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EL CONTROL DE INFECCIONES EN EL LABORATORIO

ODONTOLÓGICO
J.E.TROCONIS GANIMEZ

INTRODUCCIÓN

El Laboratorio odontológico debe seguir normas de Bioseguridad que garanticen a


todo el equipo de salud la prevención de infecciones cruzadas. Los técnicos que allí
laboran corren el riesgo de exponer su cara a salpicaduras y rocíos de sangre y
saliva.

Historia
Hasta el decenio de 1.970, casi no se hablaba de control de infecciones en el
laboratorio odontológico, posiblemente se desconocían con certeza las fuentes de
contaminación dentro de ese ambiente de trabajo. Sin embargo desde el momento
en que se identifica el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), esto empezó a
cambiar y el público en general empezó a preocuparse por las múltiples
consecuencias potenciales que pudieran presentarse por la inexistencia de
lineamientos para controlar las infecciones. Es así como desde ese momento se
empezaron a dictar pautas en cuanto a normas y conductas para minimizar el
riesgo de los trabajadores del equipo de salud y del laboratorio odontológico.

Se han realizado estudios que han podido comprobar que a pesar de que el
personal del Laboratorio odontológico no tiene contacto directo con los pacientes,
estos tienen la misma incidencia de seroconversión a la hepatitis como lo tienen los
odontólogos generales, las higienistas y los auxiliares dentales. Los técnicos
dentales tienen una incidencia de 17 % de anticuerpos de superficie de Hepatitis B,
mientras los otros dos grupos tienen 16 a 18 % de incidencia respectivamente.
Estos trabajadores de los laboratorios dentales tienen igual riesgo de infección
debido a la exposición indirecta. En 1.986 se detectaron 140 casos de laboratorio
contaminados con Hepatitis B en los Estados Unidos de América, ese estudio
reporta una tasa alta de incidencia de Hepatitis entre el personal del laboratorio:
14.2 % cifra semejante a la registrada en asistentes dentales e higienistas para ese
entonces. Aunque los porcentajes varían en ambos estudios, todo el personal debe
protegerse contra el Virus de la Hepatitis B.2 Paradójicamente se ha descrito un
paciente infectado con el virus de la Hepatitis B proveniente de una dentadura que
fue empacada y enviada en una caja contaminada, quedando así establecida una
nueva forma de contagio en el laboratorio odontológico.

Basados en estos hallazgos, se ha recomendado que todos los servicios de


laboratorio adopten políticas que permitan la exclusión de material contaminado en
las áreas de trabajo del laboratorio odontológico.

Métodos para el Control de Infecciones en el Laboratorio Odontológico:


Vacunación:
Todo el personal del laboratorio odontológico debe ser vacunado contra el virus de
la Hepatitis B. Se ha podido constatar que la inmunidad para la Hepatitis B le
proporciona también inmunidad contra la Hepatitis D. El agente etiológico de esta
patología es también conocido como agente Delta, el cual posee un ARN que tiene
un replicación defectuosa, esto se debe a que el centro del virus contiene antígeno
delta que está rodeado por antígeno de superficie de Hepatitis B (HbsAg), la
proteína de cubierta del virus de la Hepatitis B. Por lo tanto, aunque
taxonómicamente el virus de la Hepatitis D es diferente al de la Hepatitis B, es
absolutamente dependiente de la información genética proporcionada por el virus
de la Hepatitis B.

Igual que la indicación anterior, se debe colocar el toxoide tetánico cada 10 años,
debido a la exposición constante a pinchazos y rasgaduras a las cuales están
expuestos los trabajadores.

Desinfección:
Desinfectante: germicida utilizado sobre objetos y superficies, el objetivo de su
uso es dejar las superficies de las áreas de trabajo y el instrumental
correspondiente, con la menor cantidad posible de gérmenes que pudieran causar
enfermedad. El proceso que elimina totalmente la presencia de microorganismos
que causan enfermedad se denomina: Esterilización.

