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ACCIÓN ECONÓMICA Y LA ESTRUCTURA SOCIAL: EL PROBLEMA DE LA

INCRUSTACIÓN (INHERENCIA), INCORPORACIÓN, IMPLICACIÓN?! (NO


PUDE CON ESTA PALABRITA)1
Mark Granovetter
Universidad del estado de Nueva York en Stony Brook
Periódico americano de Sociología, Volumen 9, número 3

Una de las preguntas clásicas de la teoría social es cómo la conducta y las instituciones
se ven afectadas por las relaciones sociales. Este documento se ocupa del alcance en el
cual la acción económica esta implicada (inherente) en estructuras de relaciones sociales
en la sociedad industrial moderna. Aunque las explicaciones neoclásicas usuales
entregan, proveen una explicación de actor-atomizado o “sub-socializado” a tal acción,
los economistas reformistas quienes intentan volver a introducirlo de tal manera en la
manera “sobre-socializado” criticada por Dennis Wrong. Las versiones (explicaciones)
sub- y sobre-socializado son paradójicamente semejantes en sus estructuras de negar el
curso actual de las estructuras de las relaciones sociales y una explicación sofisticada de
la acción económica debe considerar su incrustación (incorporación) en tales
estructuras. El argumento es ilustrado por una crítica de Oliver Williamsoms del
programa de investigación “mercados y jerarquías”.

INTRODUCCION: EL PROBLEMA DE Implicación


Una de las preguntas clásicas de la teoría social es cómo la conducta y las instituciones
son afectadas por las relaciones sociales. Puesto que tales relaciones están siempre
presentes, la situación que emergería en su ausencia puede ser imaginada solamente a
través de un experimento como el de Thomas Hobbes “estado de la naturaleza” o la de
John Rawls “la posición original”. Mucha de la tradición utilitaria incluyendo las
economías neoclásicas y clásicas asumen lo racional y la conducta del interés-personal
como afectado mínimamente por las relaciones sociales, invocando así un estado
idealizado no lejos de estos experimentos de pensamiento. En el otro extremo
permanece lo que yo llamo el argumento de “implicación”: el argumento de que la
conducta y las instituciones a ser analizadas están de tal manera obligadas (limitadas)
por el curso de las relaciones sociales más que interpretarlas como independientes es
un malentendido de extrema gravedad.

Este articulo trata la “implicación (incrustación)” de la conducta económica. Esta ha


sido por mucho tiempo la visión mayoritaria entre los sociólogos, antropólogos,
científicos políticos e historiadores de que tal comportamiento (conducta) estaba
fuertemente incrustado en las relaciones sociales en las sociedades premarcado, pero
viene a ser mucho más autónomo con la modernización. Esta consideración ve la
1
Borradores anteriores a este documento fueron escritos en espacios sabáticos bondadosos proporcionados por el Instituto
de Estudio Avanzado en la Universidad de Harvard. El apoyo financiero fue proporcionado en parte por el instituto……
(nombra personas….
economía como una esfera cada vez más separada, diferenciada en la sociedad moderna,
con transacciones económicas ya no más definidas por lo social u obligaciones de
parentesco de aquellos haciendo transacciones pero por cálculos racionales de ganancia
individual. Algunas veces se argumenta más allá, que la situación tradicional es
invertida: a cambiose que la vida económica esté sumergida en las relaciones sociales,
estas relaciones vienen a ser un fenómeno del mercado. La posición de “implicación
(incrustación)” está asociada con la escuela “sustantivista” en antropología, identificada
especialmente con Karl Polanyi (1944; Po…., Arensberg and Per…1957) y con la idea
de la “economía moral” en historia y ciencia política (Thompson 1971; Scott 1976).
Esta tiene también relación obvia al pensamiento marxista.

Sin embargo, pocos economistas han aceptado esta idea (concepción) de un


rompimiento en la incrustación (implicación) con la modernización, muchos de ellos
afirman en cambio que la incrustación (implicación) en las sociedades anteriores no era
substancialmente más grande que el nivel bajo encontrado en los mercados modernos.
El tono fue establecido por Adam Smith, quien postuló una “cierta propensión en la
naturaleza humana….a tratar, cambiar e intercambiar una cosa por otra” (1776)1979,
libro 1, CAPIT 2) y asumió que desde que el trabajo fue simplemente un factor de
producción en la sociedad primitiva, los bienes deben ser intercambiados en proporción
a sus costos laborales –como en la teoría general clásica de intercambio (canje)
(1776)1979, libro 1, CAPIT 6). Desde los años 20 en adelante, ciertos antropólogos
tomaron una posición parecida, lo que se llamó “el formalismo”: incluso en las
sociedades tribales, la conducta económica era suficientemente independiente de las
relaciones sociales para que el análisis standard sea útil (Schneider 1974). Esta posición
ha recibido recientemente una nueva infusión como economistas y compañeros viajeros
en la historia y la ciencia política han desarrollado un interés nuevo en el análisis
económico de las instituciones sociales –muchos de los que cayeron en lo que es
llamado las “nuevas economías institucionales” –y han discutido (argumentado) que el
comportamiento (conducta) y las instituciones interpretadas previamente como
incrustadas-implicadas en las sociedades anteriores, tanto como en la nuestra propia,
pueden ser entendidas mejor como resultado de la búsqueda de interés-personal por
individuos racionales más o menos atomizados (ejemp. North y Thomas 1973;
Williamsom…..).

Mi visión propia difiere de las dos escuelas de pensamiento. Yo afirmo que el nivel de
implicación-incrustación de el comportamiento económico es más bajo en sociedades
no-comercializadas de lo que es reclamado por los teóricos substantivistas y
desarrollistas, y esto ha cambiado menos con la “modernización” de lo que ellos creen;
pero yo discuto también que este nivel ha sido siempre y continua siendo más
substancial que lo que es permitido por los formalistas y economistas. Yo no pretendo
aquí tratar los asuntos planteados por las sociedades no-comerciales (de mercado). Yo
procedo en cambio por una elaboración teórica del concepto de incrustación-
implicación cuyo valor esta entonces ilustrado con el problema desde la sociedad
moderna, importante actualmente en las nuevas economías institucionales: cuales
transacciones en la sociedad capitalista moderna son llevadas a cabo en el mercado, y
cuales están contenidas en firmas organizadas jerárquicamente? Esta pregunta ha sido
elevada a la importancia por el programa de investigación “mercados y jerarquías”
iniciado por Oliver Williamson (1975).

LAS NOCIONES DE SOBRE Y SUBSOCIALIZADO DE LA ACCION HUMANA


EN LA SOCIOLOGIA Y ECONOMIA

Yo empecé por retirar la queja de Dennis Wrong en 1961 acerca de una “concepción
sobresocializa del hombre en la sociología moderna” –una concepción de la gente como
sensible de manera abrumadora a las opiniones de otros y por consiguiente obediente a
los dictados de sistemas de normas desarrollados consensualmente y valores
internalizados a través de la socialización, de tal manera que la obediencia no es
percibida como una carga. En la extensión de tal concepción fue importante en 1961,
esta resulto en gran medida del reconocimiento de Talcott Parsons del problema de
orden como lo expuesto por Hobbes y su propio intento de resolverlo trascendiendo la
concepción de atomizado, subsocializado del hombre dentro de la tradición utilitaria de
la cual Hobbes fue parte (Parsons 1937, Pág. 89-94). Wrong aprobó el rompimiento-
fractura-interrupción con el utilitarismo atomizado y el énfasis en la implicación del
actor en el contexto social –el factor crucial ausente desde el pensamiento de Hobbes-
pero avisado del grado de exageración de esta implicación (incrustación) y la extensión
a la cual esta puede eliminar el conflicto:

Esta es la tarea frecuente del sociólogo, llamar la atención a la intensidad con la que los
hombres desean y luchan por la buena opinión de sus asociados inmediatos en
situaciones diversas, particularmente aquellos donde las ideologías y teorías recibidas
han enfatizado demasiado otros motivos…. Así los sociólogos han señalado que los
trabajadores de una fábrica son más sensibles a las actitudes de sus compañeros de
trabajo que a los incentivos puramente económicos….No es mi intención ciertamente
criticar los hallazgos de tales estudios. Mi objeción es que…aunque los sociólogos han
criticado los esfuerzos pasados para escoger (distinguir) un motivo fundamental en la
conducta humana, el deseo de conseguir una imagen personal favorable ganando la
aprobación de otros, ocupa frecuentemente una posición importante en su propio
pensamiento. (1961,…..)

En contraste, las economías clásicas y neoclásicas operan con una concepción de la


acción humana atomizada, subsocializada continuando en la tradición utilitaria. Los
argumentos teóricos desestiman por hipótesis cualquier impacto de la estructura social y
las relaciones sociales en la producción, distribución o consumo. En los mercados
competitivos los productores o consumidores no influencias notablemente en conjunto
al suministro o demanda o, por lo tanto, los precios u otras condiciones del comercio.
Como lo ha anotado Albert Hirschman, tales mercados idealizados que involucran como
ellos lo hacen “un gran numero de compradores anónimos de precio-toma y vendedores
suministrados de información perfecta…funcionan sin ningún contacto social o humano
prolongado entre las partes. Bajo una competencia perfecta no hay lugar para el regateo,
la negociación, la reprobación o el ajuste mutuo y los diversos operadores que contratan
juntos no necesitan entrar en relaciones continuas o recurrentes como un resultado de
las cuales ellos logren conocerse uno al otro muy bien” (1982….)

