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Cuando hablamos de casa, hogar, familia, hijos, Templo, inclusive cuando hablamos
de patria, estamos hablando de un espacio que nos da una identidad, nos transmite
paz, tranquilidad, confianza, protección y otros sentimientos agradables. Estos
sentimientos afloran cuando entramos a nuestro hogar (o al Templo de nuestro
Dios), por ejemplo, cuando estamos con nuestra familia y cuando llegamos a nuestra
tierra después de un viaje. “Nada puede existir sin un espacio que lo contenga”, así
como el hombre no puede existir sin una mujer donde se forme y lo dé a vida, por
ello la mujer tipifica la tierra, en las escrituras, lugar donde es sembrada,
resguardada, protegida, acogida la semilla (BET). Es necesario el hogar, es
necesario ese lugar donde nos alimentamos de sentimientos positivos, del contacto
familiar y del espacio que nos identifica.
Filipenses
3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos (identidad), de donde también
esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
Genesis 7:1
7:1 Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa (BET) en el arca; porque a ti he
visto justo delante de mí en esta generación.
El Eterno ordena a Noé cambiar de “espacio” para vivir, dejar el espacio donde ya
no estaba a salvo para entrar a otro (Arca) donde si lo estaría, por lo que considero
que el “arca” de Noé también forma parte del significado de BET. De hecho, el Arca
del Testimonio es una “Casa” (BET) donde reposa, en su centro, la Torá y sobre el
arca está el propiciatorio, la tapa, donde el Eterno se comunica con Moisés. Por
cierto, el propiciatorio me trae a memoria la Kipá. Me explico: si Dios habita en
nosotros, nosotros tipificamos el Arca donde Su Ley (la Torá) debe estar escrita o
guardada, en nuestro centro (corazón), y sobre nuestras cabezas la Kipá (el
Propiciatorio) donde el Eterno se comunica con nosotros, tipificación del Mesías (la
puerta). Entendiendo esto, nosotros, cada uno de los que creemos, somos BET de
Dios, somos casa de Dios.
1 Corintios
6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo (BET) del Espíritu Santo, el cual está
en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Exodo
Juan
10:9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará
pastos.
Casa de Abram
Genesis 12:1
Casa de Abraham
Genesis
15:5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las
puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
Genesis
Casa de Jacob
Exodo 1:1-5
1:1 Estos son los nombres de los hijos de Israel (BET) que entraron en Egipto con
Jacob; cada uno entró con su familia:
1:2 Rubén, Simeón, Leví, Judá,
1:3 Isacar, Zabulón, Benjamín,
1:4 Dan, Neftalí, Gad y Aser.
1:5 Todas las personas que le nacieron a Jacob fueron setenta. Y José estaba en
Egipto.
Ezequiel
20:5 y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: El día que escogí a Israel, y que alcé mi
mano para jurar a la descendencia de la casa (BET) de Jacob, cuando me di a
conocer a ellos en la tierra de Egipto, cuando alcé mi mano y les juré diciendo: Yo
soy Jehová vuestro Dios;
José el hijo de Jacob, primogénito de Raquel, tenía sueños que probocaban a celo a
sus hermanos. Hubo un sueño en especial que alteró hasta al mismo Jacob, mas
abajo hablaré de ello.
Escalera de Jacob
Considero importante añadir a este artículo algo sobre la Escalera de Jacob ya que
tiene una conexión directa con la “Casa” de Dios. Esta escalera es la conexión que
se logra en el momento en que pasamos a ser llamados hijos de Dios. La escalera de
Jacob tiene todo que ver con el lugar donde el Eterno se comunica con nosotros, lo
cual nos lleva a recordar el propiciatorio y la Kipá que mencioné anteriormente. Es
exactamente en la cabeza donde están nuestros pensamientos y donde nosotros
mantenemos comunicación con el Eterno y con su Hijo (la puerta).
Genesis 28:17
28:17 Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa
(BET) de Dios, y puerta del cielo.
Hebreos
10:19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar
Santísimo por la sangre de Jesucristo,
10:20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su
carne,
10:21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
10:22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados
los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
Este lugar fue llamado Betel por Jacob después de haberse quedado dormido con
una piedra de cabecera y haber visto en sus sueños la entrada a la “casa” (Bet) de
Dios.
Casa de Judá y Casa de Israel
Estas dos casas fueron creadas en el momento en que se dividió el pueblo hebreo
tras la muerte del Rey Salomón. estas son las BET (Casas) que el Eterno promete
unir bajo una misma autoridad, promete re-establecer el reino de Israel bajo un
mismo rey, una misma Vara, esto es, ambas casas reconocerán su Autoridad,
estableciendo de nuevo una sola Casa (BET)donde El será su Dios.
Ezequiel
Exodo 40:34-38
Jeremias
31:33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,
dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón (en su centro,
como el Arca dentro del tabernaculo en medio del pueblo hebreo); y yo seré a ellos
por Dios, y ellos me serán por pueblo (esta hablando de BET, de una familia, de un
hogar, de una descendencia).
Así como fue establecida la ubicación de las tribus de Israel y el Tabernáculo
(BET), así debe existir dentro del corazón de cada creyente. Guardando asimismo
Su Torá.
Efesios
3:17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados
y cimentados en amor,
3:18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la
anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
3:19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis
llenos de toda la plenitud de Dios.
1 Juan
3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de
Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos
de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le
veremos tal como él es.
1 Juan
3:9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de
Dios permanece en él (somos la casa de Su Simiente); y no puede pecar, porque es
nacido de Dios.
Efesios
Apocalipsis
JUAN
17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que
también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como
nosotros somos uno.
17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el
mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí
me has amado.
Dios es Luz por lo que la simiente de Dios que fue introducida en cada creyente la
podría comparar con un fotón, una partícula mínima de energía luminosa, que da
luz a nuestro templo (BET), aumentando cada vez mas su intensidad. Como dijo
Yeshúa:
Mateo
13:33 El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y
escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado.
Bet = 2
Sueño de José Ben Jacob:
Genesis
37:9 Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciendo: He aquí que he
soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a
mí.
37:10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo:
¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a
postrarnos en tierra ante ti?
Deuteronomio
30:19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he
puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la
vida, para que vivas tú y tu descendencia;
Aún en este versículo hay información sobre como es la Casa Celestial y como la
Terrenal, y mucha información muy profunda que debemos escudriñar hasta
encontrar. ¿Quieren encontrar un gran tesoro? este es el “espacio” (BET- Reino de
los Cielos) creado por el Eterno donde podrán encontrarlo.
Mateo