema y en la forma en que
las circunstancias específicas los han convertido en actores políticos modernos y
con una incidencia positiva en el "perfeccionamiento de las instituciones".
27. En una reflexión final, el doctor Espinoza afirma que la eficacia en el desempeño de
cualquier sistema político no depende únicamente del diseño institucional o de los
sistemas jurídico, electoral o de partidos -si bien tienen una influencia decisiva en el
conjunto---, sino que es necesario considerar como igualmente importantes otros
elementos, como la historia y la cultura política de cada sociedad. Así,
implícitamente, sitúa en un marco más amplio el análisis sobre las condiciones
reales para el desarrollo de una democracia.
28. Este trabajo se incluye en la serie Cuadernos de Divulgación de la Cultura
Democrática con el fin de contribuir al desarrollo del pensamiento y la reflexión
sobre la democracia contemporánea.
29. Instituto Federal Electoral

30.
31.
32. Introducción
33. La historia de los sistemas políticos no registra sólo una modalidad de organización
del poder. En la realidad existen distintas formas de organizar y hacer funcionar los
diseños institucionales, aun cuando algunos de ellos coincidan en sus ejes
fundamentales. La razón inmediata de esa diversidad se encuentra en que las
variantes particulares de los distintos modelos responden a historias e
idiosincrasias peculiares.
34. EL SISTEMA POLITICO
35. Un sistema político es la interacción del conjunto de instituciones, organizaciones ¡
y procesos políticos que dan paso a las r decisiones, en comunicación e influencia r
recíprocas con el medio. Se compone de valores que orientan la acción política, de
normas que guían el comportamiento, de colectividades que le dan sentido y. de
papeles específicos que los actores y grupos políticos cumplen. Todo ello abarca el
conjunto de procesos y funciones que permiten definir y alcanzar los objetivos de
gobierno de una sociedad, e implica decisiones que movilizan recursos materiales y
humanos y que conllevan acciones colectivas y la regulación y coordinación de las
relaciones entre los actores y los grupos de actores que integran el sistema político.
Lo anterior supone que los órganos políticos gocen de cierta legitimidad; que los
miembros de la colectividad participen en el proceso de toma de decisiones; que la
autoridad se ejerza con base en normas, y que sus responsabilidades se distribuyan
jerárquicamente de acuerdo con las facultades de cada Órgano. Un sistema político
no es un bloque homogéneo. Al contrario, expresa la interacción de intereses
contradictorios. Para ser democrático, un sistema político debe ser, a la vez,
pluralista.
36. De este modo, un sistema político es un conjunto de relaciones e interacciones por
medio de las cuales se tiene la capacidad de procesar y tomar las decisiones que
afectan a una sociedad e imponerlas legítimamente al conjunto, es decir, a los
miembros del sistema. El sistema político no se reduce a las reglas que él se da a sí
mismo ni a los principios que dice perseguir. El sistema político es el resultado de la
historia y de las contingencias de momentos particulares; oscila entre las
aspiraciones sobre las cuales se construye y las dificultades que se le imponen.
Para decirlo brevemente, son muchas las paradojas y las contradicciones que
afectan la estructura, existencia y evolución del sistema político. Tensiones
permanentes entre los valores y la necesidad modifican sus equilibrios internos y
transforman subrepticia o brutalmente sus características fundamentales. El sistema
de poder político no escapa a esta regla. El papel del gobierno tiene acciones
diferentes de acuerdo con las circunstancias políticas que enfrenta.
37. Las reglas constitucionales son normas que se imponen a los hombres políticos,
pero son también recursos que ellos intentan someter o ajustar a sus objetivos. De
cualquier forma, esas normas constituyen la estructura jurídica del sistema político,
son el eje en torno del cual se justifica su acción. Sin embargo, en sí mismas no
garantizan ni la vida política ni la democracia. Es a partir de la interacción entre las
reglas del juego y los jugadores que un sistema político se puede comprender en su
totalidad y en su complejidad.
38. EL SISTEMA REPRESENTATIVO
39. El nacimiento del Estado moderno no se puede separar de las primeras
constituciones escritas. En el siglo XVIII surgieron, en Francia y en Estados Unidos,
los pactos fundamentales, fundados en las nociones filosóficas del derecho natural
y del contrato social, que sentaron los principios de organización de la sociedad
política y del Estado: la igualdad de los individuos, la primacía de la ley, entendida
como expresión de la voluntad general, y la soberanía democrática.
40. Históricamente, ésta fue una etapa de crisis del absolutismo. El absolutismo es, sin
duda, la primera forma de Estado -es decir, de organización del poder- conocida. Se
basa en el derecho divino de los reyes, o sea, en la inexistencia de derechos de los
súbditos. En otras palabras, en los Estados absolutistas no existía el concepto de
ciudadanía. La crisis del absolutismo y de la concepción arcaica del poder
desembocó en la victoria de las ideas liberales.
41. Tanto en Francia como en Estados Unidos el triunfo del liberalismo permitió la
creación del Estado de derecho, es decir, de un sistema jurídico fundado en un texto
solemne y sagrado al que deben someterse gobernantes y gobernados y que
consagra, esencialmente, la existencia de los derechos del hombre, inalienables e
intransferibles, como principios preexistentes al Estado y al derecho, y la creación
de una organización política sujeta al respeto de los principios liberales -entre ellos
el Parlamento- que, en reacción contra el absolutismo, desembocó en gobiernos
moderados, no democráticos, pero tampoco absolutos.
42. Los Estados liberales se instauraron sobre la base de una estructura jurídica
expresada en la norma fundamental, la Constitución. Lo que la Constitución logró
fue dar forma escrita a ciertas prácticas políticas que se habían venido
desarrollando, prácticas propiamente liberales que iban en el sentido de limitar el
ámbito de competencias del rey y abrir el camino al ascenso de nuevos grupos
organizados de la sociedad.
43. El rey, que justificaba en Dios su poder absoluto, fue conducido, desde fines del
siglo XVIII, a negociar el ejercicio de su poder con los detentadores del poder
económico: la nobleza y la burguesía. Es así como se le fueron imponiendo límites.
El primero y más importante fue el desarrollo del Parlamento y de sus facultades,
hasta llegar a obtener para éste dos derechos fundamentales: el de formular las
leyes en sustitución del monarca y el de controlar el ejercicio del poder. El monarca
deja de ser absoluto y el Estado absolutista se va resquebrajando en la misma
medida en que se desarrolla el liberalismo, sobre todo a través del Parlamento
moderno.
44. Aparecieron entonces tres principios liberales de organización del poder político: 1.
Con base en el pacto social, los ciudadanos determinan la esfera de derechos y
libertades que el gobernante deberá garantizar: básicamente, el derecho a la vida ya
la propiedad; 2. La sociedad política de hombres libres se dota de un gobierno
cuyas decisiones son tomadas por mayoría. Por ello, el gobierno de mayoría es un
gobierno representativo que se erige, a través de las instituciones representativas,
en garante de la libertad; 3. Aparece la idea según la cual un poder moderado es un
poder dividido; a la inversa, la autocracia es el poder concentrado en un solo
hombre o en uno de los órganos del poder. Un poder moderado, entonces, es aquél
en el que las competencias o facultades están distribuidas en órganos separados los
unos de los otros, es decir, el principio de división de los poderes que integran el
Estado, conocidos como Ejecutivo, Legislativo y Judicial. La democratización de la
vida política se encargará de ampliar sus fuentes de legitimidad y de afinar la
relación entre los poderes.
45. MODELOS DE SISTEMAS CON PODERES DIVIDIDOS
46. Presidencialismo y parlamentarismo son dos formas de organización del poder
político. Ambos responden a lógicas políticas e históricas diferentes. Igualmente, se
fundan en supuestos culturales y estructurales distintos. Dentro de cada uno existen
variantes y modos de funcionamiento diversos, aunque ambos son sistemas de
gobierno que surgen por oposición a estructuras en las que el poder se encuentra
concentrado en un solo individuo o en un solo órgano. En la actualidad existe un
tercer modelo, el mixto o semipresidencial, que comparte algunas de las
características de los dos anteriores. Todos ellos constituyen diseños
institucionales cuyo propósito es organizar el poder democráticamente y moderarlo.
47. Es común la tendencia a definir a los sistemas presidenciales ya los parlamentarios
por exclusión mutua. Este modo de acercarse a los dos tipos clásicos de sistemas
de gobierno democrático responde a cuestiones prácticas, debido a dos razones
básicas: por un lado, porque un sistema presidencial no es parlamentario y uno
parlamentario no es presidencial; por otro, porque si bien existe una teoría muy
elaborada acerca del origen y la evolución de los sistemas parlamentarios, no ocurre
lo mismo con los presidenciales.
48. El sistema parlamentario aparece en los siglos XIII y XIV y su lugar de origen,
históricamente hablando, es Inglaterra. Posteriormente, se expandió por casi toda
Europa Occidental. El presidencialismo, en cambio, tiene su origen en el siglo XVIII
en Estados Unidos de América, sin que hasta la fecha se pueda encontrar otro país
en el cual se reproduzca la mezcla original de un presidente electo con base en el
sufragio universal, un Congreso fuerte y un Poder Judicial autónomo. Aunque
muchos países latinoamericanos se han inspirado en el modelo estadounidense, lo
cierto es que el presidencialismo latinoamericano tiene características distintas a las
del modelo original.
49. Inglaterra, Italia, Alemania o España, por mencionar algunos países con estructuras
institucionales semejantes, comparten en lo sustancial los elementos del diseño
parlamentario: división del Ejecutivo entre un jefe de Estado no electo y un jefe de
gobierno nombrado por la mayoría parlamentaria, y un Parlamento organizado en
dos cámaras, de las cuales una de ellas, la Cámara baja, dispone de atribuciones y
facultades más amplias que la Cámara alta.
50. Entre ellos hay también diferencias. Entre otras, derivadas de aspectos específicos
del diseño institucional, las decisivas están en los sistemas electorales y de
partidos, diversos en cada país. Las formas de relación e interacción entre los
distintos elementos del sistema y su resultado son, por tanto, diferentes. Otra
diferencia observable está en los términos empleados para llamar (o designar) a los
titulares del gobierno ya los órganos representativos: el jefe de Estado puede ser un
rey (Inglaterra o España) o un presidente de la República (Italia o Alemania); el jefe
de gobierno puede ser un primer ministro (Inglaterra o Italia), el presidente del
gobierno (España) o el canciller (Alemania). En todos los casos, sus funciones son
similares.
51. El principio de disolución del Parlamento, propio de los sistemas parlamentarios,
por ejemplo, tiene motivaciones diferentes y produce efectos distintos de un país a
otro. Puede servir como amenaza para consolidar una mayoría de gobierno, o bien,
se aplica para dar paso a la conformación, por medio de elecciones, de mayorías
afines. Son dos modos distintos de construir mayorías coherentes.
52. El sistema presidencial, por su lado, : corresponde a otro tipo de diseño, pues
responde a otras necesidades. Es, por definición, opuesto a las formas absolutistas
y de despotismo, y funciona sobre la base de un complejo mecanismo de balances y
contrapesos. Combina un doble sistema de división de poderes: por un lado, tiene
un Poder Ejecutivo monocéfalo -el presidente de la República-acompañado de un
Congreso depositado en dos cámaras. Cada uno de ellos surge de elecciones
independientes. Por otro lado, mantiene una estructura federalista, que modera los
ímpetus centralistas. En este modelo no tiene relevancia la disciplina de partidos ni
la existencia de una mayoría parlamentaria afín al Ejecutivo, predeterminada y
permanente.

