Sei sulla pagina 1di 1

Hay espacios mentales, espacios de conciencia que son muy particulares, algunos mas, mucho más

particulares que otros, y aunque comprendamos que cada conciencia es distinta, hay algunas que
por más que intentemos entenderlas desde lo poco que nos pueda trasmitir aquel reflejo desde
afuera, se quedan muy lejos de nuestras posibilidades.

Tomando en cuenta las variables QUE NUESTROS SENTIDOS PUEDAN MANEJAR, tomando en
cuenta las sutiles diferencias que yacen en las distintas experiencias que han dado forma a lo que
somos y de lo que de aquello nos permitimos sentir con libertad dentro de nuestra mente y
corazón.

La realidad percibida puede ser muy diferente de una persona a otra… tan diferente como lo son
de variadas las infinitas imágenes que puede traer a la luz de la conciencia nuestra mente por
medio de nuestros sentidos y emociones, todo aquello basado en nuestras experiencias y en todo
lo que lleva con nosotros nuestro entorno.

Y detrás de aquella estructura todavía yace algo más misterioso, aquel emisario que corre por
aquellos dos mundos de nuestra conciencia, aquella preciosa amiga que muchas veces ni hacemos
caso, aquella que juega a ocultarse en nuestras sombras y que gusta de susurrarnos cosas en el
momento en que logramos acallar nuestras imágenes internas.

Así la intuición nos lleva de la mano hacia el océano que todos poseemos dentro, nos invita a
bucear, a adentrarnos desde la superficie hasta las profundidades de nuestros ser.

Hacia un lugar que quizás no reconoceremos como nuestro, porque aquel terreno que somos
nosotros pertenece también a otra conciencia que yace despierta allí en las profundidades, y de la
cual no sabemos mucho. Así como nosotros obramos claramente desde la superficie. Aquella
conciencia reina desde las profundidades de nuestro ser, con las leyes que ha ido creando a lo
largo de nuestra existencia sin que nosotros seamos conscientes de que en nuestra vida había
alguien importante que sabe cosas de nuestra realidad que ni nosotros mismos sabíamos y así
como nosotros sabemos que afuera en la materia existe un mundo infinito, que tiene leyes
particulares, aquella parte que reina en nuestro ser desde lo invisible sabe también que existe un
universo emocional y simbólico de impresionantes dimensiones que es tan importante para
nuestra vida como lo son los árboles y el aire en nuestra realidad.

Potrebbero piacerti anche