Por mucho tiempo ha sido reconocido que los mercados de competencia idealizados han
sobrevivido al ataque intelectual, en parte debido a que las estructuras económicas auto-
reguladas son atractivas políticamente a muchos. Otra razón de su sobrevivencia,
entendida menos claramente, es que la eliminación de relaciones sociales del análisis
económico disipa el problema de orden de la agenda intelectual, al menos en la esfera
económica. En el argumento de Hobbes, el desorden surge porque las transacciones
económicas y sociales libres-conflicto dependen de la confianza y la ausencia de
maleficencia (malos actos conducidos especialmente por un oficial público). Pero estos
son poco probables cuando los individuos conciben no tener ni una relación social o
contexto institucional –como en el “estado de la naturaleza”. Hobbes contiene la
dificultad superimponinedo una estructura de autoridad autocrática. La solución del
liberalismo clásico y de manera correspondiente de las economías clásicas es antitética:
las estructuras políticas represivas son innecesarias por mercados competitivos que
inutilizan el fraude y la fuerza. La competencia determina los términos del comercio de
tal manera que los individuos comerciantes no pueden manipular. Si los comerciantes
encuentran relaciones complejas o difíciles, caracterizadas por la desconfianza o
maleficencia, ellos simplemente pueden trasladarse a la legión de otros comerciantes
deseosos de hacer negocio en términos de mercado; las relaciones sociales y sus
detalles, entonces llegan a ser asuntos tirantes.

Sin embargo, en las economías clásica y neoclásica el hecho de que los actores puedan
tener relaciones sociales con otro ha sido si es que lo es, como una resistencia de
fricción que impide los mercados competitivos. Dentro de una línea mas-citada, Adam
Smith se queja de que “la gente del mismo comercio pocas veces se encuentran, incluso
para ocio y diversión, pero la conversación termina en una conspiración en contra del
publico, o en concebir alzar los precios.” Su política de laissez-faire permitió pocas
soluciones a este problema, pero el sugirió la revocación (derogación) de las
regulaciones que requerían todos aquellos in el mismo comercio para firmar un registro
publico; la existencia publica de tal información “conecta individuos quienes nunca
podrían por lo demás ser conocidos entre ellos y dar a cada uno de los hombres del
comercio una dirección donde encontrar a cada uno de los otros.” Digno de mención
aquí no es más bien lisiar la prescripción de la política pero si el reconocimiento de que
la atomización social es un prerrequisito para la competencia perfecta (Smith……)
Comentarios más recientes por los economistas sobre las “influencias sociales”
interpretan (infiere) estos como procesos en los cuales los actores adquieren
costumbres, hábitos o normas que son seguidas mecánica y automáticamente, sin tener
en cuenta su relación sobre una elección (escogencia) racional. Esta visión, cercana a la
“concepción de sobre socializado” de Wrong, está reflejada en la ocurrencia de James
Duesenberry de que “la economía es todo acerca de cómola gente hace selecciones; la
sociología es todo acerca de cómo ellos no tienen que hacer ninguna selección” (1960,
p…) y en la descripción de E.H. Phelps Brown de el “enfoque de los sociólogos a pagar
determinación (resolución)” como derivadas de la asunción de que las personas actúan
de “maneras determinadas, porque hacerlo es la costumbre, o una obligación, o la “cosa
natural de hacerlo”, o correcto y apropiado, o justo y bueno” (1977, p…)

Pero a pesar del contraste aparente entre las visiones sobre socializado, nosotros
debemos subrayar una ironía de gran importancia teórica: las dos tiene en común una
concepción de la acción y decisión llevada a cabo por actores atomizados. En la versión
subsocializada, la atomización resulta de la búsqueda de interés personal limitado
(estrecho); en la sobre socializado, partiendo de el hecho de que los patrones
conductuales han sido internalizados y las relaciones sociales en curso de esta manera
tienen solamente efectos periféricos en la conducta (comportamiento). Que las reglas
internalizadas son sociales en su origen, no diferencia este argumento decididamente del
utilitario, en el cual la fuente de funciones de utilidad es dejada abierta dejando espacio
para conducta guiada completamente por normas y valores determinados
consensualmente –como en la visión sobre socializada. Las resoluciones tanto sub.
como sobre socializadas del problema de orden emerge de esta manera en la
atomización de los actores del contexto social inmediato. Esta fusión irónica está ya
visible en el Leviathan de Hobbes, en el cual los ciudadanos desafortunados de el estado
de naturaleza, abrumados (aplastados) por el desorden consecuente de su atomización,
alegremente entregan todos sus derechos a un poder autoritario y consecuentemente se
comportan de una manera honorable y dócil; por el artificio de un contrato social, ellos
tambalean directamente de un estado subsocializado a uno sobresocializado.

Cuando los economistas modernos intentan tener en cuenta las influencias sociales,
ellos las representan típicamente dentro del modo sobre socializado representado arriba
en comillas. De ese modo, ellos cambian radicalmente (inverten) la sentencia de que las
influencias sociales son friccionales pero sostienen la concepción de cómo tales
influencias operan. En la teoría de los mercados de trabajo segmentados, por ejemplo,
Michael Piore ha sostenido que los miembros de cada segmento del mercado laboral
están caracterizados por estilos diferentes de tomar decisiones y que tomar decisiones
por elección racional, costumbre, u orden en mas alto-primario, primario-más bajo, y
mercados laborales secundarios respectivamente corresponde a los orígenes de
trabajadores en clases de subculturas media-, trabajadoras-, y más baja (Piore 1975).
Igualmente, Samuel Bowles y Herbert Gintis, en su explicación de las consecuencias de
la educación americana, argumenta que las diferentes clases sociales muestran procesos
cognitivos diferentes debido a las diferencias en la educación impartida a cada una.
Aquellos destinados a empleos de nivel-más bajo son entrenados para ser seguidores
dependientes de normas (reglas), mientras que aquellos quienes serán encauzados en las
posiciones de la elite asisten a “universidades de la elite 4-años” y que “enfatizan
relaciones sociales conforme con los niveles más altos en la jerarquía de producción…
Puesto que ellos “dominan” un tipo de regulación conductual en la que ellos les es
permitido progresar a un siguiente estrado o son encauzados en el nivel correspondiente
dentro de la jerarquía de producción” (Bowels y Gintis….)

Pero estas concepciones sobre socializadas de cómo la sociedad influye en la conducta


(comportamiento) del individuo son bastante (más bien) mecánicas: una vez que
conocemos la clase social del individuo o el sector laboral, todo lo demás en el
comportamiento es automático puesto que ellos están muy bien socializados. La
influencia social aquí es una fuerza externa tal, como la deidad Dios, establece cosas en
movimiento y no tiene efectos más allá –una fuerza que insinúa en sí misma en las
mentes y cuerpos de los individuos (como en la película Invasión del cuerpo de ladrones
(no será invasiones bárbaras=!?) alterando su manera de tomar decisiones. Una vez que
conocemos de qué manera justamente un individuo ha sido afectado, las relaciones
sociales en curso y las estructuras son irrelevantes. Las influencias sociales están todas
contenidas dentro de la cabeza del individuo, de tal manera que, en situaciones de
decisión real, el o ella puede ser atomizado como cualquier Homo económico, aunque
quizás con reglas diferentes para las decisiones. Análisis de las influencias culturales
más sofisticados (y de esta manera menos sobre socializados) (ejemp. Fine y Kleinman
1979…..)Hacen claridad de que la cultura no es una influencia una vez-para-todos pero
si un proceso en curso, construido continuamente y reconstruido durante la interacción.
Este no solo determina (da forma) a sus miembros sino que también es determinada por
ellos, en parte por sus propias razones estratégicas.

Inclusive cuando los economistas realmente toman las relaciones sociales seriamente,
como lo hace tales figuras diversas como Harvey Leibenstein )1976) y Gary Becker
(1976), ellos le roban (apartan la abstracción) de la historia de las relaciones y su
posición respecto a otras relaciones –lo que podría llamarse la incrustación
(implicación) histórica y estructural de las relaciones. Los vínculos interpersonales
descritos en sus argumentos son extremadamente estilizados, promedios, “típicos”
.desprovistos de contenido especifico, historia o ubicación estructural. La conducta
(comportamiento) de los actores es el resultado de las posiciones nombradas por ellos y
los papeles establecidos; así nosotros tenemos discusiones sobre cómo los trabajadores
y supervisores, esposos y esposas, o los criminales y los amenazantes de la ley
interactuaran uno con el otro, pero estas relaciones no son asumidas de tener un
contenido individualizado más allá que dados por los papeles nombrados. Este
procedimiento es exactamente lo que los sociólogos estructurales han criticado en la
sociología Parsoniana -el relegar las relaciones especificas del individuo a un papel
menor dentro de el esquema total, epifenomenal?! en comparación con perdurar
estructuras de prescripciones de papel normativo derivadas de orientaciones de valor
primordiales. Dentro de los modelos económicos este tratamiento de las relaciones
sociales tiene un efecto paradójico en preservar la toma de decisión atomizada incluso
cuando las decisiones muestran que involucran a más de un individuo. Debido al grupo
de individuos analizados –usualmente parejas, ocasionalmente grupos más grandes- es
abstraído del contexto social, este es atomizado dentro de su comportamiento de parte
de aquellos de otros grupos y de la historia de sus propias relaciones. La atomización no
ha sido eliminada, simplemente transferida a un nivel de análisis entre pares o de más
alto nivel. Obsérvese el uso de una concepción sobre socializada –aquel de los actores
comportándose exclusivamente d acuerdo con sus papeles prescritos- para implementar
una visión atomizada, subsocializada.

