Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Principales obras:
ETAPAS DE SU PENSAMIENTO
Una gran dificultad que se presenta en la empresa de tratar de exponer de modo global
la filosofía de Russell es la constatación, señalada por muchos autores, de que no hay
un solo Bertrand Russell, sino «diversos» Bertrand Russell, dependiendo de la etapa de
su biografía filosófica en que nos encontremos. El filósofo británico, en su testamento
filosófico, My Philosophical Development, publicado en 1959, lo mismo que en su
autobiografía, señala esta problemática, tratando de indicar las principales tesis
filosóficas que ha cambiado, o mantenido, a lo largo de su extensísima carrera
filosófica, así como los motivos de estos cambios o permanencias. Whitehead
señababa irónicamente a este respecto que la obra de Russell era un diálogo platónico
en sí mismo. En efecto, posiciones cristianas, deístas, agnósticas, monistas e
idealistas, pluralistas y realistas fueron tomando, en un lugar u otro de su extensa
carrera filosófica, la voz protagonista. Pero hay que desterrar la idea de que el
pensamiento de Russell sea caótico, arbitrario o relativista; por el contrario, aunque es
cierto que la filosofía del pensador británico pasa por varias etapas, éstas se limitan, en
el fondo, a un número muy reducido. Además, hay que contar también con el hecho de
que tanto la etapa deísta de adolescencia, como la etapa monista de juventud
universitaria, apenas cuentan con escritos. La importancia de estas fases de su
evolución filosófica es retrospectiva. Dicho de otro modo: si no fuese por el Russell
pluralista y empirista que comienza a cristalizar después de su abandono del idealismo
monista a partir de 1898, carecería de sentido ocuparse del «Russell cristiano», del
«Russell deísta» o del «Russell monista», sencillamente porque Russell no se habría
convertido nunca en uno de los principales filósofos del siglo XX. Si Russell hubiese
fallecido, pongamos por caso, en 1900, serían pocos los que se encargasen de estudiar
su pensamiento.
Atendiendo a esto, podríamos dividir las etapas filosóficas de Russell según diversos
criterios. Y, como una de las facetas más conocidas del filósofo británico es su crítica a
las religiones, podríamos comenzar por dividir su biografía intelectual en las siguientes
etapas:
Según esto, Russell primero aceptó el espiritualismo como una realidad, y luego como
una posibilidad ontológica factible, aunque improbable. Es por ello que podría acaso
decirse que Russell se acercó a lo sumo a un materialismo provisional o postulatorio,
pero nada más; su ontología contingentista, donde todo es posible, siguiendo la
tradición de Occam, Descartes o Hume, nunca le permitió abrazar un materialismo
ontológico estricto en el que la propia posibilidad de vivientes incorpóreos quedase
descartada por contradictoria.
Sin embargo, para sintetizar las diversas etapas del pensamiento de Russell también
podríamos atender a otros criterios que remuevan aun más el tablero de la ontología
general y especial, como el concerniente a la dualidad ya citada entre materia y mente.
Atendiendo a este criterio, la filosofía estricta de Russell (dejamos ahora de lado sus
reflexiones de adolescencia) podría clasificarse en las siguientes etapas:
Con todo esto, pues, ¿cómo no ver que Russell no solo fue un empirista o un escéptico,
sino también, y de modo fundamental además, un metafísico de pleno derecho? El
presente texto. (1872-1970, 2013)
Hallazgos: