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Marzo de 2014
Qullasuyu-Tawantinsuyu
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ENTREVISTA
AWQA ¿Quién es Ayar Quispe? Ayar Quispe. Fausto Reinaga tiene narios (2005) e Indianismo (2011). Estos
etapas en su pensamiento al igual que las tres libros tienen principalmente los si-
Ayar Quispe. Se puede decir, en pala- etapas de la vida; ella se la puede clasifi- guientes objetivos claves: a) busca que el
bras concretas, que Ayar Quispe es un car en tres: 1) Marxista-Nacionalista- indio tome conciencia de su condición de
indio que ha recorrido desde su niñez Indigenista; 2) Indianista, y 3) Amáutista oprimido; y b) pretende la reindianiza-
por el camino del indianismo; ésta se la o Reinaguista. Con el que estoy de acuer- ción del indio (es decir, encauzar las
puede dividir en tres periodos: 1) De ni- do es con la segunda, pues aunque parez- energías indias hacia la lucha anticolo-
ño he sido partidario del Movimiento ca paradójico las otras dos son nial).
Indio Tupak Katari (MITKA). Este perio-
do se la puede considerar como de AWQA. ¿Tenemos entendido que pu-
aprendizaje; porque adquirí el abecé del blicará un nuevo libro, ¿de qué nos ha-
indianismo gracias a indianistas como bla en esa obra?
Felipe Quispe Huanca, Luciano Tapia
Quisbert, Fernando Surco Calle y Calixto Ayar Quispe. La obra que próxima-
Jayllita Tancara. Así también tuve el in- mente se publicará (posiblemente en
flujo de algunos “libros indianistas” pro- abril), lleva por título Indianismo-
ducidas por Fausto Reinaga (me refiero a katarismo; éste es la segundo escrito que
la Revolución india y Tesis India); 2) De corresponde a la “trilogía indianista” que
adolescente: fue miembro y fundador del he elaborado. Cabe destacar, que el pri-
Ejército Guerrillero Tupak Katari (EGTK). mero es Indianismo y la tercera es Kata-
En esos años, Ayar pese a estar buscado rismo (que está en proceso de correc-
por “terrorista” (gracias a la delación de ción).
Raquel Gutiérrez Aguilar), no logró ser La obra que pronto saldrá a la luz pú-
capturado por el Centro de Investigacio- blica, trata de la historia del indianismo–
nes Policiales (CEIP). Y, además, después katarismo, de sus ideólogos y de su pro-
de la caída de Felipe Quispe, mi persona puesta política. Es más, en este libro va-
junto a otros tuvimos que proseguir la mos radicalizando aún más las ideas in-
lucha emprendida; la misma concluyó el “antiindianistas” y, por tanto, son dianistas y estamos, además, enfrentan-
año de 1994. Éste es otro periodo a la “antiindios”. Por consecuencia, no me do ideológicamente a los
cual se lo puede denominar como de considero continuador de Fausto “antiindianistas”, como Pablo Mamani
practicaje, pues algunos indianistas del Reinaga, pero sí del indianismo de Fausto Ramírez, Javier Medina, Germán Choque
MITKA hemos pasado de las ideas a los Reinaga. No solamente de él, sino tam- Condori (“Falso Inka”), Aureliano Turpo
hechos, es decir, a la guerra; y 3) De adul- bién del indianismo de Tupak Katari, Choquehuanca, etc.
to: Ayar no es “licenciado” o “doctor”, Guillermo Carnero Hoke, Virgilio Roel
sino es un “agricultor” que vive en la co- Pineda, Felipe Quispe Huanca... Pues, AWQA. ¿Qué le motivó a escribir su
munidad “Ajaría Chico” (ésta pertenece todo ellos pertenecen al mismo o idénti- cuarto libro?
al Cantón Ajllata, Provincia Omasuyos). co indianismo.
