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CAPITULO III

LA URBANIZACIÓN UNIVERSAL

1. REALIDAD Y ORIGEN DEL


DESARROLLO URBANO

Rasgo fundamental de la situación actual que hemos tratado de caracterizar anteriormente era, como hemos
visto, el de la urbanización, es decir, el del crecimiento de las ciudades y el progreso y extensión de las
formas de vida urbanas, con un paralelo abandono del campo y de las formas de vida rurales.
En definición de Gottmann, la urbanización es «el proceso económico y social, político y cultural, que
conduce a la humanidad hacia formas nuevas de civilización, formas cada vez más urbanas, es decir, no
agrícolas, y que reposan sobre formaciones de elevada densidad y sobre ocupaciones divorciadas del tra-
bajo de la tierra». Es ésta una de las recientes definiciones de la urbanización, quizá la más completa de
las muchas que se han dado desde que en 1867 utilizara Ildefonso Cerda este término por primera vez en
su «Teoría general de la urbanización», como ya vimos al ocuparnos de este precursor del urbanismo.

117
lOOr

REINO
UNIDO

U.S.
JAPÓN

U.S.S.R.

Proceso de urbanización de los países


1800 1825 1850 1875 1900 1925 1950 1975 industrializados (según Kingsley Davis).

Otras definiciones pueden ser las siguientes: forma de vida, de los hábitos, de las costumbres y
«La urbanización contemporánea es un proceso de las relaciones entre personas» (Pjanik).
complejo que se ha venido desarrollando desde fe- Estas definiciones y otras que podrían darse son
cha reciente en conexión con las fuerzas producti- suficientemente explícitas como para requerir co-
vas y que se refleja en un rápido y vigoroso des- mentario alguno. Con ellas queda más precisado
arrollo de las ciudades y de las agrupaciones urba- uno de los rasgos fundamentales que caracterizan
nas» (Vogelnik). a nuestra nueva situación.
«Dentro de las condiciones contemporáneas, en- Ahora, reduciendo el campo visual desde aque-
tendemos principalmente por proceso de urbaniza- lla caracterización general, hacia este rasgo con-
ción el desarrollo de las ciudades, manifestado en creto, pero decisivamente definitorio, nos vamos a
un aumento de la población urbana y en la transfor- ocupar de ese fenómeno de la urbanización y de
mación de su estructura socio-económica. En un sus formas. Necesitamos empezar por este marco
sentido más amplio, la idea de la urbanización abar- general para ir centrando nuestro tema, aproximán-
ca todos aquellos procesos registrados en las agru- donos a él.
paciones rurales que conducen a una futura elimi-
nación de la diferencia existente entre las ciudades Algunos de los autores citados en el capítulo
y los pueblos o aldeas, bien sobre la base del des- anterior nos hablaban del crecimiento demográfico
arrollo de las actividades no agrícolas, bien sobre la universal con cifras y previsiones de gran trascen-
base de una transformación de la agricultura con dencia. En este momento debemos empezar a con-
arreglo a una técnica moderna y a unos fundamentos siderar las cifras y previsiones de ese crecimiento,
sociales» (Stefanovich). esperadas por los expertos, para la evolución de
«La urbanización es un proceso que está cam- la población precisamente urbana.
biando las estructuras socio-económicas y de rela- Desearíamos evitar la sequedad de las estadís-
ción de la población. Esto indica un aumento de ticas, en un texto como éste, no especializado, y,
la población ocupada en las actividades no agríco- por otra parte, tampoco es atractivo repetir una
las y otro aumento en el número de agrupaciones vez más lo que puede encontrarse en otros muchos
urbanísticas en que no predomina la actividad agrí- sitios. No obstante, por lógico desarrollo metodoló-
cola. Todo ello se traduce en transformación de la gico en el nivel de nuestra exposición, vamos a

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pasar por la consideración de algunos datos numé- queremos presentar una cifra que tenga el valor
ricos característicos, procurando tomar cifras tra- de un símbolo, equivale a la creación de 33.000 ciu-
ducidas a un lenguaje más próximo y a unas situa- dades nuevas de 100.000 habitantes, es decir, que
ciones concretas de significado más directo. Vea- de aquí al año 2000 sería necesario construir anual-
mos a continuación algunas de las afirmaciones que mente en el mundo unas 1.000 ciudades nuevas
se hicieron sobre estos temas en las discusiones de 100.000 habitantes cada una para absorber la
de la Reunión de Délos de 1963. aún vigentes. población urbana que se viene encima.
Si la población mundial está aumentando duran- En cuanto al ritmo histórico en que se ha ido
te el presente siglo a un ritmo mucho mayor que produciendo el fenómeno, las cifras dadas por
en cualquier época pasada, la población de los J. Gottmann son las siguientes: «Hacia 1800 exis-
centros urbanos ha aumentado a ritmo mayor que tían en el mundo 7 u 8 ciudades que agrupaban me-
el de la población total. En el siglo XVII no excedía dio millón o más de habitantes: cuatro en Europa
el 0,5 % anual. Durante el siglo XIX aumentó (Londres, París, Ñapóles y Constantinopla) y tres
el 2 % anual y hoy sobrepasa el 4 % en las pobla- o cuatro en Asia (Pekín, Cantón, Bombay y tal vez
ciones de más de 100.000 habitantes y está próxi- también Shangai). Hacia 1900 existían cuarenta y
mo al 5 % en las de más de 1.000.000. dos; en 1950, su número sobrepasa las 175 (com-
La población actual de las ciudades de más prendiendo en la aglomeración los arrabales). Pero,
de 100.000 habitantes, que totaliza unos 700 millo- sobre todo, lo que impresiona es la multiplicación
nes de personas, habrá aumentado en el año 2000 de las metrópolis, que aglomeran más de dos mi-
a 4.000 millones, es decir, un 48 % , y en las ciudades llones de habitantes: en 1900 estas metrópolis eran
de más de 1.000.000 de habitantes, cuya población siete (Londres, París, Berlín, Nueva York, Filadelfia,
actual suma 370 millones, habrá pasado a ser de Chicago y Tokio) y en 1960 alrededor de 50; en 1970
2.600 millones, es decir, habrá aumentado en serán, aproximadamente, cerca de 100, de las que 30
un 600 %. serán nebulosas extensas» ( 1 ) .
Estas cifras permiten deducir que, según las Finalmente, otra constatación histórica: en 1960,
previsiones que las avalan, de hoy al año 2000 van de una población mundial total de 2.962 millones,
a acudir a las ciudades de más de 100.000 habitan- 1.002 millones (el 3 3 , 9 % ) era población urbana
tes unos 3.300 millones de personas, lo cual, si y 1960 millones (el 66,1 %) era población rural. Los

119
cálculos más recientes de las Naciones Unidas rial, la ciencia del mercado y la publicidad. El cen-
permiten extraer la conclusión de que hacia el tro de actividad pasa de la fábrica a la oficina, apa-
año 2000, la población de las ciudades de más de recen los empleos de «cuello blanco» y la mujer
un millón de habitantes será, aproximadamente, hace su irrupción en el mundo del trabajo. Veamos
el 42 % de la población mundial total y las curvas directamente en certeras palabras de Peter Hall,
elaboradas por Doxiadis anuncian que entre los la última fase, ya en nuestro siglo, de este proce-
años 2.060 y 2.100, fechas en que supone estabili- so (2):
zado el crecimiento demográfico mundial, la rela- «Estos cambios tuvieron un efecto crítico en el
ción entre población rural y población urbana será desarrollo urbano. Porque aunque era cierto que
de 95,7 % urbana y 4,3 % rural. la industria neotécnica podía descentralizarse, el
Muchos son los intentos para explicar este fe- mundo oficinesco neotécnico no podía adoptar la
nómeno del crecimiento urbano y especialmente de misma característica. Con el capitalismo financiero,
las ciudades mayores, que se han venido elaboran- la nueva forma de oficinas —oficinas centrales de
do desde 1910, fecha en que se ocupó de ello Pa- los ferrocarriles, de los servicios públicos, de las
trick Geddes. Ya él relacionó en primera instancia industrias—, los cuarteles generales de las socie-
este proceso con la primera revolución industrial dades de inversión extranjera fueron creciendo al
(el acero, el telar y la máquina de vapor), la revo- lado de las instituciones financieras en los centros
lución del carbón y del ferrocarril. En nuestros días, bancarios tradicionales. Muy pronto, las oficinas
ya con todos los datos en la mano, Peter Hall ha auxiliares florecieron en torno, con el fin de prestar
documentado el resto de la evolución a partir de servicios especializados a las nuevas oficinas cen-
la nueva tecnología, aplicada de modo extenso a trales: consultorios jurídicos, empresas de publici-
la industria desde 1900 (teléfono, central eléctrica, dad, de contabilidad o de administración empresa-
bombeo petrolífero, motor de petróleo, radio...), rial. Al doblar el siglo, el papel creciente del Go-
que, a pesar de aligerarla y dejarla en mayor liber- bierno en la vida económica y social se tradujo en
tad de emplazamiento, no trajo consigo una espe- un incremento considerable de los empleos burocrá-
rable descentralización, prevista por Mumford, pues, ticos en la capital política de cada país, la cual en
a juicio de Hall, intervinieron entonces, de modo muchos casos era también la metrópoli comercial.
decisivo, la nueva forma de organización empresa- De modo ininterrumpido fueron surgiendo organiza-

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i 1800 1900 1961 2000 2026 2100 A.D.

Población total mundial y proyecciones (según Doxiadis).

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BRASIL

EGIPTO

C COSTA RICA

'A ?> REPÚBLICA


DOMINICANA
COREA

20
TUNE£

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?. ^ DEL SUR

INDIA

CHINA

y
KENYA

Proceso de urbanización en ios países no


1900 1908 1916 1924 1932 1940 1948 1956 1964 industrializados (según Kingsley Davis).

ciones de tipo oficial, con el fin de representar los con las importantes fuentes fundacionales dedica-
intereses económicos o profesionales: sindicatos, das a la investigación. El desarrollo de la tecnolo-
federaciones patronales e institutos profesionales. gía del transporte —el tranvía eléctrico, el tren
Todos estos organismos necesitaban estar a la es- eléctrico, el ferrocarril suburbano, el autobús— per-
cucha de lo que decidía el Gobierno y en contacto mitieron a un número creciente de trabajadores
directo con los funcionarios gubernamentales; por concentrarse a escasa distancia de los centros de
ello, naturalmente, su punto de gravedad era la ca- las grandes ciudades metropolitanas.
pital administrativa o el barrio administrativo de la El aumento de empleos de "cuello blanco" de
ciudad metropolitana (un poco más tarde, en los todo tipo es, sin duda alguna, la explicación indivi-
países comunistas, las sedes centrales de las or- dual más importante del crecimiento de las grandes
ganizaciones productivas y de transporte fueron ciudades en el período que empieza en 1850. Pero
agrupándose junto a las oficinas gubernamentales, hay otras muchas causas complementarias. El co-
de las que habían de surgir ante todo los planes mercio al por menor creció en la mayoría de las
económicos). Las nuevas industrias dedicadas a ciudades metropolitanas a mayor velocidad que la
la comunicación e información, en las que se com- demanda de la población inmediata; la razón era
binaban las funciones de fábrica y oficina —perió- que estos centros constituían un escaparate pro-
dicos, revistas, radio, televisión— se situaron lógi- pagandístico a escala nacional e incluso interna-
camente en los centros de negocios. Para todas cional. Ciertos tipos de industria de manufactura
estas actividades, la transmisión de noticias era de —modas femeninas, sastrería masculina de encar-
importancia vital; y ello podía ser logrado con máxi- go, joyería y platería, mobiliario de lujo— habían
ma facilidad y mínimo gasto en el centro metropo- sido siempre actividades comerciales distintivas
litano. El siglo XX presenció una expansión enorme de la metrópoli. En el siglo XX este tipo de comer-
de la educación superior, especialmente en lo que cio se vio acompañado por una hueste de nuevas
se refiere a la investigación científica y a la socio- industrias, creaciones de la tecnología neotécnica,
científica; también esto tendió a ocurrir en los cen- y que por una razón u otra exigían una cercanía
tros metropolitanos, que eran las sedes tradicio- inmediata a los centros de negocios. Máximamente
nales de la educación nacional en la mayoría de significativa es la manufactura de los caros y com-
los países y que se encontraban en relación directa plejos aparatos electrónicos, no fabricados en se-

