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HISTORIA

ba a punto de ser aclamada como demo- mundo entero han adelantado en forma El primer volumen está consagrado
cracia latinoamericana ejemplar. La eco- consciente y organizada desde la déca- al tema Mujeres, historia y polftica, en
nomía mostraba altísimas cifras en su rit- da de 1960. Como resultado de esas donde se incluyen trabajos que anali-
mo de crecimiento. Parece que después luchas teóricas y prácticas, se ha ido zan la situación de la mujer desde las
la historia colombiana fue un solo des- constituyendo eso que, en forma un sociedades prehispánicas hasta el pre-
censo hacia la derrota, como los colum- poco ambigua, se denomina feminismo, sente. Las diver~as autoras y autores se
nistas de los periódicos afirmaron últi- pero que en realidad debería llamarse concentran en temas específicos, que en
mamente: después del 9 de abril de 1948, feminismos, por la diversidad de inter- algunos casos analizan a partir de fuen-
después del "bogotazo", la nación no fue pretaciones e intereses en juego. Los tes primarias y en otros de fuentes se-
nunca más la de antes. feminismos, de muy diversas tenden- cundarias, según la disponibilidad de
El punto clave para entender a Co- cias ideológicas y políticas, han ido información, que en el caso de la mujer
lombia son, entonces, los últimos cin- construyendo una crítica seria y razo- --como sucede con todos los grupos
cuenta años. ¿Qué pasó después del ase- nada al patriarcado (en América Lati- sociales marginados u olvidados- se
sinato de Gahán? Desafortunadamente, na, el machismo) y han reivindicado las hace todavía más difícil, por lo menos
el libro pasa muy rápido por encima de especificidades de las luchas de género para los períod~s prehispánico y colo-
la historia contemporánea y la describe propias de la condición femenina. nial, en la medida en que o no existe
solamente entre los parámetros de "la documentación o las mujeres aparecían
revolución en marcha", la era de la vio- muy de vez en· cuando en la informa-
lencia (que parece no haber terminado) ción oficial. Este primer volumen está
y el Frente Nacional. dividido en tres partes: la primera hace
un recorrido histórico, la segunda se
HELMUT SPREITZER ocupa de la evolución de la legislación
sobre la mujer y la tercera trata de la
situación actual de las mujeres.
Entre los ensayos más sugestivos se
encuentra el primero de Roberto
Herrera, consagrado a las mujeres en
Una historia las sociedades prehispánicas, tema en
de mujeres en un país sí mismo de difícil manejo, si se tiene
de "machos" en cuenta la poca información disponi-
En Colombia, como era de esperar- ble. Sin embargo, el autor, a partir de la
se, los efectos tanto analíticos como reconstrucción de mitos y cosmogonías,
prácticos de las luchas femeninas han ubica el papel fundamental que la mu-
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Las mujeres en la historia de demorado en llegar, pero ya se obser- jer desempeñó en estas sociedades, al
Colombia. Tomo 1: Mujeres, historia y van los primeros resultados en el plano igual que la forma como era vista por
política investigativo y académico. No obstan- la sociedad en su conjunto. Contrastán-
Magdala Velásquez Toro (dirección te, pese a todos los cambios experimen- dolo C(:>n el papel subordinado y de in-
académica) tados por la sociedad colombiana, las ferioridad que tiene la mujer europea
Consejería Presidencial para la Política mujeres -y sobre todo las mujeres del siglo XV, el autor indica que en las
Social, Presidencia de la República de pobres- siguen siendo el sector social sociedades indígenas no existía tal con-
Colombia, Grupo Editorial Norma, más explotado, oprimido y marginado. cepción, puesto que a las mujeres se les
Santafé de Bogotá, 1995, 456 págs. Como un resultado de esas preocupa- asignaba un papel central en el naci-
ciones e influencias feministas, recien- miento de las culturas (pág. 8). Las pau-
Actualmente, en el ámbito internacio- temente se ha publicado la colección Las tas culturales y sexuales de esas socie-
nal, entre los desarrollos más notables mujeres en la historia de Colombia, en dades no se regían por los criterios que
de la disciplina histórica, tanto desde tres compactos volúmenes. Este trabajo después de 1492 se impondrán a san-
el punto de vista teórico como empíri- recopila un total de 52 ensayos escritos gre y fuego, tales como la virginidad,
co, se cuenta con lo que se ha dado en por más ·de 40 investigadoras e investi- la pureza, el matrimonio consagrado
llamar la historia feminista, que ha pro- gadores, que pretende abarcar la historia por una institución diferente a la mis-
porcionado notables contribuciones al de Colombia desde los tiempos preco- ma sociedad, o la familia monogám.ica.