53. Presidencialismo y parlamentarismo son dos modelos considerados clásicos. Por su


longevidad y desarrollo son los que más han atraído la atención de los estudiosos
de la vida política. Sin embargo, ya muy entrado el siglo xx surgió un tercer modelo
que combinó principios de organización del poder tanto del sistema presidencial
como del parlamentario. Se trata del diseño institucional de la Quinta República
Francesa, fundada en 1958. Desde el punto de vista constitucional el sistema francés
no es ni presidencial ni parlamentario, sino un sistema mixto. Por ello, algunos
autores lo ubican como un sistema semiparlamentario, mientras que la mayoría lo
concibe como un sistema semipresidencial.
54. Los sistemas parlamentario, presidencial y mixto son estructuras de gobierno con
poderes divididos. Esto es, en todos ellos las funciones del Estado se encuentran
distribuidas en tres órganos: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, los cuales mantienen
formas de relación diferenciadas de acuerdo con el tipo de sistema, pero necesarias
para el funcionamiento regular de las instituciones. La característica distintiva del
sistema parlamentario es la capacidad del Parlamento, electo por votación directa,
para crear y destituir gobiernos, que se combina con el papel meramente simbólico
del jefe de Estado (puede recaer en la figura del rey, como en Inglaterra y España, o
en la del presidente, como en Italia). El sistema presidencial es la combinación de un
presidente de la República electo con base en el sufragio directo o casi directo, con
un Congreso también electo pero sin facultades de gobierno. En el sistema
semipresidencial el Poder Ejecutivo se divide en presidente de la República o jefe de
Estado, electo de manera directa, y un primer ministro o jefe de gobierno, nombrado
por el Parlamento.
55. Este Cuaderno tiene el propósito de presentar los elementos básicos de cada uno de
los tres modelos referidos, sin pretender agotar la discusión sobre los distintos y
complejos temas abordados. Es un intento de sistematización que puede ser de
utilidad a lectores interesados en acercarse al estudio de los modernos diseños
institucionales.
56. RICARDO ESPINOZA TOLEDO

57.
58.
59. I. Sistema parlamentario
60. Los sistemas parlamentarios deben su nombre al principio fundador de que el
Parlamento es el asiento principal de la soberanía. Por tanto, no permiten una
separación orgánica o rígida del poder entre el gobierno y el Parlamento.1

61.
62.
63. 1. ELEMENTOS TEÓRICOS
64. El sistema parlamentario designa una forma de gobierno representativa en la que el
Parlamento participa en forma exclusiva en la dirección de los asuntos del Estado.
En ese sentido, en este sistema la formación del gobierno y su permanencia
dependen del consentimiento de la mayoría parlamentaria. Esa mayoría puede surgir
directamente de las elecciones, o bien, de una coalición. No es suficiente con que el
Parlamento elija al jefe de gobierno para hablar de un sistema parlamentario. Es
necesario también que el Parlamento no comparta con ningún otro órgano del
Estado la dirección de los asuntos públicos.
65. En este sistema se pueden distinguir los siguientes elementos: un Poder Ejecutivo -
dividido entre el jefe de Estado (monarca o presidente) y el jefe de gobierno (primer
ministro, presidente del gobierno o canciller)y un Poder Legislativo, el Parlamento,
compuesto por dos cámaras: la alta, de donde derivan las de Senadores o
equivalentes (la de los Lores, en Inglaterra, sigue siendo el refugio de la aristocracia)
y la baja, llamada así por ser, desde su origen, la no aristocrática ( de los ,Comunes
en Inglaterra, que representa al pueblo, equivalente a la Cámara de Representantes
en Estados Unidos, a la Asamblea Nacional en Francia o al Congreso de los
Diputados en España). Con la excepción inglesa, en todos los países con sistemas
parlamentarios los miembros de la Cámara alta surgen de procesos electorales.
66. El jefe de Estado tiene una función simbólica que puede ser decisiva en caso de
crisis política profunda (el rey Juan Carlos de España en la transición política, por
ejemplo), pero no dispone de atribuciones políticas, En la práctica, el jefe de Estado
acata la decisión del electorado o la de la mayoría parlamentaria. Las prerrogativas
del Ejecutivo se ejercen por medio del gabinete alrededor del primer ministro; este
gabinete es responsable frente al Parlamento, que en todo momento puede
destituirlo por el voto de una moción de censura o rechazarlo por medio de una
cuestión de confianza. En contrapartida, el primer ministro puede, en nombre del jefe
de Estado, decidir la disolución del Parlamento. El desarrollo del sistema
parlamentario transfirió, así, el poder al Parlamento y, a través de éste, al gabinete.2
67. El gobierno, en quien recaen el poder y las funciones ejecutivas, surge y se
mantiene gracias al respaldo de la mayoría parlamentaria, pero puede ser destituido
por medio de la moción de censura. Por su parte, el jefe de gobierno o primer
ministro puede plantear la cuestión de confianza como un recurso para obtener el
apoyo de su mayoría; pero si no lo logra, debe renunciar. En caso de un conflicto
irresoluble, el primer ministro puede recurrir a la disolución del Parlamento ya la
celebración de nuevas elecciones.
68. El primer ministro y su gabinete están sujetos al control político, a través de
diversos mecanismos, por parte del Parlamento. Los más utilizados son las
facultades de investigación, interpelación, información o requerimiento de
comparecencia. No significa que el gobierno esté subordinado al Parlamento, sino
que cada uno mantiene su autonomía, aun cuando el gobierno surge de la mayoría y
le rinde cuentas.
69. Los partidos mayoritarios contribuyen en la preparación y coordinación de la política
del gobierno y enlazan al Ejecutivo con el Legislativo. Los partidos opositores, por
su lado, son los vigilantes más atentos, los más críticos y quienes exigen mayores
controles sobre el gobierno. La integración del Parlamento traduce la estructura del
sistema de partidos. El Parlamento es el resultado del sistema de partidos en
combinación con los mecanismos electorales. Esto es válido para todos los
sistemas políticos, pero en el caso de los sistemas parlamentarios, entre menos
dispersos son los votos y menos polarizado es el sistema de partidos, se logra dar
paso a mayorías sólidas y, por tanto, se dota de mayor estabilidad y eficacia al
gobierno.
70. El sistema de partidos puede ser bipartidista con escrutinio mayoritario (como en
Inglaterra donde, por lo mismo, no hay coaliciones); de pluralismo moderado con
sistema electoral mixto, como en Alemania; con representación proporcional
corregida (España), y de pluralismo polarizado con representación proporcional
(Italia).
71. El sistema parlamentario es más flexible para gobernar sociedades afectadas por
conflictos étnicos, culturales, religiosos, lingüísticos o ideológicos, precisamente
porque el Parlamento permite la discusión, la confrontación pacífica, la negociación,
el compromiso y la repartición del poder. Este sistema conoce diversas
modalidades, entre las que encontramos la monarquía parlamentaria, la república y
la democracia parlamentaria, que surgen de la mezcla original de la historia y la
cultura políticas y de los diseños institucionales de cada país.
72. La característica institucional distintiva del sistema parlamentario es la capacidad
del Parlamento electo por votación directa para crear y destituir gobiernos, así como
la facultad del Ejecutivo de disolver el Parlamento, que se combina con el papel
meramente simbólico del jefe de Estado.

73.
74.
75. 2. ORIGEN Y ESTRUCTURA
76. La teoría del sistema parlamentario surge en Inglaterra, en donde aparecen por
primera vez las libertades públicas, la separación de poderes y la elección de los
gobernantes. Tiempo después -en la mayoría de los casos luego de la Segunda
Guerra Mundial- otros países adoptaron el modelo parlamentario de organización del
poder político.
77. Las características institucionales esenciales del sistema parlamentario son,
primero, la división del Ejecutivo entre el jefe de Estado y el jefe de gobierno;
segundo, la responsabilidad del gobierno frente al Parlamento y, tercero, el derecho
de disolución de la Cámara baja. Estas peculiaridades aparecieron en Gran Bretaña
en el curso del siglo XVIII, cuando el gobierno (llamado gabinete) se disoció del rey y
se convirtió en responsable político frente a la Cámara de los Comunes, aunque
conservando la posibilidad de solicitar al rey la disolución de tal Cámara.
78. El surgimiento del bicameralismo
79. El lugar de origen del bicameralismo, históricamente hablando, es Inglaterra. En un
principio no existía un verdadero Parlamento sino un Gran Consejo del Rey
integrado por nobles y altos dignatarios de la Iglesia. En los siglos XI y XII, el rey
estaba rodeado por consejeros, elegidos por él de entre sus pares de la nobleza y el
alto clero, y que se reunían en un órgano único (una sola Cámara). En el siglo XIII,
cuando se produce el ascenso de la burguesía de las villas, se fueron agregando a
este Consejo representantes de las comunidades, cuyo consentimiento era
necesario para establecer los impuestos (luego de la Gran Carta de 1215). Por
convocatoria de Eduardo I, el Parlamento reunió a representantes de los burgos y
del bajo clero. Cuatro categorías sociales se asociaron, entonces, al poder: la
aristocracia, la burguesía, el alto y el bajo clero. El bicameralismo tiene su origen en
la coexistencia conflictiva de estos dos conjuntos de consejeros, porque unos
representaban las nuevas fuerzas en ascenso y los otros a la aristocracia dirigente
que temía ser desbordada.3 A finales del siglo XIV este Parlamento único se dividió:
los representantes de las comunidades se establecieron en la Cámara de los
Comunes, mientras que los señores civiles y religiosos deliberarían solos y
formaron la Cámara de los Lores. 4
80. En consecuencia, el Parlamento británico, que originalmente significó la reunión de
los representantes y del monarca en un espacio común, se dividió en dos cámaras
que deliberaban normalmente en ausencia del rey: la Cámara de los Lores, refugio
de la aristocracia -que, sin embargo, no era incondicional al rey la Cámara de los
Comunes, elegida sobre una base más amplia y que representaba al pueblo o, más
exactamente, a las élites sociales no aristocráticas. 5

81. Las funciones del Parlamento

82. Hasta el siglo XIII el Parlamento sólo intervenía en la toma de las decisiones relativas
al establecimiento de impuestos, pero progresivamente se fue desarrollando, gracias
sobre todo a su poder financiero, hasta conquistar también la facultad de hacer las
leyes. El régimen representativo adquirió la forma de aquél en cuyo seno una o dos
asambleas electas representan al pueblo frente al poder central y participan en el
gobierno, primero por el voto de los impuestos y luego por el voto de las leyes. 6

83. En Inglaterra, hasta el siglo XIII, era el rey quien detentaba el poder legislativo y sólo
cuando ello consideraba necesario solicitaba el respaldo del Parlamento.
Progresivamente, sin embargo, el Parlamento, particularmente la Cámara de los
Comunes, fue estableciendo la costumbre de desarrollar una especie de negociación
cuando el rey le solicitaba votar nuevos impuestos al acordar un cierto número de
medidas legislativas que el rey debía acatar.
84. El Parlamento votaba un proyecto de texto que el rey transformaba en ley,
convirtiéndolo así en obligatorio. Como podía esperarse, esta situación se desarrolló
en un marco conflictivo, pues el monarca defendía la idea de mantener su poder. No
obstante, hacia finales del siglo XVII el régimen británico era ya completamente
representativo. La Carta de Derechos reafirmó la exclusividad del Parlamento para el
establecimiento de los impuestos , y precisaba que esta medida podía acordarse
sólo una vez al año, lo que forzaba al rey a reunir al Parlamento cuando menos
anualmente. Por otra parte, quedó establecido que el rey no tomaría ninguna
decisión que no hubiese sido previamente objeto de un acuerdo parlamentario. Por
su parte, al rey no le quedaba más que la posibilidad de rechazar dichos acuerdos
parlamentarios, porque hasta entonces disponía del derecho de veto. Como
resultado del principio de aprobación anual del presupuesto, que se había
convertido en un arma muy importante en manos de los Comunes, a principios del
siglo XVllI el rey renunció al derecho de veto.
85. Desde los primeros años de ese siglo, la separación de poderes fue indiscutible: el
Parlamento detentaba el Poder Legislativo y votaba los impuestos; el rey detentaba
el Poder Ejecutivo, es decir, las cargas de la administración civil y militar y de la
diplomacia. Si bien la justicia era todavía impartida a nombre del rey, la libertad
política quedaba garantizada por una ley llamada Habeas Corpus, votada en 1679,
según la cual ninguna detención debía ser irregular. 7
86. El principio de responsabilidad política: la moción de censura