Asimismo, me doy a la tarea de producir Ayar Quispe. El indianismo es una
y reproducir ideas indianistas. Es un pe- AWQA. ¿Qué pretende lograr con los ideología de la liberación. Si esta es su
riodo que aún no tiene nominación… libros que escribes? cualidad particular, entonces, los enemi-
gos del indianismo no quieren que se
AWQA. ¿Usted se considera continua- Ayar Quispe. Las obras que he escrito mantenga así; de ahí que procuran sem-
dor de Fausto Reinaga? hasta el momento son: Indios contra in- brar y difundir una imagen falsificada de
dios (2003), Los tupakataristas revolucio- la ideología indianista. En esta actitud
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malévola se dan a la tarea tanto los inte-
lectuales q’aras e indios. Nuestra actitud
frente a estos antiindianistas, nunca es el
de estar callados, sino el de dar respues- PRESENTACIÓN DEL LIBRO
tas. Esta es la razón, que me ha llevado a
“INDIANISMO-KATARISMO”
publicar este libro, pues no podemos per-
mitir a aquellos que utilizan la fraseolo-
gía indianista solamente para defender la
opresión o para engañar al indio.
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mera mixtificación, ello radica en este q’ara para inferiorizarle y diferenciarle, práctica, como guerra contra los q’aras,
adverbio y verbo: “busca poner” pues im- estos elementos se subordinan a la justi- Atawallpa es uno de sus iniciadores, pues
plica que todavía no es efectivo. Si me ficación, consiguientemente aquí el asun- después de arrojar el breviario religioso
sigue, el indianismo ya es en sus orígenes, to de racialización deviene como ele- que el cura Vicente Valverde le propor-
en el tiempo, pero es en tanto es indianis- mento completivo de la categoría indio. cionó y Hernando de Aldana sacara su
mo (palabra-acto); si ya es en forma con- Entonces, el punto de partida del india- espada para mostrárselo al Inka, “…
creta, entonces es un error utilizar los nismo es el indio, cuyo objetivo es su libe- Ataualpa les dixo que se fuesen para be-
términos busca poner (que todavía no ración, ello implica la destrucción del llacos ladrones, y que los auía de matar a
es). Y no es que, el indio —a lo que llama sistema colonial que ha constituido a los todos”(18), este pensamiento no desapa-
como sujeto racializado— se ponga frente autóctonos en indios(16). recerá en el futuro, Manco Inka II, Tupak
a su misma condición de indio, a primera Amaru I y II, Tupak Katari, Zarate Willka
vista, esta afirmación sale camuflada de han sido los que desarrollaron el movi-
efectiva, pero si la ponemos en análisis Pero aun no se cansa de mixtificar. miento indio. En la historia es dinámica
pronto es mixtificación, porque el india- Ahora sale aseverando que el indianismo anticolonial, retorna en cada época sin
nismo no se reduce a que el indio este “es un movimiento condicionado por la perder sus objetivos, de ahí que, cada
frente a su condición de indio. Macusaya, acción de los no ‘indios’ y que emerge en una de ellas es revuelta, porque es conti-
eso solamente es a priori en su cerebro, si los años 60 del siglo pasado…El principal nua. Por otro lado, la configuración del
fuera efectiva esa aserción simple, vacía, ideólogo de este movimiento fue y es aun indianismo en teoría se da en la década
el indianismo estaría sometido a esta, por Fausto Reinaga”(17). Una vez más, del 70 para adelante con las obras india-
tanto, perdería su esencia de ser doctri- ¡doble mixtificación!, con esto ya puedo nistas de Fausto Reinaga como: “La revo-
na. He ahí la segunda mixtificación. ver que es un k’usillo, pues anda haciendo lución india” (1970), “El manifiesto del
mucha chacota con sus ideas ante el in- PIB” (1970) y “Tesis india” (1971), uno de
Sin embargo, el asunto no es aun pun- dianismo, porque no son nada serias, los precursores fue Guillermo Carnero
to final sino aparte. En esta última ora- ¿acaso no se da cuenta? Mire, usted utili- Hoke con su libro “Nueva teoría para la
ción, emplea los términos: sujeto raciali- za estos términos: “no indios”, “no indíge- insurgencia” (1968), posterior a estos
zado, pone otro apelativo, manda a la nas” ¿a quienes se refiere? ¿A los chinos, libros también existen producciones teó-
mierda la palabra indio, que equivale co- japoneses, negros, hindús? Supondré que rico-políticos de intelectuales indios(19).
