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CENTRO DE PLANEAMIENTO-DEPARTAMENTO DE INGENIERIA INDUSTRIAL FAQULTAD DE CIENCIAS FISICAS Y MATEMATICAS UNIVERSIDAD DE CHILE-SEDE OCCIDENTE / Apuntes de Clases(*) FUNDAENTOS MICROECDNOMIGDS DEL ROL DEL ESTADO Carlos Vignolo N°WV/E Marzo 1983 Replica 701-Casilla 2777-Santiago-CHILE. Pub. N° 83/01/F. (*) Versi6n Preliminar. No citar ni reproducir. Se agradecen los comentario: INDICE INTRODUCCION El Modelo de Perfecta Competencia y 1a Optimalidad Paretiana Las Imperfecciones de Organizacién Industrial Las Imperfecciones de Informcién Las Imperfecciones por interdependencias entre 1as unidades econémicas: el problema de las extemal idades Las Imperfecciones de Estabilidad de los Mercados y el Pro- blema del Riesgo Consideraciones Finales PAGS. u 32 42 45, FUNDAMENTOS MICROEQONOMICOS DEL ROL DEL ESTADO INTRODUCCION El presente documento, disefiado en esta primera versi6n para ser usado como material docente por alumos de pregrado y por alumos de los ciclos de es- pecializacién profesional del Departamento de Ingenierfa Industrial de la Universidad de Chile, apunta a plantear y discutir, en una perspectiva mi- croeconémica, y en base al modelo neoclasico de asignacién de recursos, las causales de 1a Planificacién y de la intervencién del Estado en la opera- cién del sistema econémico. La tesis central de estas notas es que, a partir de 1a propia conceptualiza cién neoclasica, es posible derivar un nutrido y poderoso conjunto de argu- mentos sobre la necesidad de que el Estado y 1a Planificacién jueguen un rol central en el proceso de asignacién de recursos en las economias nacio- nales. AGn més, 1as paginas siguientes intentaran mostrar tanbién que, por muchas razones, dicha necesidad es michfsimo mis evidente en pafses subdesa, Trollados con las caracterfsticas de una economia como la chilena. Los planteamientos que las pfginas siguientes proveen no son en general ni originales ni recientes. Ademés, en un sentido u otro todos ellos se des- prenden casi automaticamente del modelo neoclfsico a través del relajamien- to de los supuestos en que éste se basa. No obstante ello, dada la crisis depresiva que la planificacién ha sufrido en los Gltimos tiempos, particu- larmente en América Latina, y el auge consecuente de las doctrinas del tipo ‘laissez-faire’, parece conveniente retomar y revitalizar este tipp de enfo ques. -2- Se trata fundanentalmente de argumentar que el hecho de que la planificacién ~en um sentido general- no haya sido en nuestros pafses todo lo exitosa que se esperaba, no significa que ella no fuera necesaria, sino simplemente que fue inadecuada. La lecci6n no debiera ser por tanto no planificar sino pla- nificar en mejor forma. Desafortunadamente, 1a disputa entre los partidarios de la planificacién y los partidarios del laissez-faire se ha ideologizado mis alla de los niveles que las obvias diferencias de orden filos6fico, ideol6gico y fundamentalmen- te polftico harfan razonable esperar. El enfoque de este documento no intenta negar la evidente influencia de to- dos estos factores en la discusién sobre los aspectos de orden mis puramente econémico. De lo que se trata simplemente es de argunentar que, no obstante Ja inevitable presencia de los aspectos extra-econ6micos en 1a discusién so- bre las formas de organizacién econmica, es posible y necesario avanzar ha- cia uma mayor objetivacién racional del problema, apuntando a lo que Oscar Lange ha Manado 1a Praxeologia, esto es, 1a ciencia de 1as elecciones raciona- les entre altemativas. El adoptar el modelo neoclasico como marco de referencia evidentenente involu cra riesgos, en cuanto implica aceptar una epistemologia que, levada fuera de1 campo netamente “praxeolégicc’ compromete no solo el andlisis del proceso de asignacién de recursos sino también la interpretaci6n global del sistema capitalista. Pero, por otra parte, el adoptar este marco de referencia tiene la virtud de entregar resultados que parten del mismo marco te6rico de quienes hoy en el mundo y en Chile abogan por una estrategia de corte cada vez més liberal. Estos resultados no son por tanto desestimables argumentando diferencias ideo 1égicas en la concepcién de los problemas econ6micos. Por Gltimo, es necesario insistir en que la atencién en los aspectos microeco-- nOmicos -en el contexto de la problemitica de 1a eficiente asignacin de recur S05- no parte en absoluto de la creencia que éste sea el problema central de los pafses subdesarrollados com Chile. El problema de 1a eficiente asigna - -3- cién de recursos es s6lo un aspecto mas del problema global, que sin enbargo requiere de un estudio serio para asegurar el disefto de polfticas adecuadas y eficientes, en el contexto de una Estrategia Global de Desarrollo Econ6mi- co y Social. 1, El Modelo de Perfecta Competencia y 1a Optimalidad Paretiana. Punto central de la teorfa econémica neoclfsica es la demostracién de que, bajo ua serie de supuestos, 1a operaci6n libre de los mercados y la ini - ciativa privada conduce a la economfa en su conjunto a un Optim de Pare - to, esto es, un punto de la curva de transformaci6n. Esta crucial demostracién, que es analfticamente formalizada por el pensa- miento neoclasico, esta sin enbargo presente ya en el 'descubrimiento' de Adan Smith de que e1 egoismo individual no serfa s6lo compatible con, si. no ademfs conducirfa al bienestar colectivo. La equivalencia entre el equilibrio de perfecta competencia y 1a optimali- dad paretiana puede ser visualizada por diversas vias. En este texto nos basaremos fundamentalnente en una interpretacién grafica que, sin ser la mis rigurosa, es la que desde un punto de vista diddctico es mas atractiva. Los _supuestos de la Perfecta Competencia Los principales supuestos de este modelo son: i) les bienes son homogéneos. ii) Bxiste perfecta informacién. iii) Bxiste atomicidad de los mercados. ¢ iv) No existen extemalidades. v) Las unidades econémicas se comportan racionalmente: os productores maximizan utilidades monetarias y los consumidores maximizan utilida des subjetivas. -4- vi) Los precios quedan determinados en un mercado por las leyes de 1a o ferta y la demanda, vii) No existen costos de transporte. viii) No existen barreras a 1a entrada de nuevos productores. El supuesto de homogeneidad,sunado al de perfecta informacién, asegura que existiré un mercado para cada bien, que determinaré un precio (ico e i gual para todos los bienes que se transen en cada mercado. La atomicidad de los mercados asegura que cada productor y cada consumidor ve el precio del bien que produce o consume como un dato, y no tiene posi- bilidad alguna de alterar dicho precio. Dicho en otros términos, el pro- ductor individual enfrenta una curva de demanda infinitamente elfstica y el consumidor enfrenta ua curva de oferta tanbién infinitamente elfstica. La racionalidad maximizadora de los productores asegura que el nivel de produccién de cada uno de ellos ser4 aquel para el cual el precio se igua la al Costo Marginal. Asumiendo que las curvas de costos medios, tienen forma de 'U' ello asegu ra que las curvas de oferta individual son positivanente inclinadas (ver figura 1). FIGURA N° 1 GOSTOS MARGINALES (Curva de Oferta de la Firma) ISOS MEDTOS Pace A su vez, la racionalidad de los consumidores asegura que 1a curva de de- manda del consumidor individual es negativamente inclinada. La ausencia de extemalidades asegura por su parte que las decisiones de cada unidad econémica individual no se ven afectadas 0 no dependen de las acciones del resto de las unidades econémicas, excepto a través del pre- cio, que es determinado en los mercados y que a su vez determina a las unidades econémicas en cuanto a sus niveles de produccién y consumo. La no existencia de extemalidades y la atomicidad de los mercados deter- minan que las curvas de oferta y demanda agregadas, que se intersectan en el mercado, correspondan a 1as sumas horizontales de las curvas de oferta y demanda individuales. E1 precio que asi resulta cumple la condicién de igualar lo que los productores estan dispuestos a vender con lo que — los consumidores estan dispuestos a comprar. Este equilibrio es ademas Gptimo en el sentido de Pareto, por cuanto 1a Maximizacién de Utilidades, en el contexto de los supuestos de 1a Perfec- ‘ta Competencia implica