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Biblioteca Daniel Co.

~lo Vdlegas
SERGIO A A R A Z,
lcventario ~001

EL COLEGIO DE MEXICO '

~~~~~~~~--~~~~l~ll
*3 905 0078153 V* __

Petróleo en Bolivia ~- - .
'

Editorial "JUVENTUD"
La Paz - Bolivia
1958
79111

Es propiedad del editor


qu.edan reservados los
derechos

Impreso en Bolivia Printed en Bolivia


EruFesa Industr-:111 Grãfica E. Burillo - La Paz.
Mi agradecimiento a Gabriel
Almaraz, Manuel Ortega, Juan
· Fernández, Jaime Farjat y José
Pereyra por la cooperación in-
apreciable que me brindaron.
'
La presencia del petróleo en el escenario nacionaL, sin ser
reciente en los últimos anos ha cobrado un relieve especiall
por las circunstancias que son conocidas.
En •la conciencia boUviana se va imponiendo la certidum-
bre deL desplazamiento del estano por eJ, petróLeo. Este con-
vencimiento parece estar más que justificado ante el crepi-
tante hundimiento de una economía imposibilitada de seguir
subsistiendo bajo sus viejas características y carente de su
base tradicional de sustentación: el estano y la gran propie-
dad rural.
La desarticulación de nuestra economía, revela algo más
que deficiencias administrativas o errores de orientación po-
lítica. Es un fenómeno que discurre sobre ·la acción de los
hombres y los partidos. Es la historia grávida de un nuevo
ser en pugna contra viejas formas que detienen el progreso
de ~n puebl.o. La experiencia nacional de los últimos seis
anos, no ha hecho otra cosa que anadir nuevos elementos de
colisión y conflicto, acelerando e imponiendo, con ello, Ea.
necesidad de un desenlace final.
Nuestro convulso panorama con seguridad nos depara
una cosa: la economía boliviana no podrá volver a ser lo que
fue hace diez o quince anos porque su base está definitiva-
mente rota. No podemos equivocarnos al sostener que vie-
ne operándose un cambio cuya violencia sacude toda la es-
tructura nacional. Que la mutación desemboque en la for-
mación de un país nuevo y progresista, es cosa que corres-
ponderá a la acción consciente y organizada de los bolivianos.
Es evidente que todas las corrientes de opinión están de
acuerdo en que el cambio sobrevendrá, y que ya ha empezado
a operarse. En esto no hay discrepancias. Donde surgen las
diferencias, es en el sentido valorativo de la transformación.

VII
La cuestión puede plantearse en los siguientes términos: i al
desplazamiento de una riqueza básica por otra, debe nece-
sariamente corresponder la sustitución de un poder extran-
jero pór otro? O bien, idebe aplicarse al petróleo la misma
política que en el pasado se siguió con el estano, o por el
contrario, clebe convertirse este recurso en la herramienta
histórica del porvenir de Boli'Via,?
A pesar de la importancia que tienen los problemas ener-
f}P.ticos en mwstro país la bibliografia existente sobre la ma-
teria es escasa. El hecho es revelador y constituye una evi-
dc.nria más, de que en la media centuria de explotación es-
i<áiífem, la. cultura nacional se amoldó estrictamente a los
requerimientos de esa industria con la exclusión de otros as-
pectos de la realidad boliviana. Bolívia sigue siendo, desgra--
ciadamente, un país que se ignora a si mismo.
Fuera de los importantes trabajos sobre el petróleo de
Pedro Nolasco López de h~ce tres décadas y de algunos apor-
tes monográficos de otros autores, no hay más bibliografia
nacional sobre el tema.
El presente trabajo tiene el propósito de replantear un
problema cuyas bases esenciales fueron expuestas en 1921 .
De entonces a hoy, surge con YPFB un nuevo elemento que,
sin a.J.terar lo básico del planteo, refuerza la tesis de defensa
de .la riqueza nacional.
Cuanto más pronto se arme ·la conciencia nacional con
los conocimientos necesarios para comprender la naturaleza
de nuestro problema petro.lero, tanto más fácil y naturalmen-
te se encontrarán la8 soluciones adecuadas que aseguren el
carácter nacional de la explotación de esta riqueza. No po-
demos olvidar que en éste, como en todos los órdenes de la
vida nacional, la última palabra tendrá que ser dicha por el
pueblo boliviano·.
El presente trabajo pretende, en el sentido sefíaZado, ex-
ponef los antecedentes de un problema en cuya solución los
bolivianos juegan su porvenir.
S. A.

vm
CAPITULO PRIMERO

EL PETROLEO

Gran parte dei progreso industrial moderno reposa en el


petróleo. Sin combustible y energía, sería imposible la exis-
tencia dei poderoso organismo industrial que sustenta el pro-
greso humano y prepara el advenimiento de nuevas y más
avanzadas formas de organización social. Si repentinamente
desapareciera el aceite combustible, el progreso humano re-
trocederia hasta situarse en tiempos de la revolución indus-
trial, cuando el carbón facilitaba la construcción de la má-
quina a vapor.
Se estima que en el abastecimiento de la energia mun-
dial, corresponde el primer puesto al carbón con el. 50%,
el segundo ai petróleo y al gas natural con el 40% y el ter-
cera a la energia hidroeléctrica con un 10%. Estas proporcio-
nes varían en los diferentes continentes y países. En Euro-
pa Occidental, cerca dei 80% de la energia proviene dei car-
bón y dei lignito, en cambio en América Latina en 1954, ya
el 50% de la energía tenía como fuente el petróleo. Exi.5ten
grandes áreas en todo el mundo cuyo abastecimiento de ener-
gia procede de fuentes primitivas, no comercializadas o insu-
ficientemente comercializadas: lefia, estiércol, turba, desper-
dícios agrícolas, América Latina cubre el 30% de sus nece-
sidades energéticas con combustibles vegetales. Países de re-
lativa importancia industrial como el Brasil, todavia satis-
facen pàrte de su consumo energético con estas fuentes pri-
mitivas. En nuestro país hasta hace tres décadas, la activi-
dad. de muchas de las minas con cierto desarrollo técnico, de-
pendia de estas mismos combustibles. Grandes núcleos hu-
manos como la población andina calculada en más de 10 millo-
nes, desconocen la utilización dei petróleo, el carbón mineral

.9
SERGIO ALMARAZ

y la electricidad. No obstante el desarrollo industrial y tec- ·


nológico, la lefia y otros combustibfes primitivos, no han si-
do d"esplazadas por el carbón, ni éste por el petróleo. Debe-
mos suponer que las nuevas fuentes de energía sobre todo
la nuclear, no limitarão la importancia del petróleo.
El consumo de combustibles y energía por habitante, va-
ría con el grado de desarrollo industrial. En 1949 en los
Estados Unidos el consumo era equivalente a 7 toneladas de
carbón, en el Reino Unido a 4 toneladas, en Asia a media to-
neladR. Nuestro país ocupa uno de los últimos puestos en
d consumo de combust.ibles y energía en América Latina.
Como hemos dicho, el carbón es todavía la principal fuen-
te proveednra de energÍ;=t y, como es lógico, los países más al-
tamente industrializados son los mayores productores. Pero
se constata un lento declinar de la importancia del carbón,
aunque en los últimos cincuenta afias, se haya cuadruplicado
su producción. Las minas más ricas de Europa Occidental,
están agotadas o en vías de agotarse; los cost_os de produc-
ción se elevao con el envejecimiento de las minas, el aumen-
to de la profundidad y Ia presencia de ciertas dificultadas
geológicas. En Europa Occidental y en los Estados Unidos
se han hecho considerables esfuerzos técnicos para raciona-
lizar cn un alto grado la producción; pero la situación de la
industria es estacionaria y en algunos casos declinante. In-
glaterra que cubre con carbón mineral siete octavas partes
de su consumo de combustible y energía, tiene un déficit
en su producción carbonífera. Francia confronta una situa-
ción similar, y en los últimos tiempos ha tenido que efectuar
importaciones de carbón norteamericano. En los Estados
Unidos la disminución de Ia importancia dei carbón como
fuente de energía, es más notoria y obedece en parte a cau-
sas diferentes de las que actúan en Europa: a princípios de
este sigla el 80% de su energía dependía del carbón, en 1953
esa proporción se redujo al 33%, en los últimos afios han sido
abandonadas más de 200 minas hulleras por su haja renta-
bilidad.
Empero, según un criterio generalmente admitido, pese
a su declinante importancia, el carbón continuará explotán-
dose aún después de haberse agotado el petróleo y el gas na-
tural, pues se considera que las reservas carboníferas son ma- ·
yores que las de petróleo. Actualmente se tiende a destinar
el carbón a grandes centrales eléctricas para "mandarlo co-
mo electricidad"; esta es una forma de disminuir los costos.
Se lo utiliza también como combustible de gran consumo do-

10
PETROLEO EN BOLIVIA

méstico; para producir gas; como coke es indispensable para


la industria del acero, y por los varias productos que se ob-
tienen de él, constituye una de las bases de la actual indus-
tria química orgánica.
La importancia dei petróleo va en aumento. El 1913
sólo representaba el 6% de las necesidades mundiales de
energía; actualmente sobrepasa el 40% junto con el gas na-
tural. El motor de combustión interna debe su progreso al
petróleo. El transporte moderno casi íntegramente depende
de él, lo mismo que muchas industrias que lo utilizaban co-
mo combustible o como bateria básica. Su uso es creciente
en homos industriales y en la calefacción central. Desde
1938, la marina mercante mundial transporta más petróleo
que carbón.
La producción mundial de petróleo por países es la si-
guiente:

PRODUCCION MUNDIA-L DE PETROLEO CRUDO (1)

536.000.000 tons.
, 1949-1951
265.900.000 en la pre-guerra

PORCENTAJE
Pre-guerra. 1949-51

61 U.S.A. 51
10 Venezuela 15
11 URSS 7
Arabia Saudita 4
4 Irán 5
Kuwait 4
2 México 2
3 Indonesia 1
2 Irak 1
7 Otros 10
100% 100%
(Una tonelada métrica aprox. 7 y 1h
barriles americanos) .

(1) Datos tomados de "OXFORD ECONOMIC ATLAS OF THE


WORLD", Oxford University Press 1954. Los cuadros que se incluyen

-11
SERGIO ALMARAZ

Con excepción de la Unión Soviética, todas las potencias


industriales dei mundo importan petróleo y sólo un pequeno
número de países cubren su consumo con producción nacio-
nal; Ia gran mayoría de las naciones no industriales son igual-
mente importadoras.
Desde la Segunda Guerra Mundial, se están desarrollan-
do dos nuevas fuentes de energia, la radiación solar y la ener-
gía nuclear, ambas actualmente en proceso de experimenta-
ción. Con la primera se puede levantar vapor, pera los cos-
tas son tan elevados que hacen imposible utilizar en el pre-
sente esta fuente de energía.
El desarrollo de la energia nuclear, según la opinión de
los especialistas, depende de varias factores económicos· Y
técnicos. Uno de ellos es el déficit energético de casi toda
Europa Occidental y particularmente de Francia e Inglate-
rra. En Francia la mitad de la fuerza motriz proviene dei
carbón y la otra de las plantas hidroeléctricas; cada diez anos
se duplica su consumo de energia eléctrica. En cuanto a
Inglaterra se calcula que dentro de 20 anos, debido a su ac-
tual ritmo de electrificación, su déficit de carbón será de 20
millones de toneladas. Aunque la aplicación de la energía
nuclear depende dei costa, -y esos costas actualmente son
elevadísimos- tratándose de países como Francia e Ingla-
terra que enfrentao el peligro dei estancamiento de su pro-
greso industrial por falta de energia, no les queda otro re-
curso que desarrollar esta fuente. Es por esto por lo que los
gobiernos de ambas naciones adelantan la ejecución de pro-
gramas para Ja construcción de plantas nucleares. El Profe-
sor Silenzi calcula que la relación dei costo en la aplicación
de la energia nuclear, es la siguiente: " ... la central eléc-
trica con energia nucJear que se está construyendo en Pitts-
burg (EE.UU.) costará alrededor de 52 millones de dólares,
mientras que otra de igual tamaiío alimentada a carbón, pue-
de construirse a un casto aproximado de 9 millones de dó-
lares." ( 2 ) ·

En nuestro país, en las contadas ocasiones en que se


han realizado cambias de ideas sobre el problema dei petróleo
nacional, se ha expuesto el criterio de que existe la perspec-

sobre e~timación de reservas, produeci6n, etc., como provienen de una


puhlicación no espe.ciali~ada, s6lo constituyen estimaciones generales,
que hemos deseado mcluu para dar una idea general sobre la mataria.
(2) Adolfo Silenzi de Stagni, ''EL PETROLEO ARGENTINO";
Colección Problemas Nacionales. Buenos Aires, 1955.

12
PETROLEO .EN BOLIVIA

tiva de un próximo desplazamiento dei petróleo por la ener-


aía nuclear. Si los factores anotados más arriba no fuesen
dignos de tomarse en cuenta, hay otro muy importante. La
industria atômica está controlada por los mismos grupos fi-
nancieros y corporaciones que dirigen la industria dei petró-
leo. Los progresos de la energía nuclear, están regulados por
las más grandes corporaciones de los Estados Unidos y son
lo que en el "argot" de los monopolios se llaman "bebés de
laboratorio", es decir, nacidos en grandes centros de expe-
rimentación científica de propiedad de las corporaciones, o
en laboratorios oficiales pero igualmente controlados. Las
plantas de energía nuclear que deben construirse en los Es-
.ta dos Unidos, serán de propiedad de estas corporaciones.
Como se sabe, en la fabricación de armas nucleares, -por
ejemplo la bomba atômica- la producción de sus diversas
fases es monopolizada por un pequeno grupo de empresas
gigantes entre las cuales se encuentran la Standard Oil.
El poder que tienen las gigantescas corporaciones ame-
ricanas sobre la industria nuclear, poder que, por diversos
medios se extiende a todos los países capitalistas que están
desarrollando esta misma industria, impide que los capitales
invertidos en el petróleo y el enorme conjunto de intereses
que representan, puedan sufrir perjuicios, aunque fuesen le-
ves, por el desarrollo de la energía nuclear.
Esta nueva fuente de energía se ha desarrollado con fi-
nalidades esencialmente militares, debido en parte al control
monopolista constantemente ejercido.
Algo más concreto e inmediato que la utilización de la
energía nuclear, es la existencia en los Estados Unidos de
grandes depósitos de esquistos bituminosos y de lignito, con
los cuales, en el futuro, se puede tener una fuente de com-
bustibles sintéticos baratos. Se ha demostrado, experimen-
talmente, que los costos no son muy altos y la abundancia
de materia prima es grande. Pero hay una marafia de inte-
reses que se oponen a la industrialización de estos recursos.
Las compaiiías petroleras locales, propietarias de yacimientos
en los Estados Unidos, han demostrado interés en los esquis-
tos bituminosos en previsión de un futuro agotamiento de sus
yacimientos. En cambio, las grandes compaiiías que explo-
tan el petróleo de Venezuela o dei Golfo Pérsico -que son
las que en último término seiialan el camino a seguir-, no
creen llegado el momento de los productos sintéticos. Eu-
gene Holman, Presidente de la Standard de New Jersey, de-
finió la situación en términos muy sencillos:

13
SERGIO ALMARAZ

"Cuando llegáe la êpoca de que los sintéticos parezcan ne-


cesarios a este prop6sito, seguramente nosotros los estaremos ll.a.-
ciendo." (a)

La importancia económica del petróleo es todavia mayor


teniendo en cuenta su creciente valor industrial. He aquí al-
gunos productos que se fabrican dei petróleo: artículos de
goma, negro de humo, vidrio flexible, instrumentos médicos,
cristales, lentes, cosméticos, cinturones, impermeables, insec-
ticidas, pinturas para revestimientos de caiíerías, bakelita,
sedas artificiales y algunos miles de artículos más. ·Actual-
mente se experimenta con la fibra "X 51", tipo "acrílico".
En los Estados Unidos se considera que en 1960 ya no se-
rían necesarias las importaciones de lana, si con esta fibra
se puede sustituír la que se usa en la fabricación de ropa.
Para 1960 se estima, igualmente, que la producción de nylon
será desplazada por esta nueva fibra. Otras fibras proce-
dentes del petróleo y de uso muy amplio son el perlop., el
orlon, el acrilan y el dynel.
El caucho sintético se fabrica también del petróleo, re-
sultando su precio menor que el dei producto natural. Otros
productos de alta importancia industrial como los detergen-
tes, el aicohol isopropílico, la acetona, el politeno plástico, son
igualmente elaborados del petróleo.
"Pero si todas estas aplicaciones no existieran -dice el
Profesor Silenzi- y en el supuesto absurdo que la eiiergía
atómica desplazara totalmente al petróleo como combustible,
seguirá éste teniendo importancia, pues no debe olvidarse que
entre los principales derivados de este producto, están los
lubricantes y hasta ahora no se ha conocido genio humano,
que pueda eliminar el aceite de toda fricción de los metales
y máquinas."

DESARROLLO ACTUAL
En 1929, el 33% dei comercio de combustibles líquidos
y sólidos ( expresado en equivalencia de carbón bituminoso),
correspondió al petróleo. En 1937, el 45% y en 1950, más
dei 69%. "Durante el período 1929-1950 el volumen de pe-
tróleo transportado por el comercio internacional ha aumen-
tado en forma extraordinaria: de 47 millones de toneladas

(3) Harvey O'Connor, "El Imperio dei Petróleo", pág. 118. Edi·
torial Nueva América, México 1956.

14
PETROLEO EN BOLIVIA

métricas en 1929 pasó a 70 millones en 1937 para saltar a


168 millonos en 1950 y desde entonces ha continuado subien-
do aceleradamente. En 1950 el 93% dei comercio interna-
cional de combustibles sólidos y líquidos correspondió al pe-
tróleo y sólo el 7% al carbón y sus derivados." ( 4 )
Actualmente el total de reservas que pueden ser ex-
plotadas comercialmente es muy grande; se calcula en más
de 16.000 minones de toneladas, equivalentes a la producción
normal de 25 anos. Estas reservas se encuentran distribui-
das así: una cuarta parte está en Norteamérica, una décima
parte en Sud América, una quinta en la URSS, y más de la
mitad en el Medio Oriente.
Los cálculos sobre reservas no son uniformes, p.or ejem-
plo, los dei geólogo Eugenio Ayres que está vinculado con el
departamento de investigaciones de la Gulf, coincide con la
política extranjera de esa compaíiía, sobre todo en lo tocan-
te a estimular la importación de petróleo. La estimación de
Ayres, es la siguiente:
Medio Oriente 25%
Soviets 25%
Estados Unidos 20%
Latinoamérica 20%
Otros 10%
TOTAL 100%
En los Estados Unidos -el primer país consumidor de
petróleo en el mund<r- la opinión pública ha sido continua-
mente advertida sobre el peligro dei agotamiento de las re-
servas. Pero a medida que el consumo crece se descubre
más petróleo. En 1954 la reserva norteamericana estaba cal-
culada en 35 mil millones de barriles, 14 anos de consumo a
los niveles de 1954 (2.500 millones de barriles ese afio).·
Los norteamericanos discuten sobre si la reserva de su
país es suficiente para el futuro. Los geólogos no han podi-
do ponerse de acuerdo. Las compaíiías "locales" son opti-
mistas en cuanto a sostener que la reserva norteamericana
es suficiente como para asegurar una provisión normal de
petróleo por mucho tiempo. Dicen también que los métodos
de recuperación se han perfeccionado elevando la extracción
del 30% al 60% y que, en el peor de los casos, se podrá desa-

(4) A. Silenzi, Ob. cit. pág. 17.

15
SERGIO ALMARAZ

rrollar con los esquisto8 bituminosos una iDdustria de com-


bustibles sintéticQS.
Las grandes compaiiías importadoras son menos opti-
mistas. Seiíalan que Estados Unidos ya ha consumido el 61%
de su reserva probada, mientras que la URSS --que posee
alrededor de un cuarto de Ia reserva mundial- apenas si ha
empezado a consumir su petróleo. Según ellas existe una
curva declinante en el consumo norteamericano de combusti-
bles, similar al consumo de carbón decreciente por parte de
Inglaterra, que sólo puede augurar la pérdida dei lugar di-
rigente que ocupa Estados Unidos entre las naciones.
Las opiniones difieren mucho, pero existen ciertos he-
chos demostrados por el geólogo E. De Golyer, una de las au-
toridades más eminentes en la materia, que llaman a reflexio-
nar. Desde 1938 hay una caída en el promedio de descu-
brimientos. El petróleo que se incorpora a la reserva en
los Estados Unidos, proviene más de los campos antiguos
que de yacimientos nuevos. Cuesta más dinero descubrir
petróleo y aumenta el porcentaje de pozos secos.
Por otra parte, se sabe que en la plataforma continen-
tal norteamericana hay ricos yacimientos. Un cálculo ini-
cial estimá esa reserva en 40 mil millones de dólares. Pero
como la explotación de estos recursos ofrece ciertas dificul-
tadas todavía es cosa dei futuro. ·
Lo cierto es que en Estados Unidos viene operándose un
cambio muy importante. Siempre fue un país expprtador,
pero ya en 1947 las importaciones representaban el 8% de
la producción interna, en 1951 el 12%, en 1955 el 15%, y
así la proporción continua subiendo. La producción de Ve-
nezuela y el Medio Oriente, no sólo se abrió camino en los
mercados extranjeros dei petróleo norteamericano, sino que
ganó terreno aún en los propios Estados Unidos. El cam-
bio de la balanza fue estimulado porque las compa:iiías petro-
leras obtienen beneficios más altos en Venezuela y el Medio
Oriente que en su propio país. Los bajos cestos de produc-
ción (véase página 44) constituyen para ellas una ventaja
que emplean contra los productores independientes y locales
y contra el gobierno norteamericano si pretendeo limitar la
importación. Todo esto da lugar a una encanada lucha en
torno a la importación. La industria carbonera dice que
pierde por efecto de la invasión de petróleo extranjero 165
millones de dólares al afio; los ferrocarriles vinculados con el
transporte dei carbón, 94 millones de dólares; los mineros
84 millones y los ferroviarios 47 millones.

16
PETROLEO EN BOLIVIA

Mientras se produce Ia invasión de petróleo extranje-


a
ro, las compaiíías locales, sometidas prorrateo, deben man-
tener "encerrada" gran ·parte de su producción. En 1955 la
capacidad productora encerrada alcanzaba a 2 millones de
barriles diarios, mientras que el volumen de las importacio-
nes se aproximaba al millón y medio de barriles, de modo
que la importación no habría sido necesaria con sólo dejar
producir a los pozos existentes.
Son graves las pérdidas que experimentan los producto- ·
res norteamericanos locales a consecuencia de la importación
y de las restricciones a la producción. La SUN declaró en
1954 que habría ganado 10 millones de dólares si se la deja-
ba explotar toda la capacidad de producción de sus propios
pozos. "Es claro que las importaciones están suplantando
parcialmente -más bien que suplementando-- la producción
interna", sostienen las compaííías locales. "La política de
las importaciones sacrifica a los "independientes" y a los
grandes "locales" en beneficio de los "internacionalistas" de
W all Street-Departamento de Estado, ---dice el autor de
"El Imperio dei Petróleo"- para el mayor provecho de la
Standard de Nueva Jersey, la Socony, la Standard de Cali-
fornia, la Texaco, la Gulf y la Shell."
Periódicamente los afectados por la importación, en cu-
riosas coaliciones, -productores de carbón, petroleros, sindi-
catos obreros, etc.- realizan campanas defensivas contra el
petróleo extranjero. Los "grandes" ante estas tentativas de
entrometerse en sus asuntos, se "encabritan" dice el autor
antes citado. ";.No era el petróleo venezolano casi tan ame-
ricano como el petróleo de Texas u Oklahoma? ;. No lo pro-
ducían, refinaban y distribuían compaiíías estadounidenses y
no estaba por consiguiente enteramente americanizado?" (5)
En esta lucha las grandes compaiíías han ganado sucesivas
victorias. Los "independientes" y "locales" se refieren con
franqueza a la causa de sus "fracasos". Russell B. Brown, vo-
cero de la "Asociación Independiente dei Petróleo de Amé-
rica" (IP AA), expresó lo siguiente:
"Muy a menudo, cua.ndo hallamos a un funcionario dei go-
bierno propiciando propuestas destructoras, vemos lá sombra de
estas compaíiías a su vera ... ". "Hemos contemplado con preocu-
pación la. facilidad con la cual funcionarios de nuestro Departa-
mento de Estado, del Departamento de Comercio y de otra.s de-

(11) H. O'Connor, oh. cit., pág. 284.

17
SERGIO ALMARAZ

pendencias, resultan intercambiables por funciona.rios de las com-


pa.õias importadoras." (6) .

El crecimiento de las reservas depende del desarrollo


técnico. En todo el mundo se busca petróleo. En los Esta-
dos Unidos en 1954, se invirtieron cerca de 2.000 millones
de dólares en exploración. La probabilidad de encontrar pe-
tróleo es de un 20% de acuerdo al actual desarrollo técnico
de la industria.
Entre las potencias industriales la única que se auto-
abastece es la Unión Soviética. Estados Unidos podría cu-
brir su consumo, si no impusiera limitaciones a su produc-
ción interna. Todas las demás naciones, grandes y peque-
fias, dependen dei petróleo de Venezuela y el Medio Oriente.
He aquí por qué este hidrocarburo representa uno de los pro-
blemas más complejos de la sociedad moderna.

EL PETROLEO EN LA AMERICA LATINA


En 1954 la producción mundial de petróleo fue de 4.600
millones de barriles en cifras redondas. De esa cantidad co-
rrespondió a la América Latina algo más de 861 millones de
barriles, un 18% de la producción mundial. Venezuela pro-
dujo ese ano 685 millones de barriles, 14% de la producción
mundial, o sea que la producción latinoamericana sin Ve--
nezuela, sólo representa el 4% del-total mundial.
En el informe de la CEPAL para 1954, se anota que el
abastecimiento de energia en la América Latina atraviesa
un período de dificultadas. Los bajos niveles de abasteci-
miento, según este informe, se deben a la falta de divisas
que retarda la adquisición de equipas destinados a cubrir el
creciente consumo de energia. "No es exagerado afirmar
-dice el informe- que el problema de suministro de ener-
gia es uno de los más candentes y agudos de los que en es-
tas momentos obstaculizan el desarrollo industrial de Amé-
rica Latina."
En 1954 el consumo total de energia en América Latina,
fue de 88,4 millones de toneladas de petróleo equivalente, es
decir, unos 500 kilogramos aproximadamente por habitante.
Este bajo índice expresa con elocuencia nuestro atraso indus-
trial y técnico.

( 6) Citado por H. O'Connor, ob. cit.

18
PETROLEO EN BOLIVIA

AMERICA LATINA: CONSUMO DE ENERGIA


(En miles de toneladas de petróleo equivalente)

1952 % 1954 %

Petróleo 39.137 49,6 42,283 51,3


Carbón mineral y coke 5.760 7,3 5.142 6,2
Combustible vegetal 26.655 33,3 26,655 32,3
Energía Hidroeléctrica 7.266 9,3 8.320 10,2

78,818 100,0 82,400 100,0

El cuadro precedente subraya la importancia creciente


dei petróleo en la economía latinoaniericana. Todos los paí-
ses son importadores netos con excepción de Venezuela, Méxi-
co, Colombia, Ecuador, Perú y Bolívia. Entre los importa-
dores, los que confrontan una situación más compleja debi-
do a su desarrollo industrial son la Argentina, que cubre só-
lo un 50% de sus necesidades de energía total y el 40% de
las de petróleo; el Brasil que produce el 70% de su energía
total y el 2% dei petróleo que consume; ChHe que produce
el 70% y el 14% respectivamente. El déficit de energía en
·nuestro país, es mucho más grave aunque la producción na-
cional de petróleo cubra el consumo. El desarrollo indus-
trial de Bolívia ha llegado ya al tope dentro de la actual pro-
ducción de energía.
El informe de la CEPAL adVierte que en aquellos países
en los que "el crecimiento dei consumo" no se compense en
lo futuro con una "intensificación de la producción" (de ener-
gía), esta circunstancia de disparidad "podría obligar a com-
primir otras importaciones -inclusive de bienes de capital-
con la consiguiente mengua en la aceleración de su desarro-
llo económico."
Es indudable que el problema común a toda América
Latina, es el de los bajos niveles de abastecimiento de ener-
gía. Todos nuestros países tienen obstaculizado su progre-
so entre otros factores, por éste.
En cuanto ai petróleo, la producción latinoamericana es
desigual, muestra un desarrollo parcial y su progreso se debe
a Venezuela particularmente.

19
SERGIO ALMARAZ

AMERICA LATINA: PRODUCCION DE PETROLEO


(Miles de metros cúbidos) (7)

Pro,lueciôn Mundial Varios Porcenta.jes

1954 1954
1950 1951 1952 1953 1954 1952 1953

l'rodueeióu Mundial 601.550 680.094 690.240 728.362 758.337 9,8 4,1


:\m,:ri•·a Latina de 110.904 124.702 130.946 128.078 137.269 4,8 7,2
la ··ual:
Arge11tina 3.730 3.890 3.909 4.475 4.700 14,8 5,0
HoliYia 99 83 85 95 268 215,3 182,1
l'.ra~il 49 100 109 141 151 30,5 7,0
Colnmbia 5.415 6.105 6.140 6.269 6.356 3,5 7,4
Chile 100 120 144 200 276 91,7 38,0
El'uador 41S 431 452 472 495 9,5 4,9
,\U·xieo 11.746 12.525 12.545 11.780 13.514 7,7 14,7
l'PrÚ 2.396 2.528 2.593 2.543 2.729 5,2 7,3
Venezuela 86.929 98.921 104.969 102.103 108.780 3,6 6,5

Como tenemos dicho, la Argentina cubre su consumo de


petróleo con su producción nacional, en una proporción del
40% al 50%; el Brasil el 2%; Chile el14%, son pues impor-
tadores. En relación a países como Perú y Ecuador, el au-
mento dei consumo no ht;l sido acompafiado por un aumento
proporcional de la producción, la que, por el contrario, tien-
de a estancarse; algunos yacimientos ya están agotados y el
trabajo de prospección de nuevas áreas no ha dado aún re-
sultados satisfactorios.
En el cuadro sobre la capacidad de refinación de los paí-
ses latinoamericanos se puede constatar el poder de las com-
paiíías extranjeras que dominan el petróleo de esta parte dei
continente. De acuerdo al informe de la CEPAL, la capa-
cidad de refinación de la América Latina sólo cubre dos
tercios del consumo total de petróleo. Así resulta que los
desembolsos de divisas de estos países son mayores que los
que se efectuarían si adquiriesen crudo para tratarlo en re-
finerías propias, lo que actualmente no es posible por la
falta de un adecuado número de instalaciones y equipas. En
cuanto a Venezuela, se puede decir lo mismo; si exportara en

( 7) CEPAL, Estudio Económico para 1954.

20
PETROLEO EN BOLIVIA

productos refinados todo el petróleo que produce, o la ma-


yor parte de él, tendría tm ingreso mayor.
· Por otra parte, los países productores latinoamericanos
que han autorizado Ia explotación privada de sus hidrocar-
buros, sólo reciben la parte más pequena de los beneficios
que las companías obticnen con la producción. Pero en las
siguientes fases, refinación, comercialización y utilización dei
petróleo como materia prima en la industria química, los be-
neficios son más altos; en estos últimos, los países produc-
tores no tienen participación alguna.

HISTORIA

La historia dei petróleo es parte de la historia dei capi-


talismo contemporáneo: la lucha por el reparto de los merca-
dos y las fuentes de materias primas, una de las causas más
hondas y constantes en el desencadenamiento de conflictos
internacionales; el crecimiento de gigantescos monopolios cu-
yos intereses se entrelazan y se confunden con los dei Esta-
do capitalista; el desenvolvimiento desigual dei capitalismo
en los diferentes países; la división de las naciones entre las
que poseen un alto desarrollo industrial y las naciones vasa-
lias, abastecedoras de materias primas y en cuya economía
subsisten formas de producción atrasadas en cuatro o cinco
siglos; estas aspectos y otros dei desenvolvimiento dei ca-
pitalismo, constituyen la base histórica de la industria pe-
trolera. La histeria dei petróleo es, pues, la historia dei fe-
nómeno económico denominado imperialismo.
Es una historia dramática como la vida misma de la so-
ciedad moderna; en ninguna otra h1:1.y tantas injusticias y des-
venturas para los pueblos, como en la histeria de este hidro-
carburo. En la mayor parte dei mundo capitalista, los mo-
nopolios han despojado a los pueblos de su derecho de pro-
piedad sobre el petróleo, usurpando los beneficios que rin-
de la explotación industrial de la materia prima más rica
de nuestro siglo. Los consorcias petroleros poseedores de
un enorme poder económico, han puesto al servicio de sus
luchas y ambiciones a gobiernos y estados, han armado a na-
ciones enteras provocando conflictos y guerras internaciona-
les, recurriendo a la guerra civil y a otros métodos brutales,
para aplastar los movimientos populares que pudieron haber
puesto en peligro su poder. Son incalculables las devasta-
ciones y los danos causados por esta sorda disputa. Su vas-

21
·SERGIO ALMARAZ

tedad puede medirse en términos de millones de vidas, enor-


mes pérdidas a consecuencia de las "guerras de precios", cien-
tos de yacimicntos y pozos destruídos, choques políticos san-
gri~nto~, guerras, revoluciones y contrarrevoluciones. Mu-
chas veces, debido a la rivalidad de los trusts y, más frecuen-
temente, ai acuerdo entre ellos, se ha obstruído el progreso
técnico y científico dei hombre. Estos perjuicios son inmen~
surables cn términos materiales.
Ninguna industáa en la historia humana ha alcanza-
do el alto gr::do de concentración, ni cl monopolio se ha pro-
ducido tan completa y prontamente, como en la industria
dei petróleo. Varias factores han influído para que esta in-
dustria, en el período relativamente breve de su existencia,
sea una de las más poderosas dei mundo.
Un autor francés, analizando el inmenso poder concen-
trado por los monopolios peh·oleros y :rjdiculizando las ideas
que predominan en el público respecto a ese poder, expresó:
"Pero el pdblico lo ignora. todavia.. Se representa a. los j&-
fes de un trust petrolero como a un tendero a.l por mayor1 mani-
pulando gra.ndes masas de UD producto dtil para todos y satisfe-
cho de ganar una fortuna de a.cuerdo al ndmero de sus recipien-
tes. !Dulce error! La. riqueza no tiene un sentido sino para. el
pobre. iSi yo tuviera un millón!, suefia el emplea.dillo en su fria.
buhardilla., y se imagina, más o menos lo que haria. con êl. Pero
se necesita ser un gran burguês para figurarse cómo se podria dis-
fruta.r de 100 millones. En cua.nto a1 millón de millones sobre-
pa.sa los limites en que la poseslón de las cosas puede producir
a1 hombre un goce''.
Y prosigue: " ... a.sf e1 alma.cenero a.l por ma.yor se ha desli-
zado bajo la. púrpura real. .. ". "El petrolero hace reyes, financia.
revoluciones, ha.ce socios coma.uditarios a. futuros ca.ncilleres.
Mil millones para. comprar ca.stillos que no se habitan, cuadros
que no se miran, obras maestras que no se comprenden. · 1Pa.ra.
quê! Pero mil millones para arrojar a. los griegos contra. los tur-
cos a 1~ conquista del Asia Menor, he a.quilo que puede ha.cer con
su fortuna persona.l un rey del petróleo. Siente su potencia. a1
estampido de los ca.fiones, a. los joegos alternados de la. derrota y
de la victoria". ( s) ·

Gran parte de los problemas internacionales tienen su


origen en el petróleo. Las cancillerías y los estados mayo-
res, una y otra vez, han sido agencias petroleras. Ahí está
la agresión a Egipto. Su bárbara elocuencia recuerda que
las compaiíías petroleras no han cambiado sus métodos desde

(R) Franeis Delaisi, Prólogo a "La Guerra Secreta por el Petró·


loo", Antoine Ziehka; Ed. Ereilla. Santiago.
))
---
PETROLEO EN BOLIVIA

hace cuarenta anos, cuando armaban bandas en México pa-


ra derribar gobiernos. Siguen siendo cualitativamente los
mismos.
;,Dónde empiezan los intereses de la nación y dónde los
de los trusts? Los teóricos de la economía del "gran .espa-
cio" o los ideólogos fascistas de la geopolítica, tienen su pro-
pia solución. Y a un presidente norteamericano di o la res-
puesta refiriéndose a las inversiones en el exterior: "La per-
sana y la propiedad de un ciudadano (norteamericano) son
parte del dominio de la Nación, aun cuando estén en el ex-
terior." ( 9 )
Los petroleros norteamericanos cubren sus campamentos
con bandera propia; la nación está donde están ellos. He
aqui uria nueva forma ·de derechos extraterritoriales y de
monroismo mundial. Pero como los monopolios petroleros
son internacionales, como lo es el capital financiero, impo-
nen un trato desigual: exigen de "su" nación la adhesión
patriótica a todos sus planes de expansión y conquista. Em-
pera, su patriotismo es variable. La Standard Oil seguía
utilizando patentes comunes con los consorcias alemanes y
vendiendo petróleo a Alemania e Italia cuando los Estados
Unidos ya estaban en guerra con ambos países. El patrio-
tismo de los petroleros es el mismo que el de los armamen-
tistas: sus intereses de clase están sobre los de la nación.
Y como el peso específico dei interés económico es superior
ai de la nación, la religión y la raza, los petroleros constitu-
yen la más alta expresión dei cosmopolitismo burgués.
"Filosóficament.e, los hombres de la Jersey (Sta.ndard Oil
of New Jersey) -observa el autor de ''El Imperio del Petróleo"-
podrian responder que su corporación se aproxima. a una mistica.
entidad a la que son ajena.s las simples a.portaciones personales,
económicas y de notoriedad. 1Que los Charles E. Wilsons de la
General Motors y la. General Elec:tric arramblen con los grandes
sueldos y que vayan a Washington en rumbosas misiones guberna.-
mentales, atentas a la pompa y a. la. gloria.!. . . Los hombres de
la Jersey están demasiado ocupados para desperdiciar su tiempo en
las mãs importantes cosas que aquellos haga.n. 1Que los Truman
Y los Eisenhowers, los Wilsons, los Hoffmans y los Fords lleven
los recados: la. Jersey se contentará. con delinear las condiciones
y las situa.ciones a. que los recados deben a.justarse!"
" ... 'ranto republicanos como demócra.ta.s son el grano del
molino de la Jersey, pues la. politica exterior de Estados Unidos
esti a.l servicio de las corpora.ciones al comando de la. mercancia.

(9) Presidente Coolidge, Mensaje a la Associated Press de abril


de 1927. .

23
SERGIO ALMARAZ

más sensible, más vital y mãs esencial del mundo: el petróleo.


Sin él los barcos encallan y los aeroplanos son patos sentados.
Con el perdón de Charles E. Wilson y de la General Motors:
iLo que es bueno para la Jersey es la politica externa sine qua
non de los Estados Unidos! . . . Cuando se considera que la Junta
de la Jersey es continua y que concentra tanto su ateilción en la
la política exterior, las Secretarias de Estado semeja.n simples
bandadas de aves migratorias, y la ascensión y cafda de los Pre-
sidentes son cosa accidental en la prosecución de los destinos de
la Jersey." (10)

Quien desee ver con claridad en la suceswn confusa


de los acontecimientos internacionales debe e:r;npezar ubican-
do los intereses econômicos en juego y, dentro de estos, los
relativos al petróleo. "Cherchez le petrole" ha llegado a
ser una expresión tan universal -dice el autor de un estu-
dio-- en las tragedias y comedias de las relaciones interna-
cionales, como cherchez la femme en las relaciones huma-
nas. . . El petróleo no es único casus-belli en nuestros días,
pero aunque su carrera como un producto de uso amplísi-
mo es extremadamente corta, ha causado ya más conflictos
que cualquier campeón de los ideales cristianos. . . nada se
gana con luchar vagamente contra la guerra. La cosa prin-
cipal consiste en combatir las fuerzas que luchan por la gue-
rra. Los reyes del petróleo son, hoy por hoy, los más prome-
tedores de estas fuerzas." ( 11 )
La explotación dei petróleo empezó a mediados dei si-
glo pasado. Edwin L. Drake perforó el primer pozo en el
estado de Pennsilvanya, Estados Unidos, en 1859, obtenien-
do una producción de 25 barriles diarios. En 1861, en el
rnismo Estado, se encontró el primer pozo surgente con una
producción de 300 barriles diarios. Poco después, la pro-
ducción dei pozo "Phillips" de 3.000 barriles por día, saturó
el mercado.
El desarrollo de la industria recomenzó después de una
breve pausa a consecuencia de la guerra de secesión. En
1865, en el curso de una semana, se registraron 20 compa-
iiías con un capital de 12 millones de dólares. La situación
de los Estados Unidos después de la guerra civil, facilitó la
rápida expansión de la naciente industria; había dinero y
un número de aventureros ávidos de negocias fáciles. En

(lO) Harvey O'Connor, Ob. Cit. págs. 40 y siguientes.


( 11) Louis Fisher, "Oil Imperialism", citado por J esús Silva Her-
zog, "Petróleo Mexicano", Fondo de Cultura Económica, México.

24
PETROLEO EN BOLIVIA

poco tiempo los capitales dedicados a esta actividad, se ele-


varon a 350 millones de dólares.
El crecimiento de la industria dei petróleo en los Esta-
dos Unidos, coincidió con el período de mayor expansión in-
dustrial. La guerra de secesión eliminando los últimos obs-
táculos que detenían el desarrollo capitalista, colocá al país
en condiciones de iniciar la carrera que le permitiría con-
quistar el primer puesto como potencia industrial entre sus
rivales capitalistas. .
La industria del petróleo aventajó a todas las demás
por la rapidez de su desenvolvimiento. En 1873. la produc-
ción mundial fue de 11 millones de barriles, en 1895 se ele-
vá a 102 millones, en 1901 a 167 millones. La vigorosa ex-
pansión industrial necesitaba combustibles. Hasta 1901 los
Estados Unidos, produjeron el 80% del rendimiento mundial
de petróleo. En 1910 la producción mundial llegó a 328 mi-
llones de barriles; en 1920 a 690 millones, en 1930 a 1.444
millones, en 1939 a 2.150 millones ...

LA ST ANDARD OIL

No se podría narrar la historia dei petróleo, sin refe-


rirse a las grandes compafiías y particularmente, a la mayor
de ellas, la Standard Oil.
John D. Rockefeller iniciá su actividad petrolera en 1862,
poco después dei nacimiento de esta . industria. Su prime-
ra organización fue la "South Improvement Co." formada
con un grupo de amigos. El mundo necesitaba para alum-
brarse mejores y más baratos combustibles que el aceite de
ballena usado hasta entonces. Otra circunstancia que ayuda-
ría al fundador dei monopolio más grande todos los tiem-
pos, sería el crecimiento industrial y el auge de la construc-
ción de los ferrocarriles.
Rockefeller, comprendiendo la importancia econômica de
los ferrocarriles, logró de éstos tarifas reducidas para sus
productos, y, por medio de convenios secretos, obtuvo una
participación en los fletes pagados por sus rivales. Esta fue
una de las causas de su éxito, sus refinerías recibieron el
crudo a precios que no admitían competencia.
En 1870, en Cleveland, Ohio, Rockefeller y sus amigos
organizaron la "Standard Oil Co. de Ohio", con un capital de
un millón de dólares distribuido en acciones de 100 dólares
entre las cinco personas que formaron la compafiía. Rocke-

25
_ SERGIO ALMARAZ

feller ubicado estratégicamente en Cleveland, se convirtió en


el mayor distribuidor. Construyó oleoductos y apoyándose
en ellos y en sus combinaciones con los ferrocarriles, tu:vo el
poder necesario para reducir a sus rivales. "Disponía asi,
prácticamcnte de un monopolio dei transporte por oleoduc-
tos, que podía utilizar tanto en contra de propietarios de po-
zos, como en contra del refinador independiente." (1 2 ) Con
quiebras provocadas entre sus competidores, fue adquirien- ·
do nuevas instalaciones con las cuales en 1879 tenía el 90%
de las refinerías.
El escritor norteamericano John lse resumiendo el cre-
cimiento del poder de la Standard Oil, expresa:
"De 1899 a 1907 la Standard Oil con sus subsidiarias
produjo más de un décimo de todo el aceite crudo de los Es-
tados Unidos; transportó sobre cuatro quintos dei petróleo de
los campos de Pensilvania e Indiana; refinó más de tres cuar-
tas partes dei aceite crudo elaborado en la citada Nación; era
propietaria y operaba más de la mitad de los carros tanques
usados para distribuir productos y vendia más de cuatro
quintos de todo el aceite de alumbrado que se exportaba, más
de cuatro quintos de toda la nafta adquirida en los Estados
Unidos y más de nueve décimos de todo el aceite lubricante
comprado en las compaiíías ferrocarrileras del propio país."
(13)
En 1R71 el capital de la Standard era de 2.5 millones
de dólares; en 1875 de 3.5 millones; en 1899 de 110 millones.
A medida que la Standard se fue transformando en un nío-
nopolio creció el poder de su fundador. Todos los medios
fueron utilizados por el magnate para mantener o aumen-
tar su poder: el espionaje, la corrupción, la competencia
deshonesta, la intimidación, la influencia política ...
"En los c!WIOs en que Rockefeller encontra.ba. fuerte oposi-
ciõn, -dice una. ·escritor~ como en la. lucha. contra. el ferroca.-
rril de Pensllva.nia., en el a.flo 1877, ferroca.rril a.poya.do por refi-
na.dores independientes, emple6 su influencia. polftica. y todos sus
recursos intelectuales y de briboneria., sin esca.tima.r el gasto de
millones de dólares, para. conseguir sus fines. El sabia muy bien
que el poder monopolista. era. una. fuente· de enormes utilidades
y combati6 con extra.ordina.ria tenacida.d en contra. de todos los

(12) Kirhl~tnd, "Historia Económica de los Estados Unidos'', cita·


do por .T. V. Liccaga, "Refle.xiones sobre el Problema Petrolero Argen·
tind~ .
(13) .Tohn Ise, "The United States Oil Policy", citado por J. Silva
Hen:og, Ob. Cit. _

26
PETROLEO EN BOLIVIA

obstáculos que se leva.nta.ba.n en su camino. Rockefeller fue siem-


pre impla.ca.ble con sus a.dversa.rios y mãs tempra.no o mãs tarde,
cua.ndo a.si le convenia, se daba. mafia.s para adquirir sus propie-
da.des o los servicios de a.quellos hombres cuya inteligencia raspe-
taba.. No se limiten --decia el gra.n hombre a. sus colaboradores-
a comprar propiedades; compren también cerebros. Rockefeller
advirtió la importa.ncia. de tener amigos dentro de la ma.quina.-
ria politica y encaminó sus esfuerzlJs para obtener nombramientos
gubemamentales a favor de quienes estaba.n dispuestos a servir
a la Sta.ndard Oil. Lo mismo compró politicos en el Partido De-
mócrata que en el Republicano. Se dice que John D.· Archnold,
uno de sus más intimos amigos llegó a ser el más hábil y cinico
distribuidor de sobomol! en la historia. del capitalismo norteame-:
ricano." ( 14)

Los procedimientos empleados por Rockefeller alarma-


ron a la opinión pública. La Corte dei Estado de Ohio or-
denó la disolución de la Standard, pera los dirigentes del mo-
nopolio consiguieron que el Estado de Nueva Jersey auto-
rizara su reorganización.
El Congreso y el Ministerio de Trabajo preocupados por
las dificultades de los productores independientes en 1904
y en 1905, ordenaron la investigación de los precios bajos del
crudo de Kansas. Se descubrieron muchas combinaciones
de la Standard con los ferrocarriles y se dio lugar a una re-
glamentación más estricta de éstos. En los afias siguientes
la hostilidad pública fue creciendo a medida que imevos pro-
cesos e investigaciones hacían luz sobre los negocias de la
Standard.
En los Estados Unidos no ha habido una industria más
investigada y controlada, hasta donde es posible controlar
en una economía capitalista, cÓmo la Standard. Pero todas
estas investigaciones no impidieron que el poder dei mono-
palio de Rockefeller siguiera creciendo. Entre 1882 y 1906,
la Standardd istribuyó dividendos por valor de 550 millones
de dólares. De 1882 a 1891 el promedio anual de las utili-
dades de los accionistas fue de 16,1% en relación al capital
invertido; de 1892 a 1899 de 32,2% y de 1900 a 1906 de
más dei 66%. Gran parte de las utilidades fueron reinver-
tidas.
En 1911 arreciaron los ataques contra la Standard en el
Congreso de los Estados Unidos. En mayo de ese afio, la
Corte Suprema ordenó su disolución. La resolución de la
justicia norteamericana no tuvo el efectó deseado, pues se

( 14) Anna Rochester, "Relers of América" citado por J. Silva


Herzog.

27
SERGIO ALMARAZ

permitió que la compafiía ~atriz, la Stand~r~. Oil of ~~


Jersey, distribuyera las acc1?ne~ de las comparuas subsldta-
r·ias a prorrata entre sus accwmstas.
"Al ha.cerlo asi, -diee el escritor John Ise- el grupo St:m-
dard ou quedó en posibilidad de mantener tma comunidad de in-
tereses verdaderaruente efectiva entre las diversas compaiiía.s,
puesto que el mismo gmpo de hombres posoía entonces gra~ par-
te de las acciones de cada tma de ellas. De acuerdo con el mfor-
me de la Federal Trade Comission en 1915, práctica.mente no exis-
tia competencia, al menos en el precio de la gasolina, entre las
varias unidades de la Standard Oil. Estas se d.ividia.n el pais en
distritos, dentro ele los cuales no existia competencia entre las
Compaiiías Standard."

El grupo Standard extendió su poder a diversas corpo-


raciones, muchas de ellas en otros campos de áctividad. Ad-
quirió intereses en el gran trust dei acero, la United Steel
Corporation. en las grandes compafiías de alumbrado y gas,
en Ia Amalgamated Cooper y para completar su desarrollo
ele gigante monopolista, se vinculá con la alta banca de Wall
Street.
En el curso de las sucesivas maniobras monopolistas, tu-
vo el cuidado ele dejar una pequefia parte de sus acciones
entre el público, esto le servía para defenderse mejor de las
leyes anti-trust. El valor de éstas en 1928 estaba calculado
en 4.000 millones de dólares y los dividendos pagados en es-
te mismo período, fueron más altos que todos los pagados
por la industria norteamericana.
La transformación de la Standard en un verdadero im-
perio puecle ser el símbolo dei paso de las formas pre-mo-
nopolistas dei capital ai imperialismo. "La Standard Oil
Company, en resumen, -concluye el escritor antes citado--
adquirió su posición en parte porque la industria petrolera
era en realidad un monopolio natural. Aún cuando no hu-
biera existido John D. Rockefeller, ni el grupo de la Stan-
dard Oil, se puede tener la seguridad de que un monopolb o
contrai unificado se hubiera desarrollado en la industria, por-
que existían muchas condiciones favorables para este desa-
rrollo. Este monopolio de la Standard Oil en parte represen-
ta el trabqjo astuto de hombres sin escrúpulos, pero por
otra parte es resultado de una evolución económica natural."
La importancia de hombres como Rockefeller, Morgan y
otros, reside en que supieron comprender cual era la direc-
ción seguida por la "evolución económica natural". Son el
producto de una época, de un proceso económico determina-

28
PETROLEO EN BOLIVIA

do, su mentalidad refleja las peculiaridades del proceso his-


tórico. El historiador norteamericano James Truslow Adams,
escribe a este respecto:
"Tales hombres tenian ciertos rasgos generales en común, por
diferentes que fueran como individuas. Eran hombres de una am-
plia visión econômica; pero de intensamente estrecha visiõn so•
cial, de energia colosal y voluntad férrea.. Podian traza.r sus
planes econômicos con visión imperial en el tiempo y en el es-
pacio; pero no les importaba nada. los efectos que sus actos pu-
diesen producir en la. socieda.d. Pretendían el derecho de regir
los destinos econômicos del pueblo; de cua.lquier modo que ase-
gurase su beneficio personal. Y lõgicamente insistian en la. teo-
ria del laissez faire, excepto para. si mismos, mientra.s que pedían
y recibían todos los favores que deseaban en privilegio& especia.-
les concedidos por el gobiemo, como ·el arancel y la ley para la.
adquisicióu de plat:.:.. Todo el mecanismo gubemamental debia es-
tar a su disposiciõn cuando lo requerían: leyes, sentencias de los
tribunales y tropas federales. Enlazaban sus empresas en trusts
y combinaciones de poder casi ilimitado, pero insistian en la li-
bertad de contratación "en su trato con los obreros", cuya orga.-
nización en cualquier forma rechaza.ban casi en absoluto aceptar".

Desde 1911, las unidades en las que se dividió la pri-


mitiva Standard, crecieron enormemente. El conjunto de
ellas constituye el más poderoso imperio petrolero. Muchas
tienen subsidiarias en los Estados Unidos y en el extran-
jet·o. La más poderosa de todas ellas sigue siendo la Stand-
ard Oil de Nueva Jersey, cuyo activo en 1940 era de 2.000
millones de dólares. Ese mismo afio poseía más de 4.250
millas de oleoductos y 200 buques-tanques.
En mayo y junio de 1940 la Standard Oil publicá una
serie de artículos en la revista "Fortune" que por su valor
informativo fueron resumidos y transcritos por el profesor
Silva Herzog en su libro "Petróleo Mexicano". Esta infor-
mación no ha perdido importancia:
"La Standard Oil Company de Nueva J'ersey es la industria
más grande de los Estados Unidos, es la más grande empresa
nortea.mericana entre las que no se hallan sometidas a reglamen-
tos federales. Su activo total es de 2.000.000.000 de dólares. So-
lamente la. sobrepasan las empresas de servicios públicos: The
American Telephon and Telegraph Co. y The Pensilvania Rail-
road Co. La Standard Oil de Nueva J'ersey es de mayor impor-
tancia financiara que The United States Corporation, mayor en
500.000.000 de dólares que la General Motors. Produce alrededor
dei 10% del petroleo crudo del mundo, refina algo más del 14%
del mismo. Opera el 12,5% del total mundial dei tonelaje de
barcos-tanques y posee la más numerosa flota dentro de la ma.rt-
na mercante de los Estados Unidos. Tiene en números redondos
36 millones de acres en distintos paises y calcula sus reservas en

29
SERGIO ALMARAZ

5.700 millones de ba.rriles de petróleo. No es un monopolio, sino


un mastodonte fisica y financieramente y por su organiza.ción
a.ctual y sus setenta aiios de histona., conduce al observador más
de prisa que ninguna otra compaftía de Estados Unidos a inte-
rroga.rse en los problemas torturantes acerca. del tamaiio de las
empresas capitalistas y la responsabilidad de las mismas."
"También esta corpora.ción arra.stra. al observador más pro-
fundamente que cualquier otra. empresa. norteamericana a. da.rse
cuenta. de las relaciones de los Estados Unidos con e1 resto del
mundo. Del total del capital de la Standa.rd de Nueva JQrsey,
más de 1.000 millones de dólares representan inversiones en bi&-
nes fuera de los Estados Unido!! lo que equivale al doble del total
del capital invertido por la American Telephone a.nd Telegraph
Co. Las instala.ciones hechas en el extranjero por la Standard
llega.n a cerca de un So/o de las inversiones directas en negocios
americanos en el extranjero. De sus 1.200 millones de dólares
anuales, por ingresos brutos de operación:- aproximadamente el
40% procede de los Estados Unidos y el 60% restante de otras na.•
ciones. Para la filosofia. provinciana. de ·la mayoria. de los hom-
bres de negocias norteamericanos, la. Standard Oil de Nueva. Jer-
sey tiene proporciones mundiales s6lo compara.bles a la Anglo-
Iranian y al grupo de la Royal Dutch Shell, con la diferencia
de que mientras la primera está en un 56% ba.jo el dominio del
Gobierno Britânico y la. Dutch Shell se mueve ba.jo la. celosa. mi-
rada. del Almirantazgo, no tiene una. flota. britânica para respal-
dar sus demandas, ni siquiera ha contado en todos los casos con
la. a.probación del Departamento de Estado. La. Standard es la.
compaiiia más importante que ha representado a los Estados Uni-
dos en el explosivo juego internacional del petróleo, y ha juga.-
do sola.."
"La. Standa.rd Oil de Nueva Jersey es una "holding compa.-
ny", es decir que es tenedora de acciones de otras C()mpa.iiias, sus
utilidades fueron en 1938 de 76 millones de dólares, utilidades
que obtuvo en 240 empresas afiliadas y subsidiarias. Una suma
de algo más de 11 millones correspondió a negocios no conectados
estrictamente con la. producción y refina.ción de petróleo crudo."

Existen dificultades casi insuperabies para poder trazar


un cuadro completo de Ias combinaciones de Ia Standard,
para establecer su participación en otras compaiíías y Ias
diversas formas de control que ejerce en la industria.
Con el tiempo los negocios de la Standard fuera dei pe-
tróleo, se han ampliado considerablemente. Se dice que al
presente sus intereses tienen una importancia de primera
magnitud en la industria química, en la eléctrica y en la alta
banca. La importancia actuai de este monopolio encuentra
una e.'-p1·esión cabal en su participación en la camarilla di-
rigente del NAM (Asociación Nacional de Manufactureros)
que coordina y dirige la alta política de los círculos norte-
americanos de negocios.

30
PETROLEO EN BOLIVIA

Si tomamos en cuenta las combinaciones de las camari-


llas familiares, el papel dinástico que estas juegan en el con-
trol de la industria y que, "apenas tienen nada que ver en
cuanto a su territorio, con las propiedades por la posesión
corpo!·ativa formal, o con las fronteras nacionales", de acuer-
do a la sagaz observación dei autor de "La Riqueza Tras el
Poder", el poder de la Standard y de la família Rockefeller
es mucho más vasto y concentrado que lo que representa, en
cuanto a estos elementos de la economía moderna, solamen-
te el áréa dei petróleo.
La Standard de Nueva Jersey, la corporación más gran-
de dei grupo Standard, sólo constituye una parte dei poder
dei grupo Rockefeller.
El grupo Rockefeller es uno de los ocho grandes grupos
financieros que detentan el 28,9% del capital activo perte-
neciente a todas las corporaciones norteamericanas. En la
órbita de in/Juencia de estos ocho grandes grupos, ingresa
más de la mitad de la economía de los Estados Unidos.
En esta constelación de corporaciones gigantes y de ca-
marillas financieras, el grupo Rockefeller es cada día más
poderoso: en 1935 sus activos mobiliarios e inmobiliarios al-
canzaban a 6.613 millones de dólares; en 1945 a 13 mil millo-
nes de dólares. Este grupo monopoliza más de la mitad de
los activos totales de la industria petrolera, y controla el Cha-
ae National Bank, uno de los gigantes de las finanzas norte-
americanas.
La Standard Oil N .J. es una de las bases más firmes dei
imperio de Rockefeller. Su activo en 1940 era de 2.000 mi-
llones de dólares; al 31 de diciembre de 1951, de acuerdo al
Wall Street Journal, se había elevado a 4.707.018.865 dóla-
res, es decir que aumentá en más dei doble. Para el mismo
afio su ingreso bruto fue de 3.863.317.093 dólares.
El ingreso anual actual de la Standard N.J. es de casi
6.000 millones de dólares y sus ganancias líquidas alcanzan
los 500 millones. Tiene 322 subsidiarias y emplea a 155 mil
personas. Y como es la cabeza de la família, planea y dirige
la actividad de su numerosa prole, con la cualllega a realizar
cerca de la quinta parte de los negocios petroleros de todo
el mundo. Entre sus afiliadas se encuentran grandes cor-
poracione~:

- Humble Oil Refining, la mayor productora de los Es-


tados Unidos que opera la refinería norteamerica-
na más grande.

31
SERGIO ALMARAZ

Creole Petroleum, la principal productora dei petró-


leo venezolano.
ESSO Standard, refina y vende sus productos en casi
todo el Hemisferio Occidental.
Carter, opera en los Estados Unidos.
Imperial, opera en el Canadá.
Lago, refina el petróleo venezolano en la Isla holan-
desa de Aruba.
-- Ethyl Corporation ( en sociedad con la General Mo-
tors) monopoliza la elaboración de anti-detonantes.
- Arabian American, de la que posee el 30o/o, mono-
poliza el petróleo de Arabia Saudita.
Standard-Vacuum, (en sociedad con la Socony-Va-
cuum) produce y comercia en el Lejano Oriente. ( 15 )

Las ganancias de la Standard correspondientes a 1954


provinieron de las siguientes afiliadas:

Creole (Venezuela) $US. 226.858.000.-


Humble (Texas, etc.) , 107.219.000.-
Imperial (Canadá) , 42.993.000.-
ESSO Standard " 31.274.000.-
Intemational Petroleum
(América Latina)
Otras afiliadas
," 21.044.000.-
95.450.000.-
Las grandes utilidades provienen dei exterior. En 1950
tres cuartas partes de la ganancia total, provinieron dei cru-
do y dos tercios de esa ganancia de subsidiarias que como
la Creole, operan en el exterior. América Latina, dio la mi-
tad de la ganancia total.
Las hermanas menores de la Standard N.J., son las si-
guientes:
Socony-Vacuum (Socony Mobil O~l), esta es la Stand-
ard de Nueva York. Sus intereses están extedidos por todo
el mundo. En Europa opera refinerías como Socony; en el
Asia Sudoriental, en alianza con la Jersey, es la Standard-

(15) Ver H. O'Connor, Ob. Cit. 1 pág. 38 y aiguientes.

32
PETROLEO EN BOLIVIA

Vacuum (StanVac); en los Estados Unidos es la Magnolia,


la General Petroleum, etc. Es la segunda companía más
grande en la industria del petróleo: para 1954 tenía un capi-
tal de 2.257 millones de dólares, un ingreso bruto de 1.689
millones y un ingreso neto de 184 millones.
Standard de Indiana, que en 1932 transfirió sus pose-
siones extranjeras a la Jersey. Tiene 2.187 millones y co-
mercia en todo el territorio norteamericano fuera de la costa
occidental a través de una larga lista de afiliadas. Ocupa el
quinto lugar por su capital entre todas las· compafi.ías manu-
factureras de los Estados Unidos.
Sta'YIJdard de California, posee inversiones extranjeras ·y
es la segunda mayor productora de los Estados Unidos.
"La. Socal -dice O'Connor- fue pionera en la apertura de
los ricos campos de Arabia y admitió a la Texaco como socia
para ganar mercados en Asia. y Africa.. Mãs tarde, sus grandes
hermanas, la. Jersey y la Socouy, dema.nda.ron su ingreso y se
Ies dio el 30% y el 10%, respectivamente. Pero Soca.l y la. Texa...
co manejan Bahrein sin ayuda., y la. cama.rilla Ca.ltex igualmente
produce en el Lejano Oriente. Sus mercados cubren a.hora. el mun-
do entero no-soviético."

El petróleo árabe es la base de las fabulosas ganancias


de esta companía. Para 1954 tenía un capital de 1.678 mi-
llones, un ingreso bruto de 1.113 millones y un ingreso neto
de 212 millones de dólares.

PANO RAMA GENERAL


En los Estados Unidos hay unas 200 mil empresas pri-
vadas dedicadas a la industria del petróleo. Algunas poseen
unos pocos pozos y otras tienen una "cafetera" a modo de
refinería, dedicada a destilar gasolina. Estos pequenos rea-
lizan proezas para poder subsistir hurtando el cuerpo al feroz
control de los grandes. Las compafi.ías multimillonarias, y
entre ellas las diez mayores, controlan toda la industria y
dominan y explotan a esta masa de pequenos productores.
Los grandes manejan el 85% de las ventas de los productos
dei petróleo. 'Duenos de oleoductos y refinerías, controlan
los mecanismos estatales para la regulación de la producción
y sus intereses pesan decisivamente en la política interna-
cional de .los Estados Unidos.
Para la elección del general Eisenhower las grandes com-
panías contribuyeron con la mitad de un fondo electoral de

33
SERGIO ALMARAZ

100 millones de dólares. La Standard de N.J. fue la prime-


ra aportante. Las mismas corporaciones impusieron al ge-
neral la compaiüa de Richard Nixon, personaje conocido por
sus turbios manejos políticos y sus vinculaciones petroleras.
La candidatura republicana se prepará cuidadosamente y con
tiempo: Rockefeller ubicó al general en la Presidencia de la
Universidad de Columbia, uno de los asideros intelectuales
de la Standard de N.J., y proporcioná, sin regatear, dinero
e influencias. El gobierno electo premió los desvelos electo-
rales de los petrol~ros de diversas maneras. El zócalo con-
tinental muy rico en petróleo fue cedido a las grandes com-
paiiías (Truman para conservar esas reservas en poder de la
Nación, antes de dejar el mando, las asignó a la Marina Nor-
teamericana). Nombró a Winthrop W. Aldrich, Presiden-
te dei Chase National Bank y cuiiado de Rockefeller, emba-
jador en Gran Bretaiia para que atendiera en Londres los
negocias de la familia. Otro petrolero, Robert B. Anderson,
fue colocado a la cabeza del Ministerio de Marina, el compra ..
dor de petróleo más grande de los Estados Unidos. Henry
Holland, abogado ligado a los petroleros de Texas fue ubica-
do en el Departamento de Estado como encargado de los
asuntos latinoamericanos. Un verdadero asalto de posesio-
nes estratégicas. Multimillonarios gobernando un país en
nombre de sus corporacioiles multimillonarias; la más com-
pleta aplicación del principio de "quienes poseen el país, de-
ben gobernarlo".
El interés de los 10 grandes petroleros en la política ex-
terior norteamericana, proviene de sus gigantescas inversio-
nes fuera de los Estados Unidos, las que represep.tan unos
5.100 millones de dólares, es decir, el 20% de la inversión
extranjera total de los Estados Unidos.
Los más grandes recursos petroleros dei mundo capita..
lista están haja el poder de estas compafi.ías. ;. Cómo se eje-
cuta ese control?
"Decir que no actúa.n al unfsono --escribe Harvey. O'Connor-
y en comprensiva armonía, seria tanto como contra.decir su públi-
ca afiliación en sus interconectadas empresas. La palabra. deni-
grante de CARTEL ha sido a.plicada. a esta entente: ellos lo nie-
gan pero la producción y los precios, dentro de su mundo, se mue-
ven acoplados en majestuosa concordancia. Las manos invisibles
que armonizan sus esfuerzos están más arriba de los controles
de soberanias ta.les como las de los gobiemos de Estados Unidos
e Inglaterra."
Si diez son los "grandes" que dominan la industria, cin-
co son las compaiiías que tienen negocias internacionales:

3-1-
PETROLEO EN BOLIVIA

Standard Oil de N.J., Standard de California, Socony Va-


cuum, Tex;as Oil, Gulf Oil. Entre estas y los productores
nativos estadounidenses, hay un constante forcejeo respecto
dei petróleo importado y del naci6nal. A los nativos los per-
judica el producto importado, mientras que a los cinco gran-
des les interesa menos la producción nacional porque con
las importaciones obtienen ganancias mucho mayores.
En el panorama petrolero se mueven centenares de in-
sectos: buscadores de fortunas, "promotores" de empresas
ilusorias, pequenos que pugnan por salvar su vida, refina-
dores desesperados porque sus "cafeteras" son saboteadas por
los grandes; distribuidores oprimidos por distribuidores más
grandes que descargan el peso de sus desventuras sobre los
minoristas y éstos a su vez sobre los detallistas. Una gi-
gantesca pirámide argamasada por las desventuras de millo-
nes de hombres que se disputan las ganancias dei recurso
industrial más importante de nuestro tiempo.
El resultado de esta lucha es la muerte de los pequenos
y el crecimiento de los grandes. Las companías chicas son
asimiladas o van a la quiebra. Los independientes deben re-
nunciar a vender su petróleo "independiente" y resignarse a
entregarlo a las refinerías de los grandes. Y continúa así,
ininterrumpidamente, el proceso de concentración capitalista.
V eamos un resumen dei autor de "El lmperio del Pe-
tróleo", sobre el intrincado panorama petrolero:
"Las compa.iiias internacionales no son sino cinco, dueilas y
seil.oras del Caribe, y del Golfo Pérsico, que son las principales
fuentes del petróleo en el mundo no-soviético, fuera de los Es-
tados Unidos. Una veintena. o más de compa.iiias "mayores", in·
cluyendo a las cinco grandes, dominan el mercado doméstico nor-
tea.mericano desde los pozos basta las estaciones de servicio. De~
bajo y detrás de las Grandes está la legión de quienes se man-
tienen usufructuando la explotación privada dei máximo recurso
natural. Esta. legión tiene de remate a. los exploradores millona.-
rios de Texas, los especuladores en la ca.za febril de nuevas fuen-
tes de petróleo crudo, los hombres que dificilmente pueden per-
der gra.cias a. la peculiar estructura impositiva. federal conocida
como concesión de 'a.gota.miento'. Ellos -los Haroldson Hunts,
los H.R. Cullens, los Clint Murchisons, los Sid Rica.rsons- cons-
tituyen la élite de los nuevGS ricos de la mitad del siglo XX.
Ca.rgados de millones sin haber hecbo nada para ganarlos, ta.les
especuladores se esfuerza.n por alcanzar el domínio financiero y
político del pais. Son productores 'independientes' junto con mi•
les de productorzuelos, que chocan con las compa.il.ia.s internacio-
nales en la perturbadora pelea de la. importación dei petróleo.
Allí donde no hay importaciones puede aún ser elevado el precio
dei petróleo crudo doméstico; y ello obliga a las compail.ias como
la. Jersey, a. ingeniarse para balancear su inversión en Venezuela.

35
SERGIO ALMARAZ

y en Arabia, con su inversión en la Humble y demás .afiliados lo-


cales, y a sosegar en alguna forma, a sus impacien~ suministra-
dores independientes de petróleo crudo. Aún más: puesto que las
compaiiías internacionales basan el precio clel petróleo foráneo
más barato sobre el preeio dei petróleo crudo de alto costo de
Texas, no ven solución posible para rebajar el precio domé~tico."

GRUPOS NO-ST ANDARD

Junto a los mamuts, como los llama O'Connor a los cua-


tro grandes dei grupo Standard, existen seis poderosos mo-
narcas en la industria petrolera norteamericana: la Texas, la
Gulf. la Cities Service, la Sinclair, la Phillips y la Shell
{americana).
Texas Company. Tiene intereses en Canadá, Europa Oc-
cidental, Africa, Asia Sudoriental y en casi toda América La-
tina. Sus posiciones más ricas están en Arabia y Bahrein
y las comparte con la Standard de Califomia. Ocupa el se-
gundo lugar, después de la Standard de N.J., en ganancias
y el quinto por su capital de 1.946 millones de dólares. En
1954, ganó 226 millones de dólares.
Gulf Oil. Tiene un capital de 1.969 millones de dólares,
lo que le asigna el cuarto lugar entre las "grandes". En 1954,
ganó 183 millones de dólares. Pertenece al grupo Mellon y
está emparentada con la Pittsburgh Coai, con la Koppers y la
Aluminium Company of America (Alcoa), el trust del alu-
minio, y con una infinidad más de corporaciones menores.
"La compafifa Mellon -dice O'Connor- se ha aventurado
lejos y extensamente; si.enta ahora sus reates en el más rico cam-
po jamás descubierto, en el maleable jequeato de Kuwait, un
trocito de desierto apretujado entre la Arabia Saudita y el Irak.
Lo comparte con la Anglo-Ira.nian. Llegado el caso la mala suer-
te de la Anglo en Irãn vino a ser la buena fortuna dei socio,
pues tuvieron que abrirse todas las válvulas en Kuwait para
suplir la deficiencia irania. En Venezuela. la Gulf es la. Mene
Grande, el tercer mayor productor. Dos tercios de la producción
de la Gulf provinieron de fuera. de los Estados Unidos."

Es una compaííía esencialmente "internacional" y en su


haber se deben incluir las pos~siones últimamente conquis-
tadas en Bolívia, país hasta hace poco considerado como "te-
rritorio Standard". Esto le brindará la posibilidad de pre-
sentarse en la Costa dei Pacífico, mercado dominado por la
Standard N.J.
Shell. Es la rama americana del monopolio anglo-holan-
dés y la única compaíüa extranjera que opera en Estados

36
PETROLEO EN BOLIVIA

Unidos. Tiene un capital de 1.042 millones de dólares y en


1954 obtuvo 121 millones de ganancia. En Venezuela ocupa
el segundo lugar después de la Standard de N .J.
Sinclair. Fundada por Harry F. Sinclair, es conocida en
los Estados Unidos por sus procedimientos poco honestos.
Tiene algunos intereses en Africa y Venezuela y su lugar es
el séptimo por su capital de 1.187 millones de dólares.
Cities Service. Como la anterior, nació y creció bajo la
·inspiración de un aventurero dei petróleo, Henry L. Doherty.
Esta es principalmente una compaiiía doméstica. Sus 1.054·
millones de dólares, la colocan en el noveno lugar' entre las
"grandes". Sus ganancias para 1954 representaban 44 mi-
llones de dólares.
Phillips. Es conocida por sus grandes yacimientos de
gas natural y los productos que elabora. Tiene intereses en
la industria petroquímica y como todo lo que és química en
los Estados Unidos tiene algo que ver con Du Pont, tiene
conexiones con este gran trust. Su capital es de 1.093 mi-
llones y sus ganancias fueron de 76 millones en 1954.
Otras compaiiías no-Standard de menor importancia, son
las siguientes: Sun Oil, Atlantic, Tide Water Associated, Con-
tinental, Unión Oil, Pure Oil, etc., etc. Todas ellas están
respaldadas, en diverso grado, por bancos o grupos finan-
cieros. ·

LA ROYAL DUTCH SHELL Y LA ANGLO-PERSIAN OIL


En la lucha mundial por el petróle·o estas dos grandes
compaiiías han sido las principales rivales de la Standard.
En 1890 Augusto J. Kesserl fundó la Royal Dutch Co.
para la explotación dei petróleo dei Extremo Oriente. La
Standard trató de someter a su domínio a la nueva empresa.
Frente a la amenaza, la Royal Dutch buscó un acuerdo con
la Shell Transport and Trading Co. En 1903 Deterding, su-
cesor de Kesserl en la dirección de la companía, llegó a un
acuerdo ("working agreement") con la Shell y con Rothschild,
este último dueiio entonces dei petróleo ruso. Reorganizado
y fortalecido así el trust holandés, extendió su poder a Ru-
sia, Rumania, México, Venezuela, al Extremo Oriente y a los
propios Estados Unidos. Los intereses de la Royal Dutch se
extendieron tanto que en 1907 fue necesario reorganizar su
mecanismo creando dos nuevas empresas: la Bataasfche Pe-

37
SERGIO ALMARAZ

troleum Maatschgf, encargada de la producción y con sede en


La Haya; y la Anglo Saxon Petroleum Co., con sede en Lon-
dres. El capital combinado de ambas era de 21.369.863 li-
bras esterlina~~. El trust anglo-holandés, acentuando el en-
carnizamiento de la lucha contra la Standard, extendió su in-
fluencia por todo el mundo. Esta contienda ha sido y sigue
siendo, la causa para la mayor parte de los conflictos in-
ternacionales de nuestro tiempo.
En 1909 Lord Fisher, jefe dei almirantazgo británico, or-
ganizá la Anglo-Persian eon un capital de 13 y medio millo-
nes de libras este:rlinas. Más de la mitad de las acciones
queclaron en poder dei almirantazgo, a cuyo representante
en el Consejo de Administración le fue acordado el derecho
a veto. La compaiíía fue organizada para explotar el petró-
leo descubierto en Persia por el australiano William Knox
d' Arcy y con el propósito de suministrar combustibles líqui-
dos a la Marina Británica de Guerra, asegurando su abaste-
cimiento en tiempos de guerra y controlando los precios en
tiempo de paz.
Ambas empresas, la Royal Dutch Shell y la Anglo-Per-
sian, siempre actuaron eii una sola dirección en la lucha
mundial por cl pe':róleo, respaldadas por el gobierno britâ-
nico. Su historia confirma que en la economía capitalista se
efectúa un vasto proceso de conceutración. Las corporacio-
nes gigantes reteniendo el timón de la economía mundial,
ejercen sobre la vida de las naciones un contrai peligroso e
inestable.
Una reciente investigación efectuada por el Congreso
Norteamericano, sefiala el nivel alcanzado por la concentra-
ción en la industria dei petróleo. Esta industria está domi-
nada por dos grupos, el norteamericano, formado por cinco
empresas y el inglés, formado por dos empresas. Estas siete
grandes controlan el 92% de la reserva mundial (excluídos
los Estados Unidos, México y la U.R.S.S.); el 88% de toda la
producción mundial de petróleo crudo (con exclusión de Ios
Estados Unidos y la U.R.S.S.); y el 77% de la capacidad mun-
dial de refinación. (1 6 )
El crecimiento de los trusts, consecuencia dei proceso de
conceritración capitalista, ha cerrado el camino al desarrollo
de industrias privadas pequeiías que deseen operar con au-
tonomía en sus negocios. Este hecho lo confirma "Petroleum

( !6) 'l'he I nternational Petroleum Cartel; Washington, 1952, citado


por A. Frontlizi, "Petróleo y Política", Edit. Raigal, Bs. As., 1956.

38
PETROLEO EN BOLIVIA

Press Service", vocero de los círculos de negocios dei petró-


leo al sefialar que: " ....en razón dei carácter dinámico de
los grandes grupos petroleros internacionales, se ha alcanza·
do virtualmente el punto en que es excepcional,- que una pe-
quena empresa pueda volverse muy grande." (1 7 )

LA LUCHA MUNDIAL POR EL PETROLEO

La economía mundial capitalista, se desenvuelve en con-


diciones de una creciente inestabilidad. La concentración dei
poder económico proporciona un peligroso poder político a
los dirigentes de las grandes corporaciones. Las rivalidades
y las luchas de los trusts ·petroleros ilustran esta verdad.
La lucha mundial por el petróleo gira en torno a la do-
minación de los mercados y las reservas. Los trusts inter-
nacionales libran una batalla por el dominio de las reservas,
porque quieren asegurar la continuación de su monopolio pro-
tegiéndose contra la eventual aparición de rivales. - Esta lu-
cha, casi siempre sangrienta, ha sido protagonizada por la
Standard Oil y la RoYal Dutch, ocasionando frecuentemente,
el enfrentamiento mundial de Inglaterra y Estados Unidos, las
dos mayores potencias imperialistas.
En los primeros tiempos la política de la Standard se
fundaba en la explotación dei petróleo de los Estados Uni-
dos y en la conquista de nuevos mercados de venta. Si-
guiendo esta línea, como ya vimos, monopolizó refinerías,
oleoductos y ferrocarriles, sometiendo a los productores in-
dependientes. En los mercados extranjeros, empleó la gue-
rra de precios, y el dumping para derrotar a los producto-
res rivales. Con estos recursos, a fines dei siglo pasado, con-
sigtiió desalojar de l'a mayor parte dei mercado europeo a
los petroleros rumanos y los obligó a darle participación
en sus negocios. La política de Ia Standard tuvo como fun-
damento, en los primeros tiempos, la conquista de mercados,
más que el control de las reservas.
Deterding, a la cabeza de la Royal Dutch, se orientó
hacia el control de las fuentes dei petróleo, sin descuidar
los mercados que serían mejor abastecidos desde yacimien-
tos próximos. Esta política probó ser la más acertada, pues
la Royal Dutch ganó terreno en todo el mundo. Los prime-

(17) "La Tribune des Nations", París, Octubre de 1952. Citado por
Silvio Frondizi "La Realidad Argentina", Edit. Praxis, Bs. As., 1955.

39
SERGIO ALMARAZ

ros choques con la Standard se produjeron por los mercados


dei Extremo Oriente, especialmente por el mercado chino.
La primera fase de la lucha epilogó con un acuerdo para el
reparto de mercados y zonas de influencia. La victoria co-
rrespondió a la Royal Dutch. Fue rápida la expansión de
esta última : llevó la lucha ai propio terreno de la Standard,
a los Estados Unidos, donde organizá filiales y construyó
oleoductos y refinerías; penetrá en Venezuéla, Trinidad, Méxi-
co y la Argentina; sus negocias se extendieron por toda Eu-
ropa y los dos Orientes; y la compra de los intereses petro-
leros de los Rothschild, le dio el domínio sobre el petróleo
rumano y ruso. AI iniciarse la primera guerra mundial, la
maYor parte de los yacimientos petroleros dei mundo, esta-
ban bajo su bandera.
Pero la correlación de poder cambió con la primera
guerra mundial. Este conflicto operá la aparición de nuevas
condiciones, enriqueció a los Estados Unidos y favoreció el
desarrollo de los monopolios norteamericanos. Si hasta la
iniciación de la guerr~ la Standard había enfrentado a la Ro-
yal Dutch con un relativo respaldo por- parte dei gobierno
norteamericano, la experiencia de la guerra enseiíando el al-
to valor estratégico del petróleo, le valió a la Standard el
apoyo dei gobierno norteamericano en su lucha por una re- ·
distribución de los yacimientos y mercados. La guerra im-
puso un ajuste en la estrategia petrolera mundial cuyas lí-
neas fundamentales fueron dictadas por la Standard Oil.
Lo que hasta entonces tenía el aspecto de una batalla comer-
cial, por el acrecentado poder de los trusts norteamericanos,
se convirtió en un enfrentamiento de estados en abierta pug-
na imperialista.
Los intereses de la Royal Dutch en los Estados Unidos
fueron reducidos. Los petroleros americanos en 1922, im-
pusieron sus intereses en Venezuela tendiendo al desplaza-
miento dei capital británico. En 1927, apoyados por Fran-
cia, obligaron a Inglaterra a darles participación en Irak. En
todos los países donde existían posibilidades de encontrar pe-
tróleo, efectuaron inversiones. Atacaron en todo el frente:
Polonia, Rumania, India, Egipto y Palestina; en América,
en Canadá, Venezuela, Perú, Colombia, Bolívia (en esta épo-
ca la Standard Oil llega a nuestro país). Trabajando fir-
memente para el desplazamiento definitivo de los ingleses,
obtuvieron concesiones y otras formas de participación en los
Yacimientos de Arabia Saudita, Kuwait en la Península de
Katar, es decir en el corazón petrolero d~l Imperio Británico.

40
PETROLEO EN BOLIVIA

La furiosa disputa por el domínio de los yacimientos y


los mercados, fue sembrando conflictos intemacionales, in-
tt·igas y çhoques sangrientos. Estallaron guerras civiles en
varias países; Estados Unidos procedió a la intervención ar-
mada en México; precipitaron la guerra entre Grecia y Tur-
quia; con sus intrigas convirtieron en un polvorín la Europa
Oriental y los Balcanes; empujaron a Bolivia y al Paraguay
a la guerra. Los ingleses invadieron Persia, intrigaron en
el Media Oriente y atizaron la guerra civil entre los árabes.
Este es el período más sangriento de la historia del petróleo.

NACIMIENTO DEL CARTEL MUNDIAL

En 1928 tuvo lugar una importantísima reunión en el


Castillo de Ashnakcarry, al norte de Escocia; a invitación de
su propietario, Sir Henry Deterding. Se trataba de poner
punto final a la guerra de precios Y con este fin se reunieron
los representantes de la Anglo-Iranian y de la Standard OiJ
N.J. Las guerras de precios les habían producido grandes
quebrantos. Por otra parte, los nuevos descubrimientos de
campos petroleros en los Estados Unidos, en el Medio Orien-
te y la rápida expansión dei petróleo venezolano, amenazaban
con una caída catastrófica de los precios. El acuerdo al que
llegaron los capitanes de la industria, se conoce con el nom-
bre de "convenio de Ashnakcarry" con el cual se echaron las
· bases para la formación dei cartel mundial. Se decidió man-
tener una determinada distribución de los mercados, limitar
las instalaciones evitando en lo posible la duplicación y la
construcción paralela de las mismas. Se trazó la política a
seguir en lo referente a precios dando el mismo valor a los
productos cualquiera que fuese su lugar de origen; la pro-
ducción excedente se "encerraria" evitando en todos los casos
vender petróleo a precio inferior al esta blecido por el cartel.
Como los costas de producción más altos correspondían al
petróleo norteamericano, serían los precios dei Gólfo de Texas
los que regirían el precio mundial. Esta era una ventaja
para los productores británicos que obtendrían ganancias más
elevadas vendiendo su petróleo barato dei Medio Oriente.
Para la ciencia econômica clásica sigue siendo un impe-
netrable misterio la forma como se fija el precio mundial
del petróleo. En efecto, hay paradojas desconcertantes. El
petróleo dei Media Oriente, el más barato dei mundo, tiene
el mismo precio que el de Texas, el más caro. Pero el àb-

41
SERGIO ALMARAZ

surdo no para ahí. Cuando se. vende el primero en Buenos


Aires o en algún puerto de la costa occidental norteameri-
cana, cuesta él precio de Texas, m.ás el transporte, de modo
que resulta a veces más caro que el petróleo norteamericano.
