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EL PRJNClPIO DE INDIVIDUACIÓN
;, ·.
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOSÓFICAS Cuaderno 40
des que le vienen de ellos· La mat ena' es el sustratc , º. recep- da por la can -
, inada o dim nsiona
taculo potencial de la forma ' y Ia forma es la perfección ac pues, dé una materia determ
e
.
tualizadora ue hace a1 �ompuesto ser una sustancia y que le tidad.6 cor
. a la relación de la materia
inhieran sus �iversos accidentes. De este modo , cada mat ena ·. Est? se explica atendiendo bas , p e ro
. ea se compo ne de am
funge como potenc1a · que recibe y limita el acto de la forma . . la forma. La sustancia corpór acc i
La. forma es el acto que da ont1c'd
. tud de la forma: incluso d
1 ad plena a la cosa der1 1.- recibe los accidentes por vir Esta
á en la línea de la materia.
tada p�r la materia, y le da lo específico de la clase de cosas � dente de la cantidad, que �st ind ivid uo, es la
.dad numérica del
-por e1emplo, la humanidad- a la que el ind·1v1'duo perten
., e. cantidad, que aporta la uní otr a p a r
' inada, aunque -por
ce. Y ' as1 como l a forma es principio de esp ec1. f1cac1on, la extensión dimensional determ l a m
. ón en cuanto a l a figura y
materia es principio de individuación• te- con cierta in determinaci
e
o
. iar en el in dividuo, aun cuand
o � ª teo �ía gen eral. �� Aristóteles sobre. la materia y la dida, ya que éstas pueden var n que
�: (�ttemorftsmo) rec1b10 -sobre t0d 0 e? cuanto al prm- . l mismo. La determinació
fo . éste permanezca siendo e
7
. . ma t ria es la
es que afectan a la
cipio de individuación 1:S e as mterp . retac1�nes y notables conviene a tales dimension
e
pr ciso
individuo en el mo mento
modificaciones según ::; :;
u as que la estud1aron .. Será con- que j ustamente pertenece al
e
en que se lo considera .
.
ma es principio de especifica
. .
..
.
, Cfr. J. . Assenmacher Die Ge h ·h e des nd1viduationsprinzips in Como ya se ha dic ho , la for
ua,
rre directamente a la individ
ción· y, como tal, no concu
der cholastik, uipzig: Meiner t;2� R
S J i.
nin� g, The Principlel
of fndividuation. A Comparat i�e Study · of Sa;
r
omas, Scotul and
.
Suarez, Washi ngton·. The Cath or,e Un1vers1ty . of America Pre ss,. 1950.
•cfr. Aristóte le·s Phrys1ca, 1 7 .190b20·, A . M ans·1o n , lntroduction ci
.
La phrysique aristoU. /icienne i,¿u . ; Nauwelaerts! 1945; D. Oubarle , dist.8, q.S, a.2.
5
Sto.Tomás, In I Sententiarum .
"L'idée hylemorphiste d' A;istot/:;""
. la �omp�éhens1on de runive rs", e� Idem.De ente et essentia, c.2.
e. q.4, a. 2.
6
. philosoph
Revue des sciences . .
iques et t h eo/og,ques, 36 (1952), pp.3-29, Cfr.ldem.In Boethii De Trinitat
205-230.
7
8 GODOFREDO GUILLERMO LEIBNIZ DISCUSIÓN METAFÍSICA SOBRE El PRINCIPIO DE INDIVIDU ACIÓN 9
ción del cuerpo : lo hace s ecundariamente, al permitir la inhe pio <k in�ividuacié,n como materia signata qµantitate. 1 2
rencia ele la cantidad en la s u s tancia corpórea. Pero tampoco
la materia individualiza s ola, sino con el concurso de la can
1 . Rscuela escotista
tidad, la cual adviene -en cuanto accidente- al compuesto
por virtud de la forma,, y no antes de ella.• hilc":'or
Duns Escot o ercctúa su propia intcrprcta<.:iún del
Por eso la cantidad concurre a individualizar junto con la a tencta Y
fisnio aristot(·lico. Para él la materia no es p�r_ p �
<
materia en el compuesto, donde ya se da la forma, la cual per l era del
n:ccptividad, sino que tiene una entidad. p�s1t1va �
mite la inherencia de l os accidentes en la sustancia. Por otra nt1dad po·
intdc cto y de su causa. 13 Ya que la matc�rn ucnc �
parte, ya que es un accidente, la cantidad s ola mucho meno s ia indep endie ntemente
sitiva v actual, tiene su onticidad prop
podría individualizar al compuesto o sustancia corpórea.9 En recur so a la for
de la í·orma. • Así, puede ser entendida sin
4
consecuencia, es ta función individualizadora la ejerce la ma te antes de ella al �enos por
ma, y aun puede existir sin ella y
ria, primordialmente, y la cantidad es un aditamento que acu ena como la
virtud de la intervención divina. 5 Tanto la �at
1
que no tengan exactamente existencia actual cabe el com visto- ni la materia, ni la forma, ni el compuesto �e �mbas,
puesto, sino existencia "formal". 1 8 nt e
pues ninguno de ellos implica singularidad. Es.algo d 1st1. � �
Esto hace, sin embargo, que el compuesto sustancial conste ellos (con distinción forma/is. ex natura re,); ! ta p rmc1
�10
de dos sustancias incompletas que son la materia y la forma.