87. El esquema en el que el rey poseía el control del Poder Ejecutivo cambió hacia el
siglo XIX: el primer ministro se convirtió en el verdadero jefe del Ejecutivo y el rey
adquirió una función simbólica. En el transcurso de este fundamental cambio surgió
el principio de responsabilidad política del gabinete. En el origen -como se dijo
antes- Ios ministros eran los hombres de confianza del rey; él los nombraba y
revocaba como y cuando quería, y no eran más que los ejecutantes de su política y,
desde luego, responsables sólo frente a él. Esos ministros eran a menudo miembros
de la Cámara de los Lores que, por tanto, no tenían acceso a la Cámara de los
Comunes. Sin embargo, desde el siglo XVII se dispuso la responsabilidad penal e
individual de los ministros frente al Parlamento. Se trataba del recurso de acusación
a aquellos ministros o altos funcionarios por infracciones penales, promovido por la
Cámara de los Comunes. Por este procedimiento, los Comunes lograron controlar la
selección de los ministros.
88. De esa responsabilidad penal se pasó a la desconfianza política: los Comunes
amenazaban con perseguir y acusar a los ministros que no tenían su confianza y
éstos debían retirarse si temían por su integridad física. Fue así como en el siglo
XVIII la responsabilidad de los ministros se convirtió en responsabilidad política y
colectiva: los primeros ministros que perdían la confianza de los Comunes
presentaban al rey la renuncia del conjunto de su gabinete, decisión a la que seguía
un relevo ministerial. De este modo surgió el primer procedimiento de
responsabilidad política del gabinete: la moción de censura, por la cual los
diputados inconformes con la política del gobierno le retiran su confianza y exigen
su renuncia. Es, como se puede observar, una verdadera revocación del gabinete y
un arma cuya iniciativa quedó en manos de los Comunes. 8
89. La cuesti6n de confianza
90. Contra lo que pudiera parecer, el gobierno no quedó a expensas de los Comunes. En
el siglo XIX surgió un procedimiento que permitía poner en juego la responsabilidad
política del gobierno: la cuestión de confianza. A diferencia de la primera, ésta fue un
arma en manos del gabinete, un medio de presión sobre los Comunes: el gabinete,
para conducir a buen puerto su política, debía disponer de medios jurídicos y, sobre
todo, financieros. Generalmente, en ocasión del voto del presupuesto, el gabinete
planteaba la cuestión de confianza, es decir, solicitaba a la Cámara su aprobación
del proyecto de ley en discusión como condición de su mantenimiento en el poder;
si los Comunes no votaban la ley con los créditos que el gabinete juzgara necesarios
para la realización de su política, renunciaba. Por la cuestión de confianza el
gabinete podía incitar a sus partidarios a apoyarlo. Esta no fue la única arma del
gabinete.
91. El derecho de disolución
92. Junto a la cuestión de confianza apareció la práctica del derecho de disolución.
Debe recordarse que el Parlamento nació del Consejo del Rey y que éste tenía todas
las facultades para cambiar a sus consejeros cuando así lo deseara,
Progresivamente, la prerrogativa real que desembocó en la revocación del mandato
de los diputados se transfirió al primer ministro. En efecto, desde mediados del siglo
XVII se había impedido al rey disolver la Cámara de los Comunes, si no contaba con
el consentimiento de la propia asamblea. De no haber sido recuperado por el
gobierno, el derecho de disolución habría desaparecido. Tal recuperación tuvo dos
finalidades: permitir, por un lado, solicitar al pueblo arbitrar un conflicto entre las
dos cámaras del Parlamento si una oposición permanente y fundamentada aparecía
entre los Comunes y los Lores. La Cámara de los Comunes podría ser disuelta, pero
los Lores acatarían la voluntad popular expresada por los nuevos Comunes. Por otro
lado, permitió también al primer ministro y al gabinete presionar a su mayoría, no
tanto por el ejercicio de la disolución, sino sobre todo por la amenaza de utilizarla en
caso de que la confianza les fuera retirada o rechazada. El derecho de disolución
apareció entonces como el corolario de la cuestión de confianza. Cuando los
partidos políticos británicos eran todavía poco disciplinados, la amenaza de
disolución unía a las mayorías, porque los diputados temían los riesgos y costos de
una campaña electoral. El primer ministro podía utilizar esta arma en caso de
conflictos entre los órganos del poder. 9
93. La democratización del parlamentarismo

94. Los mecanismos del régimen parlamentario no desembocan necesariamente en la


democracia. Se puede decir que el régimen político británico realiza la democracia
parlamentaria desde el momento en que el derecho al voto se extiende a todo el
pueblo, por un lado; pero, por otro, el parlamentarismo democrático encuentra su
origen en una disminución sensible de los poderes de la Cámara alta. Los Lores
comparten el Poder Legislativo con los Comunes, pero no pueden destituir al
gabinete, que es responsable frente a la Cámara electa. Los Lores deben mostrar
cierta discreción en materia financiera, porque los Comunes representan a la
mayoría de los contribuyentes, mientras que los Lores no se representan más que a
sí mismos: es una clase aristocrática. La tradición ha establecido que los Lores
voten, generalmente, las leyes de carácter financiero en el sentido establecido por
los Comunes. Para las leyes de carácter no financiero, una oposición entre los Lores
y los Comunes se trata de manera diferente cuando tiene un aspecto técnico o
cuando es político. En el primer caso se negocia, mientras que cuando reviste un
carácter político la resistencia de los Lores tiene un alcance muy grande, pues
significa que consideran que los Comunes no representan la opinión de la nación.
Se recurre entonces a la disolución de la Cámara de los Comunes, en el entendido
de que la Cámara alta admitirá el veredicto de los electores y no se opondrá a los
nuevos Comunes si éstos retornan la iniciativa de la legislatura precedente. 10
95. Como hemos reseñado, el gobierno dispone de mecanismos para influir sobre el
Parlamento (la Cámara baja) del cual surge: por la cuestión de confianza el gabinete
presiona al Parlamento para obtener los medios de acción que requiere para
construir su política, en tanto que el derecho de disolución logra operar como
estabilizador de las mayorías parlamentarias.

96.
97.
98. 3. INTERACCIÓN
99. El gobierno y el Parlamento
100. El gobierno es responsable ante el Parlamento (en realidad, la Cámara baja)
del cual surge; el jefe de Estado formalmente, y el jefe de gobierno en la realidad,
tienen la facultad de disolver el Parlamento. El gobierno es comúnmente conocido
como gabinete (el nombre proviene de la habitación en la que se reunían los
ministros del rey a deliberar). El gabinete es presidido por uno de los ministros, de
donde surge el primer ministro, jefe del gabinete, jefe de gobierno o presidente del
gobierno. 11
101. El gobierno tiene la dirección y la función ejecutiva, Realiza su programa de
gobierno; interpone el recurso de inconstitucionalidad; dirige la administración civil
y militar; puede promover e iniciar leyes, y tiene la obligación de ejecutarlas; pueden
censurarlo o retirarle la confianza, pero a su vez puede disolver el Parlamento.

102. La composición de cada una de las cámaras del Parlamento fluctúa entre 400
y 700 miembros: la Cámara baja de Inglaterra tiene 650 miembros, su mandato es por
cinco años y puede ser disuelta. En Inglaterra las elecciones se realizan con base en
el sistema uninominal mayoritario a una vuelta; en Italia se aplica el principio de
representación proporcional, yen Alemania el sistema mixto. Entre sus facultades
destacan las de votar las leyes, nombrar al gobierno y controlar su actividad.
103. La Cámara alta de Inglaterra tiene alrededor de 1,200 miembros (Lores),
compuestos por 800 hereditarios, 370 vitalicios, 26 espirituales y los nuevos
miembros. No puede ser disuelta. Entre sus facultades se encuentran la de participar
en la aprobación de leyes -aunque son más importantes los Comunes, es decir, las
cámaras no están en pie de igualdad-, y la de controlar la actividad del gobierno,
pero no tiene ninguna injerencia en su conformación.
104. En este sistema se registra una dependencia orgánica recíproca entre el jefe
de Estado y el Parlamento, a través del gabinete, y entre el Ejecutivo y el Legislativo,
a través del primer ministro. Este último es poderoso, pero limitado y controlado por
el Parlamento y por los partidos opositores y es, por lo general, el líder del partido
mayoritario 0 de la coalición mayoritaria. Dirige institucionalmente al gobierno y
políticamente a su mayoría. Los ministros pertenecen al Parlamento. Mayoría
parlamentaria y mayoría de gobierno coinciden. La disciplina de partido es una regla.
A final de cuentas, el primer ministro dirige la mayoría parlamentaria, aunque no
tiene atribuciones de control sobre el Legislativo. De hecho, regularmente se
presenta ante el Legislativo (mayoría y oposición) para responder a preguntas y
cuestionamientos de los legisladores.
105. A diferencia de Italia y Alemania, la forma de gobierno en Inglaterra y España
es la monarquía parlamentaria, que combina el principio de pluralismo político con la
naturaleza parlamentaria de la monarquía. El jefe de Estado es el rey, símbolo de la
unidad nacional y de su permanencia. 12

106. Mecanismos de control y equilibrios institucionales

107. La supervisión mutua de poderes permite el control del gobierno y de la


administración. El control sobre el gobierno es político, es decir, el gobierno debe
contar con la confianza del Parlamento tanto en gestión política como en su
actividad concreta. 13 La falta de confianza o la exigencia de la responsabilidad del
gobierno se puede ejercer con la moción de censura constructiva. 14 El control de
la gestión gubernamental concreta se da a través del hostigamiento al gobierno y de
la utilización de los medios de comunicación, del derecho a recabar información del
gobierno, a reclamar la presencia de sus miembros en algunas sesiones
parlamentarias, a efectuar interpelaciones y preguntas, y con la actuación de las
comisiones de investigación. 15

108.
109.
110. II. Sistema presidencial
111. 1. ELEMENTOS TEÓRICOS
112. El sistema presidencial, al igual que el parlamentario, se caracteriza por la
división de poderes. Formalmente consagra tres órganos separados: el Legislativo,
el Ejecutivo y el Judicial. Esa división orgánica va acompañada de una separación
de funciones que, sin embargo, para operar requiere de la colaboración de todos
ellos. La interdependencia es, por tanto, una condición para su eficacia.
113. El Poder Ejecutivo (unipersonal) y el Legislativo (organizado en dos cámaras)
tienen un modo de elección diferenciada. Al disponer cada uno de una legitimidad
propia, se busca garantizar su autonomía y su autorregulación: ninguno puede
sobreponerse al otro, sino que al ajustarse a los mecanismos constitucionales de
colaboración pueden intervenir en sus ámbitos correspondientes. Uno y otro se
mantienen en el ejercicio de sus funciones por el tiempo constitucionalmente
establecido. El Poder Judicial, a su vez, por mecanismos diferentes también
preserva su autonomía. El principio federativo viene a completar el cuadro, porque
asegura la participación de los distintos estados en pie de igualdad en el proceso
político, al tiempo que sirve como una modalidad adicional de contrapeso y
equilibrio de los poderes.
114. El monocefalismo del Ejecutivo, es decir, el hecho de que reúna en una sola
figura las jefaturas de Estado y de gobierno, no tiene el propósito de dotarlo de
facultades amplias que lo puedan incitar a abusar del poder. El presidente tiene
frente a sí diversos dispositivos de control que están en manos del Congreso, de la
Suprema Corte de Justicia, de los estados y, entre otros, de los partidos y de grupos
privados. Sin embargo, ser el elegido de la nación y su guía no significa que sea un
poder autoritario; al contrario, la condición institucional y cultural de su eficacia
estriba en su apego estricto a las reglas constitucionales.
115. En síntesis, la característica esencial del sistema presidencial es la
combinación de un presidente de la República electo con base en el sufragio
universal, con un Congreso organizado en dos cámaras también electas, pero que
no tienen facultades de gobierno. Además, el presidente es políticamente
irresponsable ante el Congreso y éste no puede ser disuelto.

