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RADIÓLOGO
INDICE.
1) Introducción.
2) Neuroimagen estructural.
- Protocolos de RM en epilepsia
- Esclerosis temporal medial. (radiólogo: características radiológicas)
- Patología dual.
- Malformaciones del desarrollo cortical.
- Síndromes neurocutáneos que producen epilepsia con frecuencia.
- Malformaciones vasculares.
- Tumores.
- Lesiones de tipo residual (postraumáticas, isquémicas, hemorrágicas)
3) Neuroimagen funcional.
- RM de perfusión.
- Espectroscopia por RM.
- SPECT cerebral.
- PET cerebral.
- Magnetoencefalografía
INTRODUCCIÓN
TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN EN RM
Secuencias T1:
Existen diferentes técnicas para lograr contraste en el que predomine el efecto de T1,
pero en epilepsia es necesario conseguir el mayor contraste entre sustancia gris (SG) y
sustancia blanca (SB), por lo que no se deben utilizar secuencias Spin-Eco (SE) o
RARE (FSE). Tanto las secuencias de Eco de Gradiente (EE) como las secuencias de
Inversión-recuperación (IR) provocan buen contraste SG-SB. fig1
Para estudiar el córtex, se necesitan cortes muy finos para evitar artefactos por
volumen parcial, por lo que hay que recurrir a la adquisición en tridimensional (3D),
que permite obtener cortes de 1mm con buena RSR. Si los cortes de 1mm tienen una
matriz de 1x1mm el bloque 3D es isotrópico y las reconstrucciones en cualquier plano
no pierden calidad fig 2. La adquisición 3D que hoy es posible tanto en T1 como en T2
y FLAIR, permite obtener planos simétricos entre estructuras como los hipocampos
para una comparación más exhaustiva fig3 así como analizar más fácilmente pequeñas
áreas de la corteza cerebral con orientación oblicua. Además, la adquisición 3D es
imprescindible para realizar segmentaciones de calidad si se necesita hacer volumetría.
Las secuencias 3D-T1 se realizan con técnica EG.
Por tanto, la secuencia T1 recomendada en un protocolo de epilepsia es una adquisición
3D con técnica GE y voxel isotrópico de 1mm.
Las secuencias IR son las que consiguen más contraste SG-SB, gracias al ajuste
del tiempo de inversión (TI), pero han de trabajar en 2D, por lo que no es posible bajar
de 2mm de espesor de corte sin perder calidad. Pueden utilizarse como complemento
del estudio 3D.
Secuencias T2:
Las secuencias T2 también pueden ser obtenidas con diferentes técnicas, con
resultados ligeramente diferentes, cada uno de los cuales tiene ventajas e inconvenientes
fig 4 . Aunque las secuencias SE convencionales son las que obtienen mejor contraste
con predominio de T2, no resultan útiles en epilepsia, porque requieren tiempos de
adquisición muy largos, lo que impide utilizar matrices de alta resolución, necesarias
para estudiar el córtex y especialmente los hipocampos. Las secuencias SE rápidas (más
conocidas como Fast-SE, FSE o Turbo-SE) pueden conseguir matrices de 512x512 con
pixel de 0.4x0.4 mm, llegándose en algunos casos a trabajar con matrices de 1024x1024
( ver más adelante), lo que facilita la valoración de la estructura interna del hipocampo y
también permite valorar pequeñas lesiones corticales muy difíciles de detectar con
secuencias de resolción convencional fig 5 . Por otro lado, estas secuencias no son
sensibles a los artefactos por susceptibilidad magnética, por lo que pequeñas
calicificaciones fig 6 o restos de hemosiderina fig7 pueden pasar desapercibidas. Las
secuencias con mayor sensibilidad a la susceptibilidad magnética son las secuencias EG,
especialmente si son adquiridas mediante técnica Eco-Planar (EPI), por lo que es
conveniente añadir una de estas secuencias, especialmente si hay que descartar restos de
sangrado.
Cuando se trabaja con secuencias IR se puede variar el tiempo de inversión (TI),
para anular la señal de alguna estructura con T1 homogéneo. En una secuencia IR con
contraste T2 (TE largo) se puede anular la señal del LCR fig 8 conservando el resto del
contraste: esto da lugar a la secuencia FLAIR (Fluid Attenuated Inversion Recovery).
