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Erick Zátira
ENSAYO LARGO
¿Qué?
(quien quiera puede “colgar” sus textos allí), tienen lugar debates en torno a la práctica
artística contemporánea. En algunos casos hay textos que se refieren a las obras mismas,
en otros, que son la mayoría, se trata de textos de crítica institucional en los que se
denuncian las decisiones de una y otra entidad relacionada con el campo artístico. La
diversidad de voces que provienen de distintos lugares del campo (artistas, profesores,
Uno de los debates más grandes (en cantidad de opiniones) del 2009 fue el que
se generó por el performance que trajo la artista cubana Tania Bruguera al Encuentro
que usted empieza a leer es fruto de una lectura de este debate, y aunque la mayor parte
del tiempo se refiere a este, hecha mano de otros fragmentos de discusiones para ilustrar
uno que otro planteamiento. Esta revisión permitirá describir algunas características de
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el tono de su escritura, cómo escribe, desde dónde, etc.
Me interesaba ver también no sólo los textos de manera
aislada, sino el funcionamiento de los diálogos. En parte
por que así lo creía y en parte por justificar mis horas de
ocio, alegué, en una de esas conversaciones de pasillo,
que LA ÚNICA lectura posible que se podía hacer de las
discusiones de ese portal -lo único que quedaba después
de leer un debate- era la idea de cómo cada participante
asumía su rol como autor/escritor/crítico. Lo que
quedaba después de leer una discusión sobre un florero,
terminaba no teniendo nada que ver con el florero, y no
quedaba ninguna idea clara sobre el “objeto” de la
conversación, sino sobre los roles que cada autor jugaba
dentro del debate, qué efecto causaban en el lector sus
intervenciones, cómo concebía un determinado autor el
ejercicio de escribir, y de escribir sobre arte. Ahora no
creo que esa sea LA ÚNICA lectura posible, pero fue la
que me resultó más útil, ya que si uno se pregunta
únicamente por el contenido de las discusiones de
esferapública, puede frustrarse en más de una ocasión.
segundo momento señalo algunos aspectos que pueden incidir en el tono de algunos de
los textos participantes del debate. Esto a su vez me permitirá ilustrar algo que es
frecuente escuchar sobre las discusiones de esferapública: que los textos allí no
que se trata de una escritura que no puede evitar esos vicios paralelos que por lo
general, de una manera más o menos explícita, acompañan la discusión de las ideas (a
veces la escritura se usa no para contrargumentar una idea sino para que el autor se
3
concibe su función como escritor. Este ejercicio de lectura intenta recuperar una
pregunta que se hacía Guillermo Vanegas –uno de los pocos que ha escogido los debates
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un objeto, verá otras cosas. En el caso de esferapública,
si la vemos como un territorio, si pensamos sus
discusiones como recorridos, podríamos encontrar que
este portal web es algo más que un caldero de chismes
inútiles, tal vez no encontraríamos mucho del florero o
del tema, pero encontraríamos “otras” cosas en el
camino.
voz que contragumenta o complementa. Estos insertos se distinguen del resto del cuerpo
para acentuar el carácter de diálogo entre lo que ya está escrito y la relectura. Lo que se
encuentre en una columna a la derecha, hace parte de la voz que relee. A veces las dos
voces (la del cuerpo del texto y la de los insertos) están claramente diferenciadas, otras
veces no. Se pueden mezclar los tiempos, porque una habla del presente, y la otra en
conversaciones con otras personas acerca del texto que ya estaba escrito. Las
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Así que esa segunda voz no es la reproducción literal de lo que los lectores opinaron.
Los interlocutores de este texto han sido Patricia Zalamea, Bernardo Ortíz, Camilo
Este es un texto-proceso, que -tal vez- a su pesar nunca estuvo archivado, intenta
recuperar el acto creativo de la escritura como un diálogo que a veces es propiciado por
la esquizofrenia (muchas voces). Este es, para bien o para mal, un texto que exhibe sus
la transformación que ha tenido el texto -o su autor- respecto a las ideas que aquí se
tejen. Esto es como verse una película que le han pegado encima el audio con los
Los nombres de los autores que se toman como “objetos” de análisis, son
eliminados a propósito. Se encuentra en su lugar una letra que los reemplaza y se cita en
pies de página el título de los textos de donde provienen los fragmentos y dónde se
los prejuicios en función del nombre de quien escribe, y concentrarnos, así sea en una
primera lectura rápida, en atender a lo que su escritura tiene que decir. Bien puede ser
un gesto inocuo, o bien puede crear un efecto (que puede ser tan contundente como el
peso de una pluma). En este texto se proporciona tal vez suficiente información sobre
algunas características del autor, si el lector necesita saber quién es la persona de carne
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Nuestros hermosos, áridos, mordaces y distantes textos3
El interés por hacer este tipo de mirada a algunos textos de crítica de arte, surgió
a partir de la lectura de los planteamientos de James Elkins (profesor del Art Institute of
las características retóricas más difundidas en los textos de historia del arte. La mayoría
de estos textos fallan –dice Elkins- porque no son capaces de “enact”4 las dinámicas
de la imagen de la que habla. Hay un debate acerca de cómo traducir este verbo: puede
veremos que el término tiene un matiz dramático, tal vez performático, que indica un
Elkins aboga por la importancia que tienen para la escritura los elementos
retóricos, especialmente el tono. Los aspectos formales de un texto crítico por lo general
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frecuente centrarse en lo que dice el texto. Pero para este autor, el cómo un escrito dice
lo que dice, es importante, porque es a través del tono y de la estructura de este que nos
arte”, pero podríamos pensar que una escritura que esté atenta a sus aspectos formales,
puede considerarse como una práctica creativa, y que en ese sentido no sería subsidiaría
Más tarde volveré sobre esta noción de “escritura desde arte”. Pero antes me voy
a detener en uno de los aspectos que a veces reluce como argumento en las
desde el que se asumen las discusiones en esferapública, característica que desde cierto
punto de vista es muy mal vista, pues no corresponde con los cánones de frialdad y
“emocionalidad” en la crítica. Este talante que funciona a la misma vez como pro y
país.
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Una guerra de almohadas de vieja data que ahora es virtual
debates; segundo, la abundancia de crítica institucional -si es que podemos llamar así a
históricos locales como la crisis de la prensa (y las consecuencias que esto tiene para la
circulación en esos medios de la critica de arte), que a su vez implicó que los críticos
por varias décadas estuvieran recluidos en las instituciones y tuvieran que ejercer su
labor desde allí (con todas las complicaciones que esto puede traer para la
tener en cuenta que en un país como Colombia en perpetua crisis institucional, se podría
considerar que ese es, precisamente, “Nuestro Tema”. Todo esto nos hace pensar que, si
bien desde hace varias décadas, la crítica institucional se ha consolidado como un lugar
para el arte, los factores locales determinan la manera en que se manifiesta esta
tendencia.
en esferapública no sólo se explica por estas cuestiones. Este portal nació como un
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morales, de ahí los lugares comunes y la presencia de una reflexión motivada por cierta
Estas condiciones permiten que haya tanta crítica institucional circulando por ese portal
web, dado que hay abierto un lugar para la queja. Bernardo Ortiz advirtió en los inicios
de este portal, el peligro de que este espacio se convirtiera en nada más que un
según Ponce de León, en la historia de la crítica de arte en Colombia. Marta Traba usaba
este recurso para captar público nuevo, y después parece que esa estrategia se olvidó;
por un lado, por parte de los críticos como Galaor Carbonell que confiaban demasiado
en la objetividad y distancia que debía mantener la critica de arte, por lo que usaban un
lenguaje fríamente académico11 . Pero por otro lado, según Ponce de León, esa
emocionalidad que Traba usaba como recurso quedó suspendida o tergiversada porque
críticos como Eduardo Serrano la entendían como equivalente de cizaña, como un ansia
de formar polémica como fin último. Esta oposición entre crítica “visceral” y crítica
vista”, en donde participaban -entre otros miembros del campo- artistas, y la polémica
era frecuente12 . Esferapública es ahora el espacio que reúne lenguajes académicos con
las dos formas de emocionalidad que describió Ponce de León: la que se entiende como
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El eclecticismo y la “falta de seriedad” son las características de esferapública
que causan recelo, desconfianza y desaprobación por parte de algunos integrantes del
campo del arte. Entre ellos, Efrén Giraldo, quien participó con una ponencia para el
más adecuado para la crítica de arte. En la discusión que se dio después de su ponencia,
Giraldo hizo referencia al tipo de escritura sobre arte que se daba en la web como una
Sin embargo, hay otros que se muestran positivos frente al fenómeno que
constituye esferapública. Es el caso de William López con dos textos: “La crítica de
legitimidad”15. También Juan Camilo Serna con su texto “[ ]”16 y Guillermo Vanegas:
“Aprender a discutir: dinámicas de conversación entre tres foros virtuales sobre arte
vistazo a lo que hay, siguiendo el consejo de Ponce de León: sí hay crítica, lo que hay es
que mirar cómo la hay (así, con esa rima o redundancia). Y en el mismo sentido afirma
país”18 .