lonizado en el indianismo; si el “Kolla alude al q’ara. Entonces, el indianismo en su dimensión
rebelde o Sinchi apu kolla” (como G. Hum- práctica y teórica, no surge en la década
berto Mata denominó a Reinaga), tuviera El indianismo, surge ante la misma del 60 como señala su persona, asimismo
la oportunidad de leerle hoy, le mandaría invasión de los españoles, brota como no solamente Reinaga es su principal
también a la mierda a usted con estas
palabras:
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ideólogo, a su lado está Guillermo Carne- del discurso indígena” organizado por la carrera
ro Hoke, Virgilio Roel Pineda (que falle- (4). Por ejemplo, en “El indianismo de Fausto de sociología UMSA, 16 de octubre de 2013).
ció recientemente), Ramiro Reynaga y Reinaga”, Macusaya en vez de mejorar empeora
su anterior escrito: “Lo colonial del Estado boli- (17). Ibíd.
Felipe Quispe Huanca. viano en La Revolución India”.
(18). PIZARRO Pedro, “Relación del descubri-
Carlos, su pedantería llegó hasta aquí, (5). Además, es un abusivo de la conjunción “y” miento y conquista de los Reinos del Peru”, Lima
pues veo que lee muy poco, por eso va en sus clausulas. -Perú: Pontificia Universidad Católica del Perú,
adjudicando como principal ideólogo del 2da. Ed., 1986, p. 38.
indianismo solamente a Reinaga; al mis- (6). Me refiero a su significado gramatical.
mo tiempo, va mixtificando su obra: “La (19). Ahí están: “Tawa Inti Suyu. Cinco siglos de
revolución india”, cuando se refiere a (7). MACUSAYA Carlos, “Sobre indigenismo, guerra india” (1978) de Ramiro Reynaga, “El
ésta, le dedica esta falsedad “…no habla- indianismo y katarismo”, p. 10. Con respecto al indio y la revolución” (1979) de Guillermo Car-
término ¿indiologo?, Macusaya es, “indiólogo” nero Hoke, “Cultura peruana e historia de los
mos de un tratado teórico-conceptual
con tilde, este le pertenece y es utilizado por incas” (2001) de Virgilio Roel Pineda, además
sino de un documento político”(20), pe- Felipe Quispe Huanca con su obra: “Tupak
Felipe Quispe.
ro ¿es sólo eso? NO; quizás le suene estos Katari vive y vuelve…carajo” (1988) supo con-
conceptos: sociedad yuxtapuesta, unidad (8). También: apacheta, neologismo en la gra- tribuir al indianismo histórico no solo teórica-
india, revolución india, poder indio, so- mática española. mente sino dio continuidad práctica al indianis-
cialismo indio, ¿¡nada verdad!? Tal vez: mo.
intelligentsia del cholaje, imperativo his- (9). APAZA Calle Iván, “Colonialismo y contribu-
tórico. No, no lo creo, por eso reduce so- (20). MACUSAYA Carlos, “Lo colonial del estado
ción en el indianismo”, Qullasuyu: Pachakuti,
lamente como si fuese un “documento boliviano en ‘La revolución india’”, p. 27.