Esta secuencia es especialmente útil cuando se estudian lesiones en contacto con LCR
que pueden pasar desapercibidas en una secuencia T2 fig 9 . También puede ajustarse el
TI para anular la señal de la SB lo cual aumenta el contraste SG-SB y realza lesiones en
la SB.
Antenas de superficie:
Las antenas de superficie consiguen un aumento de la RSR
en una zona pequeña y superficial del cerebro, lo que puede ser útil cuando el estudio
realizado con antena de volumen es normal o presenta una imagen dudosa fig 10 . Sin
embargo existen algunos inconvenientes que hay que tener en cuenta. El primero de
ellos es su pequeño tamaño, que obliga a elegir una zona de estudio relativamente
pequeña. Además la colocación puede ser difícil, ya que no debe tocar la cabeza ni
orientarse perpendicular al campo (dependiendo de la sisntonización de la bobina). Son
especialmente difíciles las regiones mediales. Por otro lado, los artefactos por
movimiento son más llamativos, sobre todo si se llega a mover la antena. Como son
antenas únicamente receptoras hay que emitir RF con la antena de cuerpo, lo que
aumenta la energía depositada sobre el paciente (SAR): esto va a limitar el número total
de cortes comparado con la antena de volumen que es emisora-receptora. Actualmente
ya están disponibles las llamadas antenas de alta densidad, que están compuestas por
múltiples antenas de superficie en paralelo y permiten estudiar todo el cerebro con la
calidad de una antena de superficie fig 11. Existen estudios que han demostrado mayor
sensibilidad para la detección de pequeñas displasias corticales, por lo que se
recomienda trabajar con este tipo de antenas en los estudios de epilepsia, especialmente
si existen RM previas negativas con protocolos más convencionales.
Imán de 3 Tesla:
El aumento del campo magnético tiene dos efectos fundamentales: aumenta la
RSR de forma lineal y aumenta el contraste en T2 y la susceptibilidad magnética.
También aumenta de forma lineal el desplazamiento químico. Por otro lado, disminuye
ligeramente el contraste en T1. El aumento del desplazamiento químico junto con el
aumento de RSR mejora también la calidad de la Espectroscopia, tanto por la mayor
homogeneidad de la línea basal ( mejor supresión del pico del agua) como por la mayor
resolución de los picos. En los estudios estructurales, el aumento de la calidad de
las imágenes en T2 mejora sobre todo la visualización de la estructura interna del
hipocampo fig 12. El riesgo de calentamiento de material ferromagnético es mayor en
3T por lo que se debe evaluar el riesgo siempre, a pesar de que se hubieran realizado
previamente estudios en 1.5T. El principal inconveniente de los imanes de 3T es que la
experiencia es todavía escasa, cuando se detectan lesiones muy pequeñas o sutiles el
diagnóstico no es tan específico. Por tanto no pueden establecerse indicaciones regladas
y se debe evaluar cada caso de forma individual. La diferencia más llamativa con los
imanes convencionales es el aumento de la calidad de los estudios funcionales
(Difusión, Perfusión y Activación) que permite estudios con mayor sensibilidad. En los
estudios estructurales, también hay diferencias significativas, ya que el aumento de la
RSR junto con el aumento del contraste en T2 permite detectar lesiones que no se ven o
son muy difíciles de identificar en imanes de 1.5. En algunos casos de ETM cuando los
signos en 1.5T son poco expresivos las imágenes con 3T aumentan la fiabilidad fig 13.
Las diferencias son aún más llamativas en el caso de pequeñas lesiones periféricas,
donde se ha demostrado que los imanes de 3T aumentan la sensibilidad en más del 40%
respecto al 1.5T fig14 .
Segmentación y volumetría:
Los actuales programas de segmentación semiautomática permiten cálculos
exactos de estructuras con señal relativamente homogénea y borde bien definido, como
puede ser el LCR, el córtex o el hipocampo. Para que las medidas sean exactas y
reproducibles, las imágenes han de tener buena RSR y contraste adecuado además de
cortes finos, por lo que se suelen utilizar secuencias 3D-GE, habitualmente en T1. En el
contexto de la epilepsia, la volumetría del hipocampo es la medida más empleada, y se
ha demostrado que es más sensible que el análisis visual para detectar pequeñas
asimetrías. Sin embargo, con asimetrías superiores al 10% el análisis visual tiene una
sensibilidad similar, por lo que el uso sistemático de la volumetría en el ámbito clínico
no está justificado. Por otro lado, también se puede realizar volumetría de porciones del
hipocampo y también del córtex adyacente (especialmente el córtex entorrinal), donde
se han encontrado cambios de volumen significativos en pacientes con Esclerosis
Temporal Medial (ETM), pero su rentabilidad en la clínica, (añadido al análisis visual)
no es muy alta, ya que el análisis visual cuando es realizada por equipos con
experiencia, tiene resultados similares, por lo que la volumetría es más recomendable
como herramienta para investigación.