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decir, preocupada por “sus propios fundamentos”19 . Como parte de esta autoconciencia,
aguda sobre sus interlocutores; podría decirse que ahora más que nunca su
intelectual”20
ambigüedad de estar a medio paso entre ser, en ocasiones, una escritura de muy mala
relación autor- lector, pero que del todo no logra convocar radios más amplios de
pasado más reciente: de la cizaña a la web”, a partir del cual no debemos entender que
la cizaña sea algo superado en nuestra crítica de arte. De todas maneras, ese énfasis en
generación, es un aspecto que interesa resaltar, según los propósitos que estructuran este
trabajo: ¿Qué tanto esa “autoconciencia” es la que permite pensar en los aspectos
12
autoconsciencia de la escritura de arte como medio, o se refiere a una escritura que
Tal vez lo único cierto sobre esfera es que tiene adeptos y adictos, pero también
aburrida que se convierte en una pelea contra el otro y no contra sus ideas, pero que en
otras ocasiones se encuentran textos que intentan experimentar con la manera de mirar
una situacion y con las posibilidades que su medio les brinda (el internet, el lenguaje, la
escritura, el campo del arte). También se trata, en la mayoría de los casos, de un clima
apasionado (no siempre apasionante), pero se trata de un clima que genera en el público
una atracción tal vez mayor o distinta a la que generan revistas de arte más mezuradas,
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La informalidad de esferapública abre paso no
sólo a que se experimenten nuevas maneras de escribir,
sino a que los debatientes se distensionen respecto a sus
obligaciones académicas de objetividad; esto trae
consigo este apasionamiento implicado en las posiciones
parcializadas. Esta via libre al exceso tiene como
resultado la abundancia de quejas, ofensas, retaliaciones
y patadas de ahogado, pero también una escritura que
involucra el sentido del humor.
Nacional de Colombia en 2009, la artista cubana Tania Bruguera participó con una
acción en la que dispuso una mesa de discusión, en la que invitó a sentarse a tres
una secuestrada por la guerrilla y un vocero de los desplazados. Mientras estas personas
del héroe? -cuestión que la artista propuso como fuente del debate-, había una especie
de meseros que ofrecían entre el público una bandeja con líneas de cocaína para que
inhalara quien lo deseara. Esto generó una gran polémica que se inició allí mismo
durante la acción porque uno de los curadores del evento que también era profesor de la
institución, pidieron que se detuviera la acción, y utilizaron los micrófonos que unos
momentos antes estaban utilizando los panelistas, para protestar por lo que estaba
teniendo lugar en ese momento, aseverando lo inadmisible que resultaba para ellos que
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en un contexto universitario se estuviera repartiendo y consumiendo coca de esa manera
deliberada. Uno de ellos también dijo sentirse ofendido por la representación que se
las intervenciones que estos personajes hicieron el mismo día del evento: se trataba de
que por su carácter altamente emocional proporcionaba más juicios de valor que
argumentos que permitieran reflexionar sobre lo que la situación ponía en juego. Este
contexto “emocional” propició que tuvieran lugar muchos textos en los que se
estaban llenos de esta forma de calificar en términos de “la obra es buena” o “la obra es
Luego de hablar con varios de los asistentes, la gran mayoría salió decepcionada y le oí
decir a un joven estudiante mientras reía: “hubiera repetido la acción de La Habana,
pero con una metralleta para que no fallará”. ¿Tanto le decepcionó para afirmar cosa tan
terrible? Me pregunté en ese momento. La decepción siguió haciendo su curso, mientras
se vaciaba el lugar (…) El performance fracasó porque hubo mucho aparataje estelar y
al mismo tiempo bastante decepción. El análisis del conflicto colombiano por parte de
Tania Bruguera –si realmente lo hubo-, es bastante pobre y eso se ve en su performance
(…) Creo que Tania Bruguera acaba de realizar una de sus peores acciones plásticas.
(…) En fin, esta vez le hizo falta encomendarse a uno de sus deidades santeras para
salvar el performance, pero algo falló y aparte del “escandalito” del polvillo, esa acción
no generó nada de nada 24
15
La mayoría de autores cuyos textos hacían un uso frecuente y casi exclusivo de
colombiano, y por lo tanto -afirmaban ellos- esto hacía que la representación del
conflicto que proponía fuera inadecuada (equivocada y/o incompleta). Unos decían que
la desinformación por parte de la artista era evidente, puesto que operaba desde un
cliché, desde la visión superficial que circula en los medios de comunicación acerca del
conflicto colombiano -a través de la cual se plantea que la causa y núcleo del problema
es la coca-. Otro participante dijo que era evidente que Brueguera no tenía ni idea de lo
“El análisis del conflicto colombiano por parte de Tania Bruguera –si realmente
lo hubo-, es bastante pobre y eso se ve en su performance”
“La pregunta que debemos resolver es: ¿acierta Rickenmann cuando nos sugiere
que la performancia de Bruguera fue una representación teatral
neorrealista para mostrar cómo funciona nuestro país? Mientras una parte
del país está en guerra, la otra mitad se encoje de hombros y se pone a meter
perica…” 25
16
Parece entonces que se trata de un juicio que mide la proximidad de la
representación con lo representado. Se pone un rasero con el que se mide la obra, donde
el punto de referencia es una supuesta realidad dada (el estado actual de la situación en
se acerca y qué tan fiel es a esa realidad. En ese sentido, la crítica consiste en decir qué
tan completa es la representación que propuso la artista, y así, entre más completa sea,
la obra es buena, y entre más incompleta, mala. Lo que parece darle piso a este
unitario, estático, y por ende, atrapable en una representación. Todo esto parece estar
fundamentado por un ansia que aboga por que el arte, como sistema de representación,
aproxima o no a la realidad que quiere representar, el criterio del mal manejo del tema
deja de ser explicativo, no nos permite comprender mucho, porque nos dice de qué se
trata la obra, y si representa bien o mal “su tema”; pero falla en decir cómo opera la
obra. O sea que este argumento se anula a sí mismo como criterio crítico y se vuelve
equivalente a juzgar en términos dicotómicos y/o a partir de juicios de valor (la obra
que no conoce y mira de lejos, pero ¿Se puede afirmar que la obra de Bruguera consiste
en traer a Colombia su mirada sobre lo que sucede en este país? Tal vez no. Sin
embargo, en lo que ella propone hay los datos suficientes para poder ver sus maneras de
17
situarse frente al contexto, frente al arte, respecto a lo que busca generar; pero algunos
cuando hay un pedazo en blanco, es porque hay falta de información (falta de pintura),
porque el pintor se ha equivocado; negando así que se trate de una decisión del artista.
