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Es necesario señalar que las normas que integran el derecho natural son
de carácter jurídico, una realidad jurídica objetiva y no unos principios de
carácter moral o religioso. El derecho natural constituye un
verdadero ordenamiento jurídico, con sus mandatos y prohibiciones,
independiente de la voluntad humana y de toda reglamentación positiva.
El carácter jurídico de los preceptos del derecho natural ha sido negado
por las posturas positivistas. El derechonatural carece de positividad, por
lo que debe, según los iuspositivistas, negarse su realidad o su
carácter normativo, ya que la positividad es una característica esencial
del derecho. Frente a esto hay que distinguir entre derechoconcreto,
históricamente dado, que requiere efectivamente vigencia o positividad, y
el derecho como realidad esencial e intemporal (A. FERNÁNDEZ-
GALIANO). El derecho natural está vigente a través de
los ordenamientos concretos que lo incorporan, por lo que habrá de
afirmar su condición de tal derecho. El derecho natural es derecho, tanto
por la estructura de sus normas (enunciados prescriptivos relativos a
comportamientos) como por su obligatoriedad (el derecho natural es
aceptado como objetivamente obligatorio).
Fue santo tomas de Aquino (1225-1274) quien dió a esta doctrina su más
perfecto desarrollo. Hay tres clases de leyes o de sistemas jurídicos que
derivan jerárquicamente el uno del otro: la ley eterna es la razón divina
que gobierna al mundo físico y moral, y no puede Saer conocida sino a
través de sus manifestaciones; la ley natural es "la participación de la ley
eterna en la criatura racional", y podemos conocerla con "la luz de la
razón natural, por la que discernimos lo que es bueno y lo que es malo";
y la ley humana deriva racionalmente de la anterior para "disponer mas
particularmente algunas cosas".
imperio sobre los individuos, a los cuales puede exigir los sacrificios
destinados a realizar el bien común.
Además, el derecho, establecido para regular la actividad humana
en sociedad, no puede olvidar que las personas tienen fines particulares
y supremos que cumplir, y debe por lo tanto asegurarlos. Para ello es
preciso quae reconozca las libertades esenciales:
Como las cosas y los bienes han sido creados para que el hombre pueda
utilizarlos-y este uso constituye también una tendencia natural
perceptible en todos los pueblos es lógico que exista el derecho de
propiedad. El respeto por la vida y por los bienes ajenos justifica
el axioma moral que exige no hacer daño a otro. Y reparar
el que haya sido ocasionado por culpa o negligencia.