Es de importancia extrema la comunicación entre el laboratorio y el profesional en


lo concerniente a sus necesidades para: 1) someterse al cumplimiento de las
normas de Bioseguridad y 2) el cumplimiento de los pasos apropiados en el proceso
de desinfección de todos los materiales y trabajos que entran al laboratorio, como:
impresiones, registros de mordida, cubetas para impresiones, falsos muñones,
rodetes de mordida, dentaduras totales, prótesis provisionales, prótesis fijas y
removibles, aparatos de ortodoncia, estos deben enjuagarse con agua abundante
para eliminar la sangre, saliva y los detritus que pudieran existir en ellos, luego
deben limpiarse y desinfectarse antes de manipularse en el laboratorio ya sea en el
mesón de trabajo o en un lugar distante al mismo. De la misma manera todos estos
elementos también deben limpiarse y desinfectarse después de ser manipulados en
el laboratorio, estén o no terminados, para luego ser devueltos al profesional, y
antes de su colocación en la boca del paciente.

Esta comunicación asegurará que los procedimientos para la desinfección se


efectúen adecuadamente evitando una sobre exposición a los desinfectantes que
puedan dañar los materiales.

Las impresiones hechas en el consultorio odontológico deben desinfectarse antes de


ser vaciadas en yeso, utilizando substancias que no las deterioren o distorsionen.
Cuando no es posible desinfectar la impresión se procederá a desinfectar el modelo
de yeso. Debido a la creciente variedad de materiales y equipos de uso intrabucal,
se aconseja a los trabajadores de salud odontológica que consulten con los
fabricantes respecto a la estabilidad de materiales específicos con relación a los
procedimientos de desinfección. Un germicida químico con al menos una actividad
intermedia, como lo puede ser un desinfectante de uso hospitalario con
características tuberculicidas y que también elimine virus hidrofílicos y lipofílicos, es
apropiado para tal desinfección. Deben estar totalmente claros con respecto al
manejo y descontaminación de suministros y materiales, los protocolos de control
de infecciones y la delineación de las responsabilidades entre el laboratorio y el
consultorio, especialmente antes de pulir y desgastar aparatos intrabucales.

Todo el personal del equipo de trabajo del laboratorio odontológico debe cumplir las
normas de precaución universal, protegiéndose mediante la utilización de bata,
guantes, tapabocas, máscara de larga cobertura, lentes protectores, tanto para
cuerpos extraños como también para protección de luz de alta intensidad, como la
utilizada en los procedimientos de soldadura, la utilización de los métodos de
barrera eliminarán el manejo especial de casos considerados de alto riesgo.

Podemos utilizar hipoclorito de sodio que es uno de los desinfectantes más


recomendados, o cualquier otro germicida químico aprobado y registrado por un
organismo regulador como lo es la Agencia de Protección Ambiental de los Estados
Unidos de América (EPA) como desinfectante de uso hospitalario y que en la
etiqueta especifique que actúa contra Mycobacterium tuberculosis, porque éste
representa uno de los grupos de microorganismos más resistentes, y si es efectivo
contra ellos, será también efectivo contra otros virus y bacterias
patógenas, finalmente deben enjuagarse rigurosamente, y no se deben enviar al
laboratorio en el envase que contiene el desinfectante. Si todos los artículos se
desinfectan de manera apropiada antes de ser enviados al laboratorio y desde el
mismo, entonces las superficies de trabajo del laboratorio no deberían estar
contaminadas. Sin embargo un laboratorio debe proveer sus servicios a numerosos
profesionales que pueden estar propensos a la contaminación a través de otras
fuentes.

La Administración de salud y Seguridad Ocupacional de los Estados Unidos de


América (OSHA), ha clasificado en tres categorías las labores efectuadas en los
consultorios y laboratorios odontológicos, y cita que los procedimientos
comprendidos en el control de infecciones también varían de acuerdo a esta
clasificación.
Categoría I: labores que comprenden exposición a sangre, saliva, otros líquidos y
tejidos corporales. En esta categoría de trabajo, se debe exigir al trabajador usar
todas las medidas protectoras convenientes.

Categoría II: labores que no comprendan exposición a sangre, saliva u otros


líquidos y tejidos corporales, aunque el empleo pudiera requerir el desempeño de
labores categoría I no planeadas. Las medidas de protección deben ser accesibles a
los trabajadores de la categoría II.