de individuación . es la última realidad del ente (ultima realita
s
Y, como cada una tiene su entidad, ninguna de las dos con
entis);23 la cual, a pesar de qu.e no es la forma, está en el or
fiere la unidad al compuesto. Sobre todo, no lo hace la mate a ella,
den de la forma. Aunque no es la forma, perten�ce
ria; y tiene que hacerlo, entonces, algo que -sin ser propia · de la
porque es una determinación positiva -una forma litas=
mente la forma misma- esté en el orden de la forma. Decidi
uididad o esencia de la cosa; y esto s6Io puede darse e� el
damente, Escoto rechaza la individuación · por parte de la ma
�rden formal: es . la formalidad ú_ltima o ulti,:na :; tualita
s
teria y la cantidad. Para explicar la individuación, la expresa la En una
como un proceso de restricción o contracción sucesiva. El pun formae 2 que es como Escoto defme
4 haecce,tas.
to de partida es el universal o la naturaleza común, Así como, fórmul; difícil, Gilson la resume diciendo: "Se trata, ento�
ces de una individuación de la quidid
ad, pero no por la qm
en el plano lógico, el universal es contraído por diferencias has.
ta llegar a la especie especialísima y en ella se da la unidad nu did�d. Tal vez podría decirse, sin traicionar a Duns Escoto ,
mérica que constituye al individuo, así también, en el plano que es una individuación de la forma, pero no por la for-
ontológico, la naturaleza cc>mún o universal se contrae por ma" .26
formalidades progresivamente más particulares hasta llegar
al individuo. 19 Tales formalidad t;s son elementos entitativos 5. Escuela nominalista
que se distinguen entre sí con una distinción formal, interme
dia entre la distinción real y la distinción de razón. 20 Sin Ockham comienza su enseñanza física recogiendo las dos
·
tesis de Escoto: (i) la materia tiene cierta entidad o ac�? p
ro
embargo, no tienen unidad numérica, pues son determinacio�
nes formales o específicas, y la unidad específica no alcanza pio, aunque es potencia con respecto de la formaJ Y (11) hay
da
una pluralidad. de formas en el compuesto sust�c1al. Pero
a la unidad numérica. Por tanto, debe da_rse una formalidad a la materi a como a la
una interpretación distinta tanto
o determinación formal última, que cierre la unidad del indi
forma.
viduo, y que sea el principio de . individuación. A esta forma . (la célebre
Para evitar distinciones y entidades innecesarias
lidad última y sobreañadida Escoto _ la llama "haecceidad"
("haecceitas") el ser de suyo esto. 2 1 »cfr. Idem, Opus oxoniense, l . 11, d. 3, q. 6, n. ll-13..
Y es que la sustancia es individualizada por algo positivo 2
3 Cfr. /bíd., 1. 11, d. 3, q. 6, n . 15.
que determine de manera última a la naturaleza común o 24 Cfr. Idem Reportata parisiensia, 1. II, d. I 2, q. 6, n. 13.
25 Cfr . T B�rth "lndividualitat Ünd Allgemeinheit, bei J. Duns Sko
universal, haci ndola, por así decir, naturaleza individual. En
consecuencia, debe ser individualizada por algo que funja tus. Ein o�tologi�e Untersuchung", en Wissenschaft und Weisheit,
22 (1955), pp. 129-216; 23 (1956), pp. t l7·I_36; 24 (l ?,57?, pp 106-
.
l 19, 198-220; S. Belmond, "L'heccéisme scottse. Ce quil n est pas, ce
Cfr. Idem,Jn VII Metaphys;corum, q. 20, n. 2-5. qu'il est", en Etudes Franciscaines, 47 (1935), pp. 1 59-170; M. �
11
Cfr. Idem, Opus oxoniense, l . 11, d. 9, q. 2, n. l O. Sciacca, "La 'Haecceitas' di Duns Scotus", Studí sulla {ilosofta medie-
19
20
Cfr. M. Grajewski, 'Jñe Formal Distinctions o/ Duns Scotus, Was- vale e moderna, Napoli: Perella, l 935. .
hington: Toe Cáthofü: University of America Press, 1944: . . l6 E. Gibon, Úan Duns Seor. Introduction d ses positions fondamen-
21 Cfr. J: Duns Escoto, Reportata parisiensia, l. 11, d. 12, q. 5, n. 8. · ·
tales, Paris: Vrin, 1952, pp. 464-465.
12 GODOFREDO GUILLERMO LEIBNIZ DISCUSIÓN METAFÍSICA SOBRE EL PRINCIPIO DE INDIVIDUACIÓN 13
"navaja de Ockham"), identifica la materia con la privación cipio de individuación ya de antemano. La susta� cia corpórea
(de fonna);17 identifica además la materia y la potencia;21 se individualiza por sí misma, por toda �u en�1dad; pues su
y también identifica materia, cantidad y extensión, es decir, esencia no se distingue realmente de su ex� stenc1a, y, P�r el�o,
no hay distinción real - única distinción que admite- entre la cada sustancia se individualiza por su . m1sm� ese�c1a .
mtrm
cantidad y la sustancia material, puesto que la sustancia mis secam.ente, no por algo extrínseco que se le anada. ,
ma está constituida por su unidad numérica; en consecuencia,
la sustancia se individualiza por sí misma, ya que sustancia y Toda distinción, según Ockham, es separabili�ad real �ntre
cantidad son lo mismo.29 Así, la cantidad no le sobreviene a cosa y cosa. y lo que distingue identifica, es decir, da umdad.