Decir que se equivocó es como asumir que hay una manera correcta de pintar. Así, se
continúa el juicio de manera binaria: ella está bien o mal informada, como si lo que ella
estuviera haciendo no fueran ya datos suficientes sobre lo que pretende y sobre cómo
pone a funcionar su obra. Lo que la obra tiene por decirle al contexto en el que se
Se puede ver que estos críticos se aproximan al trabajo de Bruguera como si este
consistiera en exponer su mirada de las cosas, como si se tratara de un trabajo que ella
trajo terminado a Colombia; tal y como sucedía con la pintura en el siglo XIX: una vez
expuesta se consideraba acabada y lista para ser contemplada. Pero otra forma de pensar
como la creación de una situación que causa efectos y que en estos están, en gran
medida, algunas de las cosas que tiene la obra por señalar. Si asumimos que la obra
de este), entonces las críticas que se basan en el argumento de “un mal manejo del
tema” consideran que la obra se limita a lo que la cubana dispuso (una mesa con
teniendo lugar en la Universidad Nacional). Sin embargo, esta obra tiene una parte
18
azar transforme lo premeditado, hace parte de la obra; y estos críticos están olvidando
esto, centrando su mirada en la parte del performance que propone la artista, y dejando
de ver lo que este activó. La acción de Bruguera puso en juego algo, que nos guste ó no,
y que se pueda poner en duda los presupuestos éticos desde los que juega, es otra
performance de Bruguera llegara terminado, listo para colgarse y analizarse; como una
porque, cuando no se limitan a juzgarla en términos de buena o mala, parecen decir que
el gesto artístico está en lograr una copia de la realidad. Esta operación crítica, a partir
muestran el punto de llegada del que escribe (su opinión y juicio) sin dejar ver la
manera en que se llegó allí. Es decir, el autor empieza su crítica por el final, pues
al lector ver cómo entra a dialogar la mirada del crítico con los diferentes elementos que
están en juego. En resumen, el crítico establece su criterio: la obra tiene que representar
la realidad, cabal y justamente. Una vez establecido esto, el autor reclama esta justicia a
través de juicios de valor que matan la obra antes de haber dialogado con ella. El crítico
19
una obra. Al contenido a veces se le llama “significado”.
El arte entonces está marcado por esa doble naturaleza
del lenguaje: tiene una parte material y otra inmaterial.
Se trata de la tradicional oposición entre la materia y la
idea, la palabra escrita y la imagen a la que remite. Esa
es la condición simbólica de todo lo construido por el
hombre. Una silla es una silla, pero también es un pedazo
de madera, una pintura es pigmento y lienzo, pero
también una imagen. Los signos son ellos mismos
(entidad material) pero siempre remiten a otra cosa (idea,
significado, contenido).
Bruguera, hay implícita una visión del lenguaje, del arte, de la retórica, de los signos, de
20
lo que para ellos es el tema de esta (el contexto colombiano); y eso implica pedirle que
sea transparente, que sea idéntica a aquello que -según ellos- intenta representar.
Para estos críticos la obra no dice nada, depronto porque están tratando de
formales) de la obra hace que ignoren dónde está el quid de esta. La pieza de Bruguera,
más que un cuadro figurativo que intenta representar un objeto o un contexto, tal vez lo
Meirelles Inserción en Circuitos Ideológicos (Proyecto Cocacola 1970) que hiciera una
El descuido hacia los aspectos retóricos del performance de la cubana hace que
estos críticos olviden que la obra no está en lo que Bruguera traía preestablecido a
Colombia ( tres panelistas, qué tipo de panelistas, y qué iba a pasar mientras los
tipo de asistentes, moldearon lo que Bruguera traía planeado, y en ese sentido, la obra
Aquello que vehicula el contenido de una obra es la retórica que utiliza, las
21
obra de Bruguera, se los ignora. Esos aspectos formales, de ese performance específico
tienen que ver, como decíamos, con el espacio en donde se hizo, con el discurso con que
la artista enmarca su obra, con las características de los asistentes, con el efecto que la
qué museo o galería estaban, en qué sala de estos espacios, junto a qué otras obras.
Ahora se considera que los espacios del arte y los canales por donde el arte circulan son
decisiones de dónde poner una obra, ahora hacen parte de la lectura que hacemos de
exige una lectura contemporánea, distinta a la que se hacía con las pinturas en el siglo
XIX.
contenido (y ese vehículo es “la retórica”); la postura implícita aqui es la que plantea
modo de escribir de los textos a los que nos hemos referido en esta primer momento.
más específicamente-).
Ese descuido implica pensar los elementos retóricos como meras herramientas
discursivamente, que tienen una vida propia porque son históricos y convencionales
22
( tienen unas reglas de uso, una historia de cómo han sido usados y transformados). Esta
escritura, etc.) contamina todo lo que a través de esos medios circule. Pensar la escritura
posibilidades.
23
Esta idea complementa la de Elkins: abogar
porque los aspectos formales de un texto sean tenidos en
cuenta, no implica necesariamente volverse un escritor o
un artista retórico -en el sentido que lo plantea
Agamben-; no implica querer disolver el significado en la
forma y ver allí la única ley de la escritura. Si tanto
terroristas y retóricos terminan en lo mismo; tal vez lo
que sugiere Agamben es que para escribir (o para hacer
arte) y no ser presos de la retórica, hay que crear desde
la consciencia de la “ambiguedad fundamental del
lenguaje”. Conocer el medio en el que se trabaja (en este
caso la escritura y el arte), tal vez implica saber sus leyes
y sus trampas, las maneras en que podemos hacer uso de
esa “ambiguedad fundamental”.
24
Es “sólo” una cuestión de tono
autor necesita crear un tono de autoridad. Algo que contribuye en esta empresa es el
de llegada del juicio. Por esta razón, este tipo de crítica está saturada de adjetivos
forma de escribir:
“(…) hasta ese momento, no se había logrado el escándalo esperado quizá por la misma
artista que sonreía nerviosamente mientras veía pasar la bandeja de coca, como si era
“La gran mayoría no consumió coca, por recelo, o simplemente por miedo a ser
El crítico no cuenta lo que ve, sino sus interpretaciones sobre lo que ve. Es decir,
más que acciones, gestos, situaciones, nos habla de las intenciones de los personajes, de
los sentimientos que él infiere. Esta crítica del “punto de llegada” se evidencia también
juzga antes de dialogar con ella), y que tampoco se sitúa como interlocutor con el lector
pues de un observador omnisciente que desde lejos señala lo que está bien y lo que está
mal.
25
La necesidad de crear un tono así da cuenta de que el crítico considera que entre
más distante se presente el autor, tiene mayor autoridad. Así mismo debe ver él a sus
referentes intelectuales, y por eso considera que, a través de la citación de estos, se está
otorgando a sí mismo más importancia. Lo que muestra que sea esta la función de su
manera de citar, es que, por lo general en sus textos, el momento en el que inserta la cita
hace que se sienta que esta no es necesaria. Las citaciones de A, como varios
sentido del texto, sino que se trata de citar por la citación misma, para que se note que el
autor ha leído tal o cual referencia. A cita con frecuencia el concepto de posmodernidad
manera de mirar las obras y de ejercer su labor de crítico no tienen nada que ver con las
puede ver en el siguiente fragmento (extraído de una ramificación del debate sobre
Tania Bruguera, que se dio a partir de un texto que colgó Alberto Bejarano, titulado
“Suite Affaire Bruguera”, en el que presentaba sus ideas acerca de este concepto de
Dando las últimas puntadas sobre la conferencia que daré en unos minutos en la
Cátedra Marta Traba titulada “La corporeidad del lenguaje: Artaud, Grotowski y
26
honor me hace sobre todo porque me atreví a citar a Rancière que ahora se cita a
diestra y siniestra sin ningún rigor (…) Por supuesto yo estoy lejos de detentar la
verdad sobre el autor, así haya mantenido una correspondencia modesta con él, y
esté inmerso en sus tesis desde hace unos tres años ya, trabajando su
hice el pasado mes de junio en París por invitación del Collège Internacional de
ahora donde la relación entre arte, ética y política es fundamental (…) Es más, al
autor de dicho texto lo conozco desde que fue a una de mis conferencias en la
que él no tomará a mal mis objeciones a su texto. Esto es parte del juego
“académico” si se quiere28.
