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CAPÍTULO 1

CEREBRO Y EDUCACIÓN:
TÓPICOS, ERRORES Y NUEVAS VERDADES

Como ha pasado con la naturaleza y la cultura, con fre-


cuencia se ha situado la evolución y la educación en esferas
opuestas. Nuestro objetivo aquí es reunirlas. El cerebro ha
evolucionado para educar y ser educado, a menudo de manera
instintiva y sin esfuerzo. El cerebro es la máquina gracias a la
cual se producen todas las formas de aprendizaje; desde las
ardillas pequeñas que aprenden a partir nueces, las aves que
aprenden a votar o los niños que aprenden a ir en bicicleta y a
memorizar horarios hasta los adultos que aprenden un idioma
nuevo o a programar el video. Naturalmente, el cerebro es
también el mecanismo natural que pone limites en el
aprendizaje. Determina lo que puede ser aprendido, cuánto y
con qué rapidez_
El conocimiento de cómo aprende el cerebro podría tener,
y tendrá, un gran impacto en la educación. Comprender los
mecanismos cerebrales que subyacen al aprendizaje y la me-
moria, así como los efectos de la genérica, el entorno, la emo-
ción y la edad en el aprendizaje, podrían transformar las
estrategias educativas y permitirnos idear programas que
optimizaran el aprendizaje de personas de todas las edades y
con las más diversas necesidades. Sólo comprendiendo cómo
el cerebro adquiere y conserva información y deszrezas sere-
mos capaces de alcanzar los límites de su capacidad para
aprender.
Las investigaciones neurocientificas ya han arrojado mucha
luz sobre cómo aprende el cerebro. Ciertos avances tecnoló-
gicos recientes han proporcionado a los neurociendficos una
herramienta asombrosa pase descubrir más cosas acerca del que hicimos fue organizar, a principios de septiembre clrt
funcionamiento del cerebro. Técnicas COMO las neuroirriáge- 2000, un taller multicliscIplinario sobre investigaciones cere-
nes cerebrales, que miden la acrividad del cerebro mi entras brales y educación. Teniendo en cuenta que se había avisado
los individuos realizan una tarea determinada, han elevado can poca antelación y que el taller iba a llevarse 3 cubo en un
considerablemente nuestra comprensión de la mente y el sábado de finales del verano, pensamos que la asistencia seria
cerebro humanos. Actualmente, los científicos cerebrales escasa. Anunciamos el encuentro en el ámbito local y sólo a las
pueden brindarnos cierto conocimiento sobre cómo el cere- personas que a nuestro juicio tenían un interés específico en el
bro aprende información nueva y la maneja a lo largo de le tema, y aun esi recibimos más de ciento cuarenta e-mails de
vida. personas con ganas de participan científicos y educadores en
En los últimos años han empezado a producirse interac- igual proporción. Fue un día emocionante y fascinante. La
ciones entre educadores y cieneTicos cerebrales. Una de las mica critica aI taller fue que un día no bastaba. En nuestras
autoras pasó tres meses, en la primavera de 2000, trabajando discusiones con profesores e investigadores de la educación,
en la POST, (Parliamentary Office of Seience and Technology), quedó claro, con gran sorpresa nuestra, que casi no hay litera-
enviada por su curso de doctorado en neurociencia en el tura sobre las conexiones entre las ciencias del cerebro y la
Universiry College de Londres. Las competencias de la POST educación.
consisten en procurar a las Cámaras Británicas de los De todos modos, actualmente los cienrificos saben bas-
Comunes y de los Lores el oportuno material informativo tante sobre el aprendizaje: cómo se desarrollan las células cere-
sobre cuestiones científicas ,de interés. brales antes y después del nacimiento; cómo aprenden los
Al mismo tiempo, el subcomité sobre la Educación en la bebés a ver, oír, hablar y andar; cómo los niños pequeños
Infancia Temprana estaba llevando a cabo una inve-srigación adquieren un sentido de la moral y del conocimiento social; o
sobre la educación y la atención adecuadas a los niños entre el cómo el cerebro adulto es capaz de seguir aprendiendo y
nacimiento y los seis atins de edad, Al subcomité le llovieron madurando, Lo que nos asombraba era que, pese a erre cre-
cartas, informes y manifiestos desde organizaciones benéficas, ciente volumen de conocimientos y su relación con las estrate-
escuelas, psicólogos y educadores, codos relacionados con la gias educativas, existieran can pocos vinculas entre las investi-
infancia, muchos de los cuales citaban las investigaciones gaciones cerebrales y las políticas y prácticas educativas.
sobre el desarrollo cerebral como la base para cambiar la edu- Una de las principales aportaciones que es capaz de hacer
cación en la infancia temprana en el Reino Unido, Algunos de la neurociencia es esclarecer la naturaleza del propio aprendi-
loe argumentos presentados se conrradecian entre si. Por un zaje. A pesar de los importantes avances en nuestros conoci-
lado, unos sostenien que los estudios propiamente dichos no mientos sobre el aprendizaje y el cerebro, los estudios fletero-
deberían comenzar hasta los seis asiere años porque el cerebro científicos todavía no han encontrado una aplicación significa-
no está preparado para aprender hasta esta edad. Por otro, tiva en la teoría o la práctica de la educación.
había quienes afirmaban que, según ciertas investigaciones
sobre el desarrollo del cerebro, estaba claro que a los niños ¿Y esto por qué? Podría deberse, en parte, a que el cono-
había que enseñarles lo más posible Io antes posible. ¿Qué con- cimienro de cómo se produce el aprendizaje en el cerebro sea
clusiones iban a sacar los parlamentarios del subcomité sobre difícil de traducir en infiermación valiosa para los interesados
estos datos contrapuestos en la educación. Sabemos de un científico cerebral al que, tras
dar una charla sobre el cerebro a un grupo de educadores, se
Las dos autoras nos hellabamos enfrascadas en estos le dijo que ano tiene sentido enseñar imágenes cerebrales a los
debates cuando, en junio de 20013, compilamos un informe profesores; no les interesaras.
para que el EelIC, lEeonornic and Social Rescarch Councih No creemos que esto sea aplicable a todos los profeso-
nos indicara si las percepciones de la neurociencia podían ins- res, pero hemos de admitir que actualmente, respecto a la
pirar la agenda de las investigaciones en la educación. Lo pa. relación de las investigaciones cerebrales con la educación,

