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MARCO HISTÓRICO

Iglesia San Vitale en Rávena

Según Sir Banister: “La construcción de San Vitale, en Ravena fue comisionada
entre 521 y 532, durante el periodo en que Italia era gobernada por los
ostrogodos, pero fue edificada una década después cuando la ciudad había
caído en poder de Justiniano”. Según Daniel Prieto: “La obra se financió con el
dinero del acaudalado banquero Juliano Argentario, de origen griego. A la muerte
de Eclesio, la construcción continúa con el obispo Víctor (538-545). Los
mosaicos del presbiterio y del ábside se comenzaron en 546 bajo el obispo
Maximiano quien consagra la iglesia en 547, ya en el período de dominación
bizantina, más tarde, tras la conquista bizantina, se decidió que sería el templo
oficial para el gobernador de la región occidental del imperio, el llamado
Exarcado de Rávena. Todos estos personajes aparecen en la decoración
musivaria que se realizó entre los años 546 y 548, año de la muerte de la
emperatriz Teodora. Estos mosaicos son el mejor ejemplo de las artes figurativas
bizantinas y nos dan una idea de lo que pudieron ser las obras que fueron
destruidas, durante la Querella Iconoclasta de los siglos VII y VIII, y con la caída
de Bizancio a manos de los turcos.

Su concepción responde a los prototipos bizantinos: una planta octogonal


centrada por una cúpula muy ligera, ábside, nártex y galería; por ello se le ha
vinculado a la iglesia de los santos Sergio y Baco.

Cuando se terminó en 546-48, se consideró acorde al ambiente de la corte


imperial: los mosaicos del presbiterio, Justiniano y Teodoro haciendo ofrendas,
hablan por sí mismos.

A principios del siglo X se instala al lado de la basílica un convento de monjes


benedictinos. Debido a las nuevas necesidades, el atrio existente fue
transformado enclaustro realizándose un nuevo acceso al noreste para los
laicos. En el siglo XIII se añade un campanile sobre la base de la torreta
meridional de acceso al gineceo; de esa época data la transformación de la
cobertura lígnea de las arcadas en bóvedas de crucería. En el XVI se eleva el
pavimento en 80 cm. por problemas de infiltraciones acuíferas renovándose el
presbiterio eliminando el ciborio tardo antiguo y la decoración en opus sectile e
insertando un coro de madera. Por las mismas fechas se reconstruye el claustro
bajo el proyecto de Andrea della Valle (1562) y se realiza el acceso por el portal
sur. En 1688 un terremoto destruye el campanile y se reemplaza por el actual en
1696-98.

A partir de mediados del siglo XIX y hasta la primera década del XX, se realizan

obras para recuperar el edificio en su forma original eliminándose las estructuras

internas añadidas y devolviendo el suelo a su nivel, solucionando el problema de


las filtraciones mediante un sistema de drenaje.

La planta octogonal de San Vital tiene su antecedente en los grandes mausoleos


imperiales de la Antigüedad. Estos mausoleos no eran simplemente tumbas,
eran heroa, templos funerarios destinados a conmemorar la muerte del
emperador y rendirle honores. Pero el antecedente directo de San Vital parece
ser la iglesia llamada El Octógono Dorado de Antioquía. Se conservan
descripciones de su aspecto: de ocho lados, iba precedido por un nártex de dos
pisos cubierto por una techumbre dorada, su núcleo central estaba envuelto por
naves de dos pisos, deambulatorio y tribuna, de las que se separaba mediante
columnas y nichos.

En la época de su construcción San Vital fue una excepción en la producción


arquitectónica de Rávena, donde la basílica italian era la norma Siglos después,
en 787, sería visitada por Carlomagno quien la utilizaría como modelo para la
construcción de su capilla palatina de Aquisgrán.

En cuanto a la decoración, los mosaicos se hallan situados en la bóveda del


ábside y, dentro del presbiterio, en sus muros laterales, sus tímpanos superiores
con las enjutas, su bóveda y el intradós del arco de acceso.

En síntesis, en San Vital encontramos una vitalidad y creatividad extraordinarios


que hacen revivir temas clásicos a la vez que crean otros nuevos, revitalizando
así la época teodoriciana. Estilísticamente, los mosaicos de la bóveda recuerdan
mucho a la tradición clásica a causa de la vivacidad de sus colores, a la
representación de cierto sentido de la perspectiva y el naturalismo de las formas,
incluso de los paisajes. De hecho, esta parte fue terminada antes de la llegada
de los bizantinos, cuando Rávena estaba aún bajo el control de los ostrogodos.

En el cascarón de la bóveda hay una teofanía que podría ser un precedente del
típico Pantocrátor medieval, se data en el año 525 y también destaca su profusa
decoración vegetal en la que se enmarañan numerosas flores, pájaros, y cuernos
de la abundancia, todo rodeando a un Cristo de aspecto helenístico sentado
sobre el globo terráqueo, con la mano derecha ofrece la corona del martirio a
San Vital, y, con la izquierda recibe la maqueta del templo del arzobispo Eclesio.
Más abajo, varias escenas del Antiguo Testamento. A ambos lados de las
paredes aparecen representados los emperadores Justiniano y Teodora con sus
respectivos séquitos”.

BIBLIOGRAFÍA:
PRIETO,D. (2016). Basílica de San Vital en Rávena. Consultado el 30 de
marzo del 2018, de:
<https://danielprietofernndez.files.wordpress.com/2016/06/basc3adlica-
de-san-vital2.pdf> pp. 11-22.

BANISTER, S. (2006). Historia de la Arquitectura. México: Limusa Editorial.

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