que p = (Ma (precio = Costo Marginal). El carfcter de 6ptimo social en el sentido de Pareto puede ser visalizado recurriendo a 1a definicién de los conceptos de Valor Social de la Produc citn, Costo Social de 1a Produccién y Excedente Social que definimos en re lacién a la Figura 2 a continuacién. SURVA DE. OFERTA DE LA INDUSTRIA > CURVA DE DEMANDA VE LA INDUSTRIA 4 + FIGURA N° 2 -6- El Costo Social para un nivel de produccién q se define com el rea bajo la Curva de Oferta (Costo Marginal) de 1a industria. Este es el Costo to tal para la sociedad de producir el bien en cuestién al nivel q. E1 Valor Social (VS) es el rea bajo 1a curva de demanda y corresponde a Jo que la sociedad est dispuesta a pagar por obtener el nivel de consu- mo 4. EI Excedente Social (ES) Asociado a un nivel de produccién q es 1a diferen- cia entre Io que 1a Sociedad esta dispuesta a pagar y lo que cuesta a 1a So, ciedad producir una determinada cantidad de q. Luego: ES = WS -S El excedente social es por tanto, en términos gréficos, el area comprendi- da entre 1a curva de demanda y 1a curva de oferta hasta el nivel de pro- duccién (consumo) q. Es fScil ver que el Excedente Social se maximiza cuando q = q*, esto es cuando 1a cantidad producida y consumida es tal que el precio iguala al 'Costo Marginal Social’ de Producci6n (Bajo Perfecta Competencia el cos- to social se iguala al Costo Privado). Un nivel q, de producci6n inferior a q* es ineficiente socialmente (en el sentido de Pareto), por cuanto 1a sociedad estarfa dispuesta a pagar por una cantidad adicional de este determinado bien més de lo que a la sociedad costarfa producirlo. Inversanente, una produccién q,, superior a q* serfa tanbién Paretiana - nente no éptima porque el Costo Social de 1s aaah ie La operacién de un mercado en perfecta competencis = guira que cad pro ductor individual determina su nivel de produccidn ve tal forma que el costo marginal se iguale al precio de mercado. Filo implica ane el equity Ene | { ! -7- brio tiende necesarianente hacia el punto (p*, q*) que, com hemos visto, asegura la eficiencia Paretiana (mirado en términos de equilibrio parcial, esto es asumiendo que dicho equilibrio se da similténeamente en todos los mercados) . Cualquier mercado que no encuentre entonces su equilibrio en dicho punto lleva asociada una ineficiencia social en el sentido de Pareto, esto es, sitGa a la economfa en wm punto interior -y no en 1a frontera- de la Cur- va de Transformacién. En el corto plazo el equilibrio Paretiano es compatible con 1a existencia de excedentes de la produccién, con connotacién de renta coyuntural o de corto plazo. En la Figura 3 se grafica 1a divisién del excedente social entre excedente de 1a Producci6n (EP) y Excedente del Consumidor (EC) (1). FIGURA N° 3 ,OFERIA (Corto Plazo) DEMANDA (Corto Plazo) + La existencia de Excedentes de 1a Produccién determina que las utilidades de los productores individuales no sean nulas en el corto plazo. (El pa- go al capital se asume considerado en el costo de produccién). (1) hr estricto rigor el Excedente del Consumidor debe evaluarse en térmi nos de 1a demanda Hicksiana y no de 1a demanda Narshaliana. Por raz0- nes de simplicidad no consideraremos aqui esta distorsién. En el largo plazo, sin embargo, el proceso de competencia y 1a no existencia de barreras de entrada determina que 1a existencia de utilidades involucre la entrada a la industria de nuevos productores, 1o que implica un desplazamien to de la curva de oferta de 1a industria hacia la derecha (ver figura 4). Di, cho desplazamiento continua hasta que el precio de equilibrio se iguala a Jos costos medios de produccién (que se astme igual para todos 1os producto- res). En el largo plazo por tanto 1a curva de oferta es una horizontal para 1a cual se cumple precio = Costo Medio = Costo Marginal y M'= 0 (Utilidades Nulas pa- a todas las firmas). FIGURA N° 4 + CURVAS DE OFERIA | be coRTO PLAZO 4 ? (OSTOS MEDTOS * CURVA DE OFERIA DE LARGO PLAZO %eo oe 4 En el largo plazo, entonces, el precio estarfa determinado por los costos medios minimos de produccién (dada una temologfa standarizada) y la canti- dad producida queda determinada perfodo a perfodo por los movimientos de la curva de demanda. Los excedentes sociales en este caso corresponderfan en su totalidad a excedentes del consumidor (ver figura 5) FIGURA_N° 5 $ 4 pawn Ec OFERTA x LARGO PLAZO En el my largo plazo, 1a competencia se refleja en el proceso de innovacién tecnol6gica que permite a productores individuales dis minuir sus costes de produccién y obtener rentas de corto plazo que, sin enbargo, a transparen- cia de los mercados tecno Bgicos eliminan en el largo plazo. El muy largo plazo, entonces, implicarfa un desplazamiento paralelo hacia a- bajo de la curva de oferta dejando siempre como receptor fundamental del ex- cedente social a los consumidores e implicando ademfs aumentos permanentes en el nivel de produccién. En términos de equilibrio general ello significarfa que los mercados operan- do libremente y basados en el ‘egofsmo individual’ levarfan: primero a si- tuar a la economfa en su frontera de transformacién; segundo, a tener a los consunidores como los principales receptores del excedente que el proceso ge nera (consumidores respaldados por poder monetario) y; tercero, a producir un permanente aumento de 1a capacidad productiva de 1a economia (desplaza - miento hacia afuera de 1a curva de transformaci6n). El modelo de libre mercado asf definido aparece asegurando la eficiente a- signacién de recursos y el desarrollo creciente del potencial productive de 1a economfa. Si a ello se agrega el supuesto neoclésico respecto a la volun- tad, capacidad y neutralidad del Estado para maximizar el Bienestar Social, este tendrfa las armas a su alcance para determinar cualquier distribucién - 10 - del ingreso que dicho bienestar social impusiera. Por 1a simple via de impues tos y subsidios el Estado podrfa alterar el patrén distributivo y por tanto, por la via de los mercados, alterar tanbignel patr6n productive de 1a econo - nia. Como planteamiento te6rico el hasta aqui expuesto, si bien adolece de al- gunos problemas que no es del caso explicitar aqui, aparece como un planteamiento en los esencial consistente. E1 test de consistencia no basta sin embargo para validar ma __teorfa, menos una teorfa econ6mica,Y 1a realidad observable en el mmdo econ6mico con temporneo, especialmente e1 mundo subdesarrollado, est4 my lejos de parecer se a lo que el modelo de perfecta competencia predice. Ello no es en absolu- to sorprendente si se toma en consideracién 1a gama de supuestos en que el mo delo de perfecta competencia se basa. En efecto, basta relajar cualquiera de los supuestos del modelo de competen - cia para que 1a optimalidad social (paretiana) de 1a operaci6n de un mercado con dichas caracterfsticas se vea claramente comprometida. E1 relajamiento simulténeo de todos los supuestos explicitos del modelo, al mismo tiempo que acerca el modelo a la realidad, deja my claro que el laissez-faire no ase- gura en absoluto el logro de la optimalidad Paretiana. Mucho menos asegura el Bienestar Social. El ejercicio técmico de levantar los supuestos ilustra, por una parte, los problemas que ello involucra y, por otro, permite fundanentar sobre bases consistentes con la teorfa neoclasica las razones por las cuales 1a Plmifi- caci6n y e1 Estado deben jugar un rol central en las economfas reales, parti cularmente aquellas subdesarrolladas tales como Chile. Ello es el objetivo de las préximas secciones, Cabe destacar, por Gltimo, que si bien el marco conceptual hasta aquf expues, to considera una economia cerrada, el andlisis puede ser -y se hard en los AcapitesSiguientes- extendido a economfas abiertas al comercio intemacio - nal. Pai 2. Las Imperfecciones de Organizacién Industrial. Un supuesto fundamental del mdelo de perfecta competencia es aquel referi- do a la ‘atomicidad' de los mercados. Esto significa asumir que en la pro - ducci6n y consumo de cada bien o servicio (final o intermedio) existen nu- merosas unidades econ6micas participando, de tal modo que cada na ve el precio como una variable ex6gena. La unidad econmica individual -bajo es- te supuesto- no tiene poder de control sobre el precio ni sus acciones alte ran dicho precio. Una observacién incluso superficial