122

i
rie, destinados a fines científicos, muchos de los dades diferentes, servicios superiores, tan diferen-
cuales van a parar a centros comerciales metropo- tes por su naturaleza e incluso por la clase de per-
litanos, laboratorios u hospitales, o son encargados sonal que requieren, de los servicios terciarios or-
por las oficinas metropolitanas de los departamen- dinarios (transportes, comercio al por mayor y al
tos gubernamentales. Tales productos, como los por menor), que ha parecido necesario para desig-
trajes a medida y los vestidos de encargo de una narlas, crear una nueva categoría, la de las activida-
era industrial ya pasada, han de ser realizados hoy des cuaternarias. ¿Cómo se distingue este cuater-
en contacto estrecho con el comprador final y con nario económico del terciario (los servicios ordina-
el cliente, que fija las características. rios) y del secundario (la manufactura, las indus-
A la luz de estos rasgos de la moderna tecno- trias de transformación)? Por su localización en el
logía y organización económica, el surgimiento de corazón de las ciudades o regiones urbanizadas
la ciudad gigante aparece como un hecho natural, importantes; por la forma arquitectónica frecuente
hasta inevitable. Según el economista americano del rascacielos; por la clase de trabajo que consiste
R. M. Haig, investigador de las causas del creci- sobre todo en transacciones abstractas, dirigiendo
miento de las ciudades en 1926, "en lugar de expli- a distancia diversos procesos políticos, económicos,
car por qué una porción tan amplia de la población culturales, industrias y transferencias a menudo
se encuentra en las áreas urbanas, deberíamos tra- concretas; pero la actividad cuaternaria no maneja,
tar de encontrar razones por las que esa porción más que accesoriamente, datos materiales.
no es aún mayor. La cuestión ha cambiado: ya no El sector cuaternario agrupa actividades inter-
es ¿por qué vivir en la ciudad?, sino ¿por qué no dependientes que tienen necesidad de frecuentes
vivir en la ciudad?".» y cómodos contactos entre quienes se dedican a
Hasta aquí, Peter Hall; veamos ahora lo que ellas. Porque esta categoría de actividades compren
complementariamente nos dice Jean Gottmann ( 3 ) : de la administración de asuntos públicos y priva-
«Estas actividades que se aglomeran en el co- dos, las finanzas, los seguros, las profesiones libe-
razón de las viejas metrópolis no son ni fábricas rales, la enseñanza, la investigación, los expertos y
ni factorías (las cuales pueden continuar multipli- consejeros técnicos de todas clases, la información,
cándose a mayor o menor distancia en la región ur- la prensa y la edición, el teatro, la radio, televisión
banizada que depende de la ciudad). Son activi- y otros medios de información de masas, la publi-

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1
DESARROLLADOS

REINO
UNIDO
(1851-1871)

SUECIA
(1870-1890)

FRANCIA
(1891-1911)

ALEMANIA
(1890-1910)

JAPÓN
(1940-1960)
_J
llXírt

u.s. i
(1910-1930) ¡

NUEVA ZELANDA
(I9II-I93I)

100 150
% CAMBIOS Poblaciones urbana y rural de los países desarrollados,
f .i J POBLACIÓN URBANA
durante el proceso de rápida urbanización
i.W^; ::; r] POBLACIÓN RURAL
(según Kingsley Davis).

cidad, los servicios hospitalarios especializados, et- almacenamiento, de tratamiento de las recoleccio-
cétera. Se trata, en suma, del mundo de las artes nes. Mientras que el personal de las granjas de-
y de las letras, de la ciencia y de la política, de crece, el de las fábricas se estabiliza y pronto de-
los negocios y de la información. Se podría hablar crecerá; pero el de los laboratorios y el de las
de una "élite", de una selección, en resumen: de oficinas administrativas no cesa de crecer.
un "Todo París" muy ensanchado: lo que reciente- La evolución que afecta a la agricultura desde
mente no ocupaba más que a una "élite" poco nu- hace más de un siglo ha afectado a otros trabajos:
merosa en relación con las masas populares que primero, la extracción y el tratamiento de los pro-
dirigía, está en trance de llegar a ser algo numero- ductos minerales; después, esferas cada vez más
so, una multitud; tanto, que ya no es una "élite", numerosas de las industrias de transformación...
sino mucho más, cuantitativamente y tal vez tam- Si una dispersión semejante llega a ser posi-
bién cualitativamente. Este es uno de los aspectos ble liberando a la mano de obra y a los lugares de
menos comprendidos, aunque el más importante trabajo, de cualquier antigua trama de enlaces pró-
de la "civilización de masas" de que tanto se ha ximos, ¿qué sucede para las ciudades? Estas pier-
hablado... den muchas de sus funciones de antaño: la densa
Conocemos las razones del éxodo rural: la me- agrupación de las viviendas de los trabajadores in-
canización de los trabajos agrícolas y la utilización dustriales, de las fábricas, de las factorías. La ciu-
de métodos científicos de producción; la agricul- dad se dispersa, se deshace. Declina su viejo cen-
tura produce más a mejor precio, con cada vez tro. Una especie de podredumbre económica y so-
menos mano de obra en las granjas. Entiéndase cial ataca muchos de los viejos núcleos. Esta ten-
bien que este progreso exige el desarrollo de diver- dencia se ha puesto en evidencia, sobre todo en los
sas fábricas que produzcan el equipo mecánico, los Estados Unidos, donde los fenómenos de dispersión
abonos, los insecticidas, los productos que asegu- urbana han tomado en su momento una especial
ren la conservación de las recolecciones, etc. Estas amplitud. Primero parece que sólo las residencias
fábricas dependen cada vez en mayor grado de los se dispersaban; después, que los servicios, atraí-
trabajos de laboratorios que ponen a punto los mé- dos por la proximidad del consumidor (comercios
todos de producción de los abonos, de selección de al detall ordinarios, cines de barrio, peluquerías,
las semillas, de preservación, de conservación, de médicos, etc.) seguían a las residencias, agrupán-

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SUBDESARROLLADOS
POBLACION URBANA
COSTA RICA EEZE3 POBLACIÓN RURAL
(1943-1963)

VENEZUELA
( 1941-1961 )

MÉJICO
( 1940-1960)

INDIA
(1941-1961)

EGIPTO
(1940-1960)

TÚNEZ
(1936-1956)
En los países subdesarrollados la población rural
sigue creciendo a pesar de la urbanización 100 150 200
(gráfico de Kingsley Davis). 7o CAMBIOS

dose indudablemente, pero lejos de los viejos dad urbana no era más, en su propio sentido, que
centros. De esta forma nacieron en los Estados un vestigio del pasado; las nuevas células sociales
Unidos los "shopping centers" y en Canadá los serían otras.»
"centros de compras", fenómeno suburbano o in- Vemos ahora que Jean Gottmann, en una nueva
cluso interurbano en su origen, pero que poco a síntesis, nos ha conducido a otros aspectos, com-
poco atrajo a las sucursales de los bancos, de los plementarios como decíamos, de los que nos mos-
grandes almacenes, de los restaurantes e incluso traba la de Peter Hall. En las de ambos hay coinci-
a los comercios especializados capaces de rivalizar dencia y hay también una aparente contradicción
con el centro comercial de una ciudad de talla al enjuiciar la dispersión de la industria y la exten-
mediana. sión de la ciudad. Y es que cada uno de ellos ha
Desde hace una veintena de años, las factorías fijado su atención en dos tipos de fuerzas y de
y las fábricas han seguido el movimiento de dis- tensiones que coexisten y que se dan al mismo
persión. Estos establecimientos abandonan cada vez tiempo en este complejo fenómeno de la urbaniza-
más fácilmente el territorio propiamente urbano de ción. El primero, buscando la causa de la hinchazón
antaño, gris, congestionado, envejecido. La mecani- de la gran ciudad, investiga las fuerzas aglutina-
zación y la automatización favorece este movimien- doras. El segundo, para apoyar su tesis de la «ne-
to. La generalización de los transportes por carrete- bulosa» urbana, se vierte más bien sobre las fuer-
ra, una mejor coordinación entre ferrocarril y carre- zas de dispersión. Son las «fuerzas centrípetas» y
tera, ayudan a este proceso; el alza de los precios de las «fuerzas centrífugas» de que han hablado Ro-
los terrenos en la ciudad y de los diversos impues- bert E. Dickinson, al estudiar las relaciones entre
tos en el seno de las grandes aglomeraciones, lo la ciudad y la región para dar lugar a la moderna
acelera incluso. De esta forma, una escuela de so- «ciudad regional», y Paul Brenikov, al investigar la
ciólogos americanos ha podido sugerir, hace una do- formación, desarrollo y problemática de las «conur-
cena de años, que la época de las ciudades aglome- baciones». Estos autores pueden servirnos para
radas había concluido; que las funciones que fueron introducir una primera aproximación a algunos de
urbanas se desparramaban, se disolvían en el terri- los aspectos más amplios de un nuevo concepto
torio rural, y que valía más hablar de regiones y de de ciudad, que Hans Blumenfeld anunciaba así:
territorios que de ciudades. Lo que fue la comuni- «Después de una larga y lenta gestación, la urbe

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ha desembocado en un estadio revolucionario; ha ficamente se extiende a toda la zona adonde al-
experimentado un cambio cualitativo. En efecto, la canza la influencia predominante de la capital. En
metrópoli ya no es una mera versión amplificada líneas esenciales, se trata de una amplia forma
de la ciudad tradicional; es una forma diferente de de vida comunal, local, basada en la difusión de
asentamiento humano» ( 4 ) . los transportes mecánicos. Desde un punto de vista
estructural, este nuevo regionalismo metropolitano
es axial en su forma.
2. UN CAMBIO DE ESCALA: LA CIUDAD No ha de considerarse, sin embargo, a la ciudad
REGIONAL regional como una unidad geográfica netamente
definida. Se trata más bien de una constelación,
«Las fuerzas centrípetas —dice Dickinson— de- una agrupación de centros en torno a la capital,
terminan todavía el carácter de la ciudad y de la cuya influencia es notoria: en sus alrededores, mer-
capital, pero las fuerzas centrífugas han modificado ced al sistema radial de las vías de comunicación,
la estructura de la comunidad urbana. Resultado de y, más lejos, en el campo, a causa de los simples
ello, la capital moderna es algo más que una uni- ramales o vías secundarias que tienden a separar
dad de poblamiento denso. Se está convirtiendo a los pequeños núcleos urbanos, centros locales a
en el corazón de un grupo de ciudades, mutuamente su vez de vías radiales, más que a la metrópoli,
ligadas, y de núcleos satélites que forman incluso siempre el centro dominante para todos los asuntos
una comunidad organizada por la capital. La espe- locales. En el área "suburbana" es donde la comu-
cialización de las funciones, unida a las mutuas y nidad metropolitana ejerce más poderosamente su
estrechas relaciones existentes con los lugares am- influencia, que llega a extenderse mucho más lejos
pliamente dispersos y que forman una completa sobre un área definida más o menos vagamente,
unidad funcional con centros subordinados en las a la que se acostumbra a conocer por "área comer-
ciudades (towns) y un nervio central en la capital c i a l " o hinterland» (5).
( c i t y ) , son características esenciales de la socie- Por su parte, Brenikov (6) desarrolla las ideas
dad moderna en los países civilizados. de Patrick Geddes, que, como vimos antes, había
La región metropolitana (o urbana), así consi- llegado ya en 1910 a definir los rasgos fundamen-
derada, es, ante todo, una entidad funcional. Geográ- tales de las nuevas regiones urbanas en formación.