estudio de la s.ociedad en general y más lombinos hasta el presente. Seguidamente se analiza a la mujer
exactamente de esa "mitad invisible" de Teniendo en cuenta la diversidad te- castellana, mostrando las diferencias
la humanidad; es decir, de las mujeres. mática y analítica, es difícil y pre- culturales más signifi.,cativas que la dis-
Esos avances historiográficos no han tencioso hacer una reseña de tan varia- tinguen de las mujeres indígenas, y que
sido un resultado puramente intelectual da producción. Por esta circunstancia, son una cl&ra expresión .de la cultura
o académico sino que se inscriben den- este comentario sólo pretende efectuar católica ortodoxa que vendrá coa la
tro de los muy diversos y complejos algunas glosas marginales a estos tres conquista del continente. Justamente, la
procesos de lucha que las mujeres del volúmenes. mujer castellana padecía todos los su-

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HISTORIA

frimientos y discriminaciones que lue- católica, confesional y moralista sobre margen de estas dos imprecisiones, esos
go se importarán violentamente al con- la mujer que se reforzó durante la Re- capítulos de tipo j urídico precisan bien
tinente americano. Es la clara expresión pública Conservadora, y en segundo el cuadro general del debate respecto a
de la mujer reducida al ámbito privado lugar, que pese a diferencias progra- la condición femenina y permiten cap-
y doméstico; sin más perspectivas que máticas entre los dos partidos tradicio- tar el tipo de mentalidad machista pre-
servir al hombre, sea su padre, herma- nales, con contadas excepciones en el dominante en Colombia en el ámbito
no, esposo o hijo; privada de cualquier seno de cada uno de ellos, se identifi- de la "alta política".
libertad o derecho; sumida en las acti vi- caban en cuanto al papel subordinado En la parte final del libro, consagra-
dades puramente reproductoras o místi- y a la supuesta inferioridad de la mu- da a la situación de las mujeres hoy, se
cas, sin ningún contacto con el mundo jer, argumento que se estilaba para ne- analizan distintos aspectos de tipo la-
exterior, salvo en trabajos excepciona- garle la igualdad de derechos y oportu- boral, político, electoral y de la vida
les o en la prostitución. Todo esto re- nidades e n los espacios públi cos y cotidiana. A mi modo de ver, en gene-
forzaba la imagen dual de la mujer en familiares. Es interesante recordar que ral ésta es la parte más floja de este pri-
el mundo católico-colonial: ejemplo de políticos liberales que han sido exalta- mer volumen y, posiblemente de la to-
pureza y castidad --como proyección dos como figuras democráticas, no sólo talidad de la obra, en virtud de una serie
imaginaria de la virgen María- o ma- de ese partido sino de todo el país, vo- de carencias analíticas para compren-
nifestación de la lujuria y el pecado ciferaban contra la igualdad de los der la situación actual de las mujeres
--como proyección imaginaria de Eva, sexos. Al respecto, se destacan voces en Colombia. En efecto, la visión, en
la primera mujer pecadora-. En diver- como las de Armando Solano, Antonio términos generales, es muy optimista
sas partes de esta colección se recorda- Rocha, Alberto Lleras Camargo, Cali- sobre las perspectivas de las mujeres en
rá este dualismo, el que se manifestará bán y Germán Arciniegas. Éste último, nuestro país, sin considerar para nada
más claramente en la época colonial, por ejemplo, llegó a afirmar en 1934 los desastrosos efectos del neoli-
como expresión evidente del predomi- que la mujer no debía ingresar en la beralismo en todos los niveles, de cu-
nio cultural y moral de la religión cató- universidad porque eso "traía como yas andanzas las mujeres son las más
lica, pero que incluso se proyecta hasta consecuencia principal varios trastor- directamente afectadas, no solamente
el presente en lo atinente a los estereo- nos sexuales" (pág. 220). Opiniones si- por los efectos laborales (desempleo,
tipos predominantes sobre la condición milares expresaron a lo largo del siglo flexibilización, privatizaciones, etc.)
