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Escalera como frontera.

El deseo de permanecer y pertenecer, la necesidad de habitar, la distinción que provoca tener


una identidad y la posibilidad de tener un espacio abierto pero exclusivo, impulsaron al hombre
a establecer límites. Establecer un límite, además de ser un acto simbólico, tiene el objetivo
de materializar el deseo de exclusión de una sociedad, tiene que ser una realidad física que
separe de manera evidente y clara lo que queda en ambos lados de la división.1
La escalera tiene el objetivo de ser un intermediario para ascender o descender, su utilización
arquitectónicamente es el proporcionar una estructura portante que sirva de apoyo para subir
o bajar niveles. Se concibe para dividir y establecer límites en altura; figurativamente la
representación mental de este objeto, puede concebir la jerarquización en la sociedad de
control en la que se desarrolla la vida en la actualidad. Siguiendo esta idea, los peldaños
estarían asociados a las condiciones socioeconómicas de las personas, cuyo objetivo es la
clasificación en sectores dependiendo de su escolarización y la acumulación de bienes
materiales; sentenciando a las comunidades rurales a permanecer estancadas, marginadas y
olvidadas a la deriva de un mundo consumista, y a la sociedad urbana prejuiciosa a
mantenerse condenada al crecimiento caótico de sus ciudades.
Aunque la realidad sea muy contradictoria, ni las comunidades rurales ni la sociedad urbana
son entes aislados o desconectados. Las prioridades esenciales de las ciudades, giran en
torno a la captación, a la canalización y asignación de recursos económicos, en la obtención
de materias primas, en la producción alimentaria y la mano de obra barata. Dicha mano de
obra proveniente de los “cinturones de pobreza”, son masas morfas desechables que permiten
el rápido desarrollo de crecimiento urbano, y condena a las a las zonas proveedoras al
estancamiento constante y al subdesarrollo. Por lo regular cuando coexisten dos zonas: una
rural y otra urbana, la primera se empobrece mientras la segunda se enriquece.2
El objeto arquitectónico que se asocia al progreso o al retroceso, ha sido por excelencia este
conjunto superpuesto de peldaños, extremidades en las que el transeúnte ve reflejada,
ascensos y descensos en su vida cotidiana. La escalera, tal como lo decreta el simbolismo y
el concepto que representa, ha ido progresando a través del tiempo, ha pasado de ser un
objeto arquitectónico inerte e inanimado, a ser una escalera propulsada por procesos
mecánicos; la máquina integrada en la actividad humana de desplazarse, producto de la
industrialización e incentivada por pensamientos de comodidad, ¿Por qué habría que caminar
en sentido vertical todavía; si existen las máquinas que nos otorgan una banda transportadora
que hacen esa actividad más sencilla? Fue un pensamiento influyente de dependencia hacia

1
Puerta, Felix Ruiz de la. Principios de arquitectura. Barcelona: Ediciones Asimétricas, 2014.
2
Gomezjara, Francisco A. «Comunidad rural y sociedad urbana.» En Sociología, de Francisco A. Gomezjara,
291. México: Editorial Porrúa, 2000.
algunos artefactos mecánicos de la época. Actualmente se tiene un uso constante de este tipo
de accesorios, en aeropuertos y centros comerciales o ambos.
Es necesario hacer hincapié en que resultó una alternativa de movilidad para personas con
deficiencias motrices en su cuerpo, ahora las personas no tendrían que sufrir un suplicio para
subir de un nivel a otro. En palabras del diseñador argentino Jorge Frascara, “Parecería que
el mal diseño llevó a la injusticia social: los posibles beneficiarios no tenían acceso a los
beneficios, a causa de la barrera creada por la falta de espacios, se puede decir el mal diseño
transformó a esas personas en discapacitados sociales e inválidos mentales”3. Actualmente
uno de los grandes problemas de las ciudades en crecimiento constante es la nula planeación
urbana para la adaptación de espacios dedicados a personas con discapacidad, personas
mayores y peatones en general para desplazarse con autonomía y movilizarse de manera
eficiente, para estas personas el hecho de no desplazarse con facilidad se convierte en una
frontera que esta limitada por su estado físico. Es necesario remarcar que no se construye
para todos los sectores de la sociedad, se excluye a las minorías que necesitan, elevadores,
escaleras mecánicas, y rampas de acceso.
Es urgente voltear la mirada hacia estas minorías; los espacios públicos específicamente no
son propicios para transitar con autonomía y seguridad, queda más que comprobado que sin
una planeación adecuada, simplemente el diseño no es óptimo para ser materializado. El
diseño en general es una técnica que aporta soluciones eficientes y óptimas para una realizar
actividades hechas por el hombre. Sintetiza dichas soluciones en un objeto físico, creado para
satisfacer una necesidad; el diseño inclusivo toma la integración como base del proceso de
creación, asegurándose así que el público en general, y el mayor número de personas puedan
hacer uso de los espacios, supliendo las necesidades básicas del ser humano con el fin de
lograr una mejor calidad de vida.
La escalera en el medio físico visible, resulta una verdadera herramienta para la arquitectura,
su integración en el espacio, en conjunción con el ascensor, mencionado antes, permitió la
creación de nuevas formas de habitar un espacio: Desde las alturas. Los grandes edificios
escalonados de las grandes ciudades, representan el nuevo modelo para lograr un adecuado
aprovechamiento del territorio que habitamos, se han convertido en el emblema de lo
moderno, de lo contemporáneo; aunque su producción masiva ha traído consigo el deterioro
de la imagen urbana.4
Aunque no todo ha sido causado por estos bloques de viviendas, y edificios gubernamentales
en su mayoría, su elevación aparenta prolongarse hacia un intento de tocar el firmamento,
imponiendo su deseo de grandeza. Su reproducción a gran escala ha sido beneficiosa para
frenar lentamente la densidad de población de las grandes ciudades.
Pensando metafóricamente a una escalera, se concebiría la idea de pensar a la arquitectura
como un “mercado espacial”, el intuir que en la arquitectura se tiene por ir a ofrecer los
servicios a clientes, con recursos económicos abundantes, que interceder por los “invisibles”
escasamente atendidos por los gobiernos, debido al acelerado proceso de urbanización. No

3
Frascara, Jorge. «Responsabilidad social.» En Diseño gráfico para la gente , 53. Buenos Aires: Infinito, 2004.
4
The Shock of the New. Cap. 4: Trouble in Utopia. Dirigido por Robert Hughes. 1980
hemos podido como sociedad, crear las condiciones de igualdad necesarias para que las
zonas excluidas desaparezcan en su totalidad. Debemos concebir que la causa principal de
este problema de vivienda irregular, es por la escasa intervención de los gobiernos para
proveer a las personas con escasos recursos, las posibilidades de adquirir una vivienda a un
precio asequible.

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