Categoría III: labores que no comprenden la exposición ante sangre, saliva u


otros líquidos corporales. A las personas que ejecutan este tipo de labores no se les
solicita que efectúen o ayuden en el área de trabajo del laboratorio. 22
El personal de las categorías I y II debe usar guantes, protección ocular, tapabocas
(convenientemente contra el polvo y el rocío) y uniforme, atuendo recomendado
por el Instituto Nacional de Ciencias Ocupacionales y de la Salud de los EEUU
(NIOSH), para garantizar que estas indicaciones se cumplan de manera correcta, es
preciso mantener al mínimo las distracciones para el personal que labora en las
áreas.

El empleado que realiza actividades categoría III solo necesita tomar precauciones
sistemáticas, la protección ocular y los tapabocas sólo son indispensables al realizar
labores vinculadas con riesgos. Es necesario limpiar a diario las superficies trabajo.

Desde hace algún tiempo algunos entes encargados de la legislación para la


protección de los trabajadores consideran una buena alternativa la utilización de
barreras protectoras por parte de todos los trabajadores del laboratorio no
importando en el área donde se desempeñen. Se debe exigir a todo el personal del
laboratorio que lave sus manos tan pronto entre o salga del área limpia. El uso de
las precauciones universales por parte de todos los trabajadores del laboratorio
odontológico durante toda la jornada de trabajo, podría eliminar las necesidades de
un manejo especial de los casos de pacientes conocidos como de alto riesgo En
otras palabras todos los casos de laboratorio deben ser tratados como si ellos
fueran capaces de transmitir enfermedades a través de saliva, sangre o sus
derivados.

Estandarización del Control de Infecciones en el laboratorio Odontológico


Establecimiento de un área de recepción: ésta debe ser exclusivamente
dedicada al manejo de todos los trabajos que lleguen al laboratorio. Es la zona
donde se requiere del control de infecciones más crítico. La recepción debe tener un
grifo con agua abundante y que haya facilidad para el lavado de manos. En esta
área de ser posible, las superficies del mostrador deben ser cubiertas por papel
impermeable (polifilm) (envoplast ), limpiarse y desinfectarse sobre las bases
determinadas por el nivel de uso del área. Ningún artículo debe entrar al área de
producción del laboratorio sin ser desinfectada apropiadamente en la recepción.

En el área de recepción el personal debe utilizar equipo protector, ello debe incluir
batas largas, guantes para el manejo de los artículos contaminados y que deben
permanecer en el área de trabajo, anteojos o máscaras de larga cobertura para
protegerse de las salpicaduras. Todos los artículos deben ser manejados de manera
aséptica y transferirlos al área de producción después de desinfectarlos
adecuadamente con la técnica indicada.

Un error en este campo puede trastornar todo el sistema, si no se desinfecta de


manera conveniente un caso que pasa al laboratorio, pudiera exponerse ante
microorganismos patógenos para los técnicos y pudieran representar un foco de
contaminación para otros casos. No desinfectar un caso tan pronto deja el
laboratorio puede tener efectos similares al llegar al consultorio odontológico.

 El área de recepción del Laboratorio Odontológico debe estar provisto de los


siguientes equipos y materiales:
Lavamanos
Soluciones desinfectantes
Bandejas para casos individuales
Jabón antimicrobiano para las manos
Guantes desechables
Bolígrafos con tinta indeleble
Recipiente para desechos peligrosos
Toallas desechables
Cronómetros
Bolsas desechables de plástico
Etiquetas autoadheribles para desinfección
Tapabocas desechables
Cepillos y recipientes

Desechos Generales y Regulados:

Las cubetas desechables, el material de impresión y otros desechos generados en el


área de recepción deben eliminarse siguiendo las disposiciones del Ministerio de
Sanidad y Asistencia Social (MSAS),en Estados Unidos de América, se siguen las
disposiciones emitidas por la OSHA, y las regulaciones estatales y locales
pertinentes a los desechos médicos. Los desechos generados en el laboratorio
odontológico caen dentro de la categoría de desechos médicos regulados, estos
materiales pueden ser eliminados en contenedores estándares. Todos los elementos
desechables que puedan ser considerados artículos puntiagudos, punzo-
penetrantes, lacerantes o cortantes, como el alambre de ortodoncia, las hojas de
bisturí, fresas, agujas de inyectoras, etc, deben ser eliminados en contenedores
apropiados designados con el siguiente texto: Desechos Cortantes Todos los
artículos reusables como las cubetas metálicas, deben ser considerados
contaminados hasta que tales artículos no sean procesados debidamente para su
reutilización.
Area de envío:

Área designada para la inspección final y su envío, se deben manejar de manera


apropiada todos los artículos que vayan a dejar el laboratorio. La desinfección de
los artículos sólo es requerida si ellos se han vuelto a contaminar, al punto que su
manejo no sea seguro. Todas las prótesis deben ser desinfectadas por el clínico o
su grupo de trabajo antes de colocar el trabajo en la boca, bien sea solo para
prueba o para su instalación de manera definitiva. Esta área no debe ser la misma
donde se reciben los trabajos, al menos que se encuentre desinfectada y limpia de
manera apropiada después de recibir cada uno de los casos. Los mismos deben ser
colocados en bolsas plásticas para prevenir la contaminación de los materiales
enviados. Si algún caso es enviado en un líquido o contenedor con gasas o rollos de
algodón húmedos etc, el envase debe ser identificado con una etiqueta conforme a
la comunicación de material de riesgo. El área de envío se debe limpiar por lo
menos una vez al día. Todos los envases metálicos deben limpiarse antes de que en
ellos se deposite otro nuevo caso.

Area de producción:

Esta debe ser manejada de acuerdo a los requerimientos del estándar de seguridad.
Los artículos y materiales en el área de producción deben ser desinfectados, de
esta manera no requieren ningún tipo de manejo especial.

El personal del laboratorio debe ser monitoriado, controlando entradas y salidas del
área, se debe asegurar que a los artículos y personal contaminados no les sea
permitida la entrada de nuevo al área de trabajo sin que la descontaminación o
desinfección se lleve a cabo de manera correcta. Si ocurre cualquier clase de
accidente durante la fabricación de una prótesis que pudiera exponer al trabajador
en contacto con cualquier fluido del cuerpo, como sucede con las laceraciones en
los dedos hechas con un instrumento cortante, alambre etc, el aparato debe ser
desinfectado antes de moverlo a otra área del laboratorio. Todos los casos de
laboratorio deben ser etiquetados con una leyenda que señale:

ESTE CASO HA SIDO DEBIDAMENTE DESINFECTADO ANTES DE SU ENVÍO

Procedimientos a Ser Realizados en el Laboratorio Odontológico para el Control de


Infecciones

Prótesis:
1 Es preciso lavar tallando (seguir todas las superficies) con un cepillo de tamaño
conveniente y jabón antimicrobiano todas las prótesis que entren al laboratorio
odontológico. El cepillo se debe almacenar en una solución desinfectante entre un
caso y otro.

2 Una vez lavada la prótesis, debe sumergirse en un recipiente lleno con


desinfectante. Es preciso colocar la prótesis en un limpiador ultrasónico durante el
tiempo requerido, según las instrucciones del fabricante. Se debe tapar el limpiador
ultrasónico para evitar la diseminación del aerosol hacia el área de producción del
laboratorio. Luego debe enjuagarse la prótesis con agua abundante.

Impresiones:
Es probable que la desinfección de las impresiones sea uno de los procedimientos
más difíciles y a la vez el más relevante, para el laboratorio odontológico. La meta
primaria consiste en obtener una impresión desinfectada que no sufra reacciones
adversas ante la desinfección. A fin de reducir al mínimo la contaminación en el
laboratorio odontológico, debe lograrse una limpieza inicial de la impresión dentro
del consultorio odontológico. Una vez retirada de la boca, se debe lavar bajo un
chorro de agua a fin de eliminar la saliva, sangre y detritus. Es importante
completar el proceso de desinfección en el consultorio antes de enviar la impresión
al laboratorio.

Para que los desinfectantes logren el efecto deseado, las impresiones deben
conservarse húmedas en su superficie durante todo el proceso, pero no a todos los
materiales se les puede aplicar esta técnica, pues materiales como los hidrocoloides
reversibles e irreversibles y los poliéteres, la inmersión por mucho tiempo los afecta
de manera severa.

