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Secuencia didáctica: Sombreros para dedos1

IMPORTANTE La secuencia está pensada para niños de 3 o 4 años dado que el campo
numérico que abarca es muy pequeño

Objetivos:
Comprender que se puede designar una cantidad utilizando números
Aprender los números necesarios para resolver estos problemas, si los niños no
los conocen.

Finalidad para el alumno


Cubrir los dedos levantados sin que sobre ni falte ningún sombrero

Material:

30 dedos de guantes (cortando extremos de los dedos de guantes de lana o


goma, paño lenci, goma eva; o con dedales, o conitos de papel etc.).
30 cartas-manos que representan manos con 1 a 5 dedos levantados

1
A partir de una situación extraída de Valentin, Dominique (2004) Á la maternelle. Decouvrir le monde
avec les mathématiques. Situations pour la petite et la moyenne section. Paris: Hatier. Trad: María Emilia
Quaranta, sólo para ser usado en capacitación docente.
Hojas con la silueta de una mano de niño dibujada.
Fichitas.

1ª Fase
Introducción

Organización del grupo: el docente trabaja con un pequeño grupo de 4 o 5 alumnos,


mientras el resto realiza otra actividad.

Se trata aquí de obtener los “sombreros” necesarios para cubrir los dedos levantados.
Se muestran los “sombreros” de dedos a los niños y se les puede proponer que los
coloquen sobre sus propios dedos, de modo que comprendan la función que cumplen.
Para ello, cada niño puede decidir levantar una cantidad de dedos de una mano y pide
al docente la cantidad de “sombreros” necesarios para cubrir los dedos levantados.
Cuando los recibe, los coloca sobre sus dedos levantados. Los jugadores se controlan
mutuamente de no cambiar la cantidad de dedos levantados.

Es importante que el docente entregue la cantidad que solicitan: por ejemplo, si el


niño levanta tres dedos y pide dos “sombreros”, se le entregarán los solicitados.
Cuando se confrontan con que no pueden cubrir todos los dedos levantados, el
docente puede colocar cada “sombrero” en correspondencia los dedos levantados, los
“sombreros” y los números que remiten a cada una de las cantidades. Por ejemplo,
“Me pediste dos sombreros y te di dos. ¿Pudiste cubrir todos los dedos que tenías
levantados? Vos levantase tres dedos, entonces cuántos sombreros necesitas? “Uy! Te
sobraron dos sombreros, que habrá pasado? etc.

Se juega de esta manera las veces que el docente crea pertinente.

Posible consigna para presentar la propuesta al grupo total


Hoy traje unos sombreros para los dedos para jugar. Vamos a trabajar por grupos,
todos van a jugar con ellos pero en diferentes días. Voy a anotar en este afiche a quien
le toca cada día (llevar grilla de grupos por día que realizaran esta actividad)
Hoy le toca a XX, YY, FF, y QQ.

En el grupo pequeño
Yo soy la sombrerera. Uds me tienen que pedir los sombreros que necesitan. Van a
poner los dedos a los que quieran ponerle sombreros y me los van a pedir a mi.
Probamos con xxxx. Empieza xxxx a pedir los sombreros que necesita para los dedos
tiene levantados.

Atención: no decir “contá tus dedos” por ejemplo, porque eso es lo que se quiere que
el alumno descubra. Si el docente le dice al alumno el procedimiento le resuelve el
problema. (recuerden que recién vimos la importancia de cómo comunicar la
actividad)

Mientras se van desarrollando estas actividades con los grupos, es posible realizar
propuestas donde los niños puedan ir jugando a recitar la serie numérica. El docente
puede igualmente proponer juegos simples del estilo? “Levantá XX dedos”; “Yo quiero
levantar cuatro dedos, ¿está bien así”; o proponiendo un títere que diga cuántos dedos
levantó la docente y el grupo tiene que determinar si es correcto o no lo que dice el
muñeco, etc.

Posibles procedimientos de los niños

Procedimientos numéricos
Decir una cantidad, por ejemplo: ocho, que no corresponde a la
cantidad de dedos levantados, sin utilizar ningún procedimiento de
cuantificación.
Levantar poca cantidad de dedos o todos los dedos de la mano donde
reconoce la cantidad sin contar: reconocimiento perceptivo inmediato
Contar: posibles errores
o No decir la serie numérica en orden convencional, por ej uno,
dos, cinco, siete.
No hacer correspondencia entre palabra número y dedo por ej
X X X
Uno dos tres cuatro
o No controlar los dedos contados de los no contados
o No reconocer la última palabra número dicha como la que debe
comunicar para pedir los sombreros.

Si se observa que logran fácilmente pedir la cantidad a partir sobre una mano pueden
utilizar las dos manos para ampliar el campo numérico.

RECORDAR la docente debe dar la cantidad de sombreros que se le solicitan. Sin


cuestionar la cantidad solicitada.

2º Fase
Cartas y sombreros

En esta versión se introducen las cartas-manos. El docente entrega una carta a cada
niño del grupo que debe levantar la misma cantidad de dedos que señala la carta y
luego pedir la cantidad de sombreros.
El docente es el que debe elegir las cartas que entrega a cada niño en vez de dejarlos
sacar al azar, para poder asegurar plantearle un desafío a cada uno de los niños, es
decir que la propuesta implique poner sus conocimientos en juego pero que no le
alcance para resolverlo inmediatamente.