2011, p. 129.
político”; evidentemente Reinaga escribe
(21). Cf. REINAGA Fausto, “La intelligentsia del
líneas rebeldes, poniendo candente al (10). MACUSAYA Carlos, “Sobre indigenismo,
cholaje boliviano”, Bolivia: PIB, 1967.
que recorre por esos párrafos, su pensa- indianismo y katarismo”, pp. 10, 11. Su maestro
miento indianista es el aire libre, huraca- Fernando Untoja, por lo menos se dio cuenta
nado que destruye a la intelligentsia cho- en un folleto que “…el indianismo es la cons-
lista. Es un libro teórico y político, no hu- trucción ideológica del colonizado…” (UNTOJA
biese sido de otra forma, escribía para los Fernando, “Katarismo. Critica al indianismo e
indigenismo”, La Paz-Bolivia: s/e, 2012, p.57),
indios, la realidad le obligó combinar es-
sin embargo, mixtifica igual que usted el india-
tos dos, no es accidental que haya echa-
nismo, incluso―como el chitaku Juan Manuel
do a un lado la estructura de un libro que Poma― llega al extremo de escribir el apellido
preparaba “El indio y su revolución”, se- de Fausto con “Y”, y no así con “I”, es decir:
gún Reinaga constaría de tres tomos(21). REINAGA.
Por último, ponga atención Macusaya, (11). REINAGA Fausto, “La revolución india”,
usted no es indianista, es anti-indianista, Bolivia: PIB, 1970, p. 136. Las cursivas son mías.
¡sí! eso precisamente, pero ya no se jacte
más del indianismo porque con sus párra- (12). QUISPE Ayar, “Indianismo”, Qullasuyu:
fos en términos de Reinaga echa incienso Pachakuti-AWQA, 2011, p. 20.
a su línea política katarista, a su maestro
(13). REINAGA Fausto,“La revolución india”, p.,
Fernando Untoja a quien imita no solo en
143.
las ideas sino también en la acción y la
cabellera. (14). MEMMI Albert, “El racismo. Definiciones”,
En: OFFMAN Odile y QUINTERO Oscar, “Estudiar
el racismo. Textos y herramientas”, México:
CITAS BIBLIOGRÁFICAS: AFRODESC/EURESCL, 2010, p. 54.
(1). En: Periódico PUKARA, año: 7, núm.: 86, (15). MACUSAYA Carlos, “Sobre indigenismo,
Qullasuyu-Bolivia, 2013. Edición electrónica. indianismo y katarismo”, p. 11.
(2). MACUSAYA, Carlos, “El indianismo de (16). Con esto pues no están de acuerdo los
Fausto Reinaga”, En: Revista La migraña de q’aras como Alexis Pérez, porque afectan sus
análisis político, año: 1, núm.: 5, La Paz-Bolivia, intereses y su lugar de q’ara por supuesto, éste
2012. calumnia tras calumnia ha ido arrojando a los
indios estas mentiras: “El indianismo no llega a
(3). MACUSAYA Carlos, “Lo colonial del Esta- articular el país… es excluyente… no va a nin-
do boliviano en La Revolución India”, En: Re- guna parte, es coyuntural” (Foro sobre: “Manejo
vista oficial del MINKA, La Paz-Bolivia, 2010.
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DE ESO QUE LLAMAN
“KATARISMO” I
Por: Abel Rojas Quispe
“El mal fruto (hay que) cortarlo mejante asalto. Fausto Reinaga y Felipe lo resaltado en la cita anterior. Podemos
desde las raíces” Quispe están entre los que defendieron notar que los colonialistas q´aras in-
con asombrosa valentía el verdadero con- utilizaban el nombre del rebelde Katari,
Tupak Katari tenido del “nombre” Tupak Katari, reve- intentando establecerlo como un simple
lando así al “indio rebelde” Julián Apaza. nominativo vacuo y sin sentido. Esta mis-
El uno denunció a los “blancoides ladro- ma actitud fue retomada por parte de
I nes” y el otro a los “indios falaces”. Advir- algunos personajes indios, así por ejem-
La lucha del indio por su liberación ha tamos ambas situaciones mediante dos plo, crearon partidos como: “Movimiento
sido tan heroica, Reinaga la llamó Epope- citas de libros escritos por Reinaga y Revolucionario Tupaj Katari” o
