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Correspondencia: Dr. José Luis Iglesias Benavides. Servicio de Obstetricia. Facultad de Medicina y Hospital Universitario Dr.
José Eleuterio González. Universidad Autónoma de Nuevo León. Avenida Francisco I. Madero y Gonzalitos s/n. Colonia Mi-
tras Centro. CP 64460. Monterrey, Nuevo León, México. Teléfono: (+52 81) 8389 1173. Correo electrónico: joseiglesias_22@
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1665-5796 © 2010 Revista Medicina Universitaria. Facultad de Medicina UANL. Publicado por Elsevier México. Todos los derechos reservados.
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women by this celestial body is established. It is believed that the idea of considering
menstruation dangerous began in the prehistoric era, when menstrual contamination
was related to the attraction of hungry animals to the hunters. Later, in Greece (600
B.C.), it was consider as a way of eliminating harmful substances from the woman’s
body. As time passed, this concept was mixed with popular and magical ideas of Ro-
man medicine (1st Century A.D.) making menstrual blood a dangerous element against
people, plants and animals. The correlation of fertility with menstruation was evident
since ancient times, because if women did not menstruate or stopped menstrua-
ting, her capacity for procreating was interrupted. The Greek medical ideas about
menstruation persisted until the middle of the XIXth century, when a succession of
discoveries were able to determine the inluence of the ovaries over menstruation, as
a physiological process of womb preparation for a possible pregnancy.
Figura 2. La Luna en Grecia se veía como una diosa triforme: Figura 3. En el Siglo XVII se colocaba al género femenino bajo
la diosa Hécate representaba a la Luna oscura; Selene en el la inluencia de la Luna, que gobernaba las aguas, incluso el
cielo a la Luna creciente, y Artemisa a la Luna llena. lujo mensual de las mujeres. Gustav Reynier, 1685.
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Figura 4. La descripción de la belleza femenina en el Siglo XVII Figura 5. Portada de la “Historia Natural” de Plinio El Viejo
era la de la típica isonomía lunar —una cara redonda y ojos (23-79 d.C.). Edición 1669.
justos... y un cuerpo suave. Joven cortando cebollas. Gerrit
Dou, 1646.
“madres, esposas, bordadoras y cocineras.” De acuerdo Para los persas (800 a.C.), la mujer que había tenido
con la teoría astrológica, el control negativo de la Luna un hijo, igual que la mujer que estaba menstruando, era
podía ser mitigado por el matrimonio, la maternidad y el “impura” y se le aislaba por cuatro o más días en un cuarto
apego a los deberes domésticos positivos de Venus, como que tenía desparramada paja seca y alejada quince pasos
coser y cocinar.11,12 del fuego y el agua, los elementos limpios. También esta-
Todavía en el Siglo XIX, en 1840, el renombrado neu- ba prohibido el coito, y sólo podía ser realizado después
roisiólogo inglés Thomas Laycock (1812-1876) propuso la de las ceremonias de puriicación de los “nueve porta-
teoría de que todos los fenómenos isiológicos eran gober- les del cuerpo”.16 En la India oriental (Siglo VI a.C.), los
nados por ciclos temporales regulares, que él atribuía a ritos védicos de puriicación de la mujer menstruante eran
la inluencia del sol, la Luna y las estaciones.13 En 1842, muy precisos, y establecían que la mujer debía frotarse
bajo la Ley Británica, el Acta de Locura deinía como “Lu- los dientes, hacer gárgaras doce veces y lavarse manos
nático” a una persona demente que gozaba de intervalos y pies; posteriormente zambullirse doce veces en el río, y
lúcidos durante las dos primeras fases de la Luna y era tras salir de él, frotarse con lodo que llevara estiércol
aligida por un periodo de pérdida del entendimiento en fresco, volver a zambullirse en el agua treinta y cuatro
el periodo posterior a la Luna llena.14 veces, y repetir las friegas de lodo; repetir la inmer-
sión veinticuatro veces, frotarse el cuerpo con azafrán y,
para terminar, otros veinticuatro chapuzones más.17
el monstruoso poder de la menstruación
Sobre la causa de la menstruación, prevalecieron las
La pérdida mensual de sangre en la mujer representó un ideas de la medicina griega, que la veían como una for-
hecho que, por ser un signo externo y evidente, llamó la ma de excreción de residuos, hasta ines del Siglo XIX.
