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Gabriel A.

Almond

Una disciplina segmentada

I. Mesas separadas: Una disciplina segmentada


- El autor plantea a través de una metáfora que el problema de la ciencia política radica
en que las perspectivas son incapaces de llegar a una solución conjuntamente
- Las diversas escuelas y corrientes de las ciencias políticas se encuentran actualmente
sentadas ante mesas separadas, cada una con su concepción de lo que deben ser las
ciencias políticas, protegiendo un núcleo oculto de vulnerabilidad.
- Existe una fragmentación de la política, los especialistas en administración pública
buscan un anclaje en la realidad, una "nueva institucionalidad" en la cual apoyar sus
brillantes deducciones; los econometristas políticos quieren relacionar los procesos
históricos e institucionales; los humanistas critican la evitación de los valores políticos
por el llamado "cientificismo" y se sienten incomprendidos en un mundo dominado por
las estadísticas y la tecnología; y los teóricos políticos radicales "críticos", como los
profetas de la antigüedad, maldicen a los conductistas y positivistas, así como a la simple
noción d~ un profesionalismo en las ciencias políticas tendiente a separar el saber de la
acción. Sin embargo, su anti profesionalismo deja en entredicho su propia calidad de
teóricos o políticos.
- Se habla de un malestar anímico entre los profesionales de las ciencias políticas
- Las ciencias políticas adoptaron las características metodológicas y de organización de
la ciencia -institutos de investigación, presupuestos en gran escala, el uso de métodos
estadísticos y matemáticos, etc. La ciencia política ha prosperado materialmente, pero
no es una profesión feliz.
- Se habla de una división en dos dimensiones:
1° Una dimensión ideológica: esta dimensión se divide en izquierda y derecha.
A. En el lado izquierdo del continuo ideológico, tenemos cuatro grupos de la
tradición marxista: los marxistas propiamente dichos, los teóricos de la
"política crítica", los llamados dependencistas, y los teóricos del sistema
mundial, los cuales, todos ellos, rechazan la posibilidad de separar al
conocimiento de la acción y subordinan la ciencia política a la lucha por el
socialismo.
B. En el extremo conservador del continuo figuran los neoconservadores, quienes
favorecen entre otras cosas a la economía de libre mercado y a la limitación de
los poderes del Estado, así como a una política exterior agresivamente
anticomunista.2° Una dimensión metodológica: en esta dimensión están los
extremos de blandos y duros.

2º En la dimensión ideológica: están los extremos blandos y duros.

A. En el extremo blando figuran estudios clínicos, densamente descriptivos como


los de Clifford Geertz (1972). Como ejemplo de este tipo de orientación, Albert
Hirschman (1970) cito la biografía escrita por John Womack (1969) del
guerillero mexicano Emiliano Zapata; se trata de una obra casi exenta de
cualquier tipo de conceptualización, hipótesis, o intentos de demostrar
proposiciones. Hirschman argumenta que no obstante esta aparente carencia
metodológica, dicho estudio sobre Zapata está repleto de implicaciones
teóricas de suma importancia.
B. En el extremo duro se encuentran los estudios de carácter cuantitativo,
econométrico y aquellos que contienen modelos matemáticos, y lo más
extremo podría ser la combinación de modelos matemáticos, análisis
estadísticos, experimentos y la simulación computarizada en la bibliografía
sobre opinión pública. Ejemplos extremos de este polo duro podrían ser las
teorías relativas al sufragio, la formación de coaliciones y la toma de decisiones
en comités y burocracias, implicadas en la comprobación de hipótesis
generadas por medio de modelos formales y matemáticos.