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hay muy poco material que sea asequible para los no espe- En primer lugar, el caso pone de manifiesto la capacidad
cialistas. Al escribir este libro, nuestro propósito ha sido de recuperación del cerebro: una pequeñísima proporción de
reducir la brecha que separa las ciencias del cerebro y las de células intactas en una región cerebral, por lo demás dañada,
la educación. puede bastar para ejecutar una tarea. Estas células pueden ini-
ciar el proceso de reparación. La neurociencia está estudiando
cómo es esto posible.
Errores comunes acerca de la neurociencia En segundo lugar, el caso demuestra no sólo la posibilidad
de compensación sino también sus limites. Puede ser muy bien
Existen numerosos obstáculos para el conocimiento inter- que a la señora W. no se le hayan efectuado evaluaciones psi-
disciplinar, especialmente la confusión creada por las declara- cológicas exhaustivas. De n-iodo que, a primera vista, quizá
ciones y contradeclaraciones en el campo de las investigaciones parezca que se comporta con normalidad, pero esto puede
cerebrales. Un descubrimiento sobre el cerebro puede ser con- deberse a que ha aprendido estrategias para compensar cual-
tradicho sólo meses después por otra investigación. Pero. los quier dificultad provocada por su estado. De hecho, si se le
desacuerdos, los hallazgos y los contrahallazgos forman parte hicieran pruebas sobre tareas de sensibilidad apropiadas, pro-
del progreso científico normal y son esenciales a la evolución bablemente mostraría anomalías, Antes de sufrir la lesión cere-
de nuestro conocimiento del cerebro. bral, era diestra. Ahora con la mano derecha no sería capaz de
Es muy fácil fomentar los malentendidos sobre neuro- coger ni siquiera un bolígrafo. Ha aprendido a compensar esto
ciencia, aquello en lo que los neurocientíficos están casi perfectamente con la mano izquierda, utilizando exclusi-
interesados y hasta dónde puede extenderse la neurociencia por vamenre ésta para servir el té, agarrar objetos, escribir, etcéte-
lo que se refiere a su aplicación a la educación. Por ejemplo, ra. Es sólo un ejemplo de la necesidad de rigor científico que
tomemos la idea generalizada de que realmente utilizamos un
escasísimo número de células cerebrales. ¡Sobre esto no hay
absolutamente ninguna prueba! Consideremos el porcentaje de
cerebro utilizado sólo para tamborilear con un dedo. Como
podemos ver en la neuroimagen de la figura 1.1, cuando un
dedo da golpecitos se activa una gran parte del cerebro. Si
golpearnos con el dedo al tiempo que leernos esto, manteniendo
asimismo el equilibrio, la respiración y la temperatura corporal,
resulta que está activo casi todo el cerebro. Pero no hay por
qué preocuparse: el cerebro tiene una admirable capacidad para
reorganizarse, y aunque en un momento determinado lo usemos
todo, siempre podemos aprender más.
Pero, ¿qué pasa con la señora Vi., que sufre una lesión
cerebral masiva y al parecer lleva una vida perfectamente nor-
mal? ¿Demuestra este caso que el cerebro desempeña un papel
insignificante en el control de la conducta, que de hecho
podríamos prescindir de él? Las contradicciones de este ejem-
plo son más aparentes que reales. Esta persona con lesión FIGURA 1-1- UtdizarnOr gran parte del cerebro gran parte del tiempo_
cerebral pone de relieve hechos extraordinarios pero con- En la figura apreciamos que una gran proporción del cerebro está activada
durante el sencillo acto de tamborilear ron un dedo. Las zonas activadas
tra intuitivos (aparentemente contrarios al sentido común aparecen en negro.
sobre el cerebro.
hace falta cuando se trata de sacar conclusiones sobre nuestro La programación genética no basta para que se produzca
grado de dependencia de un cerebro que funciona correcta- el desarrollo normal del cerebro. También se requiere la esti-
mente. mulación ambiental. Es un hecho científico que las áreas sen-
soriales del cerebro sólo pueden desarrollarse cuando el entor-
no contiene diversos estímulos sensoriales: imágenes, texturas