Aunque todo esta sea disparatado, es la base sobre la
cual el cartel mundial sustenta su poder. Los grandes del
petróleo evitan los efectos perniciosos de la oferta y la de-
manda, impiden las guerras de precios y, a través de "acuer-
dos de caballeros", se dedican tranquilamente a vaciar los
bolsillos de los consumidores.
No hay lugar a dudas en cuanto ai origen de los precios
de este recurso. Sus alzas y hajas, sus fluctuaciones ocasio-
n;Jlcs, obedecen ai rígido sistema impuesto por el cartel
mundial.
"Ya no existe ahora ningún precio de mercado libre
dei petróleo en ninguna parte dei mundo", decía el influyen-
te "New Statesman and Nation". "Europa está siendo desan-
grada por innecesarios Y elevados precios monopolistas dei
petróleo''.
Pero, pese a todas las regulaciones dei cartel mundial,
la lucha continúa por los mercados y las reservas, particu-
larmente por estas últimas. En el curso de la segunda gue-
rra mundial y en la post-guerra, los monopolios ingleses re-
cibieron los golpes más duros. Las consecuencias de la
segunda guerra fueron decisivas en el curso de la lu-
cha mundial por el petróleo. El capitalismo británico
debilitado y empobrecido no pudo hacer frente ai po-
der norteamericano reforzado y acrecentado, ni el poder
político del Imperio Británico pudo contrabalancear la in-
fluencia diplomática y militar de los Estados Unidos. La lu-
cha por las fuentes de petróleo lejos de atenuarse se agudiza
porque el capital norteamericano no quedará satisfecho has-
ta que la competencia inglesa sea definitivamente aniquilada.
Pera en esta lucha apareceu más definidamente nuevos facto-
res de orden económico y político, algunos de los cuales ya
habían empezado a desarrollarse antes de la guerra. En toda
América Latina, y sobre todo en México, la Argentina, Bra-
sil, Chile v Bolívia crece v se refuerza una nueva conciencia
que plant~a la defensa de ·los yacimientos petrolíferos contra
el acaparamiento extranjero. Los pueblos coloniales y semi-
coloniales se ponen de pie contra la opresión imperialista,
creando otro elemento que gravitará decisivamente en la pug-
na internacional por el petróleo. Estos nuevos factores, jun-
to a otros como el debilitamiento dei sistema capitalista, de-

42
PETROLEO EN BOLIVIA

tcrminan que la conquista de nuevos yacimientos, el control


monopolista de los mercados y el mantenimiento de las po·
sesiones petroleras en el Medio y Lejano Oriente y en Amé·
rica· Latina, sea cada vez más difícil porque los intereses de
los trusts norteamericanos no solamente tropiezan con la re-
sistencia dei capital británico, sino, principalmente, con un
profundo y vasto movimiento de liberación nacional en las
colonias y semicolonias. Los cambios en la correlación de
fuerzas operados después de la segunda guerra mundial, Y
que hallan su reflejo en el debilitamiento dei poder petrolero
mundial, han forzado a las empresas petroleras a aceptar
que los gobiernos de los países productores obtengan ma-
yor participación en los beneficios de la industria.

PRODUCCION Y RESERVAS EN LA POST-GUERRA

En 1947 el poder de los trusts petroleros norteamerica-


nos estaba representado por el petróleo que se produce en
los Estados Unidos (70% de la producción mundial en 1947),
por las tres cuartas partes dei petróleo producido en Vene-
zuela, y por el 20% dei petróleo del Cercano y Medio Orien-
te. Lós consorcios norteamericanos controlaban alrededor
dei 80% de toda la producción mundial capitalista.
En el período 1945-1947, y sin tomar en cuenta a los
Estados Unidos y a la Unión Soviética, la reserva mundial
estaba estimada en unos 5.230 millones de toneladas (al-
gunos autores precisan esta cantidad en 34 mil millones de
barriles). De este total cerca de la mitad, 47,5%, estaba
en poder de los petroleros . norteamericanos, alrededor dei
44,5% en manos de los británicos y la diferencia, el 8%, co-
rrespondía a otras empresas y gobiernos. Si se toma en
cuenta que las reservas norteamericanas para este mismo
período estabart calculadas en 2.800 millones de toneladas,
sobre un total mundial de 8.000 millones de toneladas, la
conclusión es que los Estados Unidos controlaban el 65% de
la reserva mundial, Inglaterra el 30% y los demás países
un 5%.
La influencia inglesa quedó seriamente reducida. Sólo
, en el Media Oriente, se aseguró una participación en el con-
trol de las reservas, al finalizar la segunda guerra mundial,
consistente en el 52,5%. Los americanos, que hasta me-
diados de la década del veinte no tenían ninguna participa-
ción en el petróleo dei Medio Oriente, o la tenían en peque-

43
SERGIO ALMARAZ

fia escala en 1947 ya controlaban el 42% de los Yacimientos.


La influe~cia francesa fue reducida a1 5,5%.
En la post-guerra los pueblos expresaron su voluntad de
defender sus riquezas naturales y su independencia nacional.
En América Latina, el pueblo venezolano después de una lar-
ga tiranía, impuso un gobierno democrático el 18 de octubre
de 1945 (Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Ró-
mulo Betancourt). El proceso de recuperación democrática
iniciado en Venezuela, pronto fue interrumpido por las com-
pafiías petroleras que alentaron un golpe de estado militar
que depuso al Presidente Rómulo Gallegos el 24 de noviem-
bre de 1948. Ese país hoy vive nuevamente una dictadura
como lo fue en el pasado la de Gómez.

EL PETROLEO Y EL MEDIO ORIENTE


Pero donde la rivalidad de los consorcias petroleros ha
adquirido mayor violencia, sobre todo en los últimos tiem-
pos, es en el Cercano y Medio Oriente. Los pueblos árabes,
no aceptan ser el escenario pasivo de las disputas anglo-ame-
ricanas, ni quedan indiferentes a su suerte; sostienen una
enérgica lucha contra la dominación extranjera.
La importancia dei Cercano y Medio Oriente es de pri-
mera magnitud en la política mundial por la riqueza petrole-
ra de esta zona. Las reservas, 17 mil millones de toneladas,
representa entre el 50% y el 70% de toda Ia reserva dei
mundo capitalista. El rendimiento de los pozos, es centena-
res de veces más elevado que el de los pozos norteamericanos.
Los costos -secretos celosamente guardados- son ínfimos.
En 1946, el Departamento de Comercio de los Estados Uni-
dos, estimó que el costo de un barril de petróleo árabe era
de 30 centavos, el venezolano 50 centavos, contra 1.85 dó-
lares del crudo norteamericano. (En esta época el crudo de
Texas se vendia a 2.65 dólares y este era el precio mundial).
Para 1955, los organismos especializados de las Naciones Uni-
das calculaban el costo de producción del petróleo árabe en
35 centavos de dólar.
La situación estratégica de los países árabes, es otro ele-
mento de gran importancia pues están excelentemente ubi-
cados para el abastecimiento dei mercado europeo.
En vísperas de la segunda guerra mundial, se extraía
petróleo en el lrán, Irak y Bahrein; la producción represen-
taba el 5,9% de la producción mundial. ·

44
PETROLEO EN BOLIVIA

AUMENTO DE LA PRODUCCION DE PETROLEO


EN EL MEDIO ORIENTE
(En millones de toneladas)
_.......
En el Medio
Anos Total Oriente Porcenta.je

1938 271,6 16,0 5,9%


1950 524,0 87,6 16,7%
1951 587,0 97,1 16,5%
1952 618,0 106,1 17,2%

(Datos de Petroleum Press Service) .

El aumento de la producción después de la guerra se de-


bió al descubrimiento de nuevos yacimientos. En 1955 esta
fue de 162 millones de toneladas, el 25% de la producción
mundial.
En los últimos anos el Cercano Oriente suministra más
de la mitad de todo el petróleo que se incorpora al comercio
internacional. Este hecho por sí solo, subraya la importan-
cia económica internacional de estos hidrocarburos.
Casi toda la producción y reserva se halla distribuída
entre cinco trusts norteamericanos --Standard Oil de N.J.,
Standard de California, Texas Oil, Gulf Oil y Socony Va-
cuum- y dos ingleses: Royal Dutch y Anglo Iranian. Hay
también una pequena influencia francesa. Estos consorcias
adquirieron grandes extensiones de tierras petrolíferas por
el procedimiento de las "coricesiones", cuyos plazos, por lo
general, no concluyen antes de fin de siglo o principias dei
que viene.
Las companías se dedican principalmente a la extracción
y transporte del petróleo. Por temor a la nacionalización de
la industria prefieren construir sus refinerías lejos de los
países productores. En Europa, en los últimos anos, se han
construído grandes refinerías para tratar el petróleo dei Me-
dia Oriente. Como se exporta petróleo crudo, .en muchas
regiones dei Medio Oriente hay escasez de combustible para
uso doméstico.

45
SERGIO ALMARAZ

Los especialistas sostienen que Iás inversiones de los con-


sorcies extranjeros en Ia industria dei petróleo del Media
Oriente se aproximan a· los dos mil millones de dólares. Si
esta es evidente, en todo caso esas inversiones han sido ya
amortizadas, pues las utilidades que rinde el petróleo dei
Medio Oriente, son las más altas de la industria en el mundo.
La Anglo-Iranian, monopolio británico que opera en el
Irán, en casi media siglo de explotación, obtuvo un rendimien-
to de 100 libras esterlinas por cada libra invertida.
La Arabian-American (ARAMCO) con la venta dei crudo
de Arabia Saudita tuvo 530 millones de ciólares de benefi-
cio en 1953. Esta compaiiía de acuerdo a fuentes norte-
americanas, ha invertido 500 millones de dólares, lo que sig-
nifica que sus tasas de utilidad son superiores al 100%. La
prensa norteamericana con razón la llama la "fabulosa em-
presa comercial de la actualidad". (LA ARAMCO se constitu-
yó en 1939 con la participación de Ias cuatro compa:iíías pe-
troleras más fuertes de los Estados Unidos: Standard Oil N.
J., Standard Oil California, Texas Oil y Socony-Vacuum. El
propósito de la nueva organización -cumplido en gran par-
te-- fue soca bar las posiciones de Inglaterra en · el petróleo
del Medio Oriente). -
La Irak Petroleum, de acuerdo a información de la pu-
blicación norteamericana "Magazine of Wall Street", en 1955
obtuvo de la exportación de~ petróleo dei Irak, una utilidad
líquida de 460 millones de dólares, el 180% sobre sus inver-
siones que representaban 250 millones de dólares para el mis-
mo afio.
La ::mglo-norteamericana "Kuwait Oil" que opera en
Kuwait, el campo petrolero más rico dei mundo, ganó 530 mi-
llones de dólares en 1955, alrededor dei 50% dei capital in-
vertido.
Se podrían dar muchos ejemplos más sobre las gran-
des ganancias de las compafiías extranjeras en el. Cercano
Oriente, pera es suficiente sefialar que, de estar con infor-
maciones de fuente norteamericana, esas compafiías en 1955,
tuvieron un ingreso de 1.850 millones de dólares, provenien-
tes de la explotación y venta del petróleo crudo, fuera de
otras utilidades como las que corresponden a la refinación, el
transporte, etc. Si los países árabes dispusieran de un in-
greso tan elevado, aunque sólo fuera por un afio, habrían
resuelto los problemas esenciales de su economía.
La firmeza demostrada por estos pueblos en defensa de
su independencia nacional, ha persuadido a las compaíiías a

46
PETROLEO EN BOLIVIA

rcvisar los cánones de pago de las concesiones petrolíferas.


H:m accptado entregar a los gobiernos árabes, el 50% de los
beneficios de cxplotación. Por cierto que éstos nada o muy
poco pucdcn hacer para asegurar su derecho a percibir la mi-
tad de los beneficios, porque las compafi.ías tienen mil re-
cursos para evitar que su contabilidad sea fiscalizada. Por
ejemplo la ARAMCO, vendía la tonelada de petróleo a em-
presas norteamericanas con las que tenía acuerdos, a 2,40
dólares menos dei precio corriente; con este procedimiento
burlaba el pago de sus contribuciones al Estado.
Toda la política internacional de las potencias occiden-
tales en el Medio Oriente, tiene como base mantener los pri-
vilegias de los monopolios norteamericanos y británicos so-
bre el petróleo. "El Pacto de Bagdad" --declaró el conser-
vador L. Burke en el Parlamento de Inglaterra- no debe ser
más que el principio de las medidas de defensa de nuestro
petróleo. A mi entender este pacto se halla destinado en
realidad, a garantizar una defensa segura de nuestros intere-
ses en esa parte dei mundo."
El petróleo dei Medio Oriente es la manzana de la dis-
cordia de las relaciones angloamericanas. Las diferencias
son profundas; los grandes yacimientos, las "zonas de influen-
cia", la posición estratégica, constituyen el botín que los bri-
tánicos no desean compartir pacífica y generosamente con sus
socios americanos, ni estos últimos están dispuestos a que-
darse tranquilos mientras no eliminen toda influencia britá-
nica. Pero cuando surge una amenaza contra los privile-
gias de los monopolios petroleros, éstos y los gobiernos de
las dos potencias forman frente común.
Inglaterra antes de la segunda guerra mundial contro-
laba el 76% dei petróleo dei Medio Oriente, y el Irán era
la base de su poderío. En el curso de la guerra, como ya
anotamos, los monopolios norteamericanos intensificaron su
ofensiva en el Cercano y Medio Oriente, tratando sobre todo
de afirmarse en la Arabia Saudita. En 1945 se concertá un
acuerdo entre Inglaterra y los Estados Unidos por el que se
reconocía a la primera el monopolio total en el Irán y a los
Estados Unidos en Arabia Saudita; respecto a las zonas res-
tantes, los petroleros ingleses y norteamericanos debían ac-
tuar "mancomunadamente", es decir, que los norteamerica-
nos tendrían participación en aquellas empresas que hasta
entonces habían sido ·de propiedad británica. Este era un
pacto más de los muchos que suscribieron -y casi nunca
llegaron a cumplir- los trusts petroleros. El acuerdo de

47
SERGIO ALMARAZ

1945 duró poco, la ambición rompió la "paz" momentãnea;


Los norteamericanos, insistieron en obtener una participa-
ción en el petróleo dei Irán. En 1946 la Anglo-Iranian, tu-
vo que firmar un acuerdo con los monopolios norteamerica-
nos para venderles el 20% del petróleo extraído en el Irán.
Más tarde la cuota fue duplicada.
En 1951 el Parlamento dei Irán aprobó la nacionaliza-
ción de la industria del petróleo, iniciándose así una nueva
fase en la lucha de los pueblos árabes en defensa de su m-
dependencia nacional. Al principio del conflicto los intere-
scs norteamericanos y británicos entraron en pugna, de mo-
do que el gobierno iranio pudo impulsar más fácilmente la
nacionalización. Los trusts norteamericanos trataron de
aprovechrase de la situación para desplazar a los ingleses dei
lrán: la ARAMCO declaró que si el Irán sacaba a subasta
pública los bienes de la Anglo-Iranian, sería ella la adjudica-
taria. Este nuevo encuentro anglo-norteamericano impidió,
temporalmente, que los gobiernos de Inglaterra y los Esta-
dos Unidos, se unieran para derribar a Mossadegh. ·Pero
cuando los petroleros norteamericanos se convencieron de
que el pueblo iranio no aceptaría cambiar de amo y cuando
se pusieron de acuerdo sobre el porcentaje que ·Ies corres-
pondería en la explotación dei petróleo persa (40%), el Go-
bierno iranio fue derribado por un golpe de estado en agosto
de 1953. La camarilla dei Sha completá la obra con fusila-
mientos en masa.
Otro pueblo que sufre las consecuencias de la rivalidad
anglo-norteamericana es el pueblo de Yemen. Las compa-
fiías yanquis establecidas en Arabia Saudita, trataron de apo-
derarse de los ricos yacimientos dei Yemen; así es como en
1947 obtuvieron una concesión en el Yemen, pero en 1948 los
ingleses organizaron un complot en el que resultaron muer-
tos el Iman dei Yemen Y ahya y dos de sus hijos. Fue ele-
vado al trono, por poco tiempo, el agente británico Abdu-
llah Ibn el Visir. Seif Ul-lslam Ahmed, uno de los hijos del
Iman asesinado, recibió armas norteamericanas y en una su-
blevación derribó y fusiló al agente inglés. Toda esta suce-
sión de acontecimientos sangrientos, impedía que los norte-
americanos se dedicaran a explotar su petróleo. En 1950 la
aviación inglesa bombardeá las zonas de Yemen próximas al
protectorado inglés de Aden. Más tarde Inglaterra ocupó mi-
litarmente varias zonas petrolíferas dei Yemen, con el pre-
texto de que la frontera entre este último y el protectorado
de Aden, no estaba bien delimitada. El conflicto, después de

48
PETROLEO EN BOLIVIA:

la agresión anglo-francesa a Egipto ha sido reavivado. El


territorio de Yemen a fines de 1956, sufrió varias incursio-
nes y bombardeos británicos y puede ser nuevamente inva-
dido.
El último acto dei drama dei petróleo en el Cercano
Oriente, protagonizado por el Egipto, ha tenido lugar en el
marco de una decidida y cada vez más amplia lucha de los
pueblos árabes por su independencia. .
La agresión contra Egipto ha puesto en evidencia la pro-
fundidad de l'as contradicciones anglo-norteamericanas. Co-
mo en el caso dei Irán, el Egipto ha tenido que hacer frente
a presiones unas veces opuestas y otras combinadas. En es-
ta cruenta lucha la nacionalización del Canal de Suez no ha
sido más que un episodio, siendo el petróleo el fondo mismo
del conflict"o.
El Coronel Nasser expresó con un criterio muy claro lo
que representa el petróleo para los árabes:

"He leído recientemente un tratado, publicado por la Univer-


sidad de Chicago, sobre la situación del petróleo. Quisiera, que
cada uno de nuestros compatriotas lo leyese, lo meditase y se die-
ra cuenta de la importancia. que tienen las cifras y las estadisticas.
Este tratado prueba. entre otras cosas, lo poco que cuesta
la. extracción dei petróleo en los paises árabes.
Las compa.fiías petroleras han gastado en tra.bajos de pros-
pección en Colombia sesenta millones de dólares desde 1916 y has·
ta 1936 no halla.ron una. gota. de petróleo.
Los primeros yacimientos petrolíferos de Venezuela. se ha-
llaron después de 15 anos de sondeos, que ba.bía.n costado 44 mi-
llones de dólares.
En Indonesia lleva.n gastados las compa.fiías 30 millones de
dólares y hasta ha.ce poco no ha.n hallado petróleo.
Concluye el tratado recordando que la. extracción de un ba-
rril de petróleo cuesta en Nortea.mérica. 78 centavos, en Suda.mé-
rica. 43 centavos y sólo 10 centavos en los países árabes.
El centro de la producción mundial de petróleo ha. pMado
de los Estados Unidos, cuyos pozos están agotándose y donde el
precio de los terrenos y la. mano de obra. es elevado, a. la. zona.
árabe, cuyos ya.cimientos están vírgenes, donde la tierra. no cues-
ta. nada y la mano de obra es muy barata..
Es un hecho que la. mita.d de las reservas mundiales de pe-
tróleo yace en los países árabes, y la otra mita.d está. repartida.
entre los Estados Unidos, la. Unión Soviética, la región del ma.r
Caribe y otra.s regiones.
Se calcula que la producción media cotidiana de un pozo es
de 11 barnles en los Estados Unidos, 230 en Venezuela. y 4 mil
barriles en la. zona. ãra.be.

49
SERGIO ALMARAZ

Espero ha.ber logrado exponer con cla.rida.d la. importancia


del petróleo como fuente de poder''. (18)

La nacionalización dei Canal de Suez,. -acto de sobe-


ranía reconocido por el derecho-- fue una medida defensi-
va adaptada por el gobierno egipcio contra la hostilidad Y
las maquinaciones anglo-norteamericanas. Era, además, un
paso necesario para liberar a Egipto de uno de los instru-
mentos de la dominación extranjera. En toda Europa Oc-
cidental, que se abastece del petróleo árabe, la medida pro-
dujo efectos inmediatos debido a la prolongación de las ru-
tas marítimas. La prepotencia y la jactancia de los petro-
leros no desanimá a los pueblos árabes. Un portavoz de los
trusts americanos, declará:
"Estamos llenos de petróleo hasta. nuestra.s oreja.s. Tene-
mos suficientes reservas a.lmacena.das para reemplazar cualquier
pérdida. de petroleo del Medio Oriente, sin siquiera. tener que
perforar un solo pozo nuevo. También tenemos pozos que po-
drlamos destapar, que a.umentarfan nuestra. ca.pacida.d por dos mi-
llones de ba.rriles diariamente si fuera necesa.rio. Además, con-
tamos con ricas reservas inexplota.da.s que podrlamos a.prove-
char." (19)

(18) Gamal Abd El Nasser "La Filosofia de la Revolución", Ed.


Dar·Al Maaref- Cairo.
(19) Contrastando con las declaraéiones efectistas de las compa-
fiías petroleras, la opinión de técnicos en la economía dei petróleo, de-
mostrú la grave amenaza que significa para Europa la interrupcióp. de
los sumini~tros dei petróleo dei Medio Oriente. "Walter J. Levy, ase-
sor internaeioual en materia de petróleo, -escribía un columnista dei
"The New York Time"- calcula que la producción dei Hemisferio Oc-
eidcntal tendría que aumentarse en unos 750 mil barriles por día, a fin
oe suministrar a Europa 500 mil barriles por día y a la Costa Este de los
Estados Unidos con 250 mil barriles por día, eon objeto de reemplazar
las importacioncs suspcndioas de! ?\fe.d.io Oriente. Otros 500 mil barri·
les tendrían que !legar a Europa por la ruta de! Sur de Africa."
"Este cálculo dá por supuesto que los oleoductos que corren hasta.
el Mediterrâneo Oriental seguirán en pleno funcionamiento y suminis-
tra.ndo a Europa unos 800 mil barriles por día. Pero Levy concede
que esta suposición podría estar completamente aleja.da de la realidad,
en caso de que los demás Estados Ara.bes del Medío Oriente se sintta-
ran alentados en su determinación nacionallsta por obra de las medidas
a.dopta.da.s por Egipto."
"Bn caso de ser interrumpida la afluencia dei petróleo por los oleo-
ductos del !l[editerráneo Oriental, el transtorno sería todavia mãs gra-
ve. La eantidad de petróleo del Medio Oriente susceptible de trans-
portarse, quednría reducida en un 90%, hasta un nível escasamente su-
perior a 200 mil harriles por dia."
"Ante tal situación --dice el autor dei artículo- los expertos eal-
culan que tendría que elevarse la producci6n de los Estados Unidos y

50
PETROLEO EN BOLIVIA

Empero, los gastos de transporte y los costos se eleva-


ron; el abastecimiento de Europa -Üccidental quedá disminuí-
do imponiéndose el racionamiento de combustible. La econo-
mía inglesa sufrió el impacto, debiendo el gobierno britáui-
co buscar préstamos en los Estad'os Unidos para equilibrar
su balanza de pagos.
La agresión contra Egipto ha sido una expresión típica
de la de la política petrolera dei imperialismo. Los monopo-
lios confían cada vez menos en los gobiernos que soborna-
ron, impusieron con golpes de estado o doblegaron por la
violencia. Los pueblos árabes respaldan entusiastas la polí-
tica de aquellos gobiernos democráticos que desean sacudir
la opresión extranjera y desarrollar un creciente movimiento
de liberación, frente al cual el imperialismo recurre a una
política de fuerza: quiere imponer pactos agresivos y la for-
mación de bloques, trata de dividir a las naciones azuzando
a unas contra otras obligándolas a participar de las rivali-
dades petroleras. Toda esta política por mucho que sus auto-
res traten de enmascararla, tiene una sola finalidad: imponet
la ocupación militar para perpetuar la rapaz explotación de
los yacimientos petrolíferos más ricos dei mundo. La últi-
ma versión de esta política, es la llamada "doctrina Eisenho-
wer" cuyo pretexto, el "peligro de la expansión soviética",
encubre apenas la ocupación militar de los países árabes, y
el desplazamiento definitivo de la influencia británica.
Este parece ser el desenlace de la larga batalla ·por el
petróleo árabe. Pero, naturalmente, la última palabra la di-
rán los pueblos. La coerción y la fuer:ta son recursos de du-
dosa utilidad Y más aún tratándose de los árabes, hondamen-
te convencidos de que su lucha no cesará mientras no sea
eliminada la influencia extranjera. Por otra parte, la ex-
plotación dei petróleo de esta región, deja beneficios insigni-
ficantes, sin los cuales las masas trabajadoras pueden ~uh-

Venezuela en cerca de 1.800.000 barriles por dia, lo que se considera


"extremadamente improbable" de lograrse en un breve tiempo, dada la
magnitud de las obras de transporte, etc., que tendria que hacerse. De
consiguiente tendría que implantarse probablemente el racionamiento
de petróleo tanto en Europa como en Estados Unidos. 'Los Estados Uni-
dos tendrían en tal caso, que conceder a Europa Occidental fuertes
préstamos en dólares, así como donaciones de dólares, para cubrir los
gastos."
"Después de todo, quizás, -concluye el artículo- será más barato
el dejar que Nasser administre el Canal." ("The New York Time", 26
de septiembre de 1956.)

51
.SERGIO ALMARAZ

sistir. Un periodista norteamericano analizando la posibi-


lidad de que en una acción combinada los pueblos árabes cor-
tarán los suministros de petróleo a Europa y los Estados Uni-
dos com,o represalia contra una agresión, escribía lo siguiente:

"El Secretario de Estado Dulles, -diee el periodista- que


cree que los estados productores de petróleo no han de matar la
gallina de los huevos de oro, no se mostraba alarmado ante tal
perspectiva (cortar los suministros de petróleo S.A.). Pero, sin
emba.rgo, el Dr. Mohammed Mossadegh mató la gallina. de los hue-
vos de oro del Irán en 1951, y si bien fue derrocado subsecuente-
mente, su decisión de na.cionaliza.r la Anglo-Irania.n OU Co., privó
al Occidente dei petróleo del Irán durante más de dos dos afio&"
"Es fácil habla.r de la aplicación de sanciones econámicas
en contra del Medio Oriente, -prosigue dieiendo- como ta.mbién
suponer que los estados productores de petróleo "ca.erán en la ban-
carrota apenas un mes después de suspender sus ventas de petrÕ'-
leo". Sin emba.rgo, el caso dei Irán muestra que cuando se ex-
treman los sentimientos nacionalistas, el pueblo llega a preferir
e1 alimenta.rse con dátiles por cierto tiempo, a.ntes que ceder a las
presf.ones foráneas. Los cadillacs, los refrigeradores de alimentos,
ha.renes con aire acondicionado y otras comodidades derivadas de
las regalias del petróleo, jamãs aJ.ca.nza.ron a mucha.s persona.s de
toaas ma.neras." (20)
Las companías petroleras tienen un poder muy grande,
pues han conseguido eliminar todos, o casi todos los riesgos.
"Solamente subsiste un riesgo oculto que no pueden impedir:
el despertar de los pueblos, de las naciones, de las ideas. Y
lo afrontan resueltamente, a costa dei tesoro público de su
gobierno, amontonando armas sobre armas, hasta que la tie-
rra gima bajo su carga." ( 21 )
La histeria dei petróleo· ensena que no es posible esperar
transformaciones democráticas en la vida de un país y en la
de un pueblo, si de ese país y ese pueblo no se aleja previa-
mente el poder de los trusts petroleros. La posesión del pe-
trólo por los trusts y las tiranías están indisolublemente uni-
das, e, inversamente, "están indisolublemente unidas --dice
el líder democrático argentino Arturo Frondizi- la recupe-
ración del petróleo y la afirmación de la democracia." ( 22 )

(20) Homer Bigart "El Petróleo 9el Medio Oriente: clave dei pro·
blema de Suez". "The New York Time". 26 de septiembre de 1956.
(21) Harvey O'Connor, Ob. Cit., pág. 20.
(22) A. Frondizi, Ob. Cit., pág.

52
CAPITULO SEGUNDO

TRES EXPERIENCIAS

El examen de los problemas dei petróleo en Bolivia, será


más completo si revisamos las experiencias realizadas por
otros pueblos de la América Latina. La Argentina, México y
Venezuela marcan pautas dentro de una situación distinta en
cuanto al régimen de explotación; por eso es necesario refe-
rirse a estos países y tanto más si la situación venezolana es
presentada por ciertos círculos de opinión, como un ejemplo
digno de imitarse.

ARGENTINA
En la Argentina se descubrió el petróleo en 1907, en Co-
modoro Rivadavia, pequena población al sur dei Chubut. AI
día siguiente del descubrimiento el gobiemo impuso la reser-
va fiscal en la zona. Desde entonces poderosos intereses han
tratado de entregar el petróleo argentino a la explotación pri-
vada. Los gobiernos de ese país decidieron conservar el mo-
nopolio dei Estado. Primero fue la Dirección General de
Minas la encargada de organizar la nueva industria y luego
se creó un organismo autónomo, Y acimientos Petrolíferos
Fiscales, que hasta el presente tiene a su cargo la producción,
refinación y comercio dei petróleo argentino.
"La explota.ción fiscal hasta 1916 -diee el Profesor Silen·
zi- habia recibido como único aporte del Gobiemo, de rentas ge.
nerales, pesos 8.055.240,90 pero desde esa fecha hasta la época
actual, sus recursos fueron obtenidos de la venta de los productos
de nuestro subsuelo y en todos los balances de Y.P.F. se consigna
con legítimo orgullo, esa única suma entregada por el Gobierno

53
SERGIO ALMARAZ

Nacional la que fue devuelta. con c:r.eces, por cierto, mediante apor-
tes de Y:P.F. a rentas generales, pago de contribuciones, impues-
tos, regalias ... ". ( 23 )
A partir de 1927 Y.P.F., logrõ dominar el mercado ar-
gentino de com.b~stibies l.iquidos imponiendo P?r la compe-
tem·ia prccios ba)OS y umformes en todo el pa1s. Sobre la
industria fiscal en la Argentina los consorcias extranjeros,
muc-hos de los cuales operan en el país, han ejercido presio-
nes destinadas a quebraria. Refiriéndose a este hecho una
alta autoridad de Y.P.F., decía:
''Nuestras Uneas de defensa. son cada dia más fuertes. Es-
peramos que el capital extranjero, empenado en dominar el mer-
cado, -no bay para que ocultar!(}- comprenderá alguna vez que
las industrias licitas que la Constitución ampara, son las que tra-
bajan paralelamente por la prosperidad de sus asociados y por el
bienestar de la Nación, confiado este último, en cuanto al petró-
leo, a una institucián del Estado, ejemplo de sana organización y
obra de la tenacidad inteligente de gobiemos y funciona.rios pa-
tnotas y progresistas."
"Estas manifestaciones pare~erlan innecesaria.s, si aqui, como
en todo el mundo, la explotación del petróleo no sufriera la pre-
sión prepotente de cierta.s compafiías poderosas".
"Yacimientos Petrolíferos Fiscales está felizmente bien com-
penetrado de la ta.rea. fundamental que le incumbe, concepto que
no es de formación reciente, sino el resultado de un proceso de
muchos anos de observación y de estudio, que no es fâcil que tras-
cienda, pero sobre el cual debemos sin descanso ilustrar al públi-
co, ya que el interés comercial privado trabaja también sin des-
canso para convencerlo de que nada conviene más al pais que
entregarse a ciegas aJ. capital extranjero empeiiado en hacerlo
rico".
"Quienes conocen los conflictos diplomáticos, políticos y más
aún las reacciones de soberania que han provocado los astintos del
petróleo en el mundo entero, no han de juzgar exagerada la preocu-
pación de Y.P.F. por el niantenimiento de una vigilancia activa y
por su a.spiración a colocar el petróleo nacional aJ. amparo de una
legislacián moderna y severa." ( 24)

La producción fiscal de crudo se elevõ del 55% en 1939


al 68% en 1946, en relación con la producciõn de las empre-
sas privadas, a las que corresponden los porcentajes restantes.
Para su desarrollo técnico y económico, así como para
la formación técnica de su personal, Y.P.F. no ha requerido
ninguna forma de ayuda extranjera especial. Su problema
mayor es el de los equipas. En 1935 tenía 38 equipas de

( ~3) A. 8ilenzi de 8., Ob. Cit., pág. 41.


( 2·1) Citado por A. 8ilenzi de 8., Ob. Cit., pág. 57.

54
PETROLEO EN BOLIVIA

perforación y en 1950 sólo 15. El petróleo debe buscarse


a mayores profundidades y las necesidades del consumo cre-
cen de continuo. La entidad fiscal a pesar de su inadecua-
do número de equipos, durante la segunda guerra mundial,
elevó la producción, realizando un esfuerzo excesi v o cuyo re-
sultado fue un mayor desgaste dei material. El régimen de
prioridades impuesto en los Estados Unidos durante la gue-
rra y la post-guerra para la venta de equipos y materiales
petroleros, impidió la atención oportuna de los requerimien-
tos de Y.P.F. En los últimos afios este problema tendió a
acentuarse.
La política peronista conforme a la opinión de especia-
listas, tuvo consecuencias negativas en la marcha de la en-
tidad fiscal: desorganizó sus instancias administrativas y
técnicas, improvisó y burocratizó, produjo descapitalización
firianciera y técnica, esta última debido a despidos injusti-
ficados. Pese a condiciones tan adversas, Y.P.F. continuó ele-
vando la producción.
Los especialistas argentinos sostienen que no se ha da-
do a Y.P.F. el respaldo necesario, económ.ico y técnico, que
la situación financiera dei país permite.
Se ha indicado también que es peligrosa la situación de
dependencia de la Argentina, respecto de los Estados Uni-
dos para la adquisición de equipos. En los últimos anos,
para contrarrestar esta dependencia, se ha adquirido equipos
en la Unión Soviética, construídos especialmente para la in-
dustria argentina dei petróleo.
Muchos son los servidos prestados por Y.P.F.; se calcu-
la en 2.288 m.illones de pesos las economias de los consumi-
dores argentinos, a consecuencia de los precios bajos que
Y.P.F. pudo imponer a las empresas privadas por medio de
l'a competencia. Pero aunque la nación no hubiese obtenido
considerables beneficios económicos con la explotación fiscal
del petróleo, le debe a Y.P.F. una valiosa contribución al de-
sarrollo de su industria y a su independencia económica, im-
pidiendo que una industria clave en la economia de los pue-
blos, como lo es l'a dei combustible, sea controlada por con-
sbrcios internacionales.
Los gobiernos argentinos invariablemente defendieron
los derechos de la Nación sobre su industria fiscal, con ex-
cepción dei gobierno peronista. El general Perón en mayo
de 1954 declaró:
"Nosotros no podemos .extraer nuestro petróleo porque care--
cemos dei enorme monto de dinero que se precisa para. invertirlo

55
SERGIO ALMARAZ

en una. empresa. que se ocupe de saca.rlo. El petróleo lo tenemos,


es cierto, pero de quê nos sirva que se encuentre a. dos, tres o
cua.tro mil metros de profundida.d en la. tierra? Para. saca.rlo ne-
cesitamos muchos e imnensos ca.pita.les, que, desgracia.damente, no
disponemos".

Un mes más tarde se firmó un contrato con una com-


pafiía subsidiaria de la Standard Oil de California, concedien-
do una vasta zona para la exploración y explotación dei pe-
tróleo. La actitud dei gobiemo peronista, contradiciendo su
propia política de anos anteriores, contrastaba con la actitud
de Ia mayor parte de los gobiemos latinoamericanos deseo-
sos de mantener su autonomia en la industria del petróleo.
La opinión pública expresó su vehemente repudio contra
la entrega dei petróleo argentino. El gobiemo bajo esta pre-
sión se via forzado a retroceder. La ratificación del contrato
fue postergada en el Congreso. El gobiemo anunció que se
revisarían algunas cláusulas dei mismo, pero transcurrió el
término legal sin que el Congreso lo ratificara.
El problema dei petróleo desempefió un papel de primer
orden en la crisis que precedió a la caída dei gobiemo del ge-
neral Perón y el nuevo gobiemo, deseoso de ganar apoyo po-
pular, se apresuró a declarar que el petróleo argentino no se-
ria entregado. De acuerdo a informaciones posteriores, el
gobiemo del general Aramburu habría arbitrado recursos pa·
ra intensificar la actividad 'de Y.P.F.
La Argentina necesita algo menos de 13 millones de me-
tros cúbicos de petróleo para cubrir su consumo; la industria
fiscal suministra un poco menos de la mitad dei consumo, pe-
ro podrá elevar fácilmente la producción si se le proporcio-
nan los recursos necesarios; Y.P.F. actualmente se halla tra-
bajando en un plan que permitirá duplicar su producción en
1960, aproximándose a los 12 millones de metros cúbicos.
Si el objetivo es logrado, la Argentina ahorrará por lo menos
100 millones de dólares.

MEXICO
Si la experiencia argentina tiene un alto valor porque el
pueblo y casi todos los gobiemos de ese país, durante 50
anos, defendieron su riqueza petrolera con ejemplar tenaci-
dad, si el ejemplo argentino es meritorio porque descubre una
honda conciencia nacional y una política vigilante que ha he-
cho posible constituir una sólida industria fiscal, la expe-

56
PETROLEO EN BOLIVIA

ricncia mexicana, heroica por muchas razones, senala los pe-


li~ros que amenazan a los pueblos cuando sus riquezas fun-
damentales pasan a manos extranjeras.
El pueblo mexicano se enfrentá con ci poder de los mo-
nopolios intemacionales, combatió contra las armas que és-
tos utilizaron y venció. México triunfá sobre el imperialis-
mo en una de las batallas más sangrientas que se haya li-
brado en América Latina en defensa de la independencia na-
cional.
Con el gobiemo dei dictador Díaz se iniciaron las con-
cesiones. La riqueza de los yacimientos mexicanos atrajo a
las grandes companías petroleras. El promedio de vida de
un pozo en México se calculá que era de acho anos, mientras
que en los Estados Unidos era de cinco anos, siendo necesa-
rio el hombeo en casi todos los casos. La productividad me-
dia de los pozos mexicanos en 1930 era de 85 barriles diarios
por pozo, en 1938 de 130 barriles; en los Estados Unidos de
7 a 8 barriles diarios, en el período de 1930-1940.
Hasta febrero de 1938 se habían concedido a las com-
panías petroleras 7.389.551 hectáreas. Los yadmientos mexi-
canos fueron distribuidos entre la Standard Oil y la Roval
· Dutch Shell aue operaban a través de sus respectivas subsi-
diarias, la "Huasteca" y "El Aguila".
Las empresas amparadas por gobiemos sometidos a su
influencia, se entregaron a todo gênero de abusos. Cuando
se iniciá la Revolución Mexicana en 1910, uno de cuyos pro-
pósitos era obligar a los monopolios extranjeros a respetar
los derechos dei pueblo mexicano, estas companías arrecia-·
ron sus ataques contra las autoridades. entablándose así una
larga lucha que culminá con Ia nacionalización dei petróleo
decretadA por el Gobiemo dei general Cárdenas el 18 de mar-
zo de 1938.

México fue una de las principales víctimas de la expan-


sión imperialista de los Estados Unidos, desde fines dei sigla
pasado. Ningún otro país vió amenazada su existencia de
nación soberana como México en los inddentes que tuvieron
lugar debido al petróleo, de 1915 a 1940.
Las empresas petroleras obraron brutal e inescrupulosa-
mente contra los gobiemos democráticos de México. La más
agresiva de ellas la "Huasteca", filial de la Standard Oil, or-
ganizá "Guardias Blancas" con el objeto de sembrar el te-
rror, asesinar trabajadores y desconociendo a toda autoridad
civil o militar, llegó al extremo de tomar posesión de los ca-

57
SERGIO ALMARAZ

minos para impedir el libre tránsito aun de los correos na-


cionales.
El desarrollo d61 conflicto que ·desembocá en la nacio-
nalización es digno de ser recordado, porque es una impere-
cedera leccián de firmeza y patriotismo que enalteció al pue-
blo mexicano ganando para él y sus gobernantes, la admira-
ción y el respeto de todos los pueblos dei mundo.
Las empresas habían impedido por mucho tiempo que sus
trabajadores se organizaran sindicalmente, pero en 1935 se
formó el "Sindicato de Trabajadores Petroleros de la Repú-
blica Mexicana". La nueva entidad presentó un proyecto de
contrato colectivo que fue rechazado. Ante tal negativa, en
noviembre de 1936, los obreros amenazaron con recurrir a
la huelga. El gobierno intrevino para evitar la huelga que
habría producido graves transtornos en el país, consiguie:ndo
que los trabajadores y las empresas celebrasen una conven-
ción obrero-patronal, la que se dio por terminada, sin que se
hubiera llegado a ningún acuerdo, en mayo de 1937.
Los esfuerzos persuasivos dei gobierno para que las com-
pa:iiías transigieran con los trabajadores habían fracasado, no
obstante el deseo de estos últimos de llegar a un acuerdo, con-
ciliando en algunas de sus demandas. La huelga no _pudo
evitarse. Se iniciá a fines de mayo de 1937. Las empresas
en lugar de buscar soluciones, iniciaron una agresiva campa-
fia de prensa contra los obreros. La huelga fue suspendida
por los trabajadores para someter su conflicto a considera-
cián de la. Junta .Federal de Conciliacián y Arbitraje. Daban
así un nuevo ejemplo de su deseo de llegar a un acuerdo
amigable. La Junta designá una Cómisián de Peritos encar-
gada de establecer si las empresas estaban en condiciones
económicas de satisfacer las demandas de sus ·trabajadores.
El informe fue afirmativo.
Esa investigación descubriá la conducta de los petrole-
ros : "El Aguila", por ejemplo, filial de la Royal Dutch, ha-
bía efectuado transferencias clandestinas de valores a una
empresa creada por ella en el Canadá, vendiendo con ese ob-
jeto petróleo a precios bajos.
Las compa:iiías negáronse a cumplir el laudo de la Junta,
interponiendo un recurso de amparo ante la Corte Suprema
de Justicia de México y para presionar ai Gobierno iniciaron
una ofensiva econámica propalando rumores y sembrando la
alarma, con el finde disminuir la reserva monetaria dei Ban-
co de México. Tratar.on igualmente de oponer al Gobierno

58
PETROLEO EN BOLIVIA

la acción de fuerzas políticas y religiosas cop.servadoras.


El lo. de mayo la Corte Suprema confirmá ai laudo de
h Junta. Las empresas, declarándose en rebeldia, rechaza-
ron el fallo dei más alto tribunal de la Nación. El Presiden-
te Cárdenas, compréndiendo que el conflicto había llegado a
una fase peligrosa, intervino personalmente tratando de en-
contrar una solución. Reunió a los represetates d~ las com-
paíiías en la residencia presidencial para ofrecerles garantias
contra nuevos desembolsos si cumplían c_on el laudo, pagando
los 26 millones (esta fue la suma en la que se calculó el
monto de las demandas de los trabajadores). Hay una ver-
sión de la forma como se desenvolvió la entrevista, que es
digna de ser conocida. Según este testimonio, uno de los
representantes ingleses preguntó:

"-z, Y quiên nos garantiza que con la inversiõn de los 26


millones de que hablamos se da soluciõn al conflicto?
"-Yo, el Presidente de la República --contestõ el general
Cã.rdenas.
"El representante petrolero tuvo la audacia de preguntar en
tono burlõn:
"-z,Usted? -a lo que el Presidente, poniêndose de pie, con
-toda cortesia., pero secamente contestõ:
"-Sefiores, hemos terminado".

La autoridad dei Estado estaba tácitamente desconoci-


da. El 18 de marzo de 1938 fue decretada ia e:xpropiación
de los bienes de las compaíiías. El Presidente Cárdenas en
su Mensaje, expresó:
"Se trata de un caso evidente y claro que obliga. a.l Gobier-
no a aplicar la Ley de Expropiaciõn en vigor, no sólo para. so-
meter a las empresas petroleras a la obediencia y a la sumisión,
sino porque ha.bien'do quedado rotos los contratos de trabajo entre
las compafiías y sus trabajadores, por haberlo asf resuelto las au-
toridades dei trabajo, de no ocupar el Gobiemo las instalaciones
de las compaíUas, vendrla la paralizaciõn inmediata ... ".
"Examinemos la obra social de las empresas: z,En cuántos
de los pueblos cercanos a. las _explotaciones petroleras hay un hos-
pital, o una escuela, o un centro social, o una obra de aprovecha.-
miento o saneamiento dei agua, o un campo deportivo, o una plan-
ta de luz, aunque fuera a base de los muchos millones de metros
cúbicos dei gas que desperdician las explotaciones?
"-z,En cuá.l centro de actividad petrolifera., en cambio, no

(25) Pere Foix, "Cárdenas", citado por J. D. Lavin en "Petróleo"


pág. 183, México 1950. '

59
SERGIO ALMARAZ

existe un& pol!tica. privada destinada. a. salvagua.rda.r intereses par-


ticulares, egofstas y ~gunos Regales? De esta.s agrupa.ciones, a.u-
toriza.das o no por el Gobierno, ha.y muchas historias de atrope- •
nos, de abusos, y ele asesinatos siempre en beneficio de las em-
presas. ·
"-Qniên no sa.be o conoce la. diferencia. irritante que nor-
ma. Ia. construcciõn de los campamentos de las compa.fiías? Con-
fort pa.ra. el personal extranjero; mediocrida.d, miseria. e insa.Iubri-
dad para. los na.ciona.les. Befrigera.ción y protección contra. in-
sectos para. los primeros; indiferencia. y abandono, médicos y me-
dicinas siempre regateados para. los segundos; sa.larios inferiores
y traba.jos rudos y a.gota.ntes para. los nuestros".

Las empresas pasaron al sabotaje abierto contra México.


Una intensa campaiía periodística dentro y fuera dei país,
augurab:1 un fracaso inevitable porque ni el gobierno ni los
trabajadores tenían experiencia en el manejo de la industria.
La prensa de los trusts pedía la intervención armada para
"ensenar a los grasientos mexicanos el mandamiento divino:
no robarás". ( 26 )
"l.Cómo iba.n a. ser substitufdos con êxito los técnicos norte-
americanos e ingleses --.dice el profesor J. Silva Herzog- por
mexicanos ignorantes, por gente imprepara.da. y torpe? L,Cómo iba.n
a. distribuirse los productos petroleros en el interior dei pa.fs si
ha.bfan tenido la. diabólica. precaucián de enviar un gran ntbnero
de carros tanques a los Estados Unidos y el único barco tanque
disponible, el "San Ricardo", se hallaba en repára.ción en Móbile,
Alaba.ma? t.Y en quê buques tanques se iba. a exportar el petró-
leo y a qui6nes iba. a. vendêrselo si ellas [las compa.iüa.s] esta.ba.n
resueltas a evita.rlo con su inmenso poder? Finalmente, l,Cómo
poaria. marchar la industria., si las empresas estaba.n dispuesta.s a
que no se vendiera tetraetilo de plomo para México, materias pri-
ma.s diversas y refa.cciones y maquinaria. destinada a. las refine-
rias?" (2'1)

Grandes dificultades para exportar el petróleo -falta


de barcos, temOr de los armadores a sufrir represalias por las
compaííías si los fletaban, clientes atemorizados que evitaban
comprar petróleo nacionalizado-, tuvieron que ser salvadas
una a una, y cuando el petróleo alcanzó puertos europeos, la
Royal Dutch consiguió efectuar algunos embargos.
Las instalaciones de refinerías y oleoductos estaban en
pésimo estado. No
se habían hecho reparaciones durante
tres anos, ni existían fondos de reserva para efectuarlas.

(26) De. un periódico norteamericano, citado por ;r, D. LaYin.


Oh. r\it.
(27) J. Silva Herzog, Ob. eit., pãg. 142.

6()
PETROLEO EN BOLIVIA

Parecía que la nacionalización fracasaría. Pera el pue-


blo mexicano y su gobierno no estaban dispuestos a capitu-
lar. Se hicieron reparaciones provisionales en las refinerías;
los obreros ferroviarios ayudaron a resolver los problemas dei
transporte y el gobierno aprovechando inteligentemente las
contradicciones y rivalidades entre los diversos grupos capi:
talistas, burló el poder de la Standard. El faétor decisivo fue
el entusiasmo del pueblo mexicano y la inquebrantable vo-
luntad de sus obreros. La producción fue mantenida y po-
co después elevada considerablemente.
Algunas semanas después de la nacionalización, las em-
presas armaron y financiarcn al general Cedillo quien e>nca-
bezó un levaritamiento militar contra el gobierno dei general
Cárdenas; como el intento fuera fácilmente aplastado, la ofen-
siva contra México se trasladó al terreno diplomático. La
demanda británica en favor de la compafiía "El Aguila", for-
mulada a pesar de que los tenedores de acciones habían he-
cho renuncia expresa a toda reclamación diplomática, fue
considerada agresiva y humillante, dando lugar a que el go-
bierno mexicano, rompiera relaciones con Inglaterra.
El gobierno dei general Cárdenas, enfrentó con firmeza
las intrigas diplomáticas de los petroleros. En noviembre
de 1941, se firmaron los acuerdos con las compa:fiías ameri-
canas, fijando la indemnización en $US. 23.995.991 y en sep-
tiembre de 1947 se canceló la última cuota. En este mismo
afio se ac-ordó con el grupo Royal Dutch una indemnización
de $US. 81.250.000 y un interés dei 3 o/o anual. En septiem-
bre de 1962 se habrá cancelado la última de las quince cuo·
tas estipuladas.
El pago de estas indemnizaciones es una pesada carga
para PEMEX, pero la sobrelleva porque su economía lo per-
mite y porque así refuerza el derecho de la nación a explo-
tar exclusivamente sus hidrocarburos.

PETROLEOS MEXICANOS (PEMEX)

"Petróleos Mexicanos", es la entidad fiscal que tomó a


su cargo la explotación y comercio del petróleo nacionaliza-
do. Inicialmente su actividad tropezó con dificultades tales
como la pérdida de los mercados alemán e italiano a causa
de la guerra, pera se normalizó prontamente. El consumo
interno en aumento, contribuyó a desarrollar la actividad de
PEMEX y sus progresos de entonces al presente, son extra-

61
SERGIO ALMARAZ

ordinariamente útiles para toda América Latina Y, sobre to-


do, para aqaellos países que se encuentran organizando su in-
dustria fiscal.
Mientras en 1940 PEMEX sólo contaba con cuatro gru-
pos para el trabajo de exploración, en 1945 tenía 29 grupos
con 1 no técnicos geólogos y geofísicos. AI decretarse la ex-
propíacíón existían 16 equipas de perforación; en 1945, 30
equipas. Las reservas p:robadas en 1945 eran estimadas en
20 veces la producción de ese ano. El volumen de petróleo
v dc:·iyaclos distribuído en el país para el consumo interno,
i·ue ele ::lti.306.000 barriles, en 1947, un 266,6% más del que
distribuveron las empresas en 1937. PEMEX, en 1947, dis-
ponía d~ una capacidad de almacenamiento de 1.800.000 ba-
rríles. de 1.5G1 cisternas ferroviarias y de una gran flota de
autotanqucs. Sus obras sociales son magníficas.
Una publicación británica que refleja los puntos de vista
de los negocias petroleros ingleses en marzo de 1955, se vio
forzada a reconocer el éxito de PEMEX:
"La persona que visite los campos petroliferos y las refi-
narias de México, tiene que quedar favorablemente impresionada.
por el celo y el entusiasmo con que trabaja. el personal superior
de PEMEX, el cual, por haber encontrado y resuelto tantos pro•
blemas ·y di_ficultades, piensa con orgullo en la expansión y el pro-
greso que espera para el porvenir. Después de los ferrocarriles es-
ta.tales la PEMEX es la mayor empresa del pais ... ".

La larga lucha de México por la recuperación dei petró-


leo, culm.inó con la reforma dei artículo 27 de la Constitu-
ción Política ai que se afiadió el siguiente concepto:
"Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sfJ.
lidos, llquidos o gaseosos, no se expedirán concesiones y la ley
reglanientaria respectiva determinará la forma en que la nación
llevará la explotación de estos productos."

VENEZUELA
Cierta propaganda, cada ·vez que se alega en favor de la
explotación privada dei petróleo, presenta a Venezuela como
ejemplo de prosperidad y progreso. Esa propaganda, hábil-
mente dirigida por las compafi.ías petroleras, nos presenta un
país de salários altos, poseedor de un gran ingreso nacional,
un país próspero y en el que hay campo para todos los ne-
gocias.

62
PETROLEO EN BOLIVIA

Lo que interesa saber es qué beneficios dejan los mono-


polias en Venezuela y cómo se manifiesta la actividad de esta
industria en el conjunto de la economía del país. Interesa
saber también, si Venezuela tendría una situación más prós-
pera explotando sus yacimientos por cuenta propia.
Hace más de tres décadas se inició en ese país la ex-
plotación dei petróleo. Como en México, fue bajo el gobier-
no de un dictador, cuando apareceo las primeras concesio-
nes. La coincidencia no es casual: apareceo juntos (1908)
el primer pozo de petróleo y la dictadura del general Juan
Vicente Gómez. (2 8 ) Desde entonces la historia venezolana
cambia y por sus caracteres puede ser en líneas generales la
de cualquier otro pueblo oprimido por los monopolios petro-
leros. Gobiernos dictatoriales, opresión política, destrucción
de poblados campesinos, masas humanas desplazándose de un _
punto a otro, abandono de la agricultura, canje de botellas de
whisky por tierras de indígenas, opresión y miseria.
Cuéntase que en un campamento petrolero en el que Vi-
viendas y oficinas se confunden en horrible revoltijo con las
torres de perforación, hay un busto del Libertador cuyo pe-
destal está enmarcado en una torre, como aprisionado _por.
la estructura de acero. Este podría ser el símbolo de lo que
el petróleo significa para la tierra de Bolívar.
Los yacimientos venezolanos son explotados intensa-
mente por capitales norteamericanos e ingleses, siguiendo, los
primeros, la orientación de explotar los recursos ajenos y
conservar los propios. Las cosas llegan fácilmente al despil-
farro. Los petroleros que gustan alardear sobre su capa-
cidad técnica, ven impasil?les la pérdida de miles de millones
de metros cúbicos de gas. Los "mechurrios" arden día y no-
che. En esas inmensas hogueras se quemó a!rededor dei 72%
de todo el gas producido en 1954, unos 230 millones de dó-
lares. Pero éste es, naturalmente, sólo uno de los capítulos
dei despilfarro. ·Habría que hablar de los millones de tone-
ladas de petróleo definitivamente perdido a consecuencia de
la explotación irracional. Habría que recordar los pavorosos
incendios provocados por las compaiíías, los despojos de tie-
rras y varios hechos más.
La proximidad de Venezuela al mercado americano y el
fácil acceso al europeo, facilitao la producción. Operan 14

(28) Para el conocimiento de los antecedentes de la industria dei


petróleo en Venezuela, véase la excelente obra de Enrique Bernardo Nú-
iiez, "El Hombre de la Levita Gris".

63
SERGIO ALMARAZ

compaiiías, la mayor parte de ellas norteamericanas. Las


tres mayores son la Creole Petroleum Co., la Shell y la Mene
Grande, producen alrededor dei 87% dei crudo venezolano.
La mayor de ellas es la Creole, subsidiaria de la Standard
Oil N.J., contribuye con cerca del44% de la producción total.
En 1937 Venezuela produjo 180.000.000 de barriles; en
1954. 700.000.000. El esfuerzo ai que se somete a los yaci-
mientos es tremendo y está ciertamente planteada la posibi-
lidad de que en el curso de algunos aiios más quede liquida-
da la reserva probada del país.
A princípios de 1956, la producción alcanzó los 2 millo-
ncs d<; barriles diarios establecidos por el "cónclave de emi-
ncncias anglosajonas", de acuerdo al comentaria de un autor.
Con cl conflicto del Medio Oriente, creció hasta aproximarse
a los 2 y medio millones; el objetivo ahora parece ser supe-
rar los 3 millones. Con este ritmo de extracción pueden per-
i ud icarsc los yacimientos.
"Sin embargo -dice un comentaria de la prensa venezola-
na- el criterio que parece primar actualmente es el de que la.
producción petrolera. venezolana. dificilmente podrá exceder de un
promedio que oscile entre 2.600.000 y 2.700.000 barriles dia.rios, si
se siguen las normas técnicas recomendables en materia de con-
serva.ción y tomando como base el área. de explotaciõn que se ha
venido utilizando hasta el presente." (Suplemento de Economía de
"El Nacional", Caracas, 2 de diciembre de 1956).

Tanto para asegurar la continuidad de una producción


tan colosal, como para percibir nuevos ingresos, el gobierno
de Pérez Jiménez, a fines de 1956, autorizá nuevas concesio-
nes, rompiendo el fundamento de la política adaptada diez
aiios antes.
Esta explotación desenfrenada produce varias trastornos
económicos. La depcndencia de Venezuela respecto de los Es-
tados Unidos se ha acentuado de tal modo y su vulnerabi-
lidad cs tan grande, que las más pequenas oscilaciones de la
economía yanqui, repercuten gravemente en el país. ( 29 )
La distribución del petróleo venezolano en 1939 era la
siguiente: Emopa, 50%; Estados Unidos, 20%; Sudamérica,
12%. En la actualidad, Estados Unidos y Canadá, 45%; Eu-
ropa, 29%; Sudamérica alrededor dei 11%. Naturalmente

(~9) Para conocer en toda su profundidad el problema de la de·


penrlenein de l,!lo economía· venezolana respecto de la norteamericana,
t!ehe consultarse el libro de Arturo Uslar Pietri, "De Una a Otra Ve-
nezuela" ..

64
PETROLEO EN BOLIVIA

que la sujeción dei comercio exterior venezolano, respecto de


los Estados Unidos, como se desprende de las cifras anterio-
res, no expresa el problema en toda su magnitud. · Seria más
correcto sostener que toda la actividad económica, la indus-
tria, la agricultura, el comercio interior y exterior, dependen
de los Estados Unidos. Petroleum l>ress Service, publicación
que merece el crédito de las compaiíías petroleras, en su nú-
mero de septiembre de 1953, rconocía francamente este hecho:
"Sin embargo no todo ha ido a pedir de boca.. A pesar de
la franca politica. del Gobiemo de diversificar la economia. na-
cional, en los últimos a.iios Venezuela ha. llegado a. estar cada dia
más ligada a.l destino de su industria principal: el petróleo. Ade-
más, en otros productos va. aumentando su dependencia. de un so-
lo mercado de exportacián, los Estados Unidos, dentro de cuya.
órbita económica se siente cada dia. atraída con más fuerza.. Por
consiguiente la. vulnerabilidad de Venezuela. a. cualquier cambio en
el nivel de las activida.des econômicas o en la política comercial
de los Estados Unidos es mayor, y explica. su inquietud ante los
recientes pasos para. limitar la importación de petróleo en los Es-
tados Unidos". ·
El comentaria prosigue diciendo que la. industria y la produc-
ción nacional, sufren el impacto de los ·altos costos, por lo que
no pueden desarrollarse. "De modo que ha llegado a ser más
barato para Venezuela importar hasta los artículos alimenticios
más corrientes, como por ejemplo huevos, antes que producirlos
en el pais ... ".

La dependencia de Venezuela se plasma en cifras. En


1938, las exportaciones del petróleo representaban el 26%
de los ingresos fiscales; en 1954, más dei 40% y aproxima-
damente el 70% del total de ingresos. En 1938, el petróleo
representaba entre el 85% y 90% dei valor total de las ex-
portaciones dei país; eu 1954 ese valor fluctuaba entre el
96% y 97% del valor total de la exportación. El 98% de las
divisas provienen dei petróleo. La decisiva importancia dei
petróleo en Venezuela puede verse también en la distribución
dei ingreso por habitante: Industria Petrolera 13.000 Bolí-
vares; Comercio 5.000 Bolívar; Agricultura 2.000 Bolívares.
;,Cuáles son las consecuencias de esta situación? (8°)
Cuando se empezó a producir petróleo en Venezuela, hace
unos 30 aiíos, había un millón de hectáreas destinadas a la
agricultura, actualmente la superfície de cultivo sigue siendo
Ja misma. Esto quiere decir que la agricultura está estan-

(80) Sobre las consecuencias de la explotación petrolera en Vene-


zuela, véase "Signos en el Tiempo", la columna de Enrique Bernardo
Núfiez en "El Universal" de Caracas entre 1938 y 1943.

65
SERGIO ALMARAZ

cada. La población rural en 1936 representaba el 75% del


total de la población, eli 1941 se redujo ai 60% y en 1950 a
menos del 50%. Comentando esta situación D. A. Rangel,
autor de "Venezuela, País Ocupado", expresa el siguiente con-
cepto: "Una agricultura que pierde b:razos, sin que se me-
canice al mismo tiempo, está engendrando una tremenda de-
bilidad". Las consecuencias de la situación agrícola son las
siguientes: En 1936 se importaron alimentos por valor de 34
millones de bolívares, en 1954 por más de 400 millones de
bolívares. La importación entre 1936 y 1950 aumentó en
1.126?t·, mientras que la población creció sólo en un 40%.
En cuanto a la industria la situación es similar. El
desarrollo industrial está detenido, la competencia norteame-
ricana y los altos costas detienen su crecimiento. El proble-
ma en este orden se singulariza porque el capital norteameri-
cano tiene necesidad de recuperar los dólares que deja en el
país y por esto no permite el robustecimiento de la industria.
Se debe igualmente a esta circunstancia, que el comercio de
importación sea en la actualidad la actividad económica más
remunerativa y que, además, reciba un mayor incremento en
forma de créditos bancarias -dirigidos hacia las inversiones
a corto plazo propias del comercio.
Este conjunto de características de la economia venezo-
lana, y sobre todo, la explotación de los hidrocarburos que se
realiza sin norma ni medida, e ignorando las consecuencias
que pueda tener en el futuro, ha creado una situación infla-
cionaria compleja y poco común que contribuye a dificultar
el desarrollo de la industria y la agricultura.
Esta doble atrofia -industria y agrícola- tiene graves
consecuencias para el país; una de ellas, tal vez la más visi-
ble, es la existencia de 60.000 desocupados en la capital fe-
deral. Pero la consecuencia mayor es que el país se encon-
trará con una economía inerme, cuando llegue el momento
dei agotamiento de su riqueza petrolera.
Las contribuciones que las empresas pagan ai Estado por
la explotación dei petróleo son hajas, y si hace algunos anos
fueron elevadas, se debió a la acción de gobiemos democrá-
ticos. El Gobierno dei General Medina Angarita, elevó la
contribución en especie (royalty) dei 10% ai 16, 2 / 3 %; en
los gobiemos de Betancourt Y Gallegos, la participación dei
Estado en los beneficios de la industria fue fijada en el 50%
(fifty-fifty), participación igualitaria de los beneficios.· A
partir dei golpe de estado militar que derrocó a Gallegos, las
contribuciones descendieron calculándose que en la actualidad

66
PETROLEO EN BOLIVIA

sólo alcanzan al 30% dei valor comercial de la producción.


Este es uno de los motivos para el entusiasta apoyo que
prestan los círculos de negocias norteamericanos a Pérez Ji~
ménez y a sus amigos.
Por cierto que son grandes las sumas que el Estado
percibe de las compafiías petroleras por pago de impuestos
y regalías, aunque son incomparablemente mayores los ben~
ficios de estas últimas. Estas ingresos, se pierden debido a
una falsa política económica impuesta por las mismas empre~
sas para reforzar su dominación económica y política en el
país. Hasta ahora los saldos de la explotación petrolera
no benefician en último término más que a las mismas em~
presas. Esta característica de la economia venezolana es s~
nalada por la CEPAL:
"El efecto del mejoramiento de la rela.ción de precios no es
en Venezuela. similar al de otros paises. En estos el aumento de
los ingresos que se produce como consecuencia de ese mejoramien-
to se distribuye entre un sector numeroso de la pobla.ción y se
traduce en una mayor demanda de importa.ciones. EN CAMBIO,
EN VENEZUELA UNA BUENA PARTE SE CONCENTRA EN
UNAS POCAS COMPA:&IAS EXTRANJERAS Y EL RESTO EN
EL GOBIERNO, DE MODO QUE EL EFECTO SOBRE LAS IM-
PORTACIONES ES MENOR EN LA MEDIDA DE QUE AQUE-
LLAS NO AUMENTAN SUS GASTOS DENTRO DEL PAIS Y
EN QUE EL GOBIERNO ESTERIT.IZA SUS INGRESOS DE
ESTA FUENTE". (81)

El capital norteamericano en Venezuela tiene un vasto


mecanismo a su servicio para controlar la economía dei país
y recuperar los dólares dejados por la explotación petrolera.
Probablemente sean dos los símbolos de ese mecanismo: la
política de obras públicas dei Gobierno, entre las cuales hay
algunas que tienen indudable importancia, en las que se insu-
men parte de los ingresos, y la política de fomento a la im-
portación. Una cadena sin fin que parte de los Estados Uni-
dos y llega a los Estados Unidos. Mario Bricefio Iragorry, el
magnífico escritor venezolano, se refiere a este asunto en su
libra "Mensaje sin Destino".
En síntesis: "Construída con petróleo transitaria se alza
en Venezuela una nación fingida". "La Venezuela verdadera
es sustancialmente la misma nación pobre de 1906", dice el
autor de "De una a Otra Venezuela". (8 2 )

(31) CEP AL, "Estudio Eco nó mico de América. Latina" 1954, pág.
203.
(32) Arturo Uslar Pietri, "De Una a Otra Venezuela.", Caracas 1951.

67
SERGIO ALMARAZ

El futuro venezolano . está gravemente comprometido.


Mientras no se modifiquen las características de la actual ex-
plotación petrolera, deben esperarse consecuencias desastro-
sas. Hay autores que sostienen, ante el estado de dependen-
cia y explotación dei pueblo venezolano, que más le habría va-
lido no tener petróleo.

El petróleo es un bien de la humanidad. La explotación


y el comercio de este aceite mineral, puede llevar el progreso
v el bienestar a todos los pueblos que tienen la suerte de po-
~eerlo. Hoy ocurre lo contrario.

"La. historia. de la.s compa.illa.s petrolera.s en Colombia, Ven~


zuela, Perú, Bolivia. y México -diee el autor de 11Petróleo Mexi-
cano"- chorrea fraude y .sangre; es una. historia más negra que
el cha.papote codiciado y sólo compa.rable a la. conducta de los
mercaderes explotadores de esa. riqueza.. Y lo peor de todo es que
siempre los mercaderes extranjeros encuentran en cada. na.ción, la.-
. ca.yos vemâculos a. su servicio, ya en la.s columna.s de los periódi-
cos, ya en la.s esferas administrativas de l~s gobiemos, o como
covachuelista.s con títulos de a.bogados. Traidores a. su patria., más
desprecia.bles a.1in que los propios mercaderes".

Nuestro país es duefi.o de importantes reservas de pe-


tróleo que están en trance de perderse. Los bolivianos he-
mos perdido muchas riquezas; por eso tenemos el deber de
defender lo poco que nos queda. En 1920 los poderes pú-
blicos decidieron entregar el petróleo a compafi.ías extranje-
ras. Veinte anos de miseria, opresión y el desastre de una
guerra injusta, demostraron que el error había sido fatal.
Pera en 1920 los dirigentes dei país no tuvieron la experien-
cia que entres infortunadas décadas aprendieron los bolivia-
nos de las actuales generaciones. Esta, tal vez, sea la in-
útil y tardia justificación que ante la historia puedan exhi-
bir los hombres que gobernaron en 1920.

68
CAPITULO TERCERO

LA DECADA DEL VEINTE

Hay una abundante bibliografía acerca de la existencia


dei petróleo en Bolívia. Varias autores coloniales se refieren
a los "bitúmenes o jugos de la tierra" que afloran a la super-
fície en diversos puntos del territorio del Alto Perú. Desde
fines del sigla pasado científicos bolivianos y extranjeros ex-
ploraron el territorio nacional en busca· de petróleo. En
1895, se obtuvieron las primeras muestras en la zona de In-
cahuasi, a orillas dei río Azero, en el departamento de Chu-
. quisaca. Según se cuenta, su descubridor, Ignacio Prudencio,
intentando una segunda exploración, fue devorado por un
puma o algún otro felino. Varias monografías e informes
científicos demostraron la indudable riqueza petrolera en el
norte, centro y sudeste dei país.
El conocimiento de la existencia de la nueva riqueza
sirvió de acicate para la formación de varias entidades co-
merciales con capitales bolivianos y en algunos casos chile-
nos. La mayor parte de estas organizaciones no tenían otra
finalidad que la de especular con los terrenos petrolíferos,
pues se hacían pedidos de tierras en todo el territorio nacio-
nal inclusive en Oruro y Potosí. Algunas de estas empresas,
de reducida capacidad económica, que intentaron trabajar,
sucumbieron ante grandes dificultades propias de -lUL ~~s
atrasado: distancias enormes, falta de caminos, ausencia de ·
poblacio:p.es humanas en las regiones explota:bles, falta de téc-
nicos y de mano de obra calificada.. ..etc. La Standard Oil,
por media de sus agentes, no fue completamente ajena a es-
tas fracasos, puesto que con ellos le sería· más fácil adue-
iíarse de los yacimientos bolivianos.

69
SERGIC ALMARAZ

Los primeros intentos y los más serios para explotar. el


petróleo, se realizaron entre 1916 y 1920. La Farquardt, In-
glesa y la "Calacoto", chilena, perforaron cuatro pozos, dos
en Cuevo y Charagua y dos en Calacoto de Pacajes. Nin-
guna de bs pcrforaciones dio resultado, debido a la defi-
ciencia técnica dei trabajo. Los pozos perforados en el Orien-
te, cl mayor de los cuales alcanzó unos 400 metros de pro-
fundidad, fucron mal ubicados, uno de ellos, en una silla es-
tructural sumamente haja ( 31 ) y el otro en una falia. La
F:1rquardt quebró.
Muchos aíios más tarde la compaiíía "Aguila Doble"
form;tda por capitales bolivianos, trató de efectuar perfora-
ciones en Cochabamba sin resultado alguno.
Estos fracasos no desanimaron a los especuladores. Has-
ta 1916, se habían· adjudicado más de 3 millones de hectá-
reas de tierras petrolífems. En 1028, en el auge de la acti-
vidad especulativa, las peticiones petroleras cubrían un área
de 18 millones de hectáreas, mucho más del doble de lo ·que
México había concedido a las compaíiías petroleras en 25
aíios. 'Detrás de esta fiebre se movían activamente los inte-
reses de las grandes compaíiías extranjeras. La Standard
deseosa de acaparar la mayor cantidad de tierras petrolífe-
ras, fomentaba la especulación.
Pero hasta 1925 no se había efectuado ningún avance en
la industria del petróleo. La situación dei país seguia sien-
do la misma que la de 1900. La industria minera concen-
trada en el altiplano importaba combustibles. Con el petró-
leo importado y los combustibles primitivos de la región, se
movía la pesada maquinaria minera. No era extraíio ver el
desfile de centenares de llamas haciendo llegar su carga de
estiércol a ciertas minas, que de otro modo habrían tenido
que parar; la maquinaria más moderna era accionada por
el combustible más primitivo.
"La. carencia. de combustible -anota la escritora Margarita
Alexander Marsh- es otra desventaja para la explotación de las
riquezas minerales de Bolivia.. Ca.si tan irónica. como la esteri-
lidad de la costa este, que produce dos de los principales abonos
na.turales -el nitrato y el guano--, es la ausencia de todo com-
bustible en una región tan rica en minerales que está pidiendo
a voces el combustible para su desarrollo. Al insulto de privar
del ca.rbón a Bolivia., la naturaleza. ha aiiadido la injuria de co-
locar sus tesoros en una altura tal, que las locomotoras y los mo-

(33) Ver G. Mariaca "Resefia sobre Ia Industria Petrolifera de


Bolivia", Edit. Kollasuyo, La Paz-Bolivia 1944.

70
PETROLEO EN BOLIVIA

toras Diesel pierden una. buena. parte de Sl1 eficiencia., a.sí que el
combustible importado a. tanta costa. rinde considerablemente me-
nos trabajo que el que rendiria en un nivel inferior". (34)

En efecto, constituía una ironía que los yacimientos bo-


livianos de petróleo hubiesen sido ubicados por la_ naturale-
za en regiones tan alejadas. Bolivia venciendo dificultades
inaurlibs vivía enclaustrada en sus altas montafias, yermas
y frías, mientras que sus yacimientos de petróleo permane-
~ían inexplotados. Los gobiernos nada o muy poco habían
hecho para resolver este problema. " ... Bolivia y el pe-
tróleo son todavia términos raramente asociados", era el re-
sumen de la escritora norteamericana antes citada.
A partir de 1920 el capital norteam.ericano se int_eresa
por el petróleo de Bolivia obteniendo concesiones en tQdo el
territorio de la Nación. Se inicia así _un período de predo-
mínio del capital financiero cuyas consecuencias económicas
y políticas arrastran el país hasta el presente como un pesado
fardo.
Este es el "decenio loco" como lo llamará el historiador
norteamericano J-: T. Adams. Los Estados Unidos han sali-
do de la guerra mundial convertidos en país acreedor. Las
grandes potencias de Europa debilitadas y empobrecidas son
deudoras. Se inicia la expansión en grande dei capital nor-
teamericano. Inglaterra va perdiendo sus posiciones frente
ai empuje dei joven imperialismo. En los Estados Unidos
sobra el dinero. La guerra ha sido un gran negocio para
los financieros e industriales. Y el dinero así amasado tiene
que- ser nuevamente invertido. Se buscan negocios rápidos
y fáciles. El aventurerismo financiero va acompafiado de la
corrupción.
Harding llega a la presidencia de los Estados Unidos.
Los republicanos imponen su candidato aprovechándose de
la división de los demócratas. Con Harding, "un jugador de
poker, disoluto en sus hábitos, sin preocupación por ideas ni
ideales Y de una mentalidad completamente ordinaria", (85)
ha triunfado su "pandilla de Ohio" y Rockefeller que pagó
los gastos de los republicanos. Hughes, un director de la
Standard .Oil, es nombrado Secretario de Estado. Este "Se-
cretario dei Petról~o" como fuera llamado en los. Estados

(84) Margarita Alexander Marsh, 11Nuestros Banqueros en Bolivia",


Edit. M. Aguilar, Madrid, Pág. 66. ·
(35) James Truslow Adams. "Historia de los Estados Unidos", cita-
do por J. D. Lavin, ''PETROLEO" ed. EDIAPSA. México 1950, pág. 75.

71
SERGIO ALMARAZ

Unidos pone la diplomacia norteamericana al servicio de los


petrole~os. Mr. Badford, Presidente de la Standard Oil de
N.J. hacia 1920 dio la directiva: "La única medida necesaria
para este momento es una política de extensión agresiva de
los Estados Unidos". Y Mr. Hughes hizo política agresiva.
Durante el gobierno de Mr. Harding ( 38 ) en medio de
escândalos sin precedentes, los intereses petroleros norteame-
ricanos van cxtendiéndose en todo el mundo.
Aunque en 1911 la justicia norteamericana ordena a la
Standard disolverse, para poner atajo a su ·actividad mono-
polista y como sanción contra los 1.460 delitos cometidos, el
poderío de! trust eu nada se malogró. . La Standard -como
siempre- supo maniobrar valiéndose de sus amigos situados
en todos los rangos dei gobierno norteamericano.
''Y si alguien, en los Estados Unidos -dice un escritor-
quisiera. disputar el dominio de los trusts petroleros sobre su go-
biemo, necesitaria. sola.mente recordar el escândalo de Terpot.<
Dome, cua.ndo se probó, más allá de cua.lquier duda, que al menos
tres miembros del gabinete del Presidente habian tomado y a.pro-
bado medidas que significa.ban robar a la Nación grandes reser-
vas petrolíferas, para ponerlas en manos de algunas compa:ftías
privadas ... "· (37)

Bolivia en este período verá varios cambias de gobiernos.


Todos ellos tienen algo que ver con la expansión del capital
norteamericano. Los empréstitos colocados en el extranjero
desde comienzos de siglo, crecen y consolidari una enorme
deuda externa, controlada en su mayor parte por banqueros
norteameri~ari9s.

(36) Sin embargo, a Harding le agradaba cada día menos su papel


de testaferro. Lo que se exigía de él se bacia cada vez más peligroso.
Harding comenzó a temer.
A principios del verano de 1923, P.staba listo a sublevarse contra los
amos de la "Standard Oil", pero ya era tarde. Habia muchos cadáve-
res entre ellos.
Un dia, antes de que se pudieran procurar detalles, el Presirlente
Harding desapareció de la Capital. Se supo que repentinamente habia
salido de Washington para tomar descanso en las soledades dei extre-
mo Norte. - Pocos dias después, un telegrama de Vancouver traia al
mundo estupefacto la nueva de que, lejos de testigos, el Presidente
Harding habia muerto bruscamente. Alguna picadura de insecto vene-
noso, decían unos. Envenenado por su propia mujer, decian otros. In-
toxiP1lPi6n alimenticia, es la versión. En todo caso el escândalo se en-
contraha !lofol'ai!n ha,io el cadáver". (Antoine Zischka, "La Guerra Se-
1\retu por el Petróleo" Ed. Ercilla, pág. 105).
(37) Louis Fiseher, "Oil Imperialism", citado por J. Silva Herzog;
Oh. eit., pág. 30. -

72
PETROLEO EN BOLIVIA

Las concesiqll,~s-~-ªirolifer~s Q'Q.te:r;lid~s pm;_ p~rt.i~~lªX§


en el período de 1910-1920, pasan a _poçler. dei capi_t!ll norte-
americano.
Las· inversiones norteamericanas en el país son supe-
riores a los 100 millones de dólares. "Los Estados Unidos
tienen ahora probablemente mayores intereses que ningún
otro país", se dice en un informe dei DepaJ"lamento ele Cõ-
mercio de los Estados Unidos. Se calcula que las inversio-
nes norteamericanas que hacia 1912 representaban unos 10
millones de dólares, a mediados de la década dei veinte ha-
brían aumentado en diez veces. La influencia británica en
el país, representando una inversión de unos 30 millones de
dólares en los ferrocarriles y la industria minera, es despla-
zada por la creciente influencia dei capital norteamericano.
Marg!lrita Alexander Marsh, resume como sigue la situación
existente en Bolivia al comenzar la década del veinte: "Cierta-
mente, las inversiones nurteamericanas en Bolivia exceden a las
de otros paíse1:1 en unos cuarenta o cincuenta millones de dólares;
una compaiiia de petróleo norteamericana tiene allí realmente un
monopolio para la explotación del petróleo; banqueros y ciudada-
nos norteamerica.nos con excepción del pequefio empréstito colo-
cado el último afio en Londres, tienen un interés exclusivo en la
deuda exterior de Bolivia y por razón de éste interés, no solamen-
te recauda.n los impuestos y derechos de aduanas de Bolivia, si-
no que, mediante su facultad de votar co:ó. arreglo a las acciones
del gobiemo en el Banco de la Nación Boliviana, se hallan en si-
tuación de controlar el futuro desarrollo del banco. Un repre-
sentante de los ba.nqueros es Director General de Aduanas y es
Presidente de la Comisión Fiscal Permanente, y uno Director del
Banco Nacional. Sociedades de construcción norteamericana, que
emplean únicamente materiales norteamerica.nos, son las que cons-
trliyen los ferrocarriles de Bolivia, los alcantarillados y los pavi-
mentos con los productos de las obliga.ciones bolivianas". (88)

El "interés exclusivo" que los banqueros norteamerica-


nos tienen sobre la deuda externa de Bolívia, es el emprés-
tito Nicolaus. Con este empréstito tienen derecho a apli-
car en Bolívia, los mismos procedimientos que emplearon en
la América Central para respaldar sus inversiones y asegu-
rar el pago de las obligaciones. Los funcionarias encargados
de recaudar los derechos aduaneros, de controlar los gastos
dei gobierno y los ingresos nacionales, son norteamericanos.
Lo único que falta en esos días para que la situación de Bo-
lívia sea la misma de Nicaragua y otros países centroame-
ricanos, es la presencia de la infantería de marina. Pero los

(38) M. A. Marsh, Oh. eit., pág. 168.

73
SERGIO ALMARAZ

círculos gobernantes de los Estados Unidos, como se verá,


no dejaron de considerar esa posibilidad, aunque para ello tu-
vieran que vencer la gran dificultad de ll! ausencia de cos-
tas marítimas en Bolivia. A este respecto dice la escritora
norteamericana antes citada:

"La. colocación está. terminada, los personajes estãn ya en as-


cena, el motivo dominante, un deseo de seguridad, está presente.
Si el telón ha de ser levantado y dada la. se:lial de ejecutar otra
escena. del drama, demasiado a. menudo tra.gedia, del imperialismo
moderno, depende de una serie de circunstancias que ningún hom-
bre puede con certeza. predecir. Los barcos de guerra. y fusileros
ma.rinos pueden ha.cer poco en el camino de la persua.cián o ame-
naza. a una nación situada. a cientos de milla.s de la costa y en
una. eleva.ciõn de 12.000 pies o más sobre el nivel del mar; UNA
SITUACION CINICAMENTE PRESENTADA COMO EXPLICA-
CION DEL INTERES DE Mr. KELLOG EN FACILITAR A BO-.
LIVIA LA ADQUISICION DEL PUERTO DE ARICA". (39)

En efecto, en la década dei veinte, concluyó la prepara-


ción de la escena para el drama: e1 telón fue levantado para
la guerra dei Cha_ço. Dos pu~blos empobrecidos disputândo-
r,e la propicdad de una riqueza que ya habían perdido varias
anos .antes. Dos pueblos manejados por titiriteros desde
Nueva York y Londres. He aqui el epílogo de la década dei
veinte. ·

EL CONTRATO RICHMOND LEVERING

Hasta 1916 habían sido adjudicadas más de 3 millones


de hectáreas de tierras petrolíferas. El 12 de diciembre de
1916, el gobierno Montes trató de poner fin a esa política
con la ley así fechada. Dispuso la participación del10% dei
producto bruto para el Estado y prohibió nuevas adjudica-
ciones. iniciando el régimen de reserva fiscal sobre el petró-
leo. El artículo 3o de esa ley decía:
"Desde la fecha de la promulgaciõn de la. presente ley queda.
prohibida toda nueva. a.djudicaciõn de yaci.mientos petrolíferos que-
dando estos de propieda.d exclusiva. ·del Estado. La.s concesiones
que cayesen en ca.ducida.d o desa.hucio pa.san igualmente a. domi• ·
nio de éste, sin poder ser nueva.mente ma.teria. de a.djudicación. "

(39) Ibid pág, 175.

f. I
PETROLEO EN BOLIVIA

Con esta ley cesó por algunos anos la fiebre de adjudi-


caciones, pera este justo régimen para la preservación de la
riqueza petrolífera dei país, fue abandonado en 1920.
El gobierno de Gutiérrez Guerra sufriendo las dificulta-
das económicas provenientes de la primera guerra mundial y
estrechamente vinculado a intereses financieros extranjeros,
particularmente norteamericanos, decidió aprobar una nueva
'legislación sobre el petróleo aboliendo la reserva fiscal. Se
dictó la ley de 24 de febrero de 1920. Aprobada precipitada ..
mente en los últimos momentos de la legislatura de ese ano,
"se puede decir que fue arrancada ai Congreso sin previa es-
tudio", como denunciá el senador Abel Iturralde al ano si-
guiente. Mientras la ley era discutida se tramitaban en se-
creto las concesiones Richmond Levering y Jacobo Backus,
que en el desarrollo de los acontecimientos posteriores ten-
drían una importancia capital.
El gobierno de Gutiérrez Guerra necesitaba de una ley
para dar curso a la solicitud de la empresa norteamericana
Richmond, Levering and Co. de Nueva York. Se autorizaron
concesiones hasta de 66 aiios y en las "extensiones que juzgue
conveniente" el Poder Ejecutivoi se fijó como participación
dei Estado el 12%% y un 20% dei rendimiento liquido dei
petróleo debería ser entregado al Tesoro Departamental don-
de se efectuara la explotación. Estas dos enunciados al pa-
recer no tenían otro objeto que ablandar la conciencia de al-
gunos diputados escrupulosos, porque en este período las com-
panías petroleras no tenían el propósito de explotar el petró-
leo boliviano.
Cuatro días después de aprobada la ley, el 28 de febre-
ro de 1920, se firmó el contrato con Richmond Levering. Se
le concedía el derecho de explorar 3 millones de heCtáreas en
los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija, para
ubicar un millón de hectáreas "en un solo cuerpo o separa-
damente por gruposu. La concesión fue otorgada por 50 aiios
y de haberse mantenido estaría todavía en vigencia en nues-
tros días. La empresa estaba eximida del pago de impues-
tos por todo el tiempo que d'Qrase la concesión, "excepción
hecha dei impuesto que grava la utilidad de las compa:õ.ías o
empresas mineras con carácter general". Tenía también el
derecho de realizar todas las construcciones e instalaciones,
con la única obligación de dar aviso al gobierno. Otra ex-
traordinaria prerrogativa fue elllamado "privilegio de zona",
consistente en la posesión de 50 kilómetros de tierras a cada
lado dei eje de los oleoductos que construyese; de este mo-

75
SERGIO ALMARAZ /

do se evita ba toda forma de competencia en el transporte


pudiendo la empresa negar el paso de oleoductos que no fuesen
suyos.
Todos estas privilegias fueron establecidos a cambio de
pagar al Estado unos centavos por concepto de patentes, una
participación de 15 %· sobre el producto bruto y la promesa
de invertir diez millones de dólares.
Todo el contrato revela el trato colonial recibido y acep-
tado por el gobiemo boliviano. Una de sus cláusulas, la re-
fm·ente a la expropiación, decía que en caso de no haber acuer-
do, se designaria una comisión encargada de fijar el valor in-
demnizable, "en la que los capitalistas tendrán también el
derecho de concurrir con un voto por cada voto que tenga
el Gobierno". A esa suma, se agregaria "un 50% y el mon-
to total será pagado por el Gobiemo a los capitalistas en ca-
lidad de indemnización". "Además el Gobierno -proseguía
el contrato- quedará obligado a entregar a los capitalistas
como parte integrante de la indemnización y por el resto que
dure la sociedad, el 15% de la producción de los terrenos pe-
trolíferos expropiados ... ".
El derecho dei Estado qued.Qba seriamente menoscaba-
do, per~ así, le quedaba la posibilidad de recurrir a la
_..~opiación. Este antecedente debe tomarse en cuenta por-
que en los convenios suscritos 35 aiios después, el Estado ha
sufrido un menoscabo mayor.
A pesar de toda la carga de injustas imposiciones, dos
cláusulas salvaron los derechos del Estado en los aconteci-
mientos que tuvieron lugar aiios más tarde a consecuencia
de la transferencia de la concesión de Richmond Levering a
la Standard Oil y cuando esta última fue penada con la ca-
ducidad. Esas cláusulas eran la décimo octava, relativa a la
caducidad y la vigésima referente a la administración de jus-
ticia en caso de controversia entre la empresa y el Gobierno.

"Si durante la ejecución del contrato el Gobiemo reclamare


por algo que eu su concepto importe incumpllmiento, darA aviso
a los capitalistas, los que desde ese momento tendrán un término
máximo de seis meses para. subsanar la. falta. que motive la. re-
clama.ción; en caso de no hacerlo pasa.do dicho término, el gobiemo
podrá declarar la caducidad, rescisión o modificación del contra-
to, que también tendrá. lugar administrativamente por cnalquier
defraudación de los intereses fisca.les. La caducidad importa pa-
ra los capitalistas la. pêrdida de todos sus derechos a los bienes
de la compailfa, que quedarán en propiedad exclusiva del Gobier-
no"'. (18a.)

76
PETROLEO EN BOLIVIA

Esta cláusula estaba inspirada en aquellos princípios dei


derecho con arreglo a los cuales el incumplimiento de un
contrato de cualquier naturaleza que fuese, trae consigo la
rescisián de lo pactado, sea de oficio o a solicitud de parte.
La clásula vigésima referente a la ·administracián de jus-
ticia sefialaba:
"Toda cuestiõn que se suscitare entre el Gobiemo y los ca-
pitalistas, acerca del alcance o interpretación del presente contra-
to o de su ejecuciõn, será. sometida., en única instancia a.l fallo
de la Excma.. Corte Suprema de J'usticia. de Bolivia.".

PROCEDIMIENTOS ILICITOS

Richmond Levering empleá procedimientos ilícitos para


obtener su concesián. Exhibiá un certificado falso acerca de
su solvencia que le fue concedido por la casa bancaria Gu-
tiérrez Guerra, cuyos propietarios eran el Presidente de la
Nacián y otro·s dirigentes del partido liberal.
Un incidente producido en la sede de la Bolsa de San-
tiago de Chile, entre altos personeros liberales exilados, de-
mostrá que Richmond Levering para obtener los privilegios
consignados en el contrato, había utilizado el soborno. El
ex-diputado Lavadenz manifestá al ex-ministro Claudio Pini-
' lla que "si se acordá darle el 25%, el 10% para usted y el
15% para Montes, fue porque estaban en el poder; pe~o aho-
ra que ya no lo están, no tengo por qué darles esa participa-
cián". Este hecho fue denunciado en el Congreso por el se-
nador Abel Iturralde así como otro relativo a la declaracián
de Bielasky, representante del concesionariol en el sentido de
haber destinado una partida de 300.000 pesos en el presu-
puesto de la empresa para sobornos y de haber perdido en
.juego en la casa del Presidente Gutiérrez Guerra 20.000 bo-
livianos. (Para tener idea de la importancia de esta suma,
se debe recordar que entonces un automávil costaba menos
de 2.000 bolivianos).
Las vinculaciones de miembros del gobierno con las em-
presas dieron lugar a muchas acusaciones en el Congreso.
Uno de los acusadores, el senador Abel Iturralde dijo:
"Por desgracia para el país, se encaramõ en el poder un
grupo de persona.jes que goza.ba.n de poderosas influencias oficia.-

77
SERGIO ALMARAZ
. .
Ies y con arraigo en las câmaras legislativas;'pues senadores y di-
puta.dos dei pasado régimen han resultado, ala postre, socios o con-
ccsionanos de inmensos yacimientos de petróleos ... ". (40)

TRANSFERENCIA DEL CONTRATO


Poco tiempo después de haber obtenido Richdmond Le-
vering la concesión, presentó al Poder Ejecutivo una solicitud
pidicndo la .m.odificación d~ algunas c~áusulas dei ?~ntr~~o. La
empresa cx1g1a que el gob1erno reba)ara su partlc1pacwn dei
l:'J'( all:2,1~'1 ( aduciendo "que la explotación de petróleo en
BoÍivia demandará la inversión de sumas muy crecidas de
capital". El Ministro .José María Escalier consultá el asunto
con Salamanca. La respuesta de este último tiene conceptos
q u c merecen ser recordados:
"El a.sp.nto es demasiado grave y naturalmente no deseo el
pelígro de inducir a un error ~1 gobiemo, cuando no me hallo en
posesión de los elementos necesr.rios .para elaborar un juicio.
A pesar de ello, deseo acreditarle mi buena volunta.d en
servicio de los mtereses de nuestro país [ ... ]
I.- Suponíendo que fuese exacto que en ninguna parte del
mundo se hubiese acordado a.l dueiio del suelo una pa.rticipaciõn
mayor del 12 y medio por ciento, [la empresa. en su memorial
aducfa esto] ca.be observar que en el caso presente se trata de
una concesión de un millõn de hectáreas, cuya. magnitud excepcio-
nal, justifica el esta.blecimiento de condiciones excepcionales
ta.mbién.
Es evidente que la empresa. tendrá que emplear grandes ca.-
capitales a causa. de la misma enormidad de la concesión y de
las condiciones geográficas de Bolívia. Pero es asimismo evi-
dente que el empleo de los capitales no será proporcional a esa
magnitud, sino que, al contrario, a consecuencia de ella misma,
se obtendrá una grande economia de capita.les con relación a los
resultados probables.
Esta circunstancia basta para justificar no sõlo una parti-
cipaciõn del 15 por ciento, sino una pa.rticipación mayor, aun t;e...
níendo en cuenta las dificultadas que opone Bolívia al negocio.
n.- La situación política del Gobiemo Republicano, es en
este asunto, delicadísima, puas le invita a desmejorar las condicio-
nes obtenidas por el Gobiemo derrocado.
En caso de inclínarse a la rebaja sólo habría· en mi concepto
una manera de justificar o excusar este retroceso. Es el de acor-
daria con el objeto inmediato de a.segurar la prolongación de los
ferroca.rriles andinos hasta las llanuras de Santa Cruz. En tal
caso se podria establecer que la rebaja del 2 y medio por ciento
se conceda para obtener esa seguridad y sólo por el tiempo de la
garantia de intereses que según la propuesta. es de veinte aiios.

( 40) Moisés Alcázar, "Abel Iturralde, el Centinela del Petróleo",


di:<•~ursos parlamentarios, pág. 37. Edit. La Pa:~-, 1944.

78
PETROLEO EN BOLIVIA ·

Bs entendido, por otra parte, que la completa supresión de


la participación del 15o/o insinuada en la propuesta del expresado
ferrocarril, es inaceptable, como lo son muchas de sus exigencias
y omisiones.
m.- Considero de indispensable necesidad acordar la mo•
dificación de la. cláusula. 8• en su relación con la. 7•. Los petró-
leos entregados a.l Gobierno en el sitio de la. producción, le serãn
ca.si inútiles, como le son ahora en el seno de la tierra. Si para.
transportarlos donde le sean útiles ha de pagar el interés propor-
cional dei lOo/o de los capitales gastados en los oleoductos y refi-
narias, (cláusula que además es un poco ambigua en sus alcances),
podrá suceder buenamente que la. utilidad dei fisco se reduzca de-
masiado o que acaso desaparezca.. Seria la manera. de desvirtuar
los beneficios que espera Bolivia., beneficios que constituyen la
causa de la& concesiones que otorga.
Lo racional seria que la empresa entregue los productos, den-
tro de sus medios de transporte, en el territorio de la República,
en el lugar que fuese indicado por el Gobierno, sin aumento de
ga.stos, o mejor dicho libra de gastos.
Esto es lo que, ante todo, debe procurarse. Si esto no se
puede obtener, debe exigirse, por lo menos, que no se ca.rgue a1
Gobierno sino el gasto puro, e inmediato de la conducción o trans-
porte del oleoducto, sin tomar en cuenta capitales ni intereses.
V.- Interesaría. al pais, grandemente, suprimir o por lo me-
nos reducir el privilegio de zona, establecido por el inciso h) de
la cláusula. 5a. LO QUE FORMA EL LADO GRAVE Y ODIOSO
DE ESTAS CONCESIONES, ES EL MONOPOLIO A QUE ELLAS
TIENDEN VISmLEMENTE. La salvedad de las caiierías ya
construídas es irrisoria., puesto que no las hay. Lo que es también
la promesa de conducir petróleos ajenos a tarifas, que fijaría la
misma empresa. Algo seria que el Estado interviniese en tales
tarifas. Convendria también estudiar si este privilegio no con-
tradice a derechos de concesiones anteriores.
Bn todo caso debe sa.lvarse el derecho de cruce, o sea el de
construir ca.iierias o medios de transporte que crucen los de la em-
presa, sin perjuicio de suprimir o reducir la zona privilegiada.
VI.- No seria superfluo advertir expresamente que la con-
cesión no se refiere a1 seiiorío ni a la explotación dei suelo ni a
otros productos que los hidrocarburos.
Me inclino a creer que el Gobierno debe mostrar firmeza
en este asunto. Se sabe que el petróleo toma en el mundo una
importancia extraordinaria y juzgo que; si esta ocasión se des-
vanece, no faltarãn otras en que Bolivia pueda obtener mayores
o más seguros beneficios. Entre tanto, se puede trazar un plan
de concesiones. El asunto de los petróleos, bien manejado, puede
ser un punto de apoyo para levantar a Bolivia. a una situación
mejor.
Habría que seguir el curso de las concesiones anteriores que
han sido el fruto del favor y aprovecha.r de todas las coa.cciones
oportunas para declarar su caducidad conforme a las leyes." (41)

(41) Carta del Dr. Daniel Salamanca al Dr. José María Escalier
de 30 de agosto de 1920, citada por Moisés Alcázar, "Abel Iturralde, el
Centinela del Petróleo", Discursos Parlamentarios, pág. 7.

79
SERGIO ALMARAZ

Richmond Levering obtuvo la modificación dei contrato.


Detrás se movia la Standard Oil. La naturaleza dei contrato
y cierto tipo de privilegias como aquel que establecía el mono-
palio sobre los oleoductos, constituían procedimientos simi-
lares a los empleados por la Standard Oil en los Estados
Unidos para dominar la industria.
El 25 de julio _de 1922 la StaD.dard Oil Company of New
Jersey adquirió en Nueva York el millón de hectáreas de
Richmond Levering por 2 millones y media de dólares. La
cláusula 191.1 dei contrato prohibía las transferencias sin el
consentimiento previa dei Gobierno: "No podrán los capita-
listas enajenar o transferir sus derechos, ni gravar en forma
alguna los bienes de la sociedad, sin previa autorización dei
Gobierno". La transferencia se había efectuado a espaldas
del Poder Ejecutivo. Es más, existia un sincero temor a la
presencia de la Standard Oil en Bolivia. Por esto se había
pedido al representante de Richmod Levering el compromiso
de no efectuar transferencia alguna. ( 42 }
Pero este sólo fue el primer paso de la Standard Oil en
Bolivia. AI amparo de la legislación anterior a 1916, se
habían efectuado numerosas conc;siones a personas particu-
lares, muchas de las cuales se agruparon en empresas que
nunca llegaron a perforar un pozo. En las listas de accio-
nistas podían verse -junto a dirigentes de la política bo-
liviana- nombres de personajes conocidos en la política chi-
lena como los Alessandri, Errázuriz, Vicu:õa Mackena, Lamas
y otros. Estas concesiones que no tenían otro objeto que el
de especular, fueron a parar a manos dei norteamericano
Braden.
He aquí algunos de los grupos petroleros adquiridos por
William Braden y su hijo Spriulle Braden, el prjmero de los
nombrados fundador de la "Braden Cooper Mines" en Chile:
"Sindicato del Oriente Boliviano", fundado en · 1912 con
545.000 hectâreas ubica.da.s en la. provincia Azero del departamen-
to de Ohuquisaca; "Poderosa. de Ohuquisaca" con 700.000 hecti-
rea.s; "Lagunillas" con 400.000 hectârea.s y "La. Blanca" con 500.000

( 42) A este respecto el senador Abel Iturralde denunció lo si-


gu_ie!lte ~n el Senado Nacional,: "Uuando el Sr. Bielasky se presentó al
M1msteno de Fomento, en la epoca en que fui llamado como Secretario
General de la Junta de Gobierno, nos afirmó, bajo su palabra de eaba-
llero, que no pretendía hacer compra alguna para la firma Standard Oil
Co., pero hoy día ya vemos el resultado de esa palabra de eaballerosi-
dad: todas estas . eoneesiones habian sido transferidas a la misma
Standard."

80
PETROLEO EN BOLIVIA

hectárea.s. Estos cua.tro grupos, con un total de 2.145.000 hectã-


reas fueron adquiridos por Bra.den a.l precio aproximado de 750.000
libras'~.

Braden, que también se había comprometido ante una


·comisión dei Congreso a no transferir, vendió sus terrenos
a la Standard en más de 3 millones de dólares en una ope-
ración efectuada en Chile y para burlar el pago de impuestos
sobre transferencia, declará actuar sólo como intermediaria
· de Standard Oil.
Richmond Levering y Braden actuaron como agentes de
la Standard Oil.
La Standard Oil con estas dos compras quedó due:fia de
3.145.000 hectáreas. Pero no paró ahí el acaparamiento: con-
tinuá comprando antiguos títulos de propiedad y. hacia 1926
poseía todo un imperio, alrededor de 7 millones de hectáreas.
La transferencia motivá un importante debate parla-
mentario en el que se demostró que la extensión de terrenos
que deseaba adjudicarse la Standard Oil era considerable-
mente mayor a las superfícies que se adjudicaban a empresas
privadas en los Estados Unidos y Sud América. En México,
los yacimientos conocidos en la época, representaban una su-
perfície de 3.400.000 hectáreas en la que operaban varias de-
cenas de compafiías. En el Perú, las áreas comercialmente
explotables representaban un millón de hectáreas de las cua-
les 202.500 habían sido entregadas a varias empresas.
En la actuación parlamentaria mencionada, el país fue
advertido sobre los peligros que corría. Don Abel Iturralde
a quien el escritor Moisés Alcázar llama con razón el Centi-
nela del Petróleo, formulá previsiones que en el futuro se
cumplieron. El senador pacefio demostró que la Standard
Oil para impresionar al gobierno y arrancarle nuevos privi-
legias, exageraba las dificultades dei país, mentía y prepa-
raba informes falsos sobre las posibilidades de explotación
dei petróleo boliviano. ( 43 )
La Standard Oil no satisfecha con el contrato Richmond
Levering obtuvo nuevas ventajas, mucho mayores que las con-

( 43) Una de estas falsedades era el cálculo de costos presentado


por la empresa para la perforación de pozos. Sostenía que en Bolivia
cada pozo costaría 400.000 dólares. La perforación de pozos en el Perú
era calculada en ese entonces en 7 soles por pie, tratándose de pozos de
una profundidad mayor a 1.500 pies. La maquinaria y el equipo nece-
sarios para perforar un pozo en los Estados Unidos no costaba más de
20.000 dólares.

81
SERGIO ALMARAZ

tenidas en el primer contrato. Aduciendo la falta de mapas,


se lc reconoció el derecho de explorar cuatro millones de
hectáreas para ubicar cl millón de hectáreas objeto de la con-
cesión, pudiendo, además, tomar terrenos adyacentes a la
superfície de la zona o zona:> ya escogidas, hasta una exten-
sión de cinco mil metros.
De acuerdo al contrato Richmond Levering, el Estado
como sacio debía tener una participación dei 15% sobre el
producto bruto y la opción a "suscribir hasta el 25% de las
acciones de dicha companía". En el nuevo contrato, los de-
rechos clel Estado quedaban limitados a una regalía del11 %,
suprimiéndose la cláusula referente a las acciones.
El convenio original establecía una duración de 50 aiíos,
en el nuevo este término fue fijado en 55 anos a contar
desde la conclusión dei período de exploración que debía
durar sólo dos anos. La compa:fiía tendría 57 aiíos de tér-
mino para operar en Bolívia, siempre que respetara el tér-
mino de dos anos para el trabajo de exploración al cabo de
los cuales debía iniciar la producción. Pero diez aiíos más
tarde seguía alegando que no había ingresado en el período
de explotación, con lo que prolongaba arbitrariamente el pla-
zo de la concesión.
El gobierno de Bolívia al aprobar el contrato no hizo
constar expresamente el principio de la cláusula resolutoria,
que cuando se la expresa recibe en derecho el nombre de pac-
to comisorio. Este principio jurídico que va implícito en to-
do contrato y tratándose de un contrato-concesión, faculta al
concedente en caso de incumplimiento o cumplimiento con do-
lo, a declarar la caducidad o rescisión de oficio, traería con-
secuencias sumamente graves varios anos más tarde cuando
fue sancionada la Standard Oil. La no aceptación de este
principio, significaba renunciar al derecho de soberanía. El
gobierno, enganado por los hábiles abogados de la Standard
Oil, permitió que el texto de la cláusula 18~ dei contrato
Richmond Levering, en la que se declaraba que la caducidad
sería aplicada en caso de incumplimiento, fuese tra,sladada
sólo parcialmente a la cláusula 28" dei' contrato Standard. Y
así el gobierno del coronel Toro al decretar la caducidad de
las concesiones fue demandado por los abogados de la com-
panía que basaron su defensa en la tergiversación de la re-
ferida cláusula.
Otro aspecto debatido en el Parlamento boliviano era el
relativo a la administración de justicia. Se mantenía inva-
riable la cláusula vigésima del contrato Richmond Levering,
PETROLEO EN BOLIVIA

scgún la cual toda cuestión litigiosa debía ser son;~ida en


única instancia al fallo de la Corte Suprema de Just1c1a, pero
se aií.adió una disposición por la cual los asuntos que fuesen
mate•·ia de arbitraje serían sometidos a consideración dei ·
Presidente de la SociedaJ. Geológica de Londres o a la persa-
na que él designare. Esto constituía una evidente limita-
ción a la potestad de la justicia boliviana, y un peligroso an-
tecedente para el libre ejercicio del derecho de soberanía.
Una cláusula del nuevo contrato, fruto del temor y la
ingenuidad, establecía:
"Los capitalistas se comprometen y se obligan a no interve--
nir en la poltiica interna del pais, como a no poner sus elemen-
tos, capital, rentas, empleados, dependientes y trabajadores al ser-
vicio electoral o político de un partido o de un individuo. La.
infracción de esta cláusula dará lugar al retiro o suspensión de
aquellos que la contraviniesen" (Cláusula 15•) ...

Esta prohibición expresaba la desconfianza del joven par-


tido republicano. El desprestigio y la caída del gobierno li-
beral, se habían debído en parte a los asuntos petroleros. La
oposición republicana contra el régimen liberal utilizando el
parlamento Y la prensa habían denunciado la actitud compla-
ciente del liberalismo para con los adjudicatarios de yaci-
mientos petrolíferos. Salamanca advirtió: "La situación po-
lítica del Gobierno Republicano, es en este asunto, delicadí-
sima, pues se le invitaba a desmejorar las condiciones obte-
nidas por el gobierno derrocado". Sucedió justamente eso:
el contrato con la Standard Oil fue un retroceso con relación
al anterior. Y algo más, se permitió que la Standard Oil se
situara en un terreno intermedio entre el contrato Richmond
Levering y la nueva Ley Orgánica de Petróleos aprobada en
junio de 1921, tomando de uno y otra lo que más convenía
a sus intereses.
E~te es el período de la historia boliviana considerado
como la época de las "concesiones africanas". El apresura-
miento, el desconocimiento de los problemas y la irresponsa-
bilidad de los círculos de gobierno, recuerdan la conducta
de ciertos caciques africanos dei siglo pasado. En la década
dei 20 bastaba un papel sellado de 20 bolivianos para adqui-
rir extensiones de más de 100.000 hectáreas de terrenos pe-
trolíferos.
A un poderoso consorcio capitalista como la Standard
Oil, avezado en ingentes luchas a muerte con organizaciones
rivales por el predomínio mundial, no le era difícil jugar con

83
SERGIO ALMARAZ

las leyes y los gobemantes de Bolivia, .ni podia preocuparia


que el origen de su dominio en el país fuese ilegal. Con la
concesión Richmond Levering, se habían violado disposicio-
nes expresas de la Ley de Organización Política, s~gún la
cual para ser válida tal concesión no bastaban las firmas dei
Presidente y de su Ministro de Hacienda, y siendo éstas las
que respaldaban la adjudicación del millón de hectáreas cedi-
das a Richmond Levering, la concesión era ilegal. Tampoco
lc interesaba haber hecho una compra igualmente ilegal, pa-
ra la cual no se recabó el consentimiento dei Poder Ejecuti-
vo, a tenor con lo estipulado en el contrato. Lo único que
valía en su estrategia mundial, era la extensión de su poder
hasta los yacimientos petrolíferos de Bolivia para incluirias
en sus reservas.
La Standard Oil había triunfado en Bolivia acaparando
una inmensa área de tierras petrolíferas, a pesar de la opo-
sición de la opinión pública, a pesar de la ley y dei temor de.
los republicanos. Tal era la fama que la precedia que los
hombres de gobierno no disimulaban su desconfianza. Sin em-
bargo, fue admitida. i,Por qué? Porque los gobernantes de
la época estaban persuadidos de la incapacidad dei país para
movilizar una riqueza que permaneceria sepultada.

''Mientra.s no se entregase esta. explota.ción a. una. compa.iüa.


poderosa que tuviese no s6lo los ca.pitales indispensa.bles para em-
prender con êxito tal empefio, en un pais mediterrâneo y sin vias
de comunica.ción como el nuestro, sino ta.mbiên la ca.pa.cida.d y la
experiencia industrial necesarias en este gênero de trabajos, no
' podríamos palpar un beneficio práctico pa.ra la Na.ción en orden
a uno de sus mejores productos''.
Esta fue la explicación dada por Bautista Saavedra so-
bre el triunfo de la Standard Oil.
La empresa se comprometió a invertir 50 millones de
dólares. En los 15 aiios que operó en Bolivia, de acuerdo
a la declaración de sus personeros en el juicio sobre la ca-
ducidad de la concesión ventilado en 1938 en la Corte Su-
prema, había invertido 17 millones de dólares. (En realidad
se demostró que la inversión fue menor).
La experiencia de los 15 aiios siguientes, contradijo el
criterio de Bautista Saavedra. El saavedrismo se equivocó
en muchas cosas, pera en ninguna tan profundamente como
en el problema del petróleo.
El poder de la Standard Oil se dejó sentir en el país
desde los primeros momentos. Cuando se discutia en el Con-

84
PETROLEO EN BOLIVIA

greso la transferencia, aparecieron diarios que defendieron


apasionadamente los intereses del consorcio petrolero.
"Los manejos que ya se advierten en favor de la Standard
-éxpresó el senador Iturralde en el Congreso-, la inclinación que
manifiestan por ella dos o tres diarios, y hasta. el silencio de
otros, son signos de la influencia que empieza a desplegar esa
compa.Dia, influencia que irá creciendo, como en otros paises, has-
ta convertirse en un factor poderoso en la a.dministracián y en la
política misma ... ".
"Una empresa que comienza. por acallar a la prensa o con-
seguir escritores que hostillcen a. los que defienden la. independen-
cia. futura de su patria, no se percatará de tener personeros po--
Uticos a sus órdenes, de ejercer influencias en las cámaras y de
conseguir leyes a. su favor, interviniendo para ello en las elec-
ciones de representantes".

Don Abel Iturralde comprendiendo el peligro, fue incan-


sable en sus advertencias:
"Dios quiera que dentro del nuevo rêgim.en republicano no
se repit;tn esos hechos bochornosos; que no haya en la cámara
personeros de la Standard; que no haya diputados influyentes que
pa.trocinen empresas de especulación".

En el debate parlamentario de 1921 don Abel Iturralde


virtió opiniones y conceptos que deben ser recordados porque
tienen plena vigencia para el presente:
"Hoy tenemos que buscar la manera. de que el pais conser•
ve su independencia, su libertad y su autonomia. No debemos
alucinamos con una sola empresa qua tenga. en sus manos todo el
oriente boliviano, que ha de tra.er como consecuencia la absorción
de la soberania. del pais y la pêrdida. de su libertad".
"Yo no soy enemigo de que venga.n a Bolivia empresas ex·
tra.njeras; lo que pido es un riguroso control y que se evite que
una sola empresa monopolice toda la industria. petrolera.. El dia
que se consume una a.bsorción por una. sola empresa, estaremos
perdidos'..
"Basta.n las anteriores reflexiones, para ver el gra.n peligro
que hay en entregar inmensos yacimientos a compafüas yanquis,
y lo que es peor, a una sola compaiiia, pues, Bolivia puede per-
der algún dia, su independencia si no establece medidas de pre-
visión, las que deben ser estudia.das detenidamente ·por los hom-
bres que hoy ma.nejan los grandes intereses dei pais. El elemen-
to yanqui por lo general, no inspira confianza a los latino--ame-
ricanos. Es elemento absorbente y avasallador que tiende a la
conquista, primero econômica y despuês política" .
"En nuestro pais, no faltan hombres completamente fasci•
nados con el brillo de los Estados Unidos, que no imaginan nin-
gún progreso, sin confiar enteramente el suelo boliviano a las
exple>ta.ciones yankis".

85
SERGIO ALMARAZ

"Esto ha.rá ver el grande peligro que entra.iia. para. los paí-
ses débiles, el acaparamiento de extensiones de terrenos petrolí-
feros por empresas extranjeras que tienen un casi absoluto do-
minio, sin que exista. un poder capaz de obliga.rlas a.l cu.mplimien-
to de las leyes o de las cláusulas de un contrato'~.
"Después de que obtienen grandes concesiones alucinando
con promesas enga.iiosa.s a los poderes públicos, se hacen arbi-
trarias, violan las condiciones del contrato y llega.n a. imponer su
férrea voluntad a. los países débiles, que candorosamente han sa.-
bido condescender en sus proposiciones".
"Si acaso por desgracia, van a resultar estériles mis demos-
traciones y mis esfuerzos para. que no triunfen las desmesuradas
pretensiones de la Standa.rd Oil, entonces podrá decirse más tar-
de que la Nación Boliviana está perdida". (44)

En la década del veinte Bolivia perdió la mayor parte


rle sn!'l riquezas naturales. El capit::tl extr::tnjero adquirió un
domínio ab~oluto. Con bs concesiones petrolíferas se cerra-
ba el c; elo de un período en la historia boliviana caracteri-
zado por la entrega indiscriminada de enormes extensiones
de ticrras baldías y de yacimientos petrolíferos. Margarita
Alexander Marsh expresaba muy objetivamente la situación ·
dei puebio boliviano en este período de su historia:
"Bolivia es un pueblo dormido y mientras duerme, las rique-
zas de sus vastas monta.fias son extraídas y agotadas sin que la
explotaciõn de sus recursos minerales produzca el despertar de
su población". (41!)

Bolivia no solamente perdió el control de sus riquezas


fundamentales --estafio, petróleo y otros minerales-·-, la au-
tonomía de su política financiera y de su red ferroviaria,
sino que echó las bases en las cuales madurarían las causas
de la guerra dei Chaco.

LA LEY DE 20 DE JUNIO DE 1921

En media dei predominante liberalismo de la época fue


promulgada la Ley Orgánica de Petróleo el 20 de junio de
1921. Representaba un Í;D-tento de poner atajo al avance de
la Standard Oil. Sus autores se apartaron de las normas
clásicas de la adjudicación de minas, y discrepan abierta-

(H) Ver Moisés Alcázar, obra citada.


( 4G) M. A. Marsh, Ob. cit., pág. 96.
PETROLEO EN BOLIVIA

mente con la anterior ley de petróleo aprobada el 24 de fe-


brero de 1920 con la precipitación que imponía Richmond
Levering para concluir sus negociaciones secretas con el go-
bierno de Gutiérrez Guerra.
La nueva ley fue estudiada y discutida en el parlamen-
to; desde el punto de vista formal poseía unidad jurídica y
claridad en sus conceptos.
Su primer artículo declaraba el dominio de la Nación
sobre el petróleo a:iíadiendo un concepto que de haber sido
respetado y no limitado, habría logrado impedir que la ri-
queza petrolera sea monopolizada por empresas extranjeras.
Ese concepto decía: " ... y sólo podrán ser explorados y ex-
plotados [los yacimientos de petróleo] por el Poder Ejecu-
tivo, ya sea directamente o por medio de concesiones en so-
ciedad". Esta segunda frase daba lugar a la entrega.
El área de cada pertenencia estaba limitada a 10.000
metros cuadrados y de acuerdo al artículo 5 9 :

" ... las concesiones de explotación de petróleo[ ... ] sólo podrá.n


hacerse, por una sola vez, en favor de un individuo o de una
sociedad, no debiendo exceder de 100.000 hectâreas, ni abarcar
un término mayor de cincuenta. y cinco anos. La. participación
minima del Estado serã. del 11% sobre el producto bruto."

Se fijaron varias disposiciones tendientes a proporcionar


al Estado armas legales para su defensa contra la acción de
los monopolios extranjeros Y el acaparamiento de reservas.
He aqui algunas: Se autorizó el derecho de cruce de los oleo-
ductos por las "zonas de privilegio" las mismas que habían
sido reducidas a sólo cinco metros dei eje de aquellos; se es-
tableció la obligación de los concesionarios de iniciar la ex- .
plotación del petróleo dentro de los cuatro a:iíos de firmado
el contrato y el derecho del Estado a fijar ei "monto míni-
mo" que debía alcanzar la producción, a partir dei quinto afio
de la concesión.
Otra disposición semejante a las anteriores, encaminada
a contrarrestar la acción de los monopolios, era la estipulada
por el artículo 35:

"Si los concesionarios no extranjesen durante tres meses •una


cantidad de petróleo proporcional a. la capacida.d productora de
un pozo, el Gobierno podrã. extraer por su cuenta. la pa.rticipa.ción
que le corresponde".

87
SERGIO ALMARAZ

Y el artículo 40:
"El Gobierno vigtla.rá la. explora.ción y explotación de los
ya.cimientos y fiscalizará las operaciones de las empresas, no sõlo
pa.ra asegurarse en la pa.rticipacián en impuestos, sino ta.mbién pa-
ra organizar convenientemente la industria en beneficio nacio-
nal, ya para combatir el acapafa.m.iento de la producciõn, tra.us.
porte, aJmacena.je y comercio del petróleo, sus simlla.res y sus
derivados".

La Ley Orgánica de Petróleo fijaba normas para el pe-


ríodo de exploración: un plazo máximo de tres aiios, una ex-
tensión no superior a 300.000 hectáreas, de la cual podía ele-
gir el Estado una quinta parte para formar la 1-eserya fiscal.
En lo relativo al régimen impositivo, eximía a los conce-
sionarios dei pago de impuestos sobre importación, pero in-
dicaba muy claramente, en dos de sus artículos, que las em-
presas no poseían un régimen autônomo de impuestos, que
no podrían aducir derechos excepcionales si en el futuro ei
Estado Boliviano dictaba nuevas disposiciones en materia
impositiva. El artículo 33 decía ai respecto:
''Las compa.fiia.s, empresas e industriales quedan sujetos al
pago de impuestos que gra.ven las utilidades de las compa.fiias o
empresas mineras, CON CARACTER GENERAL"; y el artículo
39: "Las compaflías que se organicen para la exploración o ex-
plota.ciõn de yacimientos petrolíferos y sus similares, tendrán do-
micilio legal en la. Repdblica, Y ESTARAN SUJETAS A TODAS
LAS OBLIGACIONES EXISTENTES O QUE SE ESTABLECIE-
SEN EN LO SUCESIVO". Pa.ra. dar mayor fuerza a los enuncia-
dos anteriores, en la dltima parte del articulo 47 se dispuso que
las "CONCESIONES QUEDARAN SUJETAS AL PAGO DE LOS
IMPUESTOS CREADOS O POR CREARSE SOBRE EMPRESAS
ANALOGAS~.

Se tendía claramente a defender la soberanía dei Estado,


tratando de reforzar su autoridad.
Otro aspecto positivo de la ley, era la perspectiva de
crear una empresa nacional para la expiotación dei pE-tróleo
sobre la base de reservar en cada zona petrolífera extensio-
nes determinadas "para destinarias a la explotación directa
por cuenta dei Estado".
La ley de 20 de junio de 1921 representaba un conside-
rable avance respecto a la anterior, la de 24 de febrero de
1920, aunque la participación dei Estado había sido reba-
j a da dei 15t;l,. ai 11%. (Esta modificación fue utilizada por
los abogados de la Standard Oil para cambiar la cláusula
dei contrato Richm.ond Levering que obligaba a la compaiiía
a entregar el 15% de la producción.)

88
PETROLEO EN BOLIVIA

En su texto tuvieron que incluirse cantidades mínimas


par;-~ el pago de patentes con el fin de c.onseguir su aproba-
cibn porque los diputados y senadores vmculados a la Stan-
clard Oil amenazaron con obstruir la aprobación si se fijaban
impuestos elevados. . . I · .
Pero donde se pone de mamf1esto el ceio de los legisla-
dores es en la importante cuestión de la potestad de la jus-
tida boliviana. Se prohibía la reclamación diplomática:
"Los adjudicatarios y los concesiona.rios no podrán entab~ar
ninguna reclamación diplomática en lo que se refiere a las obli-
gaciones, derechos y emergencias de las adjudicaciones y con-
tratos".

Los artículos 23 y 24 sefialaban que toda cuestión liti-


giosa seria sometida en única instancia al fallo de la Corte
Suprema de Justicia. .
El incumplimiento de los contratos estaba penado con
la caducidad:
"Si durante la ejecuciõn dei contrato, el Gobierno recla-
mare por algo que en su concepto importe incumplimiento, dará
un aviso a los concesionarios, los que desde ese momento ten-
drán un término máximo de seis meses para subsanar la falta
que motive la reclamación; en caso de no hacerlo pasado dicho
término, el Gobierno podrá declarar la caducidad, rescisiõn o· mo-
dificación del contrato,. que también se efectuará administrativa-
mente por cualquier defraudación de los intereses fiscales."
"La resci!'ión o caducidad importarán para el concesionario
la pérdida de los derechos acordados por la concesión, quedando
hipotecados los bienes enumerados en el articulo anterior al cum-
plimiento de las obligaciones que aquel contrajo con el Estado y
a las responsabilidades que contra él resultaren; más si el incum-
plimiento que dio lugar a la rescisión o caducidad se hnbiese
prodncido con el propósito de defraudar los intereses dei Estado,
adquiridos en conformidad al artículo precedente, el concesiOnario
estará obligado a la indemnización de danos e intereses en pro-
porción dei perjnicil" causado, bajo la hipoteca legal de los mis-
mos bienes". (Art. 22).

Con este cuerpo de disposiciones legales, y desde el pun-


to de vista jurídico, existia la posibilidad de defender los
intereses dei Estado. Pero era una mera posibilidad. Por sí
sola la ley no bastaba. Hacía falta un gobierno sólidamente
constituído Y de arraigadas convicciones en la defensa dei
patrimonio nacional, que se propusiese imponer el cumpli-
miento inflexible de la ley. Hacían falta gobernantes ca-
paces de sobreponerse a Ia rapacidad de los monopolios pe-
troleros, de vencer sus maniobras políticas, de rechazar el so-

89
SERGIO ALMARAZ

borno y la intimidación. En el pasado, países como México,


Colombia y Ven~uela, armados con legislaciones má,s efi-
cientes, no pud.ieron conseguir que las empresas petroleras
respetaran los principias legales. ·
La Ley Orgánica no fue respetada por las empresas ni
por el gobierno que estaba obligado a hacerla cumplir. · Ya
se encontraba en vigencia cuando era discutido el contrato
con la Standard Oil, sin embargo esta última consiguió ven-
tajas que estaban lejos de su letra y espíritu: la nueva ley
nació muerta.
Para defender las riquezas naturales de los pueblos opri-
midos por el imperialismo, no bastan, buenas leyes. y tra-
tándose dei petróleo ninguna ley es suficientemente buena
cuando los :tnonopolios extranjeros han penetrado en el país,
cuando la economía y la política de un pueblo pasan a de-
pender de su poder. La alternativa· es suprimir la acción
de esos monopolios o aceptar su dominación.

LA STANDARD OIL EN BOLIVIA

La Standard Oil estaba sujeta a determinados. compro-


misos. Tenía dos anos improrrogables para proceder a la
ubicación definitiva dei millón de hectáreas objeto de la
concesión, cumplido este término depía ent:rar en el periçdo
de explotación, dentro dei cual estaba obligada a perforar
un pozo por cada 50.000 hectáreas y a producir dos millones
de barriles anuales de petróleo. El incumplimiento de estas
cláusulas estaba penado con multas y cori la reversión par-
ciaLal Estado de los yacimientos no explotados. En el pe--
ríodo de explotación, los impuestos eran más altos.
Estas cláusulas nunca se cumplieron. El Estado ai ha-
ber otorgado la concesión no perseguia otra finalidad que
la de beneficiar al país con las utilidades provenientes de la
explotación dei petróleo. Corno esta finalidad no fue satis-
fecha, no se cumplió la esencia misrna dei contrato.
Sin embargo la Standard produjo importantes cantidades
de petróleo. En el juicio que se siguió contra ella se esta-
bleció fuera de toda duda, que había empezado a producir
tres anos después de firmado el contrato, es decir en 1925.
La Standard Oil. desde el momento- que puso los pies
en Bolivia, se empeiíó tenazmente en desorientar la opinión •
dei gobierno negándose tercamente a admitir que había in-
)

90
PETROLEO EN BOLIVIA

gresado en el período de producció:O.. Para borrar toda sos-


pecha utilizaba subterfugios y cuando no era posible coer-
cionaba sacando partido de la precaria situación internacional
por la que pasaba el país en víspei'as de la Guerra dei Chaco.
Todos los gobiernos fueron débiles en uno u otro sentido.
En 1928 y 1929 el gobierno del Presidente Siles, por medio
de Resoluciones Supremas, aceptó que la empresa iniciara
los pagos de las patentes de explotación sólo a partir del 1 9
de enero de 1930.
Hasta él habían llegado rumores y denuncias en senti-
do de que la Standard producía petróleo desde 1925 · y lo ex-
portaba a la Argentina a través de un oleoducto clandesti-
no. (-i6)
El gobierno dei Presidente Siles transigió con la empre-
sa por el temor de veria convertida en un en'emigo a espaldas
dei ejército boliviano.
Pero, además, debe tenerse en cuenta "la coacción eco-
nómica ejercida por los agentes de la Standard Oil -como
expresaba el escritor Carlos Montenegro-- que instituyó la
más dolorosa corrupción de que haya memoria en Bolivia,
dentro de los ramos judiciales y administrativos". ( 47 )

(46) El agente de la Aduana Boliviana, Pompilio Guenero, en


1935 revel6 que en los primeros meses de 1926 había descubierto e)
oleoducto clandestino construído por la Standard Oil a través dei rio
Rermejo. Ese funcionaria dijo que desde Orán (Arg-entina) habia en-
viado un oficio a] Director General de Aduanas informando sobre su
descubrimiento. AI cabo de 15 dias se present6 un nuevo funcionaria
en Fortin Campero "con un oficio de la Direcci6n General de Aduanas
para mí, por el que se ordenaha entree:ue en el dia el Resguardo a dicho
seiior Aguirre, sin hacerme saber de mi nuevo destino. Regresé a La
Paz y hech~ mi declaraci6n ai Sr. Director William Magowan, éste me
ofreci6 otra situaci6n tan pronto como se presente una vacante". Gue-
rrero cuenta. que el norteamericano Magowan expres6 con referencia a
la denuncia que "la Standard Oil :iamás puede hacer contrabando de pe-
tróleo, es una compaíiía sumamente seria, es multimillonaria, su denun-
cia es falsa. A mí me consta que la Standard Oil es correcta por
haber sido yo empleado de la Standard". Guerrero fue despedido y re-
admitido en la Aduana alg'Ún tiempo después cuando se comprometi6
a olvidar la denuncia. (Citado por José A. Deheza, "El Proceso de
las Defraudaciones de Ia Standard Oil Co. de Bolívia"; pãgina 14 y si-
guientes. La Paz, Bolivia 1938).
. Magowan y otros funcionarias norteamericanos ocupaban puestos
Importantes dei Estado como consecuencia de los comprcmisos adquiri-
d!ls P?r ~I pais para pagar los empréstitos extranjeros. Estos funciona-
rios suvieron a la Standard en todos sus turbios manejos.
(47) Carlos Montenegro, "Frente ai Derecho dei Estado el Oro
de la Standard Oil"; pãg. 23, Edit. "Trabajo", La Paz, Bolivia, 1938.

91
SERGIO ÁLMARAZ

Tal era el poder de la Standard Oil en el país que el go-


bierno boliviano tenía razones fundadas para dudar de la
rectitud de los magistrados en caso de litígio. Cuando el go-
bierno tratá de obligarla a pagar las patentes de producción
ai cabo de los dos aiíos establecidos por el contrato, se lo
amenazó con demandaria ante la Corte Suprema de Justicia;
los representantes de aquclla expresaron estar seguros de ga-
nar el pleito porque "contaban con el medio de corromper
a los magistrados", de acuerdo a la denuncia formulada por
el Fiscal General de la República varias aiíos más tarde.
Fue I v a r Hoppe. agente de la Standard, quien aseguró
al Ing. Muiws Reyes que en caso de litigio el Estado perde-
ría, pues la empresa estaba dispuesta a comprar el voto de
los magistrados ele la Corte. (Ver Carlos Montenegro, obra
citada). Hoppe fue uno de los personajes más activos de la
Stanclarcl en Bolivia. Uno de los gerentes definió así sus
funciones: "es un hombre que juega póker y no gana, bebe
champaiía Y no se emborracha". Tan grande fue el poder de
estas personajes en Bolivia, que cuando las oficinas de la
compaiíía fueron allanadas a consecuencia de la nacionaliza-
ción, se cuenta que se encontraron papeles en blanco de la
corresponclencia oficial dei Palacio de Gobierno y dei Minis-
teria ele Inclustria, en los que, presumiblemente, se redacta-
ban proyectos ele resoluciones y otros documentos oficiales.
La empresa estaba aplicando en el país los métodos ban-
diclescos que la habían hecho célebre en todo el mundo: -~QaÇ:
dón_económica, <:!f?I7U:Qci;n_9.gjuncionarios, I?!~sión política.
Pero si a esta aiíadimos a negativa llana y simple de uno
de sus representantes a proporcionar g::~solina a las guarni-
ciones dei ejército bdiviano en el Chaco mientras el gobierno
insistiera en cobrar patentes, se comprenderá por qué fue
quebrada la voluntad dei Presidente Siles. ( 48 ) ·
V e amos como se empleaba la coacción económica. He-
mos hecho mención a las resoluciones supremas obtenidas

( 4h \ TTn documento revelador de que el gobierno no ignoraba la


existencia de manejos ilícitos por parte de la Empresa para esconder
su prorlul'l•ión y que, demuestra al propio tiempo, dada la ingerencia
del ~finisterio de Defensa en el asunto, que el petróleo empezaba a fi-
gurar en los planes de la defensa nacional, es la carta dirigida por Wells
n R~hultz, enr>arg-ados de la compafiía en La Paz y Buenos Aires respec-
tivamente. La carta ts de septiembre de 1926 y en algunos de sus pá-
rrufo~ se lee~ "En agosto ::;upimos que el Ministro de Guerra había es-
.. crito nl ~finistro de Hacienda e Industria, una carta en la cual citaba
"un informe de Fortín Campero en sentido de que nosotros estábamos

92
PETROLEO EN BOLIVIA

por la Standard en el Gobierno dei Presidente Siles. Una de


ellas, la de 12 de julio de 1928, declaraba que hasta ese mo-
mento la compaíiía había cumplido todos sus compromisos.
Al siguiente día de esta declaración, la empresa prestó al
gobierno un millón de bolivianos como pago adelantado de
patentes cobrando por ello intereses. Compraba el silencio
del gobierno y realizaba un buen negocio.
Otro ejemplo, no menos impresionante, es el minúsculo
préstamo de 125 mil bolivianos recibido por el Gobierno de
Bautista Saavedra a cambio del cual, ningún nuevo pedimen-
to de terrenos petrolíferos podía ser concedido por el go-
bierno, sin que la Standard Oil diese su conformidad y si

"contrabandeando petróleo de Bolivia. Como nosotrôs habíamos sabido


"por el ~r. Edmunds que la quema del Bermejo Nu. 3 vara combustible
"en Agua Blanca había sido suspendida hace bastante tiempo, espera-
" mos por consiguiente, que podíamos hacer algo con esta carta del Mi-
" nistro, así conseguimos que "fuese archivada", en el Ministerio de
11 Hacienda. [ ... ]
"El sefior Magowan, Director de Aduanas, también nos habló acer-
" ca del asunto ya que habia sido denunciado ante él pero informamos
" que nosotros no ·habíamos sacado ningún petróleo. Que sólo una pe-
" quefia cantidad habia sido usada y que no había nada que hacer de su
"parte ya que no existia ningún Derecho de Aduana sobre exportación
"de petróleo. Pareció estar satisfecho y no habría hecho nada sobre el
" asunto de no haberlo removido el Ministerio de Guerra, y cuando la
"carta del Ministro fue enviada al Sr. Magowan para que informara
"volvió a hablar y dijo que él no informaria por sí mismo, pero como
"algo tenia que hacer, él estaba enviando al Ministerio una copia del
" informe de su inspector sobre el asunto.
"Luego el asunto volvió a hacerse de actualidad otra vez, recien-
" temente cuando el Sr. Ball, director de Minas y Petróleo, fue tan
" amable de decirnos que el "expediente" le había sido enviado para que
" dé su opinión e informe, pero que él quería hablar con nosotros antes
" de hacer su informe."
Y la carta concluía con los siguientes párrafos:
"Claro que el peligro no es que nosotros tengamos que pagar Bs.
"1.000.- (que sería el equivalente de la regalia del 11%). Porque si el
" asunto llega en realidad a hacerse serio, ese seria un arreglo muy
" agradable. · El peligro verdadero es que nuestros "impuestos de pro-
" ducción" sean hechos efectivos; que seamos multados; y la acusación
" de mala fe de nuestra parte."
"Oficialmente no sabemos nada todavía, pero una vez que el Mi-
" nistro de Hacienda sea nombrado en · reemplazo dei Dr. Estenssoro,
" puede ser que seamos llamados a dar una respuesta oficial. Si el
"asunto se desarrollara a ese extremo, nos comunicaremos con Ud. por
" cable y mientras tanto lo mantendremos debidamente informado.
"Atentamente,
"R. C. W ells.''
La compaiíía no fue llamada a dar explicaciones como temía Mr.
Wells.
SERGIO ALMARAZ

formulaba alguna observacián, la solicitud debía quedar sus-


pendida.
El Gobiemo Salamanca poco antes dei conflicto dei
Chaco, dictó, el 2 de julio de 1931, una Resolucián Suprema
fijando el período de produccián a los dos afias de firmado
el contrato, es decir, a partir dei 27 de julio de 1924. Esta
determinacián dejá sin efecto las anteriores resoluciones. Sa-
lamanca se veía forzado a proceder con firmeza porque las
denuncias llegaron hasta el parlamento e iban convirtiéndo-
se en el fermento de un creciente repudio popular contra la
conducta del monopolio norteamericano.
El pago de patentes de los terrenos adquirido~ por la
Standard de Richmond Levering, como hemos visto, dio lu-
gar a interminables alegatos, pera la empresa debiá satisfa-
cer esos pagos, aunque fuese parcialmente, porque el Estado
poseía instrumentos jurídicos que favorecían su posicián. En
cambio, tratándose de los terrenos adquiridos a Braden y
otros especuladores, nunca pagá ni un solo centavo.

UN OLEODUCTO CLANDESTINO

En octubre de 1935 dos diputados argentinos denuncia-


ron la existencia de un oleoducto construído por la Stan-
dard Oil desde Bolívia. .La denuncia, reproducida por la
prensa, motivá investigaciones inmediatas por parte dei go-
bierno argentino. ( 4 9)
Los personeros de la Standard Oil en Bolívia y la Ar-

G49)El diputado argentino .José María Saravia en deelaraeiones pu-


blicadas por "La Prensa" de Buenos Aires el 31 de octubre de 1935,
expresó: "Los pozos situados en territorio boliviano se encuentran ce-
rrados no obstante de quo se sabe que son los más ricos que la Standurd
pos~e cn Sud América. En caso de extraerse de allí petróleo no ten-
dría salida sino por territorio argentino. Según la citada empresa ja-
más extrajo petróleo de los pozos bolivianos. La presión dr g-as suma-
mente fuerte facilita la salida dei petróleo que se halla más cerca dei
territorio argentino. E! funcionaria de Y.P.F., Sergio Arias, que dice
haher estado presente en <licho higar, asegura que la Standard Oil des-
pedia a todo e! personal argentino para trabajar de clía y ele noeh• con
pcrsonal extranjero, en la colo(•ación de caiios que unieron los pozos
bolivianos. con los argentinos, atravesando la frontera debajo dcl leeho
dei ~erme.JO. , E! ernp~eado de la Standard Oil, Casimira Díaz Reyes, de·
claro qu~ hah1a trabaJado las soldaduras de la caiíería que se estableció
dande~tlnameute en la frontera argentina dando otros detalles de
suma importancia". (Citado por José A. Deheza, Ob. cit., págs. 3 y 4).

94
PETROLEO EN BOLIVIA

gentina trataron de justificar su proceder admitiendo que ha-


bían exportado petróleo boliviano del pozo Bermejo No. 2 a
Agua Blanca, uno de los yacimientos de la misma en terri-
torio argentino. Explicaron que estas exportaciones obede-
cían al propósito de cooperar en los trabajos que efectuaba
en el país vecino y que poseían las autorizaciones necesarias
para introducir combustibles, materiales y mercaderías desde
Bolívia.
El Gerente de la Standard Oil en la Argentina, Schultz,
declaró que "se instaló una pequena caiiería de 5 cms. de
diámetro por unos doscientos cincuenta metros aproximada-
mente de longitud y cuyo destino, como se ha expresado, era
exclusivamente proveer de combustible para los trabajos de
perforación en Agua Blanca". Por su parte el Gerente de la
Standard en Bolivia, Blocker, nueve días después de formulada
la denuncia, publicó una declaración que merece transcri-
birse por su tono de ironia ofensiva con que trata a las auto-
ridades y al pueblo boliviano:
"La Standard Oil Co. of Bolivia ha evitado siempre su in-
tervención en discusiones period.isticas relacionadas con sus acti-
vidades industriales dejando invariablemente la solución de todas
las cuestiones a los tribunales competentes. Sin embargo, se ve
actualmente en el deber de formular una explicación relacionada
con la Resolución dictada por el Ministro de Industria en fecha
23 de octubre último y los comentarias a que ella ha dado lugar
basa.dos en su mayor parte en la más pura fantasia.
Se ha dicho que la Standard Oil de Bolivia ha exportado
clandestjnamente grandes cantidades de petróleo a la República
Argentina, perjudicando al fisco boliviano en sus intereses y ha-
ciendo aparecer como argentina la producción boliviana. En to-
do eso no hay una sola palabra de verdad.
Resumiendo los hechos estableceremos los siguientes puntos:
lo. La Standard Oil Co. of Bolívia, tiene el derecho, acor-
dado por su contrato, de "producir, transportar, refinar y vender,
dentro del pais o en el extranjero, petróleo y cualquier carburo
de hidrógeno y sus derivados". Por tan~o es importante que el
público se informe que cua.lquiera cantidad de petróleo que hipo-
téticamente hubiera sido transportado en ejercicio de un dere-
cho reconocido en un contrato.
2o. Por consiguiente, Slólo se trata de los derechos de rega-
lia del 11% que corresponde al Gobierno sobre cualquier cantidad
de petróleo que hubiei:a podido ser exportada.
3o. Durante los meses que median entre julio de 1925 y mar-
zo de 1926, la Standard Oil Co. of Bolívia proporcionó de sus po-
zos Bermejo en la margen boliviana del rio Bermejo, a los pozos
de Agua Blanca en la margen argentina del mismo rio un total
de setecientas cuatro toneladas de petróleo crudo para combus-
tible destinado a la perforación del mis:mo modo que los compa-

95
SERGIO ALMARAZ

mentos de Agua Blanca proporcionaron a los Bermejo, maquina.-


rias, útiles y enseres, como acto de "bu.ena vecindad" a causa de
las dificultades de acceso ai terrenC)."

La actitud era nueva. Reconocían explícitamente el ten-


dido de un o!coducto con desconocimiento dei gobierno y el
hecho de haber estado produciendo determinadas cantidades
de petróleo y sólo después de conocida Ia denuncia, se apre-
suraban a consultar al gobierno si deseaba recibir su parti-
cipación en el crudo exportado a la Argentina en dinero o
si se lo abonaria en cuenta. Era un cambio de táctica.
La denuncia desenmascaró a la empresa. En 1928 sos-
tenía:
"En consecuencia NO HABmNDO COMENZADO LA PRO-
DUCCION DE PETROLEO pagando, como paga, la patente de
dos y medio centavos por hectárea al afio, sin que valga ningún
argumento en contrario.
Se sostiene por los funcionarias dependientes dei Ministe-
rio que la Compafiía está ya en producción, PERO ES REALMEN-
TE INEXACTO, ya !J.Ue todos saben y están convencidos, y es
muy fácil establecerlo en cualquier momento, QUE AUN NO HAY
PRODUCCION DE PETROLEO." (50;

El gobierno de José Luis Tejada Sorzano ordenó investi-


gar la denuncia. La encuesta llevada a efecto y la polémi-
ca que desencadenó, permitieron conocer los procedimientos
empleados para defraudar al Estado y calcular las pérdidas
sufridas por el país a consecuencia _de la política seguida por
el monopolio norteamericano de mantener los yacimientos in-
activos.
El Dr. Pedro N. López, uno de los legisladores mejor en-
terados de los problemas del petróleo, calculó que las paten-
tes pagadas, desde 1922 hasta 1936, alcanzaban la suma de
1.003.000 bolivianos, debiendo haber pagado en ese tiempo
3.202.000; la diferencia de 2.000.000 de bolivianos constituía
el monto de la defraudación. El escritor Carlos Montenegro
calculá la cantidad defraudada en la suma de 2.675.000 bo-
livianos, de la antigua moneda y 26.500.000 b"olivianos de la
moneda devaluada en la postguerra (1938).
En lo referente ai pago de patentes con un recarga del
30% sobre las propiedades adquiridas de Braden y otros, pa-.
tentes que nunca llegaron a pagarse, el diputado Román Ri-
vera estimaba la defraudación, considerando una extensión

(5 1') De los Memoriales de abril y- junio de 1928 presentados por la


Ntan(lard Oil al Gobierno de Bolivia, citados por C. Montenegro, Ob. cit.

96
PETROLEO EN BOLIVIA

de medio millón de hectáreas a la que redujo sus propieda-


des la citada empresa, en 5.853.000 bolivianos, equivalentes
a 58.000.000 de bolivianos de la moneda de postguerra.
A los dos rubros anteriores se aiiadió la exportación
clandestina. Los cálculos en este terreno fueron más difí-
ciles. El Dr. López estimó en base a la productividad de
los pozos de Bermejo (el pozo No. 2 con una productividad
máxima de 1.200 barriles diarios y el pozo No. 7 con una
productividad mínima de 300 barriles diarios) y sobre cua-
tro pozos productivos, tres abandonados y dos sin datos ofi-
ciales, una producción anual de 918.950 barriles. Esta era
una cantidad importante para un país que como Bolivia com-
praba petróleo extranjero. La empresa en el curso del juicio
dio cantidades contradictorias sobre la exportación, 704 to-
neladas, 1,850 toneladas, etc.
La defraudación total fue calculada en 85 millones de
bolivianos, debiendo aííadirse a esta cifra 32 millones gasta-
dos por Bolivia en la importación de combustibles desde 1925
hasta 1933, de acuerdo a estimaciones del Dr. Luis Fernando
Guachalla. Esos 32 millones de la moneda de postg,uerra, era
el precio que el país pagó a la misma Standard por el pe-
tróleo peruano importado.
Empero, existen ciertas pérdidas que son invalorables
para un país, como aquellas que tienen que ver con el progre-
so industrial. Si la economía nacional hubiera sido tonifi-
cada por los recursos provenientes de la explotación del pe-
tróleo, es posible que el desarrollo de la industria nacional se
hubiese iniciado antes de la guerra del Chaco.
Bolivia para fortalecer su economía requería vitalmente
capitalizarse, elevar el nivel de vida de su población y resol-
ver su problema energético; necesitaba proporcionar a la mi-
nería y a la industria energía abundante y barata. Las so-
luciones para estas problemas pudieron haber provenido de
la explotación dei petróleo si el interés nacional hubiese pre-
valecido sobre los del monopolio exttanjero.

POLITICA DE RESERVAS

La Standard Oil dominó los yacimientos bolivianos más


de quince afias con el propósito de mantenerlos formando
parte de su reserva mundial. Desarrolló más el trabajo de
exploración que el de producción. Se efectuaron perforacio-
nes únicamente para conocer la capacidad productiva de los

97
SERGIO ALMARAZ

pozos, sin intcnción de explotarlos mientras no sobreviniera


una eYcntualicLd que impidiera surtir ·los mercados latino-
americanos y eu1·opcos con sus fuentes ordinarias de pro-
ducciún.
En los documentos clescubiertos existe una carta diri-
gida por cl Ge1·ente F. C. Schultz, desde Buenos Aires, el 3
de agosto de 193G, ai encargado de la compaíi.ía en Bolívia,
R. C. vV ells, cuyos términos son suficientemente claros so-
bre la política que la em. presa siguió en Bolívia:
"Refiriéndonos a. nuestra carta No. 208 de boy dia. deseamos
a.visarles para. su información, que hemos estado perforando una
arena petrolera · en el "Sanandita. No. 1" desde 1,925 pies basta
la. profundidad presente de 1,995 pies, que ba resultado ser un
lindo pocito estimado en una producción de alrededor de 400 ba-
rriles. A los 1,975 pies fuimos cerrados por algún tiempo, pro-
veyéndole una válvula y esperando por conexiones. Al presente
estã. filtrando normalmente por una ca.iierla de 2" fuera de la.
válvula.
En vista dei estado de nuestras negociaciones con Montella-
no, preferiríamos no hacer ninguna declaración oficial referente
a este pozo. Sin embargo, presumimos que pronto se rumoreará
en La Paz acerca. del pozo que dá petróleo y sugerimos que si el
Gobiemo pide alguna. información, que Uds. contesten que tene-
mos demostraciones y que pa.recen buenas para una producción
de 100 barriles y que continuamos perforando con esperanzas de
majorar la producción.
Atentamente.
F. C. Schultz".

La Standard perforó catorce pozos productivos, -los de-


más eran pozos exploratorios o fracasados-, con una capaci-
dad diaria de 4.000 barriles. Esto es todo lo que el país ob-
tuvo en más de 15 anos.

LA STANDARD diL Y LA GUERRA DEL CHAGO

Pero todo lo que hizo el monopolio extranjero contra


la Nación cobrá un relieve particularmente dramático duran-
te la guerra del Chaco.
En los aiios anteriores al conflicto dei Chaco, se consi-
deraba que el petróleo no podía tener otra salida natural que
la dei río Paraguay. Este era el punto de partida de los
hombres de gobierno cn Ia consideración del problema fron-
terizo con el Paraguay. Esta conviccióp se arraigó tanto en
la opinión boliviana, que engendrá cierto fatalismo refleja-
do a ún en autores extranjeros. ··

98
PETROLEO EN BOLIVIA

"La potencialmente rica región del petróleo, -escribía Mar-


garita Alexander Marsh- en la Bolivia meridional, no puede
nunca servir a Bolivia, porque su producción, una vez empezada.,
será envasada y transportada por el rio Paraguay y embarcada
en Buenos Aires."

Coincidiendo con la escritora norteamericana, en una


carta dirigida a la Cámara de Diputados, el Presidente Sala-
manca, apreciaba el problema del petróleo en la siguiente
forma:
"Bolivia tiene en la vertiente oriental de sus montaiias gran-
des riquezas petroliferas, con varios pozos ya perforados que po-
drían entrar en inmediata explotación. Harto necesita de esos
recursos y se ve obligada a contemplarlos como riqueza estéril.
BOLIVIA NO PUEDE LLEVAR ESOS PETR.OLEOS A LA AR-
GENTINA, PORQUE ESTE PAIS, EN VISTA DE SUS INTE-
RESES, LE CIERRA EL PASO CON FUBRTES DERECHOS
PROTECTORES. EL REMEDIO NATURAL Y LOGICO SERIA
CONSTRUm UN OLEODUCTO AL RIO PARAGUAY. PERO
ALLI ESTA LA REPUBLICA DEL PARAGUAY, DETENTADO~
RA DE TERRITORIOS BOLIVIANOS, CERRANDOLE TAM-
BIEN EL PASO, BOLIYIA NO PUEDE RESIGNARSE A VIVIR
MISERABLEMENTE COMO PAIS". (51)

El litígio sobre fronteras con el Paraguay por sí solo no


justificaba una guerra. En efecto, "el diferencio paraguayo-
·boliviano --dice el escritor y político paraguayo J. Natalicio
Gonzáles- nunca provocó la pasión de los pueblos, y segu-
ramente no hubiera epilogado en una guerra si bacia 1910
no se llegara a comp1·ohar la existencia de yacimientos pe-
trolíferos en el Cho.co." ( 52 ) La presencia del petróleo como ·
la base económica dei litigio y la confluencia de intereses pe-
tr.oleros internacionales, tornaron el conflicto inevitable.

LA ARGENTINA Y LA GUERRA DEL CHAGO

Desde que en 1907 se descubriera petróleo en la Argenti-


na, se presentaron ciertas circunstancias de orden económico y
político que perduran hasta nuestros días. Estas mismas cir-
cunstancias son, en buena medida, los basamentos de la políti-
ca argentina con relación a Bolívia. El petróleo es el principio

(111) Citado por Alberto Ostria Gutiérrez, "Una Obra y un Desti-


no", pág. 232.
(52) Citado por Luis J. Gonzáles, "Paraguay, Prisionero Geo-Polí-
tico", págs. 72 y 74.

99
SERGIO ALMARAZ

y el fin de las rPlaciones de ambos países desde hace cuarenta


anos. Las relaciones económicas entre los pueblos, sostén
de sus relaciones políticas, en éste caso están dadas por una
ecuación cuyo examen es inexcusable. La economia argen-
tina sufre una crisis energética que podrá resolverse en fun-
ción de· desarrollar en altos niveles la propia industria petro-
lera y facilitar su abastecimiento intercambiando sus pro-
duetos agropecuarios con países que como Bolivia, fuera de
ofrecer ventajas geográficas como fuente próxima y accesi-
ble, no impondrá a la Al-gentina condiciones lesivas para su
economia o política.
El descubrimiento atrajo el interés de los dos grupos
petroleros mundiales, obteniendo ambos permisos para la ex-
ploración y explotación, mientras que el Estado decretaba la
reserva parcial de los yacimientos. La subsiguiente penetra-
ción extranjera efectuose sobre dos lineas: en lucha contra
los intereses nacionales representados por YPF o por los or-
ganismos fiscales que le dier.on origen y en dura pugna an-
g lo-norteamericana.
Pero a diferencia dei avance petrolero en países como
los del Caribe, Colombia, Perú y Bolívia, éste tiene lugar en
la República dei Plata en un campo hegemonizado por el ca-
pital britânico. Por otra parte, la violencia desencadenada
por los intereses yanquis en hispanoamérica (un concepto
-atribuído al Presidente Taft expresa gráficamente esta vio-
lencia: "No está lejano el día en que tres banderas de estre-
llas y barras senalen en tres sitias equidistantes la extensión
de nuestro territorio; una en el Polo Norte, otra en el Canal
de Panamáp y la tercera en el Polo Sur. Todo el hemisferio
será nuestro de hecho, como en virtud de nuestra superiori-
dad de raza ya es nuestro moralmente.'') contrasta con el si-
lencioso acaparamiento británico de reservas mundiales. Es-
tas circunstancias -posiciones británicas fuertes en la Argen-
tina y violencia norteamericana- hacen surgir un planteo
unilateral antiyanqui del problema. Arturo Frondizi explica
la situación como sigue:

"La actividad del Estado en ese momento no contrariaba la


concepción britânica, porque además de contener a. sus enemigos,
era el pueblo argentino quién corria con los riesgos de una explo-
ración y explotación de re311ltados inciertos pues no estaba bien
determinada la producti vidad de los yacimientos. Por otra par-
te, si llegaba a comprobarse que los yaciniientos eran de gran pro-
ductividad, ya habria tiempo para intentar quedarse con ellos,
pero aunque eso no fuera posibl_e, lo fundamental era que se ce-

100
PETROLEO EN BOLnnA
/"'
rraba.n las posibilidades de gra.vita.ciõn del grupo norteamerica,.
no." (58)

Sin comprometer la honradez de los fundadores de


YPF, la formulación incompleta dei problema imperialista, de-
bilitó los alcances de la orientación nacional. El Ing. Luis
A. Huergo, uno de los primeros directores de la repartición
fiscal y el General Enrique Mosconi, creador de YPF e ideá-
logo de la política nacional del petróleo, orientaron su ac-
ción en el sentido unilateral indicado. Mosconi, sin embar-
go, en el transcurso del tiempo completó su visión enrique-
ciéndola con su experiencia personal en la lucha contra los
trusts. Cuando se debatía un proyecto de ley sobre el petró-
leo en el Congreso Argentino, según el mismo Mosconi, fue
invitado a responder sobre cuál de los grupos mundiales con-
venía más para la formación de la industria de combustibles
en la Argentina:
"Al final de cuentas, -respondió-- los dos grupos son equi-
valentes y compararia. con una cuerda de cá.i!.amo a1 grupo nort&-
americano, y con una de seda al europeo; de modo que en res-
puesta a la pregunta que se me hiciera, manifesté que si las dos
cuerdas, ruda la una y suave la otra, han de servir para ahorcar-
nos, me parecia mãs inteligente renunciar a ambas, y concentran-
do nuestra voluntad y nuestra capacidad en este problema esp&-
cial, de características únicas, resolverlo por nuestras propias fner-
zas, haciendo con ello un gra.n bien que las generaciones futuras
agradecerán." (54)

En la primera presidencia de Hipólito Irigoyen (1916-


1922) se ensayó una nueva legislación sobre hidrocarburos
declarando que los yacimientos eran bienes privados de la
Nación; se creó la Dirección General de Yacimientos Petro-
líferos Fiscales y se intentó extender la reserva fiscal.
Las bases de esta política, "no desarmonizaban, dice
Frondizi, con el cuadro general dei predomínio británic.o en
nuestra economía y coincidían transitoriamente con sus in-
tereses en el campo especial del petróleo, pues las empresas
mineras estaban interesadas en impedir el avance de la Stan-
dard Oil en su plan de adquisición de los yacimientos." ( 5 6)
El capital británico domina la economía con los ferro-
carriles, la ganadería, los frigoríficos y el comercio exterior

(53) Arturo Frondizi, "Política y Petr6letJ", pág. 65.


(54) Raúl Larra, "Mosconi, General del Petróleo", pág. 69.
(55) A. Frondizi, Oh. Cit. pág. 96.

101
SERGIO ALMARAZ

canalizado en dirección a la City. Politicamente apoyándose


en. los partidos conservadores ejecuta un doble juego: por
una parte, favorece las denuncias contra la Standard Oil es-
condiendo o disimulando la propia presencia y, por otra, sir-
viéndose del Senado Nacional donde domina una amplia ma-
yoría conservadora, para contener a YPF, obstaculiza la po-
lítica independiente de Irigoyen.
En la presidencia de Alvear (1922-1928) la pugna entre
británicos y yanquis se agudizó y, este es el hecho más sig-
nificativo, el petróleo boliviano constituyó un nuevo elemen-
to en e! escena!":o político 2.rgentino. Se descubrieron ya-
cimientos en Salta, província del Norte argentino gobemada
entonces por el radical Adolfo Güemes, hombre que por sus
firmes convicciones democráticas tuvo un gran rol en Ia de-
fensa del patrimonio argentino. Los Estados Unidos, favo-
recidos por las condiciones económicas de la postguerra, es-
taban en el punto culminante de su ofensiva para conquis-
tar yacimientos extranjeros. En este mismo período la Stan~
dard Oil llegó a Bolívia. El hecho fue interpretado por Mos-
coni, después de haber sido conocidos los contratos, con ta-
jante laconismo: "Er. cuanto a Bolívia", dice pasando revista
a las concesiones petroleras en latinoamérica, "ha perdido su
independencia económica y con eso digo todo". ;, Qué repre-
senta para la Argentina l.n Standard Oil en Bolivia? "La
Standard Oil con sus rede.<~ tendidas en Bolívia, dice Frondizi,
deseqba asegumrse los yadmientos del Norte argentino, para
construir una sóla un:"dad pet.rolera con ambas zonas, la que
daria salida. a sw: productos por nuestros Utoral". (G8)
En 1922 y 1923, la Standard Oil obtuvo permisos 'de
cateo en Salta. En agosto de 1923, presentó al g.obiemo
provincial un proyecto de contrat9 el que fue rechazado por
el gobemador Güemes. Dispuesta a no darse por vencida,
llevó su proyecto al legislativo. Por su parte Mosconi, en
representación de YPF, consiguió que los gobiemos de Ju-
juy y Salta decretaran, en 1924, la reserva fiscal de gran
parte de los yacimientos. Completá el golpe proponiendo
convenios a los g.obierno5 provinciales para la exploración y
explotación del petróleo a cargo de YPF. Así quedó enta-
blada la lucha por el petróleo del Norte, entre YPF y la
Standard Oil a cuyo curso vendría a sumarse la guerra dei
Chaco.

(56) A. Frondizi, Ob. Cit. pág. 177.

102
PETROLEO EN BOLIVIA

En este período de la historia dei petróleo argentino, la


amenaza ele la Standard Oil se concreta y refuerza. Los ar-
gentinos ticnen los ojos puestos en Salta sobre lo que con-
sideran un peligro para la seguridad nacionaL Las circuns-
tancias se agravan cuando el gobernador Güemes es sustituí-
do por sectores vinculados al trust petrolero y la oligarquía
azucarera. La situación adquiere un peligroso cariz cuando
las nuevas autoridad~s favorecen en todas sus demandas a
la compafiía extranjera; es entonces cuando se habla de in-
tervenir la provincia. La conducta de los gobernantes sal-
tefios merece el repudio del pueblo.
El problema petrolero toma forma y contenido definiti-
vos en el debate parlamentario de 1927 en el que la bancada
radical, presentando un proyecto de ley sobre la materia -
proyecto que es el más avanzado de todos cuantos han sido
considerados hasta la fecha- concreta los siguientes prin-
cipias:
"a) las minas de petróleo son bienes privados de la Nación;
b) la exploración y explotación de tales bienes se harã exclusi-
vamente por el Estado Nacional en todo el territorio de la
República;
c) se declaran de utilidad pública y serán expropiadas todas
las fuentes de petróleo que hubiesen sido concedidas a parti~
culares por el Estado Nacional o por los gobieinos de pro-
vincia;
d) . corresponde al Estado Nacional la explotación exclusiva de
los transportes terrestres, marítimos o fluviales, destinados
a la explotaciõn del petróleo;
e) el petróleo y sus derivados provenientes de la explotaciõn nar-
cional no podrán ser exportados."

El debate centra en el problema de la nacionalización.


El enunciado jurídico no basta p.or sí sólo, debe materializar-
se en el monopolio estatal y mientras van considerándose los
más diversos aspectos dei problema, surge una y otra vez, el
problema dei Norte. Las posesiones de la Standard en la pro-
vinda nortefia refuerzan los argumentos de los partidarios
dei monopolio estatal.
"Nacionalizar las minas para consentir que los capitales ex-
traii.os o privados tengan que explotarlas, es dejar las cosas tal
como están. El Estado no puede consentir que se suponga que
para explotar su riqueza fundamental, para su defensa y su in-
dustria, tenga que necesitar, exclusivamente, o en gran parte, de
los capita.les particulares. Por cierto ha pasado ya la época en
que el Estado habia perdido el crédito respetable que debe tener
cualquier Nación en el concierto del mundo ... ".

103
SERGIO ALMARAZ

"Nosotros queremos que esa producción venga a manos dei


Estado y que el Estado la aproveche para felicidad de todos.''
"Nosotros deseamos que se trabajen las minas, que se tomen
todos los elementos necesarios y que el Estado, bajo su respon-
sabilidad, ejercite ese derecho. Depende del propio pueblo, que
es quien ejercita. el derecho soberano de eleg1r sus mandatarios,
garantizarse por este medio de verdaderos administradores para
el pais.'' (Dip. Eduardo Giuffra.).
"Para los que votamos por la nacionalización del petróleo, en
su cabal sentido y amplio significado, entendemos, ya lo dije, que
la na.cionalización significa el monopolio del Estado: el Estado
Federal tendrá el domínio pleno, perfecto, sobre las fuentes pe-
troliferas y explotará como duefio la. industria. del petlláleo en
toda la República, en todos sus derivados y en todas sus conse-
cuencias".
"El Código de Minas dice que slólo los particulares deben ex-
plotar; que el Estado no puede hacerlo. El Código es individua-
lista. Nosotros somos estaduales. Nosotros creemos que el Esta-
do debe explotar."
"No se trata de un monopolio particular; no se instituye un
monopolio del Estado para aplastar una industria privada de
tales o cuales indivíduos; estamos en la alternativa de elegir en-
tre el monopolio de la Standard y la Anglo-Persian y el mono-
palio del Estado, que es, en definitiva, monopolio dei pueblo ar-
gentino, que quien monopoliza es el Estado republicano democrá-
- tico que nosotros estamos realizando en la hora presente". (Dip.
Diego Luis Molina.ri).
"Yo no tengo para qué disimular toda la admiración que
siento por la gran república del Norte, en cuanto ella marcha
a la cabeza de las naciones dei mundo por su estupendo, por su
fecundo progreso, por sus sabias instituciones inspiradoras de las
nuestras; pero me yergo, eso si, como argentino y como hombre
libre, ante esas pavorosas combinaciones dei dinero, grandes co-
rruptoras de hombres, de pueblos y de gobiernos, ante esas em-
presas capitalistas cuyo método de Incha conocido es la norma
de aceptar lo que le dan y tomarse lo que les niegan. El dólar
imperialista se viene con su ley: la dei mâs fuerte; sus ingente-<
ros y cateadores ocultan siempre la tropa de desembarco. Ya
estamos sintiendo el dolor de Sll garra hincada en el Norte; ojo
obliculo y una lista, asomando una zarpa usurera por debajo del
poncho, en el afán innoble de arreárselo todo, con esa su sórdida
vocación de millonarios natos. Frios como la nieve, empiezan en
un copo, se agrandan en una bola para transfonnarse luego en la
fuerza ciega del alud arrollador e irresistible". (Dip. Raúl F.
Ohyanarte).

La controversia ideológica arrojó resultados positivos:


triunfó el monopolio estatal sobre los medias de transporte
y se rechRzaron las sociedades mixtas con argumentos que
serán valederos en todo tiempo y lugar mientras no cambie
el cuadro económico de la sociedad moderna.

104
PETROLEO EN BOLIVIA

"Y yo sostengo -dice el diputado radical Raúl F. Oyhanarte-


que aceptar la explotación mixta es ofrecerle una rendija en la
puerta, es darle el molde de la cerra.dura., es tirarle el puente
de la fortaleza a1 dólar imperioso; es, no nos haga.mos ilusiones,
seiiores diputados, ni venga.mos aqui a enganamos con mentiras
convencionales, es "dolarizar" -va.lga el verbo-- hasta. el some-
timiento más humillante y vergonzoso nuestra dignidad como na-
ción y hasta. nuestra. 'existencia misma como entidad soberana
del derecho público."

La valoración dei debate, de acuerdo· al criterio de Fron-


dizi, acusa una deficiencia fundamental al no haber comple-
tado. el monop.olio fiscal con la expropiación de los yacimien-
tos concedidos y de las empresas privadas.
Entretanto, la Standard Oil se retira de Jujuy por no
haher encontrado petróleo. Se hace fuerte en Salta donde
se rodea de servidores políticos, se consolida económicamen-
te y transforma sus posiciones en base de operaciones contra
YPF; se ha definido como un bloque agresivo de gran poder
que tiene su centro en Camiri, B.olivia, y se extiende hasta
Salta. No obstante su fuerza, su victoria o derrota depen-
derá de la salida atlántica para su producción.

EL EMBOTELLAMIENTO
El afio 1929 -afio crítico en la preparación de la guerra
dei Chaco-- el ministro boliviano en Buenos Aires,' Dr. José
María Escalier, realiza gestiones ante el gobierno argentino
pidiendo autorización para que la Standard construya oleo-
ductos. La compafiía juega su última carta. La cancillería
argentina encomienda el estudio del asunto a YPF, es decir
al General Mosconi. Se proyectan dos oleoductos, uno que
partiendo de la mina Mirtle, sobre el río Bermejo, termi-
naría en Embarcación y otro que partiendo de Y acuiba, Bo-
lívia, desembocaría en uno de los puertos de F.ormosa, Santa
F e o Campana. La respuesta de Mosconi no se deja esperar:
"Considero qne no conviene a. los intereses de nuestro país
acordar la. concesión de ninguno de los oleoductos en cuestión, el
segundo de los cuales constituye un verdadero corredor de mil
quinientos kilõmetros de longitud desde la frontera. de Bolivia has-
ta los puertos de nuestro litoral, que se entregaria a. la. Sta.ndard
Oil Co. para uso de ella y dei gobierno de Bolivia.."
"Semejante solicitud de concesiõn no corresponden al estado
moral y a la capacidad económica, técnica e industrial de nuestro
pais ... ".
"Conceder lo solicitado por la Standard Oil Co., por más que

105
SERGIO ALMARAZ

ello interese al gobiemo de BoHvia., importá.rla. salvo mejor opi-


nión de V.E., una. grave desventa.ja. para. nuestro pa.fs y el a.rra.igo
de una compaiiía extranjera cuyas modalidades e intereses no con-
cordarán nunca con los procedimientos e intereses de nuestra. Na,.
ción." (117)

Ciertamente · nó podia esperarse otra respuesta. Mos~


coni sei'íala derechamente los dos elementos fundamentales
dei problema dentro de la estrategia de YPF. Conceder los
oleoductos representa "una grave desventaja" y "el arraigo"
de la Standard Oil lo que equivale a fortaleceria y, lógica~
mente, a debilitar a· YPF. La respuesta de Mosconi forma
parte del pensamiento nacional argentino definido en el debate
de 1027. H•w un objetivo claramente expresado: echar a Ia
Shndard de ia Argentina. Y bien vista la proposición bo-
liviana facilitaba el arraigo dei monopolio norteamericano.
Empero, Mosconi comprendiendo la importancia que los
oleoduftos podrían tener para el pueblo boliviano, propuso
que el gobierno argentino los construyera cuando la produc-
ción y la reserva ]o justifique.
La segunda presidencia de Irigoyen quedó interrumpida
por el golpe militar de 1930 que advino en medio de la inten-
sa conmoción mundial provocada por la crisis de 1929. La
política radical dei ala irigoyenista, aunque debilitada por
sus contradicciones jnternaq y por la presión que el capital
extranjero ejerció sobre segmentos del gobierno, motivó te-
mores en los círculos financieros y en la oligarquia vacuna.
Tal el caso de la controversia parlamentaria de 1927 que
obligó a unirse a norteamericanos e ingleses en resguardo de
sus intereses. Debilitado el radicalismo y neutralizadas las
fuerzas democráticas y populares, el gobierno de Irigoyen ce-
dió su puesto sin lucha a la junta encabezada por el General
Uriburo, ingresando así el país en la l1amada década infame.
Los intereses norteamericanos tuvieron una gravitación
relativa en el movimiento de 1930, pero los ingleses, a poco
andar, con el gobierno anglófico de Justo, retomaron el con-
trol político dei Estado. El General Agustín P. Justo, si~
guiendo la línea británica, enfrentá a los norteamericanos en
las conferencias internacionales y contuvo a la Standard Oil
en Salta. Las consecuencias objetivas dei motín militar de
1930 se traducen en la consolidación de los intereses econó-
micos y políticos del capital británico.

(57) Enrique Mosconi, "La Batalla dei Petróleo", pâgs. 109 y 111.

106
PETROLEO EN BOLIVIA

En lo tocante al petróleQr la Standard Oil sufrió una


dcn otn. 'Las condiciones internas dei país no favorecían sus
pbnes antibritánicos. (Algunos anos más tarde, obtando por
Ia retirada, ofreció ai gobierno la venta de sus instalaciones).
En cuanto a YPF, su desarrollo no se detuvo; pero quedó su-
peditado a las compaiíías extranjeras mediante acuerdos se-
cretos por los que se fijaban mercados, zonas de influencia y
cuotas de importación.
Son éstas las condiciones imperantes en la República dei
Plata ai desencadenarse la guerra dei Chaco. Las victorias
parciales alcanzadas p.or la Standard Oil en Salta pierden su
significación cuando le es negado el permiso para construir
oleoductos. La derrota política la lleva al embotellamiento
en Bolívia. Para los hombrcs que dirigen corporaciones gi-
gantescas la consecución de objetivos, ganancias, posiciones
estratégicas, influencia política, se basa en conceptos puros
de estrategia. Ante su fracaso político la Standard Oil aplica
el concepto de Clausevitz: "La guerra es la continuación de
la política por .otros medios". Frustrada la posibilidad de
salir al Atlántico por la Argentina, el río Paraguay le ofrece
la mejor solución, sólo que la República dei Paraguay "cierra
el paso", de acuerdo a la expresión de Salamanca, y junto a
ella están el gobierno, los ganaderos y plantadores argentinos
apoyándose en la Royal Dutch Shell, la viga maestra dei im-
perialismo británico.

LA LUCHA POR EL PETROLEO BOLIVIANO

Los ingleses lucharon vivamente por asegurarse conce-


siones en Bolívia. Quebraron con la Farquardt antes de 1920.
Trataron de adquirir inútilmente las propiedades de Braden
y Jacobo Backus. "Fueron los ingleses -sostiene Natalício
J. Gonzáles- los primeros en apercibirse de la existencia de
yacimientos petrolíferos en el Chaco; existen en la cancille-
ría asuncena documentos que así lo· prueban. Ellos estu-
vieron detrás de la revolución liberal dei afio 12, cuyo re-
sultado fue la entrega pacífica a Bolívia de 150.000 km 2 de
territorio paraguayo, codiciado por la riqueza de su subsue-
lo en hidrocarburos. Bolívia fue teatro por · algunos anos
de una lucha invisible entre dos rivales poderosos. Hacia
1927, la Royal Dutch fue desalojada por la Standad." Bo-
livia convertida en un feudo de la Standard Oil, no ofrecía
posibilidades al capital inglés.

107
SERGIO ALMARAZ

En medio de una encendida rivalidad mundial por el


domínio de los recursos petrolíferos, el capital inglés tenia
raz.ones para tratar de desalojar a la Standard de sus posicio-
nes en Bolivia, o por lo menos dificultar sus operaciones.