A parece estar diciendo que lo que le otorga autoridad son los créditos
académicos, y esto lo vemos de manera más explícita en las discusiones que se dieron
actual en torno al arte. Esta posición abrirá paso a una discusión en la que uno de los
actores hace de “vocero” de la escritura desde arte señalando las cuestiones que
diferencian esta forma de escribir y la académica. A esto me refiero más adelante, pero
27
lenguaje (cómo es su escritura en torno al arte, cómo esta forma de escribir se relaciona
con su objeto de estudio); y A parece tener una concepción muy particular de academia
en el aspecto tonal:
C:
le exijo al estudiante Alberto Bejarano que desmonte las fotos apócrifas adjudicadas en
D:
Miércoles de Museo. La altura que han logrado introducir en Esfera Pública es inédita
puesto que hasta ahora no habíamos tenido el privilegio de presenciar testimonios “in
construir lenguaje tan cara a la cultura escrita francesa desde el mismo Montaigne. (…)
notar que sus críticas se centran más en el estilo del crítico que en sus argumentos (esto
último sí sucede, pero con menos frecuencia), surge la pregunta de la validez de sus
28
observaciones. Se puede mirar como una crítica poco razonada y por ende muy
limitada, en donde los argumentos pesan menos que el tono del autor. Pero en esta
aparente debilidad hay también un mensaje: el tono es importante, el tono nos da cuenta
de intenciones del autor, de las nociones que tiene el autor sobre su propio trabajo y
expresión escritura desde arte. Veamos a continuación fragmentos de una discusión que
generó por una entrevista que le hicieron a Eduardo Serrano, y A participó con un texto
en el que planteaba que ahora la situación de los críticos de arte en Colombia es distinta
respecto a los tiempos de las rencillas entre Eduardo Serrano y Beatriz González,
porque ahora sí hay una posibilidad de hacer una carrera independiente como crítico, y
ya no estar, como antes, bajo la sombra de esas figuras estelares. Para él, este cambio se
Los tiempos han cambiado por fortuna y la Universidad afronta con seriedad los
grandes problemas que atraviesan el mundo del arte y de la cultura. Siempre lo ha hecho
nuestras universidades cada vez más surgen tesis bastantes serias que enriquecen el
discurso crítico y da la posibilidad que los futuros gestores culturales y críticos de arte
29
tengan una verdadera formación intelectual y una experiencia cultural. (…) cada vez
[el texto] va a la raíz de un problema de escritura que A y parte del “mundo académico”
académico que vive entre palmas y arcos de gazapos, sino de sensibilidad literaria para
saber “como” decir lo “que” se tiene que decir, una forma de escritura que estaría
atrapada entre el periodismo y la academia, que toma lo mejor de ambos mundos pero
no pertenece a ninguno.32
(maestría, pregrado y especialización) que para él son muestras claras del trabajo serio que hace
bien como un problema literario. (…) para comprender asuntos de arte, prefiero la
ligereza de la literatura a los productos que ofrecen los productos que cumplen con la
habla de la separación entre literatura e historia que tuvo lugar cuando se formaron las
primeras academias de esta disciplina. Esto sucedió como parte de la búsqueda por parte
narradores, más del lado del entretenimiento. El fragmento citado culmina así:
30
El tema de la historia llegó a ser de los otros historiadores. Y las narraciones que una
vez fueron el gran motor intelectual de las obras de Motley, el celebrado historiador de
El poder de hacer que el lector viva esos momentos desaparecidos, que sienta por un
instante que el pasado es más real, más urgente que el presente, fue dejado para los
permite, más que apoyar una polarización de las opiniones, es subrayar qué de la
diferencia. Por el momento, podríamos decir que una exigencia de rigor y seriedad no
viene mal, siempre y cuando esto no implique una escritura que en la manera en que
esté construida, poco tenga que ver con el arte. Se podría proponer incluso que en la
escritura desde arte el rigor está en “otra” parte distinta al de la seriedad académica. Tal
vez, la exigencia o la meta que se hace la escritura desde arte, como afirma Elkins,
además de decir cosas valiosas acerca del objeto de estudio, tiene el reto de igualar la
fuerza expresiva de la obra de la que habla34. El rigor y el reto de la escritura desde arte
no está entonces en agotar una explicación temática e histórica de la obra sobre la que
se escribe, sino, según Elkins, en “lograr reproducir en la prosa del texto, la energía, el
drama de esa obra de la que se habla”. Pedir y hacer menos, dice este autor, sería
31
Entonces esa distancia que instaura la escritura desde arte frente a la academia
está dada por una cierta creatividad, que involucra, en términos de C, un problema
literario, para saber cómo decir lo que se tiene que decir; o en términos de Elkins, un
de estudio (lo que en últimas también podría considerarse como un problema literario).
Sin embargo, esta “contaminación” no implica que la escritura desde arte sea
Ese problema del cómo decir las cosas es fundamental, pues implica que los
aspectos formales de un texto se ubiquen en primer plano. Esto incluye el tono, que
como lo plantea Elkins, no sería otra cosa que la voz del autor36. De allí que el problema
académica, como lo entiende Elkins, se fundamenta en gran medida, por la retórica que
caracteriza la mayoría de los textos de historia del arte, que se desprende de lo que él
Esta “urgencia legal” desde la que operan estos textos, es causada, por un lado, por que
arte, como todo intento explicativo es en alguna medida un ejercicio de poder, donde se
cree poseer, se cree haber abarcado y dominado el objeto o la imagen sobre la que se
habla. Pero por otro lado, el tono de “verdad legal” que caracteriza a estos textos, está
dado, en gran parte, porque las publicaciones académicas se usan para mantener o subir
el escalafón, y si este es el fin, la retórica clásica es más fácil de usar porque nos
32
argumentativa en la que se convierte, la mayor de las veces, el intento por producir
conocimiento.
esferapública tiene que ver con que escribir allí no genera ninguna prebenda en el
universo académico, y esto permite que tengan lugar diferentes formas de escribir; pero
ante todo, brinda una posibilidad más amplia de experimentar con la escritura misma.
configurando como un espacio para discutir urgencias, en donde los debates parecen
más intervenciones orales preocupadas por defender una idea -o al autor que la
Pasemos ahora sí a los textos que, aunque son intervenciones del debate en
escritos, plantean una propuesta. En gran medida, esa experimentación con la escritura
la vemos precisamente en la creación de una voz por parte de los autores. Varios son los
performance de Tania Bruguera; pero los autores que vemos a continuación plantean
una crítica no sólo desde lo que dicen, sino desde cómo lo dicen.
Recursos literarios
Lo interesante de los textos de B es que señalan muchos aspectos que ya habían sido
señalados por otros participantes del debate, pero su manera de hacerlo, más que un
33
juicio, o un informe de un análisis, más que la argumentación de unas ideas, es un
cuento, una ficción, un pequeño relato que él inventa, en el que a partir de la descripción
de acciones, pequeños gestos y detalles, nos deja ver, sin que él nos lo diga
para escribir, se trata de la elección de un marco distinto (el evento) para mirar la obra,
34
B señala, a través del detalle de las filas y las credenciales, ese matiz de jerarquías en un
evento que se dice político, que se autodeclara transgresor y busca resaltar prácticas
Bruguera, pero también denuncia que esa misma inocuidad hace parte de una más
Performance.
