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Definición de pericoronaritis:

• En la Pericoronaritis, es la encía que rodea


parcialmente a los dientes erupcionados
(particularmente terceros molares inferiores y sus
contrapartes superiores) está inflamada.
• Las aberraciones en el medio ambiente local
frecuentemente contribuyen significativamente a la
génesis y agravamiento de esta condición permitiendo
que se acumulen restos y placa bacteriana.
• Los terceros molares superiores están frecuentemente
inclinados distalmente o bucalmente, creando un ambiente que permite la acumulación
de placa, cálculo y restos. Frecuentemente, el tercer molar superior puede extruirse,
forzando el tejido sobre el área retromolar mandibular y causando un traumatismo al
tejido.
• La apertura gingival que conecta la boca con el diente permite que el folículo dental
localizado entre la corona del diente y el hueso encapsulado se puede infectar. La encía
que lo rodea esta concomitantemente inflamada. La encía se ve con hiperplasia y
edema resultando en inflamación del tejido y distorsión. La encía "levantada" puede
entonces traumatizarse por el contacto con un diente de la arcada opuesta, agravando
aún más la condición.
• El tejido está profundamente descolorado y retraído de su adaptación al diente.
Algunas veces puede verse un exudado seroso o supurativo en el margen gingival. El
dolor es variable. Muchas lesiones son crónicas y de bajo grado, presentando pocas
molestias, mientras que otras son enérgicas y con bastante dolor. Una complicación
adicional es la gingivitis ulcero-necrozante la cual puede aumentar el dolor, la
inflamación, el olor fetido, el sabor y la persistencia de la inflamación pericoronal.
Los siguientes factores etiológicos pueden estar implicados en esta condición:
1) Un fornix vestibular bucal angosto.
2) La tendencia de la pared bucal del proceso alveolar de ser horizontal o ampliamente
plana.
3) La angulación vertical escarpada del borde anterior de la rama mandibular.
4) La falta total o parcial de la erupción pasiva en el aspecto lingual de los dientes.
5) Inclinación distal del 3er. molar inferior en relación al 2do. molar formando un
contacto proximal abierto.
6) La presencia de un tejido blando y algo flácido que rodea al diente. Generalmente en
esta área se practica una higiene oral muy pobre.
Signos y síntomas de pericoronaritis:
• Una pericoronaritis marcada puede inducir a una inflamación facial o sub-maxilar.
• Algunos casos involucran no sólo a la encía pericoronal, sino también al tejido del
aspecto medio del proceso alveolar y el cuerpo de la mandíbula, al borde anterior de la
rama de la mandíbula, el piso de la boca y la pared lateral de la faringe.
• Puede haber también disfagia.
• Ocasionalmente se incluye el espacio sub- masetérico llevando a un trismus
muscular.
• Un hallazgo común es la linfoadenopatía cervical.
• La temperatura del paciente puede ser de 103° F. y el dolor alarmante.
• Raras veces el hueso se ve afectado con la producción de una osteomelitis de avance
rápido.

PERICORONARITIS AGUDA SUPURADA.


Características Clínicas
Lo más característico del cuadro agudo es el dolor intenso, espontáneo, localizado en la zona afectada, sin
embargo hay cuadros severos en los que el dolor es irradiado a otras zonas en especial si se trata del tercer
molar inferior, como en esa zona alcanzan algunas fibras de los músculos pterigoídeo interno o del pilar
anterior del paladar, se presenta trismus o pseudotrismus. El dolor se exacerba con las variaciones de
temperatura y con el roce de los alimentos. Como es un cuadro bacteriano es frecuente encontrar
compromiso del estado general.

Por compromiso de fibras superiores del constrictor superior de la faringe el enfermo presenta odinofagia
e incluso disfagia. Hay edema en la zona lo que puede producir incluso asimetría facial. El examen en
ocasiones es dificultoso pero puede constatarse una mucosa enrojecida, edematosa, tanto por vestibular
como por lingual, con impronta del homólogo de la arcada contraria, y a nivel cervical habrá ganglios con
características inflamatorias y gran sensibilidad al palpar el ángulo de la mandíbula, si presionamos
suavemente esta mucosa se exacerba la sensación dolorosa y es posible detectar la salida de exudado
purulento.

Los microorganismos más frecuentes de encontrar en las pericoronaritis son los mismos de la flora
bacteriana oral y de ellos principalmente los estreptococos viridans, el enterococo, y eventualmente puede
haber algunos Gram (-) como el peptococo, peptoestreptococo y bacteroides pigmentados.