Los dos síndromes neurocutáneos que producen epilepsia con mayor frecuencia son
la esclerosis tuberosa y la enfermedad de Sturge-Weber.
- Esclerosis tuberosa.
Es una enfermedad autosómica dominante con gran variablidad
fenotípica, incluso dentro de la misma familia. Existen dos genes
implicados, responsables de la síntesis de proteínas supresoras de
tumores (TSC 1 y TSC, localizados respectivamente en los cromosomas
9 y 16). Sus mutaciones provocan alteraciones en la diferenciación
celular y la migración neuronal, así como proliferación hamartomatosa.
Desde el punto de vista neurológico, estas alteraciones conducen a la
aparición de tuberosidades corticales, nódulos subependimarios y
tumores gigantocelulares.
El 85% de los enfermos padecen epilepsia, con crisis de múltiples tipos.
Cuando aparecen en la infancia se manifiestan a menudo como síndrome
de West. De hecho, la esclerosis tuberosa es la causa más frecuente de
síndrome de West sintomático. En estos casos, la incidencia de retraso
mental es más frecuente. El 5% de los pacientes desarrollan un
astrocitoma gigantocelular subependimario, localizado en las
proximidades del agujero de Monro, y que puede producir hidrocefalia y
clínica de hipertensión intracraneal.
Además de la clínica neurológica, la esclerosis tuberosa produce
manifestaciones cutáneas, oftalmológicas y viscerales, fundamentales
para el diagnóstico (Tabla 3).
En los estudios de neuroimagen, se encontrarán las lesiones típicas de la
enfermedad:
a) Nódulos subependimarios: aparecen en la pared de los ventriculos
laterales, especialmente en las proximidades del agujero de Monro y
núcleo caudado fig 32 (ver también figura 24) . Su apariencia cambia con
la edad. Antes de la mielinización, en la RM suelen ser hiperintensos en
T1 e hipointensos en T2. Con el paso del tiempo su aspecto se invierte:
iso o hipointensos en T1 e hiperintensos en T2. A menudo terminan
calcificándose, tras lo cual aparecen hipointensos en todas las secuencias
y se observan con facilidad en la TC craneal. Puede existir captación de
contraste en el 30-80% de los casos, que no significa transformación
neoplásica pero obliga al seguimiento radiológico de los nódulos
cercanos al agujero de Monro, región donde aparecen los tumores
gigantocelulares.
b) Tuberosidades corticales. fig 32 Son las lesiones más características de
la esclerosis tuberosa y aparecen como nódulos cortico-subcorticales. Al
igual que las lesiones subependimarias, su aspecto varía según la fase de
mielinización y pueden llegar a calcificar con el tiempo. En ocasiones
pueden expandir y distorsionar las circunvoluciones afectadas. La
transformación maligna es excepcional, pero se debe sospechar cuando
capten contraste.
c) Lesiones de sustancia blanca. En secuencias T2 pueden observarse
lesiones hiperintensas lineales de trayecto radial, desde la matriz
germinal al borde pial fig 33 , que en ocasiones unen los nódulos
subependimarios con las tuberosidades corticales.
d) Astrocitoma gigantocelular subependimario. Se considera una forma más
displásica y agresiva de los nódulos subependimarios, sin que exista una
distinción histológica clara entre ellos. En RM se presentan como
lesiones cercanas el agujero de Monro, de señal heterogénea, a menudo
con calcificaciones en su interior y con realce marcado tras la inyección
de contraste fig 34.
- Enfermedad de Sturge-Weber.
Es una enfermedad esporádica que combina malformaciones vasculares y
cerebrales, afectando a cara y cerebro ipsilateral, por lo que también
recibe el nombre de angiomatosis encefalo-trigeminal. En las formas
típicas aparece un angioma facial (nevus flammeus), otro retiniano y otro
leptomeníngeo, que está constituido por vasos tortuosos y asienta
generalemente en la región parieto-occipital. El estasis venoso provoca
hipoxia crónica, que a su vez ocasiona calcificación y gliosis reactiva de
la corteza cerebral subyacente fig 35 . Con el tiempo termina apareciendo
atrofia del hemisferio afectado.
