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TÍTULOS DE CRÉDITO

Concepto

“Es aquel documento necesario para ejercer el derecho literal y


autónomo expresado en el mismo título”.1

“Son títulos de crédito los documentos que incorporan un derecho


literal y autónomo, cuyo ejercicio o transferencia es imposible
independientemente del título. Los títulos de crédito tienen la calidad de
bienes muebles”. 2

Se entiende por consiguiente, que los títulos de crédito se componen de dos

partes principales: el valor que consignan y el título, derecho o soporte material que

lo contiene, y que de esta combinación resulta una unidad inseparable.

Es aquel documento sobre un derecho privado cuyo ejercicio y cuya

transmisión están condicionados a la posesión del documento, concepción según la

cual el documento resulta indispensable tanto para transmitir como para ejercerlo.

Antecedentes

No todos los títulos de crédito han surgido en el mismo momento de la

historia del comercio, por lo que su estudio y regulación se ha producido en tiempos

diversos. Sin embargo, desde principios del siglo XX los juristas han realizado

grandes esfuerzos para elaborar una teoría unitaria o general, dentro de la cual se

comprende toda esa categoría llamada títulos de crédito.

1
Vivante, C. (1936). Tratado de derecho mercantil, vol. 3.
2
Código de Comercio de Guatemala, decreto número 2-70, Artículo 385.
En el Derecho Guatemalteco, tiene sus orígenes muchos años atrás, pero su

mayor importancia se da en la actualidad. Ejemplos de estos son: letras de cambio,

cheques, pagarés, vales, facturas cambiarias, cartas de porte, y que están reconocidos

dentro del derecho mercantil guatemalteco.

A finales de la Edad Media, cuando el tráfico comercial se intensificó a

través del mar Mediterráneo, se dieron una serie de atracadores que pirateaban a los

comerciantes y a las naves mercantes cuando regresaban a sus ciudades con el

producto de las negociaciones. El transporte de dinero en efectivo resultaba inseguro

para esas circunstancias. Así fue cómo surgió la necesidad de transportar dinero a

través de documentos que representaran esos valores, sin que se diera el hecho

material de portar la moneda en efectivo. Así los banqueros empezaron a usar títulos

de crédito que llenaban esas necesidades y los comerciantes encontraron una forma

que les proporcionaba seguridad en sus transacciones comerciales de plaza a plaza.

Desde esa época datan los principios que han inspirado la existencia de los

títulos de crédito.

En Guatemala, desde las Ordenanzas de Bilbao, padando por el Código de

1877, el de 1942 y el reciente de 1970, siempre ha existido legislación sobre títulos

de crédito; y cuando fue oportuno, rigión el Reglamento Uniforme de la Haya de

1912, que pretendía normar la letra de cambio a nivel internacional y que más tarde

se concretó en la ley uniforme aprobada en la Conferencia de Ginebra, en 1930.


Los Títulos de Crédito, se encuentran contenidos en el actual Código de

Comercio de Guatemala, en el libro III, el que se refiere a las cosas mercantiles.

Características

El Código de Comercio de Guatemala, decreto número 2-70, en el Artículo

385 señala las características de los títulos de crédito:

FORMULISMO El título de crédito es un documento sujeto a una fórmula especial de


redacción y debe contener los elementos generales de todo título y los
especiales de cada uno en particular.

INCORPORACIÓN De acuerdo a esta característica, el derecho no es algo accesorio al


documento; el derecho está metido en el documento; esta incorporado y
forma parte de él.

LITERALIDAD En el título de crédito se encuentra incorporado un derecho; pero los


alcances de este derecho se rigen por lo que el documento diga en su tenor
escrito. Lo que no aparezca escrito en el propio título, ni como derecho ni
como obligación, carece de trascendencia jurídica.

AUTONOMÍA Cuando la ley establece que el derecho incorporado es literal y autónomo, le


está dando una existencia independiente de cualquier vínculo subjetivo,
precisamente por su incorporación.

Naturaleza jurídica

Dada la naturaleza jurídica de los actos que se realizan en la sociedad, es

muy importante saber que los títulos de crédito son los documentos necesarios para

ejercitar el derecho literal que en ellos se consigna. O bien el documento necesario

para ejercitar y transferir el derecho en él mencionado, el cual, por efecto de la


circulación y en tanto que ésta tiene lugar por los medios propios de los títulos de

crédito, se considera literal y autónomo frente a quienes lo adquieren de buena fe.

La naturaleza de los títulos de crédito puede analizarse en dos aspectos:

como documento y como prueba preestablecida, lo que se desprende del tratamiento

que le da la ley.

Los títulos de crédito como documento tienen características especiales que

lo distinguen de cualquier otro, lo que significa que en tales documentos se

incorporan derechos de naturaleza mercantil, no civil, con lo que se marca la

división entre ambas ramas del Derecho.

Los títulos de crédito como pruebas preestablecidas son documentos

necesarios para ejercitar el derecho literal que en ellos se consignan. Lo cual

significa que estos documentos se caracterizan por consignar una deuda cierta,

exigible y liquida y que, por sí solos, constituyen una prueba preestablecida respecto

a la existencia de un crédito, que se encuentra incorporado en el mismo documento.

El artículo 385 del Código de Comercio de Guatemala, establece que los

títulos de crédito tienen la calidad de bienes muebles.

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