ya India. Esta guerra incesante, así como Quispe. “Movimiento Revolucionario Tupaj Kata-
lo esclareció Wankar, sin embargo, ha ri de Liberación” y otros que, en última
tenido traidores que han brotado de las En el caso de Reinaga, se trata de una instancia utilizaron el nombre de “Tupak
mismas filas indias. Este ha sido uno de lectura clarividente de la realidad y con- Katari” a la manera de un membrete, esto
los obstáculos que ha imposibilitado el secuente manifestación respecto a lo que en los albores del movimiento político
objetivo multisecular indianista: la objeti- sucedía; acerca de las estrategias colonia- indio del siglo XX y es Quispe quien esta
vación del Poder Indio. En la actualidad, listas perniciosas para el indio. Veamos: vez denunciará:
aquel pensamiento forjado desde Ata-
wallpa hasta el Mallku, aquel pensamien- “Los blancoides hacen cultura roban- “En suma, la figura de ´Katari´ es to-
to y acción indianista, ha sido mermado do lo indio del indio: su carne, su alma. El mado como un símbolo sin contenido y
en la mayoría de los indios: entre ellos mestizo y el criollo han robado del indio espíritu doctrinario, pues, esos dirigentes
están los que usando el nombre de Tupak no sólo sus tierras, su fuerza de trabajo, estaban educados y disciplinados a los
Katari se dicen llamar “kataristas”, pero sus ideales, sus dioses (Pachacuti); su moldes occidentales y asiáticos.”(2)
lo particular de estos últimos, es que con música, su pintura; le han robado hasta
sus acciones colaboran con el objetivo el nombre de sus héroes, ejemplo: Tu- En realidad, varios fueron los que usa-
colonialista. Veamos de qué manera lo pac Catari. ”(1) ron y abusaron el nombre guerrero del
hacen, revelando principalmente la natu- indio que hizo temblar a la colonia en el
raleza de eso que ellos llaman Lo que deseo priorizar en el asunto, es siglo XVIII. Pero algo llamativo de la últi-
“katarismo”. Además de su continuidad
actual en un nuevo “rostro indio” que, el
escritor Iván Apaza lo ha desenmascara-
do desde las entrañas, poniendo al descu-
bierto su verdadero rostro anti-
indianista.
II
Una característica habitual del colo-
nialista es que en su tarea como tal, apro-
vecha todo recurso que le sea posible
para cumplir su labor, que es el de con-
servar la colonia. Por tanto no es asom-
broso que entre estos recursos se en-
cuentre la instrumentalización de quien
justamente luchó por la destrucción de la
colonia: me refiero a Tupak Katari. Al
respecto, podemos advertir a través de la
historia que, así como los colonialistas
utilizaban a Katari para sus fines, el indio
no se quedó mudo ni paralítico ante se-
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ma cita, que es necesario resaltar, es que no tenían preocupaciones sobre las con- que les propinaba(10). Sus acciones es-
en ella Felipe Quispe reclama el secuencias de sus acciones o simplemen- tán selladas en la historia cual cuño abis-
“contenido y espíritu doctrinario” de Ka- te no pensaban en la posteridad. A guisa mal, tenebroso y obscuro. Lo único que
tari. Claro, su reclamo no llegó a ser tal de ejemplo, si hablamos de otras caracte- lograron es engrosar las filas de los ma-
simplemente, más al contrario la demos- rísticas de “esos” kataristas: el venalismo, linchistas y felipillistas
tración práctica de lo que verdaderamen- el servilismo, la ingenuidad y la estupidez “contemporáneos”; contribuir al bienes-
te significa Tupak Katari ha imperado en que han demostrado frente al colono, son tar de la colonia renovada hoy llamada
sus acciones (3). Fue gracias al Mallku carne de su carne y alma de su alma; sus “Estado Plurinacional de Bolivia”.
