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¿Por qué el azúcar refinada nos hace mal?

https://www.lanacion.com.ar/2116471-por-que-el-azucar-refinada-nos-hace-mal

Todo es azúcar

Prácticamente, no hay alimento procesado que no tenga azúcar en alguna de sus


formas. Desde las galletitas saladas hasta los quesos untables, todo tiene azúcar
por dos motivos: el primero es para disimular los errores de sabor y el segundo,
para que quieras comer más. El azúcar (o lo dulce en general) es muy adictivo.

Los azúcares simples que vienen en las frutas o en la leche aportan energía
inmediata y son importantes para nuestro cuerpo. El problema es que el azúcar
agregado (el que le agregamos nosotros o el que viene incorporado a los
alimentos industrializados) aporta calorías vacías, es decir, que no se acompañan
de nutrientes interesantes. El exceso de calorías vacías es preocupante, entre otras
razones, porque incrementa el riesgo cardiovascular, estimula el apetito y tiene
efectos metabólicos indeseables.

Lo barato sale caro

Hay hasta 50 formas distintas de azúcar en todo lo que comemos. La comida


industrializada tiene hoy como niña mimada el JMAF, Jarabe de Maíz de Alta
Fructosa, un subproducto de maíz de alto riesgo para la salud, pero tan barato que
se lo meten a casi todo.

Límites

La OMS estableció un límite al consumo de azúcar, no una recomendación. Dice


que nadie debería comer más de 10 cucharadas de azúcar agregado por día (con
el azúcar que traen las frutas alcanza y sobra para tus necesidades corporales). Y
dice también que si reducís ese consumo a cinco cucharadas diarias empezás a
notar el beneficio directo en tu salud a los pocos días.

Tan fácil

La industria azucarera protesta porque asegura que el producto no es el único


factor que genera obesidad, lo cual es cierto. Pero la OMS asegura que es uno de
los principales. Y, además, es un problema de fácil resolución quitando el azúcar
innecesario de la mayoría de los productos industrializados.
Con gas

Brasil es el país que más azúcar consume (y produce) y Argentina está primera
en el triste podio de los países más consumidores de gaseosas.

Lobby feroz

En diciembre pasado, el gobierno nacional dispuso un aumento en los impuestos


a las bebidas azucaradas, algo que la OMS recomienda en todo el mundo y que,
por ejemplo, en México funcionó. El lobby de la industria azucarera fue tan
fuerte que inicialmente lo redujeron y ahora se sospecha que el impuesto nunca
verá la luz.

Dulce adicción

En los últimos 50 años se triplicó el consumo de azúcar en el mundo y en los


últimos 30 se duplicó, con creces, el número de seres humanos obesos. Las
cantidades enormes de dulce que ingerimos modificaron nuestra palatabilidad, es
decir, los canales por los que el cerebro reconoce que un alimento es grato al
paladar, de manera que es esperable que el consumo de azúcar siga creciendo al
ritmo del 1,9% anual.

Blanca, negra, mascabo

El proceso de refinado del azúcar blanco requiere de sustancias químicas como el


ácido fosfórico (usado como corrosivo), de efectos perjudiciales para la salud. El
azúcar negro es azúcar refinado con un agregado de melaza y, en algunas
ocasiones, de colorantes. De tal manera, lo más recomendable es usar azúcar
mascabo o, lo que es lo mismo, integral. Pero, ojo, a no abusar que, al fin y al
cabo, es azúcar.

3 tips para bajar la cantidad de azúcar

* Hidratate con agua. Y las gaseosas dejalas como premio, como excepción.

* Entre comidas, hacé el esfuerzo y meté una fruta fresca para saciar las ganas de
dulce.

* Reducí a la mitad la cantidad de azúcar que les agregás a las infusiones. No


uses edulcorantes; es preferible que entrenes tu paladar (es muy reeducable) para
percibir los sabores amargos como placenteros.

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