de 1a realidad econémica en pafses co- m (hile, deja en claro que este es un supuesto que, lejos de ser la rogla en los diversos mercados, es mis bien 1a excepcién. En efecto, 1a concen - traci6n industrial y productiva en general es ua caracterfstica estructu - ral de las economfas subdesarrolladas, especialmente las més pequefias. Este es por lo demfs un fen6meno que debe entenderse en el contexto de la tenden cia crecientemente concentradora del desarrollo capitalista a nivel mundial. En una economia como la chilena los mercados se asemejan mucho mAs a la si- tuaci6n de monopolio y oligopolio (monopsonio y oligopsonio) que a la situa ci6n de perfecta competencia. Es interesante analizar entonces, desde un punto te6rico lo que ello implica en términos de 1a eficiencia paretiana de, finida anteriormente. Con posterioridad, veremos algunos aspectos de la realidad chilena en la perspectiva de Organizacién Industrial. La Ineficiencia Social del Monopolio. Se define comp situaci6n monop6lica a aquella en que un fnico productor en frenta a numerosos consumidores. La firma monopSlica enfrenta no ya un pre- cio dado sino una curva de demanda negativanente inclinada. Producir mis (y vender) implica que el precio necesarianente baja. E1 monopolio no producira entonces hasta que el costo de produccién de la {iltima unidad se iguale al precio de venta de dicha widad. La Naximizaci6n de Utilidades impone al monopolio igualar el Ingreso Margi- nal (INa) al Costo Marginal (CMa). Pero a diferencia del caso de competen ~ cia el Ingreso Marginal no es igual al precio sino que: IMa=p+q - donde & es la pérdida de ingreso derivada de 1a baja del precio asociada a producir una uidad adicional. En términos gréficos, el punto de produccién del monopolio (qM) se obtiene donde se intersecta 1a curva de ingreso marginal con 1a curva de costo mar ginal (ver figura 6). FIGURA N° 6 INGRESO MARGINAL Aa 9" a Dado que dp es siempre negativo y se asume (a crecientes entonces, gM < q* y adenis “I pM > p*, Esto es, el monopolio produce una cantidad inferior a Ja producci6n paretianamente Optima y e1 producto Lega al consumidor am precio superior al precio de perfecta competencia. Este menor nivel de produccién a mayor precio involucra una ineficiencia so. cial, que puede ser visualizada en términos del 4rea achurada en 1a Fig. 6. Dicha Grea es la pérdida social que se deriva de 1a situaci6n monop6lica. Debe destacarse que la ineficiencia social no se refiere a las rentas monopd licas -que es por cierto otro aspecto importante del problema- sino al mero hecho que desde e1 punto de vista social producir unidades adicionales al ni_ vel de produccién monop6lico 1eva asociado un costo social inferior al bene ficio social. -13- Debe insistirse, por Gltimo, que la pérdida social ocasionada por 1a situa- cién monop6lica no es el resultado de ma ‘acci6n antisocial’ por parte de la firma monopSlica, sino s61o el resultado de operar con la racionalidad que le asigna el modelo de competencia, esto es 1a maximizacién de sus uti- lidades monetarias. El Grado_de Monopol: La existencia de monopolios no debe verse como un mal en sf mismo, entre o- tras cosas porque -como verenos mis adelante- en muchos casos ello se deri- va de razones de eficiencia econémica. Pero adends, lo fundamental no es el grado de concentracién productiva sino los efectos sobre la eficiencia pare, tiana. Ocurre, por ejemplo, que si wn mmopolio enfrenta una curva de demanda infii nitamente elfstica, entonces e1 grado de mmnopolio es igual a cero. Al i- gual que en perfecta competencia, el precio le viene dado al productor indi, vidual, aun cuando este sea monopélico. EI grado de monopolio (a diferencia del grado de concentraci6n) est enton- ces altamente detemminado por 1a elasticidad de 1a curva de demanda, En un caso como el graficado en la figura 7 e1 grado de monopolio es muy alto y Ja pérdida social es también my alta (rea achurada). FIGURA N° 7 (COSTOS MARGINALES DEMANDA, 1\ xcriso _MARGINAL, t a Las Causales de la Existencia del Monopolio. a) Los Monopolios Naturales. Decfamos anteriomente que cuestionar la existencia del monopolio es en m- chos casos inadecuado, por cuanto el que exista ua sola firma en algunos ner- cados obedece a razones de orden tecnol6gico. En efecto, existen bienes cuya produccién est afecta a fuertes economfas de escala, de tal modo que, para satisfacer un determinado mercado, basta una sola firma, La situaci6n monop6- lica es por tanto inevitable, particulamente cuando los costos de transporte para ese determinado bien son altos. Un caso extremo es aquel en que 1a demanda por el bien en cuestién es tal que 1a producci6n debe situarse en 1a zona de retomos crecientes a escala, En este caso, denominado nomalmente monopolio natural, 1a tecnologfa no s6lo ha ce necesaria 1a existencia de un monopolio, sino ademfs, para que se dé las condici6n de optimalidad paretiana (P= (Ma) la firma necesarianente experimen tard pérdidas (Ver figura 8). FIGURA N° 8 see Si el monopolio operara libremente, en este caso se situarfa en el punto D (aM, 7) generando una pérdida paretiana igual al Grea ABD. La optimali- dad paretiana se logra en el punto B (p*, p*), punto para el cual la firma tiene pérdidas monetarias por cuanto (fe > (Ma = P, Luego, si el Estado regula este mnopolio de tal modo de hacerlo operar en forma 'socialmente’ eficiente, debe 'fijarle un precio' p = p* y 'subsidiar' a 1a firm en el monto correspondiente a las pérdidas en que sta incurre para producir a ese precio (1). El subsidio es en este caso requisito para 1a optimalidad Paretiana. Para ilustrar ello, es conveniente comparar el punto de produccién B(q*, p*) con el punto de producci6n C (po, qo) caracterizado por Utilidades cero. Al pa sar de Ca B el Costo Social de Produccién aumenta en el rea (qoq*BE) el Valor Social de 1a Produccién aumenta en el frea (qoq*BC). Luego desde el punto de vista Paretiano resulta una ganancia socidl igual al 4rea (ERC). La pérdida monetaria de 1a firma monop6lica involucrada al pasar de Ca B es mas que compensada por el aumento en el Excedente de los Consumidores. El punto anterior es extrenadanente importante por cuanto deja en claro que la eficiencia productiva social no necesariamente Ieva asociada wna renta- bilidad privada. Dicho en forma inversa, que una empresa esté afecta a pér- didas monetarias no necesariamente implica que ella no sea eficiente desde el punto de vista social. Cabe destacar al respecto, por ejemplo, que 1a discusién en relacién a la ‘eficiencia' de algunas empresas estatales en Chile en el Giltimo tiempo en general no considera lo anteriormente expuesto, E1 caso de ENACAR podria ser un ejemplo especffico de ello. Asumiendo que ello es asi, resultarfa socialmente conveniente subsidiar esta empresa, afin sin considerar el ele- nento propiamente social en este caso, cual es el costo social de 1a mano de obra. Recordemos al respecto que todo el andlisis aqui realizado asume pleno empleo. Si levantanos este supuesto 1a deseabilidad social de los sub sidios a empresas tales como ENACAR se ve fuertemente reforzada. (1) Al hablar de fijar um precio y subsidiar no se est sosteniendo que esa forma indirecta sea la (mica ni la mejor para controlar un monopolio na tural. Se plantea en esos términos porque afin cuando el monopolio natu- ral sea controlado por el Estado, deber4 fijar el precio y determinar el subsidio correspondiente. - 16 - En el caso de los monopolios naturales 1a accién del Estado no puede ir orienta daa 'disminuir' e1 grado de concentraci6n por cuanto ello lleva asociado un au mento en los costos de producci6n, La acci6n debe estar orientada a ‘controlar! el monopolio en la foma descrita. En teorfa al menos ello puede ser realizado por la via indirecta del uso de subsidios y fijaci6n de precios. En la prdctica puede resultar mfis factible que el Estado asuma la gesti6n de 1a empresa en cues ti6n, La forma especifica de ejercer el ‘control social’ depende de muchas con- sideraciones extra-econémicas pero la necesidad de ejercerlo es claramente deri- vable de 1a teorfa paretiana de la asignacién de recursos. Hasta aquf, la variable tecnol6gica ha aparecido como una variable fundanental - mente ex6gena. Las curvas de costo dibujada estarfan representando una Gnica funci6n de producci6n para el