B participa con otro texto en el que crea otra ficción con la que señala lo anodino
y fútil del arte político frente a las cuestiones por las que dice preocuparse. En este
personaje), las acciones que esta hace, sus pensamientos y decisiones. Este texto,
termina así:
Tania Bruguera, una artista amante del riesgo y de la auto exposición cumple a
cabalidad su tarea, oliendo perico frente al público hasta que se le acaba la plata o,
mejor, hasta que muere, convulsionando de sobredosis ante un grupo atónito y morboso
de personas que acudieron a verla performar. La víctima, el guerrillero y el paraco se
reparten la plata que queda en el maletín y guardan la coca que les sobró. Salen
tranquilamente de la universidad, pensando en que por fin el arte social les dio algo con
qué poder hacer un mercado y con qué montar una microempresa (…)
La Cooperativa Multiactiva Tania Bruguera es una iniciativa de emprendimiento
colectivo formada por víctimas, paramilitares y guerrilleros de base, quienes se han
unido para formar una microempresa de producción, distribución y venta al menudeo de
estupefacientes de alta calidad y precios democráticos, que busca garantizar el digno
sostenimiento de sus miembros y la ruptura de las cadenas de distribución que hacen del
comercio de las drogas un mercado de capitales inflados y, en consecuencia,
productores de violencia. La cooperativa propende por la creación de cadenas sociales
que se distribuyen de manera equitativa las utilidades desprendidas de su negocio,
reinvirtiendo los excedentes en programas de desarrollo social y reeducación política de
comunidades vulneradas por la inhumana explotación de la que han sido víctimas a
35
manos de estamentos diversos de poder. ¡Por la plata para mi mercado y el de los otros,
Presente, presente, Presente!39
Como vemos, los señalamientos que aquí se hacen son sugerencias que se desprenden
argumentar el porqué piensa como piensa. En este caso, a diferencia de lo que veíamos
detalles pequeños. Se trata de un narrador que cuenta las acciones de sus personajes,
que los deja hablar, y no un narrador que todo lo sabe. No nos dice “Tania Bruguera es
superficial y su obra es trivial”, sino que nos muestra su visión de Tania a través de un
personaje que actúa y piensa. Igual que A, B interpreta las intenciones de los personajes
de sus narraciones, pero el fin de esto no es tanto enjuiciarlos, como crear una caricatura
que nos permite comprender la mirada del autor y los señalamientos que tiene por hacer
frente a lo que escribe. En ese sentido, no se trata de un dios omnipresente que juzga
desde arriba sus personajes, diciendo si lo que hacen está bien o mal, sino que al narrar
desde las acciones, su escrito toma de la literatura esa capacidad de complejizar las
actitudes humanas, sin clasificarlas y enjuiciarlas; sin que esto signifique caer en un
ironía.
D también se sale de esa mirada que imperaba en el debate. Al igual que B, lo hace a
través de la creación de una caricatura, esta vez no sólo de la artista, sino de los críticos.
la obra con el contexto en el que se inserta; y en un debate, como en efecto fue el que se
36
dio, que no desprendía su mirada de las intenciones de la artista, y que no miraba más
allá del interior de la obra, D aparece con un texto políticamente incorrecto, pues se
trata de una panegírico a la artista, y más específicamente, a su belleza física (la de ella).
Germán Arciniegas nos enseñó a los colombianos que la historia no es más que un
collar de anécdotas y ¿Qué se podía esperar de ese parvulado que consume arte social
en Colombia? Reducir el acto de Tania a la anécdota (…) ¡A quién le importa!. ¿Ese es
todo el nivel político del debate artístico en Colombia? ¿En la esfera publica? El pais
del chisme y el materialismo anecdótico. De la izquierda derechosa y la derecha
izquierdosa. Tania declarada heroína, vicariamente, por el parvulado de kínder. Tania
Luxemburgo. Tania Cano. Tania Salavarrieta (…) Digan lo que quieran de Tania, Tania
es la mujer hermosa que a sus 40 años andaba de performance. Tania con la sangre
Capablanca, Tania Dios relojero, Tania Leibniz del cálculo conductual, “Disertación del
Arte Combinatoria”. Pavlov del arte (…) A quién pues le importa si el perfomance era
barato o caro. Importante o no. Una mujer hermosamente despistada, que debe ser mas
hermosa en este momento, riéndose sola en un avión de un mundo que cree en sus
prestigitaciones, tuvo que lidiar por una semana con éste país cacofónico sin perder la
compostura. Y es que el verdadero performance no fué la tarea de la alumna desaplicada
que luego fué calificada por el maestro “pervert” con un 10. Fué la alumna misma con
su incomparable porte de princesa colonial, su pelo de Magdalena y su espectacular
talento para existir. Esa era la parte del performance que Tania no tenía calculado: verse
bella, radiante como Gradiva y ser una mujer hermosa y deseada. Porque al final, solo la
belleza queda. Como tiene que ser.40
Al igual que los otros críticos, D se centra en la artista, pero al revés, no la juzga sino
que hace una alabanza, y una de las razones por las que la alaba es su talante de
ajedrecista, lo que la equipara con dios y con Pavlov. Así, D hace un señalamiento
irónico (de una artista estratega, de una artista -como él la llamará después 41-,
una artista, sino que también se burla del arte político porque si al final lo único que
37
importa es la belleza, “como tiene que ser”, el arte político es, como el mismo D afirma
en otras de sus intervenciones42, una manifestación más del arte decorativo. Pero
además, podríamos pensar que este texto contiene un señalamiento a la manera en que
diferencien de los textos a los que nos referíamos al comienzo de este documento. Esta
ambivalencia les permite no juzgar a la artista y a la obra como bien o mal intencionada,
sino que la sitúan como una estratega, es decir, como alguien que sabe lo que quiere
lograr en el campo del arte (que no necesariamente tiene que ver con unas buenas
parecen sugerir estos autores, no es una persona ni buena ni mala, sino alguien que
busca lo que persigue. Además, la manera satírica de hablar de ella que utilizan, nos
reconocerla como una jugadora más dentro del juego del arte.
voz, en el sentido de que ha elegido una estrategia para enunciarse. Esta creación da
cuenta de un saber qué decir y cómo decirlo que surge del análisis de los puntos débiles
del debate en el que participa (de lo que la discusión necesita en ese momento). La
una burla como alternativa ante una discusión que ha asumido la cuestión desde la
culpabilización a la artista y que, en cambio, se fija en cómo los críticos están mirando
como una función, una voz que produce un efecto. No se puede considerar una “voz” a
38
aquella que hace parte del barullo, sino a aquella que propone una diferencia, un viraje
narrador (cómo habla, desde dónde habla y cuáles son sus funciones), y dado que esta
cuenta de una labor creativa del crítico, en la que se evidencia una elección por parte del
autor.
y también por que ambos recurren a la ironía), la intervención de D en este debate tiene
otras características, porque él participa con otros tantos textos en los que usa
bandera de su lucha.
Las otras cinco o seis intervenciones con las que participa D en el debate, están
construidas desde otras estrategias, y todas apuntan a lo mismo. Hay un texto en el que
presenta una agrupación por tesis de citas que refuerzan su planteamiento principal
acerca de lo obsoleto del arte político (en todos los debates D participa de la misma
manera, con ese único argumento que a veces se ramifica pero no deja de ser el mismo).
Entre estas tesis están: (a) hay que asumir la dimensión política del performance como
un acto de fe, dado que no es evidente, hay que creer y punto; (b) el artista político sufre
de megalomanía, pues cree ser más fuerte que la institución que pretende criticar. Por
último, a través de un video que cuelga como parte de su intervención, (c) se señalan los
39
sugeridas algunas ideas que él después puntualizará en una entrevista que le hace Jaime
Iregui, y que cuelgan en esferapública como parte de los aportes a la discusión en torno
al performance de Bruguera.
Después en otra intervención intenta argumentar, a partir de datos, por qué son
las ayudas financieras que recibe de empresas que tienen un perfil altamente
sospechoso. Con esto intenta mostrar al arte político como una extensión del status quo.
En otro texto, presenta un símil en el que compara el arte político con la religión,
señalando que este es el opio del pueblo, porque distrae a la gente y permite que todo
siga igual. Para finalizar, en la entrevista que le hace Iregui, D propone unas preguntas
que ayudan a pensar otros aspectos del debate que no habían sido discutidos: “¿Qué tipo
manejo del público evidencia el tipo de política que hay detrás?, ¿Qué metodologías
performance de izquierda, pues usa retóricas izquierdistas pero sus estrategias revelan
todo lo contrario.
misma y/o la artista, sino también en las características del evento que enmarcaba la
obra, en el discurso con que la artista lo enmarca (“arte político” y “arte de conducta”,
como ella lo llama), la recepción de la obra por parte de los críticos; y en el caso de D
los otros discursos que atraviesan los planteamientos y las estrategias de la artista (arte
Performance); todo esto da cuenta de que para ellos la obra no se define por sí misma,
40
diferente a lo que veíamos en las estrategias críticas de los autores a los que me referí al
Que D insista una y otra vez en lo mismo, que sólo le interese defender una tesis,
puede ser visto como una elección estratégica. Parece tratarse de la elección de la
bélico de esta p 41alabra. Un ritmo que va arrasando con todo desde una posición
parcializada sin tregua. Se trata de un solo argumento, de una única idea que se
despliega en varias subpartes, que comete el error de la “injusticia” (o del mal juicio) al
ejemplo, en una discusión que se dio en torno a la censura de la obra de Wilson Díaz de
todos los debates, mostrando citas, datos y argumentos para anular la validez política
del arte político. Sin embargo, el caso de esa obra de Díaz tenía ciertos matices que no
permitían que el trabajo fuera mirado bajo el mismo lente con el que D juzga todo; y
41
un intento “representativo”, funcionan como la
democracia (la democracia funciona en un plano
representacional, y por tanto falso. Funciona como la
representación del pueblo, un intento que es en sí mismo
imposible). Operar como propaganda, para Dan Graham,
implica no pretender hacer un arte representativo. El
lenguaje partidista, como le llama Nehamas, y el lenguaje
de propaganda, como le llama Graham, son análogos
puesto que ninguno pretende hacer democracia ni justicia.
