LA TERMODINÁMICA, LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA, NUESTRA ESPERANZA.

MANUEL GÓMEZ OCHOA.

Ensayo

Ing. RODRIGO RICARDO PAREDES.

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA

FACULTAD DE INGENIERÍA

PROGRAMA DE INGENIERÍA QUÍMICA, SEXTO SEMESTRE 2017-1

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La termodinámica, la ciencia y tecnología, nuestra esperanza.

No se necesita hacer un complejo raciocinio para concluir que la dependencia exagerada de algo

es perjudicial y peligrosa, porque en cuanto falla eso de lo cual se depende, le sigue el colapso de

todo en cuanto depende de eso. Situación de dependencia es la que tenemos con los combustibles

fósiles y disminución en sus niveles se empieza a presentar, dependencia de grandes

proporciones, debido a que son la materia prima de la petroquímica y principal fuente energética

mundial. Además de la dependencia, otra situación adversa que se presenta con los combustibles

fósiles, es la contribución mediante los gases de efecto invernadero como el CO2 al

calentamiento global.

Por lo anterior, se tiene que crear independencia de estos, entre otras cosas, por su carácter

finito y aunque pareciera difícil si hay formas. Porque siempre habrá energía debido a que no se

crea, ni se destruye.

La consolidación de la independencia parcial de los combustibles fósiles necesitará de la

ayuda tecnológica y científica para el mejoramiento y desarrollo de productos como

biocombustibles, biopolímeros y biofertilizantes.

Es cierto, que los combustibles fósiles van a disminuir considerablemente sus niveles, por

cuanto son recursos no renovables implicando esto el carácter finito de su abundancia.

Probablemente, esto no será mañana, ni en los próximas década y aunque no se tiene certeza del

día de la ocurrencia de este suceso, debido a la naturaleza incierta de las variables que

determinan estos fenómenos, la realidad es una: Los combustibles fósiles como el petróleo,

presentará dificultades para cumplir con la demanda (Owen, Inderwildi, & King, 2010). Si, y es

que el petróleo ya muestra síntoma de sus limitaciones. Según, la International Energy Agency

(IEA, 2008) el petróleo convencional tendrá que ayudarse del no convencional, el cual es más
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difícil su extracción, para poder cumplir con los futuros requerimientos del crudo. Lo que

demuestra que los niveles de una parte de los combustibles fósiles empezarán a disminuir, al

punto que tampoco será posible satisfacer la totalidad de la demandas del crudo con el petróleo

no convencional y se tenga que recurrir a otras fuentes distintas a las no renovables. Téngase en

cuenta, también, que el petróleo es el más utilizado de los combustibles fósiles.

Otro aspecto negativo de los combustibles fósiles, es su contribución mediante los gases

de efecto invernadero como el CO2, por mencionar uno, al calentamiento global. Situación que es

una realidad y que en el pasado 2015 tuvo su nivel más alto. Situación que, también, está

preocupando a los países del mundo, los cuales han decidido prestarle atencion a esta delicada

circunstancia. Lo demuestran los acuerdos internacionales que entre ellos han establecidos con el

fin de beneficiar el medio ambiente, un ejemplo de ello se dio en la pasada 21ra Conferencia de

las Partes que tuvo lugar en Paris, Francia (2015) . La cual se dio entre 195 países y tuvo como,

primordial, objetivo mantener el aumento de temperatura producto del calentamiento desde 1800

hasta 2100 por debajo de los 2 K (Szulejko, Kumar, Deep, & Kim, 2017).

De una triste noticia futurista, se pasó a una realidad. No se puede seguir con el actual

nivel de dependencia de los combustibles fósiles, pues además de los anteriores aspectos

expuestos, las economías que dependen de estos están a merced de las fluctuaciones de los

precios de petróleo, circunstancia que no es nada cómoda. Puesto que genera improvisaciones en

los gobiernos, improvisaciones que cambian los planes de gobernabilidad de una nación entera,

afectando con esto a sus habitantes. Un ejemplo de ello fue la polémica reforma tributaria

aprobada por el senado colombiano el pasado mes de diciembre. Por otra parte, alguien se podrá

preguntar ¿En realidad existe una dependencia tan grande de los combustibles fósiles? Pues bien,

las estadísticas no dejan mentir. En una publicación hecha por la World Energy Coucil (2013) se

deja ver que la demanda energética mundial para el 2011 provino en un 82% de recursos fósiles.
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Para consolidar la idea con que inicia este párrafo se pone de manifiesto el crecimiento,

exponencial, de la población mundial. Entre 1993 y 2011 tuvo un aumento de 27% y se

mantuvieron los niveles de dependencia de estos combustibles, para el mismo periodo (World

Energy Coucil, 2013). Por lo anterior, urge un cambio en niveles de relación con los

combustibles no renovable.