El diagnóstico de la pericoronaritis aguda es eminentemente clínico y debe detectarse si es pericoronaritis


sola o con pulpalgias, periodontalgias o complicaciones de gangrenas pulpares de piezas vecinas.

Fig. 4. Pericoronaritis aguda en tercer molar inferior. Note el aumento de volumen en los tejidos vecinos
al tercer molar, incluída la encía por vestibular.

5a 5b
Fig. 5. Mujer de 19 años que acudió con pericoronaritis aguda con absceso en vestibular frente al segundo
molar, al presionar con el borde del espejo, imagen de la derecha (5b), se observa como drena pus por el
surco gingival, en vestibular, y hacia distal, donde presentaba tercer molar incluído.

CICLO DE PRACTICA IV:


Complicaciones
La diseminación de la colección purulenta desde un tercer molar inferior puede ir hacia la cara externa de
la mandíbula y compromete el espacio masetero – maxilar provocando el absceso de Caviera-Macaferi, o
dar origen al absceso o flegmón maseterino el que se establece con mayor frecuencia en los casos de
pericoronaritis cerradas en las que los microorganismos entran al capuchón pericoronario a partir del
fondos de sacos paradenciales de los dientes vecinos, o coleccionarse en un espacio entre el borde anterior
del masetero, la cara externa de la mandíbula, la inserción inferior del bucinador por delante del triangular
de los labios y constituir el absceso migratorio de Chomprèt L´Hirondelle, que se visualiza frente a los
premolares inferiores y al presionarlo se detecta que el pus fluye por el capuchón del tercer molar.

Por otra parte el pus que se está produciendo a nivel del 3er. molar puede migrar hacia la cara interna del
cuerpo mandibular y comprometer el espacio pterigomaxilar provocando el desplazamiento del pilar
anterior y otra posibilidad es que migre hacia el piso de boca por sobre o debajo el milohioídeo
produciendo abscesos o flegmones en piso de boca con gran compromiso del estado general y de
gravedad para el paciente.

También pueden generarse cuadros inflamatorios e infecciosos graves a partir de una pericoronaritis
pudiendo incluso presentarse una osteomielitis maxilar, lo que depende de las condiciones generales del
paciente o de las condiciones basales del hueso.

Existe la posibilidad de que el pus que se produce a nivel del saco pericoronario pueda ser el punto de
partida para problemas cardíacos, renales o articulares a causa de la bacteremia que se produce desde el
foco maxilar, pero lo más importante son las endocarditis, las glomerulonefritis o las artritis que se
producen por una reacción de antígenos cruzados debido a la semejanza estructural entre los
microorganismos y los tejidos mencionados.

Si persiste la pericoronaritis aguda a partir de la adenitis puede instalarse una periadenitis o un


adenoflegmón y a nivel gingival y por disminución de la resistencia local pueden instalarse una gingivitis
ulceronecrótica que comprometa varias papilas gingivales.

Pericoronaritis Crónica
El cuadro crónico es un estado latente, prácticamente asintomático que puede sufrir reagudizaciones
periódicas, su sintomatología es similar a la de la pericoronaritis aguda pero muchísimo más apagada, y
como no es extremadamente dolorosa, el cuadro puede ser soportable para los pacientes y se mantiene
incluso por varios años antes de que decidan consultar al profesional en algunas de sus reagudizaciones.

En algunos casos observamos quistes asociados con terceros molares, especialmente en la mandíbula, y
que se deben a procesos inflamatorios crónicos, o pericoronaritis crónicas, que por su repetición
estimularían la proliferación del epitelio del saco, y llevan a la formación del quiste paradentario. En la
unidad de quistes puede encontrar más información de éste.

Se sabe también que las infecciones respiratorias se pueden desencadenar y ocurren en forma
concomitante con pericoronaritis agudas y además la cirugía para el tercer molar por pericoronaritis
puede desencadenar dichas infecciones, la mayor incidencia se ha observado tres días antes de la
pericoronaritis (Meurman, 1995).

Los aspectos histopatológicos de la pericoronaritis no presentan diferencias de aquellos que ocurren en


cualquier proceso inflamatorio, ya sea agudo, crónico, o crónico-reagudizado. El infiltrado inflamatorio
que puede observarse está de acuerdo al tipo de inflamación que tenemos, si es aguda con predominio de
neutrófilos, si es crónico con abundantes células mononucleares, linfocitos, plasmocitos y macrófagos.
Muchas veces se observa también el epitelio reducido del órgano del esmalte, que por la inflamación
puede presentar cambios como hiperplasia o estar ulcerado.

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