bien en cuestién. Ello no es necesariamente verdadero, por cuanto existen en’ general métodos al- ternativos de producci6n que conbinan en forma diferente capital y trabajo y que, por tanto, pueden presentar diferencias significativas en relaci6n a las economfas de escala de cada cual. Sin desconocer ni restar importancia al hecho que, por la via del desarrollo de tecnologfas adaptadas a sus dotaciones relativas de factores, los pafses subde- sarrollados pueden mejorar problemas estructurales tales como el desempleo, 10 cierto es que en 1a actualidad buena parte de las temologias usadas en estos pafses provienen de paises desarrollados y, por diversas razones, ello implica altas economfas de escala, Fsas tecnologias con fuertes economias de escala, enfrentadas a mercados redu cidos, determinan un cardcter estructuralmente concentrado de mucho de los sec tores productivos. E1 problema del monopolio no es por tanto accidental sino responde a elenentos estructurales que caracterizan a los pafses subdesarrolla dos y a la dinfimica de desarrollo temol6gico a nivel mmdial. Nos hemos hasta aqui referido al monopolio natural como aquel que surge de la existencia de economfas de escala muy fuertes en relaci6n al 'tamafio del mer- cado' (1), de tal modo que Ja igualdad de precio y costo marginal implica pérdi das monetarias para el monopolio. (1) Debe siempre tenerse presente que el 'tamafio de mercado', excepto cuando Ja elasticidad precio es cero, es una funcién del precio. ee En estricto rigor, e1 carécter de ‘natural’ del monopolio no leva necesarianen te asociado que el punto de equilibrio se dé en 1a zona de los retornos crecien tes a escala. Como se visualiza en 1a Figura 9, son tanbién monopolios natura- Jes aquellos en que e1 'tamafio de mercado' es mayor, -pero no significativanente-, al Tamafio Minimo Optimo (TMD) (Punto de Costos Medios Mfnimos). La diferencia de este caso respecto al anterior es que el control social por la via de 1a fija - cién de precio no involucra subsidios a 1a firma monop6lica. En efecto para ae qt, p= p* > CMe, Pero ello no invalida 1a necesidad del control social para asegurar 1a optimalidad Paretiana. FIGURA_N° 9 My (FIRMA) b) Los Monopolios Factuales. A diferencia de los monopolios naturales, que en un cierto sentido son inevi tables por razones’ tenol6gicas y de mercado, los monopolios factuales son en buena medida el resultado de una acci6n consciente de una determinada firma pa- va alcanzar y sostener una posicién monop6lica. Es probablemente en relaci6n a este aspecto que 1a teorfa neoclésica de 1a fir- ma presenta una de sus deficiencias mas serias. Ello porque 1a béisqueda de posi ciones monopSlicas no es una 'desviacién' en el contexto del capitalismo modemo, sino que es de 1a esencia misma del comportamiento de las firmas. No se trata oie entonces de que no se cumplan los supuestos o que existan imperfecciones en los mercados, sino mis atin, que las empresas mismas tienden a negar dichos supues - tos a través de su acci6n.y a generar o agudizar dichas imperfecciones. Para ilustrar el punto, supongamos una situaci6n tal com 1a descrita en la Fi, gura N° 10. FIGURA_N°_10 El Monopolio operando libremente (caracterizado por las curvas de costo dibuja- das) enfrenta la curva de demanda D ubicdndose en el punto A (pM, qM), obtenien do rentas monopSlicas iguales a (pM-CMe) x qM. Dichas sobreutilidades debieran -de acuerdo a la teorfa- motivar la entrada de nuevos productores a este mercado. Se observa del gréfico -que ha sido dibuja- do asf deliberadamente para ilustrar el punto- que serfa socialnente posible y Sptino tener 2 firmas idénticas operando en este mercado en el punto de Ce mf- nim (TM). Es facil ver que el punto B involucra wm excedente social mucho ma, yor al de A, e incluso al de C, que es el 6ptimo social de corto plazo. Es obvio que 2 firmas operando de acuerdo a la maximizacién de utilidad privada -19- no van a situarse en ese punto (que conlleva utilidades nulas), Pero es obvio tanbign que para la firma inicialmente en el mercado es mucho mejor la situa- ci6n monopSlica que la participacién en un duopolio. Mucho mis claro es ello cuando e1 tamafio de mercado es suficientemente grande para sostener a varias firmas. La firm intenta siempre conservar una posicién monopélica cuando la tiene. Se trata entonces de dificultar 1a entrada de potenciales competidores. Toma cuerpo asf el concepto de 'barreras de entrada’. Existen barreras de entrada a una determinada industria que escapan, en gene- ral al control de 1a (o las) firma existentes en un mercado. La existencia de fuertes economfas de escala es ciertamente una barrera de en. trada, que, como hemos dicho, hace inevitable el monopolio en ciertos casos. Pero, a menos que lo miremos en el largo plazo y a nivel muy agregado, las e- conomfas de escala no son una variable de control de las firmas monop6licas. Lo mismo es valido en relacién, por ejemplo, a los capitales minimos de ingre so (ligados a las ecs. de escala), a los perfodos de maduracién de las inver- siones, a la capacidad de predecir la evolucién de los mercados, etc. Existen, por otra parte, una serie de barreras de entrada que son creadas o reforzadas por la firma monopSlica, Dos son las grandes dreas de acci6n al Tespecto: el control de 1a informaci6n y la tecnologia y la diferenciaci6n de productos. La primera intenta hacer mas ‘imperfecta’ 1a informacién, La se- gunda apunta a que los bienes ‘aparezcan' como no homogéneos a los ojos del consumidor. El control monop6lico de la _informacién y 1a Tecnologia. En relacién a la informacién, los monopolios desarrollan una serie de accio- nes destinadas a transformar el conocimiento -en un sentido amplio- en un obs téculo para 1a aparicién de nuevos competidores. Por una parte, y esto inva- lida un supuesto heroico de1 modelo de perfecta competencia, las firmas mono- p6licas -y en general todas las firmas-tenderfn a monopolizar el conocimiento tecnolégico. En la medida en que eso se logra la firma potencial, de entrar, Jo hace con tna desventaja en costos. En algunos casos el control de la - 20 - tecnologia impide del todo 1a entrada de nuevos productores. Para evaluar 1a importancia de este tipo de acciones, debe tenerse presente que Jos sistemas de proteccién de 1a innovaci6n tecnolégica (patentes, royalties, etc.) proven de un marco legal a practicas de restriccién de este tipo de cono cimiento. La empresa monop6lica crea tanbién una barrera de entrada por 1a via de ocultar el méximo de informaci6n respecto de su propia operaci6n y de los mercados don- de actua. De lo que se trata es de aumentar 1a incertidunbre para el potencial entrante. Volviendo a 1a Figura 10, es ffcil evaluar distintas situaciones teniendo dibu- jadas 1as curvas de demanda y de costo. In la prfctica, dichas curvas no son tan facilmente dibujables, y las firms en general se encargan de hacer dicho traba- jo lo mis dificil posible a potenciales competidores. El obstaculizar 1a entrada de nuevos productores es, desde, el punto de vista de la empresa monop6lica, una forma de asegurar la maximizaci6n de utilidades de largo plazo. En aras de ello 1a firma en cuesti6n est4 ciertamente dispues- ta a sacrificar utilidades de corto plazo. En rigor, el monopolio definido co- mp aquel que iguala ingreso marginal a costo marginal es una gruesa sobre~sin- plificacién de la realidad. La tarificaci6n monop6lica centrada en el corto plazo puede generar utilidades tan espectaculares que hagan inevitable 1a entrada de otras firmas. Ello, por supuesto, si no se tienen otras vfas de impedir la entrada, la diferenciaci6n de producto: Una de 1as formas més visibles de sostener una posici6n monop6lica es a través de convencer a los consumidores que el producto de una determinada firma es e- sencialmente distinto del que producen otras firmas. Fn ello juega un rol cen tral la propaganda, uno de los fenémenos econSmicos més espectaculares y carac- terfsticas de las sociedades capitalistas. Es absurdo negar que la propaganda juega un rol en cuanto a informr. Pero cier -21- tamente, con especial importancia en pafses subdesarrollados, juega también un rol fundamental en cuanto a des-informar y engafiar al consumidor, Un mercado potencialmente competitivo puede ser monopolizado por una firma -o par- cializado y monopolizado