126
TRAFFIC IS
THE URBAN
DICTATOR
By COLIN BUCHANAN

[ N the course of 60 years the impact


of motor traffic on town archi-
tecture has been direct and
>rutal. Buildings, «Sire, enclosure,
irivacy, street scenes, trees, tex-
ures—all have suffered in operations
if widening out. Parked and moving

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Distribución teórica regional de los centros urbanos
y de servicio (según Christaller).

Desde un punto de vista metodológico conviene y tensiones que han mantenido este equilibrio. Para
aclarar que el concepto de «conurbación», anterior ello ha sido preciso examinar detenidamente el
cronológicamente al de «ciudad regional», tiene una pasado y evocar las situaciones históricas en que
ligera diferencia de matiz en su contenido, que apun- dichos núcleos han fijado sus emplazamientos y
ta a una situación un poco arcaica en el proceso. han madurado sus categorías.
Como subrayó Michael Wisse, en la Conferencia La organización de estas constelaciones parece
de 1961 de la Town and Country Planning Associa- obedecer a varios motivos, de los cuales uno de
tion, «hemos superado el estadio de la conurba- los fundamentales es la existencia de unas relacio-
ción para alcanzar el de la ciudad regional». nes de predominio y subordinación, o «funciones
Como ha señalado también Dickinson, los tér- de polarización», de modo que cada asentamiento
minos región y regionalismo han conocido desde humano, urbano o rural, está en la órbita de atrac-
hace algunos años una gran boga y se han utilizado ción de otro mayor y es a su vez centro de otro
en relación con gran diversidad de problemas. La conjunto de núcleos menores que dependen de él.
tendencia más o menos espontánea hacia la regio- Este sistema se rige, entre otras fuerzas, por las
nalización de las economías nacionales y hacia la que representan los servicios que cada asentamien-
sustitución de las actuales unidades administrati- to puede prestar. De esta forma se configura una
vas por otras unidades de mayor fundamento en jerarquía de núcleos, clasificados según el grado
lo geográfico y en las características estructurales de concentración de servicios centralizados, que
de la sociedad actual, es un claro proceso en mar- con bastante aproximación fija la importancia de su
cha que también fue previsto, a su modo, por el población. Esta es la base de la conocida tesis que
clarividente Patrick Geddes. En el terreno de la in- desde 1935 ha venido siendo discutida a partir de
vestigación existen hoy diversos enfoques teóricos los estudios de Waiter Christaller, para el cual exis-
de la región, elaborados científicamente desde dis- te de hecho una distribución espontánea de los
tintos campos del saber (geografía, economía, so- núcleos habitados en los vértices de una trama hexa-
ciología, política...) que tratan de explicar el hecho gonal compleja (7). El evidente peligro de este
de que los núcleos urbanos se hayan distribuido esquema estructuralista, si se entiende rígidamen-
más o menos uniformemente sobre el territorio, for- te, es que una concepción ideal se aplique a los
mando una constelación, y de encontrar las fuerzas hechos para explicarlos, en lugar de seguir el ca-

128
mino inverso. Para ello necesita olvidar ciertos Posteriormente, diversos investigadores ameri-
condicionamientos y no puede aplicarse satisfac- canos han sometido a análisis y han desarrollado
toriamente a la realidad. Existen estudios, como más la teoría, al estudiar los fenómenos económicos
los de Chauncy D. Harris y Edward L. Ullman ( 8 ) , en el interior de las áreas metropolitanas y las re-
que, tomando como base esta teoría, tratan de in- laciones que ligan a los diversos núcleos del con-
corporar las deformaciones que en el esquema geo- junto, encontrando, como acabamos de decir, im-
métrico introducen los factores concretos de la portantes deformaciones, aunque verificando la va-
realidad, tales como vías de comunicación, el re- lidez en términos generales.
lieve, la presencia de un río o del mar, etc. Estos Pues bien, lo que nos interesa ahora señalar es
estudios demuestran que las deformaciones son tan que ese equilibrio que hasta hace poco mantenía
graves que el interés que la teoría pudiera haber en su puesto a cada estrella de la constelación,
tenido como ayuda metodológica se ve muy dis- fuese ésta regular o irregular e n - s u distribución,
minuido. Lo corriente es que en una real investiga- gracias al carácter fundamentalmente estático de
sus características, ha entrado en conmoción y se
ción sobre la distribución espacial de los asenta-
ha venido abajo como consecuencia de un grave
mientos humanos de un ámbito regional aparezcan
desajuste de las fuerzas y tensiones que lo garan-
simplemente unas heterogéneas «pautas multicen-
tizaban y al haber dejado de ser estáticos los nú-
tradas», como dice Hawley (9).
cleos del sistema. Es una prueba más de la fuerza
La teoría de la organización y estructura de las desestructuradora del proceso de la industrializa-
redes o constelaciones urbanas en la región o en ción, a escala de historia y geografía universal. Con
el país viene desarrollándose ampliamente desde su claro lenguaje divulgatorio, Doxiadis explica así
entonces, con interesantes aportaciones desde el el fenómeno: «Hasta hace unos seis mil años, el
campo de la economía. Después del planteamiento hombre vivía en pueblos. Si pudiéramos volver la
de Christaller, es el también alemán August Lósch, vista atrás y volar sobre la tierra, veríamos enton-
el que matiza y desarrolla la llamada «teoría del ces los pueblos como pequeñas manchas, con gran-
lugar central», introduciendo la visión económica des distancias entre ellos. Entonces, hace aproxi-
del aumento del costo de los productos, en función madamente seis mil años, algunos de estos pueblos
de las distancias a los lugares de mercado. se convirtieron en ciudades. Posteriormente, en el

129
Evolución urbana espontánea (según Doxiadis).

siglo XVIII, y más aún en el XIX, la revolución in- «exurbanas», «rurbanas», etc., en las que se pier-
dustrial y los ferrocarriles supusieron una gran de el concepto tradicional de ciudad, la cual se
transformación y un crecimiento desproporcionado hace así difícilmente abarcable y comprensible en
de algunas ciudades que empezaron a absorber las forma y dimensión por los habitantes. Aquarone
nuevas fuerzas; finalmente, en el siglo XX, la in- ha explicado así la formación de este nuevo ente
dustrialización progresiva, los vehículos y las carre- semiurbano, extendido ampliamente, que puede en-
teras significaron una explosión de población y de globar en su trama varios centros antiguos más o
fuerzas que condujeron a las ciudades a proporcio- menos importantes y más o menos concentrados:
nes de metrópolis y megalopolis. Ahora, nuestras «En el curso de su proceso de expansión, la ciudad
ciudades del siglo XX no guardan relación en volu- absorbe, sin que, por otra parte, la mayoría de las
men con las ciudades del pasado. Son ciudades veces los asimile plenamente, los pequeños centros
dinámicas en vez de estáticas, pero aún las llama- periféricos que constituyeron en su día suburbios
mos igual.» autónomos; después, continuando su avance, tiende
No parece necesario que insistamos aquí sobre a absorber también pueblos y ciudades situados a
los aspectos bien conocidos de la llamada «explo- veces a una considerable distancia de su centro.
sión de la ciudad». Esta forma de crecimiento anár-
Pero llega el momento en que el proceso no se
quico y desordenado que salpica toda la región
desarrolla en una sola dirección. El crecimiento de
circundante y salta las barreras administrativas y las
la gran ciudad se encuentra a su vez con otro cre-
demarcaciones correspondientes a situaciones an-
cimiento análogo, que casi siempre, con el tiempo,
teriores. La urbanización de las zonas periféricas
viene a ser proporcionalmente más rápido e impe-
y de los ambientes rurales circundantes extiende
tuoso todavía que el de la ciudad, de gran parte
formas de vida urbana, sin que lleguen a crearse
de las localidades vecinas, que, al extenderse, se
estructuras urbanas. Vastos espacios inorgánicos
aproximan a aquélla, contribuyendo a su vez a acen-
se incorporan a la urbe, aboliendo las fronteras
tuar cada vez más el carácter urbano de toda la
entre lo urbano y lo rural. Un «habitat» de tipo
urbano se dispersa y desparrama sobre territorio zona a costa de lo rural. Entre la gran ciudad y estas
aún no urbanizado, dando lugar a esas zonas de localidades se establecen relaciones cada vez más
calificación dudosa: «suburbanas», «interurbanas», intensas; sus respectivas economías tienden a ser

130
Los satélites son absorbidos en el cuerpo único de la ciudad (según Doxiadis).

más interdependientes y sus ciudadanos se trasla- siva y el crecimiento de la ciudad. Por otra, otro
dan cada vez más frecuentemente de una a las otras grupo, en el que estaban los urbanistas Clarence
y viceversa, por razones de trabajo o de recreo. Stein y Henry Wright, planteó la necesidad de em-
Tanto desde un punto de vista urbanístico como des- prender una política regional decidida, atendiendo
de el económico y administrativo, se impone con al conjunto del Estado con la creación de muchos
creciente evidencia la necesidad de considerar la centros urbanos nuevos, que en conjunto formaría
zona con una visión unitaria, como un todo cívico, una entidad urbana de orden superior, con un equi-
más allá de la fragmentación de las exigencias ad- librio entre ciudad y campo. No hace falta añadir
ministrativas.» que el camino de la concentración es el que se ha
El país más seriamente afectado por este fenó- abierto paso impetuosamente, completado por una
meno es los Estados Unidos, donde se ha venido explosión difusa, sin creación de nuevos núcleos.
elaborando desde hace años el concepto de área En 1930 se perfiló una definición de área metro-
metropolitana, que en principio se refería a aquellas politana, según la cual una de las ciudades polares
zonas del territorio nacional donde se encontraba tenía al menos 50.000 habitantes y el total de la zona
una ciudad de más de 200.000 habitantes, con un llegaba a los 100.000, extendiéndose a todas las
papel directivo dentro de un cierto radio de acción, «divisiones adyacentes o contiguas que contasen
y fuera también del radio de acción de otra gran con una densidad no menor a 150 habitantes por
población. milla cuadrada y, en términos generales, a aquellas
Fue también en este país donde se dieron las divisiones de densidad inferior inmediatamente con-
condiciones para que, por un grupo de expertos y tiguas a las ciudades centrales o rodeadas, total o
teóricos diversos, se sentaran las bases para la ela- casi completamente, por divisiones con la densidad
boración de uno de los primeros planes regionales. señalada».
Nos referimos al plan del Estado de Nueva York, En 1950 se introdujo el concepto de «zona me-
que en 1926 fue objeto ya de una polémica que tropolitana standard», que se refería al «condado
anticipa la actual situación. Por una parte, un grupo o grupo de condados colindantes en el que existe
de expertos y economistas veían inevitable y no al menos una población de 50.000 personas o más,
indeseable la concentración, la urbanización inten- así como, junto con las anteriores, los condados

131
Grado de urbanización en las grandes regiones del mundo
(según Kingsley Davis).

NUMERO DE
CIUDADES POBLACIÓN URBANA
AREA POBLACIÓN MAYORES DE
(EN MILES) 100.000 l-:-:--::--l POBLACIÓN EN CIUDADES DE MAS DE 1 0 0 . 0 0 0