Para tal fin ejercía presiones desde el Paraguay y la Argen-
tina. Desde esta última, donde poseía una situación he-
gemónica, maniobraba para obstaculizar los movimientos dei
trust rival. impidiendo la salida dei petróleo boliviano c.on
los "fuertes derechos protectores" denunciados por Salaman-
ca, o negando la autorización para el tendido de oleoductos
a través dei territorio argentino. La Standard estaba vir-
tualmente aislada en Bolívia y su situación era en extremo
vulnerable porque dependia dei tránsito por aquel territorio
para internar hasta Bolívia sus equipas y materiales de tra-
bajo. A todo esta vino a sumarse, como ya vimos, la defen-
sa dei interés nacional argentino que coincidió temporalmente
con los objetivos dei capital británico en tanto que el ene-
migo común estaba representado para ambos por la Stan-
dard Oil.
Así quedaban conformadas las bases de un conflicto en-
tre potencias imperialistas rivales ai que fueron arrastrados
los pueblos boliviano y paraguayo.

"La negativa argentina -dice Arturo Prondizi en "PoUtica


y Petróleo"- en 1929 a permitir la construcción de un oleoducto
que pudiera lleva.r el petróleo boliviano de la. Standard Oil a en-
contrar una salida atlántica; la. perspectiva de perder parte de
sus concesiones en el Cha.co por·causa del litigio fronterizo; y la
circunstancia de que en el Chaco Paraguayo operara la Unión
Oil Co. subsidiaria de la Royal Dutch Shell que junto con la Stand
Co. con concesiones tambiên en Bolivia, poseía casi todo el Ua,.
mado Cha.co Boreal (ha.ciendo parte algunas firmas argentinas),
movillza.ron a la. Stand.ard OU a. buscar una salida ~ petróleo de
sus concesiones por el rio Pa.raguay y a realizar a.cciones y ase-
gura.r su preeminencia definitiva en esa región".
"La penetración nortea.mericana en el" Chaco a tra.vês de un
probable· triunfo boliviano, ponta en peligro lá.s posiciones ecO-
nómicas que el capital anglo-argentino (ademãs dei petrõleo in-
gl~>: tenta en esa regióil.. Se agregaba. asl, un nuevo elemento
económico-polftico a la. disputa fronteriza. que Paraguay y Bolivia
mantenlan sobre la aplicaciõn dei "uti-possidetfs" a.l Cha.co Bo-
real y que habia originado varias negociaciones diplomáticas, en-
tre ellas. el Pacto Soler-Pinilla de 1907. -de acuerdo con el cual,
ambas na~iones se obligaban a mantener el "statu quo"-, y las
conferencias de Buenos Aires y Washington, en las que varias
naciones trataron de mediar para tenninar con los incidentes fron-
terizos.. Todas estas intervenciones fracasaron. dado que no era.
una Simple cuestión de fronteras la que movilizaba a las partes

108
PETROLEO EN BOLIVIA

(igual ~cede en la disputa entre Perú y Ecuador), sino que es-


taba presente la candente cue:stión del p<3tróleo".
"En primera linea aparecen Bolivia y Paragua.y; pero detrâs
de ellas están: de la primera, la. Standard Oil of New Jersey; de-
trás de la segunda, los intereses econômicos generales del capit;:\1
anglo-argentino invertido en el Chaco Boreal, en enormes facto-
rias y feudos que realizan la explotación del pueblo paraguayo, y
los intereses especiales de la. Royal Dutch Shell representada por
su filial con concesiones en esa región (que vuelven a renovarse
terminado el conflicto). Vale decir, que, detrás de cada bando
bélico, actúa la fuerza efectiva de un bando capitalista. ... ".

El autor de "Política y Petróleo", comentando el apoyo


de la Standard Oil al gobiémo boliviano, hace notar:
"Pero ta.mbién del otro lado de la trinchara., el gobierno a.ngl6-
filo de Justo no descuidó ni por un momento, en el terreno diplo-
mático y militar, el apoyo y la. defensa. dei conjunto de los inte-
reses econômicos británicos que estaban en peligro por la. gue-
rra.". (58)

La naturaleza del conflicto, la participación abierta de


los trusts petroleros, y la inútil carnicería, dieron lugar a que
en diversas partes dei mundo se condenara a los autores dei
conflicto. Estas críticas llegaron hasta los propios círculos
de gobierno de los Estados Unidos. En marzo y junio de
1934 el senador norteamericano Huey Long denunciá a la
Standard Oil de "promover esta guerra y proveer de fondos
a Bolivia". "La Standard Oil financia la guerra dei Chaco
-sostuvo- en la esperanza de obtener dos millones de cua-
trocientos mil y pico de acres de territorio que explota allá ... ".
Y en otra reunión dijo: "Se dice que vamos a impedir la
venta de armas. Hay un solo procedimiento mediante el cual
impediremos que la Standard Oil venda armas, y consiste en
que los Estados Unidos agarren a esa criminal, a esa mal-
hechora, a esa asesina, la Standard Oil Co., de que estoy ha-
blando; que agarren por la garganta a esa fascinerosa, pues-
ta fuera de la ley, y le diga: tú asesina doméstica; tú, ase-
sina extranjera; tú, conspiradora internacional; tú, hato de
salteadores y ladrones rapaces; tú, que has desafiado una
sentencia dada bajo la ensefia de los Estados Unidos y pre-
tendes vivir bajo el amparo de sus leyes; tú, conjunto de
vándalos y ladrones de este continente, sal de Sudaméri-
ca." ( 59 ) Poco tiempo después el senador era asesinado.

(58) Arturo Frondizi, "Politica y Petróleo", págs. 289 y siguientes.


(59) Citado por Luis .r. Gonzáles, Ob. Cit., págs. 73 y 74.

109
SERGIO ALMARAZ

"NEUTRALIDAD" Y SABOTAJE

La Standard Oil podia quedar satisfecha porque el pue-


blo boliviano a l defender el patrimonio nacional defendia sus
intereses. Estaba dispuesta a evitar todo riesgo que compro-
me-tiera su posición. Si la guerra iba a ganarse, la ganaría
ella; pero si se perdia, la perderían los bolivianos. La gue-
rra se haría con los esfuerzos, y sacrifícios dei pueblo bolivia-
no. Poco antes del conflicto, la compaiíia trasladá a la Ar-
gentina importantes partidas de material y equipos que se
estaban· utilizando en la perforación de pozos. Cuando el go-
bierno exigió que elevara la producción, la compaiíía adujo
que carecía dei material necesario.
La Standard Oil proclamá su neutralidad en el conflicto
armado. Con la neutralidad podía sabotear el esfuerzo de·
guerra, vende1· gasolina a precios elevados al ejército bolivia-
no y en caso necesario, si Bolivia era derrotada, llegar a
acuerdos con el gobierno paraguayo. Consideraba, no sin
fundamento, que la guerra estaba perdida para B.olivia. La
falta de vias de comunicación y otras serias dificultades ma-
teriales, la impreparación de un ejército que hasta entonces
habia sido formado de acuerào al molde prusiano con des-
conocimiento de la tradición y la realidad bolivianas, la inep-
titud y la mentalidad atrasada de los mandos militares, y
sobre todo, la ausencia de una causa justa y nacional que
hiciera posible el sacrifício dei pueblo puesto a la defensa
de sus derechos nacionales, eran obstáculos insalvables para
un país atrasado y pobre cuya suerte estaba en manos de los
monopolios extranjeros y de los terratenientes.
La Standard Oil sup.onía que el triunfo completo dei
Paraguay podia determinar el paso de los yacimientos petro-
líferos a esc país, por consiguiente comenzó a trabajar para
que sus concesiones fuesen respetadas si los paraguayos lle-
gaban hasta ellas. La "neutralidad" le permitia vender com-
bustibles y ayudar económicamente al Paraguay, mientras sa-
boteaba el esfuerzo de guerra de Bolivia. Las revelaciones
de personeros oficiales, echan luz sobre la política dei mono-
polia norteamericano. En 1941 el Canciller Ostria Gutiérrez
informó lo siguiente en el parlamento:
"Este es un documento que se conoce; [se referia a una ca.r·
ta. .en la cua~ la. Standard afirmaba. que no era postble refinar ga.-
solina de av1ación del petróleo de Camiri], pero debo agregar adn
siempre en resguardo de la verda.d que, hecha.s las averigua.ciones
PETROLEO EN BOLIVIA

por la Legaciõn de Bolivia en Buenos Aires, se llegõ a compro-


bar poJI" datos fidedignos, que la Sta.ndard Oil vendia petróleo al
Paraguay durante la campafia del Chaco y concedia importantes
créditos a este país. Un funcionaria de la. Legación de Buenos
Aires, cuando la desempeiiaba el Sr. Julio A. Gutiérrez, ha decla--
rado que por entonces la Agencia filial de la Standard Oil en esa
capital, bacia embarques de petróleo a.1 Paraguay durante la gue-
rra del Chaco".

La hostilidad de la Standard Oil contra Bolívia en la


guerra dél Chaco, es conocida. En- el curso de ella continuá
retirando del país maquinaria y vehículos indispensables pa-
ra la defensa nacional. (6°)
AI monopolio petrolero las ganancias que hacía vendien-
do combustibles a ambos ejércitos, no le impedia realizar
un activo sabotaje contra las fuerzas armadas bolivianas. Hi-
zo arrojar ai Río Bermejo las herramientas de zapa que iban
a ser requeridas por el ejército; obstaculizá la movilización
dei país al negarse a pagar el 50% de los salarios de su per-
sonal llamado a filas (esta obligación fue aceptada y cum-

(60) "En 1933, hallándome en el desempeno de mi cargo, -dice


una denuncia representada en 1936 por el coronel Fausto González-
vino a verme el representante de la Standard Oil y solicitó, por mi in-
termedio, la autorización dei Gobierno boliviano para exportar a la Ar·
gentina determinados materiales de sus campamentos, especificándolos
en una nota adjunta a la solicitud. AI elevar ésta al Ministerio respec-
tivo, sugerí en forma concreta que, antes de dar la orden, se exigiera a
la Standard la entrega de una garantía en dólares, depositada en el
Banco Central, por el valor dei material que extrajera. . . Obedecía mi
solicitud al hecho de haber constatado que la Standard desmantelaba
los campamentos, sacando no sólo caiíerías y tanques, sino motores, ca-
rros, tractores, taladros y, en fin, todo cuanto sirve para la explora.-
ción, explotación y transporte dei petróleo. Mi asom bro fue enorme
cuando, luego de ni siquiera habérseme contestado, el Gobierno dei Sr.
Salamanca, dio a la Standard Oil una autorizaeión amplia, mucho más
liberal de lo que ésta había pedido ... ".
"Pero esto nada significa al lado de los actos de verdadera. hosti-
lidad cometidos por la Standard contra Bolívia... Así por ejemplo, ai
necesitarse con urgencia. medios de transporte para el ejército, fui comi-
sionado, juntamente con el Sr. Muiioz Reyes, para hacer un viaje espe-
cial y lograr dei gerente de la Standard en Buenos Aires la reinterna-
ción a Bolívia de los numerosos tractores y camiones "Caterpillar" que
había extraído de los campamentos ai amparo de aquella incomprensi-
ble autorización. La necesidad era extrema. Pero 1a negativa fue ro·
tunda. (José A. Deh~;.za, Ob. Cit., pág. 60).
El Dr. Antonio Hartman, médico militar, informó personalmente
al General ~undt acere.a de la conducta de la empresa extranjera. AI
cabo de su mforme, cuenta Hartman, que el General exclamó indignado:
"i Pero, esto es absurdo y criminal I" (José A. Deheza obra citada pá-
gina 50 y siguientes). ' '

.111
)
SERGIO ALMARAZ

plida por todas las empresas comerciales e industriales esta-


blecidas en Bolivia); negose a readmitir en el trabajo a los
obreros y empleados desmovilizados.
Otro ejçmplo de los procedimientos empleados para sa-
botear la defensa nacional, es el de la gasolina para aviones.
El gobierno para normalizar el aprovisionamiento de este com-
bustible, consultó a la Standard si lo podia elaborar en Ca-
mtrL El Gerente Blocker dijo que "técnicamente no era po-
sible", que el proyecto era un "absurdo". El gobierno en-
comendó a técnicos bolivianos el examen dei asunto, los que
informaron afirmativamente. El Ministerio de Guerra sobre
la base de ese informe, ordenó la apropiación y control de la
producción de Camiri; luego fue montada y operada por téc-
nicos nacionales una pequena planta con la que se preparó
la gasolina requerida.
La guerra dei Chaco representó para Bolivia una enorme
pérdida en vidas y dinero. El país gastó cerca de media cen-
tena d.e millones de dólares en tres aiios de estéril sangria,
ai cabo de los cuales, la causa fundamental del conflicto, la
salida al -Río Paraguay, quedó como al principio, aunque
Bolívia, después dei armistício, se encontró todavia más aleja-
da de la salida fluvial. Este parece haber sido el desenlace im-
puesto por la companía norteamericana en la Conferencia de
Paz con la complacencia de los diplomáticos bolivianos.
La Standard Oil, co-autora de la guerra, no podía estar
ausente en la Conferencia de Paz. AI crimen unió el insulto.
Mr. Spruille Braden, su viejo agente, fue nombrado embaja-
dor de los Estados Unidos ante la Conferencia de Paz.
Sobre los cien mil cadáveres de bolivianos y paraguayos
de la ignominiosa guerra, cayó el telón cerrando la primera
escena dei drama dei petróleo.
CAPITtJLO CU~RTO

EL CONFLICTO

EL NACIONALISMO DE LA POSTGUERRA

Se ha dicho que del Chaco surgió una nueva conciencia.


La afirmación necesita ser precisada. Lo que habría que de-
cir es que la guerra repercutió económicamente en el desa-
rrollo de la industria y del comercio hasta entonces parali-
zados por el poder absoluto del capital extranjero (primero
bitánico y preponderantemente norteamericano a partir de
1925); políticamente con la derrota se descubrieron todas las
debilidades del régimen tradicional, salieron a flote todas las
contradicciones de la economía nacional. La Guerradel Cha-
co conmovió los fundamentos de un régimen social y econó-
mico cuya expresión ideológica y política fue el liberalismo
de los partidos tradicionales que gobernaron hasta 1936.
La burguesía boliviana constreíiida a seguir el ritmo de
una actividad económica casi inexistente no gravitó política-
mente hasta la Guerra del Chaco. Sus sucesivos desplaza-
mientos desde el partido liberal hasta el republicanis;mo en sus
dos alas, nos hablan elocuentemente dei desamparo y casi or-
fandad política en que se encontró hasta 1936.
En la postguerra surge el primer movimiento naciona-
lista importante en el país. Expresa la quiebra de un régi-
men e ideológicamente es portavoz de las reivindicaciones es-
pecíficas de la burguesía nacional, cuyos sectores más avan-
zados entran en pugna con el capital monopolista.
El vigor del nacionalismo de la postguerra se explica
porque fue un movimiento popular al que se sumaron los obre-
ros, estudiantes, intelectulaes democráticos que buscaban la
transformación de la estructura económica y política dei país,
y a este movimiento se debe la acción antiimperialista más

113
,.....
SERGIO ALMARAZ

importante de la historia boliviana: la nacionalización del


petróleo. \
No pueden ser olvidados lqs ciudadanos que en los gobier-
nos de Toro y Busch mantuvieron en alto la dignidad de Bo-
livia y contribuyeron con sus esfuerzos a ganar una victoria
nacional de la que siempre se sentirán orgullosos los bo-
livianos. Junto a los hombres que integraron los gabinetes
de Toro y Busch y entre los- cuales se destacan Javier Paz
Campero, Enrique F_inot y Felipe M. Rivera, llamado el Mos-
coni boliviano por el escritor argentino Salvador Montalto, de-
ben citarse los nombres de Dionisio Foianini, Gustavo Cha-
cón, Jorge Muiíoz Reyes, Humberto Vásquez Machicado, Jor-
ge Humberto Sánchez Pena, Raúl Canedo Reyes, Guillermo
Mariaca, Manuel Ortega, y otros.
El gobierno de Busch sostuvo con firmeza la política
nacional del petróleo iniciada con Toro. En su manifiesto
dirigido a los ex-combatientes y que fuera proyectado por Ro-
berto Prudencio, Gustavo Chacón, Ayudante de Busch, y Vic-
tor Andrade, se proclamá: "Vamos pues a refirmar la nacio-
nalización de los petróleos, ya que todos los que estuvimos en
el Chaco en las horas de peligro, hemos podido experimentar
la absoluta inconveniencia de que esa riqueza estuviese en
manos de capitales extranjeros. El petróleo boliviano va a
ser explotado por el Estado, porque así lo exigen los altos
intereses nacionales."
La c~nciencia nacional sobre el petróleo que se f.orjó a
partir de 1920, adquirió amplitud y profundidad en el Cha-
co. Fue el núcleo, la idea directriz, la tesis programática de
un movimiento político cuyo rasgo preponderante fue el na-
cionalismo. Plasmó su continuidad histórica en los gobiernos
de Toro, Busch y Villarroel, continuidad que se interrompe
en 1950 y se rompe definitivamente en 1955, mientras que al
mismo tiempo surge una nueva alineación de fuerzas en torno
a la valoración de este recurso y sus posibilidades trascen-
dentales para la vida de nuestro pueblo.

El proceder de la Standard Oil en la Guerra dei Chaco


acabá colmando toda medida. El Gobierno de Tejada Sor-
zano ordenó la investigación de las denuncias sobre expor-
tación clandestina de petróleo y el procesamiento de la em-
presa. La investigación revelá que la compaíiía extranjera
había exportado petróleo clandestinamente defraudado ai
Estado y violado el contrato en la· forma :nás grosera. El
conflicto llegó a un punto crítico. La opinión pública esta-

114
PETROLEO EN BOLIVIA

ba dispueJ:;ta a impedir que esta escandalosa conducta fuese


tolerada. Sobre la opinión boliviana gravitaba el convenci-
miento de haber sido arrastrado el país a una guerra inútil
en amparo de intereses extranjeros. La revelación pública de
los delitos impedia que el gobierno llegara a acuerdos sin me-
noscabo de la dignidad de la Nación. Estaba en juego la so-
beranía de Bolívia.
La Standard Oil empleó su poder, influencias políticas,
amenazas y soborno, para evitar la sanción. Para ablandar
el terreno dio a entender que estaba çlispuesta a pagar al-
guna indemnización por los daiios causados, mientras que en
el exterior desencadenaba una violenta campana contra el país
y contra el Gobierno dei General Toro. Sostenía que Bolivia
era un país anarquizado, que los capitales no tenían garantias,
que el Gobierno Toro era un gobierno extremista, etc.
Pero el conflicto se había ahondado a tal punto, que no
era posible ningún arreglo con Ia compaiíía extranjera. Exis-
tían hechos probatorios de una conducta arbitraria, habían
sido patentes su arrogancia y desprecio para con los inter,e-
ses nacionales, la condenaba su conducta criminal en los cn-
ticos aiíos de la guerra. AI gobierno no le quedaba alterna-
tiva; debía defender su propia existencia. El 13 de Marzo de
1937 se dictó la Resolución Suprema declarando la caducidad
de las concesiones petrolíferas de la Standard Oil y la rever-
sión de todos sus bienes al Estado.
Ese histórico documento, en su parte resolutiva, decía
a,sí:
Declãrase la caducidad de todas las propiedades de "The Sta.n-
dard Oil Co. of Bolivia", dentro dei territorio de la República,
por defraudación comprobada de los intereses fiscales.
Todos los bienes de la Compaiiia mencionada que se halla.ra.n
'3n territorio boliviano al tiempo de dicta.rse la presente Resolu-
ciõn, pasan a propiedad del Estado.
Hasta que el Gobierno lo crea conveniente, quedará encarga.-
do de la administración y manejo de todos los bienes de la
Compaíiía que en virtud de esa caducidad pasan a poder del Es-
tado, la entidad oficial Yacimientos PetroUferos FiscaJ.es Boli-
vianos (YPFB).
Registrese, transcríbase a quien corresponda y atchivese.
(Finnado) David Toro R.- A. Icha.zo.- E. Finot.- F. Cam-
pero A.- F. Tavera.- Gral. Guillén.- TcneL Viera..- Oscar Mos-
coso.- J. Paz Campero.- L. Aíiez.
Es conforme: (Firmado) A. Navarro, Oficial Ma.yor de Mi-
nas y Petróleos.
La Standard Oil quiso obligar al gobierno por la inti-
midación a anular la medida. En una reunión efectuada a
principias de e11;ero de 1938, el representante de la compaiíía

115
SERGIO ALMARAZ

amenazó con~currir a la Corte Internacional de La Haya; si


no se dejaba sin efecto el "injusto y arbitrario" (!) decreto
de marzo. Se amenazó iguàlmente con la intervención dei
Departamento de Estado, a pesar de la prohibición de la cláu-
sula 32 dei contrato relativa a las reclamaciones diplomáticas.
Dejó transcurrir un afio, en espera de cambios políti-
cos favorables, para presentar ante la Corte Suprema de
Justicia la demanda contra el Estado pidiendo la nulidad de
la Resolución Suprema de 13 de marzo de 1937. El gobier-
no de Busch desvaneció toda esperanza p.orque estaba dis-
puesto a proseguir la política del gobierno anterior. El 21
de marzo de 1938, la empresa presentó demanda ante la Corte
Suprema de Justicia. ·
En la fundamentación de su defensa exhibía permisos
de aduana para probar que no habían ocurrido exportacio-
nes clandestinas. Sus abogados argumentaban que del hecho
de haberse enviado cantidades limitadas de petróleo a Agua
Blanca, no se podia colegir que la empresa hubiese ingresa-
do en plena producción; distinguían entre la producción pu-
ra y simple y la que llamaban "producción comercial". Plan-
teada así la defensa, se quería echar por tierra el cargo prin-
cipal formulado por el Estado, el relativo a la defraudación
de las patentes de pr.oducción~ En efecto, si se probaba que
la empresa "no producía", no había lugar al pago de paten-
tes. Para reforzar sus argumentos, la demanda se apoyaba
en las resoluciones gubernamentales dictadas en favor de la
Standard por las cuales se había aplazado el pago de paten-
tes. Los abogados insistían en que un gobierno no podia
revocar arbitrariamente las disposiciones legales de sus pre-
decesores sin desconocer el principio de la irretroactividad de
la Ley, consagrado por la Constitución Política y el Código Ci-
vil. Este era "el fantasma de la irretroactividad", de acuer-
do con un comentario del Fiscal.
El argumento de fondo intentaba demostrar que el con-
trato de 1922 modificá la cláusula 18ll- dei contrato de 1'920
por la cual el gobierno podía disponer la caducidad en caso
de incumplimiento; por consiguiente, esa modificación privó
al gobierno de la facultad de disponer la caducidad de la con-
cesión y la pérdida de los bienes y derechos de la compafi.ía.
En otros términos, el Gobierno había obrado arbitrariamente.
"En el contuto de 1922 -sostenían sus abogaaos-:-- se ba
mantenido la concesión pero se le ha dado nuevo modo d~ lleva.rla.
a efecto, consultando la realidad de la. industria., el concepto de
justicia Y equidad para las dos partes y 1a.s garantias y segurida.-

116
PETROLEO EN BOLIVIA

des indispensables a efecto de crear un ambiente de confianza. y


optimismo ra.zonable y bienhechor".

Estas letrados, de quienes dijo un alto funcionaria de


b companía que tenían "tal habilidad, que si hubieran vivido
en Estados Unidos, serían los primeros consejeros de Wall
St1·eet", prepararon argucias legales para poner al Estado en
el banquillo de los acusados: ·
"El contrato de 1922 no es pues, de acla.ración dei de 1920 si
no la modificación ... "," ... aclarares disipar o quitar lo que ofus-
ca la claridad o transparencia de una cosa". Modificar· es "da.r
nuevo modo de existir a la substa.ncia material".
"Y cuando se dice que un acto contractual ha sido modificado
ya se dice que no ha sido rescindido ni anulado, pues al modifi-
car no se da muerte aJ. acto mismo en su pa.rte esencial, sino que
se le conserva".
"DI contrato de 1920 no fue anulado Di rescindido; quedó de
él la esencia, la concesión ... " "dentro de estos postulados juridi~
cos, no es posible decir que la cláusula 18 de 1920 mantiene Sll
valor cuando ella está Sllbstituída y reempla.za.da por la 28 del
contrato de 1922".

El golpe apuntaba bacia un objetivo: probar que el Es-


tado no tenía la facultad de decretar la caducidad y que, en
consecuencia, habría obrado ilegalmente con desconocimien-
to de las leyes y los princípios generales del derecho. El
gobiemo, según los defensores de la empresa, había proce-
dido "como juez y parte al mismo tiempo".
El Fiscal General de la República respondió el 16 de ju-
nio. Empezó exponiendo todas las pruebas que demostraban
la exportación ilegal y el secreto en el que la compafiía había
mantenido la producción de Bermejo, confesando haber pro-
ducido desde 1925, sólo cuando se vio descubierta. Refirién-
dose al pago de patentes y analizando las circunstancias en
que habían sido dictadas las resoluciones supremas de 1928
y 1929, afirmá el derecho dei. Estado a modificar disposicio-
nes injustas en defensa del bienestar público.

El Fiscal resumiendo los cargos formulados expresó:


"I.- En la legislatura de 1931 se acusó a. la Compafiia de no
haber cumplido el contrato, ni la Ley, en lo referente a la perfo-
ración del número de pozos, en relación a su concesión en sociedad
con el Estado y en las pertenencias que adquirió en propieda.d.
II.- Se seilaló que dio datos falsos a las oficinas bolivianas
con relaciõn a la potencialidad productiva de los pozos; y que asi
hubo afirmado que la producción diaria era de 4.000 barriles en
vez de los 7.000 comprobados por los delegados del Gobierno.

117
r
SERGIO ALMARAZ

m.- Igual falsedad en cuanto respecta a la calidad dei pe-


tróleo Jncontrado.
IV.- La "Compa:iüa." debió establecer una refinaria.; limitán-
dose a instalar dos destilerías de escasa capacidad en Camiri y
Sanandita, insuficientes para las necesidades del consumo na-
cional.
v.- Ha exagerado el monto de sus reales inversíones para
el establecimiento de la industria petrolera en el pais, asigna.ndo,
por ejemplo, a las perforaciones la suma. de Bs. 800.000.- para
cada pozo, de donde impuso el valor de 0.29 centavos por litro de
nafta .
.VI.- Los "Capitalistas'', no han sometido a la consideración
del Gobierno los cuadros de producción de petróleo.
VII.- Rehuyeron intensificar la producción durante la cam-
paiia. del Chaco e impusieron al Gobierno a pagar precio exa.gera.-
rado por la gasolina proporcionada al Ejército Nacional.
Vill.- Omitieron la. presentaciótl a las dependencias del Go-
bierno de la. descripción detallada de las instalaciones, construc-
ciones, planos, especificaciones, ubicaciones de las obras constrtú-
da.s para la exportación del petróleo.
IX.- La "Standard Oil" observõ bacia Bolivia una conducta
inconveniente en su conflicto bélico con la República dei Para.-
gua.y; un cartógrafo paraguayo, empleado suyo, entregó copias
de los mapas de la "compa:iüa" para provecho del Ejército ene-
migo; su representante en Tartagal, -en 1935-- recibió en larga
conferencia a dos ingenieros enviados por el Paraguay en estudio
de los parajes petroleros de la regiõn.
X.- La "Compaiiia" estando el pais en guerra. dispuso la tras-
laciõn de las instalaciones de camiri a. Tartagal.
XI.- No ha fijado en la sede del Gobierno Nacional una ofi-
cina seria donde las oficinas técnicas puedan obtener todos los
datos de que necesiten en cumplimiento del contrato, habiéndose
limitado a. establecer una especie de consultorio forense para. su
uso particular.
Estas infracciones del pacto y esas viola.ciones de deberes
morales en que incurriera la "Standard Oil", en sus relaciones
con el Estado Boliviano, como socio y como concesionario de pe-
tróleo, son otras tantas razones de sobra que justifican altamente
la Resolución que pronunció la caducidad de 13 de Marzo de 1937".

En cuanto a las clásulas en disputa, la 18~ y la 28~, el


Fiscal analizando la unidad jurídica de ambos contratos, re-
cordó que la cláusula 18'~- dei contrato Richmond Levering,
fue reconocida y aceptada por los personeros de la Standard
en varios documentos. Negó que el decreto de 13 de marz.o
tuviera efc-ctos retroactivos o su efecto premeditado fuera la
confiscación; se trataba de un caso simple de caducidad por
incumplimiento de contrato.
Refiriéndose a la política condescendiente de los gobier-
nos bolivianos para con las compafiías ex.tranjeras, el Fiscal
cxpresó:
"Particularmente con la Standard Oil los gobiernos se ha.n

178
PETROLEO EN BOLIVIA

seiialado con una. benevolencia. que en muchos casos pas6 los li-
mites de lo justo y legal para. irnunpir en el campo de las con-
descendencias, a pesar de las protestas del Poder Legislativo Y de
la opinión pública., que veia.n en los desleal~s procedimientos de
los representantes de la Sta.nda.rd.. . un peligro y una. a.mena.za.
pa.ra. los intereses nacional~."

El alegato fiscal concluía indicando la incompetencia de


la Corte Suprema para anular el decreto de 13 de Marzo de
1937 y pidiendo declarar improbada la demanda en lo con-
tencioso y "probada la demanda reconvencional dei Estado
contra la Standard Oil, por danos y perjuicios los que serán
objeto de justipreciación en ejecución de sentencia".
Los agentes de la companía se pusieror.. .:! trabajo para
conseguir un fallo favorable. Propalaron rumores acerca de
que la Standard Oil no se proponía conservar sus concesiones
en Bolívia y que, en resguardo de su reputación moral, se
daria por satisfecha evitando que se la sancionara por de-
fraudación. El Departamento de Estado por intermedio dei
Embajador Luis Fernando Guachalla, "insinuá" oficiosamen-
te que no se insistiera en la acusación de defraudación. La
empresa maniobraba, con la ayuda de sus agentes y dei De-
partamento de Estado, tendiendo una cortina de humo para
enganar ai pueblo. Aparentando estar dispuesta a salir de
Bolívia, planeaba arrebatar ai Estado sus armas legales. Si
la justicia boliviana no tomaba en consideración el cargo
esencial -conducta arbitraria y fraudulenta- se habría pro-
cedido ilegalmente; en consecuencia, la companía estaria, pa-
ra reclamaciones futuras, en posición más ventajosa que el
Estado Boliviano.
Tal era el alcance de la maniobra destinada a hacer fra-
casar la acción judicial. (Un afio más tarde, en México, la
misma empresa intentá enganar, sin alcanzar su propósito,
con procedimientos parecidos.)
Entretanto el país vivia en tensión a la espera del fallo
de la Corte Suprema. La actividad desplegada por los agen-
tes dei monopolio petrolero despertá desconfianza en la opi-
nión,pública respecto a la probidad de los magistrados de la
Corte Suprema. ( 61 ) Se realizaron desfiles y asambleas po-
pulares en varias ciudades dei país. La defensa dei petróleo
se convirtió en la causa nacional comprendida y defendida,

(61) La Standard Oil intentó sobornar, sin conseguirlo, ai Mi-


nistro de la Corte Suprema Dr. Franklin Anaya Ferrufino, haciéndole
llegar un cheque en blanco.

119
SERGI0/1\.LMARAZ

fervorosa y ~asionadamente, por el pueblo boliviano. Los


veteranos dei Chaco, los obreros y los estudiantes, los maes-
tros y profesores universitarios, constituían el motor de esta
luch~. El pueblo estaba convencido de que no se trataba sola-
mente de la defensa de una riqueza; el significado de la lucha
era mayor, pues se trataba de hacer respetar al país y sus
leyes, de defender la dignidad nacional y el derecho a pro-
clamarse ciudadanos de una nación soberana.
Las universidades de Sucre y Cochabamba dispusieron
que sus profesores de leyes asumieran la defensa del Estado
ante la Corte Suprema. La Facultad de Derecho de la Uni-
versidad de Cochabamba, encomendó esta tarea a los pro-
fesores José Valdivieso, Carlos Salamanca Figueroa y Eduar-
do Arze Quiroga.
"Fue un fraude el que determinó la revisiõn general de la. con-
cesiõn --expresaron estas profesores en las conclusiones de su
a.legato- paro no es sõlo el delito de exportaciõn cla.ndestina el
que debia motivar esa sanciõn. Son quince a.fios de abuso, en-
ga.fios y de mala fe, en los que se ba frustrado metõdicamente el
interés público de la Naciõn, los que dan plena razón jurídica a
la resoluciõn del 13 de marzo de 1937. Los dafios ocasionados
han lastimado bondamente la vida econômica de Bolivia, truncan-
do en forma irreparable la posibilidad de superar la inferioridad
financiera del Estado. La. sanciõn ba sido leve, con relaciõn a.l
ma.l ocasionado." (62)

El 8 de marzo de 1939 la Corte Suprema de Justicia


dictó una sentencia desconcertante. Los magistrados abun-
daban en consideraciones jurídicas sobre los trámites que de-
bía seguir la Standard Oil para acreditar debidamente super-
sonería legítima. El meollo del asunto resultó ser este:
"Por tanto, la Corte Suprema de Justicia. juzgando en prime-
ra y única inst,..Acia con la facultad que le concede la atribuciõn
7• del artículo 143 de la Constituciõn Política del Estado, F ALLA.:
Declarando improcedente e inadmisibles las demandas de fojas 180
y 296, incoadas por la Standard Oil of Bolivia contra la adminis-
traciõn nacional de Yacimientos Petrolüeros Fiscales Bolivianos,
por falta de person-ería legitima en sus representantes, absolviendo
en consecuenc.i.a a los demandados."

Aparentemente la Standard sufrió un revés ai ser recha-


zada su demanda. Pero la veràad es que ganó la partida, por

I r.~ 1 .T n~(; Yal(l i vif'~o y Carlos Salamanca F., "La Función Diná-
miea df'l l~'tnrlo: la Promoción dei Bienestar Público". Cuadernos sobre
I >t>reeho ~· Ciencias Sociales, No. 19, Imprenta Universitaria Cochabam-
ba-Bulivia, 1942. '

120
PETROLEO EN BOLIVIA

lo menos en lo relativo al aspecto que simulaba preocuparle


más. Ia ncusación de fraude. En el fallo no se dijo ni una
palabra acerca dei problema mismo. Otra vez se imponía
el rlcrecho formal. Se trataba de un fallo "asexuado e ino-
cuo''. como dijcron de él los profesores de la universidad de
Cochabamba.
Las consecuencias más graves de la sentencia sobrevi-
nicron en el curso de los afí.os siguientes. El alto tribúnal
habí<'l puesto en manos del monov._,lio norteamericano un ar-
ma contra el Estado. · "Con el correr de los afias la compa-
fí.ía ya no hablaba de su reputación moral, sino que el as-
pecto moral tradujo en dólares exigiendo nada menos, un
arreglo o ajuste de cuentas". ( 63 )

LA ACCION DIPLOMATICA DE LA STANDARD OIL

Producida la caducidad de las concesiones, el conflicto


ingresó en una nueva fase. Sobrevino la acción internacio-
nal del monopolio contra Bolivia en forma de reclamaciones
diplomáticas, presiones del Departamento de Estado e intri-.
gas para impedir que el petróleo boliviano se vendiera en la
Argentina. La victoria lograda por la resolución del 13 de
marzo estuvo a punto de perderse por la actuación de la can-
cillería boliviana.
Determinadas circunstancias impidieron que de 193~{ a
1939, la Standard Oil tomara la ofensiva. Poco tiempo an-
tes la administración del Presidente Roosevelt proclamá un
cambio en las relaciones de los Estados Unidos con la Amé-
rica Latina, anunciando la política llamada dei buen vecino.
Por otra parte, era crítica la situación de la Standard Oil en
México, teniendo necesidad de concentrar sus fuerzas en ese
país y evitando que su escantlalosa conducta en Bolívia con-
tribuyera a acentuar su desprestigio en el ambiente interna-
cional.
La Standard Oil a partir de la sentencia de la Corte
Suprema, se empefí.ó en hacer recaer sobre el gobierno bo-
liviano las consecuencias de la sanción obligándolo a llegar
a un acuerdo para conservar sus concesiones en el país o, a
cambio de ellas, recibir una elavada indemnización.

(63) "Bolívia y la Standard Oil", Cuadernos sobre Derecho y Cien-


cias Sociales, No. 19.

121
SERGIO ALMARAZ
/
No se planteó ninguna reclamación f.ormal entre 1937 y
1939. Los personeros de la Standard y los· representantes dei
Departamento de Estado limitaron su acción, en este período,
a conversaciones informales y cabildeos diplomáticos.
"En efecto, se trata. de gestiones informales -decia. en un do-
cumento de la. época el Ministro d: ~"'inas y Petróleo, Dionísio
Foia.nini- que se rea.lizan en su totalidad verbalmente; como pa.-
ra que no quede huella. de ellas, carecen del seno oficial y el único
caso en que se produce una. a.ctuaciõn por escrito es una. carta,
declarada personal o particular, de Mr. Hull al Canciller". Y
más a.dela.nte el Ministro Foianini seiialaba el peligro denuncian-
do que esas gestiones exteriorizaban "el propósito de disfra.zar,
disimular y ocultar procedimientos que no se hallan a.uipara.dos
por el derecho". ( 64) ·

Continuaba la campana de desprestigio contra Bolivia en


el exterior. En los Estados Unidos y en la Argentina la
Standard Oil presentaba a Bolivia en conferencias y publica~
ciones como un país anarquizado. Reflejando el despecho de
los petroleros una revista americana afirmó que "no le inte~
resaban a los Estados Unidos los petróleos de Bolivia porque
eran prácticamente inexplotables y que Bolivia se había h~
cho de un clavo al recuperarias." ( 6 5)
El 28 de marzo de 1940 el Departamento de Estado pre~
sentó su primera nota aconsejando al gobierno de Bolívia
iniciar el arreglo de cuentas c.on la Standard Oil. Las condi-
ciones políticas tanto nacionales como internacionales, habían
cambiado. La segunda guerra mundial estaba desencadena~
da. Los monopolios norteamericanos consideraban llegado
el momento de conquistar nuevos privilegias aprovechándose
de la imporibilidad de sus rivales ingleses y alemanes para
defender s1 1S intereses en América Latina.
En el orden nacional, los partidos tradicionales habían
retornado a) gobierno con Quintanilla y Pefiaranda.
Los gobiernos de Quintanilla y Pefiaranda representan
en la historia boliviana el período de reacción que siguió al
movimiento popular y democrático de la postguerra, enca-
bczado por obreros, estudiantes y excombatientes y cuya ex-
presión -incompleta y deformada- fueron los gobiemos de
Toro y Busch. En este período la reacción pasando a la

(64) Memorandum dei Ministerio de Minas y Petróleo acerca dei


informe dei Ministro de Bolivia en Washington, "Cuaderno ... " No. 19.
Púg. lf\0 y siguientes.
(R5) Citado por Augusto Céspedes en la Câmara de Diputados en
sesión clel ::1 de abril de 1941.

122
PETROLEO EN BOLIVIA

contraofensiva, consiguiá anular todas las conquistas nacio-


nales y populares de la postguerra. El poder econámico Y
político de la gran minería sobre el Estado fue plenamente
restablecido. El gobierno de Quintanilla derogá el decreto
de 7 de junio dictado por Busch que disponía el contrai dei
cien por cien de las divisas de las exportaciones mineras; se
iniciá e1 sabotaje de YPFB preparando el terreno para el re-
torno de la Standard Oil; se cancelaron las gestiones de los
ex-mjnistros de Busch, Foianini y Herrero, que trataban de
~onseguir la instalacián de fundiciones de estaíio en B.olivia,
renunciándose de ese modo a la autonomia dei comercio ex-
terior en la venta dei estaiío; se intensificá la emisián inor-
gánica de papel moneda para anular el poder adquisitivo de
los sueldos y salarios y favorecer a la gran minería en sus
conversiones monetarias. Durante el gobierno de Peiíaran-
da, el país fue víctima de un verdadero saqueo legalizado
por contratos antinacionales: 1;e entregá la goma, se acepta-
ron precios miserables para el estaiío, zinc, plomo y otros mi-
nerales, no obstante el alza de precios ocasionada por la gue-
rrai se desnaturalizá la funcián dei Banco Central llevando
a su directorio a representantes de los grandes mineras; se
continuá con una política de abierto sahotaje contra YPFB.
Los círculos políticos en los cuales la Standard gozá de
influencia, estaban nuevamente en el gobierno.
Empieza así un oscuro capítulo en la historia de la diplo-
macia boliviana. La cancillería siguiá una extraiía condut.-;a,
contradictoria y voluble. Los ex-abogados de la Standard
Oil tenían en sus manos el planeamiento y la ejecucián de la
poiítica exterior de Bolívia. Estaban, pues, dadas todas las
condiciones para que el consorcio norteamericano iniciara su
ofensiva contra Bolivia.
La nota dei Departamento de Estado dei 28 de marzo de
1940, aparentemente tomá de sorpresa a la cancillería bo-
liviana. Hacía algún tiempo que el gobiemo se encontraba
efectuando gestiones diplomáticas para conseguir, en los Es-
taaos Unidos, créditos destinados a reconstruir la economía
dei país después dei Chaco. Entre las obras proyectadas, se
asigná mayor importancia a la construccián dei Ferrocarril
Cochabamba-Santa Cruz. La nota dei Departamento de Es-
tado, oportunamente presentada y calculada en sus efed;os,
venía a dificultar la obtencián de esos créditos.
La reaccián inmediata dei Canciller Ostria Gutiérrez, fue
consultar con el Ministro de Bolivia en Washington, Luis
Fernando Guachalla, acerca de si el arreglo con la Standard

123
SERGIO ALMARAZ

."
Oil era previa a 'toda gestión para lograr la cooperación eco-
nómica de 'os Estados Unidos. La respuesta afirmativa dei
Ministro Grtachalla alarmó al Canciller que se encontraba
preparando ·riaje a la Conferencia de La Habana. Llamó ai
ministro norteamericano a la Cancillería para exigirie "una
adaración" sobre la actitucl clel Departamento de Estado.
''El Ministro estadounidense trasmite esas palabras a su go-
biemo -decía el diputa.do Augusto Oéspedes- y el Departamento
de Estado se alarma. l,Por quê se alarma Estados Unidos? Por-
que el Oanciller boliviano tiene ~n sus manos el poder de hacer
fracasar la conferencia de La Habana., denunciando simplemente
ante el mundo la actitud de Estados Unidos, que no obstante pre-
dicar su politica de buena. vecinda.d y en momentos en que habla
de la solidaridad de los pueblos de América, comete un chantaje
con el Gobierno de Bolivia. El Dep:~.rtamento de Estado procede
con mucha habilida.d aunque no muy limpiamente. Para evitar
que el Oanciller de Bolivia persista en su postura airada, el De-par-
tamento de Estado pregunta: l,Qué desea aclarar? Y el Canciller
le dice que retire la cuestión de la Standard. Estados Unidos no
responde y sólo responde que mandará dos ingenieros para que
estudien el Ferrocarril Vila Vila-Santa Cruz." (66)

Era elocuente el silencio dei Departamento de Estado an-


te la pregunta de si los planes de cooperación económica a
Bolivia estaban condicionados al arreglo previa con la Stan-
dard Oil. Ostria Gutiérrez expresando una tímida pro-
testa suspendió su viaje a la conferencia de La Habana. La
acción àe la cancillería se redujo a eso. Pero se envió
una delcgación que en la Conferencia mantuvo silencio
completo cn relación al problema surgido y a su retorno
al país informá entusiastamente que había logrado una ver-
dadera victoria diplomática ai conseguir que la Conferencia
recomendara la construcción dei ferrocarril Cochabamba-San-
ta Cruz, con el que se completaria el ferrocarril transconti-
nental. Más extrafio aun, fue el regocijo de la cancillería oor-
que la delegación norteamericana no había presentado el asun-
to dei petróleo en la Conferencia, como si fuese el gobierno
boliviano el que debía ser pP!sto en el banquillo y no una
empresa conocida en todo el ___und:. por sus procedimientos
bandidescos.
Desde que las reclamaciones adquirieron carácter diplo-
mático, la cancillería quiso convencer a la opinión pública de
que la acción dei Departamento de Estado no tenía el carác-

( liG) Augusto Céspedes, Cámara de Diputados, 3 de Abril de 1941.

124
PETROLEO EN BOLIVIA

ter de una intervención en favor de la empresa, no debiéndo-


sele asignar una importancia desmesurada.
Lo cierto es que, aun antes de la nota de 28 de marzo
de 1940, el país fue víctima dei Departamento de Estado. A
los representantes de Bolívia en el exterior los diplomáticos
norteamericanos no perdían oportunidad de "aconsejarles" un
pronto acuerdo con la Standard Oil. Cuando el país conclu-
yó con la República Argentina los tratados de vinculación fe-
rroviaria y para la venta del petróleo, el embajador norte-
americano en ese país se interpuso para impedir la aproba-
ción de los convenios, denunciando que el petróleo que se
queria vender no era de propiedad dei gobierno boliviano.
La cancillería boliviana sostenía con empecinamiento que
ai Departamento de Estado no le interesaba nuestro pleito con
la Standard. El memorandum de Cordel Hull enviado al
Canciller Finot y otras notas, eran calificadas por el Canci-
ller Ostria Gutiérrez, de gestiones "semioficiales" y de "ca-
rácter absolutamente personal", que habían sido aceptadas
"por cortesia". Lo que en realidad se buscaba era adormecer
a la opinión pública. El ministro de economia, en una ac-
tuación parlamentaria sostenía con curiosa lógica que
"esos argumentos nos han nevado a un resultado: que no hubo
a.cción directa. dei Departamento de Estado de Norteamérica, sino
meras sugestiones, indicaciones amistosas de elementos pertenecien-
tes a dicho Departamento, con carácter absolutamente confiden-
cial o extra.oficial." ·

Pera estas subterfugios no fueron suficientes para tran-


quilizar a la opinión pública. Los ministros de Relaciones
Exteriores, Hacienda y Economia fueron llamados a informar
en el parlamento sobre las reclamaciones de la Standard Oil.
El debate parlamentario, apasionando a la opinión pública,
trascendió sus limites originales convirtiéndose en polémica
pública de enjuiciamiento de la política general dei país.
Se acusó al Departamento de Estado de adoptar una po-
lítica hostil a Bolivia; de intervenir en los asuntos internos
del país desconociendo la potestad de la justicia boliviana; se
acusó al Gobierno dei General Pefiaranda de hacerse cómpli-
ce menoscabando la soberania de la Nación. Las opiniones
se dividieron entre "standaristas" y "antistandaristas". Los
ministros y parlamentarias "standaristas", no sostuvieron ex-
presamente que el gobierno estuviera dispuesto a llegar a
un acuerdo con la compafiía, mas el propósito estaba in men-
te. Los representantes opuestos al acuerdo fueron acusa-

125
SERGIO ALMARAZ
'\
dos de "dem:1gogos y subverteres dei orden público"). ( 67 )
(para un senador la defensa dei petróleo, mereció el califica-
tivo de "política de inspiración demagógica y malsana"). ( 68 )
Las fuerzas derechistas que respaldaban el gobierno dei
Grl. Peiiannda se dieron modos p~!ra forzar un compromíso
que apan?ntemcnte nadie queria ni propiciaba. Todo el mun-
do aceptaba que la empresa había cometido verdader.os crí-
mcnes en el país y que la actitud dei Estado Boliviano ai san-
cionaria, había sido justa. La maniobra era sutil. Se exa-
gcr:lba las difieultades cconómicas dei país, se desalentaba
denunciando la ineficacia de YPFB, se insistía en la falta de
recursos para iniciar la explotación dei petróleo. EI diputa-
do Aráoz Campero comentando Ias alternativas dei debate,
expreso:
" ... a la vez que se presentaba a YPFB, como una entidad que as-
taba constituída por picaros rematados, se expresaba también gra.-
titud por la Sta.ndard Oil"

Otra vez los abogados de la compaiíía se movían entre


bambalinas. Para justificar lo que objetivamente era la ca-
pitulación, se utilizaron extraiíos argumentos. Un ministro,
en su actuación parlamentaria, expuso doctamente una sin-
gular teoria acercn de la soberania nacional, insistiendo que
..1ra necesario com prender que esa soberania era "relativa" ( !) .
El Canciller Ostria Gutiérrez afirmando que no había im-
perialismo sino amistad en la actitud del Departamento de
Estado, dio explieaciones que son características de las re-
cónditas dobleces del pensamiento de un político boliviano:
"Lo que existe es que el Gobierno de Bolivia. solicita la. coo-
pera.ción econômica. de los Estados Unidos, y el Departamento de
Estado de a.quella Nación, antes de dar esa ayuda, escucha. la
opinián pública., para otorgar su asentimiento, exige que se de-
vuelva la confianza. a. los ba.nqueros particulares influenciados por
la propaganda maliciosamente· efectuada. contra Bolivia. por la
Sta.ndard Oil".
"El Banco de Exportaciones no gira. con recursos del Estado,
.sino con los que le facillta.n los demás ba.ncos particulares, y estos
son los que se niegan a. dar fondos a. Bolivia mientra.s no se solu-
cione la cuestión petrolera. Ocurrió un hecho más: los banqueros
fueron llamados a. sesión reservada del Senado Americano para
que aumenta.ran los ca.pitales del Ba.nco de Exportaciones. E!n

\ l.l"i) E<1munuo Vásquez, Câmara de Diputados 31 de Marzo de


1!111. '
Calvo, citado por C. Beltrán Morales "Defensa dei
(llf<) Senador
Petróleo l:oliviauo", página 6, Oruro, Bolivia, 1944. '

126
PETROLEO EN BOLIVIA

esta. reunión, los sefiores Johnson Pea.rson pidieron que el banco


se abstuviera de dar fondos a Bolivia. y México, por la cuestiõn
del petróleo." Y para ser más concluyente el Ministro agregaba:
"Si Bolivia no insiste en su pedido de cooperación econômica.,
Estados Unidos no insistirã en la cuestión de la. Standard."

Ninguna explicación más clara para comprender la na-


turaleza de las reclamaciones norteamericanas y para llegar
al fondo mismo dei asunto. Se aprovechaba inescrupulosa-
mente la circunstancia de nece~ita:c Bolívia la cooperación éco-
nómica de Estados Unidos -que no sería gratuita- para
hacerla víctima de un chantaje: se satisfacía a la Standard
Oil, o no habían créditos. Esto, según el Canciller, no era
imperialismo, sino amistad.
Los amigos de la· Standard, personajes influyentes en el
gobierno del General Penaranda, en la contienda política a la
que dio lugar el arreglo de cuentas emplearon el desalien-
to y la desmoralización para jr~stificar la capitulación ante
el monopolio norteamericano. El blanco elegido fue la na-
ciente organización de YPFB. No pudiendo atacar frontal-
mente y exigir lisa y llanamente la disolusión de YPFB, de-
sencadenaron una campana de desprestigio desde el gobier-
no, el parlamento y la prensa.
"Se dice que la política petrolera. debe realizarse a base de
la organización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos
-decía. Joaquin Espada., Ministro de Hacienda.--. Yo admito
este concepto: pero, l,quién quiere sustituir este sistema? La
crítica del Senado no ha sido para. sabotear a la industria del pe-
tróleo. El peticionaria dei informe, Senador por Tarija, expresó
que no se pueden cohonestar peculados. No tenemos los balances
de los anos 1937 y 1938 de YPFB, luego no se conoce a ciencia
cierta las inversiones efectuadas. El movimiento contable tiene
tantas falias, que bien expresada estã la frase: "no se pueden
cohonestar paculados a base de una industria" .
"Las cuentas de YPFB no tienen ninguna. claridad, se sabe
que se han gastado sumas ingentes, sus directores recibían perso-
nalmente miles de libras esterlinas para adquisiciones de material,
sin cargo de cuenta. l,Es admisible que las leyes nacionales no
se hayan hecho también para YPFB? Son las entidades fiscales
las llamadas a ejercer control sin excepción alguna. l,Puede ad-
mitirse que la mayor parte de los gastos se hubieran efectuado en
La Paz? l,Es admisible aceptar una u otra versiõn, sin el verifi-
cativo respectivo? Si se reconoce que hubo una administración
financiara mala, se desprende también que hubo una administra-
ciõn técnica mala. l,Hubo algún plan financiero y técnico de
YPFB?"
Y el personero oficial para. lograr un efecto más acabado, pre-
guntaba una y otra vez: "l.Bolivia tiene posibilidades de atender
a la industria petrolera ?" "l,ESO es industria petrolera?" "El

127
/"'
SERGIO ALMARAZ

"
Gobierno del General Pefiaranda. sabe que Bolívia no tiene la su-
ficiente capacidad fina.nciera. . . mucho más si se reconoce el EVI-
DENTE FRACASO DE YPFB". (69)

Se atacaba a fondo: los que se inclinaban por la Stan-


dard Oil, no por casualidad denigraban y desprestigiaban a
YPFB. Una vigorosa política de impulso de la industria fis-
cal del petróleo sólo se podía sostener sobre la base de defen-
der celosamente el derecho dei Estado a explotar la riqueza
petrolífera. Esa política, firme y vigilante, dispuesta en todo
momento a rechazar las maniobras de los monopolios extran-
jeros, naturalmente que no sería seguida por el Gobierno del
General Peiíaranda, aunque algunos de sus personer.os, como
su Ministro de Hacienda, se preguntaran hipócritamente
" ... ;, quién quiere sustituir este sistema?"
En el parlamento se dejaron oir voces condenando la in-
tención de los representantes dei Poder Ejecutivo de hacer
recaer las responsabilidades en YPFB. El Senador Carlos
Beltrán Morales, dijo:
"Yo he podido observar, y esto lo digo desde luego con angus-
tia, cómo, por querer dar fuerza de realidad y vigor a.l argumento
de que siendo indispensable traer a Bolivia capitales dei extran-
jero, sea. menester despeda.zar, destruir, una institución en la que
la. República. tiene grandes espera.nza.s: YPFB". (70)

La necesidad de llevar a término la construcción del fe-


rr.ocarril Cochabamba-Santa Cruz, con la cooperación econ~
mica norteamcricana, fue otro de los argumentos oficiales em-
picados para forzar el arreglo con la Standard Oil. Este fue
el chantaje contra la opinión pública y contra los legisladores
disconformes con el criterio gubernamental. ";,C.onviene pe-
dir la cooperación económica de los Estados Unidos?", ";,Es
necesaria la construcción dei ferrocarril a Santa Cruz o pos-
tergaria?", preguntaba el Canciller con el deseo de hacer res-
ponsables a los diputados "anti-standaristas" de la interrup-
ción dei ferrocarril.
El Ministro de Hacienda fue más explícito:
"i.Podemos obtener la suma. cuantiosa. que se requiere, para
encarar la. gran política de reconstrucción nacional? Se afirma.
que serán burlados los deseos de Bolivia, porque una vez que con-
siga su arreglo la Standard Oil, el Gobiemo no podrá obtener nin-

(6!!) .Joaquín Espada, Câmara de 'Diputados, 2 de Abril de 1941.


(70) Carlos Beltrán Morales, "Defensa del Petróleo Boliviano"
pág. 4, Oruro Hl44. · '

128
PETROLEO EN BOLIVIA

gftn dinero de Estados Unidos. A este punto debo responder diJ..


ciendo que precisamente a raíz de la politica de cooperación eco-
nômica, que está poniendo en práctica :a'stados Unidos, NOS PIDE
EL ARREGLO DE LA STANDARD. YO PREGUNTO: L,LOS
QUE CREEN QUE NOSOTROS NO DEBEMOS OBTENER ORE-
DITOS DE ESTADOS UNIDOS, NO ESTAN OBLIGADOS A
PRESDNTAR PROYECTOS DE LEY TENDIENTES A ARBI-
TRAR RECURSOS PARA LA CONSTRUCCION NACIONAL'? Y
TOMESE NOTA DE QUE SE TRATA DE CUANTIOSAS CAN-
TIDADES DE DINERO.
Ya el seiior Ministro de Relaciones Exteriores ha. recalcado la.
urgencia. de concluir el ferrocarril Cocha.ba.mba"Sa.nta Cruz. ES
NECESARIO DARSE CVENTA DE QUE SANTA CRUZ TIENE
FE EN QUE SE CONSEGUIRAN· RECURSOS DE ESTADOS
UNIDOS PARA ESA OBRA EMINENTEMENTE NACIONAL.
CUANDO SE LE DIGA A ESE PUEBLO QUE YA NO SE LE
SOLICITARA LA A YUDA DE LOS ESTADOS UNIDOS PER-
DERA FE Y TENDRA DERECHO A PROTESTAR. L,Habrá po-
sibilidad de obtener recursos en otra parte'? MIENTRAS TAN-
TO, EL FERROCARRIL CORUMBA-SANTA CRUZ SE CONS-
TRUYE DIA Y NOCHE, Y EN CADA 24 HORAS SE AVANZA
UN KILOMETRO. L,En estas condiciones, se puede rechazar la
a.yuda econômica de Estados Unidos para obtener crédito de los
países vecinos, sa.biendo que estos están obteniendo crédito de Es-
tados Unidos, con lo que prueban que no tienen suficiente capaci·
dad econômica'?" ( 7 1)

Una vez más el ferrocarril Cochabamba-Santa Cruz ser-


vía de bandera política. Alcanzado el propósito de satisfa-
cer las demandas de la Standard Oil, el Gobierno aceptó sin
oponer reparos el criterio de dos ingenieros dei ejército norte-
americano de sustituir el ferr.ocarril por una carretera. El
aplazamiento definitivo de la construcción dei ferrocarril, no
impresionó a los hombres de gobiemo que pocos meses antes
eran pródigos en consideraciones políticas y económicas rela-
tivas a la importancia de la .obra. Algunas de estas afirma-
ciones, torpes y peligrosas, como el supuesto peligro de la
expansión brasilera, revelaban la falta completa de escrúpu-
los de los testaferros de la Standard Oil. El ferrocarril no
se construyó ni se construirá por mucho tiempo. Los 30
anos de paralización de la obra están ahí, sefi.alando con mu-
da elocuencia la incapacidad, cuando no la traición, de una
decena de gobiemos. (7 2 )
El Gobierno dei General Pefi.aranda comprometió su pa-

(71) .Joaquín Espada, Câmara de Diputados, 2 de Abril de 1941.


( 72) El Canciller Ostria Gutiérrez, algunos anos después, en su
libro "Una Obra y un Destino", decía, refiriéndose a las gestiones para
la construcción del ferrocarril que dieron por resultado el envío de dos

129
SERGIO ALMARAZ

labra de que informaria y solicitaria Ia. autorización dei Po-


der Legislativo para llegar a un acuerdo con la Standard Oil.
El Ministro de Economía Edmundo V ásquez prometió:
" ... cualquier soluciõn 'vendrá ante vosotros, seftores diputa,..
dos y vosotros diréis la. última palabra." Y el mismo ministro
asegurando que en ningún momento se aceptarían condiciones le-
sivas al interés nacional, expresa.ba lo siguiente: "Si se conside-
ran lesivas 6sta.s, las recha.zará; SI PLANTBA INDEMNIZAOION
O OUALQUIER OTRO PAGO, TAMBIEN NEGARA LA PRE-
TENSION, asi como la. organizaciõn de un tribunal arbitral."
(H. Câmara de Diputados, 94• sesiõn extraordina.ria del 28 de
marzo de 1941).

Pero el gobierno aprovechó la clausura dei Congreso. El


'27 de enero de 1942 el Canciller Eduardo Anze Matienzo, fir-
méJ un ncuerdo con la Standard Oil indemnizando 1.750~0b0
drSlarcs. "Por la venta de todos sus derechos, intereses y pro-
piedades cn Bolivia, -decía el documento-- con intereses al
tipo dei 3% anual, desde el 13 de Marzo de 1937".
El proyectado acuerdo, denunciado como "inconstitucio-
nal", "antijurídico" y "condenable", después de firmado se

ingenieros por le gobierno norteamericano: ''Los ingenieros enviados


por el Gobierno de los Estados Unidos, Le Roy Bartlett e Irwin Parry,
llegaron a la conclusi6n de que "el ferrocarril transcontinental Arica·
Santos tenía considernble valor estratégico para los paises australes de
Sud América contra una potencia extranjera que domine el mar"; pero
('n]Pulaniln el eosto en 33 millnnes ill" dólares, ex('.esivo para la renta
igualmente ealr•nlada r]!' ifiil.ilOO rlt"llare~. anuah·~. aeal•aron por f!f'On~e·
jar la eon~tme,•i6n dl' r:n eamino que :;c)]o costaría 7 millones de dt"llares
y '!li f' tentlría .tilfí kilt"lmct ros, en tanto rpw la extl•nsiôn del ferrocarril
alcanzaría a !'572 kilómctro!'.
E:;e (':tlll i uo quP<Irí rlespués finanr· ia elo por el Bane o r! e Importa·
ciones y Exportaeioncs de Wa~hington, por intcrmctlio de la Corpora-
~~iôn Boliviana de Fomento, debiendo tener 9 metros de ancho y carac·
tcrísticas iguales a la~ rle los mejores caminos de los Estados Unidos.
Eu euanto a :ou objctiYo ceonómico, fue puesto de relieve por el Presi-
dente do la Corporaciôn en el sentido de que, "se preparaba Bolivia para
haeer frente a la cri~is t1e post-guerra, dando salida a los productos de
las industria~ alimenti,·iaH que, paralelamente a Ia construcci6n de la
ruta, se irán rleHarrollarulo en Santa Cruz, de acuerdo con plan.es técni-
cos ya cln.horados.'' ( AllH.'rto Ostria Guliérrez "Una Obra y un Destino",
p(tginas 170 y 171).
La obra rleloíu ser t'OH~t ruída en 4 aiíos. El banco norteamericano
para conceder e! pn;Rtamo puso como condición que el trabajo &bía
e~tar a r•.argo de una emr•re~a nortt~arnericaua; el Departamento de Esta·
tl? e;;t.uvo de aeuerdo r·on P>:ta exigencia. Las compaiíías Mac Graw
\\ arren y M:;tceo l'a~ P~cific Co. fueron contratadas para la construc-
ci•~u. La pnmera d1lap1d6 los fondos que le habían sido entregados,

130
PETROLEO EN BOLIVIA

convirtió ·en una aberración jurídica. El gobiemo quiso ha-


cer aparecer la indemnización como compra:
"L,Qué es lo que ha comprado el Ministro de Relaciones Ex-
teriores?" -preguntaba un profesor de la Universidad de Cocha-
bamba-. "l,Un derecho inexiste.'lte? (,Una propiedad boliviana?
El contrato privado hecho por el Canciller es juridicamente 4lde-
finible. (,Por qué paga el comprador intereses?"

El Presidente Pefiaranda con el deseo de explicar lo que


su gobierno había comprado en 1.750.000 dólares, dijo en su
mensaje que por esa suma habían sido adquiridos los planos
de la Standard Oil. Todo fue desconocido por los serviles
personajes para dar satisfacción a la compafiía que en otro
tiempo los tuvo empleados como consejeros o abogados: el
contrato obligaba a la compafiía a poner en conocimiento dei
Estado todos sus planos y proyectos; la cláusula 32~ pro-
hibía al concesionario recurrir a reclamaciones diplomá-
ticas y, finalmente, la acusación contra la Standard Oil
y el fallo de la Corte Suprema rechazando la demanda de la
compafiía, caían por su base con la indemnización. Nada
se respetó: ni los fueros del poder legislativ.o, ni la potestad
de la justicia boliviana, ni las leyes del país. El proceder
ilegal de lo& miembros dei poder ejecutivo era un final apro-
piado para el camino de arbitrariedades y desprecio a las
leyes nacionales recorrido por la Standard Oil en Bolívia.
Y como digno corolario de la acción de los políticos ve-
nales y último tributo que debía pagar el pueblo boliviano a
la empresa extranjera, se impuso la censura de prensa y se
reprimió a la oposición.
"La Standa.rd Oil ha derrotado a Bolivia., ~scribia. el dipu-
tado y profesor universitario- Carlos Salamanca Figueroa- cobran-
do por sus "derechos" un millón setecientos cincuenta. mil dólares.
En esta obscura contienda, Bolivia ha. perdido algo más: Una
serie de oportunidades relacionadas con la cooperación planteada
por Estados Unidos. Se ha dicho acertadamente que la economia
en definitiva consiste en ganar tiempo, oportunidades favora.bles
..... y leyes naciona.les, demostrando que sus intereses están por enci-

agotando el préstamo mucho antes de ser terminada la carretera; de na-


da valió e! control de las autoridades ni las protestas que algunas de
ellas formularon. Doce aíios más tarde el camino fue entregado parcial-
mente concluído. E! costo estimado en 7 mlllones, se elevá a más de
25. J?illones. El g~bierno ·para conseguir un préstamo adiciohal, que per-
mJhera la conclus1ón de la carretera, tuvo que reanudar el servicio de
la deuda externa. Con el dinero invertido y el tiempo empleado no ea·
he duda que pudo haberse construido el ferrocarril. '

131
/'"
SERGIO ALMARAZ

ma de todo. La crisis del Derecho Internacional se debe a. que


hay dos historias, la de las conferencias, y la. otra. historia deter-
minada por el interés de las corporaciones econômicas." ( 73)
\
Los políticos "relativistas" y los "diplomáticos prácti-
cos" podían anotarse una victoria. Otra vez los intereses de
un monopolio extranjero pesaban más que los de la Nación
Boliviana.
En el innoble empeno de satisfacer las exigencias de la
empresa extranjera, el gobierno empleó todas las armas: inti-
midó a los represenbmtes nacionales tratando de suscitar el
descontento público contra ellos al hacerles responsables dei
fracaso de las gestiones para pr.oseguir la construcción dei
ferrocarril Cochabamba-Santa Cruz; alentá hipócritamente el
temor a una supuesta expansión brasilera por medio dei fe-
rrocarril Corumbá-Santa Cruz que era constuído "día y no-
che"; denigró a YPFB; pregonó con impudicia las dificulta-
des de Boli via para financiar sus obras y desarrollar su eco-
nomía; empleó la represión política y amordazó a la prensa;
En 1941 el diputado Paz Estenssoro concluyó su discur-
so, en el debate parlamentario sobre la indemnización a la
Standard, con estas ardientes palabras:
"La lucha es desigual. Puede que se falsee la voluntad de todo
un pueblo; pero maiiana el pueblo saldrá por sus fueros, y en
una rebelión santa, cobrará con creces esa derrota".

El Ministro Edmundo V ásquez resp.ondió a Paz Esten-


ssoro:
"<,Rebelión para qué? <,Qué boliviano existe en nuestro terri-
torio que quiera. deshacerse de nuestra. riqueza. petroli!era?"

La rebelión anunciada se produjo en 1952, llegando al


gobierno Paz Estenssoro y su partido. Y, por una extrafia
ironía, uno de los primeros actos del gobierno, fue decretar
la readmisión de los monopolios petroleros. jCuriosa actitud
de los que en otro tiempo lucha:mn tan firmemente contra la
explotación extranjera del petróleo y sembraron lás semillas
de su éxito político con la organización en 1940 de la "Unión
Defensora dei Petróleo"!

( 73 1 Carlos Salamanca F., "Acción Dipiomãtica de la Standard


Oil", Cuauerno sobre Derecho y Ciencias Sociales No. 19, Pág. 111.

132
CAPITULO QUINTO

Y ACIMIENTOS PETROLIFEROS FISCALES


BOLIVIANOS

El 7 de junio de 1936 el Gobierno dei General Toro dis-


puso la caducidad de todas las concesiones petroleras que no
hubiesen cumplido las obligaciones establecidas por la Ley
de 20 de junio de 1941. Quedaron vigentes solamente las
concesiones de la Standard Oil y "Aguila Doble", esta última
organizada por capitales nacionales y con terrenos en Co-
chabamba.
El 21 de diciembre dei mismo afio, se organizá YPFB.
El decreto-ley que autorizá su creación expresaba:
" ... la importancia y ia situación de los citados combustibles en
el mundo, su significado econõmico y su valor con respecto al Es-
tado, imponen cada día mas, que estos recursos sean puestos bajo
el control directo de la Nación; Que interesa esencialmente ai Es-
tado una política estahle y de seguridad para el país en materia
petrolera y que es indispensable además garantizar el desarrollo de
la citada industria bajo una base efectiva que asegure su com-
pleto y rápido desenvolvimiento, lo cual solamente puede obte-
nerse bajo los auspícios dei Gobierno de la República ... ".

El Estado encargaba a YPFB:


"la exploración y explotación del petróleo y sus derivados dentro
de las zonas que se le asignasen especialmente; como también Ia
comercialización, transporte y exportación dei petróleo y sus de-
rivados dentro de todo el territorio de la República".

La entidad fiscal desempenaria la totalidad de las fun-


ciones destinadas al desarrollo integral de la industria dei
petróleo en Bolivia. Dependería dei Poder Ejecutivo, a tra-
vés dei Ministerio de Minas y Petróleo, y su dirección esta-

133
r
SERGIO ALMARAZ

ría a cargo de un directorio de cuatro miembros desiguados


por el Poder Ejecutivo.
EI16 de enero de 1937, se asignar.on a YPFB zonas de la
reserva petrolífera; todo el territorio quedaba a su cargo con
excepción de las áreas de la Standard Oil.
El 13 de marzo de 1937 se declará la caducidad de las
'cc.t1Cesiones de la Standard Oil y el 30 de abril se adjudicá
"con carácter definitivo a Yac:mientos Petrolíferos Fiscales
Bo!iYianos todos los bienes, acciones y derechos que pertene-
cieron a la extinguida Standard Oil Co. of Bolivia".
El 15 de marzo de 1937 se dispuso que YPFB efectuara
todas las importaciones de petróleo y derivados, exceptuan-
do las destinadas a las compaiíías mineras y ferroviarias pa-
ra consumo propio.
La Ley Orgánica de YPFB, fue aprobada por Decreto-
Lcy de 6 de mayo de 1937,
". . . los intereses dei Estado -se declaró- relativos a petróleo
y otros hidroca.rburos y sus derivados, están confiados a YPFB ... "·

La administracián de la entidad estaria a cargo de una


junta directiva compuesta por un Presidente y cuatro di-
rectores designados por el Ejecutivo por un período de diez
a fios.
Cada uno de estos pasos completá la organización de
YPFB y creó las condiciones para que el Estado Boliviano de-
senvolviera una política petr.olera independiente. Desde el
punto de vista de la estructura orgánica de YPFB y de sus
relaciones con el Estado, debía poseer una organización ad-
ministrativa y técnica flexible y eficiente, con toda la au-
tonomia nece~aria para no constituir un apéndice burocráti-
co. Sus atribuciones serían las indicadas para centralizar
los diversos campos de actividad dei monopolio fiscal de
combustibles líquidos.
La alta jerarquía de estas funciones necesitaba el respal-
do de un organismo libre de toda interferencia política. Es-
ta era la razón para haber fijado en diez aiíos el tiempo que
durarían los directores en sus funciones.

PRIMEROS PASOS

La Standard Oil en Bolívia, fuera dei trabajo de pros-


peccián, hizo muy p.oco. Hasta 1936 perforó 31 pozos e
instalá dos pequenas plantas topping en Camiri y Sanandita.
PETROLEC EN BOLIVIA

En 1936 redujo el área de su concesión a 300 mil hectáreas,


resultando que al cabo de 17 anos llegó a perforar un pozo
por cada 10 mil hectáreas.
La presión dei gob1erno boliviano obligó a la compafiía
norteamericana a elevar la pr.oducción de crudo de. 13.586
barriles, cn el ano anterior a la Guerra dei Chaco, a 163.540
barrilcs cn 1!)3;). Concluída la guerra, la producción descen-
dió bruscamente; 105.042 lnrriles en 1936.
Durante la Guc!Ta del Chaco, como ya hemos visto, llevó
ilegalmente equipos y mntcri:-.1 rle trabajo a la Argentina.
Cuando YPFB tomó a su c2rgo lo<1 campos productores de la
Stauclarcl tuvo que enfrentar una :;ituación crítica: faltábale
al personal experiencia técnica; su mecanismo técnico y ad-
ministrativo era inadecuado, careciendo dei ajuste necesario
para dirigir con eficacia una industria compleja; carecía de
medias para organizar el transporte y adquirir equipas de per-
foración.
"Los esfuerzos de YPFB -dice el Ing. Guillermo Mariaca--
para incrementar el desarrollo de las zonas y los yacimientos re-
cientemente adquiridos fueron muy grandes, pero los resultados
exiguos. Es necesario considerar que la entidad fiscal tuvo que
enfrentar una obra de enorme magnitud sin contar con los recur-
sos necesarios, ni la experiencia necesaria e in dispensa ble ... " .
"Estos obstãculos fueron principalmente los siguiente: a) La.
absoluta suspensión de todo interés comercial en materia petro-
lífera. de los Estados Unidos en Bolívia. b) La lucha de intereses
entre YPFB y la Standard Oil, lucha que no solamente se hizo
evidente en el campo internacional, sino también en el interno,
con el resultado de que YPFB encontró en Bolivia poderosas re-
sistencias. c) La precaria situaciõn económica por la que en esos
momentos atravesaba la República corno consecuencia de la Gue-
rra del Chaco y el descanso considerable en el precio del estaiio.
d) La intervención política en los asuntos de YPFB." (74)

YPFB no solamente enfrentaba los obstáculos indicados,


sino que, además, debía organizar su actividad sobre nue-
vas líneas. La Standard Oil orientió su trabajo para volcar
la producción -cuando así conviniese a sus intereses- ha-
cia los mercados dei Plata, o llegar al Atlántico, a través de
la Argentina. Pero YPFB, no podía orientarse del mismo
modo. Su primer objetivo constituía el abastecimiento bo-
liviano. La producción en lugar de seguir la dirección sur,
debía encaminarse al norte. Esto, magnificando las dificul-

(74) Guillermo Mariaca, "R ese fia sobre la Industria Petrolera de


Bolivia", pág. 5; Edit. "Kollasuyo", La Paz, 1944.

135
SERGIO ALMARAZ
...._
tadcs, planteaba problemas nuevos y más complejos. Boli-
via y el petróleo seguían siendo términos raramente asociados
en cuanto al aprovechamiento de aquél. Los caminos de co-
nexión entre los campos de producción y los centros de con-
sumo, o los puntos de encuentro con las vías ferroviarias,
eran maios: los vehículos para el transporte insuficientes;
los fletes ferroviarios, elevados. Para YPFB fue tan grave
a_ problema dei transporte, que durante sus diez primeros
aiios de cxistcnciP, los gastos por este concepto representa-
ron el 75% de los costas.
En suma, YPFB recibió en sus hombros la responsabili-
dad de organizar perentoriamente una industria en base a
yacimientos ubicados a centenares de kilómetros de los cen-
tros de consumo, sin contar para ello con la experiencia, el
mecanismo administrativo y los recursos materiales necesa-
rios. Tenía que hacer inmediatamente, todo lo que no había
hecho la Standard Oil en tres lustros. Pero, además, sus
movimientos estaban limitados por Ull cerco financiero que
le impedía encontrar créditos dentro .o fuera dei país. En
el exterior, porque la Standard Oil sembraba la desconfian-
za contra Bolivia, y en cuanto al crédito interno, ya se dijo
que el país atravesaba por una situación precaria a conse-
cuencia de la Guerra dei Chaço y de la caída dei precio dei
estaií.o.
No obstante las circunstancias adversas que r.odearon los
primeros pasos de la industria fiscal, el país obtuvo su pri-
mera victoria ai superar por un amplio margen los índices
más altos de la Standard:

PRODUCCION 1926-1941

Barriles Barrlles

1926 7.610 1934 157.979


1927 23.656 1935 163.407
1928 5.286 1936 104.007
1929 22.883 1937 123.208
1930 33.198 1938 135.417
1931 13.586 1939 214.872
1932 41.935 1940 279.024
1933 112.050 1941 234.788
-
(Fuente: Informe Bohan)

136
PETROLEO EN BOLIVIA

En cinco anos, de 1937 a 1941, la producción de YPFB


sobrepasó en más dei 70% la producción de la Standard (Jil
en 1935, su afi.o record.

PERIODO 1937-1943

En el período 1937-1943, YPFB fue mejorando su orga-


nización y realizando un esfuerzo sostenido para elevar pau-
latinamente la producción. En 1937 produjo 19.000 metros
cúbicos; en 1941, 37.000; y en 1943, 53.000. Este aumento
implicaba la solución previa a un conjunto de problemas (al-
macenaje, transporte, tuberias, etc.).
En este período la actividad productiva, se limita a dos
campos: Camiri y Sanandita. Bermejo, Camatindi, Buena
Vista y Saypuru, permanecen sin explotar ( en el primero de
los nombrados, algunos pozos permanecieron cerrados duran-
te diez anos). En total hay 22 poz.os productivos y 12 se-
cos; 8 pozos en explotación corresponden a Camiri y 5 a Sa-
nandita, y rinden un promedio de producción diaria por po-
zo de 65,3 barriles. Fuera de estas 13 pozos productiv.os,
los demás están cerrados.

CONSUMO

La producción en este período empieza a cobrar impor-


tancia en el consumo nacional. En 1937-1941, YPFB cu-
bre el 26% dei consumo interno. Es un progreso real-
mente importante si se recuerda que seis anos antes la pro-
ducción de la Standard Oil no tenía ninguna importancia.
Este índice revela, igualmente, el esfuerzo realizado para ar-
ticular un sistema de transportes que posibilitara el desplaza-
miento de la producción desde los yacimientos a los centros
de consumo.
El trabajo tiende sobre todo al abastecimiento de com-
bustibles livianos. Dos de ellos, gasolina y kerosene, en 1941,
fueron cubiertos en el 56 y 58% respectivamente. El trans-
porte y la paralización de Bermejo dificultaban el suministro
de combustibles pesados.

137
SERGIO ALMARAZ
\..
OBSTACULOS PARA EL DESARROLLO DE YPFB

Examinando la situación de la entid.ad fiscal en 1941, el


Informe Bohan expresaba lo siguiente:
"Hay dos obstáculos principa.les para el desa.rrollo de los ya.-
cimientos petrolíferos bolivianos, a saber, transportes y mercados.
Eln la actua.lidad, el obstáculo principal es transportes, desde que
se dispon~ dentro del mismo pais de un mercado de aproximada.-
mente 100.000.000 litros de productos de petróleo, y una vez que
se disponga de un medio econômico para transportar el petróleo
entre los yacimientos petrolfferos y el Altiplano Andino, este
mercado se convertirá automáticamente en una sa.lida para. la
producción doméstica.." ·

RELA.CION ENTRE LOS COSTOS DE TRANSPORTE Y LOS


PRECIOS DE VENTA, EN ORURO. (En Bs. y por litro)

·GASOLINA De Sanandita De Camiri


.
Transporte (FF.CC. y Camión) . 1.70 1.52
Precio de Venta ............ . 3.00 3.00

KEROSENE

Transporte (FF.CC. y Camión) 1.87 1.67


Precio de Venta ............ . 1.90 1.90

DIESEL OIL
Transporte (FF.CC. y Camión) 1.91 1.71
Precio de Venta ............ . 1.60 1.60

FUEL OIL
Transporte (FF.CC. y Camión) 1.96 1.75
Prccio de Venta ............ . 1.30 1.30

(Fuente: Informe Bohan)

En las condiciones existentes, no era posible desarrollar


un plan para cubrir el consumo nacional de combustibles con
solo medidas orientadas a elevar la producción. El suminis-
PETROLEO EN BOLIVIA

tro quedaria limitado -mientras no se resolviera el proble-


ma del transporte- a gasolina y kerosene, productos que te-
nían menor imp.ortancia en el consumo total de combustibles
dentro dei cual la industria minera empleaba especialmente
productos pesados.
En el primer período. de actividad de YPFB, constata.,
mos una acentuada falta de equipas, materiales y medias de
transporte. De 1938 a 1941, se emplearon de uno a cuatro
equipas de perforación (a percusión) con los cuales se per-
foró un promedio anual de 1.358 metros. En este período
se completaron cinco pozos.
La actividad se desarrolló muy lentamente. La falta
de técnicos y recursos retardaba el progreso de la entidad fis-
cal. Los cuadros técnicos de YPFB se reducían a un peque-
fio número entre extranjeros y bolivianos.
El aporte de 100 mil pesos dei Gobierno Busch a YPFB,
resulta un símbolo de la pobreza de la industria fiscal. Los
gobiernos posteriores, limitando el desarrollo de la entidad,
efectuaron contribuciones semejantes. El país estaba empo-
brecido por la guerra y los hombres de gobierno no conside-
raban una inversión prudente destinar recursos a un organis-
mo mal visto por la opinión influyente dei país, servilmente
adicta a la Standard Oil.
Pese a todas las previsiones -más aparentes que sin-
ceras- para evitar que la política interfiriera la marcha de
Yacimientos, su autonomia era solamente nominal. El In-
forme Bohan, seiíalando este aspecto, dijo de YPFB que ape-
nas si "había sido algo más- que un departamento dei Go-
bierno y, por lo tanto, sujeto a interferencia política y admi-
nistrativa." I
Este es uno de los viejos males. El origen está en la
incapacidad común de los gobiemos para evitar que los cam-
bias políticos lleguen hasta la organización económica más
importante que posee en el Estado que más que ninguna otra
necesita continuidad en sus mandos administrativos. La in-
terferencia política imposibilita la ejecución de una línea ad-
ministrativa homogénea, interrumpe o modifica el desarrollo
de los plan~s técnicos, estropea y malogra el trabajo. Los
gobiernos no han dado muestras de comprender que un meca-
nismo como YPFB dedicado a una actividad compleja, requie-
re una autonomia y libertad de movimientos similares en sus.
características exteriores, a los de una empresa capitalista
cualquiera. Los cambios de personal, el papeleo burocrático,
la alteración de planes ordenada desde "arriba", y la absurda
SERGIO ~LMARAZ

y maniática imposición de un criterio político sobre el econó~


mico para determinar la actividad comercial, tienen cons~
cuencias hondamente negativas. "Siempre se considerá [a
YPFB J como un club político o como una sucursal dei par~
tido imperante en diversas épocas", decía Carlos Hertzog, ex~
director de Yacimientos, en 1950, cuando la entidad se en~
contraba acorralada por una de las más enconadas campaiías
que se realizaron contra ella, desde el Parlamento y la prensa.
Las distintas actividades y profesiones liberales han des~
filado por los directorios de YPFB: ingenieros, abogados,
médicos y oculistas, militares activos y en retiro, y aun ca~
rabineros. Ha habido de todo, menos especialistas en petró~
leo. Como resultado de esta política, Yacimientos no sola-
mP.nte sufrió y sufre procesos de estancamiento económico,
sino más frecuentemente, descapitalizaciones y pérdida de
sus fondos de reserva. Esta es una de las causas -inefi~
ciencia en los mandos administrativos y orientación comer-
cial falsa- de que YPFB deba buscar créditos bancarios para
compensar las pérdidas ocasionadas por una incoherente po-
lítica de precios. Y cuando ha llegado a ese punto, es blan~
co de campaiías periodísticas entusiastamente coreadas por
los mismos autores de su empobrecimiento.
La industria fiscal llegó ai quinto aiío de su actividad
después de haber vencido innumerables dificultades. En
1941 ya era una organización equilibrada financieramente;
sus utilidades alcanzaron a 17 millones de bolivianos "des-
pués de haber calculado las reservas --dice el informe Bo-
han- y a pesar de los transportes y otras dificultades que
aumentaron sus costos hasta un límite excesivo."
AI término de este período Bolivia estableció con éxito
las bases para una política petrolera independiente. La in-
dustria fiscal, en términos generales débil aún y en muchos
sentidos ineficiente, ya era sin embargo una realidad. La
Standard Oil, derrotada politicamente por el pueblo bolivia-
no en 1937, en el terreno de la economia, sufrió su segunda
derrota: quedaba demostrado que Yacimientos podía explo-
tar la riqueza boliviana.

EL INFORME BOHAN
En 1940 Estados Unidos se preparaba para entrar en la
Segunda Guerra Mundial. Esta circunstancia y la política
de "buena vecindad" propiciada por el gobierno dei Presi-

140
PETROLEO EN BOLIVIA

dente Roosevelt, dieron lugar al planeamiento de "progra-


mas de cooperación" entre los Estados Unidos y los países
Iatinoamericanos. La industria norteamericana necesitaba
de una mayor cantidad de materias primas, muchas de ellas,
como el estafio, obtenibles solamente en la América Latina
a consecuencia de la pérdida de otras fuentes productoras.
Esta demanda acrecentada por la guerra, planteaba numero-
sos problemas a los países productores: renovación de los
equipos industriales generalmente envejecidos y escasos; me-
joramiento de los medios de transporte; aumentos en el sumi-
nistro de combustible y energía; elevación de la productivi-
dad de trabajo; etcétera. La guerra creaba por otra parte
complejos problemas al interrumpir los suministros normales
de alimentos, textiles, y equipos industriales que América La-
tina recibía de Europa, los Estados Unidos o el Japón.