en parcelas por diferentes firmas- a través de 1a diferen ciacién de productos. Sobre este punto volverems més adelante. En sintesis, ya sea por razones naturales, o debido a imperfecciones de informa - cién, 0 fruto de las acciones deliberadas de las propias firmas, la existencia de monopolios es una realidad clara en las economfas reales y la teorfa neocl4sica demestra que ello implica una ineficiencia social, en el sentido de Pareto. En todos aquellos sectores de alta concentracién productiva, que enfrenta curvas de demanda negativanente inclinadas y donde e1 comercio con otros pafses no re- suelve el problema, el Estado debe actuar para asegurar ia optimalidad Paretia - na. No es del caso entrar a aqui a analizar las distintas formas en que el Estado pve de intervenir. Por lo dems, ello debe analizarse tomando en consideracién los aspectos especfficos de distintos casos. Lo que si es claro es que, ya sea que el Estado asuma la gestién de 1a firma mono polica, 0 ya sea que intervenga por 1a via mis indirecta de los impuestos y subsi- dios -pasando por wna serie de alternativas intermedias- 1a intervencién del Esta do involucra una capacidad técnica significativa para ejercer el control ‘social’. El Grado de Concentracién Industrial en chile Una forma de visualizar 1a importancia estructural del monopolio en Chile, es la revisién de algunas cifras de concentracién en el sector industrial manufacturero, En la tabla siguiente se da el grado de concentracién para algunos de los secto- res industriales mis concentrados del pafs: pez Partigipaci6n Porcentual en el Total de las ventas del Mercado de la empresa mas grande (C1) y de las cuatro mas grandes (C4) (Afio 1976) ct ct 312 Fabricaci6n de Productos Alimenticios excepto bebidas 47,59 61,43 314 Tabaco 54,60 99,99 323 Industrial del Cuero (excepto zapato) 20,16 46,17 324 Calzado 37,92 54,06 341 Papel 35,25 69,84 354 Derivados del Petréleo y el Carbén 75,03 100,00 355 Productos de Caucho 31,01 52,70 361 Fabricacién de objetos de Barro, Loza y Porcelana 41,44 75,04 FUEVIE: Cerri, Roberto: ‘Algunos antecedentes respecto de Centralizacién y Concen taacién Eeondmica en Chile’. Tesis de Grado. Esc. de Economia, U, de Chi le. Bi grado de concentracién que 1a tabla anterior indica es una clara stbestinacién de 1a concentracién que en nuestra perspectiva interesa, esto es aquella que se refiere a mercados de productos especfficos. Ello es asf por cuanto dicha tabla est construfda a 3 dfgitos de 1a Clasificaci6n CIIU y es por tanto un mélisis muy agregado que incluye my diversos productos en un mismm mercado (e1 ‘produc: to’ aparece en 1a clasificacién CIIU al nivel de 7 dfgitos) - Un anflisis mas desagregado harfa auentar considerablemente los indices de con- centracién. Ain ast, los Indices dados en 1a tabla miestran que, para muchos sectores produc~ tivos fundanentales, el supuesto de atomicidad de los mercados est lejos de cum plirse. Oligopolio y 1a Eficiencia ‘Social’. La Tabla anterior ilustra también, sin enbargo, que en ninguno de los sectores a nalizados se da ima situacién de monopolio perfecto, En rigor, en tn andlisis nfs desagregado aparecerfan varios de ellos. Fero en general es efectivo que 1a situacién de monepolio en un sentido riguroso es poco frecuente. Lo mis habitual es la existencia de unaspocas empresas que controlan gran parte de 1a produccién del sector. Esto es lo que se define como Oligopolio. - 23 - Podria pensarse que ello altera radicalmente las conclusiones hasta aquf extraf das. Desgraciadamente no es asi. El que en vez de una empresa hayan 2, 3, 4 o més empresas no asegura que el problema desaparezca. Con un ntmero finito de empresas, cada una de ellas sigue viendo en el mercado una curva de demanda e- lastica y esa es la fuente del problema. El estudio de los mercados oligop6licos es en extremo Complejo y no es por tan- to posible aqui sino dar algunos elementos globales de andlisis. Vale mencio - nar al respecto que, si bien la teorfa neoclasica ha sido capaz de modelar bien las situaciones de perfecta competencia y de monopolio, e1 modelamiento y com- prensién de los mercados oligopSlicos -que constituyen la gran mayorfa de los mercados reales- es muy insuficiente. Bl anflisis de ma situacién duop6lica permite, no obstante 1a complejidad des- crita, dar algunos antecedentes interesantes al respecto. Es facil demostrar que en el caso de duopolio el 6ptimo de las empresas miradas en su conjunto es el actuar como si fueran una sola, esto es, como si fueran mo nopolio. Lo mismo es valido cuando son tres o mis empresas. En ello esté la base de las pr&cticas colusivas que son otro elemento central en la comprensi6n del capitalismo modemo. Cuando 1a colusi6n es perfecta el oligopolio se transforma, en la practica y en una perspectiva social, en un monopolio. No todos los oligopolios alcanzan 1a colusién perfecta, especialmente si exis - ten leyes eficientes y efectivas al respecto. Pero ello tampoco asegura la efi- ciencia "social. En efecto, el fracaso de 1a colusién involucra generalmente 0 bien una ‘guerra’ o una diferenciaci6n de productos. Ninguna de estas situacio nes soluciona necesarianente el problema. La 'guerra' implica ineficiencia so- ciales en si misma (inestabilidad, gastos excesivos en propaganda, etc.) y ade mfis generalmente termina en una colusién técita o en 1a desaparicién de empre - sas, que consolidan estructuras atin mis oligopolizadas. ‘Ahora bien, muchos oligopolios pueden también ser considerados ‘naturales! y no se trata por tanto tampoco de eliminar dicha estructura productiva sino de controlarla socialmente. Las_leyes 'antimonopolio' . Desde los inicios del capitalismo modemo, en los pafses desarrollados se ha legislado respecto a os problemas aquf enunciados. En rigor las leyes que asf surgen no son antinonop6licas sino que controlan las précticas monop61i- cas y, fundamentalmente, las practicas colusivas. En pafses como Chile, dadas legislaciones son extremadanente deficientes y a demas nunca han estado respaldadas por una voluntad politica clara de con - trol, y por una capacidad témica de alto nivel. 11 problema de los Monopotios‘") en una Econonfa Abierta En el contexto de los planteamientos de las doctrinas que abogan por una Es- trategia de Desarrollo basada fundanentalmente en 1a operacién "Libre’ de los mercados, se sostiene que el problema del monopolio desaparece cuando se trata de una economfa abierta. No es que la concentraci6n en la producci6n interna (bienes o servicios) disminuya sino que los precios internacionales ponen un "techo al monopolio'. Este es um planteamiento que, si bien tiene una cierta base racional, es extre madamente peligroso si se transforma en postulado general. Existen circuns - tancias donde ello es cierto y existen otras donde es absolutamente falso. Fl andlisis de distintas situaciones arroja ademas luces sobre una serie de o- tros fenémenos que conlleva la apertura inestricta al comercio internacional. El Modelo Te6rico. El modelo te6rico en que se basa el postulado de que en una economia abierta se elimina e1 problema de monopolio, est4 graficamente representado en la Figura 11. (1) fh adelante se usard el concepto de monopolio en un sentido general, esto es, refiriéndose a la existencia de situaciones de alta concentracién en Jos mercados. so FIGURA_N?