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El texto que presento para este certamen no trata ningún tema puntual o trascendental
y una necesaria reflexión, y que sin duda hace parte de las producciones plásticas del
Presento en este ejercicio, que por primera vez trasciende las aulas, un problema que
nos compete de base a todos los interesados en las Humanidades, la Literatura y las
lector. Tan simple pero necesario, un tema tan implícito para la producción intelectual,
Ante tantos estudios por adelantar y brechas conceptuales que cerrar sobre el arte
oficio de la escritura en las artes, teniendo en cuenta que nuestro acervo contemporáneo
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forma en que se conforman las ideas, desde quién lo escribe hasta el que lo recibe, el
porque más que una crítica a la forma de escribir de los artistas, filósofos e
entender el valor del oficio de la escritura y la lectura, pero sobretodo, lo que aquí nos
cómo dialogamos con un lector que con frecuencia se nos convierte en los mismos ocho
incomprensible. Y eso si hablamos del caso capitalino, que escribe en la mayoría de los
casos sobre los fenómenos del arte y los artistas de Bogotá. Se hace evidente un vacío
provincia, de la localidad, de la tierra caliente o más fría que esta, como quieran
llamarle. Se agotan y trillan los temas, se desvanecen en el olvido los clásicos ( artistas
e instituciones) de las diferentes regiones del país, se desintegran sus archivos a pesar de
estar en boga su estudio y manejo; queda mucho por escribir, mucho por mapear y
mucho por descentralizar. Se siente entonces una especie de red de pocos ungidos por
la escritura y muchos temerosos por lanzarse a un vacío que no resulta tan profundo;
pienso que algunas de las pre-ocupaciones que deben tenerse en cuenta están esbozadas
Mi postura crítica frente al oficio de la escritura y el deber del lector al exigir cohesión,
resultados frente a los estudiantes, pero lastimosamente enfocan sus fuerzas para la
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manera de ensayo y producto de un ejercicio final de clase corresponde a una pregunta
que me hago constantemente: ¿Por qué se presta tan poca atención formativa al oficio
de la escritura y la lectura? ¿Por qué tenemos un lector en artes tan poco exigente?.
curso Taller de Escritura. No vale la pena dar mayores detalles sobre la maestría que
para usted mi querido nuevo lector; no importa, considero que los argumentos expuestos
algunos de sus apartes, revisando por cuarta o quinta vez su tejido hasta considerarlo
como un traje a la medida para mi receptor, que en ese caso era Santos Domecq: para
que pueda usarlo y ajustarlo a su medida. De hecho lo invito a usted lector, a que sea un
¿Por qué lo invito a leer este escrito? Porque rompe el halo de intimidad entre el
verdadero Santos y yo; porque la escritura es un acto público, una ceremonia que
depende del entendimiento y el gusto que yo le suscite a usted. Lo único que espero es
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Finalmente, la iniciativa de poner a rodar este texto se la dedico a William Gómez
Sanabria (q.e.p.d), quien fue el motivo para que ésta carta-ensayo saliera a la luz por
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Bogotá, 5 de Junio de 2009
Noté tu gusto por la literatura y tu buen tono en la lectura de las reseñas que
presentábamos. Eso del tono suena subjetivo quizás, pero así es: cuando leías lo que
escribías en clase sonaba muy bien, con coherencia y concreción. Ahora, a manera de
ejercicio final de clase, debemos revisar y comentar un texto; dicho texto que tengo en
mis manos es tu trabajo final de Historia Urbana y debo revisarlo con minuciosa
atención y hacerte una cuantas observaciones sobre tu forma de escribir. Esta carta
Ya sabes que este escrito contiene el sentido coloquial y sin presiones formales de una
carta, aunque en algunos momentos rompa la regla epistolar: pasar de una escritura “a
chorro”, redactada casi como se habla, a modular un poco el tono íntimo para mi
ejercicio.