Un análisis fructífero de la acción humana requiere que nosotros esquivemos la


atomización implícita dentro de los extremos teóricos de concepciones sub- y sobre
socializadas. Los actores no se comportan o deciden como átomos fuera del contexto
social, ni ellos se adhieren servilmente a un guión escrito para ellos por la intersección
de categorías sociales que ellos les ocurrió ocupar. Sus intentos y acción propositiva a
cambio de estar incrustada (implicada) en relaciones sociales en curso y concretas. En
aviso (recordatorio) de este artículo yo ilustro cómo la visión de implicación
(incrustación), altera nuestro enfoque teórico y empírico al estudio de la conducta
económica. Primero, yo reduzco el foco a la pregunta de confianza y maleficencia
dentro de la vida económica y luego utilizo el problema de “mercados y jerarquías” para
ilustrar el uso de las ideas de incrustación (implicación) para analizar esta pregunta. 2

IMPLICACIÓN (INCRUSTACIÓN, INHERENCIA), CONFIANZA, Y


MALEFICENCIA EN LA VIDA ECONOMICA

Desde cerca de 1970, ha habido un frenesí (ráfaga) de interés entre los economistas en
los asuntos descuidados previamente de confianza y maleficencia. Oliver Williamson ha
renombrado que los actores económicos reales se dedican no solamente en la búsqueda
de interés-personal, sino también en el “oportunismo” –“buscando interés-personal con
2
Hay muchos paralelos entre los que están referidos acá como las visiones de “sub-socializado” y “sobresocializado” de la
acción y lo que Burt (1982, CAPIT. 9) llama los enfoques “atómicos” y “normativos”. De igual manera, el enfoque de
incrustación (implicación) propuesto aquí como un fundamento medio entre las visiones sub- y sobresocializado tiene un
parecido familiar obvio al enfoque “estructural” de Burt hacia la acción. Mis diferencias y enfoque difieren también de el
de Burt en muchos puntos que no pueden resumirse rápidamente; estos pueden ser apreciados mejor por comparación de
este articulo con su resumen útil (1982, CAPIT 9) y con los modelos formales que implementan la concepción de el (1982,
1983). Otro enfoque se parece al mío en su énfasis sobre cómo las conexiones sociales afectan la acción (purposive –creo
entender que no es representativa=!) es la ampliación que hace Marsden de las teorías de James Coleman sobre la acción
colectiva y decisión a situaciones donde cada una de las conexiones (lazos) modifica los resultados que ocurriría en una
situación puramente tomística?! (Marsden 1981, 1983).
engaño (astucia); agentes que son experimentados que aparentan realizar ventajas
transaccionales. 3 El hombre económico… es así una creatura más sutil y taimado
(ladino) que lo que la Asunción de búsqueda de interés-personal revela” (1975...)

Pero esto señala un supuesto peculiar debido a las fuerzas competitivas dentro de un
mercado personalmente regulado, podría imaginarse reprimiendo (ocultando) la fuerza
y el fraude. Pero la idea está también incrustada (implicada) en la historia intelectual de
la disciplina. En Las pasiones y los intereses, Albert Hirschman (1977) muestra que una
tendencia importante de la historia intelectual desde el tiempo de Leviathan a aquella de
La riqueza de las naciones, consistente en la irrigar bajo el problema de Hobbes del
orden, argumentando que ciertas motivaciones humanas conservaron otros bajo control
y que en particular, la búsqueda de interés-personal económico fue típicamente no una
“pasión” incontrolable, pero si una civilizada, una actividad moderada (discreta). La
aceptación amplia aunque implícita de tal idea es un ejemplo poderoso de cómo las
concepciones sub- y sobre socializado se complementan una a la otra: los actores
atomizados en los mercados competitivos entonces internalizan estos estándares
normativos de conducta para garantizar transacciones de manera ordenada (metódica)4.

Lo que ha erosionado la confianza en los años recientes ha sido incrementar la atención


a los detalles del micro-nivel de mercados imperfectamente competitivos,
caracterizados por pequeños números de participantes con costos perdidos
(disminuidos) e inversiones de “capital humano especifico”. En tales situaciones, la
presunta disciplina de los mercados competitivos no puede ser llamada sobre una
mentira atenuante, entonces el problema clásico de cómo puede ser que la vida
económica diaria no esta plagada de desconfianza y maleficencia ha resurgido.

En los documentos económicos, yo veo dos respuestas fundamentales a este problema y


creo que una esta vinculada a una concepción subsocializada y la otra a una sobre
socializada de la acción humana. La explicación subsocializada es encontrada
fundamentalmente en las economías institucionales nuevas –una confederación
indirectamente definida de economistas con un interés en explicar las instituciones
sociales desde un punto de vista neoclásico. (Ver ejemp, Furubotn y Pejovich
1972……) La historia general contada por miembros de esta escuela, es que las
instituciones sociales y los acuerdos pensados previamente para ser el resultado
adventicio (espontáneo, extraño) de las fuerzas históricas, sociales o políticas son vistos
mejor como una solución eficiente a ciertos problemas económicos. El tono es similar a
aquel de la sociología estructural-funcional de loa 40 y 60, y mucha de la discusión
reprueba los exámenes (pruebas) elementales de una explicación que suena funcional
establecida por Robert Merton en 1947. Considerar, por ejemplo, la opinión de Schotter
3
Estudiantes de sociología del deporte anotaran que esta propuesta ha sido puesta por adelantado previamente, en una
forma ligeramente diferente por Leo Durocher.
4
Yo estoy endeudado con un árbitro anónimo por señalar esto.
que para entender cualquier institución económica observada se requiere solamente de
que nosotros “infiramos el problema evolucionario que debe haber existido para la
institución como nosotros lo vemos que este se ha desarrollado. Todo problema
económico evolucionario requiere una institución social para resolverlo” (1981, Pág. 2).

La maleficencia es vista aquí para ser evitada debido a que los acuerdos institucionales
ingeniosos (inteligentes) hacen de ésta demasiado costosa para dedicarse a ella, y estos
acuerdos –muchos de ellos interpretados previamente como sirviendo de función no
económica –ahora son vistos como habiendo evolucionado para ahuyentar (desanimar)
la maleficencia. Nótese sin embargo, que ellos no producen confianza pero a cambio
son un substituto funcional para esta. Tales acuerdos principales (primordiales) son
elaborar contratos explícitos e implícitos (Okun 1981), incluyendo planes de
compensación a plazos y retiro (jubilación) obligatorio –vistos para reducir los
incentivos por “eludir” en el trabajo o fugarse con secretos de patentes o marcas
registradas (Lazear 1979…..) –y las estructuras de autoridad que desvían el oportunismo
tomando decisiones potencialmente divisivas (para dividir) por fiat (¿!) (Williamson
1975). Estas concepciones (nociones) son sub-socializadas en que ellos no permiten la
amplitud en la cual las relaciones personales concretas y las obligaciones inherentes en
ellas, ahuyentan la maleficencia, bastante aparte de los acuerdos institucionales.
Sustituir estos acuerdos para resultados de confianza, de hecho en una situación
Hobbesiano en la cual cualquier individuo racional estaría motivado a desarrollar
maneras inteligentes para evadirlos; esto es entonces muy difícil de imaginar que la vida
económica diaria no estaría envenenada (contaminada) por siempre intentos más
ingenioso en el engaño.

Otros economistas han reconocido que algún grado de confianza debe ser asumido de
que opere, puesto que los acuerdos institucionales solamente (solos) no podrían
completamente contener (refrenar) la fuerza o el fraude. Pero aún resta explicar la
fuente de esta confianza, y suplicar es algunas veces hecho algunas veces para la
existencia de una “moralidad generalizada”. Por ejemplo, Keneth Arrow sugiere que las
sociedades, “ en su evolución han desarrollado acuerdos implícitos a cierto tipo de
respeto por los otros, acuerdos que son esenciales para la sobrevivencia de la sociedad o
al menos contribuyen grandemente a la eficiencia de su trabajo” )1974, ----; ver
también………sobre los orígenes de la “honestidad”).

Uno puede ahora apenas dudar de la existencia de tal moralidad generalizada; sin esta,
usted estará temeroso de dar al dependiente de la estación de gas un billete de 20
dólares cuando usted ha comprado solo 5 dólares, valor de gasolina. Pero la concepción
tiene la característica subsocializada de pasar a ver una respuesta generalizada y
automática, aunque la acción moral en la vida económica es difícilmente automática o
universal (como es bien sabido en las estaciones de gas que reclaman el cambio exacto
después del anochecer).
Considerar un caso donde la moralidad generalizada en verdad parece estar en el
trabajo: el legendario (yo dudo en decir apócrifo)) economista quien contra toda
racionalidad económica deja una propina en borde de la carretera de un restaurante lejos
de casa. Nótese que esta transacción tiene 3 características que hacen de esta algo
inusual: (1) los negociantes previamente son desconocidos, (2) ellos probablemente
negociaran nuevamente, y (3) la información acerca de las actividades, o es probable
que alcance a otros con quienes ellos pueden negociar en el futuro. Yo sostengo que esto
es solamente en situaciones de este tipo que la ausencia de la fuerza y el fraude pueden
principalmente ser explicados por una moralidad generalizada. Incluso allí, uno puede
preuntarse que tan efectiva sería esta moralidad si incurrieran grandes costos. Pagina 11
–final primer parrafo

………grabado en ipod
DESPUES DE HABER GRABADO LO ANTERIOR FALTANTE ACÁ PAGINA 12

1. La confianza engendrada por las relaciones personales presenta, por su propia


existencia, la oportunidad de maleficencia realzada. En las relaciones personales es de
común conocimiento que “usted siempre hiere a quien ama”; que la confianza de la
persona en usted resulta en una posición mucho más vulnerable que aquella de un
extraño. (En el Dilema del Prisionero, el conocimiento de que el co-conspirador de uno
ciertamente va a negar el crimen es el motivo más racional para confesar, y las
relaciones personales que revocan este dilema pueden ser menos simétricas de lo que se
cree por la parte que ha sido engañada). Este hecho elemental en la vida social es el pan
y mantequilla de la los avatares (tinglados) de la “confianza” que simulan ciertas
relaciones, algunas veces por largos periodos para ocultar propósitos. En el mundo de
los negocios ciertos crímenes de desfalco o malversación son simplemente imposibles
por aquellos quienes no han construido relaciones de confianza que permiten la
oportunidad para manipular las cuantas.

A medida de que la confianza es más completa, es mucho mayor el potencial para


beneficiarse de la maleficencia. Que tales casos sean poco frecuentes estadísticamente,
es un atributo para reforzar las relaciones personales y la reputación; sin embargo
frecuentemente, el que ellos ocurran con regularidad muestra los límites de esta
vigencia (fuerza, vigor).

2. El vigor y el fraude son perseguidos mas eficientemente por los equipos y la


estructura de estos equipos requiere de un nivel interno de confianza –“honor entre los
ladrones”- que sigue usualmente las líneas preexistentes de relaciones. Por ejemplo,
elaborar esquemas para los intentos de sobornos y sus jarcias difícilmente pueden ser
ejecutadas por individuos que trabajan solos y cuando tal actividad se presenta, esta
frecuentemente es excepcional que sea posible mantenerla en secreto dado el amplio
número de personas involucradas. Los esfuerzos de la ley para aplicarla consisten en
hallar un punto de entrada a la red de maleficencia –un individuo cuya confesión
implica a otros quienes, a manera de bola de nieve, “señala” todavía a otros el dibujo
completo esta empotrado conjuntamente.

