Los magios

Sar

Ensayo breve
Ya es muy poca la gente que va a un museo. En un día promedio uno se encuentra a un

grupo de algún colegio (van medio obligados), algún turista que no tiene nada más que

hacer durante el día y uno que otro transeúnte. El problema no es de plata, muchos museos

son gratis, o si no son relativamente baratos. Tampoco es falta de interés por el arte en

general, las exposiciones sobre Goya, Andy Warhol y Leonardo Da Vinci demostraron lo

contrario. Aunque lo anterior se debe estudiar más a fondo, pues se trata de tres artistas

muy importantes globalmente. Puede ser falta de publicidad, el cual es problema de los

museos seguramente, no les conveniente invertir en algo que no da un centavo, y los

perjudicados son los artistas, condenados a una vida de clandestinidad (condenados si

quieren hacerse notar).

Pareciera que el arte es una organización como Los Magios de los Simpsons, claro, sin el

poder mundial que les brinda George Bush, Jack Nicholson y Mr. T, pero sí lleno de

marcianos que hacen muchas cosas que solo entienden ellos y sus pares. Para el „público

general‟ el artista promedio colombiano está escondido en una cueva, de juerga con otro

mundo de gente mientras adora al líder de la sucursal, que por cierto nadie sabe cómo llego

a ese cargo.

Siendo un miembro del „público general‟ me atrevo a decir que el arte es algo dirigido a un

grupo exclusivo de personas. Lo digo basándome en la cantidad de personas que van a un

museo a disfrutar del arte (por voluntad propia), en la menor cantidad de individuos que

entienden, o de ser el caso dan una interpretación propia, a lo que quiere decir el artista en

su obra (si es que quiere decir algo), y en que a mí no me gusta lo que hacen muchos

artistas, pero ya eso es mi opinión personal.

La fotografía le quito gran parte de espectadores al arte desde sus inicios en la primera

mitad del siglo XIX. Ahora que esas fotos cobran vida en la televisión el arte tiene una
competencia absurda. La gente se conforma, se alimenta, y es feliz, viendo las noveluchas

que se producen localmente. Me cuesta creer que la gente se entretenga viendo la copia

barata de ER, donde una pareja es atravesada por un tubo y quedan pegados, sin poderse

mover, y al rato vuelven a aparecer en escena, pero con otra ropa. Señoras y señores, ese es

el “arte” que está llegando a los hogares colombianos.

Los que ven televisión como Señal Colombia o Canal Capital son muy pocos (Los Magios

y otros cuantos), y no sobra decir que la calidad de imagen de estos canales no es la mejor.

Lo poco que hay para ver se ve mal. Acá la gente prefiere que se vea bien y sea pura basura

a que se vea un poquito mal y sea enriquecedor. Esto imposibilita un poco el hecho de usar

un medio para combatir al mismo y llevar el arte a las masas. No hay competencia (si la

hay) al mismo nivel.

Lo más lógico, desde la perspectiva de un miembro del „público general‟, es llevar el arte a

las calles. Por supuesto, ha de diferenciarse del graffiti aficionado, lo cual es algo común y

que, creo yo, no agrada, y del graffiti en general, pues hacer lo mismo que se ha venido

haciendo es poco creativo. Además de evitar una saturación de las calles con arte,

convirtiendo a la ciudad en una „mermelada‟, se debe cuidar el contenido que se va a

mostar, siento este algo bien sustentado, muy personal del artista pero que a la vez el

„publico general‟ se pueda identificar, de una u otra manera y no a un nivel básico como

“Oh, me gusta ese color”, con la obra.

¿Que diferentes medios adoptaron el arte y lo llevaron a un nivel comercial? Posiblemente,

pero el antes llamado arte, al sufrir esta transformación, deja de ser arte, para convertirse en

algo comercial. El verdadero arte debe luchar para diferenciarse de esto, sin estar

necesariamente recluido en un museo. Pareciera que los artistas se dedican a expresar sus

sentimientos e ideas en lo que, su mayoría, son demostraciones de las capacidades que

tienen al usar ciertas técnicas, dejando a un lado el contenido y la comunicación con el

espectador. El arte se ha convertido en la publicación de un diario personal, expresado en

un medio visual o sonoro, del artista, limitan el entendimiento de la obra y la identificación

con la misma al artista. Pareciera que experimentan con lo que saben y hacer, obtienen una

obra y finalmente se rebuscan un significado. Otros artistas se dedican a hacer algo bonito

para que la gente del publico diga “me gusta, le quedo bonito”. Respeto y admiro a los

algunos artistas (los demás son un montón de idiotas que creen tener ideotas), pero creo

firmemente en que aquellas personas que merecen el título de artistas pueden hacer cosas

increíbles y memorables.

Al final de cuentas lo más probable sea que ese significado, alguna vez rebuscado, se pierda

cuando un miembro del „publico general‟ observa a la obra, pues este hace el mejor

ejercicios de abstracción y se limita a ver y no a observar, y a oír sin escuchar, pues no es

prioridad la interpretación de la obra y la relación de la misma con experiencias pasadas

propias.

Yo no tengo la solución al problema que estoy denunciando, al menos no por ahora.

Tampoco sé si a Los Magios les interese cambiar las cosas (muy triste si no les importa).

Ciertamente a la gente no les hace falta el arte en sus vidas, pero si lo tuvieran sería algo

muy valioso.

Es cierto que el arte se da muchas libertades que nadie debe ni puede eliminar, como el

poder limitarse a la belleza estética de una obra. Pero el darle un significado personal del

artista, y que a la vez sea un significado cultural y social, es un valor agregado que le da

contexto a la obra y, seguramente, permanencia en el tiempo.