atención a los pueblos de la antigüedad, y, por ello, no Hipócrates (466-377 a.C.) consideraba que la sangre
es de extrañar que se relacionara con temores sociales o menstrual era un producto de desecho, debido a que la
personales, y que fuera rodeada de diversas supersticio- mujer producía demasiada sangre. Pensaba también que
nes. La palabra superstición, de acuerdo con la Academia la mujer producía un semen como el varón, y que la san-
de la Lengua Española, es una propensión, causada por gre menstrual servía como alimento para el desarrollo
temor o ignorancia, a atribuir carácter sobrenatural u fetal. El origen de este sangrado, decía Hipócrates, se
oculto a determinados acontecimientos. Tal vez uno de debía a que la mujer era excesivamente caliente, y sólo
los primeros temores inspirados por la menstruación haya por este medio lograba atemperar el organismo.18 Gale-
ocurrido en la prehistoria, en grupos sociales formados no (Siglo II d.C.), pensaba lo contrario, ya que la sangre
por cazadores, ante el riesgo de que al contaminarse con menstrual aparecía debido a la imperfección de la mu-
la sangre menstrual pudiese atraer animales y aumentara jer —fría y húmeda— por la falta del calor necesario, lo
el riesgo de ser atacados.15 que causaba una digestión anormal de los alimentos; la
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función del sangrado era eliminar los materiales de des- sangre menstrual llevó a establecer una serie de prohibi-
perdicio. De acuerdo con Galeno, el semen del varón y ciones sociales que afectaban directamente a las mujeres
la sangre menstrual en la mujer procedían de una misma menstruantes. Como ejemplo, en el primer concilio ecu-
fuente, una digestión incompleta.19 ménico realizado en Nicea, ciudad del Asia Menor, hoy
A los planteamientos médicos griegos que caliicaban Turquía, el año 325 d.C., se prohibió la entrada en las
a la menstruación como una forma de eliminar des- Iglesias a las mujeres que estuvieran menstruando.22,23
perdicios, se le añadió otra corriente de pensamiento La ausencia de la menstruación -cuando no era cau-
procedente de la tradición popular y religiosa romana, sada por embarazo- se consideraba como un estado de
que le imputaba efectos peligrosos y maravillosos. El extrema gravedad para la mujer, ya que causaba que los
principal divulgador de estas ideas fue Plinio El Viejo humores malos y corruptos abundaran dentro del cuerpo,
(23-79 dC) en Roma (Figura 5), en su Historia Natural, 20 y para solucionar ese problema se utilizaban remedios
donde dice sobre la sangre menstrual: “Pero nada pue- conocidos como emenagogos, entre los cuales destacan
de ser fácilmente encontrado que es más notable que el el ajenjo, la sabina, el azafrán, el hinojo, las semillas de
lujo mensual de las mujeres. El contacto con él convier- anís y las infusiones de perejil. Otra forma de inducir la
te el vino nuevo en agrio, las cosechas tocadas por él menstruación era usar soluciones emolientes para abrir
se vuelven yermas, los injertos mueren, las semillas en las obstrucciones uterinas: baños prolongados con cala-
los jardines se secan, la fruta de los árboles se cae, la mina, hiedra, salvia, hojas de laurel; aplicación vaginal
supericie brillante de los espejos en que es apenas re- de sustancias aromáticas (como el cedro), vapor y du-
lejada es oscurecida, el borde de acero y el destello del chas de agua caliente.24,25 Esta relación entre la salud de
maril son embotados, las colmenas de las abejas mue- la mujer y la menstruación la describe Juan de Cárdenas
ren, aun el bronce y el hierro al momento son afectados en 1591: “Si alguna evacuación de sangre puede en el
por óxido, y un olor horrible llena el aire; el probarlo cuerpo humano llamarse natural y muy conforme a la sa-
hace enojar a los perros e infecta sus mordeduras con un lud y conservación dél es la llamada mestrua o mestrual,
veneno incurable. Más aún, el betún, una sustancia ge- por cuanto le sucede a la muger, cuando no sea niña o vie-
neralmente pegajosa y viscosa, que en ciertas estaciones ja o esté preñada, puntualmente de mes a mes y esto con