AFRICA DEL NORTE

AMERICA DEL NORTE

AMERICA CENTRAL

AMERICA DEL SUR

ASIA

EUROPA CENTRAL
Y NOROESTE 272.772

EUROPA SUR Y ESTE 154.756

U.S.S.R. 221.465

TOTAL MUNDIAL 2.929.274


c

The center

La Dinápolis o en expansión direccional (según Doxiadis)

vecinos que, de acuerdo con determinados criterios, 3. HACIA LA URBANIZACIÓN TOTAL


tengan un carácter esencialmente metropolitano y
estén vinculados social y económicamente a la po- Por su parte, el ya citado Jean Gottmann ha in-
blación principal». Esta definición, poco afortunada, troducido el término «nebulosa» para identificar y
especialmente en la fijación del número de habi- caracterizar a este nuevo ente urbano, cuyas notas
tantes del núcleo directivo, que es evidentemente más salientes le parecen «la complejidad y la falta
muy bajo, fue objeto de revisiones y ajustes. Fi- de claridad de su estructura» (11). La nebulosa
nalmente, en 1956, el International Urban Research es la expresión visible más acabada del proceso
dio la siguiente definición, en la cual fue tenida en de urbanización, ya que al mismo tiempo que se
cuenta la realidad mundial y no sólo la nacional: extiende y desparrama, englobando en su magma
«Unidad urbana que contiene una población de al urbano pedazos de naturaleza, bosques enteros, con-
menos 100.000 habitantes, que es un área que abar- virtiéndolos en parques al servicio inmediato de la
ca una ciudad central o varias ciudades, más una población, supone una concentración de ésta, en
serie de áreas adyacentes relacionadas económica- proporciones nunca conocidas, de modo que una
mente con tal ciudad, y con el 65 % o más de su gran parte de la población nacional queda centrada
población económicamente activa empleada en ac- sobre una pequeña fracción del territorio del país,
tividades no agrícolas.» alrededor de uno o más grandes centros urbanos.
Pero al mismo tiempo hizo también su aparición Según el mismo autor, la regla general es que la
un nuevo concepto de orden superior, la «región concentración del 15 al 30 % de la población sobre
urbana», que, según C. F. Chute,,trata de englobar menos del 5 % de la superficie se está convirtiendo
y considerar los fenómenos correspondientes a las en una característica común en los países avanza-
relaciones entre varias áreas metropolitanas veci- dos. El aspecto interno de la nebulosa es confuso,
nas, es decir, que plantea el problema de los con- heterogéneo, en simbiosis de lo urbano y lo rural,
juntos de áreas metropolitanas, vistas como uni- aunque no parece justificado pensar, como algunos
dades de orden superior. De todo ello, como dice sociólogos y urbanistas americanos, que la noción
J. C. Phillips (10), puede deducirse que «todavía antigua de núcleo urbano definido en el espacio
no se ha elaborado un concepto ideal de zona metro- y con unas características de vecindad propia sea
politana o de región urbana». un concepto totalmente caducado. La fluidez interna

133
La Megalopolis centroeuropea en lormación
(según Doxiadis).

de la nebulosa, basada en la creciente movilidad, asentamientos humanos y vías de comunicación,


no permite asegurar, como regla general, que los ocupando toda la superficie habitable del planeta.
núcleos urbanos vayan a disolverse como en un En la Ecumenópolis, los terrenos libres serán islas
estado coloidal sobre la región. Más bien los hechos más o menos grandes en medio del territorio ur-
parecen apuntar a unas futuras estructuraciones banizado continuo.
granulares, compuestas de nodulos urbanos concen- Y, finalmente, dentro de este orden creciente
trados, salpicados a distancia, en medio de una en que vamos viendo elaborarse teóricamente con-
naturaleza controlada de uso común. ceptos cada vez más ambiciosos para dar cabida
En el estudio que Gottmann ha hecho de la ne- a fenómenos cada vez más dilatados, encontramos
bulosa existente sobre la zona oriental de los Es- la «Humanópolis» de Skrzypczak-Spak, según el cual
tados Unidos, en cuyo centro está Nueva York, y el planeta Tierra será en el próximo siglo «un sis-
que él ha bautizado con el nombre de «Megalopo- tema urbano continuo de estructuras policéntricas
lis», aparecen casi todos estos caracteres que aho- independientes, a escala humana, incorporado al
ra consideramos. Este nombre ha hecho fortuna y paisaje», una Tierra no ya sólo urbanizada, sino «hu-
parece incorporado con carácter general al vocabu- manizada», concepción que nos recuerda en no
lario del urbanismo, lo mismo que los adjetivos de pocos aspectos a las previsiones que desde otro
él derivados, si bien hay que señalar que Mumford ángulo diferente nos ha dejado Téilhard de Chardin.
ya lo empleaba en el mismo sentido en su ya anti- Pero con esto entramos ya en el terreno de las an-
gua obra «La cultura de las ciudades». ticipaciones, que será tratado en un capítulo pos-
Doxiadis ha señalado la existencia de otras terior. Por ahora, contentémonos con fijar nuestra
megalopolis en vías de formación, como la que atención en la fase actual de este proceso, al pa-
comprende el territorio de Londres a Birmingham, recer incontenible e irreversible. Y una vez vistas
Manchester y Liverpool, y la que engloba partes las formas espontáneas y ciegas en que el mismo
de Holanda, Bélgica y la zona Noroeste de Alemania. se ha producido históricamente, y cómo éstas han
A este mismo urbanista, sus análisis del creci- sido registradas y analizadas, pasemos a considerar
miento de la población de la Tierra le llevan todavía ahora las diversas actitudes con que hoy es enfo-
más lejos, pronosticando la formación de la «Ecu- cado, ya que su trascendencia, al poner en juego
menópolis», una verdadera red de agrupaciones o todo el futuro de la organización de la vida del hom-

134
La Megalopolis de Gottmann.

bre sobre la tierra, no permite ya para nadie ni la Por otra parte, es interesante señalar que el
ignorancia ni la indiferencia. Cuando las cosas se proceso de la urbanización es algo que excede his-
contemplan desde esta perspectiva suficientemen- tóricamente a la influencia de los marcos trazados
te general, asombra verdaderamente comprobar por las formas políticas hoy vigentes en el mundo.
cómo nuestra actitud, como generación, puede lle- Si en un principio pudo pensarse que era efecto del
gar a ser tan inconsciente y despreocupada. Por capitalismo liberal, es porque éste fue por delante
ello es interesante y digna de apoyo la línea de en el proceso de la industrialización. Con cierto re-
cooperación, investigación y divulgación internacio- traso se ha reproducido en los países comunistas
nales iniciada por los Simposios de Délos en 1963, la concentración de actividades y organizaciones al-
cuyas metas son la creación de esa nueva discipli- rededor de las oficinas gubernamentales de las prin-
na que Doxiadis llama Ekística (12) (que trata de cipales ciudades, cuyo crecimiento ha sido tan im-
unificar y reunir todas las materias que indepen- portante como en el mundo occidental. Evidente-
dientemente se ocupan del bienestar humano), y la mente, las diferentes formas políticas alteran el
consecución de que algunos de los fabulosos recur- ritmo e imponen condiciones; pero el fenómeno está
sos que la humanidad emplea hoy en armamentos por encima, vinculado a la dinámica de una evolu-
o en exploración espacial se dediquen a la tarea, ción general de la humanidad sobre la Tierra. En lo
de una urgencia incomparablemente mayor, de edi- que habrá diferencias, desde luego, será en las for-
ficar un hogar decoroso sobre la tierra para todo el mas de actuar y en los resultados cuando este pro-
género humano. De aquí la necesidad de acrecentar ceso acabe de ser comprendido para convertirse en
la base científica de nuestro bagaje doctrinal. Nada algo controlado, consciente y voluntariamente di-
más desconcertante, en efecto, para los políticos, rigido por el hombre. La posible Ecumenópolis capi-
como responsables del empleo de esos recursos, talista tendría quizá una fisonomía diferente de la
que un panorama incierto y contradictorio en un socialista si previamente ambos sistemas no han
mundo de especialistas que no se pusieran de acuer- encontrado un acuerdo en cuestiones de influencia
do a la hora de aconsejar una descentralización o decisiva sobre el desarrollo urbano. La capacidad
una concentración urbana. Y, sin embargo, todos del Estado para intervenir, saliendo de un segundo
sabemos cómo prevalecen los criterios apriorísticos plano de observador pasivo ante la lucha de las
puramente intuitivos de base totalmente subjetiva. fuerzas en competición, y el grado de esta intérven-

135
ción serán, indudablemente, los factores más deci- concierto y la ineficacia de las teorías generales.
sivos de diferenciación de los resultados. Pero la Para empezar será preciso recordar aquel mo-
incidencia de las formas políticas sobre las formas mento primero de la época industrial en que em-
del desarrollo urbano es analizada especialmente pieza a germinar la preocupación por la ciudad, mo-
más adelante. mento clave de referencia siempre obligatoria. La
miseria de los hacinados «slums» llevó, como vi-
4. LAS FORMAS DEL DESARRROLLO URBANO mos, a un romanticismo naturalista que se rebelaba
Y EL TAMAÑO DE LA CIUDAD ante el utilitarismo y el maqumismo. Toda una nue-
va imagen de ciudad idealizada en un imposible
Hemos visto hasta ahora la importancia de este retorno al orden rural se abrió camino gracias a la
acontecimiento de nuestros días que es la urba- actitud de estetas, literatos y utopistas. La gran
nización, hemos reseñado algunas de sus caracte- ciudad fue vista como un proceso patológico y can-
rísticas esenciales y hemos recogido diversas for- ceroso en una actitud en parte nostálgica, en parte
mas en que ha sido estudiado, descrito y analizado. humanitaria, en parte política, que se manifestó en
Lo que debe ahora merecer nuestra atención es la campañas de prensa y encuestas de higiene. Por
forma en que el fenómeno es enfocado de cara a otra parte, como vimos, también se produjeron las
una posible actuación frente a él. Veremos también primeras aportaciones de nuevos modelos utópi-
que esa actuación está condicionada por la confi- cos, en los que de una u otra forma aparece la
guración política, hasta el punto de que incluso en exaltación de la naturaleza como un auténtico «leit-
un plano teórico el orden de soluciones aportadas motiv». Esta vuelta a la naturaleza y al pasado ar-
varía, como es lógico, dentro de una gama de po- monioso de las ciudades preindustriales, preconi-
sibilidades que están en relación directa con las zada bajo muy diferentes aspectos, condujo, como
formas políticas de la nación en que se proponen. hemos visto, por un lado a la exaltación de las con-
Dejando por ahora el análisis de esos aspectos diciones fisiológicas del «habitat», contenida en la
políticos, tratemos de abstraer el panorama univer- Carta de Atenas, y por otro, a la ciudad jardín, con
sal de las aportaciones y propuestas de enfoque todas sus variantes y fecunda herencia, conservada
general ante el problema de la urbanización, pano- y actualizada especialmente por el urbanismo bri-
rama complejo y abigarrado que muestra el des- tánico.

136
Intensidad de circulación automóvil por las carreteras de Megalopolis (según Gottmann).

!
SvratiíWe)

Boston

V—^ Binghaioton'

i i [A
V \ k .-••>' •
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-< •
^ i
/-
i
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m¥ 'K
) ^ \
L > i Scránton
(Williamsport.