Las dos, la enorme confianza y la enorme maleficencia, entonces, pueden surgir de las
relaciones personales. Yoram Ben-Porath dentro del estilo funcionalista de las
economías institucionales nuevas enfatiza sobre el lado positivo anotando que “la
continuidad de las relaciones puede generar conductas sobre la parte de la búsqueda
personal del astuto (hábil), o incluso en individuos inescrupulosos que podrían aparte de
eso ser interpretados como estúpidos o puramente altruistas. La valorización de los
diamantes estrechan la mano sobre el comercio de diamantes, y los negocios son
sellados por un apretón de manos” (1980, p.6). Yo puedo agregar para continuar en esta
veta de lo positivo, que esta transacción es posible en parte debido a que esta no esta
atomizada de otras transacciones pero si incrustada o es inherente dentro de el tejido
cerrado de la comunidad de mercaderes de diamantes quienes monitorean la conducta
de los otros muy cercanamente. Parecido a otro tejido denso de redes de actores ellos
generan claramente estándares definidos de comportamiento fácilmente vigilados por la
expansión rápida de información acerca de los casos o ejemplos de maleficencia. Pero
las tentaciones planteadas por este nivel de confianza son considerables y el comercio
del diamante también ha sido el escenario de ladrones numerosos bien publicitados
“empleos de confianza” y de los “Asesinos CBS” notorios de Abril 1982.En este caso,
el dueño de la compañía de diamantes estaba defraudando un interés de producción
incluyendo facturas de ventas ficticias. El esquema requirió de la cooperación de su
personal de contabilidad, quien fue alcanzado por las investigaciones y dio pie al estado
de evidencia. El dueño entonces contrató el asesino del empleado desleal y su asistente;
3 técnicos CBS quienes vinieron en su ayuda fueron también ultimados a bala (Shenon
1984).

3. La extensión de desorden resultante de la fuerza y el fraude, depende mucho en como


está estructurada la red de las relaciones sociales. Hobbes exageró el tamaño de
desorden probable en su estado de naturaleza atomizado, donde en ausencia de
relaciones sociales uno podría esperar solamente conflictos de parejas (pares) poco
metódicos. Un desorden mas extendido a gran escala resulta de las coaliciones de
combatientes imposible sin relaciones previas. Nosotros no hablamos generalmente de
“guerra” a menos que los actores hayan organizado ellos mismos en dos lados como el
resultado final de varias coaliciones. Esto sucede solamente si hay lazos insuficientes
que los interrumpan, mantenidos por actores con vínculos suficientes a los dos
combatientes potenciales para tener un interés fuerte en anticiparse (prevenir) al
conflicto. Lo mismo es cierto en el mundo de los negocios, donde los conflictos son
domesticados relativamente, a menos que cada lado pueda escalar llamando
(reclutando) a un numero sustancial de aliados en otras compañías, como sucede
algunas veces en intentos por implementar o preveer (anticiparse) a la toma de poder.
Ciertamente el desorden y la maleficencia suceden también cuando las relaciones
sociales están ausentes. Esta posibilidad ya acarrea en mi queja primera de que la
presencia de tales relaciones inhibe la maleficencia. Pero el nivel de maleficencia
disponible en una situación social verdaderamente atomizada es bastante bajo; los
ejemplos o casos pueden ser solamente episódicos, inconexos y a una escala pequeña.
El problema Hobbesiano es ciertamente un problema, pero en trascenderlo por el efecto
suavizador de la estructura social, nosotros introducimos también la posibilidad de
trastornos a una escala más amplia que aquellos disponibles en el “estado de la
naturaleza”.

El acercamiento de inherencia, incrustación, al problema de confianza y orden en la


vida económica entonces, ensarta su camino entre el alcance sobre-socializado de la
moralidad generalizada y la sub-socializada de acuerdos impersonales e institucionales
que siguen y analizan patrones de relaciones sociales. A diferencia de ya sea esa
alternativa o la posición Hobbesiana, no hace de esto dramático (y por ende inverosímil)
las predicciones de un orden universal o desorden pero asume bastante que los detalles
de la estructura social determinaran lo que será encontrado, hallado.

EL PROBLEMA DE LOS MERCADOS Y LAS JERARQUIAS

Como una aplicación concreta del alcance de inherencia a la vida económica yo ofrezco
un crítica del argumento influyente de Oliver Williamson en Markets and Hierarchies
(1975) y los artículos posteriores (1979, 1981; Willl…..). Williamson indagó bajo que
circunstancias las funciones económicas son desarrolladas dentro de fronteras, límites,
de compañías jerárquicas más que por procesos del mercado que cruzan estas fronteras.
Su respuesta consistente con el énfasis general de las economías institucionales nuevas,
es que la forma organizacional observada en cualquier situación es que Quienes
comercian o negocian más eficientemente con el costo de transacciones económicas.
Aquellas que son inciertas en resultados, y requieren de “inversión de transacción-
especifica” substancial, -por ejemplo; dinero, tiempo o energía que no puede ser
transferida fácilmente a la interacción con otras en asuntos diferentes- más
probablemente están para tomar el lugar dentro de las compañías organizadas
jerárquicamente. Aquellos que son sinceros (sencillos), y no requieren de inversión de
transacciones-especificas –tales como compra a un tiempo de equipo estándar- tomaran
el lugar más probable entre las firmas, esa es, a través de una interfase en el mercado.

Pagina 15
En este informe, el grupo anterior de transacciones es interiorizado dentro de jerarquías
por dos razones. La primera es “vinculada racionalmente”, la inhabilidad de los actores
económicos para anticiparse apropiadamente a la cadena compleja de contingencias que
podrían ser relevantes a contratos a largo-termino. Cuando las transacciones son
internalizadas (¿!), es necesario anticiparse a todas estas contingencias; ellas pueden ser
manejadas dentro de la “estructura de gobierno” de la firma a cambio de llevar a cabo
negociaciones complejas. La segunda razón es el “oportunismo”, la búsqueda racional
por parte de los actores económicos de sus propias ventajas, con todo lo que esto
implica, incluyendo astucia y engaño. El oportunismo es mitigado y obligado por las
relaciones de autoridad y por la identificación más grande con los compañeros de
transacción que uno presumiblemente tiene cuando los dos están satisfechos dentro de
una entidad corporada más que cuando ellos se enfrentan a través de un cisma (abismo)
de una frontera del mercado.

El atractivo a relaciones de autoridad en miras a domesticar el oportunismo, constituye


un redescubrimiento del análisis Hobbesiano, aunque confinado aquí a la esfera
económica. El sabor Hobbesiano del argumento de Williamson es sugerido con los
mimos tipos de dificultades que las experiencias de contratación autónoma (entre firmas
independientes) cuando las disputas surgen entre las partes. Aunque las disputas entre
firmas son frecuentemente ordenadas fuera de la corte… esta determinación es algunas
veces difícil y las relaciones inter-firmas son frecuentemente tensas. La litigación
costosa es algunas veces inevitable. Encontraste, la organización interna… esta en
capacidad de establecer muchas de tales disputas apelando al fiat (alegato en la corte) –
una manera enormemente eficiente de establecer diferencias instrumentales” (1975..).
El anota que recurrir a esas transacciones complejas se requiere de relaciones a largo
periodo entre los individuos identificados pero ese oportunismo pone en peligro estas
relaciones. Las adaptaciones a las circunstancias cambiantes del mercado requieren
sobre el curso de una relación , son demasiado complejas e impredecibles para ser
abarcadas en algún contacto inicial, y las promesas de buena confianza y fe no son
ejecutables en ausencia de una autoridad sobre-arqueada?!.:

Una cláusula general…. De que “Yo mantendré la responsabilidad más que buscar la
ventaja personal cuando una ocasión para adaptarla surja”, en ausencia del oportunismo,
sería suficiente. Sin embargo, dada la no-obligatoriedad de cláusulas generales y la
propensión de agentes humanos para hacer declaraciones (afirmaciones) falsas y
erróneos (engañosos) (personalmente-incrédulo),…los dos, comprador y vendedor
están situados estratégicamente para regatear sobre la disposición de cualquier
ganancia que incremente siempre que una propuesta para adaptar sea hecha por la otra
parte… Las adaptaciones eficientes, las cuales de otra manera serían hechas, de esta
manera resultan en regateo costoso o incluso irán no mencionadas, no fuera que las
ganancias sean disipadas por la búsqueda de sumetas de manera costosa.
Las estructuras de gobierno, las cuales atenúan el oportunismo y por el contrario
infunden confianza son evidentemente necesarias. (1979….el énfasis es mío) 5 esta nota
es antes de donde escribí pagina 16

Este análisis conlleva la misma mezcla de supuestos sub- y sobre-socializado en


Leviathan. La eficacia del poder jerárquico dentro de la firma es demasiado jugado,
como con el estado de soberanía sobre-socializada de Hobbes. PAGINA 16

El “mercado” se parece al estado de naturaleza de Hobbes. Este es el mercado


atomizado y anónimo de la economía política clásica, menos la disciplina traída por las
condiciones altamente competitivas –una concepción sub-socializada que niega el papel
de las relaciones sociales entre individuos en firmas diferentes en traer orden a la vida
económica. Williamson admite (reconoce) que este cuadro del mercado no siempre es
apropiado: “Las normas de conducta dignas de confianza (fidedignas), algunas veces se
extienden a los mercados y son fortalecidas, en algún grado, por las presiones de
grupo… Contactos personales repetidos entre fronteras organizacionales que apoyan
algún nivel mínimo de cortesía y consideración entre las partes……Además, las
expectativas de repetir negocios desanima los esfuerzos de buscar una ventaja estrecha
en una transacción en particular…. La agresividad individual es curvada por el
prospecto de ostracismo entre los pares (compañeros), tanto en el comercio y las
circunstancias sociales. La reputación de una firma por equidad también es un activo
(asunto) del negocio para no ser dilapidado (disipado)” (1975….).