del año lota en la supericie del lago de Judea llamado tanta utilidad y provecho de su salud que el venirles
alberca de asfalto, se adhiere a todo lo que toca, y no con concierto le libra y repara de millones de enferme-
puede ser retirado excepto por un lienzo empapado en dades, causando gracioso color en el rostro, fuercas en
el venenoso líquido en cuestión.” Además, añade “Cosas los miembros, apetito de sanos y loables mantenimien-
terribles se han dicho acerca del monstruoso poder de tos, siendo tan al contrario en faltándole, que de la tal
las menstruaciones, cuya magia ya he discutido, de las falta o retención le suceden ininitos males; inalmente
que puedo repetir lo siguiente sin vergüenza: si la fuerza no se puede llamar muger sino retrato de duelos la pobre
de la mujer comienza a luir en un eclipse solar o lunar el y miserable que en pasando de los catorce años la tal
daño será irremediable, y aun si no hay Luna, la relación evacuación no tuviese.” (sic)26
sexual es pestífera o fatal para el hombre; la púrpura En los siglos XVIII y XIX se puso de moda la “melan-
es contaminada por mujeres menstruando, así de gran- colía”, y hubo casos de depresión y suicidio a causa de
de es su fuerza. Pero en otras ocasiones durante el periodo situaciones amorosas muchas veces incitadas por novelas
menstrual, si las mujeres caminan desnudas a través del y obras que tratan del amor y la muerte. En el género fe-
campo, gusanos, escarabajos y otras pestes se eliminan. menino, estos hechos infortunados se relacionaron con el
Metrodorus de Scepsis dice que eso fue descubierto en supremo poder del útero, que actúa a capricho sobre
Capadocia durante una infestación de escarabajos cantá- el estado de la mujer. En 1826, W. P. Dewes (1768-1841)
ridos, y las mujeres caminaron a través de los campos con describió los problemas a los que podían enfrentarse las
sus vestidos levantados por encima de sus nalgas.” jóvenes con el inicio de la menstruación debido a la fuer-
En el Talmud judío, escrito entre los siglos II y IV d.C., te inluencia que el útero podía ejercer sobre el resto
se anota: “Una mujer menstruante es impura por siete de su organismo:27 “Para ella, el periodo de la pubertad
días y tiene que realizar un ritual de impureza aun si ella está frecuentemente repleto de demonios; ella está ex-
sangra por menos de siete días.” Un hombre que cohabita puesta a irregularidades de su menstruación, y amenazada
con una mujer menstruante merece una pena de muerte severamente de sus consecuencias. Ha sido manejado
celestial y es azotado por decreto rabínico. Las mujeres desde tiempo inmemorial que el útero ejerce un poder
menstruantes tienen que ser separadas de sus esposos.21 supremo sobre cada uno de los otros sistemas; y los go-
Cuando estos conceptos judíos de impureza y peligro de bierna con un balance no menos caprichoso que potente.
la sangre menstrual entraron en contacto con la ilosofía Esto crea, exalta o modiica enfermedades en cada por-
cristiana, se les relacionó inmediatamente con la imper- ción del cuerpo.” La mayoría de las autoridades médicas
fección de la mujer, y dio lugar a nuevas posibilidades creían que durante el periodo menstrual la mujer estaba
interpretativas de las diferencias biológicas entre los dos especialmente débil y predispuesta a una gran variedad
género. El pecado de Eva hace que la mujer sea veleido- de enfermedades perniciosas. Para ello recomendaban
sa y con tendencias malévolas, en tanto que el hombre reposo y tratar de evitar cualquier tipo de actividad física
se convierte en el ejemplo de convicciones irmes y con o mental. Lo mejor era que no acudieran a la escuela los
tendencia benévola. El supuesto efecto pernicioso de la dos primeros días del sangrado, y estaba completamente
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Figura 6. Dra. Mary Putnam Jacobi (1842-1906). se curaba infaliblemente con tal que ella ignorase la vir-
tud o gracia inherente a su estado. Se aseguraba además,
que si en esta época se presentaba desnuda en el campo,
desvanecía las tempestades, alejaba el rayo, disipaba el
pedrisco, y serenaba la faz procelosa de la atmósfera.”