femenina y al notable influjo de la mo- XX distintos portavoces de los partidos sino por los efectos sociales (incremen-
ral católica. y de la Iglesia católica. to de la prostitución, de la pornografía
Dos capítulos están consagrados a la infantil, del tráfico de blancas, etc.). La
mujer durante la independencia, uno de feminización de la pobreza habría sido
ellos dedicado a Policarpa Salavarrieta. una veta fecunda para analizar la situa-
Sustancialmente, éstos no aportan nada ción contemporánea y del inmediato
de novedoso a la comprensión del asun- futuro de la mujer y de la niñez colom-
to, quizá en razón de la imposibilidad biana, lo que también habría podido
de acceder a nuevas fuentes primeras. proyectar una diferenciación necesaria
Dos capítulos también están referidos en cuanto a género, complementada
a Soledad Acosta de Samper y a María obligatoriamente con la noción - hoy
Cano, la primera tal vez la mujer co- olvidada, pero a pesar de ello más váli-
lombiana más importante del siglo XIX, da que nunca- de clase social. Pues
sobre todo en el plano intelectual, y la no todas las mujeres se ven abocadas a
segunda la principal agitadora de ma- prostituirse o a perder su empleo, sino
sas que ha tenido el país en el siglo XX. que eso afecta muy particularmente a
Una parte sustancial del libro está En el capítulo de Magdala Velásquez las clases subordinadas de la sociedad.
dedicada a la condición jurídica de las se encuentran dos imprecisiones: una De alguna form a, estos vacíos son
mujeres (págs. 173-278 y 421 -455). En primera cuando afirma que en 19 19 en explicables por el optimismo pos-
estos capítulos se hace un detallado re- la Asamblea Obrera se fundó el Partido constitucional que se percibe en cier-
cuento de la evolución de la legislación Socialista Revolucionario (pág. 188), tos artículos, que deja la impresión de
colombiana con respecto a la mujer y pues el que se fundó fue el Partido So- que para mejorar la condición de las
de las diferentes conquistas hasta el día cialista; y una segunda cuando señala mujeres sólo bastan las disposiciones
de hoy. Se hace una descripción de los que en 1944 la lucha por los derechos jurídicas. En este sentido, si los análi-
debates des!UTollados en diferentes pe- femeninos contó con el apoyo de la iz- sis jurídicos son muy coherentes y or-
ríodos del siglo XX sobre el tema, ha- quierda, "agrupada en ese entonces en ganizados, los análisis sobre la situa-
ciendo resaltar tanto las posturas favo- · el Partido Socialista Revolucionario" ción real de las mujeres lo son menos.