116.
117.
118. 2. ORIGEN Y ESTRUCTURA
119. El sistema presidencial, desde su origen encarnado en la estructura de poder
de los Estados Unidos de América, se inspira en el modelo inglés, del cual conserva
algunos elementos fundamentales y modifica otros. La democracia estadounidense
preservó las libertades individuales, la separación de poderes y la elección de
gobernantes, pero hizo algunos cambios importantes: en lo fundamental, sustituyó
al rey por un presidente de la República electo con base en el sufragio universal, e
introdujo el principio federalista. 16 El Estado estadounidense se conforma en torno
de tres poderes independientes, orgánicamente separados unos de otros y
balanceados: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.
120. En este trabajo se describe con detalle el caso del sistema presidencialista
estadounidense por tratarse del que mejor ilustra los elementos de pesos y
contrapesos entre los tres poderes del Estado y sus interrelaciones. Sin embargo, es
importante tener en cuenta que en cada caso nacional se observarán variaciones
deterrninadas por la historia, la cultura y el desarrollo político del país de que se
trate.
121. Contra la tiranía y el despotismo
122. Importantes influencias doctrinales e históricas desembocaron en la
elaboración de un diseño institucional cuya preocupación central fue evitar a toda
costa la tiranía de un hombre -el Ejecutivo- o de la mayoría -a través del Parlamento.
Con todas las vicisitudes del caso, los constituyentes de Filadelfia nunca se
propusieron instaurar un Estado con un Ejecutivo fuerte; por el contrario, sus
convicciones antiautoritarias y antiabsolutistas los llevaron a construir un diseño
adecuado para moderar y controlar al Ejecutivo. En sus fundamentos, el sistema
presidencial buscó tener ejecutivos débiles en democracia. Con la finalidad de no
perjudicar a las clases adineradas, tampoco querían un Parlamento despótico,
compromiso que subyace a la idea -modificada después- de un Senado elegido por
las asambleas legislativas de los estados, pues se le concibió como un órgano de
control de los excesos de las mayorías. 17
123. La invención de la República

124. La Constitución estadounidense es producto de muchos acuerdos entre


estados relativamente autónomos, celosos de sus intereses y de su independencia.
Para conciliar los intereses de los pequeños y grandes estados, de los del Norte con
los del Sur, etc., se estableció el compromiso de organizarse en dos cámaras, pero
con un contenido muy diferente a las del sistema inglés: una representaría a los
estados, pequeños o grandes, en pie de igualdad, y la otra a la población sin
distinción. Más precisamente, el Senado representaría a los gobiernos estatales y no
tanto a la población, mientras que la Cámara de Representantes sería la
representación de la voluntad popular. De ese acuerdo nació el federalismo, como
forma de distribuir el poder entre el gobierno federal y los de los estados. Las
atribuciones del gobierno federal no serían amplias, pues los estados poseerían una
cuota de poder muy importante. Adicionalmente, las autoridades surgirían del
sufragio universal, directo o indirecto.
125. El Ejecutivo sería electo con base en el sufragio universal indirecto. Los
convencionistas veían muchos riesgos para la democracia en la elección directa del
presidente, porque al liberar al Ejecutivo éste podría apelar directamente a las masas
y crear un poder personalizado. Para frenar al máximo la posibilidad de desviaciones
demagógicas, se impidió la elección directa del presidente, que quedó en manos de
grandes electores, nombrados por estado en proporción a su población. 18 La
República quedó, así, diseñada.
126. La autonomía de lo local
127. Los órganos federales asumen una función esencial, tanto en el plano de la
economía como en el de la política, aunque ello no niega la importancia fundamental
de la vida local, bastante dinámica. En el plano jurídico, las autoridades locales son
competentes para definir las reglas del derecho civil, penal y comercial, por lo cual
estas reglas varían de un estado a otro.
128. Esta autonomía local aparece de modo más claro en el hecho de que cada
estado posee su propia Constitución, a condición, desde luego, de respetar el
principio republicano y de no atribuirse competencias reservadas a la Federación.
En cada estado de la Federación existen verdaderos órganos políticos: un
gobernador, jefe del Ejecutivo, elegido con base en el sufragio universal; un
Parlamento local que ejerce el Poder Legislativo, 19 y jueces estatales y locales,
82% de los cuales proceden de elecciones abiertas. "Aun y cuando el alcance de
estas instituciones pueda parecer intrascendente a un observador exterior, éstas
son muy importantes para los norteamericanos, pues todas ellas están ligadas a
cuestiones nada despreciables como la educación, la salud, las comunicaciones,
etc., es decir, a la vida cotidiana." 20 De ahí la intensidad de la vida local.

129. El sistema estadounidense funciona bien porque hay esferas muy


importantes del quehacer público en manos de los estados. Incluso a nivel local, los
presupuestos de estos organismos exceden los presupuestos del gobierno central y
han crecido con mayor rapidez. Esto contribuye a disminuir la presión sobre el
gobierno central ya reducir conflictos importantes en otros niveles políticos. Si se
agrega el hecho histórico de que en Estados Unidos siempre ha existido una
importante esfera del mundo no gubernamental--el sector privado--, el peso y la
responsabilidad del Estado son menores. En este sentido, hay una fuerte autonomía
del mundo civil en relación con el gobierno. 21
130. La separación de poderes es uno de los principios fundamentales del
sistema estadounidense. Se conserva intacto desde que lo consagraron los
constituyentes de Filadelfia (1787) y se proyecta en todos los niveles de la vida
política y social.
131. Un Suprema Corte de Justicia eficaz
132. En las entidades de la Federación, las funciones judiciales son atribuidas por
medio de elecciones, del mismo modo que lo son las funciones legislativas o
ejecutivas. En cuanto a los jueces de la Suprema Corte (nueve en total), la lógica es
diferente: no son electos sino nombrados por el presidente de la República y
ratificados por el Senado (que puede rechazarlos), por mayoría simple, luego de
escuchar al candidato, si fuera el caso.
133. El arbitraje de la Corte Suprema puede declarar como inconstitucional una
ley aprobada por el Congreso y propuesta por el presidente. Es cierto que a lo largo
del tiempo la Corte Suprema de Estados Unidos no se ha apartado mucho de las
mayorías congresionales; sin embargo, en momentos coyunturales ha actuado
como árbitro en los conflictos suscitados entre los poderes del Estado, incluso entre
el Congreso y el presidente. Para los estadounidenses, la Suprema Corte de Justicia
juega un papel esencial: en realidad, es el elemento que mantiene el equilibrio del
sistema federal y el de los poderes en general.
134. Una vida política de civiles
135. El control de los militares por el poder civil es otro fenómeno que debe
mencionarse. En Estados Unidos. durante la Segunda Guerra Mundial, hubo un
rechazo abierto a la noción de un poder militar muy profesional. Desde entonces, se
valoró mucho más la concepción del ciudadano en armas, las milicias estatales,
constituidas por ciudadanos comunes que aportaban parte de su tiempo al
entrenamiento militar. Las guardias nacionales, dispersas y descentralizadas,
manejadas más bien con criterios políticos que militares, permitieron la fuerte
supremacía civil sobre el mundo militar, evitando la intromisión directa de los
militares en la política.

136. Bipartidismo federalizado

137. El sistema de partidos, bipartidista en los términos de Giovanni Sartori, 22 es


un aspecto clave para el sistema político de Estados Unidos. Aunque se han
producido importantes diferencias entre los partidos estadounidenses, desde un
punto de vista doctrinal se trata de diferencias de matiz. Además, los partidos han
sido mucho más instrumentales y descentralizados que en otras naciones, y
adoptan la forma de coaliciones estatales y locales, en lo cual reside la esencia de
su fuerza. 23

138. El bipartidismo ha favorecido la creación de gobiernos de mayoría, es decir,


gobiernos donde el Ejecutivo goza de una mayoría de su propio partido en el
Congreso. Por el papel de puente entre el presidente y el Congreso que desempeñan
los partidos, han sido reconocidos como el factor que permitió el funcionamiento
exitoso de la doctrina de doble soberanía o separación de poderes, es decir, del
sistema presidencial.

139. El presidente
140. El presidente tiene cierta preponderancia en el sistema político, pero el
Congreso, organizado en dos cámaras, no es débil ni le está subordinado. Se trata
de un presidente electo (a diferencia de Italia, por ejemplo) y es a la vez jefe de
Estado y jefe de gobierno, no puede ser destituido por el Congreso, nombra a su
gabinete, con una sanción aprobatoria del Senado, y lo remueve libremente. Su
mandato es de cuatro años, reelegible por una sola vez. Cuenta con un
vicepresidente que juega un papel más bien secundario. Sin embargo, su poder está
limitado por varios elementos, entre otros, por la colaboración estrecha entre el
Legislativo y el Ejecutivo, por la administración federal, por la soberanía de los
estados, por los grupos de poder económico y por la lucha de partidos. Además,
tiene responsabilidades políticas frente al Parlamento y sus actos deben estar
apegados a derecho. La Suprema Corte de Justicia garantiza esa legalidad.
141. De los principales poderes atribuidos al presidente por la Constitución, la
primera frase del artículo 2, sobre la Presidencia, declara: "El Poder Ejecutivo será
confiado a un presidente". La función es monocéfala, y los poderes expresamente
atribuidos al presidente en el artículo citado son relativamente poco numerosos y a
menudo compartidos. 24

142. Los alcances del presidente

143. La Constitución atribuye al presidente un poder que es la base esencial de su


autoridad: velará por la ejecución fiel de las leyes. De aquí deriva el enorme poder de
reglamentación del Ejecutivo. Aquí se encuentra el fundamento más importante del
poder del presidente, quien en la práctica dispone de una gran libertad de acción. Es
el comandante en jefe de las fuerzas armadas de tierra y de mar de Estados Unidos y
de la milicia de los estados, cuando ésta se encuentre efectivamente al servicio de
Estados Unidos. Sin embargo, es el Congreso el que le da el poder de declarar la
guerra, de trasladar y de sostener a las fuerzas armadas, de instituir y sostener a la
marina, No obstante, la evolución institucional provocada por el ascenso de Estados
Unidos al estatuto de gran potencia dio al presidente la posibilidad de preparar la
guerra y dirigirla.
144. La Constitución no prevé explícitamente que el presidente pueda presentar
ante el Congreso un proyecto de ley, aunque siempre se encuentra un senador o un
representante dispuesto a presentar tal propuesta a nombre propio. En cambio, sí
está prevista una cierta función legislativa del presidente: "El presidente dará de
tiempo en tiempo al Congreso informaciones sobre el Estado de la Unión y someterá
a su consideración las medidas que él juzgue necesarias." 25 A través de esos
mensajes del presidente, presentados regularmente al principio de cada año, se
plantean verdaderos programas legislativos al Congreso. 26 También interviene
directamente en el proceso legislativo para intentar obtener el respaldo de los
parlamentarios para su programa legislativo. La ausencia de una mayoría
presidencial y de la disciplina de partidos lo obligan efectivamente a negociar,
convencer y, eventualmente, hasta amenazar, con el propósito de obtener los votos
que necesita. Los esfuerzos presidenciales logran, a menudo, el éxito; sin embargo,
el presidente no es absolutamente poderoso en el plano legislativo. No solamente
pueden ser rechazadas sus propuestas, sino que aquellas que son adoptadas
pueden llegar a alejarse mucho de su versión original. En suma, el presidente no
controla el Poder Legislativo, sólo puede influenciarlo. En contrapartida, si bien no
dispone de la iniciativa legislativa más que de manera indirecta, la práctica ha
tendido a atribuirle facultades esenciales. Eso se observa, por otro lado, en todos
los grandes sistemas políticos contemporáneos.
145. El presidente puede intervenir activamente en favor de las leyes que le
convienen o abstenerse de aplicarlas. La intención de la prensa, de los cabildeos, se
enfoca principalmente en el voto de una ley, pues se piensa que entra en vigor desde
que es firmada por el presidente. En rigor, esto no es así, pues son necesarios
decretos de aplicación.
146. La Segunda Guerra Mundial constituyó la ocasión de una importante
expansión de los poderes legislativos del presidente. Una lista amplia de
instituciones federales fueron creadas por decreto presidencial, en su carácter de
comandante en jefe de las fuerzas armadas, entre las que se encuentran los
consejos de la Guerra y Económico, la Agencia Nacional de Vivienda y muchas
oficinas de producción, incluida una oficina de la censura. Todos estos decretos y
muchos otros, antes y después. en tiempos de guerra pero también en tiempos de
paz, fueron concretados sin ninguna autorización legislativa. Esa práctica no fue
frenada y operó en detrimento de algunas de las funciones del Congreso.
147. El veto
148. Los presidentes tienen un amplio margen para interponer su derecho de veto
a una ley con la que estén en desacuerdo. En la práctica, buscan ampliar en su
beneficio este derecho presentado de manera flexible por la Constitución. Los
constituyentes se opusieron abiertamente a dar un veto al presidente; sólo le
dejaron el poder -por lo demás bastante grande- de limitar al Congreso a
reconsiderar su posición y adoptar el texto solamente con una mayoría amplia, es
decir, de dos tercios de cada Cámara. No obstante, el presidente puede interponer
su veto -cabe aclarar que la palabra no aparece en la Constitución- a cualquier ley y
por cualquier razón. 27
149. Bien utilizado, el veto es una arma poderosa. Un presidente necesita
disponer del voto de 34 de los 100 senadores para mantener sus vetos y así
gobernar. Desde luego, debe elegir las batallas que puede ganar; por estrategia,
cuando el presidente sabe que va a perder, firma la ley para mantener un principio a
cambio de la derrota. No obstante, la sola amenaza de veto puede darle el triunfo.
Debe notarse que, fundamentalmente, ésta es una revelación de debilidad --es decir,
una situación de ausencia de mayoría y un arma puramente defensiva: no se puede
promover una política, simplemente se le puede impedir.