La política latinoamericana de los Estados Unidos enca-
minóse, en consecuencia, a cubrir parcialmente esos requeri-
mientos, a fomentar el desarrollo de ciertos cultivos agríco-
las, e iniciar la explotación de nuevas materias primas que
suplantarían las que llegaban de ultramar. En este período,
se dio cierto margen al desarrollo industrial de países como
Méjico, el Brasil o la Argentina, cuyas industrias crecieron
relfltivamente al verse momentáneamente libref de la presión
competitiva extranjera. Es en estos mismos aií.os, cuando se
puso en vigencia el sistema de prioridades para la compra de
materiales y equipos industriales.
Esta situación tendía a ser canalizada, en lo esencial, en
el sentido de asegurar para la industria norteamericana un
creciente aprovisionamiento de materias primas colocando a
la América Latina en condiciones de soportar el esfuerzo de
guerra. El resultado dei conflicto dependia, dentro de la
nueva concepción de la guerra total, dei torrente ininterrum-
pido de materias primas.
Bolívia representaba la única fuente productora de es-
tafio en el Hemisferio Occidental, poseía, además, otr.os mi-
nerales y goma, indispensables para la industria bélica. Y en
lo que se refiere a sus yacimientos de petróleo, podían even-
tualmente aliviar la crítica escasez de combustible en los paí-
ses vecinos.
El gobierno dei General Pefiaranda en 1941 gestionaba
la cooperación norteamericana para la construcción dei fe-
rr.ocarril Cochabamba-Santa Cruz. Con este propósito y con
el deseo de facilitar un acuerdo indemnizó a la Standard Oil
un millón setecientos cincuenta mil dólares. Es claro que

141
SERGIO ~LMARAZ

con esta indemnización o sin ella, los Estados Unidos se ha-


brían visto forzados a cooperar con el gobierno boliviaD:o en
la ejecución de determinadas obras de las que depend1a la
proclucción de materias primas.
En re~puesta a las gestiones dei gobierno boliviano, el
Dcnal·tamento de Estado entregá el r de agosto de 1941 un
me~10 randum ai Embajador Luis Fernando Guachalla tra-
zando las bases para un programa de cooperación económica
entre ambos países:
"Se cree que la base de tal plan debe estar en el desarrollo
de comunicaciones -especialmente caminos, pero tal vez incluyen-
do ciertas facilidades ferrocarrileras. El informe de los ingenielo
ros del Ejército de los Estados Unidos quienes estudiaron el pr()-
yecto del ferrocarril Vila Vila-Santa Cruz no sostiene la cons-
trucción de tal ferrocarril, pero sugiere, como una alternativa, la
consideración de la construcción de un camino uniendo los dos
puntos."
"El desarrollo de conmnicaciones debe alentar una expansión
· y diversificación de la. producción agrícola en Bolívia., compren-
diendo ambos, un gra::lo ma.yor de a.utoa.ba.stecimiento, y tal vez
el desarrollo de ciertos productos tropicales para. la. exportación."
El documento ta.mbién se refiere a que "puede ser posible y
desea.ble el estimular la producción de estaílo, tungsteno y ciertos
otros minerales de los mineres pequenos en Bolivia. ... ".
Concluye declarando que "El Gobiemo de los Estados Unidos
estã preparado para. considerar la posibilidad de medidas que pue-
dan ser sugeridas para la cooperaciõn con el Gobiemo de Bolivia
en la estabilización de la moneda boliviana en su relación al dó-
lar de los Estados Unidos."

Estas fuer.on las líneas generales sobre las que trabajó


la Misión Económica Norteamericana destacada poco tiempo
después para estudiar la situación boliviana.
La misión después de cinco meses trabajo -de diciem-
bre de 1941 a mayo de 1942- presentó su informe ante el
Departamento de Estado, conocido con el nombre de Infor-
me Bohan (la comisión de técnicos había sido encabezada
por Mervin Bohan, funcionaria dei Servicio Extranjero de los
Estados Unidos).
En el Informe se pasó revista. a los distintos campos de
la economía boi i viana. De la minería se habló con pesi-
mismo; de la agricultura se dij.o que había que desarrollarla
en cierb.s áreas (Santa Cruz). A la industria manufacture-
ra se le dedicaron unas pocas líneas: "No se 'puede contar
con la manufactura para proveer otros que no sean unos po-
cos productos elementales y de simple proceso, desde que Bo-
lívia puede tener poca esperanza de exportar". El petróleo

142
PETROLEO EN BOLIVIA

mereció atención preferente. El Informe concluía recomen-


dando un plan de fomento de cuatro puntos:
I.- "Trazo de un sistema. caminero que permita. el desa.rrollo
econômico de las regiones a.travesa.das por el s.stema ... ".
(Caminos: Cochabamba-Santa. Cruz; Santa Cruz-Camiri;
Santa Cruz Montero-Cuatro Ojos; Camiri-Villamontes; Su-
cre-Ca.miri; Villazón·Tarija; La Paz-Rurrenaba.que con ra-
mal a Apolo).
II.- "Fomento de la producción de a.zúcar, arroz, trigo, y otros
cereales, productos de lecheria., grasas y aceites comestibles,
algodón y lana, .. ". (Estos artículos escasearian debido a
la guerra y en lo posible. el pais debía producirlos) .

III.- "Estudios y construcción de obras en conexión con el desa-


desarrollo de cultivos a irriga.ciõn en aquellas áreas selec-
ciona.das ... ". (Proyecto de irriga.ción de Villamontes y
otros).
IV.- "Desarrollo de los campos petroleros probados, trabajo explo-
ratorio en nuevas áreas, construcción de las necesaria-s fa-
cilidades de transporte y desarrollo de los mercados ex-
tranjeros."

Se calculó que la ejecución de todo el programa necesi-


taría una inversión de 88 m.illones de dólares, pero como el
país no estaba en posibilidades de financiar esa suma con sus
propios recursos ni su capacidad económica permitía solven-
tar un empréstito tan grande, el programa fue dividido en
dos etapas. La primera, que requeriría 26.125.000 dólares
y daría por resultado el abastecimiento total o de la mayor
parte del consumo boliviano de los siguientes productos:
arroz, azúcar, ganado, maderas duras, (para las minas) ga-
solina, kerosene, diesel oil y fuel oil ( también para las mi-
nas). "La exitosa conclusión de este programa" permitiria
un ahorro de divisas de 3 a 4 millones de dólares con lo cual
se podría pasar a la segunda etapa. Las siguientes obras
fueron indicadas en el programa de la primera etapa: cons-
trucción del camino Cochabamba-Santa Cruz, estudios e ini-
ciación de obras de los caminos Sucre-Camiri y Santa Cruz- ·
Montero, el primero para facilitar el transporte de petróleo.
En lo referente al plan de fomento agrícola, el Informe ha-
ciendo notar que "el área que más promete para el desarro-
llo agrícola inmediato a gran escala está en el distrito de
Santa Cruz", recomendó un "Plan de fomento azucarero", la
construcción de un ingenio arrocero, una planta para enva-
sar productos ganaderos, un plan de fomento maderero, un

143
SERGIÓ ALMARAZ

programa gumífero y "estudios preliminares dei distrito de


irrigación de Villamontes." Respecto al petróleo se reco-
mendá intensificar la producción y realizar trabajos destina-
dos a aumentar la reserva de YPFB, con este fin, se proyectó
asignar a Yacimientos 5.500.000 dólares, de los cuales 2 mi-
llones serían mantenidos en reserva.
Para facilitar la concesión de los créditos norteamerica-
nos y poner en práctica el Plan Bohan, fue creada la Corpo-
ración Boliviana de Fomento por recomendación de la mi-
sión norteamericana. La mitad de sus directores debían ser
designados por los banqueros norteamericanos. Con este
organismo "'técnico" y de "f.omento", el capital norteameri-
cano dispondría de un instrumento adecuado para una do-
ble función: controlar la amortización y el encausamiento de
la economía nacional en la dirección requerida por sus in-
tereses.
Estas fueron los aspectos principales dei plan. Sus ob-
jetivos inmediatos respondían a las necesidades de guerra de
los Estados Unidos: minerales y goma para la industria, ali-
mentos, maderas y petróleo para las minas bolivianas de esta-
no. Estos objetivos coníiguraban el carácter general dei plan
y reflejaban los intere$es del capital financier.o norteameri-
cano.
La proposición fundamental consistía en que Bolivia de-
bía producir los elementos agrícolas necesarios para su sub-
sistencia. La Corporación Boliviana de Fomento tendría la
tarea de impulsar la producción de azúcar, arroz,· alimentos
grasos y aceites, etcétera. Si con estas productos se conse-
guía cubrir el consumo nacional y, además, se elevaba la pro-
ducción de petróleo, el país ahorraría entre 6 y 8 millones
de dólares al ano. Por lo demás, no había qu~ preocup~rse
por estas dólares, pues serían absorbidos de una manera u
otra, por los capitalistas norteamericanos. El propósito en
este sentido estaba claramente expresado:
"Esto haria mucho por dar a Bolivia un balance fa.vorable
de pagos y permitirle recobrar su reputaciõn en el crédito ex-
tranjero." Es decir que Bolivia estaria en condiciones ·de reini-
ciar el pago de su enorme deuda externa; esta era la única ma.-
nera, expresada en lenguaje conveniente, de "recuperar su reputa-
taciõn en el crédito extranjero."
"Más aún, la realizaciõn del programa debería materialmen-
te amnentar el comercio extranjero, siendo el actual bajo valor
de las importaciones de combustibles, más que compensado POR
MA YORES IMPORTAOIONES DE LOS PRODUOTOS INDUS-
TRIALES DE LOS ESTADOS UNIDOS ... ".

144
PETROLEO EN BOLIVIA

El comentaria sobra. De cualquier manera, el capital


110 rtcamericano se beneficiaría con los excedentes de divisas.
Las características negativas de la economía boliviana
-cxportación ele materias primas e importación de manu-
facturas- serían mantenidas. El Plan no sólo no alteraba
cn lo más mínimo esa situación sino que la reforzaba ai im-
pedir y postergar la industrialización fomentando exclusiva-
mente la explotación de materias primas. Era un plan ideal
para una semicolonia: Bolivia continuaría dependiendo de
los modestos beneficios que Ie dejaba la exportación dei es-
tafio en bruto. En cuanto a la industria, no se podía pen-
sar sino en "unos pocos productos elementales y de simple
proceso ... "; tal la esencia dei Plan.
Las proposiciones dei Informe Bohan de construcciones
viales, desarrollo de determinados cultivos agrícolas y fomen-
to de la producción petr.olera, constituían objetivos limita-
dos, de naturaleza similar a la mayor parte de los progra-
mas gubernamentales en la América Latina. No había nada
nuevo, nada que constituyera un impulso vigoroso y audaz
para desarrollar la economía nacional.
La misma modestia dei programa parecía asegurar que
su ejecución seria rápida. Así por ejemplo, para producir
las 30 o 35 mil toneladas de azúcar que consumía anualmen-
te el país, bastaba habilitar una superficie de 5 mil hec-
táreas, área realmente pequena en comparación con la exten-
sión de estas mismos cultivos en los países vecinos. Pa.ra
abastecer la industria textil con algodón, era suficiente el cul-
tivo' de dos mil hectáreas, cantidad minúscula frente a las
cien mil hectáreas que el Paraguay dedica ai mismo cultivo.
Las clases gobernantes en Bolívia encontraron reflejado
su pensamiento económico en el Plan Bohan. Todos los go-
biernos que ha tenido el país en los últimos tres lustras·, ba-
saron su política económica en este Plan, pero, a pesar de
esto, no ha sido cuínplido. (1 5 ) -

(75) El Gobierno del Presidente Paz Estenssoro reactualizó el Plan


Bohan con el programa de "diversificación económica", tomado "ad-
líteri" de aquel. En ningún documento oficial ha sido recvnocida la
paternidad dd programa de d1versificaci6n económica. Es posible que
las únicas diffirencias entre ambos pr-<>gramas,. si pueden considerarse
como tales, sean la reducción de los objetivos en el programa de diver-
sificación y el propósito de realizarlo con la "ayuda americana''. La
elección por parte de Paz Estenssoro de un programa económico prepa·
rado por empleados norteamericanos -como es el Plan Bohan- para
mostrar al gobierno norteamericano cuál seria el programa a ejecutar-

145
r
SERGIO ALMARAZ

· EL PETROLEO Y EL PLAN BOHAN

Con el Plan Bohan por primera vez los Estados Unidos


demostraron interés en el petróleo boliviano desde que la
Standard Oil fuera expulsada del país. Las necesidades de
guerra impusieron un cambio en la actitud dei Departamen-
to de Estado. · El pequeno país que se había atrevido a desa-
fiar a la Standard Oil, sería tratado más benevolentemente;
el "nuevo trato" para Bolívia en el terreno dei petróleo, co-
mo en los demás, tuvo la misma duración que el conflicto
bélico.
El interés norteamericano fue expresado así: -
"La producción propuesta [de petróleo] dica e! Informe--
se aproxima mucho al consumo actual y ta.mbién al consumo cal-
culado para el tiempo que después del final de la presente guerra
requiera el rehabilitar las propiedades estafiiferas del Lejano Orien-
te. Durante este periodo no hay posibilidad de rebajar los re-
querimientos bolivianos Y A QUE EL USO DE LOS PRODUCTOS
PETROLIFEROS ESTA TAN INTIMAMENTE RELACIONADO
A LA PRODUCCION Y TRANSPORTE DE TALES MINERA-
LES ESTRATDGICOS, COMO ESTANO, TUNGSTENO~ Y ANTI-
MONIO.
Hasta que este Plan sea puesto en operación, la produccwn
continuada de estos minerales vitalmente necesa.rios depende en-
tera.mente de buques cisternas para fuel oil y diesel oil y de tra.n9-
portes maritimos para carbón y gasolina. En la práctica una vez
que el plan sea puesto en operaciõn, Bolivia pudiera servir ta.m-
bién como una fuente de emergencia de productos petrolíferos pa.-
ra la importante zona minera del Norte de Chile ... ".

PLAN PROPUESTO

Como el problema número uno era el de los transpor-


tes, el plan se encaminó especialmente a resolver esta cues-

se por el gobierno "revolucionario", no dejó de ser una manera ingeniosa,


aunque simple, de ablandar el corazón y la bolsa del gobierno norteame·
ricano y predisponer favorablemente la opinión de los círculos financie-
ros yanquis hacia un gobierno que no tuvo la culpa de haber venido al
mundo traído de los cabellos por una insurreeción popular.
AI término de su período el Gobierno de Paz Estenssoro sólo había
conseguido ejecutar parcialmente el programa. Otro gobierno más que
fracasaba en la ejecución del Plnn Bohan. El progr.ama anti-inflacio-
nari~ del Presidente Siles, se encargó de poner la lápida: fueron sus-
pendidas las obras, despedido el personal y destinados los fondos a
reforzar la reserva del Banco Central. U n norteamericano, .Tackson
Eder, mandaba al cesto la obra de otro norteamericano, Mervin Bohan.

1-16
'
PETROLEO EN BOLIVIA

tión. También se proponía elevar la pr.oducción e instalar


una refinería en Oruro a ]a que se enviaría el crudo por tren.
La "solución ideal" habría sido tender un oleoducto de Sa-
nandita o Camatindi a Santa Cruz y conectaria allí "con un
ferrocarril que se dirija al Este y al Oeste." (Esta solución
por cierto que no era la justa. La más acertada vino des-
pués con la construcción de los oleoductos Camiri-Cochabam-
ba-Oruro-La Paz y Camiri-Santa Cruz que desplazaban el
transporte ferroviario y vinculaban directamente los campos
de producción con los centr:os de consumo).
Las soluciones propuestas tenían carácter "transitaria",
en realidad eran parches aplic'ãdos aquí y aliá para abaratar
los castos: "La Misión Econômica apoya los planes confeccio-
nados por YPFB para una solución transitaria del problema
de transportes. Este plan requiere la construcción de una ca-
fiería de tres pulgadas y de 49 kilómetros de largo de Sanan-
dita a la frontera argentina en puerto Pocitos, para despa-
char petróleo crudo y transportaria por vagones tanques vía
Perico y Villazón hasta Oruro, donde se CO!lstruirá una plan-
ta Topping". El casto del transporte para la gasolina de
Sanandita disminuiría de Bs. 1,70 a 0,55 por litro, siéndo el
precio de venta de Bs. 3 el litro.
En cuanto a Camiri el informe indicaba que los produc-
tos podían ser transportados a bajo costo con la construc-
ción de la carretera Cochabamba-Santa Cruz-Camiri.
Para realizar este plan, sería necesario además, adquirir
locomotoras con destino a la línea Atocha-Villazón, cister-
nas, autotanques, camiones, etc.
El programa se proponía doblar la producción con 550.375
barriles [ el aiio anterior, 1941, la producción fue de 221.730
barriles] . -
Para completar el desarrollo -transporte, producción y
elaboración- se proyectó la instalación en Oruro de una re-
finería con la que se abastecería el consumo dei altiplano.
Se recomendá que el Eximbank prestara a YPFB, por
medi o de la CBF [a crearse] 5 millones y medi o de dólares,
que serían amortizados en 8 anos y a un interés del 5% anual
sobre los saldos. El mango de la sartén lo retendría el
Eximbank directamente y a través de su pupila la CBF "en
conformidad a planes previamente elaborados y aprobados
por el Export Import Bank" (7 6 ). Dos millones de dólares

(76) G. Mariaca, "Reseiia sobre la Industria Petrolífera de Boli-


via", pág. 5; Ed. Kollasuyo, La Paz 1954.

147
SERGIO ALMARAZ

serían mantenidos en reserva para .organizar un serv1c1o de


camionàje, para desarrollar los recursos petroleros y mejorar
la distribución y el transporte.
El Plan Bohan estableció una curiosa relación de depen-
dencia entre la CBF y YPFB. La quinta recomendación decía:
"Que el plan, delineado en la. sección previa de este informe,
sea. efectuado. . . con la aprobación previa, sin embargo, de la
Corporación Boliviana de Fomento ... ". (77)

YPFB nada consiguió con la tutoría de la CBF, que ha-


bía tomado bien en serio el papel que le asignaron los ban-
queros americanos. En buenas cuentas, se trataba de una
versión modernizada -menos humillante y negativa- de
la oprobiosa Comisión Fiscal Permanente, creada en otros
tiempos por los mismos banqueros para vigilar los pasos P.e
los gobiernos bolivianos. A YPFB le fue mal con la CBF.
Veamos lo que a este respecto dice el ingeniero Mariaca:
"El plan preparado por YPFB fue puesto en duda por la Cor-
poración Boliviana de Fomento, la qne, inexplicablemente, solici-
t6 el envio de un técnico al Gobierno Americano, para que diese
su última palabra sobre el plan". "Respondiendo a tal pedido,
fue enviado el sefior William Kemnitzer. . . quien estudió el asun-
to y produjo un informe que nunca fue presentado a YPFB, a la
Corporaci~n -de Fomento o a cualquier otra autoridad. Se supo
solamente que Kemnitzer no habia hallado satisfactoria la. orga,..
nizaciõn y a.dministración de la. entidad." (78)

Este fue el epílogo de los planes norteamericanos de


cooperación a YPFB.

PERIODO 1942-1952
El capital inicial de YPFB fue de Bs. 100.000, ampliado
·posteriormente a Bs. 30.100.000, suma que ai cambio de esa
época representaba alrededor de 700 mil dólares. Estos fue-
ron sus primeros recursos.
El gobierno dei Presidente Villarroel, decidió la construc-
ción y financiamiento de los oleoductos y refinerías de Su·
cre y Cochabamba. Eran obras indispensables para el desa-
rrollo de la industria y contenían las soluciones certeras al
viejo problema del transporte. Cerca de 12 anos hubier.on

(77) Plan Bohan, pág. 24; II vol.


(78) G. Mariaca, Ob. Cit., pág. 7.

148
PETROLEO EN BOLIVIA

de transcurrir para que se realizara la tarea esencial. Du-


rante ese tiempo, se gastaron importantes sumas en el pago
de fletes y el abastecimiento continuó ·siendo precario.

OLEODUCTO CAMIRI-COCHABAMBA Y LAMBOYO-SUCRE

Con la construcción dei oleoducto, se ganaría tiempo, se


acortarían las distancias y, sobre todo, reduciéndose los ries-
gos dei transporte, se aseguraría la continuidad dei abaste-
cimiento. Se proyectó la ccnstrucción dei oleoducto entre
Camiri y Cochabamba, porque este último distrito era ade-
cuado para la distribución por sus conecciones ferroviarias
y camineras con el-altiplano y el oriente.
Para la ejecución dei proyecto, se contrató a la firma
norteamericana "Williams Brothers Co.", la que concluyó el
trabajo con un costo aproximado de 8 millones de dólares.
La línea Camiri-Cochabamba tiene 526 kilómetros de exten-
sión y un diámetro de 6 pulgadas. El ramal Lamboyo-Su-
cre, tiene una extensión de 71 kilómetr.os y un diámetro de
4 pulgadas. En toda la línea existen cinco estaciones de
bombeo y puede transportar 8 mil barriles por día. El oleo-
ducto entró en operación en diciembre de 1948.
REFINERIAS
El 15 de noviembre de 1946, se firmó contrato entre
YPFB y "Foster Wheeler Co." para la iustalación de una re-
finería en Cochabamba de una capacidad de 5 mil barriles
diarios. En febrero de 1947, se firmó .otro contrato para la
refinería de Sucre de 1.000 barriles de capacidad; en diciem-
bre dei mismo afio se acordó Ja instalación en Sucre de otra
planta de 3 mil barriles.
La Foster Wheeler Co., cobró por su trabajo una comi-
sión dei 15% sobre los gastos y costos de la obra. Estos úl-
timos aproximadamente, arrojaron las siguientes cantidades:
Cochabamba (5.000 blls) SU$ 6.728.959.04
Sucre (1.000 blls) " 2.306.076.61
Sucre (3.000 blls) " 500.870.72
Totales ..... . SU$ 9.535.906.37
Los técnicos de YPFB observaron que las plantas pudie-
ron ser instaladas a un costo menor y en cuanto a la ubica-

149
SERGIO ALMARAZ

cwn. la elección de Sucre no era conveniente. Se pudo ha-


ber dispuesto de una sola planta con una capacidad de re-
finación de 12 mil barriles la que habría dado un margen de
7 mil barriles para la exportación, una vez cubierto el con-
sumo interno. Un informe dei Senado en febrero de 1950
destacó este aspecto: "La solución era una refinería en Su-
cre o en Cochabamba. Según las opiniones más autorizadas
el lugar más apropiado era Cochabamba, pero a la disención
utilitaria y estrictamente económica se mezcló la razón p.o-
lítica, y para dar trabajo a las 120 personas que manejaban
la planta de Sucre se decidió hacer dos refinerías."
La refinería de Sucre entró en operación en 1949 y la
de Cochabamba en 1950.
Estas obras cambiaron lo que hasta entonces se consi-
deraba como la "salida natural" del petróleo dei sudoeste
boliviano. Por lo menos la producción de Camiri venceria
los obstáculos naturales para llegar al Altiplano; la de Ber-
mejo aunque desvinculada de los oleoductos construídos, po-
dia continuar siendo enviada a la Argentina.
El valor total aproximado de las obras, fue de cerca de
20 millones de dólares. En 1947 se obtuvo dei Banco de Im- ·
portaciones y Exportaciones un préstamo por 8 y medio mi-
llones de dólares y el saldo fue aportado por el Gobierno de
Bolívia. El crédito que debía ser cancelado por YPFB en
doce aiios, fue reducido a tres, para hacer posible otro prés-
tamo destinado a la carretera Cochabamba-Santa Cruz. De-
be suponerse cu ai fue el esfuerzo financiero de Y acimientos
para cancelar la deuda en término tan perentorio. Sus difi-
cultades económicas posteriores se debieron en parte a este
hecho.

RESERVAS
La zona petrolífera boliviana forma parte de la zona
Sub-Andina general. Se extiende desde la frontera peruana
hasta la argentina siguiendo el fhmco oriental de la cordille-
ra de los Andes. AI Norte a 300 kilómetros de la ciudad
de La Paz, se encuentra Caupolicán, distrito rico Efl petróleo.
La zona petrolera continúa en dirección ai Chapare a 160 ki-
lómetros de la ciudad de Cochabamba, sigue a Santa Cruz,
hasta un punto situado a 60 kilómetros al Sud-Oeste de esta
última ciudad y de allí hacia el Sud, hasta la Argentina. El
área desarrollada ha sido la parte sud de la zona Sub-Andina,
desde el rio Parapetí hasta la frontera argentina. Los yaci-

150
PETROLEO EN BOLIVIA

mientos ubicados ai norte -como Espejos, Chapare, Caupo-


licán- no han sido explotados. Existen filtraciones en to-
das estas regiones y los informes preliminares son uniformes
en destacar la importancia de estas zonas.
El Informe Bohan caracteriza así los yacirnientos bo-
livianos:
". . . yacimientos a.ngostos, de tama.fio mediano, cuyos pozos tie-
nen producción de larga vida. . . puede asumirse con seguridad
que Bolivta tiene suficientes reservas de petróleo para sus pro-
pias necesidades como ta.mbién para aquellos de los mercados que
puede alcán.Zar económica.mente, para. cincuenta. afios por lo menos
y proba.blemente más." (79)

Hay pozos en Camiri que desde que se perforaron hace


30 aiíos, siguen produciendo sin bombeo. El C 1, concluído
en 1927 y el C 3 en 1930, al 31 de diciembre de 1951, regis-
traban una producción acumulada ele 704.530 y 961.672 ba-
rriles, respectivamente. El C 3, en 1953 era todavia el pro-
ductor más alto de Camiri con un promedio de 123 barriles
diarios.
V. Ekholm, geólogo jefe de YPFB, calculaba las reser-
vas para 1941-1942, como sigue: Sanandita, 4.720.778
barriles; Camiri, 20.122.430; Bérmejo, 13.889.417; Camatin-
di, 1.100.000. Se estimá en 40.332.625 de barriles la reserva
probada de estos cuatro yacimientos. A este volumen debía
agregarse 2.400.000 barriles de la reserva semiprobada de
Buena Vista y 3.000.000 de barriles de Saipuru Taputa. Las
demás zonas no fueron calculadas.
Estimada la reserva para 19'41 en más de 40 millones de
barriles, representaba la produccióri. de 130 anos, a los ni-
veles de ese afio, 54 a los máximos niveles potenciales y 69
anos de acuerdo ai consumo nacional de ese período. ~
El incremento de la reserva fue lento. La entidad fiscal,
limitada en recursos y obligada por las circunstancias, dedi-
cá sus esfuerzos principales a elevar la producción, desaten-
diendo el trabaio de descubrimiento de nuevos yacimientus.
Si en 1941 la reserva era de 40.339.034 barriles, en
nueve aiíos recibió un incremento dei 35% al estimarse la
reserva total en 55.535.000 barriles para 1949.

(79) Informe Bohan, pág. 8, II Volumen.


SERGIO ALMARAZ

PRODUCCION Y REFINACION

YPFB en·1942 contaba con tres equipes a percusión y en


1952 con cuatro rotativos y dos a percusión. El afio en que
contó con un mayor número de equipos fue en 1947, con un
rotativ:o y 12 a percusión. En este período la perforación
se elevó de 1.029 metros en 1942 a 9.402,65 metros en 1952;
se concluyeron 57 pozos, con una profundidad que fluctuó en-
tre 914 y 2.499 metros.
El incremento de la producción fue el siguiente:
PRODUCCION DE CRUDO EN 1942-1952
EN BARRILES

Aiios Camiri Sana.ndita Bermejo Totales

1942 120.617 139.417 47.546 307.580


1943 110.030 109.747 114.308 334.085
1944 94.048 102.589 117.283 313.920
1945 121.988 103.564 156.095 381.647
1946 128.498 113.037 121.164 362.699
1947 164.508 100.803 112.050 377.361
1948 267.438 88.821 107.301 463.560
1949 516.295 81.939 80.021 678.255
1950 480.153 70.347 65.724 616.224
1951 387.640 43.697 92.035 523.372
1952 411.013 44.721 70.032 525.766

(Fuente: YPFB)

La producción se elevó en 170%. En 1942 Sanandita


era el campd de mayor importancia, pero ai término dei pe-
ríodo su rendimiento no representaba ni el 10% de la pro-
ducción total. La declinación de este campo se compensó con
Camiri, pera aunque los niveles alcanzados en este último
fueron muy altos no llegaban a cubrir el consumo interno.
Otro hecho auspicioso fue que Bermejo reiniciara la produc-
ción, destinada a la Argentina después de un largo período
de paralización.
La elaboración y la producción se incrementaron lenta-
mente. En 1942 se trataron 254.361 barriles de crudo, en

152
PETROLEO EN BOL~

1952, 447.124 barriles, aumento que es pequeno si se consi-


dera que ya las refinerías de Sucre y Cochabamba estaban
en operación.

PLANES DE DESARROLLO
YPFB estudió la forma de intensificar su actividad pa-
ra exportar los saldos de la producción una vez cubierto el
consumo interno. Con este pr.opósito se decidió elevar la
producción de Bermejo a 5 mil barriles diarios, para lo cual
era necesaria una inversión de 2 millones y medio de dó-·
lares. Se estudió la manera de explotar intensamente las
estructuras de Camiri y Los Monos para obtener una pro-
ducción de 5 y 15 mil barriles de crudo respectivamente, con
una inversión de 7 y medio millones de dólares. Además se
construiría un oleoductõ, entre Camiri y Y acuiba a un costo
de 4 millones de dólares, destinado ai transporte dei petró-
leo de Camiri a la Argentina. En este país el crudo de Ca-
miri tiene buena aceptación por sus produétos livianos. El
petróleo de Los Monos, de una densidad mayor, podría ser
bombeado a Sucre y Cochabamba para elevar la elaboración
de diesel oil y fuel oil tan necesarios para el consumo in•
temo.
Este plan que de haber sido puesto en práctica habría
iniciado la exportación dei petróleo, fracasó porque el gobier-
no rehuyó arbitrar los recursos necesarios priváridose de una
importante fuente de ingresos.

SITUACION DE YPFB EN 1952

La producción declinó en los últimos aiíos hasta llegar a


1.037 barriles en 1952, con los cuales se cubría alrededor del
37% dei consumo nacional calculado para ese afio ·entre 4 y
5 mil barriles diarios. YPFB no tenía los equipos necesarios
para elevar la pr.oducción, contaba con tres rotativos y cua-
tro viejos spudders a cable, de los cuales sólo uno pudo ser
puesto en trabajo.
La actividad productiva de Bermejo era estacionaria,
no se efectuaron nuevas perforaciones .Y el trabajo se li-
mitó ai reacondicionamiento de los pozos existentes. Sanan-
dita declinaba; sus 12 pozos rendían como uno de Camiri, el
C 3; tampoco se ejecutaron nuevas perforaciones. Camiri
aunque sosteniendo el 75% de la producción total (Bermejo

153
SERGIO ALMARAZ

producía el 15% y Sanandita menos de 10%), no contaba


con equipos adecuados; su maquinaria accionada a vapor obli-
gaba a circunscribir la perforación a áreas vecinas al río Pa-
rapetí por falta de agua y tubería.
Los oleoductos continuaban trabajando con grandes tra-
mos llenos de agua y las refinerías operaban seis dias ai mes.
La situación financiera de YPFB era tambaleante. La
desvalorización monetaria decretada en abril de 1950, la in-
flación y la política económica oficial la perjudicaban gra-
vemente.
Aunque al término de 15 anos la industria fiscal creció
mucho, en 1952, carecia de los medios adecuados para con-
tinuar su desarrollo.

"PLAN 1953"

El país estaba gastando entre 8 y 9 millones de dólares


al afio en la importación de derivados. Se imponía el au-
mento inmediato de la producción. El gobierno destinó dos
millones de dólares para la compra de eouipos, se adquirieron
4 rotarys y el material necesario para 20 pozos.
El trabajo se inició sin pérdida de tiempo. Se abrieron
14 pozos, con una profundidad total de 14.134 metros. Se
descubrió "Sararenda", un nuevo horizonte productor en la
parte Sur de la estructura de Camiri, cuya reserva fue esti-
mada inicialmente en 8 millones de barriles [Sararenda es
actualmente el principal. productor de Camiri]. Se descu-
brieron otros horizontes: Santa Anita con 1.383 barriles de
producción inicial; Arenisca No. 14, No. 15 y otras dei Grupo
Inferior, cuyo rendimiento conjunto fue de 94 barriles dia-
rios. El descubrimiento de estos horizontes contrarrestó ven-
tajosamente la declinación de las capas superiores dei yaci-
tniento. En Bermejo como en Sanandita se reacondiciona-
ron los pozos viejos mediante operaciones de limpieza y me-
joramiento dei sistema de bombeo.
YPFB dio los primeros pasos para crear un departamen-
to de geologia y otro de geofísica. Se hicieron levantamien-
tos de Guairuy y de otras zonas próximas a Camiri.
El plan fue realizado en tiempo menor del previsto. AI
cabo de tres lustros el anhelo nacional de cubrir el consumo
interno con petróleo boliviano, estaba cumplido.

154
PETROLEO EN BOLIVIA

DESARROLLO DE YPFB

El desarrollo económico de YPFB está reflejado en las


siguientes cifras:
"El valor original del activo fijo -dice el informe de la CE-
PAL- pasõ de 29 milloDeS de dólares en 1952, a 56.4 millones en
1955; (de acuerdo a los diversos cambios) y el valor real de 22,7
millones a 39,2 millones. Las inversiones, que desde la creación
de YPFB hasta fines de 1952 habia. sido de 23,1 millones de dó-
lares y 251 millones de bolivianos, sumaron 20,3 millones de dó-
lares en divisas y 1.306 millones de bolivianos en los a.fios 1953,
1954 y 1955." (80)

La producción se elevá aceleradamente:


PRODUCCION DE CRUDO EN 1952-1957
EN BARRILES

Afios Camiri Sanandita Bermejo Totales

1952 411.013 44.721 70.032 525.766


1953 471.102 50.181 79.549 600.832
1954 1'571.254 47.407 76.282 1'694.943
1955 2'504.766 43.897 143.890 2'692.553
1956 3'195.823
1957 3'575.487

Yacimientos ejecutó nuevas obras para encauzar el au-


mento de su producción. Gastaba anualmente 705 millones
de bolivianos en fletes ferroviarios, de los cuales, de acuerdo
con un contrato entre The Boliyia Railway Co. y el Gobier-
no, el 40% debía convertirse en dólares de libre disponibi-
lidad, de modo que el transporte de combustibles al altipla-
no representá en 1955 1.127.000 dólares. Fuera de estas al-
tos costos, el transporte era deficiente por la limitada capa-
cidad de tracción del ferrocarril Cochabamba-Oruro, cons-
truído siguiendo un trazo inapropiado.
Para resolver este problema se tendió el oleoducto Co-

(80) CEPAL, "El Desarrollo Eeon6mieo de Bolívia", pág. 253.

155
SERGIO ALMARAZ

cbabamha-Oniro-La Paz, con una 'extensión de 375 kilóme.


tros, una· tubería de 6,5/8 pulgadas de diámetro y una capa.
cidad inicial de transporte de 4 mil barriles diarios. La
construcción realizada por la firma Williams Brothers, costó
7.5 millones de dólares.
Fue igualmente construído el oleoducto Camiri·Yacuiba
de 254 kilómetros de extensión, de 6,5/8 pulgadas de diáme-
tro y una capacidad de transporte similar al anterior, am·
pliable a 18 mil barriles con la instalación de nuevas bom·
bas. Costó 4 millones de dólares y fue tendido por la misma
firma norteamericana. Esta línea ha sido empleada para las
exportaciones a la Argentina, pero puede transportar en am·
bas direcciones.
En 1957, YPFB concluyó el oleoducto Camiri-Santa Cruz.
Tiene 300 kilómetros de longitud, un diámetr:o de 4,1/2 pul-
gadas y capacidad para 3 mil barriles diarios. Abastecerá
con el crudo de Camiri una de las plantas que se instalará
en Santa Cruz, hoy inactiva en Sucre. En estas condicio-
nes se facilitará tanto el abastecimiento local como la expor·
tación ai Brasil.
Otra línea en proyecto es la que uniría Bermejo con
Yacuiba, con una longitud de 150 kilómetros y un costo apro-
ximado de 4 millones de dólares. Con ella se podría ela-
borar el crudo pesado de Bermejo en el país, compensándo-
se el exceso de refinado de productos livianos.
· La red existente de oleoductos. tiene una longitud total
de 1.247 kilómetros los que se elevarán a 2.000 kilómetros
con los que se encuentran en estudio y en construcción. Es-
ta red permite la atención cómoda y económica dei consumo
en las principales ciudades de Bolivia. El transporte ferro-
viario continúa empleándose para la exportación a Chile (An·
tofagasta) y ai Brasil.
Una segunda etapa en la solución dei problema dei trans·
porte, es la construcción de líneas para la exportación. En
este orden el oleoducto Sicasica-Arica, seria una de las prin·
cipales. Conectado con la línea troncal Cochabamba-Oruro-
La Paz, tendrá una longitud de 350 kilómetros y un diáme-
tro combinado de 10,3/4 pulgadas en 280 kilómetros y 8,5/8
pulgadas en 70 kilómetros. Se instalarán dos estaciones de
bombeo, una en Sicasica y otra en Arica. En su primera
etapa tendrá una capacidad de transporte de 6 mil barriles
diarios. Gostará 11 millones de dólares. Para una segunda

156
PETROLEO EN BOLIVIA

etapa se proyecta construir una línea de 50.000 barriles de


Lamboyo a Sicasica, a un costo de 35 millones de dólares.
La Gulf prestará a YPFB 5 millones de dólares para la fi-
nanciación de la primera etapa, debiendo por este préstamo
reembolsar 8 millones. El interés del 12% es considerable-
mente alto. Para la construcción del segundo oleoducto, se
ha senalado que la producción de YPFB deberá ser de. 20.000
barriles diarios como miniwo y su reserva probada de 200 mi-
llones d~ barriles. ·
Otro oleoducto destinado a la exportación es el Trans-
chaco, con una longitud de 800 kilómetros, 165 en territorio
boliviano y un diámetro de 4 pulgadas y 640 en el Paraguay
con 6 pulgadas. De acuerdo a convenios entre los dos países,
el oleoducto tendrá una capacidad inicial de 1.000 barriles,
ampliable a 5 mil, y será financiado por cada gobierno en la
parte de territorio que le corresponda.

CRECIMIENTO DEL CONSUMO, IMPORTACIONES


Y EXPORTACIONES

El crecimiento dei consumo nacional ha sido rápido y


constante. En 1956 alcanzó a 2'146.148 .barriles.
Las importacicnes en 1938-1953, cubrieron entre la mi-
tad y las tres cuartas partes dei consumo. La producción
nacional oscilaba entre el 50% y el 25% dei consumo. Pero
á partir de 1954 las importaciones fueron innecesarias por el
aumento de la producción. En este mismo afio se inició la
exportación: fuel oil a la Argentina, gasolina común, kerose-
ne y diesel oil a Chile, Brasil, Paraguay y Perú.
El balance de YPFB en el período 1953-1957 es favora-
ble: la supresión de las importaciones equilibra financiera-
mente la explotación fiscal.

157
SE'RGIO ALMARAZ

BOLIVIA: AHORROS Y GASTOS DE DIVISAS PRODUCI-


DOS POR YACIMIENTOS PETROLIFEROS
FISCALES BOLIVIANOS
(Miles de dólares)

A H o R R o s
Importa- Transp. de
Afios clones Importac. Export. Total GASTOS

1953 2.735 618 -8 3.345 3.012


1954 4.604 873 328 5.805 4.737
1955 6.099 1.167 2.086 9.352 9.104
1956 7.797 1.454 2.675 11.936 10.157
1957(a) 7.838 1.451 4.573 13.862 10.806

(Fuente: CEPAL)

El total ahorrado es de 44 miUones contra 37 millones


de egresos. Estas cifras expresan el progreso de la industria
fiscal. Se habrá al.canzCl!do una segunda etapa cuando sea po-
sible cubrir el egreso con la exportación.
Bolivia ha celebrado convenios con la Argentina, Brasil,
Chile, Paraguay y Perú para la venta de petróleo y derivados.
Argentina. Por medio de los Tratados de Vinculación
Ferroviaria y Carretera, suscritos entre Bolivia y la Argen-
tina en los aíios 1941 y 1942, se acordó la construcción dei
FF.CC. Yacuiba-Santa Cruz y la Carretera Orán-Tarija. La
Argentina financiaria las obras mediante anticipos, los que
serían reembolsados por Bolívia a la conclusión de los traba-
jos, en dólares, pesos argentinos o petróleo. Los adelantos
efectuados por la Argentina para las mencionadas obras, a
fines de 1956, totalizaban 20.890.000 dólares. Esa es la su-
ma que el país debe pagar a la Argentina en 20 aíios y en
petróleo, de acuerdo al Protocolo Adicional de febrero de
1955. El crudo de Bermejo hasta el presente ha sido desti-
nado a cubrir estos compromisos.

(a) Calculado sobre estimaeiones de YPFB.

158
PETROLEO EN BOLIVIA

En septiembre de 1954 se suscribió el Convenio de Unión


Econômica, aprobándose listas de productos de intercambio:
minerales, metales y petróleo boliviano contra harina, gana-
do y productos manufacturados argentinos. La importancia
mayor correspondía al ganado en pie argentino y al petró-
leo boliviano. Debían exportarse 5 millones de dólares anua-
les de petróleo, pera la limitada capacidad de recepción de la
Argentina, impidió alcanzar los volúmenes acordados. Debi-
do a esta circunstancia, tas cuentas del Convenio arrojaron
a octubre de 1956, un saldo desfavorable a Bolívia de cerca
de 8 millones de dólares los que de acuerdo al Convenio de
Unión Económica podían ser cobrados en dólares de libre dis-
ponibilidad. A fines de 1956, la deuda de Bolívia a la Ar-
gentina, pasaba de 28 millones de dólares.
En diciembre de 1956 fue suscrito el Convenio de Co-
mercio y Pagos, dejando sin efecto el anterior. El sobregiro
comercial de Bolivia -8 millones de dólar-es- junto a otras
sumas parciales y un crédito para artículos alimentícios de
2.5 millones de dólares, pasaron a convertirse en deuda con-
solidada, la misma que se cancelará en 5 anos a partir del 19
de enero de 1958.
Este nuevo convenio estipula que los primeros 3.774 ba-
rriles ( 600 metros cúbicos) diarios de petróleo exportado, se
destinarán al intercambio comercial, 1.258 barriles (200 me-
tros cúbicos) adicionales servirán al pago de la deuda pro-
veniente de la construcción dei FF .CC. Y acuiba-Santa Cruz y
de la Carretera Orán-Tarija y los volúmenes que excedan a
las cantidades anotadas, servirán para amortizar la deuda con-
solidada. Esto significa que el mayor volumen de la expor-
tación no será gravado con las deudas dei país y que quedará
libre para adquirir alimentos.
El convenio fija también los precios para el crudo. Los
petróleos venezolanos "Tipo Oficina" y "Cumarebo" 1 regirán
los precios para los de Bermejo y Camiri, respectivamente.
Si hasta el presente las exportaciones de petróleo bolivia-
no a la Argentina se veían entorpecidas por la falta de trans-
porte, la construcción dei oleoducto ar~ntino Yacuiba-En-
carnación, facilitará dicha exportación.
Fijadas como están las bases para el intercambio bolivia-
no-argentino, del que puede esperar el país soluciones opor-
tunas para su abastecimiento alimentício, todo el problema
se reduce a que el gobiemo boliviano respalde los esfuerzos
de YPFB para aumentar la exportación.

159
sJhtGIO ALMARAZ

La Argentina es un gran mercado para el petróleo bo-


liviano. Imp.orta anualmente más de 170 millones de dóla-
res en hidrocarburos. Y acimientos Petrolíferos Argentinos,
cubre la mitad dei consumo interno que se aproxima a los
81.770.000 ban·iles (13 millones de metros cúbicos) al afio.
El norte del país, débilmente abastecido porque la entidad
fiseal debe concentrar sus principales esfuerzos en las zonas
de mayor consumo, constituirá siempre un mercado estable
para el petróleo boliviano, dándose de.tal modo la posibilidad
para que Bolívia pueda obtencr los alimentos de ese país ve-
cino.
Brasil. El convenio celebrado con el Brasil establece la
exportación anual de 150.960 barriles (24 mil metros cúbi-
cos) de gasolina y 15.725 barriles (2.500 m 3 de kerosene).
Estas cantidades se podrán alcanzar y sobrepasar, si me-
jora el transporte en la línea férrea Corumbá-Santa Cruz.
Chile. En este país YPFB ha celebrado contratos de ven-
ta por 24 mil metros cúbicos anuales de gasolina, puesta en
Antofagasta, con varias compa:fiías privadas norteamericanas
encargadas de la distribución.
Perú. YPFB ha convenido con la Intemational Petroleum
la venta de 19.100 metros cúbicos anuales de gasolina para
el abastecimiento del Sur del Perú. Los pagos se efectuar~
en dólares libres.
Paraguay. El convenio boliviano-paraguayo, establece la
provisión diaria de 1.000 barriles de petróleo o. derivados, una
vez que haya sido concluído el oleoducto Transchaco, tenien-
do el gobiemo paraguayo opción a elevar dicha cantidad has-
ta 5 mil barriles, si la producción y los compromisos de Bo-
lívia lo permiten.
Los actuales compromisos comerciales de Bolivia repre-
sentan más de 350 mil metros cúbicos (más de 2.2 millones
de barriles) anuales entre crudo y derivados, sin tomar en
cuenta los 365 mil barriles destinados ai Paraguay. Con es-
tos últimos la exportación seria de 2.5 millones de barriles,
los que representarían un ingreso de 7.5 millones de dólares.
Tales son los avances realizados- en el terreno de la expor-
tación por YPFB. •

EL PROBLEMA DE YPFB

En los últimos cinco anos la única actividad económica


que ha tenido en Bolivia un desarrollo saludable, ha sido la
industria fiscal dei petróleo. Pero el estado actual de la eco-

160
PETROLEO EN BOLIVIA

nomía boliviana y la orientación económica fiscal, amenazan


no sólo detener y hacer retroceder el progreso de YPFB, sino
que tácitamente está _plantleada la desaparición de la indus-
tria fiscal. Veamos en qué consiste el problema.
Son cuatro yacimientos los que proveen la actual pro-
ducción de YPFB: Camiri, Guairuy, Bermejo y Sanan-
dita. Camiri sigue siendo el más importante. Su produc-
ción en 1955 alcanzó ai 87,35% de la producción total,
le siguen el de Guairuy con el 5,68%, Bermejo con 5,34% y
Sanandita con 1,63%. Dentro de la producción diaria total
de 8.680 barriles en 1956, Camiri y Guairuy aportaron con
8.239 barriles, Sanandita con 105 barriles y Bermejo con 346.
De acuerdo a la información consignada en el informe de la
CEPAL ( 81 ), la producción media de los 17 pozos en explota-
ción de la arenisca Sararenda fue de 313 barriles y la de los
38 pozos de todo el yacimiento de Camiri fue de 215 barriles.
La situación de los otros. yacimientos en explotación,
conforme a la opinión de técnicos de YPFB, ofrece pocas po-
sibilidades de desarrollo posterior. El informe de la CEPAL
dice de Guairuy que por tratarse de una estructura "angosta
y complicada tectónicamente", sus posibilidades de mayor de-
sarrollo son limitadas. Bermejo sin ser un yacimiento gran-
de, está en mejor situación que el anterior, porque los pozos
de las areniscas Tupambi podrían producir en los horizontes
superiores. Sanandita es un yacimiento prácticamente ago-
tado por lo menos en lo que se refiere a sus horizontes supe-
riores. Su rendimiento actual es de 10 barriles diarios por
pozo. Todo lo que se puede esperar, si las perforaciones pro-
fundas no dan resultados, es prolongar por un tiempo más
su producción reacondicionando los pozos y mejorando el
bombeo.
YPFB está realizando trabajos en otras áreas para des-
cubrir reservas explotables. En el yacimiento de Toro, con
un pozo concluído, se ha obtenido una producción media en
agosto de 1956, de 377 barriles. El avalúo del yacimiento,
necesita un mayor número de perforaciones. En cuanto a
Buena Vista e Itapirenda, son considerados de dudosa explo-
tación comercial, pues el rendimiento de los pozos es muy pe-
queno, en Buena Vista de 20 a 25 barriles.
Teniendo en cuenta los yacimientos ya conocidos y es-
timando las reservas de aquellos en los· que se efectúan tra-

(81) Ver CEPAL, Ob. Cit., págs. 259 y siguientes.

161
S*GIO ALMARAZ

hajas de explotación, las actuales reservas de YPFB son li-


mitadas y no ofrecen perspectivas para un desarrollo mayor
en el futuro. A este respecto, se encuentra el sigui~nte co-
mentaria en el informe de la CEPAL:
"Desafortunadamente, la. ma.gnitud de las reservas proba.das,....
es dudosa. en la. a.ctualida.d. A fines de 1955 se estima.ba que en
total era.n cerca.na.s a los 80 millones de ba.rriles, de los cua.les co-
rrespondia.n 7 millones a. Camiri, 5 a Gua.iruy, 15 a las estructu-
ras proba.das de Bermejo y Arrozales, y 2 millones a Sana.ndita.
La cifra total asigna 10 millones de ba.rriles al yacimiento de
Camatindi, descubierto por la Sta.ndard y que YPFB no explota."
"Las reservas que se decía.n existía.n a. fines de 1955 deben
considerarse con prudencia, pues parece que estudios más recien-
tes da.n cifras bastante inferiores''

Las perforaciones que proyecta realizar la gerencia de


Explotación de YPFB entre los yacimientos de Camiri e Ita-
pirenda, servirá para determinar si la estructura de Camiri
continúa o se cierra. "En el primer caso, dice el informe,
las reservas de Camiri, podrían duplicarse, y en el segundo la
prciducción entraria en declinación dentro de un par de
anos". ( 82 ) .
Para mejorar la situación de Camiri se reinyectará gas
seco con la planta que para este fin se proyecta instalar. Con
este sistema aumentarán las reservas susceptibles de ser re-
cuperadas y la vida dei yacimientos se prolongará en un 10%,
aprovechándose simultáneamente el gas que en la actualidad
se desperdicia. (En Camiri se quema 10 millones de pies cú-
bicos de gas, 1.399 barriles de petróleo equivalente).
En busca de reservas explotables YPFB, a mediados de
junio de 1957, inició un plan de perforaciones exploratorias
a 4 kilómetros al sur de Carandaiti, en la serrania de Man-
deyapecua. El punto se halla situado a 130 kilómetros ai
sudeste del campamento de Yacimientos en Camiri. No hay
información sobre las posibilidades de este yacimiento.
La situación presente de YPFB entrana una grave ame-
naza: dentro de 2 o 3 anos, la producción puede sufrir un
violento descenso si no se amplia la reserva. Si este hecho
se produce, quedará paralizada su actividad y el país se ve-
rá en la alternativa de tener que suspender sus actual~s ex-
portaciones de crudo y derivados, o realizar importaciones
con desLino al consumo interno.

"(82) CEPAL, Ob. Cit. págs. 216 y 262.

162
PETROLEO EN BOLIVIA

El problema fundamental consiste en elevar la reserva.


La producción estará .constrefiida a seguir el ritmo de ese
trabajo. Hasta el presente, YPFB ha desplazado sus esfuer-
zos con su insuficiente número de equipas bacia •Ia produc-
ción, sacrificando el trabaj.o exploratorio. Las condiciones
económicas dei país han forzado a la entidad fiscal a realizar
un máximun de esfuerzo en sus tareas vinculadas con la
producción. Sin el esfuerzo productivo no se equilibra con
el trabajo de exploración, la producción caerá inevitable-
mente. La situación de YPFB, se ha formulado como sigue:
"El problema principal a que se ve abocado YPFB para
dar solución a. corto plazo al problema del estancamiento de la
la producción, lo constituye el marcado descenso de la producción
de los pozos, que se ha. estimado cn 4 por ciento mensual para.
Camiri y Guairuy, y en 5 por ciento para Bermejo".
"Es indudable la conveniencia que representaria para YPFB
poder solucionar su problema petrolero mediante el aumento de
la producción del yacimiento de Camiri o de otros cercanos a él. ..
paro como ello es muy dudoso, se IMPONE UNA INTENSA CAM-
P.A...~A DESTINADA A LOCALIZAR NUEVAS ESTRUCTURAS
y probarlas con pozos exploratorios."
"Como nuevos yacimientos de posible explotación, YPFB pien-
sa principalmente en dos en la zona llana, el de Madrejones y el
de Carandaití." ( 83)

Las perforaciones exploratorias en Carandaití, pueden


fracasar dada la profundidad dei yacimiento -2.500 me-
tros- y la ausencia de equipas de mayor capacidad.

MADREJONES

En cuanto a Madrejones que en relación al anterior ofre-


ce mejores perspectivas, se ha llamado a licitación. Su re-
serva está estimada en 300 millones de barriles, de los cua-
les 60 millones corresponderían a Bolívia y 240 a la Argen-
tina. ( 84 ) Es un yacimiento profundo, 4 mil metros, ( 4.500

(83) CEPAL, Ob. Cit., pág. 282. .


( 84) La información sobre la reserva de Maurejones es contradic-
toria. YPFB asigna a toda la estructura 120 millones de barriles de los
cuales 40 o 50 millones estarían en Bolívia. Se ha dicho también que YPF
Argentinos habrían estimado la reserva de la parte argentina en 80 mi-
·nones de barriles "recuperables", de modo que nuestra información que
seiíala a la Argentina una reserva total de 240 millones es correcta cal-
culando una recuperación dei 30% ai 40%. Nuestra información tomada
del informe de la CEP AL, ocupa un término medio entre las cifras pe-

163
'sERGIO ALMARAZ

metros según iJ>FB), pero la productividad es mucho más


alta que la de Camiri, pues sería superior a los 870 barriles
por día. ( 85 }. Es muy rico en gas y los estudios que sobre el
partil'ular tiene realizados el gobiemo argentino, lo han de-
cidido a construir un costoso gasoducto (de Campo Durán y
Madrejones hasta Buenos Aires).
La importancia de esta estructura es indudable. Hace
algún tiempo en el sector argentino se perforó un pozo cuya
potencia no pudo ser controlada. El petróleo y el gas rom-
pieron la válvula fluyendo varies días mientras los técnicos
de YPF luchaban para restablecer el control.
El ex-Canciller Gustavo Chacón decía que el descubri-
miento de los yacimientos argentinos de Madrejones y Cam-
po Durán había sido "suficiente para modificar el porvenir
inmediato de la industria petrolera argentina" ( "El Diario",
16 de julio de 1957). El profesor argentino Adolfo Silenzi
de Stagni, una de las autoridades argentinas más competen-
tes en la materia, expresó el mismo criterio:
"Si antes del descubrimiento de los yacimientos en el Norte
Argentino está.ba.mos dispuestos a lograr a.quel objetivo [el auto-
a.basteeimiento], con cuá.nta mayor razón debemos persistir ahora.
que un pozo de Campo Durán equivale a 300 que se perfora.n en
Comodoro Riva.da.via, simplificá.ndose a.si, en igual proporción, el
esfuerzo." ( 86)

- La reserva de Madrejones es más grande que TODA LA


RESERVA COMBINADA DE LOS ACTUALES YACIMIEN-
TOS EN EXPLOTACION. Esto quiere decir que si actual-
mente YPFB sólo explotase Madrejones, clausurando los de-
más campos, estaría en mejor situación: la producción de sus
pozos sería mayor, su reserva más grande y el terreno menos
accidentado que el de Camiri, facilitaria el trabajo.

simistas de YPFB y las optimistas de ciertos autores uno de los cuales


avaluó la mencionada reserva en 600 millones de barriles.
(85) A este respecto las cifras también son contradictorias. El
informe de la CEPAL calcula la capacidad productora de los pozos de
Madrejones en más de 2.500 barriles por pozo y por día. N osotros no
hemos tomado como base esta cifra, prefiriendo la de YPFB -obtenida
a su vez de YPF Argentinos cuyos pozos en Madrejones al parecer rin-
den este volumen-, para poder partir de las mismas estimaciones en
base a las cuales hemos calculado la inversión que sería necesaria para
el desarrollo futuro de la zona.
(86) Comentaria sobre el libro de Enrique Mosconi, "La Batalla
del Petróleo", Ediciones Problemas Nacionales, Bs. As. 1957.

164
PETROLEO EN BOLIVIA

YPFB ha realizado estudios en Madrejones, según se in-


forma, a un costo superior al millón de dólares. Esos estu-
clios y los efectuados en la Argentina, remarcan su importan-
cia. A grosso modo, el petróleo de Mad.rejones representa al-
rededor de 900 millones de dólares, de los cuales 150 están
en Bolivia. ( 87 ).
El trabajo en Madrejones se habría podido iniciar
con tres equipas. de perforación profunda y el material
necesario para seis pozos de 4.500 metros. Considerando el
costo de equipas y materiales [menos de un millón de dó-
lares por eq'\}ipo de perforación profunda], el costo de per-
foración [de acuerdo a YPFB 750.000 dólares por pozos de
4.500 metros de profundidad], mano de obra, etc., la entidad
fiscal pudo haber iniciado la explotación con un presupuesto
de 8 a 10 millones de dólares, inversión que habría sido có-
modamente amortizada en los dos o tres primeros afias con
una producción inicial de 4 mil barriles diarios. Los bene-
ficios así obtenidos habrían financiado la prosecución de los
trabajos sin necesidad de nuevos gastos.
La dirección de YPFB ha tratado de explicar la cesión
de Madrejones aduciendo razones técnicas y económicas. Se
trataría de una estructura "que presenta mayores dificulta-
des en su desarrollo por dos razones principales: a) Por la
gran profundidad de sus pozos. . . lo que demanda inversio-
nes muy crecidas y b) Por la necesidad de nuevas y más
costosas inversiones cuando llegue el momento de la utiliza-
ción y aprovechamiento del gas". ( 88 ) [instalación de plantas
recuperadoras y reinyectoras, etc.]. Se ha mencionado tam-
bién a San Pablo, Brasil, como probable mercado para el gas,
siempre que se' pudiera tender un gasoducto. Ambos argu-
mentos no merecen tomarse en cuenta. El primero, porque
los castos ocasionados por la profundidad de la estructura, se
compensan ampliamente con la capacidad productiva de ·los
pozos, pues su rendimiento inicial permitiria cubrir el costo
de perforación en algo más de seis meses. El segundo, más
superficial que el primero, revela el deseo de desorientar a la
opinión pública impidiendo que advierta el grave dano que se
~a causado a YPFB. Madrejones no tiene problema ·de trans-

(87) El ingeniero Tejada de YPFB en la infonnación parlamen·


taria de agosto de 1957 dijo que la riqueza de Madrejones entre gas y
petróleo era do 166 millones de dólares. •
(88) "Razones de la Licitación ... ", "El Diario", 19 abril de 1957.

165
<.....
SERGIO ALMARAZ

porte porque toda su producción -gas y crudo- puede ser


vendida a la Argentina emp'teando para el efecto el gasoducto
que está construyendo YPF entre Madrejones-Campo Durán
y Buenos Aires. Bolivia tiene convenios con la Argentina pa-
ra vender petróleo. De acuerdo con informes conocidos, es
posible que las cantidades estipuladas no puedan servirse en el
futuro debido a la declinación de los actuales campos de pro-
ducción. La solución sería Madrejones. Es más, esta posi-
bilidad sería decididamente respaldada por YPF Argentinos
porque aseguraría una explotación coordinada y racional dei
yacimiento, mientras que con la entrega de la parte bolivia-
ha dei mismo a una ccmpaiíía privada, aparece el peligro de
la destrucción y el agotamiento prematuro a consecuencia
de una desenfrenada competencia. Este fue el motivo por el
que a mediados de julio de 1957, se hizo presente en La Paz
una delegación de YPF Argentinos para acordar la explota-
ción coordinada. En el acuerdo suscrito el 24 de julio de
' 1957 se estipula que la explotación deberá hacerse en "forma
racional" y "de manera que contemple los intereses de ambas
partes" y tratándose de yacimientos comunes se podrán fijar
las "bases de su explotación". Para Madrejones se seiíala
que a menos de 350 metros a cada lado de la frontera -para-.
leio 22- no se podrá perforar. Se intercambiará informa-
ción sobre las acumulaciones comunes y "YPFB y YPF Ar-
gentinos podrán facilitarse entre sí. . . elementos materiales
destinados a la explotación de las acumulaciones fronterízas".
Debemos agradecer la oportuna gestión de YPF Argentinos y
lamentar que YPFB haya quedado indiferente ante la posible
destrucción dei yacimiento con la concesión de la zona bo-
liviana a una compaiíía extranjera. (89)
La licitación de Madrejones ha sido organizada siguiendo
un criterio determinado. La convocatoria habla de un "con-
trato de operación conjunta" entre YPFB y la compaiíía ad-
judicataria. Per.o se habla también de porcentajes sobre la
producción y de anticipos en efectivo sobre ellos. En reali-

(89) De parte de las autoridades de YPFB no sólo ha habido in-


diferencia a este respecto. Se ha querido impresionar a la opinión pú-
blica haciendo notar la actividad productiva dei lado argentino frente
a. la cnal no quedaría otro recurso que entregar la parte boliviana a
una compaiíía extranjera. que 11chupe" igual o más que YPF Argentinos.
Este tipo de competencia se conoce en los Estados Unidos cozi. la- elo-
~uente expresión de "Ley de la Captura". Ha ocasionado la destrue-
ción de reservas y la elevación continua de los costos.

166
PETROLEO EN BOLIVIA

dad no se trata de una "operación conjunta". Es una nue-


va entrega al capital extranjero por media de una concesión
corriente. Por lo demás, la forma como se organizá la lici-
tación confirma este criterio. Los organizadores pusieron
mucho empeno en la participación de firmas norteamerica-
nas mientras que para atraer el interés dei capital europeo
se limitaron a enviar notas a las pocas legaciones que tiene
el país en Europa.
En cierta antesala ministerial se dijo mucho tiempo an-
tes dei llamamiento a licitación (El Diario 27 de mayo de
1957), que se habría resuelto la cesión a la Gulf por media
de un "contrato de operación". Pera deben haberse dejado
sentir presiones de intereses opuestos a los de esa compafiía
para que el Gobierno cambie de opinión. Tal criterio se
desprende de la velada alusión a la Gulf contenida en la nota
de respuesta de YPFB al Sr. Gustavo Chacón. El párrafo
dice así: "La idea que tiene el Supremo Gobierno y YPFB de
no canalizar en una sola dirección nuestra naciente industria
llevó a la decisión de la licitación pública." ( 90 ) Es cierta-
mente la primera vez que el gobierno y YPFB hablan de "no
canalizar en una' sola dirección" la concesión de yacimientos
petrolíferos. Pero es poco probable que los intereses no-Gulf
hayan llegado a adquirir tanto peso en el gobierno como pa-
ra contener el monopolio. Es igualmente improbable que en-
tre los dirigentes de YPFB y los miembros del Ejecutivo exis-
ta el deseo sincero de salvar el menguado patrimonio fiscal
evitando que un monopolio acapare toda la reserva.
Los seiiores Holland y Eder han estado estrechamente
vinculados con la licitación. Eder "indirectamente" porque
amputó el presupuesto de divisas de YPFB e impidió la con-
certación de créditos en el extranjero de modo que la enti-
dad fiscal no estuviere en condiciones de dedicarse de inme-
diato al trabajo de Madrejones. Holland realizó varias via-
jes especiales a Bolívia con el deseo ·-según se dijo-- de
adjudicar Madrejones a las cuatro compafiías subrogatarias
del contrato McCarthy. Estos serían los intereses "no-Gulf" .
. El golpe asestado a la industria fiscal tiene consecuen-
cias graves. Se priva a YPFB de recursos más ricos que los
que actualmente explota. Sele corta la posibilidad de conti-
nuar su actividad en un campo próximo a sus zonas de ope-
.T.t:;_,.!1
(90) "Razones de la Licitaeión ... ", "El Dia.rio'', 19 de julio dé
1957.

167
\...
SERGIO ALMARAZ

ración, excelentemente ubicado, con vías de acceso y todo


esto tiene lugar cuando necesita más perentoriamente que
nunca aumentar su reserva explotable.

EQUIPOS, LLAVE DE LA SOLUCION


.
Con sus ·actuales equipas YPFB no podrá ir muy lejos.
La profundidad de los pozos ha aumentado a consecuencia
de la búsqueda de reservas a niveles más profundos. Actual-
mente dispone de 11 unidades de perforación. Como la ma-
yor parte de, ellos se los emplea en mantener al producción,
no se puede realizar el trabajo de perforación exploratoria
en la extensión y profundidad necesarias.
El presupuesto de la entidad correspondiente a 1957,
fue elaborado de acuerdo al criterio dei Sr. Eder, que como
se sabe, se esforzó en "podar" todos los gastos innecesarios
según su criterio, para hacer posible el plan que lleva su nom-
bre. A este respecto, se encuentran los siguientes comenta-
rios en el informe de la CEPAL:
"Para iniciar la explotación de este yacimiento, [Madrejones]
es indispensable un equipo de perforación profunda, dei que
YPFB no dispone en la actualidad, y cuya adquisición se supri-
mió de su presupuesto al adoptarse las medidas de estabill-
zación."
" ... YPFB se encuentra en la imprescindible necesidad de
realizar las tareas exploratorias que permitan concretar las posi-
bilidades de explotaciõn de nuevos yacimientos y de aumentar la
producción de petróleo crudo. A este respecto, es indudable que
el presupuesto de 1957 constituye un dique de contenciõn para.
que YPFB pueda comenzar Ias actiV1dades necesarias para lograr

-
ese objetivo."

Las divisas asignadas a YPFB en 1957 fueron 12,6 mi-


llones de dólares. Pero como debieron efectuarse varias de-
d'Ucciones (1,8 millones para gasolina y otros productos pa-
ra la aviación, 3,2 millones para pagos por compromisos an-
teriores) el saldo se calculá que se reduciría a 7,6 millones,
que distribuído en obras indispensables (oleoducto Camiri-
Santa Cruz, gastos de explotacián, etc.), eliminá el margen
para la compra de un equipo de perforacián profunda, cuyo
precio aprnx!rnado es de 894 mil dólares.
6 Quiso facilitar Mr. Eder la entrega de Madrejones a
compafiías extranjeras desmantetando a YPFB?

168
PETROLEO EN BOLIVIA

Dentro de la orientación económica general imperante


en el país en los últimos anos, la falsa política de créditos y.
las restricciones a Ia actividad de Ias entidades autárquicas, se
pueden destacar como los dos aspectos que han influído más
para descapitalizar técnica y financieramente a YPFB.
En cuanto a lo primero, se han aceptado créditos bajo
condiciones lesivas para el Estado (caso Markus), y tratán-
dose de YPFB, los términos de amortización aceptados so-
brepasan sus posibilidades resultando de ese hecho que . sus
divisas, comprometidas por diversas obligaciones, son insu-
ficientes para adquirir los equipos y el material de trabajo
que tan angustiosamente necesita. Esto no significa que
YPFB deba dejar de lado la política de créditos; por el con-
trario hay posibilidades y prácticas en Ia industria dei petró-
leo que YPFB aún no h.a empleado.
En cuanto a las restricciones impuestas ai desenvolvi·
miento· de las entidades autárquicas, el Plan Eder ha tenido
para YPFB las siguientes consecuencias: a) ha limitado su
presupuesto de divisas efectuando supresiones altamente per-
judiciales, tal el caso de los equipos de perforación profunda;
b) Ias divisas adeudadas a YPFB hasta diciembre de 1956,
debían ser entregadas a Bs. 190; pero con el plan de estabi-
lización se obligó a la entidad fiscal a pagar 7.500 bolivia-
nos por dólar; c) con el sistema de "dólar libre" los carbu-
rantes han sufrido un alza considerable afectando a todo el
pueblo. Esta alza, inevitable en una economia "libre" como
la impuesta por el Sr. Eder, ha sido perjudicial para YPFB,
política y económicamente.

PERDIDA DE RESERVAS

Los equipos constituyen una parte dei problema de


YPFB. Más grave aún es la pérdida de extensas zonas pe-
trolíferas. El artículo 20 dei Código dei Petróleo divide e]
territorio nacional en tres zonas hábiles para la explotación
privada. La zona de YPFB ubicada al sudoeste dei país, Ia
más pequena, no representa más de 10.500.000 hectáreas, po-
see Ias siguientes características: los yacimientos en actual ex·
plotación son pequeiios y no ofrecen perspectivas de gran de-
sarrollo ulterior; el petróleo liviano es mayor que el pesado
(los productos pesados aumentan en el consumo nacional y
extranjero); hay considerables volúmenes de gas cuyo apro-
vechamiento es más costoso.

169
\
SERGIO ALMARAZ

Por import~nte que sea la zona de YPFB, no puede ad-


mitirse que el desarrollo futuro de la entidad fiscal quede li-
mitado a recursos potenciales de una zona, cualquiera que
ésta sea. Pero si este hecho es altamente negativo, lo es más
la situación creada por el artículo 161 del Código que permi-
te la explotación privada en la zona fiscal al autorizar la ce-
lebración de contratos de arrendamiento u operación y la for-
mación de empresas mixtas.
En la zona de YPFB han sido comprometidas las siguien-
tes ~reas: {Véase Mapa págs. 176-177).

Concesión Me Carthy ........... . 359.700 hectáreas


Contrato Gulf .................. . 1.500.000 ,
Licitación de Madrejones ........ . 43.800 ,
Parte de la Concesión al Brasil que ,
abarca la Zona YPFB {aprox.) .. 1.200.000

AREA COMPROMETIDA: 3.103.500


,

Las concesiones anteriores que comprometen un tercio


del área total de YPFB, representan la pérdida de yacimien-
tos conocidos, como Los Monos, Agua Salada, Madrejones y
otros. Por otra parte, las concesiones efectuadas en todo el
país hasta junio de 1957, unos 9 millones de hectáreas, do-
blan el área de la zona que le queda a YPFB.
La situación de YPFB respecto de "su" zona puede re-
sumirse así:
r. El Código sólo nominalmente reconoce a YPFB el de-
racho de poseer una zona. 2Q La zona no es exclusiva. 3 9
Juridicamente la entidad fiscal está en condiciones inferiores
a las compafiías extranjeras porque éstas, además de tener
un área exclusiva, tienen acceso a la zona fiscal. 4 9 El Es-
tado no sigue una política de formación de reservas.
YPFB, descapitaliza técnica y financieramente, ha llega-
do a un punto peligroso de acuerdo a las normas técnicas por
la desproporción que existe entre su producción y las áreas
en explotación. Esta desproporción sólo puede "ajustarse"
con el descenso de la producción o el aumento de las áreas en
explotación.
Se ha desaprovechado lamentablemente el crecimiento y
la expansión de la actividad de YPFB en los últimos anos
como factor para iniciar una segunda etapa en el desarrollo

170
PETROLEO EN BOLIVIA

de la industria fiscal. . Esto impedirá el aumento de la ex-


portación a breve plazo.
La actual política petrolera que tiene por base la entre-
ga de los yacimientos al capital extranjero, actúa sobre YPFB
como una tenaza cuyas mandíbulas -entrega de las áreas de
reserva y falta de equipos- amenazan paralizar su actividad.
Está tácitamente planteada la liquidación de la entidad fiscal.
CAPITULO SEXTO

LAS DOS LEYES

Para un análisis completo de la legislación petrolera en


nuestro país, propósito que no corresponde ai presente traba-
jo, habría que tomar en consideración varias disposiciones
legales dictadas a partir de mediados dei siglo pasado, y aun
antes, si los orígenes jurídicos hubiésemos de buscarlos en
la Colonia. Pero para el examen político es necesario remi-
tirse a dos leyes fundamentales porque cada una de ellas afia-
de una nueva fase ai problema: la ley de 20 de Junio de 1921
y la de 26 de Octubre de 1955.
La ley dictada bajo el gobierno dei General Toro el 24 de
Octubre de 1936, refleja relativamente el pensamiento na-
cionalista de la postguerra y siendo más avanzada que la de
1921 no acusa, sin embargo, diferencias sustanciales. Para
seguir la evolución jurídica dei problema petrolero su estu-
dio es indispensable, no obstante su efímera existencia, mas,
para nuestro propósito no corresponde analizarla por dos ra-
zones: en primer lugar porque la ley de 1955 deroga formal-
mente la de 1921 estableciéndose por tanto, entre ambas,
una tácita confrontación y, en segundo término y ésta es la
más importante, porque las leyes de 1921 y 1955, y no así la _
de 1936, crearon determinados efectos iniciando etapas nue-
vas en la vida nacional.
Con la Ley Orgánica de Petróleo de 20 de Junio de 1921,
se intentó, vanamente, detener el avance de los monopolios
extranjeros y evitar que el país perdiera sus reservas, y aun-
que en tal sentido representaba un esfuerzo tardío, con el que
no pudo remediarse el dafio causado por la legislación pre-
cedente, con esta ley se inició la defensa legal de los hidrocar-
buros bolivianos.

173
SERGIO ALMARAZ

El 26 de Octubre de 1955, el gobierno dei presidente Paz


Estenssoro, aprobó el Código dei Petróleo, levantó la Reserva
Fiscal y derogó la Ley de 20 de junio de 1921. La nueva ley
modificá la tradición jurídica boliviana de los últimos 35 anos
en materia petrolera, colocando ai país ~n el punto de par-
tida: 1920.
El Código dei Petróleo nació a la vida en circunstancias
excepcionalcs: Fruto de una situación econômica angustiosa,
fue seiialado por sus autores como wia esperanza de bienestar
,!Tmejoramiento econômico. Parece haber llegado para los bCJ·
livianos el temido momento en que hay que poner los ojos en
otra riqueza explotable que ocupe el lugar dei estaíio.
;,Se justifica el optimismo de los autores de la nueva ley?
i. Qué deben esperar los bolivianos de la política petrolera que
ahora se inicia? Estas preguntas encontrarán sus respuestas
apropiadas en el examen dei Código y de las concesiones hasta
hoy otorgadas.

CONDICIONES QUE EXIGE LA LEY PARA LA


ADJUDICACION

El capital.nacional no tiene posibilidades de emplearse en


la explotación dei petróleo debido a la naturaleza de las con-
diciones que establece el Código.
El criterio comúnmente aceptado, es que el desarrollo de
la economía dei petróleo y el crecimiento gigantesco de los
trusts que monopolizan la mayor parte de esta industria en
el mundo, obstaculizan el establecimiento de empresas nacio-
nales en los países dependientes.
En América Latina y desde luego en nuestro país, cuando
el capital nacional intentó dedicarse a la explotación dei pe-
tróleo, fue fácilmente desplazado por la competencia extran-
jera. Reàucido a la impotencia sirvió como intermediaria en-
tre el Estado y las empresas extranjeras, lucrando con la re-
venta de concesiones.
Países de considerable desarrollo econômico como el Bra-
sil, la Argentina y Chile han prohibido la explotación privada
del petróleo, aun tratándose del capital nacional, porque atra-
vés de él pueden extender sus intereses los monopolios ex-
tranjeros. En realidad se trata de ayudar al Estado a refor-
zar su der'echo a explotar sus hidrocarburos, en forma ex-
clusiva, por medio de empresas estatales.

174
PETROLEO EN BOLIVIA

Pero, cuando las empresas extranjeras están autorizadas


a participar en la industria petrolera, la presencia del capital
nacional, los estímulos y ventajas que se le brinden, se con-
vierten en medios políticos y económicos para la defensa deJ,
Estado contra .los monopolios extranjeros. El concepto varía
de una a otra situación.
Los requisitos exigidos por el Código para solicitar conce-
siones están sefialados por los artículos 7, 42 y 43:
"Art. 7.- Las concesiones pueden ser adquiridas por cualquier
persolià civilmente capaz, que haya comprobado su solvencia técni-
ca y financiara para llevar a cabo la exploraciôn, explotación, re-
finación y transporte de hidrocarburos."
"Art. 42.- La capacidad econômica del peticionario se demos-
trará mediante una exposiciôn de sus antecedentes econômicos y
financieros y su grado de solvencia para costear los trabajos de la
concesiôn y soportar las consiguientes obligaciones y gravámenes
legales."
"Art. 43.- La capacidad técnica del peticionaria se demostrará me-
diante twa memoria expositiva acerca de su idoneidad y experien-
cia en la. industria del petróleo."

Estas son las "condiciones mínimas", resultando de ellas,


como decíamos, que en todo el país no habrá un capitalista,
ni un grupo de capitalistas genuinamente nacionales, que
puedan demostrar satisfactoriamente su capacidad económi-
ca y técnica. Si consideramos que el capital mínimo indis-
pensable para iniciar la explotación del petróleo, en propor-
ciones modestas, varía de 5 a 15 millones de dólares, la cpn-
clusión es que no habrá inversor nacional capaz de emplear
su dinero en una empresa semejante.
Pero suponiendo que una entidad constituída por capi-
tales nacionales pudiese exhibir antecedentes satisfactorios so-
bre su solvencia económica, no podría demostrar nada, en lo
que se refiere a su "experiencia en la industria del petró-
leo". En efecto, los hombres de negocios de Bolivia no tie-
nen ninguna experiencia técnica que no sea el fracaso de la
Compafiía "Aguila Doble", que hace veinte afios, con más
entusiasmo que dinero, efectuó en Cochabamba algunas per-
foraciones infructuosas.
La falta de experiencia técnica de los capitales naciona-
les en la industria del petróleo, es c,omún a toda América La-
tina. No hay un sólo caso de capitales latinoamericanos que
hayan podido organizar con éxito empresas privadas para la
explotación dei petróleo; que hayan conseguido vencer la pre-
sión de los monopolios extranjeros que muchas veces consi-

175
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~ Contr.}to Gl~~~n Me (arttl~lllt.
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SERGIO ALMARAZ

guen oponer la acción tle los gobiernos contra los capitalistas


nativos. Pero el capital nacional tiene, naturalmente, un rol
importante en la defensa de las riquezas nacionales, como lo
ha demostrado en la Argentina, Brasil y Chile, países en los
cuales la burguesia nacional se ha sumado a ia causa nacional
del petróleo. ·
- En la Ley de 20 de junio de 1921 existia un espíritu más
benevolente y mejor dispuesto para los capitalistas naciona~
les. El artículo 38 establecía que eJl Poder Ejecutivo podía
reservar en cada zona las extensiones que estime conveniente
para cederias en sociedad a compaiíías, "prefiriendo a las cons-
tituídas con capitales del país ..
La legislación de aquellos países que no han nacionali~
zado su industria de hidrocarburos, tiende a favorecer la in~
versión de capitales nacionales. En el Perú, las compafi.ías
organizadas con posterioridad a la Ley de Petróleo No. 11780
a.probada en julio de 1952, fueron obligadas a ofrecer a los
capitales peruanos el 30% de sus acciones, "al tiempo de
constituirse, de manera que el capital social pueda quedar
formado con capitales nacionales en la indicada proporción"
(Art. 17). En el régimen de "Areas de Reserva Nacional",
la mencionada Ley establece un sistema de prioridades para
la explotación de estas reservas, en el orden siguiente:

a) Por el Estado dir~tamente;


b) Por el Estado asociado a capitales naciona.les;
c) Por personas natura.les o jurídicas naciona.les; y en último lugar,
quedan mencionadas las empresas extra.njeras.

Otra ventaja de considerable importancia para el capi-


tal peruano, es la amortización rápida dei capital invertido
en la industria. Las deducciones por "Factor Agotamiento"
que en la zona de la costa para las explotaciones extranje-
ras son del 15% dei valor bruto total de la producción, "pa-
ra los concesionarios nacionales será el 25% del valor bruto
total de su producción" (Art. 92). ·
Mientras que en el Perú se desea estimular la inversión
de capitales nacionales en el petróleo, la ley boliviana olvi-
da al capital nacional; en su contexto no hay ni una ficción
de nacionalismo económico, frecuente recurso demagógico en
legislaciones análogas.

178
PETROLEO EN BOLIVIA

SUPERFICIE Y DURACION DE LAS CONCESIONES

La Ley Orgánica de Petróleo de 1921, establecía por sus


artículos 49 y 5Q, que el área de cada pertenencia tendría
diez mil metros cuadrados, no debiendo exceder de cien mil
hectáreas, ni abarcar un término mayor de cincuenta y cinco
anos. Además, las concesiones sólo podían hacerse "por una
sola vez en favor de un individuo o una sociedad".
Son conocidos los esfuerzos de los legisladores autores
de esta Ley, para subsanar los danos causados al país por
las legislaciones y gobierno anteriores. Expresaron su des-
aliento al no haber podido limitar aun más las superfícies
de las concesiones e imponer otras medidas restrictivas debi-
do a la oposición de los concesionarios y de las compaiíías.
El Código del Petróleo sorprende por su liberalidad en
lo tocante a la superficie de las concesiones:
"Art. 34.-Las concesiones de explora.ción y subsiguiente explo-
ta.ción no excederán de los siguientes limites:
Zona I.-150.000 hectáreas. Zona II.-400.000 hectáreas. Zo-
na III.-750.000 hectãreas."
"Art. 35.-Las concesi.ones de explota.ción directa o sea aque.-
llas que no comprenden un período previo de explora.ción. no exce.-
derán de los siguientes limites:
Zona I.-75.000 hectáreas. Zona. II.-200.000 hectáreas. Zona
III.-375.000 hectãreas."

La diferencia entre las concesiones de exploración y sub-


siguiente explotación y las de explotación directa es de la
mitad.
Acerca de la forma como deben ubicarse estas conce-
siones el artículo 36 establece que "no tendrán solucicm de
continuidad pero una mism.a persona natural o jurídioa po-
drá obtener más d~ Un(l. concesión aun en la misma zona". En
cuanto a la forma de ubicar las concesiones hay una contra-
dicción visible con la primera parte dei artículo 74, que in-
corpora en su texto íntegramente el artículo 51 de la Ley
Peruana, que al referirse a las áreas seleccionadas para la
explotación, faculta agruparias "en la forma que más conven-
ga al concesionario" y, expresamente, "con o sin solución de
continuidad".
Como por el artículo 36 1 lo mismo que por el 10, "una
misma persona podrá obtener más de una concesión aun en
la misma zona", el siguiente fija los límites:

179
SERGIO ALMARAZ

"Art. 87.-Ninguna. persona., natural o jurídica., bajo ningún


motivo o forma., podrá poseer simultãnea.mente, ya. sea. en carãcter
de explora.ción y subsiguiente explota.ción o de explotación directa.,
una. superfície mayor a. las siguientes:
Zona. I.-500.000 hectãreas. Zona II.-1.500.000 hectãreas. Zo-
na. III.-3.000.000 de hectãreas".

Este artículo fija las superficies máximas en cada zo-


na y establece la prohibición de poseer 'simultáneamente"
concesiones en carácter de exploración y subsiguiente explo-
tación y en explotación directa. Lo que no dice (ni existe
otro artículo que lo ·diga), es que sólo se podrán poseer con-
cesiones, hasta los limites máximos, en una sola zona; pero
como la Ley no lo pro.hibe, resulta que es posible obtener con-
cesiones en todas lias zonas. Esta dará lugar, como ya está
sucediendo con la Gulf y la Shell, a la formación de conce-
siones gigantescas de 5 millones de hectáreas bajo condicio-
nes de "exploración y subsiguiente explotación". ·
Es inexplicable que en este Código, tomado en su mayor
parte de la "Ley de Petróleo" dei Perú, se haya omitido un
artículo tan importante como el 16 que dice textualmente:
"Art. 16.- Una misma concesión no podrá comprender
dos zonas".
;. Cômo es posible esta omisión sobre cuestión ta:r;t im-
portante y cuando se han tomado de la Ley Peruana, aun
detalles insignificantes?
En lo que se refiere a la selección de áreas para la ex-
plotación, el artículo 7 4 es contradictorio. En su primera par-
te dice que las áreas seleccionadas para explotación, "no po-
drán ser de una superfície mayor del limite seiíalado para
cada zona por el artículo 35", para concesiones de explota-
ción directa: 75.000, 200.000 y 375.000 en cada zona. Pero,
en su segunda parte, dispone que el área seleccionada, "en
ningún caso excederá de la mitad dei área o superficie co-
nocida originalmente para exploración y subsiguiente explo-
tación"; o sea que, no deberá sobrepasar de la mitad de:
500.000, 1.500.000 y 3.000.000 de hectáreas.