Como respuesta a la necesidad de implementar mecanismos que generen cierta separación

de los combustibles fósiles, a través, de procesos más eficientes; nuevas alternativas energéticas;

nuevos mecanismos de producción de polímeros o fertilizante, por ejemplo. Los países están

trabajando de la mano de la tecnología. Es así, como se ha creado un nuevo tipo de industria:

Industria Inteligente, de la que hace parte la Industria Petroquímica Inteligente. Esta última

planea para el año 2020 la creación de una plataforma que permita mejorar la automatización,

digitalización e integración de los procesos de producción. Esta industria surge por motivo de las

limitaciones energéticas, la protección del medio ambiente y la necesidad de una economía verde

(Li, 2016).

Además del desarrollo tecnológico, la ciencia mediante la investigación, también, trabaja

con el fin de aumentar el grado de independencia, respecto de los combustibles fósiles. Un campo

en el cual se está explorando desde hace algunos años es en el de la manufacturación de

productos de la industria petroquímica plástica. Mediante la síntesis de polímeros obtenidos, a

partir de microorganismos. Un ejemplo de esto son los PHAs, biopolímeros que al ser

producidos por microrganismos son biodegradables. Estos son de gran importancia debido a que

pueden ser remplazantes de polímeros comerciales como el polietileno de alta densidad (HDPE)

(Serrano, 2010) . Además, de ser atractivos para la industria plástica lo son para la farmacéutica.

En cuanto, se utilizan en un sin número de actividades como en la modificación de la liberación

de principio activos y en la elaboración dispositivos biomédicos. (Rojas, Vallejo, & Perilla,

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2008). Para realizar estas investigaciones y poderlas ejecutar se necesitan sin lugar a dudas

ciencia y tecnología, palabras que son hoy en día inseparables (Cañedo, 2001).

Otro campo, en el cual se está trabajando es el de los biocombustibles. Puesto que del

80% de los aporte a la energía primaria mundial que hacen los combustibles fósiles, alrededor de

54% se usa para combustibles del sector transporte. Analizándose, lo que se refiere a las

virtudes, se tiene que los biocombustibles cuentan con un sin números de ventajas frente a los

extraídos del petróleo. Algunas de ellas son: fácilmente extraíbles de las biomasas, las cuales su

producción está en aumento; tienen propiedades biodegradables; son más amigables con el

medioambiente. Otro aspecto, esperanzador de los biocombustibles es que tiene proyecciones

muy altas en los sistemas de energías venideros (Gaurav, Sivasankari, Kiran, Ninawe, & Selvin,

2017).

Los biocombustibles, sin embargo, tienen una importante desventaja frente a los extraídos

de material fósil y es en lo concerniente a los costos de estos. Aun, cuando los costes del

petróleo estaban elevados. Los precios de los dos tipos de combustibles no se equipararon

(Gaurav et al., 2017). Pero téngase en cuenta, que esta es una tecnología reciente y aunque para el

momento no sea rentable no tiene implicaciones que en el futuro no lo sea; por ejemplo: la

corriente eléctrica alterna en épocas de Tesla y Edison no era la más útil; pero con el paso del

tiempo y con el desarrollo de infraestructura eléctrica no solo supero a la corriente eléctrica

directa, sino que se impuso a esta y ha sobrevivido hasta nuestros días. Situación que se puede

presentar con los biocombustibles y que está empezando a mostrar signos, pues en 2015 la

energía nuclear, solar y otras energías no fósiles, aumentaron en 11. 4% y se proyecta un

crecimiento del 15% para el 2020 (Li, 2016) .

Otra alternativa en la cual se está investigando y ejecutando avances, mediante la

tecnología, es la de los biofertilizantes. Es que, también, se está condicionado por recursos

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fósiles en esta materia, porque una de las industrias petroquímicas es la fertilizante. Estos, los

biofertilizantes cuentan, actualmente, con un alto potencial para ser alternativa de los

convencionales. Dado que son amigables con el medio ambiente; tienen fácil aplicación y no son

tóxicos. Razones por la cuales el mercado de los cultivos orgánicos está teniendo un crecimiento

del 8% y está facturando por concepto de aproximadamente US$ 30 000 000 000 (Mazid &

Khan, 2014).