150. El Congreso

151. El Congreso es bicameral; lo integran la Cámara de Representantes y el


Senado. La Cámara de Representantes tiene 435 miembros, su mandato es por dos
años y se elige con base en el sistema uninominal mayoritario a una vuelta. La
brevedad de su mandato y la posibilidad de reelección hacen que sus miembros
estén en campaña electoral permanente. El Senado tiene dos senadores por estado,
es decir, 100 miembros; su mandato es por seis años, renovable por tercios cada
dos años y se elige por sufragio universal, con sistema mayoritario. Comparte con la
Cámara de Representantes la tarea de confeccionar leyes, en un plano de estricta
igualdad.
152. El primer poder que la Constitución otorga al Congreso es el que concierne a
la ley de finanzas: "El Congreso tendrá el poder de establecer y de percibir los
impuestos, [...] los derechos e impuestos directos e indirectos". Agrega que
"ninguna cantidad será obtenida sobre el Tesoro, salvo a partir de una apertura de
crédito a través de una ley", además de que "el Congreso tendrá el poder de
establecer y de obtener los impuestos sobre los ingresos".
153. En contrapartida, el presidente no tiene ninguna prerrogativa en la materia.
No obstante, en este dominio el Congreso no dejó de delegar poderes al Ejecutivo, y
esto desde los orígenes, porque muy pronto, por ejemplo, el Congreso dio al
presidente el derecho de regular los impuestos según sus necesidades económicas
y financieras. En general, el Congreso modifica muy poco las proposiciones
presidenciales. 28

154.
155.
156. 3. INTERACCIÓN
157. La Constitución garantiza la independencia orgánica del Legislativo y del
Ejecutivo. Por lo demás, los poderes se regulan y se controlan a sí mismos. A
diferencia de Inglaterra, los ministros o colaboradores del presidente
estadounidense no tienen responsabilidad política ante el Congreso ni el presidente
puede disolver el Congreso. A ello se debe agregar la real y definitiva división de
poderes.
158. Formalmente, en la Constitución los pesos y los contrapesos están muy bien
establecidos para delimitar las relaciones equilibradas entre el Legislativo y el
Ejecutivo. El Congreso no puede destituir al presidente, pero dispone del poder de
juicio político (impeachment) 29 El presidente no puede disolver el Congreso, pero
tiene un poder de veto. El Congreso vota las leyes y el presupuesto, pero debe
escuchar los mensajes presidenciales; el presidente ejecuta-Ias leyes, a condición
de que sea en una situación estrictamente definida por el Congreso. A pesar de ello,
poco a poco el presidente se convirtió en la piedra de toque del edificio federal y el
Congreso fue cediendo algunas prerrogativas que le habían sido atribuidas por la
Constitución.

159. Los constituyentes habían previsto que el Congreso controlara la formación


del Ejecutivo al menos en cierta medida. Le confiaron al Congreso un papel en la
elección presidencial y en la designación del personal gubernamental y la vía total
del procedimiento de juicio político. A pesar de algunos intentos de utilizarlos, estos
poderes han quedado prácticamente en desuso. En lo que concierne a la elección
del presidente y del vicepresidente, el Congreso casi nunca pudo sustituir al Colegio
Electoral. En principio, el Senado tiene participación en la formación del gobierno
porque se requiere tanto de su visto bueno como de su consentimiento para que el
presidente pueda elegir a los miembros de su gabinete, pero en la inmensa mayoría
de los casos las nominaciones presidenciales han sido aceptadas por el Senado. No
obstante, la perspectiva de un rechazo ejerce influencia sobre las propuestas del
presidente. Una vez nombrados los miembros del gobierno, dejan de ser
responsables ante el Congreso, y lo mismo vale para el presidente o e}
vicepresidente. Se encuentra aquí una regla fundamental del régimen presidencial,
que obliga a una separación esencial de poderes: el Congreso no puede ser disuelto,
pero ni el presidente ni los ministros son responsables frente al Congreso. 30
160. El procedimiento de juicio político pudo convertirse en el medio para
dictaminar sobre la responsabilidad del gobierno, pero nunca se pretendió
convertirlo en el instrumento a través del cual el Legislativo dominara al Ejecutivo.
Por esa razón quedó limitado a los actos considerados extremos y se evitó su uso
fácil. Como lo señala James Bryce, el juicio político es la pieza de artillería más
pesada del arsenal parlamentario, tanto que resulta inadecuada para un uso
ordinario. 31
161. Las relaciones entre el Legislativo y el Ejecutivo son interdependientes. En
particular, el Legislativo puede frenar, modificar e inclusive rechazar los proyectos
del Ejecutivo. Aunque es el presidente quien en muchos casos propone las leyes
importantes y es el Congreso quien ejerce una suerte de poder de veto al evitar
pronunciarse o al rechazar las proposiciones presidenciales, los equilibrios se
mantienen. El Congreso puede bloquear impunemente el programa de un presidente
por más poderoso que éste sea. Para obtener la realización de su programa el
presidente está obligado a negociar, ceder y admitir compromisos.
162. El Congreso de los Estados Unidos conserva, entonces, en una medida no
despreciable, sus poderes. Éstos han devenido menos legislativos, pero aun eso
muestra un elemento de poder real que ejerce el Congreso, pues puede retardar la
acción del presidente, inclusive negarle los medios necesarios para instrumentar
una política. El Congreso modera la omnipotencia presidencial.
163. El Congreso no es un Parlamento sometido. No es necesario que el
Legislativo y el Ejecutivo estén dominados por partidos diferentes para que la
situación del presidente sea difícil. Algunos presidentes han tenido la experiencia
negativa de que sus políticas fueran a menudo cuestionadas por un Congreso que,
sin embargo, compartía con él la etiqueta partidista; otros, con una Cámara de
Representantes dominada por legisladores de un partido opuesto, tuvieron en
general relaciones más pacíficas. Eso no significa que la diferencia de etiqueta
partidista entre Ejecutivo y Legislativo haga menos complicada la tarea del
presidente. 32
164. En el Congreso no hay disciplina de partido, ni una mayoría predefinida
opuesta a una minoría ni a la inversa. La libertad de voto es total, la cultura
mayoritaria -según la cual una mayoría debe dominar a una minoría- es inexistente, y
lo que mueve la estructura institucional es un sistema bipartidista.
165. Los controles del Congreso
166. El control cotidiano del gobierno se lleva a cabo por medio de las comisiones
que ejercen vigilancia sobre la aplicación o la administración de las leyes. Si las
informaciones proporcionadas por el Ejecutivo parecen insuficientes o requieren de
una encuesta o de una investigación, se crea una comisión especial. De este modo,
la organización y la práctica gubernamentales son revisadas. La simple perspectiva
de una investigación ejerce influencia y hasta domina la práctica administrativa. Esto
no impide que el gobierno no intente disimular sus errores, pero es difícil que lo
logre durante mucho tiempo. Por regla general, frente a un presidente y su
administración, que disponen de medios de información y de documentación
superiores y de numerosos expertos, el Congreso ha logrado modelar una
burocracia más competente, ha impuesto cierta responsabilidad política y obtenido
las informaciones que necesita. No está por demás señalar que el Congreso influye a
través de la prensa sobre la opinión pública.

167.
168.
169. III. Sistema semipresidencial
170. El sistema semipresidencial o mixto avanza en una dirección distinta de los
sistemas presidenciales y parlamentarios. En este sistema la división de poderes
tiene un grado mayor de complejidad que en los anteriores, porque el Ejecutivo y el
Legislativo están al mismo tiempo separados y unidos.

171.
172.
173. 1. ELEMENTOS TEÓRICOS
174. En este sistema el presidente es autónomo, pero comparte el poder con un
primer ministro; a su vez, el primer ministro procede del Parlamento y debe
conseguir su apoyo continuamente. 33 El Poder Ejecutivo se divide entre un jefe de
Estado -el presidente de la República- y un jefe de gobierno -o primer ministro. Cada
uno tiene un origen distinto: mientras que el presidente de la República surge
directamente del voto popular, el jefe de gobierno es designado por la mayoría
parlamentaria. El presidente de la República nombra a este último, en efecto, pero
siempre atendiendo al partido o a la coalición mayoritaria en el Parlamento. De este
modo, si bien en el origen del jefe de gobierno se encuentra la confianza simultánea
del jefe de Estado y de la mayoría parlamentaria, en la práctica su permanencia
depende casi exclusivamente de esa mayoría. El primer ministro está comprometido
en la lucha política cotidiana, de la cual está exento el presidente. El jefe de Estado
mantiene una relación no conflictiva con los dirigentes de los partidos contrarios y
favorece el compromiso, la negociación y la moderación de las fuerzas en pugna.
Por ello, desempeña una función de árbitro.
175. El jefe de Estado tiene como función primordial garantizar el funcionamiento
regular de las instituciones, y dirige la política exterior, la diplomacia y las fuerzas
armadas. Por otro lado, existe el Parlamento organizado en dos cámaras. Ambos
surgen del sufragio universal: el Parlamento no depende del jefe de Estado en
términos de su elección, ni el jefe de Estado depende del Parlamento. El gobierno
surge de la Asamblea Nacional, que puede ser disuelta por el presidente de la
República.
176. En términos de Sartori, "[...] un sistema político es semipresidencial si se
aplican conjuntamente las siguientes características: a) el jefe de Estado (el
presidente) es electo por el voto popular -ya sea directa o indirectamente- para un
periodo predeterminado en el cargo; b) el jefe de Estado comparte el Poder Ejecutivo
con un primer ministro, con lo que se establece una estructura de autoridad dual
cuyos tres criterios definitorios son: 1) el presidente es independiente del
Parlamento, pero no se le permite gobernar solo o directamente, y en consecuencia
su voluntad debe ser canalizada y procesada por medio de su gobierno; 2) de la otra
parte, el primer ministro y su gabinete son independientes del presidente porque
dependen del Parlamento; están sujetos al voto de confianza y/o al voto de censura,
y en ambos casos requieren del apoyo de una mayoría parlamentaria, y 3) la
estructura de autoridad dual del semipresidencialismo permite diferentes balances
de poder, así como predominios de poder variables dentro del Ejecutivo, bajo la
rigurosa condición de que el 'potencial de autonomía' de cada unidad componente
del Ejecutivo subsista." 34

177. En este sistema, la disolución del Parlamento es un arma en manos del


presidente porque se busca que éste disponga, en la medida de lo posible, de una
mayoría parlamentaria afín. El presidente disuelve el Parlamento con base en
cálculos políticos, de acuerdo con los cuales esta acción no se puede instrumentar
en cualquier momento ni bajo cualquier circunstancia. En otras palabras, aunque no
hay límites ni condiciones para disolver el Parlamento, sólo se hace cuando hay
circunstancias políticas para conducir a una mayoría propia al Parlamento o cuando,
aunque esto no se logre, se trata de disminuir costos políticos a mediano plazo.