rables como las adversas a las mujeres. (pág. 211). Este partido hacia años ha- No se encuentra una correspondencia
De ese análisis se desprenden varias bía desaparecido, y la organización co- en rigor y profundidad entre los dos
conclusiones: en primer lugar, el pre- munista de ese momento se llamaba terrenos de análisis. Pareciera que lo ju-
dominio de larga duración de la visión Partido Socialista Democrático. Al rídico determina lo real , por lo que el

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IDSTORIA

énfasis en esto último es menos acen- sociedad colombiana del siglo XIX preocupación histórica, puesto que es-
tuado. Tal vez con la excepción de los (págs. 169-203), del período 1900-1930 tudia diversos casos de la situación de
artículos consagrados a la violencia (págs. 322-358) y de la Colombia con- la familia y de la mujer negras en di-
("Mujeres y violencia, una historia que temporánea (págs. 454-459), que sirve versas regiones del país desde la llega-
no termina") de Marta Lucía Uribe como marco analítico general de cada da misma de los primeros esclavos al
(págs. 349-361) y a los "Estereotipos período. Estos artículos, justamente por actual territorio colombiano. Conside-
sobre la feminidad" de Juanita Barrero, su carácter sintético, no presentan nin- rando los casos cÍe los palenques, de las
la situación real de la mujer es consi- gún aporte sustancial al conocimiento haciendas, de los terrajes y de los cen-
derada en forma muy apresurada. El de cada período en general ni sobre la tros mineros, las autoras reconstruyen
artículo sobre la violencia plantea con situación de la mujer en particular. Por de manera aproximada la situación de
claridad las características de la violen- esta circunstancia, tranquilamente se la mujer negra, la que analizan a partir
cia "privada" y cotidiana que se ejerce habría podido prescindir de ellos como de la categoría, muy pertinente, de
sobre las mujeres, violencia que adop- se hizo con la colonia. "invisibilidad étnica", por lo cual se da
ta diferentes modalidades, tales como a entender que, si en la vida social, cul-
la violencia sexual, la violencia intra- tural y política nacional ha existido un
familiar, y los efectos de la violencia proceso de ocultamiento y marginación
estructural sobre la mujer. Por su parte, de los grupos étnicos negros, eso es to-
el capítulo sobre los estereotipos es un davía más evidente en el caso de las
muy serio análisis teórico-descriptivo mujeres.
sobre todos los prejuicios y lugares co- El resto de trabajos de la colonia se
munes repetidos hasta el cansancio en ubican, directa o indirectamente, en el
una sociedad tan machista y sexista campo de la historia de las mentalida-
como lo es la colombiana. des, estudiando aspectos tan variados
En resumen, si la proyección histó- como el crimen, la brujería, el control
rica de este primer libro es muy cohe- sexual y el matrimonio. Estos trabajos
rente -pese a la diversidad de mira- son muy desiguales, y algunos de ellos
das-, la parte referente a la situación muy repetitivos. Uno, como el trabajo
presente y a las perspectivas inmedia- El primer capítulo versa sobre la de Beatriz Patiño, es un estudio de caso
tas de la mujer en nuestro país es bas- mujer indígena ---escrito por la antro- muy localizado en Antioquia; otro, de
tante desigual, en la medida en que no póloga Myriam Jimeno-, y el segun- Ana María Bidegain, es muy esquemá-
se ocupa de considerar los efectos ne- do sobre la mujer negra ---escrito por tico y centrado en el caso español. El
gativos de la generalización del neo- Nina S. de Friedeman y Mónica Espi- de Ignacio Abello se concentra en el
liberalismo y de la "feminización de la nosa- . En sentido estricto; el primero caso de la Inquisición en Cartagena, y
pobreza" , lo que refuerza muchos de los de ellos no es un análisis histórico, sino Pablo Rodríguez trabaja bastante infor-
soportes del machismo y de la socie- más bien un estudio sobre el papel.de mación primaria y presenta un esfuer-
dad patriarcal capitalista. la mujer en algunas sociedades indíge- zo por analizar de manera más glob&].
nas actuales. De ese análisis se despren- el matrimonio en la sociedad colonial.