¿Qué hay de la genética? y sonidos. En el próximo capítulo analizaremos esto con
mayor detalle. Es verosímil que esto mismo sea cierto para
Durante las últimas décadas, la expansión de las investi- todas las áreas del cerebro, no sólo las sensoriales, y para todas
gaciones genéticas ha puesto de relieve lo importantes que son las funciones mentales. Desde mucho antes de nacer, el cerebro
los genes en la creación del individuo. Es probable que los está moldeado por influencias ambientales, no sólo por pro-
genes desempeñen un papel importante en el aprendizaje y en gramas genéticos. Tomemos una semilla de bellota, que no
las discapacidadcs para el aprendizaje, cuestión que empieza a puede crecer si no se dan las condiciones adecuadas de luz,
ser investigada por distintos grupos de estudiosos del mundo agua y nutrientes, por mucho que contenga todo el material
entero. Pensar en las repercusiones educativas de las investiga- genético necesario para llegar a ser un roble inmenso. No tiene
ciones genéticas será una tarea enormemente importante de sentido discutir qué es más importante, si la naturaleza o la
cara al futuro. El salto del gen a la conducta es mucho mayor cultura {nutrición), pues para producir una planta viva hacen
que el salto del cerebro a la conducta. Creemos que este salto falta ambas. Asimismo, para el desarrollo normal del cerebro
se podrá llevar a cabo más fácilmente una ver conozcamos las son necesarias tanto la cultura como la naturaleza.
conexiones entre la conducta y el cerebro, Tenemos otro ejemplo que muestra cómo la naturaleza
y la cultura van de la mano. A muchas personas les gusta
tumbarse al sol para adquirir un deseable bronceado. La
responsable de esto es la melanina; y cuanta más tenga uno,
más moreno está. Según los criterios actuales, al menos en
Occidente, esto proporciona una imagen de salud y belleza.
Imaginemos a una mujer del norte de Europa con la piel muy
blanca, a una africana con la piel muy oscura, y a una medi-
terránea con lo que se conoce como piel aceitunada. Por
mucho que tome el sol la nórdica, su piel sólo se quemará, no
adquirirá un tono moreno. Aunque la africana evite el sol, su
piel no se volverá más clara, Pero en eI ejemplo de la mujer
de piel aceitunada, apreciaremos que el color de su piel expe-
rimenta acusados cambios que guardan correlación directa
con el tiempo de exposición al sol. En este caso, los efectos
ambientales (exposición al sol) son la observación más desta-
cada; en el caso de las otras mujeres, lo mas destacada son
los efectos genéticos (producción de melanina,. Cuando en
ciertos ejemplos se pone de relieve un tipo de efecto, ponga-
mos la naturaleza, ello no implica que el otro efecto, la cul-
F!GURA Esta comenzando la uniestrgaeuan sobre la geneszas del
tura, deba ser menor.
oprendc--ire, ¿Nos cabe en la ¿abbms que algún día sea posibte Jeleenanor
gene- 1 >ml enser y aprenden
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24 UNAS PALABRAS SOBRE
NATURALEZA Y CULTURA
Trastornos del cerebro en desarrollo entonces creían simplemente ser demasiado estúpidas para
aprender. Ahora la mujer explica que, desde que recibieron sus
Quizá sería posible pasar por alto el cerebro al hablar de respectivos diagnósticos, tanto ella corno su hijo han hecho
desarrollo normal del niño, pero no al analizar los trastornos inmensos progresos en la lectura. Reciben una enseñanza com-
del desarrollo. Cuando a lo largo de todo el libro hablamos de pensatoria que no habría sido posible sin el diagnóstico.
trastornos del desarrollo, nos referimos a trastornos produci-
dos por algún ligero defecto en la programación genérica que Entre el doble peligro de utilizar el diagnóstico corno una
tiene un efecto en el desarrollo cerebral. Ejemplos de ello excusa para desentenderse del aprendizaje y, a la inversa, tener
son el autismo, el trastorno de hiperactividad por déficit de una baja autoestima debido a la falta de explicación de un
atención (THDA) y la dislexia. Tal vez estos trastornos tengan problema de aprendizaje, la experiencia presenta muchos mati-