178.
179.
180. 2. ORIGEN Y ESTRUCTURA
181. El gran aporte de la Quinta República Francesa es haber innovado en
términos de diseño institucional. Toda la experiencia histórica anterior de Francia,
que se puede sintetizar en una crisis institucional permanente, fue asimilada e
integrada en una nueva concepción de la organización del poder político que dio
forma y sentido a la Quinta República Francesa, nacida en 1958 y, en efecto, al
sistema mixto.
182. De nuevo se presenta un caso específico --el francés--- para ejemplificar con
detalle los mecanismos institucionales característicos de este sistema. Por tanto, se
insiste también en la necesidad de considerar las diferencias históricas, culturales y
políticas para el estudio de otros países.
183. Superar la ingobernabilidad
184. El problema al que se enfrentaron los franceses después de la Segunda
Guerra Mundial era, sobre todo, el de establecer un diseño institucional que
permitiera la coexistencia y la búsqueda de acuerdos y evitara la polarización social,
no sólo política, que había caracterizado su historia anterior. La más importante
conclusión durante la Cuarta República fue que la estructura del poder de la que se
había dotado era ultraparlamentaria, o mejor, partido democrática, y sencillamente
no servía para gobernar. No se trataba de una democracia ingobernable, sino de
instituciones que no permitían ejercer el gobierno de la sociedad. Si bien el diseño
de la Cuarta República surgió de las rupturas de la Segunda Guerra Mundial, en
ningún momento logró dar estabilidad a la vida política francesa.
185. En estas circunstancias, el general Charles De Gaulle, considerado héroe
nacional de la Segunda Guerra Mundial, desempeñó un papel singular. Desde el
principio de la Cuarta República había sido uno de los críticos más acérrimos de'
esta estructura de Asamblea que, a su juicio, otorgaba una excesiva preponderancia
a los partidos políticos. Además, existía un problema adicional: los partidos habían
perdido capacidad de representación, esto es, su calidad representativa era
seriamente cuestionada en razón de que vivían un desfase con respecto a la
sociedad en su conjunto.
186. El problema era de gobernabilidad. El diseño de la Cuarta República era el de
un parlamentarismo extremo, en el cual el gobierno estaba subordinado a los
partidos. Uno de los aspectos descubiertos por De Gaulle es que hacía falta una
figura o una institución encargada de velar por el funcionamiento regular de las
instituciones, con capacidad de poner orden, pero necesariamente sustraída de la
decisión y del interés de los partidos políticos. 35 En el nuevo diseño que promovió
para la Quinta República se equilibra el peso de la Asamblea con un jefe de Estado
independiente del Parlamento, autónomo completamente. A diferencia de los
sistemas parlamentarios, el jefe de Estado surge de elecciones, y es paralelo a un
jefe de gobierno surgido del Parlamento.
187. Liberar al presidente de la República
188. Una de las características de la Quinta República Francesa, por tanto, es que
el jefe de Estado posee una legitimidad propia; no se trata de un cargo hereditario ni
únicamente simbólico, como en el caso inglés, sino que proviene del sufragio
universal directo. En este sentido, el diseño institucional de la Quinta República
adopta uno de los principios propios de1 sistema presidencial. También introduce
elementos distintivos del sistema parlamentario. 36
189. Al igual que en todas las democracias consolidadas, el sistema mixto francés
dispone de un sistema bicameral: hay una Cámara alta y una Cámara baja -la
Asamblea Nacional-, equivalente al Congreso de los Diputados en España o a la
Cámara de los Comunes en Inglaterra. La Cámara alta es el Senado. A diferencia del
sistema inglés, en donde no es electo, el Senado francés surge de procesos
electorales. Como sucede en los sistemas parlamentarios, el órgano legislativo
fundamental es la Asamblea Nacional. En esta parte del diseño de la Quinta
República estamos ante un esquema idéntico al de los sistemas parlamentarios,
mientras que en lo relativo al jefe de Estado nos acercamos al modelo presidencial.
190. Desde el punto de vista de su funcionamiento, el francés constituye un
sistema presidencial más que parlamentario. De hecho, el diseño de la Quinta
República logra dotar a la estructura institucional de un Poder Ejecutivo fuerte,
aunque bicéfalo, pero con un deliberado predominio del presidente de la
República. 37
191. Como el presidente de la República es electo por votación universal y directa,
el Parlamento no tiene la posibilidad de obstruir la función presidencial ni puede
destituirlo. Sin embargo, el presidente sí puede disolver el Parlamento. Aquí la
disolución es el mecanismo a través del cual se pretende evitar el imperio de los
partidos, así como dar paso a la construcción de mayorías coherentes.
192. El presidente goza de cierta supremacía porque, entre otras disposiciones, la
Constitución lo instituye y faculta como el garante del funcionamiento regular de las
instituciones. Una de sus responsabilidades esenciales es, por tanto, la de velar por
que toda la estructura institucional funcione sin obstrucciones. El recurso de la
disolución adquiere, por esa razón, su verdadera dimensión. Hay, por tanto, cierta
preeminencia constitucional del presidente sobre la Asamblea Nacional. En las dos
ocasiones en las que Francois Mitterrand conquistó la Presidencia de la República,
en 1981 la primera vez, yen 1988 la segunda, disolvió la Asamblea Nacional y
convocó a nuevas elecciones. y lo hizo por la sencilla razón de que en las elecciones
intermedias anteriores la mayoría de los escaños habían sido ganados por la
coalición de la derecha moderada. Lo interesante es que en las dos ocasiones la
inercia de la elección presidencial hizo que las fórmulas representadas por el Partido
Socialista Francés lograran obtener una mayoría más o menos cómoda luego de las
nuevas elecciones.
193. Dos principios combinados
194. El Parlamento puede nombrar gobiernos, aunque no tiene nada que ver con
el jefe de Estado. Dado que nombra al gobierno (al primer ministro ya su gabinete)
tiene también la facultad de destituirlo, es decir, puede censurarlo. 38 De ésta y
otras maneras --como las explicaciones y las justificaciones de los actos de
gobierno-- existen, como en los sistemas parlamentarios, mecanismos de control
entre Parlamento y gobierno; este último está sujeto a la vigilancia y al control
permanente de la mayoría parlamentaria de la que surge. Esa mayoría puede surgir
de un solo partido o de una coalición de partidos. En i general, las mayorías
legislativas francesas surgen de coaliciones de partidos, de derecha o de izquierda.
195. Constitucionalmente hablando, encontramos la coexistencia de dos
principios, ausentes en Estados Unidos, caso clásico del sistema presidencial, y en
Gran Bretaña, caso prototípico de los sistemas parlamentarios. En el sistema
presidencial estadounidense, el Congreso no tiene facultades para formar ni
destituir gobiernos, pues corresponde al presidente de la República nombrar a su
equipo y ejercer las funciones ejecutivas a través de sus colaboradores (Ios
secretarios de Estado): el presidente los nombra con una sanción del Senado y los
remueve libremente. En los sistemas parlamentarios el jefe de Estado carece de
atribuciones políticas efectivas. En el sistema mixto existe otra combinación: por un
lado, un jefe de Estado electo y, por otro, un Parlamento también electo, encargado,
a su vez, de formar gobiernos y, por tanto, de cambiarlos. Esta es la estructura
básica del otro sistema de poderes divididos, el mixto, correspondiente a la Quinta
República Francesa.
196. El Parlamento y sus funciones
197. La Asamblea Nacional tiene 577 diputados, su mandato es por cinco años y
goza del principio de reelegibilidad. En realidad, es difícil que la Asamblea Nacional
termine su periodo, situación común en países en que el Parlamento puede ser
disuelto. Su sistema electoral es mayoritario pero, a diferencia del caso inglés, en
Francia las elecciones son a dos vueltas : si los candidatos no obtienen el 50% más
uno de los votos en la primera vuelta, los dos candidatos más votados se presentan
a una segunda; El sistema de dos vueltas también se aplica en la elección del
presidente. Con este mecanismo se busca que los candidatos triunfadores obtengan
más de150% de los votos efectivos. La Asamblea Nacional tiene, entre sus
facultades, la de votar las leyes, controlar la autoridad del gobierno y crear
gobiernos. Sus responsabilidades de gobierno no son compartidas con el Senado.
198. El Senado francés tiene 321 miembros, cuyo mandato es por nueve años,
pero se renueva por tercios cada tres; se elige con base en el voto indirecto (a través
de grandes electores) y se trata de una Cámara que, a diferencia de la Asamblea
Nacional, no puede ser disuelta por el presidente. Los senadores son electos por un
Colegio Electoral en el cual intervienen diputados, consejeros regionales de los
departamentos y representantes de las municipalidades. El Senado francés tiene una
connotación realmente conservadora. En realidad representa más a los llamados
notables locales que controlan la política en el medio rural francés. Aunque sea por
voto indirecto, su elección es también a dos vueltas con base en listas que
presentan los partidos. Las listas que en la primera vuelta obtienen la mayoría
absoluta, triunfan; las que no la obtienen pasan a una segunda vuelta. Como sólo
pasan dos listas, alguna de las dos necesariamente obtiene la mayoría.
199. El Senado, al igual que en Inglaterra, participa en la votación de las leyes,
pero tiene una función secundaria -la predominante corresponde a la Asamblea
Nacional. Aunque puede controlar la actividad del gobierno, no tiene ninguna
injerencia en la creación o destitución de gobiernos, es decir, no tiene atribuciones
gubernativas.
200. El Consejo Constitucional
201. Existe una instancia en cierta forma parecida a la Suprema Corte de Justicia
estadounidense: el Consejo Constitucional. Es un órgano compuesto por nueve
miembros que permanecen en funciones nueve años, sin posibilidad de reelección.
De estos nueve miembros, tres son elegidos por el presidente de la República, tres
son nombrados por el presidente de la Asamblea Nacional y tres por el Senado. Los
ex presidentes de la República son miembros con derechos vitalicios del Consejo,
aunque nunca participan en él.
202. El presidente del Consejo Constitucional es nombrado de entre sus
miembros por el presidente de la República. Entre las funciones esenciales del
Consejo se encuentran la jurisdicción electoral, en el dominio de las elecciones
presidenciales, pues es el órgano encargado de cuidar que se cumplan los
requisitos para ser presidente de la República, verifica la regularidad de las
operaciones electorales y proclama los resultados de la elección presidencial.
También tiene funciones en cuanto al desarrollo de un referéndum. La realización de
un referéndum es decidida por el jefe de Estado, a propuesta del jefe de gobierno o
de las dos cámaras. El referéndum sólo puede darse en torno a iniciativas de ley,
proyectos sobre la organización de los poderes públicos, asuntos relativos a la
Comunidad Europea o a la ratificación de tratados que, sin contravenir la
Constitución, podrían tener una incidencia directa en el funcionamiento de las
instituciones.
203. Otra función del Consejo es ser el guardián jurídico de la Constitución, es
decir, velar por la constitucionalidad de las leyes. En esa dirección, se ha convertido
en un órgano dotado de una incuestionable legitimidad social. Se ubica entre el
Parlamento y el Ejecutivo, y tiene la facultad de revisar las reformas hechas por el
primero. En caso de detectar alguna falta de correspondencia o algún principio de
inconstitucionalidad en la reforma, esa ley no llega al Ejecutivo y, por tanto, no se
promulga. Se trata de una innovación muy importante.