que ha sido “devuelto” la verdadera natu- acciones políticas no son nada ejempla-
raleza que el nombre Tupak Katari san- res. Jamás comprendieron que “´el q´ara III
ciona: el Tupakatarismo (4). es q´ara nomás´”(7). Aún, es notoria la Lamentablemente, “este” katarismo,
ausencia de reflexión respecto del papel ha penetrado como un tumor maligno
En ambos casos, en cuanto a estos “robótico” que significaron en el pasado en nuevos elementos de este tiempo. Sus
“mentirosos falsarios” (5), la diferencia (8). No sin razón el escritor Ayar Quispe acciones maliciosas renuevan energías
reside en que por un lado actúan los lanza estas palabras que truenan como bajo el velo de otros rostros. En este
“blancoides ladrones” y por el otro los rayo en el oído “pseudo-katarista”: punto, es representativo Carlos Macusa-
“indios falaces”; empero, lo similar es que ya quién, últimamente ha quedado al
ambos actores realizan las mismas accio- “A partir de todo esto, podemos descubierto tras haberse encontrado en
nes que confluyen para contribuir a un afirmar que, el ´katarista´ es el indi- una nebulosa confusa con escritos ora
mismo fin, a saber: al objetivo colonialis- viduo más maleable, flexible y educa- cuasi indianistas, ora cuasi kataristas
ta. Dicho de otra manera, el opresor y el ble de todos los individuos. No se (11).
oprimido paradójicamente realizaban la rebela contra el opresor, ni contra
misma tarea. ¿Cómo comprender esto? La nada.”(9) Ahora veo claro, cuando reproduce la
historia nos enseña que esta operación maliciosa acción y pensar propios de un
del q´ara es de esperar. ¿Pero en relación De esta manera dejaron las huellas de mal llamado katarista, cual linaje clánico
al indio? Podemos avizorar que, con el sus pasos en la historia los Flores, Cárde- q´aratizado(12); la “peste katarista” aún
transcurrir del tiempo muchos tawantin- nas y demás. Caminaron de la mano con deja huellas de sus pasos venenosos. Sea
suyanos fueron domesticados, por ende el opresor y congraciados por las mise- como sea, cuando “este Carlos katariza-
asumían el comportamiento colonialista rias que este último les limosnea. Según do” expone desde la vicepresidencia las
propio del blanco; esto sucedió con los se ve, siempre se conformaron con la poses de su pensamiento y su elogio al
indios en cuestión. Ellos denominaron a pequeñez del campo en que le permitía opresor, no hace más que continuar con
su forma de actuar como “katarismo”, de actuar su amo el q´ara y con el despojo el plan “laq´untar” y lo peor, cuando lo ve
modo que las acciones políticas que plas-
maron los mal auto-denominados
“kataristas”, resultaron ser semejantes a
las del colonialista q´ara. Luego, ineludi-
blemente tornan en partidarios del colo-
nialismo, a su vez practicantes de la polí-
tica del q´arismo(6). Al menos es lo que se
puede ver en los adeptos de “ese” kata-
rismo, que son igual al perro manso que
menea la cola y hace brillar sus ojos a
cualquier individuo que le dirige la mira-
da, en este caso, el q´ara que lo ve como
un objeto a utilizar.
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un indio junto al opresor de siglos, pro-
voca un engaño bloqueando su rebeldía,
y con alegría pensará: “si, al igual que
tenemos un presidente ´indígena´ en el
gobierno, los ´kataristas´ también están,
ya logramos tomar el poder”; esta sensa-
ción ilusa creará la acción “katarista” de
Macusaya. A pesar de la existencia de
este “espectáculo”, el nuevo indio no se
queda silenciado. Más al contrario le ha
tocado actuar y denunciar lo que se ocul-
ta tras aquella niebla de la realidad hábil-
mente intitulada: “Sobre indigenismo,
indianismo y katarismo”(13). Hablamos
del último artículo de Macusaya, este ha
sido desenmascarado sin vacilaciones
por el escritor Iván Apaza en un escrito
que tiene por título “La mixtificación anti
-indianista”(14), donde, línea a línea es-
clarece que Macusaya en realidad lo úni-
co que busca es usar al indianismo, más o
menos similar al “blancoide ladrón” o al
“indio falaz”. Ese artículo publicado en
este mismo sitio, llega a ser el primer
q´urawasu indianista que lanza el “indio
rebelde” con la fuerza de siglos de opre-
sión y la piedra candente que llega a la
cavidad cerebral del “katarista” es la ver-
dad de fuego que quitará la venda y mor-
daza al indio; reindianizándolo. Observe-
mos.