la materia como un accidente añadido por virtud de· la forma Ahora bien, los entes corpóreos se distinguen �e�lm�nte unos
sustancial, sino que "la cantidad continua permanente es el de otros numéricamente. Luego tienen una �1stmc16� y u�:
objeto mismo, que tiene sus partes dispuestas en el espacio; unidad ...:...individuación- que brota de s� m1sn_ia ��t1da�.,
además, la cantidad discontinua (discreta) o número es lo Tal distinción separación, unidad numénca o md1v1d�ac10n
mismo que aquello que es numerado, y no una entidad que la realizan de' manera intnnseca,
· ' ,s ya que algo extrmseco
.
de la misma .
entidad en
sobrevenga a los elementos".,º -según se ha dicho- sería diferente
cuestión. Por ello, desde los principios intrínsecos _ de la cosa,
A esta peculiar teoría de la materia le corresponde una co . . . . , ·
ésta se md1V1d uahza por s1 misma, esto es por su entidad to-
rrelativa teoría de la forma. Para Ockham, "puesto que la .' . . .
materia es comprendida sólo como una 'sustancia plástica' , la tal.,. En consecuencia, el principio de md1v1d� ac1ón, rara
forma no será otra cosa que la figu�"., 1 Y, en esta perspec Ockham, es la misma entidad total de la sustancia corporea.
tiva en la que materia y forma tienen entidad propia y son
independientes, el compuesto de ambas aparece como una 6. La síntesis suareciana Y la solución de Leibniz
yuxtaposición de las mismas. Sin embargo, Ockham insiste en
que para la unidad de la sustancia corpórea -que es el com Suárez también concede a la materia entidad pr?pia: tiene
un acto entitativo, aunque imperfecto, porque_ esta en p�ten
puesto de materia y forma- basta la simple yuxtaposición de
sus dos elementos, sin ningún otro aditamento. Ambos· ele cia para diversas formas.,, Pero, al tener enttda� pro 1a, !ª
�
mentos (materia y forma) constituyen un todo, y no hay di materia no puede limitar al individuo. La matena y a cm s
ferencia entre el todo natural y el todo artificial: la yuxtapo la forma, que constituyen la esencia, tendrán qu� hacerlo Y,
:
sición o composición de forrna y materia constituyen la así, el ente individual está limitado por su ese�cta (maten� Y
· _
entidad total de la cosa.JJ forma), junto con su existe�cia, ya que la ese�c1a no se d1stm
. .
Por eso a Ockham le parece resucito el problema del prin- gue realmente de la existencia. Quen_e�do concthar a Tomás Y a
.
Escoto, Suárez obtiene una conclus1on que más bien lo acerca
G.· de Ockham, Sf!'lmulae in libros Phylicorum; pars. I,
28 Cfr ldem, In I Physi c. 1 1 .
27
corum, tr. 4, c . I . ·
29 Cfr. Idem, In IV Sententüzrum,
,,Cfr. P. Vignaux, Nominalisme au xive si�c/e, Montréal-Paris: lns·
q. 4. titut d'études médiévales, 1948, pp. 8_5 ss.
1dem;Summa Logicae, pars I, c. 44.
Cfr. G. de Ockham, In I Sentent111rum, d. 2, q. 5.
30
· I¡
''Cfr. F. Suárez, Disputationes Metaphy11cae, d1sp. l3 , sect. 4, n· 9·,
32 Cfr. G. de Ockha
m, Summulae in libros Physicorum, pars I, c. IS. /bid , disp. 13, sect. S, n. l l.
.
)4 GODOFREDO GUILLERMO LEIBNIZ. DISCUSIÓN METAFÍSICA SOBRE EL PRINCIPIO DE INDIVIDUACIÓN 1 5
1' uo se individualiza
a los que dicen que esto lo a sí mismo y
hacen la materia y la forma, pue también incluya sus modos, insisto: Aquello a lo que la uni
más bien son subordinados s dad numérica añade algo es el. ,ente. Por tanto, si el ente es
como las especies y los género
En efecto, ¿qué son la materi s. uno en número separado de aquello a lo que e añade, enton
a y la forma unidas, sino la ent �
dad total del compuesto? Añádas i ces la unidad numérica rio añade nada; pero, s1 no está separa
e que nosotros aquí abstrae
mos de los cuerpos y los ángeles do así se dará un ente real que no es singular; del cual se ha
; por tanto, usamos e1 tér
mino "entidad total" más
Así; pues, lo mismo sostienen
bien que "materia" y "form
a".
blará :Oás abajo. Hago caso omiso dé que Mercenarius �espon
Fr [anciscoJ Murcia, loe. cit. ; de aqu{ de modo escotista, siendo que favorece a Tomas.
. .