La forma de operar de D, más ciega que lúcida, consiste en no pensar cada obra
la misma categoría que él invalida. Lo importante de esta ceguera, el lugar que tiene
este exceso dentro del debate, corresponde más con el de mantener una voz alerta, una
militancia de la sospecha, se podría decir. Más que abrir nuevos caminos a la reflexión,
lo que hace es mantenerse como un faro que no ilumina demasiado pero que evita el
42
El mismo rechazo y exasperación que genera este
tipo de escritura “hiperbólica”, es la que generó el
performance de Tania Bruguera, en su momento (el de la
Universidad Nacional en Bogotá). La obra de Burguera,
que también podríamos considerar “hiperbólica”, hace
uso de la radicalización de una visión -en extremo-
reduccionista del conflicto colombiano. Bruguera usa la
visión que circula en los medios de comunicación acerca
de la situación de este país, y la pone a actuar, la
devuelve sobre el conflicto colombiano, a manera de
experimento, a manera de detonar de reacciones. La
hipérbole en este caso, se encuentra en llevar al extremo
la simplificación. la caricatura consiste en exagerar un
rasgo; y eso fue lo que hizo Burguera, y a juzgar por la
manera en que se reaccionó frente a su provocación, los
colombianos “reaccionantes” (¿reaccionarios?)
habitaron con comodidad e ingenuidad el lugar de
caricaturas de sí mismos (empezando por los críticos de
arte de los que se hablaba al comienzo de este
documento).
Por su parte, D y B no sólo captan que lo de
Bruguera se trata de una frivolidad (cosa que captan
todos los críticos que participaron en esta discusión en
esferapública), sino que además fueron sensibles al
procedimiento de la artista, y le dan el trato absurdo a un
gesto que también lo es. Al arte responde con arte, y a la
caricatura con caricatura.
En este momento me gustaría pensar que a este
modo de operar se refería Elkins con la idea de
“reproducir, a través de la escritura, la dinámica de las
obras de arte de las que habla”. Aunque esta afirmación
implica algo problemático, y es creer que la función de la
escritura es la de reproducir algo que le es propio a la
obra de arte ( en ese sentido se le daría muy poca
autonomía a la actividad de la escritura). Pero hay un
error de traducción que ha atravesado todo este texto (el
de “Peso de pluma en una guerra de almohadas”), y es
que tal vez no es acertado traducir “to match” como
“reproducir”. Se podría reemplazar por: “ el texto debe
43
igualar las fuerzas expresivas de la obra”. Por otro lado,
Elkins exige además que debe igualarse también “el
drama y la energía” de los “acts of beholding”, de los
momentos en que el crítico/escritor se enfrenta a la obra,
cómo la recibe, cómo es ese diálogo (diálogo es una
palabra que podríamos usar en vez de “drama” 47. En
cualquier caso, esa empresa de igualamiento de la fuerza
expresiva de la obra es, según Elkins, un empeño que
tiende hacia el fracaso; y si es así, podemos rescatar las
mejores intenciones de esa empresa inventándonos otra
traducción caprichosa de Elkins: “igualar la fuerza
expresiva de la obra y poner en acción sus dinámicas más
relevantes”, puede ser entendido como lo que se acaba de
describir que hacen B y D: crean un texto que funciona
como la obra que describen, que utiliza aspectos del
modo de operar de la obra de la que hablan para
construir su texto. Esto no necesariamente debería ser un
requisito para poder escribir sobre arte, pero sí resulta
una estrategia interesante porque el texto dice cosas de la
obra desde la manera en que está escrito, sin que esto
signifique necesariamente que le resta independencia
frente a la obra. Más bien podríamos pensar que es una
manera de estar muy atento a los aspectos formales tanto
de la obra como del propio texto.
¡Ojo al lenguaje!
En la critica que hace C también se puede ver este recurso de usar diferentes voces y
funciones de lo que hemos llamado el narrador (la necesidad de referirse a esta palabra
radica en que pone de relieve una cierta manera de entender la función del autor a la
cual nos referiremos más adelante). Esto se puede ver en su proyecto crítico en el que
escribió sobre las exposiciones del premio Luís Caballero 2006-2007, textos que se
44
Ocho Capítulos y Medio”48. Allí se presenta una escritura que usa diferentes estrategias
y el narrador asume diferentes posiciones: (a) en un texto el crítico dice las cosas que la
obra le sugiere y las relaciona con citas de textos literarios, (b) en otro hay una persona
que le cuenta a otra un sueño, a través de un relato -que recupera cierto lirismo propio
del texto, nos dice algo de la percepción que había tenido el crítico de la obra); (c) en
otros cita textos curatoriales de las obras a las que se refiere, y no los comenta
explícitamente sino que los pone allí, como quien subraya algo, como quien señala sin
afirmar o explicar demasiado. También, de la misma manera que sucede con D y con B,
(d) la sátira la ironía y el sarcasmo juegan un papel más fundamental que accesorio en
sus críticas.
en otros debates. En la discusión que se dio a partir de la censura del video de Wilson
intervenciones49 de este autor se centran en revisar la mirada que los críticos están
haciendo de la obra, y recurre siempre a la estrategia de citar los textos, no sólo de los
como la trascripción de una entrevista hecha al embajador que censuró la obra, y las
políticas de la Universidad de los Andes (lo que proponía C era que la curaduría, al ser
–como hasta ese momento había sucedido- indicaba un menosprecio del valor de las
producciones académicas desde las disciplinas artísticas, dado que si lo mismo hubiera
45
medidas). En otro texto se dedica a criticar el tono con el que está construida una de las
este debate es subrayar que sus críticas tienen una estrategia transversal, y es la de hacer
utiliza, y no sólo en lo que se dice. El hecho de centrarse en esto, muestra que hay una
alerta que se tiene en cuenta: no se comunica a través del lenguaje, sino con lenguaje;
por lo tanto, la forma de un texto no es ajena a su contenido, sino que por el contrario
el lenguaje. El caso específico del debate de la censura del video de Díaz, C lo presenta
de la propaganda (el discurso del gobierno que se basa en ideologías y religiones, y -en
el caso colombiano- no tanto en una razón argumentada). Esta insistencia que hace este
La consciencia sobre estos aspectos es, en gran medida, aquello que apoya la
labor creativa del crítico, sus posibilidades de jugar con la escritura. En este sentido, así
el autor no haga “ficción”, ni textos evidentemente “creativos” (como los que presenta
C en el debate acerca del video de Díaz), estos textos muestran un interés que atraviesa
el trabajo de este autor, que es lo que posibilita que en otros textos pueda aparecer la
46
escritura desde arte. Así, aunque este autor con cada texto señale en su contenido
manifiesto problemáticas distintas, sus textos siempre dicen lo mismo, siempre alertan
sobre lo mismo: advierten que la labor del artista (y por ende del crítico), “en su
condición de hacedor”, no es tanto la de “manifestar con urgencia una opinión, sino [la
de] evitar que la capacidad generativa de su actividad se vea afectada por un uso
Algo que hay en común entre estos tres autores, como vimos, no es sólo la creación de
una voz, sino la posibilidad de jugar con varias voces, lo que refleja que estos autores
escribe, sino que se trata de una voz creada, de esta manera es un personaje el que se
47
decidir no quedarse en un sólo estilo, y experimentar con
la forma necesaria para cada texto.
como un sistema de representación que no es transparente, que tiene una vida propia y
unas características con las que se puede experimentar. Entonces el arte de la escritura
desde arte no está tanto en la posibilidad de crear una ficción literaria en vez de un texto
argumentativo, considerando que por ser la literatura más creativa que la ciencia, la
crítica o la historia, entonces allí está el proceder artístico. Más bien, lo que revela la
posibilidad de crear una ficción en vez de un texto argumentativo (esto último es lo más
y todas las posibilidades que esto brinda. Es esta posición reflexiva en cuanto a su
propio medio, lo que la escritura desde arte toma prestado del arte.