n de, por una parte, la diferente situación
Las mujeres en la historia de de la mujer en el seno de las diversas
Colombia. Tomo ll: Mujeres y sociedad etnias indígenas y, por otra parte, la di-
Magdala Velásquez Toro (dirección ferencia cualitativa entre el papel de la
académica) mujer en estas sociedades y el que
Consejeóa Presidencial para la Política desempeña en las sociedades occiden-
Social, Presidencia de la República de tales. A partir de tal estudio, se indica
Colombia, Grupo Editorial Norma, que una serie de presupuestos sobre la
Santafé de Bogotá, 1995, 537 págs. mujer occidental y católica -tales
como la virginidad, la dominación mas-
Este segundo volumen, de la misma culina, la contradicción entre reproduc-
manera que el primero, está ordenado ción y placer, etc.- no existen entre
de forma cronológica, a partir de la los grupos indígenas, pues sus lógicas
periodización tradicional de Colonia, culturales y simbólicas se rigen por
siglo XIX y siglo XX. Desde el punto parámetros completamente diferentes. Los capítulos sobre el siglo XIX se
de vista metodológico, se siguió el pro- La autora ·c oncluye que entre algunos ocupan de estudiar las Ielaciones entre
cedimiento de presentar una visión pa- de esos grup0s "en la vida diaria, las hombres, familia y ~ujeres. Se int_enta
norámica y sintética de los diversos relaciones entre los sexos son comple- hacer un estudio del papel de la mujer
períodos, con la evidente ausencia de mentarias e igualitari~?' (pág. 24). en diversos .g rupos social@.s deoim!l>-
una síntesis de la época colonial. Por lo El artículo de Nina de Friedeman y n6nicos, tales como 10~ artesanoS', 1~
demás, se hace una breve síntesis de la Mónica Espinosá sí tiene una mayor elites dominantes, las familias· catete-

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RESEÑAS HISTORIA

ras del occidente de Cundinamarca y la lencia en los años 50", que analiza va- Jaramillo y Betty Osorio (págs. 158-

familia de esclavos. Así mismo, se hace rios casos específicos, a la luz de testi- 212), "Las mujeres y la poesía" de Te-
una descripción de las características monios y entrevistas, que permiten resa Rozo (págs. 213-255). Todos es-
que a lo largo del siglo asumió el aproximarse a ese trágico período des- tos artículos, como otros que están
proverbial machismo colombiano, en de el punto de vista de algunas mujeres dedicados a las mujeres y al arte, se pue-
todos los órdenes de la vida social y protagonistas que expresaban distintas den considerar como una introducción
cultural. motivaciones a partir de los efectos que obligatoria para todos aquellos que
la violencia produjo en sus vidas. quieran conocer el importantís imo
En este volumen se hace un esfuerzo protagonismo literario y artístico que
por estudiar a los más variados sectores las mujeres colombianas han desempe-
femeninos de la abigarrada sociedad co- ñado en la vida nacional , pese a los
lombiana, pero se nota la ausencia de al- inocultables obstáculos y dificultades
gún estudio referido a la mujer campesi- que el machismo criollo les ha impues-
na, al fm y al cabo mayoritaria en el país to. Por esas páginas desfila un análisis
hasta hace apenas treinta años. Las in- de escritoras y artistas que son absolu-
formaciones al respecto son escasas, y tamente desconocidas para la mayor
el testimonio de Alfredo Molano no al- parte de ciudadanos colombianos, pero
canza a suplir esa ausencia. Al mismo que ponen de presente la vitalidad de
tiempo, tal vez por las prioridades de la la contribución de la mujer en la vida
investigación hasta ahora desarrolladas, artística y literaria del país.
se nota el predominio del estudio de
Los capítulos consagrados al siglo ciertas regiones, principalmente de
XX son un poco más variados, pues se Antioquia, no presentándose análisis
ocupan de temas tan diversos como las tan exhaustivos sobre las mujeres de
mujeres en la guerra; la relación entre otras zonas del país.