El contraste es tajante entre estas superfícies y las au-
torizadas por otras legislaciones dei continente. La Ley de
Hidrocarburos de Venezuela, de marzo de 1943 autorizaba
la exploración de superfícies hasta de 10.000 hectáreas, pu-
diendo retener el concesionario, la mitad de esa área para ex-
plotación en lotes de quinientas hectáreas (Art. 7, ordinales
r y 2 9, Art. 18). La Ley peruana acuerda el derecho de ex-
180
PETROLEO EN BOLIVIA

piorar en un área equivalente a 400.000 hectáreas en la Cos-


ta y la Sierra y un 1.000.000 en la Selva. De estas super-
fícies, sólo se podrá retener para explotación la mitad de la
superfície explorada; suponiendo que fuesen exploradas las
400.000 hectáreas de la Costa, cosa no muy probable dada
la extensión, el concesionario quedaria con la mitad, es de-
cir, con 200.000 hectáreas (artículos 26, 28 y 45).
Llama vivamente la atención la vaguedad y las contra-
dicciones terminológicas de los artículos relativos a la su-
perfície de las concesiones; si tiene algo bueno Ia legislación
boliviana, es Ia expresión clara de su texto y la precisión de
sus conceptos. El Código dei Petróleo no hace honor a esta
tradición.

REGIMEN DE RESERVAS
Según la Ley de junio de 1921, el Estado podia reservar
en cada zona petrolífera, las "extensiones que estime conve-
niente", fuera dei 20 o/o que se reservaba en cada concesión
de exploración. En el Perú, el 50 o/o de las áreas exploradas
revierten ai Estado, pasando a constituir su reserva, fuera
de otras superfícies, que forman igualmente la reserva, como
el llamado "Zócalo Continental". La ley de Venezuela con-
tiene disposiciones similares.
Nuestro boliviano Código dei Petróleo, es seguramente
la única legislación dei mundo que no establece un régimen
de reservas. Ni la zona de YPFB merece considerarse como
reserva estatal porque puede ser objeto de concesiones como
se tiene hecho con MacCarthy, Ia Gulf Oil Co. y Madrejones.
La Standard Oil cuando en 1951 preparaba su retomo
ai país bajo los auspícios de Ia Junta Militar, declaró que ex-
plotaria zonas fuera dei sudoeste boliviano donde YPFB rea-
liza su actividad. Desde este punto de vista, el Código ha
concedido más de lo que pidieron las compaiíías extranjeras.
Prácticamente no reserva nada a YPFB.

TERMINO DE LAS CONCESIONES

Las concesiones se otorgan por el término de 40 anos


ai cabo dei cual revertirán al Estado o "si conviniese a los
intereses nacionales, el Poder Ejecutivo podrá otorgar nue-
vamente la concesión cuyo plazo haya expirado, a cuyo efecto
el anterior concesionario será preferido a otros proponentes

181
~.

SERGIO ALMARAZ

en igualdad de condiciones". La antigua Ley permitía con-


cesiones improrrogables, por "una sola vez" y p.or 55 afios.
La Ley de Venezuela acuerda un término de 40 afios; la dei
Perú 40, 45 y 50 anos, para la Costa ( Sierra y Selva respecti-
vamente, siendo prorrogables para la última por 20 y 25 afios.
Quien estudie el Código dei Petróleo, comprobará que se
ha tomado todo lo maio de otras legislaciones (por ejemplo
los términos), pero sin detenerse ahí, se han sumado venta-
jas para las empresas extranjeras, de tal modo que lo nega-
tivo en otras legislaciones es todavía más negativo en la
nuestra.
Después de cuarenta aiíos de explotación es absurdo es-
perar que quede algo para el Estado. Los yacimientos, como
es lógico, serán sometidos a una intensiva explotación. Mu-
chos yacimientos mexicanos, colombianos y peruanos han
quedado agotados a consecuencia de la explotación irracio-
nal. En Venezuela, es cada día mayor la preocupación de la
opinión pública por el esfuerzo· intensivo al que se someten
los campos de producción.
Es por esto por lo que el artículo dei Código dei Petró-
leo relativo a la reversión de la concesión después de los 40
anos, no tiene ningún sentido, ha sido puesto porque debía
ser puesto.

TRIBUT ACION.
DEPOSITO DE GARANTIA.

Los concesionarios de exploración y subsiguiente explo-


tación, deben efectuar el siguiente depósito de garantía en
lnoneda norte americana al tiempo de iniciar su actividad:
$US. 0,20, 0,10 y 0,05 por hectárea para la primera zona,
segunda y tercera respectivamente. En las solicitudes de ex-
plotación directa, el depósito de garantía será por el doble.
Este depósito deberá subsistir por el tiempo que dure la
explotación para "responder dei cumplimiento de las obliga-
ciones de este Código". En una concesión de explotación di-
recta en la primera zona, en la que se paga una garantía más
alta, por un millón de hectáreas, la suma que ha de empozarse
será de 40 centavos de dólar por hectárea, es decir, 400.000
dólares. La cantidad es pequena y desproporcianada la pre-
tensión de querer respaldar con ella el "cumplimiento de las
obligaciones". (!)

182
PETROLEO EN BOLIVIA

CANONES SUPERFICIARIOS
El concesionario de explaración pagará anualmente, por
el tiempo que dure su concesión, una patente anual en mo-
neda norteamericana: Primera Zona, $US. 0,05; Segunda Zo-
na, 0,03; Tercera Zona, 0,02. Estas patentes aumentarán en
caso de prórrogas para la exploración, lo mismo que cuando
se efectúe la selección en dos etapas (Art. 101).
En 1921, la patente anual de exploración era de dos y
medio centavos por hectárea, un poco más de un centavo de
dólar, el que representaria al valor actual, de 6 a 7 centavos
de dólar, es decir, una cantidad algo mayor a la establecida
por el Código.
En Venezuela, la patente anual de exploración era de
dos bolívares por hectárea en 1943; en el Perú varía de 2 a
6 soles, según se trate del período original de exploración, o
de una de sus prórrogas en Ia zona de la Costa; en Ias otras
es menor.
En cuanto a los cánones superficiarios de explotación hay
una Patente Inicial que desciende de $US. 0,40, a 0,30 y a
0,20, de acuerdo a cada Zona; una Patente Anual, que como
la anterior deberá abonarse por hectárea, de acuerdo a una
escala por la que del primero al quinto ano de explotación,
se empezará pagando $US. 0,15, 0,10, y 0,08 de acuerdo a la
zona, hasta subir en ellapso que va dei ano 169 ai 20~ a $US.
1,50, 1,00 y 0,60 hasta descender dei ano 31 ai 40, a $US.
1,00, 0,50 y 0,30, siempre de acuerdo a la zona (Art. 102).
En 1921, el impuesto superficiario de explotación que
se elevaba progresivamente del primero ai séptimo afio, se-
fialaba que para el quinto afio debía pagarse Bs. 0,30, es de-
cir, algo más de $US. 0,10 los que representarían actualmen-
te entre 60 y 70 centavos de dólar, tomada en cuenta la des-
valorización de esa moneda.
En Venezuela el Impuesto Inicial de explotación era
(1943) de 8 bolívares (unos 2,50 dólares) por hectárea y
la patente anual de 5 bolívares por los diez primeros anos,
10 bolívares por los cinco afios siguientes y así subiendo, has-
ta los 30 bolívares, a partir de los treinta afios hasta el tér-
mino de la concesión, esto representa algo menos de 10 dó-
lares.
En el Perú este mismo impuesto es de 30 soles por hec-
tárea, reduciéndose al 50% y al 25% para la Sierra y la Sel-
va respectivamente. La Patente Anual de 10 soles por los

183
SERGIO ALMARAZ

cinco primeros anos, asciende hasta los 100 soles entre los
15 y 20 afias de explotación, para disminuir a 30 soles desde
los 30 aiios hasta el fin de la explotación. En las zonas de
la Sierra y la Selva esta patente se reduce, lo mismo que el
Impuesto Inicial, a 50% y 25% respectivamente, y en igual
forma se rebajan a razón de 10 soles por cada dos toneladas
de producción por hectárea y por afio. ·
Las sumas que el Estado obtenga de los cánones super-
ficiarios no tienen importancia econômica. Son cantidades
pequenas, particularmente en los primeros afias de explota-
ción. Pongamos por caso una concesión de un millón de hec-
táreas en la Primera Zona, es decir, la zona de patentes más
altas: dei primero ai quinto afio el Estado percibiría por con-
cepto de patentes, 150.000 dólares y solamente al cabo de 15
por cierto no es extraordinaria para un millón de hectáreas.
Tenemos el siguiente detalle de las patentes pagadas a
diciembre de 1957:

Gulf Oil .......................... . $US. 120.000.-


Andes Oil ........................ . , 74.806.32
Shell ............................. . , 91.523.56
Bolivia California .................. . , 69.975.53
White Eagle ...................... . , 37.000.-
Las restantes ..................... . " 52.367.94
TOTAL ......... . $US. 445.673.35

Lo anterior representa que por cerca de 10 millones de


hectáreas, Bolivia ha percibido hasta la fecha menos de me-
dia millón de dólares. Una tasa tan haja para la explora-
ción equivale a no cobrar impuesto alguno.

REGALIA

De acuerdo a la nueva ley, el Estado tiene una partici-


pación dei 11% sobre el producto bruto, que puede reducirse
en determinadas circunstancias:
"Art. 104.-Corresponderá ai Est.ado una. participación o re-
galia dei once por ciento dei petróleo crudo, gas .natural, asfalto
natural y demás substancias extraídas y aprovechadas por el con-
cesionario. Dicha participación será medida en el campo de pro-
ducción".

184
PETROL~O EN BOLIVIA

"Art. 120.-Cua.ndo convenga a los intereses nacionales el Po-


der Ejecutivo, tendrá la facultad de rebajar la regalia o partici-
paciãn del Estado hasta el siete y medio por ciento, por un tiem-
po no mayor de quince afios, a. contarse desde la iniciación del pe,.
riodo de explotación. Esta facultad regirá únicamente en lo que
respecta a las Zonas II y m no pudiendo por tanto aplicarse a.
la Zona 1" .

No están determinadas las circunstancias en las cuales


se rebajará la regalia. La vaguedad de la expresión "cuan-
do convenga a los intereses nacionales, el Poder Ejecutivo
tendrá facultad de rebajar la regalia", puede dar lugar a gra-
ves arbitrariedades. Para burlar este 11% bastará que la
empresa concesionaria persuada al Gobierno que "conviene a
los intereses nacionales" la disminución de la regalía, exage-
rando las dificultades dei terreno, y aduciendo gastos extra-
ordinarios por transporte y otros conceptos.
La Ley Orgánica de Petróleo, establecia el mismo porcen-
taje de contribución en especie, el 11%; pero no dejaba puer-
ta abierta para burlar los intereses dei Estado. Cualesquiera
que fuesen las circunstancias, el Estado debía percibir el 11%
de la producción. De esto resulta que aun siendo la regalía
nominalmente la rnisrna, la situación dei Estado ha sido des-
mejorada en el Código del Petróleo.
En rápida ojeada a los sistemas irnpositivos de algunos
países latinoarnericanos consignamos las siguientes referen-
cias:
En Colombia, ya en 1926, el Estado percibía el 10% de
la producción, posteriormente esa participación, se elevó con-
siderablemente por concepto de otros irnpuestos.
En Venezuela, en plena vigencia de la legislación gome-
cista, la participación dei Estado en el producto, el "royalty",
era dei 10%; Medina Angarita, la elevó al 16, 2/3 %.
En el Perú -Ley de Marzo de 1953- en el Gobierno de
Odría, se abandonó el antiguo sistema tributaria de las re-
galías y derechos de exportación "por ser un sistema ciego
que grava la producción y no las utilidades" ( 91 ), por el de
la participación dei Estado en el 50% de las utilidades como
socio en todas las concesiones. En el momento de efectuar la
exportación dei pro.ducto el concesionario deberá entregar ai
Estado un 20%, corno anticipo, dei valor calculado dei pe-
tróleo crudo (Art. 95), en el pu_erto de embarque y ai tipo de

(91) Gral. Odría.- "Mensaje a la Nación", del día 12 de Marzo


de 1952.

185
PETROLEO EN BOLIVIA

cotización en el lugar de la venta. Este anticipo es irreem-


bolsable (Art. 98), tenga el concesionario utilidades o pérdi-
das. y fuera de él se pagará en impuestos de exportación un
2% más, ad-valorem. Sobre el 30% restante la Ley auto-
riza efectuar varias deducciones por diferentes conceptos,
amortizaciones, factor agotamiento, etc.

IMPUESTO SOBRE UTILIDADES

Además de la regalia, el Código dei Petróleo seiíala un


impuesto fijo del 30%, sobre las utilidades líquidas:
"Art. 106.-Además de la participaciõn o regalia del Estado
y de las patentes establecidas en los artículos que anteceden, to-
do conceSionario de exploraciõn y explotación pagará anualmente
un impuesto fijo dei treinta por ciento sobre las utilidades liqui-
das que arrojen sus balances anuales de operaciõn en Bolívia.
Las utilidades liquidas imponibles se detenninarán conforme a lo
dispuesto en los artículos 121 al 127" .

Este artículo como está redactado parece poner a salvo


los intereses dei Estado. Pero el optimismo se esfuma con
la lectura de los artículos 121 y siguientes. En efecto, se in-
dica una serie de conceptos por los cuales se efectuarán de-
ducciones sobre las utilidades, hasta establecer hi utilidad lí-
quida imponible. H e aqui algunos dé esos conceptos: "gas-
tos generales de administración, cualquiera que sea el lugar
donde se realicen", "castigos por depreciación dei activo tan-
gible y amortización dei capital intangible y todos los demás
gastos y costas", "pérdidas de operación", "pérdidas por po-
zos improductivos o productores no comerciales", "danos, des-
trucción, extravio o pérdida de bienes", "patentes de explo-
ración y además, se deducirá por factor agotamiento, una su-
ma que estará libre de todo impuesto y que será igual al vein-
tisiete por ciento dei valor bruto de la producción". (Artícu-
los 123, 124, etc.) .

Después de leer esto quisiéramos preguntar, ;,cómo sabrá


el Estado a cuánto alcanzan, por ejemplo, los gastos genera-
les de administración, "cualquiera que sea el lugar donde se
realicen" pongamos por caso, en New York?, o bien, ;,cuál

186
PETROLEO EN BOLIVIA

será la norma para los "castigos por depreciación dei activ.o


tangible"? ( 92 )
Todos estas son medios para que las empresas se lleven
grandes utilidades clandestinas, mayores que las que autori-
za la Ley. (A este respecto Bolivia tiene tristes experien-
cias. Las grandes empresas mineras durante decenas de afios,
burlaron sus obligaciones, sirviéndose de recursos de almace-
nero: alteraron la ley de los concentrados, hicieron figurar
fletes falsos, efectuaron rescates clandestinos de minerales,
etc.). Pero, si después de tanta deducción quedase algo pa-
ra el Estado, las empresas tendrán una última via de escape:
"Art. 136.-Salvo lo dispuesto en el articulo 105 y con excep
ción de la patente inicial de explotaci'Õn y la prima pecuniaria,
contemplada en el artículo 144, la. suma global de la participaciál\
o regalia, patentes y demás impuestos, derechos o contribución
pagados por el concesionario en cualquier afio, NUNCA EXCEDE-
RA DEI, 50o/o DE LA UTILIDAD LIQUIDA CORRESPONDIEN-
TE AL MISMO A:&O. SI DICHA SUMA GLOBAL EXCEDIERA,
SER..-\ CONSIDERADA COMO PAGO ADELANTADO DE LA
PARTICIPACION O REGALIA, PATENTES Y DEMAS IM-
PUESTOS, DERECHOS O CONTRmUCIONES QUE TENGA
QUE PAGAR EL CONCESIONARIO EN EL A:&O O A:&OS IN-
MEDIATAMENTE SIGUIENTES".

Este artículo es curiosísimo. El deseo manifiesto de


quienes lo redactaron parece haber sido el de evitar a todo
trance que el Estado obtenga una participación mayor en las
utilidades de los concesionarios. La afirmación de que Ia par-
ticipación dei Estado "nunca excederá", es rotunda; pero, si
a pesar de todo, si a pesar de las deducciones sefialadas por
este artículo y de todos los manipuleos de Ias compafiías, fue-
se inevitable Ia aparición de saldos líquidos imponibles, dicha
contribución será considerada "como pago adelantado" ...
"En el afio o afias inmediatos siguientes". Así quedan abier-
tas todas Ias puertas para las empresas, ni.ientras el Estado
expresa su solemne voto: "La participación nunca excederá
del 50% de la utilidad ... ".
El Gobierno ha sostenido que el país obten"drá el 50%

(92) El Art. 33 de la Ley Orgánica dei Petróleo, al disponer que


los "industriales quedan sujetos al pago de impuestos que gravan las
utilidades de la minería", facilitaba el control por medio de las dispo-
siciones de la "Ley de 26 de Febrero de 1922". . . Por ejemplo, sobre
castigos: maquinaria 10%, adquisición de muebles y edifícios 5%, etc.·
estas deducciones tienen cierta similitud, con lo que el Código ha venid~
en llamar "Factor Agotamiento". -

187
SERGIO ALMARAZ

de la utilidad conforme ai régimen impositivo vigente ( véa-


se declaraciones dei Dr. Santiago Sologuren, Director Gene-
ral de Petróleo, en "La Nación" de 22 de Octubre de 1957).
Se demuestra lo contrario por un procedimiento muy sen-
cillo: la forma como se establecerá la utilidad líquida impo-
nible. En un comentaria dei vespertino "Ultima Hora", (29
de octubre de 1957) , se encuentra una estimación muy pre-
cisa sobre el asunto. Dice: " ... para determinar el monto
de la utilidad líquida imponible hay que deducir los siguien-
tes valores:

Por concepto de regalía al Estado . . . . . . . . . . . . . . 11%


Por factor agotamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27%
Por gastos de .operación, administración, castigos,
etc., etc., .esi·imado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35%

73%
o sea que hay que deducir cl 73%; dei 27% restante, que se
computa como utilidad líquida, el Estado recibe el 30%, o
sea el 8,1% de la producción bruta que sumados al 11 %"
de la regalía dan al Estado una participación total del 19,1
sobre la producción. o o". Todo esta está muy lejos dei "fif-
ty-fifty", y en términos generales, significa 20% para el Es-
tado y 80% para las compaiiías.
La minuciosidad con que se han redactado estas artícu-
los, el interés manifiesto de impresionar favorablemente a
los presuntos concesionarios, la omisión absoluta de los in-
tereses dei Estado, aunque no sean mencionados más que for-
malmente, el temor no disimulado de asustar a las compaiiías,
son cosas que nos obligan a reflexionar acerca de lo que pen-
saban los autores dei Código a tiempo de redactarlo. ;. Qué
es lo que tenía en cuenta, los intereses dei Estado .o los de
las empresas petroleras?
No dudamos que los autores del Código dei Petróleo de-
searon olvidar la experiencia nacional. Si la Standard Oil
con una legislación más rígida, completa y clara, defraudó
los intereses dei Estado, ;. qué podemos esperar de una ley
turbia y enmaraiiada en la que por cada artículo positivo, hay
diez confusos y contradictorios puestos, al parecer, con el de-
seo manifiesto de complacer a los petroleros?
Es indudable que nunca llegará a hacerse efectivo el pa-
go dei 30% sobre utilidades líquidas. Es también evidénte
qu_e el Código del Petróleo establece en la participación del

188
PETROLEO EN BOLIVIA

Estado sobre el producto bruto: 89% para las empresas y


el 11% para el Estado; tal es el criterio de esta ley sobre la
defensa de los derechos dei Estado.

UN PASO ATRAS
El examen de las disposiciones tributarias dei Código
dei Petróleo afirma el siguiente convencimiento: Bolívia ha
dado un paso atrás no ya con relación a otros países del con-
tinente, sino con relación a sí
misma. La legislación actual
es más negativa que la de 1921.
Todos los países, en los últimos 30 anos han efectuado
avances importantísimos en su legislación petrolera, consi-
guiendo participar en el 30, 40 y 50 por ciento en las utili-
dades de la industria.
En Colombia, país cuyos gobiernos no son conocidos pre-
cisamente por su deseo de detener el avance de los monopo-
lios extranjeros, tenemos que
"De acuerdo con disposiciones de la Ley 45 de 1942 las tari-
fas del impuesto sobre la renta se elevaron en un 35o/o. Se ob-
serva que la suma total pagada por concepto de este impuesto es
siete veces mayor que la cantidad percibida por el Fisco de la.
regalia y 60 veces mayor que la suma. total de los cánones super-
ficia.rios". ( 93)

En Venezuela, son importantes las sumas que percibe el


Estado por el pago de impuestos generales.
En todo el mundo, los gobiernos muestran un interés ca-
da vez mayor para beneficiar la economía de los países pro-
ductores, si no con toda, por lo menos con parte de las gran-
des utilidades. He aqui algunos ejemplos:
En 1933 Arabia Saudita concertá un acuerdo con la "Ara-
bian-American Co."· por el cualla empresa debía pagar 4 che-
lines por tonelada de petróleo producido. Por el acuerdo de
diciembre de 1950, ese impuesto fue elevado a 8 chelines (1,65
$US.). La compafiía, además, entrega por concepto de im-
puesto a la renta un equivalente tal, que representa la mitad
de los beneficios de la explotación.
La concesión que el gobierno de Irak acordara a la "Irak
Petroleum Co." determinaba un impuesto de 4 chelines por

(93) E. Ospina-Racines.- "La Economía dei Petróleo en Colombia'',


Pág. 101 - Bogotá, 2a. Edició::::. \947.

189
PETROLEO EN BOLIVlA

tonelada exportada, exonerándola dei pago de impuestos si


la compafiía .entregaba un premio al Estado consistente en
60 mil libras oro por las primeras 4 millones de toneladas de
petróleo producido y de 20 mil libras oro por cada millón de
toneladas posteriormente exportadas. Por el acuerdo de agos-
to de 1951, el gobierno de Irak aumentá su participación en
los beneficios de la compafiíà.
De acuerdo, a la primera concesión efectuada por el
Sheik de Kuwait, la "Kuwait Oil Co." estaba obligada a pa-
gar un derecho de 3 rupias por tonelada producida, unos 97
centavos de dólar. Por el acuerdo de diciembre de 1951 la
absorción de las utilidades de la empresa por parte dei fis-
co alcanzó al 50% aumentando los derechos fiscales por to-
nelada a unos 3, 70 $US.
Como en el caso anterior, el convenio entre las autori-
dades de Katar y "Petroleum Development", estableció una
ímposición de 3 rupias por tonelada. En mayo de 1951 esa
obligación fue elevada a 10 rupias y por el acuerdo de 2 de
septiembre de 1952, se dispuso la participación igualitaria en
los beneficios.
La concesión original dei petróleo de Bahrein a la Bah-
rein Petroleum Co., sefialaba el pago de un impuesto en mo-
neda nacional equivalente a $US. 1,05; posteriormente esa
obligación fue elevada a $US. 2,10 por tonelada. El convenio
en vlgencia establece el pago de la mitad de los beneficios.
En .Egipto el impuesto de explotación que se lo cobraba
en especie, en 1948 pasó dei 4% al 14%. Posteriormente
fueron establecidas otras obligaciones.
Estas disposiciones son, con frecuencia, burladas por los
trusts, pero los gobiernos árabes luchan enérgicamente para
imponer el cumplimiento de sus leyes.

PRIVILEGIOS EXTRAORDIN AR IOS

El 17 de octubre de 1945 se dictó, sin debate ni consulta


a la opinión pública, la Ley sobre "Garantias y Seguridades
al ~apitai Extranjero". Se trataba de favorecer al capital
extranjero invertido en el país autorizando una amortización
anual dei 20%, de modo que en cinco anos seria completada
su repatriación. Autorizaba igualmente, el retiro de utilida-
des en la proporción dei 15% anual.
El Código dei Petróleo ha tomado su artículo 127 de
esta Ley:

190
PETROLEO EN BOLIVIA

"Art. 127.-Los capitales incorporados al pais por el conce-


sionario, podrán ser amortizados a opción de éste, en anualidades
no mayores de un 20% a contar del comienzo de la explotación
comercial de las substa.ncias a que se refiere este Código".

Si en cinco aii.os las empresas extranjeras hubieran re-


cuperado su capital originalmente invertido en el país, el ca-
pital será boliviano, es decir, formado exclusivamente por las
utilidades obtenidas en el país. EZ Código deZ Petróleo con-
sidera este capital como extranjero, durante todo el tiempo
que dure la concesión y como a tal lo rodea de privilegias que
no posee el capital nacional.
No hay en el país una industria lícita que amortice to-
talmente su capital en cinco aii.os. Y esto es lo lógico. Las
tasas de beneficio están determinadas por un complejo con-
junto de factores de la economía mundial y por ciertas carac-
terísticas de la economia nacional. En el caso de las conce-
siones petroleras esas tasas de beneficio tendrán que ser muy
altas como para permitir una amortización del 20% anual.
Pero, ;, cómo conseguir beneficios tan elevados? Cree-
mos que sólo a condición de que el Estado renuncie total. o
parcialmente a determinados derechos; a condición de acor-
dar privilegias extraordinarios en contradicción con los in-
tereses económicos nacionales; a cambio de salarios de ham-
bre y de una irracional y extenuan_!;e explotación de los yaci-
mietnos petrolíferos del país. Estos altos beneficios serán
obtenidos en suma, subordinando los intereses económicos de
la Nación a los intereses de los monopolios extranjeros.

SAQUEO AUTORIZADO
Consideramos que una legisJación dictada con el propó-
sito de estimular el desarrollo de la economía nacional, debe
conceder razonables incentivos a los inversores, facilitar la
capitalización de la industria, estimular la amortización, es-
tablecer un régimen tributaria adecuado sobre las utilidades,
etc. Pera las empresas petroleras que, conforme a los dere-
chos que les acuerda la nueva ley, pueden amortizar su ca-
pital en cinco aii.os, tiene otro, privilegio designado bajo el
nombre de "Factor Agotamiento":
"Además, se deducirá por concepto de factor agotamiento,
UNA SUMA QUE ESTARA LIBRE DE TODO -IMPUESTO Y
QUE SERA IGUAL AL 27% DEL VALOR BRUTO DE LA PRO-
DUCCION DEL PETROLEO, GAS NATURAL, ASFALTO NA-

191
SERGIO ALMARAZ

TURAL y· demás substancias extraídas y comercializadas. Este


27% se aplicará después de restarse los gastos de transporte de
los hidrocarburos desde el lugar de la producciõn, al de la venta.
La deducción por agotamiento tendrá como limite el 50o/o de
las utilidades líquidas, que sean computadas en el respectivo ba.-•
lance anual del concesionario, sin considerar dicho factor". (Art.
123, última parte).

Esta es una curiosidad de la legislación estadounidense,


conocida bajo el nombre de "concesión de agotamiento" y re-
presenta el 27,5% del valor de la producción. El gobierno
boliviano, celoso de su originalidad, ha sustituído la palabra
"concesión" por "factor" y ha eliminado el decimal.
El Presidente Truman expresó su opinión sobre el asun-
to con frases crudas:
"No conozco en las leyes fiscales via de escape más injusta
que esta de las excesivas exoneraciones por agotamiento, de que
ahora gozan los intereses petroleros y mineras''. ( 94)

El autor de "El Imperio dei Petróleo", define así este


privilegio:
"De acuerdo con la teoria de que cuanto más saque usted de
un pozo, menos tiene, se ha desarrollado una ingeniosa politica
impositiva para asegurar la producción de la más grande y estri-
dente cosecha de millonarios que ha visto la nación, desde la épo-
ca en que florecieron los magnates ladrones en la última parte del
siglo diecinueve.
La triquifiuela se llama "concesión de agotamiento". El De-
partamento del Tesoro dica que ésta es la mayor de todas las tram-
pas o puertas de escape que tienen las leyes fiscales: representa.
una pérdida anual de impuestos de 500 millones de dólares, ao-
lamente en mataria de petróleo. Los cuentos fantásticos acerca
de los millonarios de Texas "podrtdos en plata", hombres con for-
tt1Das que se estiman hasta en un billõn, en su mayor parte acu-
muladas en los últimos veinte aiios, se gestan en las profundas
cavidades de la concesián de agotamiento". (95)

Podría haber quien confunda las deducciones por factor


agotamiento con los castigos por depreciación, notemos la di-
ferencia:
"La teoria de la concesiõn de agotamiento es enteramente
distinta a la de depreciación, que se concede al común de los ne-
gocias. Si una instalación de un millõn de dólares tiene una vida.

(94) Mensaje del Presidente Truman sobre Presupuesto 1950; ci-


tado por H. O'Connor.
(9:;) II. O'Connor, Ob. cit. pág. 275.

192
PETROLEO EN BOLIVIA

estimada de 20 aiios, el propietario puede deducir de sus ingresos


brutos 50.000 dólares al afio por concepto de depreciación.
Pero la depreciación no se estima a base dei costo de un po-
zo petrolero. Si un pozo en el cual se han invertido 100.000 dó-
lares, produce petróleo por valor de Dls. 500.000 anuales durante
10 aiios, y después se agota, la concesión de depreciación corriente
seria de Dls. 10.000 por afio. Pero en lugar de conceder esta cla.-
se de depreciación basada en la inversión, las leyes fiscales permi-
ten al inversionista deducir anualmente 27,5% de los ingresos
brutos de producción, o sea Dls. 137.500 por afio. Por lo tanto,
en los 10 anos el propietarío deducirfa Dls. 1.375.000 de sus im-
puestos sobre la renta, respecto a una inversión de Dls. 100.000".
(96)

Además de esto, los artículos 121 y siguientes del Códi-


go, facultan expresamente al concesionario para efectuar de-
ducciones sobre sus utilidades por conceptos tales como "cas-
tigos por depreciación dei activo tangible e intangible", gas-
tos de administración, pérdida de maquinaria, etc., etc. Es-
tas deducciones nada tienen que ver con el factor agotamiento.
Truman denunció en 1950 que l<1s Estados Unidos habían
perdido cientos de millones de dólares por la concesión de
agotamiento. Se estima que con sólo sustituir la tasa del
27.5% por otra tasa más "real", el tesoro norteamericano ga-
naría más de mil millones de dólares.
Este privilegio es la forma más acabada para estafar al
Estado el impuesto a la renta. He aquí por qué:
"Para el tipo especial de especulador que se juega millones en
pozos y campos, la concesión de agotamiento es el "ábrete sésa.-
mo" para entrar en la moderna cueva de los Cuarenta Ladrones.
Las fortunas de los H. R. Cullens, Glen McCarthys, H. L. Hunts,
ascienden fácilmente, en el lapso de pocos aiios, a cumbres que
solamente pudo alcanzar John D. Rockefeller tras media vida de
paciente planificación". (97)

Los millonarios tejanos y algunas bandas de especulado-


res en Nueva York, deben sus fortunas a la concesión de ago-
tamiento. Es por esto por lo que los Hunts, Cullens, Glenn
McCarthys -lo más conspícuo dei hampa millonario dei pe-
tróleo-- son furiosos partidarios de la preservación de este
privilegio. Estas caudillos de los bajos fondos de la indus-
tria, tienen el poder necesario en Washington para exigir de
sus políticos la defensa incondicional de la concesión de ago-
tamient.o.

(06) H. O'Connor, Ob. cit. pág. 276.


(97) H. O'Connor, Ob. cit. pág. 277.

193
SERGIO ALMARAZ

En la premura del gran salto -de Texas a La Paz-, los


que redactaron la ley boliviana, olvidaron. preparar una de-
finición para salvar las apariencias. El gobierno peruano lo
hizo mejor. Según éste, el factor agotamiento está llamado
a cumplir las siguientes funciones:
1 <~ . - Crear un fondo destinado a mantener el nivel de
la producción por medio de nuevos programas de explotación
destinados a compensar el agotamiento de los yacimientos.
2'~.- Devolver paulatinamente al concesionario el capi-
tal que dejará en el campo cuando la concesión revierta ai
Estado.
3 9 . - Defender la industria contraJas exigencias de los
inversores extranjeros demandando mayores utilidades.
4Q,- Limitar el aumento exagerado de la tributación.
En cuanto a la primera de las funciones, la de mante-
ner la producción, es improbable que los monopolios inter-
nacionales hagan depender la producción de disposiciones co-
mo ésta. Las ganancias son el único fin de la actividad eco-
nômica capitalista. Los países de América Latina -y entre
ellos Bolívia- con su mano de obra barata, sus bajísimos
impuestos, cQn los privilegias que sus legislaciones acuerdan
al capital extranjero 1 son el campo ideal para que los trusts
dei petróleo obtengan ganancias fabulosas. No es honesto
sostener que un porcentaje deducido del valor bruto de la
producción- y entregado a las mismas compafiías, tenga por
finalidad mantener la producción.
En cuanto al concepto relativo a la "devolución paulati-
na del capital", ha sido tomado en cuenta por la legislación
de aquellos países que como el Perú, Colombia y Venezuela,
por una razonable precaución ·no han querido establecer cláu-
sulas expresas sobre amortización de capitwl. Pero, como de
acuerdo al Art. 127 dei Código dei Petr..óleo, ya hemos visto
que las compafiías están autorizadas a amortizar su capital
en anualidades del 20%, en consecuencia, en nuestra legisla-
ción, se trataria de una doble amortización. De esto resulta
que cuando las concesiones reviertan al Estado al cabo de
cuarenta anos, .las compafí.ías "legalmente" habron recupera-
do su capital de 15 a 20 veces.
Tampoco creemos que se defienda la industria contra
las exigencias de los inversores extranjeros en tenaz búsque-
da de grandes beneficios, poniendo en sus manos triquifiue-
las como el factor agotamiento, que equivale a poner en ma--
nos del asaltante la combinaciónêle la caja fuerte.

194
PETROLEO EN BOLIVIA

En lo que hay que estar de acuerdo es en la cuarta fun-


ción, la de limitar el aumento exagerado de la tributación.
Esta es la clave de la cuestión. En efecto, este 27% está
Iibre de todo impuesto, no paga derechos de exportación, ni
es tomado en cuenta para fijar la utilidad imponible. Es
una especie de "vaca sagrada" intangible ante la cual el esta-
do debe inclinarse reverente. Tan grande es la importancia
económica de este "factor agotamiento" que el límite que se
le fija es el50% de la utilidad líquida. Pongamos como ejem-
plo $US. 1.000.000 de utilidad líquida; de esa cantidad la de-
ducción dei "factor agotamiento" podrá abarcar hasta $US.
500.000, sobre los cuales el Estado no podrá imponer el im-
puesto dei 30%. De los restantes $US. 500.000, la empresa
se llevará $US. 350.000, quedando el Estado con sólo 150.000.
En resumen: $US. 850.000 para la empresa y $US. 150.000,
para el Estado.
En Colombia, se deduce un 10% de la producción por
concepto de "factor agotamiento"; en el Perú 15% para la
Zona de la Costa; en Venezuela las deducciones son menores.
jSólo "los autores de la ley boliviana habrían de tomar ai pie
de la letra el 27% de la ley norteamericana!
Si admitiéramos que el factor agotamiento tiende a pre-
servar los intereses del capitalista ante el agotamiento de los
yacimientos petrolíferos, entonces, ;,por qué tratándose de
yacimientos inexplotados como los de Bolivia, se fija una ta-
sa mayor que la establecida en Colombia, Perú y Venezuela,
países en los que la explotación dei petróleo lleva ya cerca
de medi o siglo? De acuerdo a la lógica debemos convenir
que a yacimientos inexplotados o menos explotados, debe co-
rresponder una tasa más haja.
De todo esto resulta que el llamado factor agotamiento,
no es un fondo de reserva. para mantener la producción, ni
una. forma de autorizar la amortización, ni un procedimien-
to para contener las exigendas desmedidas de los inversores,
ni un medio de defender el capital ante el agotamiento de
los yacimientos; no es más que· un privilegio ilícito, una for-
ma de burlar los derechos dei Estado, "legalizando" una "so-
breganancia", un pillería engendrada por el hampa millona-
ria de Texas y acogida generosamente por la legislación bo-
liviana.

195
SERGIO ALMARAZ

/
CONVERSIONES MONET ARIAS

Entre los desusados privilegios que el Código dei Petró-


leo acuerda a las empresas extranjeras, debemos citar inte-
gramente el artículo 134:
"Art. 134.-El concesionario podrá convertir libremente las
divisas extranjeras provenientes de sus inversiones de capital o
de la venta y exportación de sus hidrocarburos. Podrá asimismo,
retener en el exterior, las divisas provenientes de dichas ventas
y exportación, todo ello sin perjuicio de proporcionar al Poder
Ejecutivo, las declaraciones de comprobantes de depósitos o cam-
bio. Podrá, también libremente y en cualquier tiernpo, CONVER-
TIR A MONEDA EXTRANJERA LA MONEDA BOLIVIANA
QUE TENGA EN EXCESO.
En caso de suprimirse el mercado libre de divisas extranje-
ras, vigente en la Nación a la fecha de este Código, el concesio-
nario tendrá derecho a convertir las referidas divisas a moneda.
nacional, por medio de las instituciones bancarias autorizadas a.l
efecto y AL TIPO DE CAMBIO MAS P A VORABLE para. cual-
quier otro vendedor de divisas en el país, dicho tipo de cambio
también regirá en caso de convertirse moneda. boliviana a divisas
extra.njeras.
Debiendo el concesionario pagar patentes, participación o re-
galia e impuestos sobre utilidades, en moneda extranjera, NO ES-
TARA SUJETO AL REGIMEN DE VENTA OBLIGATORIA DE
DIVISAS a que están obligados los demás exportadores".

Resumiendo: las compafiías tendrán los siguientes dere-


chos: podrán convertir libremente a moneda extranjera la
cantidad de moneda boliviana que deseen; no venderán divi-
sas al Estado, las retendrán en el extranjero; en caso de su-
primirse el régimen de mercado libre de divisas las compra-
rán en los bancos autorizados y "al tipo de cambio más fa-
vorable"; etc.
No vemos cuál pueda ser la razón para que el concesio-
nario tenga moneda boliviana "en exceso", cuando por sus
exportaciones recibirá moneda extranjera y en el país necesi-
tará moneda boliviana para pagar salarios, etc. Además,
;,hasta qué limite podrá realizar esas conversiones maneta-
rias?
En Bolivia, durante el régimen de cambio oficial y con-
trol de divisas, para obtener -unos pocos dólares, debía seguir-
se un ominoso papeleo. Si este régimen -cancelado con el
programa anti-inflacionario y de "comercio libre"- fuese
nuevamente adoptado, las compafiías petroleras tendrían un
derecho que no tiene ningún boliviano, el de convertir "libre-

196
PETROLEO EN BOLIVIA

mente y en cualquier tiempo", las cantidades de moneda que


deseen. Además, podrán hacerlo "al cambio más favorable,
para cualquier otro vendedor de divisas en el país". Esto
quiere decir que si para estimular la exportación de tal o cual
producto, el Estado ayuda a los productores con un cambio
especial de divisas, las empresas petroleras tendrán derecho
a reclamar que sus divisas sean compradas a ese cambio. ·
Hay un odioso contraste entre la minería privada y las
compafiías petroleras. A la minería privada que proporciona
una parte importante de las divisas del país, el Estado le re-
gatea el último centavo de dólar. Es inútil decir que los mi-
neras no tienen otro privilegio que enfrentarse con el trato
inamistuoso del Banco Minero. En cambio, las compafiías pe-
troleras que no están obligadas a vender divisas al Estado,
gozarán del privilegio de echar mano libremente de esas di-
visas.
La legislación latinoamericana es homogénea en cuanto
a fijar limites a la exportación de utilidades de los capitales
extranjeros. Los mecanismos cambiarias y del control de di-
visas, a los que deben someterse las compafiías extranjeras,
sirven para controlar el retiro de utilidades, tratando de evi-
tar la fuga de capitales.
El Código deja a los trusts petroleros absolutamente al
margen de toda forma de control de divisas. Este parece
haber sido un deseo deliberado, de otro modo, ;,por qué si
fue tomada en cuenta la Ley de 17 de Octubre de 1945 para
establecer el 20 o/o de amortización, no se tomá en cuenta su
artículo 5° que fija en el 15% el retiro de utilidades?
Sobre dos cosas han arado hondo los autores dei Códi-
go: 1 9 evitar que el retiro de utilidades tenga limites, y 2Q
evitar que los concesionarios sean sometidos a un control ade-
cuado sobre movimiento de divisas. No cabe duda que el
propósito ha sido logrado: prácticamente no habrá ningún
control· sobre las compafiías petroleras. Surge aquí una ho-
rrible duda: ;, Los autores de este Código desearon dejar tan-
tos pernas sueltos en el mecanismo de la ley, como para que
los petroleros puedan dedicarse más adelante a una encubier-
ta exportación clandestina de utilidades? .
Los privilegias extraordinarios legales de las compafiías
petroleras, tienen el tamafio de una montafia: 20% de amor-
tización; 27% de factor agotamiento; exportación ilimitada
de utilidades; libre e ilimitada conversión monetaria, etc.,
etc. jLa sola lectura de estas privilegias cortaria la respi-
ración aun a hombres como Patino Hochschild, acostumbra-

197
.._ .
\. .SERGIO ALMARAZ

dos a merecer esta clase de tributos! Y todavia quedan los


privilegios ilegales, las tuercas flojas que aquí y aliá irán en-
contrando las compaiíías en todo el mecanismo de la Ley ...
Los bolivianos por un ominoso hábito mental cuando se
nos habla de riqueza o poder, establecemos una comparación
entre lo que se nos dice y el poder que tuvier.on en otro tiem-
po los grandes de nuestra minería. Cediendo a este hábito
ahora debemos convenir en que los privilegias y el poder que
utilizaron nuestros grandes mineros para aumentar su for-
tuna, fueron recursos rateriles que moverían a risa a las com-·
paiíías petroleras. ;. Una compaiíía petrolera pagando im- _
puestos nacionales, o informando al Banco Central cuál es
su movimiento de divisas, o diciendo a un funcionaria bo-
liviano cómo piensa retirar sus utilidades?

EL CODIGO DEL PETROLEO Y LA SOBERANIA


NACIONAL
La explotación de las riquezas naturales por el capital
monopolista no sólo representa para los pueblos considera-
bles pérdidas económicas, constituye también la ingerencia
en sus asuntos internos. Comúnmente, los privilegias de los
consorcias petroleros son logrados al precio dei avasallamien-
to de la soberania nacional. Trátese dei Medio Oriente o de
América Latina, los países que poseen hidrocarburos, viven
bajo la constante amenaza de intromisiones en su vida na-
cional. No hay país petrolero en el mundo cuya historia no
esté salpicada de sangre. Ningún otro recurso natural que
no sea este hidrocarburo, ha dado lugar a que se amalgamen
tan completamente la defensa de los intereses económicos con
la defensa de la soberania nacional. ·
Cada uno de los privilegias que el Código reconoce a las
compa:iíías petroleras es una amenaza concreta contra el país.
Empero, hay cuestiones más directamente vinculadas con el
ejercicio de la soberania, tales como la ilaturaleza dei régi-
men impositivo, la açtitud dei Estado frente a las subsidia-
rias, etc., que debemos examinar para tener una idea más
completa de lo que la ley petrolera significa.
Los términos de un contrato están determinados por un
conjunto de circunstancias de diverso orden. Si estas cir-
cunstancias cambian, el Estado tiene el derecho de modificar
parcial o totalmente los convenios en los que haya interve-
nido con particulares. Tratándose dei petróleo _y de conce-

198
PETROLEO EN BOLIVIA

siones que durarán 40 anos, hay may.:>r razón para suponer


que las condiciones económicas, sociales, etc., que les dieron
vida cambiarán de tal modo que los contratos deben sufrir
reajustes_ y modificaciones.
No proponemos conceptos jurídicos novedosos ni normas
extrafias a los convenios corrientemente aceptados por las
empresas petroleras. Ei convenio suscrito en 1951 entre el
gobierno del Irak y la empresa que opera en ese país, dice en
su cláusula séptima:
"Si en el futuro se conviniera.n condiciones entre los gobier-
nos de pa.ises vecinos y empresas petrolera.s, en consecuencia. de
las cua.les cualquiera de esos gobiernos reciba. una participa.ciJõn
por tonelada. superior a la que recibe el IÍ'a.k, el gobierno ira.qués
tiene el derecho de exigir aumentos inmedia.tos similares de las
empresas petroleras". ( 98)

No cabe duda que el gobierno iraqués tiene mucha más


habilidad y firmeza que el boliviano, para defender sus de-
rechos.
La Ley Orgánica del Petróleo pese a su clasicismo jurí-
dico, contenía princípios que más tarde pudieron haber ser-
vido de base para una legislación avanzada. El artículo 39
en el que se sefiala la obligación de e-stablecer domicilio le-
gal en la República, concluye con la siguiente frase: "Las
compaiíías .. : están sujetas a todas las disposiciones existen-
tes o qUP. se estableciesen en lo sucesivo". Y el artículo 47
refiriéndose a las concesiones de manufactura o tr~sporte:
"Estas concesiones quedarán sujetas al pago de los impuestos
creados o por crearse sobre empresas análogas". El Estado
estaba lejos de limitarse a sí mismo. Los concesionarios te-
nían que sujetarse "a todas las obligaciones existentes o que
se estableciesen en lo sucesivo". Existia la posibilidad de
modificar la tributación porque el estado ocupaba una posi-
ción más digna.

AUTONOMIA DE REGIMEN TRIBUTAR/O

En cambio con el Código del Petróleo, se garantiza a las


compafiías extranjeras que aun cuando la ley cambie "los
concesionarios y los contratos se regirán por las estipulado-

(98) Citado por Adolfo Silenzi Stagni, Ob. cit. pág. 131 "Oil Fo-
rum", octubre de 1951.

199
·SERGIO ALMARAZ
i

nes vigentes al momento de consolidarse" (Art. 18). Fuera


de esto y a modo de remache, se proclama 'la autonomia tri-
butaria. En efecto, el sistema impositivo "es independiente,
autônomo dei régimen tributaria general de la Nación" (art.
100). Declara también la exención de impuestos:
"Art. 135.-El pago de patente, participación o regalia y de-
más impuestos, derechos y contribuciones establecidos en este Ca--
pítulo, libera. las a.ctividades, bienes, derechos y rentas del conce-
sionario, durante el plazo de la conc·eSión, de todo otro impuesto,
derecho o contribución creado, o por creal'se, cualquiera que sea
su ca.rácter o denominación: ya sea nacional, departamental, mu-
nicipal o universitario, así como de cualquier otro gravámen adi-
cional sobre la concesión o sobre los productos y substancias que
se obtengan de ella. Dicha liberación se extenderá también a los
dividendos pagados ... ".

En el Perú y Venezuela, no se ha declarado expresamen-


te la autonomia dei régimen tributaria, y es más, la ley ve-
nezolana ordena que "los concesionarios pagarán todos los
impuestos generales, cualquiera que sea su índole".
Ninguna organización en Bolívia, industrial o comercial,
posee régimen tributaria autónomo, así corno no hay ciuda-
dano, repartición del Estado ni aún organizaciones de be-
neficencia, que estén totalmente liberados dei pago de impues-
to. A este respecto se advierte también un retroceso con re-
lación a la legislación de 1921, según la cual, las compaiíías
estaban obligadas al pago de los impuestos que gravan las
utilidades de las compaiíías o empresas mineras, con carác-
ter general (Art. 33). Esta disposición era definitivamente
opuesta a la pretendida autonomia de la tributación petro-
lera.
El sistema tributaria de la Nación es uno solo, y fuera
de él, sin menoscabar la soberania dei Estado, no existen sis-
temas "independientes". Pero por las disposiciones conteni-
das en los artículos 131, 132 y 135, la actual legislación com-
pleta el ya desmesurado privilegio de poseer un régimen tri-
butaria autónomo con la exención total de impuestos de im-
portación y exportación. Es cierto que en la mayor parte de
las legislaciones petroleras, las empresas han logrado hacerse
eximir dei pago de impuestos sobre importación, pero el len-
guaje y los términos que en material legal juegan un papel
tan importante, en nuestra legislación son humillantes y ofen-
sivos para los bolivianos. En la legislación venezolana que
por cierto no puede ser citada como modelo de una legisla-
ción avanzada, no se concede de hecho la exoneración total;

200
PETROLEO EN BOLIVIA

el Ministerio de Fomento está autorizado a resolver "en ca-


da caso sobre las solicitudes de exoneración" de impuestos
de importación (Art. 58).
Los esfuerzos defensivos de los países productores de
petróleo, se encaminan especialmente a resolver el problema
impositivo. El Sr. Gumercindo Torres, ex-Ministro de Fo-
mento de Venezuela, decía comentando las pérdidas que su-
fre su país por la exoneración de impuestos: "Para Venezue-
la hubiera sido mejor negocio, cobrar los derechos corrientes
de aduana a las mercaderías introducidas por las compafiías
petroleras y dejar de cobrar los impuestos a dichas empre-
sas sobre la explotación del petróleo." (9 9 )
;. Cuáles serán las pérdidas de Bolívia con la "indepen-
dencia" del régimen tributaria y la exoneración de impues-
tos?

EL CO DIGO FACILITA LA ACCION DE LOS MONOPOLIOS

La Ley de 1921 impuso varias restricciones -fruto de


un justificado temor- a la acción de los trusts petroleros,
para impedir que convirtieran al país en un feudo. Como se
sabe, esta Ley llegó demasiado tarde para detener a la Stan-
dard. Varias eran los recursos legales para combatir el mo-
nopolio: la concesión era más pequena y podia establecerse
por una sola vez; se ordenaba el derecho de cruce de los oleo-
ductos por las zonas de privilegio; se fijaba el número de po-
zos que obligatoriamente debían perforar los concesionarios,
indicando el tiempo mínimo de cuatro anos para iniciar el tra-
bajo de explotación; el Estado podia fijar el "monto mínimo
que debía alcanzar la producci.ón"; podia tomar a su cargo la
producción para extraer por su cuenta la participación que
le correspondía; y, de acuerdo al artículo 40, el gobierno es-
taba facultado para vigilar y fiscalizar la actividad de las
empresas, "no sólo para organizar convenientemente la indus-
tria en beneficio nacional, ya para combatir el acaparamien-
to de la producciõn, transporte, almacenaje y comercio deZ
petróleo, sus sim-ilares y sus derivados".
El Código dei Petróleo, no sólo carece de este mecanis-
mo defensivo, sino demuestra una inequívoca complacencia

(99) Citado por Eduardo Machado, "Venezuela Principal Arsenal


Colonial dei Imperialismo Yanqui", pág. 11.

201
·stRGIO ALMARAZ

ante las futuras combinaciones monopolistas de los petrole-


ros. Veamos algunos ejemplos. El Código, como la Ley an-
terior, fija un impuesto adicional sobre transferencias, pero
incluye la siguiente novedad: "Las transferencia entre filia-
·les de la misma empresa pagarán la mitad del impuesto an-
tes mencionado" (Art. 109).
Es cosa muy conocida que las empresas petroleras ma-
niobran a través de filiales, y con el Art. 109, el gobierno
boliviano queda complacido por el establecimiento en el país
de filiales de un mismo trust.
Los artículos 95 y 96, dan igualmente vía libre a los ma-
nejos monopolistas ai autorizar expresamente que dentro del
país, la producción puede ser vendida de una empresa a otra.
Este es justamente el mecanismo utilizado por los monopolios
petroleros en Venezuela para burlar el pago de contribucio-
nes. Las empresas productoras venden el petróleo a sus afi-
liadas encargadas de la refinación o del transporte, a precios
inferiores a los cotizados en el mercado internacional. Los
beneficios quedan en familia, porque lo que aparentemente
pierde la compaííía vendedora recupera la compradora.

EL CONCESIONARIO REPRESENTA AL ESTADO


Otro tópico de especial interés por sus aplicaciones rela-
tivas al ejercicio de la soberanía, es la facultad del concesio-
nario de representar al Estado.
"Art. 8.-El concesionario representará al Estado en la ex•
portación del producto crudo y sus derivados".

La Constitución de 1947 y el Proyecto de Reforma Cons-


titucional de 1956 respaldan esta disposición. Ignoramos cuál
fue el criterio de los legisladores; pero esta disposición no so-
lamente choca con ciertos princípios dei derecho ("Delegata
non delega tu r", el delegado no puede delegar) , sino que, a de-
más, constituye un peligro real para el ejercicio de la sobera-
nía y para la política internacional dei país.
De acuerdo ai Derecho Público, la potestad soberana resi-
de en el pueblo, el Estado es su representante, manifestando
ese poder soberano a través de la Ley. El Estado representa al
pueblo fuera de las fronteras nacionales mediante determina-
dos organismos aceptados y reglamentados por el Derecho
Internacional y no puede delegar su representación en orga-
nizaciones y entidades privadas.

202
PETROLEO EN BOLIVIA

Pero estos principios nada tienen que ver con las com-
pafiías petroleras que representarán ai Estado en lo que con
reticencia se llama "exportaciones de petróleo". ;. Cuál será
el papel de la Cancillería en todo esto? El Art. 6 dei Regla-
mento dei Código reconoce a las compafiías el derecho de exi-
gir ai Gobierno y a la Cancillería, la tramitación de trata-
dos de libre tránsito allí donde no los hubiera, la obtención
de facilidades de los países vecinos para la explotación dei
petróleo, etc. Con todo esto, la Cancillería se convertirá en
la regadera de los petroleros.
Estas extrafias facultadas --extrafias porque sorprende
encontrarias en un docum(}nto público de mediados dei siglo
XX- equivalen a conceder a los petroleros un cierto "status"
para orientar la política exterior boliviana. Por lo demás,
parecen haber nacido únicamente en nuestro país, pues no
hay disposiciones similares en otros países de la América
Latina.

LENGUAJE INCONVENIENTE

Hay demasiados detalles y expresiones bochornosos que


bien pudieron omitirse sin alterar en lo más mínimo los pri-
vilegies de las compafiías. Tomemos un ejemplo: de acuar-
do al Código, el Estado no debe demorar más de un mes en
retirar la regalia, si pasa de ese término, el concesionario po-
drá disponer libremente de ella y sólo después rendirá cuen-
tas al Estado. En cambio, si el concesionario dejara de pagar
la regalia durante un afio, el Estado no podrá declarar la ca-
ducidad porque el retraso en el pago de contribuciones (y es-
te es un concepto digno de los abogados de las compafiías
petroleras) "no será causal de caducidad cuando se deba a
desacuerdos entre la Dirección General de Petróleo y el con-
cesionario" (Art. 150).
En nuestra legislación cuando el inquilino de una casa
deja de pagar alquileres durante tres meses, puede ser lan-
zado derechamente a la calle, aun cuando exponga razones
de "desacuerdo" con el duefio de casa. Pero tratándose de
los petroleros, les bastará pelearse con la Dirección de Petró-
leo para dejar de pagar impuestos y regalías por uno, dos o
más afios. jEsto sí que es saber hacer leyes ... !

203
SsRGIO ALMARAZ

CONCLUSiONES
Las comparaciones que hemos venido haciendo entre la
ley de 1921 y la de 1955, y la de esta última con las legisla-
ciones peruana y venezolana, sugieren las siguientes conclu-
siones:
1.- La Iey de 1921, no obstante sus 35 aiíos y su libe-
ralismo, brindaba ai Estado recursos más eficientes para la
defensa de la riqueza petrolera de Bolivia; su sistema impo-
sitivo era más ventajoso y las cuestiones concernientes ai
ejercicio de la soberanía se abordaban más responsablemen-
te. De esa Ley habría que decir por lo menos que nos consta
que fue redactada por abogados bolivianos.
2.- Los privilegies que el Código del Petróleo reconoce
a las compaiíías son mucho mayores que los establecidos por
las leyes dei Perú, Colombia y Venezuelas, leyes que no cons-
tituyen ni mucho menos un modelo digno de imitarse.
3.- Las líneas defensivas de la economía dei país contra
la penetración de los monopolios extranjeros, han recibido un
golpe de muerte con la ley petrolera. La riqueza más impor-
tante de Bolivia, la que según todas las evidencias, se trans-
formará más o menos pronto en el eje de la economía nacio-
nal, ha pasado graciosamene a manos dei capital extranjero.
En este sentido no hay ningún documento de la histeria eco-
nómica boliviana más falto de sensibilidad para la defensa de
los intereses nacionales y más patéticamente indiferente pa-
ra con el futuro de Bolívia que esa infortunada ley.
El Código n.o fue sometido a consideración de la opinión
pública. Se lo rodeó de un misterio desacostumbrado en la
aprobación de medidas económicas. El gobierno dei general
Odría, debutando de reformista, se propuso modificar la le-
gislación petrolera dei Perú por consideraria "anticuada".
Pero lo cierto es que ai permitir que su proyecto fuese deba-
tido públicamente fue más respetuoso con la opinión pública
que lo ha sido el gobierno boliviano con la suya.
;. Qué temía el gobierno boliviano? ;. Qué podía decir la
prensa boliviana teniendo en cuenta su situación desde 1953
y el poder que sobre ella ejerce el USIS? (1° 0 ) A pesar de lo
que se diga en contrario, parece explicable la desconfianza
dei gobierno de Paz Estenssoro: traía al mundo una criatu-

(100) United States Information Service.

204
PETROLEO EN BOLIVIA

ra de oscuro origen, cuya sóla Jli'esencia bastaria para recor-


dar que en otros tiempos los que aprobaron la nueva ley, fue-
ron los más ardientes defensores de la causa nacional dei
petróleo.
El Parlamento diligentemente convirtió el Decreto ~n
Ley, sobre la base de un informe de Comisión. No hubo de-
bate, ri i oposición; el "proyecto revolucionaria", mereció el
apoyo unánime de la bancada "revolucionaria". Treinta y
cinco aíios antes, en el mismo recinto, en circunstancias se-
mejantes, ocurrió exactamente lo mismo. El Gobiemo de Gu-
tiérrez Guerra, apremiado por una compaíiía -petrolera, obli-
gó a sus diputados a votar una ley recomendada por los aba-
gados de la empresa. Esta vez, la interesada era la Gulf que,
con sorprendente espíritu legalista, había impuesto como
condición para iniciar sus operaciones en Bolivia, que el Par-
lamento diese su visto bueno. Los diputados no discutieron.
l,Sentían repugnancia o estaban anonadados por el peso de
su responsabilidad, o simplemente ignoraban la importancia
dei asunto?
Lo cierto es que la prensa norteamericana saludó con
alborõzo el nacimiento de la nueva ley. Y no era para me-
nos. No podía ser recibida con indiferencia una disposición
dictada por y para el capital extranjero, particularmente pa-
ra el norteamericano. La prensa nacional -la oficial y la
no oficial- unió su voz al alegre coro. Entretanto, el pue-
blo boliviano miraba con silencioso encono el saqueo de sus
riquezas.
Si hasta cierto momento existían dudas acerca de la pa-
ternldad de la ley, e] alborozo de determinadas publicaciones
norteamericanas y el de los representantes de las compaíiias
petroleras en Bolivia, disiparon esas dudas. Myron Clude
Gretler, portavoz de la Socony dijo haber "recogido una im-
presión muy favorable y que en este sentido elevará su in-
forme a la oficina central de la Socony en Nueva Y ork"' (1° 1 ).
Y Benjamin F. Hake, gerente de la Bolivian Gulf Oil Co., con
más elocuencia que el primero, expresó que "Recientemente,
el interés en las posibilidads petroleras de Bolívia ha sido
estimulado principalmente por el nuevo Código de Petróleo,
que ofrece un ambiente satisfactorio para la inversión dei ca-
pital en el esfuerzo de descubrir nuevos campos de petró-
leo". (1° 2 )

( 101) "El Diario", La Paz, 25 de enero de 1956.


( 102) "El Diario", La Paz, 11 de octubre de 1956.

205
SERGIO ALMARAZ

Los' intelectuales bolivianos mantuvieron silencio. Sólo


uno de ellos, el historiador Humberto V ásquez-Machicado, pu-
so el asunto ruda y directamente sobre el tapete. Lamentan-
do que los bolivianos den tan poco valor a su riqueza petro-
lera, expresó: "Es una verdadera lástima que hagamos tan
poco caso de ella, cuando su legislación ha sido encargada a
los abogados de las grandes compafiías interesadas, los cua-
les nos han dado un Código dei Petróleo que está muy lejos
de responder ni a las necesidades dei estado boliviano, ni al
valor de esa riqueza, ni a la conciencia dei pueblo todo".
"Por la forma y modo cómo ha sido redactado y aprobado
ese Código dei Petróleo, es nulo de pleno derecho". ( 103 )
La intelectualidad "oficial" y la "opositora", hermanadas
por el silencio, dejaron que se ahogara la voz de V ázquez-
Machicado, en lo que parece haber sido la única tentativa de
promover debate sobre la ley petrolera.
Pero correspondió a Jackson Eder, el arrogante árbitro
de la economía boliviana en los últimos tiempos, poner en
claro la procedencia del Código. En un párrafo de su infor-
me en el que recomendaba que debía ser aprobado un código
de minería semejante al dei petróleo en el término más pe-
rentorio, decía:
"No se puede esperar milagros, sin embargo, y la redacción
de tal código demorará unos 8 meses, según me ha informado el
socio del abogado americano que ha colaborado en la redacción
del Código del Petróleo". ( 104)

Los abogados que redactaron el Código son miembros


de la oficina jurídica norteamericana "Shuster and Daven-
port". En el informe del asesor económico norteamericano
Cornelius H. Zondag presentado al Departamento de Estado
bajo el título de "Problems in the Economic Development of
Bolivia", en el Capítulo V, página 121, se lee lo siguiente:

"NUEVO CODIGO DEL PETROLEO


YPFB sabe claramente que no se encuentra en capaci-
dad de desarrollar por sí solo todos los recursos petrolíferos
de Bolivia. En efecto, esta entidad fiscal ha sido permanen-
temente uno de los partidarios más decididos de que los re-

( 103) "El Diario", La Paz, 10 dr enero de 1957.


(104) Informe Eder, "El Pueblo", Cochabamba, 29 de mayo de 1957.

206
PETROLEO EN BOLIVIA

cursos petrolíferos potenciales dei país se abran al capital ex-


tranjero mediante un código dei petróleo nuevo y eficaz. La
Misión de Operaciones de .los Estados Unidos en Bolivia se
ha mantenido alerta sobre este problema. A comienzos de
1955, la Misión contrató los servicios de La firma neoyorqui-
na Shuster and Davenport, la cual elaboró un proyecto de có-
digo del petróleo. Desde un comienzo, este proyecto contó
con el mayor interés y apoyo por parte del anterior Presi-
dente Paz Estenssoro, quien lo impulsó enérgicamente por en-
cima de todos los obtáculos hasta que, por wltimo, se logró
la firma del decreto definitivo el 26 de octubre de 1955."
En el apéndice VII del Informe Zondag, en el párrafo
número 6, encontramos la siguiente especificación:
"CONTRATOS PRIVADOS BAJO EL PROGRAMA DE AYUDA
DE LOS ESTADOS UNIDOS
6. SCHUSTER AND DAVENPORT.- Código del Petróleo-
$US. 60.000.-. Aproximadamente por espacio de 8 meses; dos
empleados de los Estados Unidos y ningún empleado nacional.
Estudio de las leyes y disposiciones petroleras bolivianas existen-
tes, para ayudar a las autoridades del Gobierno boliviano en la
elaboración de un códigd del petróleo. (Contrato cumplido -im-
plementado el nuevo código)".

Sobran los comentarios. Los párrafos transcritos corres-


ponden a un documento oficial de un gobierno extranjero.
Es indudable que en el futuro esta será la base para deman-
dar la nulidad e inconstitucionalidad dei Código.
;,Por qué se contrataron abogados extranjeros para re-
dactar una ley nacional? Admitamos que todo gobierno tie-
ne derecho a buscar asesoramiento extranjero, ;_pero por qué
precisamente norteamericano? Se sabe que en 1954 el gobier-
n-6 tramitá por el canal de las Naciones Unidas la coopera-
ción de técnico~ mexicanos para la preparación de Una ley
petrolera. Se sabe también que el ingeniero mexicano Fran-
cisco Arellano Velloc presentó las bases de un proyecto en
el que recomendaba el sistema de las sociedades mixtas ex-
cluyendo el de las concesiones. ;,Por qué esta proposición
fue descartada? Porque no se buscaba como última finali-
dad ·la elaboración de una buena Zey, sino la aprobación de
un instrumento legal que hiciese posible especificamente la
concesión, es decir, la entrega, simple y directa dei petróleo·
boliviano.
En àerecho civil hay una teoria según la cual, la venta
de una cosa puede anularse si el comprador aprovechándose

207
SÉtÍGIO ALMARAZ

dei estado de necesidad dei vendedor, le impone un precio


vil. La ley petrolera nació en medio de las angustiosas pe-
nurias dei pueblo boliviano y parece ser parte dei precio que
debe pagar el país por lo que con impropiedad se ha venido
en llamar "ayuda americana". Canje de leche cara y queso
de infame calidad por petróleo. Setenta millones de dóla-
res de ayuda americana contra 200 millones de pérdida en el
estaiio y contra varias centenas de millones de dólares en
yacimientos petroleros. jEstos son negocios!
CAPITULO SEPTTIMO

CONTRATOS Y CONCESIONES

El examen dei Código del Petróleo, sólo destaca ciertas


premisas teóricas de la actual política petrolera, y configura
algunos de sus fundamentos jurídicos y económicos. Los con-
tratos hasta hoy celebrados y las concesiorÍes otorgadas, cons-
tituyen la ejecución práctica de esa política; lo positivo y lo
negativo se destacan más nítidamente y, por lo mismo, el
país puede ya formar una opinión en base a lo que es una
experiencia tan cierta como negativa.
Analizaremos en los contratos del modo más sumario,
únicamente los aspectos esenciales, puesto que un estudio por-
menorizado, siendo como es muy importante, no es indispen-
sable para descubrir la naturaleza de éstos, el tipo de rela-
ción colonial que se establece entre las compafi.ías petroleras
y el Estado, los objetivos de los grandes consorcios, sus con-
tradicciones y acuerdos para acaparar los yacimientos bo-
livianos, la acción combinada contra YPFB y contra los pro-
ductores pequenos, etc.

CONTRATO CON GLENN MCCARTHY

El contrato con McCarthy se firmá el 26 de Septiem-


bre de 1952, tres afi.os antes de la aprobación dei código. Dos
convenios posteriores -2 de febrero de 1953 y 11 de mayo
del mismo afio- introdujeron modificaciones parciales en el
contrato original. Desde entonces se han afi.adido varios
''anexos" y "convenios" al contrato principal.

209
·/
SERGIO ALMARAZ

AREA DEL CONTRATO Y PRIVILEGIOS DEL


ARRENDATARIO

Se fijó un área de 359.700 hectáreas dentro de la Zona


YPFB y en la cual se encuentran Los Monos y Agua Salada,
regiones conocidas desde hace mucho tiempo por su riqueza
petrolera. De acuerdo con las cláusulas novena y décima el
arrendatario tendrá derecho a establecer nuevos convenios
con YPFB cuando las estructuras descubiertas por él se pro-
longuen fuera del área del c.ontrato y en el caso de que se
"determine que no existen cantidades de petróleo comercia-
bles y económicamente explotables." En ambos casos, "YPFB
concederá al arrendatario otras áreas, equivalentes en exten-
sión, bajo los términos y condiciones y para los mism~s pro-
pósitos estipulados en este contrato." En consecuencia, no
hay un área definida y el arrendatario elegirá libremente los
yacimientos que más le interesen. Esta es una curiosidad
jurídica extraiía en un contrato petrolero.
Los privilegias de McCarthy son interesantísimos. Si
en el pasado para obtener una concesión petrolera en Bolivia,
bastaba un papel sellado de 20 Bs., los concesionarios por lo
menos estaban obligados a pagar unos centavos por derechos
superficiarios. En cambio McCarthy puede exihibir los si-
guientes privilegias:
-No paga ningún derecho superficiario en el período de
exploración ni en el de explotación.
- Si tuviera la intención de abandonar la perforación
de un pozo, YPFB en el plazo de ocho dias, podrá pedirle que
continúe perforando. "En tal caso el costo de la perfora-
ción. . . será cargado a YPFB y si dicho pozo resultare pro-
ductivo, el costo y la producción será del arrendatario, pero
YPFB tendrá derecho a percibir un 5% sobre su producción,
por enciina de la regalia ... " (undécima). Lo justo habría
sido precisamente lo contrario: que el costo y la producción
sean para YPFB y el porcentaje para el- arrendatario hasta
que haya cubierto sus gastos.
- Entregará un porcentaje de su producción que fluc-
túa entre ell6.1/2% y el 40% y un tercio del.gas que co-
merciaJlice (podrá desperdiciar todo el gas que desee pues el
estado no cobrará nada). El petróleo será entregado en boca
de pozo y la escala se aplicará teniendo en cuenta la capaci-
dad productiva de cada pozo. El procedimiento es compli-
cado y técnicamente inconveniente.

210
PETROLEO EN BOLIVIA

- Como la regalía será entregada en boca de pozo obli-


gará a YPFB a realizar operaciones adicionales. Pero si de-
morara más de ocho días, el arrendatario "podrá disponer li-
bremente" dei petróleo que corresponde al Estado.
- Si YPFB utilizara los oleoductos construídos por el
arrendatario, abonará el casto dei transporte más un 5% y
si el petróleo es destinado a la exportación, más el 10%. El
contrato nada establece para el caso inverso, cuando el arren-
datario tenga que utilizar los oleoductos de YPFB.
- Si YPFB tuviese que comprar petróleo con destino al
consumo interno, pagará en dólares y una cantidad "igual al
precio cotizado. . . en la costa dei Golfo de los Estados Unidos
( el petróleo más caro) , menos un 15% (cláusulas 22 y 23) .
Este 15% no constituye ninguna ventaja especial, porque
"ltPFB correrá con el transporte. Esta significa que si por una
eventualidad la entidad fiscal no pudiera cubrir el consumo
interno, tendría que pagar un precio a McCarthy sino mayor,
por lo menos similar al que pagaría por petróleo extranjero.
La cláusula 23 invierte los términos tratándose dei arrenda-
tario: "YPF_B abastecerá al arrendatario con productos para
su consumo interno en moneda boliviana . .. ". He aquí una
consecuencia muy objetiva de la desnacionalización dei pe-
tróleo: comprar petróleo nacio'nal como extranjero.
- AI término de la concesión, después de 35 aiios, pasa-
rán a poder dei Estado sólo los materiales y equipas que se
emplean en la perforación y únicamente los que estuvieran
amortizados a la fecha dei vencimiento. Se excluyen las re-
finerías, oleoductos troncales, etc. ;. Qué es lo que pasará a
poder dei Estado, desechos de maquinaria, torres viejas, ba-
sura ?; ;,por qué en 35 aiios las instalaciones no estarán to-
talmente amortizadas?

NINGUN CONTROL
McCarthy podrá "construir, adquirir, instalar y mane-
jar" refinerías, oleoductos, tanques, muelles, carreteras, ferro-
carriles, telégafos, etc. En todo el contrato no hay una sola
frase relativa a que el ·Estado pueda utilizar las instalaciones
del arrendatario. Cabe formular la pregunta dei Profesor
Silenzi cuando comentaba el contrato firmado por Perón con
la SOCAL: ;.se precisará pasaporte para ingresar a la con-
cesión?
Si todo lo anterior no fuere suficiente para revelar la
naturaleza dei contrato, todavía la cláusula 48 sitúa las re-

211
f!ERG)O ALMARAZ

laci~nes entre YPFB y el arrendatario en un terreno intole-


rable:
"YPFB no impondrá. medidas de prorrateo o limitación a. la.
producciõn, NI NINGUNA OTRA · RESTRICCION A LA PRO-
DUCCION DURANTE LA VIGENCIA DE ESTE CONTRATO ...
exceptuando solamente aquellas usuales que se incluyen en la. ex-
presi.õn "prácticas eficientes de ingeniería."

Esta cláusula puede tener como ccnsecuencia el saqueo


y despilfarro de los recursos petroleros nacionales. Mientras
que en los Estados Unidos las companías deben sujetarse a
las "cuotas permisibles" de producción que les asignan los
organismos estatales, por ejemplo, en Texas, la Texas Rail-
road Commission, en Bolivia el Sr. McCarthy se toma la re-
vancha y consigue que el Estado Boliviano, renunciando a sus
derechos, le reconozca la facultad de producir sin control al-
guno. ;,En qué quedan las facultades reguladoras de la Di-
rección General de Petróleo? Si la producción no se podrá
regular ni imponer ninguna restricción, para asegurar la con-
servación de los yacimientos, ;,qué objeto pueden tener las
"prácticas eficientes de ingeniería"? El sentido de éstas es
muy claro: conservar los yacimientos de acuerdo a los prin-
cípios técnicos establecidos por la ingeniería dei petróleo:
"1.-No deben· existir pozos brotantes, ni derrames incontrolados
a. través de los cuales se pierda. prematuramente la presiõn
del gas.
2.-El número de los pozos debe ser mantenido al minimo, de-
terminado por la. geologia dei campo: muchos pozos drenan
el campo de las presiones del ga.s y el agua; pocos pozos
pueden ocasionar la pérdida del petróleo conforme emigra. hacia
el pozo.
3.-El flujo de cada pozo deberã ser ajustado para mantener una
presión pareja. a través de todo el campo.
4.-La. proporción de gas con el petróleo, en el flujo de cada. po-
zo, será la mínima que a.segure el flujo del petróleo." (105)

Estas normas no podrán ser aplicadas porque "la ver-


dad es que la legítima conservación -dice el autor de "El
Imperio dei Petróleo"- demanda la posesión nacional dei
petróleo y una explotación de acuerdo con un plan nacional".
El Estado con su actual política ha renunciado tácitamente a
. la posesión naCional del petróleo y en el contrato McCarthy es-
te hecho se complementa con la renuncia expresa al c.ontrol
y regulación de la industria.

(lOS) H. O'Connor, Ob. cit. pág. 98.

212
PETROLEO EN BOLIVIA

GARANTIAS PARA MCCARTHY, OBLIGACIONES PARA


EL ESTADO

En el contrato de septiembre de 1952, el Estado se pro-


tegía relativamente con la clásula 35:
Si "YPFB reclamara al arrendatario por algo que en su con-
cepto importEf incumplimiento, le dará aviso y desde ese momento
tendrá un plazo de seis meses para subsanar la falia que motive
la reclamación; en caso de no hacerlo, pasado dicho término, pro-
cederá la acción judicial correspondiente."

La redacción de esta cláusula que recuerda uno de los ar-


tículos de la Ley Orgánica del Petróleo, fue suprimida por ei
Convenio de 2 de febrero de 1953 y substituída por un ré-
gimen de garantías en favor dei arrendatario. Haciendo de
constitucionalista, McCarthy obligó a definir los términos ex-
_oropiación y confiscación. "Se entenderá por expropiación
-se dijo expresando un concepto nuevo y en contradicdón
con la Constitución Política- cualquier disposición guber-
namental por la que los bienes dei arrendatario pasarán a po-
der dei Estado ... ". Por confiscación se deberá entender
"cualquier disposición por la que el arrendatario quede im-
posibilitado de recibir y exportar las divisas que le corres-
ponden."
Muchos países de América y Europa y nuestro propio
país, en determinadas circunstancias suspendieron temporal-
• mente la exportación dé utilidades y el servicio de la deuda
externa. La Argentina antes de dictar la ley sobre radicato-
ria de capitales extranjeros adoptó esta medida. En nuestro
caso, el Estado no podrá intervenir de ningún modo en el re-
tiro de utilidades porque puede ser objeto de graves sancio-
nes econômicas.
El mecanismo que podrá ponerse en marcha contra el
país es el régimen de garantías en base a las definiciones
pactadas sobre confiscación y expropiación. En el contrato
de septiembre de 1952 se establecía que la vigencia dei mismo
estaria condicionada a la obtención de varias documentos de
garantía por parte dei arrendatario:
"1- Aprobaciõn de este contrato por la Agencia de Seguridad
Mutua de los Estados Unidos y la emisión de un contrato
de garantia en favor dei arrendatario ... ".
"2- Aprobación por escrito del programa de inversiones ... por
parte de la Administraciõn de Petróleo para la Defensa, r&-
partición del Departamento del Interior de los Estados Uni-
dos ... ". (Cláusula 49) .

213
I
SERGIO ALMARAZ

Las garantías exigidas a McCarthy tenían un doble filo:


el Gobierno autorizaba tácitamente la ingerencia de un estado
extranjero en los negocias de Bolívia transgrediendo dispo-
siciones constitucionales y la prohibición expresa de la Ley
Orgánica de Petróleo (vigente hasta la aprobación dei nue-
vo código) relativa a las vinculaciones entre los concesiona-
rios y agencias oficiales extranjeras. Pero al fin y al cabo
eran garantías. . El convenio de 2 de febrero de 1953 intro-
dujo un cambio completo:
"Mientras dure la vigencia de este contrato, la propiedad y
Ia posesián de los bienes dei arrendatario est1án debidamente ga.-
rantizados. En caso de expropiacián y /o confiscación, YPFB pa-
gará el valor de las inversiones más una, indemnización dei 15%
sobre dicho valor en la forma que se establece a. continuación:
Para garantizar estos pagos YPFB, con la firma conjunta dei
Banco Central de Bolivia, QUE SE CONSTITUIRA EN FIADOR
SOLIDARIO Y MANCOMUNADO, EXTENDERA PAGARES
QUE NO DEVENGARAN INTERESES, PAGADEROS EN LOS
ESTADOS UNIDOS DE ArviERICA POR EL VALOR DE LAS
INVERSIONES MAS UN 15% DE LAS MISMAS ... ". "ESTOS
PAGARES SERAN DEPOSITADOS EN UNA INSTITUCION
BANCARIA DE LOS ESTADOS UNIDOS ... ".

Aquí vienen las definiciones ya transcritas sobre expro-


piación o confiscación. (Cláusula tercera).
N.o satisfecho McCarthy con la declaración dei Estado
de que mientras el contrato esté en vigencia "la propiedad
y la posesión de los bienes dei arrendatario están debida-
mente garantizados", impuso el sistema de los pagarés unien-
do a la ofensa el escarnio. Pues este sistema -procedimien-
to coercitivo nunca empleado ni aún tratándose de deudas de
guerra- es considerado por el derecho mercantil como una
garantía extrema de ejecución inmediata. El gobierno bo-
liviano con esta terrible arma pendiendo sobre su cabeza,
puede ser fácilmente sometido a la coerción, pues hasta el
Banco Central está comprometido. Bastará que se presente
demanda ante un juez norteamericano para que se congelen
los depósitos fiscales en los Estados Unidos como sucedió
hace pocos anos, con la organización comercial yanqui "Mer-
cantil" que sin haber vendido ni una libra de estafio y por
procedimientos coercitivos, consiguió hacerse indemnizar por
el gobierno boliviano.
El contrato McCarthy es contrario ai derecho y a la dig-
nidad dei Estado. Contrario al derecho, porque un Estado
soberano no puede comprometer el futuro de su política en
interés de un particular; porque en estricto derecho, es in-

214
PETROLEO EN BOLIVIA

aceptable la declaración de que por el tiempo que dure la


concesión, los bienes del arrendatario no serán confiscp.dos
ni expropiados. ;. Quién garantiza que McCarthy o sus suce~
sores cumplan con.. el contrato? ;. Qué puede hacer un gobier~
no ante una compaiíía extranjera que no cumple sus com~
promisos cuando está prácticamente impedido de rescindir el
contrato por las graves penas que acarrearía ese acto? ;.Dón~
de quedan los principios de soberanía?
En materia de concesiones petrolíferas no se pueden dic~
tar graciosas garantías en favor de compaiíías privadas por~
que el riesgo lo corre la nadón que es la propietaria de los
yacimientos. Ya es un grave riesgo para un país poner en
manos extranjeras su más importante riqueza, pero es un
acto de completa irresponsabilidad confiarse a un aventure-
ro reconociéndole poderes que en otros tiempos --desapare-
cidos felizmente-- sirvieron para erigir imperios coloniales
esclavizando a millones de hombres.
Nada contuvo al "audaz petrolero de Houston", como
gusta llamarlo la prensa norteamericana: ni las alecciona-
doras páginas dei pasado nacional, ni el ejemplo de los paí~
ses productores que imponen multas, depósitos de caución
y otras garantías para vigilar las actividades de las compa-
iíías petroleras. McCarthy consiguió de Bolivia todas las ga-
rantías, confirmando una vez más que los oscuros anteceden~
tes àe un capitalista extranjero, merecen más consideración
para las clases gobernantes que el Estado Boliviano.

iQUE NEGOCIO SE TRATO DE HACER CON MCCARTHY?

En el contrato de mayo de 1935 se dijo que McCarthy


debía entregar a YPFB
"para su exportación a la República Argentina y su consumo den-
tro de su territorio, toda la cantidad de petrlõleo requerida hasta
la cantidad máxima de diez mil ba.rriles diarios ... a nn precio
que será mutuamente convenido y pagadero en moneda de los
Estados Unidos de Norteamérica y siempre que dicho precio no
produzca al arrendatario quebranto alguno CON RELACION A
LOS PRECIOS QUE PUDIERA OBTENER DE OTROS MERCA-
DOS PARA CRUDO SIMILAR."

Si se trata de aumentar la exportación a la Argentina en


diez mil barriles diarios (unos diez millones de dólares a1
afio). no vemos cómo el país pueda beneficiarse habiendo pa~
gado un precio a McCarthy igual al que "pudiera obtener de

215
I
SERGIO ALMARAZ

otros mercados para crudo similar", es decir un precio fija-


do de acuerdo ai mercado norteamericano. No vemos qué
negocio pueda realizar YPFB revendiendo esta producción, a
menos que obtenga un sobreprecio de la Argentina. Natural-
mente que ese país no comprará petróleo boliviano si puede
obtenerlo a precios menores, como lo viene haciendo, de Ve-
nezuela o el Medio Oriente. Esta estipulación -comprar
un producto a precios elevados para revenderia a pérdida-
no pasa de ser un absurdo económico.
Tratando de encontrar alguna razón que justifique la
concesión McCarthy, revisamos los contratos sin conseguir
nada que realmente constituya un aliciente económico. Mc-
Carthy no pagó impuestos, no pagó patentes, no entregó di-
visas ai Estado, no produjo, no obstante que su contrato le
obligaba a entrar en producción a fines de 1955. En más de
5 anos, no exportó ni un litro de petróleo. Su promesa de
inversión de 4 millones de dólares, se redujo a una pobre
suma: 1.700.000 dólares. Su trabajo: 3 o 4 pozos.
Pero si esta concesión no ha reportado ningún benefi-
cio al país, para McCarthy ha sido un buen negocio.

;,QUIEN ES Y QUE SE PROPUSO MCCARTHY?

Este rudo norteamericano surgido en la jungla petrole-


ra de Texas, es conocido por su ampuloso anecdotario de
excéntrico nouveau riche... Flamante millonario, su fortu-
na tiene antecedentes tortuosos en el 27 y % % de la "con-
cesión de agotamiento" y en los manipuleos políticos de los
petroleros tejanos con los grupos fascistas. En su tiempo fue
uno de los entusiastas partidari.os dei general Mac Arthur y
llevado por su patriotismo petrolero subvencionó y ayudó ai
senador Joe McCarthy, el lobo feroz de los republicanos de
Wisconsin.
Hombre emprendor, no podía perder la oportunidad que
se le presentaba en Bolivia. Algo más, acababa de firmarse
la nacionalización de las minas y el gobiemo boliviano espe-
raba anhelante la respuesta de Washington. ;.Los círculos
oficiales no deseaban mostrar su buena voluntad facilitando
el ingreso de capitales extranjeros al país? Pues bien, sería
McCarthy el que apr.ovecharía la oportunidad tomando cuan-
to le fúese ofrecido y exigiendo todo aquello que sirviera pa-
ra "devolver la confianza al inversor", "ànimal tímido" y
huidizo según la definición de otro inversor norteamericano
que visitó La Paz a mediados de 1955.

216
PETROLEO EN BOLIVIA

Lograda su. concesión en Bolívia, McCarthy se dedicá al


manipuleo comercial en grande. No era un impedimento que
no tuviera -o no quisiera tener- una compafiía debida-
mente organizada i por lo demás el contrato· prácticamente
no lo obligaba a nada, fuera de traer algún equipo con el
cual podia similar trabajo. Vendió acciones entre el pú-
blico boliviano -y aunque parezca raro encontrá comprado-
res- y ai cabo de cinco anos, obligó al Banco Central a reco-
gerlas en su valor original. Las autoridades dei Banco ejer-
ciendo la mayordomía de McCarthy, dijer.on que los bolivia-
nos tenedores de acciones se beneficiaban. . . porque las ven-
derían al cambio de 7.500 bolivianos habiéndolas comprado
a 190.
El audaz petrolero movió su anzuelo en varias direccio-
nes. Ofreció al Paraguay construir un .oleoducto. Transcu-
rrido el tiempo convenido, el gobierno paraguayo, que había
mordido el anzuelo, declará la caduçidad de la autorización.