orígenes sutiles en el cerebro, pero en todo caso pueden tener ces. El valor del diagnóstico depende de la actitud de los indi-
consecuencias de gran alcance en el desarrollo cognitivo. Se viduos y su disposición y motivación para superar las dificul-
presentan en forma leve a grave y por Io general persisten tades. En los capítulos 4-7 analizaremos estas cuestiones rela-
durante toda la vida. Difieren mucho de las dificultades tem- tivas a los trastornos del desarrollo.
porales de, pongamos, la atención o el lenguaje, que pueden
aparecer de vez en cuando durante el desarrollo por toda clase Un vocabulario común
de razones.
A veces es difícil diagnosticar un trastorno del desarrollo Si las investigaciones sobre el cerebro han de llegar a ins-
y distinguirlo de una dificultad temporal. El diagnóstico no pirar la educación, lo que hace falta con más urgencia es un
depende- simplemente de unas cuantas observaciones fortui- vocabulario común a los investigadores cerebrales y los educa-
tas, sino que se obtiene sólo tras una evaluación sistemática
dores. Al final del libro hemos incluido un breve glosario de
del historial de desarrollo del niño. Habida cuenta de que aún
términos. A lo largo del texto utilizamos la palabra aprendizaje
no disponemos de marcadores biológicos para la mayoría de
para abarcar todos los tipos de aprendizaje. Cuando hablarnos
los trastornos del desarrollo, el diagnóstico se basa en infor-
de neurociencia nos referimos a todas las clases de estudios
mes y análisis de la conducta. Ésta no es una cuestión baladí,
sobre el cerebro. Es decir, incluimos el estudio de las moléculas y
de modo que se están mejorando continuamente las herra-
mientas de evaluación. las células del cerebro si bien nos concentramos principalmente
¿Qué ocurre una vez tenemos el diagnóstico? Una con- en los estudios cognitivos y neuropsicologicos. Por cognición
versación casual con un animador juvenil reveló la siguiente entendemos todo aquello que haga referencia a la «esfera
ansiedad. A uno de los jóvenes que él supervisaba le habían mental», la cual engloba el pensamiento, la memoria, la
diagnosticado dislexia. El animador pensó que esto daría al atención, el aprendizaje, las actitudes mentales y, de manera
estudiante carta blanca para ser perezoso y no comarse la importante, las emociones. Si aludimos a cognición o mente,
molestia de hacer los deberes. Tal como él lo veía, ahora el no pretendemos separarlas del cerebro. Creemos que el cere-
chico en cuestión podía poner la excusa de que tenía un tras- bro y la mente hay que explicarlos juntos.
torno neurológico cuando alguien le exigiera un esfuerzo de
a prendizaje.
Las ciencias cerebrales arrojan luz contraintuitiva
En otra conversación con una mujer de treinta años, ésta
sobre el aprendizaje
nos habló de su gran alivio cuando por fin le diagnosticaron
dislexia, sólo después de que su hijo, que estaba experimen- Acaso sea arriesgado sugerir que las investigaciones en el
tando las mismas dificultades que ella cuando niña, hubiera campo de la educación por sí mismas no proporcionan, o no
sido visitado por un especialista. Luego se puso en contacto
con otras personas que tenían problemas similares y que hasta
pueden proporcionar, el mejor enfoque sobre muchas cuestio- ¿Sabia el lector que el cerebro puede adquirir información
nes educacionales partiendo de sus propios recursos y su pen- incluso cuando la persona no está prestando atención af hecho
samiento científico razonado. Igual que nos preguntamos ni repara en él? Esta tendencia del cerebro a hacer cosas «a
cómo la neurociencia puede inspirar la educación, a menudo nuestras espaldas» es generalizada y probablemente tenga
tal vez sea útil pensar en cómo las ciencias del cerebro suponen repercusiones en las teorías sobre el aprendizaje. En el capitu-
un desafío para las opiniones lógicas sobre la enseñanza y el lo 10 examinaremos esta capacidad del cerebro para procesar
aprendizaje. información implícitamente.