religión, fábrica y mujer; las mujeres
en la Violencia, y la evolución del pro-
m
letariado femenino en las décadas de Las mujeres en la historia de
1960 y 1970. El artículo de Carlos Colombia. Tomo··m: Mujeres y cultura
Eduardo Jaramillo se ocupa de las muje- Magdala Velásquez Toro (dirección
res en la guerra de los Mil Días (deno- académica)
minadas las "Juanas" de la revolución), Consejería Presidencial para la Política
que simplemente es la reproducción Social, Presidencia de la República de
pura y simple del contenido de un Colombia, Grupo Editorial Norma,
artículo varias veces publicado y reco- Santafé de Bogotá, 1995, 414 págs. Las otras contribuciones de este vo-
cinaclo sobre el mismo tema (por ejem- lumen se concentran principalmente en
. plo, en Anuario Colombiano de Histo- En este último volumen de la serie, se la época colonial, de la que se presen-
ria Social y de la Cultura, núm. 15, y abordan diferentes cuestiones relativas a tan un artículo sobre "La sexualidad y
en Memorias del Segundo Simposio diversos aspectos culturales relacionados la cultura femenina" y otro sobre "Las
s@bte la Violencia en Chiquinquirá, '
con las mujeres. A manera de reflexión mujeres en la Colonia". Este último, de
págs. 29-46). El artículo de Ana María general, Florence Thomas presenta una Pablo Rodríguez, es un complemento
J·a ramillo es un resumen de su investi- serie de consideraciones sobre el Pa- en algunas partes o una repetición en
gación sobre las obreras de F~bricato, triarcado y el papel subordinado de la otros del artículo que este mismo autor
que constituye un significativo áporte mujer en las sociedades contemporáneas, presentó en el segundo volumen. Por
a la historia de la clase obrera en gene- papel que sigue circunscribiéndose a la esta razón, pensarnos que este artículo
ral y en particular a la historia de las función puramente reproductora, centra- sobra; bien podría haber sido fundido
obreras colombianas. Se destaca allí el da en el hogar, la vida privada y las acti- con el anterior para elaborar solamente
papel de la moral católica y conservado- vidades domésticas. uno y no para figurar con artículos muy
ra, del celibato femenino, de la férrea y Una buena parte del libro está dedi- parecidos en uno y en otro tomo.
tradíci@nal estructura social y política, del cada a la actividad literaria de las mu- Pese a que se encuentra un artículo
anticomunismo ---todo lo cual refuerza jeres desde la época colonial hasta la sobre la moda en el siglo XX y un re-
el machismo y la discriminación de las actualidad. Al respecto, se encuentran cuento general sobre "Las mujeres en
obreras de Fabrkat0-, pero también la los artículos "Las mujeres en la litera- la historia de la educación", en general
tnursgresión que de todos esos meeanis- tura colonial" de Ángela Inés Robledo se aprecia un descuido de los estudios
mos'de subordinación y control efectúan, (págs. 24-46), "Mujeres en ~a literatura culturales sobre la mujer en este siglo
~n determinadas oeasiones las mujeres. del siglo XIX" de J ane Marie Dejong y sobre todo de los últimos decenios.
· ·S:e destaca ;también el artículo de (págs. 137-157), "Escritora~ colombia- En este sentido, no se profundiza
' Elsy Marulanda "Las mujeres y la vio- nas del siglo XX" de María Mercedes -aunque por momentos se mencio-

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RESENAS
HISTORIA

nen- en el análisis de los aspectos re- gación y de las preocupaciones actua- tuvieron como centro a la ciudad de
lacionados con la moda, la televisión y les. También es un instrumento valio- Bogotá entre 1893 y 1895, aunque, des-
el generalizado proceso de mercan- so para el lector desprevenido que sien- de luego, tuvieron distintas impli-
tilización de la mujer y todo lo que a ta interés por ampliar su conocimiento caciones políticas en diversos lugares
ella se vincula, desde su propio cuerpo sobre la "mitad invisible" de la socie- del territorio colombiano. Esos tres su-
hasta la maternidad. Tampoco aparecen dad colombiana. cesos fueron, en su orden, la insurrec-
estudios pertinentes a la forma como la ción popular de el1ero de 1893, un frus-
cultura de los medios de comunicación RENÁN VEGA CANTOR trado motín artesanal en 1894 y la corta
reproduce las imágenes más convencio- guerra civil de 1895. Aunque el objeti-
nales y retrógradas sobre la mujer, re- vo central del trabajo sea el análisis de
duciéndola a puro artículo de consumo estos acontecimientos, Aguilera Peña
o de placer, o como señuelo para propone un procedimiento analítico que
va más allá de los sucesos mismos
incentivar hasta las más inimaginables Merecido - tanto en el tiempo como en el espa-
formas de consumo en la "sociedad de
mercado". Nada de esto aparece en este reconocimiento cio--, consistente en considerar en una
volumen, lo que lo limita seriamente, a una excelente perspectiva amplia, que recorre la se-
si se tiene en cuenta la importancia de investigación histórica gunda mitad del siglo XIX, la evolu-
ción de los artesanos en la sociedad
analizar la brutalización cultural a que
está siendo sometida la humanidad en bogotana y la forma como se fue confi-
los actuales momentos de mundia- gurando una singular cultura artesanal.