Posible Consigna
Se acuerdan que hace unos días jugamos con los sombreros de dedos. Uds me pedían la
cantidad de sombreros para los dedos que tenían levantados. Hoy vamos a hacer algo
diferente: traje unas cartas que tienen un dibujo de manos con dedos levantados. Uds
deben fijarse bien cuántos dedos levantados tiene y luego levantar la misma cantidad
de dedos para pedirme los sombreros.
Vamos a probar con una…(tiene tres dedos levantados) ¿Cuántos dedos tiene
levantado esta mano? A ver…XXX decirme cuántos dedos levantados tiene y poné la
misma cantidad de dedos en tu mano?...¿Cuántos sombreros necesitás? (si es
necesario volver a trabajar otro ejemplo con todo el grupo total)

Vamos a volver a trabajar en grupos (definir si lo integran los mismos niños o se hará
algún cambio)

Insistimos en recordar que se debe dar la cantidad solicitada sin cuestionarla. A partir
de ahí de los posibles “errores” (recuerden que consideramos las respuestas
“erróneas” como ideas que tienen los chicos y ponen en funcionamiento para resolver
el problema planteado) la intervención del docente se vuelve sumamente importante.
No se trata de decir “contaste mal” o “volvé a contar” porque justamente es lo que
queremos que descubra.

Si observamos que dominan el campo numérico de una mano proponer usar dos
cartas (las dos manos).

3º Fase
Las siluetas de las manos

Esta situación puede prolongarse entregando a cada alumno una hoja sobre la cual se
encuentra dibujada la silueta de una mano de niño con todos los dedos levantados y
fichas que representan los sombreros. Cuando un niño, a partir de las cartas, obtiene
los sombreros correspondientes a los dedos levantados –en la carta- , coloca o pega la
misma cantidad de fichas sobre los dedos de la silueta de la mano dibujada en el papel.
Las fichas pegadas sobre la mano completa permiten guardar registro de la cantidad y
nombrarlas nuevamente más tarde. Se trata de iniciarlos en el registro de cantidades

Consigna
Vamos a utilizar estas manos dibujadas para recordar la cantidad de sombreros que
cubrieron nuestros dedos. Seguimos jugando como antes, pero cuando tenemos todos
los sombreros en nuestros dedos levantados vamos a tomar una hoja con la mano y
vamos a pegar “papelitos” (fichas, botones, etc) en cada dedo para que nos quede
igual que nuestra mano.

PARA TODOS LOS MOMENTOS

El docente interviene introduciendo la tarea, acompañando el trabajo reiterando la


consigna en cada etapa, ayudando con preguntas que lleven a los niños a controlar lo
que han hecho. En el momento en que presenta la actividad, puede él mismo jugar una
parte del juego. En la introducción y en el sostenimiento de los niños en la tarea es
quizás más directivo, en el sentido de que tiene una conducción más explícita,
asistiendo más de cerca. Se trata de intervenciones en parte específicas por la edad
de los niños.
La colección cuya cantidad hay que reproducir son ciertas disposiciones de los dedos
de la mano. Se apunta con ello a que los chicos se familiaricen con las configuraciones
de dedos como representaciones de esas cantidades (Baroody, 1989). Este trabajo
apunta a que los niños vayan tomando conciencia de esta colección tan particular
como son los dedos de su mano (más tarde, de ambas manos).

Es importante retomar en algún momento que, una misma cantidad, puede ser
representada por diferentes configuraciones de dedos.

Por último, es crucial la dirección y acompañamiento que realiza el docente en el


análisis de los pedidos erróneos: recordando al alumno cuántos sombreros pidió,
resaltando que es la cantidad que se le entregó, llevándolo a reconsiderar la cantidad
de dedos levantados, etc.

El docente retoma los errores de enumeración. Puede explicitar las acciones


necesarias como, por ejemplo, haciendo referencia a que es necesario decir el número
al mismo tiempo que se mira o se toca los dedos si no respeta el principio de
adecuación única; o señalando que es necesario seguir el orden de los números, si la
serie numérica no es estable; o recordando que siempre hay que comenzar por uno
frente a un alumno que comienza por cualquier número, etc. Pedir justificaciones.

Es importante describir lo que hizo –recordar que la secuencia está pensada para los
más pequeños-, por ejemplo “yo vi que vos tomaste la carta la miraste y levantaste dos
dedos y me pediste dos sombreros ¿con solo mirar la carta alcanza para saber cuántos
dedos tenés que levantar?

Puede participar del juego como un jugador más que se posiciona como otro niño a
quien ha visto jugar de una forma determinada y así provocar discusiones desde este
lugar.

Después de discutir en el grupo y acordar la forma para saber los sombreros a pedir, se
puede anotar en un afiche EL SECRETO para jugar bien al sombrero de los dedos, o
anotar como harían para explicarle a otra sala que deben hacer para saber cuántos
sombreros tienen que pedir sin que sobre ni falte ninguno.

Es importante que argumente todas las respuestas dado que, al momento de la


lectura -por parte de la tutora-, facilitará su comprensión y, por consiguiente, le podrá
realizar una mejor devolución y orientaciones que le permitirán avanzar y continuar
reflexionando sobre sus prácticas de enseñanza en el área de matemática. Asimismo
permitirá mayor precisión en las sugerencias que realice su tutora en el caso de tener
que revisar y reelaborar sus respuestas. Recuerden que desde nuestro enfoque
consideramos que el conocimiento nunca está acabado, siempre es provisorio y por
tanto posible de seguir revisando.

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