Luego se lo vio moverse en Montevideo, Santiago y Rio, ofre-
ciendo vender gas natural de sus yacimientos bolivianos. Pe-
ro los antecedentes dei petrolero eran conocidos. Ya en 1949
en la Cámara de Diputados de la Argentina, los diputados pe-
ronistas revelaron que McCarthy había golpeado las puertas
de aquel país proponiendo un plan de explotación dei pe-
tróleo. Sus antecedentes debieron haber merecido muy poca
confianza porque el gobierno argentino decidió permanecer
sordo.
En realidad el juego de McCarthy consistió, en estas cin-
co anos, en utilizar los yacimientos bolivianos como carnada
para hacer nuevos negocias en los países vecinos.
A nuestro diligente petroler.o lo echaron de la Argenti-
na, Brasil, Paraguay y Chile; pero en Bolívia fue tolerado.
De acuerdo al contrato debía haber entrado en producción a
fines de 1955. Siendo ésta una causa para declarar la ca-
ducidad, consiguió siempre nuevas y oportunas prórrogas.
Esta concesión para Bolívia fue un ruidoso fracaso. Las
causas: la naturaleza misma de la política petrolera iniciada
en 1952 y que prosi~Jue hasta hoy sin variantes dignas de
mención; un contrato ofensivo para la dignidad dei Estado,
ineficiente desde todos los puntos de vista, y económicamen-
te absurdo; el régimen de "ayuda americana" impuesto -y
aceptado- para "ablandar" las defensas económicas y polí-
ticas dei país contra la penetración norteamericana; una opi-
nión pública "sorprendentemente benévola", de acuerdo al
cortés calificativo dei senador norteamericano Wayne Mor-

217
. s:iRGIO ALMARAZ

se (106) y convenientemente predispuesta por la "filantropia"


norteamericana.

LA TRANSFERENCIA

El 17 de enero de 1957, se firmó el Contrato Sustitutiv.o,


el cuarto y último de la serie McCarthy. Después de cinco
anos se está de nuevo en el punto de partida: en el plazo
de cuatro meses el arrendatario debía incorporar un capital
mínimo de 5 millones, reiniciar sus operaciones de · perfora-
ción, sus estudios geológicos y geofísicos y varias cosas más.
Pero era poco probable que en cuatro meses McCarthy hi-
ciera lo que no quiso o no pudo hacer en cinco anos. Mr.
Holland intervino en ayuda dei petrolero propiciando a cua-
tr.o companías para que adquirieran la concesión. El gobier-
no diligentemente se apresuró a autorizar la transferencia.
McCarthy desde su escritorio, sin haber vendido un litro de
petróleo boliviano, realizó un buen negocio; el último golpe
de fortuna de este ave:aturero afortunado. Entretanto el país
ha perdido un ric.o yacimiento, tiempo, oportunidades y di-
nero.
El contrato de transferencia no ha sido dado a publici-
dad, pero debemos suponer que las nuevas concesionarias no
renunciarán a las ventajas ganadas por McCarthy, ni per-
mitirán que el Estado se prevenga contra ellas si se proponen
seguir el camino de su antecesor, retardando la explotación
dei yacimiento, burlando el control dei Estado y trasgredien-
do impunemente los compromisos adquiridos con el país.
Hay dos cosas que no han sido explicadas por el gobier-
no en este oscuro asunto. YPFB pudo haber recuperado pa-
ra sí el área McCarthy. ;,Por qué no lo hizo? Si existían
razones fundamentales para entregar estos yacimientos a
companías extranjeras, ;,por qué no se recurrió al procedi-
miento de la licitación por medio dei cual se habrían obte-
nido condiciones superiores a las aceptadas en los contratos
McCarthy? ;,Por qué una transferencia tan extrana?
Las nuevas concesionarias son la Chaco Petroleum S.A.,
Monsanto Bolívia INC., Murphy Oil de Bolívia S.A. y Unión
Petrolera S.A., subsidiarias de Tennessee Gas Transmission •
Co., Monsanto Chemical Co., Murphy Oil Corporation y Union
Oil and Gas of Louisian~, todas pequenas Companías. Como

(106) Cable INS, "Ultima Hora", La Paz, 9 de julio de 1957.

218
PETROLEO EN .BOLIVIA

se sabe, estos grupos están en pugna con los grandes trusts


y recurren a triquinuelas y al apoyo de políticos venales co-
mo Henry Holland para defender sus intereses.

CONTRATOS CON LA GULF


El 23 de mayo de 1956, se firmaron con la Gulf Oil los
contratos llamados "Financiación de Oleoductos" y "Contrato
de Operación". El primero se refiere al préstamo de 5 mi-
llones de dólares que recibirá YPFB para la construcción del
oleoducto Sicasica-Arica y el segundo establece las bases d.e
la concesión otorgada a la companía norteamericana para la
exploración de un área ubicada en la zona de YPFB.

"FINANCIACION DE OLEODUCTOS"

El costo aproximado de la construcción del oleoducto Si-


casica-Arica y de ciertos trabajos de ampliación de la línea
Camiri-Cochabamba, será de 11 millones de dólares. La Gulf
prestará 5 millones bajo las siguientes condiciones:
"YPFB, pagará a la Gulf por amortización dei capital
financiado e intereses, la suma anual de $US. 1.333.333.- ...
en cuotas trimestrales, durante seis anos, conforme al Con-
venio de Préstamos".
Si YPFB prefiriera pagar en petróleo entregará a la Gulf
un volumen mínimo de 1,235 barriles al día, un 15% de la
producción fiscal correspondiente a 1955. Se calculará el
precio a 3 dólares por barril, de modo que la cantidad a en-
tregarse será la misma que si se tratara del pago en efectivo.
Como YPFB en seis anos restituirá 8 millones de dólares,
el interés es dei 10%. Es más elevado que el que rige para
inversiones similares en los Estados Unidos, y fuera de toda
norma, la cancelación se efectúa sobre cantidades fijas en
lugar de hacerlo sobre saldos deudores.
:E1n lo que se refiere al pago en especie, YPFB entregará
el petróleo, puesto en Arica, a un precio normal de tres dó-
lares por barril para el crudo tipo Camiri. Decimos que el
precio es sólo nominal porque el "valor de cada cargamento
vendido por la Gulf a terceros, será el precio total que, ella re-
ciba por dicho cargamento F AS A rica . .. ". Con esta dispo-
sición y la relativa a la facultad de la Gulf de "transferir o
asignar sus derechos emergentes de este contrato a cualquier
companía afiliada dentro del grupo de' companías de propie-

219
._

SERGIO ALMARAZ

dad .o controladas por la Gulf Oil Co.", se abre la puerta a


todos los manipuleos de los trusts petroleros entre sus filia-
les para llevarse el crudo a precios ínfimos. Si se pagan pre-
cios inferiores a los normales, y esta es la perspectiva real,
Bolivia desembolsaría más de los 8 millones. Tal parece ser
el propósito de la compaiíía. No de otro modo se explica el
interés de limitar las posibilidades de YPFB de colocar más
vantajosamente su producción. En efecto, YPFB puede ven-
der a "tercer.os responsables" el crudo destinado a la Gulf y
si por estas ventas obtuviese precios mayores -y la Gulf es-
tá segura de poder impedi rio-- podrá retener el excedente.
Pero la entidad fiscal "estará obligada de dar aviso a la Gulf
por lo menos seis meses antes" de que el oleoducto entre en
operación. "Si YPFB no hiciera uso de este derecho, la Gulf
podrá efectuar compromisos a largo plazo para disponer dei
petróleo crudo ... " (Inc. F, Cláusula tercera). ;,Por qué a
YPFB se le reconoce un plazo de sólo seis meses para nego-
ciar la exportación del petróleo cuando la deuda será amor-
tizada en seis anos?
Hasta aquí las triquiiíuelas legales de la Gulf. La cues-
tión de fondo es la siguiente: ;, qué producción transportará
el oleoducto Sicasica-Arica? YPFB no tiene excedentes apre-
ciables como para exportarias al Pacífico, ni al parecer los
tendrá en el futuro, dada su falta de equipas y recursos no
digamos para elevar la producción, sino para mantenerla en
los niveles actuales. Pero si tuviese excedentes, tendría que
destinarias a servir sus compromisos con la Argentina y el
Brasil. Lo lógico sería que todas las inversiones sean cana-
lizadas en dirección ai aumento de la producción evitando
que los escasos recursos fiscales se pierdan en obras de dis-
cutible utilidad como el oleoducto Sicasica-Arica.
La Gulf para desarmar a la opinión pública y preten-
diendo demostrar la utilidad dei oleoducto, ha dicho -y ha
hecho decir a los personeros de YPFB- que inmediatamen-
te se podrían colocar en California 15 mil barrilcs diarios dei
crudo liviano de la zona de YPFB. Lo que no se ha escla-
recido es que ese tipo de crudo que tiene una buena deman-
da en la costa oeste norteamericana, sólo podría alcanzar
ese mercado a través del mecanismo comercial de la Gulf,
empleando para el efecto su sistema de distribución y trans-
porte.
Siempre con el deseo de forzar ai construcción dei oleo-
ducto, la Gulf ofreció en su propuesta para adjudicarse Ma-
drejones, obsequiar la tubería para el entendido de la línea.

220
PETROLEO EN BOLIVIA

Ahora bien, si YPFB no tiene producción propia dispo-


nible, ;. cuál será la que transporte el oleoducto? Es claro
que, en primer lugar, la producción de la Gulf proveniente
de su concesión en la Zona de YPFB, en segundo lugar, la re-
galia de YPFB que será parte de la misma producción. La
Gulf se lleva "el oro y el moro". La situación no deja de
ser disparatada: la entidad fiscal construye un oleoducto con
sus recursos pagando por ello intereses, para transportar una
producción que no será suya y que en el caso de_ la regalía no
podrá vender a otro comprador que no sea la propia Gulf.
Si aún hubiera duda, ;. tendremos que admitir que la Gulf se
toma la molestia de hacer construir un oleoducto del que se
servirán otras comp,anías? ·
Las declaraciones oficiales de personeros de Y acimientos
han descorrido el velo. En la intervención parlamentaria de
29 de agosto de 1957, el Gerente General de YPFB, Ing. Eduar-
do Hinojosa, se refirió con candorosa simplicidad a "las ven-
tajas que ofrecerá a las compafiías [ el oleducto] con una sa-
lida directa dei país ... ". Y la figura quedó aclarada con
una pregunta dei Diputado Salamanca que "pidió aclare el
ingeniero si el oleoducto al Brasil beneficiará a las empre-
sas privadas o tan sólo a Yacimientos." Hinojosa habría ex-
presado que esa línea a diferencia de la proyectada Sicasica-
Arica "sería de exclusivo beneficio de Y acimientos y si al-
guna empresa quisiese utilizar el oleoducto, lo haría pagando
la explotación."
;. Qué más se puede afiadir?

OLEODUCTOS, MEOLLO DE LA POLITICA DE LA GULF

Como el oleoducto Sicasica-Arica dependerá para su


- abastecimiento de la actual línea Camiri-Cochabamba de ca-
pacidad muy limitada, para el futuro se proyecta la construc-
ción de una línea directa entre Camiri y Sicasica con una
capacidad de transporte de 50 mil barriles diarios. Esta
obra costaría alrededor de 35 millones de dólares. La Gulf
no está dispuesta a perder el negocio.
"Si en cualquier fecha -dice la cláusula 5• del contrato -
después de la celebración de este contrato--, YPFB decidiera la
construcción del oleoducto Camiri-Sicas1ca ... la Gulf tendrá op-
ción a :financiar totalmente dicha construcciõn ... ". "A tal efecto,
Gulf hará las entregas de dinero en forma similar a la estable-
cida por la financiaciõn del oleoducto Sicasica-Arica, y YPFB, pa-
gará el capital e interés del ocho por ciento anual sobre los saldos
deudores en doce afios ... ".

221
SERGIO ALMARAZ

Este seria otro buen negocio para la Gulf. Una inver-


sión grande, rodeada de todas las garantias, solventada por
pagares aceptados por el Estado, lo mismo que el primer
préstamo, libre de todo riesgo y que rinde uri. interés dei 8%;
es indudablemente un buen negocio.
Pero la significación de esta .operación no seria: mayor
si en el contrato no se encontraran ciertas referendas muy
útiles para precisar lo que a la Gulf le interesa en Bolívia.
Sumariamente los hechos son los siguientes: 1• La Gulf se
asegura el control dei oleoducto Sicasica-Arica, el primero
que se construye para la exportación, lo mismo que las futu-
ras obras de ampliación de esta línea con la "opción" que se
le reconoce para financiar los 33 millones destinados a la
construcción de la linea Camiri-Sicasica; 2'~ La ejecución de la
obra estar-á condicionada a ·que "YPFB por sí o conjunta-
mente con la Gulf "disponga de una producción diaria de
20.000 barriles y tenga, además, una reserva pr.obada de 200
millones de barriles". 3• La producción fiscal estará com-
prometida al pago de estas obras. 4<~ Está "facultada para
construir otro oleoducto al Pacífico que será de su propiedad,
siguiendo la misma ruta que el de YPFB". El gobierno de
Bolivia, dando todas las facilidades, "tomará a su cargo las
negociaciones que correspondan".
No puede haber lugar a errar acerca del significado de
estas medidas. Se trata de compromisos que limitarán la
acción de YPFB estableciendo una relación de dependencia
entre ésta y la Gulf a través de los oleoductos de exportación,
lo que determinará el control total de la producción boliviana.
La Standard Oil parece haber entendido asi la significación
de estas contratos. "Visión" comentando la aprobación del
convenio de complementación económica por el senado chi-
leno, decía:
"El Embajador de Chile en La Paz vino especialmente a San-
tiago para informar a los senadores. Al mismo tiempo represen-
tantes de las empresas petroleras ESSO, Standard Oil y Shell HAN
COMPARECIDO ANTE LA CANCILLERIA CHILENA, ALAR-
MADOS PORQUE BOLIVIA LE HA ENTREGADO LA CONCE"'
SION DEL OLEODUCTO Y LOS EMBARQUES DE PETROLEO
A TRAVES DE ARICA A LA GULF OIL Co., EMPRESA QUE
NUNCA HABIA OPERADO EN LA COSTA DEL OCEANO PA-
CIFICO." (Septiembre 28 de 1956).

;,HaY. contradicciones entre las dos grandes compaií.ías,


motivadas por el contrai de los oleoductos bolivianos y éstos
qué representan para los intereses petroleros internacionales?

222
PETROLEO EN BOLIVIA

Ciertamente la presencia de la Gulf en Boliviano seria moti-


vo de alarma para la Standard Oil si el control de los oleo-
ductos de exportación no significase el control total de la
producción boliviana. En efecto, los pequenos· productores ti-
po McCarthy, Tennessee Gas, Union Oil o Murphy, o YPFB, no
constituirían peligro alguno para el poder de los grandes trusts
petroleros, mientras la producción pueda ser regulada por las
grandes compafiías a través de los oleoductos. He aqui por
qué la presencia ãe los pequenos concesionarios norteameri-
canos en Boliviano es motivo de preocupación para las gran-
des companías~ Cierto sector oficial parte de una falsa pre-
misa al pretender neutralizar la influencia de aquellas opo-
niendo los intereses de los pequenos productores. Esta po-
lítica carece de todo sentido práctico, pues los pequenos pro-
ductores al no poder competir en el tendido de oleoductos,
caerán irremisiblemente bajo la influencia de los monopo-
lios. Y la Gulf ha sido là primera en encaminar su activi-
dad en Bolívia hacia el c.ontrol total de los hidrocarburos na-
cionales.
Sería aún muy prematuro tratar de senalar la zona de
influencia a la que ha sido incorporada Bolívia por el car-
tel mundial del petróleo y cuál será la companía llamada a
controlar, total o parcialmente, la producción boliviana. Tam-
poco es posible precisar si la Gulf hasta ahora viene jugando
una mala pasada a la Standard Oil aprovechándose de su des-
prestigio en el país, o si esta última permite de buena gana
que otra companía le tome la delantera. Pero en lo que no
puede haber lugar a dudas es en que un ajuste definitivo de
zonas de influencia en Bolivia, no será posible prescindiendo
de los intereses petroleros más grandes dei mundo represen-
tados por la Standard. La presencia de los representantes
de ésta en la cancillería chilena puede interpretarse como
una advertencia en el sentido de que no será posible un re-
ajuste de intereses petroleros en Bolívia, sin tomar en cuenta
los de la Standard, con tanta mayor razón si los oleoductos
pasarán por "territorio" Standard como lo es el chileno. Es-
te punto de vista no es meramente presuntivo, pues la expe-
riencia argentina, como la de otr.os países, senala que los in-
tereses Standard no pueden ser preteridos. El ministro pe-
ronista Gómez Morales, en enero de 1955, cuando se ultima-
ban los preparativos para el reparto dei petróleo argentino,
expresaba el siguiente punto de vista:
" . . . en la República Argentina, para que pueda pros-
perar un contrato con cualquier empresa petrolera deberá so-

223
SERGIO ALMARAZ

lucionarse previamente la situación de la Standard de New


J ersey en el país." '
Deben considerarse los contratos firmados con la Gulf,
lo mismo que las concesiones que han sido otorgadas con
arreglo ai Código, como medidas preliminares en la entrega·
del petróleo en cuya definitiva distribución dirán la última
palabra la Standard Oil y el cartel mundial.
En el juego petrolero mundial, la posesión y control de
los oleoductos tiene una importancia de primer orden. Los
acuerdos establecidos con la Gulf, en esta etapa preliminar
en la entrega dei petróleo nacional, hacen prever las siguien·
tes consecuencias:
Esta compaiíía há encaminado sus pasos en Bolívia ha•
cia el control total de la producción desplazándola de su cen•
tro de graVjitación natural hacia el Pacífico. Los hidrocar·
buros bolivianos tienen su mercado propi.o. Están situados
formando el núcleo de una periferia constituída por países
importadores de petróleo, a saber, Argentina, Brasil, Uru·
guay, Paraguay. La orientación de YPFB hasta el presente
fue la de alcanzar esos mercados. Asimismo, la política de
vinculación ferroviaria y carretera del .oriente boliviano eje·
cutada en los últimos 20 aiíos, ha tenido como su principal
fundamento económico asegurar el desplazamiento del petró·
leo boliviano hacia los países vecinos. Con la política de la
Gulf, los hidrocarburos bolivianos zafándose de su centro~ pa·
sarán a integrar el mecanismo comercial dei monopolio norte-
americano. Esta fractura de las bases económicas que per-
mitirían una sólida articulación dei comercio exterior bo-
liviano,- tendrá consecuencias funestas para el futuro de la
· Nación. Se pierde de la manera más estúpida la mejor opor-
tunidad de multilateralizar el comercio de Bolívia creando só-
lidos vínculos con los países vecinos -particularmente con
la Argentina y el Brasil- en base a nuestro petróleo.
La comercialización dei petróleo boliviano formará parte
dei mecanismo internacional de la Gulf. En cuanto a precios
y mercados esta compaiíía impondrá regulaciones conforme a
sus convenios con el cartel mundial; tanto los productores
norteamericanos pequenos como YPFB habrán perdido el con-
trai comercial sobre su producción, la que tendrá que ajus-
tarse a las "cuotas" impuestas a los productores nacionales
dentro de la que corresponda al país en el volumen mundial
total de producción Gulf". Todo esta supone que los hidro-
carburos bolivianos, dejan de ser bolivianos.

224
PETROLEO EN BOLIVIA

ARBITRAJE

En el contrato de financiación de oleoductos está pre-


sente toda la resaca dei Código dei Petróleo. La cláusula re-
lativa al arbitraje ha sido tomada de la última parte del ar-
tículo 19 dei Código, según la cual toda contr,oversia será
sometida al fallo de .un perito dirimidor nombrado por el Ins-
tituto de Ingenieros de Minas y Metalurgistas de los Esta-
dos Unidos (AIME). (Esta segunda parte fue suprimida
cuando se aprobó el texto definitivo de la Ley). En el Con-
trato de Operación la transcripción dei artículo 19 ha sido
completa.

CONTRATO DE OPERACION

La Gulf explorará en cuatro anos un millón y medio de


hectáreas en la Zona de YPFB, para seleccionar 450 mil hec-
táreas destinadas a la explotación, las que podrá ubicar en
cuatro bloques, con o sin solución de continuidad.
. Invertirá 80 centavos de dólar por afio y por hectárea
en la exploración (las cantidades han sido tomadas dei Có-
digo), lo que en cuatro anos representaría una inversión 4.8
millones de dólares. Si la compaiiía se limitara a las canti-
dades que el Código seiiala para la exploración, no podría ex-
plorar ni la décima parte de su concesión, pues esas sumas
no obedecen a un criterio de relación entre la inversión y el
área de la exploración.
En algunos aspectos el contrato se sujeta a lo que el
Código estipula para la Primera Zona, por ejemplo en las
inversiones de exploración. ·Per.o el área concedida excede
los límites de la Primera Zona: 500 mil hectáreas tratándo-
se de concesiones de exploración y subsiguiente explotación.
Esto es muy propio dei Código: mientras que las tres zonas
en las que está dividido el país están medianamente regla-
mentadas (superfícies, patentes, etc.), en la Zona YPFB las
compafi.ías extranjeras pueden imponer el trato que deseen al
amparo de los "contratos· de operación", recurso sencillo pa-
ra burlar la aplicación dei Código.
Como la concesión Gulf, ubicada en la 'Zona YPFB, está
en el área más explorada y mejor conocida, favorecida por
vías de comunicación construídas a costa dei Estado, resulta
que la compaiiía logrará un alto rendimiento a costa dei es-

225
SERGIO ALMARAZ

fuerzo fiscal. El contrato no toma en cuenta para nada las


particularidades de la zona, limitándose como ya expresamos,
a transcribir disposiciones dei Código para la Primera Zona.
En el tiempo que lleva la vigencia dei contrato -algo
más de un afio-- es notoria la actividad exploratoria de la
Gulf. Tiene abiertas agencias departamentales, ha destaca-
do varias comisiones para el trabajo de geología y aereofoto-
grametría, posee dos helicópteros para facilitar el acceso de
su personal a las zonas de trabajo, etc. La labor de la Gulf
tiende especialmente a la exploración, y es indudable que in-
vertirá con este fin, sumas mayores que las convenidas en el
contrato.
En relación a la producción, el contrato obliga a la com-
paíiía únicamente a perforar 5 mil metros por cada 100 mil
hectáreas en los primeros cinco anos siguientes a la selección
de las áreas explotables. En 10 afias todo lo que haría se-
ria perforar diez pozos con una profundidad máxima de 2.250
metros por pozo. Compárense estas cifras con los 21 pozos
concluídos por YPFB en 1955 con una profundidad total de
25 mil metros, y se comprenderá que el deseo de la Gulf es
verse libre de imposiciones que la obliguen a producir; en
todo caso, ha cuidado de que los factores tiempo y cantidad,
puedan determinarse conforme a sus intereses con exclusión
de toda otra ingerencia. Además de esto, la intervención dei
Estado en las actividades de la compaíiía se reducirá al envío
ocasional de técnicos de YPFB para constatar si las perfora-
ciones alcanzan el número y las profundidades indicadas en
el contrato (Cláusula quinta, última parte). De todo est.o se
deduce que la compaíiía ai querer verse libre de obligaciones
productivas condiciona su actividad en este sentido a varios
factores de orden internacional.

TRIBUT ACION

La Gulf entregará ai Estado por concepto de regalía el


11% de la pr,oducción en boca de pozo, y si para la recepción
se emplean los oleoductos de la compaíiía, el Estado pagará
un flete de acuerdo ai artículo 118 dei Código.
Hay otro impuesto más:
"Ademãs Ia Gulf pagará al Estado Boliviano un impuesto úni-
co equivalente al 19% del valor de la producción total en boca
de pozo." (Cláusula Séptima).

226
PETROLEO EN BOLIVIA

Estas son las obligaciones tributarias de la compafiía. A


cambio de ellas hª- obtenido la liberación total de impuestos
sobre importación, exportación, superficiarios, sobre utilida-
des, departamentales, nacionales, etcétera.
Si el Estado prefiriese recibir estos impuestos en dinero,
se aplicará el artículo 114 del Código para calcular el precio
dei producto, según al cual, el precio será fijado mensualmen-
te y en base a cotizaciones del "mercado internacional" para
crudos similares. En el Código no se dice lo que deberá en-
tenderse por mercado internacional.
El impuesto del 19% tiene un sentido confuso e impre-
cis.o:
"F-1 impuesto único del 19o/o se pagará en sustitución del
Impuesto sobre utilidades comerciales e industriales, creado por
la Ley de 8 de ma.yo de 1928 y modificado por los Decretos .Su-
premos de 20 de julio de 1936 y 16 de enero de 1953, y en lugar
de todo otro impuesto sobre utilidades o renta generalmente apli-
cable, creado o por crearse, que Gulf hubiera tenido que pagar si
dicho impuesto único no se hubiera. estipulado en este Contrato de
Operación." (Clãusula. Séptima).

Este impuesto que substituye todo otro impuesto sobre


utilidades, creado o por crearse, no tiene ese carácter, pues
el ingreso sobre utilidades es variable mientras que este es
un impuesto "fijo", estacionaria, que grava la producción.
Por lo demás nos parece innecesaria la referenda a otras le-
yes cuando existe una disp.osición específica sobre la materia
en el Código dei Petróleo, ei art. 106 que dispone el pago de
un impuesto dei 30o/o sobre la utilidad.

LA GULF Y EL CODIGO

Examinando el Código dei Petróleo, apuntamos que el


ejercicio de la soberanía nacional quedaría debilitado con los
privilegias ofrecidos a las compafiías petroleras. Los contra-
tos con la Gulf -exoneración de impuestos, sustitución dei
irnpuesto sobre la utilidad por un gravamen de otro carác-
ter, designación de árbitros extranjeros, eliminación del con-
trol dei. Estado sobre la actividad del concesionario, etc.-
afirma este punto de vista.
Pero además de esto, con ei Contrato de Operación sur-
ge un nuevo y significativo fenómeno: ei Código del Petró-
leo no ha sido cumplido en los siguientes capítulos: depósito
de garantía y cánones superficiarios en los períodos de ex-
ploración y explotacióni sustitución del impuesto sobre utili-

227
SERGIO ALMARAZ

dad omisión total dei artículo 161 dei Código en cuya última
' establece que " en 1as sociedades que se constituyan
parte .
(en la zona de YPFB), Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bo-
livianos, retendrán como mínimo el 51% de las acciones."
El límite ai que llegará el cumplimiento dei Código ha
sido dado por el contrato Gulf. Este último está por debajo
de las condiciones mínimas contenidas en la Ley, en cuyo ar-
tículo cuarto se seiiala que no se aceptarán contratos que estén
por debajo de las condiciones mínimas "no pudiendo por tan-
to y en ningún caso los impuestos y las obligaciones consi-
guientes ser menores e inferiores a los aquí establecidos". Es-
ta disposición derriba la armazón legal del contrato.
No es tarea fácil encontrar una relación jurídica clara
y aceptable entre el contrato y la Ley. Se sabe que la Gulf
se empefió en lograr la aprobación del Código y, no obstante
eso, lo relegó a un plano secundaria estipulando que sus dis-
posiciones serán aplicadas sólo "por analogía" en los aspec-
tos que no hubiesen sido expresamente pactados.
;,En qué queda el Código? Llegado el momento de la
prueba el gobierno da pie atrás. Esta Ley nacida de la pre-
sión norteamericana no ha cumplido otra función que la de
rodear de garantías legales la presencia de la Gulf en Bo-
lívia; en este sentido, ha sido la ganzúa para abrir las puer-
tas del país y tomar sus reservas petroleras. Logrado este
propósito su cumplimiento tiene importancia secundaria.
Los gérmenes de futuros conflictos están dados con la
actitud de la Gulf frente al Código. Por una parte. es discu-
tible la legalidad dei "Contrato de Üperación", por otra, la
compaiiía beneficiaria ha marcado un torpe al cumplimiento
de la Ley.
La Gulf de acuerdo a su contrato entregando al Estado
un 30% dei producto, sienta para sí misma un precedente
de doble filo. Las complicaciones empiezan a verse. En la
licitación de Madrejones esta compafiía se vio forzada a pre-
SE;!ntar una pr.opuesta desventajosa porque está amarrada a su
30% y, naturalmente, ella será la última en desdecirse. Se sabe
que en esta misma oportunidad presionó sobre otras compa-
fiías tratando de obligarlas a ofrecer regalías no mayores a
la suya. Este es realmente un funesto precedente. ;, Cuál se-
rá la situación si en el futuro otra compaiiía operando en un
área más pequena, digamos Madrejones con 50 mil hectáreas
y con reservas relativamente modestas, entrega una regalía
mayor que el 30% de la Gulf por un millón y medi o de hec-
táreas?

228
PETROLEO EN BOLIVIA

CONTRATOS MCCARTHY Y GULF, SIMILITUDES Y


DIFERENCIAS

Hay una diferencia substancial entre los contratos Mc-


Carthy y Gulf. Los primeros obedecen a intereses de pro-
ductores pequenos preocupados en conseguir determinados
privilegies y esbozan el deseo de asegurarse tanto contra el
país mismo como contra las grandes compafiías.
La Gulf no pierde el tiempo en detalles. Estableciendo
las normas jurídicas y ec.onómicas a las que se ajustará la
explotación, pone el acento en los oleoductos. McCarthy dio
un golpe de fortuna cogiendo al país desprevenido. La Gulf
expresa la política de expansión de los trusts por el control
mundial de los recursos petroleros. Si McCarthy se empena
en conseguir ventajas aisladas, la Gulf aborda el problema
desde un ángulo -los oleoductos-- que presupone el control
integral de la producción. A McCarthy le interesa lo suyo,
a la Gulf le preocupa el destino de toda la reserva boliviana.
Si con el contrato McCarthy se inicia la pérdida de los yaci-
núentos, con el contrato Gulf se cimenta la dominación de
las grandes corporaciones. .
Pero no todas son diferencias, hay también similitudes.
En ambos casos el Estado se desentiende de lo fundamental,
de la producción y refinación. Debe quedar bien entendido
que las companías no están obligadas a desarrollar una acti-
vidad ~ necesariamente intensa para expandir la producción
porque ésta será de su incumbencia exclusiva. Siguiendo la
orientación monopolista del "auto-control", el Estado ha eli-
minado su intervención. Si este es el criterio aceptado sobre
la producción, la renuncia. a los intereses nacionales en lo to-
cante a la refinación, es más absoluta. En los contratos no
hay ni una sóla línea sobre la obligación de los concesiona-
rios a construir refinerías en el país. Con el petróleo se re-
petirá la historia del estafio; la pr.oducción se irá en bruto, de
tal modo que las utilidades del Estado slil fijarán sobre los
precios dei crudo, inferiores a los precios de los derivados.
La riqueza en la industria del petróleo, no proviene solamen-
te de la producción, la elaboración y el transporte son fases
que rinden altos beneficios de los que debe participar la
Nación.
Con ambos contratos se despoja a YPFB de sus yaci-
mientos; se crea una situación de dependencia y sus movi-

229
SERGIO ALMARAZ

mientos quedan sujetos a las regulaciones que la Gulf pueda


imponer mediante los oleoductos.
Las concesiones otorgadas constituyen un nuevo avance
de la ofensiva colonizadora dei imperialismo norteamerica-
. no. No podemos perder de vista que han sido el fruto de la
extorsión económica y política ejecutada por medio de la lla-
mada ayuda americana, dei sabotaje a las minas nacionali-
zadas y de la bancarrota general del país. Tampoco pode-
mos olvidar que desde el Departamento de Estado agentes pe-
troleros como Henry Holland, (*) han ejercido fuerte presión
política. El hecho ha sido reconocido y denunciado en los mis-
mos Estados Unidos. El senador demócrata Wayne Morse
formuló la siguiente denuncia en el congreso norteamericano:
"Quiero dedr como Presidente de la Sub-comisiõn de la Co-
misión dei Senado sobre Relaciones Exteriores, que trata de los
asuntos de América Hispana, que creo que los miembros de mi
Sub-comisiõn, asi como los miembros de la Comisiõn en pleno, de-
ben prestar mucha atenciõn a las actividades de Mr. Holland en
Sud América, muchas de las cuales me hacen elevar las cejas en
sospecha."
"Morse cita una nota -continúa el cable- publicada en La
Paz. Recuerda una visita de Mr. Holland a La Paz durante el
mes de abril y dice: "La presunciõn general fue de que Mr. Hol~
land simplemente intentaba demostrar un gesto espontáneo de afec-
to a Bolívia."
"Mientras fue Secretario Auxiliar de Estado para AStmtos
Latinoamericanos, se habia asociado, durante una previa visita.
a Bolívia, públicamente como miembro dei MNR, declaración que
dejõ sorprendidos a los propios lideres de este partido."
"Cuando fue aclamado estruendosamente por los paniaguados
dei partido MNR, a su llegada, Holland explicá precipitadamente
que ahora venia con carácter privado, como abogado de Texas,
para negociar contratos petroleros."
"Sin embargo, con la reconocida verbosidad texana, indicó
clarmente su pasada relaciõn oficial con el gobierno de los Esta...
dos Unidos y con el gobierno de Bolivia, así como su profun.do
afecto por éste último."
_ "Parece que el negocio que le trajo a Bolivia progresó bella.-
mente, PORQUE NEGOCIO EN UN NIVEL AL CUAL ESTABA
ACOSTUMBRADO EN SUS PREVIOS HABERES, AUNQUE
AHORA CON CARACTER PARTICULAR. Su nuevo status no
le impidió disfrutar de los privilegios especiales que antes se le
concedían, sino por el contrario, los propiclõ."
El senador Morse concluye con las siguientes pala bras:

(*) Para conocer la intervención de Holland consúltese la carta


abierta dirigida por el ex-Canciller Sr. Gustavo Chacón a mediados de
1957.

230
PETROLEO EN BOLIVIA

"LA OPINION PUBLICA, SORPRENDENTE:MENTE BE-


NEVOLA EN BOLIVIA, sin embargo no puede reconciliar la com-
patibilidad moral de un ex-Secretario Auxiliar de Estado con
tantos vínculos previos en Bolivia, debidos a su puesto oficial,
CON QUE AHORA EJERZA LAS LUCRATIVAS ACTIVIDADES
DE UN ABOGADO PARTICULAR ENTRE NOSOTROS. ESTO
PARECE INDICAR DESPRECIO A LA OPINION PUBLICA EN
BOLIVIA." ( 106)

Braden en el pasado y Holland en el presente, dan subs-


tancia a una de las características del estado capitalista mo-
derno: los negocios est1in. en la política y la política en los
negocios.
En Guatemala, un John Foster Dulles, miembro de la
firma de abogados Sullivan and Cronwell, apoderado de la
United Fruit Co. y Secretario de Estado; un John Moors Ca-
bot, vinculado a la misma compaíiía frutera y Subsecreta-
rio de Asuntos Interamericanos y un Cabot Lodge, miembro
dei mismo clan y jefe de la delegación norteamericana ante
la ONU, complotan y derriban a un gobierno democrático que
en nombre de su pueblo se opuso a la acción destructora de
la compaíiía extranjera.
En el lrán, el Shah, capitulando ante las compaíiías pe-
troleras, entrega la nota de destitución de Mossadegh al em-
bajador norteamericano, contribuyendo de tal modo al haber
de la City y Wall Street en la derrota temporal del pueblo
iranio.
En Venezuela, no hace mucho, otro embajador yanqui
renunciá al cargo para ponerse al frente de los negocios de
la compaiiía que explota el hierro venezolano.
Los ejemplos en esta materia no son pocos. Los repre-
sentantes diplomáticos de las potencias petroleras, lo son
,también de "sus" trusts. Si el papel jugado por Holland en
Bolívia se explica en esta forma, sin embargo hay algo deni-
grante y ofensivo en la actuación de este gestor de negocias
que se valíó de un cargo oficial para asaltar el patrimonio
de un pueblo. El caso es que en nuestro país se ha obliga-
do a vitorear a un vulgar aventurero presentado como amigo
de Bolívia desde los balcones dei Palacio Quemado. Lo sin-
gular es que en nuestro país se lo haya llamado "Compaíiero
Holland" y que se haya permitido que en las paredes de las
ciudades se escriba "Wellcome Mr. Holland". No creemos
que para hacer negocias se deba descender ai servilismo.

(106) Cable INS, "Ultima Hora", La Paz, 9 de julio de 1957.

231
SERGIO ALMARAZ

El área total de estas concesiones cubre dos tercios de


la zona subandina boliviana y sobrepasa en casi dos veces la
reserva que le queda a YPFB. Por su extensión son compa-
rables a las que se otorgaron en el pasado teniendo en cuenta
que las grandes áreas podían justificarse entonces por tratar-
se de un territorio totalmente inexplorado.
Las concesiones forman bloques colindantes entre com-
pamas. Lo acertado habría sido, de acuerdo a prácticas ex-
tranjeras, dejar áreas libres para el Estado las que habrían:
elevado su valor comercial con el trabajo de prospección rea-
lizado por las compaiíías en las zonas vecinas.
La masa de concesiones gravita sobre zonas fácilmente
explotables dadas sus facilidades de acceso, sus vinculacio-
nes ferroviarias y carreteras y la certidumbre de encontrar
importantes yacimientos, mientras que en zonas como Cau-
policán que presenta mayores dificultades para la explota-
ción, no hay solicitudes. (Véase mapa sobre concesiones
págs. 240- 241).
CAPITULO OCTAVO

EN LA HUELLA DEL VEINTE

Los antecedentes de la actual política petrolera en el or-


den nacional son los siguientes:
-El10 de noviembre de 1950 el Senado Nacional aprue-
ba precipitadamente media centena de leyes, entre ellas una
levantando parcialmente la reserva fiscal del petróleo.
- En abril de 1951 se realiza la Conferencia de Canci-
lleres en \Vashington. El Canciller Zilveti Arce ofrece hom-
bres y recursos estratégicos para la guerra de Corea. Del
petróleo dice:
"Tambiên podemos calificar de estratégicos nuestros ricos ya,.
cimientos petrolíferos. AI margen de fa.ctibles bloqueos su pro-
ducción a.lcanza.ría a cubrir las necesida.des de varios estados ve-
cinos en tiempo de paz y de guerra. Conservando a la entida.d
autárquica que actualmente tiene a su cargo el manejo de esta
industria, nuestro gobierno tiene proyectado dictar disposiciones
que abran liberalmente las puertas al inversor foráneo."

- En esta misma oportunidad se trasladan a los Esta-


dos Unidos el embajador norteamericano en La Paz, Irving
Florman, y el Gerente de YPFB, lng. Guillermo Mariaca. Es-
te último anuncia: "Bolívia está modificando su política de
petróleo y da por bienvenidos l-os capitales extranjeros." Flor-
man se entrevista con el Presidente Truman y luego declara
que el Presidente "se sentia muy satisfecho por la decisión
dei gobierno boliviano de permitir a la industria privada de
los Estados Unidos, pueda intervenir en la perforación de
pozos petrolíferos."

235
SERGIO ALMARAZ

- Se forma en Washington una "Comisión Mixta" pa-


ra examinar la posibilidad de conceder asistencia financiara
y técnica ai gobierno boliviano, vinculándose de tal modo por
segunda vez en una década la entrega del petróleo con la
ayuda americana.
- Zilveti y Mariaca inician conversaciones con represen-
tantes de compaiíías petroleras, entre éstas con la Standard
Oil de N.J.
. - La minería grande apoya la entrega (ver la campana
de "La Razón" correspondiente a este período).
- El gobiemo de Urriolagoitia es derrotado en las elec-
ciones de 1951. En la madrugada dei 17 de mayo se instala
una junta militar en el Palacio Quemado. La prensa norte-
americana celebra el acontecimiento con las siguientes pa-
labras: .
"El golpe de estado tenía un elemento de inevitabilidad ... ".
"El régimen del Presidente Urriolagoitia fue débil e ineficien~
PERO PARA LOS NIVELES BOLIVIANOS FUE DECENTE Y
JUSTO." "Debe tenerse esperanza en lo mejor y aguardar una acla.-
ración de los hechos ... ". (107)

Las negociaciones sobre el petróleo momentáneamente


interrumpidas por el cambio de gobierno, se reinician.
- En octubre de 1951 la Junta Militar contra la oposi-
ción de todos los partidos políticos y de la opinión pública,
firma el Convenio de Asistencia Técnica con las Naciones Uni.:.
das aprobando las recomendaciones dei Plan Keenleyside. Es-
te plan dio un nuevo impulso a la política antinacional del
petróleo.
- A princípios de 1952 el gobiemo militar reinicia las
conversaciones con la Standard Oil. Llegan a La Paz dos
representantes de esta compaiíía y eligen al general David
Toro -en cuyo gobiemo se la echó de Bolivia- para que
patrocine las conversaciones.
- El 9 de abril de 1952 las negociaciones nuevamente
se interrumpen por la insurección popular que derriba al go-
bierno militar.

( 107) Editorial de "The New York Times", cable UP "El Mercu·


rio", Santiago de Chile, 18 de mayo de 1951.

236
PETROLEO EN BOLIVIA

LA ORIENTACION DE 1952

-Se nacionalizan las minas en octubre de 1952; mas


el planeamiento y ejecución son incompletos: se abarca la
esfera de la producción dejando en manos del capital mono-
polista la fundición y comercio dei estafio. Las minas em-
piezan a dar pérdidas. Muchas de ellas están agotadas y los
equipas son insuficientes. Se encauza la economía nacional
con la inflación, hacia el mantenimiento de la producción mi-
nera obligándose al pueblo a absorber las pérdidas, resultan-
do de esto que las pérdidas quedan en el país, y los benefi-
cios en las fundiciones de Texas y William Harvey.
-La política inflacionaria de 1952-1956 cumplida su
función de vender estafio en bruto a los precios impuestos
desde Nueva York y Londres, es substituída por el programa
anti-inflacionaria de diciembre de 1956.
- Con el programa anti-inflacionaria no se adopta un
punto de vista radicalmente distinto al que inspiró la políti-
ca inflacionaria. El país, cada vez más profundamente, si-
gue la huella dei capital monopolista. La base dei problema
no ha cambiado: para continuar la explotación estafiífera sin
la construcción de fundiciones y la apertura de nuevos mer-
cados de venta que compensarían las pérdidas en la explota-
ción, se substituyen las subvenciones directas dei Banco Cen-
tral a la COMIBOL por una subvención "indirecta": se fija
una nueva y -haja paridad cambiaria entre Boliviano y Dólar
(inicialmente Bs. 7.500 por dólar) con la cual teóricamente
se podrían equilibrar los costos de producción con los precios
dei mineral. Para eliminar la diferencia entre ingreso de di-
visas y consumo, unos 40 millones de dólares, se emplean los
mismos métodos que los inflacionarias sólo que más drástica-
mente: alza de precios, supresión de pulperías, congelamiento
de sueldos y salarios, entrega de divisas "libres" a la indus-
tria y el comercio nacional, libre competencia entre la pro-
ducción nacional y extranjera con el resultado de que en al-
go más de un afio la industria boliviana está en bancarrota.
- Con la orientación económica de 1952 y sus ~os per-
files, inflación y estabilización, se crean las condiciones. eco-
nómicas que favorecen la entrega dei petróleo al capital mo-
nopolista. Para el beneficio de éste se adoptan las siguien-
tes medidas:

237
SERGIO ALMARAZ

. a) Aprobación del Código del Petróleo y preparaci:õn de leyes


semejantes sobre minería e inversiones.
b) Rea.nudación del pago de la deuda externa, en mora des-
de 1930...
c) Suscripción del Security Act que autoriza la intervención
del Departamento de Estado en casos de conflicto entre los in-
versionistas nortea.merica.nos y los poderes públicos en Bolivia.
d) Al capital extranjero se entregan los siguientes recursos:
minerales radioactivos, hierro y manga.neso del Mutún, yacimien-
tos auríferos del Rio Beni y en el Norte de La. Paz, zinc de la
Mina Matilde y tentativas para la entrega de la riqueza forestal.
e) Ingerencia. de altos funciona.rios de la mineria. grande, es-
pecialmente de Patino y de la firma yanqui "Ford, Bacon and
Davies" en la dirección de la Corporación Minera y en otros or-1
ga.nismos econômicos del Estado.
f) Política de acuerdos con la gran minería, particularmente
con Patino, cou el propósito de facilitar el retorno de sus illtere-
ses al pais. Se han pagado cerca de 20 millones hasta la fecha.
por concepto de indemnizaciõn a los expropietarios mineros. (Con
una suma igual habría sido posible construir una planta fundidora
de estaiio) .
g) Reforzamiento y extensión de las actividad norteamericar
na en Bolivia: control dei Punto Cuarto sobre la agricultura, el
comercio, la industria, mediante el crédito supervisado; control
directo administrativo y por diversos mediqs sobre el ejército, la
salubridad, la vialidad, etcétera. La importa.ncia del crédito su-
pervisado se amplía constantemente abarcando las esferas de la
industria y la minería privada. No hay actividad pública en Bo-
livia en la que no tanga alguna ingerencia el Punto Cuarto. La.
extensión del lla.mado crédito supervisado, entre otras consecuen-
cias, traerá sino la liquidación de los bancos estatales a.grícola y
minero, la a.nulaeiõn de la actividad crediticia de ambas institu-
ciones.

- En este marco, la "ayuda americana" es el instru-


mento de fuerza de la diplomacia yanqui para vencer la re-
sistencia dei país, aduefi.arse de sus recursos y arbitrar la po-
lítica nacional. El periodista peruano Genar.o Carnero Checa
analiza como sigue el régimen de ayuda americana:
"En la práctica se está haciendo que Bolivia trabaje como un
verdadero dependiente, a salario de hambre, de los consorcios nor-
teamericanos compradores de su estano o como una factoria na-
cional."
"Esta sõla circunstancia serviria para anular cualquier con-
sideración favorable que se pudiese tener sobre las dádivas y ayu-
das que proporcionan a Bolivia los Estados Unidos de Norteamé--
rica. En los hechos lo que se da en ayuda se quita con los bene--
ficios de la compra a bajo precio de la principal riqueza de Bo-
livia. El negocio es redondo para los compradores y pésimo para.
los que venden i aparte de que estos últimos quedan todavia. en
deuda por el serviCio de la pretendida. ayuda.!"

238
PETROLEO EN BOLIVIA

- En las condiciones existentes en Bolívia como conse--


cuencia de la orientación económica adaptada a partir de
1952, el acaparamiento del petróleo boliviano pasa a ser el
objetiv.o número uno de la política norteamericana. Este ob-
jetivo fue perseguido por el capital norteamericano desde el
mismo día de la expulsión de la Standard Oil. En los anos
de 1950-1951 estuvo a punto de alcanzarlo, pero correspon-
de su victoria al período de 1952-1956 favorecida p.or dos
circunstancias: la economía nacional está aniquilada y la opi-
nión pública desarmada bajo el impacto político de los que
se esfuerzan en presentar la inversión extranjera como la
única solución de los problemas bolivianos.

ANTECEDENTES INTERNACIONALES

Los antecedentes en el terreno internacional son los si-


guientes:
- En enero de 1951 y a causa de la guerra de Corea, el Pre-
sidente Tnunan ordena la investigación del problema de las ma-
terias primas. Se nombra una comisión bajo la presidencia de
William S. Paley, hombre vinculado a los consorcias petroleros.
La Comisión concluye su tarea publicando un informe en cuyas
recomendaciones se lee lo siguiente: "Hasta un cálculo pasajero
sobre anos futuros revelaria muchos motivos para inquietarse, pa-
ra recoger Ia misma impresión, área tras área: demandas en au-
mento, recursos decreciendo, la consiguiente presión hacia mayo•
res costos efectivos, -el riesgo de la escasez en tiempo de guerra,
y la amenaza final de un estancamiento y retroceso del nivel de
vida que nosotros cuidamos celosamente. oo".
La tônica del informe es el temor a la acentuación de la fal-
ta de recursos para la industria norteamericana., hecho que podría.
producirse si se aleja la amenaza de guerra. Por otra parte, to-
dos los países tienden a industrializar sus materias primas. "Si
el dia de mafiana -expresa el informe- el mundo tuviera la di-
cha de gozar de paz, confianza y prosperidad, no por ·ello desapa-
receria o seria menos grave el problema de los materiales, porque
si todas las naciones del mundo llegasen a alcanzar un nivel de
vida como el nuestro, las exigencias mundiales de materias pri-
mas serian entonces seis veces mayores que el ya importante con-
sumo mundial."
Comentando esta conclusión "Petroleum Press Service" -mani-
fiesta: "Sin intimidarse ante la perspectiva del futuro, la comi-
sión expresa su fe en el principio del desarrollo y en el continuo
progreso de la economia norteamericana, aunque con una simpli-
cidad encantadora admite que no puede encontrar ra.zõn que jus-
tifique esta creencia, excepto en que lo contrario signifcaría es-
tancamiento y decadenciao"
"Las conclusiones de la. comisión con respecto ai petróleo --di.L
ce Silenzi- que es lo que nos interesa, son las siguientes: "El

239
/·"" ~·--·'1J. MAPA DE LA REP\JBUC~ Ot.
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. [:jZona Y. P. F. B.
SERGIO ALMARAZ

carbón es toda.vía más importante que el petróleo en el abasteci-


miento total de energia en los Estados Unidos, pero se espera que
en 1975, es decir dentro de veinte afios, esta posicilón se invierta y
quo el petróleo y el gas natural constituyan entonces las dos ter-
ceras partes del abastecimiento nacional de energia, en compara,-
c1óri con casi la mitad a.ctual. Se calcula que en 1975 las nece-
s!.dades de los Estadc Unidos de toda clase de combustibles mine-
rales habrá aumentado cerca del éien por ciento. Concluyendo:
LAS INVERSIONES NORTEAMERICANAS EN EL EXTRAN•
JERO PARA LA EXPLOTACION DE RECURSOS NATURALES
DEBEN SER FOMENTADAS POR MEDIO DE LA AYUDA DI-
RECTA DE LOS ORGANISMOS OFICIALES Y DE TRATADOS
CON GOBIERNOS EXTRANJEROS."
- Posteriormente el National Petroleum Council recomendó
en un informe titulado "Una Política Nacional de Petróleo para.
los Estados Unidos", "que la participacfón de empresas norteame.-
ricanas de petróleo en el extranjero era esencial para la seguri-
dad de los Estados Unidos ... ".
-- En febrero de 1953 el American Petroleum Institute exige
al gobierno norteamericano que concluya con la investigación que
está realizando sobre los carteles petroleros porque no se puede
conciliar una política de represión en el orden interno con el
apoyo que debe brindar el gobierno a estas núsmas compaiiias en
el exterior.
- En julio de 1953 el gobierno reconstituye el Foreing Pe-
troleum Commitee con la participación de catorce compaiiias pe-
troleras con la promesa de que no serán sometidas a las leyes
anti-trust.
- Los antecedentes mencionados sefialan la creciente preocu-
pación norteamericana para asegurar el suministro normal de
materias primas con destino a su industria. Entre todos los re-
cursos naturales el más importante es el pet1'óleo. Esta circuns-
tancia se refuerza con los intereses que las compaiiias petroleras
norteamericanas tienen en el exterior. Son poseedoras de gran-
des inversiones y su importancia política y económica. constituye
un hecho que no puede ser ignorado por el gobierno yanqui, sien-
do ésta una razón para que la acción de los monopolios petroleros
se combine con la del gobierno en el propósito de controlar las
fuentes extranjeras de petróleo.

Los antecedentes examinados, indicando una convergen-


cia indudable entre los intereses norteamericanos y las diver-
sas tentativas que se realizan a partir de 1950 para entregar
el petróleo boliviano, constituyen suficientes elementos de jui-
cio para establecer si la actual política petrolera obedece a
objetivos nacionales, interpreta las necesidades de Bolivia, o
si más bien responde a los intereses del capital norteameri-
cano, a las necesidades de conjunto de la econonúa yanqui.

242
PETROLEO EN BOLIVIA

RAZONES APARENTES

Las razones aparentes que indujeron al Poder Ejecutivo


a poner punto final a la política nacional del petróleo con
la aprobación del Código y la suscripción de los primeros
contratos, han sido expuestas en una campana publicitaria
encaminada a desvanecer la desconfianza dei país ante el re-
torno a los viejos moldes de la orientación de 1920.
En el Mensaje Presidencial de agosto de 1956, encontra-
mos un breve resumen de los fundamentos de la nueva po-
lítica:
"La. extensión del área potencialmente petrolífera de nuestro
país es enorme, y la entidad estatal, en correspondencia con el ni-
vel econômico general, no dispone de los recursos necesarios para
explotarla integramente y de inmediato. Por otra parte, resulta
injusto que esa riqueza permanczca dormida cuando las actuales
geueraciones bolivianas, a quienes podria beneficiar su explota-
ción, viven pobre y aflictivamente. Debe recordarse, además, que
Bolívia necesita, con urgencia, moneda extranjera para acelerar
y dar magnitud cvnsiderable a sus planes de desarrollo y diversi-
ficación econômicos."

En el párrafo transcrito, est'án contenidos los dos argu-


mentos más frecuentemente utilizados: la razón económica
(el "área potencialmente petrolífera es enorme" y YPFB no
dispone de los recursos necesarios para explotarla íntegra-
mente y de inmediato); y el argumento de la perentoriedad
para iniciar la explotación en vasta escala con objeto de ob-
tener los recursos que el país necesita para hacer frente a
su grave desequilíbrio financiero.

EL ARGUMENTO ECONOMICO

Seiíalando la necesidad de emplear grandes capitales en


la exploración y explotación, el Vice-Presidente de la Gulf
Oil, Hollis D. Hedberg, expresó: "Bolivia no podría embar-
carse por sí sola en un trabajo tan costoso". Los represen-
tantes dei capital extranjero coinciden, pues, con las preten-
ciones "realistas" de los portavoces oficiales los que repiten
una y otra vez, que la orientación ·petr.olera "concuerda en
absoluto con la realidad boliviana que no puede aportar los
importantes capitales que requiera la industria del petróleo,
aún en el caso de YPFB que ha obtenido un éxito nota-

243
SERGIO ALMARAZ

ble ... ". (1°8) Se pueden transcribir centenares de comen-


tarias de la prensa oficial en los que se reproduce servilmen-
te toda la hojarasca de la propaganda petrolera.
En Bolivia como en México, la Argentina, el Brasil y
otros países en los que se prohibe la intervención dei capital
extranjero en el petróleo, la administración estatal ha sido
elegida como blanco de la propaganda petrolera con le pro-
pósito de llevar la duda y crear una atmósfera de despres-
tigio "predisponiendo así a la opinión -como dice el profe-
sor Silenzi- para mirar sin sorpresa que el Estado se des-
prenda de sus ricos yacimientos."
Si en otros tiempos los diarios de la gran minería se
ensaíiaron contra YPFB, actualmente esa propaganda recono-
ciendo los "éxitos notables" de la entidad fiscal y lamentan-
do tener que ceder ante la realidad, presenta argumentos cu-
ya inconsistencia ya fue demostrada en el pasado. Los mis-
mos recursos sirvieron en 1920 para que los gobiernos de Gu-
tiérrez Guerra y Saavedra, encontrando la solución "única,
realista e inmediata", entregaran el petróleo a la Standard
Oil. Si en 1920 la ausencia de una organización estatal para
la explotación de los hidrocarburos servía de cierta base de
apoyo a los que propiciaban la entrega, en 1956, la presencia
de YPFB por sí sola, ya es una evidencia irrefutable acerca
de que el país puede desenvolver una política petrolera in-
dependiente. Veamos esquemáticamente el desarrollo de
YPFB en el período 1953-1956. 1
Durante mucho tiempo YPFB fue saboteado. Los go-
biernos se negaban a efectuar inversiones de cierta importan-
cia en la industria fiscal y luego lamentaban los gastos de
divisas en la importación de combustible. El país entero fue
sometido a una campana de desmoralízación para que se vie-
se a YPFB con hostilidad y desconfianza. Todo este juego
ingresaba en los planes dei capital monopolista dispuesto a
eliminar el único ,obstáculo. que le impedía aduefiarse dei pe-
tróleo boliviano. La industria fiscal subsistió durante 15
anos, apesar y en contra de la voluntad de la mayor parte
de los gobiernos.
A partir de 1953, en cuanto se aflojó el cepo dei boycot
oficial, YPFB dio el salto. Se abrieron 67 pozos hasta 1956
con una longitud total de más de 85 mil metros, contra 47
pozos, con una longitud de 39 mil metros en los c&torce afios

(lOl:!) ''La Nación", La Paz, 18 de enero de 1956.

244
PETROLEO EN BOLIVIA

anteriores. Se descubrieron las estructuras de Itapirenda,


Buena Vista y Toro. Se tendieron 653 kilómetros de oleo-
ductos sobre los 594 kilómetros existentes; se efectuaron obras
de almacenamiento, se adquirieron cisternas; se intensificaron
los trabajos de exploración constituyéndose comisiones geo-
lógicas y entrenando el personal necesario. Todo este trabajo
hizo posible que la producción se elevara de 65 mil metros
cúbicos en 1952 a 398 mil en 1955 y a 504 mil en 1956. Fue
cubierto el consumo interno no obstante su rápido aumento,
más dei 20% en los últimos tres anos, alcanzando 331 mil
metros cúbicos en 1956. Las importaciones que en 1952 lle-
garon a 133 mil metros cúbicos, se eliminaron en 1954. La
refinación subió de 71 mil metros cúbicos en 1952, a 450
mil en 1952.
YPFB en el período de 1952-1956, demostró eficiencia
y capacidad para movilizar una riqueza que hasta entonces
por la acción de los monopolios extranjeros, había permane-
cido poco menos que inexplotada. Esta es una victoria de la
que surge una evidencia que apesar de su sencillez y de su
fuerza lógica, necesita ser sefialada una y otra vez: Boli·via
puede explotar su riqueza petrolera utilizando sus propios
medios; puede hacerlo en base a planes en los que se ensam-
blen la audacia y la tenacidad con una correcta utilización
de los recursos nacionales.
;. Cuánto representan los recursos empleados en la finan-
ciación de los programas de YPFB? De acuerdo a los da tos
consignados en el Mensaje Presidencial de agosto de 1956, ha-
brían sido invertidas las siguientes partidas:
Primer Aporte ....•..•... $us. 2.000.000 (equipos de perforación, ma·
teriales y tubería).
Oleoductos:

Camiri-Yacuiba . . . . • . . . • • • " 4.000.000 tubería europea adquirida a


crédito).
Cochabamba-Oruro-La Paz • " 7.200.000 (id. id.).
Camiri-Santa Cruz . . . . . . . " 1.855.000 tubería adquirida a crédito
en el Brasil).
Fábrica de Envases . . . . . • " 225.000
Plan recuperación de gas y pagos diferidos, 19 septiem·
material . . . . . . . . . . . . . . . " 1.435.093 bre 1959).

AI total anterior deben agregarse algunas sumas parcia-


les en moneda boliviana, las que no tienen significación por

245
SERGIO ALMARAZ

la desvalorización monetaria y porque las adquisiciones de


equipos y materiales, los gastos "fuertes", son realizados en
moneda extranjera.
La CEPAL presenta la siguiente información: "Las in-
versiones, que desde la creación de YPFB hasta fines de
1952 habían sido de 23.1 millones de dólares y 251 millones
de bolivianos, sumaron 20.3 millones de dólares de divisas y
1.306 millones de bolivianos en los afios 1953, 1954 y 1955."
(109)
De modo que ha sido alrededor de 20 millones de dóla-
res, los que permitieron la rápida expansión de la actividad
de YPFB; 20 millones que divididos en cuatro afios represen-
tan una 'inversión promedio de 5 millones de dólares anua-
les. La cifra es realmente pequena para una industria ca-
si naciente. En efecto, el aporte global no representa mu-
cho en el presupuesto nacional de divisas si se tiene en cuen-
ta que en dos afios, 1952 y 1953, el país importó combustibles
por más de 8 millones de dólares:

Importaciones de YPFB en 1952 . $us. 1.756.753.44


" " " " 1953 . " 2.776.241.87
Import. privadas en 1952-1953 . . . " 3.205.000.00

TOTAL IMPORTADO .. $us. 7.737.995.31

Los aportes a YPFB no han comprometido en absoluto


la adquisición de subsistencias. No deja de tener una inten-
ción deshonesta afirmar veladamente que YPFB hubiese con-
tribuído a agravar el problema de los alimentos. Si se quie-
re encontrar las causas reales de este problema se las debe
buscar en otra parte -en la política del estafio seguida has-
ta hoy- y no en YPFB. ;.En qué medida son una p~sada car-
ga esos aportes cuando la totalidad de ellos representan prác-
ticamente la suma que el país gastaba en importar combus-
tibles?
A este respecto dice el citado inf.orme de la CEPAL: "El
fuerte impulso dado a la actividad petrolera le permitió a
Bolivia economizar divisas, pues las que se ahorraron por con-
cepto de supresión de importaciones, de transportes y au-

(109) CEPAL, "E! Desarrollo Económico de Bolivia", pág. 253, ma-


yo de 1957.

246
PETROLEO EN BOLIVIA

mento de exportaciones superaron ligeramente a lo efectiva-


mente gastado por YPFB (38 millones de 1953 a 1956)".
Pero, además, debemos tomar en cuenta que en ·1952 la
industria fiscal se encontraba sin el número indispensable de
equipas destinados a la perforación (tenía seis viejos equipos,
cuatro rotativos y dos a percusión); ni con una red esencial
de oleoductos, su personal era insuficiente y la entidad ha-
llábase técnicamente en quiebra. Se empezó resolviendo los
problemas más elementales en todos los frentes. Si conside-
ramos la magnitud de todo lo que se tuv.o que hacer, conclui-
remos admitiendo que la inversión fue pequena.
;,En qué queda, pues, el criterio de que son necesarios
inmensos capitales para organizar la explotación dei petró-
leo? ;, Cómo explicar la enfática afirmación de que es "im-
posible que sea el Estado el que financie tan magna empresa,
ni aún sacrificando los bienes de consumo al máximo"? La
Nación).
Vemos en que condiciones han sido invertidos los 17 mi-
llones mencionados en el Mensaje Presidencial. El aporte
inicial de 2 millones de dólares fue destinado a la compra
de equipos y materiales de perforación. Suma tan pequena
hubiera podido ser financiada en cualquier momento por el
Estado. La tubería de fabricación europea, empleada en los
oleoductos Camiri-Yacuiba y Cochabamba-Oruro-La Paz, fue
adquirida por el sistema de pagos diferidos, lo mismo que el
material para la línea Camiri-Sànta Cruz, adquirido con dó-
lares-convenio dentro dei acuerdo comercial vigente entre
nuestro país y el Brasil. En lo que se refiere a la planta de
recuperación de gas, el contrato firmado con los fabrican-
tes norteamericanos faculta a YPFB a liquidar el importe de
$us. 1.435.093 en pagos diferidos hasta septiembre de 1959.
Por otra parte, la William Brothers, que ha tendido todos los
oleoductos dei país, con excepción de la línea Camiri-Santa
Cruz construída directamente por YPFB, aceptó recibir sus
pagos por el oleoducto Sicasica-Arica en dólares o petróleo
crudo y cuando entre en operación.
De lo anterior resulta que el Estado no desembolsá en
efectivo los 17 millones como para comprometer seriamente
los recursos dei país. Cabe seíialar una primera conclusión.
El desarrolllo rápido y continuado de la industria petrolera
en los últimos anos, debido a inversiones más bien modestas,
dada la magnitud de la obra realizada y dentro de la cualla
inversión menor se destiná al trabajo de perforación, des-
miente uno de los slogans de la propaganda petrolera, el que

247
SERGIO ALMARAZ

se refiet·e a que en ésta industria son necesarios, siempre y


en todos los casos, grandes capitales. Es más, la expansión
de la actividad de YPFB ha coincidido con un período de em·
pobrecimiento general dei país, de reducción dei ingreso de
divisas y de profundo desequilibrio económico. Esta circuns·
tancia, sobrevalorando la labor de YPFB, pone de relieve el
hecho de que países empobrecidos como el nuestro, sometidos
a un plan de saqueo de sus recursos por el capital monopa.
lista, pueden desarrollar con indudable éxito una industria
petrolera autónoma.
Si no perdemos de vista que la industria fiscal en este
período tuvo que hacerlo todo, si se vio obligada a distribuir
sus recursos en un vasto conjunto de obras ( oleoductos, obras
de almacenamiento, compra de cisternas, etcétera), conven-
dremos en que los resultados habrían sido mucho más gran-
des si la inversión hubiese podido ser destinada preferente.
mente al trabajo de exploración y producción.
Pero la cuestión eséncial es la siguiente: ;,los resultados
justifican la inversión? Para dar una respuesta afirmativa
bastaría decir que los resultados están a la vista: YPFB cubre
el consumo nacional de ·combustibles, con excepción de la ga·
salina de aviación; su actividad comercial ha ingresado en
una nueva y promisora fase con la exportación de los prime·
ros volúmenes de petróleo; es la única empresa estatal sa·
neada que a fines de 1958 o 1959, habrá cancelado todas, o
la mayor parte, de sus obligaciones. El autoabastecimien·
to como hecho económico, justifica plenamente la inversión.
· En efecto, si en 1955, segundo afio de autoabastecimien·
to, el país ahorró por costas y fletes algo más de 9.5 millones
de dólares, en cuatro aiíos, de 1954 a 1957 inclusive, ese aho·
rro representa más de 36 millones de dólares. YPFB estimá
el consumo para un aiio -1955- como sigue:

Precio CIF
Puerto
$us.

Galosina .............. . 85.362 3.761.000.-


Kerosene .............. . 23.532. 1.016.000.-
Diesel ................. . 34.124 1.007.000.-
Fuel Oil .............. . 100.748 2.462.000.-
$us. 8.246.000.-

248
PETROLEO EN BOLIVIA

FLETES:

En moneda boliviana 3.200.000.000.-


En dólares ......... . 1.450.000.-
1.450.000.- 3.200.000.000.-
TOTAL AHORRO:

$us............ . 9.696.000.- más Bs. 3.200.000.000.-

Estas cifras significan que en tres afios la inversión en


cuanto a egreso de divisas, ha sido cubierta.
En relación a la exportación deben tomarse en cuenta
las siguientes cantidades:
EXPORTACIONES DE YPFB
(Miles de Dólares)

1953 -8
1954 328
1955 2.086
1956 2.685
1957 a) 4.573
(Fuente CEPAL)

a) Calculado sobre estimaciones de YPFB.

En cuatro anos, de 1954 a 1957, se exportará 9.5 millo-


nes de dólares. Con esta exportación teóricamente YPFB
podría amortizar un 15% anual sobre una inversión de 20
millones, lo que constituye una tasa razonable para la in-
dustria.

En los mismos cuatro anos, la industria fiscal ha contri-


- buído indirectamente, eliminando la importación, · con 36. mi-
llones de dólares y directamente con 9,5 millones provenien-
tes de la exportación. Prácticamente no debe nada; ha com-
pensado con creces el aporte gubernamental.
Examinemos a continuación la otra parte dei problema.
Se sostiene que son necesarios grandes capitales para impul-
sar la industria dei petróleo. Primera cuestión :· ;,El Código
dei Petróleo asegura la inversión de esos capitales? Esta

249
)
SERGIO ALMARAZ

Ley establece que las empresas privadas deberán invertir en


sus trabajos de exploración por aiio y por hectárea, $us. 0,80
en la Primera Zona, $us. 0,50 en la Segunda y $us. 0,20 en
la Tercera. La Gulf invertiría conforme a estas tasas en los
cuatro afios del período de exploración, $us. 4.800.000. En
esta suma estarían comprendidos los equipos, materiales, ma-
no de obra, es decir, todos los gastos que la compafiía rea-
lizaria en Bolivia en sus .operaciones exploratorias. En un
tiempo igual, estableciendo semejanzas globales, YPFB invir-
tió cuatro veces más, cerca de 20 millones de dólares.
Por otra parte, y siempre en el capítulo de inversiones,
la Gulf proporcionará a YPFB en préstamo 5 millones de
dólares, destinados a cubrir una parte de los costos de cons-
trucción dei oleoducto Sicasica-Arica. Las condiciones im-
puestas son usura rias: la industria fiscal por los 5 millones
restituirá 8 al cabo de seis afios. Esta suma no puede con-
siderarse como inversión puesto que dei mismo cuero salen
las correas y, naturalmente, YPFB pudo haberla financiado
en cualquier otra parte en condiciones menos onerosas.
En cuanto a la promesa de la Gulf de invertir lO millo-
nes de dólares, no es más que una promesa pues no está es-
tipulada sobre un plazo determinado, de modo que pueden
transcurrir cinco o diez afios hasta que se haga efectiva.
En lo que se refiere a McCarthy, los resultados son co-
nocidos: los cuatro millones de dólares que debía invertir y
con los que no era posible desarrollar la explotación, ai tér-
mino de cinco afios, se redujeron a 1.700.000 dólares, o sea,
algo más de 300 mil dólares anuales. La pobreza dei país
no es tan extrema como para tener que efectuar grandes con-
cesiones petrolíferas a cambio de tan insignificantes inver-
siones. Los industriales bolivianos, particularmente los mi-
neros, están en posibilidades de financiar capitales semejan-
tes, sin exigir del Estado privilegias injustos.
Aún considerando el trabajo exploratorio ejecutado a rit-
mo lento por las compafiías concesionarias, ;.son éstos los
"grandes capitales" prometidos por la inversión privada?
Hasta el presente se han otorgado cerca de 12 millones de hec-
táreas, ;.dónde están las inversiones que debían producirse en
forma inmediata una vez acordada la concesión según lo sos-
tenido por los partidarios de la entrega?
Establezcamos algunas conclusiones:
1. Los resultados del trabajo de YPFB en los últimos
afios, demuestran la excelencia de los yacimientos bolivianos

250
PETROLEO EN BOLIVIA

y la capacidad técnica dei personal de la industria fiscal. La


formación de éste último no es tarea sencilla; actualmente
el país puede decir, no sin orgullo, que ya cuenta con un per-
sonal especializado cuya experiencia es garantia de eficien-
cia en el trabajo.
2. Bolívia puede desarrollar la industria del petróleo con
sus propios recursos, sin comprometer la seguridad nacional,
la independencia de su economia y el futuro de sus reservas.
La experiencia demuestra que a) el país ha podido financiar
los programas de YPFB aun en circunstancias económicas en
extremo penosas; h) el monto de las inversiones ha sido pe-
queno, sin que constituya una carga para la economia fiscal.
3. YPFB ha dado el primer gran paso en su actividad
y formación con la exportación de carburantes; ha articulado
un sistema comercial con las naciones vecinas a través de con-
venios de extraordinaria importancia con los que en un fu-
turo inmediato se puede construir la armazón comercial pa-
ra la exportación boliviana de hidrocarburos.
4. YPFB por sus operaciones de exploración y explota-
ción, de elaboración y transporte, de la red de oleoductos
troncales con que cuenta y del sistema comercial que ha ve-
nido articulando para sus exportaciones, puede iniciar de
inmediato la explotación de los hidrocarburos nacionales en
la medida necesaria para obtener valores semejantes a los
que provienen de la minería.
5. Las empresas privadas no han aportado los capita-
les esperados, ni hay ninguna evidencia de que ·en el futuro
lo hagan en la magnitud indicada por sus portavoces y en
lo relativo a sus modestas inversiones, éstas no guardan pro-
porción con las inmensas áreas cedidas.
Como en todo proceso, en la actividad fiscal hay' avan-
ces y retrocesos, resultados positivos y negativos, flancos dé-
biles y puntos fuertes. Se ha dicho que en la industria del
petróleo la fase más compleja es la de la comercialización.
Probablemente este es el flanco débil de YPFB. Los conve-
nios comerciales con los países vecinos son un buen punto de
partida, pero para la ampliación de la exportación serán ne-
cesarios determinados reajustes sobre precios, fletes y otros
aspectos. Estas deficiencias no pueden, por cierto, impedir-
nos formular una justa valoración de los progresos de la in-
dustria fiscal los que en el proceso de desarrollo de la eco-
nomia nacional se inscriben como una victoria que si se la
sabe defender, consolidar y transformar en un punto de apo-

251
)
SERGIO ALMARAZ

yo para un nuevo avance, nuestro petróleo vitalizará la eco-


nomía boliviana. YPFB por el nivel cualitativo y cuantita-
tivo de su trabajo, está en condiciones de dar su gran salto.

EL ARGUMENTO DE LA PERENTORIEDAD
El estado económico de la Nación exige soluciones in-
mediatas con la formulación de planes que encaminen la ac-
tividad económica en un nuevo sentido, por un nuevo derro-
tero, eliminando los actuales factores de atraso, dependencia
y pobreza, creando condiciones nuevas, más positivas y salu-
dables para la permanencia, y expansión dei organismo eco-
nómico boliviano. Los frutos de estos planes pueden no ver-
se hoy o maíiana, pueden demorar en su ejecución dos, tres
o más aíios, pero su ejecución es perentoria. La economia
boliviana ha llegado a un lím,ite en el que no podrá seguir
subsistiendo con las actuales características de exportación
de materias primas, dependencia extranjera, atraso agrario y
parálisis industrial. Por perentorio, por inmediato, debemos
entender esto: un plan que constituya la solución nacional,
por tanto la solución justa y de f.ondo para el porvenir bo-
liviano.
Pero en nombre de la situación económica se adoptan
medidas desesperadas que no tendrán otra consecuencia que
la de reforzar las causas iniciales que determinaron y deter-
minan el anaquilamiento de nuestra economia: la explotación
extranjera, el saqueo de las materias primas, el atraso indus-
trial y agrícola. En este sentido la perentoriedad es un ex-
pediente peligroso porque con él se van dilapidando riquezas
y oportunidades dificilmente recobrables una vez perdidas.
Por grandes que sean las dificultadas económicas de un pue-
blo (y dando por sentado que sus gobernantes se esfuercen
para encontrar soluciones positivas), no se pueden despilfa-
rrar sus recursos a cambio de paliativos de dudosa eficacia.
El punto de partida hacia la solución final dei problema
económico actual, consiste en elevar la exportación en 40 o
50 millones de dólares. El petróleo puede contribuir ai au-
, mento de la exportación. Este criterío ha sido formulado
por los círculos oficiales como sigue:
"De esta manera. ( con el Código del Petróleo) la. riqueza. pe-
trolera boliviana que es ingente ha de ENTRAR EN UN PERIODO
DE GRAN ACTIVIDAD EN POCO TIEMPO MAS Y EN GRAN
ESCALA AL EXTREMO DE QUE EXISTEN FUNDADAS ESPE-

252
PETROLEO EN BOLIVIA

RANZAS QUE EN LOS PROXIMOS DOS ANOS ESTAREMOS


EN CONDICIONES DE INGRESAR COMO PRODUCTORES DE
ESTE HIDROCARBURO EN EL MERCADO MUNDIAL". (La.
Nación, 28 Octubre de 1955).

;, Con la actual política las compaiiías extranjeras ingre-


sarán a la producción "en gran escala" en un térinino más o
menos breve? ;,Es justificada la certidumbre de una gran
producción y a corto plazo?
Recordemos en primer lugar los términos dei Código pa-
:ra iniciar la producción. Los plazos para la exploración son
de 4 aííos sin prórroga para la Primera Zona, 4 para la Se-
gunda con una prorroga de 2 anos, y 6 aííos para la Tercera
con dos prórrogas de a 2 aííos. Tratándose de las zonas Se-
gunda y Tercera la selección podrá hacerse en dos etapas, la
primera durante el plazo de exploración, o durante cualquier
prórroga dei mismo, y la segunda ai finalizar el sexto afio
a. partir de la fecha de la primera selección. De esto resulta
que si las compaííías extranjeras lo desean, en la Primera Zo-
na tendrán 4 aííos para selecci.onar las áreas destinadas a la
explotación, en la Segunda de 6 a 12 aííos y en la Tercera de
10 a 16 aííos.
Las compaííías al términos de estas holgados plazos, in-
gresarán en el "período de producción"; pero esto no signifi-
ca que empezarán a producir "en gran escala", porque para
ello tendrán que intensificar la actividad exploratoria, la per-
foración, la construcción de oleoductos troncales y colecto-
res, desarrollar un sistema de almacenamiento, etcétera. Y
todo esto lleva tiempo.
Suponiendo que las compaííías extranjeras se propongan
producir en el menor tiempo y por consiguiente no exijan
modificaciones en sus contratos, hay otro aspecto de orden
legal que debe ser mencionado, los contratos y concesiones
hasta ahora otorgados no constituyen ninguna garantía para
la producción inmediata. El contrato de operación firmado
entre YPFB y la Gulf, se ajusta ai Código en lo referente a
los plazos para ·la exploración. Las concesiones de explota-
ción directa obtenidas por la misma compaííía en Santa Cruz,
deberían, siempre dentro de la hipótesis, ser explotadas en
tiempo menor, y en lo referente a sus concesiones obtenidas
bajo régimen de exploración y subsiguiente explotación dor-
mirán el sueíío de los justos por un tiempo más o menos lar-
go, ciiíéndonos a. los términos dei Código. En cuanto a Mc-
Carthy, en más de cinco anos no exportó un litro de petróleo.
Las compaííías yanquis que se han hecho cargo de esLa ccn-

253
)

SERGIO ALMARAZ

ees1on, probablemente empleen el mismo tiempo en la ex-


ploración y desarrollo siempre que, haciendo juego de reser-
vas, no se propongan especular con nuevas transferencias.
Informes de organizaciones como la CEPAL, favorables a
la iniciativa privada, concuerdan en que no serán posibles
altos índices de producción en corto tiempo:
"Si bien las perspectivas a lar~o plazo ·-dice el .informe-
de aumento de la producción petrolera boliviana como consecuencia
de la acción de las empresas privadas son prometedoras, NO PUE-
DEN ESPERARSE QUE SE OBTENGAN VOLUMENES EXPOR-
TABLES IMPORTANTES ANTES DE TRES A CINCO ANOS.
Las tareas ·exploratorias llevarán tiempo y una vez descubiertas
los nuevos yacimientos, también lo demandarán los trabajos re~
queridos para su accesibilidad, provisión de agua, etc. Acerca
del plazo necesario para tener una idea. mediante una. hipótesis
ilustrativa. con 5 equipos de perforación profunda. se requerirán
como mínimo 4 afios pa.ra. lograr una. extra.cción de alrededor de
25.000 ba.rriles por dia. Un equipo podria. perforar 2 pozos por
afio y con un rendimiento de 100 metros cúbicos dia.rios por pozo,
se necesitarian 40 pozos para alcanza.r la. producción de 25.000
ba.rriles diarios." (IIO)

Buscando la aprobación de la opinión pública reitera-


damente se ha aludido a los millones de dólares que Bolivia
ganaría con la exportación de 50 mil barriles diarios de cru-
do. En efecto, ese volumen de ser exportado por YPFB -la
situación cambia tratándose de las empresas extranjeras-
representaria un ingreso anual de 60 millones de dólares.
Veamos el tiempo empleado por la industria en otros
países para alcanzar esa producción: Estados Unidos 19 afios,
México 11, Venezuela 8, Argentina 31, Indias Orientales
30. ( 111 ) Naturalmente, estas cifras están determinadas por
factores taies como la calidad de los yacimientos, la capacidad
de los equipos, etcétera. Por otra parte, dados los actuales
};>rogresos técnicos, la industria rinde volúmenes cada vez ma-
yores en tiempo menor y con una recuperación más grande
de la reserva. Pero, apesar de todo, en Colombia por ejem-
plo, donde ·se trató de producir tanto petróleo como en V e-
nezuela, para descubrir y poner en explotación nuevos yaci-
mientos se necesitan de 6 a 10 afios. ( 112 )
Pero, aceptando un evidente absurdo admitamos que en

(110) CEPAL, Ob. cit. pág. 289.


( 111) Annuaire Statistique, O.N.U., 1948.
(112) Ospina Racines, "La Economía del Petróleo en Colombia".
Bogotá 1947.

254
PETROLEO EN BOLIVIA

tiempo record las compafiías extranjeras en Bolivia exporten


50 mil barriles diarios. De los 60 millones de dólares que
aproximadamente representa esa producción, ;, cuánto corres-
pondería al Estado? El Código del Petróleo séfi.ala una re-
galía del 11 o/o sobre la producción y un impuesto del 30%
sobre la utilidad. En la forma como ha sido redactado el ar-
tículo pertinente al impuesto sobre utilidades, (ver página
184), es posible que se lo burle.
Por otra parte, las compafi.ías en los primeros anos de
explotación, aducirán gastos e inversiones superiores a las
utilidades. No pued~ haber la menor duda de que los dere-
chos del Estado fluctuarán entre el 11% y 30%, que es, en
cuanto a este segundo término, la contribución global que
pagará la Gulf por su contrato de operación. De 60 millones
exportados, el Estado quedaría con una cantidad que fluctúe
entre 7 y 18 millones. Esta apreciación coincide con los cálcu-
los del informe de la CEPAL que estima en 3,5 millones de
dólares el ingreso de YPFB de acuerdo a su contrato con la
Gulf y tomando como base una producción diaria de 25 mil
barriles., "Si de la producción de 25 mil barriles diarios
--dice el Informe- YPFB recibe una regalía similar a la
establecida en el contrato celebrado con la Bolivian Gulf Oil
Co., el monto total dei capital adicional sería 3,5 millones
de dólares aproximadamente." ( 11 3)
Es una peligrosa ilusión creer que en cuanto las compafiías
extranjeras se instalen en Bolívia, empezará a manar milagro-
samente el petróleo. Esta fantasía, hábilmente alimentada por
la propaganda interesada, desconoce princípios técnicos, eco-
nómicos y un hecho más importante aun: desde el punto de
vista legal -Código y contratos- no se asegura 1la explota-
ción inmediata, por el contrario, se facilita la acción de los
monopolios para mantener inexpDotadas las reservas bolivia-
nas.
YPF argentinos en un documento oficial, expresó con-
ceptos que deben ser meditados· por todos los que cediendo
ante la presión de una mafiosa propaganda, están en el do-
loroso trance de formar filas en un campo opuesto al del
interés nacional. Ese docummento dice así:
"Una incomprensión muy generalizada que el interés privado
se esfuerza en mantener y difundir, pretende admitir como ver-
dad indiscutida, las venta.ja.s de entregar a. la exploración y ex-

( 113) CEP AL, Ob. cit., pág. 290.


SERGIO ALMARAZ

plotación privadas, los presuntos campos petroleros y los yaci-


mientos descubiertos. La experiencia ha demostrado los peligros
de esta falacia. Lo que podría gana.rse en tiempo, y es lo único
que tal vez podria ga.narse, está comprobado que se pierde en ri-
queza. La avidez por no decir avaricia, destruye en tiempo más
o menos breve, riquezas que una explotación científica y bien or-
denada, puede aumentar y en todo caso prolongar. En mataria
de petróleo, como en explotaciones de otro orden, existe una sub&-
ta.ncial diferencia entre administrar y dilapidar."

Desde 1953 el gobierno abriéndose el camino a codazos


con el expediente de la perentoriedad, aprobó la ley del pe-
tróleo, entregó más de dos tercios de la reserva y por media
de "contratos de operación" y concesiones comunes, amena-
za la existencia de YPFB. Estas medidas representan el re-
torno ai pasado, la vuelta a los aspectos más negativos dei
liberalismo de 1920 y han sobrepasado los límites a que lle-
garon otros gobiernos en la entrega de sus recursos petro-
leros.
En la Argentina bajo el gobierno de Perón y, posterior-
mente con la junta militar, se enunciaron determinados prin-
cipias de política petrolera incomparablemente más positivos
que los que norman la conducta del gobierno boliviano. El
diputado Rumbo, partidario de la explotación privada y alto
exponente de la política petrolera peronista, seíialaba algu-
nos de ello~:
desde el punto de vista político es imposible la entrega
a una empresa particular de· yacimientos cuyo descubrimiento ha.
realizado YPF."
"Si la Naciõn hace el sacrificio de entregar a una compaiiía
privada un área ya explorada, tiene que obtener como contrapar-
tida la compensación de un aumento de la producciõn ... ". ( 114)

En Bolivia se han entregado yacimientos explorados por


YPFB y las contribuciones son las mismas tratándose de áreas
exploradas o inexploradas.
Bajo la junta militar en la Argentina, se modificá en
un sentido más progresivo la política petrolera de Perón. Lo-
nardi anunció:
"Haré lo necesario para conseguir los elementos técnicos ne-
cesarios para perforar por nuestra cuenta. Puede que ello impli-
que una pequena demora, pero ella es preferible a crear condicio-

(114) Citado por M. Kaplan, "Economía y Política del Petróleo


Argentino"; Bs. As. 1957.

256
PETROLEO EN BOLIVIA

nes peligrosas, que pueden incluso trascender a.l campo políti-


co." (115)

En graves condiciones para ese país advino el Plan de


Restablecimiento Económico cuyo autor, el economista Pre-
bisch, buscó soluciones a los problemas argentinos estimu..;
lando la inversión dei capital extranjero, no obstante para
el petróleo anunció lo siguiente:
"lo. Firme continuaciõn de la política tradicional contraria a las
concesiones privadas, a fin de resguardar el pais de la ac-
ciõn de combinaciones monopolistas internacionales.