Es por eso que comentaré tu texto titulado ( ¡un momento, no sé!, quede con la duda si
la cita introductoria con la que iniciabas el texto era el título o una cita sin pie de página
y nota aclaratoria) “ A falta de pan, tortillas” … uhm!!… de entrada puedo intuir de qué
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Como te venía diciendo, no quiero ser formal en esta carta, no quiero concebirla como
tal. Quiero que sea un momento charlado, entre tu y yo, así pierda su tono de privacidad
Quiero sacarle provecho al sentido íntimo y confiado del género epistolar. En este
espacio podré conjugar un poco la escritura formal con la coloquial, tal como te hablo
en el corredor del SINDU. Te advierto que de todas formas tendré que utilizar
formalismos, reglas y normas de conducta en este texto, así sea una sencilla carta.
Encontrarás pies de página, normas APA, ojalá bien referenciadas, entre otros
artilugios. Hasta el tipo de letra que hoy empleo la pensé para la ocasión.
Este carta quiere hablarte sobre tu escrito; no tanto de la forma en que analizaste el tema
que presentaste, sino cómo lo escribiste, qué puedo decir de tu escritura y qué puedo
decir como lector de esa partecita de México que de entrada me dejó antojada y hasta
con apetito, pero al final me dejó con un huequito. O más bien con un huecote, porque
sentí que me hablabas de tres temas sin desarrollar, en donde prevalecía el discurso
proceso de mestizaje y su larga duración en la historia del país azteca, además de cómo
estos componentes culinarios nos cuentan una historia de ciudad y nos dan luces para
Esto último fue lo que yo entendí del texto. Pero ahora que estas hablando de cocina e
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Cassany invita a pasar para complementar sus ideas a Gloria Serrés. Ella comenta muy
a cuánta gente vas a invitar, ni qué menú escoger, ni qué mantel poner…. Ensucias
ollas, platos, vasos, cucharas y cazos. Derramas aceites, lo pisoteas, resbalas, vas por los
suelos, sueltas cuatro palabrotas, maldices el día en que se te ocurrió la feliz idea de
reluciente, como si nada hubiera pasado. Los amigos te felicitan por el banquete y tú
sueltas una de esas frases matadoras: “ Nada… total media hora…¡ Todo lo ha hecho el
horno”. (Cassany,1993;31p)1
La cita de Cassany nos indica querido Santos que la escritura es un acto de generosidad
y del buen anfitrión. Así al final el escrito se vaya en la lectura de unos cuantos minutos,
su proceso previo fue largo y agotador; y cómo en todo acto público, la escritura y la
lectura serán siempre una fiesta: a algunos les gustará lo que hiciste, a otros no.
De hecho ésta carta ya no te pertenecerá en el preciso instante de ser leída por otro que
no seas tú.
Quiero contarte que sobre la relación entre lo que hablamos y cómo lo escribimos,
fluctúa entre todos los ejercicios creativos de escritura, que ilustra la vida con mayor
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CASSANY, D.(1993). La cocina de la escritura. Séptima Edición. Barcelona: Anagrama S.A.
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soltura que la misma novela, la poesía, la reseña y que cómo un hijo pródigo, vuelve a
De una vez te adelanto que los referentes o autores que dialogan en este texto conmigo,
son para ti, para que los recuerdes y te sirvan de punto de partida a manera de legado
para tus propios intereses; considero que ese es el verdadero objetivo de las citas, las
“La palabra ensayo viene del francés essai, intento - y muchos ensayistas,
incluido el más grande de todos, Montaigne, han insistido en que una seña distintiva del
incluso revisándolo como buena maestra con lapicero de colores. Ambas lecturas me
La primera, como una lectura rápida e introductoria, me presentó los sabores de México
reseña de tu ensayo final para el curso, un texto de 7 páginas, a doble espacio, letra
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SONTAG, S. (1997). El Hijo Prodigo. Prólogo a The Best American Essays. EN: revista El
Malpensante. Bogotá.