New York City

HIGHWAY TRAFFIC FLOW


IN MEGALOPOLIS
1957- 1958

less than 1,000 vehicles per (toy


1,000 to 5,000 i» »» »»
Atlantic City
. , 5.000 to 10.000 •> » •
. 10.000 to 20.000 - - »»
•••••<•••• 20.000 to 30,000 N H ,»
30.000 to 40.000 » » »
more than 40,000 » » »
_ unofficial estimates

0 10 20 30 40 50 Miles

137
Crecimiento de Londres. S. XVII S. XVIII

No creemos que sea excesivo catalogar a Lewis tenido recientemente ocasión de volver a manifes-
Mumford como un fulgurante representante en nues- tar estas opiniones, actualizándolas, con motivo de
tros días de esa línea que arranca en aquella nos- la publicación del plan de desarrollo del Estado de
talgia de naturaleza, unida a una visión profunda- Nueva York, tema tan querido para él desde aquel
mente historicista. otro plan que en 1926 elaborara el precursor Henry
De Mumford, cuya dilatada obra literaria ha ejer- Wright para el mismo Estado. (También vuelve so-
cido tan honda influencia desarrollando los cami- bre la misma concepción, y más extensamente, en
nos apuntados por Geddes, lo que nos interesa re- su gran obra reciente «La ciudad en la historia».)
saltar aquí, fieles a nuestro propósito, es su posición Refiriéndose directamente a las ideas de Gott-
frente a la urbanización, su respuesta, sus proposi- mann, que ya hemos citado, condena la «megalopo-
ciones. Decididamente partidario de una descentra- lis», a la que califica de desgraciada masa urbana.
lización financiera y política, su fe en la decisiva «Ninguna ciudad, por muy grande que sea, puede
e inalterable fuerza configuradora de los factores mantener su propio carácter frente a esta forma
históricos y geográficos, le lleva a la formulación de de disolución y desintegración», afirma Mumford.
una doctrina de exaltación regionalista. «La recons- Y añade más tarde: «El proceso de la extensión y
trucción de las regiones consideradas como obras del engrandecimiento metropolitano ha continuado
de arte colectivo es la gran tarea que se le presen- constantemente en Nueva York, Londres, París,
tará a la nueva generación», afirmaba ya en «La Roma y Tokio, sin producir otra cosa que la conges-
cultura de las ciudades», en 1938. Y en esta misma tión, las contrariedades y la decadencia urbana»,
obra abordaba detenidamente la política del des- «...el enfoque puramente metropolitano o antirre-
arrollo regional, el proceso de «regionalización», los gional de todos los organismos especializados en
postulados del regionalismo y los aspectos básicos planificación no ha hecho nada para contrapesar las
teóricos de la planificación regional, para acabar fuerzas económicas catastróficas, que están produ-
preconizando un polinucleísmo urbano que entronca ciendo en la actualidad algo muy parecido al caos
explícitamente con Ebenezer Howard, rechazando la urbano total, en el que la violencia sin objeto, la
morfología megalopolitana. criminalidad más descarada y los "acontecimien-
Fiel a este ideario, tan despreciado por la real tos" insensatos contradicen todos los alardes pú-
evolución del desarrollo urbano contemporáneo, ha blicos de una civilización progresista.» «... solamen-

138
S. XIX S. XX

te las máquinas pueden prosperar en el medio am- la primacía total de lo económico. Así quedó de
biente que estamos creando»... (13). manifiesto en la reunión de 1963 de la Federación
Tras esta reprimenda, que suena en nuestros Internacional de Vivienda y Urbanismo, celebrada
oídos un poco como el sermón de un abuelo, con en Arnhem, cuyo tema de discusión fue precisa-
la incomodidad que produce el aceptar la parte de mente esa pregunta que acabamos de señalar, y a
razón que contiene, y que hemos recogido aquí por la cual contestaron en forma diametralmente opues-
ser claro exponente de una opinión y una actitud ta, por un lado, sir Frederic Osborn, en defensa de
muy generalizadas, podríamos preguntarnos si de- las pequeñas «New Towns», y por el otro, Philip
trás de esta «catástrofe» hay algo más que la ciega Hammer (U.S.A.), que defendió el mantenimiento
inercia, la ineptitud o la incapacidad, y si los actua- y extensión de las grandes ciudades actuales con
les defensores de la megalopolis adoptan su actitud argumentos basados en razonamientos económicos.
como resultado de un acomodamiento a una realidad Pero Osborn demostró, por su parte, que, aunque
incontenible, ocultando con esta nueva postura el los gastos de infraestructura son siempre superio-
reconocimiento del fracaso del urbanismo. Debe- res, una nueva ciudad puede ser una inversión ren-
mos preguntarnos si este fenómeno es producto table con tal de que se pueda esperar el tiempo su-
de una ceguera colectiva o si en él hay una impor- ficiente.
tante base de consciencia y de voluntariedad. He- Otro ilustre nostálgico fue el gran economista
mos llegado así a un punto crucial del proceso de alemán Wilhelm Rópke, que ha expuesto en sus
elaboración teórica de la nueva ciudad de nuestros obras una crítica muy violenta de las tendencias
días, ya que se pone en juego todo un sistema de actuales hacia la concentración y la masificación
valores sobre el que se apoya de antemano aquella en las grandes ciudades, añorando la estructuración
concepción. En efecto, a la célebre pregunta «¿ciu- social del pasado en pequeñas comunidades (14).
dades mayores o más ciudades?» sólo se puede «La sociedad ha perdido su estructura delica-
contestar, hoy por hoy, en función de preferencias damente articulada, tanto horizontal como vertical-
personales, subjetivas y gratuitas, por mucho que mente, y e s presa de pulverización, de disgregación
traten de justificarse científicamente. En esa justi- y de disolución, que la transforman en un montón
cación aparecerá siempre una ideología y una je- de arena de individuos. Estos granos de arena, que
rarquización de valores siempre discutibles, incluida son los individuos, son entonces arremolinados en

139
Crecimiento de Chicago.

;
» \ c \\
%\ \ 1

/850 7875 1900 1950

montones circunstancial y mecánicamente, precisa- El tamaño óptimo de la ciudad es un punto que


mente en las masas de las grandes ciudades, el pú- por el momento no tiene una respuesta definitiva.
blico, los centros industriales, los sindicatos, los En el Seminario Europeo de Política de Desarrollo
partidos y plebiscitos de masas, sin verdadero aglu- Urbano y Planificación, celebrado en Varsovia en
tinante interno, sin profundo arraigo del individuo 1962, se llegó a la conclusión de que dicho óptimo
en su situación social y en su medio, sin auténtica no tiene carácter fijo y que debe estar sujeto a va-
comunidad y sin dirección por verdaderas autori- riaciones según los países y las regiones. Posterior-
dades, intrínsecamente llamadas a serlo y situadas mente también fue abordado el tema en e! Simposio
sobre la masa.» sobre Planificación y Desarrollo de Nuevas Ciuda-
«Los individuos, a los que se ha hecho saltar de des, celebrado en Moscú en 1964, en el cual se puso
su comunidad, se ven colocados en una indepen- de manifiesto la falta de un criterio unitario en rela-
ción no sólo con la posibilidad de establecer el tama-
dencia caótica y se convierten en nómadas erran-
ño óptimo, sino incluso sobre la conveniencia de la
tes, que ya no saben justamente de dónde son ni
creación de nuevas ciudades de talla reducida fren-
cuál es su lugar en la sociedad, desprendidos cada
te al libre crecimiento de las grandes ciudades
vez más de los ataderos de la familia, la profesión,
concentradoras de población. También en esta mis-
la vecindad, la naturaleza y la comunidad.»
ma ocasión se llegó a la conclusión de que éste es
Para este tipo de pensamiento también aparece un campo en el que los datos de la investigación
pues, la gran ciudad como algo patológico por su (por ejemplo, sobre costes comparativos) serían
centralismo por su magnitud inabarcable, por su imprescindibles y están muy poco elaborados.
falta de estructuras sociales, que hacen de ella te- Dentro de esa perspectiva puede ser interesante
rreno abonado para la masificación, la proletariza- citar el trabajo de los sociólogos americanos Og-
r o n , la desvitalización y el desarraigamiento. Todo burn y Duncan sobre «El tamaño de la ciudad como
ello acaba por cristalizar en una condena de la variable sociológica» (15), que es un intento cien-
«aglomeración humana indiferenciada», de la «es- tífico que deja de lado los planteamientos pura-
tabulación confortable del hombre» bajo la «tute- mente subjetivos con que suele enfocarse el tema,
la colectiva mecánico-anónima del Estado-Providen- y aunque resulta aún insuficiente, como reconoce
cia», etc. en sus propias conclusiones, para sacar consecuen-

140
1760 1800 1950

Crecimiento de Nueva York.

cias generales, marca el camino del tipo de análisis todavía. Al ideal de los partidarios de la descentra-
que es preciso efectuar. De éste se deduce simple- lización polinuclear y de la escala menor se opo-
mente que el punto de vista exclusivamente socio- ne, en este plano teórico en que nos estamos mo-
lógico no basta para decidir el tamaño óptimo de una viendo, el ideal de la gran ciudad continua, pero
ciudad, ya que existen ventajas e inconvenientes bien estructurada, convenientemente remodelada en
tanto para la ciudad grande como para la pequeña aquellas de sus partes antiguas que no se adaptan
ciudad, y, por el momento, no cabe establecer un a las funciones actuales y dotada de la fluidez de
balance claramente positivo a favor de ninguna de comunicaciones necesaria.
las dos, por lo cual subsiste la posible elección Es éste un punto fundamental en la concepción
particular. Quizá, de lo más interesante del trabajo teórica de la nueva ciudad y da lugar a importantes
sea la constatación de que, en la gran ciudad, la opciones, que se toman de forma más o menos gra-
manera de compensar las dicultades de accesibili- tuita. El deseo creciente de que la elección no re-
dad está en la mayor densidad y en su forma más pose, discutiblemente, sobre la intuición o sobre el
compacta, si bien al precio de una mayor conges- parecer subjetivo, sino que esté apoyada en razo-
tión, que hace aconsejable una intensificación Nde nes objetivas y pueda defenderse racionalmente,
los transportes colectivos. está llevando al planeamiento urbano y territorial
El argumento por ahora irrebatible es el número hacia diversos métodos y procedimientos operacio-
de servicios diversos que puede prestar una gran nales de previsión científica, basados en la elabo-
ciudad, función del tamaño de su población y es- ración de modelos manejables por computadores
pecialmente su capacidad promocionadora en el electrónicos. Pero, por el momento, casi todos los
terreno cultural, habiéndose llegado a formular di- sistemas de actuación urbanística siguen reposando
ve- JS sistemas de clasicación para la caracteri- aún en la intuición, estando condicionados de for-
z ion de «la gran ciudad». ma decisiva por los objetivos y los medios políticos,
Para nada vamos a entrar aquí en la considera- ya que el desarrollo urbano está en relación íntima
( ion y enumeración de las ventajas e inconvenientes con el desarrollo económico, y éste entra de lleno
tío la gran ciudad o de la ciudad pequeña. No se en las tareas urgentes de todo gobierno.
traía de expresar preferencias personales, y otros En el informe del grupo de expertos en planea-
criterios de valoración más científicos no existen miento y desarrollo metropolitano reunidos en Es-

141
¡5H¿
1875

tocolmo en 1961 pueden leerse las siguientes con- mica juegan un importante papel en el fomento o la
sideraciones en relación con este tema: restrición del crecimiento de una ciudad o el des-
«Un examen del proceso, características y ten- arrollo de una región particular. El establecimiento
dencias del desarrollo y crecimiento metropolitanos de nuevas industrias constituye el más importante
revela que no existe un modelo de desarrollo apli- estímulo para el desarrollo de zonas deprimidas o
cable a la totalidad de las situaciones, que existe atrasadas. En las grandes aglomeraciones, sin em-
una constante interrelación entre los distintos as- bargo, el empleo terciario tiene una especial signi-
pectos del crecimiento urbano y que éste debe ser ficación. La promoción del desarrollo industrial es
contemplado como un todo antes de que la plani- una de las dos principales vías por las que el des-
ficación y el desarrollo realista puedan ser puestos arrollo de regiones atrasadas puede ser estimulado.
en práctica. Desde una perspectiva mundial, es evi- Igualmente importantes son las medidas restricti-
dente que el crecimiento metropolitano es univer- vas aplicadas a las ciudades metropolitanas. Ambos
sal. Existen, sin embargo, significativas diferencias tipos de medidas son más eficaces si están coordi-
en sus causas, en sus problemas y dificultades nadas dentro de un plan regional.
concomitantes y en sus perspectivas, todo lo cual
puede dar como resultado una variación en la direc- El desarrollo planificado de una red de centros
ción y el énfasis dados a la planificación y a la metropolitanos, ciudades de variados tamaños y al-
acción en los diferentes países» (16). deas, puede ser adecuadamente emprendido sola-
También es interesante, al tratar de estudiar las mente en el marco general de la planificación
formas actuales del desarrollo urbano, recoger las nacional o regional. Esta, a su vez, requiere una
ideas expresadas en el ya citado anteriormente Se- completa evaluación de los recursos naturales y de
minario Europeo sobre Política de Desarrollo Urba- las posibilidades de cada región en su conjunto y
no y Planificación, celebrado en Varsovia en 1962. de las funciones sociales y económicas de cada
De sus conclusiones vamos a transcribir los siguien- asentamiento. El objetivo de la red es proporcionar
tes párrafos: una más efectiva distribución de oportunidades de
«La actividad económica es la base principal empleo y de servicios educativos, culturales, sani-
del desarrollo urbano. Por ello, las medidas adopta- tarios, sociales y comerciales para lograr un nivel
das para estimular o controlar la actividad econó- de vida lo más alto posible» (17).