Insurgencia urbana en Bogotá. M otín,
lización del capital, brutalización que conspiración y guerr a civil. 1893-1895 En este sentido, la investigación se
afecta en primer lugar a las mujeres. De Mario Aguilera Peña constituye en un hito notable en el aná-
la misma forma que, en lo relativo a los Premios Nacionales, Colcultura, Santafé lisis de la historia de los artesanos, en
procesos de antidemocratización y ex- de Bogotá, 1996, 476 págs. la medida en que aporta nuevo mate-
pansión de la pobreza, las mujeres son rial empírico a partir de la consulta de
las principales víctimas, lo mismo se una serie muy variada de fuentes pri-
puede decir con respecto a la enajena- Este libro recibió el primer premio en marias hasta el momento desconocidas
ción y despersonalización cultural. En el concurso de historia organizado por o poco consultadas y porque también
este terreno también las mujeres son las Colcultura en 1996, lo cual gratifica una se apoya en la moderna historiografía
principales víctimas, lo que refuerza de permanente labor investigativa de va- internacional para efectuar los análisis
una manera abierta los mecanismos de rios años. Aguilera Peña ya había dado teóricos pertinentes. En este aspecto, el
discriminación y de subordinación tanto muestras de su capacidad investigativa libro de Aguilera Peña guarda un per-
por parte de la sociedad capitalista en con la obtención de distinciones simi- fecto equilibrio - lo que no es común
general como del género masculino en lares en dos concursos de historia: uno en la historiografía colombiana- en-
particular. con motivo del bicentenario del levan- tre un sistemático trabajo de confronta-
tamiento de los Comuneros y otro con ción de fuentes y una rigurosa inter-
motivo de la conmemoración de los pretación teórica, pues suele ser
doscientos años de la Revolución Fran- frecuente que en Colombia existan los
cesa y su impacto en la sociedad co- dos extremos: o trabajos recargados de
lombiana. La concesión de este premio fuentes pero muy empíricos o con una
tiene, además, una extraña particulari- muy pobre interpretación (como suce-
dad, pues en el concurso de 1995 orga- de, por ejemplo, con el libro de Car-
nizado por Colcultura el mismo traba- men Escobar sobre Melo y los artesa-
jo no había recibido ningún tipo de nos') o investigaciones especulativas
mención, mientras que al año siguien- con una impresionante pobreza de
te recibió en forma indiscutible el pri- fuentes (tal como acontece, también
mer premio. Esto lleva a preguntarse para un caso próximo al de los artesa-
por qué un cambio tan radical en sólo nos, con el libro de Francisco G utiérrez
un año con respecto al mismo trabajo, sobre la cultura plebeya2 ), que, ,no obs-
No obstante los anteriores reparos, ¿o es que acaso eso tuvo que ver con tante, pretenden formular gtandes ex-
se puede decir que esta historia de las ciertas preferencias del j urado en la pri- plicaciones sin haber hecho el mínimo
mujeres en Colombia, se constituye en mera ocasión?, puesto que el libro que esfuerzo en la consulta de fuentes pri-
un importante punto de referencia para comentamos tiene de sobra méritos marias. Entre otras cosas, esto viene su-
todas aquellas y aquellos que en el fu- como para acreditarse un concurso se- cediendo por la in'fursión de poli-
turo quieran profundizar en la investi- rio e independiente. tólogos y sociólogos en el terreno de
gación especializada, puesto que estos El libro deAguilera Peña tiene como la historia sin respetar mínimamente
tres volúmenes presentan un inventa- objetivo principal el análisis de tres los criterios básicos de la investigación
rio detallado del estado de la investí- hechos históricamente encadenados que histórica. ··

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