204.
205.
206. 3. INTERACCIÓN
207. La división de poderes, como conjunto de mecanismos, busca moderar y
equilibrar el ejercicio del poder. De acuerdo con Montesquieu, el principio que guía
esta necesidad de separar y dividir los poderes es aquél según el cual el poder
modera al poder. En el caso del sistema mixto francés estamos igualmente ante un
sistema de poderes divididos consistente en un Parlamento bicameral y un Ejecutivo
bicéfalo: un Ejecutivo compartido entre el presidente de la República, que es el jefe
del Estado, y un primer ministro, jefe del gobierno. El Senado juega un papel
secundario, pues no está en un nivel de igualdad con la Asamblea Nacional, ya que
no tiene ninguna incidencia en la formación de gobiernos; esa facultad está
reservada exclusivamente a la Asamblea Nacional.
208. Poderes divididos, separados y compartidos
209. El presidente, jefe de Estado, constituye un poder unipersonal, elegido con
base en el sufragio universal, y en este sentido este sistema se parece a los
presidenciales. El Parlamento, por su parte, es electo; el primer ministro, que surge
de la Asamblea Nacional, es quien nombra a sus ministros. Esa combinación de un
jefe de Estado electo con base en el sufragio universal, con un Parlamento también
electo -vale la pena insistir- es lo que le da a este sistema el carácter de mixto.
210. El Parlamento no tiene ninguna influencia, ninguna incidencia, en las
funciones sustantivas ni en la permanencia del presidente. Esto tiene una
explicación: en el diseño de la Quinta República se trató de liberar al Poder Ejecutivo
de los límites que le imponía el Parlamento durante la Cuarta República. En ésta, el
gobierno y las funciones ejecutivas estaban completamente subordinadas a la
Asamblea. Con esa base, en la Quinta República se modificó radicalmente el
esquema con el propósito de evitar que la Asamblea tenga alguna posibilidad de
obstruir la función presidencial.
211. El lugar de los partidos políticos
212. Otro aspecto a destacar es el relativo a los partidos políticos. La crítica que
está detrás del diseño institucional de la Quinta República es al control casi
exclusivo que tenían los partidos sobre las instituciones y sobre la vida política.
Charles De Gaulle los consideraba prácticamente elementos de disolución política.
Para él, el fracaso de la Cuarta República se debía al ineficaz predominio de los
partidos. En contrapartida, al otorgar facultades centrales y exclusivas al presidente
de la República y limitar al Parlamento, lo que se buscó no fue tanto disminuir las
facultades o las funciones parlamentarias, sino desactivar a los partidos. En lo
sucesivo, se les hizo jugar una nueva función, pero ya sin posibilidades de disponer
del mando ni de las decisiones sobre el funcionamiento general de las instituciones.
Sin embargo, ello tuvo algunas consecuencias.
213. Lo que De Gaulle no previó, y que finalmente Francois Mitterrand vino a
demostrar, es la importancia de los partidos políticos para el funcionamiento del
régimen. El diseño de la Quinta República iba a producir un efecto tal sobre la vida
política que forzaría a los partidos a desarrollarse ya modernizarse. Las dos grandes
tendencias fundamentales de la política francesa, la izquierda y la derecha
moderadas, fueron sometidas a una reestructuración radical de su vida interna y de
su relación con los otros partidos y con la sociedad. Puede afirmarse que el éxito de
Mitterrand en 1981 fue, en buena medida, resultado de la Quinta República, porque
desde 1971 fue él quien se convirtió en e. líder del proceso de renovación del Partido
Socialista. Algo similar ocurrió con la derecha moderada. Unos y otros se vieron
forzados a convertirse en auténticos partidos. Cuando De Gaulle desapareció de la
escena política, estos movimientos fueron obligados a tomar forma orgánica. La
Quinta República se volvió un importante catalizador para el desarrollo de partidos
políticos modernos.
214. Al mismo tiempo, la fuerza organizativa, social y política que los partidos
fueron desarrollando los convirtió en factores del perfeccionamiento de las
instituciones. Instituciones políticas y partidos empezaron a tener una interacción
que los transformó en dimensiones complementarias y recíprocamente
dependientes. 39 Ni el Parlamento puede instaurarse y funcionar sin los partidos ni
la Presidencia de la República puede instituirse ni operar si no es con el respaldo de
una organización política que le dé sustento social y le sirva de apoyo en el
desarrollo de los programas de gobierno, Así, la Quinta República no se agota
solamente en el diseño institucional, Su comprensión es más completa cuando se
integra a los partidos políticos, que aparecen como el motor del conjunto
institucional.
215. Los sistemas políticos no son sólo normas o instituciones gubernamentales,
también constituyen un conjunto de instituciones políticas que se hacen acompañar
de una dimensión valorativa. Por ello, un elemento que ha contribuido al
funcionamiento de la Quinta República Francesa es el compromiso de las fuerzas
políticas en torno a la defensa de sus propias instituciones y de su país. En eso
coinciden fuerzas políticas divergentes como la izquierda y la derecha moderadas.
Ideológicamente diferentes, ambas tienen principios comunes que defender y esto
hace de la cultura política francesa un sólido sostén del conjunto institucional.

216.
217.
218. IV. A manera de conclusión
219. El parlamentarismo, el presidencialismo y el sistema semipresidencial se
distinguen, en principio, por la relación existente entre los poderes Ejecutivo y
Legislativo. En el primero existe una separación funcional, pero están unidos
orgánicamente; en el segundo la separación es tanto funcional como orgánica, y en
el tercero encontramos una mezcla original de separación orgánica y funcional.
220. El análisis de la relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo y del modo
en que éstos se diseñan responde a historias y culturas políticas particulares; el
estudio de los principales regímenes políticos de democracia pluralista nos
conduce, de entrada, a situarnos en el parlamentarismo británico. Esto es así porque
es allí donde aparecen históricamente el principio de separación de poderes y la
elección de los gobernantes. El derecho político británico ha sido fuente y objeto de
sistematizaciones y ha servido de modelo a la teoría del sistema parlamentario.
221. El sistema político de Estados Unidos de Norteamérica, por otra parte, es de
algún modo una derivación del parlamentarismo inglés. Los constituyentes de 1787
tomaron como referencia el esquema constitucional inglés de los años cincuenta e
hicieron una serie de reemplazos -por ejemplo, el rey por un presidente-, pero
teniendo en cuenta las necesidades del otro principio que ellos introducen: el
federalismo. En lo sucesivo, si la democracia estadounidense preservó, al igual que
la de Inglaterra, la separación de poderes y la elección de los gobernantes, su
derecho político se inscribe en la teoría del sistema presidencial.
222. El sistema mixto es una invención francesa. Mezcla original de principios
propios del parlamentarismo y del presidencialismo, la Quinta República Francesa
no es ni lo uno ni lo otro. En realidad, se erige como reacción contra un "régimen de
asamblea", derivación desvirtuada del sistema parlamentario cuya característica
central es el asambleísmo y la partidocracia, con partidos mal estructurados y un
sistema de partidos polarizado e incapaz de construir mayorías coherentes, sólidas
y durables. Es más conveniente bautizarlo como sistema mixto por la neutralidad
del concepto, porque aunque los fundadores de la Quinta República se propusieron
la "presidencialización" abierta del nuevo diseño y lo lograron sobradamente, el
fenómeno conocido como "cohabitación política" permite inclinar la balanza en favor
del Parlamento.
223. Finalmente, insistamos en un aspecto. Como lo hemos tratado de ilustrar a lo
largo de este trabajo, es importante reiterar que en el diseño y en el modo de
funcionamiento de las instituciones políticas no hay automatismo. Es preciso tener
presente que las virtudes particulares de los sistemas políticos no se reducen
solamente al diseño institucional o a nociones de derecho político, sino que es la
conjunción de distintos factores, Como la situación histórica particular, la
idiosincrasia y la cultura política también peculiares, Con los mecanismos jurídicos
del sistema en cuestión y, de manera muy importante, Con un sistema de partidos, lo
que da eficacia al diseño institucional y lo hace inimitable.