142
•ir'
fe3
1935 1955 1969

Finalmente, debemos también mencionar nueva- Los participantes admitieron que había pocos
mente el Simposio de 1964 en Moscú, sobre plani- fundamentos para confiar en que las nuevas ciuda-
ficación y desarrollo de nuevas ciudades, porque des, independientemente de su ubicación, pudieran
entre sus temas se encontraban algunos directa- evitar el crecimiento de las ciudades metropolita-
mente relacionados con el que ahora nos ocupa, nas. No obstante, podían ayudar a aliviar la conges-
tales como política nacional para distribución de la tión dentro de las áreas metropolitanas y también
población, consideraciones que determinan la adop- a reducir el índice de crecimiento de las grandes
ción de una política de nuevas ciudades o de expan- aglomeraciones.
sión de ciudades existentes, planificación y cons- El Simposio discutió las alternativas de situar
trucción de nuevas ciudades, etc. Del informe nuevas ciudades cerca de las áreas metropolitanas,
correspondiente tomamos las siguientes afirma- en zonas alejadas, en lugares vírgenes, o bien, ex-
ciones: pansionar pequeñas o medianas ciudades existen-
«Uno de los principales objetivos de la política tes. Una opinión importante desde el punto de vista
de distribución de la población es el de descon- de las zonas en desarrollo fue la de que las nuevas
gestionar las amplias áreas metropolitanas o redu- ciudades situadas dentro del área que permitiera el
cir su índice de crecimiento en relación con el desplazamiento diario a la gran urbe ofrecerían
índice de crecimiento de otras ciudades y regiones. apreciables ventajas a los países con limitados re-
Las nuevas ciudades pueden ayudar a la consecu- cursos y con exigencias contradictorias de gran
ción de este objetivo mediante su carácter relati- prioridad. En tales comunidades no es preciso faci-
vamente autónomo, planeadas en las regiones que litar todos los servicios desde un principio, como
rodean las áreas de las grandes metrópolis. Las sería el caso de ciudades aisladas. Las oportunida-
nuevas ciudades pueden también edificarse en zo- des de empleo en la ciudad "madre" podrían utili-
nas más remotas, en cuyo caso pueden servir para zarse durante el largo período de desarrollo.
otros objetivos, tales como estimular el desarrollo Las nuevas ciudades no están aisladas: cons-
de otros centros urbanos y polos de desarrollo de tituyen no solamente núcleos satélites de ciertas
la economía nacional, dirigir a la población desde grandes conurbaciones, sino también, y primaria-
las congestionadas áreas metropolitanas o canali- mente, centros que forman parte de un sistema
zar la procedente de áreas rurales en decadencia. nacional (a veces continental) de ciudades distri-

143
1538 156U

Crecimiento de Bogotá.
1R08 16 70

buidas a través de todo el territorio nacional en un cuyo crecimiento se desea frenar por no conside-
orden jerárquico. Las nuevas ciudades han de ser, rarlo conveniente. Este tipo de opción puede deri-
por tanto, consideradas dentro del contexto de una varse de un criterio restrictivo sobre el «óptimo
política nacional para la distribución de la pobla- de población» y de una concepción naturalista y
ción compatible con las exigencias del desarrollo tradicionalista del «óptimo habitacional», o bien, de
social y económico» (18). una necesidad política de colonización o explotación
Para hacer un poco de orden y claridad, aunque industrial.
sea de una manera esquemática y simplificadora, 2.a Una extensión puntual y discontinua de las
podríamos establecer una clasificación de las for- aglomeraciones urbanas por medio de un esponja-
mas fundamentales según las cuales, en el pano- miento de su tejido, con liberación de zonas inter-
rama actual de la acción urbanística, se va encau- nas y renovación de otras y con creación de núcleos
zando el desarrollo urbano. Esta clasificación atien- satélites salpicados por la región tributaria. Le lla-
de a la realidad de los hechos; las formas que en maremos desconcentración y responde normalmen-
ella aparecen corresponden a supuestos diferentes, te a los mismos planteamientos anteriormente se-
y su adopción, voluntaria o espontánea, se debe a ñalados respecto a población y habitabilidad, aun-
causas muy concretas en cada caso, por lo que no que dentro de un marco de menor alcance. Ya no
supone que puedan deducirse normas generales. se trata normalmente de una planificación territorial
Creemos que las formas esenciales del desarro- a escala nacional. El ámbito es ahora la región, y el
llo urbano pueden reducirse a estas tres: sistema resultante es más homogéneo.
3.a Un crecimiento indefinido, más o menos or-
1.a Una voluntarista y radical planificación del ganizado, más o menos dirigido, de las aglomera-
territorio nacional, tendente a la creación de nue- ciones existentes, por simple yuxtaposición aditiva.
vas ciudades de tamaño predeterminado y de em- Le llamaremos, simplemente, extensión.
plazamiento estratégicamente elegido, actuando de- Las dos primeras son formas totalmente artifi-
cididamente sobre la geografía y la demografía del ciales y forzadas. Requieren enérgicas intervencio-
país. Le llamaremos descentralización, pues con su nes de los poderes públicos y un previo programa
aplicación se trata de evitar la reunión de población de objetivos muy concretos, coordinados con los
y actividades en unas pocas ciudades existentes, demás niveles planificados de la política nacional

144
y con la adecuada creación de una importante base metralmente opuesto, según el cual todo el desarro-
infraestructura! proyectada al servicio de los mis- llo urbano del país es controlado y dirigido en fun-
mos objetivos. ción de una política coordinada y de unos planes
La tercera, en cambio, aunque admite muchos de ordenación territorial, que en algunos países lle-
grados de intervención y de modelado, puede supo- gan a ser planes nacionales de urbanismo, pues
ner sólo una acción mínima de control y dirección cada vez más, como veremos, los problemas del
de las tendencias naturales, dentro de una política desarrollo urbano son coincidentes con los proble-
liberal y de las condiciones generales existentes. mas de la planificación regional. Pero a pesar de
que, como decimos, aún hay países que no han des-
pertado a la planificación, existen ya en todo el
5. LOS FACTORES POLÍTICOS, ECONÓMICOS mundo corrientes de pensamiento y acción inconte-
Y JURÍDICOS nibles y esperanzadoras: por un lado, la creciente
atención que se viene concediendo al problema des-
Hemos visto anteriormente la creciente impor- de el campo de los estudios y la investigación en
tancia que en el mundo de hoy tiene la planificación un marco de intercambios y entendimiento univer-
de la economía y la coordinación de intereses nacio- sales; por otro, la generalización de la conciencia
nales e internacionales para poder lograr el óptimo de que debe haber un control oficial sobre el uso
aprovechamiento de los recursos y su mejor repar- del suelo y sobre el desarrollo y crecimiento urba-
to. Vamos ahora a comprobar la confluencia entre no, es decir, de que debe haber una planificación
este proceso universal con las tendencias que ava- territorial.
lan y apoyan la planificación territorial. En el XXVII Congreso de la Federación Interna-
Si extendemos la mirada sobre el panorama uni- cional de la Vivienda, el Urbanismo y la Ordenación
versal, nos encontramos en este momento con que del Territorio, que tuvo lugar en Jerusalén en junio
los diversos países y gobiernos se producen ante de 1964, los dos temas principales que se trataron
el problema de formas muy variadas, que van desde fueron la política de la vivienda para las regiones
la falta de previsión, que permite que el desarrollo de rápido crecimiento de población y los planes na-
urbano dé lugar a una continuada extensión de las cionales para la redistribución de la población y
aglomeraciones amorfas, hasta el planteamiento dia- para la construcción de nuevas ciudades. De las con-

145
'
4

%
•;•>' J r ••-•"
* 1 4»

Crecimiento de Vierta.
1848 417.000 hab.

clusiones de este Congreso extractamos las siguien- los planes relativos a la nueva estructura de colo-
tes, suficientemente expresivas: nización de un país debieran combinar de manera
equilibrada las medidas de concentración y descon-
a) El proceso contemporáneo de cambios en
centración de la población urbana y rural.
la distribución de la población es la consecuencia
Posteriormente, en el III Simposio Europeo de la
de diversas evoluciones que repercuten en la eco-
Conferencia Internacional de Servicio Social, cele-
nomía, la cultura, la tecnología y de un gran creci-
brado en Holanda en julio de 1966, con el tema ge-
miento demográfico. Por razones económicas, so-
neral de «Consecuencias sociales del crecimiento
ciales y morales, la coordinación y la dirección de
urbano en Europa», los delegados no pudieron por
estas evoluciones deben llegar a ser, cada vez en
menos de abordar este mismo problema. Entre las
mayor medida, una responsabilidad del Gobierno.
conclusiones puede leerse:
Una planificación nacional y regional comprensiva
debe formar la base de las medidas directas o indi- «Aun cuando estuviera aparentemente justifica-
rectas de tal control gubernativo. da, desde un punto de vista económico, la expansión
urbana realizada de una manera incontrolada, no
b) En todos los países, la puesta en marcha de
podría llevarse a cabo sin graves consecuencias
planes relativos a una nueva distribución de la po-
para las condiciones de vida de la población afec-
blación depende de que se haga realidad una ópti-
tada.
ma utilización de los terrenos por medio de medidas
legales y fiscales de expropiación y distribución de Constituye una responsabilidad para las autori-
terrenos. dades públicas el control de este crecimiento y,
según los casos, limitarlo o estimularlo, permitiendo
c) La nueva distribución de la población y la
a los individuos y familias que vivan y se desarro-
construcción de nuevas ciudades debieran ser con-
llen dentro de un marco de armonía.
sideradas como medidas positivas de una ordena-
ción comprensiva que tenga por objeto la creación Entra en la esfera de responsabilidad del Estado:
de condiciones más ventajosas que deriven, de una a) Iniciar una legislación que permita contro-
parte, de la acumulación de la población y de las lar la expansión, teniendo en cuenta los diversos
técnicas, y de otra, de su distribución sobre el con- intereses afectados.
junto de la población de un país. En consecuencia, b] Coordinar y equilibrar la acción mediante

146
1914 1.600.000 hab. 1938 1.930.000 hab. 1950 2.199.000 hab.