_11 CHa (FIRIA * NDNOPOLICA) DENANDA (INDUSTRIA), q Se grafica en la Figura 11 un monopolio perfecto que en condiciones de autar, quia (economia cerrada) se ubica en el punto A (qM, pM) involucrando una pér dida "social" igual al frea ABC y una renta monop6lica igual al area ACDE. La economfa se abre al comercio internacional donde impera un precio pi que refleja un mercado internacionalmente competitivo. El pais puede vender y comprar cualquier cantidad a ese precio sin alterar el precio en el mercado internacional. Para el precio pi supuesto en la figura resulta conveniente para el productor nacional ubicarse en el punto F donde pi = GMa. La economfa Nacional produce q’, consume q y exporta la diferencia. El pre. cio intemo es igual al precio intemacional e inferior al precio monop6lico PM. El excedente del consumidor aumenta y el excedente social también au- menta Legando a ser incluso superior al que 1a economia habria obtenido ope rando en el pto. B de optimalidad paretiana autdrquica, (la diferencia es el area GFB). Efectivanente, en este mdelo la apertura al comercio internacional elimina el poder monop6lico, asegura la optimalidad paretiana y ademas aumenta el ex cedente social sobre la situaci6n autarquica 6ptima (pto. B). La permanencia en el tiempo de esta situacién indicarfa que el monopolio na- ~ 26 - cional es mis eficiente que las empresas competidoras a nivel internacional. EL pafs tendrfa 'ventajas comparativas' al respecto. Si el precio intemacional fuera inferior a los Costos Medios Minimos de Produc, ciGn del Monopolio, entonces éste saldrfa del mercado y 1a demanda serfa entera, mente satisfecha desde el exterior(1). Ello se ilustra en la Figura 12. FIGURA_N°_12 tat CMe ‘CMe Pg) le xr 9 a Fn este caso el pais tiene ‘desventajas comparativas' y por tanto -sostiene el modelo asf planteado- el pais debe dejar de producir ese bien. Dado que se asu me pleno empleo, es irrelevante que ello libere factores productivos,por cuan- to estos se moverdn répidaente hacia actividades productivas en otros sectores. La Figura 13 ilustra una tercera altemativa. FIGURA N°_13 {1 —— 4e-r 49 7 (i) Muchos de Tos argumentos aqui vertidos se extienden a situaciones no monop6- licas. -27- En este caso el p intemacional es tal que 1a produccién nacional es insuficien te para abastecer el mercado y 1a brecha se lena entonces con importaciones. Los Supuestos del Modelo de Economfa Abierta: Validez e Implicancias. Es imposible hacer en pocas pAginas un examen exhaustivo del modelo de economia abierta descrito en el fcapite anterior. Basta, sin embargo, revisar algunos de los supuestos explfcitos -e implicitos- para concluir que la realidad es ciertamente mas compleja. Los Costos de Transporte. En el modelo anteriomente planteado se suponfa que existfa un precio interna - cional Gmico al cual se podria comprar y vender cualquier cantidad. La intro - ducci6n de costos de transporte implica una modificacién de dicho modelo que, en algunos casos, altera totalmente los resultados que de 61 se derivan. En la Figura 14 se grafica una situaciGn extrema (pero no ut6pica) que permite ilustrar el punto. FIGURA N°_14 q En los mercados intemacionales inpera un precio pi significativamente infe- rior al precio monopSlico en e1 mercado nacional pM, e incluso inferior al pre, cio p* (6ptimo social autdrquico). Si 1a economfa nacional pudiera obtener el producto en cuestién a pi, se eliminarfa el poder monopélico y aunentarfa la eficiencia social. - 28 - Pero el producto en cuesti6n tiene un alto costo de transporte involucrado y por tanto 1a economfa, si compra dicho producto en los mercados intemaciona les, lo obtiene a pic (CIF Chile). Si piC > pM (como en el grifico) 1a si- tuaci6n queda absolutamente inalterada con 1a apertura al comercio intema - cional. Si p*epic pM. Lo determinante es de nuevo aqui, entre otras cosas, el costo de transporte. En el anflisis hasta aqui realizado el costo de transporte ha aparecido como un porcentaje constante del precio internacional. Este es un supuesto my simple. Lo relevante es cuanto efectivamente cuesta al productor individual colocar su produc Basie to en el mercado internacional. Aparecen asf una serie de aspectos de la rea- lidad que complican el anflisis. Primero, existen economfas de escalaen el transporte de ciertos productos que restringen 1a 1legada a los mercados inter nacionales de los pequefios productores (ej. los productos forestales). Por o- tra parte, existen también en algunos casos fuertes economfas de escala en la comercializacién (ej. productos frutales) . ‘A menos que los productores individuales se unan, 0 el Estado regule el comer- cio exterior de productos como los mencionados, 1a apertura al comercio exte- rior no resuelve el problema de los monopsonios. Muchos monopolios y monopsonios productivos tenderin, frente a 1a apertura, a monopolizar tanbign el comercio internacional en los rubros donde operan. - 4Son_los mercados internacionales perfectamente competitivos' Esta es una pregunta crucial para evaluar hasta que nivel la apertura al co- mercio internacional regula 1as situaciones monop6licas (monops6nicas) . Es claro que la respuesta no puede ser ni Gnica ni valida para todos los mer- cados. Pero es claro también que uno de los elementos que define 1a evolu - ci6n de las Gltimas décadas de1 sistema econ6mico intemacional, es 1a tenden, cia a la concentraci6n y el control de los mercados por grandes firmas multi- nacionales. Es en ese contexto global que debe evaluarse el postulado de que las economfas abiertas no presentan los problemas que se derivan de 1a existencia de merca- dos monop6licos (monopsénicos) . En concreto, es absolutamente claro que la apertura al comercio internacional no resuelve el problema del monopolio cuando los propios mercados internacio- nales estan fuertemente monopolizados u oligopolizados. En esos casos la fini, ca competencia posible a los productos 'nacionales' es aquella proveniente de otras filiales de la misma casa matriz. En otros casos, como vimos anteriormente, el control monopSlico se obtiene en la comercializacién de los productos. La préctica muy difumdida de los 're - - 32- presentantes exclusivos' es una manifestaci6n especffica de ello. La apertura al comercio internacional no libera al Estado de la necesidad de & jercer el control social sobre los monopolios. Pero el Estado debe en ocasio - nes tanbign defender al monopolio (o en general a la empresa) nacional. El ca~ so de las précticas de dumping es ilustrativo al respecto. Si bien es cierto que en el corto plazo puede resultar ventajoso tener un producto importado muy barato, debe tenerse presente que ello tiene como objetivo quebrar 1a industria nacional y monopolizar el mercado desde el exterior, E1 Estado necesariamente debe intervenir tanbi€n en este tipo de situaciones. Las _Imperfecciones de_Informaci6n. Para que el accionar libre de los mercados y de 1a iniciativa privada lleve a 1a optimal idad paretiana se requiere de perfecta informaci6m, Esto significa que cada unidad econmica tiene acceso a informaci6n exhaustiva y fidedigna so- bre los procesos productivos y las tecnologias asociadas, sobre los precios de bienes y de factores, etc, etc. La transparencia de los mercados -en su connotacién mis general- es uno de los fnbitos de acci6n que adquiere cada dfa mayor relevancia para los gobiernos de los pafses capitalistas desarrollados. Ello refleja que el problema no desaparece con el crecimiento econémico sino que mis bien es parte inherente de 61, En efecto, el problema de la informa - ci6n est my ligado a los problemas de oligopolizaci6n de los sistemas produc- tivos y de distribuci6n a nivel mundial, Es por ello que varios de los aspec - tos del problema de la informacién aparecieron en el andlisis anterior sobre las imperfecciones de organizacién industrial. Considerando eso y el hecho que la necesidad de corregir las imperfecciones de informaci6n tiende a ser aceptado -por lo menos al nivel de las declaraciones- incluso por las escuelas mis liberales de pensamiento, haremos aquf s6lo una breve sintesis de los principales aspectos del problema. Passe Informaci6n sobre bienes. El modelo de perfecta competencia asume que el consumidor (final o interme- dio) tiene un conocimiento cabal del producto que compra y de los precios alternativos a que éste puede ser comprado. Incluso cuando el producto de que se trata es un producto absolutamente y visiblemente homogéneo, el problema de ‘comparar precios‘ no es irrelevante. Entre otras cosas hay un costo involucrado a proveerse de informacién. El problema se complica cuando relajams el fuerte supuesto de que existe un bien homogéneo en cada mercado, Hemos dicho que la dinfimica propia de Ja competencia lleva a la diferenciacién de productos, Es aqui donde el consumidor, por muy racional que sea, puede no ‘optimiza’ a causa de la informaci6n de que dispone. Existen ciertos casos en que el consumidor puede evaluar distintos productos competitivos en el mercado por sus pro- pios medios. Pero en 1a mayorfa ello no es posible, al menos no antes de adquirir el producto. Podria pensarse que en el largo plazo el problema desaparece. El punto es que, por una parte, muchos de estos productos en cuestién s6lo existen en el corto plazo y, por otra parte, 1a propaganda