Fr (ancisco) Suárez en sus Dis 7. . Ramoneda objeta que el uno y el e�te difieren .fo�al
5; [Marco Antonio] Zimara, seg mentc, ·aunque materialmente son lo mismo. Por el for
p- (utationesJ Met [aphysicaeJ,
ún [Angel] Mercenarius, en la
Disp [utatioJ de· P (rincipio) I (nd
ividuationisJ, part; 1, c. 9; malmente" entiende que difieren según la raz6n, luego tan_i
[Benito] Pereira, (De commu bién difieren según la razón los principios de lo uno en nu
·
mero y del e�te. Soncinas dice que Aristóteles, en la Met
nibus omnium rerum naturalium
principiis et affectionibus], lib. VI,
c. 12. Y más recientemen-
. te el muy reverendo (Ab (aphysica], lib�, IV, c. 2, de don�e toman e�te argumento, no
. raham] Calov, Met (aphysica Div
Part. Spec., tr. l , art. 1 , é. 3, habla de la unidad numérica, smo de la unidad trascendental.
n. 2; así como [Daniel] Stahl,
ina],
Pero [esta unidad numérica) es trascendental, y no se da en la
CIPIO DE INDIVIDUACIÓN 21
GODOFREDO GUILLERMO LEIBNIZ
DISCUSIÓN METAFÍSÍCA SOBRE EL PRIN
20
mero, y se seguiría que, si los principios internos del uno y tón' a saber' si prescindimos, de aquell
ella' O. .no d1f . 1ere as 1. Si
del ente difieren como el todo y la parte, también el uno y el a la naturaleza como extnnseco a
nsecame_nte en nume
ente diferirían como el todo y la parte ; más a'lin, que_el ente (dicha esencia] difiere [ de la otra] intr � sí
ero, _s1 no, se sigue �ue e�
añadiría algo al uno. (En otro lugar tratamos) de este argu ro, se individualiza a sí mi!¡ma. P idén tica s
.· de Sóc r t s s
mento más abundantemente, para que se vea mejor qué sali- misma 1a humamºdad de Platón y la p
e on
c
a
s p drá c mp
. 7 bis.5 (ii) Así como los principios de un ente, tomado co con otra naturaleza, as1, también. ·
o o ara
ora.
e
mo universal, son universales, así también, tomado como sin . Pe mit o est p ah
que es añadido o or
gular, sus principios son singulares. Pero toda la entidad del ·o' son pocos .y de esca. sa
ro o
universal es principio d�l ente tomado como universal. Lue 1 O. Los argºumentos en contran ente al
. . onst·ituye materialm
1mportanc1a.. (1) Todó lo que c
go. . . [ toda la entidad es también el principio del ente toma-. . . mente. Pero la ent1· dad del
do como individual]. La mayor se demuestra de una manera ind1v1º duo, no lo constituye for. mal
o maten ºalmente. Luego. . .
probable por analogía porque tales principios universales en individuo. lo ·constituye a él mism
malmente].- Respondo neg3:11-
nada difieren de los principios singulares sino en que se abs (su entidad no lo constituye for
material y formal de _u� m-
traen de . muchos singulares. semejantes. Este argumento es do la· mayor ' porque (las partes] º
, y e1 ·mdlVJ·duo mt·smo ' no d1f1eren
dividuo , o · una especie
l
.
de Stahl. (üi) Durando argumenta así: El universal y el sin arece de ex1s nc1a y no la
gular no. difieren realmente; iuego tienen los mismos princi almente. (ii) Si la esencia en sí c
iferente. Pero � verd�d lo
te
e
�: lica, se sigue que es eJ\ sí ind
\'
pios; luego la entidad _total, que . es el principio de la univer ser y ser conce�1do baJO el
salid��, será también el principio de la singµlaridad. ri1:nero, porque lo que puede ede �er
e e algo. y la esencia· p�
�puesto de . algo , no incluye s
go . .· . [la esencia es_ m
8. (iv) Se da, por ejemplo en Sócrates, una naturaleza de ser concebida sin la existencia. Lue
terminad.a intrínsec�ente a él, fuera del �ntelecto, lo cu_al Respondo •que la.esencia ?
�iferente y no se individualiza]. to qu1-
concede Soncinél$; y, !!Í lo negara, se daría, en contra de los telecto, com o c�ncep
se toma en cuanto está en el in la esen-
rtenece .a la raz on de.
tomistas, un universal completo entre las cosas. Más aún, tam ditativo, y así la existencia no pe ,
cosa, y de este ul�1mo, mo
bién dice Bassoles, el escotista, que el universal se da en las cl·a· .' o se toma en cuanto está en la · 'ºº) La unJdad pro
cosas sólo . en potencia, a saber, la natuFaleza singular en su er sin la exi�tenc1a. (JU
do niego que· pueda s ,
. .especifi
dad formal o ca, es
respecto al intelecto, el cual puede compararla con las {otras ia de la ese ncia, es decir, la um l com pete
a. Luego · ésta no
naturalezas] que le son semejantes. Por lo demás, ¿se da tam �enor ue la unidad húmeric
e
sobre el individuo seria , o. Y esta opinión dro de) Fonseca,_ en [su comentario In} Met [aphysicorum
como 1a de Oc · kham sobre e1 punto, el
cual en la (Summa J Lo Aristotelis' Stagiritae], lib. V, c. 61 q. 2, n. 1, lo atribuye a Ni
·e �;.;:r� el predicam
dad, y en el Tr (actat . ento canti colás Bonet, que lo defiende en [ su comentario In J Met
u,J� • tia, dic e, seg
cia de Percira, (Com . ún la referen. [aohysicamJ, lib. VIII, c. l . Pero esta opinión puede entender-
":� ari;';�n Metaphyiicam .
lib. X, c. 5, que la AristorelisJ, se de dos maneras: por una parte, que la existencia real es
º es otr� cosa que el cierto modo que individualiza intrínsecamente a la cosa, [mo
con la negación de ul . cuerpo
�or
� ex�ns1ón segun la
línea (lo mismo) � profundidad · la .do] distinto de la esencia por parte de la cosa; y, si es.u{, de
ª. anc ura; Y el punto (lo
gún la longi·tud · As(, 1a pnmera negaci mismo) �e- ninguna manera puede defenderse, como será evidente mú
. . ón• (ª saberJ la
V1s1ón, es como {el a,p de Ja di. adelante. Pero si [la existencia) sólo difiere de la esencia se.