Una cuña es abierta aquí para el análisis de las influencias sociales estructurales sobre
la conducta del mercado. Pero Williamson trata estos ejemplos como excepciones y
también fracasa en apreciar la extensión a la cual las relaciones de pares que el describe
son en sí mismas inherentes (incrustadas) dentro de sistemas más amplios de las
relaciones sociales. Yo discuto que el mercado anónimo de los modelos neoclásicos es
virtualmente inexistente en la vida económica y que las transacciones de todo tipo
cunden con las conexiones sociales descritas. Este no es necesariamente más el caso en
transacciones entre firmas que dentro –esto parece plausible, por el contrario, que la red
de relaciones social dentro de la firma podría ser más densa y de mayor duración sobre
el promedio que aquella existente entre estas- pero todo lo que yo necesito mostrar aquí
es que hay un revestimiento social suficiente en las transacciones económicas a través
de las firmas (en el “mercado”, para usar el termino como en la dicotomía de
Williamson) para volver dudosa la aseveración de que las transacciones complejas del

5
La Confianza de Williamson en la eficacia de la jerarquía lo lleva a el, en discutir la “zona de indiferencia” de Chester
Barnard –ese mundo dentro del cual los empleados obedecen ordenes simplemente porque ellos son indiferentes acerca de
si o no ellos hacen lo que se les ordena- hablar a cambio de una “zona de aceptación” (1975..), así el énfasis
subdesarrollado de Barnard sobre la naturaleza problemática de obediencia. Esta transformación del uso de Barnard parece
haberse originado con Herbert Simon, quien no la justifica, anotando solamente que el “prefiere el termino “aceptación””
(Simon…)
mercado se aproximan al estado de naturaleza de Hobbes, que pueden solamente ser
resueltas por la interiorización dentro de una estructura jerárquica.

De una manera general, hay evidencia alrededor de nosotros de la extensión a la cual las
relaciones de negocio están enredadas (mezcladas) con las sociales. Las asociaciones de
comercio condenadas por Adam Smith permanecen de gran importancia. Es bien sabido
que muchas firmas, pequeñas y grandes, están enlazadas por juntas directivas
entrelazadas, de tal manera que las relaciones entre los directores de las firmas están
entretejidos muchos y densamente. Esas relaciones de negocio se desbordan en
sociabilidad y viceversa, PAGINA17 especialmente entre las elites de negocios, es uno
de los hechos mejor-documentados dentro del estudio sociológico del negocio (ejem,
Domhofff 1971…). En su estudio de la medida a la cual el litigio era utilizado para
establecer disputas entre las firmas, Macaulay observa que las disputas son “resueltas
frecuentemente sin referencia al contrato o potencial o sanciones legales verdaderas
(concretas). Hay vacilación para hablar de los derechos legales o amenazar para entablar
una demanda en estas negociaciones… O cuando un negocio la entabla, “Usted puede
establecer cualquier disputa si usted mantiene a los abogados y contadores fuera de este.
Ellos precisamente no entienden el dar-y-tomar necesario en el negocio……La ley
favorece la infracción del contrato como extraña” (1963..). El continúa explicando que
los

Los altos ejecutivos de las dos firmas pueden conocerse uno al otro. Pueden sentarse en el
gobierno o en los comités de comercio. Ellos pueden conocerse socialmente e incluso
pertenecer al mismo country club…Incluso donde el acuerdo puede alcanzarse en el nivel de
negociación los acuerdos planeados cuidadosamente pueden crear relaciones de intercambio
no deseables entre las unidades de negocio. Algunos negociantes objetan que en tales
relaciones elaboradas cuidadosamente uno solo consigue interpretar la carta del contrato. Tal
planeación indica una falta de confianza y despunta la exigencia de la amistad, convirtiendo
una empresa cooperativa en un comercio antagonista….La amenaza de voltear los asuntos
hacia un abogado puede costar, no más dinero que el timbre de una carta o una llamada
telefónica; aún son pocos los muy capacitados en hacer este tipo de amenaza que esta no
costará el deterioro de las relaciones entre las firmas. (PP. 63…)

Esto no es sólo en los niveles altos que las firmas están conectadas por redes de
relaciones personales, pero si en todos los niveles donde las transacciones pueden
llevarse a cabo. Por ejemplo es un lugar común en la documentación sobre compra,
raramente se aproximan al punto de mercado modelo de la teoría clásica. Una fuente
indica que la “evidencia sugiere constantemente que esto conlleva como un tipo de
“shock” por sacudir el comprar su parte organizacional de un patrón de establecer
ordenes repetidas con un proveedor favorable o extender(ampliar) el grupo obligado de
proveedores posibles. Un momento de reflexión sugiere diversas razones para esta
conducta; incluidos los costos asociados por alcanzar proveedores nuevos y establecer
relaciones nuevas, el hecho de que los usuarios probablemente prefieren ingresos, el
bajo costo relativamente que involucra el comerciar con vendedores conocidos y la
posibilidad de que el comprador ha establecido relaciones personales que el valora con
la firma representante de los suministros” (Webster….).

Dentro de una pauta similar Macaulay afirma que los vendedores “conocen bien
frecuentemente a los agentes. Los mismos dos individuos pueden haber manejado
negocios entre ellos por 25 años. Cada uno tiene algo que ofrecer al otro. Los
vendedores tienen chismorreo sobre sus competidores, disminución e incremento de los
precios para ofrecer a sus agentes compradores quienes los tratan bien a ellos” (1963..).
Los vendedores quienes no satisfacen a sus clientes “viene a ser el objeto de discusión
en el chismorreo intercambiado por los agentes de compras y vendedores, en las
reuniones de las asociaciones de agentes de compras y las asociaciones de comercio e
incluso en los clubs o PAGINA 18 en los encuentros sociales…” (p….). El asentamiento
de disputas es facilitada por esta inherencias del negocio en las relaciones sociales:
“Incluso donde las partes han planeado cuidadosamente y detalladamente acuerdos, lo
cual indica lo que sucede si, por decir, el vendedor fracasa en una entrega a tiempo,
ellos frecuentemente nunca referirán al acuerdo pero negociarán una solución cuando el
problema surja como si nunca hubiera habido un contrato original. Un agente recompras
expresó una actitud de negocio común cuando el dijo, “si algo surge, usted consigue al
otro hombre en el teléfono y lidia con el problema. Usted no lee las cláusulas del
contrato legal al otro si usted desea hacer negocios nuevamente. Uno socorre donde los
abogados si desea mantenerse en el negocio porque uno debe comportarse
decentemente” (Macaulay…)

Tales patrones pueden ser anotados más fácilmente en otros países donde ellos son
explicados supuestamente por particularidades “culturales”. Así, fue como un periodista
aseveró recientemente,

Las relaciones y conexiones personales antiguas afectan las conexiones de negocios en todas
partes. Pero parece que es especialmente cierto en Japón…. Después de sesiones de horas en
los bares y clubs nocturnos son los lugares donde los contactos personales vitales se
establecen y cultivan lentamente. Una vez que estos vínculos se establecen difícilmente se
deshacen….El resultado de la naturaleza del tejido-fuerte de la sociedad negociante
japonesa, ha sido por largo tiempo un origen de frustración de compañías foráneas en tratar
de vender productos en el Japón…. Chalmers Johnson, un profesor en …Berkeley cree
que….el lidiar exclusivamente con grupos industriales japoneses, comprándoles y
vendiéndoles y de parte de cada uno basados en relaciones de décadas más que en la
competencia económica…es….una barrera no tarifaria (comerciar entre los Estados Unidos y
Japón). (Lohr..)

El uso amplio de subcontratación en muchas industrias presenta también oportunidades


para sostener relaciones entre firmas que no están organizadas jerárquicamente dentro
de una unidad corporada. Por ejemplo, Eccles cita evidencias en muchos países en la
construcción, cuando los proyectos “no están sujetos a regulaciones institucionales, las
cuales requieren de pujas competitivas …..las relaciones entre el contratista general y
sus subcontratistas son estables y continúan a través de periodos bastante largos de
tiempo y solamente establecidas no frecuentemente a través de pujas competitivas. Este
tipo de “cuasi-integración”, da como resultado lo que yo llamo la “cuasi firma”. Este es
una manera preferible a las transacciones puras de mercado o la integración vertical
formal” (1981, …). Eccles describe estas relaciones de extensos y largo tiempo de
“cuasi firma” entre los contratistas y subcontratistas, como una forma organizacional
intermediaria entre el mercado puro y la firma integrada verticalmente. Yo discutiría, si
embargo, que este no es un intermediario empírico puesto que la situación primera
(antigua) es demasiado excepcional (rara). El caso de construcción es mucho más
cercano a la integración vertical que algunas otras situaciones donde las firmas
interactúan, ya sea en relaciones de compra o venta, PAGINA 19 partiendo de que los
subcontratistas están localizados físicamente en el mismo lugar que el del contratista y
están bajo su supervisión general. Además, bajo los contratos de precio-ajustado usual
existen incentivos obvios para eludir el desarrollo de los requerimientos” (Eccles…).

Sin embargo, una estructura jerárquica asociada con la firma integrada verticalmente no
llega a encontrar este “problema”. Yo sostengo que esto es así debido a que las
relaciones de periodo-largo de los contratistas y subcontratistas, tanto como la
inherencia de dichas relaciones en una comunidad de construcción del personal generan
estándares de conductas esperadas que no solamente obvian la necesidad pero son
superiores a las relaciones de pura autoridad para desalentar la maleficencia. El estudio
empírico propio de Eccles de la construcción residencial en Massachusetts muestra no
solamente que las relaciones de subcontratación son a largo plazo por naturaleza sino
que también es muy extraño para un contratista general emplear más de 2 o 3
subcontratistas en un comercio dado, cualquiera que sea el numero de proyectos
sostenidos en el curso de un año (1981,…). Este es verdad a pesar de la disponibilidad
de grandes números de subcontratistas alternativos. Este fenómeno puede ser explicado
en parte en términos de inversión –a través de una “asociación continua, las dos partes
pueden beneficiarse un tanto de la inversión idiosincrasia de el aprendizaje de trabajar
juntos” (Eccles 1981,….) –pero también debe estar relacionado con el deseo de los
individuos de obtener placer que sería mochado considerablemente por las manchas-
mercado y sus procesos que requieren completamente de compañeros de trabajo nuevos
y extraños cada día. Como en otras partes de la vida económica, el revestimiento de las
relaciones sociales sobre lo que puede empezar en transacciones puramente económicas
juega un papel crucial.

