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2017
La separación de hecho y el
abandono injustificado del hogar
conyugal. Notas diferenciadoras a la
luz de la jurisprudencia
Marco Andrei Torres Maldonado, Universidad Nacional Mayor de
San Marcos
Patricia Herrera Arana, Universidad de Lima
marcoandreitorresmaldonado/58/
La separación de hecho y el abandono
injustificado del hogar conyugal
Notas diferenciadoras a la luz
de la jurisprudencia
(*) Asociada del Estudio Fernández, Heraud & Sánchez Abogados. Abogada por la Universidad de
Lima. Curso de Especialización para Ejecutivos en Derecho Corporativo, Universidad ESAN.
(**) Asociado del Estudio Fernández, Heraud & Sánchez Abogados. Jefe de prácticas de Derecho Civil
en la Universidad de Lima y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Colaborador de la
Revista Persona de la Universidad de Buenos Aires.
(1) TORRES MALDONADO, Marco Andrei. La responsabilidad civil en el Derecho de Familia.
Daños derivados de las relaciones familiares. Gaceta Jurídica, Lima, 2016, p. 234.
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(2) PLÁCIDO VILCACHAGUA, Alex. Divorcio: reforma del régimen de decaimiento y disolución
del matrimonio. Gaceta Jurídica, Lima, 2001, p. 42. Según el citado autor, “las causas de separa-
ción personal o de divorcio vincular son supuestos de hecho que, en definitiva, implican una grave
violación de los deberes del matrimonio”. PLÁCIDO VILCACHAGUA, Alex. Ob. cit., p. 43.
(3) Las causales de divorcio son autónomas al estar reguladas taxativamente en la ley civil; por tanto,
los mismos hechos no pueden sustentar dos o más causales, que al respecto, si bien la imposibili-
dad de hacer vida en común es comprendida como una casual inculpatoria genérica, esta incorpora
supuestos distintos a los incursos en las otras causales específicas de divorcio. Casación Nº 212-
2006, Lima, Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República. El Peruano, 31
de julio de 2006.
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Por ende, al igual que toda norma legal, el fin último de los legisladores
fue el procurar resolver el problema social surgido entre dos personas que, a
pesar del tiempo, no tenían posibilidad legal de separarse y divorciarse, bajo
las estrictas causales del Código Civil.
(4) Tal ha sido el criterio recogido en la Casación Nº 22994-2005, Lima. En el mismo sentido, la Corte
Suprema –Casación Nº 1618-2004-Ica– ha señalado que “la aplicación inmediata que propugna
tiene como fin dar respuesta a un problema social que corresponde a nuestra realidad ante la exis-
tencia de matrimonios fracasados que en la práctica no cumplen con la finalidad del matrimonio”.
Según Fernández Baca, el 40 % de los divorcios en Estados Unidos ocurre antes del quinto año de
matrimonio, y la separación de cuerpos precede generalmente al divorcio por el lapso de uno o dos
años. Así, las tasas de divorcios son más altas durante los primeros años y los divorcios tardíos son
mucho menos frecuentes, pues el capital acumulado se hace más valioso si el matrimonio perma-
nece intacto. FERNÁNDEZ BACA, Jorge. “Sexo, divorcio y machismo”. En: Apuntes 30, Lima,
primer semestre, 1992, p. 19.
(5) En el cual se prescribe que son causas de separación de cuerpos: “12. La separación de hecho de
los cónyuges durante un periodo ininterrumpido de dos años. Dicho plazo será de cuatro años si los
cónyuges tuviesen hijos menores de edad. En estos casos no será de aplicación lo dispuesto en el
artículo 335”.
(6) El Derecho alemán contiene una regulación bastante amplia de las consecuencias jurídicas que
se derivan de la separación de hecho de los cónyuges. En principio, los cónyuges están obligados
a vivir en comunidad matrimonial. Pero si el deseo de un cónyuge de reanudar la vida en común
representa un abuso de su derecho, el otro cónyuge no tiene la obligación de acceder al deseo de
aquel. La separación de hecho no modifica en modo alguno el estado de las personas ni la naciona-
lidad de los cónyuges. Cada uno puede, sin embargo, elegir nuevo domicilio con plena autonomía.