ceto J g�neral del individu
da negación ( a saber . o, y la segun. gún la razón, coincide exactamente con nosotros, y ademú
d id�nhdad con otro,
individuo distinto de 10:o hará a este: expresa bajo qué aspecto la esencia es principio de individua,
:U�
12. Sobre esta opinió . ción. Y así entiendo al excelentísimo Schcrzer, mi preceptor,
n tra'!:c;:- ercenanus, en su Diluci
d que deb� ser consultado diligentemente en la q. 4·3 · del Bre-
25
SOBRE EL PRINCIPIO DE INDIVIDUACIÓN
24 GOOOFREDO GUILLERMO LEIBNIZ DISCUSIÓN METAFÍSICA
ya ·que s�
n a cto, porque tal
relación no es real,
viar [iumJ Metaph (ysicae] Eustachii de S. Paulo. rel aci ó n a u
. · esencias no di-
p t en.c1a . . P or tanto , s1 las
14 . Así, pues, es muy necesario que tratemos sobre_ los re ente e�
da hacia un sola constituye
o
se sigue que la materia
cientemente aludidos, a los que refuta Escoto en [su. comen� fieren de la materta, no difieren en especie. ,
por
s ncta · l • y q ue las cosas
tario In) JI Sent [entiarum], dist. 3, q. 3, y su seguidor Basso una part e e
a la esen ia de1
. mplo la esencia del bruto con respecto
e c
lidad), se sigue que la existencia en el sentido de nuestros ad potenciales no d •.f i r real;
}' no es, una relación n
e
a las I d as d ff
versarios no es el principio de individuación. Pero es verdade Por su relación Sob re la disti -
e
( � lOS oi·
nc s h b , u_n acc.1dente en os
rta loe.
ro lo primero , luego también lo segundo. Pruebo la menor pue s nt , anse .Pedro de roznan .
e o e a
. ex1stenc1a, v e
fundamentalmente así: Las cosas que difieren realmente, pue ción entr e e s en cia Y . _IV, . 1 2 lib. IX, q. 3; Fons ca, e
Met., hb.
den separarse la una de la otra. Pero la esencia y la existencia cit.; Soncin as,
P r ua , l �e ci/1 lib. VI, c. 14. Bassoles
no pueden separarse . Luego. . . [no son realmente diferentes}. Met., lib. IV, .q. 4; Y e e
. · · 1-� de individuación}, en el
x1s t encia (como
µnnctp
Las cosas que . en cuanto a la mayor, replican Capreolo [ en chaza la oneda,
re . i • Vll ' q. • 32 ·' y Ram
e
. tambié n Soncm as, Met., rb 99
su com entario In ) I [SententiarumJ, dist. 8 , q. 1 , y Cayetano loe· cit ·• . 3 ·
om m De ente et e�entia, P· . , la
[en su comentario al] De ente et essent [ia], q. 1 1 , no son de lcomentano} In Th � : o lugar9 se. ofrece a discus1on
ninguna importancia. S e prueba la m enor, porque [ de la cosaJ 16. En cuarto y ultim ref1 ere en·· [su come .
ntario
. a la que se
no puede separarse, por una parte la esencia y por otra parte haecce1dad de Escoto, . 6 se ún el t e stimo ni o de
t 3
la existencia. In ] n Sent ( entiar um \
1�:�:; de o�;ituf¡one indivi dui, c. 8 ,
r�l la, i
Za ba bet [a}, q. 2, a 2, y
1 rt.
15. Y pruebo esto así: Todo lo que se separa existe, ha Uacobo]
ella\ en los Quodli
(también se r fi � m]
(aphysicorum ], t [ extu
ere
ciendo precisión de aquello de lo qµe se separa; pues la separa e
V Met
en el Comme nt
[arium_l
(como lo recuerda Mer-
l .
ción, en cuanto acción, se termina en aquello de lo que se se O 1uran_1 ento
para. Luego la esencia existe aun separada de la existencia 12·' y sus discípulos, baJ ugnac·1o , n que cierto esco-
s n 1 respuesta a la 1mp en-
nari
ce • o la han de fendido�
a
que implica. El que la existencia no se pueda separar de la u e
.imon con empen
d s op · , ) ' dig-
esencia, lo niegan nuestros adversarios, cuya larga lista puede tista hace . ede sacar fid
e u
ant1guo , Y de e'l se pu
e
verse en Pedro de Poznan, el escotista, [ comentario In] / Sent tre los cuales es muy yente del mismo
t s sen t'1do • Juan de Basso1es, o ngún 1u -
[entiarumJ, dist. 36, q. única, pág. 9 76. Pero yo argumento nam en e u . kham, porque en ni
p ro q izá antenor a 0c
en contra: La esencia separada de la existencia, o es un ente Escoto' e u . . o.