Acá son relevantes algunos comentarios sobre los mercados laborales. Williamson
afirma que una de las ventajas para las firmas estructuradas jerárquicamente sobre las
transacciones de mercado, es la habilidad para transmitir la información acertada acerca
de los empleados. “El impedimento fundamental para la clasificación efectiva de la
experiencia entre firmas”, el discute, “es una, la comunicación. Por comparación con la
firma, los mercados carecen de una clasificación de lenguaje rico y común. El problema
del lenguaje es severo particularmente donde los juicios que se hacen son altamente
subjetivos. En estas circunstancias las ventajas de jerarquía son especialmente grandes
si aquellas personas quienes están más familiarizados con las características de los
trabajadores, usualmente su supervisor inmediato, también hacen la clasificación de
experiencia” (1975…). Pero la noción de que esa buena información sobre las
características de un empleado sean transmitidas solamente dentro de las firmas y no
entre ellas, puede ser mantenida solamente si se niega el multicolor social ampliamente
de la red de interacción que abarcan las empresas. La información acerca de los
empleados viaja entre las empresas no solo por las relaciones personales que existen
entre aquellos en cada una de las empresas, quienes hacen negocios mutuamente, sino
también, como yo lo he expuesto en detalle (Granovetter..), debido a los niveles
relativos de movilidad entre firmas en los Estados Unidos, que garantiza que muchos
trabajadores serán BIEN conocidos razonablemente PAGINA 20 por empleados de
muchas otras empresas que pueden requerir y solicitar sus servicios. Además, la idea de
que esa información interna es necesariamente acertada y actuando sobre
desapasionadamente por procesos de promoción claves para esto, parece naiv (ingenuo).
Para decir como lo hace Williamson, la confianza “en la promoción interna tiene
propiedades incentivas positivas puesto que los trabajadores pueden prever que el
talento diferencial y los grados de cooperación serán recompensados” (1975..), apela a
un tipo ideal de promoción como realización-por-recompensa, se puede mostrar
fácilmente que tiene correspondencia limitada solamente para que exista en los mercado
laborales internos (ver Granovetter… para un análisis más extenso).

El otro lado de mi critica es discutir que Williamson sobreestima ampliamente la


eficiencia del poder jerárquico (“fiat,” en su terminología) dentro de las organizaciones.
El afirma, por ejemplo, que las organizaciones internas tienen una gran ventaja en la
auditoria: “Un auditor externo esta obligado típicamente a revisar los registros
escritos…mientras que un auditor interno no es un partidario pero se observa a si mismo
y es observado por otros en términos principalmente instrumentales, el auditor externo
esta asociado con el “otro lado” y sus motivos son observados con recelo. El grado de
cooperación recibido por el auditor de parte de la parte auditada varía como
corresponde. El auditor externo puede esperar recibir solo una cooperación mecánica
(superficial)” (1975..). La documentación sobre las auditorias entre al interior de las
firmas es escasa pero una explicación concienzuda es la hecha por Dalton en Men Who
Manage, para una planta química. La auditoria de las partes hecha por una oficina
central se suponía ser conducida sobre una base sorpresa pero la advertencia fue dada de
manera típicamente clandestina. El nivel alto de cooperación mostrado en estas
auditorias internas esta sugerido por la siguiente explicación: “Nótese que un cómputo
de partes fue empezar provocando una agitación entre los ejecutivos para ocultar ciertas
partes y equipo….materiales para no ser contados (computarizados) eran trasladados a:
1) puntos (manchas) poco-conocidos e inaccesibles; 2) sótanos y fosos que estaban
sucios y por lo tanto, poco probable que fueran examinados; 3) secciones
(departamentos) que ya habían sido inspeccionados y que podrían abordados menos
directamente mientras que los mostradores estaban en la ruta entre las áreas de
almacenamiento oficial y 4) lugares donde los materiales y suministros pueden ser
utilizados como un camuflaje para las partes… De acuerdo a la practica desarrollada, la
cooperación entre los jefes de (departamento) al utilizar otras áreas de almacenamiento
y fosos disponibles vienen a estar bien organizados y funcionando sin problemas”
(Dalton…)

La obra de Dalton muestra de manera brillante que ese costo contabilizado de todo tipo,
es un proceso altamente arbitrario y por consiguiente fácilmente politizado, más que un
proceso técnico decidido sobre terrenos de eficiencia. El destaca esto especialmente
para la relación entre el departamento de mantenimiento y los diferentes departamentos
de producción en la planta química; el departamento al que le fue encargado el trabajo
de mantenimiento, tuvo menos que hacer con cualquier momento severo de justificación
(contabilización), que con la política relativa y la posición social de los ejecutivos del
departamento en la relación de estos hacia el personal de mantenimiento. Además, las
cabezas más agresivas del departamento agilizaron su trabajo de mantenimiento “con el
uso de amistades, intimidando y con amenazas implícitas. Como todas las cabezas
tenían el mismo rango formal, uno podría decir que existía una relación inversa entre
una influencia personal dada por un oficial y su volumen de reparaciones incompletas”
(1959..). Cuestionado acerca de cómo tales practicas podrían escapar a la atención de
los auditores un informante le dijo a Dolt, “si la Auditoria es husmear alrededor, qué
diablos podrían ellos averiguar (descubrirse)? Y si ellos realmente encontraron algo
ellos sabrían un vistazo condenatorio a cambio de no decir nada acerca de eso….Todos
estos tipos (cabezas de departamento) han conseguido posturas (líneas) a través del
Costo de justificación (contabilización). Eso es una cantidad de literas sobre Auditoria
siendo independiente” (p.32).

Las versiones (explicaciones) detalladas y perspicaces como las de Dalton, carecen


tristemente para una prueba representativa de firmas y así abren el argumento de que
ellas son excepcionales. Pero pueden ser hechos puntos similares para el problema de
transferencia de precios –la determinación de los precios para los productos
comerciados entre las divisiones de una sola firma. Aquí Williamson discute que aunque
las divisiones de comercio (contratación) “pueden tener una posición de beneficio-
central, es acertado que sea ejercido de una manera moderada…. El costo-mas las reglas
de precios y las variantes del mismo, excluye las divisiones del proveedor de buscar los
precios monopolistas (hacia) la cual su única posición de fuente de suministro podría
de lo contrario habilitarlos. Además, las administraciones de las divisiones de comercio
son más susceptibles a que les atraiga la cooperación” (1975..). pero, Eccles en un
estudio empíricamente intensivo de practicas de transferencia de precios, habiendo
entrevistado cerca de 150 gerentes en 13 compañías concluyo que los métodos no
basados-costo podrían llevarse a cabo de alguna manera técnicamente neutral puesto
que no hay “un criterio universal para lo que es el costo…..Los problemas existen
frecuentemente con métodos basados-costo cuando la división de compra no tiene
acceso a la información por la cual los costos son generados….Los precios del mercado
son especialmente difíciles de determinar cuando la compra interna es una resolución y
las compras externas están hechas de bien (articulo) intermedio… No hay una respuesta
obvia a lo que es suficiente por ganancias (beneficios)…” (1982..). El elemento político
en los conflictos de transferencia de precios afecta fuertemente a quienes la definición
de “costo” es aceptada: “En general, cuando las practicas de transferencia en el precio
son vistas que aumentan (realzan) el poder y el estatus de uno, ellas serán vistas
favorablemente. Cuando ellas no son así, un numero incontable de estrategia y otras
razones de negocio sonoras serán encontradas para discutir su insuficiencia” (1982..; ver
también Eccles…). Eccles anota el “hecho de alguna manera irónico de que muchos
gerentes (directores) consideran que son más difíciles las transacciones internas, que las
externas, aún cuando la integración vertical es buscada por ventajas supuestas” (1983..).

Por lo tanto, la visión sobre socializada que pone en orden dentro de una jerarquía
provoca PAGINA 22 la obediencia fácil y que los empleados internalicen los intereses
de la firma conteniendo cualquier conflicto con el propio, no puede resistir el escrutinio
contra estos estudios empíricos (o, por eso, en contra de la experiencia de muchos de
nosotros en las organizaciones reales). Anota mas que como se mostró bien
especialmente en el estudio etnográfico detallado de Dalton, la resistencia a la invasión
(usurpación) de los intereses organizacionales sobre los personales o de las divisiones,
requiere de un red vasta de coaliciones. Desde el punto de vista de la gerencia, estas
coaliciones representan la maleficencia generada por los equipos; esto no podría ser
manejado de ninguna manera por individuos atomizados. Dalton, efectivamente,
reafirmo que el nivel de cooperación alcanzado por los jefes de división en evadir las
auditorias centrales, involucra la acción conjunta “de un tipo que raras veces, si no
nunca, demostrado en llevar cabo actividades oficiales…” (1959..).