(sic)
La Dra. Mary Putnam Jacobi (1842-1906), miembro de
una prestigiosa familia de publicistas de Nueva York, fue
la sexta mujer graduada de una escuela norteamericana
de medicina (Figura 6). La Dra. Putnam Jacobi avanzó
más allá de las antiguas formas de ver a la menstruación
como un proceso de evacuación de material previamen-
te acumulado cuya retención era nociva. La base de su
teoría era que la sangre constantemente se acumulaba
en los plexos periuterinos esperando un embarazo, en
cualquier tiempo posible; si éste no ocurría, la sangre se
volvía inútil, y era eliminada del organismo, en vez de
ser restaurada a la circulación general. Además destacó
por llevar a cabo una serie de experimentos simples con
el in de conocer los cambios que ocurrían en el cuerpo
femenino menstruante, midiendo la temperatura y la ex-
creción de urea, así como lo relacionado con la fortaleza
muscular; usó un dinamómetro y concluyó de su análisis
prohibido bailar, montar en bicicleta, correr, remar, así que, durante la menstruación normal, el cuerpo no sufría
como cualquier tipo de ejercicios atléticos; también era ninguna alteración en sus funciones generales, con lo que
peligroso viajar en automóvil, tren o carruaje.28-30 echó por tierra las antiguas teorías que airmaban graves
Una teoría que fue resucitada en pleno Siglo XX se efectos deletéreos para la salud de la mujer durante este
basaba en una supuesta toxicidad bacteriana de la san- periodo.34
gre menstrual. Esta teoría fue propuesta primero en 1920
por un médico, Bela Schick (1877-1967), quien planteó
Sin lores no hay fruto
la existencia de lo que llamó “menotoxinas” bacterianas
en la sangre menstrual.31 En 1940, un antropólogo inglés, El uso del término de “lores” para referirse a la mens-
Ashley Montagu (1905-1999), sugirió que, de hecho, las truación era muy utilizado en la antigüedad, como lo
mujeres menstruantes secaban plantas, cambiaban el mencionaba Trótula (una mujer de noble familia que fue
vino, causaban que la cebada se cayera, todo debido a maestra en la escuela de Salerno, en Italia) a mediados
los componentes químicos en su sangre menstrual.32 Las del Siglo XI, en un texto que se le atribuye llamado De Mu-
menotoxinas no fueron más que los términos simbólicos lierum Passionibus: “El lujo menstrual opera una especie
de una creencia popular en la contaminación, un símbolo de regulación del temperamento femenino. Mientras
cientíico para las fuerzas que, en otros tiempos, eran que en los hombres el calor dominante atempera me-
llamadas contaminación espiritual, veneno psíquico, o diante el sudor, en las mujeres la humedad excesiva es
castigo divino. purgada por las menstruaciones, que el vulgo llama lores,
La menstruación también podía ejercer efectos úti- pues al igual que los árboles no producen frutos sin lo-
les. En 1827, el médico español Dr. Baltasar de Viguera33 res, de la misma manera las mujeres sin lores no pueden
anotó una recopilación de algunos de los mitos “benéi- concebir”.35 La correlación de menstruación y fertilidad
cos” que se han mencionado de ella: es muy antigua, pues se pensaba que la sangre menstrual
“Así, sin contar con los soñados efectos de los servía como alimento para el desarrollo fetal. Puesto que
iltros que tenían por base la sangre menstrua, y que be- el sangrado menstrual se relacionaba con el embarazo,
bidos por un hombre en cualquier licor se les creía ei- se creía que la época más fértil de la mujer era cuando
cacísimos para inspirarle la pasión más violenta hacia la la menstruación estaba terminando, lo cual coincidía ge-
muger que les había preparado; se ha creído también que neralmente con el aumento del apetito sexual. Cuando
las escrófulas, las berrugas y demás tumores indolentes; ocurría el embarazo, la sangre menstrual ascendía hacia
que la gota, el fuego sacro, el ántrax, los diviesos, &c, se los pechos, donde se usaba para producir leche.36,19 Plinio
curaban con sólo el tacto de una muger menstruante, ó El Viejo (23-79 d.C.) también mencionó que la menstrua-
aplicando sobre las partes afectas un cabezal empapado ción era necesaria para engendrar niños: “No sólo ocurre
en su sangre; que la hidrofobia, la epilepsia y las calen- esta perniciosa travesura cada mes, sino que viene en
turas intermitentes, desaparecían aplicando al brazo un mayor cantidad cada tres meses; y en algunos casos se
pedazo de bayeta bien penetrada de este especíico; e vuelve más frecuente que una vez al mes así como en
igualmente que si la menstruante frotaba con sus manos ciertas mujeres nunca ocurre en absoluto. Las últimas no
las plantas de los pies de un tercianario o cuartanario, tienen niños, debido a que la sustancia en cuestión es el
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Figura 7. Dr. Edward Allen (1892-1943) y Dr. Edward Doisy Figura 8. Dr. George Washington Corner (1889-1981) y Dr. Wi-
(1893-1986). llard Myron Allen (1904-1993).