es capaz de compensar in cluso en el largo plazo 1a informaci6n objetiva que las unidades econ6micas obtienen en el mercado, Hay casos en que la insuficiencia del libre mercado para asegurar el 6ptimo social es evidente y tiene implicancias que van mis al14 de lo puramente e- conémico, Es el caso de los mercados de productos farmacéuticos. Es obvio que el consumidor final -ya sea que se considere al enfermo o al m6dico en esta categoria -no puede evaluar adecuadamente cada producto en el mercado. Al menos no sin incurrir en serios riesgos. Es sabido que la industria farmacéutica a nivel mundial es altamente imper- fecta, El problema de 1a innovaci6n tecnol6gica, reflejada en 1a apari - ci6n permanente de miles de nuevos productos protegidos por sistemas de pa- tentes, royalties, etc., sumado a la polftica de diferenciacién del pro- ducto a través de 1a propaganda, determinan 1a necesidad de controlar estos mercados especialmente en pafses subdesarrollados. - 34 - la mera constataci6n del sinnGmero de drogas que son de uso comin en nuestros paises y que han sido prohibidos en los pafses desarrollados debiera bastar para validar 1a proposici6n de que el Estado tiene un rol central que jugar en estos mercados. Informacién sobre Tecnologfas ‘Asumir la transparencia de los mercados tecnolégicos es en realidad negar el proceso de innovaci6n tecnolégica en el sistema capitalista. En efecto, la innovaci6n tecnolégica es precisanente motivada en este sistema por Ja bisque da permanente de cuasi-rentas tecnolégicas por parte de las empresas. Es por ello ademas que existe un sistema legal de protecci6n a 1a innovacién tecnol6 gica. Nadie puede desconocer los beneficios de 1a innovaci6n tecnol6gica pero es ob vio que, desde el punto de vista social, es mejor que una vez que ésta se produce, se difunda al miximo de unidades posibles y no quede restringida a una sola empresa. se tratara de analizar el Rol del Estado en economfas desarrolladas, donde el proceso de innovaci6n tecnolégica tiene su E1 problema es muy complejo s centro. No lo es tanto si de lo que se trata es de asegurar e1 proceso de ob- tenci6n, absorcién, adaptacién y difusi6n de tecnologias en economfas subdesarro- lladas, Es obvianente nds facil y eficiente desde el punto de vista social queseauna gran organizaci6n a nivel nacional 1a encargada de negociar en el mercado mun- dial de tecnologias, que es por cierto un mercado imperfecto. Por otra parte, la adaptacién tecnolégica y 1a creacién tecnolégica presentan también economfas externas que hacen conveniente 1a centralizaci6n -de algunos aspectos y hasta un cierto nivel- de estos procesos. Por Gltimo, en cuanto a difusién y a implementacién de nuevas tecnologias -par ticularmente en pequefias y medianas unidades productoras- el Estado debe jugar un rol importante, como 1a admiten cada vez mAs los propios economistas libera les. Este punto es de especial importancia en economfas abiertas. Es aceptado que, en cuanto a la provisi6n de informci6n de este tipo, existen economfas exter- nas y economfas de escala que hacen conveniente que existan organizaciones a nivel nacional preocupadas de ello. Este es uno de los roles 'intervencionis- tas' que los modelos liberales aceptan en el Estado. Ello se ha reflejado, por ejemplo en la fuerte labor desarrollada en esta 1fnea en Chile en los Gltit mos alos. Informaci6n sobre Recursos Naturales. Es este un aspecto central del problema de la informcién, no solo desde e1 punto de vista de la eficiencia paretiana sino también de sus implicancias so. bre el problema de 1a distribuci6n del ingreso nacional (sobre este segundo punto volveremos mis adelante) . Respecto al problema de eficiencia, es aceptado que hay también aqui fuertes externalidades y economfas de escala, Ya sea enel sector minero, en el. sector pesquero 0 en el sector agrfcola-forestal 1a provisién de informacién es fundamental para asegurar 1a competencia y 1a eficiencia social. Entre o- tras cosas, queda claro que 1a competencia de las empresas nacionales frente a empresas extranjeras tiene como uno de sus componentes claves el proble- ma de la informaci6n. Paradojalmente, en relaci6n a informaci6n sobre recur- sos naturales nacionales no es extrafio que las empresas extranjeras estén me jor dotadas que las empresas nacionales y que el propio Estado. El caso de Jos convenios mineros suscritos por Chile en los Gltimos afios es un ejemplo de ello, 4. Las _Imperfecciones por interdependencias entre las unidades econ6micas: El pro- blema de las extemalidades. Un supuesto importante del modelo de perfecta competencia es aquel de que las funciones de produccién y de consumo (funciones de utilidad subjetiva) de to- das las unidades econémicas son independientes entre sf. Esto significa que Jas decisiones que cada unidad econmica toma no afectan las funciones de pro- duccién y consumo de otras unidades, operando en el mismo mercado o en otros mercados . fn la realidad econ6mica observable, sin enbargo, son numerosas las situaciones en que clio no se cumple. Cuando esto ocurre, la optimalidad paretiana no re- sulta como consecuencia necesaria de la operacién libre de los mercados. Apare, ce asf uma nueva raz6n para la intervenci6n en el proceso econ6mico de esta uni dad contralora superior, que en este texto hemos definido como el Estado. El problema de 1as extemalidades es complejo y por tanto un tratamiento riguro so escapa del objetivo de este documento. Lo que se intenta ms bien es hacer im planteamiento simplificado y grafico de determinados tipos de extemalidad, recurriendo para ello a ejemplos concretos de una econom{a como la chilena. El anélisis esta centrado, ademfs, en las externalidades en la produccién. Economfas Externas y Deseconomfas Externas al interior de una industria. La interdependencia entre unidades econ6micas puede representar un refuerz0 posi tivo entre estas 0, por el contrario, un entrabamiento negativo de las acciones de ellas. En el primer caso estamos frente a una economia extema. En el segun do, frente a una deseconomia extema, Un ejemplo tipico de deseconomfa externa es aquel que se refiere a la pesca en un lago, o en general en condiciones de recurso natural limitado. En este caso, el que aparezcan en la industria nuevas firmas, 0 que las firmas productoras de- cidan producir més, afecta 1a disponibilidad del recurso, y por tanto altera la funcién de produccién de todas las fimmas individuales. En téminos préicticos, se produce un aumento de los costos de produccién de todos los productores. La Figura 16 grafica esta situacién. -37- FIGURA N°_16 CORTO PLAZO LARGO PLAZO ‘a DFERTA CMa (Social) INDUSTRIA (t= 0) ‘CMa (firma i) 4 t z Desde el punto de vista de una determinada firma individual aumentar 1a produc cién en Ag ci6n adicional implica aumentar los costos de los otros productores, de tal m_ do que el costo social de aumentar Aq esta por sobre el costo privado. 1 involucra un costo adicional igual a Ma,- Pero esta produc - Se da aquf una deseconomfa externa tecnolégica que no puede ser intemalizada sino por un ente econ6mico por encima de las firmas individuales. Es autité- tico con la racionalidad maximizadora de la firma el pedirle a ésta que tome decisiones evaluando 1a existencia de este tipo de efectos. A modo de ejemplo, no es factible esperar de las firmas pesqueras individuales que se preocupen del problena de los limites de captura necesarios para conservar las especies. Y esto es més cierto mientras mis atomizado sea el sector. La competencia no resuelve el problema de las externalidades. Las economfas externas son aquellas que involucran un refuerzo positivo entre Jas firmas productoras. Por ejemplo, 1a decisi6n de producir mis por parte de una firma individual disminuye el costo de produccién de todas las otras unidades econ6micas. Es diffcil encontrar ejemplos reales de economfas externas tecnolégicas, esto es, en que el refuerzo positivo se dé a través de 1a alteracién de 1a funcién de producci6n. Son sin embargo, muy commes las economfas extemas pecunia - vias, esto es, externalidades positivas que se materializan a través de pre- - 38 - cios de insumos para un determinado proceso productivo. Un ejemplo muy importan te de ello son las economfas externas en los servicios de tipo técnico a la acti vidad industrial, Este es, entre