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dad a los “camuflados”, corren el riesgo propuestas de los teóricos indianistas es
de ser silenciados o simplemente recha- (5) Ayar, explica: “El q´arismo es un esti- interpretado en un solo libro.
zados por aquellos que fingen incom- lo q´ara que pretende dominar, manipu-
prensión. Pues su escrito debía ser publi- lar, engañar y dirigir a los indios, desde (16) REINAGA Fausto, “La revolución
cado en Pukara en el mes de noviembre, un punto de vista político, religioso, india”, Bolivia: PIB, 1970, pp. 207, 136.
mensual auto identificado como ideológico, cultural, etcétera. Debo decir,
“indianista katarista”. Sin embargo, además, que el q´arismo puede manifes- (17) Un estudio específico del momento
“Pukara” prefirió cerrar las puertas y no tarse tanto en los indios y no indios.” de la invasión lo encontramos en “Ataque
permitió la publicación de “La mixtifica- Véase: QUISPE Ayar, “El indianismo y los e invasión del Imperio Hispánico al Perú
ción anti-indianista”. Claro, no es de sor- pseudoindianistas”, en: Pukara, año: 4, de los Incas” (2009) de Virgilio Roel Pine-
prender esta actitud para con los núm.: 59, Qullasuyu-Bolivia, edición elec- da.
“indianistas”, ya en el pasado a Reinaga trónica, 2011, p. 7.
lo tendieron el “cerco del silencio” y todo (18) QUISPE Ayar, “Indianismo”, Qullsu-
eso por decir la verdad. Y él mismo de- (6) QUISPE Huanca Felipe, “Tupak Katari yu: Pachakuti-AWQA, 2011,p. 114.
cía: “Si no se me aprecia es porque yo no vive y vuelve… carajo”, Bolivia: Pachakuti,
tengo pelos en la lengua” (21) Así tam- 2007, p. 47. (19) Claro que no se han limitado a una
bién Iván, “sin pelos en la lengua” a tiem- interpretación, sino también a partir de
po ha desenmascarado aquella nebulosa (7) Se puede notar esto en varios indios la comprensión de todo lo interpretado,
confusa del “katarista” Macusaya, po- de “tinte katarista”. Véase: “Historia, co- hubo proyección del nuevo Tawantinsu-
niéndolo a su lugar de “anti-indianista”. yuntura y descolonización: katarismo e yu.
“Anti-indianista y katarista”, así como se indianismo en el proceso político del MAS
ha podido apreciar, es lo mismo que ser en Bolivia”, Bolivia: Fondo editorial (20) Denominativo con que Ayar dife-
colonialista. PUKARA, edición electrónica, 2010. rencia a los indios de características
opuestas al “indio rebelde”.
En fin, no se puede esperar algo (8) QUISPE, Ayar, ob. cit., p. 7.
bueno de los “mentirosos falsarios”: ni (21) Cf. CASTAÑON Carlos, “Opiniones.
del q´ara ni del katarista postizo; más al (9) Aquí hago alusión a su infructuoso Sobre libros y autores bolivianos”, Bolivia:
contrario hay que esperar todo lo malo método de “laq´untar” y las dádivas que Universo, 1966, p. 95.
imaginable. Es amplia la experiencia de recibían por “incluirse”, “integrarse” en
lucha indianista, varios siglos no serán los centros de decisión política, orques-
en vano. Pero surge también la necesi- tados por el q´ara para ofuscar al
dad de concientizar al cerebro domina- “katarista”.
do, para que no sean una especie de ins-
trumento robótico del colono. Y así cami- (10) QUISPE Huanca Felipe, “El indio en
nar el camino auténtico de Tupak Katari. escena”, Qullasuyu: Pachakuti, 1999, p.
26.
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