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LA MÚSICA COMO NECESIDAD ELEMENTAL DEL HOMBRE.

Se ha escrito mucho sobre la música a lo largo de toda la historia. Lo que se pretende con
esta ponencia no es más que recapacitar sobre la importancia que tiene este tema en el
día a día de un hombre normal.
La música es uno de los medios fundamentales que el hombre tiene para expresar sus
sentimientos, su estado de ánimo, representar alguna situación concreta o, sin más, para
recrearse en la belleza de la propia música. Pero, ¿ realmente está en la naturaleza del
hombre el ser musical? ¿ Es un arte que surge espontáneamente desde los comienzos del
ser humano? O, por el contrario, ¿se podría considerar algo superpuesto a su condición de
animal racional?. Numerosas teorías sugieren que el origen de la música pudo estar en la
imitación de los sonidos que emitían los animales. Sin embargo, se sabe que los niños de
casi todos los países tienden a cantar una y otra vez el intervalo de una tercera menor, por
lo general entre estas dos notas: la bemol-fa; este mismo intervalo es el que se suele oír
en los cánticos de los hinchas deportivos. Es curioso. ¿Será este intervalo un "intervalo"
natural del hombre, del mismo modo que el cuco siempre canta la-fa? De todos modos, lo
que sí es cierto es que esto ya es un indicio musical.
La música constituye una necesidad elemental del hombre. El hombre canta cuando está
enamorado, cuando está triste, cuando estudia, cuando descansa, cuando camina, cuando
reza. La escucha en los momentos de mayor emoción y también en los de mayor alegría.
Es posible que el hombre, genéricamente hablando, necesite también tallar, pintar,
versificar; pero muchos seres humanos no tienen la necesidad imperiosa de tales cosas,
mientras que ninguno de ellos puede vivir sin cantar. En todo caso, cuanta más formación
musical se tiene, más se sabe apreciar la buena música y si falta esta formación, manda la
moda.
Una forma de expresar lo que la música produce en el oyente es a través del baile. Toda
persona tiene un cierto sentido del ritmo y al escuchar determinados tipos de melodías
como mínimo tenderá a seguir el ritmo con el pie, pudiendo derivar esto en el baile
propiamente dicho: no hay más que ver a los africanos o a los brasileños para entender
que el baile es un fenómeno natural. Además cada música producirá en el oyente un modo
de baile distinto: desde los más pausados hasta los más agresivos.
CONTENIDO, MENSAJE Y FORMAS DE LA MÚSICA
Vamos a examinar ahora los distintos rasgos a través de los cuales el autor nos transmite
una serie de ideas. La música nunca deja indiferente, aunque el efecto que produce en el
oyente es distinto según qué música sea. Cada estilo tiene su momento en el cual debe
ser escuchado, por ejemplo, en momentos de cansancio se tenderá a estilos melodiosos y
tranquilos, mientras que en momentos de exaltación se preferirán músicas más agresivas.
Un elemento fundamental es el ritmo, éste tiene mucho que decir. Buena parte de la
música moderna tiene un ritmo binario, siempre constante, es el caso del rock o el
bakalao.
Así también cada música tiene su propio volumen. Escuchar ciertas operas de Wagner a
un volumen bajo sería no haber captado el mensaje que intenta transmitirnos. En los
estilos actuales de música el volumen es una pieza fundamental. Lo que se pretende con
él es que el oyente no piense lo más mínimo ya que existe un miedo instintivo a quedarse
solo y en silencio y a tener que enfrentarse con la propia conciencia; de esta forma se
introducirá en su interior y se olvidará del resto de los que le rodean. Así podremos asignar
a los momentos de mayor alegría músicas que necesiten ser escuchadas en un volumen
alto, mientras que para los momentos de reflexión ocurre al contrario.
Otro rasgo a tener en cuenta son los modos o tonalidades en los que se desarrollan las
canciones. Éstos son la parte fundamental por la que se expresa el sentimiento de la
melodía. En la actualidad la música occidental tiene dos modos: el mayor y el menor. El
mayor se caracteriza por ser más vivo, con más fuerza; mientras que el modo menor es
más sentimental, expresa tristeza, melancolía, etc. Un ejemplo podría ser la melodía de la
canción principal de la película Titanic. Ésta se mueve fundamentalmente en tonos
menores, combinándolas con mayores en el estribillo para dar más fuerza.
Aunque no debemos olvidar que el elemento principal es la letra. El autor a través de ella
nos transmite sus ideas, nos cuenta alguna historia o, sin más, nos expresa sus
sentimientos.