Casi el 90% de los pacientes tienen crisis epilépticas, generalmente
parciales son generalización secundaria, aunque también pueden
presentar otros tipos incluido el síndrome de West. También es frecuente
el retraso mental y hasta un tercio de los casos tienen una hemiparesia
contralateral u otros signos focales, que a veces aparecen de forma súbita
tras una crisis.
La RM craneal con gadolinio permite identificar el angioma
leptomeníngeo, además de la atrofia cortical. Se considera que el realce
con contraste es debido más al efecto del angioma sobre el córtex que al
angioma en sí mismo, pero es típico observar realce giral en la zona del
angioma fig 36 Es común la hipertrofia de las venas de drenaje y el plexo
coroideo del ventrículo lateral ipsilateral. Ocasionalmente pueden
detectarse heterotopia o displasias corticales. Las calcificaciones
corticales pueden tardar años en aparecer y se aprecian mejor mediante
TC craneal ( ver figura 35 ).
F. Malformaciones vasculares.
Tumores.
ESPECTROSCOPIA DE HIDRÓGENO
BIBLIOGRAFÍA.
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2005;65:1873-87.
12)
PROTOCOLO BÁSICO DE RM
1) LOCALIZADORES
Localizador sagital con secuencia rápida (15-30 seg)
2) BLOQUE 3D-T1
Adquisición 3D-GE en T1, con cortes de 1mm y voxel isotrópico ( puede hacerse con
matriz de 256x 224 en FOV de 250mm). Plano axial u (opcionalmente) en coronal o
sagital. (7-8 min)
3) CORTES AXIALES EPI-GE O GE
Cortes oblicuos en la dirección del hipocampo, de todo el cerebro, con 4-5mm de
espesor e intervalo de 1mm. Matriz de 256x192 en FOV de 240 mm. ( EPI: 30 seg. GE:
3min)
4) CORTES CORONALES T2
Cortes oblicuos perpendiculares al hipocampo, de 3mm de espesor y 0-0.3 mm de
intervalo. Matriz de 512x512 ( puede hacerse con matriz de 512x 256 e interpolación a
512x512) en FOV de 22-24, abarcando todo el cerebro. (6-8 min)
5) CORTES CORONALES FLAIR
Cortes en la misma localización que los T2, con matriz de 256x 192 en FOV de 22-24.
(5-6 min)
6) OPCIONAL
Si la clínica no es típica de epilepsia temporal conviene añadir cortes axiales con técnica
FLAIR y datos similares a la adquisición coronal. Cuando hay datos de epilepsia
extratemporal se recomienda añadir además cortes axiales T2
TABLA 1. RECOMENDACIONES NICE: PAPEL DE LA NEUROIMAGEN EN EL
DIAGNÓSTICO DE EPILEPSIA.
1) No neoplásica.
a. Hamartomas corticales de la escleosis tuberosa.
b. Displasia cortical con células balonadas.
c. Hemimegalencefalia
2) Neoplásica.
a. Tumor neuroepitelial disembrioplásico.
b. Ganglioglioma.
c. Gangliocitoma.
Polimicrogiria y esquisenzefalia.
a. Polimicrogiria bilateral.
b. Esquisencefalia.
c. Polimicrogiria con otras malformaciones
cerebrales.
d. Polimicrogiria o esquisencefalia como parte de
alteraciones congénitas múltiples o retreso mental.
B. Displasia cortical sin células balonadas.
C. Microdisgenesias
Tomado de: Barkovich AJ, Kuzniecky RI, Jackson GD, et al. A developmental and
genetic classification for malformations of cortical development. Neurology 2005;
65:1873-87.
TABLA 3. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE ESCLEROSIS TUBEROSA.
A. Definitivos
- Tuberosidades corticales.
- Nódulos gliales subependimarios.
- Facomas retinianos.
- Adenoma sebáceo.
- Fibromas periungueales.
- Placa fibrosa en frente o cuero cabelludo.
- Angiomiolipomas renales.
B: Sugestivos.
- Familiar de primer grado con esclerosis tuberosa.
- Manchas acrómicas.
- Piel de Shagreen.
- Rabdomiomas cardiacos.
- Espasmos infantiles.
- Quistes o tumores renales.
- Linfangioleiomiomatosis pulmonar.
- Lesiones hipodensas o calcificaciones cortico-subcorticales.