Si combinamos estas dos dimensiones, obtenemos cuatro escuelas en las ciencias


políticas, cuatro mesas separadas:
1. La izquierda blanda: tiene como objetivo principal, la impugnación del profesionalismo
en las ciencias políticas, orientado hacia un socialismo moderado o revolucionario. Ha
intentado apropiarse de la responsabilidad de escribir la historia profesional de la
ciencia política. Todos los grupos de la izquierda blanda comparten la metodología
según la cual el mundo empírico no puede entenderse en dimensiones separadas sino
como un todo espacio –temporal. Comparten la creencia en la unidad de la teoría y la
praxis y están convencidas de la imposibilidad de separar a la ciencia de la política. Sin
embargo fuera de compartir la metodología cada grupo mantiene su propia postura. La
teoría crítica plantea que para entender y explicar es fundamental estar comprometido
con un resultado. No existe una ciencia política positivista, ya que no puede estar ajena
a un compromiso ideológico. Es decir, que rechazan la idea de las diversas partes del
proceso social disgregadas, sino postulan que estas deben tomarse como aspectos de
una situación total implícita en el proceso del cambio histórico. Para otro grupo como
los Marxistas ortodoxos, se deja de apreciar la relación entre teoría y práctica si no
se acepta el materialismo histórico en su sentido más reduccionista. En relación a la
metodología, la corriente positivista quedó des contactada de la unidad del proceso
histórico ya que plantea la separación de la actividad científica
2. La izquierda dura: utiliza una metodología científica para probar proposiciones
derivadas de las teorías socialista y de la dependencia. Desde el momento en que se
hacen explícitas y verificables las proposiciones y creencias de las ideologías de
izquierda, se rechaza el antiprofesionalismo de esta corriente ideológica. Plantea que
los asertos relativos a la sociedad y la política pueden probarse dándoles una
formulación explícita y precisa, y aplicándoles, cuando sea necesario, métodos
estadísticos. Los principales teóricos de la dependencia cuestionan la validez de
estudios cuantitativos de carácter científico. Por lo general, estos estudios suelen fallar
en su propósito
3. La derecha blanda: En la celdilla correspondiente a la derecha blanda, se encuentran
diversos tipos de conservadores de viejo y nuevo cuño, quienes tienden a ser
tradicionales en sus metodologías y a ubicarse en el lado derecho del espectro
ideológico. es ultra profesional en cuanto a metodología, y cuenta con metodologías
científicas deductivas, estadísticas y experimentales. Tiende a considerar formas de
análisis histórico, descriptivo y cuantitativo sencillo como productos menores de la
ciencia política. Muestra una perspectiva muy escorzada de la historia profesional, es
decir, que antes de las metodologías que esta escuela utiliza no existían ciencia ni
teoría políticas. Existen dos escuelas, la de Virginia, con mayor efecto entre los
economistas y la de Rochester con mayor efecto en los politólogos. Ambas, tienden a
desconfiar de la política y la burocracia manteniendo una postura conservadora desde
el punto de vista fiscal.
4. La derecha dura: es ultra profesional en cuanto a metodología, y cuenta con un
formidable arsenal de metodologías científicas: deductivas, estadísticas y
experimentales. Propende a considerar las formas de análisis histórico, descriptivo y
cuantitativo sencillo como productos menores de la ciencia política, aun cuando en
años recientes se ha observado una notable rehabilitación de las instituciones
políticas, así como una tendencia a vincular la labor deductiva formal con la tradición
empírica inaugurada por Gosnell, HerringyV. O. Key. Plantea una política libre de
valores y éticamente neutral según Max Weber. En esta escuela se define a la ciencia
política como amoral y acusada de no generar conocimiento. Dentro de esta escuela
se encuentran los straussianos denominados por mantener el pensamiento de Leo
Strauss. Plantean que las verdades están fuera de tiempo espacio o contexto.

Actualmente, los politólogos intentan rehabilitar las metodologías tradicionales de la ciencia


política. Un politólogo no es forzosamente un socialista y menos lo es, de una determinada escuela.
En este debate humanista versus científica, la ciencia política está abierta a cualquier metodología
susceptible de hacernos más inteligible el mundo de la política y de la administración pública. La
historia de la ciencia política no apunta hacia ninguna de estas escuelas sino a la porción central
donde sus ocupantes son partidarios de metodologías mixtas y aspiran a la objetividad. Se intenta
relacionar tanto lo socioeconómico como lo político e institucional y estructurarlo con tendencias
políticas en tiempos de paz y guerra.

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