EL CEREBRO ENVEJECIDO PUEDE APRENDER


EL CEREBRO PUEDE ACTUAR «A TUS ESPALDAS»

Lin terna que viene a la mente, y del que nos ocuparemos Hasta hace relativamente poco, se creía comúnmente que
en posteriores capítulos, es el de aprender sin ser uno cons- el cerebro adulto era incapaz de cambiar. Entre los científicos
ciente de ello. cerebrales estaba muy arraigada la suposición de que tras los
primeros años de vida el cerebro estaba provisto de todas las
células que llegaría a tener, y que la edad adulta representaba
una espiral descendente de pérdida de células cerebrales y de
deterioro en el aprendizaje, la memoria y la ejecución en gene-
ral. Sin embargo, las investigaciones están comenzando a poner
de manifiesto que esta idea sobre el cerebro es demasiado pesi-
mista: el cerebro adulto es flexible, puede hacer que crezcan
células nuevas y establecer nuevas conexiones, al menos en
algunas regiones como el hipocampo. Aunque con el tiempo la
información nueva se guarda cada vez con menos eficiencia,
no existe límite de edad para el aprendizaje.
La plasticidad del cerebro su capacidad para adaptar-

se continuamente a circunstancias cambiantes— depende


fundamentalmente de cuánto se usa. Ciertos estudios sobre
plasticidad sugieren que el cerebro está bien armado para
aprender durante toda la vida y adaptarse al medio, y que la
rehabilitación educacional en la edad adulta es posible amén
de una inversión rentable. Por otro lado, las investigaciones
también dan a entender que no bay ninguna necesidad bioló-
gica de precipitarse y empezar los estudios propiamente
dichos cada vez más pronto. Más bien podrían reconsiderar-
se los inicios tardíos como perfectamente acompasados con el
FiGuRA 1.3. Los científicos turnen fama de utilizar jerga que sólo entien- cerebro natural y el desarrollo cognitivo. Naturalmente, el cere-
den otros científicos de la tillSind especialidad. Esto supone un verdadero obs- bro envejecido se vuelve menos maleable y, como ya experi-
Liculo cuando difermtes disciplinas Mentan intera‘cionar y comprenderse unas mentan las personas mayores, aprender cosas nuevas requiere
a otras. En este libro tratamos de no utilizar drmasiada ¡d'II: científica. Si t_s
más tiempo.
imposible evitar el usa de un término especializado. lo definiMos en el glosario.
¿Que hay de la psicología cognitiva?