En diversos estudios se ha probado la estabilidad dimensional y la reproducción de


los detalles superficiales de diversos materiales de impresión tratados con
desinfectantes diferentes mientras se remojaron, inclusive uno de ellos se remojó
durante 3 días. Luego se vaciaron en numerosas clases de yesos de uso
odontológico.

En la mayor parte de las investigaciones se encontró que el cambio dimensional fue


menor a 0.5 %, cifra que se ubica dentro de los lineamientos de la Asociación
Dental Americana (ADA) número 19 para las impresiones con elastómeros. No
obstante algunos desinfectantes generaron resultados mejores que otros en ciertos
tipos de materiales de impresión. Los únicos cambios dimensionales importantes
desde el punto de vista estadístico se notaron entre los distintos materiales de
impresión. De manera sorpresiva, algunos desinfectantes mejoraron de hecho el
detalle superficial de los modelos terminados al actuar como surfactantes (agentes
tensio-activos e incrementar la capacidad de humectación. Es muy probable que la
reproducción deficiente del detalle superficial se produzca por incompatibilidad del
material de impresión y el yeso, y no por el desinfectante.

Las impresiones de hidrocoloides reversibles e irreversibles deben ser manejadas


cuidadosamente para prevenir la distorsión. La impresión debe ser remojada de
manera muy cuidadosa y limpiada preferiblemente con un cepillo de pelos de
camello preferiblemente, de media pulgada de longitud, y con detergente líquido
para remover los residuos con contaminación biológica. El cepillado debe ser suave
para eliminar los restos de detritus que puedan quedar en ella. Luego a la
impresión se le rociará con un desinfectante de nivel hospitalario como: hipoclorito
de sodio, iodóforos, dióxido de cloro o algún producto aprobado por alguna agencia
reguladora de los EEUU como la EPA. Los productos que tienen menor contacto con
la impresión producirán en ella menor distorsión. Las impresiones deben ser
envueltas en una bolsa plástica para evitar la evaporación del desinfectante durante
el período de contacto. Después de un tiempo de contacto suficiente deben a ser
enjuagadas, y manejadas de manera aséptica para transferirlos al área de
producción. 1, 3 También se ha propuesto enjuagarlas con agua en abundancia y
luego sumergirlas en agua con cloro en una dilución 1:10 durante 30
minutos.32 Otros autores recomiendan la inmersión en hipoclorito de sodio o en
iodóforos durante sólo 1 minuto.

Pasta zinquenólica: se debe enjuagar con agua abundante, luego lavar


cuidadosamente con un detergente líquido, dejarla secar y proceder al vaciado3 o
rociarla con glutaraldehído al 2 % durante 30 minutos.

Modelina: debe ser enjuagada con abundante agua, luego lavada con un detergente
líquido, secarla y después vaciarla. Otros autores proponen rociarla con
glutaraldehído al 2 % durante 30 minutos.
La silicona (polivinil siloxano) debe ser manejado con la misma técnica que los
hidrocoloides. Estos materiales son mucho más estables y se pueden sumergir en
un desinfectante de nivel hospitalario, 10 minutos de remojo en solución de
hipoclorito de sodio 0.5 - 1% o en iodóforos, excepto en glutaraldehído neutro por
el tiempo de contacto indicado por el fabricante.

Las impresiones de poliéter deben ser manejadas de la misma manera como los
hidrocoloides. Los materiales de poliéter no se deben sumergir en las soluciones
desinfectantes por que son materiales hidrofílicos y tienen tendencia a la distorsión,
cuando son colocados en medios acuosos

Desinfección de otros materiales e instrumentos:

Las prótesis de porcelana, algunos materiales protésicos (prótesis provisionales,