224.
225.
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255.
256.
257. Sobre el autor
258. Ricardo Espinoza Toledo es licenciado en Ciencia Política por la Universidad
Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, cursó estudios de maestría en Ciencia Política
en la UNAM, obtuvo la maestría en Historia Política en la Escuela de Altos Estudios
en Ciencias Sociales de París y es doctor en Ciencia Política por la Escuela Doctoral
de Ciencia Política de la Universidad de París.
259. Asimismo, es profesor-investigador en la Universidad Autónoma
Metropolitana-Iztapalapa y ha sido responsable de los módulos "Partidos y
elecciones en México", "Evolución del Parlamento y el Congreso de la Unión en la
transición democrática". en diversos programas de diplomado en la misma
institución, y coordinó los dos primeros congresos nacionales de Ciencia Política.
260. Vicepresidente de la Asociación Mexicana de Estudios Electorales, Espinoza
Toledo forma parte de la Junta de Gobierno del Instituto de Estudios para la
Transición Democrática. Colaborador del diario Uno más uno, ha publicado diversos
ensayos sobre sucesión presidencial, partidos políticos y reforma del Estado y ha
participado en la coordinación de la publicación de las memorias del primero y
segundo congresos nacionales de Ciencia Política.
261.
262.
263. Notas
264. 1. Para Giovanni Sartori, la característica primordial del sistema parlamentario es
que el Poder Ejecutivo Legislativo se comparte. Véase Ingeniería constitucional
comparada, FCE, México, 1994, p. 116. De acuerdo con Silvano Tosi, el sistema
parlamentario se caracteriza por el reconocimiento de que, principalmente en el
Parlamento, pero no únicamente en el Parlamento, se encarna la soberanía expresada por
la voluntad general de los coasociados. Véase Derecho parlamentario, Miguel Ángel
Porrúa y LVI Legislatura de la Cámara de Diputados, México, 1996, pp.20-21. regresar
265. 2 Para Silvano Tosi, "el régimen parlamentario se caracteriza por un complejo
institucional que, aun en las diversas y posibles modalidades de ejercicio, respeta siempre
el equilibrio entre los órganos constitucionales, sin permitir a algunos de ellos actuar sin el
control de los otros y entre todos -jefe de Estado, gobierno, Parlamento-, distribuyendo las
dos grandes funciones políticas del Estado: la función deliberante y la función ejecutiva, de
manera que no sean de competencia exclusiva de ninguno de los tres órganos, pero
también de modo que ninguno de los tres sea excluido del todo.., op. cit., pp. 20-
21. regresar
266. 3 El bajo clero no participaba en las reuniones del Parlamento y prefirió aprobar los
impuestos en el marco de asambleas eclesiásticas propias. Como, por su parte, los
representantes de los Comunes no podían someter sus proposiciones al rey sino por
intermedio de los nobles, tomaron la costumbre de reunirse solos y encargaban a uno de
los suyos transmitir al rey el resultado de sus deliberaciones. regresar
267. 4 Originalmente, el papel de los Lores fue hacer contrapeso a la democracia en
desarrollo. Véase Olivier Duhamel e Y ves Mény, Dictionnaire de droit con.ftitutionnel, PUF,
París, 1992, p. 75. regresar
268. 5 Véase Claude Emeri, Droit constitutionnel et institutions politiques. DEUG, año
uno, Les Cours de Droit. 1992-1993, Universidad de París I, 1992, pp. 173 y ss.
Igualmente, Olivier Duhamel, Droit constitutionnel et politique. Universidad de Seuil, París,
1994, pp. 439 y ss. regresar
269. 6 Maurice Hauriou, Précis de droit constitutionnel. París, CNRS, 1965, p. 147,
citado en Emeri, op. cit., p.173. regresar
270. 7 Cfr., Claude Emeri, op. cit. 20 regresar
271. 8 Entre 1847 y 1867 casi todos los gobiernos caían con sólo perder una votación.
lo cual se consideraba entonces como manifestación de censura o desconfianza de la
Cámara ante el gobierno, razón por la que no se hacía necesario presentar una moción de
censura en forma explícita. Véase Pedro Planas, Reg{menes pol{ticos contemporáneos,
FCE, Perú, 1997 , pp.176-177. regresar
272. 9 Cfr., Planas, ibid., p. 178. 22 regresar
273. 10 Cfr.. Claude Emeri, op. cit. regresar
274. 11 En Inglaterra, el gabinete está formado por los ministros encargados de cada
una de las distintas ramas de la administración y el gobierno. Su número varía de 15 a 25
miembros, dependiendo del criterio del primer ministro en turno. Véase Pedro Aguirre et
al., Sistemas polfticos. Partidos y elecciones, Trazos/lETD, México, 1993, p. 378. regresar
275. 12 Las facultades del jefe de Estado en España (el rey) son, sobre todo, de
carácter simbólico, aunque tiene poderes concretos fijados estrictamente en la
Constitución. Interviene en la composición del gabinete, aunque tiene que ajustarse a la
mayoría parlamentaria o a las alianzas que permitan formar el gobierno. Es árbitro y
moderador del funcionamiento regular de las instituciones. Sanciona y promulga leyes;
convoca a referéndum; expide decretos acordados por el Consejo de Ministros; confiere los
empleos civiles y militares y concede honores y distinciones; a petición del presidente del
gobierno, preside el Consejo de Ministros; ostenta el mando supremo de las fuerzas
armadas; ejerce el derecho de gracia; acredita a los embajadores y altos representantes
diplomáticos; se hace cargo de los tratados internacionales y, mediante autorización de las
Cortes Generales, declara la guerra y acuerda la paz. Es políticamente irresponsable y su
persona es inviolable. En España está comprometido a guardar y hacer guardar la
Constitución, al momento de ser proclamado como rey por las Cortes Generales. Véase
Maurice Duverger, op. cit., p. 528. regresar
276. 13 En Inglaterra exite un “gabinete en la sombra” (shadow cabinet), y aunque es
propiamente un gabinete paralelo, no ejerce labores de gobierno. Constituye un
“contragabinete”, formamente conocido como la Leal Oposición de su Mejestad,
conformado por los líderes del partido de oposición. Obedece a la tradicional estructura
bipartidista del régimen británico y se institucionalizó a mediados del siglo pasado, aunque
su carácter legal debió esperar hasta la Ministres of the Crown Act (Ley de los Ministros de
la Corona) de 1937, que consagró un sueldo oficial para el jefe del “gabinete en la sombra”
o “líder de la oposición”, es decir, del principal partido opositor. Si ha ejercido funciones
gubernamentales y luego pierde las elecciones, es costumbre conservar la composición
del ex gabinete hasta que se produzcan cambios al interior de la dirigencia del partido. Se
con el mismo número de ministros que corresponden al gabinete en funciones, en virtud
de lo cual cada ministro en ejercicio está sujeto al control directo y permanente de un
“ministro en la sombra”. La función de este shadow cabinet, además de oponerse
oficialmente al gobierno y de canalizar sus cuestionamientos hacia el electorado, consiste
en mantener sistemáticamente informada a la oposición de los asuntos gubernamentales
para tenerla preparada en la eventualidad de que asuma funciones de gobierno. Si el
partido opositor gana la elección, la composición del nuevo gabinete suele tener muy
pocas sorpresas. Así como el “líder de la oposición” es el virtual primer ministro, también el
shadow cabinet se perfila como .el nuevo equipo de gobierno. Otras funciones que cumple
esta institución típicamente anglosajona son asegurar canales efectivos para el ejercicio
del pluralismo y de la oposición política, así como, en tiempos de crisis o de confrontación
bélica que requieren la unidad nacional, ofrecer inmediata asesoría al gabinete oficial.
Véase Pedro Planas, op. cit., pp.165-166. regresar
277. 14 Desarrollada en Alemania y aplicada en España, está condicionada a la
presentación y elección de un sucesor. Así, el debate en torno a la censura del canciller o
jefe de gobierno en funciones resulta desplazado por el debate sobre las cualidades y
opciones del posible sucesor. Expresión del parlamentarismo racionalizado, trata de evitar
un fenómeno típico de la época de la República de Weimar: la unión de fuerzas extremas
que son capaces de reunir votos para derrumbar al canciller en funciones, pero incapaces
de nominar a un gobierno alternativo. Véase Planas, op. cit., p. 238. regresar
278. 15 Duverger, op. cit., p. 535. regresar
279. 16 "[...] un sistema político es presidencial si, y sólo si. el jefe de Estado (el
presidente): a) es electo populamlente; b) no puede ser despedido del cargo por una
votación del Parlamento o Congreso durante su periodo preestablecido. y c) encabeza o
dirige de alguna forma el gobierno que designa." Véase Giovanni Sartori, Ingeniería
constitucional comparada, op. cit., p. 99. regresar
280. 17 Roberto Gargarella señala que, por ejemplo, los autores de El Federalista
estaban preocupados fundamentalmente por controlar los posibles "excesos" de la
voluntad colectiva, supuestamente motivada por impulsos facciosos. La tarea del Senado,
en tal sentido, tuvo el objetivo de frenar o contener la actividad de la Cámara de
Representantes. Pero la institución presidencial es, seguramente, la que se consideró más
importante en cuanto a su posibilidad de contener los posibles "desbordes" de la mayoría.
De ahí que, tanto en su forma de elección como en su capacidad de actuación, se le haya
dotado de las herramientas necesarias par cumplir con tales propósitos. Véase "El
presidencialismo como sistema contramayoritario", en Carlos Santiago Nino et al., El
presidencialismo puesto a prueba, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1992, pp.
90-91. regresar
281. 18 El presidente es electo por un Colegio Electoral conformado por 538 miembros
que son seleccionados en comicios por los ciudadanos de cada estado. Quien aspire a ser
presidente de Estados Unidos deberá ser mayor de 35 años, ciudadano estadounidense
por nacimiento y mantener su residencia en el país durante 14 años previos a la elección.
El mandato presidencial dura cuatro años, pero el jefe de Estado tiene la oportunidad de
ser reelecto para un nuevo periodo de cuatro años. Véase Pedro Aguirre et al., Sistemas
políticos. Partidos y elecciones, op. cit., p. 169. regresar
282. 19 Cada estado tiene su propia Constitución, así como su Congreso (denominado
Legislatura), su Ejecutivo (gobernador) y su Poder Judicial (Corte Suprema del Estado y
otros tribunales). Hay estados que han cambiado de Constitución varias veces. Con
excepción de Nebraska (legislatura unicameral de 49 miembros). el Poder Legislativo en
cada estado es bicameral. Consta de un Senado y una Cámara de Representantes, a
veces denominada Cámara de Delegados o Asamblea General. Cada periodo de mandato
varía según la estipulación prevista en la Constitución del estado. En la mayoría de las
legislaturas. el mandato del senador estatal es de cuatro años y de dos para el delegado o
representante. Los periodos de sesiones suelen durar tres o cuatro meses consecutivos.
Algunas cámaras son reducidas y otras muy numerosas. aunque no siempre guardan
proporción entre sí. véase Pedro Planas, Regímenes políticos contemporáneos, op. cit.,
pp. 438-439. regresar
283. 20 Claude Emeri, op. cit., p. 223. regresar
284. 21 Véase Arturo Valenzuela, El debate actual sobre presidencialismo y
parlamentarismo en América Últina, Col. Temas de la Democracia, serie Conferencias
Magistrales, núm. 7,IFE. México. 1999. regresar
285. 22 Véase Giovanni Sartori, Partidos y sistemas de partidos, Alianza Editorial,
Madrid, 1987. regresar
286. 23 Véase Fred W. Riggs, "The Survival of Presidentialism in America: Para-
Constitutional Practices", en International Political Sciece Review, núm. XIX, 1988, p. 266,
citado en Alonso Lujambio, Federalismo y Congreso, UNAM, México, 1996, p.22. regresar
287. 24 Véase 0livier Duhamel, Doit constitutionnel et politique, Seuil, París, 1994, pp.
465-467. regresar
288. 25 Véase el artículo 2, sección 3, de la Constitución de los Estados
Unidos. regresar
289. 26 Marie-France Toinet, La présidence américaine, Clefs Politique, Montchrestién,
París, I 991, pp. 71 y 73 De la misma autora, una obra de referencia es Le systéme
politique des Etat.v Unis. Prcsses Universitaires de France, 1987. regresar
290. 27 El presidente puede utilizar dos tipos de veto. En el veto normal, el presidente
rechaza expresamente firmar la proposición de ley y la devuelve al Congreso con una
explicación detallada de sus razones. Con el llamado .'veto de bolsillo", se limita a no firmar
la propuesta de ley, pero esto sólo ocurre cuando el Congreso no está en periodo de
sesiones. En este caso el Congreso debe retomar completamente el procedimiento de voto
de la ley en el siguiente periodo, situación que vuelve al "veto de bolsillo" mucho más
eficaz porque no puede ser rechazado. Este procedimiento ha sido objeto de una larga
controversia jurídica. Actualmente, los tribunales parecen estimar que el "veto de bolsillo"
es anticonstitucional; el presidente no puede utilizar la suspensión de trabajos del
Parlamento como si se tratara de un fin de sesión. Véase Marie-France Toinet, La
presidence américaine, op. cit.,pp. 7576, y Pedro Planas, op. cit., p. 444. regresar
291. 28 Marie-France Toinet. ibid., p. 75 regresar
292. 29 El Congreso puede remover de sus cargos al presidente, vicepresidente y otros
funcionarios federales si se les encuentra culpables de traición, soborno y otros delitos. La
Cámara de Representantes vota los cargos. El Senado los enjuicia en sesión presidida por
el presidente de la Suprema Corte con el voto conforme de dos tercios de sus miembros.
Véase Pedro Planas, op. cit., p. 444. El jefe de Estado puede ser sometido a un juicio
político (conocido como impeachment) y removido de su cargo por el Congreso si se
comprueba que cometió traición al país, actos de corrupción u otros delitos graves durante
su mandato. Véase Pedro Aguirre et al., op. cit., p. 170. regresar
293. 30 "[...] lo que los Estados Unidos tienen es realmente separación de poderes. Por
tanto, con la separación de poderes. el Parlamento no puede interferir en los asuntos
internos. en el interna corporis, del campo que corresponde al Ejecutivo y, especialmente,
no puede destituir a un presidente. Si seguimos la misma lógica, o el mismo principio, la
separación de poderes implica que un presidente no puede disolver un Parlamento. Este
es de hecho el caso en los Estados Unidos y en la mayoría de los sistemas
presidenciales'.. Véase Giovanni Sartori, lngeniería constitucional comparada. op. cit., p.
102. regresar
294. 31 Citado en Marie-France Toinet. op. cit.. p. 104. regresar
295. 32 Una de las principales características que distinguen al Congreso
estadounidense de otras cámaras legislativas en el mundo es la ausencia casi total de la
disciplina de voto entre los legisladores. Tanto los representantes como los senadores
gozan de una amplia libertad de criterio en el momento de adoptar una postura en las
cuestiones que se discuten en las cámaras. Esta independencia es una consecuencia de
las particularidades del sistema de partidos estadounidense. En efecto. el carácter
descentralizado, horizontal y desarticulado de los partidos Demócrata y Republicano
permite a los legisladores depender menos de la dirigencia y actuar con casi plena
autonomía. Véase Pedro Aguirre etal" op, cit., p, 171. regresar
296. 33 Cfr., Giovanni Sartori, Ingenierfa constitucional comparada. op. cit., pp. 136 y
149. regresar
297. 34 Giovanni Sartori, Ingenierfa constitucional colnparada. op. cit., pp. 136 y
149. regresar
298. 35 Véase Jacques Julliard, La Quatriéme Republique, Calmann-Lévy, París, 1980,
y Francois Borella, Les partis politiques dans la France d'aujourd'hui, Editions du Seuil,
París, 1990. regresar
299. 36 Entre los numerosos autores que han estudiado la Quinta República destacan
Olivier Duhamel y Jean-Luc, La Constitution de la Cinquiéme Republique, PFNSP, París,
1985; Maurice Duverger, Les régimes semi-présidentiels, PUF, París, 1986; Claude Emeri,
Droit constitutionnel et institutions politiques, DEUG, año 1, Les Cours de Droit. 1992-1993.
Université París I, 1992; Jean-Louis Quermonne, Le gouvernement de la Frunce sous la
Véme Republique, Dalloz, París, 1987, y Hugues Portelli, La politique en France sous la
Véme Republique, Grasset, París, 1987, todos los cuales son de mucha utilidad para
analizar el sistema mixto. regresar
300. 37 Escribe Sartori, op cit., p. 140, que "[...] el semipresidencialismo francés ha
evolucionado hasta convertirse en un verdadero sistema mixto basado en una estructura
flexible de autoridad dual, es decir, un Ejecutivo bicéfalo, cuya 'primera cabeza' cambia (
O5cila) cuando cambian las combinaciones de la mayoría unificada, el presidente
prevalece decisivamente sobre el primer ministro y la Constitución que se aplica es la
'material' (las convenciones constitucionales)," regresar
301. 38 La tradicional moción de censura presentada a iniciativa de miembros de la
oposición y regulada en el artículo 49.2 de la Constitución francesa, se encuentra afectada
en su funcionamiento por los mismos límites que afectan el ejercicio de la censura en la
casi totalidad de los regímenes parlamentarios europeos. En primer lugar, la ejerce la
Cámara baja (Asamblea Nacional) en forma exclusiva, como sucede en Gran Bretaña,
España o Alemania. En segundo lugar, como sucede en Alemania y España, sólo el primer
ministro es susceptible de ser censurado. y en tercero, aunque la iniciativa para la
presentación de la moción de censura sea reconocida y regulada por una potestad al
alcance de las minorías (basta la décima parte de los miembros de la Asamblea Nacional
para presentarla), se exige mayoría absoluta para aprobarla, como también sucede en
otros regímenes de parlamentarismo mayoritario. Véase Pedro Planas, Regimenes
políticos contemporáneos, op. cit., p. 320. regresar
302. 39 Véase Olivier Duhamel, La gauche et la Véme Republique, PUF, París, 1980,
pp. 30 y ss.; e Y ves Meny, Le systeme politiquefranfais, Montchrestien, París,
1991. regresar

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