El diálogo interdisciplinar precisa un mediador para


impedir que una disciplina domine sobre las otras. Cuando se
trata de un diálogo entre las ciencias cerebrales y la educación,
la psicología cognitiva es ideal para este papel. Creemos que el
modo más fácil de que las ciencias del cerebro influyan en los
estudios sobre la enseñanza y el aprendizaje es a través de la
psicología cognitiva.
No obstante, aunque pensamos que la psicología es un
me diador importante de las ciencias cerebrales y causa sus
propias repercusiones en la educación, tenemos la clara impre- FIGURA 1,4. Si kr/damos dr wprendizaie. los profesores se parecen
tacs poco a los jordhle-res. Igual que éstas, los profesores pueden sembrar
sión de que ahora es el momento de explorar las consecuen-
semillas en la neme de raer lizgrrimg, nutrirla y sustentar en ella ideas he-
cias de las ciencias cerebrales en el campo educativo. En este nos y hechos impurzantes, asi mina arrancar ¡as malas brechas de tos erra-
libro, de vez en cuando aludimos necesariamente a experi- res y rhaltrztenldw. En la figura, la parte frontal del cerebro está en la
mentos de psicología cognitsva, pues, en palabras de John izquierda.
Bruer, el crítico más franco y directo de la aplicación prema-
tura de las investigaciones cerebrales a la educación, es la psi-
cología cognitiva la que «salva la distancia« entre la educación
Ajardinamierd0 del cerebro
y la nennociencia.
De todos modos, el objetivo de este libro es explorar el
Los cerebros individuales, como los cuerpos individuales,
mundo del cerebro. Así que [rayaremos de centrarnos en los
son distintos entre sí, pero no hay casi nada que no podamos
resultados de las investigaciones cerebrales si bien establecien-
mejorar o cambiar. Si observamos el mundo que nos rodea,
do vínculos con los estudios de psicología cognitiva.
vemos muchos ejemplos de cómo la cultura ha potenciado la
Somos muy conscienres de que este libro no ronsrimyc un naturaleza, o la ha superado. Algunos e¡emplos que vienen a
examen exhaustivo de todos los aspectos de las ciencias cere- la memoria son las gafas que mejoran la visión., la nutrición
brales que guardan relación con el aprendizaje: simplemente para el crecimiento o los ortodoncistas para los dientes torci-
no podemos abarcarlo todo. En cada capítulo escogemos y nos dos. Pues con el cerebro pasa igual. Si los ortodoncistas pue-
centramos en unos cuantos estudios seminales que, a nuestro den mejorar nuestra dentadura, los profesores pueden mejorar
juicio, demuestran el vigor de la disciplina. El lector observará nuestro cerebro.
que hemos escrito varias Osmas sobre ciertos experimentos, mientras
Podemos considerar k educación como una especie de
que otros estudios igualmente importantes se mencionan sólo
«ajardinarnientoo del cerebro, y en cierro sentido los educado-
brevemente o no se mencionan siquiera. Esto es así sólo porque
res son corno los jardineros. Naturalmente, •sros no pueden
hemos tenido que ser selectivos, aparte de que creemos que pata
cultivar rosas si antes de nada no tienen las ralees y el suelo
el lector es más interesante saber de experimentos recientes que
adecuados, pero un buen jardinero puede hacer maravillas con
aún no se han divulgado mucho. Lógicamente, a menudo nos
¡o que tenga, Igual que sucede con la jardinería, hay muchas
extendernos en estudios realizados en nuestro laboratorio o por
ideas distintas sobre lo que constituye lo más digno de admi-
colegas próximos. ración, aparte de que con el tiempo aparecen asimismo distin-
tiPS estilos y diferencias culturales. No obstante, los jardines
individuales requieren sacar el máximo provecho de lo que
hay, siendo posible crear diseños asombrosamente nuevos e fig 1.6)- Un número gigantesco. Las neuronas tienen fibras
influyentes. Como veremos a lo largo del libro, esta analogía largas y cortas que establecen contacto C011 los somas de otras
ilustrará lo que queremos decir cuando hablemos de neuronas, habiendo en el cerebro más o menos mil billones de
moldear el cerebro mediante la enseñanza y el aprendizaje, conexiones entre las células. Cien mil millones de células es
un número colosal, difícil de imaginar. Un millón es mil veces
mil; por ejemplo, la población de una ciudad muy grande. Mil
¿Cómo funciona el cerebro? millones es mil veces un millón. En el cerebro humano, el
número de conexiones es mucho mayor que el total de
El cerebro es uno de los sistemas más complejos del uni- habitantes del planeta, que son unos seis mil millones.
verso, y aunque estamos comenzando a saber bastante de él, Al analizar funciones que vengan al caso, como «experi-
todavía nos falca mucho para llegar a comprender cómo fun- mentar miedo•, .aprender palabras», «hacer cálculos numéri-
ciona exactamente en su totalidad. Sigue siendo un enigma cos,. o «imaginar movimiento., nunca hablamos de células
que miles de científicos de todo el mundo están intentando nerviosas individuales. En lugar de éstas, las responsables de
descifrar. No obstante, sí sabemos algunas cosas (véase figu- funciones cognitivas como las citadas son regiones de tejido
ra 1.5). cerebral que contienen millones de neuronas.
Así, ¿cómo hacen estas cosas las neuronas? Como
todas las demás células del cuerpo, las neuronas funcionan
corno pequeñas baterías. Hay una diferencia de voltaje (casi