De ahí que la diferencia entre los críticos a los que nos referíamos al comienzo
respecto a estos últimos tres, radique en sus respectivas maneras de concebir su medio.
entonces así mismo se pensará la escritura, como algo que transporta algo ya acabado,
algo dado previamente. Si el medio no importa, sino únicamente el mensaje, pues allí no
hay posibilidades de jugar con la escritura. De aquí se desprende una concepción del
pensamiento como algo acabado, listo para ser transportado sin afectarse durante su
transporte; desde este punto de vista la escritura se limita a cumplir con una función
Finalmente, la diferencia que encontramos entre unos y otros de los críticos que
48
Mientras unos críticos se sitúan como conocedores de la verdad, otros combinan
acontecimiento54.
Los efectos que causa esta manera de escribir en el lector: además de informarlo,
lo hace reír; y aquí cabe preguntarse si el humor lo podemos tomar como equivalente a
una experiencia estética. Pero además de esto, lo importante del humor, y de escribir
entonces la pregunta es: ¿de qué manera nuestra forma de escribir asume esa distancia?
Elkins dice que muchos de los textos de historia del arte fallan porque su respuesta ante
49
la angustia que causa esta distancia (las obras no son enteramente atrapables), es usar en
exceso el recurso de la atribución (una cierta forma de explicar)57. Por su parte, Ortiz
afirma que, por mucho tiempo la función de la escritura sobre arte ha sido tratar de
reconstruir qué quiso decir el artista con su obra, creyendo entonces que la labor del
crítico es eliminar esta distancia que hay entre el lector y la obra. Si el crítico asume que
esta es su misión, entonces estará usando de una manera mimética la escritura, como
aquella cuya única función es transmitir una información, dar cuenta lo más fielmente
posible del origen y el mensaje de la obra (de la intención del artista). Precisamente eso
era lo que pasaba con la crítica que hacían los autores que revisamos a comienzo: se
informada. En ese sentido, la escritura sobre arte se convierte en un sustito pobre del
arte, y pierde su función analógica al acto creativo. Para Ortiz, la escritura sobre arte
experiencia, como suele pensarse (el crítico como artista frustrado), sino al contrario,
50
Como habíamos dicho, este trabajo intentaba retomar de alguna manera la
¿Tomarse la palabra, para qué?59 En el recorrido que hemos hechos, vimos algunas
funciones de la escritura que tienen lugar en esferapública, algunos escriben para anular
al otro como persona –y no tanto como autor-, otros para juzgar una obra, otros para
describirla y evaluarla, otros para hacer todo esto y además jugar con la escritura.
51
A MANERA DE APERTURA O RESIDUO
Escribir desde arte tiene que ver con estar alerta a los efectos que tiene la obra sobre
nosotros cuando somos espectadores, estar atentos a los ritmos, tensiones, y demás
propuestas materiales que hace la obra, pensar en un texto que no intente explicar la
obra, sino que sea autónomo respecto a ella, que independientemente de ella, el texto
tenga una vida propia. La escritura desde arte toma prestado del arte su capacidad para
reflexionar sobre su propio medio. En algunos de los textos sin nombre que revisamos
aquí parece haber una gran proximidad de la escritura desde arte con el humor.
“Una carcajada vale más que mil silogismos”, es una frase que se le atribuye a
H. L Mencken 60, uno de los mas mentados satiristas; quién sabe si esa frase la
inventaron antes o después de la conocidísima “una imagen vale mas que mil palabras”.
Podríamos forzar las frases, y decir que se tratan de una invitación a escribir desde la
imagen, es decir, escribir desde lo visual, desde lo que vemos de la obra y no sólo de lo
que creemos saber de ella (la misma estrategia que usa el dibujante). También
podríamos pensar que escribir desde el humor y la imagen son recursos similares por la
fundamental del lenguaje”. Hay un punto de vista que propone al lenguaje como
elemento que instaura la diferencia y la separación del hombre del reino animal. Cuando
decimos que el lenguaje es un sistema simbólico, nos referimos a esa capacidad que
tiene el hombre de ver una cucharada de sopa como lo que es y como un avión que
vuela hacia la boca -al mismo tiempo-; de concebir una palabra como sonido, concepto,
52
imagen y cosa a la misma vez; de ver en un mismo objeto una caja de Brillo, una caja
de jabones y una obra de arte. Esa capacidad de pensar desde esa “ambigüedad
fundamental del lenguaje” hace posible la ironía, la metáfora, el humor y el arte. Lo que
tienen estas cosas en común es que lo que las hace funcionar es la pluralidad de
sentidos. ¿Escribir teniendo en mente esa “ambiguedad fundamental del lenguaje” nos
puede evitar escribir pensando que hay una única verdad (un único sentido)?
53
NOTAS
1 Guillermo Vanegas, Aprender a discutir. Dinámicas de conversación en tres foros virtuales sobre arte
contemporáneo en el campo artístico colombiano 2000-2002 (Bogotá: Instituto Distrital de Cultura y
Turismo. Gerencia de Artes Plásticas, 2006), 66. En este texto se puede consultar la historia del
surgimiento de [esferapública], y su relación con otros dos espacios web de publicación sobre arte y
crítica.
2 Ibid., 67
3James Elkins, Our beautiful dry and distant texts. Art History as writing (New York – London:
Routledge, 2000)
4 Ibid., 247
5 En su texto, Elkins subtitula uno de los apartados como “Rhetorical Snap”, lo que podríamos traducir
como si el efecto de los elementos retóricos de un texto actuaran en el lector como una mordida repentina.
Es decir: la retórica muerde y no avisa. Lo que enfatiza el autor con este subtítulo es que la retórica sí
tiene un efecto en la manera como recibimos los textos que leemos, la retórica produce una acción que
deja huella (cicatriz de la mordedura o interpretación del texto por parte del lector). Que se trate de una
acción repentina, puede hacernos pensar que el efecto de la mordedura es de naturaleza automática, algo
mudo, que probablemente pasa inadvertido para el lector en una primera lectura. Sólo si se vuelve sobre
este aspecto y su manera de operar dentro del texto, nos daremos cuenta de que eso que pasamos por
inadvertido es aquello que determina nuestra relación con lo leído. Todo esto (el tono y la estructura de lo
textos) implica unas consecuencias epistemológicas, que Elkins señala en el mismo capítulo. Ibid., 238.
6 Ibid., 246. Los aspectos retóricos son absolutamente esenciales para el significado histórico de un texto.
Los aspectos retóricos, en otras palabras, son la forma del tema, y dado que el tema son las artes visuales,
la forma es exactamente lo que está en cuestión.
7 Carolina Ponce de León, El Efecto Mariposa. Ensayos sobre Arte en Colombia 1985-2000 (Bogotá:
Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Gerencia de Artes Plásticas, 2004).
8 Carolina Ponce de León, 260.
9 (Jaime Iregui citado por Vanegas) “Vanegas, Aprender a discutir, 70”
10 (Bernardo Ortiz citado por Vanegas) Ibid., 62
11 Carolina Ponce de León, 259.
12 Ibid., 260
13 Efrén Giraldo, “El Ensayo y las Posibilidades de la Crítica. Academia, opinión pública y
escritura” (ponencia presentada en el encuentro Critica y Contracrítica. Universidad de los Andes.
Octubre 6, 7 , 8 de 2008)
14William López, “La crítica de arte en Colombia. Amnesias de una tradición”. En Los pasos sobre las
huellas. Ensayos sobre crítica de arte, editado por Nicolás Gómez, Felipe González y Maria Clara Bernal
(Bogotá: Ediciones Uniandes, 2007), 15-39.