otras cosas, un elemento importante en el and- lisis de 1a concentraci6n espacial de las actividades productivas. Se puede demostrar que las economfas externas pecuniarias estan muy ligadas a Ja existencia de economfas de escala en 1a produccién de otros bienes (insums) 0 en la provisién de servicios. Esto liga el problema de las externalidades a nivel de industrias especfficas con el problema de organizacién industrial. En contraposici6n al caso de deseconomias externas, la existencia de economias externas sittia el costo social de nuevas producciones de un bien por bajo el Cos. to Privado (ver Figura 17). FIGURA_N°_17 Ch (firma i) CN@ (social) RIA INIUSTRIA (7 =0) by * + Ast com en presencia de deseconomias externas se debe 'cargar' la diferencia entre Costo Social y Privado (por ejemplo por 1a via de impuestos), en presen cia de externalidades positivas, se deberfa subsidiar dichas diferencias. easot| Enfocado desde otro punto de vista, 1a existencia de economfas externas en un mercado determina que la curva de oferta de largo plazo (que implica Utilida- des nulas para todas las firmas) sea negativamente inclinada (en ausencia de external idades y bajo condiciones de perfecta competencia es horizontal). Mien tras mis se produce y mientras més firmas existan en esta industria, menores serdn los costos de produccién. En este tipo de situaciones toma fuerza el argumento de la necesidad de que el Estado subsidie determinadas actividades productivas, al menos por ciertos perfodos. Este argumento se suma al de las 'industrias nacientes', en cuanto a sostener la necesidad de intervenci6n estatal y de planificacién a nivel in dustrial. Economfas y deseconomfas externas que involucren distintos mercados. Los casos de extemnalidades anteriormente analizados se refieren a efectos de interdependencias entre productores de un mismo bien (0 servicio). Probablemente mas commes y més estructuralmente importante son, sin embargo, las externalidades que involucran distintos 'mercados'. El ejemplo de este tipo de extemalidades mis utilizado en Jos textos es el de Ja contaminaci6n de un rio, por parte de una planta industrial (ej. celulosa y papel). Si aguas abajo existe una zona agricola que utiliza las aguas del rfo para riego, 1a contaminacién probablemente afectara 1a producci6n agricola. Mientras mayor sea 1a producci6n de 1a planta industrial, mayor 1a contami- nacién y menor serd la producci6n y 1a productividad agrfcola. (asumiendo que el recurso tierra es constante). Desde el punto de vista de 1a firma que opera la planta industrial el punto Gptimo de produccién queda determinado por sus Costos Marginales de Produccién. Or FIGURA N° 18 CHa SOCIAL CH prrvano 4s* % Si el precio esta dado tal que p =f, entonces desde el punto de vista privado el éptimo de producci6n es q= q,. Desde el punto de vista social, ahora, prody cir q) implica una pérdida de beneficio social en 1a zona agrfcola aguas abajo. Si para distintos niveles de produccién de 1a planta se calcula los beneficios perdidos en la agricultura, se puede construir una curva de Costos Marginales Sociales. Para el mismo precio p = p la produccién social 6ptima de 1a planta es qs* inferior aq, El Estado puede actuar en estos casos por diversas formas. Puede -al menos ted- ricamente- fijar un impuesto especifico (T = t(q)q) que haga coincidir el Costo Marginal Privado con el Costo Marginal Social. Puede fijar Ifmites maximos de contaminacién pemmisibles. Puede exigir el reprocesamiento de las aguas, etc. La altemativa mejor depende de cada caso particular. Lo ineludible es que el Estado debe intervenir en estas situaciones por cuanto es imposible exigir a las unidades econ6micas individuales que ‘internalicen' las externalidades, espe cialmente cuando éstas son negativas. En elejemplo descrito se plantea el problem al nivel de cual es Ja produccién socialmente 6ptima, considerando 1a existencia de extemnalidades. la existencia de deseconomfas El problema puede tomar versiones més extrema puede hacer socialmente indeseable tener un cierto tipo de actividad productiva en ciertas localizaciones. Las diferentes formas de contaminaci6n a nivel urba- no (atmosférica, actistica, etc.) son un ejemplo de ello. -4- EL problema de la contaminaci6n urbana ilustra ademfs otro tipo de externali- dades: aquellas que se dan en el consumo. Nos referimos al uso de automSvil como medio de transporte urbano. Un ejemplo de externalidad positiva (economfa externa) entre sectores produc tivos diferentes es aquella que se da entre 1a generacién de energfa hidroe- léctrica y la agricultura. En 1a medida que 1a primera requiera de 1a cons- trucci6n de grandes represas, ello permite una mejora significativa en el riego agricola. (Planificacién intertemporal del uso del agua) . Una gran central hidroeléctrica, si evaluada en forma separada, puede no ser rentable, pero puede ser muy rentable desde el punto de vista social si se incluye los beneficios sobre 1a agricultura. Lo mismo puede ocurrir con 1a evaluaci6n de un proyecto de riego que contempla una gran represa. A menos que haya una coordinaci6n entre 1as decisiones sobre ambos tipos de proyec - tos 1a soluci6n sera en general socialmente ineficiente. Se podrfan mencionar muchos otros casos de externalidades de distinto tipo, en general y en relaci6n a 1a economia chilena (E1 caso del transporte es probablenente uno de los mis importantes). Pero no se trata de listar aqui ese tipo de situaciones. De lo que se trata es simplemente de demostrar,en base a algunos ejemplos, las razones por las cuales en estos casos la opera ci6n libre de los mercados no asegura 1a optimal idad paretiana y es por tan. to necesaria una intervencién estatal y una planificacién en estos sectores. - 42 - Las Imperfecciones de Estabilidad dé los mercados y 1 Problema del Riesgo. El anflisis hasta aquf realizado asume que los mercados alcanzan en forma instanténea el equilibrio y se estabilizan en 61. En la practica, sin em bargo, muchos mercados sufren de permanentes desequilibrios, e incluso, cuando logran alcanzar un cierto equilibrio, son facilmente sacados fuera de €1. El problema es particularmente importante en algunos casos en que, por u- na parte, hay rezagos en 1a producci6n (0 en el consumo) y, por otra, hay factores exégenos en las funciones de produccién (o consumo). El modelo simple hasta aquf utilizado, para el caso de atomicidad de los mercados, es: D qt = £ (Pt) cea geo qt =qt En este modelo no hay stocks y los mercados se equilibran al interior de1 perfodo t. En la realidad hay muchas situaciones, sin embargo, donde por ejemplo la produccién es funci6n del precio en el perfodo anterior y puede también de pender de variables no controlables (por ejemplo el clima). El Modelo en este caso serfa: qe = £ (pd a= (pt-1, xt) at? = qt? X= Variable ex6gena Examinemos gréficamente el equilibrio de este mercado, (Figura 19). = 43-- FIGURA.N? 19 «< yt it aes Dado un precio inicial p0 em el afo 0 (perfodo 0) 1a produccién en el perfodo uno (suponiendo x,= X,_,) sera qq, Elmercado enelperfodo lest entonces caracte- Tizado por la curva de demanda qt” y por una curva de oferta absolutanente i- neléstica dada por q°t = q0. El precio de equilibrio de1 perfodo 1 ser en - tonces pl. En la configuracién de curvas de oferta y demanda dada en la Figu ra 19-a. ello implica que 1a produccién del perfodo 2, que depende de pl, se- rd q2 y el precio del perfodo 2 sera p2. Si este andlisis se continua para otros perfodos se concluye que el mercado diverge en vez de converger. En la Figura 19-b, por el contrario, el mercado por sf solo converge al _pun- to (q*,p*). La situacién de convergencia es probablemente mis realista que 1a situaci6n de divergencia. ‘ Pero eso no resuelve el problema por cuanto la velocidad de convergencia puede ser muy baja. Y debe tenerse presente que en todo el pe- rfodo de convergencia el mercado no se est situando en el 6ptimo de Pareto. Debe ademés tenerse presente que afin cuando 1a convergencia sea rfpida, exis te la posibilidad de que factores ex6genos afecten el equilibrio, generando nuevas dinfmicas de convergencia. El modelo descrito es una representacién simplificada de lo que ocurre en di ferentes mercados, fundamentalmente de productos agrfcolas.

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