la redacción de planes económicos y proyectos re- cedentes de las poblaciones, por el rápido proceso
gionales que tengan en cuenta no solamente el as- de las migraciones internas y por la desordenada
pecto económico, sino también los problemas so- implantación industrial.
ciales.» Contrarrestar la poderosa tendencia actual ha-
Esta tendencia a una planificación general coor- cia la formación de ciudades gigantescas, presupo-
dinada parece acusar en gran parte de países la ne una clara toma de posición frente al problema del
necesidad de que sea una función normalmente crecimiento urbano y una respuesta concreta en con-
asumida por el Gobierno. Por ello, sin necesidad de tra de las ciudades mayores.
ir lejos y sin recurrir a los países de planificación Sin embargo, los planes regionales no cuentan
integral centralizada, es evidente que, de una o de con retener al grueso de la población en los am-
otra forma, en todo el mundo se va evolucionando bientes rurales y las cosas no van en el mundo
y se va tomando conciencia de que ya no es preciso como para llegar al año 2000 habiendo construido
que se repitan los graves errores liberales del pa- las 33.000 nuevas ciudades que necesitaríamos. Por
sado inmediato, los cometidos durante la época del ello es evidente que habremos de seguir enfrentán-
primer desarrollo urbano en los países adelantados donos con el crecimiento y con la extensión de los
de la industrialización. Hoy son mayoría los Gobier- actuales núcleos urbanos.
nos que se sienten obligados a asumir responsabi- Por eso han de seguir teniendo vigencia las
lidades en lo que se refiere a los procesos del tres posibles formas de desarrollo que enunciamos
desarrollo urbano, haciendo planes y estudios para anteriormente: descentralización, desconcentración
conseguir crecimientos integrados, de modo que se y extensión, condicionadas por los factores políti-
eviten al menos algunos de los defectos sociales y cos, ya que todo planteamiento técnico podrá o no
físicos de la «superurbanización caótica». realizarse en virtud de una base político-adminis-
Desgraciadamente, la acción pierde a menudo trativa de decisiva influencia, cuyo condicionante
en la carrera contra reloj emprendida contra la previo más importante es la concepción liberal de
migración acelerada, y los programas destinados a la sociedad, o su contraria, la planificada.
evitar o reparar los males sociales característicos La primera, gestada por la mentalidad de la li-
de la explosiva expansión de las ciudades se ven bertad individual a ultranza, hace de ésta lo esencial:
frustrados o dificultados por el crecimiento sin pre- que el hombre, «libre por naturaleza», permanezca

147
libre en la sociedad; que la iniciativa privada no sea difícil compromiso, en el que la persecución de un
coartada; que la sociedad y los ordenamientos polí- objetivo está supeditada al respeto de los dere-
ticos pesen lo menos posible. Su resultado son los chos». En el mundo actual, el problema de la plani-
desarrollos basados en el provecho. ficación democrática es el de conseguir una real
En el otro extremo, la autoridad en las manos del participación de la comunidad en una empresa que
Estado que ordena y controla, garantizando el des- debería ser colectiva, cuando verdaderamente exis-
arrollo armónico, puede llevar a la supresión de la ten tantas facilidades para que esta empresa se
libertad individual, a la hipertrofia del Estado y al convierta en una tarea especializada, entre otros
dogmatismo impositivo, sin participación colectiva. motivos por falta de capacidad de la mayoría de los
Los intentos para conciliar el respeto a la inti- miembros de la comunidad. Es cada vez más difícil
midad inviolable del individuo, con las orientaciones que la previsión y la programación dejen de ser
otra cosa que tarea altamente especializada.
tendentes a hacer desaparecer la división en dos
grandes clases, están en la base de todas las con- Los loables intentos de democratizar la acción
cepciones democráticas actuales. urbanística no deben caer en el fácil error de un
Pues bien: en virtud de una de estas tres con- liberalismo incontrolado, pues al amparo de la li-
bertad democrática lo que puede triunfar es el pro-
cepciones de la sociedad es como puede hablarse
vecho de los grupos más fuertes, cuyos intereses
de un urbanismo liberal, de un urbanismo totalitario
no suelen coincidir, por mucho que se diga, con los
y de un urbanismo democrático.
de la comunidad. A este respecto no debe olvidar-
Como es obvio, los problemas más graves de se que si malo es un dirigismo tecnocrático confe-
gestión están en este último escalón y no hay país sado, peor suele ser el dirigismo solapado impues-
que los tenga verdaderamente resueltos. Como ha to por la ley del más fuerte.
dicho Abrams, «en las sociedades no democráti- En cuanto a la incidencia de los factores eco-
cas, el bienestar regional de la mayoría lo deter- nómicos, puede señalarse muy esquemáticamente
mina una minoría, mientras que en una democracia que el desequilibrio regional, en países en proceso
lo que representa el máximo bien para una mayoría de desarrollo industrial y con amplias zonas ca-
está condicionado por el respeto hacia el individuo. rentes de suficiente sustento natural, no sólo es
La planificación urbana democrática es un sutil y difícilmente evitable, sino que incluso puede ser

148
3TICIAS GENERALES U CIRCULACIÓN RODADA,
CONTROLADA EN TOKIO POR
Normas para obligar a construir aparcamientos SEÑALES aECTRÓNICAS
El Departamento Metropolitano de Po-
licía de Tokio ka proyectado ¡a instala-
en edificios de nueva planta «Ahr« f»mA«
ción de señales con funcionamiento elec-
trónico, para control de la circulación, en
los cruces de los distritos más activos de
i el primer caso y de dos a un» la ciudad.
ibltaclones en el segundo. En la
pedal, una habitación por coda Desde mañana, prohibición de apar El sistema opera de ¡a siguiente for-
ma; bobinas electromagnéticas montadas
mrca miento. en las calles son utilizadas para determi-
Comercios: Do !M a 300 me-
oa cuadrados, • partir de 100
camiento en Alcalá y otras calles nar el número de vehículos que pasan por
Mañana limes entra ellas. Esta información es 'transmitida al
etros cuadrados, on aparca- normas pata restrin dispositivo principal de control, un com-
iento en ambas clases de zonas. nnmiento do veoi putador electrónico, que determina la du-
n la especial, cada 2a metros de Alcalá, tra
ladrados. ración de las señóles inmediatas y regula
Oficinas: En la de edificación SS^SlSü estas señales armónicamente.
Ko n
irrada, uso de olios por cada 80 * *-**°'
1 rrra2
El computador será instalado
«tros cuadrados; en la abierta, !?:
M r,m
' - fatura de Policía del distrito de K
i ! S a 50 metros cuadrados, un 2, ™ tuada en el centro de Tokio, y,
taponamiento. En la especial, "*P«*? señales en las calles adyace
rco cada 2S metros cuadra^"-
Espectáculos: El favoz del Departamento Melr*- ,
i la abierta, Policía de Tokio explicó que' "U*n
l localidad?*; ' ición de estas señales electróni
* 15 localidad: imcn del tráfico ave pueda si
Rcittaurantesi y

Roma, a punto de perect


asfixiada por el caos
del tráfico
A Circulan diariamente 600.000 coches, 4.000 autobuses, 3.00
miones y 100.000 motos A Su matrícula de automóviles alea
el millón dentro de unos días A " Itinerarios preferentes" para e
vicio público A E* tráfico por sus 9.000 calles (con un total de
kilómetros) está vigilado por sólo 300 agentes
25. (Cró- tras que, por sólo citar un ejem-
plo, en Londres esta proporción es
rlstlcos y todos loa vebic
sados tendrán prohibida
ROMA, n i c a por
•telex" de
de seis personas por cada automó-
vil. T si a todo ello agregamos que
culación por las calles
a las "horas punta". Se a
Roma es.una ciudad donde no exis- la vigilancia para que tos
nuestro corresponsal, Luis de te ningún aparcamiento subterrá- mientes con disco-horario
la Barga.) neo ni ningún "auto-asilo" y, por
tanto, la gente deja ios automóvi-
calles no se presten a la
ciónos que toda una nueva
Dentro de pocos día», la ma- les en las calles mientras está en es ha producido con la
trlculaclón de automóviles en su casa o en la oficina, entonces cldad de avispados guar
Roma llegara al millón de ve- creemos haber esbozado la magni- En fin. el Ayuntamiento
hículos. SI. por un lado, e«ta me- tud del problema y las dificultades del Gobierno y de loa or
icantada por la motorización que ofrece una solución inmediata

Este año serán matriculad


2 7 0 . 0 0 0 vehículos
Se tiende a la adquisición de coches de mayor potencia y e
dad — fs necesaria la unión de empresas', dice el señor
Ruiz en la inauguración del Salón Internacional d e l Auto
en Barcelona
lar o general del Movimiento, produjeron 234.000 veiiicu
•fulo a )a importancia de es- ¡ anuncian para este año
aposiciones de tipo automovi- ¡ trlculactón de 270.000 E

UN CEREBRO ELECTRÓNICO
CONTROLARÁ LOS SEMÁFO-
ROS DE HELSINKI
Será la primera rioiad evrepea que
adopte este sistema
Los autoridades de Helsinki han orde-
nado ¡a instalación de un sistema de
luces de tránsito, dirigidas desde un ce-
rebro electrónico central, que al ir reci-
biendo información de distintos puntos
de la ciudad controla el funcionamiento
de los semáforos. Helsinki es asi la pri-
lera ciudad en Europa en adoptar este
nuevo sistema.
Para finales de 1967 se espera que 237
sitios de lo capital finlandesa estén equi-
padas de esta forma. La primera fase se
compone de 49 instalaciones.
En Berlin occidental se ha probado
este sistema, pero se cree que es HeU
sink* la primera ciudad en planear el con-
trol de circulación a base de un cerebro
electrónico informado por cinta mag-
nética.
1900
Crecimiento de París.

económicamente conveniente a escala nacional, con- sas, por un lado, y el conocimiento especializado,
centrando los esfuerzos en los puntos que ya se por otro, al cual sólo accede un pequeño grupo.
han adjudicado una acción motriz del desarrollo Alguien se preguntaba hace poco: ¿Cómo escapar
por circunstancias históricas o naturales. Si este a la incoherencia y falta de dirección de los deseos
país se rige, además, por un sistema decididamente de la masa sin caer en la tecnocracia? La respuesta
liberal, será muy difícil de contradecir la opinión varía mucho en su forma entre los diversos países,
expresada por Maluquer, según la cual «los impe- ya que éstos están condicionados por sus formas
rativos de la realidad limitan y condicionan el vo- de gobierno, sus bases jurídicas y, en definitiva, por
luntarismo económico y social y, por tanto, el mar- la capacidad de intervención del Estado. Esto ex-
gen real de la decisión política», ya que nada puede plica que aumente con acritud una gran tensión
detener las tendencias libres del capital para loca- entre legislación y planificación, entre propiedad
lizarse según sus propias conveniencias, que, a la privada y bien común, tal como lo denunció la Carta
postre, pueden redundar en un crecimiento global de la Secretaría de Estado del Vaticano, en nombre
de la economía nacional, si bien, evidentemente y del Papa, a la Lll Semana Social de Francia, en 1964,
de forma casi necesaria, se genera un grave déficit de la cual transcribimos el siguiente párrafo:
de equipo urbano colectivo, un exceso de densidad «Las mejoras urbanas exigen opciones valientes
y de concentración y una saturación de las infraes- que no dejarán de poner en tela de juicio nociones
tructuras existentes. con pretensión de tradicionales, pero que de hecho
La superación de esta situación está en rela- no son sino la protección abusiva de intereses par-
ción directa con la capacidad de intervención esta- ticulares. Por ejemplo, no habrá que temer que el
tal para influir en la orientación de las inversiones derecho de propiedad no deba ejercerse con detri-
y para crear artificialmente nuevos polos de atrac- mento de la utilidad común, según la doctrina tra-
ción mediante las adecuadas medidas de tipo fiscal, dicional de los padres de la Iglesia y grandes teólo-
de preparación de nuevas infraestructuras y de do- gos. Aquí existe, sin duda alguna, un doloroso con-
tación de equipo colectivo. flicto que superar entre derechos privados adquiri-
El problema que se plantea es grave. La sociedad dos y exigencias comunitarias primordiales. Los po-
moderna se encuentra cogida entre dos necesidades deres públicos, custodios del bien, están llamados a
contradictorias: la libertad y la dignidad de las ma- aplicarse a resolverlos.»