15 William López, “Esfera Pública: del margen a la legitimidad”, [esferapública] (Agosto 29, 2009),
http://esferapublica.org/portal/index.php?option=com_content&task=view&id=470&Itemid=79.
16Juan Camilo Serna, “[ ]” En Los pasos sobre las huellas. Ensayos sobre crítica de arte, editado por
Nicolás Gómez, Felipe González y Maria Clara Bernal (Bogotá: Universidad de los Andes, 2007), 81-95.
17 “Guillermo Vanegas, Aprender a Discutir”.
18 “Juan Camilo Serna, 83”
19 William López, “Amnesias de una tradición”, 28
54
20 Ibid., 29 El subrayado es mio.
21 Ibid., 29
22 AlexanderNehamas, “El más variado dominio del estilo” en Nietzsche, La Vida como Literatura
(México: Fondo de Cultura Económica, 2002) 38.
23En esferapública se encuentra un compilado de estos documentos periodísticos: http://
esferapublica.org/nfblog/?p=5312
29Lucas Ospina, comentó el texto “Suite affaire Bruguera”, [esferapública], comentario publicado en
Septiembre 22 de 2009, http://esferapublica.org/nfblog/?p=5603
30Carlos Salazar comentó el texto “Suite affaire Bruñera”, [esferapública], comentario publicado en
Septiembre 23 de 2009, http://esferapublica.org/nfblog/?p=5603.
31Ricardo Arcos Palma, comentó el texto “El Pasado en Presente (ii)”, [esferapública], comentario
publicado en Julio 25 de 2009, http://esferapublica.org/nfblog/?p=4234.
32Lucas Ospina comentó el texto “El Pasado en Presente (ii)”, [esferapública], comentario publicado en
Julio 25 de 2009, http://esferapublica.org/nfblog/?p=4234.
33Lucas Ospina comentó el texto“El Pasado en Presente (ii)”, [esferapública], comentario publicado en
Julio 26 de 2009, http://esferapublica.org/nfblog/?p=4234.
34 “A writen account that falls flat, that does not have “life” (in the writer´s sense of that word), that is
plodding, systematic, iterative, obedient to the protocols of some fixed methodology, or otherwise overly
rigid, may succeed in saying a great deal that has value; but will fail to make the attempt –allways
doomed to failure- to match the painting´s expressive force by an account of equal and symmetrical force.
A historical account, by this standard, takes as its criteria of excellence the ability to re-enact in prose the
relevant dynamics of the picture”. James Elkins, 247 – 248.
35 “Fried´s writing [se refiere a Michael Fried y su ensayo acerca de la pintura Burial at Ornans de
Courbet] entails an equal responsability toward the force of imagination, but always modulated by the
painting´s historical modes of reception. Any art historian would agree that art history should repeat
whatever it takes to be the structure of the picture or of its reception. The difference is that Fried adds an
extra criterion: that the historical commentary should also try to match the drama, or the energy, of the
particular acts of beholding. To do less would be to rescind part of the potential of writing and to play an
easier –and ultimately less interesting- game”. James Elkins , 248.
36 Ibid., 245
37 Ibid., 240
55
38Victor Albarracín, “Más Filas”, [esferapública] (Agosto 30 de 2009), http://esferapublica.org/nfblog/?
p=5211
39Victor Albarracín, “Utopía”, [esferapública] (Agosto 30 de 2009), http://esferapublica.org/portal/
index.php?option=com_content&task=view&id=971&Itemid=79
40Carlos Salazar, “Tania la Hermosa”,[esferapública] (Agosto 30 de 2009), http://esferapublica.org/
nfblog/?p=5211
41Carlos Salazar, entrevistado por Jaime Iregui, “Skinner para artistas”, [esferapública] (Septiembre 2 de
2009), http://esferapublica.org/nfblog/?p=5078
42 Ibid.
43Carlos Salazar, “El Artista como War Profiteer” (Septiembre 3 de 2009), http://esferapublica.org/portal/
index.php?option=com_content&task=view&id=386&Itemid=1.
44 Alexander Nehamas, 38
45 Dan Graham, “Punk as Propaganda”, en Rock Music Writings
46 Alexander Nehamas, 38
47 “the historical commentary should also try to match the drama, or the energy, of the particular acts of
beholding. To do less would be to rescind part of the potential of writing and to play an easier –and
ultimately less interesting- game”. James Elkins , 248.
48 Lucas Ospina, “Una Historia Crítica en Ocho Capítulos y Medio” (Bogotá: Ediciones Uniandes, 2008)
49 Lucas Ospina, “Los diplomáticos del sur”, “II. Los diplomáticos del sur: Fe de ratas: “espíritu de
cuerpo (diplomático)” y (su) misión diplomática”,” Los diplomáticos del Sur (III parte)”, “IV. Los
diplomáticos del sur: arte, universidad y propaganda”, “V. Los diplomáticos del sur: una lección de ´real-
politik´”, “el final del comienzo”, “VI. los diplomáticos del sur: lazos familiares”, [esferapública]
(Septiembre 3 de 2009), http://esferapublica.org/portal/index.php?
option=com_content&task=view&id=386&Itemid=1.
50 Que la estrategia utilizada al escribir revela algo sobre nuestra concepción de la escritura, es algo que
vemos en una estrategia que usan muy frecuentemente tanto C como D. Las intervenciones de ambos,
muchas de las veces, más que textos construidos enteramente por ellos, presentan unas citas que ellos
mismo han juntado, agrupado, y contrapuesto. Así, su labor ha sido la de poner a dialogar fragmentos de
los textos de otros. Hay que anotar que la insistencia en esta estrategia parece decirnos algo diferente a lo
que señalé respecto a las citaciones que utilizaba A, en las que la función de este recurso, como vimos,
consistía en ufanarse de sus conocimientos y referentes. Dentro del trabajo de estos autores, que la
citación sea un recurso transversal, y que con frecuencia reemplace la acción de escribir un texto –en el
sentido tradicional de la palabra-, nos habla de una labor del crítico que parece decir que este antes que
escritor, es sobre todo un lector. Esto también parece sugerir que si la escritura es la manifestación de un
punto de vista, pues los énfasis, lo que se quiere decir, se puede plantear a través de las palabras de otros.
Esta actividad del crítico como recolector de citas, nos recuerda a la práctica de Walter Benjamín, y sus
observaciones acerca del coleccionista como equivalente a una especie de flanneur, un espécimen
moderno que vagabundea, en este caso, entre el mundo de las imágenes y las palabras. De la misma
manera, esta acción trae a colación los cambios que ha sufrido la noción de artista desde el siglo XX, a
través de los cuales se va desplazando su naturaleza de creador por la de “juntador” de cosas ya hechas.
Tenemos entonces la figura de un crítico que más que ser el creador de un juicio, es aquel que construye
una sugerencia.
51Lucas Ospina, “Seis Anotaciones sobre Arte y Conflicto Armado”, [esferapública] (Agosto 15 de
2009), http://esferapublica.org/portal/index.php?Itemid=2&id=55&option=com_content&task=view
52 Alexander Nehamas, 37
56
53 Ibid, 38
54 “Problemas de la poética de Dostoievski”, Netsaber (Noviembre 15 de 2009), http://
www.netsaber.com.br/resumos/ver_resumo_c_54724.html.
55 Alexander Nehamas, 51
56 Alexander Nehamas pag. 53
57 “I Would take “atribution” to signify not only the connection of a name with a work of art, but all the
identifications (between school and work, work and date, text and work, pupil and master, technique and
result, style and culture, form and intention, symbol and meaning), and let me also encompass words such
as “discovery,” “connection,” “relation,” “model,” “history”, “observation” “revaluation” and others that
occur in the titles of art historical essays. All such synonyms attribute by connecting artworks with
singular external facts”. James Elkins, 233.
58Bernardo Ortiz, “Crítica y Experiencia”, Fabricaciones (Noviembre 20 de 2009), http://
fabricaciones.org/textos/criticayexperienciawebv102.pdf
59 Guillermo Vanegas, 60.
60 Tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Henry_Louis_Mencken (Septiembre 4 de 2009)
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