Además, la rotación de personal generalmente más baja característica de las compañías


ampliamente jerárquicas con sus mercados laborales internos bien-definidos y con sus
escaleras de promoción elaboradas, pueden hacer que tal evasión cooperativa mas
probable. Cuando muchos empleados tienen ocupaciones por largo tiempo las
condiciones se encuentran por una red estable y densa de relaciones, interpretaciones
compartidas y se construyen coaliciones políticas. (ver Homans 1950.., para
discusiones psicosociales relevantes; y Pfeffer 1983, para un tratamiento de la
“demografía de las organizaciones”). Dentro de esta relación de ideas, James Lincoln
anota que en la burocracia Weberiana idealmente típica, las organizaciones están
“diseñadas para funcionar independientemente de las acciones colectivas, las cuales
pueden ser movilizadas a través de redes interpersonales (internas). La Burocracia
prescribe relaciones fijas entre posiciones a través de las cuales incumbe el flujo
(movimiento), en teoría, sin afectar las operaciones organizacionales” (1982…). El
continua para resumir los estudios mostrando, sin embargo, que “cuando la rotación es
baja, las relaciones se encargan de contenidos adicionales de un tipo personal y
expresivo, el cual puede finalmente transformar la red y cambiar las direcciones de la
organización” (p..).
Hasta este punto yo he discutido que las relaciones sociales entre las firmas son más
importantes y la autoridad dentro de las compañías lo es menos para traer el orden a la
vida económica, de lo que se supone en los mercados y las líneas jerárquicas de
pensamiento. Un argumento simétrico y balanceado requiere de la atención al poder en
el “mercado” de relaciones y conexiones sociales dentro de las firmas. Se requiere la
atención a las relaciones de poder es necesaria para que mi énfasis sobre el papel de las
relaciones sociales sin problemas, en el mercado, me lleve a negar el papel de estas
relaciones en la conducta del conflicto. El conflicto es una realidad obvia oscilando en
la litigación bien-promocionada entre las firmas para los casos ocasionales de
“competencia a muerte” informada alegremente por la prensa de los negocios. Ya que el
ejercicio de poder efectivo entre las firmas prevendrá las batallas públicas sangrientas,
nosotros podemos asumir que tales batallas representan solo una proporción pequeña de
los conflictos de interés reales. Los conflictos llegan a ser públicos probablemente solo
cuando los dos lados encajan de manera bastante igual; recordar que esta igualdad tosca
fue una precisamente PAGINA 23 de los argumentos de Hobbes para una “guerra de
todos contra todos” probable, en el “estado de naturaleza” (natural”). Pero cuando la
posición del poder de una firma es obviamente dominante, lastra esta apta para capitular
pronto de manera que corta sus perdidas. Tal capitulación puede requerir no aún una
confrontación explicita sino solamente un entendimiento claro de lo que la otra parte
requiere (como en el documento reciente sobre “Hegemonía” en la vida de los negocios
Marxista; ver …Mintz y …).
Aunque el alcance exacto a la cual las firmas dominan a otras firmas puede ser
debatido, la documentación voluminosa sobre el entrelazarse de las directivas, sobre el
papel de las instituciones financieras vis-a-vis a las corporaciones industriales y sobre la
economía dual, proporciona seguramente evidencia suficiente para concluir que el poder
de las relaciones no puede ser negado. Esto proporciona aún otra razón para dudar que
las complejidades que surgen cuando los agentes en igualdad negocian con algún otro
puede ser resuelto solamente por sub-sumision de todas las partes bajo una jerarquía
única; de hecho, muchas de estas complejidades son resueltas por las relaciones de
poder implícitas o explicitas entre las firmas.

Finalmente, un comentario breve es hacia las redes de las relaciones sociales que son
bien conocidas desde la sociología organizacional e industrial por ser importante dentro
de las firmas. La distinción entre la organización “formal” y la “informal” de la firma es
uno de los documentos más viejos y este requiere repetirse difícilmente que los
observadores quienes asumen las firmas están estructurados, de hecho, por el grafico de
la organización son criaturas sociológicas en los bosques. La conexión de esto hacia la
discusión presente es que en el grado en que la internalización dentro de las firmas tiene
resultado en la mejor manera del manejo de las transacciones complejas e idiosincrática,
eso no es de ninguna manera aparente que la organización jerárquica es la mejor
explicación. En cambio, podría ser que el efecto de internalización es el que provee un
foco (enfoque) (ver Feld..) hacia una red incluso más densa de relaciones sociales que lo
que ha ocurrido previamente entre las entidades independientes del mercado. Quizás
esta red de interacción es principalmente lo que explica el nivel de eficiencia, ya sea
alto o bajo, de la forma organizacional nueva.

Ahora es útil resumir las diferencias dentro de la explicación y predicción entre los
alcances de mercados y jerarquías de Williamson y la visión de inherencia ofrecida
aquí. Williamson explica la inhibición de “oportunismo” o maleficencia en la vida
económica y la existencia general de cooperación y las ordena por sub-sumsion de la
actividad económica compleja en las firmas integradas jerárquicamente. La evidencia
empírica que yo cito muestra, mas bien, que incluso en las transacciones complejas
puede encontrarse frecuentemente un nivel alto de orden en el “mercado” –eso es a
través de las fronteras de la firma- y de manera correspondiente un nivel alto de
desorden dentro de la firma. Si estos ocurren a cambio de lo que Williamson espera,
depende de la naturaleza de las relaciones personales y las cadenas de relaciones entre y
dentro de las firmas. Yo reivindico (reclamo) que las dos, orden y desorden, honestidad
y maleficencia tienen mas PAGINA 24 QUE ver o HACER con las estructuras de tales
relaciones que lo que ellas hacen con la forma organizacional.

Siguen explicaciones seguras para las condiciones bajo las cuales uno puede esperar ver
una integración vertical más que transacciones entre firmas en el mercado. Otras cosas
que son iguales, por ejemplo, nosotros deberíamos esperar presiones hacia la
integración vertical en un mercado donde las firmas negociando carecen de una red de
relaciones personales que los conecte a ellos o donde tal red resulte en conflicto,
desorden, oportunismo o maleficencia.
De otra parte, donde una red de relaciones media las transacciones complejas y genera
estándares de conducta entre las firmas tales presiones deberían estar ausentes.

Yo utilizo la palabra “presiones” más que pronosticar que la integración vertical siempre
seguirá el patrón descrito en orden para evitar el funcionalismo implícito en el supuesto
de Williamson que toda forma organizacional es mas eficiente, sería una observada.
Antes de que nosotros podamos hacer esta suposición, deben ser satisfechas más allá
dos condiciones: i) deben estar operando la selección de presiones bien-definidas y
poderosas hacia la eficiencia, y ii) algunos actores deben tener la habilidad y recursos
para “solucionar” el problema de eficiencia construyendo una forma integrada
verticalmente.
En ninguna parte descritas claramente por Williamson están la selección de presiones
que una organización eficiente de transacciones. Como en muchas de las economías
institucionales nuevas es obviada la necesidad de hacer ese tipo de asuntos explícitos,
debido a un argumento implícito Darwiniano de que las soluciones eficientes, no
obstante ellas puedan originar, tienen un poder de permanecer similares a eso cumplido
por la selección natural en el mundo biológico. Así, esto es garantía de que no todos los
ejecutivos de negocios “perciben con bastante precisión sus oportunidades de negocios
y responden impecablemente. Sin embargo a lo largo del tiempo, aquella integración]
vertical] mueve eso que tiene mejores propiedades racionalmente (en términos de costo
de transacción y escala-economía) tienden a tener propiedades de supervivencia
mejores” (Williamson y….). Pero los argumentos Darwinianos, invocados en esta
manera caballerosa, atienden hacia una visión Panglosiana de cualquier institución es
analizado. La operación de la selección de presiones presuntas es aquí, no un objeto de
estudio ni incluso una propuesta falsificable pero si algo un articulo de confianza.

Incluso si uno pudiera documentar la selección de presiones que hizo más probable la
supervivencia de ciertas formas organizacionales, esto permanecería para mostrar como
tales formas podían ser implementadas. Tratarlas como mutaciones implícitamente, por
analogía a la evolución biológica, simplemente elude el asunto. Como en otras
explicaciones funcionalistas esto no puede ser asumido automáticamente que la
solución a algunos problemas es posible. Entre los recursos requeridos para
implementar la integración vertical puede ser alguna medida del poder del mercado, el
acceso a capital a través de ingresos retenidos o capitales del mercado y las conexiones
apropiadas a las autoridades legales o reguladoras.

PAGINA 25

Donde la selección de presiones es débil (especialmente, probablemente en los


mercados imperfectos reivindicados (reclamados) por Williamson para producir
integración vertical) y la problemática de los recursos, las configuraciones sociales que
yo he esbozado, están aún relacionadas a la eficiencia de los costos de transacción pero
no puede darse garantía de que ocurra una solución eficiente. Los motivos para la
integración no relacionados a la eficiencia, tal y como el ensalzamiento
(engrandecimiento) personal de las firmas que están adquiriendo los CEO pueden llegar
a ser importantes en tal escenario (entorno).

Acá lo que requiere el punto de vista propuesto es que la investigación futura sobre la
cuestión de las jerarquías-mercados, pone atención cuidadosa y sistemática a los
patrones actuales de las relaciones sociales, por cuales transacciones económicas están
llevando a cabo. Tal atención no solo resuelve mejor los motivos para la integración
vertical sino que también facilita la comprensión de las formas complejas diversas entre
los mercados atomizados idealizados y las fiemas integradas completamente, de tal
manera que la cuasi firma para la industria de la construcción, discutida arriba. Las
formas intermedias de este tipo están tan vinculadas estrechamente con redes de
relaciones personales que cualquier perspectiva que considere estas relaciones
secundarias (periféricas), fracasará en ver claramente lo que “la forma organizacional”
ha sido afectada. Los estudios empíricos existentes sobre organización industrial ponen
poca atención a los patrones de relaciones, en parte debido a que los datos relevantes
son mas difíciles de encontrar que aquellos sobre la tecnología y la estructura del
mercad, pero también debido a que el esquema económico dominante permanece en uno
de actores atomizados entonces las relaciones personales son percibidas como un efecto
de fricción.