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redonda y clara y con un buen uso general de las formalidades técnicas para hacer
que posteriormente haré referencia. En la segunda lectura me detuve más a mirar qué
decías, cuántas voces percibía en el texto, cuántos planteamientos quedaron sin resolver.
Por el momento puedo adelantarte que sentí tres Santos que me hablaban con tres
Sobre los procesos de composición, Cassany nos regala una cita de James B. Gray en
donde señala:
Nadie nos dijo que escribir y dedicarnos al oficio iba a ser fácil. Es una madeja mental
escribir.
Sobre el oficio de la escritura se me viene a la mente una frase muy coloquial y muy
linda que alguna vez escuche: “ amor no quita conocimiento”. Algo muy diferente es lo
que deseamos al escribir y otra, diametralmente opuesta, es lo que las normas nos
exigen al escribir. Hay que lograr el equilibrio entre ambas, combinar el deseo, el ir y
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Cassany, Ibid.
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venir con la disciplina y la buena forma. Porque para escribir Santos, hay que tener buen
donde me permites respirar entre líneas, citas y tipo de letra. Como lector me quedó
faltando un mapa más amplio de pies de página y aclaraciones. Algunos términos sobre
hablabas del mercado por el contexto mismo enunciado en el párrafo, pero era
termómetro del mestizaje…”. Olvidaste varias veces presentarme al sujeto y diste por
hecho más de una información para mi como lector que no conozco nada de México.
Claro, yo pase por esas calles, incluso contigo y de la mano de Germán Mejía y Carlos
Niño, pero no importa: Debes presentarlo siempre, reiterar, volver a lo dicho hasta que
siempre y olvidar esos detalles mínimos pueden resultar desastrosos en un oficio como
el nuestro. Estas puntadas hacen parte de la costura final, son los sazonadores finales de
nuestra cocina a lo Cassany. Es tu taco con pico de gallo. Sin ellos, es cómo si
careciéramos de modales ante una mesa con comensales. No quiero decir con eso que
como tus pares a los que sólo crees dedicarles las líneas sobre México. Esa dedicación
debería de ser más amplia, no te parece?. Siempre he pensado que las opiniones de los
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más ajenos al tema son las más importantes: allí no hay prejuicios. En ese tono vale la
Volviendo. Otra cosa que perdías de vista era el sentido de la puntuación. En algunos
casos cuando exponías tus ideas, los párrafos eran muy largos, habían muchos ideas
deshilvanadas, aunque bien redactadas. Sólo retazos y eso se debe a nuestros afanes
cotidianos y académicos, no cabe duda. Ojo con lo siguiente: la puntuación, tal como lo
tienen tonos que le dan música a tu texto. Le dan un ritmo y un respiro a tu lector, tal
como lo describe Estanislao Zuleta en las citas que te regalo más adelante.
letras de la Universidad del Valle. Fue un estudioso del ensayo, enamorado del
criticar a sí mismo; en poder tomar una distancia irónica sobre sí mismo. Por eso los
guiones y los paréntesis pueden incluir lo esencial (…)” (Zuleta, 1994;205 y 208p)4
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ZULETA, E. ( 1994). Elogio de la dificultad y otros ensayos. Primera Edición. Cali: Fundación
Estanislao Zuleta.
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Los signos de puntación acotan las ideas. Recuerda la frase rememorada de épocas
romanas y que resulta tan popular: “ divide y vencerás”. Haz frases más cortas con ideas
más puntuales. Sabes algo, ojala resulte tan buena consejera de mí misma con todas
estas observaciones que te hago. ¿Por qué será que es tan difícil auto editarse?. Te
confieso que yo jugaba a la ruleta rusa con los textos y a partir del ejercicio académico
de la Maestría entré en razón. Sentía cierta fascinación por escribir a chorro, mirar una
sola vez el texto y entregar. No se si contaba con mucha suerte o con mucho tino, pero
no me fue nada mal. Pero claro, ahora las exigencias son otras y no te sientes capaz de
Sobre la segunda impresión que me dejó tu escrito, te cuento que le dediqué mucha
lo digería.
manera alusiva y enigmática de anunciar un tema que sólo encontrará más adelante toda
concepto de la lectura que, a medida que se hace más exigente y más minucioso, libera
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Zuleta, Ibid.