RELACIÓN DE LA MÚSICA CON LA SOCIEDAD.
Con la música, el hombre se aísla por un momento de sus preocupaciones externas y se
hace uno con ella, aunque sólo sea durante cinco minutos en la ducha. Es algo que se
lleva dentro, donde podemos huir de los problemas y nos encerramos en un flujo constante
de corcheas y fusas, una melodía intensa llena de sonidos penetrantes o, simplemente,
con la cancioncilla del telediario del desayuno.
La música puede disfrutarse solo pero se disfruta más en grupo. Nadie va solo a un
concierto. Los países, los grupos sociales no se representan con un poema o con un baile,
sino por medio de un himno que todos sienten como propio.
La música sirve además para unir a los hombres. No porque la música sea condición
necesaria para que la sociedad exista, sino porque facilita un sentimiento común, más aun,
exige un esfuerzo de concordancia. Así, por ejemplo, el canto en un coro requiere un cierto
olvido de sí, ya que por un momento se dejan las apetencias propias para ponerse de
acuerdo con el resto del grupo y cantar todos juntos una misma melodía; y la belleza es
mayor cuanto más aunados
Por otro lado grupos de personas se sienten unidos, o más bien identificados, con ciertos
tipos de música y adaptan su forma de vestir, de actuar y, en general, de vivir con sus
músicos favoritos. Piénsese en el movimiento hyppie de los años sesenta y setenta, con
los Beatles como principales impulsores, o los actuales grupos de heavy metal, raperos,
punkies, bakalao, etc.
CONCLUSIONES
La mayoría de la música que se escucha (la música de "éxito") es por moda. Es necesario
enseñar a oír música, para que cada uno decida por sí solo. Para esto debe fomentarse la
educación musical, en concreto en la universidad.
Con frecuencia se utiliza la música como reclamo para la solidaridad con la organización
de conciertos benéficos; sin embargo, parece más un show promocional de los artistas que
un verdadero deseo de fomentar la generosidad.
La música actual es un producto de consumo, que nace y muere. Esto va contra la propia
música porque le resta valor.
La música como necesidad de expresión.
La música nace desde el principio de la historia del hombre como una forma de expresión,
una necesidad de comunicación, es una de las formas más bellas, sutiles, efectivas y
fabulosas que el ser humano posee para transmitir y expresar sus emociones y
sentimientos que son tan diversos como el mismo ser humano.
Para lograr un lenguaje propio a través de nuestro instrumento, es indispensable ser
honestos en nuestros sentimientos, urgar en nuestro interior y claro, tener la necesidad de
expresar (tener algo que decir) ya sea para nosotros mismos o para un escucha.
Para lograr ésto como músicos, es necesario aprender las herramientas y elementos que
la misma música nos ofrece, como las tonalidades, las escalas, los acordes, progresiones,
intervalos, velocidades, silencios, elementos rítmicos etc, etc. haciendo una mezcla infinita
de combinaciones, creando matices, momentos, sensaciones y hasta imagenes, tal cual lo
hace un pintor en un lienzo. De nada nos sirve aprendernos una escala si no expresamos
con sus sonidos, lo mismo pasa con cada uno de los elementos y técnicas que nos ofrece
la música.
Cuando aprendemos un nuevo elemento, primero nos familiarizamos, experimentamos,
concluimos y después procedemos a utilizarlo, ¿no es verdad?.
Un músico que no tiene nada que decir a través de su instrumento, ya sea como
compositor o como intérprete, es como un escritor de cuentos sin una historia.
La música no nació para aparentar y/o lucirse por vanidad. La música no es competencia
ni ego, la velocidad o la agilidad en determina técnica no sirve de nada si no somos
capaces de expresar y ésto lleva obviamente a la NO trascendencia de lo que se hace,
pues cuando alguien aparenta, el ego se hace más que evidente.
La música en su gama de expresión es inmensa, como lo son cada uno de los
sentimientos y emociones que el ser humano posee.
Como ejempo; Cuando hablamos de política con un grupo de amigos, cada una de
nuestras ideas forman frases coherentes con relación al tema del que se habla y aportan
nuestra opinión en la charla. De la misma manera abordamos, expresamos y
desarrollamos un discurso mediante nuestro instrumento con cada tema o canción elegida.
Como conclusión: Hay que estudiar mucho y aprender el máximo de elementos y
herramientas que la musica y la vida nos ofrece para un mejor desarrollo, expresión y
libertad en nuestro instrumento como si fuera una extensión de nuestro cuerpo.

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