150
*K¿*?*\

Pero con esto estamos ya señalando un nuevo inicialmente con la misma mentalidad rígida que
tipo de condiciones, relacionadas directamente con ciertas viejas trazas idealistas del pasado. Son los
las situaciones políticas, que determinan la viabi- planes de alineaciones, que fijaban rígidamente el
lidad de los planteamientos técnicos del urbanismo; detalle de todo lo que se iba a construir en la ciudad,
nos referimos a las ineludibles bases de acción que sujetándolo teóricamente a unas disciplinas casi
proporciona en cada país y en cada momento su le- siempre negativas, hechas de imposiciones y ser-
gislación vigente. vidumbres codificadas en las ordenanzas de la edifi-
La importancia de esta base legal ha ido crecien- cación.
do con el tiempo, hasta el punto de que puede de- La evolución conceptual de los planes de urba-
cirse que esta materia, aunque cuenta con curiosos nismo ha llevado en casi todos los países a una
antecedentes históricos aislados, es propia de nues- jerarquizada sucesión de documentos que abarcan-
tro siglo. Producto, fundamentalmente, de la necesi- do de mayor a menor extensión concretan menos
dad de poner coto a los desastrosos efectos del o más, respectivamente, el detalle de la realización.
«laisser faire», ha ido marcando la evolución del No obstante, la realización de estos planes sigue
Estado liberal a medida que avanzaba la conciencia siendo problemática en todos los países que no dis-
de la necesidad de la planificación, apoyándose en ponen del control político del suelo, ya que la super-
la urgencia de que el Estado se responsabilizase posición de sus trazados al plano parcelario de la
de la defensa del bien común, por encima de los propiedad real del suelo origina conflictos difíciles
intereses individuales o de grupo. de resolver.
De esta forma fue naciendo poco a poco en casi Por ello, y ante las condiciones desestructurado-
todos los países no comunistas un conjunto de dis- ras virulentas del proceso urbanizador, se han hecho
posiciones legales encaminadas, primero a contro- necesarios procedimientos más contundentes y ra-
lar y mantener dentro de unos límites mínimos de dicales, que permitan pasar de un urbanismo indi-
orden a la iniciativa privada, imponiendo obligatoria- cativo o de simple control a un urbanismo claramen-
mente la aceptación de unas normas generales para te operativo y creador a corto plazo, que requiere
la utilización del suelo. Son todas esas normas que la disposición de grandes extensiones de terreno
con evidente timidez empezaron a regular el esta- para permitir en poco tiempo operaciones urbanísti-
blecimiento de los planes de ordenación, concebidos cas controladas y dirigidas, que hagan económica-

151
mente recuperables las grandes inversiones necesa-
rias en infraestructura.
LA REFORMA DEL DERECHO DE Fue así como debieron entrar en funcionamiento
PROPIEDAD SOMETIDA AL PAR- intenso los procedimientos de expropiación, puesto
que se tropezó con esa gravísima traba de la propie-
LAMENTO CHILENO PROVOCA UNA dad privada del suelo, agravada en los países de tra-
VIVA POLÉMICA dición latina. Sin embargo, en todas partes se ha
abierto camino el «derecho de expropiación por cau-
Propugna un sistema de "propiedad
sa de utilidad pública», si no diversas formas de
comunitaria'' mediante amplios pode-
socialización del suelo, aunque, como en Inglaterra,
res de expropiación
se le llame eufemísticamente «venta forzosa».
Santiago de Chile 30. (Especial para No es que la noción de expropiación forzosa fue-
A B C.) El proyecto de reforma constitu-
cional presentado por el Gobieno demócra- se nueva. Había aparecido ya expresamente recono-
ta-cristiano, entre cuyas principales disposi- cida en los textos de las Constituciones Nacionales
ciones figura una importante enmienda
relativa ai derecho de propiedad, ha desen- a partir de la Revolución francesa, y concretamente
cadenado un debate de proyecciones nacio- en la Declaración de derechos del hombre y del ciu-
nales, convirtiéndose en un punto neurálgi-
co d# la actual situación política del país. dadano de 1789: «La propiedad, derecho sagrado e
Poderosos sectores de agricultores e in- inviolable, no puede serle quitada a nadie sino cuan-
dustriales, como asimismo los partidos con-
servador y Uberal, se han pronunciado pú- do la necesidad pública, legaimente constatada, lo
blicamente en contra de esta iniciativa, que, exige evidentemente, y bajo la condición de una jus-
a juicio de sus críticos, cercena en forma
peligrosa esta garantía constitucional. Se ta y previa indemnización.»
observa que, si se aprobara la reforma en el
Congreso Nacional, la inviolabilidad del Pero dentro de la configuración general del Esta-
dominio consagrada por la actual carta do liberal, con las limitadas posibilidades de la ac-
fundamental con algunas salvedades rela-
cionadas con el interés público perdería tuación administrativa, la expropiación había pasado
gran parte de su eficacia, ya que la regu- como algo inoperante frente al dogma de la propie-
lación del derecho de propiedad, la manera
de efectuar .las expropiaciones e incluso la dad como derecho absoluto. El Estado liberal se
naturaleza y plazo del pago de las indem- conformaba con aceptar el orden social existente,
sin intervenir para nada.
Tokio: la artificialidad creciente, rasgo característico de la urbanización.

153
/

1910

Crecimiento de Tokio.

La situación actual es, en general, muy distinta. un cambio de uso o de una actuación próxima re-
La concepción de la propiedad ha sufrido una honda vierta al Estado o a los órganos locales de la admi-
transformación, con resultados muy visibles en el nistración, obligando de hecho a permanecer inva-
orden social y político. La expropiación ha pasado riable al valor del terreno, y concentrando las plus-
a ser ugjpstrumento positivo que legitima la intro- valías en quien puede utilizarlas en bien de la co-
misiirh deí Estado en el derecho de propiedad, en munidad. El problema es llevar esto a la práctica.
virtud de la necesidad de operar sobre el orden La Town and Country Planning Act, de 1947, con-
social. tiene disposiciones en ese sentido, previendo la
La justificación última de la expropiación hay obligación del propietario de pagar la plus valía an-
que buscarla en el doble carácter, individual y social, tes de que se haya producido la transformación que
del derecho de propiedad, poniendo límite dicho ca- la origina.
rácter social a la propiedad individual, la cual debe El Estado francés, en la Ley de 19 de diciembre
ser así conciliada con el bien general, labor que, ló- de 1963, estableció una «tasa de regularización de
gicamente, recae en el Estado. los valores inmobiliarios», que grava a los propieta-
También el grave problema de las plus valías ha rios de los terrenos, edificados o no, comprendidos
recibido atención jurídica, aunque parece menos cla- en zonas que son objeto de operaciones de urbani-
ramente resuelto. El aumento de valor que beneficia zación. La recaudación de esa tasa beneficia exclu-
a unos determinados terrenos como consecuencia sivamente a las corporaciones locales que realizan
de actuaciones urbanísticas próximas, que los dotan las obras de infraestructura, haciéndose la liquida-
involuntariamente de facilidades de ser edificados ción en función del volumen edificable correspon-
sin sobrecostos de infraestructura y los sitúan en diente a cada terreno, según una disposición dada
zona urbana sin que el propietario haya realiza- al mismo tiempo que la que fija las zonas que deben
do ninguna operación ni esfuerzo económico, ha quedar afectadas por la tasa.
tardado mucho en ser considerado como algo cla- Evidentemente, estros problemas siguen ligados
ramente injusto. Este problema, que pocos países no ya a la evolución de la legislación, sino funda-
no socialistas han abordado, no parece admitir otro mentalmente a las condiciones generales de la es-
tratamiento que el de fijar los precios de los terre- tructura social de cada país. En este punto es pre-
nos y hacer que todo aumento de valor derivado de ciso hablar con claridad y denunciar sin timideces el

154
1937
imam

carácter absolutamente injusto e insostenible de conjunto dotadas de los servicios comunitarios ne-
unas situaciones político-sociales que permiten que cesarios.
los terrenos edificables sigan en manos de particu- Así, por ejemplo, en Francia se han puesto
lares que se niegan a urbanizarlos y a edificarlos o en marcha las «zonas de urbanización prioritaria»
a ponerlos en manos de quien pudiera hacerlo, espe- (ZUP) en 1958, y las «zonas de acondicionamiento
rando la subida de valor que el crecimiento de la diferido» (ZAD) en 1962; en Noruega se instituyó
ciudad les aporta. Todavía hay en algunos países un en 1958 la reglamentación de precios de terrenos, y
liberalismo urbanístico que considera, para justificar recientemente se ha creado un Comité Nacional de-
ciertas cosas, que el mecanismo de la oferta y la dicado a estos problemas; en España se creó en 1959
demanda permite la corrección automática de los la Gerencia de Urbanización, encargada de la adqui-
abusos, como si a estas alturas, y especialmente en sición de polígonos para el Estado en todas las zonas
España, no se conociesen ya los importantes mon- comprometidas; en Dinamarca también se creó un
tajes de la especulación. El crecimiento de la de- comité especial en 1961, y en el mismo año los Paí-
manda provoca un alza de los precios que lleva al ses Bajos pusieron en funcionamiento su Comisión
acaparamiento de los terrenos y a la especulación, para el Coste de los Terrenos.
especialmente cuando se utiliza la inversión en te- En cambio, hay otros países donde aún no ha
rrenos como refugio contra la inflación. podido institucionalizarse ninguna forma de inter-
En diversos países de economía de mercado, in- vención oficial y las restricciones impuestas a la
cluido el nuestro, se están ensayando formas de am- propiedad y a la iniciativa privada son mínimas.
pliar la política de adquisición por el Estado de suelo Pero de estos problemas vamos a ocuparnos con
en grandes cantidades, que permita operaciones de detención en los capítulos siguientes.

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NOTAS AL CAPITULO III

(1) Jean Gottmann: Grandeza y miseria in Süddeutschland, primera e d i c i ó n , 1935. (Revista «Architectural Record», año 1965.)
de la urbanización moderna («Urbanisme», nú- (8) D. Harris y E. L. Ullman: The nature (14) Wilhelm Rópke: Civitas Humana.
mero 88), 1965. of cities, 1945. (15) Ogborn y Duncan: El tamaño de la
(2) Peter Hall: Las grandes ciudades y (9) Hawley: Ecología humana, 1950. ciudad como variable sociológica, 1964.
sus problemas. (10) Jewell Cas Phillips: Régimen y admi- (16) Informe de la reunión de Estocolmo,
(3) Jean Gottmann: Obra citada. nistración municipal en los Estados Unidos en 1961, sobre planeamiento y desarrollo me-
(4) Hans Blumenfeld: La metrópoli mo- de América. tropolitano.
derna («Scientific American», 1965). (11) Jean Gottmann: Megalopolis, 1961. (17) Informe del Seminario Europeo de
(5) Robert E. Dickinson: Ciudad, región y (12) La palabra «ekistica» se deriva del política de desarrollo urbano y planificación,
regionalismo, 1947. verbo griego «oikos», habitar, exactamente celebrado en Varsovia en 1962.
(6) Paul Brenikov: Land use in an urban igual que ecología. (18) Informe del Simposio sobre planifica-
environment, 1961. (13) Lewis Mumford: Estudio critico so- ción y desarrollo de nuevas ciudades, cele-
(7) Walter Christaller: Die zentralen Orte bre el nuevo plan regional norteamericano. brado en Moscú en 1964.

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