material para la generación humana”. Y añadía “La sus- En 1896, en Austria, Emil Knauer (1867-1935) notó
tancia es el material para la generación humana, como que al quitar los ovarios de los animales desaparecía la
el semen de los hombres actúa como el cuajo, colecta menstruación, y si se practicaba un trasplante, la mens-
esta sustancia dentro de él, que allí es inmediatamente truación se reestablecía; así apareció el concepto de que
inspirado con vida y dotado con cuerpo.”20 “los ovarios ejercían su inluencia por medio de alguna
La relación de la función ovárica con la menstruación secreción que era llevada por el torrente sanguíneo, la
se debió a Egner de Graaf (1641-1673) cuando en 1672 hormona ovárica”.42 El misterio del origen de la menstrua-
descubrió la presencia de los folículos en los ovarios, de- ción comenzó a develarse en 1908, cuando dos médicos
bido a que observó un embarazo ectópico ovárico; por de la Universidad de Viena, Fritz Hitschman (1870-1926)
eso pensó que ellos podían tener alguna función en la y Ludwig Adler (1876-1958) presentaron un meticuloso
reproducción; además dio nombre al ovario.37 Los siguien- estudio histológico de la mucosa uterina de 58 mujeres
tes avances cientíicos ocurrieron hasta el Siglo XIX. En en diferentes estadios del ciclo menstrual, con lo que de-
mayo de 1827, el alemán Karl Ernst von Baer (1792-1876), mostraron por primera vez que el endometrio presenta
biólogo alemán, fundador de la embriología, mientras normalmente un aspecto que cambia en forma continua.
trabajaba en el tracto reproductor del perro, advirtió un Efectuaron la división del endometrio en dos capas: la
punto blanco amarillento en cada folículo ovárico. Lleva- compacta y la esponjosa, y describieron cuatro fases de
do por su curiosidad, abrió uno de los folículos para tomar acuerdo con los cambios histológicos observados: fase
el diminuto objeto con la punta del bisturí. Posteriormen- posmenstrual, fase de intervalo, fase premenstrual y la
te escribió: “cuando lo coloqué bajo el microscopio quedé menstrual.43
completamente asombrado, vi un óvulo, y tan claramen- Poco faltaba para descubrir la explicación cientíica
te que ni un ciego hubiera podido negarlo. Es realmente del complejo ciclo que producía la menstruación. Fue en
maravilloso y sorprendente poder demostrar visualmen- Estados Unidos donde los doctores Edward Allen (1892-
te, mediante un procedimiento tan sencillo, algo que 1943) y Edward A. Doisy (1893-1986), en la Universidad
se había buscado de forma tan persistente y discutido de Washington (Figura 7), demostraron la presencia de
hasta el aburrimiento en todos los libros de Fisiología, los estrógenos con el estudio del estro del ratón.44 Lue-
hasta considerarlo un problema insoluble.”38, 39 En 1863, go aislaron la hormona pura del líquido folicular, ovarios,
el Dr. Eduard Friederich Wilhelm Plüger (1829-1910), placenta y otros tejidos. Demostraron en estudios con
profesor de la Universidad de Berlín, de acuerdo con la animales que el estrógeno causaba crecimiento y desa-
teoría neurocéntrica de la época, airmó que la disten- rrollo del endometrio y que la hemorragia uterina era
sión gradual de la supericie del ovario por el crecimiento posterior a una caída en la concentración de los estró-
del folículo de Graaf irritaba los nervios ováricos. Este genos por debajo del 50 por ciento del pico de secreción
impulso luía hacia la médula espinal y regresaba para normal.45 Finalmente, Doisy aisló la “foliculina” (estrona)
crear una congestión que llevaba a la menstruación. Esta cristalina de la orina de mujeres embarazadas en julio
irritación era relejada a las arteriolas espermáticas (úte- de 1929.46 Un año antes, en 1928, George Washington