de éste contra Escot
real, o es nada. Por una parte, si es nada, o no estuvo en las gar refuta las op_m1ones . que Escoto fue extremado entre
sab1do
creaturas, lo cual es absurdo; o no· fue distinta de la existen 1 7 . Ahora bien, es . .. ersales tiene. n ver-
alista s, porq sta blecto, que los umv postu-
, ..1entras que Tomás
ue e
cia, lo cual sostengo. Por otra parte , si es un ente real; o fue los re
r alida d fue ra de la mente � , para
puramr.nte potencial, o un ente ,en acto. Pero sin duda tuvo dad er a e
d del intelecto. Mas
lo form�l � e ell pa
que ser lo primero, pues no puede ser en acto sino por la exis taba q ue
o q :: ��::ó::les atribuía a Platón,
no caer en la opm 1 n
. . istinción formal, se
tencia, la cual, sin embargo, hemos presupuesto que estaba m ro du o la d
[Esc oto}
separada. Así, pues, si la esencia es puramente potencial, to liando ese error' : J , o
a�t.es de la peración
del inte·
c al l niv ersal se darta con. tal
gún la q
· relac1on a él . Creyó
e u
das las esencias son la ma.teria prima. Pues dos [ cosas] pura u
, diría
ue
sin mbarg�
mente · potenciales no difieren una de otra, ni siquiera por lecto-y ' e
26 . . GODOFREDO (;UILLERMO LEIBNIZ,
DISCUSIÓN METAFÍSICA SOBRE EL PRINCIPIO DE INDIVIDUACIÓN 27
[distinción formal) la. diferencia [esp
ecífica) se distinguía del
género, y, consiguientemente, así nuestra opinión por Murcia; [véase) Met., lib. V, c: 6, q· 5 ;, y
también la diferencia mimé� :
rica se distinguía de la esp�cie; pue [también lo defiende) Eustaquio de San Pablo, loe. cit. A la
s, ya que presuponía q�e ·
los universales. eran reales, sea por mversa, lo cual causa admiración, están los que llevan a Suá
afán de contradecir, o por
que juzgaba inexp,licable la opiníún
de Tomás, e incretble la .
v·
rez hacia, Escoto, porque dijo en l� is!' [ u'tat·iones ] Met
_
de los nominalistas, resultaba nec (aphysicae), 5, secc. 1 1, n. 16, q�e el mdi�iduo ana� � l� na-
esario que los singulares se �
originaran de lo universal y de algo tura1eza comun ' algO diºstinto segun la razon· Pero las ultimas
sobreañadid o; pero, como . .
hay una proporción entre el género
y la especie, al i al que
palabras dlSlp
· an fácilmente
. . conce-
esta nube. Pues . casi todos
entre, la especie y el individuo, de ello den que la diferencia individual se da por !ª operac10 · , � de la
concluía que, así como
gu
allá hay una diferencia específica, mente; por . tanto, ¿serán por eso Fr [ an�!�co de] Ov.'.e.doy
aquí hay una· diferencia in- ,
dividualizadora. · otros semejantes a él, escotistas? Pero, antes de entr�r �� ello,
propondré y resolveré los fundamentos de [la opm1on de 1
1. 8 . Eludiendo la aUtoridad de Ari .
tóteles, a esta ( diferencia Escoto, y después los atacaré con mis armas. ·
individualizadora) la llamaba
!'la materia del todo". Pues
- decía- hay una forma.del. tod 20, (i) El primer argumento a fa�or �e E�coto, tomado dé
o, por ejemplo la humanidad
como lo abstracto del hombre,
a la cual se opone la materia él mismo, según lo reseña Pereira, loe. cit. , hb . VI, c. 10, es el
del todo, a saber, la haecceidad; _
Y una forma qe la parte, el siguiente: Toda unidad se sigue de al�na entidad, luego ta
�
alma racional, a la cual se opone . bién la unidad numérica; pero la entidad no es aquello que se
el cuerpo como la materia _
de. la parte. Pero todo eso se red incluye en la cspt·cie. Luego hay aquí algo· que se le ana�e, a
uce a nada; pues la haeccei _
dad, si es la materia del todo, ent saber, la diferencia individual. Respondo: La unidad se sigue
onces junto con la humani _
dad [que es. la forma del todo) de la entidad en cuanto al concepto, pero en la realidad son
debe const.ituir un concreto:
el hombre. Sin embargo, ella [la lo mismo. y 'tampoco la l'ntidad numérica dil'icrc re�lmente
haecceidad) constituye a este
hombre [individual]; y, por tan de la l'Spl·CÍfica. (ii) La espl·cic no se contrae por 1� forma, >
1 ' :
to, debería aún darse otra ver �
dadera materia del todo, la cua por la materia, 0 por los accidentes, etc. Luego, solo qu�da
l constituiría al hombre en
universal. Me callo el que esa hae que ·esto ¡0 haga la haecct-idad. Respondo: No cs contra1da
cceidad sería más bien (una)
forma, pues contrae y distingue; por nada, porque [la especie] no es nada tuera �t· 'ª. mt'nte.
además, si, como interpreta
la ·mayoría de. los antiguos - véa (iii) Las cosas que difieren, difo:ren por cosas pnma1:1� mcn � l'
se por ejemplo a Pereira, loe. . ··
cit., lib. VI, c. 6-. según Aristó
teles la quididad de las cosas diversa . s ,· luego So'crates y Platón lo hacen por la d1kn::nna.
consiste en la forma sola, de mo . que prt'nsar . .
do que la materia sea sólo el última a saber, la' haecceidad. Respondo: Hay
vehículo [ de ésta), se sigue que
para Aristóteles la forma del eso de' "las cosas que difieren" con: "a no ser qUt.- st·an ellas
todo y (la forma) de la parte son mismas primariamente diversas, y difieren entre ellas p�>r al
lo mismo; véase, por ejem .
plo, Mercen · [arius], loe. cit., c.
