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Naciones y nacionalismos:

apuntes para el estudio de


una problemática
compleja.[i]
25 DE SEPTIEMBRE DE 2008JORGE SAID BARAHONA
Jorge Said Barahona (ii)
El estudio de los nacionalismos y los estado-nación, ha dado grandes pasos en este ultimo
periodo, la gran gama de estudios actuales al respecto, están hechos en base de los estudios
de principio de siglo XX, por lo tanto las nuevas revisiones son doblemente certeras y
también nos ahorran en el trabajo de volver a revisar las primeras escuelas que abordaron
esta problemática, como la escuela perennealista que aseguraba que la nación era tan vieja
como la historia.

Actualmente, podríamos enumerar una gran lista de autores para adentrarnos en esta
temática de estudio, pero me remitiré a nombrar solo los de mayor trascendencia, Gellner
(1997), Anderson (1993), Hobsbamwm (1991, 1992, 1996, 2000), Smith (1994), los cuales
a partir de la pregunta ¿Qué es la nación?, logran conjeturar en que se trata de un fenómeno
moderno el cual se a transformado en uno de los valores legítimos universalmente en la
vida política de nuestro tiempo (iii).
Sin embargo, en este breve resumen, nos dedicaremos a revisar lo propuesto por
Hobsbawm en su libro “naciones y nacionalismos desde 1780”, en el cual se sigue
alimentando este debate teórico que persigue la comprensión y el estudio de las naciones y
nacionalismos, como actores políticos claves para comprender lo que sucede en nuestro
tiempo.

Según Hobsbawm, se deben entender ciertos parámetros para aventurarnos a espiar los
pasajes de la identidad nacional:

La nación es un fenómeno reciente en los últimos siglos de la Historia.”El sentido moderno


de la palabra, en principio, nos remonta no más allá del siglo XVII, con algunas
excepciones precisas”.

Por lo tanto al hablar de Estado-Nación, debemos saber de antemano que se trata de una
entidad social ligada a cierto tipo de Estado territorial moderno (Hobsbawm 1992: 12-20).
En torno a esto, se ha generado un problema bastante llamativo con las definiciones, dado
que parten del establecimiento de un conjunto de criterios que pretenden reconocer a priori
una nación de otras entidades, lo que nos coloca frente a los criterios objetivos y subjetivos
del problema (iv).
De este modo, para Hobsbawm, “todo grupo suficientemente importante en cuanto al
número de sus miembros, que se considere como parte de una misma nación, será
considerado como tal”. En ese sentido, “para nuestras necesidades del análisis, el
nacionalismo es anterior a la nación. No son las naciones las que hacen a los Estados y al
nacionalismo; es a la inversa” (Hobsbawm 1992: 19-20). Por lo cual se dan por superadas
las primeras investigaciones que sugirieron lo contrario.

En consecuencia, la denominada cuestión nacional, se sitúa en un punto de intersección


entre la política, la tecnología y la transformación social.

En síntesis, se deben estudiar los procesos de formación y desarrollo de los movimientos


nacionales, los cuales pasan por una serie de etapas: a) una primera fase puramente cultural,
literaria y folclórica, b) una segunda fase, donde hace aparición un grupo de pioneros y
militantes de la idea nacional, y c) el momento donde emerge el programa nacionalista,
cuyos promotores van ahora en búsqueda de un sostén de masas (Hobsbawm 1992: 23).
Esta búsqueda de la masa social, es el inicio del proceso de creación de un estado nacional.

Debido a esto, para abordar su estudio como un fenómeno histórico, debemos de entender
que se trata de una construcción, esencialmente hecha, diseñada e impuesta desde arriba,
confrontándola siemprepor su comprensión naturalizada desde abajo, “es decir, a partir de
hipótesis, esperanzas, necesidades, nostalgias e intereses (…) de las gentes ordinarias”
(Hobsbawm 1992: 20-21).

Por lo tanto queda expuesta una necesidad de desarrollar estudios comparativos que se
inicien desde la cultura y se dirijan hacia las estrategias, producciones y procesos.

Como por ejemplo, la conciencia nacional, la cual se desarrolla de manera diferente por
regiones, como el caso ilustrativo de los indígenas Aymaras, los cuales asumen ser
chilenos, pero resisten y se manifiestan simbólicamente contra esa condición a través de los
ritos, vistiendo los colores de la bandera peruana o reproduciendo sus himnos y canciones
del folklore peruano.

En este sentido, creemos necesario resaltar que los nuevos estudios en torno a esta
problemática, deben dejar de lado la perspectiva de que los sujetos son consumidores
pasivos de la producción cultural impuesta, siguiendo a Antonio Gramsci, se puede señalar
que todo hombre es un filosofo que da significancia a los significados hegemónicos y a su
realidad, partiendo desde la base de que todo hombre, por el solo hecho hablar, indica que
tiene su concepción del mundo, porque el lenguaje es siempre de modo embrionario una
forma de concepción de la sociedad, aunque sea inconsciente o meramente acrítica, existe
una participación del sentido común, y eso es lo que hace a los sujetos ser consumidores y
participes activos de la producción hegemónica (v).
Notas:
[i] Ensayo basado en: Hobsbawm, Eric; Naciones y nacionalismos desde 1780, editorial
Critica, España, 1992.

([ii] Estudiante de la carrera “Licenciatura en Historia”,www.no-historia.blogspot.com.


[iii] Anderson, Benedict; Comunidades imaginadas: reflexiones sobre el origen y difusión
del nacionalismo, Pág. 203, editorial FCE, México, 1993
[iv] Esto se puede ejemplificar, señalando que hay una perspectiva objetiva principalmente
marxista, la cual reconoce que la invención de las naciones corresponden al hecho principal
de disfrazar y redimir el impacto de las marcadas divisiones sociales del sistema capitalista.
Por otra parte las perspectivas subjetivas, aunque no niegan lo anterior, buscan identificar a
los sujetos como agentes sociales de este proceso, el cual como hemos visto, corresponde a
un dispositivo horizontal por ende existe un uso que se extiende de lo cotidiano a lo
generacional.
[v] Grouppi, Luciano; “El concepto de Hegemonía en Gramsci”, ediciones Cultura Popular,
México, 1978.
http://www.gramsci.org.ar/12/gruppi_heg_en_gramsci.htm

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