ro-ováricas), lo que producía una dilatación activa con Corner (1889-1981) y Willard Myron Allen (1904-1993),
el correspondiente lujo de sangre al hilio del ovario y a en la Universidad de Rochester en EE.UU., habían aisla-
la masa de arteriolas distribuidas a los lados y al fondo do la sustancia activa del cuerpo lúteo en extractos de
del útero y las trompas.40 Marcello Malpighi (1628-1694), alcohol, que al ser aplicados a conejas causaban efectos
considerado el fundador de la anatomía microscópica, indudables en el endometrio, y completaban un ciclo que
descubrió la presencia de un grupo de células que apare- culminaba con la menstruación (Figura 8). En 1929 ellos
cían en el folículo donde había ocurrido la ovulación, y, anotaron “...parece, por lo tanto, que los extractos del
por su color, le dio el nombre en latín de “corpus luteum” cuerpo lúteo contienen una hormona especial que tiene
(cuerpo amarillo).41 como una de sus funciones la preparación del útero para
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Figura 9. John Billings (1918-2007). 21. Cuando se trata de evitar el embarazo, usándolo per-
fectamente, este método tiene un nivel de efectividad
cercano al 80%.50 Más de treinta años después, en 1972
en Melbourne, Australia, John Billings (1918-2007) (Figu-
ra 9), reconocido como un “católico incondicional”, con
base en su fe cristiana sobre la Teología del Cuerpo pro-
puso un método que, además del calendario, evaluaba los
efectos hormonales sobre el moco cervical, identiicando
las fases pre-ovulatoria o fértil (moco ilante y acuoso)
y post-ovulatoria, no fértil (moco escaso y espeso) del
ciclo.51
La historia de la menstruación es un relejo de los
cambios que han ocurrido en la accidentada evolución de
la medicina en general, ya que inició como un concepto
mágico y astral, que luego fue objeto de las teorías ilosó-
icas que la catalogaron como un producto de la digestión
y le adjudicaron propiedades genésicas y nocivas al mis-
mo tiempo, y se le consideró como una demostración
de la inferioridad de la mujer. No fue sino hasta el Siglo
XIX que, gracias a los avances en el método cientíico,
se descubrió en forma aislada que los órganos genitales
femeninos se relacionaban armónicamente con funcio-
nes especíicas orientadas hacia la búsqueda de una ges-
la recepción de los embriones induciendo la proliferación
tación. Se llegó a identiicar la presencia de las hormonas
progestacional del endometrio”47 y “...está ahora com-
sexuales ováricas y su efecto en la mucosa uterina. Así,
pleta la evidencia de que en la coneja el cuerpo lúteo
después de cientos de años de ignorancia, se logró elimi-
es un órgano de secreción interna, que tiene como una
nar la mayoría de las supersticiones que existían sobre
de sus funciones la producción de un estado especial de
la menstruación, aun cuando el concepto de inferioridad
la mucosa uterina (proliferación progestacional) y que,
de la mujer ha tenido pocos cambios hasta la actualidad.
a su vez, la función del endometrio proliferado es nu-
trir o proteger los blastocitos libres y hacer posible su
implantación.”48 Finalmente, en 1934, cuatro grupos in- referencias
dependientes lograron el aislamiento de la progesterona
1. King John. Eclectic Obstetrics. Rewritten, Revised and Enlar-
cristalina en forma simultánea: Willard M. Allen y Oskar ged by Robert C. Wintermute. 9th Ed. Cincinnati, The Ohio
P. Wintersteiner (en Estados Unidos); Adolf F.J. Butenan- Valley Company. 1892: 100.
dt y Ulrich Westphal (Alemania); Max Hartmann y Albert 2. Barbará RA: Etimologías Médicas. 1925. Tipografía Católica
Wettstein (Suiza) y Kart H. Slotta y colaboradores (Ale- Casals. Barcelona. 328-9.