Soma
Detones tenniraies

FtCURA 1.6. Una neurona consta de un soma, un axón y dr:mimas.


axOn de la 'mayoría de ict.t neuronas está cubierto por una vaina de nue-
acelera la transmisión de miputscs por el axón. Los botones
sindpticos de las dendritas ion los puntos de contacto con otras neuronas.
FICURA. 1.5. Íntagerm de la superficie dei cerebro. El cerebro se divide
en ,..utarrn lóbulos: temporal. frontal, parietal y occipaal. LA capa mas exter-
na del .,:erebrig se denomina corteza.
El cerebro adulto pesa aproximadamente 1,4 kg y
contiene unos cien mil millones de células (o neuronas; véase
Potencial de acción

Neurona piramidal

Botón terrnfrial

Espacio Neuroirranstnisor

-o

Clenarila de la neurona
con recepto/es

FIGURA 1.8. Los potenciales de acción son el lenguaje del cerebro.


Cuando se activa una neurona, erra descarga un impubv: un potencial de acción.
El potencial de acción invierte brevemente el voltaje a través de la membrana,
FIGURA 1..7. En el cerebro hay varias clases de neuronas, entre ellas
lo que origino la liberación de sustancias químicas (nouroTtanstrilsories)
las neurunas piramidales y las células de Purkinje. Las neuronas piramida-
desde el botón terminal de la neurona. Estas sustancias atraviesan el espacio
les, que al inia,oscopio se ven con forma de pirámide, se hallan en la cone-
sindptico y son aceptadas por receptores de dendritas de otra neurona.
:a. Las células de Purkinfe. que tornan el nombre del científico checo que las
descubrió. sólo se encuentran en el cerebelo.