5; además toda su Apologia; go, etc. (i. e. que la's haga inmediatamente diversas] ". \ , as1,
y Zab [arella], loe. cit., c. 8 y 1 (con esta precisión] niego la menor. .
0. . . ..
'
19. Escoto no admite la existen 2 1 . (iv) La especie contrae al género medianil' !ª cl1te�en
!· cia ( como. :principio de
individuación ], aunque la disting cia específica; luego el individuo contrae � la espt'ne median
ue formalment.� . �e la esen
cia; pues, según él, la especie, hac : te la diferencia numérica. Respondo: Niego d antt·c �dente
iendo precisión de la haec
ceidad, existe. Entre los recien [ es decir, la ·existencia y la rclaciún dd género, de la el,' r�·ren-
tes. Pedro de Fonseca de- .
fiende a Escoto, aunque sea
.
. . c1a especi·r·tea . Y . de la especie] en cuanto a ·lo .que. esta · fuera
citado como favorecedor de . .
de la mente. (v) Fonseca, loe. cit.; . .
dice: Los mdl\ · 1duos que
GODOFREDO GlJILLERMO LEIBNIZ
DISCUSIÓN METAFÍSICA SOBRE EL PRINCIPIO DE INDCVIDUACIÓN 29
28
. Pero es verdad lo prím'ero. otro modo se daría una línea que no fuera ni recta ni curva,
Lueg? . . . ( tam�ién . lo segundo J. La may lo cual serí� completamente absurdo. Sobre esto véase [An to
; or es patente, pues
t�mb1en la esp c1e y la diferencia num 10 De universal [ ibus], q. 4.
� érica sólo . se distingui nio) Rub (io], Logica [Mexicana ],
nan por la razon. Se prueba la menor:
(a) Las. cosas que difie
ren an tes de la opt:raciém de la mente, so 24. (iii) Si no se da la disti nción formal, se arruin� la haec
n separables. Pero <;:I
género y las difermcias [ específicasJ no ceidad. Pero es verdad lo primero. Luego. . . (también lo se-
se pueden separai. .
Pues, aunque hay algunos lugares .de Esco ndo ]. Antes de pasar a la prueba, hay que discutir algunas co�
to en los que aseve�
ra que tal vez Dios FUt:dc hacer que �s sobre esta distinción; pueden, sin embargo, consultarse en
haya universales fuera
de los singularrs y, de manera seme Stahl, Comp. Metaph., c. 23; So ncinas, Met.,_ lib. VII, q. �5_; Y
jan te, que haya género
lucra dt: la espccil· , sin embargo, pruebo [Pedro de] Poznan, (In} I Sent., dist. 34,_ dubio 64. (1:a dtstm
que eso es absurdo, éión formal] se atribuye comúnmente a Escoto, c?mo mterme-
por�ue no cxistiría ninguna divisiém que
. Juer a adecµada, y se d1a . entre la real y la de razón, por lo que sus,segu1dores son lla-
<lana un animal que no sería ni racio . · ·
. nal. ri irracional. Tam. mados "formalistas". [Escoto ) piensa que con tal d1�tmcion , se
bién se daría un movimic�to que no ,sería
ni recto ni oblicuo. distinguen los atributos en la Divi n id�d.' y las �elac10�es Per
(b) l as difrrencías superion·s s1 predican
� · de las . inferiCJres, sonales con respectó de la Esencia [divina] ; as I tamb1en [ con
por CJt:mplo, "esta raci1 1nalid�icJ es racio
nalidad"; luego la di esta misma distinción formal} .las quididades de las cosas se
ferencia cs� :cífica íncluyt' ni sí a la difrr
-� <:ncia del género; distinguen entre sí, y en su ser en cuanto conoc_ido por Dios;
luego no d1itnc dd génno Pues d géne
. ro tie ne, añadi.da a su también se distinguen así los predicados superiores _con re_s
pr�pia difrrencía, la diferencia del gt':nero
(sup erior] al que él pecto de los inferiores, el género con respecto �e la d�ferenc1a
mismo pertencc , la cual también. es
. � .induida por ·su género [ específica], y la esencia con respecto de la ex1stenc1�. [Juan
respectivo. Y as1 hasta el [género] supr
emo. Pero, ya que hay de] Rada la explica diciendo que se da entre dos realidades o
CIPIO DE INDIVIDUACIÓN 31
30 GODOFREDO GUILLERMO LEIBNIZ DISCUSIÓN METAFÍSICA SOBRE EL PRIN
intel�cto.
formalidades identificadas en el .sujeto, pero diversas en su distinción necesitaría de la relación al
. c6m los accidente: indivi
referencia al intelecto; y añade que [la· distinción formal] di · 26.. (iv) Resulta inexplicable �
m entras que , segun nues
fiere de la distinción de razón en que esta última requiere duales se originan de la haecceidad; �
e fácilmente, porque, �e dan
previ�ente a sí misma la operación de la mente en acto. Pe tra opinión , esto puede explicars
a la forma, p�ro mn�n�
ro [los partidarios de esta opinión) se notan admirablemente disposiciones de la materia respecto
a la haecce1dad_. Vease
perplejos e inconstantes donde han de ser aplicadas ( tales dis {disposición 1 de la especie respecto
tra E�cot�, en Pere1ra, loe.
tinciones] en acto ejercido. Pues si la haecceidad difiere de .la Herveo, Quodlib [et] 3, q. 9, con
[itationes] a [dversus)
especie sólo porq�e es apta pa�a mover distintamente al inte cit.; y Uulio César) Scaliger, Exerc
Y de esta manera,. a�udados
lecto, ¿qué tari mal sirve [la haecceidad] corno principio de Cardan [um ], ex. 307 , n . 1 7.
ta de las opiniones ge-
individuación , que debe buscarse haciendo precisión del in por la Virtud Divina, hemos dado cuen
telecto? Por lo cual, es necesario que algo mayor se esconda nerales.
bajo sus palabras. Pero, . cualquier cosa que sea, es absurda;
pues, ya que son diferentes aun haciendo precisión del inte
lecto, no están mutuamente identificadas.