2o. Exploraciõn y explotación directa por el Estado, o mediante
contratos de prestación de servicios en que se aporte capita.-
les y cooperación técnica, a fin de promover un más intenso
aprovechamiento de los recursos petrolíferos del pais." (116)

Prebisch explicó más adelante que la continuación del


monopolio estatal del petróleo argentino no desanimaria a
los ·inversionistas extranjeros porque existen otros campos de
inversión:
". . . hay muchos paises que dan amplias garantias a las in-
versiones privadas y el Estado mantiene la explotación de este
tipo de actividades. Tal es el caso de México."

;,El gobierno boliviano teniendo resuelta la entrega dei


petróleo, por lo menos trató de defender a YPFB con medidas
parecidas a las empleadas por el gobierno argentino? Perón
buscó, aunque en grado insuficiente, recursos para YPFB; ob-
tuvo equipas por media de acuerdos comerciales con el bloque
socialista; trató, en lo relativo, de mantener áreas de reser-
va para la industria fiscal; consiguió de las compafiías pri-
vadas condiciones superiores desde todo punto de vista a las
aceptadas en Bolívia. El gobierno boliviano nada de esto
hizo.
Si en cuanto a principias de política petrolera la adopta-
da en Boli·vía es deficiente en todos los sentidos, los resulta-
dos son todavía más negativos. En Venezuela, en el primer
semestre de 1947, se adjudicaron 312.000 hectáréas a 12
compafiías. El Estado recibió por concepto de bonos (im-
puesto inicial de explotación) 620 millones de dólares en ci-
fras redondas. En el mismo período por derechos de expio-

(115) Citado por M. Kaplan, "Economía y Política dei Petróleo


Argentino".
(116) Citado por M. Kaplan, Ob. Cit.

257
SERGIO ALMARAZ
-~

ración de 510.000 hectáreas se pagaron 55 millones de dóla-


res. Los promedios son los siguientes: para explotación,
1.980 dólares por hectárea; para exploración, 108 dólares por
hectárea. La concesión más grande fue de 51.000 hectáreas.
Comparense estas cifras con los centavos que el Código cobra
por concepto de patentes a cambio de los 12 millones de hec-
táreas cedidas en algo más de un afio con una celeridad no
superada por ningún gobierno americano.
Aún habiendo decidido la entrega, el gobierno tenía de-
terminados caminos para mantener y fortalecer a YPFB. Era
y es posible buscar créditos privados en Europa. Pera lo
que se hizo fue recurrir, sin resultado alguno, a los Estados
Unidos, justamente ai país que no presta dinero a institu-
ciones fiscales dedicadas ai petróleo. Era y es posible rea~
lizar contratos de locación de obras, mediante licitación, pa-
ra la exploración y perforación de determinadas áreas. Tam-
bién era y es posible arbitrar recursos combinando el crédi-
to interno y suprimiendo ciertos gastos de divisas por con-
ceptos tales como los pagos a los ex-propietarios mineras, los
de la deuda externa, la ejecución de ciertas obras realizadas
hasta 1956 bajo el plan de diversifiçación algunas de las cua-
les, dada su importancia secundria, podían haber sido sus-
pendidas en beneficio de YPFB.
El gobierno sostiene como uno de los fundamentos de su
política que capitalizará a YPFB con las regalías. No nos de-
tengamos a considerar, como lo hemos hecho en otra parte
de este trabajo, que habrá que aguardar largo tiempo hasta
que las compaiíías entren en producción. Por de pronto no
hay regalías; lo que se anuncia son pequenos anticipos a
cuenta como el concedido por el grupo Tennessee Gas por 2 mi-
llones de dólares. Estas recursos "han tenido que ser entre-
gados ·al Banco Central--dijo YPFB-- para tonificar el fon-
do de estabilización ... ".
El 10 de mayo de 1957 la firma Fomento Mercantil Bo-
liviana .ofreció un crédito de 10 millones de dólares a YPFB,
a cinco afios plazo y en equipos de perforación, plantas para
tratamiento de gas, tubería, etc. Se especificaba que el ma-
terial sería nuevo, de primera calidad y a precios internacio-·
nales con facturas de fábrica. La oferta proveniente de la
Unión Económica Europea, no fue aceptada por disposición
del Consejo de Estabilización.
Con este crédito la entidad fiscal habría podido iniciar
la explotación de Madrejones. La negativa dei gobierno nun-
ca fue explicada satisfactoriamente. No era posible conven-

258
PETROLEO EN BOLIVIA

cer a la opinión pública acerca de las razones imponderables


de Eder para aniquilar económicamente a YPFB. Es indu-
dable que existían y existen medios para defender a YPFB.
AI gobierno se le presentó la oportunidad de hacerlo median-
te convenios que no supo o quiso aprovechar. Venciendo el
hermetismo con que se rodea todo a:mnto petrolero,--llegó a,
conocerse fragmentariamente la llamada propuesta Richfield
y que habría sido comunicada a mediados de 1956 a deter-
minados miembros de la delegación boliviana en la ONU. La
propuesta habría consistido en que la compafiía yanqui suge-
ría la ejecución de programas haja contratos de locación de
obras.
Los convenios MARCUS, ARPIC, TITEUX que dieron lu-
gar a tantos y tan dramáticos escándalos políticos, también
pudieron haber servido para ayudar a la industria fiscal en
la importante cuestión de la provisión de equipos.
Se prohibe aceptar créditos a YPFB; sus recursos se los
emplea en otros fines y luego se sostiene que por falta de
medios no puede explotar sus reservas. Esta es una forma
muy peculiar de capitalizar y defender una organización.
De los antecedentes expuestos se desprende que en los
últimos anos se hizo todo lo contrario a lo que presupone
una política nacional del petróleo, la que no puede existir
sin su premisa básica: la conservación de los recursos en po-
der de la Nación. Históricamente la orientación oficial tiene
los mismos fundamentos económicos y políticos que los que
sustentaron la política liberal de las dos primeras décadas de
este siglo, con la diferencia de que hoy las consecuencias son
más gra'ves. _
La pérdida del petróleo nacional traerá consigo la des-
trucción inevitable de YPFB. Desde el punto de vista de la
magnitud dei dano causado, debe admitirse como una evi-
dencia irrefutable que en ningún país de América en los úl-
timos afias han sido acordados pri vilegios tan descomunales
al capital extranjero como en Bolivia.

BASES PARA UNA POLITICA NACIONAL DEL PETROLEO


Una política nacional dei petróleo será posible sólo a con-
dición de vencer la resistencia de ciertos círculos. Los pe-
simistas que sostienen que un país como el nuestro, pobre
y atrasado, no tiene posibilidades de explotar por cuenta
propia sus riquezas, los que simulando una actitud "realis-
ta" frente a los problemas repiten estúpidamente toda la

259
SERGIO ALMARAZ

. "'
aiingaza literaria norteamericana acerca de que el Estado es
un mal administrador; los que viven apegados al pasado a:õ.o-
rando privilegias condenados por la historia; los que en una
tenebrosa conjuración se han entregado a la tarea de con-
vertimos en un país inválido, incapaz de servirse de sus pro-
pios recursosi todos estas hombres entre los cuales, hay al-
gunos que, por explicable coincidencia, sirvieron en otro tiem-
po a la gran minería y hoy se apresuran a formar filas alia-
do de las compa:õ.ías petroleras, todos ellos, decimos, deben
ser vencidos, para imponer una orientación verazmente na-
cional.
Las bases de una nueva política pueden ser las si-
guientes:
lo. Conservaci'ón de los recursos petroleros en poder de la
Nación; rechazo absoluto a toda forma de ena,jenación de los ya,.
cimientos en forma directa. (concesiones) o mediante la forma-
ción de sociedades mixtas entre la entidad fiscal y las empresas
extranjeras. .
2o. Defensa y forta,lecimiento de YPFB; planes de financia,.
miento buscando créditos europeos para la adquisición de equipos
y material de trabajo; cooperación con la Argentina y el Brasil
en base al interés de ambos países de adquirir hidrocarburos bo-
livianos; cooperación con entidades similares latinoamericanas,
YPF, PETROBRAS, PEMEX.
3o. Canalizar los recursos nacionales, dentro de un plan eco-
nômico general, para el incremento de la industria fiscal teniendo
en vista que el petróleo permitirá en un futuro inmediato eleva.r
e1 ingreso en la. medida y el tiempo necesarios para que Bolívia
pueda. desarrollar la explotación de sus matarias primas en nive·
les industriales que garanticen una real y efectiva independencia
econômica.
4o. Cancelación dei actual régimen jurídico; derogatoria dei
Código y adopción de una nueva legislación que consagre el mo-
nopolio estatal sobre los hidroca.rburos en todas las fases de la ex-
plotaciôn, de la. elaboración, transporte y comercio.
5o. Planeamiento de una política internacional encaminada
bacia dos objetivos: a) fortaleecr los vínculos econômicos de Bo-
livia con sus vecinos (Argentina, Brasil, Chile con el intercam-
bio de petróleo por productos de esos paises; b) relaciones co-
merciales, convenios de trueque con productores europeos de equi-
pos petroleros.
6o. Formación de una honda conciencia nacional partiendo
del convencimiento de que la defensa de la independencia nacio-
nal es insepa.rable de la defensa de los recursos naturales de Bo-
livia, pa.rticularmate de l3i defensa del petróleo.

El país está todavia a tiempo de evitar que el despojo


sea consumado. Puede lograrlo adaptando sin vacilación al-
gunas medidas que detengan el acaparamiento y permitan
restablecer la autdridad dei Estado:

260
PETROLEO EN BOLIVIA

Evitar en lo sucesivo nuevas adjudicaciones; declarar


sin demora la reserva fiscal sobre las áreas que no han sido
cedidas y entregarias a YPFB para su exploración y desarro-
llo; propender al desalojo de las compaiiías extranjeras de
las áreas adyacentes a las actuales zonas de trabajo de YPFB;
revisar el Código eliminando todas sus disposiciones anti-
nacionales e imponer a las concesionarias la revisión de sus
contratos buscando disminuir las áreas adjudicadas y elevar
. la tributación (regalías, patentes, impuestos sobre utilidad)
para asegurar al Estado la percepción efectiva dei 50% de
la utilidad; establecer el monopolio estatal sobre los oleoduc-
tos considerándolos servicios públicos de propiedad dei Esta-
do y sujetos a todas las regulaciones dei Poder Público; im-
Pl.llsar la actividad fiscal mediante la concurrencia de em-
presas especializadas y por el procedimiento de contratación
de obras y servicios para el desarrollo inmediato de nuevas
áreas; supresión de las medidas impuestas a YPFB por el
plan de estabilización que impiden su fortalecimiento finan-
ciero; buscar créditos en Europa y los países vecinos.
La vigencia de estas medidas está, naturalmente, condi-
cionada a las circunstancias políticas prevalecientes en un
momento dado, pues no podrían dar resultado alguno si con
ellas y otras que sean aplicadas por el Poder Ejeclitivo, no
se tendiera sistemáticamente a detener el avance de los mo-
nopolios. En las condiciones actuales la lucha se desarrolla
en un terreno desfavorable para el Estado. Esta sit1-1ación
no puede subsistir por más tiempo; se deben tomar todas
las ventajas posibles para .defender la independencia nacio-
nal. Si una compaiiía infringe su contrato y su conducta es
lesiva al interés nacional, debe ser denunciada y expulsada
dei país. Solamente así, palmo a palmo, podrá ser recupera-
do el patrimonio nacional.
Por otra parte, no debemos olvidarlo, la condición básica
para una lucha victoriosa contra los monopolios, es el forta-
lecimiento de YPFB. El problema es econômico. Y en este
orden, como en los demás, una sabia política aconseja utili-
zar la experiencia extranjera y la propia experiencia nacio-
nal. Madrejones, por ejemplo, enseiia con las ofertas pre-
sentadas a la licitación, superiores a las de la Gulf, que se si-
guió y se sigue una ciega política de adjudicaciones, una
torpe subasta, sin otro resultado que el de malbaratar yaci-
mientos de gran valor comercial. Madrejones también ense-
iia, que las mejores ofertas fueron las que se formularon. bajo

261
SERGIO ALMARAZ

. ""
condiciones de contratación o locación de obras con las cua-
les se superaron todas las previsiones del Código. Esta ex-
periencia nacional demostró palmariamente, a menos de dos
aiios de vigencia dei Código, que éste ya era una pieza anti."!
cuada y mia rémora descalificada por la propia práctica na-
cional.
Los problemas de las organizaciones estatales latinoame-
ricanas, con pequenas variantes, son los mismos; los recursos
son escasos, hay dificultades para el suministro de equipas,
los monopolios presionan y sabotean. Pero en todos los ca-
sos se ha sabido encontrar el camino adecuado. En México,
por media de contratos de locación de obras, PEMEX ejecutó
durante varios anos amplios programas de explotación. En
un tiemp.o empleó 16 contratistas, pero actualmente realiza
por administración la casi totalidad dei trabajo de perfora-
cwn. Las compafi.ías contratistas percibían del 15% al18%
del petróleo producido durante 25 anos, más el 50% de la
producción hasta que la inversión haya sido cubierta. Con
este sistema en poco tiempo, a veces meses, pasó a poder del
Estado el 80% de la producción. El patriotismo y energía
de las autoridades mejicanas venció más de una vez el sabo-
taje de los monopolios. En 1949, cuando a instancias de
una comisión congresal norteamericana PEMEX solicitá un
crédito de 200 millones de dólares que mereció el rechazo dei
Departamento de Estado, la entidad fiscal algún tiempo des-
pués informá que sin el préstamo yanqui se habían ejecuta-
do todos los trabajos planeados.
Actualmente la Argentina está empleando con éxito es-
te sistema. La construcción dei oleoducto Madrejones-Cam-
po Durán-Buenos Aires se ha financiado con capitales priva-
dos que se harán pago en condiciones vantajosas para el Es-
tado y en un término razonable.
En Europa y los Estados Unidos hay centenares de com-'
panías especializadas cuyos servidos contratan las empresas
concesionarias. Las ventajas de este sistema de trabajo son
grandes: no es necesaria ninguna inversión; los riesgos corren
a cargo dei contratista sin responsabilidad para el Estado; la
producción es dei Estado y puede administrar total o parcial-
mente; el tiempo de duración dei contrato de servidos está
en función de la magnitud dei trabajo y dei tamafio de los
yacimientos; el campo una vez puesto en operación pasa a po-
der dei Estado; el pago, de los servidos y la amortización de
la inversión dei contratista, se realiza sobre porcentajes de
la producción que pueden variar de acuerdo con las necesida-

262
PETROLEO EN BOLIVIA

des nacionales o con divisas, y sólo después de haber empe-


zado la producción. Todo esta significa que el domínio de
los yacimientos y el control comercial de la producción, no
se comprometen. Una ventaja más se debe aiíadir: el siste-
ma es inmejorable por su flexibilidad, su adaptabilidad a las
más diversas condiciones. Esta peculiaridad contrasta con
el Código que está basado en un sistema legal mecánico, ab-
surdamente rígido y que determina que sus tasas de contri-
bución y sus obligaciones sean fijas e inalterables.

iCONVIENE LA INICIATIVA PRIVADA? ·


La experiencia boliviana habla por sí misma. El país
recibió más perjuicios que beneficios de la Standard Oil y
aunque estas últimos hubiesen sido todo lo grandes que se
quiera, no bastaban para justificar una guerra. Pero insis-
tamos en la cuestión, ;, conviene entregar a la iniciativa pri-
vada la explotación del petróleo y no existe en ello un eviden-
te peligro para Bolívia? ;, Qué consecuencias se deben espe-
rar de la actual política petrolera sobre todo en lo que co-
rresponde al porvenir de YPFB?
Los especialistas más autorizados en la materia se de-
claran partidarios de la industria fiscal y opuestos a la ini-
ciativa privada. Escritores, economistas, ingenieros de todas
las nacionalidades, de todas las convicciones políticas, han
condenado uniformemente la política, los métodos y los ob-
jetivos de los trusts petroleros. En los Estados Unidos los
hombres honestos y mejor informados han sostenido lo que
un escritor llama la "guerra de guerrillas" contra los mono-
polias.
"Se ha. demostra.do claramente -decía el profesor norteame-
ricano Jhon Ise-- que en los últimos cincuenta afios la empresa
privada no ha merecido la confianza para conservar y adminis-
trar nuestros preciosos recursos petrolíferos; y de aqui es muy
clara la necesidad de retener esos recursos en la actualidad en
manos del gobierno, aumentar la cantidad de controles guberna-
mentales en los depósitos de yacimientos de propiedad privada."

Este criterio se impone de más en más en la opinión


independiente de los Estados Unidos. Y no puede ser de
otro modo. Los danos causados por los petroleros son in-
calculables: tierras agrícolas arruinadas, millones de agricul-
tores, comerciantes y pequenos capitalistas llevados a la rui-
na por la destrucción de sus campos o por aventuras petrole-
ras, reservas agotadas prematuramente, etcétera.

263
SERGIO ALMARAZ
.....
Veamos los resultados en los Estados Unidos después de
casi medio siglo de explotación privada. En ese país iinpe-
ra lo que se llama la "ley de la captura", algo así como la
ley de la selva en materia econômica. El propietario de un
fundo rústico en cuyo subsuelo se encuentra petróleo, puede
arrendar o explotar su yacimiento, pues es duefio de suelo
y subsuelo. En las tierras del Estado se pueden hacer pedi-
mentes a cambio dei pago de regalías y patentes. Este sis-
tema jurídico -vieja herencia inglesa desechada por los pro-
pios ingleses- ha servido para engendrar aventuras petro-
leras con el consiguiente despilfarro econômico y humano.
Se ha agujereado la tierra furiosamente. De un millón de
pozos perforados en los Estados Unidos, solamente unos 400
mil están en producción y la mayoría de ellos rinden unos
pocos barril~s por día. El afio 1938 se perforaron de 4 a 5
mil pozos innecesarios con un gasto de 100 millones de dóla-
res. En 1937-1938 se declararon innecesarios la mitad de
los 60 mil pozos perforados, al precio de 20 mil dólares cada
uno, representao una pérdida de 300 millones de dólares .
Esta perforación anárquica ha costado a Estados Unidos al-
rededor de 5 mil millones de dólares. El derroche llega fá-
cilmente al absurdo: en el campo de la ciudad de Oklahoma,
descubierto en 1929, con 3 millones de dólares se habrían
abierto todos los pozos necesarios en los que se gastó 70 mi-
llones.
A este disparatado derroche de dinero y energías, se su-
man los millones de dólares perdidos por el bajo rendimien-
to de los campos productores. Agotada la presión del gas
y dei agua en los depósitos por el exceso de perforaciones,
aumenta la densidad del petróleo y queda fácilmente adheri-
do a las arenas de la tierra, entran, luego, a funcionar las
bombas y cuando más consiguen extraer un quinto o un ter-
cio dei petróleo. En 1915 el Ministerio de Minas de los Es-
tados Unidos calculaba que entre el 80% y el 90% dei petró-
leo quedaba sepultado en los yacimientos. Actualmente, no
obstante el avance técnico de la industria -no siempre to-
mado en cuenta por la fiebre de ganancias de las compafiías-
la recuperación alcanza, más o menos, a un tercio. La Co-
misión Nacional de Planeamiento de Recursos de los Esta-
dos Unidos dijo que aumentando solamente en un 50% la re-
cuperación, es decir llegando a una extracción total dei 45%,
se podría producir más de 600 millones de barriles al afio,
. algo más dé 2 mil millones de dólares.

264
PETROLEO EN BOLIVIA

"Otro cálculo -anota el autor de "El Imperio del Petróleo!'


- fue el de que quedarãn en el terreno cien billones de barriles
cuando los pozos que operan por todo el país en 1945 sean aban-
donados. Compárese esta cifra con el total de 28 billones de ba-
rriles que han sido extraídos hasta la s:uperficie antes de 1945, y
con los 20 billones que entonces se sabia que eran aún recupera-
bles."
Como recuerdo de la piratería petrolera quedan cente-
nares de campos saqueados. En otros tiempos los campos de
Ranger, Desdémona, Homer, Kern River, Smackover, Orcutt,
Toncawa, Mexia, fueron_ promesa de fortuna y bienestar; aho-
ra se hallan abandonados.
Pero el despilfarro ha sido mucho mayor tratándose dei
gas. Si en 1951 quedaba definitivamente perdido el 80%
dei petróleo, más dei 90% dei gas se había esfumado en la
atmósfera. Con el correr del tiempo el despilfarro dei gas
no ha sido eliminado. En 1944 se produjeron en Texas 900
mil millones de pies cúbicos de gas contra 600 mil millones
perdidos; en el mismo estado, en 1950, se perdió el 30%.
El autor de "El Imperio del Petróleo", Harvey O'Connor,
cita y comenta a autoridades y expertos que han advertido
constantemente al pueblo norteamericano sobre el grave pe-
ligro que lo amenaza. En 1919 el ingeniero británico E.
Mackay Edgard previno:
"La grandeza y magnificencia de la heredad norteamericana,
y la rapidez y el desenfreno con que ha sido derrochada, cons-
tituyen una casí incrmble ilustración de la locura humana. Quizã
en ningún pais volcó "la Fortuna su cuemo entero" con profu-
síón tan variada y munificente, y ningún pais pudo mostrarse
mãs totalmente ingrato. Los norteamericanos han tratado sus re-
cursos -Y asi los tratan hoy dia-- con cl espíritu pio_nero de un
absoluto pillaje insatisfecho ... ".
"Estados Unidos, imprudentemente y en sesenta afios ha en-
trado a mandobles en una herencia que, propiamente conservada,
le habrla durado por lo menos siglo y medi o ... ".
"Pero ahora, los efectos de cincuenta afios de negligencia e in-
eficacia se estãn haciendo visibles. Precisamente cuando los nor-
teamericanos se han acostumbrado a emplear veinte veces más
petróleo por cabeza que el que emplea la Gran Breta:íla; precisa-
mente cuando la inventiva ha expandido ilimitadamente la nece-
sídad del petróleo en la industria; precisamente cuando el petró-
leo se ha desarrollado hasta ser tan común y cierto que "el petró-
leo es rey", como se dijo del acero hace unos veinte afios; preci-
samente cuando se ha alcanzado el punto en el que el petróleo
controla al dinero y no el dinero ai petróleo. . . Estados Unidos
encuentra que su fuente principal de aprovisíonamiento doméstico
empieza a consumirse, y que se aproxima una época en Ia cual
en vez de dirigir el mercado de petróleo del mundo, el pais ten~
drã que competir con los demãs por su parte dei producto crudo."

265
/
SERGIO ALMARAZ
.\
Más recientemente Ralph Watkins, consejero económico
de la Comisión Nacional de Planeamiento de Recursos, resu-
mió así la situación:
"El grave despilfarro de capital y de irreemplazables recursos
que prevalece en esta industria, es inherente a la organización
econômica de la misma, que implica multiplicidad de posesión, de
unidades de operación y de una.. estructura legal -que es la ley
de la capturar-, dentro de las cuales debe operar. En consecuen-
cia, la responsabilidad por este despilfarro nos incumbe a todos,
colectivamente; esto es, al Gobierno, incluyendo las Cortes, puesto
que es el Gobierno el que debe determinar esa estructura."

La franqueza del con~ejero W atkins, cuenta Hervey


O'Connor, fue premiada con la liquidación del organismo que
tuvo la pretensión de regular la producción.
En referencia a los métodos de explotación el profesor
Henry M. Bates, decano de la Facultad de Leyes de la Uni-
versidad de Michigan, expresó. conceptos muy claros:
"Las pérdidas asi causadas (por la ley de la captura) in-
cuestionablemente montan a billones de dólares y constituyen el
más imprudente y extravagante desperdício de los recursos nata-
rales de que el propio pueblo norteamericano haya sido culpable.
Además, esta loca y voraz carrera en pos de la riqueza, ha hecho
imposible en este país adoptar métodos de producción inteligentes
y efectivos, cuyo costo ha sido por eso muy grande e 'innecesaria-
mente elevado."

Una de las autoridades más capacitadas en problemas pe-


troleros, el ingeniero mexicano José D. Lavín, llega a las si-
guientes conclusiones sobre este problema:
"lo. La iniciativa privada es ineficaz por ·la naturaleza misma
de la industria petrolera para efectuar explotaciones técni-
nicas ... ·
2o. El régimen de competencia promueve enormes despilfarros de
capitales en perjuicio del país explotado.
3o. En ninguna rama industrial se puede observar la constitu ·
ción de grandes monopQoliOs con la rapidez y la. fuerza que por
razones econômicas y técnicas se generan en la industria pe-
trolera a base de iniciativa privada.
4o. Las naciones que entregan su riqueza petrolera a los mono-
polias internacionales, no tienen ninguna garantia para sus
propios intereses políticos o econõmicos, y pueden ser domi-
nadàs en cualquier momento por dichos monopolios, que ade-
más ejercen una acción destructora en la ética de los gobier-
nos y funcionarias.
5o. Los Estados Unidos e Inglaterra saben por propia experien-
cia que es más eficaz y racional la explotación de los yaci~

266
PETROLEO EN BOLIVIA

mientos petrolíferos bajo el control dei Estado. . . Inglate;.


rra nacionalizá el petróleo de su territorio." ( 117)

;. Y cuál es el balance de México? El mismo técnico


presentándonos una síntesis de la experiencia de su país, tra-
za un cuadro que puede ser el de cualquier otro que haya
perdido el dominio de sus hidrocarburos. La experiencia
mexicana puede resumirse así:
". . . grandes desperdicios de petróleo y gas. Agota.miento pre-
maturo de los yacimientos explotados sin aplicar las regias tér_.
nicas para conservar las presiones que eviten la emulsificaciõn
del agua sala. Incendios originados principalmente en los luga-
res qe competencia. Excesivo número de perforaciones en ·pe- ,
queiias propiedades, para disputarse desde limites artificiales lo
que muchas veces es una fuente común en el subsuelo. Desper-
dicio de capitales... Volúmenes enormes de petróleo abandonado
en presas de tierra. . . Invasiones de propiedad sin respeto a.lgu-
no a la. ley y verdaderos robos de petróleo, sobre todo cuando se
trata de propiedades indígenas. IncumpHmiento de los contratos
y grandes intentos de paralización del sistema judicial por el co-
hecho y el miado." ( 118)

Si con la explotación privada las naciones pierden en


el terreno de la economía, en el de la política se introducen
la descomposición y la alteración de las relaciones normales.
Si económicamente, en el mejor de los casos, se logra un
aparente bienestar como en Venezuela, políticamente los mo-
nopolios petroleros han sido y son los peores enemigos de la
libertad y bienestar de los pueblos, dei entendimiento y de la
convivencia pacífica entre las naciones. En la otra cara de
la medalla los encontramos como realmente son: enemig.os
crueles e inflexibles del progreso y la independencia de los
pueblos.

DONDE APUNTAN LAS CONSECUENCIAS

En el informe parlamentario presentado por altos perso-


neros de YPFB a fines dei mes de agosto de 1957, se dijeron
algunas cosas sueltas que arrojan más luz sobre el porvenir
de la industria fiscal en Bolivia que las consideraciones téc-
nicas contenidas en la literatura oficial. En el acta de la
sesión mencionada se registran las siguientes expresiones:

Ç117) J. D. Lavín, Ob. cit., págs. 41 y siguientes.


( 118) .T. D. Lavín, Ob. cit.

267
, I

SERGIO ~LMARAZ

1
Ing. .Tosé Paz Estenssoro, Presidente de YPFB: "LA ENTI-
DAD HA SEGUIDO ESTA MARCHA COMO ENTIDAD ESPE-
CITIOAMENTE BOLIVIANA. QUIERA DIOS QUE ESTE PRE"
SIDENTE NO ESTE EN YACIMIENTOS CUANDO SE QUIERA
ENTREGARLA A LA EXPLOTACION DEL CAPITAL PRIVA-
DO, porque ya no es la hora de la política entreguista ... ".
"Aludió luego a la NECESIDAD INELUDIBLE 4l)E LA SU-
PERVIVENCIA DE YPFB QUE SERVmA INCLUSIVE DE
NEXO ENTRE EL ESTADO Y LAS ENTIDADES PARTICU-
LARES.'' ,
"Invocõ el patriotismo de los HH. Senadores y Diputados pa-
ra adoptar conjuntamente con los otros poderes del Estado LAS
MEDIDAS CONDUCENTES PARA SALVAR A LA ENTIDAD,
PUES SI PERSISTEN LAS ACTUALES CmCUNSTANCIAS, NO
SERA RARO QUE DENTRO DE UN SEMESTRE BOLIVIA SE
ENCUENTRE NUEVAMENTE EN TRANCE DE IMPORTAR
PRODUCTOS DE PETROLEO PARA EL CONSUMO NACIO-
NAL."
Senador .Tuan Lechín: "Subrayando la importancia del petró-
leo en Bolivia preguntó al Ministro de Minas y Petróleo SI EL
GOBIERNO DESEA O NO DEFENDER A YACIMIENTOS PE-
TROLIFEROS."
"El Ministro respondiõ en forma afirmativa."
"El Senador Lechin "creo -dijo- que el gobierno en vez de
defender a Yacimientos Petroliferos está en camino de su des-
trucción. Restar los millones que requiere, no es fortalecer sino
destruir. Destinar sumas de Yacimientos al Fondo de Estabiliza-
ciõn Econômica es sustraer su economia. Expresó que es equivo-
cada la poUtica del gobierno en la conducciõn de Yacimientos y
que se corre el riesgo de volver a una situac~ón análoga a la de
1952."

Las expresiones transcritas descubren la verdad a medias.


Lo que viene sucediendo es que se ha puesto en práctica un
plan de demolición de YPFB. Sus líneas principales son las
anotadas: entrega de reservas en el momento que más las ne-
cesita y cuando por falta de ellas puede desplomarse toda
la actividad fiscal; recursos destinados al Fondo de Estabi-
lización; impedimentos para la adquisición de equipas; prác-
tica liquidación de los programas de exploracióni prohibición
para aceptar créditos existiendo ofrecimientos concretos; y
todo este plan va eslabonado en sus partes por una solapada
campana salida de los medias oficiales y las gerencias petro-
leras con el propósito de sembrar la duda y el desaliento.
Si YPFB en sus veinte anos pudo sobrevivir al sabotaje
pasivo y a la hostilidad oficial, fue porque no tuvo que en-
frentarse con intereses privados presionando política y eco-
nómicamente desde el gobierno. Hoy las circunstancias to-
rnao un nuevo giro. No sólo se ataca a YPFB desde fuera,
el ataque viene también desde dentro. Algunos de sus fun-

268
PETROLEO EN BOLIVIA

cionarios se han vinculado con las compafúas extranjeras, sir-


ven sus intereses y aceptan sus empleos. En el poco tiempo
que éstas llevan en Bolivia han logrado corromper el ambien-
te convirtiendo en gestores suyos a ex-funcionarias de YPFB
y alquilando los servidos de otros que pueden interferir la
marcha de la entidad.
La política oficial ha desembocado en la amenaza con-
creta de destrucción de YPFB que puede hacerse efectiva en
una de las siguientes formas: a) liquidación pura y simple
con la cancelación del organismo mismo; b) formación de
Una o más sociedades mixtas en las que ingresaría YPFB
con todo su activo incluyendo en él un valor determinado
por su reserva; c) pérdida de su capacidad productiva como
consecuencia de la enajenación de reservas y la falta de equi-
pas y recursos, y su transformación en un organismo débil,
inoperante e incapaz de desarrollarse en el futuro. Un or-
ganismo así sería tolerado y aun fomentado por las compa-
iíías extranjeras. El Presidente de YPFB apuntó esta posi-
bilidad cuando sostuvo que YPFB debería ser mantenido aun-
que solamente fuese "un nexo entre el Estado y las entida-
des particulares". Esta es la forma más peligrosa porque
formalmente se mantendrá a YPFB mientras que en los he-
chos ha desaparecido como organismo autónomo. Además,
políticamente es el camino de menor resistencia.

YPFB Y LOS TRUSTS PETROLEROS


Veamos algunas de las consecuencias específicas que
aguardan a YPFB como resultado de la orientación oficial si
a tiempo no se oponen medidas defensiva!?.
YPFB no podrá coexistir con los monopolios petroleros.
No hay país en el mundo donde junto a la empresa privada
-en petróle<r-- se desarrolle una floreciente industria fiscal.
En Venezuela con más de 30 anos de actividad petrolera y
con grandes facilidades de distinto orden -riqueza de los ya-
cimientos, excelente ubicación respecto de las rutas maríti-
mas dei comercio mundial, etcétera- no ha sido posible el
advenimiento de un organismo estatal. En el Brasil después
de una larga lucha que costó la vida al Presidente Vargas, se
resolvió la creación de PETROBRAS con la exclusión de los
intereses privados. En México los monopolios tuvieron que
ser vencidos para dar nacimiento a PEMEX. YPF en la Ar-
gentina confirma la regia, el fortalecimiento de la industria

269
,-.

SERGIO ALMARAZ

estatal no admite términos medi os: o se fortalece, o los in-


tereses privados la eliminan.
La empresa privada y fiscal se excluyen mútuamente.
Mientras la primera impone precios altos a sus productos y
busca âisminuir sus contribuciones ai Estado, la segunda ope-
ra en sentido inverso. Mientras la empresa privada tiende
ai monopolio privado, la industria fiscal rompe ese monopo-
lio. El trust petrolero se orienta en busca de ganancias ma-
nipulando un sistema de precios en un mercado cartelizado
sin tomar en cuenta la conservación de la riqueza; la indus-
tria fiscal, orientándose por el interés nacional, conserva y
protege la riqueza, evita el despilfarro y desarrollo racional-
mente la producción.
Es claro que la industria fiscal en Bolívia no podrá cre-
cer bajo la sombra de los monopolios extranjeros, ni éstos
considerarán concluída la etapa de su consolidación mientras
no eliminen todos aquellos instrumentos económicos que fa-
vorecen la defensa de la independencia nacional. (Recuérde-
se la lucha de la minería grande contra el Banco Minero,
contra YPFB y contra los proyectos de instalación de una
planta concentradora de estaiío · en Oruro; recuérdese, igual-
mente, la aversión de los círculos norteamericanos de nego-
cios ante la perspectiva de que Bolívia instale sus propias
fundiciones de estaiío). Mientras YPFB no sea eliminado,
será una espina clavada en la garganta de los petroleros. Es
necesario comprender que las compaiíías extranjeras corr,om-
perán el ambiente político como lo vienen haciendo, que ga-
narán influencias en los gobiernos y su poder así reforzado,
se volcará contra YPFB. Por de pronto ya están en condi-
ciones de detener el desarrollo de la entidad fiscal y parali-
zar su acti·vidad. V eamos cómo.

OLEODUCTOS, EL CUELLO DE LA ESTRANGULACION


YPFB construirá el oleoducto Sicasica-Arica. Los con-
tratos celebrados con la Gulf le dan legalmente la propie-
dad, mas será esta última la que se beneficie con la explota-
ción y por tan curiosa situación YPFB pagará capital e inte-
reses. Este es el primer paso directo, si caben estas distin-
gas artificiales, para colocar a YPFB bajo . dependencia ex-
tranjera. AI margen de lo que representa el tendido dei
mencionado oleoducto en cuanto al desplazamiento de la pr,o-
ducción boliviana fuera de su centro de gravedad y las re-

270
PETROLEO EN BOLIVIA

percusiones económicas •que tendrá este hecho, debemos ver


aspectos más generales como ser el empleo que las grandes
compaiíías dan a los oleoductos. El autor de "El lmperio
dei Petróleo" di ce a este respecto:
"Según descubrió Rockefeller, la tuberia es el cuello de es-
trangulaciõn del petró-leo. Ha servido también como regulador
financiero, capaz de ajustarse a los requisitos de los grandes."
"El productor, el refii:oa.dor, el expendedor, pueden perder;
pero no la compafiía integrada, gracias a las "ganancias" mani-
puladas dei oleoducto."
"El oleoducto es el guardián del control de la producción,
dei prorra.teo y de los días de producciõn permitidos ... ".
"Los oleoductos son los enemigos de las refineri&s pequefias
de los campos, y sirven así a los grandes en otro aspecto, como
instrumentos de control sobre el mercado." ( 119)

Las grandes compaiíías integradas son las úrnúcas q~e


poseen oleoductos en los Estados Unidos lo que les vale po-
der imponer tarifas y un sistema de cuotas para el trans-
porte excluyendo los volúmenes pequenos, así explotan a los
pequenos productores y a los refinadores independientes. La
ley norteamericana -que nunca se ha cumplido-- conside-
ra que los oleoductos son "transportes públicos", teórica-
mente pueden y deben transportar la producción ajena. En
la administración dei Presidente Roosevelt ante los abusos
de las compaiíías se autorizó la segregación de los mismos
si "por prácticas injustas o por precios exorbitantes tienden
a crear un monopolio". Pese a la persistencia de las "prácti-
cas injustas" nunca se dio el caso de una sanción efectiva.
Como fruto dei esfuerzo de cuatr.o lustros YPFB tiene
el carácter de una empresa integrada: produce, transporta,
refina y vende. La empresa integrada resiste más fácilmente
la presión monopolista y no en vano es la aspiración de mi-
llares de pequenos productores norteamericanos. Por esto
es lógico que el control de la Gulf sobre el que será el oleo-
ducto más importante, golpea la estructura misma de YPFB
haciéndole perder parcialmente su condición de empresa in-
tegrada.

MERCADOS

La amenaza mayor contra YPFB se dirige sobre los mer-


cados. (El mercado interno para las compaiíías extranjeras
prácticamente carece de importancia comercial). La produc-

(119) Harvey O'Connor, Ob. cit.


271
I

SERGIO ALMARAZ

ciõn boliviana tiene su propio mercado: Brasil, Arge11;tina,


Paraguay, Uruguay y Chile. Estas países en conjunto gas-
. tan mucho más de 500 millones de dólares anualmente en cru-
. do y derivados. La construcción de caminos y vías férreas
(ferrocarriles Corumbá-Santa Cruz y Yacuiba-Santa Cruz; ca-
rretera Cochabamba-Santa Cruz, etcétera), el tendido de oleo-
ductos a centros de consumo o nudos ferroviarios (Camiri-
Santa Cruz, Transchaco -en proyecto--, BuE:lnos Aires-Cam-
po Durán-Madrejones) han eliminado considerablemente las
dificultades geográficas; los centros de producción, aunque
deficientemente todavía, ya están vinculados con los de con-
sumo. La situación no es la de hace veinte afios, cuando los
hidrocarburos bolivianos permanecían aislados por bosques y
montafias; ·la desventaja de ayer se transforma hoy en su
mayor yentaja, adquieren un nuevo valor comercial por estar
ubicados en el centro de un· conjunto de países que careceo
de producción propia en los volúmenes necesarios para cu-
brir su abastecimiento.
En los países dei Plata la producción boliviana siempre
encontrará mercados estables. El abastecimiento menos que
parcial de esta área representaría para Bolivia un ingreso
superior a los 50 millones de dólares sin que por ello sufran
la menor alteración las relaciones normales del mercado rio-
platense de combustibles. Por el momento no es necesario
alcanzar lo que vagamente se designa en cierta literatura co-
mo mercado internacional. Esta frase lanzada a la circula-
ción con determinadas finalidades y que parece designar los
mercados europeo y norteamericano, pretende explicar la ne-
cesidad de que Bolívia debe ligarse ai mercado internacional
entregando su petróleo a compaiiías extranjeras. . Lo que se
quiere es que el petróleo de Bolívia se incorpore ai "mercado
Gulf", "Standard" o "Shell", llámese éste California o Eu-
ropa Occidental. La producción boliviana no necesita ser
desplazada de su centro de gravedad; pues está situada for-
mando núcleo dentro de un conjunto de países importadores
de petróleo. Bolívia y sus vecinos están atenazados por los
mismos problemas -dependencia de uno o de dos productos
de exportación, escasez de medios de pago, dependencia ex-
tranjera- y aceptarán gustosos realizar un intercambio activo
con nuestros hidrocarburos porque ellos constituyen una so-
lución tan lógica a sus problemas energéticos como los recur-
sos agropecuarios argentinos lo son para una economía con
las características de la boliviana.

272
PETROLEO EN BOLIVIA

Empero, no podemos perder de vista que las compa:iüas


extranjeras, y entre éstas debemos incluíra la Gulf que hasta
el presente parece tener puestos los ojos en la "salida" al Pa-
cífico, tratarán que vender su producción en los países veci-
nos. McCarthy intentó hacerlo. Este criterio se asienta en
una ccnsideración simple: las mismas ventajas que mueven
a YPFB a colocar su producción en los mercados vecinos cons-
tituirán un incentivo para las compafi.ías. Esto supondría
para YPFB jilnto a la competencia, la pérdida o limitación
de · sus mercados. No se pueden abrigar dudas acerca dei
resultado final de una competencia semejantei los trust con
una larga experiencia en el manipuleo de los mercados ten-
drían en su favor los elementos habituales en estos casos -
presión política, dumping- para reducir a YPFB.
La entidad fiscal enfrentada comercialmente tendría que
organizar su defensa en todos los terrenos, siempre que sus
conductores y la opinión pública se decidan a respaldaria.
Otro flanco de ataque sería la provisión de equipas. Como
los fabricantes están vinculados con los consorcias petrole-
ros, constituyen otro medio para rendir a los productores in-
dependientes. Nuestro país muy rara vez ha comprado equi-
pas directamente de los fabricantes, siempre ha tenido que
hacerlo a través de intermediarias dedicados a la reventa
de material usado. No hay ninguna razón para descartar
la posibilidad de que se obstaculicen las compras de YPFB
en los Estados Unidos del mismo modo que se rechazan sus
solicitudes de crédito en instituciones públicas y privadas.
Los equipas son la espada de Damocles que podrá caer sobre
la cabeza de YPFB cuando así lo deseen las compafiías ex-
tranjeras.

COMPETENCIA Y MONOPOLIO

En los medios oficiales se ha manifestado que el peligro


del monopolio en Bolivia se lo puede sortear efectuando con-
cesiones a compafi.ías que no posean nexos financieros comu-
nes. La experiencia desmiente esta afirmación. En países
como Venezuela o algunos dei Medio Oriente, donde se han
enfrentado monopolios rivales, éstos siempre han encontrado
la forma de conciliar sus intereses para esquilmar de consu-
no los recursos dei país.
"No es cierto -sostiene el ingeniero Lavín- que hu-
biera posibilidad alguna de libre concurrencia; la Royal Dutch
y la Standard Oil, ha tenido y tienen suficiente poder para

273
/

SERGIO ALMARAZ

arruinar a cualquier empresa que quiera infringir sus decisio-


nes. El control de los mercados, de los transportes, de las
refinerías, el dominio sobre algunos gobiernos, y la compli-
cidad forzada de muchos de los intereses privados· somet1dos
a los grandes monopolios petroleros, hacen risible la preten-
sión de que pueda existir en el mundo un sistema de libertad
de explotación petrolera." (1 20)
·Sólo con una visión provinciana se puede sostener que
las compafiías petroleras que vengan a Bolivia competirán en-
tre sí. Si el monopolio en el plano mundial es la caracte-
rística más acabada en alguna industria, lo es justamente en
la dei petróleo. Aún tratándose de compafiías filiales de
grupos financieros distintos, no habrá tal competencia porque
existen centenares de vínculos que las unen, acuerdos de car-
tel, distribuc'ión de mercados, uso común de patentes, afilia-
ción a "ententes" comerciales comunas, etcétera. Y, esto es
lo esencial, la competencia en el sentido clásico dei término
ha sido totalmente eliminada de la economia dei capitalismo
moderno.
Lo anterior no excluye la aparición de determinadas con-
tradicciones entre las concesionarias. Es muy probable que
suceda esto entre la Gulf y la Shell y entre éstas y las peque-
fias. No seria la primara vez. En la Argentina el gobierno
de Perón no con poca habilidad se sirvió de esas contradic-
ciones. Pero el peso de los intereses norteamericanos en
Bolivia es de tal magnitud que resulta improbable que pue-
dan oponerse con éxito los intreses brii'ánicos a los norte-
americanos.
Si las compafiías que explotarán el petróleo boliviano no
competirán entre sí, si no se dividirán por contradicciones in-
salvables, en cambio, .en condiciones determinadas, buscarán
su unidad frente a YPFB.

EL CARTEL Y EL PETROLEO BOLIVIANO


Hemos visto hasta aquí lo que podrían suponerse conse-
cuencias específicas para YPFB. Sumariamente anotemos
las probables consecuencias generales para el país omitien-
do las relativas a la política interna.
Una nube oscurece el horizonte petrolero: en los Estados
Unidos hay más de 2 millones de barril~s diarios "encerra-

(120) J. D. Lavín, Ob. eit.

274
PETROLEO EN BOLIVIA

dos"; Venezuela y el Medio Oriente trabajan a una fracción


de su capacidad potencial; el aumento de la capacidad de la
'industria petrolera operado durante la segunda guerra mun-
dial no guarda relación con el mercado. En enero· de 1953
"Oil Daily" formulaba la siguiente advertencia:
"La industria se halla en el centro de un vasto sobreabaste-
cimiento, al menos potencial, que puede devenir en realidad eco-
nómicamente desastrosa en cualquier momento... La comunidad
de intereses de la industria del petróleo y de la economia en una
política sana e inteligente de operación, de parte de cada uno de
los miembros de la industria. petrolera·, es mãs urgente que nunca..
La necesidad de que esto se admita. es tan apremiante que no se
puede exagerar. . . El hecho claro, simple y concreto es que esta.
industria está operando bajo la sombra de una situación de ex-
caso de abastecimiento, tan grande y potencialmente tan devas-
tadora, que podría barrar .en corto tiempo con todo el activo has-
ta de la más fuerte de las compaiiias, si a ello se diera lugar ...
Asi es que todo petrolero tiene el claro deber de ejercitar su auto-
contrai. Si realiza sus operaciones con torpe vista a ventadas
inmediatas, sin consideraciones para con la industria que lo sos-
tiene y provee a su existencia, puede mejorar de momento su
posici·ón relativa. Pero la posición relativa en un desastre auto-
desarrollado es dificilmente un objetivo razonable: z,o lo es?- La
obligación como lo vemos, consiste en operar no por hacerse con
la parte más grande del negocio a cualquier costo, sino p<>r ob-
tener una porción razona.ble ... ".

Se ádmitirá la evidencia de que por poderoso que sea


el cartel mundial para imponer precios y cuotas permisibles
de producción, la busca de ganancias máximas puede sino
romper, por lo menos debilitar su mecanismo. Pese a las
reiteradas admoniciones y al glorificado auto-control de la
industria, se produce hoy día un p.oco más de petróleo acá
y maiíana otro poco aliá. La Standard abre sus válvulas en
Venezuela para "ajustar" sus ganancias, la Shell hace lo
propio en el Irak y así la marea va alcanzando una peligrosa
altura.
Si la producción sobrepasa la capacidad dei mercado,
"podría barrer en corto tiempo" hasta con la compaiíía más
fuerte. Antes de este desenlace apocalíptico habría otra con-
secuencia más inmediata anotada por un vocero norteame-
ricano:
"Si este surplus que ya existe se pusiera abierta.mente en el
mercado, los precios de todos los productos, en el país entero,
(EE. UU.) caerian gravemente." (121)

( 121) "National Petroleum News", 22 de abril de 1953.

275
/

SERGIO ALMARAZ

Y con la caída de los precios tambalearía la estructura


dei monopolio. Queda puesto así en el tapete un problema
de inmensurables repercusiones mundiales. Desde luego que
no puede admitirse que el porvenir de la industria quede com-
prometido por la sobreproducción, pues la industria seguirá
desarrollándose mientras el mundo tenga necesidad de com-
bustibles líquidos. Pero, entretanto, el peligro es grande. La
disminución de las ganancias reducirían el ingreso de países
como Venezuela y otros que dependen exclusivamente dei pe-
tróleo. Venezuela experimentó una fuerte sacudida en 194R-
1949 cuando el cartel mundial restringió la producción deter-
minando la consiguiente contracción de los ingresos dei go-
bierno de 208 millones de dólares en 1948 a 147 millones
en 1949. Si el mismo fenómeno se presenta en el Medio
Oriente, las consecuencias serían mayores. El desastre eco-
nómico barrería con muchos gobiernos dictatoriales, pues es
un hecho que esta industria se desarrolla en condiciones de
extrema inestabilidad política, como ejemplos bastan Méxi-
co, el Irán y el hirviente caldero dei Media Oriente.
El problema es tan grave que en el examen de los con-
flictos internacionales y ante la alternativa de guerra o paz,
la palabra de las eminencias dei cartel petrolero tiene alcances
decisivos. R. G. Follis, Presidente de la Standard de Califor-
nia, la "compaiiía más íntimamente relacionada con el con-
flicto coreano", aclara Hervey O'Connor, abordó la cuestión
explícitamente:
"Según lo veo Uds. pueden alcanzar dos clases de paz", decia
refiriéndose a la New York Society of Security Analysts. "En
una, la Nación puede seguir rearmãndose y manteniendo una fuer-
za muy substancial en el Lejano Oriente", "PARA ESTAR SE-
GUROS DE QUE LA PAZ EN COREANO LLEGARA A DES-
ATARSE". El efecto de una paz como esa en la industria, afir-
maba, "seria sumamente pequeno, porque requiere sorprendente-
mente muy poco mãs petróleo mantener fuerzas luchando en Co-
rea, que mantenerlas sin luchar."
"Por otra parte, si hubiese un arreglo genuíno entre el Soviet
y los Estados Unidos para participar en un programa de desarme,
"EL !MPACTO SOBRE LA INDUSTRIA PETROLERA Y SO-
BRE TODA LA ECONOMIA SERIA TERRORIFICO. Se me hace
difícil creer que tal cosa. pueda. ocurrir." (122)

Pero, "tal cosa", aunque a tropezones, va sucediendo.


La sobreproducción marcha más "rápida que la política arma-

(122) Citado por H. O'Connor, Ob. cti., pág. 326.

276
PETROLEO EN BOLIVIA

mentista y ésta a su vez tropieza cada día con nuevos obs-


táculos surgidos de la resistencia de los pueblos. ;. Quê ha-
cer? Los petroleros tienen la respuesta: limitar la produc-
ción hablando persuasivamente acerca de que es mal nego-
cio entregarse a la persecución de "ventajas relativas"; man-
tener inactivos muchos campos productores, elevar los pre-
cios, acentuar los controles, los "auto-controles"; poner en
cintura a los independientes y rebeldes; en otros términos,
hacer que los siete grandes empuííen más enérgicamente el
cetro de la dictadura mundial. Ciertamente no hay ningu-
na razón para sentirse optimistas en cuanto al futuro de los
monópolios petr.oleros. (1 23 )
;. Y quê porvenir aguarda al petróleo boliviano bajo el
mando de los monopolios?, ;.pasará a la categoria de petró-
leo "encerrado" o será producido y vendido? La primera
variante no deja de tener fundamentos. Los trusts inter-
nacionales acaparan reservas; explotan el petróleo ajeno y
cuidan dei propio que pueden conservaria más tiempo. La
producción dei Medio Oriente aumenta rápidamente en lo
que es un polvorín político que puede inflamarse cualquier
día. La insurrección interna y la guerra constituyen una
seria amenaza contra los amos dei petróleo. En esta región
hay mucho dinero invertido y es mucho más el que se espe-
ra recoger en forma de ganancias. Los 100 mil millones de
dólares que yacen bajo las arenas dei Medio Oriente sino jus-
tificao, por lo menos explican el último parche aplicado a la

(123) A princípios del afio en curso -1958-, cuando el presente


trabajo había sido concluído, empezaron a llegar noticias con alarmante
insistencia relativas a lo que en los medios financieros norteamericanos
se ha venido en llamar la "recesión económica". El eufemismo no disi-
mula la gravedad de la situación que por todos sua caracteres es seme-
jante a la gran criais de 1929. Si la depresión se profundiza se con-
traerá la demanda dei petróleo, lo mismo que la de las demás materias
primas. El gobierno norteamericano adoptando medidas de defensa pa-
ra sus productores domésticos, ha anunciado que detendrá la "inunda-
eión" de petróleo extranjero reduciendo la importación al 10% del con-
sumo total. Esto significaria la reducción de algo más de un tercio
de todo el petróleo que importa Estados Unidos y una reducción se-
mejante de los ingresos fiscales en Canadá y Venezuela. Estos son in-
equívocamente:los primeros golpes de la crisis y hay motivos para supo-
ner que las grandes compafíías lucharán contra el surplus d.escargando
los efectos sobre los pueblos.
Estos acontecimientos dan una pauta para Bolívia: la crisis y su
reflejo -las restricciones norteamericanas a la importación- pueden
impedir que las compafíías establecidas en nuestro país ingresen en la
producción.

277
SERGIO ALMARAZ

situación con la Doctrina Eisenhower que descubre el paté-


tico debilitamiento de la influencia anglo-norteamericana en
esta región de la tierra. Parece haber llegado el momento,
pese a todo el disgusto británico, en que los campos petrolí-
fer.os del Golfo Pérsico no podrán ser operados sino es bajo
la vigilancia de las fuerzas armadas norteamericanas. ;.Pe-
ra hasta cuando podrá ser mantenido el statuto quo? Las
huelgas obreras en la ARAMCO, la expulsión temporal de los
ingleses dei Irán, el fracaso político y militar de la agresión
contra Egipto y la situación política general, son hechos car-
gados de funestos presagios. No hay alternativa para las
compaiíías petroleras. No tienen otro recurso que el de sa-
car tanto dinero como sea posible "antes que el diluvio se
las trague", de acuerdo a un autor.
Las mismas compaiíías que han tomado a su cargo el pe-
tróleo de Bolivia -Gulf y Shell- tienen grandes interese;,
en el Media Oriente. Es claro que la Gulf en la venta del
petróleo boliviano no entrará en colisión con la filial que
opera en el Kuwait, pues no hay conflictos entre subsidia-
rias. Cuando la Mene Grande en Venezuela ( Gulf) debe au-
mentar su producción, no puede ser olvidada la Kuwait Oil
(Gulf). Todo está regulado.
Si la producción boliviana se sacrifica en interés de la
expansión de la producción árabe o del mantenimiento de los
precios amenazados por la sobreproducción, nuestr.o país que-
daria en situación semejante a la de 1920-1936, formando par-
te de la reserva de uno o varios consorcias internacionales.
Pera pongámonos en el mejor de los casos, que las com-
paiíías produzcan y vendan. (En otra parte de este trabajo
hemos visto que conforme a las regalias e impuestos esta-
blecidos por el Código, para obtener un ingreso de 10 millo-
nes de dólares, habrá que exp.ortar una cantidad equivalente
de crudo de 35 a 50 millones). Lo que nos interesa abordar
es la cuestión siguiente: i cómo debemos Vn.terpretar La in-
corporación del petróleo boliviano al sistema comercial de las
grandes compafiías?
Los hidrocarburos que se incorporan al comercio mun-
dial integran el sistema dólar o libra, según se los produzca
en países como Venezuela, dada la procedencia norteameri-
cana de la inversión y la integración de su moneda en el·
área dólar, o como el Irak, cuyo petróleo es libra. Hay paí-
ses de petróleo dólar y libra simultáneamente, es el caso
dei Kuwait, donde operan compaiíías norteamericanas y bri-

278
PETROLEO EN BOLIVIA

tánicas. La única excepción a esta división dólar-libra, la


constituye el petróleo soviético.
;,Los hidrocarburos bolivianos formarán en el sistema
libra o dólar? Una compafiía como la Gulf, norteamerica-
na "pura", lo integrará a su sistema; la Shell, británica, ha-
rá lo propio. En el concepto más preciso de término, el pe-
tróleo b6livia:no dejará de ser boliviano, porque ingresará en
el mercado como producción Gulf o Shell, como dólar o libra.
Con esta transmutación perderán el país y sus clientes. Si
YPFB podía acomodar su producción, pongamos por caso en
la Argentina, bajo precios especiales y mediante convenios
de intercambio, vale decir, en condiciones más flexibles e in-
dependientes que las que prevalecen comúnmente en el mer-
cado corriente, la Gulf y la Shell venderán nuestra producción
bajo los mismos cánones comerciales que los que rigen para
el petróleo dei Golfo Pérsico o dei Caribe. Consecuencia: pa-
ra el Brasil, Argentina o Chile no habrá diferencia entre com-
prar petróleo boliviano o árabe, pues económicamente serán
la misma cosa, aunque este último deba efectuar un largo
recorrido hasta arribar a los puertos de destino.
La int~ración del petróleo boliviano al mecanismo co-
mercial del cartel mundial, privará al país de la formación
de mercados próximos y estables, desorganizando el comercio
y acentuando la dependencia respecto de los Estados Unidos.

iYA DEJAN SENTIR SU PODER?


En los últimos dos afios y coincidiendo con la política
petrolera, han aparecido nuevos y singulares fenômenos en
la política interna y en las relaciones internacionales de Bo-
lívia.
"Business Week", una de las publicaciones más autori-
zadas de los círculos de negocias norteamericanos, en un co-
mentaria publicado el 9 de junio de 1956 (La Nación), pocos
días antes de las elecciones generales, expresó puntos de vis-
ta sobre el petróleo y la política nacional que llaman a la
reflexión. "Los bolivianos -dijo-- fundan sus esperanzas
en el petróleo". El "ilimitado optimismo" que hay en Bo-
lívia respecto de las inversiones extranjeras, según la publi-
cación yanqui, habría estado condicionado al verificativo elec-
toral: "El cafionazo que podrá ser la sefial para la iniciación
de una nueva corriente petrolera en Bolivia podría ser escu-
chado en o después dei 17 de junio ... ". "Si kr.s elecciones

279
SERGIO ALMARAZ

se desarrollan correctamente. . . se prodttcirá una acción ,á-


pida que facilite el advenimiento de las compaiiías norteame-
ricanas". Y expresando conceptos más concretos, anadió que
el gobierno tenía "que probar que existe estabilidad política
y económica". "Realmente las elecciones han constituído una
de las condiciemes para los tratos con la Gulf Oil. La compa-
iiía no seguirá adelante, primero, hasta que el n~vo pa,la-
mento boliviano ratifique el Código del Petróleo para Za ex-
ploración y desarroUo, y segundo, apruebe especificamente las
negociaciones con la GuLf Oil Company." "El 17 de junio se
ha seiiaJiado para elegir un nuevo presidente y dos cámaras
legislativas. De acuerdo con los funcionarias del gobierno,
esto significa que en agosto próximo el contrato con la Gulf
entrará en plena vigencia. Esto es, cuando se reuna el Con-
greso Boliviano."
El comentaria de "Business W eek" en su dimensión his-
tórica preséntase como un digno preámbulo a lo que en Bo-
livia se anuncia como un nuev.o ciclo histórico. Ignoramos
en qué medida las elecciones pudieron haber sido una cond.i-
ción impuesta, pero aún existiendo muchas razones para re-
chazar esta aserción, la diligencia con que el parlamento apro-
bó el Código dei Petróleo confirma, en cierto sentido, el pun-
to de vista de la publicación yanqui.
Los bolivianos estamos ante una extrana sucesión de
hechos. Líderes políticos que se sitúan al lado de tal o cual
consorcio petroleroi manifestaciones de crisis en el partido
oficial en cuyo seno las presiones petroleras tienden a pro-
fundizar las diferencias; aparición de lo que más adelante
será una "rosca" formada por abogados, "expertos" y trafi-
cantes al servicio de los nuevos intereses; una embajada ex-
tranjera que no hace misterio de sus conexiones con la Gulf,
ni ésta se esfuerza por disimular su influencia en los medios
oficiales. Este encadenanüento de hechos anuncia un som-
brio porvenir. Más pronto de lo que se pensaba el poderio
de la minería está sioendo desplazado por el poder petrolero.
Dentro de estos desplazamientos de poder, la nacionalización
de las minas apenas si tiene el significado de un fugaz epi-
sodio nacional que aparece en el lugar y en el momento de la
historia boliviana en que un poder se desarraiga para arrai-
garse otro.
Pero es en el terreno internacional donde los cambios
son más sensibles. Las relaciones internacionales empiezan
a enturbiarse al influjo dei mismo factor que en el pasado
engendró conflictos y colisiones con los vecinos. En el pa-

280
PETROLEO EN BOLIVIA

sado no se comprendió cabalmente el significado de la pre-


sencia del petróleo en las relaciones exteriores de Bolivia.
Al otro lado de sus fronteras del Sud y Sudeste surgió la
sombra de intereses monopolistas opuestos a los que deten-
taban la reserva nacional. Fuimos conducidos a un choque
fatal. El país ante el peligro no abrió los ojos a tiempo, ni
los abrió en el Chaco.
No hemos querido comprender que Bolivia es, desgra-
ciadamente, un país cuyas relaciones internacionales serán
difíciles mientras vivamos en un mundo en el que los recur-
sos de los pueblos puedan ser acechados desde una u otra
frontera. El petróleo no es un recurso como cualquier otro;
con él se juegan el bienestar y la paz de los pueblos. La
mayor parte de los pr.oblemas bolivianos en el terreno inter-
nacional, en los últimos treinta aiíos, se deben a la presen-
cia de este elemento en el subsuelo nacional.
Hace un cuarto de siglo la Standard Oil nos condujo al
aislamiento en el terreno internacional. La causa boliviana
en el Chaco fue impopular y antipática para los latinoame-
ricanos. El Paraguay gozó de mayor apoyo moral y encon-
tró en la Argentina el respaldo necesario para sobrellevar el
peso de la guerra. El frente británico anti-Standard cimen-
tó en el Chaco un frente anti-boliviano.
Después dei fracaso, los diplomáticos trataron de re-
orientar la convivencia internacional del país guiándose por
la fórmula: "Bolivia debe ser tierra de contactos y no de an-
tagonismos". La actitud era nueva. La expulsión de la
Standard Oil liberó a nuestros presuntuosos diplomáticos de
una .odiosa tutoría. El cambio no se dejó esperar. Con la
Argentina se acordaron convenios de intercambio y para el
tráfico del petróleo, aspecto este último al que hasta enton-
ces se había negado; se decidió la construcción de caminos y
del ferrocarril Y acuiba-Santa Cruz.

"Las circunstancias nos imponen, consiguientemente, -instru-


yó la ca.ncillerfa. en 1936 a la representación diplomática en Bue-
nos Aire&- la necesidad de estrechar vínculos económicos y poll-
ticos con esa. Nación, descartando todo lo que pueda contribuir al
debilita.miento de los ya. existentes." "Como Unea básica de nues-
tra política actual y futura en Buenos Aires, debemos trazar una
cooperación positiva, buscando la colocación de capitales, tratan-
do de que nuestro comercio gravite sobre el Plata, procurando in-
teresar a la. Argentina para convertirnos en clientes de su tndus-
tria, y por último, desa.rrollando una. política de amplia. cola.bora.-
ción en todo lo que se refiere a recíprocos intereses."

281
I ,....._
SERGIO ALMARAZ

Era un verdadero cambio de frente. Los representantes


argentinos perdiendo la "desconfianza" de los aiios preceden-
tes, ayudaron a crear un ambiente cordial. ;, Qué había pa-
sado? ;,Cómo era que la cancillería boliviana hablaba de
desarrollar una política de cooperación "en todo lo que se re-
fiere a recíprocos intereses"? "T.odo esto coincidió signifi-
cativamente -dijo en el Senado Nacional a fines de 1949 el
Ministro Romero Loza-, con el retiro de la Standard Oil de
Bolivia ... ". "La República Argentina nunca vi o con satis-
facción que los petróleos bolivianos estuvieran explotados por
la Standard Oil Co.".
Con la expulsión dei trust despuntó una nueva aurora en
las relaciones de ambos vecinos, las que desde entonces han
sido todo lo positivas que pueden ser en países constantemen-
te interferidos por intereses financieros foráneos.
Empero, al término de veinte aiios van creándose lenta-
mente factores semejantes a los que en el pasado precipita-
ron el desastre.
Un destacado representante del pensamiento argentino,
el Ing. Julio V. Canessa, directivo del influyente Centro de
Estudios Energéticos General Enrique Mosconi, no hace mu-
cho formuló la siguiente advertencia:
"Y ese peligro -dijo mencionando los avances de la pe-
netración petrolera- no es un peligro espectante, ya está en
Sudamérica, a las puertas de nuestro territorio, y si no nos
unimos los pueblos dei extremo sud dei continente, la acción
perturbadora y desintegrante de los monopolios petroleros, pa-
ra penetrar o prevalecer en nuestros países, será causa de era-
cientes receios y fricciones, artificialmente creadas y hábil-
mente fomentadas."
Y refiriéndose a los países dei grupo sud continental -
Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Bolivia y Paraguay- que
se mantuvieron firmes e impenetrables a la dominación de
los trusts petroleros, seiialó que "han visto preocupados la
reciente penetración en Bolivia y Paraguay de esos trusts.
Sus efectos ya se perciben en Bolivia: Santa Cruz de la Sie-
rra, y conmueven a los pueblos de América."
V alorando el significado de los incidentes de Santa Cru~
dijo: "Se acusa injustamente al Brasil de fomentar esos mo- ·
tines separatistas -que no anidan en el pecho de ningún
cruceiio-- y la reacción es enérgica; se amenaza denunciar el
convenio boliviano-brasilero y anular las reservas otorgadas
ai Brasil, que es lo que precisamente desean los monopolios
petroleros extranjeros". ·

282
PETROLEO EN BOLIVIA

"La mecha de la discordia está encendida, apresurémo-


nos a apagar la ... ".
Esto en lo que toca a la Argentina.
Las relaciones de Bolívia con el Brasil fueron más nor-
males, simples y equilibradas. Los tratados de 1938, sefia-
lados cuando se los firmó como peligrosos para la defensa
dei petróleo boliviano porque abrían un portillo para favo-
recer el retorno de la Standard Oil con el camouflage de los
capitales privados brasileros, se han convertido al presente,
por razones opuestas a las que se opusieron en su tiempo, en
un elemento altamente explosivo.
Pasaron los afios y tres lustros después, se producen dos
cambias fundamentales: Brasil abandona la iniciativa priva-
da en petróleo organizando PETROBRAS y Bolívia cancela
su política petrolera nacional y decide retornar a la inicia-
tiva privada. El cambio es brusco y el equilíbrio se rompe.
Ambos gobiernos, a iniciativa dei boliviano, acuerdan dis-
cutir la "reactualización" de los tratados. Coincidiendo con
la apertura de las negociaciones, -mediados de 1957- la
prensa boliviana inicia una campana inoportuna. El propó-
sito es crear un ambiente hostil al Brasil que servirá de cor-
tina de humo para esconder las pretensiones de una empresa
extranjera radicada en Bolívia: "Tendrá que eliminarse el
concepto de garantia geográfica ... "; "El Tratado de 1938,
la peor trampa diplomática"; "El Dilema del Brasil, Imperio
o República"; ";,Qué es eso de Sociedades Mixtas para ex-
plotar el petróleo con el Brasil?"; "Se sabe lo que ofrece la
Comisión Brasileiía, pero falta conocer qué es lo que pide".
Y la provocación sube de tono. Un dia aparece en la prensa
un resumen del informe que en sesión reservada dei Congre-
so presta el canciller en el que entre otras cosas se denuncia
la penetración brasilera en el Mutún. Otro día, desde un
despacho ministerial, se hace circular la noticia de que el
Brasil se incautaria del ferrocarril Corumbá-Santa Cruz "si
Bolívia denuncia el Tratado de 1938". El sensacionalismo
alcanza el punto culminante cuando se anuncia que "aterri-
zaron en Apolo aviones extranjeros."
Seria injusto atribuir a los periodistas bolivianos la eje-
cución exclusiva de esta campana. En el Brasil la prensa
de Chateaubriand -asalariada por los petroleros yanquis-
lleva el contrapunto. "Descubre" un memorándum secreto
dei gobierno boliviano dando instrucciones a su representante
en Río para obstaculizar las negociaciones. La dirección del

283
./
SERGIO ALMARAZ

golpe se elige sutilmente, ;,para qué perder dinero -sugie-


re la públicidad de Chateaubriand- eri los perforaciones de
Petrobras, cuando "tenemos" el petróleo boliviano?
El hecho escueto y triste es que los Tratados de 1938
obstruían -hasta enero de 1958 cuando se produce la capi-
tulación de Roboré- los desplazamientos de un trust petro-
ler.o.
· La lucha que se entabló en torno a la "reactualización",
fue ruda y breve. Discusiones en la cancillería de La Paz,
formación de comisiones, idas y venidas de representantes
brasileros y un constante y acompasado fuego de hostiga-
miento de la prensa boliviana.
La campana de los trusts contra los tratados tuvo mu-
chas y muy penosas implicaciones. La nota antibrasilera se
trató de sostener por todos los medios. Se dijo que era in-
mensa el área cedida al Brasil, pero la verdad es que era tres
veces más pequena que las adjudicadas a companías extran-
jeras; se indicó acusadoramente que Petrobras escondía a la
Standard Oil, mas se quiso olvidar que la Gulf acecha desde
Bolivia; se encontró un peligro en las sociedades boliviano-
brasileras, pero no se dijo nada de los contratos Gulf y otros;
se apuntó que la amenaza "imperialista" venía dei Brasil co-
mo si el peligro imperialista fuese potencial y no realidad fí-
sicamente presente en las companías yanquis arraigadas en
Bolivia.
Cada viaje de personeros bolhdanos al Brasil, coincidía
con la presencia de agentes petroleros en la capital carioca.
En junio de 1956, el senor James E. Marckam, representante
de la Willia:m Brothers, constructora de oleoductos, se pre-
sentó en Petrobras. Ofreció a su presidente Coronel J anary
Gentil Núnez, créditos norteamericanos en equipas o dólares.
Se propuso un crédito de 14 millones, pero el gestor yanqui
se negó a aceptarlo aduciendo que los inversores por él re-
presentados no tenían interés en operaciones inferiores -a 200
millones de dólares. Respuesta tan extraordinaria, mereció
una investigación inmediata. Fue consultada la firma Dun
& Brandstreet Inc. en demanda de información confidencial.
La consulta fue absuelta de manera concluyente: Marckam
tenía vinculaciones solventes con el mundo de los negocios
petroleros. Petrobras se dicidió a ampliar su solicitud de cré-
dito. La ampliación presentada fue aceptada con una condi-
ción: que Petrobras acepte la formación de sociedades mixtas
con las empresas asociadas a la William Brothers para la ex-

284
PETROLEO EN BOLIVIA

plotación dei petróleo boliviano. Ante este nuevo giro, el


Presidente de Petrobras adujo razones referentes a la polí-
tica nacionalista de su país y a la imposibilidad de formar
tales sociedades expresamente prohibidas por la ley bolivia-
na. El personero de William Brothers respondió que él y sus
asociados tenían la seguridad de que la ley en cuestión po-
dría ser convenientemente modificada en el parlamento bo·
liviano, si el Brasil se avenía a la fórmula propuesta, pero si
ésta era rechazada tendría que atenerse a las con~ecuencias.
Poco tiempo después se hicieron visibles las consecuencias.
El Parlamento boliviano no levantó la prohibición dei pro-
yecto original sobre empresas conectadas con estados extran-
jeros.
Es posible que éstos y otros hechos hubiesen inspirado ai
canciller Macedo Soares a arriesgar una declaracic&n según la
cual reconocía "la existencia de presión extranjera en Bolivia
contra intereses brasileros en relación al área petrolífera ce-
dida al Brasil, principalmente por empresas norteamericanas
interesadas en el negocio."
Los consorcias yanquis intervinieron sin cuidar las apa-
riencias. Su fórmula "la bolsa o la vida" fue respaldada por
una pistola aplicada sobre el pecha de Petrobras. Las ma-
niobras diversionistas de la prensa consiguieron desorientar
sólo momentáneamente. La opinión pública se recuperá fá-
cilmente del impacto propagandístico. Una de las primeras
denuncias fue a la que dio lugar una petición de informe pre-
sentada por el diputado Roberto Jordán Panda en agosto
de 1957.
Los asesores llamados en consulta por el gobierno, tam-
bién expresaron su oposición a modificar el convenio. Para
muchos de ellos la orientación más aconsejable era justamen-
te la opuesta: debía y podía buscarse la formación de un
frente entre los dos países .para combatir a los consorcias pe-
troleros. .
En esta oscura contienda el mérito con-espondió a Pe-
trobras. Actuando como tapón en el flanco este entre los
recursos bolivianos y los consorcias yanquis, históricamente
representa en el Brasil lo que YPFB en Bolívia, una victoria
nacional sobre el imperialismo dei petróleo.
El rudo forcejeo concluyó en Roboré con una reducción
dei área objeto dei Tratado en la proporción dei 60%, que-
dando el 40% restando libre para el trabajo de empresas
brasileras.

285
,......
-' SERGIO ALMARAZ

En la historia de la diplomacia boliviana nunca se logró


tan fácilmente la revisión de un tratado, ni un problema de
tanta . importancia tuvo un desenlace tan brusco e impre-
visto.· Algún miembro dei Ejecutivo boliviano pretendió in-
terpretar los resultados de Roboré como una "victoria de Bo-
livia". E~ poco probable que la historia comparta este cri-
terio porque Roboré se inscribirá como una derrota compar-
tida en partes iguales por los pueblos boliviano y brasilero.
Decía en 1940 un clarividente crítico de los acuerdos bo-
liviano-brasileros: "salidos de un conflicto ya nevamos den-
tro el principio de uno nuevo". ( 125 ) Los acontecimientos
de los últimos meses significan eso mismo. Las entidades
fiscales YPF Argentinos y Petrobras se sienten encafionadas
por los trusts petroleros desde Bolivia. Es forzoso recono-
cer que "la mecha de la discordia ya está encendida".

Bolivia enfrenta su destino de país oprimido en un nue-


vo ciclo. La opresión extranjera describe círculos: plata,
salitre, goma, estafio, petróleo. Con cada nuevo ciclo se va
un girón de vida nacional, cada etapa llega a su término con
una nueva mutilación de la independencia nacional.
;, Qué razón histórica ha determinado la entrega dei pe-
tróleo? ;,Por qué los bolivianos somos arrastrados a una nue-
va forma de explotación extranjera? El escritor Augusto Cés-
pedes en "El Dictador Suicida", analizando el devenir políti-
co boliviano, nos invita a meditar sobre algo que ningún bo-
liviano debe perder de vista:
" . . . Se hace preciso sefialar que, dentro de los términos anti•
polares de la explotación imperialista y la independencia de la
nación, ésta tiene UN CIERTO MARGEN DE ACCION POSI-
BLE. . . Depende de los hombres defender ese ma.rgen que toda
fuerza. determinante delega. en la vida. de la. nación, para. lucha.r,
discutir, hacerse presente con volunta.d propia dentro de la cir-
cunscripción de su destino. Es decir, en términos de polític~
que a.un el poderio imperialista puede ceder en relativas conce-
siones ante un pueblo pequeno cua.ndo sus dirigentes saberi lucha.r
por sus derechos."
"Firmar tratados y contratos monstruosos, justificándolos co-
mo aca.tamiento a la realidad, ha sido la doctrina. de los gobiemos
entreguistas ... ". "Prefirieron no ver la faz política. del realis-
mo, que mira hacia ese CIERTO MARGEN de soberania en que
el estadista debe defender la riqueza. nacional."

( 125) My. Gualberto Villarroel, conferencia pronunciada en la Es-


cuela Superior de Guerra, Cochabamba 1940.

286
PETROLEO EN BOLIVIA

Bolívia ha recorrido un penoso camino en los últimos


anos. Paso a paso y una tras otra, ha ido perdiendo sus ri-
quezas. La última en trance de perderse es el petróleo. Cés-
pedes tiene razón; lo que sucede es justamente eso: la liqui-
dación dei cierto margen de soberania. Nos encontramos en
un círculo cerrado. La pérdida del poder soberano, de la
real soberanía política de una nación, facilita el saqueo y és-
te, a su vez, determina una mayor opresión política.
La pérdida de la independencia nacional en un pr.oceso
acelerado en los últimos tiempos, encuentra su expresión de-
finida en el régimen de la ayuda americana. En los días que
corren, gobernar en Bolívia es ejercer la modesta función de
administrar la dádiva extranjera. En este terreno la pérdi-
da del petróleo es una consecuencia, un efecto, que se trans-
formará a su tiempo en la causa de nuevas y más profundas
amputaciones de la soberania nacional.
Bolivia se encuentra al término de un camino recorrido:
medio siglo de explotación estanífera han dejado a su paso
un país atrasado y empobrecido, una economia que es esen-
cialmente la misma de hace cincuenta anos.
;, Qué nos dice la experiencia del estano? Bolívia fue el
estano. Los bolivianos vivieron con las migajas que dejó eles-
tano. En esta inexorable realidad, economia, política y cul-
tura, se desarrollaron -se deformaron- a golpes de estano.
Hoy día vivimos la muerte temp.oral o definitiva dei estano.
Cumplida la etapa, se abren dos caminos: aplicamos al
petróleo la misma política que se siguió con el estano o cons-
truímos con él una economia independiehte.. Lo primero su-
pone la entrega, lo segundo la defensa. En el primer cami-
no malbaratando una riqueza irreemplazable, aguardan al país
días de mayor miseria y opresión. Un autor nos dice dei pe-
tróleo que es una riqueza transitaria, perecedera, improduc-
tiva, que no debe ser considerada como una renta ordinaria,
sino más bien como "un empréstito sin intereses para desa-
rrollar el país y establecer una economia próspera e indepen-
diente dei petróleo." Este es el concepto cabal que se debe
tener de la significación económica de este recurso. Un em-
préstito que el país pueda manejar sin interferencia extran-
jera; un medio -nada más que un medio--- para formar una
economia más sólida y autónoma; una palanca de mando que
no será ya necesaria después de haber accionado la marcha
dei mecanismo económico nacional.
No queremos que Bolívia se convierta en un país petro-

287
. -- SERGIO ALMARAZ

lero, como en el pasado los bolivianos honestos no quisieron


un país estaiíífero; no queremos un país cuyo dilema vital
se exprese en la fórmula "exportar o morir". A ello se opo-
nen la experiencia nacional, perentorias razones económicas
y políticas y, sobre todo, la dignidad de un pueblo que lucha
para construir su propio destino. Los bolivianos anhelamos
industrias, minas modernas, una agricultura mecanizada, fe-
rrocarriles, caminos, escuelas. Todo esto nos lo puede dar
el petróleo. Todo depende de las manos en que se encuen-
tre. El petróleo representa hoy la herramienta histórica del
porvenir boliviano, su defensa es la defensa de la Patria
misma.

La Paz, diciembre de 1957.


I N D I C E

Introducción v
Capítulo Primero

El Petróleo .................................•.........•..•• 9
Desarrollo actual ...................•..................... 14
El Petróleo en la América latina .......................... . 18
América latina: consumo de energia .. ·..................... . 19
América latina: Producción de Petróleo .................... . 20
Historia ................................................. . 21 .....
La Standard Oil ......................•...•............... 25 '~ou• ...

Panorama. genera._l ...........................•.•........... 33


Grupos no·standard ...............•.....•...•••.•...••••••• 36
La Royal Dutch Shell y la Anglo Persian Oil ............. . 37
La lucha mundial por el petróleo ......................... . 39
N a.cimiento del ca.rtel mundial •............................ 41
Producción y reservas en la. post·guerra. ......•........•..... 43
- ? El petróleo en Media Oriente .........................•...• 44
Aumento de la. producción del petróleo en Media Oriente .... 45

Capítulo Segundo

Tres experiencia.s . • . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . • . . . . 53
Argentina •..............•..••.......••..•.•..••.... : . . • . . 53
México . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • • . 56
Petróleos mexicanos (Pemex) . . . . . . . . . • . . . . . • . . . . . • . . • • . . • . 61
Venezuela ..•....•...................... , ......•..-• . . . . . . . 62

289
Capitulo Tercero
-
La década del veinte .... ' . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
El contrato Richmond Levering . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
Procedimientos ilícitos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
Transferencia dei contrato . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
La ley de 20 de junio de 1921 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
La S~!!-!ldard Oil en Bolivil!,. .. . .. .. .. . .. .. .. .. .. .. . .. .. . .. .. 90
Un oleoducto clandestino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
Política de reservas . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
~ Standard .. OH-~-la--gueua det··Chaco . . . . . . . . . . . . . . . . . . . l:iS
~!L.Argentin..a.-y.-l.a. guerra del Chaee- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9!-i
El embotellamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
La lucha por el petróleo boliviano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
"Neutralidad" y sabotaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . 110

Capítulo Cuarto. EL CONFLICTO

El ...n.aciwlaliamo de postguerra . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . 113


La acc~Óil_gjplomática de la Standard Oil . . . . . . . . . • . . . . . . . . . 121

Capítulo Quinto

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos . . . . . . . . . . . . . . . . Íl3


Primeros pasos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13±
Período 1937-1943 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
Consumo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
Obstáculos para el desarrollo de YPFB .......... , . . . . . . . . . . 138
El informe Bohan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
El petróleo y e! plan Bohan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
Plan propuesto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
Período 1942-1952 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
Oleoduct'o Camiri-C.ochabamba y Lamboyo-Sucre . . . . . . . . . . . . 149
Refinerías ............................•........... , . . . . . . . 149
Reservas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
Producción y refinación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
Planes de desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
Situación de YPFB en 1952 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
Plan 1953 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154
Desarrollo de YPFB . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
Producción de crudo en 1952-1957 en barriles . . . . . . . . . . . . . . . 155
Crecimiento dei consumo, importaciones y exportaciones . . . . . 157
Bolívia: Ahorros y gastos de Divisas producidos por Yacimien-
tos Petrolíferos Fiscales Bolivianos . . . . . . . . . • . . . . . . • . . . . . . . . 158
El problema de YPFB . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . 160
Madrejoues . . . . . . . . . . • . • . . . . . . . . . . . . . . . • • . • . . . . • . . • . . • . • • • 163

290
Equipos, liave de la solución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
Pérdida de reservas . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . • • . . . . . . . . . . . . . . . . 169

Capítulo Sexto

Las dos leyes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173


Condiciones que exige la ley para la adjudicación . . . . . . . . . . 17 4
Superfície y duración de las concesiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179
Régimen de reservas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . 181
Término de las concesiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181
Tributación. Depósito de garantia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
Cánones superficiarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . 183
Regalia ......................... ; . . . . . . . . . • . • . • • • . • • . • . . . . 184
Impuesto sobre utilidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
Un paso atrás . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
Privilegios extraordinarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190
Saqueo autorizado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
Conversiones monetarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
El Código dei Petróleo y la soberania nacional . . . . . . . . . . . . 198
Autonomia de régimen tributario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
El Código facilita la acción de los monopolios . . . . . . . . . . . . . . 201
El concesionario representa al estado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
Lenguaje inconveniente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . 203
Conclusiones . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 204
Nuevo Código del Petróleo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206

Capítulo Séptimo

Contratos y concesiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209


Contrato con Glenn McCarthy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209
Area del Contrato y privilegios del arrendata.rio . . . . . . . . . . . . 210
Ningún control . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
Garantias para McCarthy, obligaciones para el éstado . . . . . . 213
s,Qué negocio se trató de hacer con McCarthyf . . . . . . . . . . . . . . 215
AQuién es y qué se propuso McCarthy7 . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . 216
Le. transferencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . • . • . . . . . . . . . . . 218
Contratos con la Gulf . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 219
"Financiación de Oleoductos" . . . . . . . . . . . . . . . • • . . . . . . . . . . . . . 219
Oleoductos, meollo de 'la política de la Gulf . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
Arbitraje . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
Contrato de operación ................_. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
Tributación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226
La Gulf y el Código . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 227
Contratos McCarthy y Gulf, similitudes y diferencias . . . . . . 229
Concesiones bajo el Código . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . • . . . 232
Concesiones otorgadas a Dicicmbre de 1957 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233

291
Capítulo Oetavo

En la huella dei veinte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . • . . . . . . . . • . . 235


La orientaeión de 1952 . .. .. . .. .. .. • .. .. .. .. • • .. .. .. .. .. .. . 237
Antecedentes internacionales ......... .". . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . 239
Razones aparentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . • . . . 243
El argumento económico . . . . . . . . . . . . . . . . . • . • . . . . . . . . . . . . . . 243
El argumento de la perentoriedad . . • • . • . . . . . • • . . . . • . . . . • • . . 252
Bases para una política nacional dei petróleo . . . . . . . . . . . . . . . 259
AConviene la iniciativa privada Y . . . . . . • • • • • • • • • • • . • • • • • . • • 263
Donde apuntan las eonsecuencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . • . 267
YPFB y los trusts petroleros . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . • • . . . 269
Oleoductos, el cuello de la estrangulaeión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270
Mercados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271
Competencia y monopolio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 273
El eartel y el petróleo boliviano .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . .. .. .. 274
!Ya dejan sentir su poder7 .. . .. . .. .. . .. . .. .. .. .. . .. .. .. .. . 279

EL COLEGIO DE MEXICO

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Este libro se terminó de imprimir
en los talleres de Empresa Indus·
trial Gráfica E. Burillo el 15 de
agosto de 1958 en la ciudad de
La Paz - Bolívia.

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