La violencia de género ha existido desde tiempos inmemoriales, no distingue raza, género,
religión o posición social y tiene múltiples facetas e intereses escondidos, es el resultado de
una cultura que impone conductas de dominio, control y abuso de poder no solo de los hombres sobre las mujeres, sino desde y hacia ambos polos; aunque la legislación constituye una herramienta imprescindible para erradicar la violencia de género no puede ser por si sola la solución, es necesario el reconocimiento de la violencia de género como un problema sistémico que afecta la experiencia universitaria, además de acciones de sensibilización formativas y preventivas como la que estamos llevando acabo el día de hoy, que propicien los valores que contribuyen a evitar la violencia; es por eso que les invitamos a reflexionar a que cada uno de ustedes haga conciencia, se inquiete y constituya una fuente de dialogo para demostrar así, una vez más que la palabra y la razón son la mejor arma en contra de la violencia