Por lo que se refiere al derecho sucesorio, la separación de hecho no produce ningún efecto hasta
que se ejercite la acción de divorcio. Por último, la separación de hecho no lleva consigo ninguna
modificación del régimen de separación de bienes. Si existe comunidad de bienes los cónyuges pue-
den disolverla de común acuerdo (artículo 1474 del BGB).
(7) MAZZINGHI, Jorge Adolfo. Derecho de Familia: separación personal y divorcio. Tomo 3, Edi-
torial Abaco de Rodolfo de Palma, Buenos Aires, 1999, p. 423. En similar sentido, se ha manifes-
tado que la función de la institución de la separación conyugal no es clara ni pacífica en doctrina.
La teoría que prevalece puede ser considerada como la que ve la separación de hecho en general; y,
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en particular, la separación como un remedio a la imposibilidad de la coexistencia; pero hay los que
consideran que la separación implica “el hundimiento del matrimonio” y los “residuos y la ruina de
la familia” (traducción libre). CIPRIANI, Franco. Dalla separazione al divorzio. Jovene Editore,
Stampato in Italia, 1971, p. 6.
(8) PARIASCA MARTÍNEZ, Jorge. “La responsabilidad civil. Presente y distorsiones”. En: Ius. Nº 9,
Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, Chiclayo, 2015, p. 7.
(9) Cabe precisar que, mediante la sentencia recaída en el Expediente Nº 00782-2013-PA/TC, nues-
tro Tribunal Constitucional ha establecido que no procede la indemnización cuando el supuesto
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Siendo ello así, como bien apunta Rómulo Morales(11), el “daño perso-
nal” del segundo párrafo del artículo 345-A no es el daño a la persona del
artículo 1985 del mismo Código, ni tampoco el daño moral, entendido como
categorías típicas de la responsabilidad civil, sino significa el desequilibrio
económico que afecta al cónyuge perjudicado por la separación de hecho y el
divorcio.
perjudicado nunca se apersonó a juicio. Es decir, cuando el cónyuge que se presume agraviado por
la separación no expresa un interés personal ni económico por el hecho, no se debe dictaminar el
pago de una compensación económica.
(10) Tengamos presente que el principio que rige la compensación económica no es el intento de res-
tituir las cosas al estado anterior al hecho ilícito, sino corregir el menoscabo económico con una
mirada de futuro. CORNEJO GARCÍA, María Gloria. Particularidades de la responsabilidad civil
extracontractual en el Derecho de Familia. Memoria para optar al grado de licenciado en Cien-
cias Jurídicas y Sociales. Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Santiago, 2012, pp. 108
y 109.
(11) MORALES HERVIAS, Rómulo. “Resarcimiento del daño moral y del daño a la persona vs. indem-
nización del desequilibrio económico a favor del cónyuge débil en el Tercer Pleno Casatorio”. En:
Diálogo con la Jurisprudencia. Nº 153, Gaceta Jurídica, Lima, junio de 2011, p. 56.
(12) TORRES MALDONADO, Marco Andrei. Ob. cit., p. 239.
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(13) Sobre el particular, nuestra Corte Suprema ha establecido que “[C]onstituye motivación insufi-
ciente señalar que no existe cónyuge perjudicado sin tener en cuenta que el Tercer Pleno Casato-
rio Civil - Casación Nº 4664-2010-Puno exige analizar las siguientes circunstancias: el grado de
afectación emocional o psicológica de la recurrente; la tenencia y custodia de hecho de sus hijos
menores de edad y la dedicación al hogar; si dicho cónyuge tuvo que demandar alimentos para ella
y sus hijos menores de edad, ante el incumplimiento del cónyuge obligado; si ha quedado en una
manifiesta situación económica desventajosa y perjudicial con relación al otro cónyuge y a la situa-
ción que tenía durante el matrimonio, entre otras circunstancias relevantes como: las razones por
las que tuvo que abandonar el hogar conyugal; los procesos de violencia incoados; y si la deman-
dante cuenta con los medios económicos para subsistir a fin de cesar o no la obligación alimentaria
que el demandado está pasando por mandato judicial”. Casación N° 4166-2015-Cajamarca. Enton-
ces, para determinar la indemnización primero se debe establecer la existencia, en el proceso que
se trate, del cónyuge perjudicado. PLÁCIDO VILCACHAGUA, Álex. Las causales de divorcio y
separación de cuerpos en la jurisprudencia civil. Gaceta Jurídica, Lima, 2008, p. 56.