25. [Pedro de] . Poznan interpreta esas formalidades como
conceptos objetivos y razones inteligibles, o como la cosa en
relación a los conceptos formales de la mente. Pero eso se re
duce a nada, pues más bien el cqncepto formal se funda en el
obj etivo; por tanto, si también se fundara el objetivo en el for
mal, se daría un círculo, y mientras se fundan uno al otro,
no se fundarían ninguno al otro, y se desvanecerían uno y
otro. Por otra parte, esa relación de inteligibilidad se daría:
(a) o bien con respecto al concepto divino, es decir, las Ideas;
pero si eso fuera, tal relación no sería real, pues en Dios no se
da ningún accidente; luego nada le quedaría a la distinción
( foi:mal] por parte de la cosa; (b) o bien la relación de inteli
gibilidad se daría con respecto al verbo mental -como lo lla
man- creado; pero, sj se eliminara todo intelecto creado,. tal
. relación perecería, y, sin embargo, las cosas se indiv1dualiza
rían; luego [ se individualizarían] entonces por sí mismas.
Añádase que si tal relación fuera real, tendría su propia hace- .
ceidad, pues sería singular, y así hasta el infinito. Además, es
una relación que se da con respecto al ente en potencia, o al
NOTAS
COROLARIOS
1
lntroducimos entre corchetes complementos o aclaraciones que
l. La materia tiene de suyo
un acto entitativo.
ayudan a la lectura del texto.
ll. No es totalm ente i�prob
2 Una vez propuesta la cuestión a discutir (núm. 2) y presentadas las
able que la materia y la can opiniones sobre ella (núm. 3), Leibniz adopta la solución de Pedro Au
dad sean realmente lo mismo ti
. xrv.
esenci_as de las cosas son (ta
reolo, famoso nominalista del siglo Sin embargo, los nominalistas
� ntas) como sus números.
;�.· e�enc1as de las cosas no son la linea general de esta corriente. Se reporta esta postura como la "'pri·
exhiben muchas diferencias entre sí, y Leibniz mismo únicamente sigue
eternas sino en cuanto
están en D10s. mera opini6n", que es a la que se adhiere Leibniz; la segunda opinión
V. Es posible la penetra
ción de las dimensiones
aparece hasta el núm. 1 1 .
VI. El alma de� hombre es
una sola, la cual i�cluye vir
'Comienza Leibniz a aducir las pruebas a favor de su tesis y , conjun
mcnte la vegetativa y la sensiti tuaJ
va.
tamente, a disolver las objeciones contra ella. Despuis de presentar la
prueba (i), en ese mismo n6m. S , en los núms. 6 y 7 responde a algunas
VD. (�e buen grado) creeFf objeciones. La prueba (ü) a favor de su tesis aparece en el nl1m. 7 bis.
a apócrifas las Ep1ítola, atr1 .
das al llrano Phalaris. Pues . . ·bUI·
los stci.banos eran de or1·arn . • Siguiendo la costumbre escolástica, Leibniz deja que el lector com
co• y aqu( ( en stas cartas se o- don-,
. : hal la) u.n modo de hablar [o dia
plete la conclusión, dando por supuesto que está contenida en las pre.
l�cto J átic o. Anádase que el [ dialecto -
] ático era en aquc1
misas y se desprende de ellas. Así, sol.ía escribirse simplemente "e,.
.
tiempo [ de PhalansJ más vig
oroso, como el de Tucídide
fO. . . " en las conclusiones.
. s
1
m1e �as que estas ( cartas) puesto "7 bis") reanuda la serie de argumentos a favor de la tesis que
Este par4grafo, que aparece con el núm. 7 repetido (por eso hemos
ti n en sabor a la q>oca
º· �iertamente, donde de fien de Lucia•
e
� de la entrega de PeriJlus a �
• Despu6s de haber ofrecido los argumentos a favor de su tesis, res
Leibniz deftende.
amas, el autor se muestra com
o orador. pondiendo, de paso, a algunas objeciones menores que surgían, Leibniz
pasa a presentar )'. discutir los argumentos fuertes que van en contra de
su postura.
'Comienza Leibniz a tratar las demás opinjones, distintas de la suya,
toméndolas como posturu· que debe combatjr y como objeciones que
He dicho.
se le presentan para ser resueltas. La segunda opinión (tratada en los
núms. 1 1 y 12) parece de un nominalismo exagerado: postula que la in
dividuación es efectuada por la negación.
• La tercera opinión (trat.ada en los núms. 13-1 S), seg6n la cual la in
dividuación es realizada por la existencia, fue sostenida por Nicolás Bo
net.
34 GODOFREDO GUILLERMO LEIBNIZ.