DISCUSION
En este artículo yo he expuesto que la mayoría de las conductas son inherentes
cercanamente en las redes de las relaciones interpersonales y que este tipo de argumento
evade los extremos de las visiones sobre- y sub-socializados de la acción humana.
Aunque yo creo que esto es así para toda conducta, yo me concentro acá en la conducta
económica, por dos razones: i) este es un tipo caso de conducta interpretada
inadecuadamente porque aquellos quienes estudian esto de manera profesional están de
tal manera tan comprometidos con las teorías atomizadas de la acción; y ii) con pocas
excepciones los sociólogos se han abstenido por estudios serios de cualquier tema ya
reivindicado por las economías neoclásicas. Ellos han aceptado implícitamente la
presunción de los economistas de que los “procesos del mercado” no son objetivos
apropiados del estudio sociológico porque las relaciones sociales juegan solo un papel
de fricción y negativo (perjudicial) no uno central dentro de las sociedades modernas.
(Unas excepciones recientes son Baker..Burt….y White..). En aquellos casos en los que
los sociólogos estudian los procesos donde los mercados son centrales ellos usualmente
tratan todavía de evadir su análisis. Hasta recientemente, por ejemplo, los amplios
documentos sociológicos sobre salarios fueron lanzados en términos del “logros de
ingreso”, ocultando el contexto del mercado laboral PAGINA 26, en el cual los salarios
son establecidos y centrados a cambio de sobre la experiencia y el logro de los
individuos (ver Granovetter….para una critica extensa). O como lo ha resaltado Stearns,
la documentación sobre quien controla las corporaciones, han asumido implícitamente
que el análisis debe ser al nivel de las relaciones políticas y las asunciones amplias
sobre la naturaleza del capitalismo. A pesar de que es admitido ampliamente que, cómo
las corporaciones adquieren el capital es una determinante de control mayor, muchas
investigaciones relevantes “desde el cambio de siglo, han limitado que el mercado
(capital) como un objeto de investigación” (1982…). Incluso en la teoría de la
organización donde documentos considerables implementa los limites toma lugar sobre
las decisiones económicas por parte de la complejidad de la estructura social se han
hecho intentos pequeños por demostrar las implicaciones de esto para la teoría
neoclásica de la firma o para el entendimiento general de la producción o tales
consecuencias macroeconómicas como el crecimiento, la inflación y el desempleo.
Al tratar de demostrar que todos los procesos del mercado son susceptibles al análisis
sociológico y que tal análisis revela características centrales, no periféricas, de estos
procesos, yo he estrechado (reducido) mi enfoque a los problemas de confianza y
maleficencia. Yo también he utilizado el argumento de Oliver Williamson de “mercado
y jerarquías”, como una ilustración de cómo la perspectiva de inherencia (incrustación)
genera entendimientos y predicciones diferentes de aquellos implementados por los
economistas. La perspectiva de Williamson es en si mismas “revisionista” dentro de las
económicas, divergiendo en la negación de consideraciones institucionales y de
transacción típicas del trabajo neoclásico. En este sentido, esto puede parecer que tiene
más vínculos a la perspectiva sociología que los argumentos usuales económicos. Pero
la ofensiva (empuje) principal de los “economistas institucionales nuevos” es desviar el
análisis de las instituciones de la argumentación sociológica, histórica y legal, y
mostrar a cambio que ellos emergen como una solución eficiente a los problemas
económicos. Esta misión y el funcionalismo omnipresente (dominante), implica
disuadir el análisis detallado de la estructura social, que yo expongo, es la clave para el
entendimiento de cómo las instituciones existentes llegaron al estado actual.

En la medida en que como argumentos de elección racional son interpretados (inferidos)


estrechamente al referirse a individuos atomizados y a metas económicas, ellos son
contradictorios con la posición de inherencia (incrustación) presentada aquí. Sin
embargo, dentro de una formulación más amplia de elección racional las dos visiones
tienen mucho en común. Mucho del trabajo revisionista hecho por los economistas, que
yo critico arriba en mi discusión de las concepciones de acción sobre- y sub-
socializados, depende de una estrategia que podría ser llamada “revisionismo
psicológico” –un intento por reformar la teoría económica abandonando una asunción
absoluta de toma de decisión racional. Esta estrategia ha sido llevada al “selectivo
racionalmente” de Leibenstein, en sus argumentos sobre la “ineficiencia-X” (1976), por
ejemplo, y para la reclamación de los teóricos del mercado-laboral segmentado de que
los trabajadores en los diferentes segmentos del mercado PAGINA 27 tienen diferentes
tipos de reglas para la toma de decisiones, la selección racional esta siendo solamente
para trabajadores de primaria-superior (profesional, gerencial, técnica) (Piore …).

En contaste yo sugiero que mientras el supuesto de la acción racional debe ser


problemático siempre, esta es una hipótesis del trabajo que no debería ser abandonada
fácilmente. Lo que parece al analista que la conducta no racional puede ser bastante
razonable (sensato) cuando las restricciones situacionales, especialmente aquellas de
inherencia (incrustación), son apreciadas completamente. Cuando la situación social de
aquellos en los mercados laborales no profesionales es analizada completamente su
conducta se parece menos a la aplicación automática de reglas “culturales” y mas como
una respuesta razonable a su situación actual (como, en la discusión de Liebow..). Los
gerentes (directores, jefes) quienes evaden auditar y luchar sobre la transferencia de
precios están actuando no racionalmente en algún sentido estrictamente económico, en
términos de la maximización de beneficios de una firma; pero cuando su posición y
ambiciones en las redes intra-firmas y las coaliciones políticas son analizadas la
conducta es interpretada fácilmente.

Que si tal conducta es racional o instrumental es visto más fácilmente (de buena gana),
además, si nosotros observamos que esto apunta no solo a metas económicas sino
también al poder de sociabilidad, aprobación y estatus. Los economistas rara vez ven
tales metas como racionales, en parte a causa de la separación arbitraria que surge
históricamente, como lo puntualiza Albert Hirschman en los siglos 17 y 18 (1977),
entre las “pasiones” y los “intereses”, el ultimo connotando solamente motivos
económicos. Esta manera de poner el asunto ha llevado a los economistas a
especializarse en el análisis de conductas motivadas solamente por “interés” y a asumir
que otros motivos ocurren en esferas separadas y organizadas irracionalmente; de ahí el
comentario demasiado-citado de Samuelson de que “muchos economistas separaran la
economía de la sociología sobre la base de la conducta racional o irracional” (1947..).
La noción de que la selección racional desbaratada por las influencias sociales ha
desalentado por largo tiempo el análisis sociológico detallado de la vida económica y
conduce a los economista revisionistas a reformar la teoría económica enfocándola
sobre su sicología naiv (ingenua). Mi discusión aquí es que sin embargo lo ingenua que
pueda ser la sicología no es en esto donde subyace la dificultad principal –es mas bien
en la negación de la estructura social.

Yo debo agregar finalmente que el ni el del análisis causal adoptado en el argumento de


la inherencia (incrustación) es más bien uno próximo a. Yo tengo muy poco que decir
acerca de lo que las circunstancias macro estructurales e históricas han llevado a los
sistemas a exponer las características socio-estructurales que ellos tienen, entonces yo
no discuto este análisis para dar respuesta a preguntas a gran-escala acerca de la
naturaleza de la sociedad moderna o los fuentes del cambio político y económico. Pero
el enfoque sobre las causas cercanas es intencional (deliberado) para estas preguntas
mas amplias, no puede ser tratado satisfactoriamente sin un entendimiento más
detallado del los mecanismos por los cuales el cambio dramático tiene sus efectos. Mi
afirmación es que uno de tales mecanismos el mas importante y menos analizado
PAGINA 28 es el impacto de tal cambio sobre las relaciones sociales en las cuales la
vida económica esta incrustada (es inherente). Si esto es así, no puede ser establecido un
vínculo adecuado entre las teorías de los niveles macro – y micro, sin una comprensión
mas detallada de estas relaciones.

La utilización del análisis de incrustación (inherencia) para explicar las causas próximas
de los patrones del interés en el macro-nivel esta bien ilustrado por el asunto (pregunta)
de los mercados y las jerarquías. El alcance de la integración vertical y las razones de
las firmas pequeñas por la persistencia de operar a través del mercado, no son
preocupaciones de la organización industrial; ellas son del interés de todos los
estudiantes de las instituciones del capitalismo avanzado. Emergen asuntos
(preocupaciones) similares dentro del análisis de la “economía dual”, el desarrollo
dependiente y la naturaleza de las elites corporadas modernas. Pero si las firmas
pequeñas son en verdad eclipsadas por las corporaciones gigantes, es analizado
usualmente en términos amplios y dramáticos macropolíticos o macroeconómicos con
una pequeña apreciación de las causas próximas de la estructura social.

Los analistas de la economía dual han sugerido frecuentemente, por ejemplo, que la
persistencia de un gran numero de fiemas pequeñas dentro de la “periferia”, es
explicado por la necesidad por parte de las corporaciones grandes de cambiar los
riesgos de fluctuaciones cíclicas en la demanda o de las actividades inciertas de R & D;
el fracaso de estas unidades pequeñas no afectara desfavorablemente los ingresos de las
firmas más grandes. Yo sugiero aquí que las firmas pequeñas en el entorno (escenario)
del mercado pueden persistir en cambio porque una red densa de relaciones sociales esta
revestida sobre las relaciones de negocios que conectan a tales firmas y reduce las
presiones para la integración esto no descarta el riesgo cambiando como una
explicación con una apariencia de cierta validez. Pero la explicación de incrustación
(inherencia) puede ser mas útil para explicar el gran numero de establecimientos no
caracterizados por el estado satélite o periférico. (Para una discusión de la sorpresiva
extensión de empleo en los establecimientos pequeños, ver Granovetter..). Esta
explicación es limitada para causas próximas: esto lleva a lógicamente, pero no
responde las preguntas porque, cuando y en que sectores el mercado despliega diversos
tipos de estructura social. Pero aquellas preguntas las cuales conectan a un nivel de
explicación más macro no surgirían ellas mismas sin una apreciación previa de la
importancia de la estructura social en el mercado.

El análisis importante de los mercados y jerarquías como debe ser es presentado aquí
como una ilustración principalmente. Yo creo que el argumento de incrustación
(inherencia) tiene una aplicabilidad muy general y para demostrar no solo que hay un
lugar para los sociólogos dentro del estudio de la vida económica pero que la
perspectiva de ellos allí es requerida urgentemente. Al excluir el análisis del fenómeno
en el centro de la teoría económica estándar los sociólogos tiene que limitarse ellos
mismos desde un aspecto importante y grande de la vida social y desde la tradición
Europea –refrenado especialmente desde Max Weber- en el cual la acción económica es
vista solamente como una categoría especial, si importante, de acción social. Yo espero
haber expuesto aquí que este programa Weberiano es consecuente con promovido por
algunas de las perspicacias de la sociología estructural moderna.

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