(14) VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. Tratado de Derecho de Familia. Tomo II, Gaceta Jurídica - Fondo
Editorial de la Universidad de Lima, Lima, 2011, p. 341.
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Una atenta doctrina argentina resalta que esta causal constituye un incum-
plimiento del deber de cohabitación que les impone el Derecho, y aclara que
dicha actitud debe revelar, por parte del cónyuge a quien se atribuye la causal,
una intención definitiva de apartarse de la convivencia con el otro(15).
(15) MAZZINGHI, Jorge. Derecho de Familia. Tomo III, Editorial Astrea, Buenos Aires, 1996, p. 140.
(16) CABELLO MATAMALA, Carmen Julia. Divorcio y jurisprudencia en el Perú. Fondo Editorial de
la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1999, p. 187.
(17) Ejecutoria suprema del 7 de julio de 1954. En similar sentido, se ha indicado que “aunque la sepa-
ración haya durado 10 años, no incurre en abandono malicioso la esposa, si el marido no tuvo hogar
propio y la llevó a vivir a casa de sus padres, en la que mantuvo relaciones ilícitas con una domés-
tica, viéndose la cónyuge obligada a refugiarse en casa de sus padres”. Ejecutoria suprema del 27
de marzo de 1956.
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artículo 335 del Código Civil, que a la letra prescribe que “[n]inguno de los
cónyuges puede fundar la demanda en hecho propio”(18).
El inciso 5 del artículo 333 del Código Civil, además, establece como
elemento el transcurso del tiempo; esto es, de dos años continuos o que
la duración sumada de los periodos excedan dicho plazo. Autorizada doc-
trina ha indicado que no se debe entender la necesidad de este lapso tempo-
ral de forma restricta. Si la persona se retira de su casa durante un periodo
razonable, un mes, por ejemplo, y se niega a volver, estará caracterizado el
abandono, la violación del deber de cohabitación(19).
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Las causas que legitiman a un cónyuge para dejar el hogar común vienen
a operar en el juicio de divorcio como un típico hecho impeditivo para que
actúe como causal de divorcio la prueba del abandono. Pero la carga de pro-
bar este hecho impeditivo pesa sobre el cónyuge que dejó el hogar. Es decir,
“el demandado deberá acreditar las causas que justifican su alejamiento”(24).
(21) PÉREZ CADENA, Lizbeth Patricia. Argumentación jurídica de la causal de divorcio por aban-
dono, vulnera el principio de igualdad. Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Regional
Autónoma de los Andes, Tulcán, 2015, p. 31. Nuestra jurisprudencia ha establecido que “[n]o hay
abandono malicioso si la esposa ha tenido que ausentarse de su casa, en diferentes épocas, por moti-
vos justificados, como enfermedades propias y de los hijos; y si, además, ha sido arrojada de su
hogar por el esposo, por cuanto este mantiene relaciones con otra mujer”. Ejecutoria suprema del
31 de octubre de 1953.
(22) Expediente Nº 3232-97-Lima.
(23) PILLASAGUA SÁNCHEZ, Evelyn. El abandono como causal de divorcio: unificación de plazos
y circunstancias. Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil, Ambato, 2016, p. 8.
(24) PLÁCIDO VILCACHAGUA, Álex. Ob. cit., p. 40.
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(28) BAQUEIRO ROJAS, Edgar y BUENROSTRO BALEZ, Rosalía. Derecho de Familia y Sucesio-
nes. Harla, México, 1990, p. 168.
(29) BELLOCQ, Pedro. “Diferencias entre el abandono voluntario y la separación de hecho como cau-
sales de divorcio y separación de cuerpos”. En: Revista de Derecho. Nº 12, Universidad de Monte-
video, Montevideo, 2007, p. 216.
(30) Casación Nº 1518-2006-Lima, Sala Civil Transitoria, 06/03/2007.
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