rodetes de mordida, registros de mordida etc) y los equipos no esterilizables como
algunos componentes de los arcos faciales deben ser limpiados con agua y jabón y
en caso de contaminarse deben ser desinfectados con un antiséptico de nivel
hospitalario. Si se utilizan limpiadores ultrasónicos para limpiar y desinfectar, se
debe ser muy cuidadoso para no permitir el sobrecalentamiento del material o del
desinfectante mientras se encuentre en el limpiador ultrasónico. Se deben rociar o
remojar estos artículos con desinfectante en contenedores separados o en bolsas
plásticas, éste es el método de elección para lograr la desinfección. Es importante
recordar que muchos de los desinfectantes por inmersión deben ser desechados
una vez utilizados. Después del tiempo de contacto recomendado, los artículos
deben ser enjuagados y manejados de manera aséptica para ser transferidos al
área de producción. Los iodóforos, glutaraldehídos, cloros, y fenoles son aceptados
para la desinfección en este paso de laboratorio. Se debe ser muy cuidadoso de no
exceder las recomendaciones de los fabricantes con el tiempo de contacto o
exposición de los elementos metálicos con el desinfectante, la sobre exposición
puede producir corrosión de los elementos metálicos si no son manejados de
manera correcta. No se deben enviar los aparatos o prótesis en desinfectantes, por
tiempo de exposición excesivo, además puede causar quemaduras en mucosas o
piel de los humanos si los artículos no son enjuagados correctamente antes de su
manejo.

Las dentaduras totales deben ser remojadas en una solución de hipoclorito de sodio
durante 5 minutos, luego enjuagarla con agua abundante, este procedimiento debe
repetirse cada vez que la prótesis vuelva al laboratorio para los ajustes y para su
terminación definitiva.

Desinfección de modelos:

Los modelos son los artículos que en prostodoncia presentan mayor dificultad para
su desinfección sin causarles daño. Es preferible desinfectar la impresión y no tener
que desinfectar el modelo. Sin embargo la contaminación de manera inadvertida o
la indicación de no descontaminarlos pueden hacer la desinfección de un modelo
necesaria. Los modelos deben ser colocados sobre su base y rociarlos con iodóforos
o productos clorados, enjuagados y manejados de manera aséptica para ser
tranferidos al área de producción, el colocarlos sobre la base hace más fácil el
drenaje del desinfectante y el agua del enjuague. El modelo se debe desinfectar
para ser enviado, está permitido secarlo antes de ser envuelto para el envío.

Una alternativa probable sería incorporar desinfectante al polvo de yeso durante la


mezcla: se han tenido reportes que citan que al agregar al yeso iodóforos,
glutaraldehídos neutro o hipoclorito de sodio, disminuyó la cantidad de bacterias a
la misma concentración, que el control utilizado al cabo de 24 horas.

Sin embargo hay poca información sobre las consecuencias de estos desinfectantes
sobre las propiedades físicas del yeso. Algunos fabricantes de yeso le están
incorporando 0.25 % de cloramina T, según los mismos el producto es eficaz contra
una variedad de bacterias. En el Instituto de Investigación Dental Naval de los
Estados Unidos de América se pudo demostrar que el yeso desinfectó la microflora
bacteriana bucal de la impresión obtenida con hidrocoloide irreversible y el modelo
después de un período de fraguado de 1 hora.En un estudio se reportó que algunos
modelos de yeso se remojaron en diferentes desinfectantes durante 24 horas y
resultaron poco notorios los cambios dimensionales y la resistencia a la compresión.
Con la excepción del hipoclorito de sodio, todos los desinfectantes probados
disminuyeron la dureza superficial y la erosión.

También debemos citar aquí la posibilidad de desinfección de los modelos de yeso


mediante la utilización de dióxido de metileno con una técnica prolongada, hay
unidades muy pequeñas para este fin, sin embargo hay que realizar el
procedimiento bajo una campana de ventilación hacia el exterior del sitio de
trabajo. Una vez vaciada la impresión y obtenido el modelo correspondiente, se
debe proceder a eliminar el material de impresión que se encuentra en la cubeta y
se debe proceder a su lavado, desinfección y esterilización de la misma para ser
devuelta al consultorio odontológico.

Los articuladores, los envases metálicos para los casos y otros equipos que no
tienen contacto con los pacientes, requieren de limpieza y su desinfección se hará
dependiendo de la evaluación de su construcción. Muchos de estos envases
metálicos pueden ser desinfectados por rocío con un desinfectante de nivel
hospitalario, enjuagado, secado y lubricado de las partes móviles.

La prevención de la contaminación es mejor que tener que usar agentes químicos


sobre equipos delicados. Cualquier elemento que resista el calor del proceso de
esterilización, debe ser esterilizado. No importa cuan bien se esté realizando el
control de infecciones en el laboratorio, algunos equipos necesitan una atención
especial para poder lograr un laboratorio limpio.