mania). El aislamiento de la hormona requirió grandes 3. El Manual Merck” Décima Edición. Edición del Centenario.
cantidades de material; Butenandt usó los cuerpos lúteos 1948-50: 1938.
de 50 000 cerdas para obtener unos pocos miligramos de 4. Boorstin DJ: Los Descubridores. Barcelona, Ed. Crítica. 1986.
5. Riudor AB: Etimologías Médicas. 1925. Tipografía Católica
la hormona. El nombre de “progesterona” surgió en la
Casals. Barcelona; 312-313.
Segunda Conferencia Internacional sobre Estandariza- 6. Serrano A, Pascual A. Diccionario de Símbolos. Ed. Diana,
ción de Hormonas Sexuales en 1935, donde se acordó el Madrid. 2003: 199-200.
nombre de “progesterona”, que signiica “a favor de la 7. Green M. The transmisión of Ancient Theories of Female Phi-
gestación”.49 siology and Disease through the Early Middle Ages. Princeton
A partir de esta nueva evidencia se comprobó que las University. 2000.
fechas más fértiles eran los días cercanos a la ovulación, 8. D. S. Brewer. Hildegard of Bingen: Sobre Filosofía Natural y
y de esta manera se ideó un método natural tanto para Medicina. CAUSA Y CURA. Cambridge, 1999.
9. Carmen Astrologicum. Transl. David Pingree. Leipzig: Teub-
la búsqueda de embarazo como para tratar de evitarlo;
ner. 1976; 39:2-4.
así apareció el método del ritmo o del calendario, que 10. Jane Sharp. The Midwives Book. Ed. Elaine Hobby, Oxford
inicialmente fue conocido como el método Ogino-Knaus, University Press. 1999.
ya que fue planteado por el ginecólogo japonés Kyusaku 11. Dariot Claude. A brief and most easie introduction to the
Ogino (1882-1975) en 1924 y perfeccionado por el médico astrological judgement of the satarres. London: Printed by
austriaco Hermann Knaus (1892-1970) en 1928. Consiste Thomas Purfoot, 1598.
en contar los días del ciclo menstrual de la mujer para 12. Dixon LS: Perilous Chastity. Cornell University Press, Ithaca y
lograr el embarazo o evitar quedar embarazada. Para una Londres. 1995.
13. Moscucci Ornella. THE SCIENCE OF WOMEN: Ginecología y Sexo
mujer cuyo ciclo menstrual está entre 25 y 32 días, se cal-
en Inglaterra 1800 – 1929. Cambridge, University Press, 1990.
cula que es infértil los primeros siete días de su ciclo, es 14. Robert Eissler. The Royal Art of Astrology. London, Herberth
fértil entre los días ocho y 20, y vuelve a ser infértil el día Joseph Ltd. 1946:145.
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15. Paula Weideger, Menstruation and Menopause: The Physiolo- Reprinted as: Jocelyn HD, Setchell BP: Regnier de Graaf on
gy and Psychology, the Mith and Reality. New York. Random the human reproductive organs. An annotated translation
House Editors. 1976. of Tractatus de Virorum Organis Generationi Inservientibus
16. Harvey Graham. Eternal Eve. New York. Doubleday & Com- (1668) and De Mulierum Organis Generationi Inserventibus
pany, Inc. 1951: 30. Tractatus Novus (1962)”. J Reprod Fertil Suppl. 17: 1–222.
17. Harvey Graham. Eternal Eve. New York. Doubleday & Com- 38. De ovi mammalium et hominis genesi. Epistola ad Acade-
pany, Inc. 1951: 26-29. miam Imperialem Scientiarum Petropolitanam. Lipsiae, L.
18. Hippocratic Writings, transl. J. Chadwick and W.N. Mann. Vossius, 1827.
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