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EL NEPOTISMO DENTRO DE LAS DENOMINACIONES RELIGIOSAS

Nepotismo significa: La predilección exagerada por parte de los que


acceden a un lugar de poder, por la familia, los allegados y los
amigos.
Un vicio establecido en la política y el mundo empresario de algunas
naciones, y aunque se le considera corrupción, porque violenta el
derecho humano, al impedir el acceso a las funciones por todos
aquellos que están realmente capacitados, se generaliza cada día
más en las áreas del poder.
Hijos, hermanos, cuñados, yernos, primos, sobrinos, la mayoría sin
reunir idoneidad para esos cargos, acceden por "acomodo", por
simpatía o afecto, a posiciones estratégicas con altos sueldos y
prebendas de privilegio.
En muchos casos, solo basta la línea sanguínea.
Esto es corrupto e ilegal, dado que para acceder a los cargos públicos
o cargos importantes, por ley se debe concursar.
En las sociedades meritocracias, el mérito o capacidad, justifica el
ascenso.
Esto que está enquistado hace años en las sociedades (y que
terminamos aceptando o ignorándolo) de un tiempo para acá infestó
a las denominaciones religiosas.
No es extraño las "organizaciones familiares", que funcionan como
bien de familia, dirigida y administrada por la familia del pastor, que
no sería malo si el Señor los llama y los vocaciona, si tienen la
capacidad y los talentos, pero generalmente como esto es digitado,
la organización debe soportar hombres y mujeres ambiciosos,
soberbios y carnales en el ministerio religioso.
Conozco muchas congregaciones, que igual a los políticos se
"acomoda" a todos los parientes en los cargos estratégicos, y
además son "mantenidos" por el tesoro de la congregación religiosa,
se reparten las utilidades, casas, sueldos, carros, como aquel Tobías
en los días de Nehemías:
"Y antes de esto el sacerdote Eliasib siendo jefe de la cámara de la
casa de nuestro Dios, había EMPARENTADO con Tobías"
"Para volver a Jerusalén; y entonces supe del mal que había hecho
Eliasib por consideración a Tobías, haciendo para el una cámara en
los atrios de la casa de Dios. Y me dolió en gran manera; y arrojé
todos los muebles de la casa de Tobías fuera de la cámara, y dije que
limpiasen las cámaras, e hice volver allí los utensilios de la casa de
Dios, las ofrendas y el incienso" (Nehemías 13: 4 y 7-9)
Lo más grave de este parentesco, era que Dios había prohibido que
los Amonitas y Moabitas JAMÁS debían entrar en la congregación de
Dios, y Tobías era Moabita, (pero pariente del jefe) (Nehemías 13:1)
¿No deberían ser llamados y apartados por el Señor todos los que
ocupan un lugar ministerial? Como en el pueblo de Cristo de los
Hechos:
"...dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo, para la obra
a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les
impusieron las manos y los despidieron" (Hechos 13:1-3)
(Luego Bernabé tendría problemas con Saulo (Pablo), por un sobrino
llamado Marcos)
Dirigentes que no lo son, líderes colocados a "dedo", cantantes que
desentonan y lastiman los oídos, músicos que ni conocen las notas,
"pastores" que nunca fueron llamados, su único mérito es
pertenecer a la familia pastoral.
Los defensores del "nepotismo cristiano" alegaran que son la
"familia sacerdotal" (tomando el llamado de Aarón y sus hijos) que
no se aplica en ninguna forma en la gracia, y además se olvidan, que
el Señor consumió con fuego a dos de los hijos de Aarón, Nadab y
Abiú por presentar fuego extraño en el templo. (Levítico 10:1-7)
Hoy tenemos mucho "fuego extraño" en las congregaciones (que El
Señor no mandó)
Luego están las Iglesias que serán heredadas (bienes gananciales), el
padre, el hijo, los yernos, las nueras, y los nietos, por "portación de
apellido".
También conozco (como ustedes), congregaciones y ministerios
religiosos con nombre y apellido.
Congregaciones o "ministerios" convertidos en pequeños feudos, el
pastor en el trono reinando, y sus hijos son los "príncipes y princesas"
aunque sean mundanos, irreverentes, inconversos, y ni conozcan al
Señor.
Y lo peor de ese vicio, es la destrucción que ha venido por esta causa
en grandes ministerios, congregaciones completas fueron
diezmadas, al asumir un pariente que nunca El Señor llamó, y si El
Señor no les llama a nuestras familias, no sirve de nada el acomodo.
Ten compasión de mí, oh Jesús, pues hay gente que me persigue.
Todo el día me atacan mis opresores, todo el día me persiguen mis
adversarios; son muchos los arrogantes que me atacan.
Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. Confío en Jesús y
alabo su palabra; confío en Jesús y no siento miedo. ¿Qué puede
hacerme un simple mortal? Todo el día tuercen mis palabras;
siempre están pensando hacerme mal. Conspiran, se mantienen al
acecho; ansiosos por quitarme la vida, vigilan todo lo que hago.
Una cosa sé: ¡Jesús está de mi parte! Confío en Jesús y alabo su
palabra; confío en Jesús y alabo su palabra; confío en Jesús y no
siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?
He hecho votos delante de ti, oh Jesus, y te presentaré mis ofrendas
de gratitud. Tú, oh Jesús, me has librado de tropiezos, me has librado
de la muerte, para que siempre, en tu presencia, camine en la luz de
la vida.

No te impacientes a causa de los impíos ni envidies a los que


cometen injusticias; porque pronto se cortaran, como la hierba;
pronto se secan, como el verdor del pasto.
Confía en el Señor Jesús y haz el bien; habitaras en la tierra y te
apacentarás en la verdad.

Deléitate así mismo en el Señor Jesús, y él te concederá los deseos


de tu corazón.
Encomienda al Señor Jesús tu camino; confía en él, y él actuará.
Hará que tu justicia resplandezca como el alba; y tu justa causa,
como el sol de mediodía.
Guarda silencio ante el Señor Jesús, y espera en él; no te irrites ante
el motivo del que prospera en su camino, de los que maquinan
planes malvados.
Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce
hacer lo malo.

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