Por lo expuesto en apartes anteriores, se está desarrollando tecnología y ciencia a fin de

hacernos menos dependiente de la energía fósil; pero alguien dirá, con absoluta razón, son

soluciones que aún no están consolidas y por tanto tienen probabilidad de éxito como de fracaso

y mientras exista probabilidad de fracaso, aun siendo pequeña, será un posible resultado. Frente a

todos estos comentarios, algunos con un alto sentido de realidad; se debe decir que: aunque falle

una tecnología que procure crear independencia, habrá otra que tome su lugar, pues hay un

principio termodinámico, inviolable. La energía no se crea, ni se destruye.

Si la energía no se crea ni se destruye, entonces energía siempre habido y siempre habrá,

pues no se destruye. Lastimosamente, la traducción de ese principio a realidad es menos

alentador que las palabras, debido a que, seguramente estas formas de energías que quedan en

algunos casos, implicarán más esfuerzo para su extracción y en otros será imposible; sin

embargo, como se mencionó anteriormente y se hace énfasis, la tecnología y la ciencia están

prestando su ayuda para colaborar con la condición de independencia.

Tecnología y ciencia que crecen exponencialmente, permitiendo a los humanos sobrevivir

a los avatares de su existencia. Y aunque para su generación se debe utilizar material fósil,

pareciendo un laberinto sin salida, en donde lo que se gana, se gasta en la fabricación de las

mismas; mientras se genere a través de su aplicación en procesos físicos y químicos más energía

de lo que se invierte será una opción real y útil. Una situación que enfatiza la gran ayuda de la
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ciencia y la tecnología para el descubriendo de nuevas fuentes energéticas es el caso de las arenas

de las arenas bituminosas. Antes no se podía sacarle provecho, porque no se contaba con la

tecnología apropiada. En la actualidad, esta extracción es posible y pasó de un negocio imposible

e irrentable a ser un negocio rentable en el cual se invierten millones de dólares. Ahora bien, es

nuestro deber canalizar la tecnología y la ciencia para encontrar nuevas fuentes de energías que

nos brinden una mayor autonomía energética.

Si bien la realidad en la que vivimos exige un fuerte cambio, no es como para pensar que

nos acostaremos hoy para despertar mañana con combustibles fósiles inexistentes, muy

seguramente estos existirán por décadas e incluso siglos; pero si hay algo cierto. Llegaran a

niveles bajos y generan gases de efecto invernadero en grandes proporciones. Por lo tanto, se

debe mostrar una actitud de cambio, una actitud que busque generar independencia de las

energías fósiles y aunque pareciera difícil e imposible, si es posible generar mediante la

tecnología y ciencia una independencia parcial. Parcial, porque el petróleo hace parte de nuestras

vidas y sacarlo definitivamente sería imposible. Una actitud que busque el continuo desarrollo de

tecnologías y con ellos nuevas formas de independencia de las materias primas fósiles y no sólo

porque se estén agotando, también, porque el calentamiento global paso de ser fenómeno

televisivo a ser fenómeno tangible que experimentamos a diario y si se sigue así, tanto el

calentamiento global como la dependencia de las sustancias fósiles se confabularan para ejecutar

nuestro exterminio.

Durante todo este proceso debemos tener claro una idea: nuestra especie no está en

peligro. Todo, aun depende de nosotros. La energía que es uno de los problemas que nos sofocan

está, así lo dictamina la termodinámica. Es cuestión de desarrollar tecnología y ciencia que

permita ponerla apta para su aprovechamiento. Por otra parte y en cuanto a la dependencia de las

combustibles fósiles para usos diferentes a los energéticos, para generación de los polímeros,
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fertilizantes, por ejemplo ya se están desarrollando tecnologías que permitan su reemplazo,

parcial. Por último, puesto que la tecnología y la termodinámica están de nuestro lado, se puede

estar seguro que ¡No volveremos sobre nuestros pasos, no volveremos al pasado! Aunque se

presenten crisis.
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Referencias.

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Gaurav, N., Sivasankari, S., Kiran, G., Ninawe, A., & Selvin, J. (2017). Utilization of

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Reviews, 205–214.

International Energy Agency, 2008. World Energy Outlook 2008. Paris, Francia.

Li, D. (2016). Perspective for smart factory in petrochemical industry. Computers and Chemical

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Mazid, M., & Khan, T. (2014). Future of Bio-fertilizers in Indian Agriculture : An Overview.

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Owen, N., Inderwildi, O., & King, D. (2010). The status of conventional world oil reserves —

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Szulejko, J., Kumar, P., Deep, A., & Kim, K. (2017). Global warming projections to 2100 using
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simple CO2 greenhouse gas modeling and comments on CO2 climate sensitivity factor.

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World Energy Coucil. (2013). World Energy Resources. Recuperado de:

https://www.worldenergy.org/wp-content/uploads/2013/09/Complete_WER_2013_Survey.pdf