En el pulido se deben utilizar suspensiones en espuma de soluciones de piedra


pómez en tintura de jabón verde 1 (jabón de potasio hecho por saponificación de
aceites vegetales, excluyendo el aceite de coco y de la palma de Kernel, sin
remoción de la glicerina, también llamado jabón suave medicinal) u otro
surfactante y si es posible, agregar una solución desinfectante efectiva con la
mezcla. Esto prevendrá la colonización del aire y otros microorganismos que se
encuentren en la piedra pómez. Ésta debe ser cambiada diariamente y la máquina
pulidora se debe limpiar y desinfectar de la misma manera. Si la máquina se
encuentra fuera del área de producción los trabajadores del área de salud deben
utilizar los procedimientos de protección necesarios antes de entrar en contacto con
las prótesis contaminadas, así como también la unidad de la dosis dispensadora de
piedra pómez. Todos los cepillos, mopas, espátulas para mezclar, tasas de goma,
balanzas, piezas de mano y otras herramientas de laboratorio deben ser
esterilizadas o desinfectadas diariamente. Las mopas húmedas deben ser
guardadas en soluciones desinfectantes cuando no se encuentren en uso. Uno de
los métodos más sencillos y eficaces para reducir la diseminación de contaminantes
en el laboratorio odontológico, es la utilización del sistema de dosificación unitaria,
que consiste en la administración sólo de la cantidad requerida de un material para
cada caso; al emplearla, es preciso evitar la contaminación del material a granel
con el dispensador.
Las ollas de presión deben limpiarse y desinfectarse diariamente. Éstas y los
envases que mantienen agua caliente en el ambiente son muy susceptibles a la
colonización de microorganismos desde múltiples fuentes. Los asientos de
banquetas y áreas de trabajo deben limpiarse al final de cada jornada de trabajo, si
no la contaminación pasará de manera inadvertida.

Consideraciones especiales y excepciones:

Algunos aparatos protésicos tienen cantidades copiosas de cálculo dentario y


residuos con contaminación biológica persistente. El primer paso es la remoción del
detritus así que pueda hacer posible la descontaminación. El uso de soluciones
removedoras de yeso piedra o parís en un envase o bolsa de plástico para remojar
y colocarlo en el limpiador ultrasónico removerá grandes cantidades del material.
Este paso debe ser seguido por la limpieza en un detergente y después la
desinfección con los procedimientos habituales.

Para los elementos no susceptibles a la desinfección como lo son los tintes para
porcelana se utilizarán los principios básicos de la desinfección.

EFECTOS DE LOS DESINFECTANTES SOBRE DIVERSOS MATERIALES


PROTÉSICOS:
Es posible remojar con seguridad casi todos los aparatos durante el período
requerido de 10 minutos; sin embargo, en ocasiones se remojan inadvertidamente
las prótesis durante períodos de tiempo mucho más largos. Se ha reportado que
remojar algunos tipos de resinas en un desinfectante amortiguado con fenol,
provocó la formación de fositas superficiales luego de sólo 10 minutos, y después
de 2 horas se produjo hinchazón de la superficie. Otras clases de desinfectantes
pueden dañar a algunas aleaciones, por eso es preciso seguir las indicaciones del
fabricante.

Alimentos:
Los alimentos no deben ingerirse dentro de las instalaciones del laboratorio
odontológico a menos que exista un área específica de comedor dentro del mismo.
Alimentos, medicamentos y materiales de uso odontológico no deben ser
almacenados en la misma nevera, se produce una contaminación cruzada entre
ambos.

En el año 1.991 king, propone la designación de una nueva área donde sólo se
reciban casos de pacientes de alto riesgo y que debe ser manejado por un reducido
número de individuos y que estos deben concienciar su exposición al riesgo, debe
ser un área manejada por expertos.

Todo el material de trabajo desechado como los tapabocas, guantes, elementos que
hayan tenido contacto con sangre, saliva o líquidos corporales, deben colocarse en
envases seguros para ser vertidos a la basura.
Tomado y Modificado de: King, A.Y., Matis, B., 1.991, Grupo Técnico de Patología
Bucal, 1.994, Delgado, W., Flores, G., Vives, V., 1.995,ADAonline, 2000.

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