una décima parre de voltio) entre el interior y el exterior de Casi toda la información sensorial pasa de un lado del
la célula, siendo el interior más negativo- Cuando una neu- cuerpo al lado contrario del cerebro. Así pues, un contacto en
rona se activa, descarga un impulso, denominado potencial el brazo izquierdo es procesado por el lado derecho del cere-
de acción. Entonces entran iones sodio a toda prisa por poros bro, y la visión de objetos en el lado derecho de un individuo
de la membrana, invirtiendo brevemente el voltaje a través de la es enviada a la corteza visual izquierda para ser procesada.
misma. Esto origina la liberación de sustancias químicas Esto es válido para todos los sentidos menos el olfato; también
(neurotransmisores) desde el botón terminal de la neurona. es verdad en el caso del movimiento: la corteza motora dere-
Estas susrancias cruzan el espacie sinóptico y son cha controla el movimiento del brazo izquierdo. Hay estructu-
aceptadas por receptores de dendritas de otra neurona, lo ras del cerebro que no están cruzadas de esta forma, corno
cua l aparece ilustrado e n la figura 1.8. Éste es el •lenguaje» del sucede con el cerebelo, el cual, por alguna razón que aún no
cerebro: los potenciales de acción producen la «actividad,. entendemos del codo, controla el movimiento del mismo lado
cerebral. del cuerpo.
¿Cómo estudiarnos el cerebro?
Aquí ofrecemos sólo una breve muestra de los tipos de
técnicas utilizadas para estudiar el cerebro. Si el lector quiere
profundizar en la cuestión, puede acudir al apéndice del final
del libro, en el que exploramos con detalle las distintas técni-
cas que se usan actualmente en las investigaciones cerebrales.
Actualmente, para estudiar el cerebro pueden utilizarse CANTLILO 2
diversas herramientas. En los estudios de eiectrofisiologia se
tornan registros de neuronas individuales del cerebro de anima- EL CEREBRO EN DESARROLLO
les mientras éstos llevan a cabo una determinada tarea. Esta téc-
nica procura una medida directa de la actividad neuronal. La
medición de la actividad neuronal en los seres humanos es difí-
cil, y los estudios que toman registros de neuronas del cerebro ¿Qué cambia en el cerebro durante el desarrollo?
humano (por ejemplo, durante una intervención quirúrgica a
cráneo abierto) son muy infrecuentes. De todos modos, este tipo El cerebro humano adulto contiene unos cien mil millo-
de estudios asombran por la profusión de detalles que revelan nes de células (neuronas); al nacer, el cerebro tiene un número
sobre recuerdos y acciones a los que se accede mediante el mero de neuronas singularmente similar al del cerebro adulto.
«contacto» de una determinada parte diminuta de la superficie Casi todas las neuronas del cerebro se generan mucho antes
del cerebro. de nacer sobre todo durante los tres primeros meses del
Por suerte, para evaluar la actividad eléctrica en los seres embarazo. La generación de neuronas recibe el nombre de
humanos existen diversos métodos no invasivos relacionados neurogénesis. Se rrara de un proceso complejo que comienza
con la conducta de miles o millones de neuronas conectadas con la división de células progenitoras, las proveedoras de
entre si en regiones cerebrales concretas. La electroencefalo- todas Las células nuevas del cerebro. Esta división da origen a
grafía (EEG) y la magnetoencefalografía (MEG) miden res- otras células progenitoras, o a neuronas, o a células de soporte
pectivamente la actividad eléctrica y magnética que se produ- conocidas como glía. Para madurar y sobrevivir, las neuronas
ce en el cerebro_ Los registros se llevan a cabo mediante elec- deben emigrar de las células progenitoras. Tras la migración,
trodos colocados en el cráneo. sólo sobreviven la mitad mientras que las demás mueren. Se
El flujo sanguíneo es un indicador de la actividad generan muchas más células cerebrales de las necesarias. Sólo
cerebral y puede medirse con técnicas de neurotmágenes. La sobreviven las que establecen conexiones activas con otras
sangre fluye a regiones del cerebro en las que la actividad neuronas.
neuronal es máxima y que requieren un reabastecirniento de Un bebé humano nace con casi todas las células cerebra-
oxigeno y glucosa. La tornografía de emisión de positrones les que llegará a tener salvo en lo que se refiere al cerebelo y al
ITEP) y la resonancia magnética funcional (RM,f) detectan hipocampo, dende el número de células aumenta notablemente
cambios en el flujo sanguíneo. Los registros se realizan en después del nacimiento. Durante el desarrollo, el cerebro
escáneres cerebrales especiales. experimenta varias oleadas de reorganización. No son las pro-
Los estudios neuropsicfflógicos se ocupan de las consecuencias pias neuronas las que cambian, sino el «cableado» existente
conducruales de las lesiones cerebrales, por lo que nos entre ellas. El canteado es la intrincada red de conexiones entre
proporcionan una indicación de las funciones asumidas nor- las células (las dendritas y las sinopsis, véase fig 2.1). Las fibras
malmente por una determinada región cerebral. Actualmente corras conectan neuronas próximas entre si y las fibras largas
hay también un método para estudiar los efectos de una alte- pueden conectar neuronas muy alejadas.
ración temporal del cerebro: una técnica denominada estima-
!ación magnética transcraneana IEMT").
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