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Te confieso Santos, que a partir de los planteamiento de Zuleta, mi lectura se volvió casi
mirándolo.
Con la segunda impresión del texto quedé antojada. La cita inicial “ A falta de pan
Me quedé con las ganas de saber sobre el laboratorio de ciudad de Sergei Gruzinski,
autor del libro “ Ciudad México, Una historia”. No encontré claramente el vínculo con
el inicio del texto, donde planteas la reflexión sobre la ciudad contemporánea y cómo
los instantes representativos configuran la idea de ciudad. Sobre dichos instantes quedé
apenas intuyéndolos, porque a medida que pasa el texto, percibí que hablabas de cómo
su historia contada por medio de su gastronomía; cómo están reveladas las dinámicas
Es curioso lo del ensayo, porque en la Maestría, nuestro ejercicio semanal han sido las
y otro.
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Vuelvo a llamarte a Susan Sontag para que nos comente a ambos las siguientes
“(…)La cultura regentada por las universidades siempre ha mirado el ensayo con
exageración, la travesura.(…)
“Es este punto de vista uno quintaesencial para el ensayista: convertir el mundo y todo
Teniendo en cuenta los derroteros enunciados, no te parece que vale la pena escribir?
Finalmente Santos, considero que lo más importante de todas estas reflexiones que te
presento es haber quedado enganchado, preocupado con todo lo que aquí te comento.
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Sontag, Op Cit.
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“De pronto este lector “ anestesiado” necesita anzuelos para que “pique” y siga por si
(Gutiérrez, 2007;19p)7
Tanto la profesora Gutiérrez como los demás docentes, nos dejaron “picados” con los
consejos y las inquietudes sobre el oficio de leer y escribir, pero sobretodo, con las ideas
latentes de los autores referenciados. Y esto último, nos va a seguir susurrando al oído,
queramos o no.
propone. Las diversas lecturas que él mismo hace sobre el ejercicio del escritor, ante
todo como un profesional responsable de comunicar claramente una idea, una posición
política, un acto sincero y sin afectaciones expresado en una prosa legible, un lenguaje
claro que propicie un mejor trato entre hombres y mujeres ( muy a su estilo colmado de
calentamiento previo de un aparato que necesita tiempo y sustancia para dar resultados.
Querido Santos, ¿qué se siente al escribir?... Esa es una buena pregunta… Fue muy sano
cuestionarse sobre el ejercicio propio de la escritura; detecté los problemas que causan
de responsabilidad. Hay placer, hay dolor, hay momentos de júbilo y de angustia; siento
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GUTIERREZ, N. ( 2007). Mirar, Leer, Escribir. Primera edición. Bogotá: colección SinCondición.
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un gran compromiso al escribir, así este ejercicio sea por el momento formativo, es
Algo importante que aprendí de éste taller de escritura es el ser generoso, buen anfitrión
y agradecido con el otro que nos ofrece un texto para ser leído, y a su vez, cuando
escribimos. Gracias por los aromas de México, por la receta de las tortillas, por tus
cuántas páginas en blanco vengan por delante Santos ( y son muchas las que nos faltan),
tortuga y de la autoedición:
“ Dedico estas palabras a las cosas de la vida que no comprendo, a todas y a cada una de
las cosas que mueren ante mis ojos. Dedico estas palabras a la imposibilidad de
encontrar una palabra igual al silencio que se haya en mi interior”. (Auster, 1990; 92p.)8
Q.C.
Pd: Un último regalo: las referencias bibliográficas de donde salió esta pastoral.
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AUSTER, P. (1990). Pista de Despegue. Selección de poema y ensayos, 1970-1979. Barcelona:
Anagrama S.A.
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Bibliografía:
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